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Tratamento da Diabetes Tipo 1

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129Curso Internacional Niños y Jóvenes con Diabetes.
considerar la edad y el estadío de desarrollo puberal para la 
correcta interpretación de los resultados. 
Los puntos de corte para insulina en la PTOG son, según el 
Criterio de Reaven: Insulinemia en ayunas hasta 15 μ U/ml , 120 
min hasta 75 μ U/ml. Pico max. de secreción hasta 150 μ U/ml.
La PTOG tiene como desventajas la variabilidad intraindividuo 
y el requerir una reserva estimulable de insulina endógena
La formula de HOMA para insulinorresistencia es HOMA 
(IR) = Ins ay (μ U/ml) x Gluc ay (mmol/l) / 22,5
Se debe medir glucemia e insulinemia por la mañana luego de 
10 a 12 horas de ayuno y realizar la medida en 3 oportunida-
des con un intervalo de 5 minutos entre cada una de ellas.
En ocasiones es difícil realizar el diagnóstico diferencial entre 
Diabetes M. tipo 1 y Diabetes M. tipo 2 en pediatría. 
El laboratorio puede ser orientador, utilizando la determi-
nación de Autoanticuerpos, Estudios de genética molecu-
lar, Pruebas e Indices para Insulinoresitencia y Péptido C 
como indicador de reserva pancreatica. 
La clínica y la evolución tendrán la última palabra en el 
diagnostico de estos casos.
Tratamiento de la Diabetes Mellitus Tipo 1
Montagna G., Manucci C. Ramos O., Santillán S., Agnese L., Moreno I
Insulinoterapia: distintos esquemas, distintos objetivos. 
Ramos O.
Presidente del 36º Meeting ISPAD - 2010
La insulina es una hormona cuya actividad primaria es la 
regulación del metabolismo de la glucosa. Tiene además 
actividades anabólicas y anticatabólicas en varios tejidos 
del organismo humano. En el músculo y otros tejidos 
(excepto el cerebro), la insulina causa un rápido transporte 
de glucosa y aminoácidos intracelularmente, promueve el 
anabolismo e inhibe el catabolismo proteico. En el hígado, 
la insulina favorece la captación y almacenamienbto de 
glucosa en forma de glucógeno, inhibe la gluconeogénesis 
y promueve la conversión del exceso de glucosa en grasa.
La insulinoterapia es un elemento fundamental del trata-
miento de los pacientes con Diabetes Mellitus tipo 1 y la 
industria farmaceutica ha respondido a la necesidad de 
lograr controles glucémicos cada vez más cercanos a la 
normalidad ofreciendo al mercado distintas insulinas con 
diferentes acciones farmacocinéticas. 
De todos modos como los niveles glucémicos son modi-
ficados por muchos factores como son las características 
del paciente, alimentación, actividad física, nivel de stress 
etc. no siempre se logran los resultados deseados a pesar 
de las nuevas insulinas así como los diferentes esquemas 
terapéuticos. 
Lograr que un niño o un adolescente transcurra el camino 
hacia la adultez sin presentar descompensaciones agudas 
(hipo y/o hiperglucemia) graves y sin o con mínimas complica-
ciones crónicas es una tarea artesanal, que involucra al niño, 
su familia, y los profesionales a cargo en una tarea manco-
munada donde esfuerzo siempre tiene su recompensa.
¿Cuáles son los objetivos del tratamiento de la 
Diabetes tipo 1 en niños y adolescentes?
• Favorecer el desenvolvimiento normal de la vida del 
paciente 
• Mantener el crecimiento y el desarrollo según los 
patrones genéticos 
• Prevenir las complicaciones agudas 
• Prevenir o posponer las complicaciones crónicas 
• Detectar y tratar enfermedades asociadas
¿Cuál es el tratamiento?
El esquema del tratamiento ideal es el que permite cumplir 
con los objetivos clínicos y metabólicos de la manera más 
simple, manteniendo al paciente con valores glucémicos 
cercanos a la normoglucemia sin hipoglucemia, evitando 
alterar en lo posible su ritmo de vida habitual.
