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LA VULNERABILIDAD DE GÉNERO EN LA TRATA DE PERSONAS EN SITUACIÓN DE EXPLOTACIÓN SEXUAL EN TIJUANA Tesis presentada por Oscar Guillermo Del Toro Ramírez para obtener el grado de MAESTRO EN ESTUDIOS CULTURALES Tijuana, B. C., México 2012 1 CONSTANCIA DE APROBACIÓN. Directora de Tesis: ________________________________________ Dra. María Dolores París Pombo Aprobada por el Jurado Examinador: 1. ____________________________________________ 2. ____________________________________________ 3. ____________________________________________ AGRADECIMIENTOS Al Consejo Nacional de la Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el apoyo brindado para culminar esta etapa profesional. A El Colegio de la Frontera Norte por la oportunidad de recibir nuevos conocimientos que van más allá del aula académica. A la coordinación de la maestría por su soporte académico y personal. A la doctora María Dolores París Pombo, expreso mi reconocimiento y gratitud por su gran apoyo y disponibilidad en la dirección de esta tesis. Sin su comprensión, revisión constante y confianza no hubiera podido realizar está investigación. En especial gracias por cuidar de forma tan dedicada todos los detalles. A la Doctora Olivia Ruiz, por su tiempo y comentarios en la revisión del texto, para enriquecer el documento. Al Doctor Rodolfo Casillas, por su dedicación en la revisión del trabajo. Gracias por los cuestionamientos de la tesis, que enriquecieron el documento. A los profesores de la maestría por enriquecer el campo de conocimiento. A mi abuela, madre, hermanos y demás familia que siempre me dieron su apoyo y estuvieron conmigo en la distancia, pero constantemente en contacto a través de los medios electrónicos me transmitían sus buenos deseos y me daban aliento para seguir adelante en mi periodo de aprendizaje. A Guadalupe Mendiola González, quien con su gran inteligencia fue una luz de inspiración en este proceso de acercamiento a un área distinta a mi formación profesional, gracias por hacer que este fuera un mejor lugar, del que no me quisiera ir. Con quien tuve la fortuna de contar con su afinidad y solidaridad, compartir muchos momentos de debates, discusiones interminables, ricas en contenido y aprendizaje, sin ella no habría sido posible finalizar esta etapa, quien siempre se condujo hacia mi persona con una actitud tolerante, paciente y respetuosa que ayudaron que juntos como pareja lográramos alcanzar nuestros propias metas. A mis nuevos amigos y compañeros de las diferentes maestrías que imparte El Colef, con quienes compartí muchos momentos de esparcimiento y reflexión (Alberto, Alejandro, Álvaro, Aurelio, Carlos, Cecilia, Christian, Cristina, Geovanni, José, Josué, Luis, Mari, Maru, Pablo, Sergio). Pero sobre todo, un agradecimiento especial para todas y cada una de las personas que me brindaron su tiempo para la recolección de la información, sin ellos no hubiera podido realizar la presente investigación. ÍNDICE GENERAL. Introducción ............................................................................................................. 1 Capitulo I. Antecedes de la trata de personas ............................................................ 10 1.1- La Trata de Personas ................................................................................... 10 1.1.1.- La trata de personas en la historia ....................................................... 11 1.1.2.- Primer acercamiento a la trata de personas como trata de blancas ....... 11 1.1.3.- Indicadores existentes previos a la regulación de la trata de personas.. 13 1.1.4.- Tijuana, Baja California: explotación sexual comercial y trata de personas. Siglos XX y XXI ................................................................................................... 15 1.1.5.- Prostitución infantil en Tijuana. Inicio del siglo XXI .......................... 19 1.2.- Definición y elementos de la trata de personas: Protocolo de Palermo ........ 24 1.2.1.- Derechos humanos ............................................................................. 25 1.2.2.- Vulnerabilidad ................................................................................... 25 1.2.3.- Género y violencia de género ............................................................. 27 1.2.4.- Explotación ........................................................................................ 28 1.3.- La trata de personas diferencias: prostitución y tráfico de migrantes ........... 29 1.3.1.- Trata de personas y prostitución ......................................................... 29 1.3.2.- Trata de personas y tráfico de migrantes ............................................. 30 1.4.- El proceso de la trata de personas ............................................................... 33 1.4.1.- La captación ....................................................................................... 33 1.4.2.- El traslado .......................................................................................... 34 1.4.3.- La recepción o acogida ....................................................................... 35 Capítulo II. La trata de personas en el contexto contemporáneo................................ 37 2.1.- La trata de personas, cifras estadísticas e indicios posteriores a la Convención de las Naciones Unidas contra el delito Transnacional y el protocolo contra la trata de personas ............................................................................................................. 37 2.1.1.- La Organización Internacional del Trabajo (LA OIT) contra la trata de personas ........................................................................................................ 39 2.1.2.- La Organización Internacional para las Migraciones (LA OIM)........... 41 2.1.3.- La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (LA UNODC) ..................................................................................................................... 42 2.2.- La trata de personas en América Latina y en Estados Unidos ...................... 43 2.2.1.- México, el estado de Baja California y Tijuana................................... 45 2.3.- Algunas condiciones señaladas como causas de la expansión y crecimiento de la trata de personas ................................................................................................. 47 2.3.1.- Género y violencia de género ............................................................. 50 Capítulo III. La Trata de Personas: contexto jurídico y acercamiento de ofendidos a las autoridades ............................................................................................................... 55 3.1.- Las protecciones constitucionales a las víctimas de la trata de personas en nuestro país ..................................................................................................................... 56 3.2.- Normatividad internacional contra la trata de personas (previa al surgimiento del Protocolo de Palermo) ........................................................................................ 60 3.3.- El Protocolo de Palermo ............................................................................. 62 3.4.- Legislación federal respecto de la trata de personas .................................... 63 3.4.1.- La Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas y su reglamento en aplicación ...................................................................................................... 64 Capítulo IV. La legislación estatal en México sobre la trata de personas, especialmente la de Baja California .................................................................................................... 73 4.1.- La legislación contra la trata de personasa nivel estatal en el país .............. 73 4.2.- Legislación de la Trata de Personas en Baja California ............................... 74 4.2.1.- Antecedente: la Ley Elvira ................................................................. 75 4.2.2.- Ley para Prevenir, Combatir y Sancionar la Trata de Personas de Baja California y su reglamento ............................................................................ 77 4.3.- Acercamiento de autoridades de justicia y organizaciones de la sociedad civil al problema de la trata de personas ......................................................................... 83 4.3.1.- Autoridades de procuración de justicia contra la trata de personas: prevención .................................................................................................... 84 4.3.2.- Organizaciones de la sociedad civil y organismos autónomos contra la trata ..................................................................................................................... 87 4.4.- Trata de personas: la ley y la práctica.......................................................... 89 4.4.1 La trata de personas: cifras oficiales de autoridades de procuración de justicia en México en números de México ................................................................ 93 Capítulo V. La trata de personas en el sistema de procuración de justicia ................. 99 5.1.- Las víctimas ............................................................................................... 100 5.2.- Particularidades estadísticas de la FEVIMTRA y de la Unidad Estatal de Trata de Personas de Baja California ................................................................................ 103 5.2.1.- Año 2008 ........................................................................................... 