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1 2 COLECCIÓN DE TEXTOS SOBRE MOTRICIDAD INFANTIL PARA LA FAMILIA Y EDUCADORES La infancia es un tesoro… La Educación física un cofre 3 VICEPRESIDENTE SECTORIAL PARA EL SOCIALISMO SOCIAL Y TERRITORIAL MINISTRO DEL PODER POPULAR PARA LA JUVENTUD Y EL DEPORTE LIC. MERVIN MALDONADO URDANETA VICEMINISTRO DE ALTO RENDIMIENTO MSC. JUAN CARLOS AMARANTE VICEMINISTRO DE MASIFICACION DEPORTIVA MSC. JOSE LUIS TOVAR VICEMINISTRO DE ATENCION INTEGRAL PAZ Y VIDA MSC. PABLO YUSTIZ PRESIDENTA DEL INSTITUTO NACIONAL DE DEPORTES DRA. NINOSKA CLOCIER DIRECTOR GENERAL DE EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTE ESCOLAR PROF. ALEJANDRO HERRERA DIRECTOR DE DEPORTE ESCOLAR PROF. VICTOR ROJAS. COORDINADORA DE EDUCACIÓN FÍSICA PROFA. MARÍA SOLEDAD CASTRO I 4 PRODUCCIÓN INTELECTUAL GENERADA POR EQUIPO DE DOCENTES INVESTIGA- DORES DEL INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS (IPC-UPEL): DRA. MARELVY CAMACARO (VEN) DRA. MARBELIT LOAIZA (VEN) DR. ALBERTO COLINA (VEN) . ADAPTACIONES PROF. ALEJANDRO E. HERRERA G. (VEN) PRESIDENTE PROF. ALEJANDRO HERRERA DIRECTORA DE INVESTIGACIÓN MSC. DAYSE MACHADO DIRECTOR DE PUBLICACIONES MSC. ÁNGEL FLORES II 5 “Fortalezcamos la salud mental, la salud corporal, la salud espiritual de la nación…” HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS COMANDANTE SUPREMO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA 2006 “Muchachos, muchachas, ustedes son algo más que fuerza física, deben formarse de manera integral” NICOLÁS MADURO MOROS PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA 2015 III 6 AGRADECIMIENTOS Las fotografías contaron con el consentimiento informado de los participantes y la observancia de los concernientes legales bioéticos. Reciban entonces un profundo agradecimiento por su contribución a la investigación y el desarrollo académico intelectual del país en beneficio de nuestra infancia. Personal directivo y docente, representantes y especialmente niños y niñas del Instituto de Educación Especial El Paraiso: Dellan Juan, Morales José, Salinas JunkeiberMaría de los Angeles Cadena, Arriechi Yeiderson, Rivera Enmanuel. Estudiantes del Instituto Pedagógico de Caracas, curso Educación Física para personas con discapacidad : Yerson Velásquez Ítalo Àngulo, Eliecer Berrioz, Omar Pire, Angel Flores, Luis Blanco, Jorge Perez, Juserly Silva, Ángel Ruiz, María González, Amilkar Medina, Adriana Mora, Andreina Zambrano, Asterio Matos,Julianyer Rivero, Yorliany Luciani, Ángel Medina, Cariyem Itriago, Jesús Solorzano , Yonaiker Echeverri, Carlos Fuentes, Americo Fernández, Yaribel Toscano, Osdalis Gutiérrez, Anthony Alvarez, Alida Echenique. Samuel Acosta Valdivieso y su representante Ana Karina Valdivieso Prof. Clara Amaya Lic. María Hernández † Dra. Mariela Cabello IV 7 MENSAJE DE AUTORES El presente texto forma parte de una colección de escritos dedicada a la motricidad infantil y su atención desde la Educación Física, ofreciendo en su contenido conceptos y propuestas prácticas para docentes en formación y en ejercicio, representantes y público en general, interesados en el juego y la práctica corporal durante la infancia. El recorrido de estas lecturas ha compartido una visión desde el enfoque de Motricidad Humana tras el propósito de entender y acompañar pedagógicamente al ser humano que se mueve en pro de potenciar su salud, su aprendizaje y desarrollo psicomotor, a partir de la gestación hasta los 15 años de vida. Motricidad Humana entendida como expresión de la corporeidad del ser humano, su presencia, acción y comunicación en el mundo, única en cada sujeto, determinada por su historia de vida y contexto sociocultural. Recomendamos la lectura de esta colección desde su tomo inicial dedicado a la gestación, con el ánimo de familiarizar al lector con el desarrollo psicomotor, su continuum y la visión desde la cual los autores comparten su experiencia como docentes e investigadores de la Educación Física para niñas y niños, sustentada en un enfoque humanista, perspectiva que demanda celebrar la diversidad y la inclusión. En este sentido, toca ahora en el presente texto la oportunidad de enfocar la mirada a la niña y al niño con discapacidad. Atendiendo al artículo primero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, llevada a cabo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 1948), todos los seres humanos nacen iguales en dignidad y derechos. Por su parte, la Convención sobre los Derechos de la Infancia (1989), en su artículo 23, reconoce que todos los niños deberán disfrutar de una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad, les permita valerse por sí mismos y faciliten la participación activa en la comunidad (ONU, 1989). En