Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
56 año se reportó un caso de comienzo tardío con aparición de síntomas después de los 15 años.(15) ETIOPATOGENIA Se desconoce la etiología exacta del síndrome Pro- teus. La hipótesis aceptada actualmente es la presencia de un mosaicismo somático de un gen dominante, que en estado no mosaico es letal.(5) Se ha especulado con la posible mutación de un gen supresor de tumores (PTEN), situado en 10 q23-3, que codifica una fosfatasa relacionada con el control de la apoptosis y la progresión en el ciclo celular.(16) A este gen se le relaciona con otros trastornos hamartomatosos, como el síndrome de Bannayan-Riley-Ruvalcaba y síndrome de Cowden.(16) DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL El síndrome Proteus presenta una extrema variabilidad de manifestaciones clinicas.(17) Muchas de las anormalidades de este síndrome están presentes en otros síndromes, lo que lleva muchas veces a un diagnóstico erróneo.(11) En el diag- nóstico diferencial hay que incluir varios síndromes, como el de Klippel-Trénaunay, Parkes-Weber, Mafucci, enfermedad de Ollier, neurofibromatosis tipo 1, síndrome del nevo epidér- mico, Bannayan-Riley-Ruvalcaba, lipomatosis simétrica y lipo- matosis encefalocutánea.(7) MANEJO El manejo de estos pacientes debe ser multidisciplinario. Las normas de seguimiento consisten en fotografías clínicas y radiografías óseas seriadas, resonancia nuclear magnética de las áreas afectadas, como tórax o abdomen, evaluación dermatológica y biopsia si fuese necesario, evaluación orto- pédica, evaluación y seguimiento por genética y control periódico por Pediatría. Además, es necesaria la evaluación por Hematología, Oftalmología y Neurología.(7) La tomogra- fía axial computarizada de alta resolución puede ser útil para evaluar lesiones quísticas pulmonares; la resonancia nuclear magnética de abdomen es fundamental para descartar lipo- mas intraabdominales, que tienen un comportamiento muy agresivo. Las radiografías óseas son necesarias para descar- tar megaespondilodisplasia, asimetría de cuerpos vertebrales y otras anomalías óseas. Una resonancia nuclear magnética cerebral es importante para descartar alteraciones en el sis- tema nervioso central que se puedan asociar a convulsiones o a retardo mental.(18) El tratamiento es limitado y su objetivo es mejorar la fun- cionalidad de los pacientes, por lo que va enfocado al manejo de los síntomas y debe ser específico para cada órgano. Todos los pacientes requieren apoyo psicológico y manejo quirúr- gico, que en la mayoría de los casos es paliativo. COMENTARIO FINAL El síndrome Proteus es un raro desorden congénito. Nuestra paciente cumple con los criterios clínicos descritos en la literatura e ilustra la gran variabilidad fenotípica de este síndrome y su evolutividad temporal. La malformación vascu- lar compleja, duplicación de la vena ácigos, no ha sido descrita anteriormente y demuestra el polimorfismo de esta afección. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Twede JV, Turner JT, Biesecker LG, Darling TN. Evolution of skin lesions in Proteus syndrome. J Am Acad Dermatol 2005 (May); 52(5):834-8. 2. Cohen MM Jr, Hayden PW. A newly recognized hamartomatous syndrome. Birth Defects Orig Artic Ser 1979; 15:291-6. 3. Wiedemann HR, Burgio GR, Aldenhoff P, et al. The Proteus syndrome. Partial gigantism of the hands and/or feet, nevi, hemihypertrophy, subcutaneous tumors, macrocephaly or other skull anomalies and possible accelerated growth and visceral affections. Eur J Pediatr 1983 (Mar); 140(1):5-12. 4. Basanti D, Surajit N, Prasad DR, et al. Proteus Syndrome. Indian J Dermatol Venereol Leprol 2005; 71:357-9. 5. Cohen MM Jr. Proteus syndrome: an update. Am J Med Genet C Semin Med Genet 2005 (Aug 15); 137(1):38-52. 6. Schake S, Vejar M, Solar B, et al. Síndrome Proteus: Contribución a su delinea- ción clínica. Rev Chil Pediatr 1986 (Dic); 57(6):585-594. 7. Biesecker LG, Happle R, Mulliken JB, et al. Proteus syndrome: diagnostic crite- ria, differential diagnosis, and patient evaluation. Am J Med Genet 1999 (Jun 11); 84(5):389-95. 8. Castillo D, Morantes J. Síndrome Proteus. Dermatología Venezolana 2001; 39(2):49-50. 9. Velasquez F., Pascual C. Dos casos de síndrome de Proteus. An Pediatr 2003; 58(5):496-501. 10. Twede JV, Turner JT, Biesecker LG, Darling TN. Evolution of skin lesions in Proteus syndrome. J Am Acad Dermatol 2005 (May); 52(5):834-8. 11. Nguyen D, Turner JT, Olsen C, et al. Cutaneous manifestations of Proteus syn- drome: correlations with general clinical severity. Arch Dermatol 2004 (Aug); 140(8):947-539. 12. Turner JT, Cohen MM, Jr, Biesecker LG. Reassessment of the Proteus syndrome literature: application of diagnostic criteria to published cases. Am J Med Genet A 2004 (Oct 1); 130(2):111-22. 13. Farajzadeh S, Zahedi MJ, Moghaddam SD. A new gastrointestinal finding in Proteus syndrome: report of a case of multiple colonic hemangiomas. Int J Dermatol 2006; 45:135-138. 14. Yosunkaya E, Degirmenci S, Yesil G, Yuksel A. Proteus syndrome with agenesis of the rectus abdominis. Br J Dermatol 2006 (Nov); 155(5):1094-5. 15. Luo S, Feng Y, Zheng Y, Peng Z, et al. Mild and delayed-onset Proteus syn- drome. Eur J Dermatol 2007; 17(2):172-3. 16. Zhou X, Hampel H, Thiele H, Gorlin RJ, et al. Association of germline mutations in the PTEN tumour supressor gene and Proteus and Proteus-like syndromes. Lancet 2001; 358:210-1. 17. Morelli F, Feliciano C, Toto P, De Benedetto A, et al. A minimal form of Proteus syndrome presenting with macrodactyly and hand hiperplasia. Eur J Dermatol 2003; 3(2):196-8. 18. Jamis-Dow CA, Turner J, Biesecker LG, Choyke PL. Radiologic Manifestations of Proteus Syndrome. Radiographics 2004; 24(4):1051-68. Rev. Chilena Dermatol. 2009; 25(1):54-56 Ximena Fajre W. y cols.
Compartir