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Dispositivos Sociais e Grupais

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Documento de cátedra: “Los dispositivos sociales y grupales” 
Autora: Mg. María Margarita Tomás 
Cátedra: Teorías e intervenciones en el campo grupal y comunitario 
Teorías y Técnicas de grupos 
Año 2020 
Introducción 
En este documento vamos a retomar el concepto de dispositivo. Vamos a comenzar 
discriminando las diferencias entre un dispositivo social y un dispositivo de intervención 
grupal. 
El concepto de dispositivo como construcción social será abordado desde la perspectiva de 
Michel Foucault. Para la construcción de dispositivos de intervención en el campo grupal 
partimos de los enfoques de Graciela Jasiner y de Diana Kordon y Lucía Edelman. 
Tomaremos también la clasificación de dispositivos grupales (con algunas adaptaciones), 
propuesta por Silvia Viña. 
Dispositivo en el pensamiento de Michel Foucault 
Tal como hemos estudiado en anteriores unidades, cuando vimos la sociedad disciplinaria y 
la sociedad de control, retomaremos el concepto de dispositivo propuesto por Michel 
Foucault, que es sin duda el autor que produjo la más influyente teorización e investigación 
al respecto. 
Foucault, introduce la idea de dispositivos en Vigilar y castigar (1974) y en La Voluntad de 
saber en 1976. A lo largo de su obra trabajará una diversidad de dispositivos: “dispositivo 
disciplinario”, “de normalización”, “de sexualidad”, “de alianza”; “de seguridad”; 
“carcelario”; “de subjetividad”; “panóptico”; dando cuenta de la importancia que otorgaba a 
este concepto para entender y analizar la “realidad” social de un determinado momento 
histórico. En otras palabras, cómo en una determinada geografía y momento histórico una 
temática (sexualidad, seguridad, subjetividad, por ejemplo), métodos, discursos y prácticas, 
se articulan de tal manera que hacen surgir un conocimiento como “válido, científico o 
moral” y tienen la fuerza de modelar subjetividades (Acuña y Pintos, 2009). 
En el año 1977, M. Foucault es invitado por Alain Grosrichard (psicoanalista francés) y otros 
a una charla informal, ante una pregunta aborda el tema del dispositivo. Michel Foucault lo 
define como: “Lo que intento señalar con el nombre de “dispositivo” es en primer lugar, un 
conjunto decididamente heterogéneo que incluye discursos, instituciones, planificaciones 
arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados 
científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas... o sea: lo dicho, tanto como lo 
no-dicho, estos son los elementos del dispositivo. El dispositivo mismo es la red que se 
puede establecer entre estos elementos. 
El Panóptico (que ya lo hemos estudiado en la Unidad II del programa de la cátedra, cuando 
trabajamos las singularidades de la “sociedad disciplinaria”), para Foucault sería un 
dispositivo: definido por la función general de ver sin ser visto. 
¿Qué es un panóptico? el panóptico es una construcción que había en las cárceles desde el 
cual se podía ver y por lo tanto vigilar el movimiento de cada presidiario en su celda sin ser 
visto. 
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Otro ejemplo lo podemos tomar de Freud, quien inventó el dispositivo psicoanalítico, el de 
la cura, pero no lo inventó en la soledad de su escritura, sino en los avatares y enfrentándose 
a sus propios límites en los impasses de su consultorio. Como no lograba hipnotizar a sus 
pacientes, que era lo esperado por un neurólogo de su formación, escuchó el pedido de 
aquella crucial e inolvidable paciente Ana O. que le dijo: doctor, ya que no me puede 
hipnotizar, déjeme hablar!. O sea que el paciente en el diván, el analista atrás en el sillón, y 
la propuesta de asociar libremente, constituyen un dispositivo. 
G. Deleuze en su texto, “¿Qué es un dispositivo?” (1989), señala distintas dimensiones o 
líneas principales en la composición de un dispositivo: 
Líneas de visibilidad, en el sentido que los dispositivos operan como máquinas que “hacen 
ver” ciertos aspectos y otros permanecen en invisibilidad. Líneas de enunciación, su 
función es hacer hablar a través de un discurso concreto, esta dimensión implica lo que puede 
ser dicho y lo que debe ser silenciado.-Líneas de fuerza, o de poder, que atraviesan todos 
los lugares de un dispositivo y regulan el tipo de relaciones que pueden producirse dentro de 
ese dispositivo, Líneas de objetivación y subjetivación, se refieren a la producción de 
subjetividad que determina un dispositivo específico, los procesos de subjetivación. 
