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Testigos de lo insólito Miguel Ángel Segura ©Derechos de edición reservados. ©Editorial Segurama. Maquetación: ©Miguel Ángel Segura Diseño de cubiertas: ©Miguel Ángel Segura. ©Miguel Ángel Segura. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o trasmitida de manera alguna y por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o de los autores. Todos los derechos reservados. AGRADECIMIENTOS En primer lugar, me gustaría dar las gracias de todo corazón a los testigos que aparecen en el libro y que un día decidieron contarme su historia. Sin ellos esta obra jamás se habría publicado. También me gustaría agradecer de forma muy especial el interés de todas aquellas personas que han decidido leer el libro. Por último, a todas las personas que me apoyan y creen en mí. NOTA DE AUTOR La práctica totalidad de las personas que de algún modo han colaborado con sus testimonios y experiencias para la confección de este libro aparecen con otro nombre, a petición expresa, para salvaguardar sus identidades y privacidad. También han sido cambiados, en algunos casos, los nombres de ciertos lugares con tal de no dejar en evidencia la identidad de dichas personas. El resto, como siempre, es tan real como la vida misma… PRÓLOGO El misterio es algo tan grande y poderoso que genera en el ser humano todo tipo de emociones, algunas positiva y otras negativas; pero todas dejan en nosotros un gran impacto. Es por consiguiente normal que alguien que haya sido testigo de lo insólito quede marcado por la gran huella del misterio. Algunas personas han vivido sus experiencias con lo inexplicable de forma cordial, como veremos en este libro; y otras han sufrido en su propia piel la cara más escalofriante de lo extraño, como también comprobaremos en las próximas páginas. Es importante dejar claro este asunto porque parece que hay personas detractoras o ultra escépticas que se dedican a mofarse de aquellos que han sido víctimas de lo insólito, sin saber que todos estos testigos están sufriendo mucho porque nadie puede darles una explicación convincente sobre el origen y la causa de su propia experiencia, la cual no tiene ninguna explicación racional para ellos. He entrevistado a multitud de testigos de lo insólito durante los años que llevo dedicados al misterio. La mayoría son personas normales; con sus estudios, su trabajo, su familia y sus aficiones. Muchas de ellas, incluso, ni siquiera sienten pasión por estos temas y se han topado con lo absurdo sin buscarlo. Nadie está a salvo de poder caer en las garras del misterio; ni tampoco los detractores, aunque dudo mucho que contaran sus experiencias insólitas por muy impactantes que fueran. Eso sería ir en contra de su posicionamiento escéptico y, sobre todo, en contra de su feroz ego. Por todo esto que estoy comentando y por muchas otras cuestiones similares, creo que era necesario escribir un libro como éste en el cual el objetivo es dar a conocer testimonios de personas que se han enfrentado a lo insólito, a la vez que se brinda un homenaje a todas esas personas que se han topado con el misterio y viven desde entonces ocultando a los demás su experiencia por temor al qué dirán y por miedo a las burlas de aquellas personas que creen que todo es blanco o negro. Por eso, este libro va dedicado a esas miles y miles de personas de nuestro país que saben que en esta vida extraña existen tonos grises y misteriosos. Debido a todas esas burlas que comento hemos preferido mantener el anonimato de la mayoría de los testigos que aparecen en el libro, porque sabemos que antes o después pueden ser causa de burlas por personas de su entorno o desconocidos. Otro de los tópicos que han quedado sellados a fuego en la mente de las personas es que todo lo que tiene que ver con experiencias de este tipo es terrorífico; sin embargo, esto no es así. En el libro vamos a conocer varias historias sorprendentes de personas que tras enfrentarse a lo insólito han salido muy beneficiadas, sobre todo a nivel emocional y espiritual. Y es que como digo siempre, en ese otro lado hay entidades buenas, malas y regulares, igual que en nuestro mundo. Normalmente, todas las personas que se dedican profesionalmente al misterio les invitarán a que cuenten su experiencia de forma pública y sin permanecer en el anonimato. Les dirán que es importante que lo hagan porque así aliviarán el sufrimiento de otras personas que se encuentran en su misma situación y que no son capaces de explicar por lo que están pasando debido al miedo que tienen por el qué dirán los demás. Yo les aconsejo que no hagan caso de estos profesionales, puesto que su único objetivo es conseguir un testimonio jugoso, con nombre y apellidos, para realizar un buen reportaje en audio, vídeo o escrito. Si realmente miraran por ustedes les dirían lo que yo les estoy diciendo ahora; y es que cuenten sus experiencias, pero mantengan su anonimato, para evitar caer en burlas y desprestigio por parte de otras personas. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad así de asquerosa, y por mucho que nos disguste, la gente es así de malévola en ocasiones; por lo cual, ¿qué vamos a conseguir si damos nuestra identidad? Nada, sólo que algunos descerebrados nos señalen con el dedo y se mofen de nosotros. Lo importante es contar la experiencia, indiferentemente de quién la firme. APARICIÓN EN CARRETERA Existe una leyenda popular por encima de todas dentro del mundo del misterio; ésa es, sin duda, la famosa historia de la chica de la curva. Se cuentan cientos, quizá miles de relatos diferentes en todo el mundo donde aparece la figura de esta mujer extraña en medio de la carretera. Podría creerse que estamos ante una simple leyenda. De hecho, yo así lo creía hasta que me topé con varios testimonios realmente sorprendentes y de una fiabilidad absoluta. Tras verme obligado a lidiar con estas experiencias relatadas por otras personas me planteé una cuestión crucial: ¿qué demonios significaría esta escenografía de la chica de la curva? Intentaré resolver la cuestión al final de este capítulo con una pequeña reflexión. Ahora, vamos a conocer de primera mano uno de estos casos relacionados con apariciones en la carretera donde una extraña mujer se convierte en la protagonista del momento. Jonathan circulaba en su coche por la autopista AP7, dirección Barcelona-Tarragona a la altura del kilómetro 226,5; iba acompañado de su esposa. Era el día de San Valentín del año 2007; por eso recuerda perfectamente la fecha en que lo imposible se plasmó ante él en forma de… ¿fantasma? Todo sucedió aproximadamente entre las diez y las once de la noche. Circulaban tranquilamente cuando, de repente, algo extraño se apoderó del ambiente. El entorno se silenció; no había más vehículos en la carretera. Incluso una fábrica que se encuentra al lado de la autopista, y que siempre tiene las luces encendidas, ese día las tenía apagadas. Jonathan describe la experiencia como muy rara. La sensación del testigo es como si ellos fuesen solos por el mundo en ese momento. Nuestro testigo estaba poniendo un CD en el aparato reproductor del coche y, cuando volvió a mirar a la carretera, vio a una mujer tendida en el suelo que se encontraba a unos 50 metros del vehículo. La chica estaba tumbada, y se incorporó un poco. Se sentó en el suelo, con las manos apoyadas en la calzada y observando fijamente a los ocupantes del automóvil. Acto seguido se levantó… pero lo extraño es que todo esto sucedió muy despacio, como a cámara lenta. Los testigos no consiguen explicarse cómo, en milésimas de segundo, sucedió todo esto. Al levantarse del todo la mujer se desplazó hacia el arcén. Entonces, el conductor pegó un volantazo para evitar atropellar a la chica. Al mirar por el retrovisor, ésta había desaparecido. La esposa de Jonathan no dudó en llamar a los Mossos d’Esquadra para informar de lo que acababa de suceder. Al día siguiente, Jonathanpasó de nuevo por la zona y vio a una patrulla de la Policía en el lugar de los hechos. Al llegar a casa, la pareja tomó asiento en el salón para hablar acerca de lo que había sucedido e intentar, así, sacar conclusiones racionales. Lo primero que pensaron es que quizá todo lo sucedido no fuese más que una artimaña de unos maleantes para obligarles a detener la marcha y robarles; pero lo descartaron con rapidez. La mujer estaba 50 metros por delante la salida del área de servicio. Lo más lógico habría sido que, si querían que el vehículo se detuviese para poder consumar el robo, lo hubiesen hecho 50 metros antes de llegar al área de descanso, con tal de que el automóvil quedase detenido en aquel punto. La segunda opción que valoraron es que podía tratarse de una mujer con problemas mentales que quizá quisiera suicidarse; pero también lo descartaron. La forma de vestir de la chica no era normal. Llevaba una blusa de tirantes y un pantalón corto, y había que tener en cuenta que los hechos sucedieron un 14 de febrero por la noche. Además, el viento soplaba con fuerza. Tenía el pelo largo, y debía lucir pendientes, a juzgar por el brillo de las orejas. Pero lo que más les sorprendió fue que parecía no tener rasgos en el rostro… tenía la cara como difuminada. REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA Jonathan me parece una persona sensata y muy racional. Para darse cuenta de esto sólo hay que leer la parte final de su experiencia. Al llegar a casa intenta buscar una explicación lógica a lo vivido minutos antes junto a su esposa. Tan sólo cuando descarta todas las posibilidades racionales opta por la hipótesis de lo inexplicable. Hay detalles muy interesantes en esta experiencia, empezando por algo muy común en estos casos. La mayoría de los testigos de lo insólito que han experimentado situaciones misteriosas similares a ésta, afirman que el entorno se silenció y que la vida a su alrededor pareció desaparecer por un momento, siendo ellos los únicos protagonistas del mundo en esos instantes. Jonathan y su esposa vivieron exactamente lo mismo en el momento