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UNIDAD 10: La biopolítica FOUCAULT, Michel “Derecho de muerte y poder sobre la vida” 1977 El derecho de vida y muerte es un derecho disimétrico. El soberano no ejerce su derecho sobre la vida sino poniendo en acción su derecho de matar o reteniéndolo; no indica su poder sobre la vida sino en virtud de la muerte que puede exigir. El derecho que se formula como “de vida y muerte” es en realidad el derecho de hacer morir o de dejar vivir. El derecho de muerte tendió a desplazarse o apoyarse en las exigencias de un poder que administra la vida. El poder de muerte parece ahora como el complemento de un poder que se ejerce positivamente sobre la vida, que procura administrarla, aumentarla, multiplicarla, ejercer sobre ella controles precisos y regulaciones generales. El viejo derecho de hacer morir o dejar vivir fue reemplazado por el poder de hacer vivir o de rechazar hacia la muerte Ahora es en la vida y a lo largo de su desarrollo donde el poder establece su fuerza. La función más alta no es ya matar, sino invadir la vida enteramente; la muerte es su límite, el momento que no puede apresar; se torna el punto más secreto de la existencia, el más “privado”. -El poder sobre la vida se desarrolló desde el XVII en dos formas principales, no antitéticas: cuerpo como máquina y cuerpo-especie. Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la población constituyen los dos polos alrededor de los cuales se desarrolló la organización del poder sobre la vida. Cuerpo como máquina - Anatomopolítica del cuerpo humano: su educación, el aumento de sus aptitudes, el arrancamiento de sus fuerzas, el crecimiento paralelo de su utilidad y su docilidad, su integración en sistemas de control eficaces y económicos, todo ello quedó asegurado por procedimientos de poder característicos de las disciplinas. Toma del poder sobre el cuerpo por medio de la disciplina y la puesta en acción de las instituciones como la escuela, fábrica, cárcel. Cuerpo-especie: cuerpo transido por la mecánica de lo viviente y que sirve de soporte a los procesos biológicos. Toma del poder sobre la población, en su dimensión biológica, por medio de una política de regulación asegurada por el Estado. La proliferación, los nacimientos y la mortalidad, el nivel de salud, la duración de la vida y la longevidad. Todos esos problemas los toma a su cargo una serie de intervenciones y controles reguladores: una bio-política de la población. El biopoder fue un elemento indispensable en el desarrollo del capitalismo. Este no pudo afirmarse sino al precio de la inserción controlada de los cuerpos en el aparato de producción y mediante un ajuste de los fenómenos de población a los procesos económicos. Lo que hace entrar a la vida y sus mecanismos en el dominio de los cálculos explícitos y convierte al poder-saber en un agente de transformación de la vida humana. Otra consecuencia del desarrollo del bio-poder es la creciente importancia adquirida por el juego de la norma a expensas del sistema jurídico de la ley (desarrollado Unidad 9). En Sibilia: Uno de los fenómenos más significativos de las sociedades industriales fue la adquisición de poder sobre el hombre en tanto ser vivo: una suerte de “estatización de lo biológico”. Esta especie de secuestro de la vida fue implementada de manera sistemática y racional a través de las biopolíticas. Las biopolíticas son la manera como se intentó, desde el XVIII, de racionalizar los problemas propuestos a la práctica gubernamental por los fenómenos propios de un conjunto de seres vivos constituidos en población. Todos los estados de la era industrial implementaron sus biopolíticas de planificación, regulación y prevención, con el objetivo de intervenir en las condiciones de vida para imponerles normas y adaptarlas a un determinado proyecto nacional. Los cambios fueron implementados de forma gradual. Hubo cierta resistencia al cambio, claro. El objetivo era organizar la vida, cultivarla, protegerla, garantizarla, multiplicarla, regularla: controlar y compensar sus contingencias, delimitando sus posibilidades biológicas al encuadrarlas en un formato preestablecido y definido como normal. De esa manera empezaron a administrarse de manera racional y efectiva todos los procesos inherentes a las poblaciones vivas: natalidad, mortalidad, morbilidad, procreación, lactancia, epidemias, endemias, envejecimiento, incapacidades físicas y efectos del medio ambiente. El objetivo era dominar el inefable azar que afecta a toda población de seres vivos. La meta era controlar los diversos factores de