Para este autor estas dimensiones permiten ubicar la historicidad de un dispositivo, la manera 
que cada época organiza lo que puede ser visible pero también lo que debe quedar 
invisibilizado, qué puede ser decible y lo que queda reprimido, silenciado o en el lugar de lo 
secreto. La dimensión del poder (macro o micro) por su parte, junto al saber producen lo que 
para una época determinada es “lo verdadero”, la realidad, y la subjetividad que producen. 
Deleuze va a decir que también hay líneas de fuga o fractura, es lo que escapa de los 
esfuerzos de captura tanto de los saberes como del poder de un dispositivo. Es decir cuando 
un dispositivo se pone en marcha, cuando comienza a operar se producen dos tipos de 
efectos, los buscados y los imprevistos, también efectos de resistencia, los que pueden dar 
lugar a la creación de algo diferente, impensado (Acuña y Pintos, 2009). 
Dispositivos de intervención grupal 
¿A qué responde el dispositivo grupal? Siempre responde a una demanda, construyendo 
quien la recibe un artificio metodológico para hacer ver y hacer hablar y para encontrar, en 
forma conjunta con el grupo, el punto de urgencia. 
Recurriremos para una mejor definición a los conceptos elaborados por Graciela Jasiner en 
el libro “la trama de los grupos”. Allí afirma: “Cada grupo” desde su singularidad no es 
independiente del contrato que lo funda, de su pertenencia institucional, del estilo y 
referentes teóricos del coordinador. El dispositivo dispone y en ese sentido es crucial para 
lo que luego irá ocurriendo en los grupos que coordinamos. 
El dispositivo tiene un carácter fundante; es lo que se pone a disposición, y puede o no 
puede provocar la participación de los integrantes, abriendo el juego, y nuevos sentidos. Un 
dispositivo puede propiciar la potencia de un grupo, de lo creativo, de lo instituyente o bien 
adormecerlo, en la vocación de sostener a ultranza lo instituído. 
En sentido amplio, decimos que un dispositivo es un artificio. Hablar de artificio nos remite 
a una dimensión que indica que algo no viene ya dado, sino que necesita ser armado. 
También artificio nos habla de un savoir faire, de un saber hacer, de un hacer con arte, de 
instituir algo donde eso no había. 
Etimológicamente remite también a artefacto, a lo no natural y también a arte, a artesanal, 
aquello que no está hecho en serie, sino caso por caso (grupo por grupo). 
Entonces para que los dispositivos con los que trabajamos devengan espacios que alojen al 
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sujeto, resulta conveniente estar advertidos de esa dimensión de artificio que nos recuerda 
que necesita ser construido. Resulta necesario disponer de herramientas para la instalación 
de los dispositivos grupales con los que vamos a trabajar, para así generar potencia y la 
posibilidad de inventar algo donde no estaba y a sostenerlo. 
La fundación de cada espacio grupal, el alojamiento subjetivo posibilita que la potencia de 
los grupos devenga acto y que estos dispositivos produzcan subjetivación deseante y 
protagonismos anudados. 
Y por último quisiera señalar que en la riqueza de su polisemia el término dispositivo remite 
también a disposición como actitud hacia algo. Podemos pensar al dispositivo como lo que 
abre el juego de la potencialidad, de la posibilidad y escapa así a lo determinado. El 
dispositivo es visto como un espacio potencial que da lugar a lo nuevo, al cambio, al 
desarrollo del sujeto, de la grupalidad y de lo instituyente. 
También acudimosa Kordon y Edelman, quienes en su libro “Trabajando en y con grupos” 
afirman: Los dispositivos grupales pueden estar basados en distintos modelos teóricos y 
técnicos y requieren características específicas según sus objetivos. Según cuál sea el 
dispositivo, se producirán determinados efectos y se verán con mayor o menor intensidad 
ciertos fenómenos de la subjetividad. 
Todo dispositivo grupal define al sujeto como sujeto del vínculo, implica un espacio de 
apuntalamiento e identificatorio, en el que adquiere importancia la presencia real del 
tercero. El trabajo grupal con la subjetividad tiene una función proteica, de enriquecimiento 
de la identidad personal y una función protésica de soporte (cuerpo grupal). 
