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Capítulo 5 Lenguaje y comunicación 113 cosas que representan. La complejidad del len- guaje, ausente en los sistemas de comunicación de otros animales, permite a los humanos refe- rirse a imágenes elaboradas, discutir el pasado y el futuro, compartir experiencias con otros, y be- nefi ciarse de éstas. Los antropólogos estudian el lenguaje en sus contextos social y cultural. La antropología lin- güística ilustra el interés característico de la an- tropología en la comparación, la variación y el cambio. Una característica fundamental del len- guaje es precisamente que siempre se encuentra en constante cambio. Algunos antropólogos lin- güistas reconstruyen lenguas antiguas compa- rándolas con las contemporáneas y al hacerlo realizan descubrimientos acerca de la historia. Otros estudian diferencias lingüísticas para des- cubrir diversos puntos de vista y encontrar pa- trones de pensamiento en una multitud de cultu- ras a lo largo de todo el mundo. La sociolingüística examina la diversidad lingüística en los estados- nación, que varían desde el multilingüismo hasta los diversos dialectos y estilos que se presentan en un solo idioma, para mostrar cómo el habla refl eja las diferencias sociales (Fasold, 1990; La- bov, 1972a, 1972b). Los antropólogos lingüísticos también exploran el papel del lenguaje en la colo- nización y la expansión de la economía mundial (Geis, 1987). COMUNICACIÓN NO HUMANA DE LOS PRIMATES Sistemas de llamadas Sólo los humanos hablan. Ningún otro animal tiene algo que se aproxime a la complejidad del lenguaje. Los sistemas de comunicación natura- les de otros primates (monos y simios) son siste- mas de llamadas o sonidos. Dichos sistemas vocales constan de un número limitado de soni- dos, llamadas, que se producen sólo cuando se encuentran estímulos ambientales particulares. Estas llamadas difi eren en intensidad y dura- ción, pero son mucho menos fl exibles que el len- guaje humano porque son automáticos y no se pueden combinar. Cuando los primates encuen- tran alimento y peligro simultáneamente, sólo pueden hacer una llamada. No pueden combi- nar las llamadas por alimento y peligro en una sola emisión que indique que ambos están pre- sentes. Sin embargo, en algún punto de la evo- lución humana, nuestros ancestros comenzaron a combinar llamadas y a entender las combina- ciones. El número de llamadas también se incre- mentó, llegando a ser tan amplio como para no ser transmitidas por los genes. La comunicación empezó a darse casi por completo por aprendi- zaje. Aunque los primates salvajes usan sistemas de llamadas, el tracto vocal de los simios no es adecuado para el habla. Hasta la década de 1960, los intentos por enseñar lenguaje hablado a los simios sugirieron que carecen de habilidades lin- güísticas. En la década de 1950, una pareja crió un chimpancé, Viki, como miembro de su familia y sistemáticamente trataron de enseñarle a ha- blar. No obstante, Viki sólo aprendió cuatro pala- bras (“mamá”, “papá”, “arriba” y “taza”). Lenguaje de signos Experimentos más recientes demuestran que los simios pueden aprender a usar un verdadero len- guaje, aunque no lo hablen (Miles, 1983). Muchos simios aprendieron a conversar con la gente a través de medios distintos al habla; uno de ellos es el lenguaje de signos americano (ASL por sus siglas en inglés), que usan ampliamente los esta- dounidenses con trastornos auditivos. El ASL emplea un número limitado de unidades gestua- les básicas que son equivalentes a sonidos en el lenguaje hablado. Dichas unidades se combinan para formar palabras y unidades de signifi cado más amplias. Los simios, como estos chimpancés del Congo, se co- munican en la selva a través de un repertorio de lla- madas. Sus sistemas vocales consisten en un número limitado de sonidos (llamadas) que sólo producen cuando se encuentran con estímulos ambientales particulares. sistemas de llamadas Sistemas de comunica- ción de los primates no humanos. lenguaje Principal medio de co- municación humana, ha- blado y escrito. 