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226 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural naval es una excelente arena para expresar discursos y agresiones normalmente reprimidos: un discurso antihegemónico. (El discurso incluye pláticas, habla, gestos y acciones.) Los carnavales pueden expresar esta libertad a través de con- ductas obscenas, bailes, glotonería o una abierta conducta sexual (DaMatta, 1991). El carnaval puede comenzar como una salida jocosa de las frustraciones acumuladas durante el año. Con el tiempo, suele evolucionar en una poderosa crí- tica anual de la estratifi cación y la dominación, y por tanto convertirse en una amenaza para el or- den establecido (Gilmore, 1987). (El dictador es- pañol Francisco Franco, reconociendo que la li- bertad potencial del carnaval podría trocarse en un desafío político, prefi rió prohibirlo.) Política, vergüenza y brujería Ahora veremos un estudio de caso de un proceso sociopolítico, visualizándolo como parte de un sistema mayor de control social experimentado por los individuos en sus vidas cotidianas. En la actualidad nadie vive en una banda, tribu, caci- cazgo o estado aislados. Todos los grupos que los etnógrafos han estudiado como es el caso de los makua que se abordará a continuación, viven en estados nacionales. Dentro de ellos, los indivi- duos tienen que lidiar con varios niveles y tipos de autoridad política, y experimentar otras for- mas de control social. Nicholas Kottak (2002) realizó un estudio et- nográfi co de campo de los sistemas políticos, y más ampliamente del control social, entre los makua rurales del norte de Mozambique (fi gura 8.5). Se enfocó en tres campos del control social: sistemas políticos, religiosos y de reputación. Es- tos últimos tienen que ver con la forma en la que se considera a varias personas en la comunidad. El signifi cado de esos campos surgió mediante conversaciones sobre normas sociales y críme- nes. Los makua en una discusión señalaron sus propias ideas sobre el tipo control social ante el hecho de robar un pollo de un vecino. La mayoría de los pobladores makua cuentan con un gallinero improvisado en una esquina de la casa. Cada día los pollos salen del gallinero antes del amanecer y vagan en los alrededores en busca de migajas. Los pollos usualmente regre- san a su gallinero al anochecer, pero en ocasiones los que se compraron recientemente, arriban al gallinero de otro habitante. Los pobladores se preocupan porque sus pollos son activos móvi- les. Los propietarios no siempre están seguros del lugar donde vagabundean sus aves. Los po- bladores se sienten tentados a robar los pollos de un vecino cuando su propietario parece no ha- llarse al tanto de su paradero. Los makua tienen pocas posesiones materia- les y una dieta pobre en carne, lo que convierte en tentación a los pollos vagabundos. Los makua identifi caron a estos pollos y su robo ocasional como problemas comunitarios. Kottak preguntó a los makua sus ideas sobre el control social, al cuestionarles el porqué no roban los pollos a sus vecinos. Las respuestas makua se concentraron en tres castigos principales: ehaya (vergüenza), enretthe (ataque de brujería) y cadeia (cárcel). (Como se utiliza aquí, una sanción se refi ere a un tipo de castigo que sigue a la violación de una norma.) De acuerdo con Kottak (2002), cada uno de esos términos (cárcel, brujería y vergüenza) se refi e- ren a un “guión social” imaginado, que culmina con una consecuencia indeseable. Cadeia (cárcel), por ejemplo, representa la última fase de un ex- tenso proceso político y legal (la mayoría de las violaciones se resuelven antes de tal punto). Cuando los makua respondieron enretthe (bruje- ría), se referían a otra consecuencia que podía seguir al robo de pollos. Creían que, una vez que el vecino descubría que le robaron sus pollos, iría con un curandero tradicional, quien dirigiría un ataque de brujería contra el culpable. Los makua Lago Kariba Lago Bangwuala Lago Nyasa Lago Chirua Rio Licungo Lim