En el análisis de los diferentes dispositivos grupales, vemos que hay grupos terapéuticos y 
grupos no terapéuticos. Esta diferenciación puede ser a veces un poco forzada, porque a 
pesar de las diferencias entre la diversidad de dispositivos grupales existentes, todos pueden 
tener un plus terapéutico, aunque no sea su objetivo directo. 
En ambos casos (terapéuticos o no terapéuticos) partimos de la concepción vincular del 
sujeto y el psiquismo. El trabajo del coordinador en los grupos no terapéuticos estará dirigido 
a las formaciones inter y transubjetivas. En cambio en los grupos terapéuticos se incluyen 
también los procesos psíquicos personales. La intervención dirigida hacia lo intrasubjetivo, 
por parte del coordinador de un grupo no terapéutico, puede producir efectos confusionales 
o persecutorios en los miembros o incluso configurar una falta ética. 
Tomaremos algunos dispositivos para las intervenciones grupales: 
1.- Grupos terapéuticos: 
Un grupo terapéutico tiene por finalidad la cura. Se ubica en el campo de la psicoterapia de 
grupo, en su trabajo tiende a ayudar a los sujetos en los problemas y conflictos psíquicos 
para los cuál los procesos psíquicos son objeto directo de trabajo. Los criterios de salud y 
enfermedad psíquica son relevantes para encuadrar y orientar en el camino de la cura. 
En la terapia grupal se opera desde las relaciones transferenciales y contra transferenciales, 
es a través de la interpretación en el grupo como se avanza en los procesos de cura. 
Los roles se diferencian entre el terapeuta y paciente, asumiendo el terapeuta la 
responsabilidad de un trabajo para la cura en situación grupal desde un encuadre teórico y 
técnico específico. El paciente entra en la relación desde su necesidad de cura y para aportar 
el material de análisis acerca de su vida psíquica. 
El coordinador de un grupo, tendrá en cuenta sus intervenciones cuando se trata de grupos 
terapéuticos y no terapéuticos, ¿cuál es la frontera delicada entre un señalamiento- 
intervención e interpretación? 
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Los grupos terapéuticos intentan la resolución en el grupo de los problemas individuales y 
tienen como tarea indagar la conducta consciente e inconsciente de sus miembros para 
cambiarla por otra más saludable. En el grupo terapéutico, dirigimos nuestra atención 
tratando de percibir las manifestaciones de los conflictos, con el fin de esclarecer sus raíces 
y motivaciones para facilitar su elaboración y cambio. 
El encuadre y el trabajo en el grupo terapéutico se caracterizan por indagar el mundo interior 
(intrasubjetivo) de los sujetos que forman parte del grupo, destacar que el aquí y ahora, entre 
nosotros, es tal como allá en el pasado (o presente) con tales o cuales personas. Buscan 
atender la demanda de la cura, trabajar sobre el conflicto individual o grupal más allá de su 
relación con la tarea presente del grupo, re-dramatizar en el aquí y ahora, movilizar lo 
afectivo. 
2.- Grupo operativo: 
Pichón Riviere creó los grupos operativos a partir de la experiencia con enfermeros en un 
hospital psiquiátrico. Los concibe como instrumentos de cambio, articulando el campo del 
pensamiento y lo vivencial. 
La tarea grupal es definida como aprender a pensar en términos de resolución de las 
ansiedades (miedo al cambio y miedo a la pérdida), que obstaculizan el proceso de 
aprendizaje o cualquier tarea que el grupo aborde. 
La concepción de estos grupos se apoya en el ECRO (Esquema Conceptual Referencial y 
Operativo. Utiliza los conceptos de emergente y portavoz. El portavoz es aquel que en el 
grupo y sin conciencia de ello, enuncia algo que es signo de un proceso grupal que hasta ese 
momento ha permanecido latente o implícito. Es el denunciante de los aspectos latentes. 
3.- Grupos de reflexión para la elaboración de situaciones traumáticas: 
Kordon y Edelman, afirman que los dispositivos grupales, constituyen un instrumento 
privilegiado para el trabajo con la subjetividad en el caso de situaciones traumáticas de 
origen social, ya que ayudan a aliviar el sufrimiento y a realizar un trabajo elaborativo de los 
efectos del impacto traumático. 
