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Antropología Cultural 2-páginas-25

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Capítulo 11 Matrimonio 297
las mujeres procrean los bebés, dichas diferencias 
protegen la pureza de la línea de castas, y asegu-
ran la ascendencia pura de los niños de casta su-
perior. Aunque las castas hindúes son grupos 
endógamos, muchas de ellas se subdividen inter-
namente en linajes exógamos. Tradicionalmente, 
esto signifi ca que los hindúes tienen que casarse 
con un miembro de otro grupo de ascendencia de 
la misma casta.
Endogamia real
La endogamia real, en algunas sociedades basa-
das en el matrimonio hermano-hermana, es simi-
lar a la endogamia de castas. Los incas de Perú, el 
antiguo Egipto y el Hawái tradicional permitie-
ron los matrimonios reales hermano-hermana. 
En los antiguos Perú y Hawai tales matrimonios 
se permitían a pesar del tabú del incesto entre 
hermanos que se aplicaba a personas comunes 
en dichas sociedades.
Funciones manifi estas y latentes
Para entender el matrimonio real hermano-her-
mana es útil distinguir entre las funciones mani-
fi esta y latente de las costumbres y el comporta-
miento. La función manifi esta de una costumbre se 
refi ere a las razones dadas por las personas al 
respecto en dicha sociedad. Su función latente es 
un efecto que la costumbre mantiene sobre la so-
ciedad y que sus miembros no mencionan o in-
cluso pueden no reconocer.
La endogamia real ilustra tal distinción. Los 
hawaianos y otros polinesios creían en una 
fuerza impersonal llamada mana. El mana podía 
existir en cosas o personas, y en el último caso 
los marcaba para distinguirlos de otras y los se-
ñalaba como sagrados. Los hawaianos creían 
que nadie tenía tanto mana como el gobernante. 
El mana dependía de la genealogía. La persona 
cuyo propio mana era superado sólo por el del 
rey era su descendiente. La esposa más ade-
cuada para un monarca era su propia hermana. 
Note que el matrimonio hermano-hermana 
también signifi caba que los herederos reales se-
rían tan plenos en mana, o sagrados, como fuera 
posible. La función manifi esta de la endogamia 
real en el antiguo Hawai era parte de las creen-
cias de dicha cultura acerca del mana y lo sa-
grado.
La endogamia real también poseía funciones 
latentes: repercusiones políticas. El gobernante y 
su esposa tenían los mismos padres. Dado que se 
creía que el mana se heredaba, eran casi igual-
mente sagrados. Cuando el rey y su hermana se 
casaban, sus hijos indiscutiblemente tenían la 
mayor cantidad de mana en la tierra. Nadie po-
día cuestionar su derecho a gobernar. Pero si el 
rey tomaba por esposa a alguien con menos 
mana que su hermana, el hijo de su hermana 
eventualmente podría causar problemas. Ambos 
conjuntos de hijos podían afi rmar su sacralidad 
y derecho a gobernar. Por tanto, el matrimonio 
de descendientes reales limitó los confl ictos 
acerca de la sucesión, al reducir el número de 
personas con pretensiones para gobernar. El 
mismo resultado podría observarse en los anti-
guos Egipto y Perú.
Otros reinos, incluida la realeza europea, tam-
bién practicaron la endogamia, pero con base en 
el matrimonio entre primos más que entre her-
manos. En muchos casos, como en Gran Bretaña, 
se especifi có que el niño mayor (por lo general el 
hijo) del monarca reinante podía sucederlo. Esta 
costumbre se llama primogenitura. Usualmente, 
los gobernantes desterraron o asesinaron a los 
pretendientes que rivalizaban con el heredero 
elegido.
La endogamia real también tuvo una función 
económica latente. Si el rey y su hermana poseían 
derechos para heredar el estado ancestral, su ma-
Esta familia de lesbianas participa en un desfi le del or-
gullo gay para conmemorar los disturbios en Sto-
newall en 1968 (Greenwich Village, Nueva York), 
cuando los parroquianos gay de Stonewall Inn enfren-
taron una redada policiaca. A pesar de los recientes 
avances en los derechos homosexuales, el matrimonio 
del mismo sexo sigue siendo ilegal en la mayor parte 
de Estados Unidos.
298 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural
trimonio mutuo, nuevamente al limitar el nú-
mero de herederos, lo mantenía intacto. Con fre-
cuencia, el poder descansaba en la riqueza, y la 
endogamia real tendía a garantizar que la ri-
queza regia permaneciera concentrada en la 
misma línea.
DERECHOS MATRIMONIALES 
Y MATRIMONIO DEL 
MISMO SEXO
El antropólogo británico Edmund Leach (1955) 
observó que, dependiendo de la sociedad, mu-
chos tipos diferentes de derechos se asignan a 
través del matrimonio. De acuerdo con Leach, el 
matrimonio puede, mas no siempre, lograr lo si-
guiente:
1. Establecer al padre legal del hijo de una mujer 
y la madre legal del de un hombre.
2. Otorgar a cualquiera o a ambos cónyuges el 
monopolio sobre la sexualidad del otro.