concordancia, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999) consagra la igualdad de derechos para todos los ciudadanos, y declara en el artículo 21 que: Todas las personas son iguales ante la ley. Sin ningún tipo de discriminación, considerando así a las personas con discapacidad. Concretamente, el texto constitucional, declara en su capítulo V, artículo 81, que: Toda persona con discapacidad o necesidades especiales tiene derecho al ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y a su integración familiar y comunitaria. El Estado, con la participación solidaria de las familias y la sociedad, les garantizará el respeto a su dignidad humana, la equiparación de oportunidades... De acuerdo con esta exposición, el Sistema Educativo Venezolano promueve una educación inclusiva, integradora, donde todas las niñas y niños con y sin discapacidad, todos juntos, puedan desarrollarse de manera integral en función de sus potencialidades y posibilidades. En este marco, la Educación Física juega un papel protagónico ya que la motricidad del ser humano, su cuerpo-corporeidad y salud, constituyen su objeto y razón. V 8 En el caso de los niños y niñas con discapacidad, su experiencia es matizada por sus particularidades corporales, condiciones de participación en las actividades y estado de salud. Lo anterior no solo los constituye al influir en su imagen corporal, autoconcepto y autoestima sino que adicionalmente determina las relaciones o vínculos con los demás. En este sentido la Educación Física ha de potenciar la calidad y calidez humana de la experiencia motriz, el juego, los deportes, los bailes para la población con discapacidad y/o con necesidades educativas especiales. Aunado a ello, se trata de un área que requiere de mayor investigación en Venezuela a fin de generar acervos científico académicos propios que contribuyan con el desarrollo social y el bienestar infantil. Esperamos que los aportes de este escrito sirvan de orientación y motivación despertar el interés del lector. Marelvy Camacaro Marbelit Loaiza Alberto Colina VI 9 VII 10 TABLA DE CONTENIDOS EDUCACIÓN FÍSICA PARA TODOS ................................................................................................................ 1 ENTENDIENDO LA DISCAPACIDAD ................................................................................................................. 2 TIPOS DE DISCAPACIDAD ................................................................................................................................. 5 DISCAPACIDAD MOTORA ................................................................................................................................. 5 DISPCAPACIDAD INTELECTUAL ........................................................................................................................ 8 DISCAPACIDAD SENSORIAL ............................................................................................................................. 12 DESARROLLO PSICOMOTOR EN LA NIÑA Y EL NIÑO CON DISCAPACIDAD .......................................... 19 DIFICULTADES A NIVEL DE LA 1ERA UNIDAD PSICOMOTORA: TONO Y EQUILIBRIO.............................. 21 DIFICULTADES A NIVEL DE LA SEGUNDA UNIDADPSICOMOTORA: ESQUEMA CORPORAL, LATERALIDAD, ESTRUCTURACIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL.......................................................................... 33 DIFICULTADES A NIVEL DE LA TERCERA UNIDAD PSICOMOTORA: PRAXIA MOTORA GLOBAL Y PRAXIA MOTORA FINA ..................................................................................................................................... 41 LUCES, CÁMARAS Y ACCIÓN PEDAGÓGICA .............................................................................................. 45 UNA SESIÓN DE JUEGO PSICOMOTOR ....................................................................................................... 45 REFERENCIAS DOCUMENTALES ...................................................................................................... 