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Fichero de compositores y compositoras Ludwig van Beethoven El gran compositor clásico, Ludwig van Beethoven, nació en Alemania (Bonn, 1770) y murió en Austria (Viena, 1827). Muy pronto mostró interés hacia la música. Su padre, que no dudó de su don para la música, le instruyó pensando en lograr un niño prodigio, un nuevo Mozart. De hecho, a la edad de 7 años, Beethoven rea- lizó su primera actuación en público, en Colonia (Alemania). Beethoven aprendía con rápidez, especialmente órgano y composición. Su pri- mer maestro, Gottlob Neefe, fue quien le introdujo en el conocimiento de Bach, compositor al que Beethoven siempre profesaría una profunda devoción. Gracias a Neefe consiguió ser contratado en la corte de Maximilian Franz, lo que le permi- tió frecuentar la música de los viejos maestros de orquesta, además de entrar en contacto con nuevos círculos sociales. Fue a estudiar a Viena con Mozart y allí prosiguió su educación musical. En aque- lla ciudad tomó lecciones de composición con Haydn y lírica con Antonio Salieri. Pronto llamó la atención en Viena con su virtuosismo en el piano y sus famosas improvisaciones. Se dio a conocer al gran público como compositor y pianista en un concierto que tuvo lugar en 1795 con gran éxito. Su carrera como intérprete quedó bruscamente interrumpida a consecuencia de la sordera, que comenzó a afectarle a partir de 1796 y que desde 1815 le privó por completo de la facultad auditiva, aunque nunca dejó de componer. A fines de 1826, Beethoven se resfrió seriamente. La enfermedad se complicó aso- ciándose a problemas hepáticos graves de los que Beethoven había sufrido toda la vida. Después de una enfermedad dolorosa de tres meses, Beethoven murió, rodeado de sus amigos, el 26 de marzo de 1827. Biografía La tradición divide la carrera de Beethoven en tres grandes períodos creativos o estilos. La primera época abarca las composiciones escritas hasta 1800, caracte- rizadas por seguir de cerca el modelo establecido por Mozart y Haydn y el clasi- cismo en general, sin excesivas innovaciones o rasgos personales. A este período pertenecen obras como el célebre Septimino o sus dos primeros conciertos para piano. Una segunda época abarca desde 1801 hasta 1814, período este que puede consi- derarse de madurez, con obras plenamente originales en las que hace gala de un dominio absoluto de la forma y la expresión (la ópera Fidelio, sus ocho primeras sinfonías, sus tres últimos conciertos para piano, el concierto para violín). La tercera etapa comprende hasta la muerte del músico y está dominada por sus obras más innovadoras y personales, incomprendidas en su tiempo por la nove- dad de su lenguaje armónico y su forma poco convencional: la Sinfonía n.º 9, la Missa solemnis y los últimos cuartetos de cuerda y sonatas para piano represen- tan la culminación de este período y del estilo de Ludwig van Beethoven. En estas obras, Beethoven anticipó muchos de los rasgos que habían de carac- terizar la posterior música romántica e, incluso, la del siglo xx. Su obra se sitúa entre el clasicismo de Mozart y de Haydn y el romanticismo de un Schumann o un Brahms. No cabe duda de que, como compositor, Beethoven señala un antes y un después en la historia de la música. Obras
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