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55Vol. XV, Nº 1, 2003 Marcadores para el diagnóstico genérico en la investigación criminalística de semen. Reseña analítica R. Sarmiento G.*, H. J. Morris Q.**? * Laboratorio Provincial de Criminalística Santiago de Cuba, **Centro de Estudios de Biotecnología Industrial (CEBI), Universidad de Oriente n n Resumen En esta revisión, se ofrece una valoración de la importancia que tiene el diagnóstico genérico en la investigación criminalística de semen para el esclarecimiento y probanza de los delitos contra el normal desarrollo de las relaciones sexuales. Se dan a conocer los diferentes métodos empleados por la medicina forense, desde los más rudimentarios para el diagnóstico de semen, hasta las técnicas avanzadas de inmunodiagnóstico que constituyen lo más relevante que se conoce hoy a nivel mundial. Se realiza un análisis de los trabajos que han sido publicados por los autores más conocidos en esta temática, haciendo énfasis en los del doctor Sensabaugh, que desde el año 1978 logró el aislamiento y purificación de una proteína altamente inmunogénica, designada como P30, la que es, hasta ahora, considerada el marcador por excelencia para la determinación genérica en el semen. Se brindan recomendaciones acerca de la estrategia para seguir en nuestro país, haciendo previamente un análisis de la situación actual y de las implicaciones del desarrollo de nuevas tecnologías en la ciencia criminalística. Palabras claves: medicina forense, diagnóstico genérico de semen, P30, inmunodiagnóstico. n n Abstract A valorization of the importance of generic diagnostic on semen criminalistic investigation for the enlightening and evidence of transgression against normal patterns of sexual relationships is given in the present review. The different methods used in forensic medicine for semen diagnostic, since the rudimentary ones until the most recent and relevant world-wide immunodiagnostic techniques were discussed. An analysis of the most widespread papers on this topic was made with emphasis in Sensabaugh research from 1978 concerning the isolation and purification of a highly immunogenic protein, named P30, which is considered the marker par excellence for semen generic determination. Recommendations on Cuban strategies taking into account the present situation and the implications for the development of new technologies in the criminalistic science were outlined. Key words: forensic medicine, semen generic diagnostic, P30, immunodiagnostic. n n Introducción En los últimos años, se ha apreciado un incremento en la radicación de causas vinculadas a los delitos sexuales, fundamentalmente la violación. Se destaca, además, la insuficiente presencia de pruebas periciales, hasta el punto de ser esta tipicidad delictiva a la que menos aporta la técnica criminalística. Sin embargo, por ser conocido el delito de violación doctrinalmente como un hecho de soledad, donde sólo se cuenta con las declaraciones de los encartados (víctima y victimario), adquiere mayor importancia el aporte que puedan brindar dichas pruebas en su investigación /1/. En los casos de consumación de delitos sin testigos, las pruebas materiales adquieren un significado excepcionalmente importante. Algunas veces 56 Vol. XV, Nº 1, 2003 constituyen el único medio para solucionar los difíciles problemas que se presentan ante el investigador, al aportar elementos probatorios científicamente demostrados. Es por ello, que el peritaje de las pruebas materiales posibilita determinar la forma en que fue consumado el delito, obtener pruebas que permitan establecer la veracidad del hecho y que se demuestre la culpabilidad o inocencia de los acusados. En la investigación de delitos, el hallazgo de objetos o sustancias, gracias a su carácter y lugar de descubrimiento, tiene por sí solo el significado de prueba material. Específicamente en la violación, la presencia de semen en la vagina, el vestuario u otra parte del cuerpo de la víctima suele darnos información valiosa que puede emplearse en la investigación, ayudando tanto a la propia calificación del delito como al establecimiento del grado de participación de los autores /2/. Sin embargo, el diagnóstico genérico en la investigación criminalística de semen, ha dejado de desempeñar su papel, según Sarmiento /1/, a partir de la revisión de 175 expedientes de fase preparatoria, radicados en el período 1996-2000. Se pudo constatar, que a pesar de la solicitud de peritaje de semen en un 42 % de los hechos, cifra insuficiente, en sólo uno de los casos, el peritaje aportó criterios de imputación, debido, fundamentalmente, a la falta de medios y técnicas adecuadas que brinden mayor credibilidad al