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Merluza en Salsa de Marisco

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MERLUZA EN SALSA DE MARISCO
CON TOMATE ASADO
 
 
Ingredientes para 1 ración
 
• 300 g de lomos de merluza
• 4 langostinos enteros
• 3 cucharadas del sofrito de tomate imprescindible
• 1 tomate maduro
• 60 ml de caldo de pollo bajo en grasa
• aceite de oliva
• pimienta molida
• sal
 
 
Retirar la piel de la merluza, pelar los langostinos y reservar las cabezas y los
caparazones.
En una sartén antiadherente untada con aceite, rehogar las cabezas y los caparazones
hasta que queden bien rojas. Añadir el sofrito. Sofreír 3 minutos más y añadir el caldo.
Dejar que se reduzca.
En una batidora eléctrica triturar la salsa resultante con cabezas de langostinos y todo.
Colar con ayuda de un colador chino, o con un simple colador presionando con una
cuchara. Tiene que resultar una salsa espesa y deliciosa.
Abrir los lomos de merluza para que queden dos trozos y formar una especie de
sándwich. Salpimentarlos. Colocar en medio de cada trozo de pescado 1 cucharada de
salsa y dos langostinos. Tapar con el otro trozo de pescado. Colocar en una fuente de
horno untada de aceite y cubrir cada trozo de pescado con salsa (tiene que sobrar un
poco).
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Cortar un tomate por la mitad en sentido horizontal. Meterlo en el microondas a potencia
máxima durante 2 minutos. Salpimentarlo y colocarlo en la misma fuente de horno en la
que hemos dispuesto el pescado. Hornear a 180 ºC unos 10 minutos. Disponer en el
fondo de un plato el resto de la salsa y sobre ella la merluza y el tomate recién asados.
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Este, no lo voy a negar, e s un plato un poqu ito más de f ie sta qu e la
mayoría de los qu e h e ido cocinando y comiendo mientras e la bora ba
este recetario para ade lgazar con hu mor y sin hambre. La ve rdad e s
qu e no sé cuál de e stas dos premisas e s más importante en una dieta.
Esta e s una adaptación, y bastante f ie l por cie rto, de una de e sas
recetas de casa y de toda la vida para recibir invitados. Utilizadla con
e se propósito si e stáis a dieta. Los demás no lo notarán, y os
ahorraréis e l e sfu e rzo de volu ntad y la lu cha titánica de cae r en otras
tentacione s.
También preparo e ste plato cuando me qu ie ro dar un gu sto, cuando
nece sito consu e lo tras a lgunos días de dieta con prisas y poco lu cida,
o, simplemente, como dice un conocido anuncio, ¡porqu e yo lo va lgo!.
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