popo Rio Chan g an e Rio Ligon h a Zam bezi Rio M assa lo Rio Lugenda Nicane Monapo Isla de Mozambique Itoculo Puerto Nacala Nampula M O Z A M B I Q U E T A N Z A N I A Z A M B I A Z I M B A B W E P r o v i n c i a d e N A M P U L A S U D Á F R I C A S U A Z I L A N D I A C a n a l d e M o z a m b i q u e FIGURA 8.5 Ubicación de los makua y la villa de Nicane, en el norte de Mozambique. La provincia de Nampula que se muestra aquí es territorio makua. Capítulo 8 Sistemas políticos 227 creían que tal ataque punitivo mataría al ladrón o lo enfermaría severamente. La tercera y más popular respuesta a la pre- gunta sobre el robo de pollos fue ehaya (ver- güenza). En el guión social ehaya, el ladrón de pollos, al ser descubierto, tendría que asistir a una reunión formal pública organizada en el poblado, donde las autoridades políticas se re- unirían para determinar el castigo y la compen- sación adecuados. Los makua estaban más pre- ocupados por la vergüenza que por la multa. La vergüenza que sentirían al exhibir ante el po- blado a un ladrón de pollos. Y porque el propio ladrón también experimentaría un fuerte senti- miento de desgracia, también descrito como ehaya, al saber que su identidad social o reputación co- munitaria quedaba dañada. Al vivir en un Estado-nación, los makua tie- nen acceso a muchos tipos y niveles potenciales de resolución de confl ictos. Una disputa entre dos personas puede convertirse rápidamente en un confl icto más amplio entre sus respectivos grupos de ascendencia matrilineal. (En un grupo de ascendencia matrilineal, el parentesco se defi ne por línea materna; vea el siguiente ca- pítulo.) Los jefes de los grupos de ascendencia en disputa se reúnen para resolver el asunto. Si no lo logran, por ejemplo, mediante compensa- ción fi nanciera, el confl icto se lleva a una autori- dad política estatal. La intervención de dicho funcionario puede evitar que la disputa indivi- dual se convierta en un confl icto entre los gru- pos de ascendencia (por ejemplo, una enemis- tad mortal, como se describió anteriormente en este capítulo). Una combinación de cargos recientes y más tra- dicionales constituye el sistema político formal de los makua. Ese sistema incluye posiciones legíti- mas, y funcionarios y representantes formales para el control social. Dicha parte “política” del sistema social makua se designó explícita o “for- malmente” para manejar los confl ictos y sancio- nar los crímenes. Como ya se discutió previa- mente, los antropólogos tienden a enfocarse en los aspectos formales del control social, es decir, en el campo político; pero como con los makua, hay también antropólogos que reconocen la importan- cia de otras áreas del control social. En una comu- nidad rural, cuando Nicholas Kottak preguntó a pobladores makua sobre las medidas disuasivas ante el robo, sólo 10% mencionó la cárcel (el sis- tema formal) y el 73% refi rió la ehaya (vergüenza) como la razón para no robar el pollo de un vecino. La vergüenza puede ser una poderosa sanción social. Bronislaw Malinowski (1927) describió cómo los isleños trobriandeses pueden escalar hasta la cima de una palmera y arrojarse en pi- cada para provocar su muerte porque no podían tolerar la vergüenza asociada con el conoci- miento público de alguna acción estigmatizada, especialmente el incesto. Los makua cuentan la historia de un hombre del que se rumoraba era el padre de un hijo de su hijastra. Las autoridades políticas no impusieron sanciones formales (por ejemplo, una multa o tiempo en la cárcel) a tal hombre, pero los chismes acerca del amorío circu laron ampliamente. El chismorreo cristalizó en la letra de una canción que interpretaban gru- pos de mujeres jóvenes. Cuando el hombre escu- chó su nombre y el supuesto comportamiento Nicholas Kottak (atrás y en el centro) asiste a una reunión de la aldea entre los makua del norte de Mozambique. Dos jefes solicitaron la reunión para negociar las fronterasde sus jurisdicciones políticas.
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