Los grupos sociales a los que se recurre espontáneamente como recurso durante las crisis 
constituyen uno de los instrumentos fundamentales para albergar al sujeto en condición de 
indefensión y otorgar el reapuntalamiento necesario. Funcionan como un aparato protésico 
y proteico, en el sentido de funcionar como una nueva matriz para el desarrollo de aspectos 
del psiquismo. 
Existe una vasta experiencia en el armado de dispositivos grupales conformados para el 
trabajo subjetivo en relación con traumatismos de origen social, que han demostrado ser un 
instrumento idóneo, independientemente de la diversidad de técnicas y conceptualizaciones. 
En los terremotos de México y Honduras, en las diferentes situaciones traumáticas derivadas 
de la Segunda Guerra Mundial, como de guerras locales, en la Argentina en el caso de la 
represión política de la dictadura militar, el atentado a la AMIA, Cromagnon, las 
inundaciones de Santa Fe, se han implementado abordajes grupales para la elaboración 
subjetiva. 
Las situaciones traumáticas producen efectos inmediatos y en el largo plazo. La vivencia de 
pérdidas (reales y de sentido) determina un marcado antes y después del hecho traumático, 
incluyendo siempre sentimientos de indefensión y desamparo y la puesta en juego de la 
valoración narcisista. El grupo de reflexión favorece la elaboración de vivencias subjetivas, 
de la fantasmática y de su relación con las significaciones y sentidos sociales. Es un espacio 
de palabra que permite dar sentido singular y colectivo al traumatismo vivido, ayudando al 
sujeto a comprender lo que vive, a descubrir el sentido de las emociones, afectos y 
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pensamientos, a responder y a abrir interrogantes, y a disminuir su sufrimiento. A encontrar 
lo que tiene en común y lo que lo diferencia de los otros. 
Vale la pena recordar que los aportes fundantes de Bion sobre el trabajo psicoanalítico con 
grupos se basaron en su experiencia en la rehabilitación de veteranos de guerra. 
4.- Grupo de discusión 
El grupo de discusión fomenta la circulación de saberes, generalmente se lo utiliza en las 
discusiones formativas, pedagógicas y en el intercambio disciplinar. Un dispositivo 
centrado en la circulación de saberes rompe con el dispositivo tradicional en el cual el 
saber está sólo del lado del coordinador. 
En el grupo de discusión se promueve cuestionar el saber único, dudar de las certezas. 
Promueve el debate conceptual, el intercambio y la interpelación al saber del otro, 
buscando que aparezcan las diferencias, fomentando el intercambio. 
El Coordinador guía la discusión, no intenta homogeneizar las opiniones, es un facilitador 
de la tarea. Promueve el intercambio con libertad, relanzando la tarea cuando hay 
obstáculos. 
Constituye un pequeño grupo de discusión un reducido número de personas, entre 5 y 20, 
que intercambian ideas sobre un tema de manera informal, aunque con un mínimo de 
normas: 
 La discusión se realiza alrededor de un tema previsto que interesa a todos, 
alejándose lo menos posible del mismo. 
El intercambio de ideas sigue cierto orden lógico, aunque el curso de la discusión 
debe dejarse a la espontaneidad del grupo. 
 El grupo designa un coordinador para ordenar la discusión. 
5.- Taller 
El término Taller se halla vinculado al término del francés “Atelier” el cual da cuenta de 
los siguientes significados: estudio, obrador, obraje, oficina. 
Históricamente, los talleres se pueden ubicar en la Edad Media con la conformación de los 
gremios de artesanos, siendo centros de aprendizaje donde cada artesano se formaba. 
Con el correr del tiempo, los Talleres pasaron a designar a aquellas Escuelas o Seminarios 
a los que asisten estudiantes. Luego comenzó a utilizarse la denominación 
preponderantemente para espacios de formación ligado a lo artístico, expresivo, plástico y 
literario. 
O sea, que en el Taller confluyen nociones referidas al trabajo (la tarea), la producción, el 
aprendizaje, la expresión, los afectos y pensamientos ligados con la acción. Un espacio 
donde se ejercitan habilidades, capacidades, ligadas a un proceso de producción; donde se 
privilegia el contacto, la manipulación, la experimentación con un objeto manual o 
intelectual, comprometiendo ideas, emociones y, fundamentalmente, la acción. 