103 5.2.2.- Año 2009 ........................................................................................... 103 5.2.3.- Año 2010 ........................................................................................... 104 5.2.4.- Año 2011 ........................................................................................... 105 5.2.5.- Baja California ................................................................................... 109 5.3.- Víctimas internacionales de trata de personas rescatadas por autoridades federales en nuestro país .................................................................................................... 113 5.4.- Niños como víctimas y la inclusión de las mujeres en redes de tratantes ..... 114 5.5.- La vulnerabilidad en investigaciones de procuración de justicia .................. 122 5.6.- De los mecanismos de enganche ................................................................. 125 5.7.- Vulnerabilidad y género, atención en el sistema de justicia de Baja California ........................................................................................................................... 127 Conclusiones ............................................................................................................ 142 Bibliografía .............................................................................................................. 153 ÍNDICE DE CUADROS Y GRÁFICAS Índice de cuadros Cuadro 4.1 Estado procesal que guardan las indagatorias iniciadas por hechos que presuntamente corresponde a trata de personas en el país ........................................ 94 Cuadro 5.1 Descripción de características de victimas de trata, a partir de las indagatorias iniciadas por la Unidad estatal de trata de personas de Baja California 2012 ............. 130 Índice de gráficas Gráfica número 5.1 Número de indagatorias iniciadas por la FEVIMTRA y por la Unidad estatal de trata de personas de Baja California (2008-2011) ...................................... 106 Grfica número 5.2 Víctimas de trata de personas en cualquier modalidad de explotación FEVIMTRA (2008-2011) .......................................................................................... 106 Gráfica número 5.3 Víctimas de trata sexual identificadas por la FEVIMTRA (2008-2011) ................................................................................................................................ 107 Gráfica número 5.4 Lugar de origen de las víctimas, FEVIMTRA (2008-2011) ......... 107 Gráfica número 5.5 Probables Responsables de la comisión de trata de personas en cualquier modalidad, FEVIMTRA (2008-2012) ......................................................... 108 Gráfica número 5.6 Probables Responsables de trata de personas en modalidad de explotación sexual, FEVIMTRA (2008-2011) .......................................................... 108 Gráfica número 5.7 Nacionalidades de los Probables Responsables de explotación sexual, FEVIMTRA (2008-2011) .......................................................................................... 109 Gráfica número 5.8 Víctimas de trata de persona en Baja California (2011-2012) .... 111 Gráfica número 5.9 Lugar de origen de las víctimas explotadas en la trata de personas en la modalidad de explotación sexual, en Baja California (2011-2012)............................ 112 Gráfica número 5.10 Probables responsables de trata de personas en Baja California (2011- 2012) ....................................................................................................................... 112 Gráfica número 5.11 Lugar de origen de las víctimas de FEVIMTRA 2008-2012 ...... 113 RESUMEN La trata de personas es un fenómeno que implica la explotación de seres humanos realizada por otras personas. Ante la creciente aparición de ese problema social, nuestras autoridades se dieron a la tarea de adecuar el marco jurídico para enfrentarlo. Además de hacerse leyes para sancionar estos hechos, se crearon en las dependencias de procuración de justicia (federal y local) áreas especializadas en investigar hechos relacionados con la trata de personas. A partir del incremento en el número de indagatorias iniciadas por las autoridades de justicia se pudieron conocer algunas condiciones de vulnerabilidad que aprovechan los tratantes para la selección de sus víctimas. En la presente investigación se analiza la atención que las autoridades de procuración de justicia le han dado a esas situaciones de vulnerabilidad. El objetivo es describir las herramientas con que cuentan las autoridades y la capacidad que tienen para distinguir las relaciones de poder de género que ocurren entre hombres y mujeres en la trata de personas a fin de detectar las condiciones de vulnerabilidad en las que fueron enganchadas esas víctimas; a partir de esa información, precisar cuál es el procedimiento que realizan las autoridades para combatir ese ilícito y lograr que las víctimas salgan de él. Además referir la participación de las organizaciones de la sociedad civil en el auxilio de las víctimas y en apoyo a la actuación de las autoridades. ABSTRACT. Human trafficking is an issue that involves the exploitation of human by others. With the growing incidence of this social problem, our authorities have adapted the legal framework to address it. Law enforcement agencies at local and federal levels were created to investigate events related to human trafficking, besides generating laws to punish these crimes. Based on the increase in the number of investigations, law enforcement authorities became aware of some conditions of vulnerability detected by traffickers to select their victims. This research analyzes the procedures followed by government officials to acknowledge to these situations of vulnerability. The objective of this research is t describe the tools available to authorities and their capacity to identify the gender power relations developed betweenmen and women in human trafficking, in order to detect conditions of vulnerability in which these victims were abducted; once this information has been obtained, this investigation presents the procedure followed by authorities to combat this illegal activity and help victims overcome it, and it also describes the participation of civil society organizations that give support to victims, and uphold the actions taken by authorities. INTRODUCCIÓN La trata de personas es un problema social que ha existido desde hace mucho tiempo. Para enfrentarlo se crearon algunos ordenamientos internacionales al inicio del siglo XX que daban respuesta a dicho fenómeno al que, en esa época, se le denominaba trata de blanca; sin embargo, el término resultaba excluyente de otras formas de explotación de personas, las que incluían a hombres y a mujeres por su color de piel, condición social y etnia, entre otras. De esta manera, los Estados, las organizaciones sociales y los organismos internacionales buscaron una definición más incluyente y se acordó llamarle trata de personas. No obstante los esfuerzos políticos e institucionales de la comunidad internacional para que los países combatieran el problema de la trata de personas, este fenómeno continuó creciendo y generando grandes cantidades de dinero para los grupos de delincuentes que se dedican a la comercialización de seres humanos. Una de las estimaciones hecha por la Organización Internacional del Trabajo señala que este tipo de actividades ilícitas genera ganancias de 32,000 millones de dólares anuales (Estévez, 2011: 2). La Organización de las Naciones Unidas vio la necesidad de construir un acuerdo internacional para crear un instrumento jurídico donde se establecieran las bases para que los Estados combatieran y erradicaran la trata de personas, dicho acuerdo se realizó en el marco de la Convención Internacional para el Combate contra la Delincuencia Organizada Trasnacional. Por lo anterior, se puede señalar que la trata de personas era considerada como un fenómeno que iba más allá de las fronteras y en el cual participaba la delincuencia organizada transnacional. De la convención antes señalada se desprendieron dos protocolos, uno dedicado al combate de tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire, y otro destinado a la trata de personas trasnacional. Este último, conocido como Protocolo de Palermo, 1 define la trata como: La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o 1 Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, realizado en el año 2001; nuestro país se vinculó al mismo el 4 de marzo del 2003, día que fue ratificado; su fecha de publicación en el Diario oficial de la federación fue el 10 de abril del mismo año y entró en vigor el 25 de diciembre también del 2003. 