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ARQUITECTURA MEDIEVAL FUNDAMENTOS SOCIALES, POLITICOS. ECONOMICOS A m¿ mtxdM. LucXûi. A JoKgt, Svig.co y ttvilo A m¿¿ alumno*. A a/mvtC&d, Universidad Nacional seccional manizales ARQUITECTURA MEDIEVAL fundamentos socialesf políticos, económicos y filosóficos Patricia Noguera de E. A G O S T O DE 1984 TABLA DE CONTENIDOS INTRODUCCION pag 1. ANALISIS HISTORICO DE LA EDAD MEDIA 1 1.1. POSICION AHISTORICA 3 1.2. POSICION ROMANTICA k v 1.3. POSICION DIALECTICA . .. 5 -2. ANTECEDENTES SOCIOPOLITICOS Y ARQUITECTONICOS DE LA EDAD MEDIA 8 2.1. CAIDA DE ROMA 10 2.2. LLEGADA DE LOS BARBA POS 10 2.3. LA ROMA CRISTIANA ANTERIOR A LA CAIDA 11 2.3*1« Cristianismo y política 13 2.3.2. Cristianismo y cultura 13 r 3. POLITICA, ECONOMIA Y APTE DESPUES DE LAS INVASIONES BAR- BARAS 16 , 3.1. GENESIS DEL CASTILLO MEDIEVAL 16 ,3.2. SIGNIFICADO DEL CASTILLO MEDIEVAL 17 •3.3. DESAPARICION DE LA ARISTOCRACIA CIUDADANA 18 • 3.4. DECADENCIA DE LA CIUDAD IMPERIAL Oh/NA Y APOGEO DE LA CIUDAD MEDIEVAL 20 / - k. ISLAMISMO EN EUROPA. SIGLO VII 24 /¿,.l. PROBLEMAS CREADOS POR LOS ARABES EN EUROPA 25 IV 1 4.2. UNIFICACION DE SÜPOPA CON BASE EN LA PELIGIO?. CRIS "IANA 26 ¿+.3. AL 3;JC ,'.::TPC DE DOS CULTIPAS 29 ü.3.1. Arquitectura Islámica en Eiropa y su simbología 29 4.3.2. Un nuevo modelo de vivienda para Europa y para Hispa- noamérica 32 5. SURGIMIENTO EN EUPOPA DE UN GRAN IMPERIO 37 5.1. LA RELIGION, UN MECANISMO DE UNIFICACION 37 5.2. LA EDUCACION ECLESIASTICA 38 5.3. LAS INSTITUCIONES MONASTICAS 41 5.4. CULTURA Y ARTE 43 5.4.1. Cultura 43 5.4.2. Arte 44 5.4.3. Arquitectura 44 6. NUEVAS INVASIONES BARBARAS E- EL SIC-LC X 49 6.1. CISMA POLITICO 49 6.2. VULNERABILIDAD DE EUROPA 51 6.3. LOS NORMANDOS I UNA NUEVA EUROPA 52 6.3.1. Evolución económica y nueva tecnología 54 6.3.2. Evolución cultural 60 6.3.3. "volución urbanística 68 7. NACI?- I E K T C DE UN N, EVO ESTILO 75 7.1. F UN DA MEE T A CIOE FILOSOFICA DEL GOTICO 76 7.1.1. Tomás de Aquino 77 7.1.2. Francisco de Asis y Domine-o de Suzmán 77 7.2. EL GOTICO Y LA NUEVA SOCIEDAD 79-/ 7.3. EL GOTICO/? LAS NUEVAS TECMCAS CO.. :TR JCtIVAS SO '7.4. C NOL!.>'. i:...-,S 06 BIBLIOGRAFIA 89 V LISTA DE FIGURAS FIGURA 1. Planta basilica! romana. Basilica de Pompeya, planta esquemática. Esquema de planta basili- cal paleocristiana. Pag 15 FIGURA 2 . Castillo medieval. Los muros medievales de Carcasona. 18 FIGURA 3 . Ciudad imperial romana. Plano de Roma en la época de Constantino. 19 * IGURA 4 . Arquitectura bizantina. Planta de Santa Sofia. Santa Sofía. Vista exterior. 20 FIGURA c ^ • Mapa de Austrasia. 24 FIGURA 6 . Arquitectura árabe. " ausoleo del ^ah Mahal. 28 FIGURA 7 . Planta de una vivienda árabe. Casa en Damsco. 28 FIGURA • Planta ce la catedral de Santiago de Compos- tela. 29 FIGURA 9 . Planta de catedral románica: Sainte- Foy de Conques. 31 -'TGURA 1 0 . Planta de la iglesia de Cluny III. Bóveda de arista. Bóveda de cañón. 34 "IGURA 1 1 . Esquema de contrafuertes. Contrafuertes y arbo- tantes de fines del siglo XIII. 72 FIGURA 1 2 . Vitrales del gótico. Vitral de la catedral de Gloucester. Estilo perpendicular. (s.XIV). 72 FIGURA 1 3 . Planta de catedral gótica. Planta de la catedral de ^eims iniciada en 1211. 74 FIGURA 1 4 . Esquema de catedral gótica: Chartres (Francia) VI 88 INTRODUCCION Dada la experiencia de carácter interdisciplinario que se ha ve- nido realizando en la carrera de arquitectura, de la Universidad Nacional sede Manizales, específicamente en el área de historia y que ha consistido en que estas cátedras sean diccadas por un ar- quitecto y un humanista de tal manera que en el estudio de esta materia se trabaje haciendo un ensamblaje entre el aspecto formal del análisis arquitectónico con el aspecto conceptual del análisis socioeconómico, he decidido como profesora humanista dentro del á- rea de historia realizar el presente ensayo sobre los fundamentos sociales, políticos, económicos y filosóficos ce los cuatro esti- los arquitectónicos más sobresalientes de la Edad Media: Bizanti- no, Islámico, Románico y Gótico. Este ensayo reco-ila una serie de lecturas, apuntes par clase, documentos e ideas propias, sobre la edad rr.edia y el hecho arqui- tectónico, que han formado parte del material particular para la realización de 1 a cátedra. Busca también convertirse con las de- bidas sugerencias de los compañeros profesores v estudiantes de la materia/' en un texto resumen que a la vez que sintetiza de al- guna manera la relación entre la evolución arauitectónica y la evolución social en la Europa medieval, puede servir de base pa- VII ra la realización, mucho más completa, documentaba y detallada de un texto ^uía para la cátedra de Historia IV, realizado por un grupo interdise i-linario. Les limitaciones de este trabajo, son las mismas de los campos di- ferentes que toca la historia de 1- arquitectura. Sin embargo, y para tratar de obviar las limitaciones que existen en el desarro- llo de este ensayo, dentro del campo del análisis formal, estruc- tural arquitectónico, me asesoré de estudiantes y profesores ar- quitectos para que al menos pudiesen quedar esbozadas ciertas lí- neas comparativas de análisis arquitectónico y formal dentro del camco conceptual. La metodología era oleada para la realización de este ensayo, fué la recopilación de datos e ideas por medio de lecturas, discusio- nes, mesas redondas, confer ncias dictadas ror los compañeros ar- quitectos y estudios bibliográficos. Luego, y siguiendo un orden hasta cierto punto cronológico, ordené estos datos para darles coherencia y redacté sucesivos borradores que leíaos varias veces fueron complementados, corregidos y reorganizados, para dar como resultado final este trabajo. La finalidad ./que persigo es que este texto sea utilizado ror los estudiantes de historia IV, cuyo programa es la evoca de la edad media; por esta razón he tratado de que el vocabulario sea senci- llo pero adecuado al nivel; he buscado así mismo, ilustrar con imá.?enes los puntos que creo fundamentales dentro de los temas a- • VIII nalizados, de manera q e haya una relación entre la imagen y el discurso, la imagen como resultado del discurso, y este como ba- se de la imagen: por esto también busqué realizar una clara conceo- tualización y explicar algunos términos que pueden ser desconoci- dos para algunos estudiantes. Es mi deseo que este trabajo sirva como punto de apoyo para los estudiantes dado que su función es eminentemente didáctica y espero que al ser leído, sea comrlemen- tado y criticado con seriedad de tal manera que sea el punto de partida de otra serie de trabajos de este estilo, que son funda- mentales dentro de la búsqueda de un meyor rigor investigativo que existe dentro de la universidad, y que ésta actualmente se em- peña en desarrollar. Suiero finalmente agradecer la gran colaboración, tanto intelec- tual como material de mi esposo y amigo Jorge Echeverri, y mis queridos amigos y colaboradores Carlos Felipe Mejía y Jorge Her- nán Valencia, lo mismo que a los estudiantes y compañeros de cá- tedra que en una u otra forma han tenido que vor con la realiza- ción de este trabajo. IX 1. ANALISIS HISTORICO DE LA EDAD MEDIA Uno de los problemas epistemológicos más profundos que ha tenido el hombre, es el problema del conocimiento. Es tal vez el motor que ha movido la historia, siempre tomando domo panto de partida la realidad, es decir, la constante interrelaci&n entre el hom- bre y el mundo que lo rodea. Un conocimiento erréneo o superfi- cial de la realidad, nunca nos llevará a un concepto claro, ob- jetivo y auténtico de ella. En nuestro caso concreto, la realidad en cuesti&n es la realidad hist&rica, que debe ser vista como una relación constante entre el sujeto y el objeto que hacen la historia. En estesentido, "la realidad no es pues, algo estático, sino que vive en un movi- miento permanente que lleva a establecer diversas relaciones que le den vida y sentido"."*" Pero, ¿cuáles son los 'caminos' para conocer la realidad? A tra- vés de todas las épocas de la historia del hombre, se ha visto como éste ha querido conocerse a sí mismo, conocer los misterios del mundo, y explicarlos. ^"LOPEZ, José Oscar. La toma de conciencia. Kanizales, Universi- dad Nacional de Colombia, 1982. pag. 14. 1 Los caminos que el hombre ha tomado son m<iples y complejos, además de que son el reflejo de sus necesidades e intereses his- tóricos. Un camino ha sido la experimentación, el contacto con el 'obje- to' de estudio, relacionándolo con su entorno y explicándolo por medio de leyes desde su origen hasta su fin tiltimo. Otro camino ha sido el del desarrollo de la idea, dándole expli- cación por si misma, aislada del contexto natural o material, negando incluso la identidad de lo material, explicándolo sólo como concretización transitoria o pasajera de la idea. También se ha utilizado como camino para conocer y explicar la realidad, el de interrelacionar la idea con la materia, sin ne- gar la necesidad de las dos, pero yuxtaponiendo la idea como 'principio' o esencia fundamental del ser de la materia. El camino filosóficamente inverso al anterior, es explicar la realidad del hombre interrelacionando el devenir del pensamiento con el devenir material, en forma inseparable, pero fundamentan- do el pensamiento en las transformaciones materiales. Sin que esa fundamentación niegue la libertad del pensamiento de propo- ner cambios materiales. Los dos dltimos caminos corresponden a los planteamientos filo- sóficos de Hegel y de Marx respectivamente, el primero con su 2 explicación idealista dialéctica de la historia, el segundo con su explicación materialista dialéctica de la historia. De los caminos anteriormente planteados ha dependido el grado de explicación y profundización de la historia como quehacer funda- mental del hombre. Como este trabajo quiere hacer una fundamenta- ci6n social y política a la par que económica de los estilos Ro- mánico, Bizantino, Gótico e Islámico en la arquitectura, es me- nester enfrentar el camino o los caminos que metodológicamente vamos a seguir para dar tal fundamentación. Y antes que todo, se debe partir de la base de que existen diversas posiciones en tor- no a la importancia y trascendencia de la Edad Media dentro del desarrollo de la historia y en particular dentro del desarrollo de la historia de la arquitectura. 