 El tratamiento consiste en: 
• Insulina 
• Plan de alimentación
• Actividad física
• Educación diabetológica
• Apoyo psicoterapéutico
Está ampliamente comprobado que la hiperglucemia per-
manente o la hiperglucemia postprandial son deletéreas 
para el sistema micro y macrovascular del paciente. Por 
lo tanto es imprescindible lograr glucemias dentro de un 
rango que se acerque a los valores normales durante la 
mayor parte del día.
¿Cuáles son los valores que se consideran normales?
De acuerdo a las normas de ISPAD 2000 podemos con-
siderar:
Glucemia Ideal Optimo Suboptimo
Preprandial 65 – 100 70 – 126 <150
Postprandial 80 - 126 90 – 200 <250
HbA1c <6.05 <7.6 7.6 - 9
Insulinoterapia
La administración de insulina debe realizarse tratando 
Niño y su familia
VOL. XVI - Nº 4 - Año 2008
130 Curso Internacional Niños y Jóvenes con Diabetes.
de semejar la secreción de la insulina por la célula � del 
Islote de Langerhams.
El perfil fisiológico de secreción consta de un perfil basal 
constante mínimo acompañado por excursiones prandia-
les rápidas y de corta duración.
Los requerimientos de la insulina a inyectar tienen en 
general las siguientes características, de acuerdo a:
• Al debut de la enfermedad la dosis es aproximada-
mente de 0.3 - 0.5U/kg
• La dosis usual en los prepúberes es de 0.7 – 1U/kg 
• La dosis usual en los adolescentes es de 1.2-1.8/kg 
• Terminado el crecimiento disminuyen los requerimien-
tos de insulina
Por otra parte la dosis depende de múltiples factores 
como ser:
• Edad, peso, estadío puberal
• Tiempo de evolución de la diabetes (período de luna 
de miel, remisión, etc.)
• Alimentación: cantidad, calidad y distribución
• Actividad física: intensidad, frecuencia, etc
• Exámenes: glucemia, glucosuria, cetonuria, HbA1c
• Enfermedades intercurrentes
¿Cuál podría ser entonces un esquema de insulino-
terapia?
Un esquema clásico de insulinoterapia consiste en 
aplicar insulina NPH porcina o tipo humana en 1, 2 o 3 
aplicaciones en distintas proporciones a lo largo del día 
de acuerdo a las necesidades del paciente, así puede 
inyectarse:
• 100 % de la dosis antes del desayuno
• 75% antes del desayuno – 25% antes de la cena
• 50% antes del desayuno, 35% antes del almuerzo, 
15% antes de la cena
Agregando insulina corriente porcina o tipo humana ó 
preferentemente análogos rápidos antes de las comidas 
en pequeñas cantidades de acuerdo al valor glucémico 
y en algunos casos teniendo en cuenta la cantidad de 
hidratos de carbono a ingerir.
¿Cuáles son los nuevos análogos de insulina?
Análogos acción 
rápida
Análogos acción 
prolongada
Lispro: Humalog ®
Aspártica: NovoRapid ®
Glulisima: Apidra ®
Glargina: Lantus ®
Detemir: Levemir ®
¿Cuáles son los tipos y acción?
Tipos de acción
Tipo Inicio Max Duración
Acción rápida Análogos 
Aspártica, Lispro y Glulisina
15 min 30 - 60 min 3 - 4 hs.
Acción prolongada (Análogos 
basales) Glargina / Detemir
1 - 2 hs - - - 18 - 24 hs
¿Qué debemos tener en cuenta para la utilización de 
los análogos rápidos? 
• El tiempo que dura su acción es independiente de la 
dosis.
• La insulina lispro y la aspártica tienen efectos idénti-
cos. Pueden ser intercambiables
• Empiezan a los 5 a 10 minutos, alcanzando el máximo 
de acción a la hora y media ó 2 horas y desaparecen 
a las 4 a 6 horas de aplicada.
• Pueden ser administrados antes o después de las 
comidas
• Con los análogos rápidos se logra una reducción de 
la hiperglucemia postprandial y de la hipoglucemia 
tardía, especialmente nocturna.