2 beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. A pesar de mencionarse todas las formas de explotación señaladas, se estableció que los países que suscribieran este acuerdo deberían poner una especial atención en las mujeres y menores, debido a que se consideraba a esos sectores de la población como los más vulnerables y constituían la mayoría de personas detectadas como víctimas de la trata, principalmente para explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual. A partir del año 2003 México suscribió el Protocolo de Palermo y se comprometió así a legislar al respecto. Sin embargo, no fue sino hasta en el año 2007 cuando nuestro país elaboró la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas que regulaba la actuación de las autoridades federales en el combate y prevención de la trata de personas. Asimismo, los estados de nuestro país también comenzaron a legislar sobre ese fenómeno y es en el año 2011 cuando el estado de Baja California crea su Ley para Prevenir, Sancionar y Combatir la Trata de Personas del estado de Baja California. Ambas leyes retomaron del Protocolo de Palermo la definición de lo que debe entenderse por trata de personas. Una de las diferencias que existe en las definiciones legales de la ley federal y la de Baja California, son los medios comisivos para su realización, toda vez que la ley del estado de Baja California contempló como uno de los elementos por los cuales se comete la trata de personas, denominados como medios comisivos, a la vulnerabilidad. La federación y los estados no sólo debían crear legislación para enfrentar la trata de personas, sino que además debían crear herramientas para que las autoridades del sistema de justicia de cada nivel de gobierno, pudieran utilizarlas y tener buenos resultados al combatir la trata de personas. Además, los sistemas de procuración de justicia para efecto de investigar ese tipo de hechos delictivos crearon instancias que trabajaran en ello, la Procuraduría General de la República creó la Fiscalía Especial para los delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, mientras que en el estado de Baja California, la Procuraduría de Justicia creó la Unidad Estatal de Trata de Personas de Baja California. 3 A partir de los resultados obtenidos por ambas instancias, se puede señalar que la modalidad de trata de personas por la que se han iniciado más indagatorias es la de explotación sexual. Esto coincide con lo ocurrido a nivel internacional, ya que según la estimación realizada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, 2009: s/p), esta modalidad representa un 79 por ciento de los casos y dentro de ellos, la mayoría de personas víctimas de ese tipo de hechos son mujeres. En tal contexto es necesario precisar que para la presente investigación se tomarán las diferentes situaciones de vulnerabilidad que la Unidad Estatal de Trata de Personas de Baja California ha detectado en las víctimas, derivadas tales situaciones de las indagatorias que han realizado por este tipo de conductas. La vulnerabilidad ha sido referida al género, a la edad, al origen social y cultural de las víctimas. En lo general, se considera que existe una probabilidad mayor de que sean las mujeres las que estén más expuestas a ser víctimas de la trata de personas; esto se debe a la marcada desigualdad social generada por la construcción cultural de género. Por lo anterior, el presente análisis se realiza con un enfoque de género, atendiendo las relaciones sociales y jurídicas que colocan a las mujeres en situaciones de mayor vulnerabilidad. El objetivo de esta investigación es analizar la vulnerabilidad en que se han encontrado las víctimas de trata que han sido rescatadas por la autoridad del estado de Baja California y explicar cómo ha actuado al respecto la autoridad de procuración de justicia de dicho estado. Para ello, es necesario conocer el marco jurídico y tener en consideración las herramientas legales con las que cuenta la autoridad para hacer frente a la vulnerabilidad de las personas desde el momento de su enganche por las redes de trata hasta el momento mismo en que sus procesos judiciales se están llevando a cabo y esas víctimas están bajo el cuidado de la autoridad del sistema de justicia. De tal manera se analizan en esta tesis las herramientas jurídicas con que cuenta la unidad estatal contra la trata de personas de Baja California, especialmente las que son designadas para detectar y subsanar las condiciones de vulnerabilidad que presentan las víctimas de trata desde el momento en que fueron enganchadas hasta el momento de su liberación. Losobjetivos específicos de la tesis son los siguientes: Indagar los factores de vulnerabilidad de las mujeres en situación de trata. 4 Analizar el papel que ocupan hombres y mujeres en las relaciones de trata de personas mediante su identidad y posicionamiento de género. Explicar cómo son investigados este tipo de hechos por las autoridades ministeriales: si se cuenta con una perspectiva de género, si existe la capacitación en el tema y si la ley les proporciona herramientas suficientes para la investigación. Describir los apoyos que ofrecen las Organizaciones no Gubernamentales y la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California a las víctimas de trata que debido a las deficiencias en el sistema judicial no encuentran solución integral a su problemática. Entre los apoyos considerados está la asesoría y representación legal durante los procesos judiciales y posteriores a ellos. Las preguntas que encauzan esta tesis son entonces las siguientes: ¿Cómo se han presentado las denuncias de trata de personas en Baja California? Al ser la trata de explotación sexual la que más se repite en las denuncias de trata en la Unidad Estatal de trata de personas de Baja California, ¿qué condiciones de vulnerabilidad han ubicado en las víctimas de trata las autoridades estatales en esa modalidad de explotación? La hipótesis que se plantea en esta tesis es que la definición de vulnerabilidad que distingue el género y las relaciones de poder que ocurren entre hombre-mujer y mujer- hombre se contraponen a la falta de capacitación en las autoridades ministeriales e impiden la identificación de dicho problema en la trata de personas. Esta investigación tiene por interés realizar un acercamiento exploratorio a las acciones que realizan las autoridades de procuración de justicia (federal y local) con relación a la vulnerabilidad que detectan en las víctimas (previo a su enganche y hasta el final de su explotación) en las indagatorias que han efectuado en el periodo 2007-2012. La finalidad de este propósito es describir cómo son reproducidas las condiciones de vulnerabilidad por los “tratantes” y por otros actores relacionados con la trata de personas. En atención a que tales hechos están regulados y pueden tener efectos jurídicos en el ámbito federal y local, es necesario precisar las diferencias que existen en la impartición y procuración de la justicia en esos ámbitos. La temporalidad del estudio que se presenta está delimitada por la entrada en vigor de la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas el 28 de noviembre del año 2007 a nivel federal. Los casos analizados en Baja California parten de la entrada en vigor de la 5 Ley contra la trata de personas en el estado, en julio de 2011; en ambos casos se cierra el estudio en el mes de marzo de 2012. La selección del estado de Baja California obedece a los indicios existentes que señalan la frontera entre los estados de California de Estados Unidos de América y Baja California, México, como el lugar por donde más ingresan personas en situación de trata hacia nuestro país, aunado a que Baja California es uno de los pocos estados que cuentan con una autoridad especializada en la investigación de este tipo de conductas. La metodología empleada comprendió un análisis de las características sociodemográficas de las víctimas y presuntos responsables a partir de los datos estadísticos proporcionados por la FEVIMTRA y por la Unidad estatal para combatir la trata de personas en Baja California. También se realizaron entrevistas con personal de ambas dependencias, así como con autoridades de procuración de justicia de Baja California con la finalidad de inferir las características que tienen las investigaciones realizadas, qué actores participan, cuáles son los estados que tienen un mayor número de expedientes en trámite donde se investigan ese tipo de hechos, quiénes participan en las redes de trata y cómo conforman esas redes, cómo buscan a sus víctimas, qué particularidades encuentran en las mujeres que están dentro de esas redes, ya sea como tratantes o como tratadas, cómo y porque ingresan y permanecen en las mismas. El propósito de realizar las entrevistas mencionadas en el párrafo anterior fue entender cómo se aplican las leyes de trata en los diferentes niveles de la justicia mexicana -federal y local-, cuáles han sido las problemáticas que ha generado la aplicación de las mismas y qué avances legislativos se necesitan alcanzar para mejorar la investigación de hechos y para lograr una mejor impartición de justicia a favor de las víctimas de los mismos. Además, se efectuó una revisión de la legislación existente a nivel federal y del estado de Baja California sobre la regulación de la trata para destacar las sanciones y garantías que ahí se señalan. Lo anterior se llevó a cabo con la finalidad de tener mayor información sobre el apoyo dado a las personas que estuvieron en situación de trata y saber si dicha ayuda la proporciona el Estado por medio de sus leyes e instituciones de justicia o es suministrada por otros actores relacionados con estos hechos. Para continuar en el tema se buscó plantear una perspectiva diferente a la de las autoridades que se encargan de impartir justicia. En tal sentido, se entrevistó a integrantes 6 de organizaciones gubernamentales como la Procuraduría Estatal de Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California y organizaciones no gubernamentales, tales como la Red Binacional de Corazones dirigida por Alma Mares de Tucker y el corredor Binacional de Seguridad dirigido por Marisa Ugarte. Estas organizaciones, al proporcionar asesoría a víctimas de trata y estar en contacto con los procesos judiciales que se inician en los diferentes niveles de justicia, tienen conocimiento de situaciones que no están contempladas dentro de la legislación vigente en nuestro país contra la trata de personas. En el