1.1 POSICION ¿HISTORICA Para algunos historiadores, la Edad Media no significó para el hombre más que una 'noche oscura', donde hubo un estancamiento del progreso material, tecnológ ico y c i entífico. Niegan la nece- sidad de que se hubiera dado esa época, lo que a su vez nos hace pensar en que la historia se puede dividir en épocas, donde una nada tiene que ver con la otra. Donde ademas, los acontecimien- tos no tienen un desencadenamiento unos en otros, sino que per- fectamente se pueden estudiar aislados. La posición de estos historiadores, en nuestro concepto, es sim- 3 plista y cae en el esquematismo. Quince siglos de devenir humano en los que se desarrollan acontecimientos tan importantes para la historia de Occidente como son, entre otros, las invasiones bárbaras en el siglo V, las invasiones musulmanas en los siglos VII y X, las invasiones normandas, vikingas y hüngaras en el X, la formación del Imperio Carolingio, las guerras de las cruza- das, la aparición de los burgos y el renacimiento humanista y científico... Quince siglos en los que se da un desarrollo del arte y de la arquitectura de profundo significado a nivel esté- tico, filosófico y tecnológico no pueden ser negados tan fácil- mente. 1.2. POSICION ROMANTICA Una segunda posición, contraria a la anterior, es la de añorar la Edad Media como una época donde se impusieron una serie de valores éticos y morales que el hombre de hoy ya no 'respeta' en absoluto. Admirarla desde esa perspectiva. Es esta entonces, una posición positivista en lo referente a las exigencias que hace el positivismo lógico sobre cómo debe ser el comportamiento del 2 hombre en la sociedad, desde el punto de vista moral . Cae tam- 2 El positivismo lógico fue un movimiento del carácter filosófico que se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX y que tiene por objeto proponer una organización adecuada de la sociedad europea, básicamente con dos elementos: el queha- cer científico y la formulación de leyes sobre comporta- miento social, y la exigen o la de un comportamiento personal de una 'tica basada en los valores feudales. Augusto Comte es uno de 1 os rincinales exponentes de esta filosofía. k bién en un romanticismo, en el sentido de anhelar el pasado, de acuerdo con el refrán que dice "todo tiempo pasado fué mejor" 1.3. POSICION DIALECTICA La tercera posición, que es la que se tratará de fundamentar en este trabajo, es la que ha dado el materialismo dialéctico como método de análisis de la historia. Se parte de que la historia es una concatenación progresiva donde todos los elementos con- llevan a la concepción total de un momento o época determinados. Concibe que en el estudio de la historia no se puede eliminar un aspecto o época de ella, porque se destruiría la posibilidad de conjunto. Por tanto, la Edad media, como cualquier época de la historia, fué necesaria ;ara el devenir del hombre. Fué el resultado de una serie de fenómenos de orden social, económico y político que transformaron la cultura, la filosofía y la ciencia anteriores. Aún más, la edad media fué el resultado del conflicto de estos órdenes, que relacionados entre sí, dieron origen a la caida del esclavismo en Europa, generaron su decrepitud y su transforma- ción en un nuevo orden social, económico y político que se ha Romanticismo es un movimiento de carácter artístico 'ero que trasciende a muchas de las actividades del hombre. Se gene- ra principalmente en el siglo XIX y tiene ;or objeto la búsqueda de la libertad de expresión, la a.ioranza de la na- turaleza, el retorno a la paz bucólica y s la tranquilidad llamado feudalismo, y que es uno de los modos de producción más importantes que se.desarrollan en la Edad Media y que su evolu- ción posterior se constituye en el origen del capitalismo. La Edad Media es además una época que desarrolla una cultura fun damentalmente eclesiástica, hilvanada toda por la fe, la cateque sis y la expansión espiritual y temporal del poder religioso. Esto lo puede hacer la Iglesia por el poder económico que tiene, ya que se ha constituido como la primera señora feudal del mundo occidental. Esta supremacía económica le da a la Iglesia, duran- te muchos siglos, un completo dominio sobre el desarrollo de la cultura, el arte y un tiro de ciencia, lo mismo que sobre la po- lítica y el pensamiento del hombre occidental. La arquitectura refleja tal situación haciéndose monumental, pe- sada, sólida, con un trabajo interior de la luz que lleva al hombre a fijar su vista en una serie de puntos claves (por ejem- plo el altar, lug^r donde se desarrolla el sacrificio de la Eu- caristía) como es el caso de le arquitectura románica; o por el contrario, haciéndose liviana, diáfana, iluminada, con un eje vertical que hace a los hombres mir-r al cielo, como es el caso de la arquitectura gótica. De cómo vamos a relacionar en este trabajo la resultante arqui- tectónica medieval, con los fundamentos de la economía, y de la de la viua pastoril, como rechazo al apogeo de la ciudad industria"1 iz-da politica, en el medioevo, es el objetivo de este trabajo, 'rata- remos de que esta relación no se quede solamente en el aspecto conceptual sino que también pueda pasar al aspecto formal. 7 2 ANTECEDENTES SOCIOPOLITICOS YARQUITECTONICOS DE LA EDAD MEDIA Tomaremos como punto de partida, para 'delimitar' la Edad Media, dos aspectos muy importantes, correlacionados entre sí de una manera dialéctica. Son estos, las invasiones de los bárbaros -pueblos venidos del norte de Asia y del noreste de Europa- y la caída del imperio romano. Hasta el siglo V d.c. se habían desarrollado en Europa una serie de culturas, civilizaciones ;e grsn poder y creatividad como la egipcia, que había llegado 8 ser todo un gran imperio tributario esclavista, y la griega, que definió los cánones de la cultura de occidente r.c-sta nuestros alas. Después de la caída oel impe- rio macedónico, continuador natural de los griegos, se desarro- lló el magnífico y terrible imperio romano, dentro del cual se sucedieron en el mundo mediterráneo hechos ton trascendentales como la creación de la re\,fJb • ica romana, la dinastía de los Cé- sares y de innumerables eir rr'dres que luchrron sicm-re por la defensa del poder absoluto y tiránico de Roma sobre el resto del mundo, y la aparición del Cristianismo. 17 Roma era el centro del mundo. La creciente centralización del im- perio hizo de Roma un paraíso para unos, un infierno para otros, pero para todos un verdadero mito. Nadie que se preciara realmen- te podía dejar de visitar a Poma y todos los caminos hacia ella conducían. La ciudad desarrolló una arquitectura donde por ejem- plo, interrelacionaba la columna griega con el arco etrusco, para dar a entender que en su arquitectura se reflejaba tanto la cul- tura griega como la civilización etrusca. Vitruvio, ya en el si- glo I, escribió un "tratado de la arquitectura" obra en la cual hacia todo un análisis de los órdenes clásicos griegos, y del or- den compuesto, queriendo de esta manera sistematizar los estilos clásicos griegos y su relación con el estilo romano. Ful entonces la ciudad de Roma, en la época del apogeo del impe- rio (siglos I y II d.c.) totalmente significativa, desde el punto de vista arquitectónico y urbanístico, no solo para las demás ciudades del imperio, sino para las épocas venideras. El trazado ortogonal de sus calles, sus plazas, sus edificios civiles y sus templos, que h^bía sido tomado del modelo clásico griego, sirvió de arquetipo en la inspiración crolingia, otoniana, y posterior- mente en el renacimiento, en la época moderna y la contemporánea. Finalmente es necesario hacer énfasis en el hecho de que Roma en la época del antiguo imperio fue el centro del mundo porque era el centro del poder y le ella salía la irradiación cultural, po- lítica, económica y social del resto del imperio y tal vez del mundo. 9 2.1. CAIDA DE ROMA Hacia la ciudad que se ha constituido en el centro del mundo se ¿irisen los pueblos bárbaros que mencionamos arriba, pero en el momento en que se dirigen a Roma, la ciudad está prácticamente acabada. El ^oder se le ha salido de las manos. La ambición de dominio se ha hecho común en todos aquellos que presencian de cerca y ac'.úan en las decisiones gubernamentales. Unos a otros en el seno del gobierno se exterminan para no correr el riesgo de perder. Quedan los más astutos, los más sagaces. Parece que triunfan. Pero hacia afuera, Roma ha descuidado sus provincias. Los representantes del poder imperial han tobado determinaciones unilaterales, sin consultar con el eje central; los ejércitos, conformados la mayoría por prisioneros de guerra 6 por mercena- rios, han perdido la mística, el amor al imperio. En general, el pueblo romano se ha dado cuenta de la corrupción interna de los principales estamentos del -oder, de los gobernantes que dilapi- dan el dinero de los impuestos aue el mismo pueblo paga, en fies- tas descomunales, orgiásticas, consecuencia de la degradación hu- mana causada POP el exceso de por¡er. 2.2. LLEGADA DF. LOE 3̂ EE/,:-;CS La coyuntura descrita en el numeral anterior que, según mi con- cepto, es una de las orine i ¡síes causas ce la caída del imperio romano, es aprovechada por los "eclo1- del noreste, quienes de- 10 seosos de llegar al Mediterráneo han iniciado su avance en b&s- queda de tierras de mayor fertilidad y de vias para el comercio y la navegación. Han llegado a principios del siglo V a las fron- teras norteñas del imperio y han pasado estas fronteras, con la complicidad muchas veces del ejército romano que esté cansado de defender un imperio del cual no. disfruta absolutamente ning&n be- neficio. Es entonces la decadencia interna del imperio, la corrupción del poder y la necesidad de los pueblos bárbaros de llegar al Medi- terráneo y de dominar a Roma* lo que hace que sea invadida, in- cendiada y destruida como metrópoli y que tras su caida y destru£ ci&n se caiga el imperio romano de occidente. 