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Micrometástasis del Cáncer de Ovario

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ESCUELA DE DOCTORADO
INTERNACIONAL DE LA USC
Gloria
Cordeiro Vidal
Tesis doctoral
Micrometástasis del cáncer de
ovario en el área supracólica
del epiplon mayor: importancia
y análisis de la técnica
quirúrgica de la omentectomía
supracólica. La omentectomía
en España.
Santiago de Compostela, 2022
Programa de doctorado en Investigación Clínica en Medicina
 
TESE DE DOUTORAMENTO
MICROMETÁSTASIS DEL CÁNCER DE OVARIO EN 
EL ÁREA SUPRACÓLICA DEL EPIPLON MAYOR: 
IMPORTANCIA Y ANÁLISIS DE LA TÉCNICA 
QUIRÚRGICA DE LA OMENTECTOMÍA SUPRACÓLICA. 
LA OMENTECTOMÍA EN ESPAÑA
Gloria Cordeiro Vidal
ESCOLA DE DOUTORAMENTO INTERNACIONAL 
DA UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
PROGRAMA DE DOUTORAMENTO EN INVESTIGACIÓN CLÍNICA EN MEDICINA
SANTIAGO DE COMPOSTELA 
2022
 
 
 
 
 DECLARACIÓN DEL AUTOR/A DE LA TESIS 
 
 
 
 
 
 
 
D./Dña. Gloria Cordeiro Vidal 
 
Título de la tesis: 
MICROMETÁSTASIS DEL CÁNCER DE OVARIO EN EL ÁREA 
SUPRACÓLICA DEL EPIPLON MAYOR: IMPORTANCIA Y ANÁLISIS DE 
LA TÉCNICA QUIRÚRGICA DE LA OMENTECTOMÍA SUPRACÓLICA. LA 
OMENTECTOMÍA EN ESPAÑA 
 
Presento mi tesis, siguiendo el procedimiento adecuado al Reglamento y declaro que: 
 
1) La tesis abarca los resultados de la elaboración de mi trabajo. 
2) De ser el caso, en la tesis se hace referencia a las colaboraciones que tuvo este trabajo. 
3) Confirmo que la tesis no incurre en ningún tipo de plagio de otros autores ni de trabajos 
presentados por mí para la obtención de otros títulos. 
4) La tesis es la versión definitiva presentada para su defensa y coincide la versión impresa con la 
presentada en formato electrónico. 
Y me comprometo a presentar el Compromiso Documental de Supervisión en el caso que el original no 
esté depositado en la Escuela. 
 
En Vigo, 13 de marzo de 2022. 
 
Firma electrónica 
 
CORDEIR
O VIDAL 
GLORIA - 
39453883
M
Firmado 
digitalmente 
por CORDEIRO 
VIDAL GLORIA - 
39453883M 
Fecha: 
2022.03.13 
12:00:42 +01'00'
 
13
AGRADECIMIENTOS
Quiero dar mi más sincero agradecimiento a todas las personas que nombro a continuación:
A mi director, el Dr. Alejandro Novo Domínguez, Profesor Ad Honorem y Catedrático 
Jubilado de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), 
por su guía a lo largo de estos años, por toda su ayuda y múltiples enseñanzas.
A mi tutor, el Dr. Manuel Pereiro Ferreirós, director del Departamento de Investigación 
Clínica en Medicina de la USC, por su ayuda y colaboración en la realización de este trabajo.
Al Dr. Denis Querleu, Expresidente de la Sociedad Europea de Ginecología Oncológica 
(ESGO), Profesor Ad Honorem de Ginecología Oncológica en la Universidad de Toulouse, 
Francia, cuya carrera y logros siempre fueron una inspiración y guía en mi trayectoria pro-
fesional. Mi más sincero agradecimiento por dejarme formar parte de su grupo de trabajo en 
Burdeos y abrirme las puertas de la ESGO, lo que marcaría cada uno de los siguientes pasos 
de mi carrera.
Al Dr. Frédéric Guyon, ginecólogo oncólogo en el Institut Bergonié, Centre de Lutte 
Contre le Cancer de Burdeos, Francia, y el mejor cirujano que jamás he conocido. Por todo 
su apoyo profesional y personal. Por mostrarme la importancia de ser fuerte, dentro y fuera 
del quirófano, y a luchar por mis pacientes más allá de los límites establecidos. Sin duda, un 
espejo donde reflejarme y gran responsable de la oncoginecóloga que soy hoy.
Gracias a todo el equipo del Insitituto Bergonié, especialmente a Sabrina Croce y a Gui-
llaume Babin sin los que el proyecto “Gloriapath” no hubiese sido posible.
Gracias a todos los compañeros por su ayuda desinteresada respondiendo la encuesta 
enviada a los miembros de la Sección de Oncología Ginecológica y Patología Mamaria de la 
SEGO.
A todas y cada una de mis pacientes porque ellas son las verdaderas guerreras en esta 
batalla.
A mi padre, por ser mi máximo ejemplo en la vida de esfuerzo y trabajo. Esta tesis se la 
debo a él y a su siempre cariñosa insistencia. A mi madre y a mi hermana por su apoyo y amor 
incondicional. Gracias por creer en mi e impulsarme siempre
A mi marido, por hacer que juntos siempre sumemos y ser imprescindible en el logro de 
mis metas profesionales. Por ayudarme en todo lo posible e incluso más.
A mis hijos, Gala y Guille, por ser el mayor tesoro de mi vida.
 