de la aparición, lo cual aporta un dato muy importante a esta historia. Otra cosa curiosa y frecuente en estos casos de aparición, aunque quizá no tanto como lo comentado anteriormente, es que todo transcurre a modo de cámara lenta, pero en realidad apenas han pasado uno o dos segundos. Al contrario de lo que sucede en las experiencias con ovnis o visitantes de dormitorio, en las que el testigo cree que el suceso duró pocos segundos cuando en realidad fueron horas, en el tema de las apariciones fantasmales sucede lo contrario; al menos en experiencias en carretera. Me sorprende un dato que quizá a ustedes se les puede haber pasado por alto, y es la presencia, al día siguiente, de los Mossos d’Esquadra en el lugar de los acontecimientos. Lo normal es que la noche en que llamó la esposa de Jonathan la Policía se personara en el lugar. Seguramente lo hizo. Pero lo que se sale de toda lógica es que también lo hiciese al día siguiente; a no ser, claro está, que la llamada de nuestra testigo no fuese la única que recibieron. En tal caso sí sería lo más apropiado que la Policía frecuentase el lugar durante los días posteriores. De hecho, yo estoy convencido de que recibieron más llamadas. Hablé con un amigo que tengo en los Mossos d’Esquadra y me dijo que las llamadas sólo se guardan durante un año, por lo que era imposible acceder a aquella en el año 2012, cuando tuvimos conocimiento del caso. Mi conclusión final es que la experiencia de este matrimonio ha sido auténtica. Estamos ante una aparición en carretera en toda regla. El caso presenta todos los patrones y evidencias de que aquella mujer no pertenecía al mundo de los vivos… Jonathan y su esposa se toparon con un fantasma. Lo tengo claro. FANTASMA EN MI CASA El misterio puede acecharnos en cualquier lugar y momento. Hay personas como Isabel que han sido testigos de lo insólito en momentos inesperados en los cuales no pretendían toparse con este mundo desconocido. A raíz de su primera experiencia con lo inexplicable sus vidas han cambiado de forma dramática y los acontecimientos se han disparado hacia lo paranormal. Isabel vive en el municipio de Granollers, en la provincia de Barcelona; junto a su hija Nerea y su hijo Joel. Todos han sido testigos de lo insólito, ni siquiera el pequeño de la familia, con apenas cuatro años por aquel entonces, se libró de las garras del misterio. Isabel me contó cosas tan sorprendentes como las que voy a relatarles a continuación. APARICIÓN DE UN HOMBRE: Muchas noches, a los pies de la cama de nuestra protagonista sucedía algo espeluznante, y es que un extraño ser con forma humana —ella le encontraba parecido a Lincoln, el ex presidente de Estados Unidos— que tenía el rostro pálido, una cicatriz en la cara y vestía sombrero de copa y ropajes oscuros, se manifestaba ante su mirada atónita. Al contemplar esta escena tan asombrosa la mujer atormentada por el miedo se tapaba la cara con la almohada durante unos segundos. Cuando volvía a mirar, el hombre había desaparecido, aunque en algunas ocasiones continuó estando allí… hay noches en las cuales tardó varios minutos en desaparecer. JUGUETES QUE FUNCIONAN SOLOS: Algo que creaba un desconcierto total en la familia era la absurda pero real situación de observar atónitos cómo los juguetes de Joel funcionaban solos. Esto dio paso a que Isabel tomara medidas para erradicar aquella situación que tenía desquiciados a todos los habitantes del inmueble. Para ello les quitó las pilas y baterías a los aparatos; sin embargo, la causa paranormal no se rindió tan fácilmente, puesto que hizo que los juguetes continuaran funcionando. El piano seguía sonando de forma melódica a pesar de no tener pilas, y los coches eléctricos continuaban escuchándose por la casa sin tener batería. Nuestra testigo decidió tirar los aparatos al contenedor de basuras. PASOS, RUIDOS Y GOLPES EXTRAÑOS: En muchas ocasiones, Aroa, sobrina de Isabel, acudía a su casa para presenciar todo lo que allí acontecía. De hecho, ella misma fue la persona que me informó de este caso y quien me puso en contacto con su tía Isabel. La cuestión es que cuando todos estaban en el comedor escuchaban pasos, ruidos y golpes que provenían del pasillo y de la habitación de Joel. Los golpes incluso llegaban a interactuar con ellos, creando una situación de pánico como todos ustedes pueden imaginar. Nunca hallaron una explicación racional para explicar qué o quién producía estos fenómenos, y mucho menos el porqué. OTRAS APARICIONES: La propietaria del inmueble junto con sus familiares cercanos nos explicaron otras apariciones que se habían producido en el lugar. Nerea fue testigo de dos de ellas. La primera situación extraña y escalofriante tuvo lugar en el pasillo de la vivienda, donde pudo observar a un niño vestido de comunión que cruzaba el pasillo. La segunda experiencia le sucedió en la cama; fue al mirar hacia el techo cuando pudo ver a una mujer flotando encima de su cabeza. La describió como una señora mayor que le puso los pelos de punta. Llegó a creer en la posibilidad de que podía ser un familiar que había muerto hacía años, pero la verdad es que el enigma quedó sin resolver. Ahora vamos a reflexionar sobre este testimonio, del cual, por cierto, hablé en diferentes medios de comunicación, aportando la voz de la propia testigo. Algunos de estos programas fueron, por ejemplo, Milenio (Radio Autonómica de Galicia) y Sexta Dimensión (Radio Nacional de España). REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA La reflexión que puedo hacer sobre nuestra testigo y su experiencia es bastante objetiva puesto que hablé con ella en varias ocasiones y realicé una investigación en el propio inmueble. No tengo ninguna duda: las experiencias son reales y originadas por alguna causa ajena a los inquilinos del inmueble. Yo mismo pude recoger una psicofonía que decía “Joel”. Curiosamente, el niño aseguraba que escuchaba la voz de su osito que le hablaba… ¿casualidad? Con respecto ala aparición del hombre con sombrero de copa tengo que decirles que es un arquetipo muy común dentro del mundo extraño de las apariciones. Son miles los testigos que hablan de esta figura escalofriante. Algunos lo asocian a los famosos mensajeros de la muerte de los que hablan determinadas culturas. Mi opinión personal es que se trata de algún holograma arquetípico plasmado por entidades oscuras que buscan atormentar a las buenas personas. En ocasiones no hace falta nada más que una simple aparición de estas características para convertir la vida del testigo en un auténtico infierno. Con respecto a los juguetes que funcionan solos me he encontrado varios casos más donde sucede lo mismo. Parece ser otro fenómeno común dentro de este tipo de entornos donde lo absurdo cobra vida de forma inteligente. No tengo una teoría clara sobre por qué sucede esto ni qué origen tiene, pero lo que sí tengo claro es que se trata de una manipulación de nuestra tecnología con fines no demasiado buenos. Quizá atormentar a los testigos sea el objetivo, o quién sabe si sólo es un efecto secundario a consecuencia de la energía desconocida que habita el lugar. Tenemos que tener claro que todo tipo de energía puede afectar al entorno y a lo que hay en él. Los pasos, ruidos y golpes extraños se manifiestan en todo tipo de lugares donde acontece lo paranormal; incluso lo hacen de forma supuestamente inteligente, como en el caso que nos ocupa. Detrás de todo esto, por tanto, se halla una causa inteligente que lo provoca todo. El motivo por el cual genera todo esto puede ser diferente dependiendo del ángulo desde donde se mire. Hay quien opina que lo hacen para llamar nuestra atención, otros creen que quieren dejarnos un mensaje, algunos opinan que tras esto se esconden entidades malignas que pretenden asustarnos. En definitiva, hay multitud de hipótesis de las cuales no sabría con cuál quedarme. Las apariciones que ha presenciado Nerea pueden ser debidas a muchas cuestiones, aunque tras conocer de primera mano que en el lugar suceden cosas extrañas, tengo que creer en un alto porcentaje que forman parte de lo paranormal. Me explico: si sólo se hubiesen dado estas dos apariciones en la casa y no se hubiesen producido otros fenómenos, seguramente creería que la causa podría estar en la cabeza de la niña, al igual que si el único suceso misterioso hubiese sido la aparición que atormenta a Isabel, hubiera creído que quizá podría estar todo en su mente; pero la suerte que tenemos en este caso es que hay varias personas que han sido testigos de fenómenos, entre ellos yo mismo el día que visité la vivienda, por lo que creo con toda firmeza en la autenticidad de estos testimonios y en la realidad de lo paranormal. EXTRAÑO VISITANTE El caso que a continuación nos ocupa es, sencillamente, alucinante. Es uno de esos episodios en los que uno, en su vertiente de investigador, no sabe demasiado bien a qué atenerse. Mónica tiene 26 años cuando se recoge el testimonio, y los hechos sucedieron aproximadamente diez años antes, en la antigua finca de sus abuelos, situada en una urbanización de la provincia de Barcelona. Se trata de una pequeña población muy cercana a Terrassa que, como otros cientos de lugares, fue visitada de improviso por el misterio. ¡Y de qué manera! Era de noche, y ella ya se había acostado. Estaba en la habitación y su fiel perro se encontraba tumbado junto a la cama, atado a una de las patas de la misma. Todavía despierta, oyó unos pasos al otro lado de la puerta de su habitación, que permanecía cerrada. Se trataba de su abuela; Mónica la reconoció de inmediato, por el sonido y la cadencia de los pasos. Sin embargo, cuando se cerró la puerta del cuarto de baño, continuó oyendo otros pasos que, al parecer, se hallaban inmediatamente por detrás de los de su abuela. Su perro, un animal de buen tamaño, comenzó a ponerse nervioso y a gruñir, lo cual puso en guardia a Mónica de inmediato. Aquellos misteriosos pasos, que escuchaba con total claridad, no se detuvieron a la altura del cuarto de baño, en el pasillo, sino que continuaron