2.3 LA ROMA CRISTIANA ANTERIOR A LA CAl-A Salamente un fenómeno, a la vez religioso y político hace que la cultura romana prevalezca en occidente y determina que sea la generadora de una cierta unidad entre los pueblos con herencia romana, de la b&squeda de una nueva cohesión política y de la creación de estilos artísticos y arquitectónicos que, a la vez que tienen cariz religioso, representarán en el futuro (siglo YIII en adelante) el poder. Este fenómeno es el cristianismo. En los primeros siglos de su aparición, el cristianismo fué un fenómeno que amenazaba el poder de la Roma imperial. Planteaba una serie de principios y normas de vida que iban en contra de los desafueros y abusos que a diario cometían los emperadores ro- manos. Jesús y sus sucesores fueron tomados por los altos mandos del poder romano como sus competidores demagogos, que con sus planteamientos doctrinarios sobre la igualdad entre los hombres, Ir necesidad de justicia y de amor, convencían a las clases des- poseídas, es decir, a los miles de esclavos y trabajadores explo- tados brutalmente por el imperio. Los cristianos fueron perseguidos, apedreados, difamados, encar- celados y torturados durante varios años pero, paradójicamente, su fama crecía como una llama e incendiaba los corazones de todos los pobres del imperio. Finalmente algunos patricios y hombres con cierto poder, comprendieron también el mensaje de la doctri- na de Cristo e ingresaron también y en forma casi clandestina, en la nueva religión. El cristianismo fué penetrando en el imperio y dejando a los imperios sin artas, al punto que los emperadores romanos de finales del siglo III temían ya ñor su -restigio y • por su poder si serían persigu'-ndo a los cristianos. Finalmente, y como culmen de esta apoteosis del cristianismo, Constantino en el siglo IV, no solo legaliza ls presencia de la religión cristiano en el imperio, sino que la convierte en la re- ligión • ;el estado romano, por medio del edicto de ".¡antes en el año 33? d.c. Con ésta legalización del cristianismo podemos de- cir o ue comenzó una nueva era prrs su desarrollo en el mundo oc- c Ldental. 12 2.3.1. Cristianismo y política Con la oficialización de la religión cristiana como religión del estado, Poma adquiere de nuevo un poder y una importancia como capital del imperio que estaba perdiendo a grandes pasos. Se re- vitaliza el poder político, pues los cristianos de toda Europa entran a hacer parte de los ejércitos del imperio, se cumple el sueño de muchos europeos de conocer a Roma que se había converti- do para todos casi en un mito. Hay una reacción de gratitud hacia el emperador por haber salvado a los cristianos de más persecu- siones y el imperio ..-¡israo se encarga de catequizar y cristiani- zar a los que ahora se llamarán bárbaros, y de consolidar su po- der por medio de ls unidad religiosa. 2.3*2. Cristianismo y cultura Todas las actividades de orden cultural como las letras y las artes se comienzan a desarrollar en torno a la defensa de la fé cristiana. Aunque no se conocen trabajos de orden literario so- bre éste tópico por el incendio de '"orna,se s-'be sin embargo que numerosos poetas y escritores romanos cristianos, dedicaron lar- gas meditaciones acerca de la fé. La escultura se inspirará en los numerosos mártires que el mismo poder produjo y er; los per- sonajes de la biblia ó en los perseguidores de Cristo. Los templos cristianos imitarán entonces los edificios civiles 13 romanos y serán construidos siguiendo parámetros similares sobre todo en lo que corresponde a la planta. Es decir, la planta ba- silical cristiana será una imitación de la planta basilical ro- mana (ver figura 1). Los lugares de reunión y de liturgia de los cristianos dejarán de estar en la oscuridad de las catacumbas y saldrán a la luz. Dejarán de ser los subterráneos ubicados de ma- nera que no fueran encontrados por los ejércitos romanos y que les servían de lugares de reunión, de sitio de liturgia y de se- pultura de los muertos cristianos y empezarán a ser majestuosos templos que se convertirán en los modelos de la arquitectura me- dieval cristiana. 14 FIGURA 13 ¡F * * 4 * * m * u ti * n 3 PLANTA BASILICAL ROMANA. BASILICA OC POMPE YA, PLANTA ESQUE NATICA 1 • 1 4 J - M:::m:-n-zm - ESQUEMA DE PLANTA BASILICAL PALEOCRISTIANA. 15 3 POLITICA, ECONOMIA Y ARTE DESPUES DE LAS INVASIONES BARBARAS La llegada de los bárbaros a Europa durante el siglo V y la cai- da del imperio romano marcan el inicio de una nueva época en to- dos los órdenes y determinan una serie de consecuencias que hacen de la arquitectura, del arte y de la concepción urbanística una serie de novedades determinantes en el desarrollo de occidente. 3.1 GENESIS DEL CASTILLO MEDIEVAL Desde mediados del siglo V, Europa entra en un caos político bas- tante marcado. No existe en este momento un poder que centralice o dirija las acciones. No hay cohesión. Pequeras comarcas gober- nadas por príncipes bárbaros, bastante primitivos en algunas as- pectos, o por principes cristianos, son el espectáculo deprimente de la Europa dividida. El único factor de unión entre las comar- cas cristianas es cierta dependencia del papa que, a su vez, de- pende politicamente de Bizancio, capital del imperio romano de oriente. Europa vivirá entonces, aproximadamente dos siglos de división total, casi insalvable, en la que además el comercio, la economía urbana, las ciudades y puertos esclavistas sobre el Mediterráneo, el mercado de numerosos productos suntuarios trai- dos de lejanas tierras de oriente vía Bizancio, quedaron reduci- dos casi a cero, dando motivos para que los terratenientes, gran- des patricios del caído imperio romano, se refugiaran en sus tierras y dedicaran sus casas de campo a vivienda permanente, con algunas adaptaciones arquitectónicas, que les permitieran además defender- se de los bárbaros por una parte, y de los esclavos insurrectos por la otra, pues muchos, aprovechando la situación de caos, se libe- raron y tomaron serias represalias contra sus explotadores. Grandes murallas pesadas y resistentes, rodearon las antiguas ca- sas de veraneo de los patricios, que a su vez crecieron un tanto para albergar los nuevos habitantes permanentes., lo cual las fué convirtiendo en castillos- fortalezas impenetrables. 3.2. SIGNIFICADO DEL CASTILLO MEDIEVAL Los esclavos no se insurreccionaron ni se liberaron; continuaron al servicio vitalicio de su señor, pero dentro de una estructura de relación. En el nuevo concepto de asentamiento permanente del terrateniente en su casa de veraneo, se les entregó una parcela de tierra para que la explotaran y con el producto sobrevivieran y cagaran tributos en especie o, algunas veces en moneda. 31 se- ñor en su nueva situación económica, no tiene la fluidez para sos- tener el tren de esclavos. En su situación sedentaria además no los necesita. Se construyeron entonces, dentro de la fortaleza, 17 simples y sencillas viviendas para los siervos con sus familias, y espacios dedicados a la manufactura de algunos -roductos de primera necesidad, de uso diario, lo mismo que bodegas . e alma- cenamiento de ,roductos escasos en ciertas estaciones del año. La nueva situación crea un habitat que es reflejo y síntesis de la estructura socioeconómica de la sociedad de ese tiempo. Si miramos cualquier castillo feudal de esa época, vamos a poder leer claramente y sin lugar a ambigüedades cómo era su sociedad: la necesidad de refugio, la pobreza en los materiales de cons- trucción que denotaba a su vez el escaso comercio y, en general, el autoabastecimiento en cualquier orden, incluso el espiritual, ya que cada feudo tenía su tem-lo, muestran cómo era la socioe- conomia feudal (ver figura 2). 3.3. DESAPARICION D 1:1 LA ARISTOCRACIA CIUDADANA La tenencia de la tierra se va convirtiendo en la principal fuen- te de riqueza de los «.otentados y de la iglesia que, aunque está pasando por una gran crisis espiritual por la aparición de nue- vas teorías frente a los dogmas incuestionables, predica la sal- vación del alma, el cercano final del mundo, la conversión al cristianismo, el desdeño por lo.̂ bienes materiales, la espiri- tualización total del hombre- hecho que se refleja fundamental- mente en el arte primitivo cristiano- y la Táctica de la cari- 18 FIGURA 13 - LOS MUROS MEDIEVALES DE CARCASONA. 19 *dad cristiana, que consiste en dar limosna, y en pagar diezmos a la misma iglesia, justos diezmos eran pagados en especies y la tierra era uno de los regalos que más empieza a apreciar el pa- pado. Pero mientras Bizancio continúe con la hegemonía del co- mercio en Oriente con la centralización del poder económico y político, Roma y el papado no podrán reponerse del golpe de las invasiones. Por ello Roma, de alguna manera, tiene que volver a adquirir el poder, aunque sea lentamente, y el arma es el cris- tianismo y el dominio espiritual de la Iglesia. Todas estas situaciones, hasta cierto punto caóticas, en Europa occidental cristiana, confluyen en la desaparición casi total de una aristocracia ciudadana, cosa que no sucedió en Bizancio, don- de los terratenientes tenían que poseer una casa en la ciudad de Constantinopla, y por tanto, la ciudad no deja de ser centro de actividad económica, política y cultural. 