primer capítulo de la investigación se describen algunos antecedentes de la trata de personas y la implicación que dichas referencias han tenido para la investigación de esas actividades ilícitas, hasta llegar a la construcción y definición del término propio de trata de personas, para lo cual se señalan figuras similares –como la prostitución- con las que se ha confundido dicho fenómeno. Asimismo, se señala la diferenciación que existe con el tráfico de migrantes que muy comúnmente se confunde con la trata. Además se describe el contexto previo a la elaboración del Protocolo de Palermo, es decir, las situaciones que dieron lugar a que diferentes países se pusieran de acuerdo en enfrentar el problema de la trata de personas. Al ser la modalidad de explotación sexual la que ha sido denunciada en mayor medida ante las autoridades ministeriales de Baja California, se hace un relato sobre el comercio sexual que ha existido en Tijuana desde la fundación misma de la ciudad y su vinculación con el turismo sexual. De forma especial se refiere a la situación de la prostitución infantil en Tijuana a finales de la década de los 90 y el año 2000. Además, se explican algunos de los conceptos contenidos en la definición legal de la trata de personas, como son la vulnerabilidad, los derechos humanos, así como el género y la violencia de género y la explotación. También se define el proceso que ocurre durante la trata de personas que incluye los momentos de la captación, el traslado y la acogida donde se realizará la explotación. En el segundo capítulo se elabora una perspectiva general que comprende la trata de personas en diferentes contextos: a nivel mundial, nacional y local, con particular atención en Tijuana, pues es el lugar en donde se realiza la mayor parte de las denuncias presentadas ante las autoridades de procuración de justicia estatal de Baja California. Uno de los objetivos planteados es explicar cómo ocurre la tratade personas a partir de los resultados de investigaciones que han realizado diferentes organizaciones internacionales. 7 En cuanto a los procesos migratorios, se señala el impacto que estos tienen en el país, particularmente en el estado de Baja California y en especial los flujos que vienen y se quedan en el estado. Esta situación origina un aumento en la población que, al combinarse con el aumento de desempleo, implica para los migrantes una dificultad mayor de incorporarse al mercado laboral, lo cual los deja en una condición de vulnerabilidad para ser víctimas de las redes que se dedican a la trata de personas. En el tercer capítulo se realiza una revisión del marco normativo que existe a nivel constitucional de la trata de personas. Este apartado incluye la adecuación e integración a nuestro marco jurídico del Protocolo de Palermo. Además, la premisa de la que se parte es la de describir la situación que se suscitó al entrar en vigor la reforma constitucional donde se incorporaron los derechos humanos a nivel constitucional. Asimismo, se enumeran algunos de los aspectos importantes que incluye el Protocolo de Palermo, debido a que dichos temas son aplicados por diferentes ordenamientos legales a nivel nacional y por ser el instrumento jurídico base sobre el cual se elaboraron las leyes o tipos penales que existen en nuestro país. En ese marco jurídico federal, luego de la entrada en vigor del Protocolo de Palermo, se crearon herramientas para que las autoridades federales pudieran investigar, perseguir y sancionar a quienes cometan el delito de trata de personas o a quienes incurran en alguna de las hipótesis previstas por el tipo penal que se contempla en la Ley que Previene y Sanciona la Trata de Personas. El objetivo de este capítulo es entonces conocer las herramientas con que cuenta la autoridad federal y saber cómo está respondiendo la implementación de éstas ante la realidad que implica el fenómeno de la trata. El objetivo del capítulo cuarto consiste en señalar cómo se encuentra definido el tipo penal y algunas de las características de las leyes de los estados en materia de trata de personas. En lo que corresponde a la legislación de Baja California, se establece el antecedente más próximo de la actual regulación en la persecución del delito antes señalado con la denominada Ley Elvira, la cual consistió en una serie de reformas a diversas leyes de aplicación en el ámbito local. A partir de la creación de esas leyes se incluyó en el Estado el término de trata de personas. La Ley Elvira enfocaba su atención en la protección de los menores y personas incapaces de comprender los hechos a quienes se consideraba por ese motivo como personas en situación vulnerable y, por lo tanto, expuestos a ser víctimas de tales hechos. 8 Una vez establecido lo anterior, se procede a revisar algunas de las características específicas de la Ley contra la Trata de Personas de Baja California, entre las cuales están la inclusión del término de vulnerabilidad, lo que la distingue de muchas leyes a nivel nacional y de la legislación federal, además establece la definición de grupos vulnerables. En el apartado correspondiente a las víctimas, encontramos otra de las peculiaridades de dicha ley: la atención particular a migrantes, considerados también como un grupo vulnerable. En este mismo capítulo se definen algunas de las políticas públicas y acciones de procuración de justicia, en el nivel local y federal, que se han realizado en el país y en el estado de Baja California. Entre éstas encontramos la creación de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres (FEVIMTRA) y Trata de Personas y la Unidad Estatal de Trata de Personas de Baja California (UETPBC). En este capítulo, se analiza también la perspectiva que tienen las organizaciones de la sociedad civil sobre la creación de las áreas especiales en la impartición de justicia antes mencionadas y sobre la aplicación de la ley. En el último capítulo se desarrollan dos apartados: en el primero de ellos se señalan, a partir de datos estadísticos de la FEVIMTRA y la UETBC, los resultados que han obtenido las investigaciones realizadas en el ámbito de sus respectivas competencias; en el segundo apartado se analiza, a partir de las denuncias de hechos en Baja California, la forma cómo se incorpora la vulnerabilidad como situación en que vivía la víctima antes de ser enganchada en la trata de personas en la modalidad sexual, así como la perspectiva de género. Uno de los objetivos a seguir es conocer la forma en que responden las autoridades a la vulnerabilidad de las víctimas que han acudido hasta ellos a presentar sus denuncias correspondientes, haciendo uso de las herramientas legales señaladas en el capítulo previo. Es necesario precisar finalmente que a pesar de los señalamientos e indicios de que pueden existir otras formas de trata de personas en el estado de Baja California, debido a su ubicación geográfica y a las actividades agrícolas e industriales que realiza la población, en la presente investigación no se pretende analizar toda esa realidad por la dificultad que implica. Únicamente se analizan y describen las situaciones que han sido denunciadas ante las autoridades de procuración de justicia lo cual significa que en el presente estudio no se pretende elaborar una teorización sobre cómo ocurre la trata de personas en todas sus 9 modalidades y en cualquier sitio de Baja California, solamente se describen las situaciones denunciadas. Tampoco se intenta señalar que de todo el territorio de Baja California, la trata de personas sólo ocurra en Tijuana o que ésta sólo exista en su modalidad de explotación sexual ni mucho menos que las víctimas sólo sean mujeres o que la explotación sexual sólo ocurra en la zona norte de Tijuana y no ocurra en el resto da la ciudad y del estado. Las condiciones específicas de vulnerabilidad analizadas en este estudio derivan únicamente de los hechos de que se tuvo conocimiento, es decir de las denuncias presentadas ante la autoridad judicial en Baja California. Lo que se pretende hacer es describir las situaciones de vulnerabilidad que presentaron las víctimas que han denunciado ante las autoridades de procuración de justicia del estado de Baja California y a partir de esas situaciones establecer cuál ha sido la actuación de la autoridad para retirar a las víctimas de esos contextos de explotación y buscar que no se vuelvan a encontrar en situaciones de vulnerabilidad que las convierta en víctimas propicias de ser enganchadas nuevamente en redes de trata de personas 10 CAPITULO I. ANTECEDENTES DE LA TRATA DE PERSONAS 1.1 La Trata de Personas En el presente capítulo se recuperan algunos estudios sobre la trata de personas a nivel internacional, en nuestro país y de manera particular en el estado de Baja California. El capítulo se dividirá en dos apartados: primero se describen situaciones previas a la regulación actual del fenómeno de trata de personas, en particular a la Convención contra la delincuencia transnacional de la Organización de las Naciones Unidas. El segundo apartado analiza algunos de los elementos característicos de los conceptos que contiene la definición de la trata de persona, y se distingue el fenómeno citado de otros de índole social como la prostitución y el tráfico de migrantes. La trata de personas ha sido descrita por el ex Secretario General de las Naciones Unidas, Koffi Atta Annan, como “una forma contemporánea de esclavitud” (Torres, 2010: 14) al hacer referencia a la trata de personas de mujeres, niños y niñas 1 para someterlos a trabajos forzosos y explotación. De esta forma la trata resulta en una de las más crueles violaciones de los derechos humanos. Koffi Annan señaló también que dicho fenómeno ha sido difundido a gran escala en el mundo; situó lasraíces del mismo en las condiciones sociales y económicas de los países de origen de las víctimas, así como las prácticas discriminatorias contra la mujer y la indiferencia hacia el sufrimiento humano de parte de las personas que se dedicaban a lucrar con ello (Annan, 2000 en UNODC, 2004: iv). Por su parte, Fernando Carrión hace uso de la definición establecida por el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, y refiere que la trata de personas es el “tráfico que consiste en vender seres humanos como esclavos”. El mismo autor describe el cambio que implica dicha figura respecto de la esclavitud clásica, ya que esta última tenía como característica el que una persona tuviera dentro de su propiedad a otra persona (2009: 1). 