diagnóstico criminalístico /1/. Tomando en consideración dichos antecedentes, en esta reseña analítica se abordan algunas reflexiones teóricas sobre el estado actual de la temática a nivel mundial, y la conveniencia de buscar nuevos marcadores y nuevas técnicas para el diagnóstico genérico en la investigación de semen. n n Desarrollo La identificación del semen es de vital importancia en la investigación de la violación y otros delitos que tienen implícita la agresión sexual. El líquido espermático se puede presentar al investigador en cuatro formas distintas: como mancha; impregnado en un tejido; como fluido, mezclado con otros fluidos corporales, como la secreción vaginal, y por último, como semen o líquido espermático. Características del esperma El esperma total, recién emitido, es un líquido filante, cremoso, de color opalino, que tiende a amarillo verdoso cuando pasa el tiempo y de olor típico. Consta de dos elementos diferentes: las células o espermatozoides procedentes de los tubos seminíferos del testículo, y el plasma seminal, que procede del epidídimo, próstata, vesículas seminales y glándulas de Cowper. El líquido espermático puede ser caracterizado desde el punto de vista morfológico a través del espermatozoide, pero no podría decirse lo mismo en cuanto a la composición del plasma seminal, el que presenta las siguientes características bioquímicas: - glúcidos: fructosa, ribosa, inositol, sorbitol, - compuestos nitrogenados: gran concentración de aminoácidos libres, aminas, ergotiomína, - componentes antigénicos: albúmina, dos o tres alfa- globulinas (una es la fosfatasa ácida y la otra una glicoproteína), dos beta-globulinas (una de ellas es una siderofilina) y una gamma-globulina, - enzimáticas: fibrinolisína, amino-oxidasa, fosfatasas ácida y alcalina, - minerales: zinc y calcio /2/. Los procedimientos más comunes usados para la identificación del semen se centran en la detección de los espermatozoides o de la actividad de la fosfatasa ácida prostática. Los métodos que incluyen la detección de espermina, colina o antígenos del semen son los menos utilizados; desafortunadamente, ninguno de estos procedimientos está exento de uno o más problemas. Se conocen también otras técnicas y métodos que han sido empleados en el diagnóstico genérico, que van desde las pruebas cristalográficas, orientadas a la formación de microcristales, las técnicas cromatográficas y electroforéticas, que hoy día han perdido el favor de los investigadores, hasta los métodos inmunológicos a través de técnicas inmunoenzimáticas que demuestran la especificidad proteica del órgano que las produce /1-3/. 57Vol. XV, Nº 1, 2003 Todos los procedimientos relacionados, con mayor o menor efectividad, logran establecer de forma cualitativa la presencia de semen; no obstante, unas técnicas superan a otras en este objetivo. En nuestro país, desde hace muchos años, se ha estandarizado en los laboratorios la técnica de la fosfatasa ácida como una reacción orientadora y la microscopía como prueba de certeza, o sea, la observación al microscopio de una célula espermática nos permite afirmar que en una determinada muestra investigada existe presencia de semen /4/. El hechode no descubrir un espermatozoide completo, no debe conducir a la conclusión de que la mancha no es esperma. En efecto, la no detección de células espermáticas en ellas puede atribuirse a varias razones: 1. La deshidratación de los espermatozoides en la mancha los hace frágiles y se rompen en cabezas y colas. 2. Los espermatozoides se adhieren tenazmente al tejido, resultando a menudo muy difícil su elución. 3. La difusión de los espermatozoides no es uniforme en la mancha, y cuando se emplean técnicas de extracción y tinción directas del tejido, manchado, se corre el riesgo de investigar una parte donde no existan espermatozoides. Por otro lado, el líquido espermático puede no contener espermatozoides; es decir puede proceder de un sujeto asospérmico o sometido a vasectomía. De este modo, la imposibilidad de detectar espermatozoides en un material sospechoso, de ningún modo contraindica el semen. En el caso de la prueba de la fosfatasa ácida, los problemas son diferentes, pues esta enzima no es exclusiva del semen o tejido prostático, sino que su actividad es de naturaleza ubicua. Existen evidencias, de que la fosfatasa ácida prostática y la fosfatasa ácida encontradas en secreciones vaginales normales son genéticamente idénticas y de que ambas guardan también identidad con la fosfatasa ácida lisosomal encontrada en la mayor parte de los tejidos, por lo tanto, es cuestionable la base genética de la especificidad de este ensayo. La prueba cuantitativa sólo puede basarse sobre el nivel extraordinariamente