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55Vol. XV, Nº 1, 2003
Marcadores para el diagnóstico genérico en la
investigación criminalística de semen.
Reseña analítica
 R. Sarmiento G.*, H. J. Morris Q.**?
 * Laboratorio Provincial de Criminalística Santiago de Cuba, **Centro de Estudios de Biotecnología
Industrial (CEBI), Universidad de Oriente
 n n Resumen
En esta revisión, se ofrece una valoración de la importancia que tiene el diagnóstico genérico en la
investigación criminalística de semen para el esclarecimiento y probanza de los delitos contra el normal
desarrollo de las relaciones sexuales. Se dan a conocer los diferentes métodos empleados por la medicina
forense, desde los más rudimentarios para el diagnóstico de semen, hasta las técnicas avanzadas de
inmunodiagnóstico que constituyen lo más relevante que se conoce hoy a nivel mundial. Se realiza un
análisis de los trabajos que han sido publicados por los autores más conocidos en esta temática, haciendo
énfasis en los del doctor Sensabaugh, que desde el año 1978 logró el aislamiento y purificación de una
proteína altamente inmunogénica, designada como P30, la que es, hasta ahora, considerada el marcador
por excelencia para la determinación genérica en el semen. Se brindan recomendaciones acerca de la
estrategia para seguir en nuestro país, haciendo previamente un análisis de la situación actual y de las
implicaciones del desarrollo de nuevas tecnologías en la ciencia criminalística.
Palabras claves: medicina forense, diagnóstico genérico de semen, P30, inmunodiagnóstico.
 n n Abstract
A valorization of the importance of generic diagnostic on semen criminalistic investigation for the
enlightening and evidence of transgression against normal patterns of sexual relationships is given in the
present review. The different methods used in forensic medicine for semen diagnostic, since the
rudimentary ones until the most recent and relevant world-wide immunodiagnostic techniques were
discussed. An analysis of the most widespread papers on this topic was made with emphasis in
Sensabaugh research from 1978 concerning the isolation and purification of a highly immunogenic protein,
named P30, which is considered the marker par excellence for semen generic determination.
Recommendations on Cuban strategies taking into account the present situation and the implications for
the development of new technologies in the criminalistic science were outlined.
Key words: forensic medicine, semen generic diagnostic, P30, immunodiagnostic.
n n Introducción
En los últimos años, se ha apreciado un incremento
en la radicación de causas vinculadas a los delitos
sexuales, fundamentalmente la violación. Se destaca,
además, la insuficiente presencia de pruebas periciales,
hasta el punto de ser esta tipicidad delictiva a la que
menos aporta la técnica criminalística. Sin embargo,
por ser conocido el delito de violación doctrinalmente
como un hecho de soledad, donde sólo se cuenta con
las declaraciones de los encartados (víctima y
victimario), adquiere mayor importancia el aporte que
puedan brindar dichas pruebas en su investigación
/1/.
En los casos de consumación de delitos sin testigos,
las pruebas materiales adquieren un significado
excepcionalmente importante. Algunas veces
56 Vol. XV, Nº 1, 2003
constituyen el único medio para solucionar los difíciles
problemas que se presentan ante el investigador, al
aportar elementos probatorios científicamente
demostrados. Es por ello, que el peritaje de las
pruebas materiales posibilita determinar la forma en
que fue consumado el delito, obtener pruebas que
permitan establecer la veracidad del hecho y que se
demuestre la culpabilidad o inocencia de los acusados.
En la investigación de delitos, el hallazgo de
objetos o sustancias, gracias a su carácter y lugar de
descubrimiento, tiene por sí solo el significado de
prueba material. Específicamente en la violación, la
presencia de semen en la vagina, el vestuario u otra
parte del cuerpo de la víctima suele darnos información
valiosa que puede emplearse en la investigación,
ayudando tanto a la propia calificación del delito como
al establecimiento del grado de participación de los
autores /2/.
