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Ciência, Arte e Religião

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La ciencia como religión.
Para la presente asignatura me interesa reflexionar sobre una frase tomada del texto de Freud “El malestar en la cultura”. Dicha cita pertenece a Goethe y parece contener una gran parte de lo que debate Freud en este texto referido a la condición humana.
“Quien posee Ciencia y Arte
También tiene Religión
Quien no posee ni una, ni otra,
¡Tenga Religión!”[footnoteRef:1] [1: S, Freud, El malestar en la cultura, Biblioteca nueva, Madrid, 1968, p. 9.] 
¿A que puede referirse Goethe con que quien tiene Ciencia y Arte, también tiene Religión? Sobre todo teniendo en cuenta que en cierto sentido hasta pueden ser incompatibles ya que, en una primera aproximación, uno podría decir que la ciencia suele ser el lugar de la razón por excelencia y el arte el lugar de la imaginación, también por excelencia, y en cambio la religión, estrictamente, no es lugar ni de una ni de la otra, ya que más bien está habitada por la fe, más allá de que las tres se entrecrucen en todos los ámbitos. 
La cuestión está en que tanto la Ciencia, el Arte, como la Religión aportan al ser humano esa sangre tan vital que es el sentido. 
Tampoco pasa inadvertido que el poeta usa la religión como sinónimo de sentido, ya que la sociedad tiene en la religión el mejor medio para irradiar el sentido, fundamentalmente porque tiene muchas más respuestas que preguntas, lo que suele ser a la inversa en el arte o en la ciencia, y se sabe de la predilección humana por las respuestas, mucho más que por las preguntas (en la medida que muchas veces las preguntas tienen la capacidad de cuestionar el sentido, o algún sentido en particular, en cambio las respuestas tienen la capacidad contraria de restablecerlo). Pero es allí, donde aparecen preguntas sin respuestas, donde aparece un sin-sentido, un vacío, donde adviene la religión, intentando llenarlo. 
Ahora bien, ¿Qué sucede cuando, en el lugar de la religión, viene la Ciencia? Y más aún, ¿Qué sucede cuando este monstruo que es la ciencia está regulado por otro gran monstruo que es el mercado? ¿Y cuando su tarea no solo está dirigida a explicarlo todo sino también a intervenirlo todo? ¿Cuáles son los efectos en el ser humano? 
En un artículo reciente me encuentro, en una cita, con una definición de cientificismo que me resulta muy acertada. La cita pertenece a Jonh Gray y lo define como “la aplicación errónea del método científico a ámbitos de la experiencia en los que no existen leyes universales”[footnoteRef:2]. Como sabemos, una de las mayores críticas dirigidas al campo psi o al campo social es su falta de “método”. Como si, cuando se habla de “método”, se tratara de algo exportable y aplicable a cualquier ámbito. [2: http://autismos.elp.org.es/textos-divulgativos/autismo-en-nombre-de-la-ciencia-la-ciencia-es-olvidada-javier-peteiro-cartelle/] 
 “Lo cierto es que una ciencia se define por el objeto que la constituye y así como hay ciencias físicas que lo tienen muy bien definido, de una manera precisa y limitada, hay otras como las ciencias sociales y humanas que no pueden, por la naturaleza misma de su objeto (personas, sociedad), alcanzar tal rigor (…) hay objetos de estudio que son susceptibles de predicción (objetos de la física) pero hay otros (comportamiento humano) que difícilmente pueden predecirse con base en leyes físicas (Peteiro, 2010)”[footnoteRef:3] [3: Ubieto, J. (2014) La construcción del caso en el trabajo en red. Teoría y Práctica, Barcelona: UOC] 
En otras palabras, o mejor dicho, en palabras de Lacan, la formula científica por excelencia es que “no hay nada imposible en lo real”[footnoteRef:4]. Si pensamos, siguiendo a Lacan, a lo real “como un pájaro voraz, que no  hace otra cosa que nutrirse de cosas sensatas, de acciones que tienen un sentido”[footnoteRef:5] corremos el riesgo de que lo real “tome la delantera”[footnoteRef:6] y que aquello de lo cual no se sabe nada tome un sentido. ¿Qué es aquello de lo cual nada se sabe? La subjetividad humana. [4: Entrevista publicada por la revista Panorama (Roma) en su número del 21 de diciembre de 1974] [5: Ídem 4] [6: Ídem 4] 
¿Qué sucede cuando la experiencia subjetiva, para la cual no existen leyes universales, se convierte en objeto de aplicación científica? 