sustracción de fuerzas y disminución del tiempo de trabajo de los ciudadanos, además de reducir los costos de los eventuales tratamientos médicos. Es una transición desde la soberanía sobre la muerte hacia la meticulosa reglamentación de la vida. El biopoder es un tipo de poder que apunta directamente a la vida y es fundamental para el desarrollo del capitalismo, ya que su objetivo consiste en producir fuerzas, hacerlas crecer, ordenarlas y canalizarlas, en vez de obstruirlas o destruirlas. Esa administración de las fuerzas encontró apoyo en los conocimientos científicos que proyectaron su accionar sobre la materia biológica de los seres humanos. La meta es potenciar las fuerzas vitales pero evitando que se tornen difíciles de sujetar y convertirlas en recursos útiles para los intereses del capitalismo industrial. La función del biopoder no consiste en excluir al criminal o marginar al sujeto que cometió algún delito, sino en incluir, fijar a todos los individuos, amarrarlos al aparato de producción capitalista. Mecanismo que controla lo que es para que ciertos actos nunca lleguen a ser consumados. La muerte comenzó a dejar de hostigar directamente a la vida. Pero al mismo tiempo, el desarrollo de los conocimientos relativos a la vida en general, el mejoramiento de las técnicas agrícolas, las observaciones y las medidas dirigidas a la vida y supervivencia de los hombres contribuían a ese aflojamiento. Los procedimientos de saber y poder toman en cuenta los procesos de la vida y emprenden la tarea de controlarlos y modificarlos. Por primera vez lo biológico se refleja en lo político; el hecho de vivir pasa en parte al campo de control del saber y de intervención del poder. -Sexo: No hay que creer que diciendo sí al sexo se diga que no al poder. Sobre esto puede comprenderse la importancia que adquirió dentro del juego político. En la unión del “cuerpo” y la “población”, el sexo se convirtió en blanco central para un poder organizado alrededor de la administración de la vida y no de la amenaza de muerte. Los mecanismos de poder se dirigen al cuerpo, a la vida, a lo que la hace proliferar, lo que refuerza la especie, su vigor, su capacidad de dominar o su aptitud de ser utilizada. El sexo es el elemento más especulativo, más ideal y también más interior en un dispositivo de sexualidad que el poder organiza en su apoderamiento de los cuerpos, su maternidad, fuerzas, energías, sensaciones y sus placeres. No hay que imaginar una instancia autónoma del sexo que produjese secundariamente los múltiples efectos de la sexualidad a lo largo de su superficie de contacto con el poder. El dispositivo de sexualidad permite a las técnicas de poder la invasión de la vida. Historia de los cuerpos y de la manera en que se invadió lo que tienen de más material y viviente. El sexo es acceso a la vida del cuerpo y a la vida de la especie. Está en el cruce de los ejes de las disciplinas del cuerpo y de la regulación de las poblaciones. Da lugar a todo un micropoder sobre el cuerpo y a medidas masivas, estimaciones estadísticas. Cuatro grandes líneas de ataque, cada una fue una manera de componer las técnicas disciplinarias con los procedimientos reguladores: sexualización del niño, sexualidad precoz, histerización de la mujer, control de los nacimientos y psiquiatrización. La sexualidad está del lado de la norma, del saber, de la vida, del sentido, de las disciplinas y las regulaciones. Nosotros creemos entonces que hacemos uso del sexo en nuestra independenciay nos creemos soberanos de él pero en realidad estamos trabajados por los mecanismos de poder de la sexualidad. La ironía del dispositivo es que nos hace creer que en ello reside nuestra “liberación” SIBILIA, Paula “Biopoder” 2005 El esquema que combinaba hábilmente biopolíticas y disciplinas con los dolores y delicias del capitalismo industrial reinó sin muchas fisuras hasta mediados del XX. En la actualidad varios factores constitutivos de ese régimen han cambiado. Se trata de un proceso que aún está en pleno desarrollo. Deleuze en Sibilia: Las redes de poder fueron adensando su trama en los últimos tiempos, delatando una intensificación y sofisticación de los dispositivos desarrollados en las sociedades industriales. Ahora, pulverizadas en redes flexibles y fluctuantes, las relaciones de poder están irrigadas por las innovaciones tecno-científicas y tienden a envolver todo el cuerpo social sin dejar prácticamente nada fuera de control. La empresa “es un alma, un gas”, lo cual es sin duda la noticia más terrorífica del mundo. En el nuevo capitalismo de superproducción y marketing