Sin embargo, el diagnóstico genérico en la
investigación criminalística de semen, ha dejado de
desempeñar su papel, según Sarmiento /1/, a partir de
la revisión de 175 expedientes de fase preparatoria,
radicados en el período 1996-2000. Se pudo constatar,
que a pesar de la solicitud de peritaje de semen en un
42 % de los hechos, cifra insuficiente, en sólo uno de
los casos, el peritaje aportó criterios de imputación,
debido, fundamentalmente, a la falta de medios y
técnicas adecuadas que brinden mayor credibilidad al
diagnóstico criminalístico /1/.
Tomando en consideración dichos antecedentes,
en esta reseña analítica se abordan algunas reflexiones
teóricas sobre el estado actual de la temática a nivel
mundial, y la conveniencia de buscar nuevos
marcadores y nuevas técnicas para el diagnóstico
genérico en la investigación de semen.
n n Desarrollo
La identificación del semen es de vital importancia
en la investigación de la violación y otros delitos que
tienen implícita la agresión sexual. El líquido
espermático se puede presentar al investigador en
cuatro formas distintas: como mancha; impregnado
en un tejido; como fluido, mezclado con otros fluidos
corporales, como la secreción vaginal, y por último,
como semen o líquido espermático.
Características del esperma
El esperma total, recién emitido, es un líquido
filante, cremoso, de color opalino, que tiende a amarillo
verdoso cuando pasa el tiempo y de olor típico. Consta
de dos elementos diferentes: las células o
espermatozoides procedentes de los tubos seminíferos
del testículo, y el plasma seminal, que procede del
epidídimo, próstata, vesículas seminales y glándulas
de Cowper.
El líquido espermático puede ser caracterizado
desde el punto de vista morfológico a través del
espermatozoide, pero no podría decirse lo mismo en
cuanto a la composición del plasma seminal, el que
presenta las siguientes características bioquímicas:
- glúcidos: fructosa, ribosa, inositol, sorbitol,
- compuestos nitrogenados: gran concentración de
 aminoácidos libres, aminas, ergotiomína,
- componentes antigénicos: albúmina, dos o tres alfa-
 globulinas (una es la fosfatasa ácida y la otra una
 glicoproteína), dos beta-globulinas (una de ellas es
 una siderofilina) y una gamma-globulina,
- enzimáticas: fibrinolisína, amino-oxidasa, fosfatasas
 ácida y alcalina,
- minerales: zinc y calcio /2/.
Los procedimientos más comunes usados para la
identificación del semen se centran en la detección de
los espermatozoides o de la actividad de la fosfatasa
ácida prostática. Los métodos que incluyen la detección
de espermina, colina o antígenos del semen son los
menos utilizados; desafortunadamente, ninguno de
estos procedimientos está exento de uno o más
problemas.
Se conocen también otras técnicas y métodos que
han sido empleados en el diagnóstico genérico, que
van desde las pruebas cristalográficas, orientadas a
la formación de microcristales, las técnicas
cromatográficas y electroforéticas, que hoy día han
perdido el favor de los investigadores, hasta los
métodos inmunológicos a través de técnicas
inmunoenzimáticas que demuestran la especificidad
proteica del órgano que las produce /1-3/.
57Vol. XV, Nº 1, 2003
Todos los procedimientos relacionados, con mayor
o menor efectividad, logran establecer de forma
cualitativa la presencia de semen; no obstante, unas
técnicas superan a otras en este objetivo. En nuestro
país, desde hace muchos años, se ha estandarizado en
los laboratorios la técnica de la fosfatasa ácida como
una reacción orientadora y la microscopía como
prueba de certeza, o sea, la observación al
microscopio de una célula espermática nos permite
afirmar que en una determinada muestra investigada
existe presencia de semen /4/.