3.4 DECADENCIA DE LA CIUDAD IMPERIAL ROMANA Y APOGEO DE LA CIU- DAD MEDIEVAL La decadencia de ese tipo de ciudad (ver figura 3) -núcleo, cen- tro de una actividad económica de carácter comercial, mercanti- lista, la metrópoli al estilo de Alejandría, en la época de Ale- jandro Magno, de Roma imperial, con sus trazados ortogonales, con sus arcos conmemorativos, sus columnas escultóricas, como la de Trajano, sus obeliscos, traídos de Egipto conquistado, con 20 FIGURA 13 21 sus edificios civiles, sus plazas, sus circos y sus innumerables espacios creados para dar respuesta a una necesidad social- la decadencia de este tipo de ciudad da cabida a otro estilo nuevo, campestre, alejado lo más que se pueda un núcleo de otro, que- riendo ebstaculizar la llegada en vez de facilitarla , queriendo encerrarse cada familia en su núcleo, en vez de abrirse... es esta la nueva 'ciudad' medieval, hasta cierto punto tranquila, sosegada, podríamos decir pasiva, quieta, en contraposición con las ampulosas ciudades de la antigüedad grecorromana. La Iglesia, tanto en oriente como en occidente, aunque de manera diversa, se erige como la dueña y señora del mundo. En Bizancio (Ver figura 4) es la primera institución del estado, que es fun- damentalmente teodrático. En occidente, es la fiscal .que nombra, critica, decide o dirime nombramientos de emperadores y reyes. FIGURA IO "SANTA SOFIA VISTA EXTERIOR. 23 k.ISLAMISMO EN EUROPA. SIGLO VII La 'tranquilidad' y el caos político de Europa occidental se ven cuestionados en el siglo VII con la llegada de los musulmanes o sarracenos, casi todos árabes, al sur de Europa. Estos venían de la península arábiga, regióndesértica y bastante inhóspita, au- sente de lluvias y de ríos. Los árabes, mercaderes por excelen- cia, habían conformado una religión basada en las predicaciones de Mahoma, árabe y también comerciante, que a mediados del s. VI d.c. reunió una gran masa de seguidores de su doctrina, entre cuyos postulados estaba la creencia en un solo Dios, que él lla- maba Allah, la vida espiritual, ascética, la practica de las vir- tudes como la abstinencia, el ayuno, la oración, la castidad, la prudencia y la necesidad de predicar y convertir o islamizar a todo el orbe. Esa es la tarea que vienen a cumplir los árabes en el siglo VII en Europa» Pero también vienen buscando una salida al Mediterráneo, tierras fértiles, no desérticas como las suyas, y el dominio religioso y político de todo el mundo, cuya búsque- da continúa hasta hoy. Su expansión desde principios del siglo VII, había lleg-do hasta los confines de Persia, Asia Menor, India, Irán, Irak, Egipto y ahora llegaban a Europa. Su objetivo era dominarla. Mahoma ya había muerto, pero sus sucesores, no solo querían hacer cumplir su voluntad de islamizar a todo el mundo sino que habían mezcla- do también intereses políticos, geográficos y por ende económi- cos a su empresa. El mundo musulmán era bien diferente al de Europa occidental cristiana. Una de sus mayores semejanzas e~a la de tener una re- ligión monoteísta y que despertaba el fanatismo entre sus adeptos. Las guerras por la religión han sido siempre violentas, sangrien- tas, duras, porque el impulso afectivo de la fe es también dema- siado fuerte. 4.1 PROBLEMAS CREADOS POR LOS ARABES EN EUROPA Los cristianos y los musulmanes nunca se pudieron entender, por- que el deseo de dominio total de su religión era en ambos eviden- te. Al igual que el idioma había unificado en parte, junto con la religión, al pueblo árabe, el latín y la religión cristiana ha- bían contribuido a que no se viniera a pique definitivamente y en forma irreparable, el mundo de Europa occidental. La presencia de los musulmanes en Europa era nociva para los po- deres establecidos del cristianismo, que además de no tener mu- cha fuerza política, no tenían ninguna fuerza militar, ni mate- rial. Europa, y Roma, se sienten sostenidas en un hilo, ante la 25 presencia de loa árabes. Si europa estaba desanida politicamente, los árabes tenían todos el mismo ideal político religioso. Si la fe cristiana y el papado estaba en crisis, los árabes estaban convencidos de su fe, fanatizados por la doctrina y decididos a islamizar por doquier. Europa cristiana tenia que hacer algo pa- ra salvaguardar el poco poder temporal que tenía, y los restos que a&n quedaban de un gran imperio, como había sido el imperio romano. Es preciso complementar este punto con la siguiente cita que nos da un testimonio de lo que los árabes hicieron en Europa: los Srafces no tenían ejércitos muy numerosos -10.000 era el máximo de hombres que componían un ejército- pero sin embargo, lograron en los siglos VII y VIII, extenderse desde el extremo de España y el norte de Africa hasta el Indo, uniendo en una civilización con caracteres comunes el próximo oriente con la cuenca del Mediterráneo y al- canzando los países del Indico y del Asia central en unas cuatro generaciones. Los árabes aclimataron en Es- paña, Egipto, Sicilia, productos exóticos como la caña de azúcar, el arroz, la morera para la cria del gusano de seda, y frutales como el naranjo y el limonero. Desa- rrollaron asi mismo, una gran actividad comercial, marí- tima y terrestre, explotaron los materiales preciosos, importaron oro del Sudán, y lo acuñaron, marfil africano esclavos negros o eslavos, algodón de la India, pieles de Asia central, armas de occiciente, y realizaron pin- gües negocios. 4.2 UNIFICACION DE EUROPA CON BASE EN LA RELIGION CRISTIANA Como anunciamos arriba, Europa, contra viento y marea se ve abo- cada a tomar una posición como continente, como vestigio de un antiguo imperio y como representante de una religión, ante el ^LOS FUNDAMENTOS DEL SIGLO XX, Biblioteca básica Salvat, # 94 segunda parte, pag 90. 26 enemigo árabe. Es Pipino de Heristal, mayordomo del palacio de Austrasia (ver figura 5), grande y poderoso feudo situado en la región de los francos, quien logra reunir un gran ejército y con la venia pa- pal, y la total adhesión de Roma a su empresa, envia una serie de tropas, entre las que se destacan los ejércitos comandados por Carlos Martel, uno de los hijos bastardos de Pipino de Heris- tal, que atacarán a los musulmanes y detendrán su expansión; al mismo tiempo se realizará la más grande unificación de Europa cristiana, después del antiguo imperio romano; con los éxitos de Pipino de Heristal y de su hijo Carlos Martel, se consolida de nuevo, no solo el poder del palacio de Austrasia sobre el resto de Europa, sino la alianza de éste con el papa Gregorio II, y en él, con todo el poder de la Santa Sede. Alianza que cada vez más fuerte, permite que en el año 751 Pipino sea elegido rey de los francos, siendo ungida su frente con el óleo santo por San Boni- facio, haciendo sagrada la calidad de monarca. Los mismo sucede, cuando Carlomagno, hijo legítimo de Pipino, es nombrado emperador en el año 800, el día de Navidad. La ceremonia se realiza en la basílica de San Pedro, de Roma, y recibe la dia- dema siendo aclamado como emperador de los romanos. Dos años más tarde, Bizancio reconoce oficialmente la restauración del imperio de occidente. RENACE EL IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE, y Carlomagno busca que su grandeza sea como ">a del antiguo imperio romano. ?.7 FIGURA IO 4.3. AL ENCUENTRO DE DOS CULTURAS El hecho de cae hayan sido detenidos los musulmanes en su ascenso hacia Europa central y norte, no quiera decir que estos no hayan permanecido en Europa, rendientes de una coyuntura, un momento de debilidad de los ejércitos del imperio reestablecidos por su causa, para arremete1" y conquistar toda Europa. Además, su presencia en Europa significó para la cultura occidental una se.^ie de transfor- maciones, una serie de aportes, una cantidad de novedades, como fueron entre otros, los nuevos vocablos tomados por los europeos del árabe, una serie de costumbres, su actividad comercial que no cesó durante FU permanencia en Europa y que mantuvo movimiento en puertos sobre el Me iterráneo, lo mismo que en puertos conti- nentales. Pero el aborte que más nos interesa denotar aquí, es el arquitec- tónico, que se noto perfecta ente en la arquitectura árabe pre- sente en España y e- la aro uitect ira mozárabe: cristiana a la manera árabe. ( í . ) . 4.3.1. Arquitectura islárni 05 er. Europa <j su. simbol ogia Cada uno de los o." m e ios de lo;- edif ici o?, musulmanes tiene, al igual que cualquier erppci srr:u.L t ec t ón i c o , una explicación de carácter conceptual, teniendo c orno base el hecho de que el con- cepto es el renul tgdo dpi dovenir de la real.i dad. 29 FIGURA IO MAUSOLEO DE TAJ MAHAL AGRA -ARQUITECTURA ARABE FIGURA 7 \ \ \ ' \ / y ' \ \ \ / \ / \ / h / \ / \ \ \ / \ / y / \ -PLANTA DE UNA VIVIENDA ARABE. -CASA EN DAMASCO . 30 Por ejemplo, la necesidad de agua en el pueblo frabe se refleja en las diversas áreas destinadas a la presencia del agua, dentro del espacio arquitectónico. Se encuentran fuentes en el centro de los patios, pequeños canales creados y dirigidos por los mis- mos constructores, que recuerdan a cada paso la necesidad mate- rial del agua y también su función religiosa, espiritual, de pu- rificación que ejerce, simbólicamente, este precioso líquido. La necesidad existencial del hombre, de tener un centro, siempre como referencia individual y social, se refleja en la arquitec- tura, en especial en la vivienda de cualquier época y sociedad. Dice Norberg-Schulz^ que "si el 'centro del mundo', pues, desig- na una meta ideal p&blicao un'paraíso perdido', la palabra 'ho- gar' tiene también un significado íntimo y más concreto. Nos dice simplemente que el mundo personal de cada hombre tiene su centro" y agrega este arquitecto que el centro de referencia es necesa- rio para el hombre pues "representa *lo conocido' en contraste con el 'desconocido' y algo terrible mundo circundante. Es el punto donde tomo posición como ser pensante en el espacio, el punto donde 'mora' y 'vive' en el espacio". Norberg-Schulz re- cuerda aquí la famosa afirmación de Arquímedes: "¡Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo!" ^NORBERG-SCHULZ, Cristiani Existencia, Espacio y Arquitectura. Barcelona: editorial Blume, 1975« pag* 22. 