acercándose hasta situarse justo por detrás de la puerta de su dormitorio. Y el perro empezó a ladrar, gruñendo y mostrando sus afilados dientes… De repente, los acontecimientos dan un giro inesperado. El animal, ahora totalmente asustado y con el rabo entre las piernas, vuelve a posarse sobre el suelo, aterrorizado. Mónica, atenta a la extraña reacción del can, observa desde la cama cómo la puerta de la habitación se abre… y aparece una silueta. Lo describe como un ser muy extraño; alto, pelo rizado y rubio. Viste por completo de negro, y se aproxima a los pies de la cama con la intención de comprobar si Mónica duerme. El corazón de la testigo late como un caballo desbocado mientras, muy asustada, observa los movimientos del intruso nocturno. Lentamente los detalles se van haciendo más claros, más evidentes; según sus propias palabras, “…es bastante pálido, como si fuera el típico vampiro que sale en la tele. Los labios amoratados y los ojos como hundidos, como si tuviese unas “sombrillas”. Algo raro. ¿Tú has visto la niña de El Exorcista? Pues la chica real a la que le hacen supuestamente el exorcismo tenía los ojos así, oscuros, sobre la piel bastante clara. Me dio la impresión como si fuese una especie de “vampiro”, pero no bien, bien del todo. Yo tuve la sensación de que ese ser o esa persona no estaba viva…” Debía medir un metro ochenta y cinco o un metro noventa. Mónica lo observa de reojo, pero se da cuenta de que era alto y delgado; muy, muy delgado, especifica. Mónica sabía que era un hombre, por la constitución y los pasos. “Los pasos eran bastante pesados…”, declara al interrogarla; “…era alguien delgado, pero aun así los pasos eran pesados…”. Cuando todo vuelve a la normalidad, Mónica interroga a sus familiares. Nadie vio nada; nadie oyó nada. Y una terrible sensación de angustia la invade. Finalmente, declara con la voz algo entrecortada al recordar el suceso: “Algo hubo; mi perro jamás ha demostrado tanta agresividad. Y cuando vi a mi perro en guardia y que no apartaba la vista de la puerta yo me dije: ¡madre mía, aquí pasa algo! No me suelo asustar, pero en ese momento me dije: “vale más que te calles y date media vuelta. Mis abuelos ya no tienen la torre, pero te aseguro que yo ya no volvería a dormir allí sola nunca más ni, aunque me pagaran millones”. REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA Popularmente se cree que las apariciones sólo tienen dos tipos de procedencia: fantasmas y extraterrestres. Sin embargo, siempre he defendido que esto no es así. Es más, creo que todos los fenómenos paranormales y todas las inteligencias que se comunican desde ese otro lado no necesariamente tienen que ser lo mismo. Me explico. Igual que en nuestro mundo hay multitud de seres: humanos, animales, peces, insectos, etcétera. En ese otro lado puede ocurrir lo mismo. Pero, además, a esta teoría añado que todo lo que nosotros llamamos “otro lado” quizá deberíamos llamarlo “muchos otros lados” debido a que denominamos así a todo aquello que procede de un lugar ajeno al nuestro, al racional, al explicable. Es por eso que no podemos obviar que quizá las apariciones, manifestaciones y otros fenómenos puedan proceder de diferentes lugares que nada tienen que ver unos con otros. Creo que el caso de Mónica es un ejemplo de ello. Con respecto a la experiencia de la testigo tengo que decir en primer lugar que para mí no miente, y que ni siquiera ha sido una mala interpretación de su cabeza. Y lo tengo tan claro porque en este caso interactúa además su perro, comportándose, como hemos leído, de forma extraña, mostrando los patrones típicos de conducta que reflejan estos animales en situaciones similares. Soy un gran amante de nuestros amigos los animales, y muy especialmente de los perros. Sé cómo se comportan normalmente y cómo suelen reaccionar ante situaciones donde se presenta lo paranormal. Me dedico a investigar, así que me fijo mucho en esta cuestión porque perros y misterioson para mí dos grandes pasiones. El ser que se apareció ante nuestra testigo es extraño, muy extraño; por eso tengo que creer que no se trata de una aparición común de un “fantasma” típico, ni tampoco de una manifestación vinculada al tema ufológico, puesto que este ser no tiene nada que ver con los típicos “grises” con forma humanoide y cabeza alargada. Se me hace sumamente complicado poder asociar a este ser dentro de los parámetros conocidos en casos de apariciones, por lo que no puedo catalogarlo dentro de ningún tipo de aparición concreta. Tampoco entiendo cuál es el objetivo de la visita, porque la experiencia no nos hace intuir qué intención tiene este ser al aparecerse en la alcoba de Mónica. Estamos ante uno de los casos más extraños a los que me he enfrentado en estos once años. Espero que usted, amigo lector, pueda sacar sus propias conclusiones porque yo me veo incapaz de llegar al fondo de esta cuestión. Sólo puedo decirles que nuestra protagonista en esta historia es una persona con los pies en la tierra, la cual tiene toda mi confianza. Creo firmemente que su experiencia es real. VISITANTE DE DORMITORIO Si existe un tipo de aparición que crea pánico en los testigos es aquella que se produce en el domicilio de la propia persona y más concretamente a los pies de la cama. Existen diferentes tipos de entidades; algunas son fantasmales o espectrales, pero otras son bien distintas, como puede ser la que nos ocupa en este caso, aunque hay más variedad todavía. Siempre se ha asociado el conocido visitante de dormitorio al sector de la ufología y los ovnis. También se asocia a experiencias negativas, terror y experimentos humanos, incluso a abducciones terribles. Es por eso, que este caso de visitante de dormitorio es completamente diferente a lo que siempre escuchamos. La base de la experiencia podría ser la misma, al menos en cuanto a la figura de estos seres antropomorfos y de cabezas alargadas. Tengo que reconocer que este caso que nos ocupa es uno de los que más me fascina de este libro y de todos los que conozco hasta la actualidad. Espero que, para ustedes, amigos lectores, también sea igual de apasionante que para mí. Betsabé es una mujer que siempre ha sido un poco miedosa y tiene algunas manías como taparse la cara para dormir, entre otras. La noche de la aparición nuestra testigo se acostó algo asustada, sin motivo aparente. Cerró la puerta del baño, de los armarios y de la habitación. Según explica, estaba algo obsesionada esa noche debido a un incomprensible miedo interior que sentía. Tras acostarse y quedarse dormida, a media noche se despertó de golpe y giró la cabeza. En ese momento notaba presencias, como si hubiese alguien más en la habitación aparte de su marido y su hija. Al fijar la vista pudo ver al lado de la puerta a dos seres muy altos y extremadamente delgados. La cabeza sobrepasaba el marco de la puerta. El cráneo era muy grande, como si tuvieran la frente muy alta. Tenían los ojos negros y rasgados; eran muy grandes. A pesar de la extrañeza de la situación, la testigo pudo percibir que no eran seres agresivos, ni malos. Betsabé se impregnó de amor y paz al ver a aquellos extraños “hombres” de gran cabeza. Nuestra protagonista explicaba que al ver a los seres dijo, sin saber bien por qué: “al fin están aquí, qué bien que hayan llegado”. Comparaba aquel momento con el de un niño que tiene miedo y ve que entran sus padres en la habitación. “En ese momento sientes mucho alivio”, explicó la testigo. Fue tal el impacto positivo que Betsabé sintió al toparse con ambos seres que cerró los ojos y volvió a dormirse sin necesidad de taparse la cara ni de llevar a cabo sus rutinarias manías. Estas figuras en ningún momento interactuaron con la testigo. Miraban hacia la pared, pero de forma extraña, como si pudieran ver más allá de ella. Esto hizo pensar a la mujer que a lo mejor no estaban allí por ella, ya que los seres se encontraban al otro lado de la cama, justo en la parte donde duerme su marido. Sea como fuere, no hubo ninguna interactuación entre los visitantes y la familia. Lo que más impresionó a la testigo no fue la visión de estas extrañas figuras; fue la sensación que tuvo durante la experiencia y en días posteriores. Lo relataba así: “Sentí un amor muy grande, una despreocupación por todo, como si lo comprendiera absolutamente todo… es que no sé describir bien la sensación. Una paz muy grande, una tranquilidad… bueno, recuerdo perfectamente su mirada. A mí no me contemplaban, pero es algo que se me ha quedado grabado. Era como de tristeza, como diciendo: ¿qué habéis hecho?, ¿qué estáis haciendo? Era una mirada muy expresiva, como de dolor. La experiencia me ha servido para ver las cosas de otra manera. Siempre he sido muy de ciencias y analítica con las cosas. Pensaba que todo tenía una explicación racional, pero desde ese momento todo cambió. Además, me puse a investigar como loca porque quería saber más. Esto me llevó al budismo, el hinduismo y las filosofías que buscan el bienestar personal. Quería seguir manteniendo esa paz y ese amor que aquellos seres me trasmitieron”. REFLEXIÓN DE MIGUEL ANGEL SEGURA Nos encontramos ante un caso digno de analizar puesto que rompe todas las barreras “tradicionales” que caracterizan a lo que comenta la mayoría de los testigos en situaciones similares a estas en las que se presenta ante ellos el visitante de dormitorio que asociamos al tema ufológico. Lo primero que despierta mi atención en este caso son las manías de nuestra protagonista, ya que esto puede hacer pensar a los más escépticos que la mujer quizá pueda estar influenciada por esta cuestión. A mí esta hipótesis me parece absurda. Todos tenemos manías; es algo que acompaña al hombre desde el inicio de su existencia. La claridad con la que pudo ver a estos seres me demuestra que no se trata de un sueño, además de la sensación que percibió al vivir la experiencia, siendo todo lo contrario a lo que cualquiera de nosotros sentiríamos en un sueño en el que se nos aparecen dos tipos tan extraños. Yo, al menos, estoy seguro de que me