15
CONFLICTOS DE INTERÉS
La doctoranda declara no tener ningún conflicto de interés en relación con esta Tesis Doctoral.
 
17
ÍNDICE
1. RESUMEN 19
1.1 Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.2 Resumo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
1.3 Abstract . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
2. SIGLAS EMPLEADAS 29
3. LISTA DE TABLAS 33
4. LISTA DE FIGURAS 37
5. INTRODUCCIÓN 41
5.1 Generalidades y clasificación por estadíos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
5.2 Historia de la omentectomía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
5.3 Tratamiento del cáncer de ovario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
5.3.1 Tratamiento del cáncer de ovario en estadíos I-II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
5.3.2 Tratamiento del cáncer de ovario en estadíos III-IV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
6. OBJETIVOS 63
7. MATERIAL Y MÉTODOS 67
8. RESULTADOS 79
8.1 Análisis de las pacientes con diagnostico de carcinoma epitelial seroso en estadío 
avanzado de la clasificación FIGO (estadíos III-IV) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
8.2 Análisis de las pacientes con diagnostico de cáncer epitelial NO seroso en estadío 
avanzado de la clasificación FIGO (estadíos III-IV) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
8.3 Análisis de las pacientes con diagnostico de carcinoma epitelial en estadío inicial de la 
clasificación FIGO (estadíos I-II) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
8.4 Análisis de las pacientes con diagnostico de tumor seroso borderline en estadío 
avanzado (FIGO III-IV) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
8.5 Análisis del total de las pacientes estudiadas (n=34) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
8.6 Resultados de la encuesta realizada a los ginecólogos oncólogos españoles . . . . . . . . . . . . . . . 92
9. DISCUSIÓN 99
9.1 Cáncer de ovario estadíos I-II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
9.2 Cáncer de ovario estadíos III-IV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
10. CONCLUSIONES 107
10.1 Conclusiones de nuestro estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
10.2 Conclusiones de la encuesta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
10.1 Conclusions of our study . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
10.2 Survey conclusions . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
11. BIBLIOGRAFÍA 113
12. PUBLICACIÓN 129
12.1 Relación de publicaciones que aportan contenidos a la tesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
12.2 Autorización coautores . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
1. RESUMEN
21
1. RESUMEN
1.1 Resumen 
Introducción
El cáncer de ovario es el tumor ginecológico con mayor letalidad; la mayoría de los casos se 
diagnostican en estadíos avanzados, siendo la cirugía y la quimioterapia los pilares del trata-
miento. El factor predictivo más importante de la supervivencia en estadíos avanzados es el vo-
lumen de enfermedad residual después de la cirugía de citorreducción. La omentectomía forma 
parte de la cirugía del cáncer de ovario debido a su frecuente afectación tumoral, sin embargo, 
existe una evidencia limitada de que una omentectomía supra e infracólica, con el objetivo de 
eliminar la enfermedad oculta en el omento infragástrico, beneficie a las pacientes.
Objetivos
Analizar la enfermedad microscópica presente en el área supracólica del epiplon mayor en 
pacientes con cáncer epitelial de ovario de estadío avanzado demostrando la necesidad de 
realizar una omentectomía total, supracólica e infracólica, incluyendo la arcada perigástrica 
vascular.
Se describe la técnica quirúrgica de la omentectomía en España presentando los resulta-
dos de una encuesta a los ginecólogos oncólogos de nuestro país.
Material y Métodos
En el Instituto Bergonié, Centro de Lucha Contra el Cáncer de Burdeos, Francia, se realizó 
un estudio prospectivo de la evaluación del área perigástrica del epiplon de 57 pacientes con 
un cáncer epitelial de ovario, entre los meses de febrero y septiembre de 2015. Los tumores 
no epiteliales y las recidivas fueron excluidos del estudio, obteniendo un total de 34 pacientes 
incluidas en el análisis. Posteriormente, se comprobó en septiembre de 2017 el estado de las 
pacientes.
Todas las pacientes fueron operadas realizando como parte del procedimiento quirúrgico 
una omentectomía infra y supracólica incluyendo los vasos gastroepiploicos. El área perigás-
trica del epiplon se incluyó en el estudio anatomopatológico, realizando una media de 24 blo-
ques histológicos por paciente. La enfermedad macroscópicamente no visible fue analizada, 
Gloria Cordeiro Vidal
22
describiendo las adenopatías tumorales, los implantes microscópicos de menos de 2 mm y los 
implantes milimétricos que no fueron apreciados durante la intervención.
En la segunda parte del estudio se realizó una encuesta anónima a los ginecólogos oncó-
logos españoles, cuyo objetivo era conocer la situación actual a nivel nacional del tratamiento 
quirúrgico de los tumores borderline y del cáncer de ovario.
Las preguntas formuladas fueron en relación al perfil profesional y aspectos sobre el ma-
nejo de la enfermedad, profundizando en la realización de la omentectomía.
Resultados
Casi la mitad de las pacientes analizadas (47,05%) presentaron enfermedad microscópica en 
el área perigástrica del epiplon, correspondiendo todas ellas a estadíos avanzados de cánce-
res de ovario epiteliales (de alto y bajo grado). Se encontraron adenopatías tumorales en el 
14,7% de las pacientes, implantes microscópicos en el 17,6% e implantes milimétricos desa-
percibidos por el cirujano en el 17,6% de los casos.
La complicación más frecuente durante la primera semana de postoperatorio fue la pre-
sencia de náuseas y vómitos con recuperación espontánea.
Tras 31 meses de seguimiento desde la cirugía, el 57,6% de las pacientes con cáncer 
epitelial ovárico de estadío avanzado, el 80% de las pacientes con cáncer epitelial en estadío 
inicial y el 100% de las pacientes con un tumor borderline en estadío avanzado, seguían en 
remisión completa de la enfermedad tras el tratamiento realizado.
Analizando la situación del tratamiento quirúrgico del cáncer de ovario en España, la ma-
yoría de los encuestados realizaban una omentectomía infracólica en los cánceres de ovario 
de estadío inicial; el estadiaje del epiplon forma parte de la rutina quirúrgica en la cirugía de 
los tumores borderline de ovario. En cuanto a la cirugía de los estadíos avanzados, la mayor 
parte de los encuestados realizaban una omentectomía supra e infracólica tanto en las cirugías 
de citorreducción primaria como en las cirugías de intervalo.
Conclusiones
En este estudio hemos encontrado evidencia de la presencia, en más de la mitad de las pa-
cientes, de micrometástasis en el área perigástrica del omento supracólico en los carcinomas 
epiteliales serosos y no serosos de estadío avanzado, principalmente si existe afectación tu-
moral macroscópica del epiplon distal. El impacto de este hallazgo en la supervivencia global 
de las pacientes sigue siendo una incógnita.
1. Resumen
23
Del total de las pacientes, el 17,6% presentaban nódulos tumorales milimétricos en la 
arcada perigástrica del epiplon no identificados durante la inspección de la cavidad abdomi-
nal. Por lo tanto, si no se hubiese realizado una omentectomía total no se habría conseguido 
una citorreducción completa, de ahí la importancia de una minuciosa inspección del epiplón 
previa a la cirugía.
En cuanto a la técnica quirúrgica, la mayor parte de los ginecólogos oncólogos de nuestro 
país realizan una omentectomía infra y supracólica en los estadíos avanzados de cáncer de 
ovario.
Gloria Cordeiro Vidal
24
1.2 Resumo
Introdución 
O cancro de ovario é o tumor xinecolóxico máis letal; a maioría dos casos diagnostícanse en 
fases avanzadas, sendo a ciruxía e a quimioterapia os pilares principais do tratamento. O pre-
dictor máis importante da supervivencia en estadíos avanzados é o volume de enfermidade 
residual despois da ciruxía de citorreducción. A omentectomía forma parte da ciruxía do can-
cro de ovario debido á súa frecuente afectación tumoral, sen embargo hai poucas evidencias 
de que a omentectomía supra e infracólica, co obxectivo de eliminar a enfermidade oculta no 
omento infragástrico, beneficia ás pacientes. Presentamos os resultados dun estudo que avalía 
a distribución da enfermidade microscópica na área perigástrica en pacientes con tumores 
ováricos epiteliais. Tamén se describe a técnica cirúrxica da omentectomía en España e pre-
séntanse os resultados dunha enquisa a xinecólogos oncólogos do noso país.
Obxectivos:
Analizar a enfermidade microscópica presente na área supracólica do omento maior en pa-
cientes con cancro de ovario epitelial en estadio avanzado, demostrando a necesidade de 
realizar unha omentectomía total, supracólica e infracólica, incluíndo o arco perigástrico 
vascular.
Descríbese a técnica cirúrxica da omentectomía en España, presentando os resultados 
dunha enquisa a xinecólogos oncólogos do noso país.
Material e métodos 
No Instituto Bergonié, Centro de Loita contra o Cancro en Burdeos, Francia, realizouse un 
estudo prospectivo para avaliar a área perigástrica do omento de 57 pacientes con cancro de 
ovario epitelial, entre os meses de febreiro e setembro de 2015. Os tumores non epiteliais e 
as recidivas foron excluídos do estudo, obtendo un total de 34 pacientes incluídas na análise. 
Posteriormente, o estado das pacientes verificouse en setembro de 2017. Tódalas pacientes 
foron operadas, realizando unha omentectomía infra e supracólica, incluíndo os vasos gas-
troepiploicos como parte do procedemento cirúrxico. A área perigástrica do omento incluíuse 
no estudo patolóxico, realizando unha media de 24 bloques histolóxicos. Analizouse a enfer-
midade que pasou desapercibida para o ollo do ciruxián, describindo adenopatías tumorais, 
implantes microscópicos de menos de 2 mm e implantes milimétricos que non se apreciaron 
durante a intervención. Na segunda parte do estudo realizouse unha enquisa anónima entre 
1. Resumen
25
xinecólogos oncólogos españois cuxo obxectivo era coñecer a situación actual a nivel nacio-
nal do tratamento cirúrxico dos tumores borderline e do cancro de ovario. As preguntas rea-
lizadas estiveron en relación co perfil profesional e cos aspectos do manexo da enfermidade, 
afondando na realización da omentectomía.
Resultados 