1 En el presente trabajo se retomaran indistintamente los términos menor de edad, niños y niñas, manifestando que para tal efecto se establece lo señalado por la ONU que considera niño a toda persona menor de dieciocho años de edad, según lo establece en la Convención de los Derechos del Niño, suscrita por nuestro país y que por ende se encuentra vigente en el territorio nacional. 11 1.1.1 La trata de personas en la historia La comercialización de seres humanos no es un fenómeno nuevo, ha ocurrido desde varios siglos atrás. Durante el periodo que abarca los siglos XVI al XIX, predominó la trata de esclavos procedentes de África que fueron trasladados a diferentes partes del mundo en barco cruzando el Océano Atlántico. En ese contexto de esclavitud, colonización y guerras, es donde da inicio el tráfico de mujeres con finalidades de explotación; las mujeres africanas e indígenas eran sujetas de tráfico con propósito de servir como objeto sexual, mano de obra gratuita en el trabajo y para la reproducción de esclavos, lo que implicaba la generación de más mano de obra (Chiarotti, 2003: 1). Mientras, en la región de América Latina tanto el tráfico de mujeres y la prostitución encuentran sus orígenes en la época de la conquista, los españoles, respaldados por una ley de guerra, tomaban o entregaban el "botín de mujeres" al vencedor, dando origen al comercio sexual y creando con esto establecimientos para su ejercicio. Ya para la época colonial, aparecen las primeras normas por las cuales se castigaba dicha actividad con sanciones que podían llegar hasta la muerte (Chiarotti, 2003: 1). 1.1.2 Primer acercamiento a la trata de personas como trata de blancas El antecedente más próximo a la trata de personas nos remite al término trata de blancas, cuya aparición se puede situar al final del siglo XVIII e inicio del XIX. El contexto histórico del surgimiento de dicho concepto está enmarcado con movimientos de grandes flujos de personas que salían de sus países, particularmente de Europa del Este; en esos grupos se encontraban algunas mujeres que eran traficadas para incorporarlas de manera forzada en el comercio sexual. Por esa misma época, en Estados Unidos se retomó el concepto de trata de blancas, esto ocurrió en un contexto moralista donde se señalaba la existencia de redes de individuos que incorporaban a personas en el mercado del comercio sexual para prostituirse, existía el temor de que cualquier mujer podría ser víctima de tales acciones. El surgimiento contemporáneo del debate de la explotación sexual y la trata de personas tuvo lugar a finales del siglo XIX cuando Josephine Butler equiparó la explotación sexual con la esclavitud. En la comparación aludida se indicaba que las mujeres explotadas sexualmente resultaban despojadas de su condición de seres humanos y 12 que la existencia de personas en esa situación implicaba una ofensa para la sociedad (Torres, 2010: 16). Butler empleó el término white slave trade con el que se refería a la prostitución involuntaria y proviene de la derivación francesa des Traite Blanches, mismo que aludía a otro termino Traité des Noirs, el cual se refiere al comercio de esclavos negros (Derks, 2000, en Gozdziak y Collet, 2005: 100). La “trata de blancas” es definida como un término decimonónico que describe una forma de esclavitud, la cual implicaba un abuso sexual hacia las mujeres quienes eran mantenidas en calidad de presas y se les obligaba a ejercer la prostitución; esta situación es diferente en la actualidad, pues la prisión en la que viven es psicológica y generada a partir de diferentes formas de engaño. Esta definición está situada en la realidad vivida durante una época de pánico moral en los Estados Unidos, ocurrida a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, cuando existía la percepción de que toda mujer joven estaba en peligro de sufrir dichos actos; se responsabilizaba de ese tipo de actividades a los inmigrantes chinos (Acharya y Jarquín, 2005: 45-46). En la época a la que se alude en Estados Unidos se dio el surgimiento del llamado movimiento abolicionista cuya campaña contra el White slavery ocurrió no sólo en ese país, sino también en otras naciones de Europa occidental en donde existía el interés por regular la prostitución, dado el contexto moralista señalado (Bullough, V. y Bullough, B., 1987, en Gozdziak y Collet, 2005: 100). Es necesario precisar que las concepciones de trata de blancas, por un lado la europea (planteada por Butler) y la originada en Estados Unidos, diferían particularmente en su acercamiento al tema de la prostitución. La primera de las posturas pretendía abolir la prostitución, otorgando a las prostitutas la posibilidad de incorporarse en otro tipo de actividades, pues eran consideradas mujeres caídas o desviadas sexualmente, se consideraba la compra venta de las mujeres como una violencia extrema contra la mujer. Mientras la postura que se tomó sobre ese tema en Estados Unidos se pretendía implantar la regulación de la actividad de prostitución para así determinar quiénes se prostituían de forma voluntaria y quiénes estaban en el comercio sexual contra su voluntad, con la finalidad de rescatar a quien no realizaba dichas actividades de forma libre y voluntaria. Lo anterior representaba una diferencia entre las mujeres que se habían perdido o habían sido sustraídas de sus casas para forzarlas a dedicarse a esta actividad de aquellas mujeres “perdidas” que por su voluntad estaban en esa situación (Doezema, 2000: s/p.). 13 Dado lo expuesto, se puede inferir que en los inicios del siglo XX al hacer alusión a la trata de personas se hacía uso del término trata de blancas. El concepto referido era relacionado y confundido con la prostitución, confusión que aún existe entre la trata de personas y la prostitución (Barboza y Martínez, 2006: 17); sin embargo, es preciso distinguir la diferencia que existe entre ambos conceptos, ya que el primero de ellos implica un sometimiento que resulta en explotación y del que una persona o un grupo de personas obtienen un beneficio de las actividades que obligan (mediante violencia o engaños) a realizar a otra persona; mientras que la prostitución es la actividad de orden sexual que alguien sostiene, mediante la cual obtiene un ingreso. Los ordenamientos legales internacionales retomaron el concepto de trata de blancas, debido principalmente a la preocupación de la comunidad internacional por el tráfico que se produjo después de algunos conflictos bélicos (Chiarotti, 2003: 1). Uno de los primeros instrumentos legales internacionales creados por esta razón fue el Convenio Internacional para suprimir la “trata de blancas” del año 1904 (Barboza y Martínez, 2006: 17). No obstante, como el concepto de trata de blancas o white trade slavery hacía referencia a las características del color de piel y al sexo al que pertenecían las personas que eran reclutadas por las redes de explotadores, dicha denominación resultaba discriminante, pues no hacía justicia al excluir de la misma a personas de colorsobre quienes habían recaído esos hechos desde mucho tiempo atrás; otra situación que se dejaba de lado era el hecho de que el tráfico de personas no sólo incidía en mujeres, sino también en hombres y niños. Sin embargo, tal pareciera que las autoridades prestaban atención al evento por el tipo de personas sobre quienes recaía el hecho, ya que cuando se trababa de personas de color de piel “blanco” se volvía más importante atender el problema. Después se logró un acuerdo en el uso de la denominación “trata de personas” que es más incluyente, pues no sólo se refería a mujeres, ni hacía distinción de las víctimas en atención al color de su piel (Torres, 2010: 16-24). 