31 4»3*2 Un nuevo modelo de vivienda para Europa y para Hispanoa- mérica En la arquitectura árabe que se encuentra en España, todas las habitaciones se sitúan alrededor de un patio rectangular , en cuyo centro .hay una pila, o una fuente, que da frescura y re- cuerda la importancia en el ambiente del agua. La importancia de la fuente en el espacio urbano de España llegó a ser tan fuer- te que en el siglo XX uno de los mayores poetas españoles, Anto- nio Machado (1375-1939) hace de la fuente uno de sus temas cen- trales de inspiración: Misterio de la fuente, en ti las horas sus redes tejen de invisible hiedra; cautivo en ti mil tardes soñadoras , el símbolo adoré de agua y de piedra... Son considerables en número las poesías de Machado en que apare- ce la fuente, con todas sus manifestaciones posibles: fuente de jardín, con su taza de mármol casi siem-re, o de iedra. Califi- ca esta agua de clara -su adjetivo predilecto-, riente, muerta, cantora, borbollante, de alegre y de triste monotonía, de clara '.armonía (sic), de bellos espejos; la llamará repetidas veces cristal. Las fuentes dicen leyendas antiguas, tristezas de amores 7 y de penas... ^MACHADO, Antonio. Soledades. Madrid, Taurus, 1969. Pag 73. 7 Para un estudio jnás detenido de este aspecto, ver el estudio de ECHEVERRI, Jorre y N O G U E R A , Patricia. Temas centrales de la poesía Antonio Machado. Inédito, 1973, USTA. 32 Violst Le Duc hace una descripción de una vivienda árabe, o al estilo árabe, situada en Palermo: Esta residencia... está constituida por varias plantas sus muros enteramente organizados por medio de silla- res de piedra. Entre los jardines que rodean la vivien áa por tocios lados -que es otro de los elementos pre- sentes en la arquitectura árabe en Europa- se puede observar segfrn la costumbre mora, ligeros edificios que ubicados s escasa distancia del edificio principal contienen los baños, las cocinas, las dependencias destinadas a la servidumbre y los pórticos, extendidos sante las celdas que sirven de alojamiento a los foras- teros. *. la amplia portada ifcrinda acceso a un vestíbulo de sentido muy alargado, en cuyos extremos figuran dos habitaciones una destinada al criado asignado perma- nentemente al servicio de los visitantes, y la otra oficia de antesala de los locales de recibo. Las dos habitaciones que siguen a cada uno de estos locales, se destinan a aposentos de la familia. En el centro de la composición, existe una vasta sala que comunica con el exterior a través de un vano que enfren- ta a la portada. Su planta afecta la forma aproximada de cruz griega y-está techada con sistema de bóveda. En el centro del pavimento , un surtidor de mármol vierte una pequeña cascada de agua, que por medio de un canal, se distribuye en cuatro r-lbercas. (ver fi- gura 7) En las descripciones que continúa haciendo Le Duc, hace énfasis en la presencia de canales de agua que est an presentes en casi todo el edificio, y en los jardines, la resencia fresca de la naturaleza que en la península arábiga era bastante pobre, y que por reacción está presente en toda vivienda mora. Uno de los apor- tes que trajeron los españoles a América, fué esa forma de vivien- da que podemos encontrar, con algunas pequeras variantes, en in- numerables casas, como la casa de la moneda de Santa fé de Bogotá o LE DUC, Violet. Historia de la habitación huma'na. Buenos Aires, Editorial Víctor Leru, 1945. Pags. 309 y 310 ( i'l subrayado es nuestro) 33 el convento Ecce Tromo en Villa de Leyva, el convento de San Fran- cisco en Bogotá, y en general las casas conventuales construidas durante la colonia. Hasta ocuí es bueno apreciar cómo un fenómeno religioso, político, eonómico, como fueron las invasiones árabes a Europa, generó transformaciones en las construcciones arquitectónicas, fundamen- talmente en las regiones donde más permanecieron ellos. En el sur de Europa, y en España donde lograron penetrar posteriormente (siglo X) se encuentran hechos arquitectónicos tanto árabes como el caso de le Alhssifora, como de imitación árabe como el el caso de Santiago de Compórtela, que testimonian sobre ésta influencia tanto en el aspecto formal coto espacial (ver figura 8). 55 FIGURA 13 - PLANTA DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA. 36 5 SURGIMIENTO EN EUROPA DE UN GRAN IMPERIO Pero, mientras los árabes presentes en Europa, ejercen todos este cúmulo de influencias, la unificación política, de que hablamos en el capítulo anterior, cada vez se estructuraba más. En el año 800, CarloMagno era nombrado emperador de los romanos, y de nuevo como en los tiempos del gran imperio romano, un poderoso ejército enfrentaba tenazmente a los 'bárbaros', deteniendo su avance ha-* cia el interior de Europa, mientras se acentuaba la preocupación por crear de nuevo, vínculos de unidad real entre aquellas comar- cas que durante más de dos siglos habían estado aisladas unas de otras. Es así como Carlomagno y sus desdendientes se empeñan en crear mecanismos de unificación tales como el idioma, la cultura, la religión, la educación... explicaremos brevemente cómo se impu- sieron estos mecanismos y cómo se logró así renovar los ideales del viejo imperio romano. 5.1 LA RELIGION, UN MECANISMO DE UNIFICACION Es la religión católica, romana, la que de nuevo empieza a ganar numerosos adeptos, por medio de exposiciones costeadas por Roma y el imperio que tienen como objetivo catequizar, evangelizar y bautizar a los pueblos bárbaros, es decir, no cristianos. Al la- do de esta misión catequética existía una misión militar, que se encargaba de recuperar los lugares santos, los tesoros de la Iglesia perdidos en el momento de las invasiones, misión reali- zada por soldados cristianos, que además de ser elevados muchas veces al catálogo de los santos católicos, por sus proezas, reci- bían numerosos estímulos de orden temporal, como tierras y rique- zas y un mejor rango social. Es bueno aquí tener en cuenta que del palacio de Austrasia, de donde había salido Carlomagno, de-' pendía un reino bárbaro, no cristiano, pero que al cristianizar- se se había constituido como uno de los 'modelos' de la moral y la ética escolásticas. 5.2 LA EDUCACION ECLESIASTICA Y con la expansión desmesurada de la religión y de la fe, fué ne- cesaria la creación de escuelas teológicas, donde los madres de la Iglesia se dedicaran a fundamentar los dogmas, los principios las doctrinas y en general la religión católica. Esta actividad que se desarrolló junto con el arte litúrgico fundamentalmente en los monasterios, como el de Cluny, llegó a todo su esplendor en el siglo IX. Cluny se convirtió en modelo tonto arquitectónico (ver figura 9) FIGURA 13 39 como espiritual . La orden benedictina, fundamentada en la regla de San Benito que exigía una vida rigurosa que iba de la oración , la meditación y la lectura de textos sagrados al tra bajo mate- rial e intelectual. En la orden existían categorías de trabajos siendo realizados los intelectuales por los monjes de mayor aseen dencia noble, y los manuales por los de menor ascendencia noble. Las labores agrícolas eran realizadas por siervos quienes renta- ban las tierrasepiscopales y rendían tributo al señor feudal, que en este caso era el abad. Con el transcurso del tiempo, la orden benedictina fundada hacia el siglo V y que era la ánica vigente en Europa y la abanderada dentro de la vida monástica, comenzó a caer e.n una serie de de- sórdenes e inmoralidades. Era por tanto, necesaria una reforma dentro de la orden misma que restableciera el antiguo espíritu y la piedad desapa- recida. La reforma partió de Cluny, una casa benedictina de Borgoña fundada a principios del s. X y su idea ini- cial consistía en acabar con la disgregación e indepen- dencia en que hablan vivido hasta entonces los benedic- tinos. . .9 Con esta re-forma se logró reunir a los diversos monasterios y ca- sas religiosas con un mínimo de jerarquía para mantener la disci- plina . Con la obra de San Odón y San Mayolo, los siguientes aba- des de Cluny, adquirió la orden de San Benito nuevo esplendor y llegó a producirse un gran renacimiento monástico. Recordemos que ^HISTORIA DEL ARTE SALVAT. México: impresora y editora mexicana, 1979. Tomo 4, pag. 9. • 40 Cluny había sido fundado por el duque Guillermo de Aquitania, hacia el año 909."Viollet Le duc copia el testamento del duque de Aquitania haciendo el debido honor a quien habla fundado aquella casa desde la cual el arte francés dtobia irradiar por toda Europa"10. Con la importancia que adquiere Cluny como centro metropolitana de todos los monasterios, la Iglesia puede cumplir mejor su pa- pel de educadora que en la época carolingia se le había impues- to ya, por medio de la reforma sobre la vida monástica y de otro tipo de reformas, cuyos principios, proclamados en los tres concilios que entre 742 y 744 se celebraron sucesivamente en Austrasia y Neustria, se habían tratado de seguir al pie de la letra, hasta llegar al siglo X, en el que todas las institucio- nes eclesiásticas estaban ya, por entonces, renovadas, y la Iglesia medieval definitivamente fundada. Como conclusión podemos decir que el monasterio, como lugar y modelo de la vida medieval seria otro vehículo de dominio y di- fusión del imperio carolingio. 