El hechode no descubrir un espermatozoide
completo, no debe conducir a la conclusión de que la
mancha no es esperma. En efecto, la no detección de
células espermáticas en ellas puede atribuirse a varias
razones:
1. La deshidratación de los espermatozoides en la
mancha los hace frágiles y se rompen en cabezas y
colas.
2. Los espermatozoides se adhieren tenazmente al
tejido, resultando a menudo muy difícil su elución.
3. La difusión de los espermatozoides no es uniforme
en la mancha, y cuando se emplean técnicas de
extracción y tinción directas del tejido, manchado, se
corre el riesgo de investigar una parte donde no
existan espermatozoides.
Por otro lado, el líquido espermático puede no
contener espermatozoides; es decir puede proceder
de un sujeto asospérmico o sometido a vasectomía.
De este modo, la imposibilidad de detectar
espermatozoides en un material sospechoso, de
ningún modo contraindica el semen. En el caso de la
prueba de la fosfatasa ácida, los problemas son
diferentes, pues esta enzima no es exclusiva del
semen o tejido prostático, sino que su actividad es de
naturaleza ubicua.
Existen evidencias, de que la fosfatasa ácida
prostática y la fosfatasa ácida encontradas en
secreciones vaginales normales son genéticamente
idénticas y de que ambas guardan también identidad
con la fosfatasa ácida lisosomal encontrada en la
mayor parte de los tejidos, por lo tanto, es
cuestionable la base genética de la especificidad de
este ensayo. La prueba cuantitativa sólo puede
basarse sobre el nivel extraordinariamente alto de la
actividad de la fosfatasa ácida en el semen; los bajos
niveles de actividad encontrados con frecuencia en
los lavados vaginales post-coitales resultan, de esta
manera, equívocos con respecto al problema de la
detección del semen /5/.
En la práctica forense común, la detección de la
fosfatasa ácida prostática es considerada
presuntivamente antes de un diagnóstico por muchos
patólogos y especialistas forenses. La actividad de la
fosfatasa ácida en fuentes endógenas vaginales o de
muchos materiales que contienen la enzima, puede
arrojar resultados positivos falsos. La enzima, además,
declina en actividad bajo almacenamiento a
temperatura ambiente. Por esas razones, cuando
pequeñas cantidades de semen pueden estar
presentes, tanto en eluidos como en manchas en
ropa interior y en exudados vaginales, la actividad de
la fosfatasa ácida no puede ser atribuida
exclusivamente al semen.
Otras pruebas para la identificación del semen son
también sospechosas con relación a su especificidad;
experimentos, empleando como marcadores la colina,
gamma glutamil-transpeptidasa (GGT), espermina y
lactato deshidrogenasa, han presentado significativas
desventajas /2, 3/.
De lo expuesto con anterioridad es evidente que
resultaría conveniente disponer de pruebas alternativas
para la detección del semen. Una buena prueba
alternativa debe satisfacer diversos criterios. En
primer lugar, debe basarse sobre la detección de un
marcador del semen para el cual pudiera demostrarse
la base biológica de la especificidad. Esta condición
virtualmente obliga a que el marcador sea una proteína,
ya que la síntesis de la proteína, está bajo un control
genético directo. Para evitar el problema que se
presenta en sujetos asospérmicos o que han sufrido
una vasectomía, el marcador debe ser un componente
del plasma seminal, que es donde se encuentra la
mayor concentración de componentes proteicos. Un
buen marcador debe ser estable en manchas y en el
medio vaginal. Por último, ya que la dilución eficaz de
semen en la mezcla vaginal postcoital podría ser hasta
de 1:2000, el marcador debe ser detectable en
concentraciones mínimas /6, 7/.