1.1.3 Indicadores existentes previos a la regulación de la trata de personas Antes de abordar el concepto que actualmente define lo que es trata de personas, se hace necesario destacar algunos indicadores que existían años antes de que la comunidad internacional analizara las problemáticas existentes que implican la explotación de seres 14 humanos y lo conceptualizaran en un instrumento para hacerle frente. La división que se realizó para la sistematización de dicha información es precisamente la definición que sobre la trata de personas fue establecida en el Protocolo para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Trata de Personas (en adelante Protocolo de Palermo) en el año dos mil, pues este protocolo permitió identificar y atender de manera más precisa el fenómeno en cuestión. Antes de la conceptualización establecida en el Protocolo de Palermo se realizaron algunas investigaciones cuyos resultados fueron publicados en fechas posteriores a la realización de dicho protocolo. En los escenarios donde se desarrollan conflictos bélicos en diferentes partes del mundo, se generan diversas situaciones de vulnerabilidad en la población, como la pobreza y el desplazamiento forzado; estas migraciones involuntarias los hacen salir de sus casas y dirigirse a lugares donde no tienen redes de apoyo y muchas veces hasta el idioma es diferente. En tales circunstancias, hombres, mujeres y menores de edad dejan todo atrás sin saber a qué sitios llegarán y si recibirán un trato hospitalario por parte de las autoridades y de la sociedad residente en el lugar a donde migren y en donde no se encuentran en igualdad de derechos jurídicos y humanos respecto a los nativos; tales condiciones, entre otras, son aprovechadas por las redes de trata de personas para engancharlos. Existe además otro factor provocado por la guerra, ya que no sólo se genera el desplazamiento de personas, sino que alrededor de los lugares donde existen bases armadas se establece y desarrolla la industria del comercio sexual para satisfacer a los militares que participan en dichas actividades (Azaola y Estes, 2003: 256). En nuestro país, una de las principales situaciones que provocaron la visibilización social del problema fue el incremento de menores en el comercio sexual. A finales de 1999 e inicios del año 2000, Elena Azaola realizó un estudio en seis ciudades del país para explicar cómo estaba ocurriendo el comercio sexual de niños y niñas en dichos lugares. Manifiesta la autora que la explotación en el comercio sexual de los menores se realizaba en casi la totalidad de nuestra nación, no obstante, en las áreas urbanas que son de mayores dimensiones, la problemática resultaba más visible aún. (2000: 20). El referido estudio fue elaborado en las ciudades de Acapulco, Cancún, Ciudad Juárez, Guadalajara, Tapachula y Tijuana y se estimó que en nuestro país para esas fechas 15 existirían unas 16 mil niñas y niños explotados en el comercio sexual (Azaola, 2000: 20). Además, se señaló que gran parte de esos menores estuvieron en situación de calle, sin embargo, no todas las personas que actualmente están en el comercio sexual han vivido en las condiciones mencionadas (Azaola y Estes, 2003: 26-27). También apuntó la autora que cierto número de mujeres adultas que se dedican a la prostitución manifiestan haber estado en ese negocio desde que eran menores (Azaola y Estes, 2003: 19). Los autores Elena Azaola y Richard J. Estes muestran un recuento sobre diversas explicaciones que se ofrecen como resultado de investigaciones realizadas sobre las causas por las que niñas y niños se incorporaban en la industria de la explotación sexual; el motivo más citado fue la pobreza. Algunas otras causas que se mencionan son: porque los menores huyen de sus casas, la pedofilia, la prostitución intergeneracional y las ganancias que se generan producto del turismo sexual en algunos países (2003: 26-27). Otro factor participante en la industria de la explotación sexual de niños y niñas es la delincuencia organizada, y esto no es sólo por el alto rendimiento económico que produce sin necesidad de hacer grandes inversiones económicas, ya que los seres humanos pueden ser vendidos o usados en reiteradas ocasiones a diferencia de otro tipo de productos ilícitos; sino que también ocurre ante el hecho de que existen pocos riesgos de ser detenidos por las autoridades (Azaola y Estes, 2003: 27). 1.1.4 Tijuana, Baja California: explotación sexual comercial y trata de personas. Siglos XX y XXI Es necesario aproximarse a la realidad de la ciudad de Tijuana para que, en su contexto, sea posible ubicar algunas características y causas singulares que pueden incidir en la situación de la trata de personas que es una realidad en esta ciudad. Para tal efecto es preciso describir cómo funciona la industria del comercio sexual en Tijuana pues es ahí donde las víctimas, que han denunciado ante las autoridades de procuración de justicia de Baja California, han referido que fueron obligadas a prostituirse y sometidas en la trata de personas en su modalidad de explotación sexual. Por lo tanto, se hace necesario entender los antecedentes de dicha industria en Tijuana, donde se mimetiza 16 y disfraza la trata de personas en explotación sexual. Sin embargo, es oportuno precisar que en la presente investigación no se pretende señalar el comercio sexual ubicado en la zona norte de la ciudad de Tijuana como el único lugar donde ocurre la trata de personas ni tampoco se pretende establecer que en el estado de Baja California o en la ciudad de Tijuana solamente ocurra esta modalidad de la trata de personas. El surgimiento del comercio sexual de Tijuana ocurre a inicios del siglo XX, época en la que esta ciudad comenzó a crecer de forma acelerada. En esos años, Tijuana no tenía más de 450 habitantes que se dedicaban principalmente a actividades como la agricultura, ganadería y pequeño comercio. Debido en parte a las malas condiciones de las vías de comunicación que existían, la ciudad de Tijuana y el estado de Baja California estaban incomunicados del resto del país, por lo que su subsistencia dependía de la relación que mantenían con la ciudad de San Diego, California, Estados Unidos (Valenzuela, 1991: 59; Félix, 2003: 57-58). No obstante, una década después la ciudad de Tijuana convirtió el turismo en su principal actividad económica. Ya por esas fechas, este lugar era considerado como propio para satisfacer las necesidades de ocio y diversión de estadounidenses ante la campaña moralista que se vivía en su país y que proscribía la venta de alcohol y se oponía a la prostitución. La Ley Volstead, que prohibía en Estados Unidos la elaboración y venta de bebidas alcohólicas, originó que en las ciudades fronterizas, entre ellas Tijuana, floreciera el comercio, consumo y fabricación de bebidas alcohólicas. Otras industrias que crecieron también en aquel momento fueron los juegos de azar, así como los centros nocturnos y la prostitución. Este mercado no sólo era destinado al turismo procedente del extranjero, sino que era controlado también por extranjeros, quienes construyeron la infraestructura necesaria como los casinos, prostíbulosy casas de juego (Valenzuela, 1991: 59; Félix, 2003: 57-58). Por lo anterior, Tijuana logró iniciar su desarrollo a partir de establecer este tipo de servicios turísticos destinados a los visitantes de Estados Unidos, quienes así lograban evadir las leyes de su país y sin restricciones daban rienda suelta a sus actividades para desahogo moral y explotación del vicio. Tales acciones lograron configurar la estructura urbana de esa ciudad en ciernes y fue la principal función social que desarrollaba (Félix, 2003: 57-58). 17 Aunado a las prohibiciones mencionadas, los turistas sexuales que acudían a nuestro país, lo hacían además para realizar otro tipo de actividades sexuales como la pedofilia que implica el contacto sexual de una persona mayor con un menor de edad y que también estaba prohibido por ley en su país, pero en México lograban tener ese tipo de actividades, situación que aparece en la modalidad de explotación sexual infantil de la trata de personas (Bastida, 2009: s/p). En épocas más recientes la ciudad de Tijuana presentó un acelerado crecimiento poblacional o demográfico, mismo que puede entenderse a partir de una serie de cambios a causa de la migración provenientes del interior del país y de otras partes de América Latina, la instauración de la industria maquiladora y el comercio sexual que ha caracterizado a la ciudad por muchos años. A continuación se presentan algunos datos que explican el crecimiento de la ciudad, desde la década de los noventa, vinculado a la migración y al desarrollo de actividades económicas. Finalmente se mencionan elementos que señalan las complicaciones que ha enfrentado la ciudad como consecuencia del reforzamiento de la frontera por parte de los Estados Unidos y con ello el aumento del desempleo. Al igual que otras ciudades de la frontera norte de México, Tijuana se ha distinguido por un acelerado crecimiento poblacional y económico. Este último se explica por el desarrollo del sector manufacturero que se vivió durante la década de los noventa y que ocasionó que la migración interna aumentara debido al incremento en la demanda de mano de obra, de esta forma el crecimiento de la población se convirtió en una característica de la ciudad. Las migraciones hacia Tijuana provenían principalmente de ciudades del noroeste y del sur del país (Cruz y Salazar, 2011: 45). Según los datos arrojados por el censo federal de 2010, la población del estado de Baja California ascendía a 3,155,070 habitantes; con base en ese mismo censo, Tijuana contaba con 1,559,683 habitantes, de los cuales, más de 47.3 por ciento de ellos eran inmigrantes y 45.7 por ciento de estos últimos eran mujeres (INEGI, 2011: 16). El estado de Baja California es el que ha presentado un mayor crecimiento poblacional comparado con el resto de los estados fronterizos. La ciudad de Tijuana es la que más ha contribuido a ese crecimiento, y es que de 1930 al año 2005 la población total de Tijuana se multiplicó hasta cien veces, pasó de tener 11,271 habitantes a 1.4 millones. El origen de este crecimiento refiere a los flujos migratorios (Cruz y Salazar, 2011: 47-48). 