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Vulnerabilidade de Gênero na Trata de Pessoas

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LA VULNERABILIDAD DE GÉNERO EN LA TRATA 
DE PERSONAS EN SITUACIÓN DE EXPLOTACIÓN 
SEXUAL EN TIJUANA 
 
 
Tesis presentada por 
Oscar Guillermo Del Toro Ramírez 
 
 
para obtener el grado de 
MAESTRO EN ESTUDIOS CULTURALES 
 
 
Tijuana, B. C., México 
2012 
 
1 
 
CONSTANCIA DE APROBACIÓN. 
 
 
 
Directora de Tesis: ________________________________________ 
Dra. María Dolores París Pombo 
 
 
 
Aprobada por el Jurado Examinador: 
 
 
1. ____________________________________________ 
 
 
2. ____________________________________________ 
 
 
3. ____________________________________________ 
AGRADECIMIENTOS 
 
Al Consejo Nacional de la Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el apoyo brindado para 
culminar esta etapa profesional. 
A El Colegio de la Frontera Norte por la oportunidad de recibir nuevos conocimientos 
que van más allá del aula académica. 
A la coordinación de la maestría por su soporte académico y personal. 
A la doctora María Dolores París Pombo, expreso mi reconocimiento y gratitud por su 
gran apoyo y disponibilidad en la dirección de esta tesis. Sin su comprensión, revisión 
constante y confianza no hubiera podido realizar está investigación. En especial gracias por 
cuidar de forma tan dedicada todos los detalles. 
A la Doctora Olivia Ruiz, por su tiempo y comentarios en la revisión del texto, para 
enriquecer el documento. 
Al Doctor Rodolfo Casillas, por su dedicación en la revisión del trabajo. Gracias por 
los cuestionamientos de la tesis, que enriquecieron el documento. 
A los profesores de la maestría por enriquecer el campo de conocimiento. 
A mi abuela, madre, hermanos y demás familia que siempre me dieron su apoyo y 
estuvieron conmigo en la distancia, pero constantemente en contacto a través de los medios 
electrónicos me transmitían sus buenos deseos y me daban aliento para seguir adelante en 
mi periodo de aprendizaje. 
A Guadalupe Mendiola González, quien con su gran inteligencia fue una luz de 
inspiración en este proceso de acercamiento a un área distinta a mi formación profesional, 
gracias por hacer que este fuera un mejor lugar, del que no me quisiera ir. Con quien tuve 
la fortuna de contar con su afinidad y solidaridad, compartir muchos momentos de debates, 
discusiones interminables, ricas en contenido y aprendizaje, sin ella no habría sido posible 
finalizar esta etapa, quien siempre se condujo hacia mi persona con una actitud tolerante, 
paciente y respetuosa que ayudaron que juntos como pareja lográramos alcanzar nuestros 
propias metas. 
A mis nuevos amigos y compañeros de las diferentes maestrías que imparte El Colef, 
con quienes compartí muchos momentos de esparcimiento y reflexión (Alberto, Alejandro, 
Álvaro, Aurelio, Carlos, Cecilia, Christian, Cristina, Geovanni, José, Josué, Luis, Mari, 
Maru, Pablo, Sergio). 
Pero sobre todo, un agradecimiento especial para todas y cada una de las personas que 
me brindaron su tiempo para la recolección de la información, sin ellos no hubiera podido 
realizar la presente investigación. 
 
 
ÍNDICE GENERAL. 
 
Introducción ............................................................................................................. 1 
Capitulo I. Antecedes de la trata de personas ............................................................ 10 
1.1- La Trata de Personas ................................................................................... 10 
1.1.1.- La trata de personas en la historia ....................................................... 11 
1.1.2.- Primer acercamiento a la trata de personas como trata de blancas ....... 11 
1.1.3.- Indicadores existentes previos a la regulación de la trata de personas.. 13 
1.1.4.- Tijuana, Baja California: explotación sexual comercial y trata de personas. 
Siglos XX y XXI ................................................................................................... 15 
1.1.5.- Prostitución infantil en Tijuana. Inicio del siglo XXI .......................... 19 
1.2.- Definición y elementos de la trata de personas: Protocolo de Palermo ........ 24 
1.2.1.- Derechos humanos ............................................................................. 25 
1.2.2.- Vulnerabilidad ................................................................................... 25 
1.2.3.- Género y violencia de género ............................................................. 27 
1.2.4.- Explotación ........................................................................................ 28 
1.3.- La trata de personas diferencias: prostitución y tráfico de migrantes ........... 29 
1.3.1.- Trata de personas y prostitución ......................................................... 29 
1.3.2.- Trata de personas y tráfico de migrantes ............................................. 30 
1.4.- El proceso de la trata de personas ............................................................... 33 
1.4.1.- La captación ....................................................................................... 33 
1.4.2.- El traslado .......................................................................................... 34 
1.4.3.- La recepción o acogida ....................................................................... 35 
Capítulo II. La trata de personas en el contexto contemporáneo................................ 37 
2.1.- La trata de personas, cifras estadísticas e indicios posteriores a la Convención de 
las Naciones Unidas contra el delito Transnacional y el protocolo contra la trata de 
personas ............................................................................................................. 37 
2.1.1.- La Organización Internacional del Trabajo (LA OIT) contra la trata de 
personas ........................................................................................................ 39 
2.1.2.- La Organización Internacional para las Migraciones (LA OIM)........... 41 
 
 
2.1.3.- La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (LA UNODC)
 ..................................................................................................................... 42 
2.2.- La trata de personas en América Latina y en Estados Unidos ...................... 43 
2.2.1.- México, el estado de Baja California y Tijuana................................... 45 
2.3.- Algunas condiciones señaladas como causas de la expansión y crecimiento de la 
trata de personas ................................................................................................. 47 
2.3.1.- Género y violencia de género ............................................................. 50 
Capítulo III. La Trata de Personas: contexto jurídico y acercamiento de ofendidos a las 
autoridades ............................................................................................................... 55 
3.1.- Las protecciones constitucionales a las víctimas de la trata de personas en nuestro 
país ..................................................................................................................... 56 
3.2.- Normatividad internacional contra la trata de personas (previa al surgimiento del 
Protocolo de Palermo) ........................................................................................ 60 
3.3.- El Protocolo de Palermo ............................................................................. 62 
3.4.- Legislación federal respecto de la trata de personas .................................... 63 
3.4.1.- La Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas y su reglamento en 
aplicación ...................................................................................................... 64 
Capítulo IV. La legislación estatal en México sobre la trata de personas, especialmente la 
de Baja California .................................................................................................... 73 
4.1.- La legislación contra la trata de personasa nivel estatal en el país .............. 73 
4.2.- Legislación de la Trata de Personas en Baja California ............................... 74 
4.2.1.- Antecedente: la Ley Elvira ................................................................. 75 
4.2.2.- Ley para Prevenir, Combatir y Sancionar la Trata de Personas de Baja 
California y su reglamento ............................................................................ 77 
4.3.- Acercamiento de autoridades de justicia y organizaciones de la sociedad civil al 
problema de la trata de personas ......................................................................... 83 
4.3.1.- Autoridades de procuración de justicia contra la trata de personas: 
prevención .................................................................................................... 84 
4.3.2.- Organizaciones de la sociedad civil y organismos autónomos contra la trata
 ..................................................................................................................... 87 
4.4.- Trata de personas: la ley y la práctica.......................................................... 89 
4.4.1 La trata de personas: cifras oficiales de autoridades de procuración de justicia 
en México en números de México ................................................................ 93 
 
 
 
Capítulo V. La trata de personas en el sistema de procuración de justicia ................. 99 
5.1.- Las víctimas ............................................................................................... 100 
5.2.- Particularidades estadísticas de la FEVIMTRA y de la Unidad Estatal de Trata de 
Personas de Baja California ................................................................................ 103 
5.2.1.- Año 2008 ........................................................................................... 103 
5.2.2.- Año 2009 ........................................................................................... 103 
5.2.3.- Año 2010 ........................................................................................... 104 
5.2.4.- Año 2011 ........................................................................................... 105 
5.2.5.- Baja California ................................................................................... 109 
5.3.- Víctimas internacionales de trata de personas rescatadas por autoridades federales 
en nuestro país .................................................................................................... 113 
5.4.- Niños como víctimas y la inclusión de las mujeres en redes de tratantes ..... 114 
5.5.- La vulnerabilidad en investigaciones de procuración de justicia .................. 122 
5.6.- De los mecanismos de enganche ................................................................. 125 
5.7.- Vulnerabilidad y género, atención en el sistema de justicia de Baja California
 ........................................................................................................................... 127 
 
Conclusiones ............................................................................................................ 142 
 
Bibliografía .............................................................................................................. 153 
 
 
 
ÍNDICE DE CUADROS Y GRÁFICAS 
 
Índice de cuadros 
 
Cuadro 4.1 Estado procesal que guardan las indagatorias iniciadas por hechos que 
presuntamente corresponde a trata de personas en el país ........................................ 94 
Cuadro 5.1 Descripción de características de victimas de trata, a partir de las indagatorias 
iniciadas por la Unidad estatal de trata de personas de Baja California 2012 ............. 130 
 