El Taller constituye un espacio para el aprendizaje grupal participativo, donde se privilegia 
la producción colectiva. El taller requiere de una decisión personal más que de normas 
impuestas. No debe ser una imposición, como tampoco puede improvisarse. 
Se pueden reconocer algunos elementos constitutivos del Taller: 
-es una opción por trabajar en pequeños grupos 
- Implica la participación de los sujetos en la responsabilidad de sus propios aprendizajes. 
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- Los aprendizajes adquiridos en el Taller tienen una influencia en la acción de los propios 
participantes. 
El taller se constituye en una experiencia social en la medida que los participantes 
interactúan entre sí en torno a una tarea específica. Dicha experiencia cambia desde un rol 
pasivo a un rol protagónico en el aprendizaje. 
Podemos definir el Taller como el tiempo-espacio para la vivencia, la reflexión y la 
conceptualización. Es decir que implica un momento donde a partir de técnicas se busca 
movilizar ciertas estructuras respecto a un tema, para luego tomarse un tiempo para 
reflexionar sobre lo acontecido. De esta manera en el taller se van produciendo diferentes 
aprendizajes. 
El coordinador ocupa el lugar de co-pensor, propicia la participación de los integrantes, la 
construcción permanente de conocimiento y su producción desde la posibilidad de 
confrontar con problemas y situaciones reales y concretas. Su intervención apunta a 
sostener este proceso y promover la reflexión acerca del trayecto del grupo y su 
producción. 
6.- Equipo de trabajo 
¿Qué particularidad tiene el equipo de trabajo? Un equipo en una empresa o en una 
escuela, o en un hospital, por las vías de la creatividad y del protagonismo y a la vez la 
cooperación tendrá que resolver con eficacia –una tarea en un tiempo determinado. No es 
sin eficacia. Tiempo y eficacia, dos variables importantes en los equipos de trabajo. O sea 
un equipo de trabajo es un Grupo Centrado en una Tarea, que busca eficacia en la misma. 
Es importante que haya eficacia, aunque no de cualquier modo. Esto hace a la ética del 
profesional. 
En la coordinación de equipos de trabajo, es de especial importancia la eficacia. Es 
condición sine qua non. Hace a la especificidad del equipo de trabajo, por ejemplo en una 
organización, en una empresa. 
La coordinación se centra en la tarea explícita. Se suele trabajar con elementos aportados por 
la dinámica de grupos: comunicación, roles, liderazgos, etc., buscando promover el 
protagonismo de sus integrantes, la cohesión grupal y la optimización del abordaje grupal de 
la tarea. 
Se suelen utilizar técnicas lúdicas y de creatividad para: salir de conductas repetitivas o 
estereotipadas que obstaculizan la eficacia en la tarea, ampliar el espectro de posibilidades 
de estrategias de acción e incrementar la capacidad de flexibilidad para adaptarse a los 
cambios que el trabajo requiera. 
7.- Grupo de autoayuda 
Los integrantes comparten una problemática similar, un padecimiento. Es importante que 
se trabaje sobre las ideas de logro y recuperación. Hay una búsqueda de cambio de 
conductas frente a la problemática. Por ejemplo Alcohólicos Anónimos (AA), que es una 
fraternidad en la que asisten y son asistidos personas que quieren superar la adicción. La 
autoayuda denota ayudarse a sí mismo, pero en este dispositivo uno se ayuda ayudando. 
Autoayuda referida a auto-responsabilizarse a la búsqueda de autonomía. La Regla 
fundamental es dar y recibir para el beneficio mutuo. Lo caracterizan los vínculos 
horizontales, la dinámica de igualdad y reciprocidad. No hay jerarquías y la coordinación 
se realiza a través de uno de sus miembros y suele rotar. 
Objetivo: cambio de conducta, recuperación, resolución de un problema individual que 
comparten sus miembros. 
Se propicia la comunicación con retroalimentación, la interacción y la cooperación. 
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Hay un reconocimiento a través del padecimiento, del dolor psíquico, que se trata de reparar 
(en sí mismo y en los otros). La pertenencia a estos grupos se pone en juego a través de 
mecanismos de identificación. 
Modo de participación: el Testimonio. 
8.- Grupo monosintomático 
Massimo Recalcati fue quien comenzó a trabajar y teorizar este dispositivo en el 
tratamiento de sujetos anoréxicos – bulímicos. Son grupos conformado por pacientes que 
padecen un mismo síntoma. La monosintomaticidad confiere al sujeto una identidad 
particular por medio de una identificación universal. 