• Su utilización es segura y útil en niños pequeños con 
un menor riesgo de hipoglucemias severas.
Chase Diabetes Care 24(3): 430-4, 2001
¿Qué sucede con los análogos de acción prolongada 
(insulinas basales)?
La insulina Glargina es una solución ácida que precipita 
en hexámeros y se libera lentamente.
La insulina Detemir es un análogo insulínico acilado con un 
ácido graso de 14 carbonos que permite su unión reversible 
con la albúmina, lo que conduce a una lenta absorción.
¿Cuáles son sus características?
• La curva de acción de la insulina basal tiene un perfil 
plano salvo la elevación que se produce a la hora ó dos 
horas de su aplicación.
• No se recomienda la mezcla con preparaciones de insu-
lina de acción rápida
• Su impacto más importante parece ser una reducción de 
los episodios hipoglucémicos nocturnos y graves mas 
que unamejoría importante del control metabólico. 
• No hay suficiente experiencia aún en su utilización en la 
edad pediátrica.
¿Cual sería un esquema con análogos?
La aplicación de 1 o 2 dosis de análogo de acción prolonga-
da separadas en el caso de 2 dosis por 12hs aproximada-
mente, con el agregado preprandial de análogos de acción 
rápida. La dosis de estos últimos estará relacionado con 
las glucemias y con la cantidad de Hidratos de Carbono a 
ingerir. Se deberá ser cauto en estas dosis ya que el exceso 
puede llevar a la ganancia rápida de peso
Métodos de aplicación
La insulina puede administrarse mediante las clásicas jerin-
gas de insulina descartables preparadas para distintas con-
centraciones de insulina. En la actualidad se prefieren las de 
100 U.I./ml, ya que los viales o frascos de insulina utilizados 
habitualmente tienen la insulina en concentración 100 U.I./
ml. En estas jeringas cada división o rayita equivale a 2 U.
Existen jeringas de 1/3 ó 1/2 ml que permiten graduar la 
insulina de a 1 U por rayita o división, estas son ideales 
en el tratamiento de niños pequeños.
Otros métodos de aplicación son los distintos tipos de 
131Curso Internacional Niños y Jóvenes con Diabetes.
medida preventiva cuyo objetivo es el mantenimiento de 
los niveles normales de glucemia y/o para la resolución 
de problemas que se puedan presentar en determinadas 
situaciones de la cotidianeidad de una persona con diabe-
tes; de aquí su carácter fundamentalmente metodológico 
pues enfatiza un orden en la realización de las tareas con 
un objetivo; el alcance en su concreción.
El aprendizaje del automonitoreo como contenido proce-
dimental en la planificación didáctica del tutor en diabetes 
debe basarse fundamentalmente en la ejercitación y apli-
cación del procedimiento en sí, que ira complejizándose 
a medida que se incorpore en la tarea pedagógica, una 
enseñanza que apunte a la ejercitación desde lo simple a 
lo complejo, desde lo mecánico a lo concientizado. Por lo 
cual una acción automatizada de enseñanza del automo-
nitoreo como un aprendizaje no reflexivo del mismo, no 
constituye un verdadero aprendizaje procedimental pues 
estaría faltando la toma de conciencia, la comprensión 
(como reconstrucción entendible del proceso de reso-
lución del problema) y ulteriormente la formalización del 
acto mismo a través de su verbalización.
Para Zabala Vidiella “un contenido procedimental incluye 
reglas, técnicas, métodos, destrezas, habilidades, estra-
tegias, procedimientos; en definitiva es un conjunto de 
acciones ordenadas y finalizadas, es decir dirigidas a la 
consecución de un objetivo”.
En el automonitoreo la adquisición y mejora de las habilida-
des a partir de la ejercitación reflexiva a través del uso de 
estrategias de acción, implica siempre el uso de secuencias 
ordenadas y encadenadas en mayor complejidad.
¿Qué metodología de enseñanza se aplicaría para el 
aprendizaje del automonitoreo?