despertaría sudando y muerto de miedo. Tengo claro que no se trató de ningún sueño. Betsabé presenció una aparición real. La sensación de amor, paz y despreocupación absoluta (positiva) me demuestran con firmeza que aquella noche la testigo fue visitada por seres diferentes a nosotros y, quizá, mucho más buenos y bondadosos que la especie a la que pertenezco. No puedo profundizar más en este caso porque se me abren diferentes hipótesis con respecto al motivo por el cual estos seres estaban aquella noche en la habitación. Incluso barajo la posibilidad de que ocurriera algo totalmente diferente. Y es que en esos momentos dos mundos de dimensiones diferentes se fusionasen por unos instantes y Betsabé pudiera ver lo que hay al otro lado. Ella misma describe a los seres mirando hacia la pared, pero con la vista puesta más allá, como si la mirada traspasara la propia pared. Lo que me queda en duda, suponiendo que esta hipótesis fuera la correcta, claro, es si estos seres podían ver nuestro plano dimensional o no, puesto que la testigo comenta que a ella en ningún momento la miraron. Este caso me apasiona y es uno de mis preferidos. Ojalá algún día pueda vivir esta sensación tan bonita. Quizá se parezca a la que sentí hace tiempo en un lugar muy especial mientras un amigo me relataba una vivencia también cargada de amor, paz y despreocupación. LOS CUADROS MALDITOS Hace varios años, la testigo adquirió en una tienda de barato una serie de cuadros que, sin ella saberlo, estaban supuestamente malditos. A partir de entonces, empezaron a sucederse en la vida de Noelia una serie de hechos que no la iban a dejar indiferente. Y el primero de ellos, casualidad o no, fue que la tienda donde los adquirió cerró al cabo de sólo un mes. A Noelia ya no le fue posible contactar en ninguna otra ocasión con la antigua propietaria del establecimiento, pero tuvo noticia de que ésta cayó muy enferma. Sea como fuere, la vida de Noeliacambió a partir del hecho de haber adquirido unos cuadros en apariencia sin importancia. Noelia tuvo conocimiento de la intrigante historia de la maldición a raíz de una extraña llamada telefónica; su tía la llamó, efectivamente, advirtiéndola de que sobre aquellos cuadros parecía haber recaído una especie de maldición. La invitó a poner en marcha la televisión pues, en aquel mismo momento, en el afamado programa de Iker Jiménez, Cuarto Milenio, estaban hablando acerca del tema del mito o la posible realidad de los cuadros malditos; y, lo más inquietante de todo, era que aquellos cuadros a los que se refería el popular periodista del misterio fueron identificados por la tía de Noelia, precisamente, como los mismos que tenía su sobrina en casa. Cuenta dicha leyenda que, el lugar en el que se encuentren esos cuadros afectados por tan singular maldición será pasto de enigmáticas quemaduras, llamas e incendios, y allí se producirán determinados hechos desagradables e insólitos de naturaleza inexplicable quedando siempre intactos, sin embargo, los cuadros. Lo peor de todo esto, para más enjundia, es que al parecer dichos cuadros –según la mencionada leyenda no deben tirarse o quemarse para deshacerse de ellos jamás. Tal vez esta historia sólo sea un mito, o quizá no se trate más que de una leyenda urbana. Pero lo cierto es que Noelia ha sido testigo, desde la adquisición de estos cuadros, de literalmente decenas de episodios inexplicables que han te nido lugar en su domicilio y que han sido provocados, al parecer, por determinadas fuerzas o manifestaciones ocultas e inexplicables íntimamente relacionadas con estos misteriosos objetos. En la fecha en que se recogió el testimonio de Noelia, ésta hacía ya diez o doce años que los había adquirido. En ese período de tiempo, ha tenido la oportunidad de detectar, en muchas ocasiones, un fuerte olor a humo; o comprobar estupefacta, por ejemplo, cómo aparecían claras e inexplicables quemaduras en el sofá de su casa que, asegura, no han sido provocadas por nada conocido, como pueda ser un cigarrillo. Noelia cuenta que jamás dio mayor importancia a esos extraños sucesos hasta que, a raíz de conocer la historia, éstos empezaron de alguna forma a intensificarse, a amplificarse. ¿Casualidad? Noelia aún los conserva en su domicilio, y confiesa haberse acostumbrado ya a ellos. Ni cree ni deja de creer, pero nos confiesa a micrófono cerrado, que aún mantiene la duda, la curiosidad por saber si todo esto es cierto o puede tener alguna explicación coherente. Y esa duda siempre está presente. REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA Imagino que esta historia les habrá sorprendido tanto como a mí me sorprendió el día que tuve constancia de ella. Noelia es una persona coherente y muy sensata, con la que pude hablar en numerosas ocasiones; incluso, llegó a surgir una buena amistad entre nosotros, por lo que hablamos de este caso en repetidas ocasiones, y les puedo asegurar que todo lo que ella y su madre vivieron en el domicilio fue de lo más extraño. Recuerdo que, además de sucederse una y otra vez estos episodios dantescos donde se producían pequeños incendios en la vivienda, ocurrieron algunas manifestaciones de tipo paranormal que quizá estaban ligadas a los cuadros, quién sabe. La cuestión es que nada de todo esto había sucedido en la casa de Noelia antes de haber adquirido los cuadros. ¿Casualidad? Personalmente, no creo demasiado en este tipo de leyendas, sin embargo, en este caso concreto no puedo negar la evidencia, y existe una relación directa entre los cuadros y los episodios extraños que se suceden en el inmueble. Ahora bien, ¿creen que todas estas manifestaciones insólitas podrían estar creadas por el subconsciente de sus inquilinos de una forma inconsciente? Me explicaré mejor. ¿Creen que la sugestión de Noelia y su madre es la que provoca los fenómenos? Dicen que nuestra mente es tan poderosa que cuando está bajo los efectos de la sugestión o la obsesión puede llegar a generar cosas sorprendentes en nuestro entorno o, incluso, en nosotros mismos. ¿Qué opinan? No cabe duda de que esta última hipótesis planteada es probable, aunque hay un dato que no podemos obviar, y es que Noelia no sabía nada de los cuadros malditos hasta que su tía le dio la noticia. Y antes de que esto ocurriera, en el domicilio de la testigo ya se producían pequeños incendios y fenómenos extraños. Por consiguiente, me decanto por otra teoría que no sea la del subconsciente. Pero, claro, ¿qué teoría sería la correcta? ¿Quizá los cuadros están realmente malditos? Sinceramente, no lo sé. De lo que sí estoy convencido es de que las casualidades no existen. TESTIGO OVNI Aquella mañana David P. G., uno de los testigos del fenómeno, estaba disfrutando de un partido de frontenis, deporte al que es muy aficionado. Aún en la pista, situada en las instalaciones del Polideportivo de Can Jofresa, en Terrassa, David y su compañero de juego se habían tomado unos instantes de descanso, antes de dirigirse al vestuario de dichas instalaciones. Ambos charlaban distendidamente cuando, de repente, observaron algo en el cielo. Pero dejemos que sea David el que nos lo cuente: “Estaba yo disputando un partido de frontón y, sobre las nueve y cuarto o las nueve y media acabamos de jugar. Estábamos sentados en la pista. Estábamos charlando, mientras descansábamos un poco para reponer fuerzas. En eso que miro hacia arriba y me encontré… me encontré… algo. En casa somos muy aficionados a los aviones; incluso mi padre tiene varios libros sobre el tema y una completa enciclopedia de aviación. Conozco bastante bien los aviones, y lo que vi allá arriba en el aire no me resultó ni familiar ni mucho menos algo comparable a la aviación de hoy en día. Tenía forma de triángulo, con tres luces en la parte de abajo. Y eran blancas. Era una luz blanca, muy, muy potente. Me extrañó mucho, porque normalmente a cualquier avión no se le ven las luces delanteras a las nueve y media de la mañana; prácticamente a ningún avión se le ven las luces de día. Y eran luces muy, muy potentes, porque se le veían bien. Estaba parado en el aire; estaba parado encima nuestro, en nuestra vertical. Muy lejos, muy alto, pero parado. Y no se movía… estaba ahí. Estuvimos mirándolo; yo continuaba con mi compañero, con el compañero con el que había estado jugando, y ambos nos preguntábamos cada vez con más curiosidad acerca de lo que estábamos contemplando en el cielo. Al cabo de aproximadamente dos minutos, aquello se puso en marcha. Empezó a moverse, muy despacio, muy despacio, y se fue alejando. Finalmente fue acelerando, cada vez más, hasta que al final lo perdimos de vista. No te puedo decir si el objeto era gris, azul marino… no lo sé, porque la intensidad de las luces no nos dejaba apreciarlo con claridad ni determinar el color que tenía. Sólo puedo decirte que era un objeto oscuro. REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA Tengo que decirles que este avistamiento ovni se produjo en un lugar misterioso. ¿Conocen las historias que se cuentan sobre el Polideportivo Can PaletCan Jofresa de Terrassa? En varios de mis libros hablo de este lugar, y en el DVD Terrassa paranormal y misterios del mundo dedicamos un reportaje al tema. Bueno, la cuestión es que el lugar es de por sí un escenario acostumbrado a lidiar con lo insólito. Con respecto a la experiencia de David, tengo claro que se trata de un objeto volante no identificado. No creo que sea ningún avión convencional. Aunque claro, tampoco por eso podemos creer que estamos ante una nave tripulada por seres de otros planetas. Lo más probable es que ese objeto sea algún prototipo experimental de alguna marca aeronáutica, gobierno o ejército. Sería más racional pensar esto que dejarse llevar por la teoría extraterrestre. De todas formas, mientras no se halle una explicación convincente al suceso, cualquier hipótesis puede ser expuesta y valorada. Lo que sí tengo claro es que David es un experto en el tema de los aviones y conoce muy bien todos esos aparatos comunes que sobrevuelannuestro cielo. Por tanto, comparto