alto de la actividad de la fosfatasa ácida en el semen; los bajos niveles de actividad encontrados con frecuencia en los lavados vaginales post-coitales resultan, de esta manera, equívocos con respecto al problema de la detección del semen /5/. En la práctica forense común, la detección de la fosfatasa ácida prostática es considerada presuntivamente antes de un diagnóstico por muchos patólogos y especialistas forenses. La actividad de la fosfatasa ácida en fuentes endógenas vaginales o de muchos materiales que contienen la enzima, puede arrojar resultados positivos falsos. La enzima, además, declina en actividad bajo almacenamiento a temperatura ambiente. Por esas razones, cuando pequeñas cantidades de semen pueden estar presentes, tanto en eluidos como en manchas en ropa interior y en exudados vaginales, la actividad de la fosfatasa ácida no puede ser atribuida exclusivamente al semen. Otras pruebas para la identificación del semen son también sospechosas con relación a su especificidad; experimentos, empleando como marcadores la colina, gamma glutamil-transpeptidasa (GGT), espermina y lactato deshidrogenasa, han presentado significativas desventajas /2, 3/. De lo expuesto con anterioridad es evidente que resultaría conveniente disponer de pruebas alternativas para la detección del semen. Una buena prueba alternativa debe satisfacer diversos criterios. En primer lugar, debe basarse sobre la detección de un marcador del semen para el cual pudiera demostrarse la base biológica de la especificidad. Esta condición virtualmente obliga a que el marcador sea una proteína, ya que la síntesis de la proteína, está bajo un control genético directo. Para evitar el problema que se presenta en sujetos asospérmicos o que han sufrido una vasectomía, el marcador debe ser un componente del plasma seminal, que es donde se encuentra la mayor concentración de componentes proteicos. Un buen marcador debe ser estable en manchas y en el medio vaginal. Por último, ya que la dilución eficaz de semen en la mezcla vaginal postcoital podría ser hasta de 1:2000, el marcador debe ser detectable en concentraciones mínimas /6, 7/. 58 Vol. XV, Nº 1, 2003 En la presente revisión, se ofrece una caracterización de una proteína del plasma seminal que al parecer satisface las exigencias anteriores para un buen marcador del semen. El nombre PSA Prostate Specific Antigen, fue tomado de una glicoproteína de origen prostático aislada por Wang et al. /8/. Con posterioridad, otros autores revelaron que esta molécula era idéntica a dos proteínas conocidas como seminoproteína del tipo gamma y la proteína designada como P30, aisladas y purificadas por Hara et al./9/ y Sensabaugh /10/, respectivamente. Este último investigador la introdujo en el diagnóstico genérico en las investigaciones forenses, sentando las pautas para su establecimiento como el marcador más completo para el diagnóstico genérico de semen. Identificación de las proteínas específicas del semen La identificación de las posibles proteínas específicas del semen se realizó comparando las proteínas del plasma seminal humano con las proteínas de otros líquidos fisiológicos mediante electroforesis en geles de poliacrilamida con dodecilsulfato de sodio (SDS-PAGE). Esta técnica electroforética separa las cadenas de polipéptidos desnaturalizados en función del peso molecular, en lugar de la carga, y permite la detección de hasta cuarenta polipéptidos en el plasma seminal. Este método tiene dos ventajas sobre los procedimientos electroforéticos e inmunoelectroforéticos convencionales, usados con anterioridad en la caracterización del plasma seminal y otros líquidos fisiológicos. En primer lugar, la detección de proteínas no depende de su antigenicidad, como en el caso de la inmunoelectroforesis; de este modo pueden detectarse proteínas que no son antígenos. En segundo lugar, el método evita los inconvenientes asociados con la migración de las glicoproteínas en la electroforesis; convencional, en la que muchas proteínas están polidispersas con respecto a la carga a causa del carbohidrato enlazado covalentemente. La fosfatasa ácida prostática, por ejemplo, migra en forma de múltiples bandas en la electroforesis convencional, pero migra como una banda simple en la electroforesis en gel con SDS. La distribución de proteínas en el plasma seminal y el plasma sanguíneo humano en electroforesis en gel con SDS es completamente diferente. Las diferencias cualitativas entre los patrones de estos dos líquidos y de otras secreciones como la leche o secreciones vaginales, son igualmente notables /10/. El plasma seminal humano contiene diversas especies de proteínas importantes. Las dos bandas mayoritarias en la superficie del gel son