Si el objetivo didáctico es que el paciente aprenda una estra-
tegia para su autocontrol y no solamente el dominio de 
una técnica; además de las repeticiones de las acciones 
que incluyen el automonitoreo independientemente del 
reflectómetro que se utilice; resultará de alta importancia 
Siempre al hablar de tratamiento de la diabetes, se con-
sideró a la educación como uno más de los pilares del 
tratamiento. 
Actualmente y siguiendo la línea Khuniana de pensamien-
to, sobre el avance de las ciencias, la medicina actual 
frente al advenimiento de las enfermedades crónicas, 
da cabida al nuevo paradigma de tratamiento en dichas 
patologías donde emerge con increíble fuerza una nueva 
visión de complejidad tanto en la consideración del 
paciente ( como una integralidad junto a su familia y entor-
no social); como del avance en los tratamientos médicos, 
donde la educación se ubica ya en la base misma de los 
pilares del tratamiento de la diabetes.
De esta manera la exaltación del conocimiento de los 
conceptos sobre esta patología crónica, deben incluir a 
los conocimientos sobre el procedimiento mismo frente al 
manejo de la terapia por parte del paciente; que incluya el 
cambio en la actitud de la persona educada, en la pre-
vención a través del autocontrol.
Por lo tanto el automonitoreo como parte de uno de los 
pilares necesarios junto al plan alimentario, la actividad 
física y la medicación, son las cuatro caras de la edu-
cación diabetológica, donde el proceso de enseñanza-
aprendizaje cobra un gran protagonismo tanto en la figura 
de quien enseña como de quien aprende.
Enfatizando en el interjuego mismo de este proceso de 
enseñanza-aprendizaje el intercambio en los roles edu-
cativos, generando una mayor complementariedad en la 
tarea misma del aprender a aprender.
Así el automonitoreo trasciende lo meramente conceptual 
para convertirse en un verdadero contenido procedimen-
tal en donde se evidencia esta dialéctica del aprendizaje; 
y se enfatiza la internalización del proceso de aprender, a 
partir de la conjugación de una habilidad motora despren-
dida de una habilidad cognitiva y viceversa.
El aprendizaje del automonitoreo como contenido pro-
cedimental implica aplicar una determinada secuencia o 
serie de pasos para la concreción del autocontrol como 
Educación. La importancia del Automonitoreo: nuevos métodos 
didácticos y su alcance pedagógico
Santillan S.
Educación Terapéutica de Enfermedades Crónicas - Federación Argentina de Diabetes - Sociedad Argentina de Diabetes
lapiceras (pens) de distintas marcas y modelos que han 
facilitado enormemente el tratamiento.
Finalmente las Bombas de Infusión de Insulina en sus 
distintas presentaciones acompañadas en algunos casos 
de sensores glucémicos externos constituyen otra posi-
bilidad para la administración de la insulina.
En nuestro Servicio de Nutrición y Diabetes se colocan 
Bombas de Infusión desde el año 1980, o sea que hemos 
acumulado una vasta experiencia y consideramos que 
realizada una indicación correcta es la manera más fisio-
lógica de administrar insulina.
Sin embargo no se debe olvidar que es una herramienta 
en el tratamiento y por lo tanto no reemplaza al pensa-
miento y al accionar del médico, del paciente y su familia 
y del equipo multidisciplinario.
El costo elevado de la bomba y su mantenimiento así 
como las características del niño y su familia deben hacer 
pensar al profesional si es válida su indicación.
El futuro de nuestros pacientes es promisorio, múltiples 
propuestas como serán expuestas a lo largo de este 
curso nos brindarán un lógico optimismo que deberemos 
transmitir a nuestros pacientes.
VOL. XVI - Nº 4 - Año 2008
132 Curso Internacional Niños y Jóvenes con Diabetes.
Entre los extraordinarios adelantos en el tratamiento y evolu-
ción de la enfermedad existe un momento crítico, muy emo-
tivo, que el médico pediatra y/o diabetólogo debe enfrentar: 
es comunicar a los padres y al paciente el diagnóstico. Suele 
ser un stress agudo que genera esta revelación, a veces sos-
pechada por los antecedentes familiares pero siempre con la 
secreta esperanza de que el gen no se hubiera expresado. 