firmemente su postura de que aquello no era un avión convencional, sino algo totalmente diferente. En la ciudad de Terrassa, y los que sean lectores de mis libros lo sabrán, se han producido numerosos avistamientos ovnis que están documentados. La mayoría de ellos han sido mencionados por la prensa local y comarcal. De la hemeroteca del Diari de Terrassa pude rescatar varios artículos que hacían mención de estos avistamientos extraños. En mis libros anteriores pueden encontrar los recortes de prensa que menciono. En definitiva, tenemos antecedentes en esta ciudad que nos hacen creer que nos hallamos en un punto caliente de nuestra geografía en cuanto a manifestaciones ovni se refiere. La experiencia de David es sólo una de las muchas situaciones extrañas que se han producido en relación con objetos insólitos que sobrevuelan el cielo egarense. POSESIÓN DIABÓLICA El episodio que me dispongo a relatar a continuación demuestra, a todas luces, que el misterio puede presentare en todos los ámbitos, a cualquier hora y en cualquier lugar. Esto es precisamente lo que le sucedió a Oscar, Técnico Sanitario de los servicios de emergencias. Pero creo conveniente, mejor quizá que relatarlo yo mismo, transcribir la interesante entrevista que le hizo mi compañero de viaje en la redacción de este libro. Creo que la entrevista ya es, de por sí, lo suficientemente elocuente y explícita como para “adornarla” con más florituras. La transcripción no tiene desperdicio y, a mi corto entender, es una muestra contundente del alcance que pueden llegar a tener estos hechos en nuestro “ahora” cotidiano. MIGUEL ÁNGEL SEGURA: ¿Qué es lo que ocurrió? ¿Cómo recibisteis esa llamada? OSCAR: Bueno, recibimos la llamada por medio del 061 y nos activaron por una “posesión diabólica”. Entonces acudimos al lugar con el equipo sanitario, botiquín, oxígeno… y nos encontramos unos tipos que estaban en la puerta del domicilio y nos dijeron que, la hermana, estaba poseída por un ser… el diablo, un demonio… subimos al domicilio y nos encontramos a una mujer, tumbada en el suelo, que pegaba unos brincos de un palmo del suelo. Rodeándola, había muchas mujeres rezando; eran todos marroquís. Hablaban en lenguas arábigas y… bueno, nos sorprendimos bastante. De repente, un varón de la familia saltó encima de la mujer y empezó a darle bofetadas diciendo que saliera el demonio de su cuerpo. Y aun así la mujer continuaba dando aquellos brincos de un palmo del suelo. Nosotros procedimos a apartar al hombre, diciéndole que no continuase golpeando a la mujer. Avisamos al servicio de emergencias para que activara a un médico –que es quien puede administrar medicación y de que se trataba, posiblemente, de una crisis epiléptica, aunque no estaba confirmada. Bueno… la mujer giraba los ojos hacia atrás… o sea, los dejaba en blanco, blanco… continuaba experimentando convulsiones de un palmo, que no es normal en una crisis de este tipo… MAS: Es decir, que la mujer estaba en el suelo, totalmente tumbada, y daba brincos, totalmente estirada, ¡de un palmo! OSCAR: De un palmo, que son unos veinte centímetros. MAS: ¿Y eso te lo has encontrado alguna vez en una crisis epiléptica? OSCAR: Jamás; jamás, porque durante una crisis epiléptica los músculos permanecen rígidos y los movimientos son cortos; son de dos a tres centímetros. Luego, en cuanto a la presión que ejerce la boca, todos los músculos se contraen y el paciente puede morderse la lengua, etc… o sea, que es una rigidez diferente a la que tenía la mujer que nosotros vimos en el domicilio, porque ella iba más suelta, más relajada… No se trataba de una crisis epiléptica. MAS: Me comentabas también que incluso llegaba a echar espuma por la boca… OSCAR: Sí. MAS: ¿Cómo actuasteis en ese momento? ¿Qué hicisteis? OSCAR: Estábamos en contradicción porque no sabíamos si era una crisis epiléptica o qué otra cosa podía pasar, porque era algo anormal. MAS: Algo que jamás os habíais encontrado… OSCAR: Jamás. Nunca. MAS: ¿Y le disteis algún tipo de medicación o algo, en ese momento? OSCAR: Bueno… primero valoramos la situación, y le pusimos una cánula de Guedel a pesar de que no tenía contracción de la mandíbula. A continuación, se le procedió a dar una medicación sedante, relajación muscular… no hizo caso, no reaccionó. MAS: Es decir, que le ponéis la medicación; le metéis, como se suele decir coloquialmente, “chutes” para calmarla y, cuando a una persona normal le administras esa medicación, es que queda prácticamente adormecida, pero esta persona… ¿cómo reaccionaba? OSCAR: Con el sedante, normalmente la medición es por talla; me refiero a peso y estatura. Se le administra una medicación que es suficiente como para dormirla, dependiendo del volumen de cada persona. A ti te puedo dar una dosis y a otra persona le puedo administrar otra distinta, si es de menor peso. Pues bien, con la dosis que le correspondía, no conseguimos que esta persona se quedase dormida. Es decir, que con la dosis que le correspondía, no tuvimos éxito. MAS: ¿Y seguía convulsionando? OSCAR: Si; convulsiones de un palmo. MAS: ¿Un palmo? OSCAR: un palmo; o sea, veinte o veinticinco centímetros de alto. MAS: Algo físicamente imposible con la dosis que le habíais dado… OSCAR: Sí, sí. MAS: ¿Y cómo reaccionasteis en ese momento? OSCAR: Bueno, volvimos a valorar la situación, esperamos unos minutos para ver si el efecto del medicamento se retardaba a causa de alguna medicación que ella tomara; vimos que continuaba con las convulsiones, la volvimos a sedar con otra misma dosis, o sea, doblamos el peso, y… continuaba igual. MAS: ¿Qué diagnóstico dieron los médicos, una vez que la llevasteis al hospital? OSCAR: Hubo muchos diagnósticos. Uno de ellos fue el de trastorno de la personalidad. MAS: ¿Trastorno de la personalidad? Vale, es un posible diagnóstico, pero, cuando uno tiene un trastorno de la personalidad, no echa espuma por la boca, ¿verdad? OSCAR: De verdad que no. MAS: Entonces, ese diagnóstico, puede ser erróneo, según tú… OSCAR: Y tanto que sí. Luego, dijeron que podía tratarse de un problema neurológico, pero que contradice a la medicación que se le administró para sedarla. MAS: Claro, un problema neurológico con esa medicación que le disteis, y encima por partida doble, debería reaccionar perfectamente y no tendría que seguir dando esas convulsiones que provocaban que se levantase un palmo del suelo, ¿no? OSCAR: Exacto. MAS: ¿Tú qué crees que pudo pasar ahí? ¿Tú crees que pudo haber una auténtica posesión, no sé si diabólica, o espiritual? O quizá, a lo mejor, ¿pudo ser una sugestión extrema provocada por esos rezos? ¿Tú qué conclusión sacaste? OSCAR: Bueno… mi conclusión, de hecho, y según reflejo en el parte laboral, que es totalmente médica, pues… yo creo que tuvo que haber una complejidad de circunstancias inexplicables que dieron lugar a aquello. Hasta aquí la inquietante entrevista; pero ¿qué puede desprenderse de hechos así cuando ni siquiera la Ciencia es capaz de obtener una explicación racional al fenómeno? ¿Se le ocurre al lector alguna respuesta? REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA Voy a comenzar mi reflexión diciéndoles que no creo que un ser demoníaco o espiritual pueda poseer a alguien, lo que sí puede es inducirlo a un trastorno de locura, depresión o alteración emocional. Incluso, creo que puede inducirlo a una profunda sugestión o estado de hipnosis en el cual el individuo esté a merced de esta entidad maligna. Sé que estas afirmaciones pueden parecer chocantes, sobre todo para quienes vean este tema desde el prisma del escepticismo, pero es lo que pienso tras analizar y reflexionar mucho a lo largo de más de una década de investigaciones y entrevistas a testigos que han sufrido situaciones similares o las han presenciado en primera persona. Tengo claro que cuando las creencias religiosas, como parece ser en este caso, se mezclan con lo insólito, siempre termina por suceder alguna cosa desagradable. Y en este caso concreto, intuyo que todasaquellas personas rezando alrededor de la mujer pueden darnos una pista evidente de que el fanatismo religioso puede ser el que haya abierto la puerta a esta “posesión”. Me explicaré de otra forma. Los excesos siempre son malos, y si nos obsesionamos con algo, esto se puede volver en nuestra contra. Imagínense que la mujer se sugestionó con temas demoníacos y el miedo se apoderó de ella. Pues este temor ardiente, lo que hace es someterla a un estado de debilidad que fuerzas oscuras pueden llegar a aprovechar para sugestionarla aún más o, incluso, para hipnotizarla y manejarla a su merced. En este caso concreto, creo que es evidente que la medicación no funcionaba con la paciente y que los diagnósticos médicos son contradictorios. Por lo tanto, creo que realmente estamos ante una hipnosis demoníaca o, como se le conoce popularmente: posesión. El famoso sacerdote y exorcista de la Iglesia Católica, José Antonio Fortea, ha comentado en algunas de sus entrevistas en los medios que la mayoría de las posesiones a las que se ha enfrentado, eran en realidad problemas mentales de los “poseídos”. De todas formas, hay un porcentaje, aunque muy bajo, de posesiones demoníacas reales. Otra de las cuestiones sorprendentes, es que tras hablar con un Pastor Cristiano que también realiza exorcismos, me comentó algo que me llamó mucho la atención, y es que tras realizar un exorcismo y expulsar al demonio del cuerpo de la víctima, el propio exorcista pasa varios días complicados donde los miedos le acechan y sufre una serie de cambios emocionales tremendos. Y es que, según me contó, cuando exorcizas a alguien, lo que estás haciendo en realidad es mantener una lucha contra fuerzas oscuras muy poderosas. Y las consecuencias, aunque ganes la batalla, son nefastas. Me gustaría escribir próximamente un libro sobre exorcismos, recopilando testimonios de personas implicadas, tanto exorcistas como exorcizados. Creo que puede ser un trabajo apasionante y, quizá, sólo quizá, pueda aclarar alguna de las muchas dudas que tengo al respecto con este tema tan