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Capítulo 11 Matrimonio 295 tados biológicos potencialmente dañinos del entrecruzamiento sistemático, los patrones de matrimonio humano se basan en creencias cultu- rales específi cas, más que en preocupaciones uni- versales acerca de la degeneración biológica de las futuras generaciones. Ni el horror instintivo ni el miedo a la degeneración biológica explican la muy difundida costumbre de casarse con primos cruza- dos. Tampoco el temor por la degeneración explica por qué el matrimonio con primos paralelos, mas no con primos cruzados, es considerado tabú. Intento y desdén Sigmund Freud es el más famoso defensor de la teoría referente a que los hijos experimentan sen- timientos sexuales hacia sus padres, que even- tualmente reprimen o resuelven. Otros estudio- sos observaron la dinámica del desarrollo para explicar el tabú del incesto. Bronislaw Mali- nowski creía que los niños naturalmente buscan expresar sus sentimientos sexuales, en particular conforme se acercan a la adolescencia, con miem- bros de su familia nuclear, debido a la intimidad y el afecto preexistentes. Sin embargo, consideró que el sexo es una fuerza muy poderosa como para que se desencadene dentro de la familia ya que puede amenazar los roles y lazos familiares existentes, y por lo tanto destruirla. Malinowski propuso que el tabú del incesto se originó para dirigir los sentimientos sexuales al exterior, para evitar la perturbación de la estructura y las relaciones familiares existentes. La teoría opuesta es que no es probable que los niños se sientan sexualmente atraídos por aquellos con quienes han crecido (Westermarck, 1894). Esto se relaciona con la idea del horror ins- tintivo, pero sin suponer una base biológica (ins- tintiva). La noción aquí es que la experiencia de vivir juntos toda la vida en relaciones sin conno- tación sexual haría la idea de tener sexo con un miembro de la familia menos deseable. Las dos teorías opuestas en ocasiones se caracterizan como “la familiaridad provoca el intento” frente a “la familiaridad causa desdén”. Una parte de la evidencia para apoyar la teoría del desdén pro- viene del estudio de Joseph Shepher (1983) de los kibbutzim israelíes. Descubrió que personas no relacionadas que fueron criadas en el mismo kib- butz (comunidad doméstica) evitaban casarse en- tre ellas. Tendían a elegir a sus compañeros en el exterior, no porque estuvieran relacionados, sino porque sus historiales residenciales y roles pre- vios hacían que el sexo y el matrimonio no fue- ran atractivos. Nuevamente, no hay una res- puesta fi nal a la pregunta de si las personas que crecen juntas, emparentadas o no, tienen proba- bilidad de ser sexualmente atractivas entre ellas. Por lo general no lo son; en ocasiones lo son. El incesto es un tabú universal, pero sí se presenta. Casarse fuera o morir Una de las explicaciones más aceptadas para el tabú del incesto es que surgió con la fi nalidad de garantizar la exogamia, para forzar a las perso- nas a casarse fuera de sus grupos de parentesco (Lévi-Strauss, 1949/1969; Tylor, 1889; White, 1959). Según esta perspectiva, el tabú se originó de manera temprana en la evolución humana porque era adaptativamente ventajoso. El ca- sarse con un pariente cercano, con quien uno ya está conviviendo en términos pacífi cos, sería contraproducente. Existe más ganancia al exten- der las relaciones pacífi cas a una red de grupos más amplia. Tal visión enfatiza el papel del matrimonio en la creación y el mantenimiento de alianzas. Forzar a los miembros a casarse fuera de un grupo aumenta sus aliados. El matrimonio den- tro del grupo, en contraste, aislaría a dicho grupo de sus vecinos y sus recursos y redes so- ¿Cuántos dedos tiene esta mujer india y su hijo? Los rasgos genéticamente determinados como la polidacti- lia (dedos adicionales) pueden aparecer cuando existe una alta incidencia de endogamia. A pesar de los efec- tos biológicos del entrecruzamiento, las preferencias y prohibiciones matrimoniales se basan en creencias culturales específi cas en lugar de preocupaciones uni- versales acerca de la futura degeneración biológica. 