La familia como el entorno primario y privilegiado en relación al 
desarrollo del niño y del adolescente es el primer soporte para 
el paciente, soporte que dependerá grandemente de la unidad 
de criterio educativo en ambos padres así como de relaciones 
familiares solidarias en un clima de comunicación y calidez.
Debo mencionar que nuestro enfoque de asesoramiento 
o terapia de familia cuando el niño o el adolescente son el 
paciente referido, permite incluir a todo el grupo conviviente, y 
si es necesario el no conviviente para permitir la expresión de 
sentimientos, emociones y clarificar las relaciones interperso-
nales incluyendo a los hermanos del niño con diabetes. 
Estas reuniones permiten un aspecto educacional por parte 
del médico tratante y un enfoque sistémico por parte del 
terapeuta
Para el médico tratante constituye un desafío poder dar 
la información para el manejode la enfermedad a padres 
que atraviesan una profunda crisis emocional producida 
por el impacto del diagnóstico donde los temores, la 
incertidumbre respecto del futuro, posibles complicacio-
nes de la enfermedad generan ansiedad que en función 
de la personalidad previa de los padres y los pacientes, 
niños o adolescentes puede contenerse relativamente en 
un primer momento. 
El paciente con Diabetes Mellitus, su familia y su entorno: como 
atenuar el impacto del diagnóstico y la evolución de la enfermedad. 
Agnese L.
Director del Postgrado de la Especialidad Psquiatría Infanto Juvenil de la Facultad de Medicina, Universidad de Bs As. 
el acompañamiento en esa repetición de una constan-
te reflexión por parte del paciente y evaluación (tanto 
heteroevaluativa, es decir desde el tutor diabetológico al 
paciente; como autoevaluativa, es decir desde el propio 
paciente) de todas las acciones ejecutadas positivamente 
o no con la finalidad de establecer el equilibrio glucémico. 
El tutor diabetológico deberá recordar que para enseñar 
al paciente a automonitorearse, es necesario planificar la 
tarea, y evaluar la misma a través de diferentes actividades 
que involucren:
• Acciones ejecutables en forma ordenada y secuencia-
da en su técnica.
• Ejercitaciones variadas y abundantes.
• Reflexiones del paciente sobre su propio accionar.
• Evaluaciones de los pasos ejecutados y de los resulta-
dos obtenidos.
Para ello la metodología didáctica deberá apuntar a 
presentar el automonitoreo como una secuencia orde-
nada de clara ejecución en la tarea, atendiendo a un 
proceso gradual y por ende debería estar siempre en 
manos de quienes educan en diabetes y no en quienes 
promocionan los aparatos. A su vez debe posibilitar 
un pensamiento creativo en su uso frente a situaciones 
hipotéticas que se le puedan presentar no sólo frente a su 
enfermedad, sino también con respecto al uso indebido 
de los elementos que se utilizan en el automonitoreo. 
El tutor en diabetes debe partir siempre de situaciones 
significativas y de su función didáctica modeladora para 
el paciente, dando pie a la observación detallada de cada 
secuencia implicada por parte del mismo, asegurándole 
de esta manera la internalización del procedimiento en sí. 
Didácticamente es de gran valor la puesta en práctica del 
modelado por parejas, en las que en díada cada paciente 
sea modelo y ejecutor alternativamente. De esta forma el 
alcance pedagógico encuentra sentido en la detección 
y corrección para generar su propio perfeccionamiento 
continuo, siempre respetando los ritmos de aprendizaje 
diferentes y el grado de complejidad de la situación pre-
sentada acorde a las características de cada paciente en 
particular. 
Observar la tarea, detectar errores a través de la 
verbalización de las acciones por parte del pacien-
te, conduce a la reflexión sobre el propio accionar. 
Si bien el automonitoreo forma parte del “saber hacer”, 
incluyen así mismo al saber de la enfermedad y al saber 
ser del paciente frente a la misma en sus cambios de acti-
tudes pues refieren a una puesta en acto e implican “sabe-
res intelectuales y valorativos” manifestándose en una 
dimensión pragmática; que incluyen habilidades comuni-
cativas, tecnológicas y organizativas por parte del pacien-
te siempre acordes a su edad cronológica y madurativa. 