escabroso y delicado. PARADA CARDIACA Como estamos comprobando en este libro no todas las experiencias con lo insólito resultan negativas para los testigos. Otro claro ejemplo de ello lo encontramos en este caso donde Pedro, vive una experiencia muy positiva en su ciudad natal de Sabadell. Concretamente en su propio domicilio tras sufrir una parada cardiaca. Esta historia no les va a dejar indiferentes. Pronto entenderán por qué lo digo. Sólo tenemos que remontarnos unos meses atrás para meternos de lleno en la experiencia vivida por nuestro protagonista. Sucedió el sábado 22 de junio del año 2013, sobre las cuatro de la tarde aproximadamente. Pedro, tras comer, decidió tumbarse en la cama para descansar un poco. Todo parecía normal, como cada sábado. Aunque a diferencia de otras veces, esa tarde no había salido de casa para dar una vuelta con los amigos o sacar a pasear a sus perros, pero por lo demás todo era como siempre y nada hacía intuir lo que instantes después sucedería. La madre de Pedro entró en la habitación a los pocos minutos de que su hijo se tumbara; imaginaba que seguía despierto, pero cuál fue su sorpresa al ver que no lo estaba. Sin embargo, tenía que preguntarle algo importante y lo intentó despertar. Segundos después se dio cuenta de que a su hijo le pasaba algo porque no respondía. Llamó a los servicios de emergencias que en apenas tres o cuatro minutos se personaron en el domicilio. No tardaron demasiado en reanimar a Pedro, que al abrir los ojos lo hizo con una enorme sonrisa. Además, le dijo una serie de cosas a la doctora que lo estaba atendiendo que dejó a todos los presentes a cuadros. Al parecer, nuestro protagonista le dijo su nombre, su programa de televisión favorito y le explicó todo lo que hacía cuando regresaba a casa después de una jornada dura de trabajo. El compañero de la doctora se quedó perplejo, asombrado… y la médica, con una sonrisa de sorpresa le preguntó que cómo sabía todo eso de ella. Pedro le respondió que al dejar este mundo no termina todo y que le daba mucha rabia haber vuelto del otro lado. La doctora se quedó atónita, aunque reconoció que no era la primera vez que reanimaba a alguien y le sucedía algo similar. Ahora vamos a conocer lo que Pedro vivió durante esos minutos donde estuvo supuestamente en ese otro lado al que, imagino, tendremos que ir todos al dejar este mundo. Pedro me relató su experiencia así: Me acosté en la cama para descansar un rato y noté cómo el corazón se paraba. Fue extraño porque no sentí dolor, ni miedo, ni ninguna sensación desagradable. Fue entonces cuando lo vi todo oscuro… pasaron unos segundos y la oscuridad desapareció. Entonces vi cómo salía de mi cuerpo y flotaba en la habitación; podía verme tumbado en la cama. En ese momento, aun sabiendo que la persona que estaba en la cama era yo, sentía como si ya no me uniera nada a él; ni siquiera me importaba nada de lo que había vivido en este mundo. Lo veía todo como superficial, como si en realidad nuestro paso por el mundo fuese sólo un pequeño e insignificante recorrido dentro de un largo trayecto. No me importaba ni me preocupaba absolutamente nada ni nadie, porque tenía conciencia de que la vida terrenal era como un sueño. La auténtica vida y la auténtica felicidad llegaban tras salir del cuerpo físico. A los pocos segundos de verme fuera del cuerpo sucedió algo asombroso. Vi una luz muy intensa y muy brillante (no vi ningún túnel) y alguien que se acercaba desde el otro lado. Yo también me acerqué hasta la luz y entonces pude ver a varios familiares que estaban muertos. Me dijeron que todavía me quedaban muchas cosas que hacer en la tierra y que no era mi momento. También me comentaron otras cosas, pero al regresar a mi cuerpo físico se me olvidaron. También me resultó muy gratificante el hecho de ver a mi perro, que meses atrás había muerto. Se me acercó moviendo la colita y se puso a jugar conmigo. En ese instante noté como si alguien me agarrara por la espalda y me tirara hacia atrás. En ese momento entré en el cuerpo físico y abrí los ojos. Allí estaban los miembros del servicio sanitario y mi madre. Todos preocupados por mi estado de salud. Con respecto a esta experiencia puedo decir que me aportó mucha paz, tranquilidad, armonía y amor. Ese día comprendí muchas cosas que antes obviaba y, desde entonces, veo la vida con otros ojos. No tengo miedo a la muerte, ni a perder a seres queridos porque sé que una vez que dejamos este mundo nos volvemos a reunir con ellos. Pedro pasó varios días viviendo en una nube de amor, felicidad, compasión y despreocupación por todo. Su experiencia cambió su vida y también hizo que las personas cercanas a él reflexionaran sobre cuestiones básicas como, por ejemplo, el propósito de la vida y de la muerte. REFLEXIÓN DE MIGUEL ANGEL SEGURA Nos encontramos ante un caso realmente interesante donde hay cierta información que no puede pasar por alto. Lo primero que me llama la atención de esta historia es el hecho de que Pedro al volver a abrir los ojos llame a la doctora por su nombre. Según le explicó su madre después, en ningún momento se pronunció el nombre de la mujer en el rato que estuvieron reanimando a su hijo. Por este motivo es imposible que Pedro supiera cómo se llamaba. También me sorprende que nuestro testigo le diese a la mujer datos tan concretos como detallar lo que hacía al llegar a casa tras una jornada de trabajo duro o decirle cuál era su programa de televisión favorito, entre otras cuestiones similares a ésta. Toda la información que Pedro aportó aquella tarde y que él desconocía por completo, hacen que la historia que viene detrás de ésta se convierta en una auténtica realidad, al menos para mí. Creo que esa información expuesta es una prueba de que lo que vivió en ese otro lado mientras sufría la parada cardiaca es real. No tengo ningún tipo de dudas. Con respecto a la experiencia que relata el testigo tiene puntos característicos dentro del patrón comúnde experiencias cercanas a la muerte, como el hecho de salir del cuerpo y verse flotando desde arriba. La invasión de oscuridad en el entorno y la posterior luz blanca también es algo que suelen explicar algunos testigos. El Doctor Raimond Muddy, experto en este campo y autor de varios libros, ha investigado numerosos casos donde se relatan situaciones similares. El contacto con familiares fallecidos es también habitual dentro de este tipo de experiencias insólitas. Aunque en la historia de Pedro hay un factor añadido, y es que su querido perro fallecido también hace acto de presencia, e incluso llega a poder jugar con él durante unos instantes. Creo que todo apunta a pensar que la experiencia es cierta, sin embargo, es posible que a los más escépticos pueda asaltarles la duda. Sería normal, puesto que las personas nos regimos por nuestra propia experiencia para creer en cuestiones como éstas o negarlas de forma rotunda. Al menos, la mayoría de las personas se expresan según les dicta su propia experiencia. Tengo que decirles que tras entrevistarme con Pedro al día siguiente de su experiencia (es uno de mis mejores amigos) me ocurrió algo muy extraño, pero a la vez muy gratificante. No sé cómo, ni por qué, pero cuando mi amigo me contó su experiencia y me detalló sus sensaciones, esa paz, amor y despreocupación que sentía las percibí yo también de forma muy intensa. Jamás en la vida he sentido algo tan fuerte y tan positivo como aquello. Sólo podía sentir un amor muy profundo por todo ser vivo, incluso por aquellos que me han intentado arruinar la vida. Mi despreocupación por los problemas era tan grande que mi sonrisa se quedó postrada en mi rostro durante varias horas. Pasé una tarde que jamás olvidaré, en la que sentí en mi interior lo que posiblemente percibiremos tras la muerte. Y si es eso, les aseguro que no tengo ningún miedo a dejar este mundo. El día que lo haga será un premio, puesto que la verdadera felicidad me espera tras la muerte. Aunque hay que dejar claro que la muerte tiene que llegarnos de forma natural o cuando lo marque el destino. Nunca viviremos esa paz y felicidad si somos nosotros quienes voluntariamente nos precipitamos a la muerte mediante el suicidio. Esto debe quedar muy claro. Además, debemos ser buenas personas con nosotros y con los demás para hallar el camino hacia ese lugar de amor que les relato. EXTRAÑAS TELEPLASTIAS En este libro estamos conociendo algunos casos realmente sorprendentes. Y este que vamos a tratar ahora no es para menos. ¿Se imaginan por un instante que en su vivienda empiezan a aparecer manos de niños en paredes, techos y baldosas por todo el inmueble? Esto sucede en el piso de nuestra protagonista. He investigado casos de teleplastias, pero ninguno como éste. En el cual, ya les adelanto, pude ver en directo cómo se formaba una de estas manos en una cortina del domicilio de Montserrat, mientras la entrevistaba. El caso me llegó a través de Óscar, quien me puso en situación hablándome de todo lo que sucedía en casa de su tía. Me explicó que paredes y techos se inundaban de pequeñas manos que aparecían y desaparecían a su antojo. Me contó experiencias asombrosas relacionadas con los aparatos electrónicos de la casa, como por ejemplo que el televisor se encendiera o apagara solo; o que cambiara de canal y el volumen oscilara de más a menos a su antojo. Otro de los sucesos estremecedores que atormentó a su tía fue el hecho de escuchar voces en el comedor de la vivienda cuando no había nadie en la casa. También notaban sensaciones extrañas como el hecho de percibir presencias o ser testigos de que alguien invisible se metía en la cama. Fueron muchas experiencias las que Óscar me explicó, pero todas tenían un desencadenante, y es que se producían con mayor o menor intensidad, dependiendo de la cantidad de manos que hubiese en paredes y techos. El domingo 16 de febrero de 2014, acudí a entrevistarme con Montserrat, que me explicó lo siguiente: Las paredes y el techo de mi casa se han llenado de extrañas manos pequeñas. Sobre todo, aparecen en mi dormitorio y en