55 11 12 1 EDUCACIÓN FÍSICA PARA TODOS Tal y como se expuso en el marco filosófico legal desarrollado en el texto 1, la Educación Física, cumple un papel fundamental en la formación integral de la niñez, resultando obligatoria su enseñanza en todos los niveles y modalidades del sistema educativo (Art.111 CRBV; At. 12 LOE). Es así que, en la Modalidad Educación Especial, la Educación Física resulta un área fundamental en la atención integral de la población con discapacidad y/o con necesidades educativas especiales, orientada a valorar las potencialidades y condiciones que hacen diferente a cada niña y niño, haciendo énfasis en las respuestas educativas que requieren, en relación con su salud y motricidad, implicando en ello adaptaciones en las estrategias y recursos para el aprendizaje motor, la expresión corporal, la participación y el disfrute de juegos, deportes, danzas y similares, de manera que, respondan a sus necesidades biopsicosociales, a sus características físicas, intelectuales, sensoriales. En este sentido, se parte de considerar que cada niña y niño, como ser único y diferente, se mueve y juega a su manera, imprimiendo en ello su historia, su estilo y expresividad corporal y sus potencialidades, lo que sí es capaz de hacer y/o aprender a hacer, sobre todo si cuenta con un entorno social que lo apoye y le brinde oportunidades. En concordancia, Prado (2011) acota que, en Venezuela el Modelo de Atención Educativo Integral establecido en la Modalidad Educación Especial, bajo un enfoque humanista social, orienta a concebir la Educación Física, el deporte y la recreación como parte de la atención integral de la población especial, orientada al desarrollo de sus potencialidades, los valores de solidaridad y cooperación más que la competitividad y que potencie la creatividad y la expresión corporal (Amaya, 2001). De modo que, que la Educación Física debe intervenir desde la diversidad de los cuerpos y los movimientos y no desde un “cuerpo-molde” (orgánico o maquina): El abordaje de la educación física en las personas con necesidades educativas especiales, debe ser entendido desde una perspectiva integral, una concepción holística del individuo, igualmente debe ser sistemático, progresivo y humanista. Debe procurar independiente del compromiso especifico de cada individuo, compensar sus limitaciones a partir del desarrollo y promoción de sus potencialidades (p.4). Es oportuno mencionar que la Educación Especial es una modalidad del Sistema Educativo Venezolano, que responde a un modelo de atención educativa integral el cual atiende a aquellas personas que “por sus características y condiciones específicas de su desarrollo integral requieren adaptaciones curriculares de forma permanente o temporal con el fin de responder a las exigencias de los diferentes niveles educativos”. (MPPE, 2017, p.43). De modo que, estas condiciones y características, se consideran como necesidades educativas especiales al requerir reformulaciones en los planes, estrategia y métodos para conducir el proceso de enseñanza aprendizaje, lo que incluye preparaciones complementarias y adicionales o especializadas en la formación del docente o educador a fin de contribuir al logro de los fines de la Educación. 2 1 La expresión necesidades educativas especiales es la designación empleada cuando las personas con discapacidad se encuentran en contextos o instancias educativas. Sin embargo, muchas niñas y niños pueden tener NEE sin presentar una discapacidad como tal con todas las implicaciones de dicha condición. El término discapacidad se ha empleado desde las primeras décadas del siglo XX, visibilizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la década de los 80 (Aramayo, 2005), al publicar la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM), instrumento que conceptualizaba la discapacidad como el resultado de un daño a la salud que daba origen a una deficiencia, está a una discapacidad y a su vez está a una minusvalía (CIDDM, OMS, 1980). Posteriormente, en el año 2001, este mismo organismo, elaboró una nueva propuesta basada en un enfoque distinto, la Clasificación Internacional de Funcionamiento, Discapacidad y Salud (CIF). ENTENDIENDO LA DISCAPACIDAD Así, la CIF, modifica el precedente entendimiento biomédico-lineal (causa-efecto) sobre la discapacidad como producto de una deficiencia, y la replantea como un término genérico que refiere los déficits, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. “indicando los aspectos negativos de la interacción entre un individuo (con una condición de salud) y sus factores contextuales (factores ambientales y personales)”. (CIF-OMS, 2001. P: 206). 3 Deficiencia y discapacidad según la CIF (OMS, 2001). Elaboración de los autores. Reiterando: 4 Ahora bien, en Venezuela, según como está expresado en el artículo número seis de la Ley para Personas con Discapacidad dictada por Asamblea Nacional en el año 2007, se entiende la discapacidad como: De modo que, de acuerdo con mencionada la Ley la discapacidad abarca: Se reconocen como personas con discapacidad: Las sordas, las ciegas, las sordociegas, las que tienen disfunciones visuales, auditivas, intelectuales, motoras de cualquier tipo, alteraciones de la integración y la capacidad cognoscitiva, las de baja talla, las autistas y con cualesquiera combinaciones de algunas de las disfunciones o ausencias mencionadas, y quienes padezcan alguna enfermedad o trastorno discapacitante; científica, técnica