Case a metade (47,05%) dos pacientes analizados presentaronenfermidade microscópica na 
área perigástrica do omento, todos eles correspondentes a estadíos avanzados de cancro de 
ovario epitelial (alto e baixo grao). Atopáronse adenopatías tumorais no 14,7% das pacientes, 
implantes microscópicos no 17,6% e implantes milimétricos desapercibidos polo cirurxián 
no 17,6% dos casos. A complicación máis frecuente durante a primeira semana postoperato-
ria foi a presenza de náuseas e vómitos con recuperación espontánea. Despois de 31 meses de 
seguimento desde a cirurxía: o 57,6% das pacientes con cancro de ovario epitelial en estadío 
avanzado, o 80% das pacientes con cancro epitelial en estadío inicial e o 100% das pacientes 
con tumor borderline en estadío avanzado, continuaron en remisión completa da enfermidade.
Analizando a situación do tratamento cirúrxico do cancro de ovario en España: a maio-
ría dos enquisados realizaron unha omentectomía infracólica en cancros de ovario en fase 
inicial; a estadificación do omento forma parte da rutina cirúrxica na cirurxía de tumores de 
ovario límite; e en canto á cirurxía en estadíos avanzados, a maioría dos enquisados reali-
zaron unha omentectomía supra e infracólica tanto en cirurxías primarias de citorreducción 
como en cirurxías de intervalo.
Conclusións
Neste estudo atopamos evidencia da presenza, en máis da metade das pacientes, de micro-
metástases na área perigástrica do epiplon supracólico, en carcinomas epiteliais serosos e 
non serosos en estadío avanzado, principalmente se hai afectación tumoral macroscópica do 
omento distal. O impacto deste achado na supervivencia global das pacientes segue sendo 
descoñecido. De tódalas pacientes, o 17,6% tiña nódulos tumorais milimétricos no arco peri-
gástrico do omento que non foron identificados durante a inspección da cavidade abdominal. 
Polo tanto, se non se realizase unha omentectomía total, non se tería conseguido unha citro-
rreducción completa, por este motivo é tan importante realizar unha inspección minuciosa 
antes da cirurxía.
En canto á técnica cirúrxica, a maioría dos xinecolóxicos oncólogos do noso país reali-
zan omentectomías infra e supracólicas en estadíos avanzados de cancro de ovario.
Gloria Cordeiro Vidal
26
1.3 AbstRAct 
Introduction 
Ovarian cancer is the most lethal gynecological tumor; most cases are diagnosed in advanced 
stages, with surgery and chemotherapy being the mainstay of treatment. The most important 
predictor of survival in advanced stages is the volume of residual disease after debulking 
surgery. Omentectomy is a part of ovarian cancer surgery due to its frequent tumor involve-
ment, however there is limited evidence that supra and infracolic omentectomy, with the aim 
of eliminating the hidden disease in the infragastric omentum, benefits patients. We present 
the results of a study evaluating the distribution of microscopic disease in the perigastric area 
in patients with epithelial ovarian tumors. The surgical technique of omentectomy in Spain 
is also described and the results of a survey of gynecologist oncologists in our country are 
presented.
Objectives
To analyze the microscopic disease present in the supracholic area of the greater omentum in 
patients with advanced stage epithelial ovarian cancer, demonstrating the need to perform a 
total, supracholic and infracolic omentectomy, including the vascular perigastric arcade.
The surgical technique of omentectomy in Spain is described, presenting the results of a 
survey to the gynecologist oncologists in our country.
Material and methods 
At the Bergonié Institute, Bordeaux Cancer Center, France, a prospective study was con-
ducted to evaluate the perigastric area of the omentum of 57 patients with epithelial ovarian 
cancer between the months of February and September 2015. The non-epithelial tumors and 
recurrences were excluded from the study, obtaining a total of 34 patients included in the 
analysis. Subsequently, the status of the patients was verified in September 2017. All patients 
underwent surgery, performing infra and supracolic omentectomy including the gastroepiplo-
ic vessels as part of the surgical procedure. The perigastric area of the omentum was included 
in the pathological study, performing an average of 24 histological blocks. The disease that 
went unnoticed by the surgeon’s eye was analyzed, describing tumor adenopathies, micro-
scopic implants of less than 2 mm and millimeter implants that were not appreciated during 
the intervention. In the second part of the study, an anonymous survey was conducted among 
Spanish gynecologist oncologists whose objective was to know the current situation of the 
1. Resumen
27
surgical treatment of borderline tumors and ovarian cancer in Spain. The questions asked 
were in relation to the professional profile and the management of the disease and the omen-
tectomy technique.
Results 
Almost half (47.05%) of the patients analyzed presented microscopic disease in the perigas-
tric area of the omentum, all of them corresponding to advanced stages of epithelial ovarian 
cancers (high and low grade). Tumor adenopathies were found in 14.7% of the patients, 
microscopic implants in 17.6% and millimeter implants unnoticed by the surgeon in 17.6% 
of the cases. The most frequent complication during the first postoperative week was the pre-
sence of nausea and vomiting with spontaneous recovery. After 31 months of follow-up since 
surgery: 57.6% of patients with advanced stage epithelial ovarian cancer, 80% of patients 
with early-stage epithelial cancer and 100% of patients with borderline tumor in advanced 
stage, they continued in complete remission of the disease after the treatment was carried out.
Analyzing the situation of the surgical treatment of ovarian cancer in Spain, the majority 
of the gynecologist oncologists performed an infracolic omentectomy in early-stage ovarian 
cancers. The staging of the omentum is a part of the surgical routine in the surgery of border-
line ovarian tumors. Regarding surgery in advanced stages, the majority of the gynecologists 
oncologists performed supra and infracolic omentectomy in both primary debulking surgeries 
and in interval debulking surgeries
Conclusions 
In this study, we have found evidence of the presence, in more than half of the patients, of 
micrometastases in the perigastric area of a supracolic omentum, in advanced-stage serous 
and non-serous epithelial carcinomas, mainly if there is macroscopic tumor involvement of 
the distal omentum. The impact of this finding on the overall survival of patients remains 
unknown. Of all the patients, 17.6% had millimeter tumor nodules in the perigastric arcade 
of the omentum that were not identified during the inspection of the abdominal cavity. The-
refore, if a total omentectomy had not been performed, a complete debulking would not have 
been achieved, hence the importance of a thorough inspection prior to surgery. Regarding 
the surgical technique, most of the gynecologist oncologists in our country perform infra and 
supracolic omentectomy in the advanced stages of ovarian cancer
2. SIGLAS 
EMPLEADAS
31
2. SIGLAS EMPLEADAS
ADN Ácido desoxirribonucleico
AGO The Arbeitsgemeinschaft Gynaekologische Onkologie (Grupo de Investigación en On-
cología Ginecológica de la Sociedad Alemana del Cáncer).
AOEC Advanced Ovarian Epithelial Cancer (Cáncer epitelial ovárico avanzado)
ASA American Society of Anesthesiologists (Sociedad de Anestesiología Americana) 
ASCO American Society of Clinical Oncology (Sociedad Americana de Oncología Médica)
BRCA1 Breast Cancer Type 1 susceptibility protein
BRCA2 Breast Cancer Type 2 susceptibility protein
CIRS- G Cumulative Illness Rating Scale-Geriatric (Puntuación Acumulativa de Enfermedad en 
Geriatría)
CRS Cytorreductive Surgery (Cirugía de citorreducción)
ERAS Enhanced Recovery After Surgery (Recuperación Intensificada tras Cirugía)
ESGO European Society of Gynaecological Oncology (Sociedad Europea de Ginecología On-
cológica)ESMO European Society for Medical Oncology (Sociedad Europea de Oncología Médica)
FIGO Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia
HE4 Human Epididymis Protein 4
HGSC High Grade Serous Carcinoma (Carcinoma seroso de alto grado)
IRM Imagen por Resonancia Magnética
LION Lymphadenectomy In Ovarian Neoplasms
LGSC Low Grade Serous Carcinoma (Carcinoma seroso de bajo grado)
NACT Neoadjuvant chemotherapy (Quimioterapia neoadyuvante)
NCI National Cancer Institute (Instituto Nacional del Cáncer)
PCI Peritoneal Cancer Index (Índice de Carcinomatosis Peritoneal)
PDS Primary Debulking Surgery (Cirugía de citorreducción primaria)
PET Positron emission tomography (Tomografía por emisión de positrones)
SEGO Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia
SEOM Sociedad Española de Oncología Médica
SG Supervivencia Global
SLP Supervivencia libre de progresión
STIC Serous tubal intraepithelial carcinoma (Carcinoma intraepitelial seroso tubárico)
TC Tomografía Axial Computarizada
https://www.mdcalc.com/cumulative-illness-rating-scale-geriatric-cirs-g
https://www.mdcalc.com/cumulative-illness-rating-scale-geriatric-cirs-g
3. LISTA DE 
TABLAS
35
3. LISTA DE TABLAS
Tabla 1. Estadificación del cáncer de ovario según la FIGO 2014 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Tabla 2: Clasificación de Clavien-Dindo para las complicaciones quirúrgicas. . . . . . . . . . . . . . . 74
Tabla 3: Análisis de las características y los resultados de 24 pacientes con carcinoma epitelial 
seroso en estadío avanzado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Tabla 4: Complicaciones intraoperatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Tabla 5: Complicaciones digestivas durante el postoperatorio inmediato: . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Tabla 6: Complicaciones postquirúrgicas según la clasificación Clavien-Dindo . . . . . . . . . . . . . 85
Tabla 7: Análisis de 3 pacientes con carcinoma epitelial NO seroso en estadío avanzado . . . . . . . 86
Tabla 8: Análisis de 5 pacientes con carcinoma epitelial en estadío inicial de la clasifica-
ción FIGO (estadíos I-II) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
Tabla 9: Análisis de 2 pacientes con: tumor seroso borderline en estadío avanzado (FIGO III-
IV) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
4. LISTA DE 
FIGURAS
39
4. LISTA DE FIGURAS
Figura 1: El epiplon mayor desciende desde la curvatura mayor del estómago, recubre 
el intestino delgado y se fusiona con el peritoneo de la cara anterior del colon trans-