58 Vol. XV, Nº 1, 2003
En la presente revisión, se ofrece una
caracterización de una proteína del plasma seminal
que al parecer satisface las exigencias anteriores
para un buen marcador del semen. El nombre PSA
Prostate Specific Antigen, fue tomado de una
glicoproteína de origen prostático aislada por Wang
et al. /8/. Con posterioridad, otros autores revelaron
que esta molécula era idéntica a dos proteínas
conocidas como seminoproteína del tipo gamma y la
proteína designada como P30, aisladas y purificadas
por Hara et al./9/ y Sensabaugh /10/, respectivamente.
Este último investigador la introdujo en el diagnóstico
genérico en las investigaciones forenses, sentando las
pautas para su establecimiento como el marcador
más completo para el diagnóstico genérico de semen.
Identificación de las proteínas específicas del
semen
La identificación de las posibles proteínas
específicas del semen se realizó comparando las
proteínas del plasma seminal humano con las proteínas
de otros líquidos fisiológicos mediante electroforesis
en geles de poliacrilamida con dodecilsulfato de sodio
(SDS-PAGE). Esta técnica electroforética separa
las cadenas de polipéptidos desnaturalizados en
función del peso molecular, en lugar de la carga, y
permite la detección de hasta cuarenta polipéptidos
en el plasma seminal. Este método tiene dos ventajas
sobre los procedimientos electroforéticos e
inmunoelectroforéticos convencionales, usados con
anterioridad en la caracterización del plasma seminal
y otros líquidos fisiológicos.
En primer lugar, la detección de proteínas no
depende de su antigenicidad, como en el caso de la
inmunoelectroforesis; de este modo pueden detectarse
proteínas que no son antígenos. En segundo lugar, el
método evita los inconvenientes asociados con la
migración de las glicoproteínas en la electroforesis;
convencional, en la que muchas proteínas están
polidispersas con respecto a la carga a causa del
carbohidrato enlazado covalentemente. La fosfatasa
ácida prostática, por ejemplo, migra en forma de
múltiples bandas en la electroforesis convencional,
pero migra como una banda simple en la
electroforesis en gel con SDS.
La distribución de proteínas en el plasma seminal
y el plasma sanguíneo humano en electroforesis en gel
con SDS es completamente diferente. Las diferencias
cualitativas entre los patrones de estos dos líquidos y
de otras secreciones como la leche o secreciones
vaginales, son igualmente notables /10/.
El plasma seminal humano contiene diversas
especies de proteínas importantes. Las dos bandas
mayoritarias en la superficie del gel son la lactoferrína
(LF) y la albúmina (ALB), con pesos moleculares de
80 000 y 68 000 Dalton, respectivamente. Estas dos
proteínas se encuentran en muchas secreciones. La
banda con el peso molecular de cerca de 50 000
Dalton es la subunidad de la fosfatasa ácida (FA). La
enzima natural es un dímero con peso molecular de
alrededor de 100 000 Dalton. Se observa una banda
de intensidad secundaria en una posición
correspondiente a los 41 000 Dalton, y por debajo de
ella, una banda intensa que indica una proteína de
cerca de 30 000 Dalton. Estas proteínas, que al
parecer no están presentes en otros líquidos o
secreciones, se designaron como p41 y p30,
respectivamente; también se evidenció la especificidad
del plasma seminal para algunos de los péptidos que
se encuentran en límite de los 10 y 20 000 Dalton. Con
excepción de estos péptidos de bajo peso molecular,
las proteínas descritas anteriormente muestran una
pequeña variación individual, y todas están presentes
en hombres con vasectomía.
La especificidad manifiesta en el semen de la p30,
sugirió la posibilidad de que esta proteína se sometiera
a futuras pruebas como marcador del semen. En
apoyo a esto, en una caracterización inicial de los
antígenos del plasma seminal, se había identificado
una proteína con peso molecular de cerca de 31 000
Dalton como específica del semen. Esta proteína se
designó como E-1, de acuerdo con su movilidad en la
electroforesis convencional /11, 12/. Con un antisuero
obtenido por Li y Beling /13/, se confirmó la identidad
de la p30 y la E-1: el antisuero anti-E-1 reaccionaba
con un preparadobastante puro de p30. Como en este
estudio originalmente se usó la designación de p30,
ésta ha sido la que con más frecuencia ha seguido
empleándose para su identificación. En la actualidad
se le denomina, además, como gamma seminoproteína
y como PSA (antígeno específico de la próstata).