3. Otorgar a cualquiera o a ambos cónyuges de-
rechos sobre las labores y tareas del otro.
4. Otorgar a cualquiera o a ambos cónyuges de-
rechos sobre la propiedad del otro.
5. Establecer un fondo conjunto de propiedad, 
una sociedad, para benefi cio de los hijos.
6. Constituir una “relación de afi nidad” social-
mente signifi cativa entre cónyuges y sus pa-
rientes.
La siguiente discusión sobre el matrimonio 
del mismo sexo servirá para ilustrar los seis de-
rechos recién mencionados, al ver lo que ocurre 
en su ausencia. ¿Y si los matrimonios del mismo 
sexo, que en términos generales son ilegales en 
Estados Unidos, fuesen legales? ¿Un matrimo-
nio del mismo sexo podría establecer paterni-
dad legal de los hijos nacidos de uno o ambos 
compañeros después de formar la sociedad? En 
el caso de un matrimonio de diferente sexo, los 
hijos nacidos de la esposa después de que tiene 
lugar el matrimonio por lo general se defi nen 
legalmente como de su esposo sin importar si él 
es el progenitor.
En la actualidad, desde luego, las pruebas de 
ADN posibilitan establecer la paternidad, tal 
como la moderna tecnología reproductiva per-
mite que una pareja de lesbianas tenga a una o 
ambas compañeras inseminadas artifi cialmente. 
Si los matrimonios del mismo sexo fueran lega-
les, la construcción social del parentesco fácil-
mente podría convertir a ambos compañeros en 
padres. Si una mujer nuer casada con otra puede 
ser el pater de un hijo sin ser el padre, ¿por qué 
dos lesbianas no pueden ser las mater (madres 
socialmente reconocidas) de un hijo a quien sólo 
una de ellas dio nacimiento? Y si una pareja ca-
En Turkmenistán, la vida gira en torno a la familia y los amigos. Tradi-
cionalmente, las familias turcomanas están compuestas de cinco a 
seis miembros; y, por costumbre, el hijo más joven y su familia viven 
con sus padres y heredan sus pertenencias. Esto no quiere decir que los 
hijos mayores son liberados de responsabilidades familiares o que las 
hijas se olvidan: todos los miembros de la familia tienen una responsabi-
lidad para cuidar a sus padres y mostrarles respeto. De hecho, no es raro 
que los miembros de una familia turcomana ordinaria conozcan a todos 
sus ancestros de las siete generaciones anteriores. Este árbol familiar se 
conoce como yedi arka en el idioma local, algo así como de los “siete 
ancestros”. En una cultura con tales costumbres y tradiciones, casi no se 
oye hablar de asilos de ancianos. Las familias permanecen unidas: los 
turcomanos prefi eren verse mutuamente, compartir té verde, en lugar de 
hablar sólo por teléfono. Y los turcomanos ven a sus vecinos de la misma 
forma que a su familia. Lo primero que las familias turcomanas hacen al 
mudarse a un nuevo vecindario, es conocer a sus vecinos.
En contraste, la mayoría de los estadounidenses no sabe de sus ancestros 
más allá de la última o segunda generación. Cuando tenía nueve años de 
edad, me sentí de la misma forma que muchos estadounidenses. Hubiera 
preferido jugar con mis amigos que recorrer la lista de mi árbol familiar. Y 
pocas parejas estadounidenses estarían felices de vivir con los padres del 
esposo durante el resto de sus vidas. Otra diferencia principal entre dichas 
culturas es la frecuencia con la que se mudan las familias estadounidenses. 
Es muy raro que las familias turcomanasordinarias se muden, pero es difícil 
encontrar alguna familia estadounidense que no lo haya hecho al menos una 
vez. Gracias a las tecnologías de comunicación, las familias estadounidenses 
pueden permanecer fácilmente en contacto a pesar de la distancia, aunque 
no cara a cara, como lo prefi eren los turcomanos. Y, fi nalmente, los estado-
unidenses rara vez ven a sus vecinos como parte de su familia.
El concepto cultural de familia que poseen los turcomanos concibe la 
relevancia de tener buenos parientes y una descendencia clara a través del 
matrimonio. Ya sea que un matrimonio esté arreglado o sea cosa de amor, 
las familias tanto del novio como de la novia indagarán acerca de las fami-
lias, del parentesco y de la ascendencia del otro. Sólo si los descubrimien-
tos son satisfactorios se realizarán los arreglos matrimoniales. Los estado-
unidenses pueden considerar tal práctica perjudicial o injusta. Sin embargo, 
conforme se extiende la modernización, pueden cambiar las actitudes 
culturales hacia la familia, el parentesco y la ascendencia; y la familia esta-
dounidense llegará a no ser algo ajeno para los turcomanos.
Familias, parentesco 
y ascendencia (un 
estudiante turcomano 
escribe)
ESTUDIANTE: Murad Kakajykov, M.A.
PAÍS DE ORIGEN: Turkmenistán.
PROFESOR SUPERVISOR: Dra. Patricia Owens, Wabash Va-
lley College.
ESCUELA: Universidad de Kentucky, Patterson School of Di-
plomacy and International Commerce.
 OTRA
mirada a...

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