verso. Netter illustration used with permission of Elsevier Inc.All rights reserved. 
www.netterimages.com . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Figura 2: Índice de Carcinomatosis Peritoneal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Figura 3: Omento marcado para estudio histológico, delimitado con 1 hilo en el extremo 
derecho del epiplon y 2 hilos en el extremo izquierdo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
Figura 4: Omento marcado para estudio histológico delimitado con 1 hilo en el extremo 
derecho del epiplon, 2 hilos en el extremo izquierdo y 4 hilos en el extremo distal. . . . 71
Figura 5: Pieza de omentectomía teñida para estudio histológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
Figura 6: Imagen macroscópica del epiplón con el bazo, se observa una línea de separa-
ción del territorio de inclusión gastroepiploico para el análisis histológico de aproxi-
madamente 2,5 cm desde el margen superior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Figura 7: Enfermedad macroscópicamente no visible: se consideró enfermedad imper-
ceptible a las adenopatías tumorales macroscópicamente normales, a los implantes 
tumorales microscópicos (tamaño entre 0,2 y 2 mm) y a los implantes milimétricos de 
más de 2 mm, que pasaron desapercibidos por el ojo del cirujano. . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Figura 8: Total de pacientes con tumor epitelial de ovario estudiadas. Se indica el estadío 
al diagnóstico, el tipo histológico y si tenían enfermedad tumoral imperceptible en la 
arcada gastroepiploica del epiplon supracólico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Figura 9: Lugar de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Figura 10: Número de cirugías de cáncer de ovario/año que realiza en su centro. . . . . . . . . 93
Figura 11: ¿Quién realiza la cirugía de cáncer de ovario en su centro? . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Figura 12: ¿Realizan los siguientes procedimientos? (posibilidad de respuesta múltiple) . . 94
Figura 13: En relación a las pacientes con un carcinoma de ovario estadío III-IV que se 
someten a una cirugía de citorreducción primaria: ¿qué tipo de omentectomía realiza? 95
Figura 14: En relación a las pacientes con un carcinoma de ovario estadío III-IV que 
se someten a una cirugía de intervalo tras quimioterapia neoadyuvante: ¿qué tipo de 
omentectomía realiza? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Figura 15: La omentectomía comprende los vasos gastroepiploicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Figura 16: ¿Cuáles cree que son los mecanismos por los que se producen recidivas en el 
cáncer de ovario tratado con cirugía de citorreducción y quimioterapia? (Posibilidad 
de respuesta múltiple) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
5. INTRODUCCIÓN
43
5. INTRODUCCIÓN
5.1 GeneRAlidAdes y clAsificAción poR estAdíos
El cáncer de ovario es el cáncer ginecológico con mayor mortalidad. Según la Sociedad Ame-
ricana del Cáncer la incidencia mundial de esta patología oncológica fue en 2014 de 239.000 
casos, con una mortalidad global de 152.000 casos (1). En España 3.300 casos son diagnosti-
cados cada año, representando el 5% de los tumores de la mujer (2). Según los datos ofreci-
dos por el Informe de la SEOM sobre las cifras del cáncer en España 2021, la estimación de 
nuevos casos de cáncer de ovario en nuestro país para el año 2021 es de 3.659 casos, lo que 
lo posiciona como el octavo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres (3).
 El 95% de los cánceres primarios de ovario proceden de células epiteliales y el resto 
derivan de células germinales o de cordones sexuales. Dentro de los tumores epiteliales, el 
subtipo seroso (75% de los tumores epiteliales) es el más frecuente y se comporta de manera 
clínica e histológica similar al cáncer de trompa de Falopio y peritoneo, por lo que pueden ser 
considerados como una sola entidad (4).
Otros subtipos histológicos son el cáncer endometrioide, el de células claras y el muci-
noso (5), que se comportan de forma distinta, tanto en frecuencia como en conducta y poseen 
diferentes subtipos moleculares. La identificación de nuevas dianas y la personalización de 
las terapias permitirá una individualización del tratamiento para nuestras pacientes.
La identificación de lesiones precursoras (STIC) dentro de las fimbrias de las trompas de 
Falopio abre nuevas vías de prevención en la población general, mediante la salpinguectomía 
bilateral en pacientes que se someten a una cirugía pélvica por otra indicación como la histe-
rectomía por patología benigna y la esterilización tubárica (6,7).
El factor predictivo más importante de la supervivencia en estadíos avanzados (estadíos 
III y IV) es el volumen de enfermedad residual después de la cirugía de citorreducción por 
lo que se ha demostrado que la supervivencia es inversamente proporcional a la cantidad de 
tejido tumoral restante. Enconsecuencia, la resección completa sin enfermedad macroscó-
pica residual visible, se recomienda en el tratamiento quirúrgico del cáncer epitelial ovárico 
avanzado (AOEC) (8).
Aunque las tasas de supervivencia a 5 años han ido en aumento y las de mortalidad en 
descenso desde1975, todavía sigue siendo uno de los cánceres más letales por lo que se debe 
seguir trabajando para aumentar la supervivencia de las pacientes.
Gloria Cordeiro Vidal
44
Existen factores incontrolables como el estadío y el grado de diferenciación del tumor, 
pero hay otros factores modificables, como la prevención, el diagnóstico precoz o el trata-
miento, sobre los que se debe centrar nuestra actuación (9).
Los tumores epiteliales de ovario de bajo potencial de malignidad, representan el 15% 
de todas las neoplasias ováricas primarias. Presentan un comportamiento intermedio entre los 
cistoadenomas benignos y los carcinomas invasivos, aunque pueden tener diseminación in-
traperitoneal. Se han denominado con diferentes términos, tales como: tumores proliferativos 
atípicos, de bajo potencial maligno y borderline. Ésta última es la designación más utilizada 
y ha sido adoptada en la clasificación de la Organización Mundial de la Salud. Al igual que 
en el carcinoma epitelial de ovario, existen diferentes histologías, la mayoría de los casos son 
serosos o mucinosos y aunque más infrecuentes existen tumores borderline endometrioides, 
de células claras o de células de Brenner (10).
Más del 80% de los tumores epiteliales se producen en la menopausia, con un pico de 
incidencia a los 62 años, siendo antes de los 45 años un tumor infrecuente. En función de la 
edad es más frecuente un determinado tipo histológico, así por ejemplo en menores de 20 años 
predominan los tumores de células germinales, entre 30 y 40 los borderline y en mayores de 
50 los tumores epiteliales invasivos (4).
La mayoría de las mujeres con cáncer epitelial de ovario tienen síntomas pélvicos o abdo-
minales antes de su diagnóstico, aunque muchas veces inespecíficos (11). El cáncer de ovario 
avanzado típicamente se presenta con distensión abdominal, náuseas, anorexia o saciedad 
temprana causados por la presencia de ascitis y/o metástasis intestinales. La disnea se presen-
ta ocasionalmente debido a un derrame pleural. Sin embargo, los estudios han encontrado que 
los síntomas se producen en muchas mujeres, incluso en las primeras etapas de la enfermedad 
(12–14). La detección precoz como método de reducción de la mortalidad se ha intentado 
con la combinación de la ecografía transvaginal y la determinación en sangre de marcadores 
tumorales bioquímicos, principalmente el CA 12.5 (12). El marcador tumoral HE4, comple-
mentario al CA12.5 en el diagnóstico de cáncer de ovario, aumenta la sensibilidad y especifi-
cidad en el diagnóstico de estos tumores (15).
Se han realizado muchos trabajos de investigación sobre el diagnóstico precoz sin em-
bargo en la actualidad no existe un cribado eficaz para disminuir el riesgo en la población 
general (16).
La etiología exacta del cáncer de ovario no está clara, hay muchos factores de riesgo epi-
demiológico que pueden tener una implicación variable:
5. InTRODuCCIÓn
45
• Edad: el cáncer de ovario se puede presentar en cualquier etapa de la vida, pero 
los tipos histológicos difieren según la edad. Aproximadamente El 81% de las 
pacientes con cáncer epitelial tienen más de 50 años.
• Distribución geográfica: la incidencia es mayor en Norte América y Europa lo que 
podría estar relacionado con la predisposición genética o la exposición a factores 
medioambientales como la dieta entre otros.
• La exposición a agentes tóxicos proinflamatorios: como el polvo de talco (17) que 
es por otra parte discutido en la literatura siendo un factor de riesgo no conclu-
yente (18). El tabaco se ha descrito como factor de riesgo para cáncer de ovario 
mucinoso pero no otros tipos de cáncer epitelial (19). Un metaanálisis de 18 es-
tudios de cohortes encontró que la exposición al asbesto se asoció con un mayor 
riesgo de muerte por cáncer epitelial de ovario (20).
• Los factores de riesgo reproductivos y hormonales: las nulíparas tienen el doble 
de posibilidades de desarrollar la enfermedad. Por otro lado, el primer embarazo 
a una edad temprana, la menopausia precoz y el uso de anticonceptivos orales se 
han asociado a un menor riesgo de desarrollarla. La terapia hormonal sustitutiva 
a largo plazo podría aumentar el riesgo de cáncer de ovario y el papel de los in-
ductores de la ovulación es controvertido.
Por otro lado, las pacientes sometidas a una histerectomía con salpinguectomía bilateral 
tienen un menor riesgo de desarrollar la enfermedad y la cirugía profiláctica con ooforecto-
mía bilateral tiene un papel protector ante el desarrollo de la neoplasia (4).
• Historia familiar de cáncer de ovario: es uno de los factores de riesgo principales. 
Las mujeres con antecedentes familiares de primer grado tienen entre 3 y 7 veces 
más riesgo de desarrollar cáncer de ovario a lo largo de la vida que las mujeres sin 
ese antecedente, especialmente si son varios los familiares afectos (21).
La mayoría de las neoplasias son esporádicas, pero se estima que aproximadamente hasta 
el 18% de los cánceres de ovario pueden tener una predisposición genética (22). En su ma-
yoría relacionados con mutaciones en los genes BRCA 1 (20-50% de riesgo de desarrollar 
cáncer de ovario) y BRCA2 (10-20% de riesgo de desarrollar cáncer de ovario), ambas muta-
ciones tienen una mayor predisposición a padecer cáncer epitelial seroso de alto grado. Estas 
pacientes tienen riesgo de padecer la enfermedad a una edad más temprana que los cánceres 