 
Índice de gráficas 
 
Gráfica número 5.1 Número de indagatorias iniciadas por la FEVIMTRA y por la Unidad 
estatal de trata de personas de Baja California (2008-2011) ...................................... 106 
Grfica número 5.2 Víctimas de trata de personas en cualquier modalidad de explotación 
FEVIMTRA (2008-2011) .......................................................................................... 106 
 
Gráfica número 5.3 Víctimas de trata sexual identificadas por la FEVIMTRA (2008-2011)
 ................................................................................................................................ 107 
Gráfica número 5.4 Lugar de origen de las víctimas, FEVIMTRA (2008-2011) ......... 107 
Gráfica número 5.5 Probables Responsables de la comisión de trata de personas en 
cualquier modalidad, FEVIMTRA (2008-2012) ......................................................... 108 
Gráfica número 5.6 Probables Responsables de trata de personas en modalidad de 
explotación sexual, FEVIMTRA (2008-2011) .......................................................... 108 
Gráfica número 5.7 Nacionalidades de los Probables Responsables de explotación sexual, 
FEVIMTRA (2008-2011) .......................................................................................... 109 
Gráfica número 5.8 Víctimas de trata de persona en Baja California (2011-2012) .... 111 
Gráfica número 5.9 Lugar de origen de las víctimas explotadas en la trata de personas en la 
modalidad de explotación sexual, en Baja California (2011-2012)............................ 112 
Gráfica número 5.10 Probables responsables de trata de personas en Baja California (2011-
2012) ....................................................................................................................... 112 
Gráfica número 5.11 Lugar de origen de las víctimas de FEVIMTRA 2008-2012 ...... 113 
RESUMEN 
La trata de personas es un fenómeno que implica la explotación de seres humanos realizada 
por otras personas. Ante la creciente aparición de ese problema social, nuestras autoridades 
se dieron a la tarea de adecuar el marco jurídico para enfrentarlo. Además de hacerse leyes 
para sancionar estos hechos, se crearon en las dependencias de procuración de justicia 
(federal y local) áreas especializadas en investigar hechos relacionados con la trata de 
personas. 
A partir del incremento en el número de indagatorias iniciadas por las autoridades de 
justicia se pudieron conocer algunas condiciones de vulnerabilidad que aprovechan los 
tratantes para la selección de sus víctimas. En la presente investigación se analiza la 
atención que las autoridades de procuración de justicia le han dado a esas situaciones de 
vulnerabilidad. 
El objetivo es describir las herramientas con que cuentan las autoridades y la capacidad 
que tienen para distinguir las relaciones de poder de género que ocurren entre hombres y 
mujeres en la trata de personas a fin de detectar las condiciones de vulnerabilidad en las 
que fueron enganchadas esas víctimas; a partir de esa información, precisar cuál es el 
procedimiento que realizan las autoridades para combatir ese ilícito y lograr que las 
víctimas salgan de él. Además referir la participación de las organizaciones de la sociedad 
civil en el auxilio de las víctimas y en apoyo a la actuación de las autoridades. 
 
ABSTRACT. 
Human trafficking is an issue that involves the exploitation of human by others. With the 
growing incidence of this social problem, our authorities have adapted the legal framework 
to address it. Law enforcement agencies at local and federal levels were created to 
investigate events related to human trafficking, besides generating laws to punish these 
crimes. 
Based on the increase in the number of investigations, law enforcement authorities 
became aware of some conditions of vulnerability detected by traffickers to select their 
victims. This research analyzes the procedures followed by government officials to 
acknowledge to these situations of vulnerability. 
The objective of this research is t describe the tools available to authorities and their 
capacity to identify the gender power relations developed betweenmen and women in 
human trafficking, in order to detect conditions of vulnerability in which these victims 
were abducted; once this information has been obtained, this investigation presents the 
procedure followed by authorities to combat this illegal activity and help victims overcome 
it, and it also describes the participation of civil society organizations that give support to 
victims, and uphold the actions taken by authorities. 
 
INTRODUCCIÓN 
La trata de personas es un problema social que ha existido desde hace mucho tiempo. Para 
enfrentarlo se crearon algunos ordenamientos internacionales al inicio del siglo XX que 
daban respuesta a dicho fenómeno al que, en esa época, se le denominaba trata de blanca; 
sin embargo, el término resultaba excluyente de otras formas de explotación de personas, 
las que incluían a hombres y a mujeres por su color de piel, condición social y etnia, entre 
otras. De esta manera, los Estados, las organizaciones sociales y los organismos 
internacionales buscaron una definición más incluyente y se acordó llamarle trata de 
personas. 
No obstante los esfuerzos políticos e institucionales de la comunidad internacional para 
que los países combatieran el problema de la trata de personas, este fenómeno continuó 
creciendo y generando grandes cantidades de dinero para los grupos de delincuentes que se 
dedican a la comercialización de seres humanos. Una de las estimaciones hecha por la 
Organización Internacional del Trabajo señala que este tipo de actividades ilícitas genera 
ganancias de 32,000 millones de dólares anuales (Estévez, 2011: 2). 
La Organización de las Naciones Unidas vio la necesidad de construir un acuerdo 
internacional para crear un instrumento jurídico donde se establecieran las bases para que 
los Estados combatieran y erradicaran la trata de personas, dicho acuerdo se realizó en el 
marco de la Convención Internacional para el Combate contra la Delincuencia Organizada 
Trasnacional. Por lo anterior, se puede señalar que la trata de personas era considerada 
como un fenómeno que iba más allá de las fronteras y en el cual participaba la delincuencia 
organizada transnacional. 
De la convención antes señalada se desprendieron dos protocolos, uno dedicado al 
combate de tráfico ilícito de migrantes por tierra, mar y aire, y otro destinado a la trata de 
personas trasnacional. Este último, conocido como Protocolo de Palermo,
1
 define la trata 
como: 
La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la 
amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al 
abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o 
 
1 Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, realizado 
en el año 2001; nuestro país se vinculó al mismo el 4 de marzo del 2003, día que fue ratificado; su fecha de 
publicación en el Diario oficial de la federación fue el 10 de abril del mismo año y entró en vigor el 25 de 
diciembre también del 2003. 
2 
 
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con 
fines de explotación. 
 
A pesar de mencionarse todas las formas de explotación señaladas, se estableció que 
los países que suscribieran este acuerdo deberían poner una especial atención en las 
mujeres y menores, debido a que se consideraba a esos sectores de la población como los 
más vulnerables y constituían la mayoría de personas detectadas como víctimas de la trata, 
principalmente para explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación 
sexual. 
A partir del año 2003 México suscribió el Protocolo de Palermo y se comprometió así a 
legislar al respecto. Sin embargo, no fue sino hasta en el año 2007 cuando nuestro país 
elaboró la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas que regulaba la actuación de 
las autoridades federales en el combate y prevención de la trata de personas. Asimismo, los 
estados de nuestro país también comenzaron a legislar sobre ese fenómeno y es en el año 
2011 cuando el estado de Baja California crea su Ley para Prevenir, Sancionar y Combatir 
la Trata de Personas del estado de Baja California. 
Ambas leyes retomaron del Protocolo de Palermo la definición de lo que debe 
entenderse por trata de personas. Una de las diferencias que existe en las definiciones 
legales de la ley federal y la de Baja California, son los medios comisivos para su 
realización, toda vez que la ley del estado de Baja California contempló como uno de los 
elementos por los cuales se comete la trata de personas, denominados como medios 
comisivos, a la vulnerabilidad. 
La federación y los estados no sólo debían crear legislación para enfrentar la trata de 
personas, sino que además debían crear herramientas para que las autoridades del sistema 
de justicia de cada nivel de gobierno, pudieran utilizarlas y tener buenos resultados al 
combatir la trata de personas. Además, los sistemas de procuración de justicia para efecto 
de investigar ese tipo de hechos delictivos crearon instancias que trabajaran en ello, la 
Procuraduría General de la República creó la Fiscalía Especial para los delitos de 
Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, mientras que en el estado de Baja 
California, la Procuraduría de Justicia creó la Unidad Estatal de Trata de Personas de Baja 
California. 
 