Así una buena educación en el uso de esta metodología; 
lo llevará al paciente a comprender que si controla sus 
glucemias buscando un equilibrio, el registro trimestral 
de su hemoglobina glicosilada será la coronación a su 
buena conducta y una satisfacción para los profesionales 
que lo han ido educando en el cambio de actitud frente a 
su enfermedad. En definitiva; un reflectómetro, una tira 
reactiva concientemente utilizada, y el saber del valor de 
esos registros lo ubicará tanto al paciente como al tutor 
en un mismo plano de éxito educativo.
Bibliografía:
- Cesar Coll, J. Enseñanza y aprendizaje de conceptos, 
procedimientos y actitudes” edit Santillana, 1995.
- Khun Thomas S.”La estructura de las revoluciones 
científicas” edit Fondo de cultura económica, 2004.
- Zabala Vidiella, Antoni. "La práctica educativa: cómo 
enseñar” edit Grao, 1995.
133Curso Internacional Niños y Jóvenes con Diabetes.
El deporte y la actividad lúdica, ¿como obtener solo ventajas?
Moreno I.
Hospital de Niños de la Plata ”Sor María Ludovica”
La actividad física ha sido considerada un pilar terapéutico 
en el manejo de la diabetes mellitus desde hace mucho 
tiempo. No obstante esto, no se la implementa con el mismo 
rigor que los minuciosos planes alimentarios y los esquemas 
insulínicos optimizados.
A mediano y largo plazo, los beneficios de la actividad 
física en las personas mejora el perfil lipídico (disminuye 
los triglicéridos, aumenta el colesterol HDL, y disminuye 
el colesterol LDL ); aumenta el gasto energético (con lo 
cual disminuye la grasa corporal total y el peso); contribu-
Pienso que disminuir el impacto es un proceso entre el 
equipo tratante pediatra/ diabetólogo/ enfermera/ asistente 
social/ psicólogo/ psiquiatra que deberán realizar un trabajo 
interdisciplinario con la red familiar y escolar colaborando en 
forma permanente con el niño o adolescente con diabetes 
y su familia a fin de prestar el apoyo, clarificación e indica-
ciones médicas pertinentes y guiando los aspectos críticos 
emocionales de los padres. 
Al área de Salud Mental le cabe la responsabilidad de indicar 
tratamiento psicoterapéutico para la pareja parental, puntal 
básico del paciente o para uno o ambos progenitores y de 
acuerdo a las comorbilidades en los niños o adolescentes 
con diabetes, un estudio psicodiagnóstico, psicopedagógi-
co o psicomotriz para definir que estrategia terapéutica será 
la más adecuada.
Los tratamientos individuales, los grupos de apoyo, bicicle-
teadas, campamentos, etc. suelen colaborar con el paciente 
y su familia.
Asimismo pensemos que en el momento del diagnóstico es 
importante que los padres y el paciente sepan que deben 
enfrentan un problema pero que tienen un equipo valioso 
multidisciplinario para ayudarlos durante las 24 hs. del día, 
los 365 días del año. La presencia de este soporte profe-
sional permite atenuar el stress que produce el diagnóstico 
y además del seguimiento para lograr la mayor adherencia 
posible al tratamiento, que es lo que más va a contribuir a 
buenos resultados.
No es cuestión de “buena suerte” o “mala suerte” ha dicho 
un investigador en el tema sino de que manera se enfrenta 
la adversidad. Si se cumplen rigurosamente las pautas del 
tratamiento y los controles tendremos buenos resultados, de 
lo contrario aumentaran sensiblemente los riesgos.
Este concepto debe quedar claro en el momento del diag-
nóstico donde se pone la piedra fundacional de un largo 
camino que debe mantener unido al equipo tratante, a los 
padres y al paciente y al decir de la Dra. Olga Ramos la uni-
dad conyugal constituye la mejor insulina. En el momento de 
informar al paciente acerca del diagnóstico, es importante 
recordar que el proceso de comunicación está sustentado 
en la bidireccionalidad. 