5.3 LAS INSTITUCIONES MONASTICAS Los monasterios benedictinos por excelencia son los germánicos, 10HISTORIA DEL ARTE SALVAT. Idem pag 9 41 en los cuales se desarrollan tendencias anglosajonas del mona- quisino, es decir, que los abades no fueron, como lo hubiera de- seado san Benito, directores sedentarios de comunidades cerradas sino apóstoles que dirigían la evangelización y dependían direc- tamente de la Santa Sede. Por otra parte, entre las actividades monásticas los estudios fueron adquiriendo prioridad sobre el trabajo manual. Pipino y Cario Magno se esforzaron por mantener la prosperidad de los monasterios, disfrutando las comunidades monásticas de una situación desahogada. El patrimonio de señorío rústico liberaba a los monjes de la necesidad de trabajar, y siendo los abades escogidos entre la alta nobleza, y enviados muchas veces a misiones administrativas importantes, los monaste- rios se convirtieron en asilo de cultura y primer laboratorio del renacimiento intelectual y artístico, hecho que coadyuvó a la prosperidad del imperio carolingio. La riqueza y el poder de las órdenes monásticas, como es el caso de Cluny, hicieron que no so- lo se -iidiera extender el monacato, sino que sus edificios se constituyeron en los mejores modelos de la cristiandad occidental, mayores y mejores aún que las propias basílicas de los apóstples en Poma. Se refleja, como ya dijimos arriba, todo el poder monástico caro- lingio en la arquitectura. Veamos el oroceso: La pequeña iglesia primitiva del duque Guillermo, cons- truida ba.jo el abad Bernardo, ya había sloo sustituida por la llamada Cluny II, edificada ent-e 955 y 1000 pe- ro ésta fué destruida a su vez para levantar Cluny III (ver figura 10), con arreglo a un r-lan colosal a partir i+2 de 1088. 1 1 5-4 CULTURA Y ARTE Hemos enunciado hasta ahora tres mecanismos de unificación del imperio carolingio a saber: la religión, la educación eclesiásti- ca y las instituciones monásticas, a través de las cuales se pu- do mantener el poder político. Estos tres mecanismos institucio- nales crearon a su vez e hicieron parte de un nuevo desarrollo de la cultura, del arte, y por tanto de la arquitectura. 5.4.1 Cultura Los reyes carolingios reviver, la formaci'n cultural romana, vol- viendo a imponer el latin como el idioma oficial y la literatura romana como la mas importante, vero, y como es obvio, refractada del arte cristiano. "La po-"--* de Lr-r L o.r--"no se- conforme con reci- bir de segunda mano, lo herencia íe - '-n 1 guedad. . . La época ca- rolingia busca con preferencia imitar actitudes grandiosas, hinchadas y orgullos-3 ^e los -• • m*-.r: .•, j>ero no halla, sin embar- go, acceso a la antigüedad más "ue •• tr-vós do a forma refríe- tada riel arte cr;ptiano..."1^ 1:LHI3T0?IA DEL ARTE JAL'/aT . I -e.:.. ag. II 12HAUSEP, Arnold. Madrid, Gu-̂ d Historia siripi oe 1. a, 19tcK Toso I, te" arte. 5.4.2 El arte Del aspecto anterior se desprende el arte como forma también de unificación por medio de la creación de un estilo grandioso, so- lemne, poderoso, que reflejará, por un lado, la gran herencia de la Roma imperial y por otro, la austeridad de los materiales da- da por la filosofía ética del momento y por la ausencia de co- mercio de materiales de construcción: este estilo es el llamado Románico. Al respecto nos dice Hauser: el arte carolingio superó, sin embargo, el estilo orna- mental plano de la época de las invasiones consiguiendo por ejemplo, reproducir el cuerpo humano en su especia- lidad tridimensional, rasgo que recuerda por sí, más a la antigüedad clásica que a la cristiana. Pero en con- traste con el punto meramente decorativo de la época de las invasiones, en el arte carolingio encontramos una concepción artística figurativa, y por otra parte, en oposición al arte cristiano primitivo, encontramos tam- bién aquí, una concepción en parte ilusionista. Este arte, renueva no solo el sentido estatuario y monumen- tal, sino también la visión pictórica e impresionista de los antiguos.13 5.4.3 La arquitectura Podemos deducir entonces, que el arte y la arquitectura carolin- gios , fueron una mezcla del arte y la arquitectura grecorromanos con el arte cristiano primitivo. Pero que de todas maneras no se quedaron en un simple eclecticismo formal, sino que constituye- 1"HAUSER, Arnold. Idem, pag 5 44 ron los orígenes de los que fueron posteriormente el arte y la arquitectura románicos. La arquitectura románica que se desarrolla posteriormente al imperio carolingio tiene caracter isticas formales y espaciales propias y exflicatiTas del momento histórico en que se desa- rrolla. Como primera medida, resaltaremos su pesadez que da una sensación de inmovilidad, reflejo de una visión del mundo de- terminista y finalista; las ideas fundamentales sobre las cua- les se mueve el hombre de los siglos VIII, IX y X ligadas a tal reflejo, son las del fin del mundo y la esperanza pasiva del más allá. Como segunda medida tenemos que resaltar su tosquedad de mate- riales, producto de una época donde el comercio es exiguo y como tercer punto, el trabajo de la luz que tiene como finalidad crear penumbra en los lugares menos importantes del templo e iluminar los lugares mas imt ortantes. Es bueno anotar aquí que el término 'catedral' en el período ro- mánico se debió a que en el momento en que se disolvieron las cortes carolingias, por el enriquecimiento desmesurado de muchí- simos vasallos, los lugares de reunión y de creación artística o cultural se centralizaron en las catedrales imperiales, "edi- ficios imponentes y poderosos,,lí+ (ver figura 10) 1/fHAUSEP, Arnold. Idem, pag 2k2 FIGURA IO -PLANTA DE LA IGLESIA DE CUUNY III. e x p r e s i ó n de un Oder i l i m i t a d o y deunos medios inago- taeles. Se l e s na l l a m a d o f o r t a l e z a s de Dios, y r e a l m e n - t e son g r a n d e s , f i r m e s , y macizas, como l o s castillos y f o r t - , lezas la época, y demasiado r r a n d e s '"ara los f i n e s e i s n o s . P o n no f u e r o n c o n s t r u i d o s cara l o s fieles, si- no |7~ra I s g l o r i a de Dios y s i r v e n l o mismo que l a s c o n s - ••"Ueciones s a g r a d a s de l a n t i c u o o r i e n t e , para simboli- znr id S&prema autoridad.1- Como s e ve e n t o n c e s , l a c a t e d r a l r ománi ca es más un s í m b o l o de p o d e r que un e d i f i c i o para b e n e f i c i a r a l hombre . Es 1-. e x p r e s i ó n p a r a d ó j i c a m e n t e de l a r e a l i d a d h i s t ó r i c a ".ero f u e r a de su r e a l i d a d . Agresa F a u s c e r que l a i g l e s i a de Santa Sofía ( t e n í a c iaría morí t e d irnensione za e s t a b a fundao.n en c i e r t - j c a s p u e s era ] a i c~ 1 p s i a r r i ñ o r o l i t a . Las i . ' l e s i a s rom? e n c u e n t r a n en el me jor de 1 des t r a n q u i l a s , cues er. el r r a n u e s o 1 uda' ,es . por ejem-lo1» (ver figura s enormes, pero su ^ranee- medida, en razones -réc ci- ño Lpal de una ^etró;oli eos- nicas, pon el contrario, se os car'OS en pequeñas ciuua- occidente ya no existían Es e n t o n c e s una razón de r - - - r ec onnmico , our-l es 1*-. l e n i t ud del feudalismo- d o m i n i ' territorial, r i q u e z a 0ue dá i r .dUp?ncen- s c*.••;;-ar ^ue dan o n i r e n a l r e n e r a i es ün á r t e s i m p l e , c 1 ' '• o 1 í t i c s v e c o n e s c i o r orr, ' n i c o . £ ; un j.m-LCe- ' oe arts román1c7 •i e f o r r e s e s t i l i z a d a s i somot r i e a s , e m f.r-~-d o m i n i o c a r a c t e r r • j i g i os o , en e l que l o es i r ; t y Lo t e m p o r a l d e c i r s e que no e s t á n s e p a r a d o s , -.;&:; no r e he p o d i d o d i s t i n g u i r cuá"1 era U finali dee •io eclesiástica como tr\ . • • n , pero •r> r* ! r. v> t c r c lf- - T' ' se intuye que era P\> instrumento de ^roraganda de la iglesia rae- ileval. Y ahí está ése carácter educativo que se ha tratado de e>-'lícar. Su misión sólo podía c on^istir en insnirar a las masas un e--íritu solemne y religioso, pero bastante indefinido. Pode- mo; citar aquí la descri-cion de Cluny III, edificada en 1088: "11 templo tenía un larguísimo atrio ó nártex con tres naves, vasto •or sí sólo como una gran iglesia; después, por una i:uerta decorada con innumerables esculturas, se entraba en la basílica de cinco naves, con dos transep- tos, cada uno con varios ábsides ó canillas y un gran co- ro en el fondo, también con otros ábsides pequeños y gi- róla... A cada lado de la* ̂ uerta del nártex había dos grandes campanarios cuadrados con su flecha, el uno des- tinado a archivo y el otro a encierros ó prisión de la abariía. La nave central, inmensa, estaba cubierta con bó- veda de medio punto; las 'laterales con bóveda de arista. Recordemos que Sluny fué rrodel o <;«= ios monasterios románicos en el siglo VI. I7.:t;: * ot?t pei 6 NUEVAS INVASIONES BARBARAS EN EL SIGLO X La plenitud del feudalismo, la consecuente disolución de las cor- tes csrolingias, el dominio (5-mnipotente de los terratenientes y de la Iglesia, la presencia de un rey que reinaba pero que no gobernaba porque ya no tenía casi riqueza -dominios territoriales- hicieron que el imperio carolingio se fuera a pique. 6.1 CISMA POLITICO Uno de los últimos reyes francos, Ludovico Pió, formado total- mente dentro de la caridad y la justicia cristianas, para tener contentos a sus tres hijos, "vaciló enore el deseo de preservar la unidad del imperio y Is preocupación por respetar las anti- guas costumbres familiares legando a cada uno de sus hijos una 18 porción igual de la herencia". Este hecho llevó a la discordia a los hijos contra el padre y a los hermanos entre sí, discordia que dió como resultado una pérdida general del poder del imperio, el enriquecimiento de la nobleza, cue servían a los hijos de Ludovico y que vendían su fidelidad al mejor postor, hasta que l3HISTORIA GENE~-;AL DE La'¿ C1VI1IZACIONES. La ed.