3 
 
A partir de los resultados obtenidos por ambas instancias, se puede señalar que la 
modalidad de trata de personas por la que se han iniciado más indagatorias es la de 
explotación sexual. Esto coincide con lo ocurrido a nivel internacional, ya que según la 
estimación realizada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito 
(UNODC, 2009: s/p), esta modalidad representa un 79 por ciento de los casos y dentro de 
ellos, la mayoría de personas víctimas de ese tipo de hechos son mujeres. En tal contexto 
es necesario precisar que para la presente investigación se tomarán las diferentes 
situaciones de vulnerabilidad que la Unidad Estatal de Trata de Personas de Baja 
California ha detectado en las víctimas, derivadas tales situaciones de las indagatorias que 
han realizado por este tipo de conductas. 
La vulnerabilidad ha sido referida al género, a la edad, al origen social y cultural de las 
víctimas. En lo general, se considera que existe una probabilidad mayor de que sean las 
mujeres las que estén más expuestas a ser víctimas de la trata de personas; esto se debe a la 
marcada desigualdad social generada por la construcción cultural de género. Por lo 
anterior, el presente análisis se realiza con un enfoque de género, atendiendo las relaciones 
sociales y jurídicas que colocan a las mujeres en situaciones de mayor vulnerabilidad. 
El objetivo de esta investigación es analizar la vulnerabilidad en que se han encontrado 
las víctimas de trata que han sido rescatadas por la autoridad del estado de Baja California 
y explicar cómo ha actuado al respecto la autoridad de procuración de justicia de dicho 
estado. Para ello, es necesario conocer el marco jurídico y tener en consideración las 
herramientas legales con las que cuenta la autoridad para hacer frente a la vulnerabilidad 
de las personas desde el momento de su enganche por las redes de trata hasta el momento 
mismo en que sus procesos judiciales se están llevando a cabo y esas víctimas están bajo el 
cuidado de la autoridad del sistema de justicia. De tal manera se analizan en esta tesis las 
herramientas jurídicas con que cuenta la unidad estatal contra la trata de personas de Baja 
California, especialmente las que son designadas para detectar y subsanar las condiciones 
de vulnerabilidad que presentan las víctimas de trata desde el momento en que fueron 
enganchadas hasta el momento de su liberación. 
Losobjetivos específicos de la tesis son los siguientes: 
 Indagar los factores de vulnerabilidad de las mujeres en situación de trata. 
4 
 
 Analizar el papel que ocupan hombres y mujeres en las relaciones de trata de 
personas mediante su identidad y posicionamiento de género. 
 Explicar cómo son investigados este tipo de hechos por las autoridades 
ministeriales: si se cuenta con una perspectiva de género, si existe la capacitación 
en el tema y si la ley les proporciona herramientas suficientes para la investigación. 
 Describir los apoyos que ofrecen las Organizaciones no Gubernamentales y la 
Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California a las víctimas de trata 
que debido a las deficiencias en el sistema judicial no encuentran solución integral 
a su problemática. Entre los apoyos considerados está la asesoría y representación 
legal durante los procesos judiciales y posteriores a ellos. 
Las preguntas que encauzan esta tesis son entonces las siguientes: ¿Cómo se han 
presentado las denuncias de trata de personas en Baja California? Al ser la trata de 
explotación sexual la que más se repite en las denuncias de trata en la Unidad Estatal de 
trata de personas de Baja California, ¿qué condiciones de vulnerabilidad han ubicado en las 
víctimas de trata las autoridades estatales en esa modalidad de explotación? 
La hipótesis que se plantea en esta tesis es que la definición de vulnerabilidad que 
distingue el género y las relaciones de poder que ocurren entre hombre-mujer y mujer-
hombre se contraponen a la falta de capacitación en las autoridades ministeriales e impiden 
la identificación de dicho problema en la trata de personas. 
Esta investigación tiene por interés realizar un acercamiento exploratorio a las acciones 
que realizan las autoridades de procuración de justicia (federal y local) con relación a la 
vulnerabilidad que detectan en las víctimas (previo a su enganche y hasta el final de su 
explotación) en las indagatorias que han efectuado en el periodo 2007-2012. La finalidad 
de este propósito es describir cómo son reproducidas las condiciones de vulnerabilidad por 
los “tratantes” y por otros actores relacionados con la trata de personas. En atención a que 
tales hechos están regulados y pueden tener efectos jurídicos en el ámbito federal y local, 
es necesario precisar las diferencias que existen en la impartición y procuración de la 
justicia en esos ámbitos. 
La temporalidad del estudio que se presenta está delimitada por la entrada en vigor de 
la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas el 28 de noviembre del año 2007 a 
nivel federal. Los casos analizados en Baja California parten de la entrada en vigor de la 
5 
 
Ley contra la trata de personas en el estado, en julio de 2011; en ambos casos se cierra el 
estudio en el mes de marzo de 2012. 
La selección del estado de Baja California obedece a los indicios existentes que señalan 
la frontera entre los estados de California de Estados Unidos de América y Baja California, 
México, como el lugar por donde más ingresan personas en situación de trata hacia nuestro 
país, aunado a que Baja California es uno de los pocos estados que cuentan con una 
autoridad especializada en la investigación de este tipo de conductas. 
La metodología empleada comprendió un análisis de las características 
sociodemográficas de las víctimas y presuntos responsables a partir de los datos 
estadísticos proporcionados por la FEVIMTRA y por la Unidad estatal para combatir la 
trata de personas en Baja California. También se realizaron entrevistas con personal de 
ambas dependencias, así como con autoridades de procuración de justicia de Baja 
California con la finalidad de inferir las características que tienen las investigaciones 
realizadas, qué actores participan, cuáles son los estados que tienen un mayor número de 
expedientes en trámite donde se investigan ese tipo de hechos, quiénes participan en las 
redes de trata y cómo conforman esas redes, cómo buscan a sus víctimas, qué 
particularidades encuentran en las mujeres que están dentro de esas redes, ya sea como 
tratantes o como tratadas, cómo y porque ingresan y permanecen en las mismas. 
El propósito de realizar las entrevistas mencionadas en el párrafo anterior fue entender 
cómo se aplican las leyes de trata en los diferentes niveles de la justicia mexicana -federal 
y local-, cuáles han sido las problemáticas que ha generado la aplicación de las mismas y 
qué avances legislativos se necesitan alcanzar para mejorar la investigación de hechos y 
para lograr una mejor impartición de justicia a favor de las víctimas de los mismos. 
Además, se efectuó una revisión de la legislación existente a nivel federal y del estado 
de Baja California sobre la regulación de la trata para destacar las sanciones y garantías 
que ahí se señalan. Lo anterior se llevó a cabo con la finalidad de tener mayor información 
sobre el apoyo dado a las personas que estuvieron en situación de trata y saber si dicha 
ayuda la proporciona el Estado por medio de sus leyes e instituciones de justicia o es 
suministrada por otros actores relacionados con estos hechos. 
Para continuar en el tema se buscó plantear una perspectiva diferente a la de las 
autoridades que se encargan de impartir justicia. En tal sentido, se entrevistó a integrantes 
6 
 
de organizaciones gubernamentales como la Procuraduría Estatal de Derechos Humanos y 
Protección Ciudadana de Baja California y organizaciones no gubernamentales, tales como 
la Red Binacional de Corazones dirigida por Alma Mares de Tucker y el corredor 
Binacional de Seguridad dirigido por Marisa Ugarte. Estas organizaciones, al proporcionar 
asesoría a víctimas de trata y estar en contacto con los procesos judiciales que se inician en 
los diferentes niveles de justicia, tienen conocimiento de situaciones que no están 
contempladas dentro de la legislación vigente en nuestro país contra la trata de personas. 
En el primer capítulo de la investigación se describen algunos antecedentes de la trata 
de personas y la implicación que dichas referencias han tenido para la investigación de esas 
actividades ilícitas, hasta llegar a la construcción y definición del término propio de trata 
de personas, para lo cual se señalan figuras similares –como la prostitución- con las que se 
ha confundido dicho fenómeno. Asimismo, se señala la diferenciación que existe con el 
tráfico de migrantes que muy comúnmente se confunde con la trata. Además se describe el 
contexto previo a la elaboración del Protocolo de Palermo, es decir, las situaciones que 
dieron lugar a que diferentes países se pusieran de acuerdo en enfrentar el problema de la 
trata de personas. 
Al ser la modalidad de explotación sexual la que ha sido denunciada en mayor medida 
ante las autoridades ministeriales de Baja California, se hace un relato sobre el comercio 
sexual que ha existido en Tijuana desde la fundación misma de la ciudad y su vinculación 
con el turismo sexual. De forma especial se refiere a la situación de la prostitución infantil 
en Tijuana a finales de la década de los 90 y el año 2000. 
Además, se explican algunos de los conceptos contenidos en la definición legal de la 
trata de personas, como son la vulnerabilidad, los derechos humanos, así como el género y 
la violencia de género y la explotación. También se define el proceso que ocurre durante la 
trata de personas que incluye los momentos de la captación, el traslado y la acogida donde 
se realizará la explotación. 
En el segundo capítulo se elabora una perspectiva general que comprende la trata de 
personas en diferentes contextos: a nivel mundial, nacional y local, con particular atención 
en Tijuana, pues es el lugar en donde se realiza la mayor parte de las denuncias presentadas 
ante las autoridades de procuración de justicia estatal de Baja California. Uno de los 
objetivos planteados es explicar cómo ocurre la tratade personas a partir de los resultados 
de investigaciones que han realizado diferentes organizaciones internacionales. 
7 
 