esporádicos.
Gloria Cordeiro Vidal
46
El cáncer de ovario en pacientes con una mutación de la línea germinal BRCA1 o BRCA2 
se asocia con varias características clínicas, incluida una mayor probabilidad de sensibilidad 
al platino y una mejor supervivencia en comparación con aquellas con cáncer de ovario no 
relacionado con BRCA. Además, los inhibidores de la polimerasa han mostrado una buena 
respuesta clínica en este grupo de pacientes (23)
El síndrome de Lynch está asociado con varios cánceres además del cáncer de colon, 
tales como los de endometrio (ocurre hasta en un 70%), ovario, urogenital y otros primarios 
gastrointestinales. El riesgo de padecer cáncer de ovario a lo largo de la vida en pacientes con 
síndrome de Lynch es de hasta el 20% en comparación con aproximadamente el 1,5 por ciento 
en la población general. Las pacientes con síndrome de Lynch representan el 1% de los cán-
ceres de ovario y desarrollan cáncer de ovario a una edad más joven que otras pacientes (5).
Los avances en las tecnologías de secuenciación genética han permitido la determi-
nación de otros genes asociados al riesgo de cáncer ovárico (genes RAD51C, RAD51D, 
BARD1, PALB2, BRIP1) (24,25), sin embargo todavía no se han desarrollado estrategias 
dirigidas a estas mutaciones (22). El riesgo acumulado de desarrollar cáncer de ovario en 
mutaciones BRIP1 es aproximadamente del 5,8% y en RAD51C y RAD51D es de 5,2 y 
12% respectivamente (5).
La identificación de las mujeres con alto riesgo de padecer cáncer de ovario puede ayudar 
a seleccionar a las pacientes que podrían beneficiarse del cribado y de las diferentes estrategias 
terapéuticas, siendo la salpingo-ooforectomía bilateral la medida más eficaz de prevención.
Las recomendaciones de prevención de riesgo de desarrollar un cáncer de ovario para 
pacientes con mutaciones en los genes de moderada, baja e incierta penetrancia siguen evo-
lucionando, y es importante individualizar cada caso (26), ya que hasta el momento no existe 
un cribado eficaz para disminuir el riesgo en la población general (4).
El cáncer de ovario no se puede considerar una entidad única, sino que existen diferentes 
tipos histológicos con una epidemiología diferente y distintos factores de riesgo genético así 
como lesiones precursoras, vías de diseminación, biología molecular,respuesta al tratamiento 
y pronóstico. El futuro del cáncer de ovario se encamina hacia el desarrollo de nuevas terapias 
moleculares, por lo que será fundamental conocer cada subtipo histológico y la respuesta a los 
tratamientos de cada uno de ellos.
Existen varios subtipos de cáncer epitelial de ovario que se denominan: carcinoma se-
roso de alto (70-80%) y de bajo grado (<5%), carcinoma endometrioide (10%), carcinoma 
de células claras (10%), carcinoma mucinoso (3%) y carcinoma indiferenciado. El grado de 
diferenciación histológico se determina por la apariencia de las células. Aquellas con aparien-
5. InTRODuCCIÓn
47
cia más madura con formación de estructuras glandulares son las de los tumores bien dife-
renciados, mientras que las células de aspecto más agresivo y menos diferenciadas son las de 
los tumores de alto grado o grado 3. De este modo el grado de diferenciación se clasifica en: 
bien diferenciados o de grado 1, moderadamente diferenciados o de grado 2 y pobremente 
diferenciados o de grado 3 (27,28).
En los carcinomas serosos el grado histológico tiene relación con el estadío. Así en es-
tadíos I, el 75% de los tumores son bien diferenciados o de grado I mientras que en estadíos 
IIb-IV son indiferenciados (grados 2-3) el 90%; de ahí que el grado de diferenciación sea un 
factor pronóstico importante (29).
Estadificación del cáncer de ovario
El sistema de clasificación del cáncer fue creado para comprender la severidad de las condi-
ciones clínicas de cada paciente, el pronóstico y poder planificar el tratamiento. El estadiaje 
es necesario para explicar los cambios epidemiológicos, el impacto terapéutico del tratamien-
to y conocer el pronóstico global de las pacientes (30).
Los principales objetivos de cualquier sistema de estadificación son: ayudar al clínico 
en la planificación del tratamiento y evaluación de los resultados; proporcionar información 
sobre el pronóstico; facilitar el intercambio de información entre diferentes centros de trata-
miento y contribuir a la investigación clínica (31). Un buen sistema de estadificación debe 
tener 3 características básicas: debe ser válido, confiable y práctico. 
El primer sistema de estadificación para los cánceres ginecológicos elaborado por la 
Federación Internacional de Ginecología Oncológica (FIGO) apareció a principios del siglo 
XX y se aplicó al carcinoma de cérvix. La clasificación y estadificación de las otras neopla-
sias ginecológicas no fue presentada hasta la década de los años cincuenta. A lo largo de los 
años han sufrido sucesivos cambios (32). La última clasificación FIGO del cáncer de ovario 
data de 2014 y tiene en cuenta la mayor parte de los parámetros pronósticos relevantes com-
partidos por todos los tipos de cáncer ovárico, a la cual se debe añadir en la descripción del 
tumor el tipo histológico (33) (Tabla1). La clasificación por estadíos es común para el cáncer 
de ovario, el de trompa y el cáncer peritoneal primario.
Gloria Cordeiro Vidal
48
Tabla 1. Estadificación del cáncer de ovario según la FIGO 2014 
Estadío I 
Tumor limitado a los 
ovarios o a las trompas 
uterinas
IA-Tumor limitado a un ovario (cápsula intacta) o a una trompa uterina; no hay 
tumor en la superficie externa del ovario o de la trompa; y ninguna célula ma-
ligna en el líquido ascítico o en el líquido de lavado peritoneal
IB- Tumor limitado a ambos ovarios (cápsula intacta) o las trompas uterinas; no 
hay tumor en la superficie externa del ovario o la trompa y ninguna célula ma-
ligna en el líquido ascítico o en el líquido de lavado peritoneal
IC- Tumor limitado a uno o ambos ovarios o trompas uterinas, y además cual-
quiera de los siguientes:
IC1- Rotura de masa anexial en la cirugía
IC2-La cápsula se rompió antes de la cirugía o hay tumor en la superficie del 
ovario o de la trompa uterina
IC3-Células malignas en el líquido ascítico o en el líquido de lavado peritoneal
Estadío II 
Tumor que compromete 
uno o ambos ovarios 
o trompas uterinas 
con extensión pélvica 
o cáncer peritoneal 
primario
IIA Extensión y/o implantes en el útero, las trompas uterinas y/o los ovarios
IIB Extensión y/o implantes en otros tejidos pélvicos intraperitoneales
Estadío III 
Tumor que afecta a 
uno o ambos ovarios/
trompas uterinas o 
cáncer peritoneal 
primario con 
metástasis peritoneales 
extrapélvicas y/o 
metástasis a los 
ganglios linfáticos 
retroperitoneales
IIIA Ganglios linfáticos retroperitoneales positivos, con o sin metástasis perito-
neales microscópicas que se extienden más allá de la pelvis
IIIA1 Sólo ganglios linfáticos retroperitoneales positivos (confirmados me-
diante histología)
IIIA1i Metástasis ≤ 10 mm de diámetro máximo
IIIA1ii Metástasis > 10 mm de diámetro máximo
IIIA2 Afectación peritoneal microscópica extrapélvica, con o sin ganglios 
linfáticos retroperitoneales positivos
IIIB Metástasis peritoneales macroscópicas que se extienden más allá de la pel-
vis y que tienen ≤ 2 cm de dimensión mayor con ganglios linfáticos retroperito-
neales positivos o negativos
IIIC Metástasis peritoneales macroscópicas extrapélvicas, mayores de 2 cm en la 
dimensión más grande, con o sin metástasis a los ganglios linfáticos retroperi-
toneales. Afectación tumoral de la cápsula del hígado y/o bazo sin compromiso 
parenquimatoso
Estadío IV 
Metástasis a distancia
IVA Derrame pleural con citología positiva
IVB Metástasis al parénquima hepático o esplénico y/o metástasis a órganos 
extra-abdominales (incluidos los ganglios linfáticos inguinales y los que están 
fuera de la cavidad abdominal) y/o compromiso transmural del intestino
5. InTRODuCCIÓn
49
En el estadío I del cáncer de ovario o de la trompa el tumor está limitado a los ovarios o 
a las trompas y al líquido de lavado peritoneal. La ruptura de la cápsula del tumor implica un 
estadío IC. El cáncer peritoneal nunca se encontrará en un estadío I. 
En el estadío II el tumor se extiende a los órganos pélvicos adyacentes incluido el sigma, 
sin metastatizar a distancia (constituyen menos del 10% de los cánceres de ovario).
En el estadío III el tumor se disemina a través de la superficie peritoneal afectando al 
peritoneo pélvico y abdominal, incluyendo el omento, la superficie del intestino delgado y 
grueso, gotieras parietocólicas, diafragma y la superficie peritoneal del hígado y del bazo. El 
hallazgo de ascitis se determina en dos tercios de los casos. Las metástasis ganglionares se 
encuentran en más del 18% de los casos. Menos del 10% de las pacientes presentan afecta-
ción ganglionar exclusiva (IIIA1) y estos casos tienen mejor pronóstico que los de afectación 
peritoneal.
En el estadío IV se incluyen como metástasis a distancia las hepáticas y esplénicas intra-
parenquimatosas y las extraabdominales. 
Las células del cáncer de ovario se exfolian y diseminan al peritoneo y epiplon por la 
vía intraperitoneal pero también vía linfática y hematógena (34–36). Habitualmente se pien-
sa que las metástasis epiploicas son consecuencia de la diseminación intraperitoneal, pero 
pueden ser también consecuencia de la diseminación hematógena en un órgano compuesto 
principalmente por adipocitos. La combinación de ambas vías podría explicar la razón de por 
qué el epiplon es una zona de frecuente asentamiento de metástasis en los estadíos avanzados 
del cáncer de ovario (37).
Gloria Cordeiro Vidal
50
5.2 HistoRiA de lA omentectomíA
El omento, presente en los vertebrados más primitivos, se origina embriológicamente del 
mesogastrio dorsal y posee funciones inmunitarias básicas como reacciones citotóxicas y la 
elaboración de citoquinas. El sistema inmune actual en humanos ha evolucionado desde estos 
orígenes hasta un nivel muy sofisticado, sin embargo, el epiplon ha seguido manteniendo un 
papel importante en la defensa inmunológica dentro de la cavidad peritoneal (38).
El epiplon se desarrolla en la octava semana de gestación y está dividido anatómicamente 
en el epiplon mayor y menor. está constituido por dos capas mesoteliales que encierranadipo-
citos y tejido conectivo laxo con células mononucleares fagocíticas. Microscópicamente está 
compuesto por membranas delgadas, fenestradas y traslúcidas y áreas ricas en adipocitos. La 
región adiposa del epiplon está constituida por las llamadas manchas lácteas “milky spots”, 