-̂ d media. Tomo 3 pag 156 finalmente, en el año 843» por el tratado de Verdún, la Europa occidental quedS definitivamente dividida en reinos indepen- dientes: Separados por fronteras de orientación meridiana, cada uno de éstos quedó formado por una de las tres regio- nes cuya autonomía conservara Car1omagno: Aquitania, Baviera e Italia, y por una parte de las provincias francas. Así nacieron el reino de los francos del oes- te, cuyos limites fueron marcados por el Escalda, el Mosa, el Saona, y los montes Cevennes; el reino de los francos del este, más allá del Phin y de los Alpes; y un estado intermedio alargado desde el mar del Norte a la Italia del sur, que contenía las dos ciudades im- periales: Soma, capital del imperio romano de occiden- te, y Aquisgrán, capital del imperio carolingio. Esta última porción de territorio era la del emperador, pe- ro su dignidad no le valía más que una autoridad comple- tamente teórica. ° A su vez, estos tres reinos tuvieron evoluciones diferentes: la institución monárquica fué más duradera en el reino de oriente, por ser m's reciente, mientras que en el reino medio, la disolu- ción territorial continuó, por la gran independencia y poder de marqueses, condes y rte^s vasallos q ;o deseat-? < una total auto- nomía política. Esta disgregación del i -nerio no .ejó 5e p e5" j udic ar la unidad de la iglesia, ya que numerosos arzobispos fueron independizándose de la instilación -ontificia "r^.na, dir5 rida r-.or el papa Nico- lás I q uien trató ae defende- su roder, * or -icdio de leyes pon- tificias, pero ca1 e-itridc e "o-pn;- ol estado romano, de 19Idem, pag. 1'?-"!!- 0 poder feudal, se sumió progresivamente en la más profunda de las decadencias. 6.2. VULNERABILIDAD DE EUROPA Los acontecimientos anteriores hacen a Europa del siglo X, más vulnerable a las invasiones de los pueblos bárbaros, que desde los cuatro puntos cardinales amenazan desde hace siglos la estabili- dad de Europa. Algunos de éstos pueblos venían del norte, como es el caso de los normandos, otros venían del sur como es el ca- so de los musulmanes. Pero también del oriente de donde venían por ejemplo los Húngaros. La coyuntura estaba dada: Europa estaba de nuevo dividida, sin ejércitos, sin cohesi&n política... era el momento ideal para arremeter de nuevo contra Europa cristiana. De las invasiones de los sarracenos dirá el historiador Edouart Perroy: En el siglo VIII los ejércitos francos habían detenido el empluje musulmán, y luego, progresivamente, hicieron retroceder al islam más allá de los Pirineos, la marca hispánica mantenida vigorosamente por una dinastía de jefes militares... constituyó un bastión muy eficaz: la caballería árabe no penetró nunca más en Aquitania. Pero el mar quedaba libre. Desde España y el Kagreb, los piratas musulmanes ocuparon primero las islas del Mediterráneo occidental, las Baleares, Córcega a par- tir del año 806, luego Sicilia, metódicamente conquistada entre 827 y 902. Desde ellas lanzaron expediciones de saqueo sobre todas las costas cristianas: Niza en 810, Marsella en 8 3 8 , Arlés en 342, Roma en 846, la Apulia, la Campania, fueron sucesivamente asoladas. En los últi- mos años del siglo IX, un grupo de aventureros sarra- cenos se estableció permanentemente en la corte de Mau- res, infiltrándose por los alpes, y cortando las rutas 51 entre Italia y las galias, exigieron rescate a tres gene- raciones de traficantes y p e r e g r i n o s . 2 0 6 . 3 LOS NORMANDOS Y UNA NUEVA EUROPA Pero sin lugar a dudas, las invasiones más importantes para los cambios que a partir del siglo X se dieron en la Europa cris- tiana, fueron las normandas. Estos pueblos eran seminómades, ha- bitantes de zonas de latitudesaltas, con intensos fríos y vera- nos más cortos que en la Europa Meridional. Por tanto, hablan desarrollado diversos métodos para el cultivo de la tierra, la recolección y almacenamiento de los productos, demanera que en los cortos veranos y primaveras alcanzasen a surtir todo el cú- mulo de necesidades primarias. Además, hablan desarrollado sis- temas sofisticados de navegación, incluyendo el transporte sobre la nieve, pues sus ríos y mares se congelan durante mucha parte del año. Su mentalidad, dada la situación geográfica, ya descrita, y las condiciones materiales, era eminentemente práctica y empírica, pues necesitaban sacarle el mayor provecho a la tierra, en el menor tiempo posible, y con el mejor resultado. Eran hábiles también como militares, pues su permanente caminar en busca de mejores tierras, les había hecho enfrentarse a numerosos pueblos. Por tanto, el desarrollo de las armas, era también bastante no- torio, y mucho más eficaz, con respecto a las armas de los ejér- 20IBIDEM. Pag 159 52 citos de la Europa cristiana siglo X, eran nulos. Sus religiones, politeístas, el desarrollo de las fuerzas trabajo material, para poder que en la Europa continental fectamente del autoconsumo y que en el momento de la invasión, no fueron nunca un impedimento en productiTas, pues la necesidad del abastecerse, era mucho más marcada cristiana, donde se podía vivir per subsistir con un comercio exiguo. Los normandos eran en general hombres muy activos, que no sola- mente había desarrollado la agricultura y la pesca, sino también el comercio, inevitable, por su pobreza de productos, y que de hecho los mantenía en contacto con comerciantes cristianos del mar del norte, conociendo así la prosperidad de las regiones francas y anglosajoñas. Cuando los normandos detectan la situación de debilidad de Euro- pa cristiana abandonaron el trueque, se apoderaron violentamente de las riquezas, robaron los esclavos, el oro y la plata, y enbusca de nuevos botines, llevaron adelan- te sus incursiones. En primer lugar asolaron las cos- tas, las de Frisia a partir de 810, las de Inglaterra y las proximidades de la desembocadura del Sana, lue- go dejando el canal, saquearon Noirmountier hacia 820, las de Inglaterra y las proximidades del país vasco en 859; rodearon la peníncula Ibérica, saquearon va- rios puertos del Atl'antico (La Coruña, Lisboa y tam- bién Sevilla( y entraron en el Mediterráneo. Cuando nada quedaba para saquear en las costas, avanzaban hacia el interior remontando los ríos, y er. ocasiones dejando sus embarcaciones ara convertirse en jinetes. Nada ilustra mejor el proceso de su penetración que el lar- go éxodo de los monjes de san Phillibert que huyendo 61 ante ellos, abandonaron el monasterio de Noirmutir an- tes del año 819 y, después de haber buscado en vano la tranquilidad en refugios cada vez más alejados del mar, no encontraron seguro asilo más que en Tournus, a ori- llas del Saona, en 8?5. 2 1 6.3.1* Evoluci&n económica y nueva tecnología Si bien la Europa cristiana después de las invasiones quedó su- mergida en un terrible caos, por las luchas contra los bárbaros, el abandono de los monasterios, la destrucción de numerosos cas- tillos, templos y obras de arte, y la pérdida de cohesión polí- tica, a medida que se fueron consolidando los nuevos reinos nor- mandos, ya fuera independientemente de Poma ó a .heridos a ella, se fué dando una mezcla cultural, política, religiosa e incluso racial, que fué mucho más notaria en las regiones más afectadas por la presencia de estos pueblos, como *'ueron las islas británL cas, el norte de la Galia y la Provenza. Gracias a los contactos que se establecieron, se amplió la comunidad crsitiana: muchos vikingos que habían asi- milado en ultramar algunos elementos del cristianismo los llevaron a Escandinavia, uonoe se mezclaron con cre- encias paganas; la época de la fé mezclada, precedió a la de la conversión definitiva, favorecida por los sobe- ranos Harold de Dinamarca y Olaf de Noruega. Las invasio- nes estimularon así mismo los intercambios comerciales; la transición entre la piratería y los trueques pacíficos se hizo insensiblemente y los campamentos permanentes de Normandos en los intervalos entre las hostilidades, eran también lugares de feria; la circulación comercial en el mar del Eorte, un tanto aminorada al empezar los ataques violentos, no tardó en florecer de nuevo. Por último cier- tas regiones asistieron al establecimiento de loo vi-in- 21HI3T0:-'IA GE. ERAL DE LAS CIVILIZACIONES, op. cit. pag. 160 gos, bajo formas diversas: dominio de pescadores y de transportistas limitaron a los puertos y a las costas en Irlanda. Colonias agrícolas en Inglaterra del norte implantación de una aristocracia militar que se impuso a los indígenas en la proximidades del Sena. Y ésta úl- tima Normandía tenía que convertirse muy pronto en una de las provincias más vigorosas de Occidente, lo que prue- ba la fecundidad d~ la aportación e s c a n d i n a v a . 2 2 En Inglaterra, fué definitivamente más marcado éste aporte. Se instauraron numerosos reinos bárbaros normandos, que comenzaron a desarrollar ana intensa actividad económica y comercial. La pesca en el mar del Norte, la ganadería en las fértiles tierras de ricos pastos, la agricultura y la navegación para el comercio, fueron formas evidentes de progreso material de éstos pueblos, que aplicando su filosofía pragmática transformaron de manera ra- dical los ideales y las costumbres lo mismo que la economía del pueblo inglés. Este es uno de los hechos que explica el por qué Inglaterra to- mó la delantera en el campo del cominio marítimo y comercial en Europa, y cómo ésto concluyó con la colonización de los Estados Unidos de América, y las revoluciones burguesa e industrial in- glesas, que conmovió en el siglo XVII les pilares de la Europa feudal. 