En cuanto a los procesos migratorios, se señala el impacto que estos tienen en el país, 
particularmente en el estado de Baja California y en especial los flujos que vienen y se 
quedan en el estado. Esta situación origina un aumento en la población que, al combinarse 
con el aumento de desempleo, implica para los migrantes una dificultad mayor de 
incorporarse al mercado laboral, lo cual los deja en una condición de vulnerabilidad para 
ser víctimas de las redes que se dedican a la trata de personas. 
En el tercer capítulo se realiza una revisión del marco normativo que existe a nivel 
constitucional de la trata de personas. Este apartado incluye la adecuación e integración a 
nuestro marco jurídico del Protocolo de Palermo. Además, la premisa de la que se parte es 
la de describir la situación que se suscitó al entrar en vigor la reforma constitucional donde 
se incorporaron los derechos humanos a nivel constitucional. Asimismo, se enumeran 
algunos de los aspectos importantes que incluye el Protocolo de Palermo, debido a que 
dichos temas son aplicados por diferentes ordenamientos legales a nivel nacional y por ser 
el instrumento jurídico base sobre el cual se elaboraron las leyes o tipos penales que 
existen en nuestro país. 
En ese marco jurídico federal, luego de la entrada en vigor del Protocolo de Palermo, se 
crearon herramientas para que las autoridades federales pudieran investigar, perseguir y 
sancionar a quienes cometan el delito de trata de personas o a quienes incurran en alguna 
de las hipótesis previstas por el tipo penal que se contempla en la Ley que Previene y 
Sanciona la Trata de Personas. El objetivo de este capítulo es entonces conocer las 
herramientas con que cuenta la autoridad federal y saber cómo está respondiendo la 
implementación de éstas ante la realidad que implica el fenómeno de la trata. 
El objetivo del capítulo cuarto consiste en señalar cómo se encuentra definido el tipo 
penal y algunas de las características de las leyes de los estados en materia de trata de 
personas. En lo que corresponde a la legislación de Baja California, se establece el 
antecedente más próximo de la actual regulación en la persecución del delito antes 
señalado con la denominada Ley Elvira, la cual consistió en una serie de reformas a 
diversas leyes de aplicación en el ámbito local. A partir de la creación de esas leyes se 
incluyó en el Estado el término de trata de personas. La Ley Elvira enfocaba su atención 
en la protección de los menores y personas incapaces de comprender los hechos a quienes 
se consideraba por ese motivo como personas en situación vulnerable y, por lo tanto, 
expuestos a ser víctimas de tales hechos. 
8 
 
Una vez establecido lo anterior, se procede a revisar algunas de las características 
específicas de la Ley contra la Trata de Personas de Baja California, entre las cuales están 
la inclusión del término de vulnerabilidad, lo que la distingue de muchas leyes a nivel 
nacional y de la legislación federal, además establece la definición de grupos vulnerables. 
En el apartado correspondiente a las víctimas, encontramos otra de las peculiaridades de 
dicha ley: la atención particular a migrantes, considerados también como un grupo 
vulnerable. 
En este mismo capítulo se definen algunas de las políticas públicas y acciones de 
procuración de justicia, en el nivel local y federal, que se han realizado en el país y en el 
estado de Baja California. Entre éstas encontramos la creación de la Fiscalía Especial para 
los Delitos de Violencia contra las Mujeres (FEVIMTRA) y Trata de Personas y la Unidad 
Estatal de Trata de Personas de Baja California (UETPBC). En este capítulo, se analiza 
también la perspectiva que tienen las organizaciones de la sociedad civil sobre la creación 
de las áreas especiales en la impartición de justicia antes mencionadas y sobre la aplicación 
de la ley. 
En el último capítulo se desarrollan dos apartados: en el primero de ellos se señalan, a 
partir de datos estadísticos de la FEVIMTRA y la UETBC, los resultados que han obtenido 
las investigaciones realizadas en el ámbito de sus respectivas competencias; en el segundo 
apartado se analiza, a partir de las denuncias de hechos en Baja California, la forma cómo 
se incorpora la vulnerabilidad como situación en que vivía la víctima antes de ser 
enganchada en la trata de personas en la modalidad sexual, así como la perspectiva de 
género. Uno de los objetivos a seguir es conocer la forma en que responden las autoridades 
a la vulnerabilidad de las víctimas que han acudido hasta ellos a presentar sus denuncias 
correspondientes, haciendo uso de las herramientas legales señaladas en el capítulo previo. 
Es necesario precisar finalmente que a pesar de los señalamientos e indicios de que 
pueden existir otras formas de trata de personas en el estado de Baja California, debido a 
su ubicación geográfica y a las actividades agrícolas e industriales que realiza la población, 
en la presente investigación no se pretende analizar toda esa realidad por la dificultad que 
implica. Únicamente se analizan y describen las situaciones que han sido denunciadas ante 
las autoridades de procuración de justicia lo cual significa que en el presente estudio no se 
pretende elaborar una teorización sobre cómo ocurre la trata de personas en todas sus 
9 
 
modalidades y en cualquier sitio de Baja California, solamente se describen las situaciones 
denunciadas. 
Tampoco se intenta señalar que de todo el territorio de Baja California, la trata de 
personas sólo ocurra en Tijuana o que ésta sólo exista en su modalidad de explotación 
sexual ni mucho menos que las víctimas sólo sean mujeres o que la explotación sexual sólo 
ocurra en la zona norte de Tijuana y no ocurra en el resto da la ciudad y del estado. Las 
condiciones específicas de vulnerabilidad analizadas en este estudio derivan únicamente de 
los hechos de que se tuvo conocimiento, es decir de las denuncias presentadas ante la 
autoridad judicial en Baja California. 
Lo que se pretende hacer es describir las situaciones de vulnerabilidad que presentaron 
las víctimas que han denunciado ante las autoridades de procuración de justicia del estado 
de Baja California y a partir de esas situaciones establecer cuál ha sido la actuación de la 
autoridad para retirar a las víctimas de esos contextos de explotación y buscar que no se 
vuelvan a encontrar en situaciones de vulnerabilidad que las convierta en víctimas 
propicias de ser enganchadas nuevamente en redes de trata de personas 
10 
 
CAPITULO I. ANTECEDENTES DE LA TRATA DE PERSONAS 
1.1 La Trata de Personas 
En el presente capítulo se recuperan algunos estudios sobre la trata de personas a nivel 
internacional, en nuestro país y de manera particular en el estado de Baja California. El 
capítulo se dividirá en dos apartados: primero se describen situaciones previas a la 
regulación actual del fenómeno de trata de personas, en particular a la Convención contra 
la delincuencia transnacional de la Organización de las Naciones Unidas. El segundo 
apartado analiza algunos de los elementos característicos de los conceptos que contiene la 
definición de la trata de persona, y se distingue el fenómeno citado de otros de índole 
social como la prostitución y el tráfico de migrantes. 
La trata de personas ha sido descrita por el ex Secretario General de las Naciones 
Unidas, Koffi Atta Annan, como “una forma contemporánea de esclavitud” (Torres, 2010: 
14) al hacer referencia a la trata de personas de mujeres, niños y niñas
1
 para someterlos a 
trabajos forzosos y explotación. De esta forma la trata resulta en una de las más crueles 
violaciones de los derechos humanos. Koffi Annan señaló también que dicho fenómeno ha 
sido difundido a gran escala en el mundo; situó lasraíces del mismo en las condiciones 
sociales y económicas de los países de origen de las víctimas, así como las prácticas 
discriminatorias contra la mujer y la indiferencia hacia el sufrimiento humano de parte de 
las personas que se dedicaban a lucrar con ello (Annan, 2000 en UNODC, 2004: iv). 
Por su parte, Fernando Carrión hace uso de la definición establecida por el Diccionario 
de la Real Academia de la Lengua Española, y refiere que la trata de personas es el “tráfico 
que consiste en vender seres humanos como esclavos”. El mismo autor describe el cambio 
que implica dicha figura respecto de la esclavitud clásica, ya que esta última tenía como 
característica el que una persona tuviera dentro de su propiedad a otra persona (2009: 1). 
 
 
 
1
 En el presente trabajo se retomaran indistintamente los términos menor de edad, niños y niñas, 
manifestando que para tal efecto se establece lo señalado por la ONU que considera niño a toda persona 
menor de dieciocho años de edad, según lo establece en la Convención de los Derechos del Niño, suscrita por 
nuestro país y que por ende se encuentra vigente en el territorio nacional. 
11 
 
1.1.1 La trata de personas en la historia 
La comercialización de seres humanos no es un fenómeno nuevo, ha ocurrido desde varios 
siglos atrás. Durante el periodo que abarca los siglos XVI al XIX, predominó la trata de 
esclavos procedentes de África que fueron trasladados a diferentes partes del mundo en 
barco cruzando el Océano Atlántico. En ese contexto de esclavitud, colonización y guerras, 
es donde da inicio el tráfico de mujeres con finalidades de explotación; las mujeres 
africanas e indígenas eran sujetas de tráfico con propósito de servir como objeto sexual, 
mano de obra gratuita en el trabajo y para la reproducción de esclavos, lo que implicaba la 
generación de más mano de obra (Chiarotti, 2003: 1). 
Mientras, en la región de América Latina tanto el tráfico de mujeres y la prostitución 
encuentran sus orígenes en la época de la conquista, los españoles, respaldados por una ley 
de guerra, tomaban o entregaban el "botín de mujeres" al vencedor, dando origen al 
comercio sexual y creando con esto establecimientos para su ejercicio. Ya para la época 
colonial, aparecen las primeras normas por las cuales se castigaba dicha actividad con 
sanciones que podían llegar hasta la muerte (Chiarotti, 2003: 1). 
 