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Análisis de la p30 en el semen, tejidos del
aparato reproductor masculino y otros líquidos
corporales
En el trabajo original de Sensabaugh /10/, la
concentración de p30 en el semen humano normal se
determinó a través de la técnica de inmunodifusión
radial cuantitativa /14/. La concentración media
encontrada fue de 1,92 mg/mL, con un límite de 0,24
a 5,5 mg/mL (n= 17); incluso, en el límite más bajo,
la p30 se presenta a niveles fácilmente detectables.
El ensayo de inmunodifusión doble /15/ se usó para
evaluar los tejidos del aparato reproductor masculino
e identificar el origen histológico de la proteína p30.
No se observó reacción con los extractos del tejido
testicular, vías deferentes o vesícula seminal. La
presencia de la proteína en el plasma seminal de
hombres con vasectomía ya excluía el origen testicular.
Se obtuvo una reacción positiva del antisuero con
extractos de tejido prostático, lo que indicó la alta
probabilidad de que la glándula prostática fuera el
tejido de origen. Li y Shulman /11, 12/ sugirieron la
posibilidad de que el origen de la p30 no fuera
prostático; sin embargo, en sus experimentos no
evaluaron directamente el tejido prostático como se
hizo en el trabajo de Sensabaugh /10/, y el método
utilizado tal vez no resultó lo suficientemente sensible
para detectar el antígeno en dicho tejido.
El análisis de inmunodifusiondifusión doble, mostró
que la concentración de p30 en el extracto prostático
era de 1 al 2 % de la encontrada en el semen. Por otra
parte, el análisis de varios líquidos fisiológicos humanos
con el antisuero más sensible indicó que la p30 no está
presente a niveles detectables en el suero sanguíneo,
el hemolizado de eritrocitos, las lágrimas, el sudor, la
saliva, la leche, la sangre menstrual, la orina o los
líquidos vaginales.
Estos hallazgos no indicaban, aún de manera
inequívoca, la especificidad de esta proteína en la
glándula prostática y el semen, porque existía la
posibilidad de que un análisis más sensible, inmunológico
u otro, detectara la proteína en otros tejidos o
secreciones. No obstante, si p30 estuviese presente
en alguno de los líquidos evaluados, su concentración
sería menor de 1/100 con relación a la hallada en el
plasma seminal.
Con posterioridad se realizaron pruebas de
reactividad de la p30 con fluidos y soluciones no
ensayados con anterioridad. Ninguno de los materiales
evaluados, con excepción del semen humano, daba
una reacción positiva. Entre los materiales no reactivos
figuraban los contenidos estomacales, la bilis, la leche
de vaca, el semen de gato, el semen de chimpancé, la
yema y la clara de huevo, el café, la cola, el sirope, el
detergente, lociones bronceadoras, vaselina, loción
rizadora y otros productos de marcas registradas y
con aspecto semejante al líquido espermático/10/.
Conocimientos recientes acerca de la biología
y características bioquímicas del antígeno
específico de la próstata
Desde su identificación en el fluido seminal por
Seregni et al. /16/, se ha obtenido variada información
sobre la biología y la expresión del antígeno específico
de la próstata (PSA). Se conoce que es una
glicoproteína de 30 000 Dalton, compuesta por 237
aminoácidos, con un 7 % de carbohidratos. Estructural
y funcionalmente, la PSA se asemeja a la calicreína,
y su papel fisiológico, de reciente conocimiento, está
relacionado, principalmente, con la degradación de las
proteínas fundamentales del coágulo seminal
(seminogelinas I y II y fibronectina), siendo importante
en la liquefacción del semen.