saberes y poderes se entrelazan íntimamente con toda una serie de prácticas, discursos y placeres que refuerzan tanto su eficacia como su legitimidad socio-política. ANTES AHORA Viejos mecanismos de poder: dominio centralizador de los Estados nacionales e instituciones de encierro Nueva gama de tendencias asociadas al nuevo régimen. Descentralización, privatización, virtualización, globalización. Se esparce el modelo de la empresa, papel fundamental en la construcción biopolítica de los cuerpos y modos de ser. Desplega su accionar sobre toda la superficie del planeta y todas las instituciones. Realizan funciones que antes pertenecían exclusivamente al área pública Biopoder en instituciones y áreas específicas Los tentáculos se amplían y las traspasan, se extienden por todos los espacios, durante toda la vida. Relajamiento de los lazos con las instituciones públicas y gubernamentales que constituían los principales vehículos de las estrategias biopolíticas en la sociedad industrial. Institución omnipresente: el mercado. Soporte que canaliza el control disperso y total. Biopolíticas apuntan a los ciudadanos de Estado. Interés del nuevo capitalismo en producir sujetos consumidores. Ya no están distribuidos en poblaciones nacionales o censos demográficos, sino segmentados en términos mercadotécnicos. Sujetos consumidores virtualmente enfermos. Surge la figura del portador asintomático Demanda de mano de obra obrera El trabajo se ha vuelto cada vez menos mecánico y más informatizado, dependiente de las tecnologías digitales de base inmaterial. Cuerpos adiestrados de la era industrial Almas capacitadas con cualidades volátiles como creatividad, inteligencia, flexibles habilidades comunicativas Instituciones capaces de modificar las esencias orgánicas, alterando los códigos de la vida y reprogramando los destinos biológicos individuales o de la especie. Posibilidad técnica y política de generar algo vivo. TECNOCIENCIA:hoy se intensifica la voluntad de aumentar, prolongar, multiplicar la vida, desviar, corregir o alterar sus deficiencias. Depende fuertemente del mercado. Los nuevos saberes privatizados y descentralizados venden la promesa de dominar lo imprevisible. Promiscuidad entre el mercado y los laboratorios Derechos de propiedad intelectual: La vida pasó a considerarse como un producto o una mercadería, una inversión humana que se puede negociar. Las diversas formas de vida pueden patentarse, comprarse y venderse en el mercado global. Los seres humanos y sus diversos componentes orgánicos están incluidos en el proceso de privatización total de la vida sobre la Tierra. Maniobra jurídica. La alteración de un ser vivo efectuada en laboratorio se considera un invento Vieja vigilancia disciplinaria. El biopoder interviene directamente sobre el organismo Ampliación de la biopolítica: los análisis genéticos presintomáticos se usan para evaluar a la gente, como una previsión fiable de las potencialidades y riesgos que una persona podría presentar en el futuro. Prevención basada en propensiones, tendencias, riesgos y probabilidades. Tipo de autovigilancia privada: obligación de cada individuo de conocer sus tendencias y administrar sus riesgos La producción biopolítica es siempre “imperfecta”, porque las redes de poder están plagadas de resistencia, insurrecciones y líneas de fuga. El formateo de cuerpos y subjetividades es un proceso constante, una batalla sin fin entre fuerzas divergentes. El biopoder necesita beber constantemente en la fuente de los nuevos saberes y desarrollos tecnológicos. El capitalismo del siglo XXI exhibe una capacidad inaudita de devorar las fuerzas vitales y reciclar las resistencias a toda velocidad, convirtiéndolas en eslóganes publicitarios para venderlas a buen precio en el mercado. El imperativo de la salud: la enfermedad como error en el código y prevención de riesgos Con el firme impacto que une la tecnociencia con el mercado, se configuran y fortalecen nuevas ramas del saber médico. La sangre aparece como el objeto predilecto de los dispositivos de poder en las sociedades de soberanía En la era moderna el sexo destronó a la sangre y asumió el papel principal en la simbología y los rituales biopolíticos. A través de él se busca la identidad, la esencia de las almas y los cuerpos Emerge una mística ligada a los genes, que parece capaz de convertir a esos componentes moleculares de los organismos humanos en los nuevos protagonistas del biopoder. Ahora toda la verdad está inscripta y puede ser descifrada en el código genético El pasaje del sexo a los genes se expresa en el debilitamiento