formadas principalmente por macrófagos, que contienen una red capilar glomerular de vasos 
sanguíneos que permiten el intercambio de fluidos entre la cavidad peritoneal, la corriente 
sanguínea y el tejido epiploico.
El tamaño del epiplon varía de 300 hasta 2000 g con una superficie de 300 a 1500 cm2.
El epiplon mayor es una doble hoja de peritoneo que desciende, como se observa en la 
Figura 1, desde la curvatura mayor del estómago, recubre el intestino delgado y luego se do-
bla sobre si mismo para fusionarse con el peritoneo de la cara anterior del colon transverso. 
El epiplon menor se extiende entre el hígado y la curvatura menor del estómago. El aporte 
sanguíneo al epiplon proviene de las arterias epiploicas derecha, izquierda y media, que se 
originan de las arterias gastroepiploicas derecha e izquierda (38,39).
5. InTRODuCCIÓn
51
Figura 1: El epiplon mayor desciende desde la curvatura mayor del estómago, recubre el 
intestino delgado y se fusiona con el peritoneo de la cara anterior del colon transverso. Netter 
illustration used with permission of Elsevier Inc.All rights reserved. www.netterimages.com
Gloria Cordeiro Vidal
52
El epiplon es un sitio frecuente de enfermedad metastásica para muchos cánceres. En 
modelos experimentales de investigación animal se demostró que las células malignas ino-
culadas en la cavidad peritoneal de los ratones de laboratorio infiltraban preferentemente las 
manchas lácteas del epiplon (40).
El nombre de omento deriva del Antiguo Egipto cuando los sacerdotes lo utilizaban para 
embalsamar y detectar los buenos y malos presagios (los “omens”).
Hipócrates observó que el epiplon desempeñaba un papel en la absorción de líquidos 
en la cavidad abdominal. Galeno creía que el papel del omento era calentar el intestino tras 
analizar los procesos catarrales recurrentes que sufrió un gladiador al que se le practicó una 
resección omental tras sufrir una puñalada en combate (38). Aristóteles lo describió como una 
capa grasa que cubría los intestinos y Leonardo Da Vinci plasmó los primeros dibujos. 
A finales del siglo XIX se postula la idea de que el epiplon podría tener una función pro-
tectora abdominal y en la segunda mitad del siglo XX se empieza a incluir la omentectomía 
como parte de la cirugía estándar del cáncer de ovario, por ser un sitio frecuente de asenta-
miento de metástasis, tal y como se comprobaba en las autopsias realizadas a las pacientes 
afectas de esta enfermedad.
A principios de los años ochenta se estableció que el tratamiento estándar del cáncer 
de ovario comenzaba por la cirugía citorreductora. Los resultados de los estudios previos 
sobre la diseminación metastásica al epiplon, unidos al objetivo de la exéresis de toda la en-
fermedad visible, condujo a la inclusión de la omentectomía en la cirugía de estadificación 
de este cáncer (41). Paralelamente algunos autores como Young et al. (42) describieron la 
presencia de enfermedad microscópica en el abdomen superior, incluyendo el epiplon, en 
ausencia de enfermedad macroscópica, lo que reforzó la inclusión de la omentectomía en 
el estadiaje del cáncer de ovario. La extensión de la omentectomía nunca ha sido un tema 
claro. En las guías FIGO de 1999 se hace referencia a las biopsias epiploicas mientras que 
en las guías publicadas en 2012 se recomienda al menos una omentectomía infracólica y en 
las recomendaciones ESGO-ESMO publicadas en 2019 se recomienda al menos una omen-
tectomía infracólica en estadíos iniciales y la eliminación de toda la enfermedad visible en 
estadíos avanzados (43).
En el trabajo de Steinberg et al. (44), donde se analizaba la omentectomía en pacientes 
con cáncer de ovario, se encontró que el tamaño medio de la resección del omento era de sólo 
203,5 cm2, cuando el área media del epiplon normal es de 792 cm2, por lo que la definición 
de la extensión de la resección óptima no estaba clara.
5. InTRODuCCIÓn
53
En otras patologías oncológicas la extensión de la omentectomía también juega un pa-
pel controvertido. En el cáncer gástrico no existe consenso sobre el valor oncológico de la 
exéresis del omento entre las guías europeas, americanas y japonesas. Las guías europeas 
no detallan la extensión de la reducción quirúrgica de este órgano y las guías americanas 
recomiendan la resección del epiplon mayor y menor. Alternativamente, las guías de la Aso-
ciación Japonesa de Cáncer Gástrico (JGCA) recomiendan la preservación de los vasos gas-
troepiploicos en pacientes con tumores en estadíos iniciales y la omentectomía supra e infra-
gástrica en estadíos avanzados (45).
Gloria Cordeiro Vidal
54
5.3 tRAtAmiento del cánceR de ovARio
El tratamiento principal del cáncer de ovario se basa en dos pilares: la cirugía y la quimiote-
rapia. La evaluación previa a la cirugía y el seguimiento de las pacientes son fundamentales 
para el tratamiento, teniendo un impacto importante en la supervivencia de la paciente a corto 
y largo plazo, en la utilización de los recursos sanitarios, en la duración de la estancia hospi-
talaria prevista y en el tiempo de inicio de la terapia adyuvante.
El período perioperatorio, que incluye las fases prequirúrgica, intraoperatoria y postqui-
rúrgica, puede ser más complejo en el caso de las pacientes con cáncer debido a los efectos 
sistémicos directos e indirectos de la propia patología. Por lo tanto, es importante realizar 
una evaluación de riesgo precisa para determinar las necesidades quirúrgicas y sus posibles 
complicaciones.
La evaluación inicial incluye una anamnesis completa y exploración física, que permitan 
orientar hacia la posibilidad de una cirugía óptima. Se deben abordar temas como el proce-
dimiento operatorio completo, los beneficios y riesgos concomitantes de la operación y las 
alternativas terapéuticas existentes.
De la necesidad de dotar de evidencia científica a los cuidados perioperatorios en cirugía 
nacen los programas ERAS de Recuperación Intensificada tras Cirugía (46), cuyo objetivo es 
la rehabilitación precoz del paciente desde un abordaje multidisciplinar valorando el estado 
físico general y psicológico. Incluyen la valoración del estado nutricional, de los parámetros 
analíticos, del tratamiento farmacológico y de la profilaxis antitrombótica. Además, promue-
ven la recuperación precoz mediante una rápida movilización y tolerancia de dieta.
A la hora de planificar el tratamiento hay que tener en cuenta factores como la edad. Exis-
te una baja representación en los ensayos clínicos de las pacientes de más de 65 años y se ha 
demostrado que la probabilidad de recibir un tratamiento estándar en estas pacientes es menor 
que la de las pacientes más jóvenes.
Para apoyar las decisiones terapéuticas existen diferentes escalas de oncogeriatría y de 
valoración de la comorbilidad como el índice de Charlson, el índice Geriátrico de Comorbili-
dad, la escala de Kaplan-Feinstein y la escala de Puntuación Acumulativa de Enfermedad en 
Geriatría.
El tratamiento del cáncer puede agravar los síndromes geriátricos y puede comprometer 
la vida de la paciente en caso de partir de una reserva funcional limitada, por lo que deben 
realizarse planes terapéuticos individualizados que incluyan un balance entre la esperanza de 
vida, la tolerabilidad del tratamiento, la biología tumoral y la agresividad del tumor.
5. InTRODuCCIÓn
55
En cuanto a la cirugía, los avances en cirugía mínimamente invasiva y los avances en la 
optimización de los cuidados pre y postoperatorios pueden mejorar la fragilidad que puedan 
tener estas pacientes. Por tanto, la evaluación individualizada de cada paciente por un comité 
multidisciplinar es fundamental para ofrecer la mejor estrategia terapéutica.
5.3.1 Tratamiento del cáncerde ovario en estadíos I-II
Aproximadamente el 20% de las pacientes diagnosticadas de cáncer de ovario se encuentran 
en un estadío I. En estos casos la cirugía de estadiaje proporciona información para la qui-
mioterapia adyuvante. La cirugía en estadíos iniciales (I-II) es la de estadificación, la cual 
incluye: la exploración completa de toda la cavidad abdomino-pélvica para detectar implan-
tes sospechosos que se deben biopsiar; la recogida de líquido ascítico o en su ausencia de 
líquido de lavado peritoneal con suero salino para la realización de una citología peritoneal; 
la realización de una histerectomía con anexectomía bilateral, pudiendo valorarse la preser-
vación de la fertilidad con anexectomía unilateral en los casos de mujeres jóvenes con deseos 
genésicos no cumplidos y estadíos IA de bajo grado (subtipo seroso, endometrioide o muci-
noso expansivo) (28,43,47,48); la realización de una omentectomía al menos infracólica; y 
una linfadenectomía pélvica y para-aórtica hasta la vena renal izquierda (28,43,48). Se han 
descrito entre un 10-15% de metástasis ganglionares en estos estadíos iniciales. Sin embargo, 
debido a la baja incidencia de metástasis en algunos subtipos histológicos como el carcinoma 
mucinoso, puede omitirse su realización (24,43,49,50). El riesgo de afectación linfática en 
tumores epiteliales de bajo grado no serosos es muy bajo, menor del 1%, lo que plantea dudas 
sobre el valor de la linfadenectomía en estas pacientes (51).
La cirugía estándar se realiza mediante laparotomía, aunque es admisible la vía laparos-
cópica en los casos en los que no exista riesgo de rotura del tumor ovárico y que se lleve a 
cabo por cirujanos entrenados en técnicas mínimamente invasivas (43,49,52).
Como ventajas de la laparoscopia se produce una recuperación postoperatoria más rápi-
da, con menor dolor postoperatorio y menor riesgo de complicaciones asociadas a la laparo-
tomía. En los casos que precisen tratamiento complementario, el inicio de la quimioterapia 
es más precoz. Además, durante la exploración, la magnificación de las imágenes, permite 
una mejor visualización de las estructuras pélvicas y abdominales mejorando el examen del 
abdomen superior y la superficie hepática y diafragmática.
La cirugía inicial tiene como objetivos realizar un diagnóstico histológico, una estadifi-
cación y una citorreducción tumoral.
Gloria Cordeiro Vidal
56
En pacientes con estadíos iniciales de cáncer de ovario los factores que se han asociado a 
un mayor riesgo de recaída son:
• El grado histológico: Las pacientes con tumores grado 3 tienen una supervivencia 
menor que las pacientes con grado 1.
• El estadío: la supervivencia a 5 años tras la cirugía sin tratamiento complementario 
es superior al 90% en estadíos IA-IB y se sitúa en torno al 70-80% en estadíos IC.