Creo que es en ese intento de explicar lo inexplicable, en el intento de abordar la experiencia del sujeto mediante representaciones objetivas, donde el discurso científico se convierte en Ciencia Ficción y en su nombre el sujeto se convierte en objeto manipulado y manipulable, capaz de tomar la forma del concepto que se le adjudica.
Es así como vemos que, en palabras de Oriol Alonso, “…el lenguaje se convierte en mero aparato social, incapaz de apresar la especificidad e inconmensurabilidad de la experiencia plena del sujeto. El lenguaje pasa a ser operacional, funcionalizado, capaz únicamente de identificar la realidad con la función que desempeña”[footnoteRef:7] [7: Alonso, O. El recorrido de un fracaso: breve historia de la incapacidad científica para abordar la experiencia pre reflexiva. ] 
 Marcuse, en "El hombre unidimensional" de 1964, introduce un concepto interesante para poder pensar estas cuestiones. Hará mención al concepto de "razonamiento tecnológico" a partir del cual se tiende a considerar los nombres de las cosas como si fueran indicativos al mismo tiempo de su manera de funcionar y cómo en este lenguaje "funcional" los nombres no sólo definen sino que también cierran el significado de las cosas excluyendo otras formas de funcionar. 
 	Hago un paréntesis para preguntarme: ¿Qué relación tiene el hombre con el lenguaje? ¿Se libera el hombre al adquirirlo o queda “prisionero” de su simbolismo y condicionado a las categorías que le impone? 
Siguiendo con Marcuse, el autor presenta a la “sociedad industrial avanzada” como una sociedad que limita la libertad del ser humano. En esta sociedad el hombre ha perdido su sentido crítico. El consumismo lo ha transformado en un ser cada vez más adaptado e integrado al sistema. Ya no hay espacio para la oposición y la crítica. El capitalismo ejerce su control y su dominio de una manera implícita a través de la imposición, de modo homogéneo, de necesidades artificiales provocando una manipulación de las mismas y de los deseos de los sujetos. Es decir, que "No sólo determina las ocupaciones, las habilidades y las actitudes socialmente requeridas, sino también las necesidades y las aspiraciones individuales”[footnoteRef:8] [8: Marcuse, H. El hombre unidimensiona. Ensayo sobre la ideología de la sociedad industrial avanzada. Argentina: Planeta. 1993.] 
La filosofía que está detrás de esta sociedad es el positivismo, que sirve de base a la racionalidad tecnológica y a la lógica del dominio. Esta filosofía no tiene rival porque se ha anulado el espacio de la crítica, la tecnología "mass-media" se ha constituido como mediadora entre los amos y sus servidores y el lenguaje vehiculizado por ésa vía es la expresión de la conducta unidimensional.
El lenguaje unidimensional es antihistórico, anticrítico, antidialéctico y se caracteriza por su inmediatez. Los conceptos tienden a expresar una identificación entre verdad y verdad establecida, esencia y existencia, la cosa y su función. Esta forma de identificación le otorga al lenguaje su carácter funcional. 
Por lo tanto, este lenguaje descripto por el autor, es un lenguaje cerrado que no está dirigido a demostrar o a explicar, sino a comunicar órdenes, fallas y decisiones. Está dirigido a establecer verdades e imponerlas. 
Es llamativo como estas palabras tienen plena vigencia hoy en día. Y, por otro lado, es lamentable que, en el ámbito de la Salud Mental, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association o APA) sea una prueba de ello. Las categorías diagnósticas allí plasmadas nos presentan a la enfermedad mental de manera a-histórica y natural, velando un aspecto fundamental:el hecho de que se trata de una construcción discursiva sujeta a cambios sociales y en donde el sujeto es el principal protagonista. 
	Creo que no se trata de desestimar el valor de la ciencia, de hecho, los grandes avances científicos han realizado importantes aportes a la humanidad. El punto está en cuestionar su pretendido carácter holístico que no la convierten en otra cosa más que en religión. Apunto, además, a plantear si estos avances, legítimos en su campo, son aplicables per se a otros ámbitos que están gobernados por otra lógica.

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