Los genes del PSA se localizan en la región 13q del
cromosoma 19, y tienen un alto grado de homología
(más del 80 %) con los genes de la calicreína
glandular humana. La síntesis y expresión de la PSA
están, aunque no exclusivamente, relacionadas con la
hiperplasia benigna y los tejidos cancerosos de la
próstata. Muchos factores pueden influir en la síntesis
y producción de la p30, de ellos los más importantes
son los niveles de andrógenos, ácido retinoico y el
factor de estimulación del crecimiento /16/.
Se han experimentado avances significativos en el
conocimiento de las isoformas moleculares de PSA.
En el líquido seminal , el PSA parece estar parcialmente
ligado a la serpina (inhibidor de la proteína C). En
suero, está predominantemente asociado a la alfa-1
anti-quimotripsina, y en pequeña cantidad a la alfa-2
macroglobulina. Estos nuevos hallazgos tendrán, sin
duda, implicaciones para su aplicación clínica como
marcador del cáncer de próstata. Se han desarrollado
60 Vol. XV, Nº 1, 2003
ensayos comerciales para la detección del PSA en
suero y, a pesar de que ya cuenta con un amplio uso,
se ha publicado poco sobre sus características
inmunológicas.
En este sentido, la demostración de cinco epitopos
principales en el PSA está referida en un estudio de
Belanger /17/, con el empleo de anticuerpos poli y
monoclonales.
n n Discusión general
Un buen marcador para un líquido fisiológico como
el semen debe ser estable, específico, detectable en
concentraciones mínimas y estar presente en todos
los individuos. A partir de estos criterios, la cuestión
de la especificidad es el centro de la atención y
también la que se presta a mayor confusión. La
especificidad de una prueba para el semen puede
definirse en términos empíricos y biológicos.
La especificidad empírica se demuestra al indicar
que el marcador del semen no puede detectarse en
ningún material, con excepción de las secreciones y
tejido del aparato reproductor masculino. Sin embargo,
la especificidad empírica es por definición condicional,
porque siempre es posible que el marcador pueda
detectarse, con excepción del material del aparato
genital masculino, por una prueba más sensible o bajo
diferentes condiciones de ensayo. Además, la
especificidad empírica es también relativa, porque se
extiende sólo hasta los materiales probados; existe la
posibilidad de que el supuesto marcador pueda aun ser
encontrado en algún material no evaluado.
La definición de la especificidad en términos
biológicos implica diferentes criterios. Se necesitan
métodos de análisis más sensibles para verificar estas
indicaciones de la especificidad /10/.
Con relación a los criterios de especificidad
definidos, el inmunoensayo para la p30 puede ser
empleado conjuntamente con la prueba de la fosfatasa
ácida como confirmación de la detección del semen.
La proteína al parecer es estable en las manchas del
semen y está presente en el mismo en
concentraciones suficientes como para ser detectada
rápidamente en extractos de la mancha. Del mismo
modo, debido a la especificidad de especie inherente
a las reacciones inmunológicas, la prueba positiva de
la p30 excluye cualquier duda sobre el posible origen
vegetal con relación a la coloración positiva de la
fosfatasa ácida.
En cuanto a la detección de indicios de semen en
los exudados o lavados vaginales, la prueba para la
p30 es de valor limitado a causa de la sensibilidad
restringida del inmunoensayo existente. La
supervivencia de la p30 en los líquidos vaginales
postcoitales parece ser paralela a la de la actividad de
la fosfatasa ácida, pero, en vista de que el análisis
inmunológico actual para la p30 es casi diez veces
menos sensible que el análisis de la fosfatasa ácida, la
p30 en estos momentos puede detectarse sólo en el
material vaginal postcoital, que contenga una cantidad
relativamente grande de residuo seminal. En el caso
usual, la dilución eficaz de semen en la mezcla vaginal
es tal que la concentración de p30 está por debajo de
los límites actuales de detección.