la lactoferrína (LF) y la albúmina (ALB), con pesos moleculares de 80 000 y 68 000 Dalton, respectivamente. Estas dos proteínas se encuentran en muchas secreciones. La banda con el peso molecular de cerca de 50 000 Dalton es la subunidad de la fosfatasa ácida (FA). La enzima natural es un dímero con peso molecular de alrededor de 100 000 Dalton. Se observa una banda de intensidad secundaria en una posición correspondiente a los 41 000 Dalton, y por debajo de ella, una banda intensa que indica una proteína de cerca de 30 000 Dalton. Estas proteínas, que al parecer no están presentes en otros líquidos o secreciones, se designaron como p41 y p30, respectivamente; también se evidenció la especificidad del plasma seminal para algunos de los péptidos que se encuentran en límite de los 10 y 20 000 Dalton. Con excepción de estos péptidos de bajo peso molecular, las proteínas descritas anteriormente muestran una pequeña variación individual, y todas están presentes en hombres con vasectomía. La especificidad manifiesta en el semen de la p30, sugirió la posibilidad de que esta proteína se sometiera a futuras pruebas como marcador del semen. En apoyo a esto, en una caracterización inicial de los antígenos del plasma seminal, se había identificado una proteína con peso molecular de cerca de 31 000 Dalton como específica del semen. Esta proteína se designó como E-1, de acuerdo con su movilidad en la electroforesis convencional /11, 12/. Con un antisuero obtenido por Li y Beling /13/, se confirmó la identidad de la p30 y la E-1: el antisuero anti-E-1 reaccionaba con un preparadobastante puro de p30. Como en este estudio originalmente se usó la designación de p30, ésta ha sido la que con más frecuencia ha seguido empleándose para su identificación. En la actualidad se le denomina, además, como gamma seminoproteína y como PSA (antígeno específico de la próstata). 59Vol. XV, Nº 1, 2003 Análisis de la p30 en el semen, tejidos del aparato reproductor masculino y otros líquidos corporales En el trabajo original de Sensabaugh /10/, la concentración de p30 en el semen humano normal se determinó a través de la técnica de inmunodifusión radial cuantitativa /14/. La concentración media encontrada fue de 1,92 mg/mL, con un límite de 0,24 a 5,5 mg/mL (n= 17); incluso, en el límite más bajo, la p30 se presenta a niveles fácilmente detectables. El ensayo de inmunodifusión doble /15/ se usó para evaluar los tejidos del aparato reproductor masculino e identificar el origen histológico de la proteína p30. No se observó reacción con los extractos del tejido testicular, vías deferentes o vesícula seminal. La presencia de la proteína en el plasma seminal de hombres con vasectomía ya excluía el origen testicular. Se obtuvo una reacción positiva del antisuero con extractos de tejido prostático, lo que indicó la alta probabilidad de que la glándula prostática fuera el tejido de origen. Li y Shulman /11, 12/ sugirieron la posibilidad de que el origen de la p30 no fuera prostático; sin embargo, en sus experimentos no evaluaron directamente el tejido prostático como se hizo en el trabajo de Sensabaugh /10/, y el método utilizado tal vez no resultó lo suficientemente sensible para detectar el antígeno en dicho tejido. El análisis de inmunodifusiondifusión doble, mostró que la concentración de p30 en el extracto prostático era de 1 al 2 % de la encontrada en el semen. Por otra parte, el análisis de varios líquidos fisiológicos humanos con el antisuero más sensible indicó que la p30 no está presente a niveles detectables en el suero sanguíneo, el hemolizado de eritrocitos, las lágrimas, el sudor, la saliva, la leche, la sangre menstrual, la orina o los líquidos vaginales. Estos hallazgos no indicaban, aún de manera inequívoca, la especificidad de esta proteína en la glándula prostática y el semen, porque existía la posibilidad de que un análisis más sensible, inmunológico u otro, detectara la proteína en otros tejidos o secreciones. No obstante, si p30 estuviese presente en alguno de los líquidos evaluados, su concentración sería menor de 1/100 con relación a la hallada en el plasma seminal. Con posterioridad se realizaron pruebas de reactividad de la p30 con fluidos y soluciones no ensayados con anterioridad. Ninguno de los materiales evaluados, con excepción del semen humano, daba una reacción positiva. Entre los materiales no reactivos figuraban los contenidos estomacales, la bilis, la leche de vaca, el semen de gato, el semen de chimpancé, la yema y la clara de huevo, el café, la cola, el sirope, el detergente, lociones bronceadoras, vaselina, loción rizadora y otros productos de marcas registradas y con aspecto semejante al líquido espermático/10/. Conocimientos recientes