el cuarto de baño. Hemos intentado imitarlas utilizando pintura, agua, humedad… incluso quemando las paredes con la llama de un mechero, pero es imposible reproducir esas manos. En el cuarto de baño aparecen en las baldosas de la pared, como incrustadas en su interior. Es algo muy extraño que nos tiene descolocados. También se producen otro tipo de manifestaciones como notar frío en esas estancias cuando las manos se encuentran en su estado más álgido. En ocasiones, y esto ocurre en todo el piso, escucho voces de persona cuando no hay nadie en la vivienda. Esto me ha pasado también en compañía de mi pareja en alguna ocasión y ambos hemos sido testigos del suceso. Algunas noches noto cómo alguien se mete en mi cama. Es una sensación desagradable que me supera en muchos momentos. Estoy segura de que no es una entidad mala, pero se hace complicado de digerir esta situación tan asombrosa. Nos gustaría saber por qué sucede esto y que todo terminara de una vez, aunque dentro de poco dejamos esta vivienda y nos mudamos a otra. Espero que las manos y los fenómenos no nos acompañen al otro piso. Tanto Montserrat como su sobrino Óscar coinciden en los fenómenos que acontecen en la vivienda de Sabadell. Es sin duda un caso muy llamativo y poco frecuente dentro de las manifestaciones conocidas técnicamente con el nombre de teleplastias. REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA Sobre el fenómeno de las teleplastias podríamos debatir mucho; un claro ejemplo de ello son las Caras de Bélmez, sobre las cuales, casi cuarenta años después de que aparecieran por primera vez, aún sigue sin aclararse el tema. Los defensores del fenómeno tienen claro que estamos ante un fenómeno paranormal auténtico, incluso dicen que es el fenómeno paranormal más importante en la historia de Europa. Para los detractores de este caso nos encontramos ante el fraude más grande que ha visto nuestro país junto con el ya demostrado “timo” de las psicofonías del Palacio de Linares. Me refiero a las grabaciones de aquella doctora, de la cual no quiero recordar ni su nombre. Por lo tanto, es un tema muy escabroso éste de las teleplastias. Tuve la oportunidad de visitar el domicilio y hablar con la familia. A título personal estoy convencido de la autenticidad del fenómeno. Es más, una de estas manos se formó ante mi presencia y la de mi compañera de trabajo Elisabeth. Además, pudimos comprobar cómo esas manos parecían estar impregnadas en paredes y baldosas; parecían formar parte del dibujo de la pared y de las baldosas, además de ser del mismo material que la propia pared y que la propia baldosa, dependiendo de dónde estuviera la mano. Sin embargo, la teleplastia que se formó en la cortina parecía ser de ceniza, porque al pasar la mano se espolvoreó parte de ella. Los otros fenómenos que comenta la familia son habituales en lugares donde parecen habitar espíritus, entes o como queramos denominarlos. El hecho de escuchar voces inexplicables sucede con frecuencia en estos lugares, igual que el mal funcionamiento de los aparatos, como puede ser la televisión, entre otros. He investigado pisos, casas, masías, peluquerías y otros enclaves habitados donde sucedían este tipo de fenómenos. Algunos de estos casos los he publicado en revistas especializadas y libros. Los he comentado en numerosos programas de radio y televisión. Los que me seguís sabréis a que casos me refiero; el resto podéis solicitarme información a través de las redes sociales o mi email de contacto. Quiero dejar claro que no considero que lo que se manifiesta en casa de Montserrat sea algo negativo ni malvado. Mi visita al inmueble me dejó sensaciones muy agradables y positivas. De hecho, la propia familia me aseguró al final de la entrevista que ellos también percibían ese día una sensación muy positiva por parte de la causa paranormal. Mi compañera Elisabeth opinó exactamente igual que nosotros. Por último, voy a aventurarme a decir lo que puede pasar cuandoesta familia se cambie de domicilio. Estoy convencido de que el fenómeno aparecerá en esa vivienda, aunque de forma diferente. Las manos desaparecerán de paredes, techos y baldosas, pero otras manifestaciones suplirán a estos fenómenos. Si digo esto no es porque sea vidente o adivino; es porque he comprobado a lo largo de los años que los fenómenos no se manifiestan igual en dos lugares diferentes, aun siendo los mismos “espíritus” los que provocan las manifestaciones… Aunque en alguna ocasión puede romperse esta “norma”, sin embargo, sucede en uno de cada cien casos. MI PISO SE LLENA DE SANGRE Nuestro siguiente destino es la ciudad de Terrassa. Retrocedemos en el tiempo hasta la década de los setenta. Concretamente nos ubicamos en el barrio de San Pedro Norte, en la calle Manresa. Si los casos que han conocido hasta el momento les han parecido sorprendentes, y no son para menos, el que nos ocupa ahora les pondrá los pelos de punta. Sólo puedo decirles que las personas implicadas en esta historia son cercanas a mí (Miguel Ángel Segura). Y a pesar de que en estas páginas aparezcan bajo pseudónimo, hay varios programas de radio donde aparecen sus nombres e incluso sus voces relatando dichas experiencias. Uno de estos programas, entre muchos otros, es Sexta Dimensión, de Radio Nacional de España. El caso se emitió en la temporada 2008/2009, cuando yo era colaborador habitual de este espacio con mi sección “La Bitácora del Misterio”. En la vivienda de los Martín, desde hacía años se producían fenómenos insólitos difíciles de explicar. Sin embargo, los habitantes del inmueble estaban acostumbrados a estos sucesos, los cuales se manifestaban de forma intermitente, habiendo un espacio de tiempo entre ellos de días, semanas o incluso meses. Aunque en algunas épocas se volvían un poco más frecuentes y durante el mismo día se podían manifestar varios fenómenos extraños. Algunas de las manifestaciones que se producían tenían que ver con lo que se conoce popularmente como mimofonías, que son la imitación de ruidos y sonidos que en realidad no se han producido. Una noche, por ejemplo, se escuchó cómo todos los cacharros de la cocina se caían al suelo, formándose un jaleo tremendo que despertó a toda la familia. El padre agarró su escopeta de caza y fue hasta el lugar de donde había procedido el ruido. Al llegar pudo ver que todo estaba en orden y que en el piso no había ningún extraño. Una tarde vieron cómo una puerta se cerró sola ante la mirada atónita de varios integrantes de la familia. No había ninguna ventana abierta y en el interior del inmueble tampoco había ninguna corriente de aire que pudiera provocar que la puerta se cerrara. Pero lo más extraño de todo es que varios de los presentes escucharon un tremendo golpe cuando la puerta se cerró, a pesar de que ésta lo hizo de forma lenta y suave. El resto de los presentes no escuchó absolutamente nada. Fueron innumerables los sucesos insólitos que tuvieron lugar en el piso de los Martín, como otro realmente asombroso que podríamos catalogar como el más impactante de todos junto con el que les comentaré a continuación. Les explico. Una noche fue al piso el novio de Carmen, como de costumbre. La familia estaba reunida en el salón hablando de los fenómenos que habían sucedido recientemente en la vivienda. El novio de la testigo, muy escéptico, empezó a reírse de todo lo que comentaban. Fue entonces cuando sucedió algo que dejó a la familia a cuadros. Una muñeca de porcelana; una Dama del Paraguas, concretamente, que estaba encima del mueble que había pegado al sofá comenzó a moverse sola. El novio de Carmen no se creyó que fuese algo paranormal y acusó a la familia de haberlo movido ellos desde el sofá. Entonces se levantaron todos para mover el sofá y demostrarle que era imposible que la figura se moviera empujando el mueble y ésta, antes de que la familia se acercara al mueble, comenzó a oscilar de izquierda a derecha, una y otra vez, como si una mano invisible estuviese jugando con ella… al ver esto, el novio de la testigo abandonó el lugar a paso ligero diciendo que al día siguiente tenía que madrugar. Tardó varios días en volver al hogar de los Martín y nunca más quiso saber nada de este tema. Con todos estos antecedentes, y muchos otros que no he relatado, sucedió algo que es realmente estremecedor. Posiblemente sea la manifestación más terrorífica a la que me haya enfrentado, y encima tengo la certeza al cien por ciento de que es auténtica, puesto que la familia Martín es de mi entorno más cercano. Voy a relatarles lo que sucedió. Una mañana la abuela de la familia se levantó a primera hora como de costumbre. Cuando se dispuso a ir al cuarto de baño se encontró con algo espeluznante… el suelo estaba lleno de goterones de sangre, como el tamaño de una moneda de cinco pesetas, que sería de grande como la de cinco céntimos de euro, aproximadamente. La sangre estaba fresca, y lo más sorprendente es que recorría todo el pasillo de la vivienda desde la entrada al piso y hasta el final del inmueble; pero, además, esas líneas de goterones de sangre se metían en todas las habitaciones hasta llegar al centro de cada una. Incluso en los dormitorios, la sangre llegaba hasta por debajo de las camas. La abuela no hallaba una explicación racional al suceso y decidió despertar al resto de la familia para que vieran aquella extrañeza. Los presentes se quedaron aterrados ante tal situación. No es para menos. Entonces, optaron por buscar alguna explicación coherente, aunque en principio pudiera parecer descabellada. La primera hipótesis que volcaron sobre la mesa fue que alguien hubiera entrado de la calle con carne de la tienda y que la bolsa goteara. Pero nadie había ido a la carnicería el día anterior. Además, la sangre recorría todo el piso, incluso se metía debajo de las camas, por lo que esta hipótesis no se sostenía. La segunda idea que les vino a la cabeza es que quizá algún animalito se hubiese colado en el piso estando herido, y de ahí que hubiese sangre por todo el domicilio. Buscaron indicios de que esto fuese así pero