18 Tijuana es uno de los principales cruces fronterizos entre México y Estados Unidos, y en el pasado el principal camino de migrantes indocumentados que buscaban llegar a Estados Unidos. Por lo anterior, la realidad económica que vivía esta ciudad era un aliciente para que los migrantes llegaran a ella. Desde mediados de la década de los años 80 y en los 90, esta ciudad presentó los índices más bajos de niveles de desempleo en toda la zona fronteriza de nuestro país. Este factor económico se ve influido por la situación geográfica de Tijuana, es decir, por su vecindad con el estado de California de la Unión Americana. Otro factor que ha influido en ese desarrollo económico ha sido el establecimiento y apogeo de la industria maquiladora de exportación. Esta industria pasó de tener 100 plantas maquiladoras en los años 70 a tener 770 plantas en la década de los años 2000, y el número de personas a las que daban trabajo, pasó de 7,800 a 129,000 (Cruz y Salazar, 2011: 48). En lo que respecta a los flujos migratorios, la vecindad con California provocó una gran movilidad de la población, por lo que en la ciudad confluyen una gran variedad de dichos flujos; entre ellos se observan los que llegan a la ciudad para intentar cruzar a Estados Unidos o para establecerse en ella; los que se dirigen al Sur; los commuters o transmigrantes, personas que continuamente cruzan la frontera entre México y Estados Unidos; los deportados o repatriados, de los que algunos se regresan a sus lugares de origen, otros se quedan en la ciudad para volver a intentar su cruce a Estados Unidos y algunos más se establecen definitivamente en Tijuana; y por último, los menores migrantes, quienes buscan a sus familiares en zonas fronterizas o en Estados Unidos (Cruz y Salazar, 2011: 51-52). Los flujos migratorios en Tijuana han sufrido algunas modificaciones, es decir, a pesar de que la ciudad fue considerada en la década de los 90 el punto de cruce con mayor afluencia de personas que se dirigían hacia Estados Unidos, de acuerdo con el resultado que se obtuvo a partir de la encuesta sobre migración en la frontera norte de México (EMIF Norte) realizada por El Colegio de la Frontera Norte y autoridades gubernamentales, para el periodo 1994-1995, el porcentaje del flujo migratorio que se dirigía a Estados Unidos por Tijuana fue de 36.6 por ciento, cifra que ha disminuido en el periodo 2005-2006, la misma encuesta reveló que el porcentaje sólo llegó a 30.6 por ciento, (Cruz y Salazar, 2011: 53-54). 19 Este cambio en los flujos migratorios puede explicarse a partir del reforzamiento de seguridad en la frontera por parte de Estados Unidos, lo que fue evidenciado con la construcción del muro fronterizo y el aumento en el control y la vigilancia que ha realizado la autoridad migratoria de Estados Unidos en este punto de cruce (border patrol); además de la implementación de operativos como Gatekeeper. Asimismo, el incremento en las tasas de desempleo que, por ejemplo, en el presente año se sitúan en 6.17 por ciento durante febrero de 2012 para el Estado de Baja California, según lo señala la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, esta situación la resienten particularmente poblaciones como los migrantes a quienes ya no les resulta tan fácil encontrar un trabajo en este estado. Otro factor que ha contribuido en que los flujos migratorios hayan cambiado sus rutas para dirigirse a los Estados Unidos es la violencia. (Cruz y Salazar, 2011: 55) Sin embargo, los flujos migratorios que llegan a Tijuana provenientes del norte a causa de las deportaciones se han incrementado. Según lo manifestado por el Instituto Nacional de Migración, el estado de Baja California fue el que mayor número de repatriados recibió en el año 2009; de igual manera, la ciudad con mayor número de eventos de deportación fue Tijuana con 178,935 (se denomina eventos porque una persona puede haber sido deportada más de una ocasión) (Paris, 2010: 13). Para inicios del siglo XXI, el comercio de alcohol y sexo había perdido el peso que tuvo en otros momentos debido a la diversificación de actividades económicas que se desarrollaban en Tijuana. Dentro de las actividades que se ampliaban, se presentó en el año 2000 un incremento en los índices de consumo de drogas, lo que propició un aumento en los índices de violencia producida a partir de pugnas entre grupos de delincuentes dedicados al comercio de ese tipo de sustancias, quienes se disputaban el control del mercado nacional e internacional de venta de drogas. Se presentó un incremento entre los menores en situación de calle que consumían drogas, lo que a su vez acrecentó su vulnerabilidad (Azaola, 2000: 126-129). 1.1.5 Prostitución infantil en Tijuana.Inicio del siglo XXI Antes de abordar el tema de la prostitución infantil que existía en Tijuana al iniciar la década de los años 2000, es pertinente establecer algunas características generales de la prostitución que ocurre en la ciudad de Tijuana, y señalar puntualmente que el comercio 20 sexual de Tijuana se beneficia de la amplia oferta de mano de obra no calificada y de migrantes que están alejados de sus familiares y sin dinero (Azaola, 2000: 138). La prostitución en Tijuana se desarrolla principalmente en la Zona Norte, al menos la que está regulada y es conocida por las autoridades. Otros indicios señalan la existencia de diversas empresas que fungen como fachada, pero que en realidad ofrecen servicios sexuales; entre éstas se encuentran las casas de masajes, algunos Spa´s y otros, los cuales se mantienen de forma menos visible, aunque son del conocimiento de la población. Esta actividad se encuentra regulada por las autoridades, ya que para que las personas se puedan dedicar a ejercer en este giro, deben contar con una tarjeta que entrega el servicio de salud del estado, de otra manera, si no cuentan con ese documento, no pueden trabajar (Velasco y Contreras, 2011: 52). En el año 2008 se tenían registradas unas 1,700 personas que trabajaban en la prostitución, un número muy reducido comparado con las 7,000 que se estimaba desarrollaban ese tipo de actividades (Salinas 2008, citado en Velasco y Contreras, 2011: 52). La mayor parte de esas personas realizaban sus actividades en las calles ubicadas en la denominada Zona Norte de la ciudad, lugar que se encuentra relativamente cerca de la línea fronteriza que divide nuestro país y los Estados Unidos. El turismo sexual que se registra en Tijuana seguía siendo considerable para el año 2006 cuando ingresaron al país alrededor de veintidós millones de personas, las cuales, en su mayoría, permanecieron por corto tiempo en el país, este turismo sexual no está solamente enfocado en mujeres, también en hombres y transexuales. La ubicación de cada grupo es diferenciada en la misma Zona Norte, pues en calles como Constitución, Artículo 123, el callejón Coahuila y la avenida Niños Héroes se ubican las mujeres; más hacia sur están los transexuales (trasvestis y transgénero) en zonas como los bares de la plaza Santa Cecilia; y algunos bares de la avenida Revolución y sobre la calle Artículo 123, entre la calle Martínez o D y Mutualismo, y en el parque Teniente Guerrero encontramos hombres y menores de edad (Velasco y Contreras, 2011:53) La calle Coahuila es considerada como la más importante para el mercado del comercio sexual, es en esa calle donde están los accesos a los table dance más conocidos e importantes de la ciudad. Afuera de dichos antros no se encuentran mujeres de las denominadas paraditas, quienes ejercen la prostitución y se ubican en las calles que rodean la de Coahuila, es decir, la Constitución, la Artículo 123 y el callejón Coahuila. Este 21 callejón tiene acceso trasero a los antros de la calle Coahuila, pero existen diferencias determinantes entre la calle y el callejón, ambos de nombre Coahuila; la primera de ellas se refiere al ejercicio de la prostitución (paraditas) que sí se ofrece en el callejón mientras que en la calle Coahuila no sucede, además, las fachadas de los table dance presentan diferencias tanto en iluminación como en espectacularidad de un lado a otro. En lo que respecta a las mujeres que ejercen la prostitución en las calles antes mencionadas, es posible distinguir diferencias fisonómicas respecto a las que permanecen en los lugares establecidos denominados table dances. Lo mismo ocurre con las mujeres que ofrecen servicio sexual en las calles; para realizar una descripción de estas personas fue posible distinguir que depende de sus características fisonómicas y el tipo de prendas que usan, el lugar o calle donde ofrecen el servicio sexual. En el denominado callejón Coahuila, parte trasera de los table dance, pueden observarse predominantemente a mujeres jóvenes que visten ropas cortas y escasas como minifaldas, escotes pronunciados, pantalones o mallas, todo preferentemente de licra; son mujeres, en general, delgadas y de estatura media, que usan zapatos altos de plataforma. Mientras que, sobre la misma calle pero en la acera de enfrente, se encuentran negocios más sencillos en donde hay mujeres de mayor edad (superior a los 35 años) que las referidas anteriormente, y que usan atuendos que no son tan atrevidos, tales como pantalones de mezclilla ajustados y blusas escotadas. En la acera del lado este de la calle Constitución, entre la calle y callejón Coahuila, se pueden observar a mujeres de piel morena, vestidas con ropas sencillas de mezclilla, algunas con chamarras y son de estatura media, de complexión delgada; en esta área la iluminación de la calle es insuficiente, pero la existencia de comercios ambulantes ilumina un poco más la zona. Sobre esa misma calle, pero pasando el callejón Coahuila en dirección a la calle Artículo 123, las mujeres portan ropas de licra más llamativas que las anteriores, sin embargo, su complexión es más robusta. En la avenida Niños Héroes, entre las calles Coahuila y Artículo 123, existen algunos bares y es posible encontrar mujeres que ejercen la prostitución, quienes visten ropas de licra, no tan cortas como las descritas, además de que tienen las características de ser morenas y de