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324 PARTE 2 Valorar la diversidad cultural nas, y formar una comunidad social. Esto tam- bién se aprecia en las prácticas que se conocen como totemismo. El totemismo ha sido impor- tante en las religiones de los nativos australianos. Los tótems pueden ser animales, plantas o acci- dentes geográfi cos. En cada tribu, grupos de per- sonas poseen tótems particulares. Los miembros de cada grupo totémico se consideran a ellos mismos los descendientes de su tótem. Tradicio- nalmente, no mataban ni comían un animal toté- mico, pero ese tabú se levantaba una vez al año, cuando la personas se reunían para ceremonias dedicadas al tótem. Se creía que tales ritos anua- les eran necesarios para la sobrevivencia y la re- producción del tótem. El totemismo usa la naturaleza como modelo para la sociedad. Los tótems por lo general son animales y plantas, parte de la naturaleza. Las personas se relacionan con la naturaleza a través de su asociación totémica con especies naturales. Puesto que cada grupo posee un tótem distinto, las diferencias sociales refl ejan los contrastes na- turales. La diversidad en el orden natural se con- vierte en un modelo para la variedad en el orden social. Sin embargo, aunque las plantas y anima- les totémicos ocupan diferentes nichos en la na- turaleza, en otro nivel se encuentran unidos por- que todos forman parte de la naturaleza. La unidad del orden social humano se reafi rma me- diante la asociación simbólica con y la imitación del orden natural (Durkheim, 1912/2001; Lévi- Strauss, 1963; Radcliffe-Brown, 1962/1965). El totemismo es una forma de cosmología, un sistema, en este caso religioso, para imaginar y comprender el universo. En la cosmología aus- traliana discutida anteriormente, la diversidad en la naturaleza se convierte en un modelo para la variedad de la sociedad. La sección “Valorar el quehacer antropológico” de este capítulo centra su atención en la obra y la vida de una fi gura clave de la antropología de la religión (especial- mente del mito, el folclore, el totemismo y la cos- mología), Claude Lévi-Strauss. En ese recuadro también se describe el Musée du Quai Branly, ahora un destino turístico parisino fundamental, tributo a las artes, las creencias y la cosmología de las poblaciones no occidentales. Junto con la mayoría de los antropólogos, Lévi-Strauss estaría de acuerdo en que un papel de los ritos y las creencias religiosas es afi rmar, y por tanto mantener, la solidaridad de los ad- herentes de una religión. Los tótems son emble- mas sagrados que simbolizan una identidad común. Esto es cierto no sólo entre los nativos australianos, sino también en los grupos de na- tivos americanos de la costa norte del Pacífi co de Norteamérica, cuyos postes tótemicos son bien conocidos. Sus elementos totémicos, que conmemoran, y cuentan historias visuales acerca de ancestros, animales y espíritus, también se asocian con ceremonias. En los ritos totémicos, En mi país, Yemen, el islam es la religión ofi cial y tiene un papel cru- cial en la vida cotidiana y en toda la sociedad. En los poblados donde crecí, en los que la gente trabaja y vive como una unidad colaboradora, la práctica del islam sirve a todo niño y anciano como un manual para conducir la vida propia. Sus cinco pilares plantean que es una obligación anual que el rico dé caridad o limosna al pobre, y de ese modo el trabajo y la riqueza de los campos y las granjas se comparten entre ricos y pobres. Otro pilar del islam, la oración comunitaria, aboga estabilidad. En todo poblado yemení hay una masjid (mezquita), que llama a todos a reunirse para orar cinco veces al día. Otro pilar es ayunar durante el mes de Ramadán. En los pueblos, ésta es una época muy es- piritual para compartir, que motiva la búsqueda del perdón de Dios y de los demás. Muchas otras prácticas del pueblo pueden relacionarse con los preceptos del islam. A los niños se les enseñan habilidades básicas como lavar sus manos o jugar con otros niños. Los adolescentes crecen obedeciendo reglas como la de respetar a los mayores y cuidar de sus padres, y los ancianos usan el islam para guiarse y alcanzar consenso en las decisiones cotidianas. La religión siempre aparece en el pensamiento consciente de una persona e infl uye en casi todos los actos, los diálogos y las decisiones individuales. En Estados Unidos, la religión parece ser menos prioritaria de lo que lo es en los poblados de Yemen. En Estados Unidos se practican muchas religiones, y el nivel de piedad varía de individuo a individuo, lo que me sorprendió. La cultura secular domina la vida social, y todo mundo lleva una vida individual y única. He observado que muchas personas rezan solamente ante difi cultades, que en los sitios religiosos con frecuencia la asistencia es muy escasa, y que los jóvenes tienden a descuidar la reli- gión. En Estados Unidos, de manera constante, uno aprende de la expe- riencia y no de la religión ni de los mayores. El mundo laboral es compe- titivo en lugar de colaborador; las buenas acciones se presentan cuando hay una recompensa de por medio, en lugar de la buena voluntad. Sin embargo, en mi última visita a Yemen, comencé a observar que la cultura secular está tomando preeminencia sobre la religión. Por ejemplo, hoy es más común ver a parientes pelear por la propiedad de las casas y tierras. Más personas parecen buscar poder material en lugar de enfocarse en su espiritualidad. Dichas situaciones han conducido a la inestabilidad y a prácticas que minan la religión en algunos poblados modernos de Ye- men, lo que los hace más