6.3.1.1. Renacimiento económico 22HI3T0KIA G „ . A L DE LAS CIVILIZA C ¿ 0.1 ES , or. cit. oag. 163 55 Pero explicitemos un poco más ésta evolución económica. Como con- secuencia de las invasiones normandas, el comercio tomó de nuevo un auge creciente, y aunque en los siglos anteriores, se habla visto seriamente detenido, por las restricciones éticas y morales de la iglesia feudal, por las sucesivas guerras, la arbitrariedad de la ley privada, y en general por la economía de subsistencia y autoconsumo del feudalismo, después de las invasiones, se ció un renacimiento económico, que incluyó el rescate del comercio. Es cierto que la moneda era escasa, y que llegó un momento en que se tenia por su valor material, no por su valor de uso ó cambio, p^ro también es cierto que ésta no desapareció en la época ante, rior al imperio Carolingio, y que muchos siervos, pequeños arte- sanos, vendían parte de los productos que les sobraban y así a- tesoraban monedas. Los monarcas carolingios se reocu-aron por acuñar monedas, que representaran de alguna manera su poder, y que de todas formas, eran necesarias psra el roco comercio que se desarrollaba en las, ferias, cada aso. Pero es neces-rio señalar aquí, cómo, después de 7 as invasiones bárbaras del siglo }', el comercio tomó un ecisivo viraje hacia su plenitud. Una de las causas, fué entonces, el hecho de que los normandos eran grandes navegantes, ."•••"na ; , lo -nismo c ¡? los árabes. Otra, el keepo de que se iiera .JO ae los ruerzas oro ductivas, con las innovaciones técnicas aportadas por los norman- dos. ...En los decenios que preceden al año mil, es cuando se extienden por las reconstruidas campiñas de la cris- tiandad, diversas invenciones técnicas de fecundas conse- cuencias, invenciones antiguas, más cuya aplicación en occidente había sido hasta entonces muy limitada. A de- cir verdad, es imposible seguir de cerca ésta penetra- ción, pués los testimonios directos, los vestigios de los instrumentos ó sus representacionesfiguradas son extremadamente raros, difíciles de fechar y los textos a- portan muy pocos detalles. No obstante todo induce a pen- sar que el gran esplendor del occidente "edieval está intimamente ligado a una renovación fundamental de las prácticas agrícolas, a una verdadera revolución con rit- / ao de verdad lento, pero que permitiendo producir mayor cantidad de subsistencias con menor trabajo, transtorna las condiciones de la vida e c o n ó m i c a . 2 3 6.3.1.2. Avances técnicos Entre los adelantos técnicos que se obtienen en ésta época, te- nemos una mejor utilización de la fuerza motriz de las aguas co- rrientes, con procedimientos conocidos de antiguo, pero aplica- dos de nuevo, en occidente, desde el siglo Z. Así se regulan los cursos de las aguas, derivando acequias, disponiendo áreas de a- gua, y saltos destinados a accionar molinos de grano ó de aceite. Estos molinos, liberan la mano de obra ~'el trabajo de preparar el grano, permitiéndale dedicarse a otras tareas mas productivas. Es también un avance, el mejoramiento en los métodos de tracción animal, métodos de enganche del caballo, del yugo del cuey, y de formas de arado y riego. 23HI:1E0RIA GENERAL EE LAS CIVILIZACIONES, OP. cit. Con éstas innovaciones técnicas, en el campo de la agricultura, la producción agrícola mejora sustancialmente; nuevos cereales, entran a formar parte de la dieta alimenticia. La avena, comien- za a emplearse en la alimentación humana, y también para los ca- ballos. Estos a su vez mejoran su condición física, y comienzan a aventajar al buey, en las labores agrícolas. Se torna en el me- dio de transporte más apetecido, y se introduce en la guerra, de- finitivamente. Hay ur. aumento de la población europea, que se ve- rá eclipsado por las guerras de la religión. Este crecimiento de- mográfico se debió, como ya dijimos, a las mejoras en la dieta ali- menticia, ya que la misma extensión de tierra que anteriormente nutría a mil hombres, ahora va a nutrir a tres ó cuatro mil. Es- to contribuye a su vez, a la necesidad de nuevas tierras, para ser explotadas y habitadas. El hombre del siglo X y XI, inicia el des- monte y roturación de tierras inhabitadas hasta ese momento, ó baldías, con la colaboración de campesinos y señores rurales. Es- ta iniciativa, se debe también a que el trabajo para el campesino, se ha aminorado, y tiene más tiempo que antaño, para cultivar nue- vas tierras, y ensanchar sus propiedades. Durante el invierno, el campesino quema las malezas, derriba los grandes árboles de los bosques, desentierra las raices: en primavera, el matorral se ha convertido en un gran or?do de siega, que al año siguiente se podrá labrar y sembrar, y ás tarde plantar con viñedo. De ésta y otras formas el campesino va creando nuevos hábitats, y a la vez nuevas formas de producción. Esta filosofía se reflejó en las nuevas formas artísticas, los nuevos temas literarios y los nuevos espacios arquitectónicos de la Europa dividida, e invadida« El arte dejó de ser espiritualiza- do, desligado- si cabe el término- de la forma, para convertirse al paso del tiempo, en la expresión de los sentimientos, afectos, emociones e ideales del hombre. Las formas del románico tardío y del gótico a partir del siglo XII, tenían mayor movilidad; su ac- titud humana no era la del hombre espectante, carente de toda po* sibilidad de ser por si mismo, pleno de nostalgia por el más allá, temeroso de la justicia implacable de Dios, deseoso de partir hacia el cielo, de d^pojarse de todo lo humano y material. La actitud del arte ahora, es la del hombre que se está encontrando consigo mismo, que está conociendo el valor de la naturaleza que lo rodea, que comprende que parte de la vida es producir, superarse, inda- gar sobre las posibilidades infinitas del conocimiento del mundo, curiosear las formas vegetales, animales y humanas; y expresar todo ésto en la obra de arte. Esta nueva posición del arte viene a tener toda su plenitud en el arte renacentista de los siglos XV y XVI, pero ya aquí, en la baja edad media (siglos XII, XIII y XIV) es evidente un anticipo de esa plenitud. .Además, el arte se va liberando de la obligación eclesiástica, y se permite muchas libertades "profanas", por ejemplo, tomando mu- chas veces un cariz épico como lo ilustra Hausser: El placer con que el arte románico tardío puede abismar- se en la ilustración de una materia épica, se manifiesta de la manera más directa en la tapicería de Bayeux, obra que a pesar de estar destinada a una iglesia, manifiesta 59 Muy pronto, los nuevos campos se encuentran alejados de la aldea. Quienes los han conquistado instalan en ellos su vivienda y de ésta manera se van creando nuevas pobla- ciones: con frecuencia, los roturadores acaban por encon- trar en los limites de la jurisdicción los de las aldeas cercanas y el cintur&n de tierras incultas que antes ais- laba por completo las parroquias tienden a reducirse a unos pocos territorios, constituidos por los suelos más ingratos. ^ Los señores territoriales aprovechan también las ventajas de las nuevas formas de explotación de la tierra, haciendo crecer sus ren- tas, y dedi^ndo a la explotación agrícola, lo que anteriormente estaba destinado a "reserva": bosques ó pastoreo. 6.3*2.Evolución cultural. Junto con la evolución económica que se dá en Europa a partir de las invasiones normandas, las artes, la literatura y la arquitec- tura sufrieron también una gran transformación evolutiva* 6.3*2.1. Nueva filosofía y riqueza temática El arte en general, fué tornándose más humano. Los normandos, em- píricos por excelencia, degustadores del bienestar material, y usu- fructuarios al máximo de los bienes de la naturaleza, tenían una concepción diferente a la idealista cristiana, que había reinado en el corazón del hombre medieval; ésta concepción era la del cono- cimiento del mundo, su exploración, la utilidad de sus posibilida- des, el amor al trabajo material por sí mismo, y para beneficiar al hombre mismo. HISTORIA GENERAL DE LAS CIVILIZACIONES, op. cit. pag. 278 6o una concepción distinta de la del arte eclesiástico. Con un estilo admirablemente fluido, con muy variados episo- dios y con un amor sorprendente por el pormenor realista, narra la historia de la conquista de Inglaterra por los normandos. Se manifiesta en ella una difusa manera de na- rrar los acontecimientos, que anticipa la composición cí- clica del arte barroco marcadamente contrapuesto a los pc- principios de unidad de la concepción artística románica... Esta liberación del arte de las restricciones eclesiásticas, le dá, como ya dijimos, má$or fuerza temática, que es complementada con los viajes que en lo sucesivo realizará el hombre influenciado por la filosofía normanda; crece el deseo de conocer nuevas tierras, descubrir y colonizar territorios hasta entonces olvidados, enri- quecerse y ser libre. Estos viajes, éstas nuevas aventuras, son también aportes temáticos para el quehacer artístico, literario y arquitectónico. Estos temas serán unas veces épicos, como es el caso de los temas inspirados en las guerras de las cruzadas; re- ligiosos, también por inspiración de los ideales caballerescos de los cruzados, ó románticos: el deseo de la paz, de la vida pasto- ril y bucólica, del amor humano. Con la aparición cada vez más creciente de aventureros y colonos adquiere un mayor auge el juglar, ó sea aquel hombre de pueblo, que va por toda Europa en las épocas de feria, ó de burgo en bur- go cantando a veces de manera burlona, otras romántica, las cos- tumbres, aventuras e ideales del pueblo. 69 KAUSSER, Arnold., op. cit. cap. IV, numeral 7, pag. 251. ól Es bueno anotar aquí, como el arte juglaresco, se convertiría pos- teriormente, en un testimonio histórico y crítico, de las costum- bres medievales, y que con base en los temas literarios esbozados por los juglares se inspirarán los