y profesionalmente calificadas, de acuerdo con la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud de la Organización Mundial de la Salud. La condición compleja del ser humano constituida por factores biopsicosociales, que evidencia una disminución o supresión temporal o permanente, de alguna de sus capacidades sensoriales, motrices o intelectuales que puede manifestarse en ausencias, anomalías, defectos, pérdidas o dificultades para percibir, desplazarse sin apoyo, ver u oír, comunicarse con otros o integrarse a las actividades de educación o trabajo, en la familia, con la comunidad, que limitan el ejercicio de derechos, la participación social y el disfrute de una buena calidad de vida, o impiden la participación activa de las personas en las actividades de la vida familiar y social, sin que ello implique necesariamente incapacidad o inhabilidad para insertarse socialmente. Todas aquellas personas que por causas congénitas o adquiridas presenten alguna disfunción o ausencia de sus capacidades de orden físico, mental, intelectual, sensorial o combinaciones de ellas; de carácter temporal, permanente o intermitente, que al interactuar con diversas barreras le impliquen desventajas que dificultan o impidan su participación, inclusión e integración a la vida familiar y social, así como el ejercicio pleno de sus derechos humanos en igualdad de condiciones con los demás. 5 Condición o situación que resulta de la interacción de la persona con déficits en la capacidad para desplazarse,moverse, mantener una postura y/o manipular objetos; y las barreras físicas, psicológicas, sociales, culturales y comunicacionales de su entorno. La discapacidad motora puede deberse a diferentes causas y se puede suscitar en diferentes La discapacidad comúnmente, suele agruparse en tres grandes renglones: a) Discapacidad Motora; b) Discapacidad Intelectual, y c) Discapacidad Intelectual. TIPOS DE DISCAPACIDAD DISCAPACIDAD MOTORA (DM): etapas (pre-natal o antes de nacer, peri-natal o durante el nacimiento, post-natal o después del nacimiento), por alguno de los siguientes factores: -Factores congénitos: alteraciones durante el proceso de gestación, como malformaciones congénitas (espina bífida, parálisis cerebral). 6 7 -Factores hereditarios: transmitidos de padres a hijos (incluye una variedad de enfermedades neuromusculares). 8 -Factores adquiridos o suscitados en la etapa post-natal: traumatismos, infecciones, pérdida de oxigena- ción, accidentes cerebrovasculares (por ejemplo, amputaciones) Condición o situación que resulta de la interacción de la persona con déficits en las capacidades asociadas al funcionamiento intelectual y adaptativo frente a las barreras físicas, psicológicas, sociales, culturales y comunicacionales de su entorno. Las causas de la DI pueden ser: a) Genéticas: alteraciones cromosómicas que se constituyen en determinados síndromes (e.g. Síndrome de Down); b) trastornos metabólicos o fallas congénitas del metabolismo, c) exposición materna a rubeola, DISCAPACIDAD INTELECTUAL (DI): sífilis, VIH; d) consumo de drogas, alcohol, psicotrópicos, antes y durante el embarazo; e) complicaciones perinatales/posnatales como asfixia perinatal, prematurez; y f) factores post-natales: enfermedades como la meningitis, infecciones, convulsiones febriles, envenenamiento por plomo u otros, traumatismos (accidentes, golpes o maltrato físico), desnutrición. Estos factores o la sumatoria, según el caso puede generar DI, siendo la más asociada el retardo mental (González, Meneses y Piña, 2018; Prado, 1992). 2 Funciones intelectuales: razonamiento, resolución de problemas, planeación, pensamiento abstracto, juicio, aprendizaje académico y aprendizaje a partir de la experiencia. (DSM 5 Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders - Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 5ta versión). 3 Funciones adaptativas: conjunto de habilidades conceptuales, sociales y prácticas que se aprenden para funcionar en la vida diaria, a cambios vitales y/o a demandas ambientales. (Luckasson et al., 2004, p. 97). 