acerca de la biología y características bioquímicas del antígeno específico de la próstata Desde su identificación en el fluido seminal por Seregni et al. /16/, se ha obtenido variada información sobre la biología y la expresión del antígeno específico de la próstata (PSA). Se conoce que es una glicoproteína de 30 000 Dalton, compuesta por 237 aminoácidos, con un 7 % de carbohidratos. Estructural y funcionalmente, la PSA se asemeja a la calicreína, y su papel fisiológico, de reciente conocimiento, está relacionado, principalmente, con la degradación de las proteínas fundamentales del coágulo seminal (seminogelinas I y II y fibronectina), siendo importante en la liquefacción del semen. Los genes del PSA se localizan en la región 13q del cromosoma 19, y tienen un alto grado de homología (más del 80 %) con los genes de la calicreína glandular humana. La síntesis y expresión de la PSA están, aunque no exclusivamente, relacionadas con la hiperplasia benigna y los tejidos cancerosos de la próstata. Muchos factores pueden influir en la síntesis y producción de la p30, de ellos los más importantes son los niveles de andrógenos, ácido retinoico y el factor de estimulación del crecimiento /16/. Se han experimentado avances significativos en el conocimiento de las isoformas moleculares de PSA. En el líquido seminal , el PSA parece estar parcialmente ligado a la serpina (inhibidor de la proteína C). En suero, está predominantemente asociado a la alfa-1 anti-quimotripsina, y en pequeña cantidad a la alfa-2 macroglobulina. Estos nuevos hallazgos tendrán, sin duda, implicaciones para su aplicación clínica como marcador del cáncer de próstata. Se han desarrollado 60 Vol. XV, Nº 1, 2003 ensayos comerciales para la detección del PSA en suero y, a pesar de que ya cuenta con un amplio uso, se ha publicado poco sobre sus características inmunológicas. En este sentido, la demostración de cinco epitopos principales en el PSA está referida en un estudio de Belanger /17/, con el empleo de anticuerpos poli y monoclonales. n n Discusión general Un buen marcador para un líquido fisiológico como el semen debe ser estable, específico, detectable en concentraciones mínimas y estar presente en todos los individuos. A partir de estos criterios, la cuestión de la especificidad es el centro de la atención y también la que se presta a mayor confusión. La especificidad de una prueba para el semen puede definirse en términos empíricos y biológicos. La especificidad empírica se demuestra al indicar que el marcador del semen no puede detectarse en ningún material, con excepción de las secreciones y tejido del aparato reproductor masculino. Sin embargo, la especificidad empírica es por definición condicional, porque siempre es posible que el marcador pueda detectarse, con excepción del material del aparato genital masculino, por una prueba más sensible o bajo diferentes condiciones de ensayo. Además, la especificidad empírica es también relativa, porque se extiende sólo hasta los materiales probados; existe la posibilidad de que el supuesto marcador pueda aun ser encontrado en algún material no evaluado. La definición de la especificidad en términos biológicos implica diferentes criterios. Se necesitan métodos de análisis más sensibles para verificar estas indicaciones de la especificidad /10/. Con relación a los criterios de especificidad definidos, el inmunoensayo para la p30 puede ser empleado conjuntamente con la prueba de la fosfatasa ácida como confirmación de la detección del semen. La proteína al parecer es estable en las manchas del semen y está presente en el mismo en concentraciones suficientes como para ser detectada rápidamente en extractos de la mancha. Del mismo modo, debido a la especificidad de especie inherente a las reacciones inmunológicas, la prueba positiva de la p30 excluye cualquier duda sobre el posible origen vegetal con relación a la coloración positiva de la fosfatasa ácida. En cuanto a la detección de indicios de semen en los exudados o lavados vaginales, la prueba para la p30 es de valor limitado a causa de la sensibilidad restringida del inmunoensayo existente. La supervivencia de la p30 en los líquidos vaginales postcoitales parece ser paralela a la de la actividad de la fosfatasa ácida, pero, en vista de que el análisis inmunológico actual para la p30 es casi diez veces menos sensible que el análisis de la fosfatasa ácida, la p30 en estos momentos puede detectarse sólo en el material vaginal postcoital, que contenga una cantidad relativamente grande de residuo seminal. En el caso usual, la dilución eficaz de semen en la mezcla vaginal es tal que la concentración de p30 está por debajo de los límites actuales de detección. Si los procedimientos