Si los procedimientos de análisismás sensibles
verifican la especificidad de la p30, relativa a las
secreciones vaginales normales, su detección podría
adquirir un valor aún mayor como prueba definitiva
para la identificación de indicios de semen en la
mezcla vaginal después del coito. Cabe señalar, que
el inmunoensayo para la p30 difiere de la prueba
inmunológica convencional.
Los antisueros evaluados para las pruebas
inmunológicas convencionales deben demostrar que
el supuesto marcador específico del semen sea
sintetizado en uno de los tejidos asociados con el
aparato reproductor masculino y debe evidenciarse
que la síntesis del marcador se limite a ese tejido. Por
ejemplo, los espermatozoides se conocen como
marcadores específicos del semen, porque ellos son el
único producto del tejido de la cadena de células
germinales masculinas en los testículos. Por extensión,
las proteínas específicas de los espermatozoides como
la lactato-deshidrogenasa también son específicas del
semen. No obstante, la especificidad biológica de la
fosfatasa ácida prostática depende de su actividad
elevada en el semen; la enzima en sí parece ser
genéticamente idéntica a las isoformas sintetizadas
en otros fluidos, entre ellos el vaginal.
Esta breve discusión señala que, aunque la
demostración de la especificidad empírica y la
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biológica se superponen considerablemente, las dos definiciones se basan sobre diferentes criterios y tienen
diferentes limitaciones. Debe quedar claro, que la demostración general de la especificidad tiene que tener en
cuenta tanto las consideraciones empíricas como las biológicas.
Por estas evidencias, la elección de la p30 como marcador específico del semen resulta prometedor. La
proteína parece ser sintetizada en la próstata, de donde es secretada hacia el semen /10, 15/ y se han obtenido
conocimientos recientes que han ayudado a conocer sobre la regulación de su síntesis y secreción, e incluso,
estudios posteriores han determinado que su síntesis se limita a la próstata. En los límites actuales de detección,
la p30 no se ha encontrado en ningún otro tejido o secreción.
La prueba inmunológica para la p30 no experimenta interferencias por ninguno de los materiales no
biológicos evaluados hasta ahora.
Los ensayos inmunológicos convencionales emplean usualmente antisueros preparados contra el semen
humano total, que han sido adsorbidos con el suero sanguíneo para extraer los anticuerpos que reconocen las
proteínas inespecíficas encontradas en ambos líquidos. Las especificidades de estos antisueros se definen, de
este modo, según los anticuerpos restantes, presumiblemente específicos, y no según los antígenos que ellos
reconozcan. El problema con este método se ilustra en el hallazgo de que todos los antisueros anti-semen
comerciales contienen anticuerpos contra la lactoferrína, una proteína hallada a niveles insignificantes en la
sangre, pero a niveles perceptibles en el semen y en otros líquidos fisiológicos.
Al ser la p30 el centro de atención en la actualidad como posible proteína marcadora para el diagnóstico
genérico de semen, deben ser abordados directamente los problemas concernientes a la especificidad biológica
y empirica /18/.
44Conclusiones
1. En función de los patrones empírico y biológico de la especificidad, ha sido definido el antígeno
específico de la próstata (PSA), seminoproteína del tipo gamma o p30 como un marcador específico
del líquido seminal humano.
2. Con los nuevos conocimientos que se han obtenido sobre esta proteína, se hace necesario
profundizar en su fisiología y su relación con tejidos cancerosos.
44Recomendaciones
1. Estandarizar métodos para el aislamiento y purificación de la proteína p30 a partir del plasma
seminal humano.
2. Sustituir las técnicas de la fosfatasa ácida y la investigación citológica por inmunoensayos, con
la obtención de un reactivo anti-p30 para el diagnóstico genérico en la investigación criminalística de
semen.
62 Vol. XV, Nº 1, 2003
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