Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Capítulo 5 Lenguaje y comunicación 129 bargo, los hablantes de BEV sí pronuncian la m, de modo que la primera persona del singular BEV es I’m tired, tal como en SE. En consecuencia, cuando BEV omite la cópula, simplemente lleva la con- tracción un paso más adelante, como resultado de sus reglas fonológicas. Además, las reglas fonológicas pueden con- ducir a que los hablantes BEV omitan –ed como un marcador de oración en pasado y –s como un marcador de pluralidad. Sin embargo, otros con- textos de habla demuestran que los hablantes de BEV sí entienden la diferencia entre verbos en pasado y presente, y entre sustantivos en singu- lar y en plural. Para confi rmar esto se encuentran los verbos irregulares (por ejemplo, tell, told) y los plurales irregulares (por ejemplo, child, children), en los que BEV funciona igual que SE. El SE no es superior al BEV como sistema lin- güístico, pero sí ocurre que es el dialecto de pres- tigio, el que se usa en los medios de comunica- ción, en la escritura y en la mayoría de los contextos públicos y profesionales. El SE es el dialecto que tiene el mayor “capital simbólico”. En áreas de Alemania donde existe diglosia, los hablantes de plattdeusch (alemán bajo) aprenden el dialecto del alemán alto para comunicarse de manera adecuada en el contexto nacional. De igual modo, los estudiantes que hablan BEV y se mueven de manera ascendente aprenden SE. LINGÜÍSTICA HISTÓRICA Los sociolingüistas estudian la variación contem- poránea en el habla: cambio idiomático en pro- greso. Los lingüistas históricos estudian el cam- bio en un plazo más largo. Y pueden reconstruir muchas características de idiomas pasados al es- tudiar las lenguas hijas contemporáneas. Éstas son lenguas que descienden de la misma lengua madre y han cambiado por separado durante cientos o incluso miles de años. A la lengua origi- nal de la que divergen se le llama protolengua. Las lenguas romances como el francés y el espa- ñol, por ejemplo, son lenguas hijas del latín, su protolengua común. Las lenguas alemana, in- glesa, holandesa y escandinava son lenguas hijas del protogermánico. El latín y el protogermánico son lenguas indoeuropeas. Los lingüistas históri- cos clasifi can las lenguas de acuerdo con su grado de relación (vea la fi gura 5.2). Las lenguas cambian con el tiempo, evolucio- nan, varían, se expanden y dividen en subgru- pos (lenguajes dentro de una taxonomía de len- Rap y hip-hop utili- zan el BEV en su ex- presión musical. Aquí se muestra la inter- pretación de Nipsey Hussle, Snoop Dogg, Soulja Boy, The Dream y Dorrough en la ceremonia anual de los BET Hip Hop Awards en Atlanta, Georgia, el 10 de oc- tubre de 2009. lingüística histórica Estudio de las lenguas a través del tiempo. lenguas hijas Lenguas que comparten un origen común, por ejemplo, el latín. protolengua Lengua ancestral a varias lenguas hijas. subgrupos Lenguas cercanamente relacionadas (lingüísticamente). 130 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural guas relacionadas, que están más profundamente vinculadas unas con otras). Los dialectos de una sola lengua madre se convierten en lenguas hija distintas, en especial si están aisladas unas de otras. Algunas de ellas se dividen, y se desarro- llan nuevas lenguas “nietas”. Aun cuando las personas permanecen en el hogar ancestral, sus patrones de habla también cambian. El habla del hogar ancestral y en evolución también se consi- dera una lengua hija como las demás. Una relación cercana entre lenguas no necesa- riamente signifi ca que sus hablantes están vincu- lados de manera estrecha, ya sea biológica o cul- turalmente, porque la gente puede adoptar nuevas lenguas. En las selvas ecuatoriales de África, los cazadores pigmeos desecharon sus lenguas ancestrales y ahora hablan las de los agricultores que migraron al área. Los inmigran- tes en Estados Unidos y Canadá hablaban mu- chas lenguas diferentes al llegar, pero sus descen- dientes ahora hablan un inglés fl uido. El conocimiento de las relaciones lingüísticas con frecuencia es valioso para los antropólogos interesados en la historia, particularmente las que se han desarrollado durante los últimos 5 000 años. Los rasgos culturales pueden (o no) estar relacionados con la distribución de las fa- milias de lenguas. De la misma manera, los gru- pos que hablan lenguas relacionadas pueden, o no, compartir más rasgos culturales entre ellos, que aquellos grupos cuya habla deriva de dife- rentes ancestros lingüísticos. Desde luego, las similitudes culturales no están limitadas a los hablantes de lenguas relacionadas. Incluso los grupos cuyos miembros hablan lenguas no rela- cionadas tienen contacto mediante el comercio, el matrimonio o la guerra. Las ideas y los inven- tos se difunden ampliamente entre los grupos humanos. Muchas palabras del vocabulario in- glés provienen del francés. Incluso sin docu- mentación escrita de la infl uencia francesa des- pués de la conquista normanda de Inglaterra en 1066, la evidencia lingüística en el inglés con- temporáneo revelaría un periodo largo e impor- tante de contacto directo con Francia. De igual modo, la evidencia lingüística puede confi rmar el contacto cultural y el préstamo cuando falta la historia escrita. Al considerar cuáles palabras se tomaron prestadas, también se pueden reali- zar inferencias acerca de la naturaleza del con- tacto. Pérdida de las lenguas Un aspecto de la historia lingüística es la pérdida de las lenguas. Cuando desaparecen lenguas, también se reduce la diversidad cultural. De acuerdo con el lingüista K. David Harrison, “cuando perdemos una lengua, perdemos siglos de pensamiento acerca del tiempo, las estaciones, las criaturas marinas, los renos, las fl ores comes- tibles, las matemáticas, los paisajes, los mitos, la música, lo desconocido y lo cotidiano” (citado en Maugh, 2007). El reciente libro de Harrison, When Languages Die (2007), afi rma que cada dos sema- nas se extingue una lengua indígena, cuando mueren sus últimos hablantes. En los últimos 500 años la diversidad lingüística del mundo se ha reducido a la mitad (medida por el número de lenguas distintas), y se predice que la mitad de las lenguas restantes desaparecerá durante este siglo. Los idiomas coloniales (por ejemplo, in- glés, español, portugués, francés, holandés, ruso) se han expandido a costa de los indígenas. De aproximadamente 7 000 lenguas restantes, alre- dedor de 20% están en peligro, en comparación con 18% de los mamíferos en peligro de extin- ción, 8% de las plantas y 5% de las aves (Maugh, 2007). Harrison, quien da cátedra en Swarthmore College, es director de investigación para el Li- ving Tongues Institute for Endangered Langua- ges (http://www.livingtonges.org), que trabaja para mantener, preservar y revitalizar las len- guas en peligro mediante proyectos de docu- mentación multimedia. Los investigadores del Instituto usan equipo de audio y video digitales para registrar a los últimos hablantes de las len- guas en peligro de desaparecer. El Enduring Voi- ces Proyect de National Geographic (http://lan- guagehotspots.org) lucha por conservar las lenguas en peligro al identifi car las áreas geográ- fi cas con lenguas únicas, pobremente compren- didas y amenazadas, y al documentar dichas len- guas y culturas. Book of Kells es un manuscrito ilustrado que se creó en Kells, un antiguo monas- terio irlandés. Aquí se muestra la página del título del libro, que ahora se en- cuentra en la biblio- teca del Trinity College en Dublín, Irlanda. Tales docu- mentos brindan a los lingüistas histó- ricos información acerca de cómo cambian las lenguas.
Compartir