1.1.2 Primer acercamiento a la trata de personas como trata de blancas 
El antecedente más próximo a la trata de personas nos remite al término trata de blancas, 
cuya aparición se puede situar al final del siglo XVIII e inicio del XIX. El contexto 
histórico del surgimiento de dicho concepto está enmarcado con movimientos de grandes 
flujos de personas que salían de sus países, particularmente de Europa del Este; en esos 
grupos se encontraban algunas mujeres que eran traficadas para incorporarlas de manera 
forzada en el comercio sexual. Por esa misma época, en Estados Unidos se retomó el 
concepto de trata de blancas, esto ocurrió en un contexto moralista donde se señalaba la 
existencia de redes de individuos que incorporaban a personas en el mercado del comercio 
sexual para prostituirse, existía el temor de que cualquier mujer podría ser víctima de tales 
acciones. 
El surgimiento contemporáneo del debate de la explotación sexual y la trata de 
personas tuvo lugar a finales del siglo XIX cuando Josephine Butler equiparó la 
explotación sexual con la esclavitud. En la comparación aludida se indicaba que las 
mujeres explotadas sexualmente resultaban despojadas de su condición de seres humanos y 
12 
 
que la existencia de personas en esa situación implicaba una ofensa para la sociedad 
(Torres, 2010: 16). Butler empleó el término white slave trade con el que se refería a la 
prostitución involuntaria y proviene de la derivación francesa des Traite Blanches, mismo 
que aludía a otro termino Traité des Noirs, el cual se refiere al comercio de esclavos negros 
(Derks, 2000, en Gozdziak y Collet, 2005: 100). 
La “trata de blancas” es definida como un término decimonónico que describe una 
forma de esclavitud, la cual implicaba un abuso sexual hacia las mujeres quienes eran 
mantenidas en calidad de presas y se les obligaba a ejercer la prostitución; esta situación es 
diferente en la actualidad, pues la prisión en la que viven es psicológica y generada a partir 
de diferentes formas de engaño. Esta definición está situada en la realidad vivida durante 
una época de pánico moral en los Estados Unidos, ocurrida a finales del siglo XIX e inicios 
del siglo XX, cuando existía la percepción de que toda mujer joven estaba en peligro de 
sufrir dichos actos; se responsabilizaba de ese tipo de actividades a los inmigrantes chinos 
(Acharya y Jarquín, 2005: 45-46). En la época a la que se alude en Estados Unidos se dio 
el surgimiento del llamado movimiento abolicionista cuya campaña contra el White slavery 
ocurrió no sólo en ese país, sino también en otras naciones de Europa occidental en donde 
existía el interés por regular la prostitución, dado el contexto moralista señalado (Bullough, 
V. y Bullough, B., 1987, en Gozdziak y Collet, 2005: 100). 
Es necesario precisar que las concepciones de trata de blancas, por un lado la europea 
(planteada por Butler) y la originada en Estados Unidos, diferían particularmente en su 
acercamiento al tema de la prostitución. La primera de las posturas pretendía abolir la 
prostitución, otorgando a las prostitutas la posibilidad de incorporarse en otro tipo de 
actividades, pues eran consideradas mujeres caídas o desviadas sexualmente, se 
consideraba la compra venta de las mujeres como una violencia extrema contra la mujer. 
Mientras la postura que se tomó sobre ese tema en Estados Unidos se pretendía implantar 
la regulación de la actividad de prostitución para así determinar quiénes se prostituían de 
forma voluntaria y quiénes estaban en el comercio sexual contra su voluntad, con la 
finalidad de rescatar a quien no realizaba dichas actividades de forma libre y voluntaria. Lo 
anterior representaba una diferencia entre las mujeres que se habían perdido o habían sido 
sustraídas de sus casas para forzarlas a dedicarse a esta actividad de aquellas mujeres 
“perdidas” que por su voluntad estaban en esa situación (Doezema, 2000: s/p.). 
13 
 
Dado lo expuesto, se puede inferir que en los inicios del siglo XX al hacer alusión a la 
trata de personas se hacía uso del término trata de blancas. El concepto referido era 
relacionado y confundido con la prostitución, confusión que aún existe entre la trata de 
personas y la prostitución (Barboza y Martínez, 2006: 17); sin embargo, es preciso 
distinguir la diferencia que existe entre ambos conceptos, ya que el primero de ellos 
implica un sometimiento que resulta en explotación y del que una persona o un grupo de 
personas obtienen un beneficio de las actividades que obligan (mediante violencia o 
engaños) a realizar a otra persona; mientras que la prostitución es la actividad de orden 
sexual que alguien sostiene, mediante la cual obtiene un ingreso. 
Los ordenamientos legales internacionales retomaron el concepto de trata de blancas, 
debido principalmente a la preocupación de la comunidad internacional por el tráfico que 
se produjo después de algunos conflictos bélicos (Chiarotti, 2003: 1). Uno de los primeros 
instrumentos legales internacionales creados por esta razón fue el Convenio Internacional 
para suprimir la “trata de blancas” del año 1904 (Barboza y Martínez, 2006: 17). 
No obstante, como el concepto de trata de blancas o white trade slavery hacía 
referencia a las características del color de piel y al sexo al que pertenecían las personas 
que eran reclutadas por las redes de explotadores, dicha denominación resultaba 
discriminante, pues no hacía justicia al excluir de la misma a personas de colorsobre 
quienes habían recaído esos hechos desde mucho tiempo atrás; otra situación que se dejaba 
de lado era el hecho de que el tráfico de personas no sólo incidía en mujeres, sino también 
en hombres y niños. Sin embargo, tal pareciera que las autoridades prestaban atención al 
evento por el tipo de personas sobre quienes recaía el hecho, ya que cuando se trababa de 
personas de color de piel “blanco” se volvía más importante atender el problema. Después 
se logró un acuerdo en el uso de la denominación “trata de personas” que es más 
incluyente, pues no sólo se refería a mujeres, ni hacía distinción de las víctimas en atención 
al color de su piel (Torres, 2010: 16-24). 
 
1.1.3 Indicadores existentes previos a la regulación de la trata de personas 
Antes de abordar el concepto que actualmente define lo que es trata de personas, se hace 
necesario destacar algunos indicadores que existían años antes de que la comunidad 
internacional analizara las problemáticas existentes que implican la explotación de seres 
14 
 
humanos y lo conceptualizaran en un instrumento para hacerle frente. La división que se 
realizó para la sistematización de dicha información es precisamente la definición que 
sobre la trata de personas fue establecida en el Protocolo para Prevenir, Sancionar y 
Erradicar la Trata de Personas (en adelante Protocolo de Palermo) en el año dos mil, pues 
este protocolo permitió identificar y atender de manera más precisa el fenómeno en 
cuestión. 
Antes de la conceptualización establecida en el Protocolo de Palermo se realizaron 
algunas investigaciones cuyos resultados fueron publicados en fechas posteriores a la 
realización de dicho protocolo. 
En los escenarios donde se desarrollan conflictos bélicos en diferentes partes del 
mundo, se generan diversas situaciones de vulnerabilidad en la población, como la pobreza 
y el desplazamiento forzado; estas migraciones involuntarias los hacen salir de sus casas y 
dirigirse a lugares donde no tienen redes de apoyo y muchas veces hasta el idioma es 
diferente. En tales circunstancias, hombres, mujeres y menores de edad dejan todo atrás sin 
saber a qué sitios llegarán y si recibirán un trato hospitalario por parte de las autoridades y 
de la sociedad residente en el lugar a donde migren y en donde no se encuentran en 
igualdad de derechos jurídicos y humanos respecto a los nativos; tales condiciones, entre 
otras, son aprovechadas por las redes de trata de personas para engancharlos. 
Existe además otro factor provocado por la guerra, ya que no sólo se genera el 
desplazamiento de personas, sino que alrededor de los lugares donde existen bases armadas 
se establece y desarrolla la industria del comercio sexual para satisfacer a los militares que 
participan en dichas actividades (Azaola y Estes, 2003: 256). 
En nuestro país, una de las principales situaciones que provocaron la visibilización 
social del problema fue el incremento de menores en el comercio sexual. A finales de 1999 
e inicios del año 2000, Elena Azaola realizó un estudio en seis ciudades del país para 
explicar cómo estaba ocurriendo el comercio sexual de niños y niñas en dichos lugares. 
Manifiesta la autora que la explotación en el comercio sexual de los menores se realizaba 
en casi la totalidad de nuestra nación, no obstante, en las áreas urbanas que son de mayores 
dimensiones, la problemática resultaba más visible aún. (2000: 20). 
El referido estudio fue elaborado en las ciudades de Acapulco, Cancún, Ciudad Juárez, 
Guadalajara, Tapachula y Tijuana y se estimó que en nuestro país para esas fechas 
15 
 