de análisismás sensibles verifican la especificidad de la p30, relativa a las secreciones vaginales normales, su detección podría adquirir un valor aún mayor como prueba definitiva para la identificación de indicios de semen en la mezcla vaginal después del coito. Cabe señalar, que el inmunoensayo para la p30 difiere de la prueba inmunológica convencional. Los antisueros evaluados para las pruebas inmunológicas convencionales deben demostrar que el supuesto marcador específico del semen sea sintetizado en uno de los tejidos asociados con el aparato reproductor masculino y debe evidenciarse que la síntesis del marcador se limite a ese tejido. Por ejemplo, los espermatozoides se conocen como marcadores específicos del semen, porque ellos son el único producto del tejido de la cadena de células germinales masculinas en los testículos. Por extensión, las proteínas específicas de los espermatozoides como la lactato-deshidrogenasa también son específicas del semen. No obstante, la especificidad biológica de la fosfatasa ácida prostática depende de su actividad elevada en el semen; la enzima en sí parece ser genéticamente idéntica a las isoformas sintetizadas en otros fluidos, entre ellos el vaginal. Esta breve discusión señala que, aunque la demostración de la especificidad empírica y la 61Vol. XV, Nº 1, 2003 biológica se superponen considerablemente, las dos definiciones se basan sobre diferentes criterios y tienen diferentes limitaciones. Debe quedar claro, que la demostración general de la especificidad tiene que tener en cuenta tanto las consideraciones empíricas como las biológicas. Por estas evidencias, la elección de la p30 como marcador específico del semen resulta prometedor. La proteína parece ser sintetizada en la próstata, de donde es secretada hacia el semen /10, 15/ y se han obtenido conocimientos recientes que han ayudado a conocer sobre la regulación de su síntesis y secreción, e incluso, estudios posteriores han determinado que su síntesis se limita a la próstata. En los límites actuales de detección, la p30 no se ha encontrado en ningún otro tejido o secreción. La prueba inmunológica para la p30 no experimenta interferencias por ninguno de los materiales no biológicos evaluados hasta ahora. Los ensayos inmunológicos convencionales emplean usualmente antisueros preparados contra el semen humano total, que han sido adsorbidos con el suero sanguíneo para extraer los anticuerpos que reconocen las proteínas inespecíficas encontradas en ambos líquidos. Las especificidades de estos antisueros se definen, de este modo, según los anticuerpos restantes, presumiblemente específicos, y no según los antígenos que ellos reconozcan. El problema con este método se ilustra en el hallazgo de que todos los antisueros anti-semen comerciales contienen anticuerpos contra la lactoferrína, una proteína hallada a niveles insignificantes en la sangre, pero a niveles perceptibles en el semen y en otros líquidos fisiológicos. Al ser la p30 el centro de atención en la actualidad como posible proteína marcadora para el diagnóstico genérico de semen, deben ser abordados directamente los problemas concernientes a la especificidad biológica y empirica /18/. 44Conclusiones 1. En función de los patrones empírico y biológico de la especificidad, ha sido definido el antígeno específico de la próstata (PSA), seminoproteína del tipo gamma o p30 como un marcador específico del líquido seminal humano. 2. Con los nuevos conocimientos que se han obtenido sobre esta proteína, se hace necesario profundizar en su fisiología y su relación con tejidos cancerosos. 44Recomendaciones 1. Estandarizar métodos para el aislamiento y purificación de la proteína p30 a partir del plasma seminal humano. 2. Sustituir las técnicas de la fosfatasa ácida y la investigación citológica por inmunoensayos, con la obtención de un reactivo anti-p30 para el diagnóstico genérico en la investigación criminalística de semen. 62 Vol. XV, Nº 1, 2003 &&Bibliografía 1. R. Sarmiento, "La prueba pericial en el delito de violación", V Simposio de Criminalística, Ciudad de La Habana, 2000. 2. J. A. Gisbert, Medicina Legal y Toxicología, 2da. Edicion, 1983, págs. 163-179. 3. W. Reimann, O. Prokop, Vade mecum de Medicina Legal, 1987, págs. 78-83. 4. Laboratorio Central de Criminalística, Metodología de trabajo, Ciudad de La Habana, 1966. 5. C. B. Howard, "Postcoital Detection of a Male Specific Semen Protein", N. Engl. J Med., 1985, págs. 132: 338-343. 6. J. Abrecia, "Identification and Preliminary Characterization of a Sperm Binding Protein in Normal Human Semen", J. Reprod Fert., 73, 1985, págs. 71-77. 7. H. Edwars, "Proteins of Human Semen. 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