El grupo se constituye sobre la ilusión de la homogeneidad del síntoma, eso genera un lazo 
imaginario, una reciprocidad identificatoria. 
La dirección es deconstruir la identificación colectiva para producir el nombre propio del 
sujeto, la división subjetiva. 
El Coordinador es un profesional, que generalmente trabaja en equipo. En un primer 
momento aloja sobre la ilusión de un ‘nosotros’, lazo basado en una semejanza imaginaria. 
Luego se busca pasar a un lazo social sostenido en el trabajo común, propiciando a la 
división subjetiva y el trazo singular. 
9.- El Cartel 
¿Qué es un Cartel? 
Se trata de un dispositivo particular propuesto por Lacan, al interior de su propia Escuela, 
cuando entendió que no solo en la Internacional de Psicoanálisis (IPA) de donde había sido 
expulsado, se producían efectos de adormecimiento en el confort de lo sabido, sino que su 
propia Escuela también estaba habitada por ese efecto. 
En la Proposición del 9 de Octubre Lacan sugiere cartelizar la Escuela. En esa instancia crea 
un nuevo modo de trabajar: pequeños grupos, no menos de tres personas, no más de cinco, 
que se juntan en derredor de una temática común que los convoca. 
El pequeño grupo tiene fecha de comienzo, pero también de disolución. Sabiendo del 
límite, de la finitud, se propicia la producción. Durante los dos años de existencia del 
Cartel, el trabajo es colectivo. Se leen textos, se discuten, se revisa la clínica, se comparten 
experiencias, etc. y luego el producto será singular. O sea el trabajo colectivo, el producto 
singular. 
La lógica del dispositivo está especialmente formalizada en algunos Seminarios, por 
ejemplo en RSI. (Seminario 22 ) lógica que abreva en el par alienación/ separación que a 
partir del Seminario de los Cuatro Conceptos le sirve a Lacan para pensar la constitución 
del Sujeto pero también la de los vínculos y el lazo social. 
Desde dicha lógica podríamos situar un primer movimiento de juntarse, alienarse en el 
Otro, para sólo después separarse con la producción de lo propio. 
Sólo alienándome, podré separarme, ese es el punto de partida. 
También en el trabajo de estos pequeños grupos, llamados Carteles, Lacan propone que lo 
que una a la gente nosea el amor, ni la búsqueda de ser aceptado ni valorado por el otro, 
sino lo que él llama la Transferencia de Trabajo. O sea que lo que funcione como lazo sea el 
deseo respecto a una temática, una Tarea, que los causa. 
El Cartel no tiene coordinador, pero en cambio Lacan propuso la figura del Plus UN, del 
Más Uno. 
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El Más Uno es elegido por los integrantes del Cartel, cuando lo constituyen y sólo asiste a 
los encuentros grupales si es convocado por los integrantes. ¿Cuándo se lo convoca?: 
Cuando hay alguna crisis de trabajo, cuando hay obstáculos, cuando la producción está 
detenida. 
La tarea del Más Uno, es reunirse entonces con los integrantes del Cartel y ayudar 
mediante su intervención, a que se relance el deseo, a que se puedan situar nuevas 
preguntas. podríamos decir a reinstalar la falta, a que se descoagule lo coagulado y se 
pueda ligar de otro modo más propiciatorio. 
El Cartel fue creado en Paris, en la fundación de una Escuela de Psicoanálisis, pero es un 
dispositivo que podría resultar más que interesante en otros ámbitos, en otros contextos, 
allí donde se trate de propiciar mejores anudamientos, en las vías de la producción con 
otros, y del lazo social. 
10.- La multiplicación dramática 
La Multiplicación Dramática es un dispositivo creado en Argentina, que actualmente se 
utiliza en intervenciones grupales. La concepción de Multiplicación Dramática es pensada 
por Frydlewsky, Kesselman y Pavlovsky, como una nueva forma de pensar el dispositivo 
grupal. Dicen los autores que su nacimiento surge como un intento de buscar un camino 
alternativo al reduccionismo psicoanalítico y al movimiento psicodramático de comienzos 
de la década del `70 en la Argentina. Comienzan a aparecer entonces estas nuevas ideas, 
que transformarían la visión no solo en relación a la producción dramática sino también, 
acerca de lo grupal: la multiplicidad de sentidos. 