existirían unas 16 mil niñas y niños explotados en el comercio sexual (Azaola, 2000: 20). 
Además, se señaló que gran parte de esos menores estuvieron en situación de calle, sin 
embargo, no todas las personas que actualmente están en el comercio sexual han vivido en 
las condiciones mencionadas (Azaola y Estes, 2003: 26-27). 
También apuntó la autora que cierto número de mujeres adultas que se dedican a la 
prostitución manifiestan haber estado en ese negocio desde que eran menores (Azaola y 
Estes, 2003: 19). 
Los autores Elena Azaola y Richard J. Estes muestran un recuento sobre diversas 
explicaciones que se ofrecen como resultado de investigaciones realizadas sobre las causas 
por las que niñas y niños se incorporaban en la industria de la explotación sexual; el 
motivo más citado fue la pobreza. Algunas otras causas que se mencionan son: porque los 
menores huyen de sus casas, la pedofilia, la prostitución intergeneracional y las ganancias 
que se generan producto del turismo sexual en algunos países (2003: 26-27). 
Otro factor participante en la industria de la explotación sexual de niños y niñas es la 
delincuencia organizada, y esto no es sólo por el alto rendimiento económico que produce 
sin necesidad de hacer grandes inversiones económicas, ya que los seres humanos pueden 
ser vendidos o usados en reiteradas ocasiones a diferencia de otro tipo de productos 
ilícitos; sino que también ocurre ante el hecho de que existen pocos riesgos de ser 
detenidos por las autoridades (Azaola y Estes, 2003: 27). 
 
1.1.4 Tijuana, Baja California: explotación sexual comercial y trata de personas. 
Siglos XX y XXI 
Es necesario aproximarse a la realidad de la ciudad de Tijuana para que, en su contexto, 
sea posible ubicar algunas características y causas singulares que pueden incidir en la 
situación de la trata de personas que es una realidad en esta ciudad. 
Para tal efecto es preciso describir cómo funciona la industria del comercio sexual en 
Tijuana pues es ahí donde las víctimas, que han denunciado ante las autoridades de 
procuración de justicia de Baja California, han referido que fueron obligadas a prostituirse 
y sometidas en la trata de personas en su modalidad de explotación sexual. Por lo tanto, se 
hace necesario entender los antecedentes de dicha industria en Tijuana, donde se mimetiza 
16 
 
y disfraza la trata de personas en explotación sexual. Sin embargo, es oportuno precisar 
que en la presente investigación no se pretende señalar el comercio sexual ubicado en la 
zona norte de la ciudad de Tijuana como el único lugar donde ocurre la trata de personas ni 
tampoco se pretende establecer que en el estado de Baja California o en la ciudad de 
Tijuana solamente ocurra esta modalidad de la trata de personas. 
El surgimiento del comercio sexual de Tijuana ocurre a inicios del siglo XX, época en la 
que esta ciudad comenzó a crecer de forma acelerada. En esos años, Tijuana no tenía más 
de 450 habitantes que se dedicaban principalmente a actividades como la agricultura, 
ganadería y pequeño comercio. Debido en parte a las malas condiciones de las vías de 
comunicación que existían, la ciudad de Tijuana y el estado de Baja California estaban 
incomunicados del resto del país, por lo que su subsistencia dependía de la relación que 
mantenían con la ciudad de San Diego, California, Estados Unidos (Valenzuela, 1991: 59; 
Félix, 2003: 57-58). 
No obstante, una década después la ciudad de Tijuana convirtió el turismo en su 
principal actividad económica. Ya por esas fechas, este lugar era considerado como propio 
para satisfacer las necesidades de ocio y diversión de estadounidenses ante la campaña 
moralista que se vivía en su país y que proscribía la venta de alcohol y se oponía a la 
prostitución. La Ley Volstead, que prohibía en Estados Unidos la elaboración y venta de 
bebidas alcohólicas, originó que en las ciudades fronterizas, entre ellas Tijuana, floreciera 
el comercio, consumo y fabricación de bebidas alcohólicas. Otras industrias que crecieron 
también en aquel momento fueron los juegos de azar, así como los centros nocturnos y la 
prostitución. Este mercado no sólo era destinado al turismo procedente del extranjero, sino 
que era controlado también por extranjeros, quienes construyeron la infraestructura 
necesaria como los casinos, prostíbulosy casas de juego (Valenzuela, 1991: 59; Félix, 
2003: 57-58). 
Por lo anterior, Tijuana logró iniciar su desarrollo a partir de establecer este tipo de 
servicios turísticos destinados a los visitantes de Estados Unidos, quienes así lograban 
evadir las leyes de su país y sin restricciones daban rienda suelta a sus actividades para 
desahogo moral y explotación del vicio. Tales acciones lograron configurar la estructura 
urbana de esa ciudad en ciernes y fue la principal función social que desarrollaba (Félix, 
2003: 57-58). 
 
17 
 
Aunado a las prohibiciones mencionadas, los turistas sexuales que acudían a nuestro 
país, lo hacían además para realizar otro tipo de actividades sexuales como la pedofilia que 
implica el contacto sexual de una persona mayor con un menor de edad y que también 
estaba prohibido por ley en su país, pero en México lograban tener ese tipo de actividades, 
situación que aparece en la modalidad de explotación sexual infantil de la trata de personas 
(Bastida, 2009: s/p). 
En épocas más recientes la ciudad de Tijuana presentó un acelerado crecimiento 
poblacional o demográfico, mismo que puede entenderse a partir de una serie de cambios a 
causa de la migración provenientes del interior del país y de otras partes de América 
Latina, la instauración de la industria maquiladora y el comercio sexual que ha 
caracterizado a la ciudad por muchos años. A continuación se presentan algunos datos que 
explican el crecimiento de la ciudad, desde la década de los noventa, vinculado a la 
migración y al desarrollo de actividades económicas. Finalmente se mencionan elementos 
que señalan las complicaciones que ha enfrentado la ciudad como consecuencia del 
reforzamiento de la frontera por parte de los Estados Unidos y con ello el aumento del 
desempleo. 
Al igual que otras ciudades de la frontera norte de México, Tijuana se ha distinguido 
por un acelerado crecimiento poblacional y económico. Este último se explica por el 
desarrollo del sector manufacturero que se vivió durante la década de los noventa y que 
ocasionó que la migración interna aumentara debido al incremento en la demanda de mano 
de obra, de esta forma el crecimiento de la población se convirtió en una característica de 
la ciudad. Las migraciones hacia Tijuana provenían principalmente de ciudades del 
noroeste y del sur del país (Cruz y Salazar, 2011: 45). Según los datos arrojados por el 
censo federal de 2010, la población del estado de Baja California ascendía a 3,155,070 
habitantes; con base en ese mismo censo, Tijuana contaba con 1,559,683 habitantes, de los 
cuales, más de 47.3 por ciento de ellos eran inmigrantes y 45.7 por ciento de estos últimos 
eran mujeres (INEGI, 2011: 16). 
El estado de Baja California es el que ha presentado un mayor crecimiento poblacional 
comparado con el resto de los estados fronterizos. La ciudad de Tijuana es la que más ha 
contribuido a ese crecimiento, y es que de 1930 al año 2005 la población total de Tijuana 
se multiplicó hasta cien veces, pasó de tener 11,271 habitantes a 1.4 millones. El origen de 
este crecimiento refiere a los flujos migratorios (Cruz y Salazar, 2011: 47-48). 
18 
 
Tijuana es uno de los principales cruces fronterizos entre México y Estados Unidos, y 
en el pasado el principal camino de migrantes indocumentados que buscaban llegar a 
Estados Unidos. Por lo anterior, la realidad económica que vivía esta ciudad era un 
aliciente para que los migrantes llegaran a ella. Desde mediados de la década de los años 
80 y en los 90, esta ciudad presentó los índices más bajos de niveles de desempleo en toda 
la zona fronteriza de nuestro país. Este factor económico se ve influido por la situación 
geográfica de Tijuana, es decir, por su vecindad con el estado de California de la Unión 
Americana. Otro factor que ha influido en ese desarrollo económico ha sido el 
establecimiento y apogeo de la industria maquiladora de exportación. Esta industria pasó 
de tener 100 plantas maquiladoras en los años 70 a tener 770 plantas en la década de los 
años 2000, y el número de personas a las que daban trabajo, pasó de 7,800 a 129,000 (Cruz 
y Salazar, 2011: 48). 
En lo que respecta a los flujos migratorios, la vecindad con California provocó una gran 
movilidad de la población, por lo que en la ciudad confluyen una gran variedad de dichos 
flujos; entre ellos se observan los que llegan a la ciudad para intentar cruzar a Estados 
Unidos o para establecerse en ella; los que se dirigen al Sur; los commuters o 
transmigrantes, personas que continuamente cruzan la frontera entre México y Estados 
Unidos; los deportados o repatriados, de los que algunos se regresan a sus lugares de 
origen, otros se quedan en la ciudad para volver a intentar su cruce a Estados Unidos y 
algunos más se establecen definitivamente en Tijuana; y por último, los menores 
migrantes, quienes buscan a sus familiares en zonas fronterizas o en Estados Unidos (Cruz 
y Salazar, 2011: 51-52). 
Los flujos migratorios en Tijuana han sufrido algunas modificaciones, es decir, a pesar 
de que la ciudad fue considerada en la década de los 90 el punto de cruce con mayor 
afluencia de personas que se dirigían hacia Estados Unidos, de acuerdo con el resultado 
que se obtuvo a partir de la encuesta sobre migración en la frontera norte de México (EMIF 
Norte) realizada por El Colegio de la Frontera Norte y autoridades gubernamentales, para 
el periodo 1994-1995, el porcentaje del flujo migratorio que se dirigía a Estados Unidos 
por Tijuana fue de 36.6 por ciento, cifra que ha disminuido en el periodo 2005-2006, la 
misma encuesta reveló que el porcentaje sólo llegó a 30.6 por ciento, (Cruz y Salazar, 
2011: 53-54). 
19 
 