tampoco encontraron nada que hiciese que la hipótesis se sostuviera, por lo que intentaron hallar otras posibilidades, las cuales se desbarataron igual que éstas. No encontraron ninguna explicación convincente ante tal suceso estremecedor. Ni siquiera cuarenta años después saben qué sucedió aquella noche en la que apareció la vivienda llena de gotas de sangre. REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA Nos encontramos ante un caso evidente de lugar encantado o poltergeist. Me decanto por enclave encantado, puesto que tras entrevistarme con los testigos pude saber que estas manifestaciones se producían indiferentemente de que en la vivienda hubiese una u otra persona. Los casos de poltergeist, a diferencia de los lugares encantados, tienen su mayor auge cuando en el lugar de los hechos está presente una determinada persona que hace de foco emisor o receptor, dependiendo del caso o la hipótesis que valoremos. Lo que está demostrado es que siempre hay una persona asociada a las manifestaciones, siendo la actividad paranormal mucho más intensa cuando ella está presente. En este caso los fenómenos se producían con la misma intensidad indiferentemente de quién estuviera presente. Por consiguiente, nos encontramos ante un emplazamiento encantado. Otro dato significativo es el hecho de que se produzcan situaciones donde las mimofonías están presentes, como el suceso del sonido de cacharros de cocina que se caen, sin que en realidad este acontecimiento se haya producido. Esto es típico en los casos poltergeist y de casas encantadas. Como también lo es lo que sucedió con la puerta que se cerró sola y que provocó que algunas personas escucharan el tremendo golpe que otras no llegaron a oír. Con respecto a la figura que se movió sola tengo que decir que bien podría reflejar una situación vivida tanto en casa encantada como en un lugar donde se manifiesta un poltergeist. Lo más extraño de todo es lo de la sangre. Nunca me he topadocon un caso similar, por lo cual no puedo ubicarlo ni en casa encantada ni en poltergeists, ya que no conozco antecedentes de primera mano que se asemejen a esto, aunque sí he leído y escuchado relatos de casos en los que de las paredes brotaba sangre; pero no puedo afirmar que sea algo veraz puesto que no investigué esos casos. Lo que sí puedo asegurar es que todas estas experiencias son reales. Les aseguro que la familia Martín convivió durante muchos años en ese inmueble con este tipo de actividad insólita. De hecho, han sido tres décadas en las cuales lo misterioso se apoderó del piso para dejar muestras de su grandeza. Recuerdo que, a los padres de la familia, en ocasiones, algo invisible les quitaba las mantas por las noches. Han sido muchas las ocasiones en que me han contado estas historias. Por suerte, aprendieron a convivir con lo paranormal, que se manifestaba por épocas de forma más o menos frecuente. LA OUIJA ATORMENTA A UNA NIÑA Aunque a día de hoy les parezca sorprendente, en los años ochenta la ouija estaba de moda entre los más jóvenes. Recuerdo que se vendían tableros en quioscos y librerías. Algunas ouijas venían de regalo con revistas y libros. Se consideraba un juego inofensivo. Aunque discrepo con lo de “juego”. Yo diría que es una herramienta de comunicación con otras inteligencias que proceden de realidades diferentes a la nuestra. De todas formas, es una opinión personal basada en mi propia experiencia y reflexión. En los colegios se practicaba mucho la ouija y el espiritismo entre los alumnos. No era extraño ver a pequeños grupos reunidos en el recreo alrededor de una ouija de papel improvisada o que, tras finalizar la jornada escolar, se reunieran para ir a casa de alguno a “jugar” con los espíritus. Sin embargo, la mayoría desconocía el peligro al cual se estaba enfrentando, que no era otro que el mismo al que se enfrentan a día de hoy todas las personas que desconocen este “mundillo” tan apasionante. El hecho de creer en las absurdas leyendas que se explican sobre el tablero, para lo único que sirve es para sugestionar de forma atroz a la gente. Una persona sugestionada y una ouija conforman una ecuación con un solo final: tragedia. Por eso considero necesario dejar claro que este caso que vamos a conocer a continuación es un reflejo de miles o quizá millones de casos ocurridos en todo el mundo. Tres niñas de doce años de edad estaban enganchadas a la ouija. Eran compañeras de clase y amigas fuera del colegio, por lo que su adicción fue cada vez a más. La practicaban en clase, en el recreo, en la calle, en casa de una de ellas y en cualquier lugar donde coincidieran. Todo transcurría fenomenal y entablaban comunicaciones con entidades simpáticas y divertidas. Con el paso del tiempo una de estas supuestas inteligencias (no sabemos qué o quién era en realidad) empezó a aparecer con frecuencia en el tablero. A las pocas semanas ya se había ganado la confianza de las niñas y pocos días después empezó a cambiar de actitud. De ser un “espíritu” amable y generoso se fue convirtiendo en una entidad borde y caprichosa. Llegó un momento dado en el cual la entidad exigía a las niñas que realizaran ciertas acciones y cometidos. Al principio eran cosas inofensivas e insignificantes, como por ejemplo abrir o cerrar una puerta, o encender o apagar la televisión; pero la cosa fue en aumento y sus peticiones eran cada vez más malévolas. El espíritu quería que las niñas hicieran gamberradas muy fuertes, e incluso cosas peores que prefiero no mencionar para evitar que se estremezcan leyendo esto. La cuestión es que las niñas, muy asustadas, decidieron no hacer más la ouija para ver si esta entidad las dejaba tranquilas. Fue entonces cuando se produjeron una serie de fenómenos paranormales de extrema violencia en el domicilio de Ana, que era el lugar donde más habían experimentado con el tablero. Estas manifestaciones se producían con mucha más intensidad cuando las tres niñas estaban presentes, aunque con la presencia exclusiva de Ana también se manifestaba de forma rotunda. Los fenómenos más comunes eran luces que se encendían y apagaban solas, puertas que se abrían y cerraban de forma violenta, cajones que se abrían hasta caer al suelo, objetos que se movían solos e incluso salían disparados de una punta a otra de la habitación. Los padres de Ana fueron al colegio para hablar con el director del centro y explicarle esta situación. En primera instancia el señor Pablo (director de la escuela) les dijo que esto tenía que ser imaginación de las niñas, pero cuando los padres de Ana le dijeron que ellos mismos habían visto todos estos fenómenos el hombre se quedó blanco y los invitó a pasar a otra sala privada. No sé cómo transcurrió aquella charla, pero lo que sí sé es que las tres niñas estuvieron varios meses sin acudir al colegio y fueron sometidas a tratamiento psicológico. Según se rumoreaba en los pasillos de la escuela lo estaban pasando francamente mal debido a todo lo que les había sucedido. Los niños de ese curso jamás volvieron a experimentar con la ouija o el espiritismo; al menos, no hasta terminar sus años como escolares. Luego no sé si alguno “jugaría” a la ouija. Yo sí lo hice y hasta hace unos meses nunca asocié una mala experiencia a este instrumento, aunque, claro, yo me dedico al misterio de forma profesional y antes de adentrarme en esta parte oscura de los enigmas he pasado por una faceta previa de investigación, reflexión, análisis y preparación psicológica. De todas formas, mi visión “alegre” sobre el tablero ha cambiado de forma radical, como les explicaré en mi reflexión del caso. Los fenómenos desaparecieron de casa de Ana cuando las niñas se recuperaron psicológicamente de todo. A partir de ese momento no se produjo ningún fenómeno más. Este dato es muy importante para reflexionar sobre este caso y poder llegar al fondo de la cuestión. REFLEXIÓN DE MIGUEL ÁNGEL SEGURA Este caso es tremendo y común a la vez si lo ubicamos dentro de las experiencias ouija que tienen como protagonistas a niños y adolescentes. Hay mucho que analizar y destripar en esta historia. Lo primero sería buscar el motivo que lleva a los más jóvenes a practicar este tipo de experiencias. Creo que todos los que nos dedicamos a esto, sin excepción, tenemos parte de responsabilidad, aunque no es menos cierto que los chavales, ya de por sí, deben sentir atracción por estos temas antes de “jugar” a la ouija. De todas formas, y sin evadir responsabilidades, creo que el mundo del cine y la televisión son los máximos responsables de este deseo creado de practicar ouija entre los más pequeños. Hay innumerables películas y series donde se incita a los espectadores a “jugar” a este “juego prohibido”. Centrándonos en la experiencia nos encontramos con una característica muy frecuente y un patrón de conducta que se repite una y otra vez en diferentes casos. Si habláramos de fútbol podríamos decir que este comportamiento entraría dentro del manual táctico de todo buen jugador. Y es que la entidad que se comunica mediante la tabla utiliza diferentes estrategias para ganar su partido particular. La técnica principal es la de ganarse la confianza de los experimentadores. Para ello muestra una cara amable y bonachona, con la que se va ganando la admiración y la confianza de los participantes. La entidad aparece siempre con el mismo nombre y mostrando unas características similares de conducta para que los miembros del grupo puedan reconocerla perfectamente. Hasta aquí todo parece normal, divertido y emocionante; pero cuando la inteligencia considera que ya se ha ganado la confianza de las personas, es cuando cambia de actitud de forma radical e intenta someterlas bajo su dominio. Para ello utiliza las amenazas, los insultos, la intimidación, la mentira, la manipulación, el miedo y en algunos casos las manifestaciones físicas. Su propósito no sabemos a ciencia cierta cuál es, aunque yo tengo mi propia teoría. Y es que estas entidades, procedentes de otra dimensión o realidad, se
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