• La ruptura de la cápsula ovárica, durante la cirugía o antes de la misma.
Sobre la base de estos factores pronósticos se han dividido a las pacientes en dos grandes 
grupos: Las pacientes de bajo riesgo (tumores precoces en estadíos IA-IB de bajo grado), que 
presentan una supervivencia a 5 años superior al 90 % y pueden recibir un tratamiento qui-
rúrgico exclusivo acompañado de una estricta vigilancia; y las pacientes de alto riesgo (IA o 
IB de grado 3, células claras o cualquier IC) con un riesgo de recaída a los 5 años de entre 20 
y 40%, que deben recibir quimioterapia postoperatoria con al menos 3 ciclos de carboplatino 
– paclitaxel, o 6 ciclos en caso de los serosos de alto grado. Sólo los pacientes de bajo riesgo 
(IA y IB de grado I) pueden recibir un tratamiento quirúrgico exclusivo acompañado de una 
estricta vigilancia (28,53). 
5.3.2 Tratamiento del cáncer de ovario en estadíos III-IV
La mayoría de los cánceres de ovario se diagnostican en estadíos avanzados, siendo el trata-
miento estándar una combinación de cirugía primaria de citorreducción completa (Primary 
Debulking Surgery, PDS), eliminando todo el tejido tumoral visible (49,50) y una quimio-
terapia adyuvante a base de sales de platino. En algunos casos se añaden tratamientos com-
plementarios asociados a la quimioterapia estándar como el bevacizumab, un anticuerpo 
monoclonal inhibidor de la angiogénesis que bloquea el factor de crecimiento del endotelio 
vascular (VEGF) y que se administra por vía intravenosa. Su combinación con quimioterapia 
ha mostrado resultados positivos en la terapia de primera línea y también en enfermedades re-
currentes, con una mejor supervivencia libre de progresión (43,54–56). Los principales efec-
tos secundarios asociados a bevacizumab son la hipertensión, y en menor medida trombosis, 
sangrados, perforaciones intestinales o fístulas (28).
En los últimos años se han desarrollado unos nuevos fármacos, llamados inhibidores de 
PARP (enzima poli ADP ribosa polimerasa), especialmente dirigidos a aquellas pacientes con 
cáncer de ovario que presentan alteraciones en las llamadas vías de reparación del ADN como 
las encontradas en las portadoras de mutaciones en los genes BRCA. Existen tres fármacos 
5. InTRODuCCIÓn
57
aprobados: Olaparib, Niraparib y Rucaparib, que han demostrado beneficios en todos los 
grupos de pacientes con cáncer de ovario, con o sin mutaciones genéticas, y en diferentes 
contextos de la enfermedad avanzada (28). Sin embargo, a pesar de todas las nuevas líneas de 
investigación, todavía no se han podido identificar biomarcadores moleculares predictivos de 
la eficacia de las terapias dirigidas (43).
Por otro lado, la inmunoterapia en monoterapia o en combinación, están en fase de 
investigación.
En ocasiones, cuando la paciente no tolera una cirugía primaria o no es posible un ci-
torreducción completa, la cirugía se realiza tras quimioterapia neoadyuvante (NACT) (57).
El ensayo EORTC55971177 (57) y el ensayo CHORUS178 (58) mostraron una super-
vivencia libre de enfermedad y una supervivencia global similares para pacientes con enfer-
medad en estadío IIIC o IV que reciben NACT y cirugía de intervalo en comparación con 
PDS. Sin embargo, ambos estudios contenían porcentajes bajos de pacientes con cirugía de 
citorreducción primaria (<20%) y fueron criticados debido a las limitaciones en relación a la 
tasa de resección completa. Para despejar las posibles incógnitas en cuanto al tipo de cirugía 
en el cáncer de ovario avanzado se desarrolló el estudio TRUST (the Trial on Radical Upfront 
Surgical Therapy), que se realiza en la actualidad y cuyos resultados se esperan obtener en 
2024 (43,58–60).
También se han publicado dos estudios observacionales multicéntricos americanos, 
el primero con datos de 1.538 pacientes tratadas con quimioterapia neoadyuvante en cen-
tros NCI (National Cancer Institute) entre 2003 y 2012 (60) y el otro con datos de 2.935 
pacientes tratadas con quimioterapia neoadyuvante entre 2003 y 2011 y registradas en 
la National Cancer Database (61). Los dos con controles emparejados. Ambos estudios 
encontraron que la quimioterapia neoadyuvante se asociaba a una supervivencia global 
más baja (32 y 37-42 meses respectivamente) a pesar de que en el estudio de Meyer et 
al. (60) esta diferencia no fue estadísticamente significativa en los estadíos IV. Este mis-
mo estudio también encontró que las pacientes con estadíos IIIC, a pesar de conseguir 
mayores tasas de enfermedad residual ≤ 1 cm, tenían peor supervivencia global que sus 
controles emparejados.
Las guías de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia y de la ASCO (American 
Society of Clinical Oncology) recomiendan no realizar una cirugía primaria en pacientes no 
resecables o con alto riesgo de enfermedad residual de más de 1 cm. Por lo tanto, uno de los 
puntos clave es la valoración de la resecabilidad, que debería ser practicada por un equipo 
interdisciplinar, antes de iniciar cualquier tratamiento oncológico (26,28).
Gloria Cordeiro Vidal
58
Según las recomendaciones de la ESGO publicadas en 2017, las pacientes no son 
candidatas a una citorreducción primaria si presentan: una infiltraciónmasiva de la raíz 
del mesenterio del intestino delgado, una carcinomatosis difusa del intestino delgado que 
implica un resección masiva con el consecuente síndrome de intestino corto (intestino 
restante <1.5 metros), una infiltración profunda del estómago, duodeno - cabeza o parte 
media del páncreas, afectación del tronco celíaco, arterias hepáticas y arteria gástrica 
izquierda, presencia de metástasis hepáticas parenquimatosas centrales o multisegmen-
tarias, múltiples metástasis pulmonares parenquimatosas, adenopatías no resecables, o 
metástasis cerebrales (43).
Para evaluar de forma prequirúrgica la extensión de la enfermedad puede utilizarse la 
tomografía computarizada (TC), la tomografía por emisión de positrones (PET-CT) o la re-
sonancia magnética de cuerpo entero ponderada por difusión (IRM). Además los avances 
en las técnicas de ultrasonidos permiten no solo una estimación del potencial maligno y de 
las características histopatológicas de los quistes ováricos, sino también la evaluación de la 
extensión del tumor en la pelvis y la cavidad abdominal, siempre que sean realizadas por un 
ecografista experimentado (43).
La cirugía de citorreducción primaria sin enfermedad residual macroscópica es uno de los 
factores más importantes en el pronóstico de la enfermedad y es de vital importancia, debido 
a su baja quimiosensibilidad, en el carcinoma de ovario de células claras, en el mucinoso y en 
el seroso de bajo grado (43).
La laparoscopia diagnóstica puede proporcionar un diagnóstico histopatológico defini-
tivo e información detallada sobre la extensión de la enfermedad intraabdominal utilizando 
sistemas de puntuación como la escala de Fagotti o el índice de Carcinomatosis peritoneal de 
Sugarbaker (62,63).
En nuestro estudio utilizamos el índice de Carcinomatosis peritoneal de Sugarbaker que 
divide el abdomen en trece áreas, según el siguiente gráfico:
5. InTRODuCCIÓn
59
Figura 2: Índice de Carcinomatosis Peritoneal
Esta escala evalúa la extensión de la enfermedad en la cavidad abdominopélvica atribu-
yendo una puntuación según el tamaño del implante, pudiendo oscilar entre 1- 39. A mayor 
puntuación mayor cargar tumoral y magnitud de la cirugía, mayor necesidad de resecciones 
viscerales, mayor riesgo de complicaciones y menor probabilidad de poder lograr una cito-
rreducción completa.
La cirugía primaria comprende una laparotomía media puboxifoidea y realización de: 
salpingo-ooforectomía bilateral, histerectomía, biopsias peritoneales, omentectomía y la eli-
minación de toda la enfermedad visible. En ocasiones para alcanzar una citorreducción com-
pleta es necesario realizar procedimientos como exenteración posterior pélvica, peritonecto-
mía diafragmática, esplenectomía, pancreatectomía parcial, colecistectomía y hepatectomía 
parcial entre otros. 
Gloria Cordeiro Vidal
60
Existe un consenso internacional sobre la necesidad de realizar la exéresis de cualquier 
adenopatía clínicamente sospechosa a nivel pélvico y paraaórtico. La afectación paraaórtica 
se aprecia con cierta frecuencia incluso de manera aislada (15 %) sin afectación pélvica con-
comitante. Por este motivo la exploración sistemática de estas dos regiones es imprescindible 
durante la cirugía, con apertura del retroperitoneo hasta la vena renal izquierda. La gran in-
cógnita que quedaba sin contestar era el valor de la linfadenectomía en pacientes con cáncer 
de ovario avanzado tras realizar una citorreducción completa y persistir enfermedad residual 
microscópica. 
En el estudio LION, Lymphadenectomy In Ovarian Neoplasms, realizado entre diciem-
bre de 2008 y enero de 2012, se incluyeron 650 mujeres con cáncer de ovario avanzado, esta-
díos IIB-IV, que se habían sometido a citorreducción completa y no tenían ganglios linfáticos 
clínicamente sospechosos. Durante la cirugía se aleatorizaron. En un brazo del estudio se 
incluían las pacientes con linfadenectomía pélvica y paraaórtica y en el otro a las que no se 
les realizaba la linfadenectomía. En las 323 mujeres que se sometieron a linfadenectomía se 
extirpó una media de 57 ganglios linfáticos y en el 56% de ellos había micrometástasis. La 
linfadenectomía no mostró ventajas en la supervivencia global (SG) ni en la supervivencia 
libre de enfermedad (SLE). Los dos brazos demostraron una mediana de supervivencia libre 
de progresión de 25,5 meses. Sin embargo, en cuanto a los resultados postoperatorios la lin-
fadenectomía, en comparación con la no linfadenectomía, requirió una hora adicional de ci-
rugía, provocó una mayor pérdida de sangre con una mayor tasa de transfusiones. Después de 
la cirugía, la linfadenectomía, en comparación con la no linfadenectomía, se asoció con tasas 
significativamente mayores de reintervención por complicaciones. Por todos estos resultados 
muchos equipos se inclinan por la omisión de la linfadenectomía en pacientes con cáncer de 
ovario avanzado que no presenten ganglios clínicamente sospechosos, siempre que se haya 
realizado una correcta exploración del retroperitoneo (54). Además, y debido a los resultados 
del ensayo LION, la guía de la SEOM de 2020 (64) ya no recomienda la linfadenectomía 
pélvica y paraaórtica en ausencia de ganglios macroscópicamente visibles.
A pesar de un tratamiento inicial óptimo, el 70-80% de las pacientes con cáncer de ovario 
en estadío avanzado presentan una recidiva en los dos primeros años después del diagnós-