Este cambio en los flujos migratorios puede explicarse a partir del reforzamiento de 
seguridad en la frontera por parte de Estados Unidos, lo que fue evidenciado con la 
construcción del muro fronterizo y el aumento en el control y la vigilancia que ha realizado 
la autoridad migratoria de Estados Unidos en este punto de cruce (border patrol); además 
de la implementación de operativos como Gatekeeper. Asimismo, el incremento en las 
tasas de desempleo que, por ejemplo, en el presente año se sitúan en 6.17 por ciento 
durante febrero de 2012 para el Estado de Baja California, según lo señala la Encuesta 
Nacional de Ocupación y Empleo, esta situación la resienten particularmente poblaciones 
como los migrantes a quienes ya no les resulta tan fácil encontrar un trabajo en este estado. 
Otro factor que ha contribuido en que los flujos migratorios hayan cambiado sus rutas para 
dirigirse a los Estados Unidos es la violencia. (Cruz y Salazar, 2011: 55) 
Sin embargo, los flujos migratorios que llegan a Tijuana provenientes del norte a causa 
de las deportaciones se han incrementado. Según lo manifestado por el Instituto Nacional 
de Migración, el estado de Baja California fue el que mayor número de repatriados recibió 
en el año 2009; de igual manera, la ciudad con mayor número de eventos de deportación 
fue Tijuana con 178,935 (se denomina eventos porque una persona puede haber sido 
deportada más de una ocasión) (Paris, 2010: 13). 
Para inicios del siglo XXI, el comercio de alcohol y sexo había perdido el peso que tuvo 
en otros momentos debido a la diversificación de actividades económicas que se 
desarrollaban en Tijuana. Dentro de las actividades que se ampliaban, se presentó en el año 
2000 un incremento en los índices de consumo de drogas, lo que propició un aumento en 
los índices de violencia producida a partir de pugnas entre grupos de delincuentes 
dedicados al comercio de ese tipo de sustancias, quienes se disputaban el control del 
mercado nacional e internacional de venta de drogas. Se presentó un incremento entre los 
menores en situación de calle que consumían drogas, lo que a su vez acrecentó su 
vulnerabilidad (Azaola, 2000: 126-129). 
 
1.1.5 Prostitución infantil en Tijuana.Inicio del siglo XXI 
Antes de abordar el tema de la prostitución infantil que existía en Tijuana al iniciar la 
década de los años 2000, es pertinente establecer algunas características generales de la 
prostitución que ocurre en la ciudad de Tijuana, y señalar puntualmente que el comercio 
20 
 
sexual de Tijuana se beneficia de la amplia oferta de mano de obra no calificada y de 
migrantes que están alejados de sus familiares y sin dinero (Azaola, 2000: 138). 
La prostitución en Tijuana se desarrolla principalmente en la Zona Norte, al menos la 
que está regulada y es conocida por las autoridades. Otros indicios señalan la existencia de 
diversas empresas que fungen como fachada, pero que en realidad ofrecen servicios 
sexuales; entre éstas se encuentran las casas de masajes, algunos Spa´s y otros, los cuales 
se mantienen de forma menos visible, aunque son del conocimiento de la población. Esta 
actividad se encuentra regulada por las autoridades, ya que para que las personas se puedan 
dedicar a ejercer en este giro, deben contar con una tarjeta que entrega el servicio de salud 
del estado, de otra manera, si no cuentan con ese documento, no pueden trabajar (Velasco 
y Contreras, 2011: 52). 
En el año 2008 se tenían registradas unas 1,700 personas que trabajaban en la 
prostitución, un número muy reducido comparado con las 7,000 que se estimaba 
desarrollaban ese tipo de actividades (Salinas 2008, citado en Velasco y Contreras, 2011: 
52). La mayor parte de esas personas realizaban sus actividades en las calles ubicadas en la 
denominada Zona Norte de la ciudad, lugar que se encuentra relativamente cerca de la 
línea fronteriza que divide nuestro país y los Estados Unidos. El turismo sexual que se 
registra en Tijuana seguía siendo considerable para el año 2006 cuando ingresaron al país 
alrededor de veintidós millones de personas, las cuales, en su mayoría, permanecieron por 
corto tiempo en el país, este turismo sexual no está solamente enfocado en mujeres, 
también en hombres y transexuales. 
La ubicación de cada grupo es diferenciada en la misma Zona Norte, pues en calles 
como Constitución, Artículo 123, el callejón Coahuila y la avenida Niños Héroes se ubican 
las mujeres; más hacia sur están los transexuales (trasvestis y transgénero) en zonas como 
los bares de la plaza Santa Cecilia; y algunos bares de la avenida Revolución y sobre la 
calle Artículo 123, entre la calle Martínez o D y Mutualismo, y en el parque Teniente 
Guerrero encontramos hombres y menores de edad (Velasco y Contreras, 2011:53) 
La calle Coahuila es considerada como la más importante para el mercado del comercio 
sexual, es en esa calle donde están los accesos a los table dance más conocidos e 
importantes de la ciudad. Afuera de dichos antros no se encuentran mujeres de las 
denominadas paraditas, quienes ejercen la prostitución y se ubican en las calles que rodean 
la de Coahuila, es decir, la Constitución, la Artículo 123 y el callejón Coahuila. Este 
21 
 
callejón tiene acceso trasero a los antros de la calle Coahuila, pero existen diferencias 
determinantes entre la calle y el callejón, ambos de nombre Coahuila; la primera de ellas se 
refiere al ejercicio de la prostitución (paraditas) que sí se ofrece en el callejón mientras 
que en la calle Coahuila no sucede, además, las fachadas de los table dance presentan 
diferencias tanto en iluminación como en espectacularidad de un lado a otro. 
En lo que respecta a las mujeres que ejercen la prostitución en las calles antes 
mencionadas, es posible distinguir diferencias fisonómicas respecto a las que permanecen 
en los lugares establecidos denominados table dances. Lo mismo ocurre con las mujeres 
que ofrecen servicio sexual en las calles; para realizar una descripción de estas personas 
fue posible distinguir que depende de sus características fisonómicas y el tipo de prendas 
que usan, el lugar o calle donde ofrecen el servicio sexual. 
En el denominado callejón Coahuila, parte trasera de los table dance, pueden 
observarse predominantemente a mujeres jóvenes que visten ropas cortas y escasas como 
minifaldas, escotes pronunciados, pantalones o mallas, todo preferentemente de licra; son 
mujeres, en general, delgadas y de estatura media, que usan zapatos altos de plataforma. 
Mientras que, sobre la misma calle pero en la acera de enfrente, se encuentran negocios 
más sencillos en donde hay mujeres de mayor edad (superior a los 35 años) que las 
referidas anteriormente, y que usan atuendos que no son tan atrevidos, tales como 
pantalones de mezclilla ajustados y blusas escotadas. 
En la acera del lado este de la calle Constitución, entre la calle y callejón Coahuila, se 
pueden observar a mujeres de piel morena, vestidas con ropas sencillas de mezclilla, 
algunas con chamarras y son de estatura media, de complexión delgada; en esta área la 
iluminación de la calle es insuficiente, pero la existencia de comercios ambulantes ilumina 
un poco más la zona. Sobre esa misma calle, pero pasando el callejón Coahuila en 
dirección a la calle Artículo 123, las mujeres portan ropas de licra más llamativas que las 
anteriores, sin embargo, su complexión es más robusta. En la avenida Niños Héroes, entre 
las calles Coahuila y Artículo 123, existen algunos bares y es posible encontrar mujeres 
que ejercen la prostitución, quienes visten ropas de licra, no tan cortas como las descritas, 
además de que tienen las características de ser morenas y de complexión robusta; esa calle 
particularmente no se encuentra muy alumbrada. Por último, sobre la calle Artículo 123, 
entre la plaza Santa Cecilia hasta la avenida Niños Héroes, se ubican las mujeres de mayor 
edad, incluso rebasando los 40 años, de complexión generalmente robusta, visten escotes 
22 
 