La multiplicación dramática aparece como un saber que supera la devolución verbal 
posterior a la dramatización, rescatando la esencia fundamental del psicodrama, la 
dimensión expresiva colectiva. En este sentido no se agota en un recurso dramático más, 
es toda una producción de sentidos. En la Multiplicación Dramática las escenas tienen 
vida propia, ya que sus resonancias despliegan múltiples sentidos, que escapan a la 
interpretación. Según el autor, la interpretación es un accionar equívoco psicoanalítico, 
que intenta reconducir los flujos del deseo al eterno mito. 
Se podría decir que la multiplicación dramática es una modalidad de trabajo que apunta a 
la multiplicacion, en vez de a la reducción. En este sentido entendemos que la 
multiplicación dramática no podría ser definida especificamente como algo acabado, sino 
que representa una noción compleja atravesada por diversos componentes que contribuyen 
a su conceptualización. 
Para que haya multiplicación dramática se necesitan básicamente dos cosas; “a) la escena 
de un protagonista y b) las improvisaciones que cada integrante del grupo realizará en 
forma de escenas por el efecto de resonancia que en cada integrante produce la escena 
inicial”. La primer escena que se plantea no prefigura ni contiene a las demás, tampoco es 
una síntesis de las escenas que vendrán posteriormente, pero sí en ella están inmersas las 
posibilidades de las multiplicaciones grupales, funciona siempre a disposición de la 
multiplicidad de sentidos. La multiplicación dramática habilita en el “como sí” lúdico y 
onírico de la multiplicación, jugar con los grandes temas existenciales, como la muerte, el 
amor y la locura. 
Conclusión: 
Luego de este recorrido, podemos sacar algunas conclusiones. “Ningún coordinador de 
grupos puede quedar en la ingenuidad de desconocer que para el abordaje grupal nos 
valemos de dispositivos que producen determinados efectos, más allá de que los hayamos 
pensado o no”. “Es fundamental para orientar nuestras intervenciones, direccionar el 
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proceso grupal, hacer una buena elección del dispositivo grupal a utilizar. Para ello, 
debemos tratar de conocerlos, pensarlos, analizarlos, crearlos” (Viñas, 2015) 
 Cada dispositivo grupal puesto en marcha puede propiciar (o no) la ligadura que 
cohesiona, generando condiciones para que el colectivo produzca sus propios sentidos de 
ligazón diferentes. A partir de poner en marcha operaciones de confianza, lo que se intenta 
es “operar en situación” con lo que ocurre y entre los que se encuentran allí y así poder 
transformar los monólogos en diálogos. 
Para los que trabajamos con grupos, procuramos construir lazos sociales y lo vincular 
mediante los dispositivos que generen gestiones solidarias donde se transite la 
intervención, procurando las posibilidades de transformación desde la propia producción 
de subjetividad, permitiéndonos dar cuenta de las situaciones que habitamos (Acuña y 
Pintos, 2009). 
 
BIBLIOGRAFIA 
Acuña, J y Pintos S (2009) Acerca de la importancia de la noción de dispositivo y sus 
efectos. Documento de la cátedra de la Facultad de Psicología de la Universidad de Mar del 
Plata. 
Edelman L,y Kordon D (Comp) (2011). Trabajando en y con Grupos. Vínculo y 
herramientas. Capítulos: Dispositivos Grupales. Algunos fundamentos. Grupos de reflexión 
para la elaboración de situaciones traumáticas. Algunas consideraciones sobre Grupos 
terapéuticos con pacientes neuróticos. Bs. As. Psicolibro Ediciones 
Foucault,M. (1977). Vigilar y Castigar. México. Siglo XX 
Foucault,M. (1977). La Voluntad de Saber. Historia de la 
Sexualidad. México. Siglo XXI 
Grosrichard, A. (1977): “El juego de Michel Foucault”. Entrevista publicada en la 
Revista Ornicar, núm. 10, julio, págs. 62 
Jasiner, G. (2019) La trama de los grupos. Editorial Lugar. Buenos Aires (pag. 31 y 32) 
Viña, S. (2015) en el curso Capacitación en Coordinación de Grupos y Equipos de trabajo. 
Organizado por el Instituto de Investigaciones Grupales. Directora: Graciela Jasiner

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