Logo Studenta

Medicina Ancestral y Epigenética

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

https://banunoboxobig.xenina.co.za/54826051?vekisawolodexawelizemedifawugigaxabiroxifeladarowaxamejazuwopojetuvirinulufivazajekefobibizawexexo=renipemabameregolozuxagajekomukalatojevivogifanuwixajogezimefofojiwixedesipixunofasedafurugelowetadepojumefekawodupesenefolorudijobizagoluwajewobuvuxulixeloloregasosepimagitefovemabidupodalulalirerinanunoja&utm_kwd=medicina+ancestral+y+epigenetica+florencia+dafne+pdf&silipesufitagitobugiperetifomedamitixujavidupiwosudejofezijisavovojugubilojifulexato=devaxoraxawuvovudejifepexenivopiramusexofogurukewetasidakobaxasajudefatinizoxiridifiwatazibosifazefunirusujilimewetosetewepuwajimutalanijemibuzelidu
Medicina	ancestral	y	epigenetica	florencia	dafne	pdf
Epigenetica	y	constelaciones	familiares.		
Dietética	y	nutriciónSalud	y	Dietas	El	ser	humano	busca	la	comodidad	y	el	exitación	inmediato;	esta	falta	de	adversidad	nos	transporta	a	ser	poco	a	poco	más	enclenques.	A	pesar	de	que	evolucionamos	como	especie,	nuestra	biología	y	sus	pretensiones	prosiguen	siendo	exactamente	las	mismas:	no	estamos	diseñados	para	la	abundancia	en	la	cual
estamos	inmersos.	Frente	a	esta	situación,	la	doctora	Florencia	Raele	enseña	todos	los	factores	que	tienen	la	posibilidad	de	enfermarnos	y	de	qué	manera	intervenir	para	poder	una	salud	integral	recobrando	las	funciones	ancestrales	que	hemos	olvidado.	Lee	ahora	Descarga	eBook	Escucha	libro	No	longer	available	|Learn	moreThis	book	isn’t	in	the
library	right	now,	search	for	anotherAvailable	on	iOS	&	AndroidEl	ser	humano	busca	la	comodidad	y	el	placer	inmediato;	esta	falta	de	adversidad	nos	lleva	a	ser	cada	vez	más	débiles.	A	pesar	de	que	evolucionamos	como	especie,	nuestra	biología	y	sus	necesidades	siguen	siendo	las	mismas:	no	estamos	diseñados	para	la	abundancia	en	la	cual	estamos
inmersos.	Frente	a	esta	realidad,	la	doctora	Florencia	Raele	explica	cada	uno	de	los	factores	que	pueden	enfermarnos	y	cómo	intervenir	para	lograr	una	salud	integral	recuperando	las	funciones	ancestrales	que	hemos	olvidado.	
	Los	niños	se	ponen	tristes,	llorosos	e	impulsivos;	muchas	veces	no	toleran	la	medicina	y	muestran	cuadros	de	diarrea	y	vómito.	“No	pierdo	tiempo,	así	que	los	llevo	para	que	una	persona	de	mi	confianza	los	cure”,	indica	Álava.	Mélida	Cobeña,	por	su	parte,	considera	que	no	existe	maldad	de	las	personas	para	enfermar	a	otras,	y	en	su	caso,	a	sus	27
años	de	edad,	aún	suele	padecer	dolor	de	cabeza	y	fatiga	cuando	la	“ojean”.	“En	las	comunidades	siempre	hay	personas	que	saben	cómo	curar	y	evitar	que	los	sigan	perjudicando”,	sostiene.	Juana	Carreño,	en	cambio,	explica	que	ella	se	cura	en	sano,	y	la	fórmula	efectiva	para	no	ser	presa	de	algún	“ojeador”	es	pedirle	que	la	santigüe	con	un	poco	de
saliva.	“La	mayoría	de	ocasiones	lo	hago,	especialmente	cuando	me	doy	cuenta	de	que	alguien	me	estuvo	mirando	más	de	la	cuenta”,	declara.	Posibilidad.	Byron	Landívar,	jefe	de	prevención	del	hospital	oncológico	de	Solca,	expresa	que	el	mal	de	ojo	dentro	de	la	comunidad	científica	tiene	una	puerta	abierta	a	la	posibilidad.		Durante	mucho	tiempo,
menciona,	incluso	desde	las	aulas	en	la	universidad,	siempre	se	dejó	un	paréntesis	para	este	pequeño	mal,	“porque	nuestros	profesores	siempre	lo	nombraron,	pero	lo	asociaron	a	una	fase	viral,	es	decir,	un	virus	que	entra	en	el	cuerpo	y	cumple	su	ciclo	de	siete	días”,	cita.		El	médico	explica,	según	la	enseñanza	que	recibió,	que	la	persona	con	mal	de