El paciente debe sentirse libre para opinar, expresar sus temo-
res, creencias y conocimientos acerca de la enfermedad. Para 
el profesional, enunciar, ejemplificar, explicar los fundamentos 
del diagnóstico y de la estrategia terapéutica propuesta. 
Detallar las instrucciones y cambios en el estilo de vida.
Comprobar la asimilación y acomodación de los conoci-
mientos por parte de padres y pacientes (por favor explíque-
me como va a medir la glucemia capilar).
Puede ser importante contar con material audio visual para 
lograr mejor comprensiónde lo informado. Se sugiere frases 
cortas, vocabulario neutro, evitando palabras que puedan 
stressar aún más a los padres. Dicción clara y entonación 
adecuada. Utilizar guías y folletos para que los padres y 
pacientes puedan leer en sus casas.
Se pueden usar métodos conductuales induciendo el entre-
namiento para habilidades y destrezas necesarias para 
el control de la enfermedad. También el refuerzo positivo: 
premiando, alabando los logros progresivos de los niños y 
adolescentes.
La extinción de una conducta no saludable debe hacerse 
en forma progresiva (hoja de registro).
Apoyo: proporcionar los medios para contactar al equipo de 
salud, por teléfono o mail cuando lo necesiten. 
Oportunidad de encontrarse con otros padres cuidado-
samente seleccionados. El compartir sus experiencias y 
sensaciones con otros que han vivido una situación similar 
puede ser de gran ayuda.
Estudios realizados por Marteau no encontraron una relación 
entre el adecuado control de la enfermedad con la clase 
social, el ingreso familiar o el estatus laboral de los padres. 
Estos investigadores encontraron que el escaso control esta-
ba fuertemente ligado a problemas vinculares dentro de la 
familia (disfunción conyugal, competencia entre hermanos).
Minuchin sugiere que la sobreprotección a los niños, la falta 
de flexibilidad y escasa capacidad para resolver conflictos 
se observan frecuentemente en estas familias.
Es mucho menos claro si esa perturbación es primaria o 
secundaria al muy considerable estrés que produce un niño 
con diabetes en la familia. 
El manejo de la diabetes en el hogar produce numerosos 
momentos de conflictos; especialmente si el niño no coope-
ra para los test en sangre, en orina, en la dieta y/o en las 
inyecciones de insulina.
Una sobredosis de insulina puede ser una manipulación en 
un adolescente depresivo.
Se sugiere que al menos un tercio de los niños tienen con-
siderables trastornos emocionales y conductuales siendo 
menos responsables para el cuidado de su enfermedad.
Es fundamental el compromiso de los padres para mantener 
un manejo adecuado de la enfermedad.
VOL. XVI - Nº 4 - Año 2008
134 Curso Internacional Niños y Jóvenes con Diabetes.
Como toda enfermedad crónica, la diabetes mellitus afec-
ta el crecimiento y desarrollo de los niños y adolescentes 
mediante una combinación de procesos fisiopatológicos 
que pueden incluir, además del gasto calórico por la hiper-
glucemia, una acidosis crónica, hipotiroidismo o malab-
sorción secundaria a una enfermedad celíaca. Antes del 
descubrimiento de la insulina en 1922, era común observar 
un grado severo de desnutrición y muerte prematura. En los 
años siguientes, con la reducción de la mortalidad se encon-
traron niños con el síndrome de Mauriac, conocido también 
como “enanismo diabético”, expresión máxima de una defi-
ciencia crónica de insulina. El síndrome se caracterizaba por 
una estatura muy baja, velocidad de crecimiento disminuída, 
retardo puberal, piel pálida y gruesa, abdomen protuberante 
y hepatomegalia. 