296 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural ciales, y a fi nal de cuentas podría conducir a su extinción. La exogamia y el tabú del incesto que la impulsa ayudan a explicar el éxito adaptativo humano. Además de la función sociopolítica, la exogamia garantiza la mezcla genética entre gru- pos y por ende mantiene una especie humana exitosa. ENDOGAMIA La práctica de la exogamia promueve la organi- zación social hacia fuera, y establece y conserva alianzas entre los grupos. En contraste, las reglas de la endogamia dictan el apareamiento o el ma- trimonio dentro de un grupo al que uno perte- nece. Las reglas endogámicas formales son me- nos comunes, pero todavía son familiares para los antropólogos. De hecho, la mayoría de las so- ciedades son unidades endógamas, aunque por lo general no necesitan una regla formal que de- mande a las personas casarse con alguien de su propia sociedad. En la sociedad occidental, las clases y los grupos étnicos son grupos cuasiendó- gamos. Los miembros de un grupo étnico o reli- gioso con frecuencia quieren que sus hijos se ca- sen dentro de dicho grupo, aunque muchos de ellos no lo hacen. La tasa de matrimonio hacia el exterior varía entre tales grupos, con algunos más comprometidos con la endogamia que otros. Homogamia signifi ca casarse con alguien simi- lar, como cuando se casan entre sí los miembros de la misma clase social. Hay una correlación en- tre estatus socioeconómico (ES) y educación. Las personas con ES similar tienden a poseer aspira- ciones educativas similares, a asistir a escuelas semejantes y a dirigirse a carreras parecidas. Por ejemplo, las personas que se reúnen en una uni- versidad privada de élite adquieren probabili- dad de tener similares antecedentes y prospectos profesionales. El matrimonio homógamo puede funcionar para concretar la riqueza en las clases sociales y reforzar el sistema de estratifi cación social. En Estados Unidos, por ejemplo, el au- mento en el empleo femenino, en especial en las carreras profesionales, cuando se articuló con la homogamia, incrementó drásticamente los ingre- sos familiares en las clases superiores. Tal patrón ha sido un factor para agudizar el contraste en el ingreso doméstico entre los quintiles de estado- unidenses más ricos y más pobres (20% superior e inferior). Casta Un ejemplo extremo de endogamia es el sistema de castas de la India, que formalmente se abolió en 1949, aunque su estructura y efectos todavía perduran. Las castas son grupos estratifi cados en los que la membrecía se adquiere al nacer y dura toda la vida. Las castas de la India se agrupan en cinco grandes categorías, o varna. Cada una se clasifi ca en relación con las otras cuatro, y dichas categorías se extienden a lo largo de la India. Cada varna incluye un gran número de subcastas (jati), cada una de las cuales incluye a personas dentro de una región que pueden casarse entre sí. Todas las jati en una sola varna en una región dada están clasifi cadas de la misma manera en la que lo están las mismas varnas. La especialización ocupacional con frecuencia diferencia una casta de otra. Una comunidad puede incluir castas de trabajadores agrícolas, mercaderes, artesanos, sacerdotes y barrenderos. La varna intocable, que se encuentra en toda la India, incluye subcastas cuyos ancestros, estatus ritual y ocupaciones se consideran tan impuros que las personas de castas superiores consideran como deshonroso incluso el contacto casual con los intocables. La creencia de que las uniones sexuales entre castas conduce a la impureza ritual para el com- pañero de casta superior ha sido importante para el mantenimiento de la endogamia. Un hombre que tiene sexo con una mujer de casta inferior puede restaurar su pureza con un baño y una oración. Sin embargo, una mujer que copuló con un hombre de castainferior no tiene tal recurso. Su deshonra no se puede deshacer. Puesto que endogamia Matrimonio de personas dentro del mismo grupo. Un ejemplo extremo de endogamia es el sistema de castas de la India, que se abo- lió de manera formal en 1949, aunque su estructura y efectos todavía perduran. En Gadwada, los zapa- teros todavía elabo- ran calzado en un estilo tradicional. Aquí, Devi-Lal se sienta con su hijo mientras lo observa su esposa. En el sis- tema de castas tra- dicional, los zapateros poseen un mayor estatus que los barrenderos y curtidores, cuyo tra- bajo se considera tan apestoso y sucio que viven en el ex- tremo más alejado del poblado.
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