complexión robusta; esa calle particularmente no se encuentra muy alumbrada. Por último, sobre la calle Artículo 123, entre la plaza Santa Cecilia hasta la avenida Niños Héroes, se ubican las mujeres de mayor edad, incluso rebasando los 40 años, de complexión generalmente robusta, visten escotes 22 moderados y pantalones de mezclilla o faldas cortas, pero sin llegar a ser minifaldas; por otra parte, la iluminación en esta área es mala. La presencia de las autoridades es constante en dicha zona, principalmente de policías preventivos que, en general, realizan recorridos continuos por el lugar, aunque también es común observarlos vigilando los puestos de negocios ambulantes o simplemente dando rondines para evitar que las personas estén bebiendo o haciendo sus necesidades fisiológicas en la vía pública; de esto se desprende que están atentos en propiciar un ambiente adecuado para los clientes que acuden a ese lugar. Una vez descrita la situación del contexto de Tijuana y su comercio sexual se retoma el problema de la prostitución infantil, para lo cual es preciso señalar que ya en el año de 1999 se estimaba en 6 mil el número de menores trabajando en las calles y espacios públicos de la ciudad de Tijuana; de esos menores, 900 se dedicaban a la prostitución. La doctora Elena Azaola realizó una investigación sobre ese particular y localizó en la Zona Norte de la ciudad a un grupo aproximado de 70 menores, quienes manifestaron que se prostituían como un mecanismo que les permitía sobrevivir, las edades de los pequeños referidos oscilaban entre los 8 y 17 años y sus clientes eran en su mayoría homosexuales de Tijuana y Estados Unidos (Azaola, 2000: 130-131, 135-136). La diferencia que existe entre los niños que ofrecían sus servicios a homosexuales y los que lo hacían a mujeres, residía en el lugar donde los ofertaban: los primeros tenían sus espacios de explotación en la Plaza de Santa Cecilia ubicada en la Zona Norte, el parque Teniente y afuera de los bares a los que asisten personas con preferencias homosexuales; mientras que los segundos buscaban a sus clientas en las playas de Rosarito (Azaola, 2000: 130-131). Los precios que manejaban los niños variaban de acuerdo con el servicio sexual que proporcionaran y el tiempo que pasaran con sus clientes, dichos costos iban de los 20 a los 300 dólares. Uno de los servicios que les solicitaban a esos menores era que posaran para tomarles fotografíaspornográficas, acción que conllevaba otro precio; para este servicio, los menores pedían que sus rostros no se vieran en las fotografías, con esto intentaban no ser catalogados como homosexuales ante el temor de que se supiera que tenían relaciones con hombres (Azaola, 2000: 131). 23 Por su parte, las niñas que se encontraban en el comercio sexual realizaban sus actividades en antros y hoteles en la calle Revolución. Cabe aclarar que las mujeres que trabajan en las afueras de los negocios son conocidas como paraditas, denominación que se emplea para mujeres mayores y menores de edad indistintamente. Este grupo de menores está formado por las que van llegando al lugar y provienen principalmente de estados del sur del país y cuyas edades oscilan entre los 14 y 17 años. El estatus de dichas personas dentro del comercio sexual es un escalón inferior respecto al resto de las personas que están inmersas en dicha actividad, principalmente en comparación con bailarinas de centros de espectáculos, quienes generalmente son migrantes. Los precios que cobran estas personas por sus servicios, también reflejan los diferentes estatus que en el “mercado” del comercio sexual les son asignados a los distintos grupos de mujeres (Azaola, 2000: 132; Azaola y Estes, 2003: 272). El número de niñas que estaban dentro del comercio sexual en ese período era aproximadamente de 700, según cantidades referidas por las mismas menores. Otros lugares donde se explotaba a los menores en el comercio sexual eran las“casas de masaje, estéticas, Spa’s, agencias de edecanes o modelos” (Azaola, 2000: 132, 135). Los niños podían mantener una relación estable con algún cliente norteamericano mayor de edad; cuando esto ocurre se llama “chenchos” a sus parejas y son vistos por los menores como “protectores”, pues desarrollan con ellos relaciones afectivas y económicas, también se les denomina suggar-daddy. Por su parte, las niñas eran explotadas por padrotes que las controlaban y estos pueden ser hombres o mujeres, algunas eran independientes y otras se incorporaron a dicha actividad debido a que sus familias también estaban dentro del negocio. Ciertas menores señalaban que dentro del grupo de personas que las explotaban en ese comercio se encontraban miembros de instituciones de seguridad, motivo que les impedía acudir a la autoridad a denunciar la explotación de que eran objeto (Azaola, 2000: 131-133). Se ha incrementado la visibilización de la participación de menores en comercio sexual, lo que se puede confirmar por lo señalado por la UNICEF que detectó a 21 entidades de México que estaban involucradas en la explotación sexual. Las principales ciudades donde se trafica con las víctimas son Acapulco, Cancún, Ciudad Juárez, Coatzacoalcos, Guadalajara, Tapachula, Tlaxcala y Tijuana. Además de que dos de las mencionadas ciudades son fronteras internacionales, también se establecen destinos que pudieran 24 considerarse como de gran turismo, a esas localidades se les considera como los nodos de una red de trata de mujeres y niñas para la prostitución (CNDH, CEIDAS, 2009: 12). Se estima en 16,000 el número de niñas, niños y adolescentes que están en situación de trata de personas en nuestro país, en cualquiera de las modalidades (Taniguchi, 2012: s/p). Asimismo, en su más reciente reporte sobre la trata de personas, el Departamento de Estado de los Estados Unidos señalaba que en México el turismo sexual infantil estaba creciendo, dos regiones reportaban un notable incremento de esta actividad y eran las zonas turísticas (Acapulco y Cancún) y las zonas de las fronteras (Tijuana y Ciudad Juárez). Para hacer frente a dicha problemática, el poder legislativo de nuestro país realizó un programa nacional contra la trata y, para ese efecto, le fue asignada la cantidad de 4.2 millones de pesos (TIP, 2011: 256). Una vez que se han señalado algunas de las situaciones que motivaron el reconocimiento en el mundo del fenómeno de la trata y de las implicaciones que conlleva, es necesario establecer que todo lo anterior, aunado a la voluntad política de diversos países, propició que se realizaran esfuerzos entre diversos actores y se lograran acuerdos que quedaron plasmados, tanto en su definición como en la elaboración de un instrumento internacional, en el Protocolo de Palermo que, a su vez, fue parte de la convención de las Naciones Unidas contra el crimen trasnacional, se elaboró en Palermo, Italia, en diciembre del año dos mil y toma su nombre justamente de la ciudad italiana donde se realizó (Vargas, 2009: 95). 1.2 Definición y elementos de la trata de personas: Protocolo de Palermo En el presente apartado únicamente se retomará la definición establecida por el Protocolo de Palermo sobre la trata de personas, toda vez que en el siguiente capítulo se pretende abordar un análisis más detallado del contenido de dicho protocolo. Este documento ha tenido gran repercusión y existe un amplio consenso sobre el mismo, actualmente 142 países lo han ratificado, además de que 128 países ya han promulgado leyes que prohíben toda forma de la trata de personas (TIP, 2011: 2). En su artículo tercero el Protocolo de Palermo, señala que por trata de personas debemos entender: 25 La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. La primera parte de la definición contiene el proceso que se realiza para llevar a cabo la trata de personas, mismo que será descrito en el siguiente apartado. Antes de abordar el proceso y diferencias respecto de la trata de personas con otros fenómenos sociales como la prostitución y el tráfico de personas, es necesario precisar algunos elementos que se desprenden del concepto arriba señalado y dentro de estos elementos, los que se refieren en el artículo antes citado de la ley; comenzare por señalar que cuenta con un enfoque de derechos humanos. 1.2.1 Derechos humanos Los derechos humanos son libertades básicas que, por el solo hecho de ser seres humanos, tenemos todas las personas, entre ellos se encuentran la libertad, la integridad personal, la seguridad jurídica y otros. El conjunto de instrumentos internacionales firmados por la mayor parte de los países definen y promueven la defensa de los derechos humanos, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas. Si se observa con detenimiento el hecho de que durante el proceso de la trata de personas, las víctimas son convertidas en “cosas” con las que comercian sus traficantes, se desprende que a partir del trato que se les da a esas personas, se les limita y restringe el acceso a las libertades y derechos antes referidos (UNODC, 2010: 12; Torres, 2010: 14). 1.2.2 Vulnerabilidad Para la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) esta situación de vulnerabilidad alude a dos presupuestos básicos: el primero es la incapacidad de la víctima para entender el significado del delito cometido contra ella, dentro de esta situación podemos ubicar a los menores de edad y a los incapaces; el segundo presupuesto habla de la incapacidad de las víctimas para resistirse a la comisión de los hechos, en este 26 apartado se sitúa a las personas con alguna discapacidad (física o mental), en condiciones de necesidad económica,
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