tico. El lugar de la cirugía en el tratamiento de la recidiva se ha definido mejor después de 
la publicación de los ensayos clínicos GOG-213 (65) y DESKTOP III (66). Los dos ensayos 
mostraron una mejor supervivencia sin recidiva solamente en las pacientes con resección 
completa. Además, desde la aparición de las terapias dirigidas, se deben conocer los criterios 
histológicos, el estatus mutacional BRCA o los biomarcadores tumorales para tenerlos en 
cuenta antes de decidir el tratamiento de una recidiva tardía.
5. InTRODuCCIÓn
61
El estudio GOG 213, realizado para evaluar la supervivencia global y la calidad de vida 
de las pacientes tratadas, randomizó doblemente a 674 pacientes en el momento de la primera 
recidiva para comparar la cirugía de rescate vs bevacizumab concomitante a paclitaxel-carbo-
platino y posteriormente de bevacizumab de mantenimiento (65).
El estudio DESKTOP III analizó el interés de la cirugía en situación de primera recidiva 
sensible al platino, seleccionando a las pacientes según los criterios de la AGO: buen esta-
do general, resección inicial completa y ausencia de ascitis mayor de 500 ml. En total, 408 
pacientes se distribuyeron de forma aleatoria entre cirugía seguida de quimioterapia frente a 
quimioterapia exclusiva. Se observó una supervivencia sin recidiva significativamente mejor 
en las pacientes operadas, sobre todo en caso de cirugía completa. Este estudio destaca la 
importancia de la selección preoperatoria de las pacientes y la necesidad de realizar estas 
cirugías en centros con experiencia (66).
En cuanto a la cirugía del epiplon hemos señalado como las células cancerosas ováricas 
con frecuencia implican al omento. Su hallazgo cambia el estadiaje en pacientes inicialmente 
consideradas en estadíos iniciales. El tumor se disemina a través de la superficie peritoneal 
afectando al epiplon y convirtiéndolo en un estadío III lo que implicaría una quimioterapia 
adyuvante en todos los casos (67).
6. OBJETIVOS
65
6. OBJETIVOS
La inclusión de omentectomía como parte de la cirugía de cáncer de ovario (41,68) se ha con-
siderado durante años como un componente estándar de estadificación y manejo quirúrgico 
del cáncer de ovario (69–71). Lógicamente, cualquier implicación macroscópica del omento 
es parte del objetivo de la citorreducción completa. Sin embargo, existe una evidencia limita-
da de que una omentectomía infragástrica completa, con el objetivo de eliminar la enferme-
dad oculta en el omento infragástrico, beneficie a la paciente (72,73). Por otro lado, aunque la 
técnica de omentectomía no sueleser un desafío, excepto en el caso de una afectación masiva 
que afecta al colon transverso, el bazo y / o el estómago, las complicaciones potenciales in-
cluyendo la hemorragia o la gastroparesia, no han sido ampliamente evaluados (46–48).
Presentamos los resultados de un estudio que evalúa la distribución de la enfermedad 
microscópica en el área perigástrica (incluyendo los vasos gastro-epiploicas izquierdo y dere-
cho) en pacientes con tumores epiteliales de ovario, sin afectación macroscópica de la arcada 
omental perigástrica.
Los objetivos del estudio son:
• Analizar la enfermedad microscópica presente en el área supracólica del epiplon 
mayor en pacientes con tumores de ovario.
• Demostrar la necesidad de realizar una omentectomía total, supracólica e infracó-
lica, incluyendo la arcada perigástrica vascular, en pacientes con cáncer epitelial 
de ovario de estadío avanzado, incluso en ausencia de afectación metastásica ma-
croscópica del omento.
• Partimos de la hipótesis de que en España los ginecólogos oncólogos adaptan la 
omentectomía a la extensión de la enfermedad tumoral, con el objetivo de realizar 
una citorreducción completa. Se describe la técnica quirúrgica de la omentecto-
mía en España. Presentación de los resultados de una encuesta a los ginecólogos 
oncólogos de nuestro país
7. MATERIAL 
Y MÉTODOS
69
7. MATERIAL Y MÉTODOS
Tras obtener la aprobación del comité de tumores de oncoginecología del Instituto Bergonié, 
Centro de Lucha Contra el Cáncer de Burdeos, Francia, se realizó un estudio prospectivo de 
la evaluación del área perigástrica del epiplon de todas las pacientes con un cáncer epitelial 
de ovario entre los meses de Febrero y Septiembre de 2015. Los tumores no epiteliales y las 
recidivas no fueron incluidas en el estudio. Posteriormente se analizó en Septiembre de 2017 
(tiempo de seguimiento entre 24 y 31 meses) de forma retrospectiva el estado de las pacien-
tes, evaluando si seguían en remisión, si habían presentado una recidiva de la enfermedad o 
si habían fallecido.
Las pacientes estudiadas debían cumplir con los criterios de inclusión:
• Tumores ováricos epiteliales
• Haber dado su consentimiento informado de forma oral a participar en el estudio.
• No haber sido motivo de exclusión por algún otro criterio:
 - Tumores ováricos no epiteliales
 - Recidivas de la enfermedad
Posteriormente los datos de las pacientes se anonimizaron de forma irreversible utilizan-
do la técnica de reducción de datos originales, asignando a cada paciente un número aleato-
rio, sin posibilidad de identificación de las pacientes en el análisis posterior.
Durante la evaluación prequirúrgica se solicitó un TC a todas las pacientes como parte 
del estudio de extensión. En los casos en los que existían dudas sobre la presencia de metás-
tasis a distancia se realizó una Tomografía por Emisión de Positrones (PET - TC).
Se realizó en función de cada caso, considerando la extensión de la enfermedad y el 
estado general de cada paciente, una cirugía de citorreducción primaria o una cirugía de in-
tervalo tras quimioterapia neoadyuvante. Para tomar esta decisión en los estadíos avanzados 
se realizó una laparoscopia diagnóstica exploradora para evaluar la distribución de la carci-
nomatosis, la operabilidad y recoger muestras histológicas para el diagnóstico. La estrategia 
terapéutica se determinó por un equipo multidisciplinar en ginecología oncológica. 
En los estadíos avanzados se realizó una laparotomía media puboxifoidea. La extensión 
de la carcinomatosis peritoneal se determinó empleando el Índice de Carcinomatosis Perito-
neal (PCI) de SugarBaker (63). A todas las pacientes se les realizó una anexectomía bilateral 
e histerectomía, biopsias peritoneales, omentectomía radical (incluyendo la arcada vascular 
Gloria Cordeiro Vidal
70
del área infragástrica), linfadenectomía pélvica y para-aórtica y exéresis de todas las lesiones 
visibles. En determinadas ocasiones fue necesario realizar alguno de los siguientes procedi-
mientos: peritonectomía diafragmática, esplenectomía, pancreatectomía parcial distal, cole-
cistectomía y hepatectomía parcial. Todas las cirugías fueron realizadas por el mismo equipo 
de ginecólogos oncólogos.
Se registraron todos los datos clínicos de las pacientes utilizando un programa de Micro-
soft Excel. También se describió el aspecto macroscópico del epiplon, incluyendo la presen-
cia de enfermedad visible en toda la extensión del omento. Todas las pacientes con afectación 
macroscópica de la arcada infragástrica epiploica fueron excluidas del estudio. 
Las piezas se enviaron en fresco para estudio anatomopatológico, marcadas con un hilo 
en el extremo superior derecho del epiplon, dos hilos en el extremo superior izquierdo y cua-
tro hilos en el extremo distal (Figuras 3 y 4).
Figura 3: Omento marcado para estudio histológico, delimitado con 1 hilo en 
el extremo derecho del epiplon y 2 hilos en el extremo izquierdo.
7. maTeRIal y méTODOs
71
Figura 4: Omento marcado para estudio histológico delimitado con 1 hilo en el extremo 
derecho del epiplon, 2 hilos en el extremo izquierdo y 4 hilos en el extremo distal.
Posteriormente se aplicó tinta en el área a estudio (Figura 5), fueron fijadas en formal-
dehido al 4% y luego incluidas en bloques de parafina cortadas. De cada bloque se cortó 
una sección de 3-4 micras de espesor que se montaron en portaobjetos y fueron teñidas con 
hematoxilina eosina para confirmar el diagnóstico histológico y analizar las características 
microscópicas.
Gloria Cordeiro Vidal
72
Figura 5: Pieza de omentectomía teñida para estudio histológico
Además del tamaño tumoral, se registraron la invasión linfovascular y la presencia de 
adenopatías metastásicas.
Durante el análisis histológico se tomaron fotos macroscópicas del epiplon, dibujando 
una línea de separación del territorio de inclusión para el análisis histológico de aproximada-
mente 2,5 cm desde el margen superior, coincidente con los vasos gastroepiploicos, como se 
muestra en la imagen (Figura 6).
7. maTeRIal y méTODOs
73
Figura 6: Imagen macroscópica del epiplón con el bazo, se observa una línea de separación del territorio de 
inclusión gastroepiploico para el análisis histológico de aproximadamente 2,5 cm desde el margen superior 
Se registraron el peso, la presencia de nódulos tumorales, el tamaño y la localización de 
la enfermedad en el epiplon.
Toda el área perigástrica se incluyó en el estudio anatomopatológico. La media de blo-
ques obtenidos para el estudio histológico del área de aproximadamente 2,5 cm desde el mar-
gen superior del omento, fue de 24 (rango: 8-41). El número medio de bloques analizados en 
la totalidad del omento fue de 29 (rango: 17-47).
La enfermedad que pasó desapercibida por el ojo del cirujano fue analizada por el pató-
logo (Figura 7).
En nuestro estudio consideramos enfermedad macroscópicamente no visible a las ade-
nopatías tumorales macroscópicamente normales; a los implantes tumorales microscópicos, 
cuyo tamaño mide entre 0,2 y 2 mm (74,75) y a los implantes milimétricos, de más de 2 mm, 
que pasaron desapercibidos por el ojo del cirujano.
Gloria Cordeiro Vidal
74
Figura 7: Enfermedad macroscópicamente no visible: se consideró enfermedad imperceptible a las adenopatías 
tumorales macroscópicamente normales, a los implantes tumorales microscópicos (tamaño entre 0,2 y 2 
mm) y a los implantes milimétricos de más de 2 mm, que pasaron desapercibidos por el ojo del cirujano.
Para describir las complicaciones quirúrgicas se utilizó el sistema descrito por Clavien 
Dindo (76,77) que clasifica las complicaciones en 5 apartados de menor a mayor gravedad, 
siendo el grado I cualquier desviación del curso postoperatorio normal sin precisar trata-
miento quirúrgico o de radiología intervencionista y el grado V la muerte del paciente. En la 
siguiente tabla se refleja la clasificación empleada.
Tabla 2: Clasificación de Clavien-Dindo para las complicaciones quirúrgicas
I
Cualquier

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