Actualmente este cuadro es muy inusual ya que una adecua-
da atención integral a cargo de un equipo multidisciplinario 
permite lograr uno de los principales objetivos del trata-
miento en el paciente pediátrico: mantener un crecimiento 
y desarrollo normales, eliminar los síntomas y prevenir las 
Distintos aspectos del diagnóstico y tratamiento de las 
complicacio nes crónicas
García A., Arce L., Rojas MI., Badia JA., Elbert A., Trifone L., Gontaretti I.
Trastornos del crecimiento y desarrollo en el paciente con Diabetes. 
Rojas MI
Instituto Nacional de Salud del Niño, Lima, Perú
ye a descender la tensión arterial y a madurar el sistema 
músculoesquelético. 
Estos efectos metabólicos positivos alejan el riesgo de pre-
sentar diabetes 2, y a las complicaciones de ambos tipos 
de diabetes.
En la población pediátrica se adicionan beneficios psicoso-
ciales, como facilitar la sociabilización y la autodisciplina, 
desarrollando habilidades psicomotrices con afianzamiento 
de la autoestima y el buen humor.
El metabolismo hidrocarbonado durante el ejercicio debe 
proveer sustrato suficiente al tejido muscular sin descuidar 
el flujo energético a los tejidos vitales. En actividad, se 
produce una relativa inhibición de la secreción pancreáti-
ca de insulina mediada por neuromecanismos que liberan 
catecolaminas. La pequeña concentración remanente 
de insulina es insuficiente para evitar la glucogenolisis y 
lipolisis pero alcanza para facilitar la entrada de glucosa al 
músculo en actividad. Gran parte de la energía inicial se 
obtiene de los ácidos grasos libres de los depósitos lipídi-
cos, y mas tarde se libera la glucogenolisis (por incremento 
de glucagón y hormona de crecimiento) y la gluconeogé-
nesis ( por incremento del cortisol).
En caso de tener diabetes, pueden producirse tres situa-
ciones bien diferentes según el grado de insulinización y 
control glucémico previos a la actividad.
En un diabético bien controlado, los eventos son iguales a 
los fisiológicos descriptos.
En un niño sobreinsulinizado hay riesgo de hipoglucemia 
severa, ya que se mantiene el consumo pero se bloquean 
los eventos productores de glucosa (glucogenólisis y neo-
glucogénesis).
En caso de subinsulinización, se empeora la hiperglucemia 
y se favorece la cetosis (ya que las hormonas del stress no 
tiene contraregulación).
La actividad física aeróbica, progresiva y cotidiana, disminu-
ye el requerimiento insulinico en la diabetes 1, y la hiperglu-
cemia posprandial, por incremento del número y afinidad de 
receptores a la insulina.
Cuando se prescribe la actividad física, debemos conocer al 
niño y su familia: lo que puede concretar según la madurez 
motriz de su edad, sus preferencias, las oportunidades que 
le ofrece su entorno y las posibilidades de la familia.
Al igual que el plan alimentario, el de actividades debe ser 
consensuado y acompañado por la familia.
Dejando de lado los riesgos inherentes a cada actividad, las 
áreas potenciales de problemas se resumen en: hipogluce-
mia, cetosis, presencia de complicaciones.
Un adolescente con retinopatía proliferativa o reciente 
aplicación de laser debe evitar ejercicios bruscos tem-
porariamente.
Un control glucémico alto o presencia de cetonuria contra-
indican momentáneamente la actividad hasta la resolución 
del problema.
Con respecto a la hipoglucemia, además de informar a su 
entorno con los síntomas de sospecha y su manejo, se la 
trata de evitar con hidratos de carbono complejos extra 
previos al ejercicio y un suplemento de 15 a 20 g cada 
30 minutos de actividad, de mono o disacáridos (hidratos 
rápidos) Es importante recordar el efecto hipoglucemian-
te tardío que puede aparecer a la noche o madrugada 
de jornadas extenuantes, y monitorear la glucemia para 
advertir y solucionar cualquier inconveniente.
El campamento educativo es un marco ideal por un lado 
para incentivar la actividad física, y por otro lado para 
experimentar el ajuste de las variables alimentación, insu-
lina y ejercicios. Como la situación personal se multiplica 
con lo que le sucede al resto, son aprendizajes intensos 
para el niño y el equipo de salud.

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