del psicoanálisis clásico, a favor de tratamiento ultra rápidos y súper eficaces, basados en la nueva generación de psicofármacos. Se busca eliminar químicamente los problemas y esto suele tener efectos inmediatos en la eliminación de los síntomas. Disminuye así la relevancia de la esfera interior. -Terapia genética de línea germinal: intervención en el embrión, permite eliminar la propensión en las generaciones presentes y futuras. Se diferencia de todos los dispositivos médicos del pasado. Las anormalidades encontradas en el material genético se consideran defectos o errores en la programación, como si fuera un problema informático que puede corregirse con la ayuda de herramientas digitales. -Lenguaje: los antiguos pares de oposiciones dicotómicas (patología-normalidad salud-enfermedad) que conformaron la perspectiva dialéctica se están descomponiendo. Ya no existe una línea divisoria que separe nítidamente ambos términos de esos pares. Donde impera la lógica digital, las variaciones posibles exceden a los dos integrantes del par dialéctico, de modo que en este nuevo régimen las posibilidades combinatorias son infinitas. Se producen importantes redefiniciones de términos como lo normal, saludable, enfermo. La enfermedad también se redefine: es un error probable en la programación que debe ser corregido, para reactivar la salud del alma y el cuerpo. La meta primordial no es sólo la cura sino la prevención de los riesgos detectados en los análisis informatizados. La E se vuelve endémica. No hace falta que se manifieste, ya que se presenta como inherente y constitutiva de la especie humana. Se redefine a los seres humanos como virtualmente enfermos y se apela a ellos como consumidores para ofrecerles la posibilidad de panificar sus vidas potencialmente eternas, administrando constantemente sus riesgos, interviniendo en la fatalidad del código y eliminando el carácter aleatorio del destino. La salud se convierte en un capital que los individuos deben administrar, eligiendo consumos y hábitos de vida, haciendo inversiones convenientes y calibrando los riesgos que éstas pueden implicar. Vinculación concepto foucaultiano de peligrosidad: La esencia de cada ser humano sería un dato estadístico que alude a su nivel de peligrosidad, a su potencial de desvío, a las tendencias y propensiones decada sujeto. Todos los miembros de la especie humana tienen probabilidades de enfermarse y morir, todos poseen errores grabados en sus códigos, están virtualmente enfermos. Por eso todos deben someterse a la economía de los riesgos. He aquí una advertencia de la tecnociencia: aquellos que no logren alcanzar la categoría del posthumano, sellando el pacto de trascendencia con las seductoras promesas y con los arduos imperativos de la tecnociencia contemporánea, estarán condenados a volverse subhumanos. FOUCAULT, Michel “Del poder de soberanía al poder sobre la vida”, 1996 Uno de los fenómenos fundamentales del XIX es aquel mediante el cual el poder se hizo cargo de la vida. Es una toma de poder sobre el hombre en tanto ser viviente. El sujeto es simplemente neutro y sólo gracias al soberano tiene derecho a estar vivo o estar muerto. La vida y la muerte de los sujetos se vuelven derechos sólo por efecto de la voluntad soberana. No existe una simetría real dado que el derecho de matar contiene en sí la esencia misma del derecho de vida y muerte: el soberano ejerce su derecho sobre la vida desde el momento en que puede matar. Si el viejo derecho de soberanía consistía en hacer morir o dejar vivir, el nuevo derecho será el de hacer vivir o dejar morir. Siglos XVII y XVIII. Tecnología disciplinaria del trabajo- Anatomopolítica -Se ve aparecer técnicas de poder centradas especialmente en el cuerpo individual. -Procedimientos mediante los cuales se aseguraba la distribución espacial de los cuerpos individuales y la organización de todo un campo de visibilidad. -A esto se suman todas las técnicas gracias a las cuales se cuidaba a los cuerpos y se procuraba aumentar su fuerza útil a través del trabajo, su adiestramiento. -Toma de poder sobre el cuerpo que se efectuó según la individualización. Mediados XVIII. Tecnología no disciplinaria del poder, centrada sobre la vida – Biopoder -Aparece con el biopoder, un poder continuo, científico: el de hacer vivir. La soberanía hacía morir o dejaba vivir. Ahora en cambio aparece un poder de regulación, consistente en hacer vivir y dejar morir. -Recoge efectos masivos propios de una población específica y trata de controlar la serie de acontecimientos aleatorios que se producen en una masa viviente. -Se