114 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural El primer chimpancé en aprender ASL fue Washoe, una hembra que murió en 2007, a la edad de 42 años. Capturada en África occidental, R. Allen Gardner y Beatrice Gardner, científi cos en la Universidad de Nevada en Reno, adoptaron a Washoe en 1966, cuando tenía un año de edad. Cuatro años después, se mudaron a Norman, Oklahoma, a una granja que se convirtió poste- riormente en el Instituto para Estudios de los Pri- mates. El caso de Washoe revolucionó la discusión sobre las habilidades de aprendizaje del lenguaje en los simios (Carey, 2007). Al principio, Washoe vivió en un remolque y no escuchaba lenguaje ha- blado. Los investigadores siempre usaron ASL para comunicarse entre ellos en su presencia. La chimpancé gradualmente adquirió un vocabula- rio de más de 100 signos que representaban pala- bras en inglés (Gardner, Gardner y van Cantfort, eds., 1989). A los dos años de edad, Washoe co- menzó a combinar hasta cinco signos en oraciones rudimentarias como “tú, yo, ir, fuera, rápido”. El segundo chimpancé en aprender ASL fue Lucy, un año más joven que Washoe. Lucy murió asesinada por cazadores furtivos, en 1986, des- pués de que la introdujeron a “la vida salvaje” en África en 1979 (Carter, 1988). Desde su segundo día de vida, hasta su traslado a África, Lucy vivió con una familia en Norman, Oklahoma. Roger Fouts, investigador del mencionado Instituto para Estudios de los Primates, iba dos días a la semana para poner a prueba y mejorar el conocimiento en ASL de Lucy. Durante el resto de la semana, Lucy usaba ASL para conversar con sus padres adopti- vos. Después de adquirir lenguaje, Washoe y Lucy mostraron muchos rasgos humanos: insultaban, bromeaban, decían mentiras y trataban de ense- ñar el lenguaje a otros (Fouts, 1997). En el Instituto, cuando Washoe se enojaba con sus vecinos primates les decía“monos sucios”. Lucy insultaba a su gato diciéndole “gato sucio”. Al llegar al lugar de Lucy, Fouts encontró una vez una pila de excremento en el suelo. Cuando preguntó a la chimpancé qué era eso, ella replicó: “sucio, sucio”, su expresión para heces. Le pre- guntó de quién era “sucio, sucio”, y Lucy men- cionó a la colaboradora de Fouts, Sue. Cuando Fouts se rehusó creerle acerca de Sue, la chim- pancé culpó del excremento al mismo Fouts. Un atributo fundamental del lenguaje es la transmisión cultural de un sistema de comuni- cación a través del aprendizaje. Washoe, Lucy y otros chimpancés trataron de enseñar ASL a otros animales, incluida su propia descendencia. Was- hoe enseñó gestos a otros chimpancés del Insti- tuto, entre éstos a su hijo Sequoia, quien murió en la infancia (Fouts, Fouts y van Cantfort, 1989). Debido a su tamaño y fuerza, los gorilas adul- tos no son sujetos idóneos para realizar experi- mentos similares a los que se mencionaron. Los gorilas machos adultos delgados en la vida sal- vaje pesan 180 kilogramos, y las hembras total- mente desarrolladas pueden con facilidad alcan- zar los 110 kilogramos. Debido a esto, el trabajo de la psicóloga Penny Patterson con gorilas en la Universidad de Stanford parece más audaz que los experimentos que se realizaron con chimpan- cés. En un remolque junto a un museo de Stan- ford, Patterson crió a Koko, una gorila hembra totalmente desarrollada. El vocabulario de Koko sobrepasa el de cualquier chimpancé. Ella regu- larmente emplea 400 signos ASL y alguna vez incluso usó alrededor de 700. Koko y los chimpancés también muestran que los simios comparten además otra habilidad lin- güística con los humanos: la productividad. Los hablantes usualmente utilizan las reglas de sus idiomas para producir expresiones completa- mente nuevas que son comprensibles para otros hablantes de la misma lengua. Por ejemplo, un angloparlante puede crear “baboonlet” para re- ferirse a un babuino infante. El hablante hace esto por analogía con las palabras inglesas en las queel sufi jo –let designa al joven de una especie. Quienquiera que hable inglés inmediatamente comprende el signifi cado de la nueva palabra. Koko, Washoe, Lucy y otros han mostrado que los simios también son capaces de usar el len- guaje productivamente. Lucy utilizó gestos que ya conocía para crear “drinkfruit” (“frutabeber”) por sandía. Washoe, al ver un cisne por primera vez, acuñó “waterbird” (“aveagua”). Koko, quien conocía los gestos para “dedo” y “braza- lete”, formó “brazalete dedo” cuando se le dio un anillo. Chimpancés y gorilas tienen una capacidad rudimentaria para el lenguaje. Probablemente en la vida salvaje, nunca hubieran creado un sis- tema gestual signifi cativo. Sin embargo, con el sistema ASL, muestran muchas habilidades hu- manas para el aprendizaje y uso del mismo. Desde luego, el lenguaje que usan los simios es © Tom Chalkley/Condé Nast Publications/ cartoonbank.com “Dice que quiere un abogado” transmisión cultural Transmisión a través del aprendizaje, básica para el lenguaje. productividad Creación de nuevas ex- presiones que son com- prensibles para otros hablantes.
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