parecidos a Occidente. En un poblado yemení tradicional, la meta de un día es poder trabajar para comer, moverse para orar y sonreír para vivir. En Estados Unidos, en contraste, uno trabaja para ahorrar, se mueve para trabajar y sonríe para agradar. Impulsado por la religión o por la cultura popular NOMBRE: Saba Ghanem. PAÍS DE ORIGEN: Yemen. PROFESOR SUPERVISOR: Robert Anderson. ESCUELA: Mills College. OTRA mirada a... Capítulo 12 Religión 325 las personas se reúnen para honrar a su tótem. Al hacerlo, celebran rituales para mantener la uni- dad social que simboliza el tótem. En naciones contemporáneas, los tótems tam- bién siguen marcando grupos, como estados y universidades (por ejemplo, tejones [Wisconsin], castaños [Ohio] y glotones [Michigan]), equipos profesionales (leones, tigres y osos), y partidos políticos (mulas [Demócratas] y elefantes [Repu- blicanos]). Aunque el contexto moderno es más secular, uno todavía puede atestiguar, en inten- sas rivalidades del fútbol colegial, algo de la efer- vescencia que observó Durkheim en la religión totémica australiana. RELIGIÓN Y ECOLOGÍA CULTURAL Otro campo en el que la religión juega un papel prominente es la ecología cultural. El comporta- miento al que motivan las creencias en seres, poderes y fuerzas sobrenaturales puede ayudar a las personas a sobrevivir en su entorno mate- rial. En este apartado se verá cómo las creencias y los rituales pueden funcionar como parte de la adaptación cultural de un grupo a su entorno ambiental. Ganado sagrado en la India Los habitantes de la India reverencian al ganado cebú, protegido por la doctrina hindú de ahimsa, un principio de no violencia que prohíbe, gene- ralmente, la matanza de animales. Expertos en desarrollo económico occidentales ocasional, y erróneamente, citan el tabú del ganado hindú para ilustrar la idea de que las creencias religio- sas pueden obstaculizar las decisiones económi- cas racionales. Los hindúes, debido a sus tradi- ciones culturales o religiosas, parecen irracionales e ignorantes ante un alimento valioso (la carne de res). Los desarrolladores económicos también comentan que los hindúes no saben cómo criar su ganado correctamente. Apuntan a los escuá- lidos cebúes que vagan por las ciudades y el campo. En contraste, las técnicas occidentales de crianza animal producen ganado para obte- ner más carne yleche; y lamentan que los hin- dúes sean testarudos y señalan que acotados por la cultura y la tradición, se rehúsan al desa- rrollo racional. Sin embargo, tales suposiciones son tanto et- nocéntricas como equívocas. En realidad, el ga- nado sagrado juega un papel adaptativo impor- tante en el ecosistema hindú que ha evolucionado durante miles de años (Harris, 1974, 1978). Los campesinos hindúes usan al ganado para jalar arados y carros como parte de su tecnología agríco la; no tienen necesidad del ganado ham- briento y grande que prefi eren los desarrollado- res económicos, los comerciantes de carne y los ganaderos estadounidenses. Los animales fl acos jalan arados y carros sufi cientemente bien, pero no despojan de sustento a sus propietarios. ¿Cómo podrían los campesinos, con tierra limi- tada y dietas marginales, criar bueyes engorda- dos sin quitarse el alimento de la boca? Los hindúes usan el abono del ganado para fertilizar sus campos. No todo el abono se reco- lecta, porque los campesinos no pasan mucho tiempo observando a su ganado, que vaga y pasta a voluntad durante ciertas temporadas. En la temporada lluviosa, parte del abono que el ga- nado deposita en las colinas escurre hacia los campos. De esta forma, el ganado también ferti- liza la tierra de manera indirecta. Más aún, en un país donde los combustibles fósiles son escasos, el excremento seco del ganado, que se quema de manera lenta y pareja, es un combustible básico para cocinar. Lejos de ser inútil, como afi rman los expertos en desarrollo, el ganado sagrado es esencial para la adaptación cultural hindú. Biológicamente adaptados a pastizales pobres y a un ambiente marginal, el cebú escuálido proporciona fertili- zantes y combustible; es indispensable en las la- bores agrícolas y costeable para los campesinos. La doctrina hindú de ahimsa pone todo el poder de la religión organizada detrás del manda- miento de no destruir un recurso valioso, incluso en épocas de extrema necesidad. CONTROL SOCIAL La religión es signifi cativa para la gente. Ayuda a hombres y mujeres a enfrentar la adversidad y la tragedia. Ofrece esperanza de que las cosas serán mejores. Las vidas se pueden transformar a tra- vés de la sanación o el renacimiento espirituales. Los pecadores pueden arrepentirse y salvarse, o seguir pecando y ser condenados. Si el creyente verdaderamente interioriza un sistema de re- compensas y castigos religiosos, su religión se convierte en un poderoso medio de control de sus creencias y de su comportamiento; a su vez, eso lo enseña a sus hijos. Muchas personas se involucran en activida- des religiosas porque parecen funcionar. A tra- vés de las oraciones reciben respuestas. Los sa- nadores de la fe curan. En ocasiones, no toma mucho convencer al creyente de que las accio- nes religiosas son efi caces. En el suroeste de Oklahoma, muchos nativos americanos acuden a sanadores religiosos pese a sus altos costos monetarios, no sólo porque ello los haga sen- tirse mejor ante la incertidumbre, sino porque les funciona (Lassiter, 1998). Cada año, legiones de brasileños visitan una iglesia, Nosso Senhor cosmología Sistema, con frecuencia religioso, para imaginar y comprender el universo.
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