moderados y pantalones de mezclilla o faldas cortas, pero sin llegar a ser minifaldas; por 
otra parte, la iluminación en esta área es mala. 
La presencia de las autoridades es constante en dicha zona, principalmente de policías 
preventivos que, en general, realizan recorridos continuos por el lugar, aunque también es 
común observarlos vigilando los puestos de negocios ambulantes o simplemente dando 
rondines para evitar que las personas estén bebiendo o haciendo sus necesidades 
fisiológicas en la vía pública; de esto se desprende que están atentos en propiciar un 
ambiente adecuado para los clientes que acuden a ese lugar. 
Una vez descrita la situación del contexto de Tijuana y su comercio sexual se retoma el 
problema de la prostitución infantil, para lo cual es preciso señalar que ya en el año de 
1999 se estimaba en 6 mil el número de menores trabajando en las calles y espacios 
públicos de la ciudad de Tijuana; de esos menores, 900 se dedicaban a la prostitución. La 
doctora Elena Azaola realizó una investigación sobre ese particular y localizó en la Zona 
Norte de la ciudad a un grupo aproximado de 70 menores, quienes manifestaron que se 
prostituían como un mecanismo que les permitía sobrevivir, las edades de los pequeños 
referidos oscilaban entre los 8 y 17 años y sus clientes eran en su mayoría homosexuales de 
Tijuana y Estados Unidos (Azaola, 2000: 130-131, 135-136). 
La diferencia que existe entre los niños que ofrecían sus servicios a homosexuales y los 
que lo hacían a mujeres, residía en el lugar donde los ofertaban: los primeros tenían sus 
espacios de explotación en la Plaza de Santa Cecilia ubicada en la Zona Norte, el parque 
Teniente y afuera de los bares a los que asisten personas con preferencias homosexuales; 
mientras que los segundos buscaban a sus clientas en las playas de Rosarito (Azaola, 2000: 
130-131). 
Los precios que manejaban los niños variaban de acuerdo con el servicio sexual que 
proporcionaran y el tiempo que pasaran con sus clientes, dichos costos iban de los 20 a los 
300 dólares. Uno de los servicios que les solicitaban a esos menores era que posaran para 
tomarles fotografíaspornográficas, acción que conllevaba otro precio; para este servicio, 
los menores pedían que sus rostros no se vieran en las fotografías, con esto intentaban no 
ser catalogados como homosexuales ante el temor de que se supiera que tenían relaciones 
con hombres (Azaola, 2000: 131). 
23 
 
Por su parte, las niñas que se encontraban en el comercio sexual realizaban sus 
actividades en antros y hoteles en la calle Revolución. Cabe aclarar que las mujeres que 
trabajan en las afueras de los negocios son conocidas como paraditas, denominación que 
se emplea para mujeres mayores y menores de edad indistintamente. Este grupo de 
menores está formado por las que van llegando al lugar y provienen principalmente de 
estados del sur del país y cuyas edades oscilan entre los 14 y 17 años. El estatus de dichas 
personas dentro del comercio sexual es un escalón inferior respecto al resto de las personas 
que están inmersas en dicha actividad, principalmente en comparación con bailarinas de 
centros de espectáculos, quienes generalmente son migrantes. Los precios que cobran estas 
personas por sus servicios, también reflejan los diferentes estatus que en el “mercado” del 
comercio sexual les son asignados a los distintos grupos de mujeres (Azaola, 2000: 132; 
Azaola y Estes, 2003: 272). 
El número de niñas que estaban dentro del comercio sexual en ese período era 
aproximadamente de 700, según cantidades referidas por las mismas menores. Otros 
lugares donde se explotaba a los menores en el comercio sexual eran las“casas de masaje, 
estéticas, Spa’s, agencias de edecanes o modelos” (Azaola, 2000: 132, 135). 
Los niños podían mantener una relación estable con algún cliente norteamericano 
mayor de edad; cuando esto ocurre se llama “chenchos” a sus parejas y son vistos por los 
menores como “protectores”, pues desarrollan con ellos relaciones afectivas y económicas, 
también se les denomina suggar-daddy. Por su parte, las niñas eran explotadas por 
padrotes que las controlaban y estos pueden ser hombres o mujeres, algunas eran 
independientes y otras se incorporaron a dicha actividad debido a que sus familias también 
estaban dentro del negocio. Ciertas menores señalaban que dentro del grupo de personas 
que las explotaban en ese comercio se encontraban miembros de instituciones de 
seguridad, motivo que les impedía acudir a la autoridad a denunciar la explotación de que 
eran objeto (Azaola, 2000: 131-133). 
Se ha incrementado la visibilización de la participación de menores en comercio sexual, 
lo que se puede confirmar por lo señalado por la UNICEF que detectó a 21 entidades de 
México que estaban involucradas en la explotación sexual. Las principales ciudades donde 
se trafica con las víctimas son Acapulco, Cancún, Ciudad Juárez, Coatzacoalcos, 
Guadalajara, Tapachula, Tlaxcala y Tijuana. Además de que dos de las mencionadas 
ciudades son fronteras internacionales, también se establecen destinos que pudieran 
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considerarse como de gran turismo, a esas localidades se les considera como los nodos de 
una red de trata de mujeres y niñas para la prostitución (CNDH, CEIDAS, 2009: 12). Se 
estima en 16,000 el número de niñas, niños y adolescentes que están en situación de trata 
de personas en nuestro país, en cualquiera de las modalidades (Taniguchi, 2012: s/p). 
Asimismo, en su más reciente reporte sobre la trata de personas, el Departamento de 
Estado de los Estados Unidos señalaba que en México el turismo sexual infantil estaba 
creciendo, dos regiones reportaban un notable incremento de esta actividad y eran las 
zonas turísticas (Acapulco y Cancún) y las zonas de las fronteras (Tijuana y Ciudad 
Juárez). Para hacer frente a dicha problemática, el poder legislativo de nuestro país realizó 
un programa nacional contra la trata y, para ese efecto, le fue asignada la cantidad de 4.2 
millones de pesos (TIP, 2011: 256). 
Una vez que se han señalado algunas de las situaciones que motivaron el 
reconocimiento en el mundo del fenómeno de la trata y de las implicaciones que conlleva, 
es necesario establecer que todo lo anterior, aunado a la voluntad política de diversos 
países, propició que se realizaran esfuerzos entre diversos actores y se lograran acuerdos 
que quedaron plasmados, tanto en su definición como en la elaboración de un instrumento 
internacional, en el Protocolo de Palermo que, a su vez, fue parte de la convención de las 
Naciones Unidas contra el crimen trasnacional, se elaboró en Palermo, Italia, en diciembre 
del año dos mil y toma su nombre justamente de la ciudad italiana donde se realizó 
(Vargas, 2009: 95). 
 
1.2 Definición y elementos de la trata de personas: Protocolo de Palermo 
En el presente apartado únicamente se retomará la definición establecida por el Protocolo 
de Palermo sobre la trata de personas, toda vez que en el siguiente capítulo se pretende 
abordar un análisis más detallado del contenido de dicho protocolo. Este documento ha 
tenido gran repercusión y existe un amplio consenso sobre el mismo, actualmente 142 
países lo han ratificado, además de que 128 países ya han promulgado leyes que prohíben toda 
forma de la trata de personas (TIP, 2011: 2). En su artículo tercero el Protocolo de Palermo, 
señala que por trata de personas debemos entender: 
 
25 
 
La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la 
amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al 
abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o 
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con 
fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución 
ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las 
prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. 
 
La primera parte de la definición contiene el proceso que se realiza para llevar a cabo la 
trata de personas, mismo que será descrito en el siguiente apartado. Antes de abordar el 
proceso y diferencias respecto de la trata de personas con otros fenómenos sociales como 
la prostitución y el tráfico de personas, es necesario precisar algunos elementos que se 
desprenden del concepto arriba señalado y dentro de estos elementos, los que se refieren en 
el artículo antes citado de la ley; comenzare por señalar que cuenta con un enfoque de 
derechos humanos. 
 
1.2.1 Derechos humanos 
Los derechos humanos son libertades básicas que, por el solo hecho de ser seres humanos, 
tenemos todas las personas, entre ellos se encuentran la libertad, la integridad personal, la 
seguridad jurídica y otros. El conjunto de instrumentos internacionales firmados por la 
mayor parte de los países definen y promueven la defensa de los derechos humanos, como 
la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la Organización de Naciones 
Unidas. Si se observa con detenimiento el hecho de que durante el proceso de la trata de 
personas, las víctimas son convertidas en “cosas” con las que comercian sus traficantes, se 
desprende que a partir del trato que se les da a esas personas, se les limita y restringe el 
acceso a las libertades y derechos antes referidos (UNODC, 2010: 12; Torres, 2010: 14). 
 
1.2.2 Vulnerabilidad 
Para la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) esta situación 
de vulnerabilidad alude a dos presupuestos básicos: el primero es la incapacidad de la 
víctima para entender el significado del delito cometido contra ella, dentro de esta 
situación podemos ubicar a los menores de edad y a los incapaces; el segundo presupuesto 
habla de la incapacidad de las víctimas para resistirse a la comisión de los hechos, en este 
26 
 
apartado se sitúa a las personas con alguna discapacidad (física o mental), en condiciones 
de necesidad económica,

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