ojo	presenta	una	sobrecarga	energética	importante	y	por	eso	los	tratamientos	dirigidos	al	mal	de	ojo	radican	en	pasarle	el	huevo,	romperlo	y	poner	su	contenido	en	un	vaso	de	agua.	Entonces	se	aprecian	las	señales	como	velas	o	cruces,	que	demuestran	la	gravedad	del	caso.	Presente.	Carmina	Pinargote,	coordinadora	zonal	de	Salud,	indica	que	dentro
de	lo	que	es	medicina	ancestral	hay	algunas	creencias	y	parte	de	nuestra	cultura	es	que	muchas	personas	aprendieron	el	arte	de	curar	por	medio	de	hierbas	o	de	energías.		“Nosotros	como	Ministerio	asumimos	esta	parte,	la	estamos	analizando,	no	podemos	decir,	al	menos	yo	como	médico	y	formada	en	la	parte	científica,	que	esto	se	dé,	pero	no	hay
que	desconocer	que	existen	las	energías	negativas	o	positivas	y	que	pueden	influir	en	el	proceso	salud	enfermedad”,	explica.		José	Rivas	Valle,	médico	clínico,	declara	que	en	su	profesión	algunos	colegas	creen	en	el	mal	de	ojo	y	otros	no.	En	su	caso,	aclara,	cuando	una	persona	recurre	a	su	consulta,	lo	primero	que	hace	es	preguntar	si	se	trató	contra
el	mal	de	ojo,	y	luego	procede	a	diagnosticar	para	no	“chocar	en	el	tratamiento”.	“No	conozco	la	técnica	que	usan	los	curanderos,	pero	está	muy	claro	que	no	toda	persona	sabe	curar	la	enfermedad”,	señala.	
Rivas	Valle	indica	que	sus	hijos	y	nietos	han	sido	curados	de	mal	de	ojo,	porque	él	mismo	lo	recomienda	cuando	nota	algún	decaimiento	en	su	salud.	Tratamiento.	
Blanca	Ortega	tiene	78	años	de	edad,	de	los	cuales	43	los	ha	dedicado	a	curar	a	personas	afectadas	por	el	mal	de	ojo.	La	técnica,	refiere,	la	aprendió	de	un	amigo	que	salvó	la	vida	a	su	segunda	hija,	quien	estuvo	al	borde	de	la	muerte.	Tras	la	experiencia	y	por	los	pocos	curanderos	en	esos	años,	se	decidió	a	ayudar	a	las	personas.	En	su	tarea	emplea
una	cacerola	o	mateancho,	además	de	aguardiente,	colonia,	agua	bendita	y	sal.	“Depende	de	las	circunstancias,	ya	que	unas	personas	ojean	de	cariño	y	otras	en	algún	momento	de	coraje”,	dice.	Hasta	su	casa,	ubicada	en	San	Alejo,	llegan	personas	de	todo	Manabí.	No	hay	un	número	exacto,	porque	varía	siempre,	afirma.	La	cantidad	de	curaciones,
dice,	son	tres,	preferentemente	en	un	horario	en	que	la	persona	se	encuentre	en	un	ambiente	acogedor.	“Solo	para	el	ojo	seco	son	seis	curadas.	El	mal	debe	tratarse	a	tiempo	para	que	el	niño	no	pierda	la	vida”,	señala.	Cuestión	de	fe.	Verdi	Plaza,	sacerdote	de	la	parroquia	Sagrado	Corazón	de	Jesús	en	la	ciudadela	Municipal,	precisa	que	la	gente	es
amante	de	la	tierra	y	por	eso	hay	mucho	uso	de	las	hierbas,	lo	cual	es	respetable.	
“No	nos	metemos	en	el	tema	espiritual,	psicológico		y	social	de	las	personas”,	dice.	El	párroco	recalca	que	en	las	curaciones	se	emplean	oraciones	y	a	veces	imágenes	religiosas,	demostrando	la	existencia	de	la	fuerza	de	la	fe.		“Una	cosa	es	la	fe,	la	creencia,	y	otra	diferente	es	la	superstición”,	acota	Plaza.	El	ser	humano	busca	la	comodidad	y	el	placer
inmediato;	esta	falta	de	adversidad	nos	lleva	a	ser	cada	vez	más	débiles.	A	pesar	de	que	evolucionamos	como	especie,	nuestra	biología	y	sus	necesidades	siguen	siendo	las	mismas:	no	estamos	diseñados	para	la	abundancia	en	la	cual	estamos	inmersos.	Frente	a	esta	realidad,	la	doctora	Florencia	Raele	explica	cada	uno	de	los	factores	que	pueden
enfermarnos	y	cómo	intervenir	para	lograr	una	salud	integral	recuperando	las	funciones	ancestrales	que	hemos	olvidado.

Continuar navegando