aplica a la vida de los hombres, no inviste al hombre-cuerpo sino al hombre viviente, inviste al hombre espíritu. No excluye la técnica disciplinaria, la integra y la modifica. Se coloca en otra escala, tiene otra área de acción y recurre a instrumentos diferentes. Segunda toma de poder que procede de la masificación. -En esta nueva tecnología del poder no se trabaja exactamente ni con la sociedad ni con el individuo-cuerpo. Lo que aparece es un nuevo cuerpo, múltiple, con una cantidad innumerable, sino infinita de cabezas. Noción de población. -La naturaleza de los fenómenos tomados en consideración es colectiva, estos son sólo pertinentes a nivel de la masa. -Nuevos mecanismos instaurados por la bio-política: previsiones, estimaciones estadísticas, medidas globales. No se tratará tanto de modificar un fenómeno particular como intervenir a nivel de las determinaciones de los fenómenos generales. No se toma al individuo en detalle, se actúa por medio de mecanismos globales, para obtener estados totales de equilibrio y regularidad. Se trata de asegurar no tanto su disciplina como su regulación. Tecnología de adiestramiento Tecnología de seguridad Tecnología disciplinaria Tecnología aseguradora y reguladora Cuerpo individualizado como organismo Cuerpo ubicado en procesos biológicos de conjunto Cuerpo-organismo-disciplina-instituciones Población-procesos biológicos-mecanismos reguladores-Estado No se ubican en el mismo nivel. Esto permite que no se excluyan y se articulen Las enfermedades no son consideradas como las causas más frecuentes de decesos, sino como factores permanentes de reducción de fuerzas, energías, disminución del tiempo de trabajo. Son consideradas en términos de costos económicos. Enfermedad como fenómeno relativo a las poblaciones y ya no como muerte que se cierne brutalmente sobre la vida Se examinará ahora los efectos del ambiente geográfico, climático, hidrográfico y los problemas conexos. Se suscitará el problema del ambiente mismo, pero no como ambiente natural, sino como ambiente que tiene efectos de retorno sobre la población. La manifestación más concreta de este poder es el proceso de exclusión progresiva de la muerte. La gran ritualización pública de la muerte desapareció o se fue cancelando. A tal punto se canceló hoy la muerte que ha llegado a ser algo que se esconde. La muerte entendida como fin de la vida es el fin del poder. Se ubica en una relación de exterioridad respecto del poder: es lo que sucede fuera de su capacidad de acción, aquello sobre lo cual no puede actuar sino global o estadísticamente. El poder no dominará la muerte, sino a la mortalidad. La muerte será el momento en que el individuo escapa a este poder, recae sobre sí mismo y se refugia en su parte más privada. El poder no conoce más la muerte y por eso debe abandonarla. ¿Por qué la sexualidad llegó a ser en el XIX un campo de importancia estratégica fundamental? Por un lado, como comportamiento corpóreo, depende de un control disciplinario, individualizante, llevado en forma de vigilancia permanente. Por otro, mediante sus efectos de procreación, se inscribe y adquiere eficacia en amplios procesos biológicos que conciernen a la población. Y en la medida en que la sexualidad se encuentra en el origen de las enfermedades individuales y constituye el núcleo de la degeneración, representará el punto de articulación de lo disciplinario y lo regulador, del cuerpo y de la población. Paradoja del bio-poder: Exceso sobre el derecho soberano. El poder atómico es capaz de suprimir la vida y de suprimirse a sí mismo como poder para asegurar la vida. Eg: bomba atómica. ¿Cómo es posible que un poder político mate y reivindique la muerte? Racismo, calificación de unas razas como buenas y otras como inferiores, separación entre las que deben vivir y las que deben morir. Permite establecer una relación positiva pensando que cuanto más desaparezca esa raza, menos degenerada será la especie. El imperativo de muerte es admisible sólo si se tiende a la victoria no sobre adversarios políticos, sino a la eliminación del peligro biológico y al reforzamiento, directamente ligado con esta eliminación de la especie misma o de la raza. Que quede claro que cuando hablo de homicidio no pienso simplemente en el asesinato directo, sino todo lo que puede ser también muerte indirecta: el hecho de exponer a la muerte o de multiplicar para algunos el riesgo de muerte, o más simplemente la muerte política, la expulsión. Eg 2: Nazismo. Coincidencia convivir biopoder y concepción antigua del soberano
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