9 10 11 12 Condición o situación que resulta de la interacción de la persona con déficits en las capacidades perceptivas de alguno de los sentidos y las barreras físicas, psicológicas, sociales, culturales y comunicacionales de su entorno. Las más conocidas son la discapacidad visual y la discapacidad auditiva, las cuales acarrean serios problemas en la comunicación y en el lenguaje. Discapacidad Visual (DV). Se define como el conjunto de situaciones que derivan de la interacción de la persona con una limitación específica para percibir a través de la visión la luz, color, forma o tamaño de los objetos y las barreras presentes en el entorno social. Es un término genérico que engloba, por tanto cualquier tipo de condición que implique ausencia parcial o total de la visión debido DISCAPACIDAD SENSORIAL (DS): a una deficiencia del sistema visual en alguno de sus estructuras (ojos, vías y/o centros ópticos) y/o de sus funciones. La DV puede ser congénita o adquirida, manifestarse por sí sola o asociada a DM o DI, afectando a gran parte de la población infantil general con discapacidad. En correspondencia con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) la función visual se subdivide en cuatro niveles: visión normal, discapacidad visual moderada, discapacidad visual grave y ceguera. La moderada y la grave se reagrupan comúnmente bajo el término de baja visión, que conjuntamente con la ceguera, representan el total de casos de discapacidad visual (OMS, 2014). 13 En conveniente diferenciar, baja visión de la ceguera absoluta. Esta última, se refiere específicamente a aquella afección visual que impide la percepción de luz, color, forma o tamaño de los objetos. Mientras que en la baja visión queda un residuo o resto de percepción visual. Las niñas y niños con DV moderada son capaces de reconocer visualmente objetos a distancias cortas siempre y cuando estos sean grandes y la luz sea favorecedora, más no logran registrar los detalles o complementos más allá del campo que rodea dicho objeto, por lo que su conocimiento resulta parcial y la interacción dificultosa o restringido, en consecuencia, pueden sentir desmotivación para explorar o intervenir en su entorno. Es por esta razón que necesitan de ayudas ópticas (lentes, lupas, señaladores, otros), objetos con formas, colores, contrastes llamativos; ejercicios oculares para mejorar la percepción visual de modo que ese residuo visual se mantenga en las mejores condiciones. Para ello la detección precoz o a tiempo resulta esencial pues, la DV puede originarse por un déficit en el desarrollo madurativo (del ojo, sus estructuras asociadas o sus conexiones con el cerebro), posible de superar si es atendido a tiempo, apuntando la literatura a una intervención oportuna antes de los tres años preferiblemente o al menos antes de los 12. Por ello, conviene que familiares, educadores estén atentos a las reacciones de la niña y el niño, su interés o seguimiento visual de los objetos, la distancia y la manera de conocerlo, si hay dificultad para reconocer detalles, sensibilidad a la luz, así como dificultades perceptivas en aprendizaje de escritura y lectura. 14 De modo que, desde el periodo neonatal, según el lactante se expone a estímulos visuales, el sistema visual madura, lo que conlleva una progresión en la agudeza visual (capacidad para distinguir un objeto y sus detalles), así también en el desarrollo Ese proceso ideal no se da en todos los sujetos ni en todos los ojos y por ello existen las deficiencias ópticas o de refracción (como la miopía, hipermetropía o astigmatismo), que pueden ir desde una disminución parcial de uno o ambos ojos hasta la pérdida total de visión. Los niveles de compromiso o afección de la función visual son de la fusión binocular, control de movimientos oculares, la mejora del enfoque o ajuste ocular a diferentes distancias (acomodación), maduración funcional que va de la mano con el crecimiento del ojo. establecidos tras la medición de la agudeza visual y del campo visual (toda la zona que puede ser vista sin mover los ojos o visión periférica, de 180°) de cada uno de los ojos por separado (Checa, Robles, Andrade, Núñez & Vallés, 1999; Delgado, 2008). 15 Ahora, respecto a las condiciones patológicas que afectan la salud ocular en la infancia figuran: la ambliopía, los problemas de refracción, el estrabismo, el nistagmus, malformaciones oculares, distrofias retinianas, alteraciones congénitas (albinismo, glaucoma). Las causas más frecuentes, son: (a) hereditarias (albinismo, aniridia, cataratas congénitas, glaucoma congénito, miopía degenerativa); (b) congénitas, por exposición materna a toxoplasmosis, rubeola, varicela, sífilis, (atrofia del nervio óptico, cataratas congénitas, microoftalmia), radiaciones o trastornos metabólicos fetales (c) adquiridas, de origen traumático o consecuencia de enfermedades (cataratas traumáticas, retinopatía del bebe prematuro, retinopatía diabética). 16 17 Discapacidad Auditiva. Se define como el conjunto de situaciones que derivan de la interacción de la persona con una limitación específica para percibir a través de la audición los sonidos del ambiente -y dependiendo del grado de pérdida auditiva, los sonidos del lenguaje oral-, y las barreras presentes en elcontexto. Comporta un déficit total o parcial en la percepción que se evalúa por el grado de pérdida de la audición en cada oído debido a una deficiencia en la función anatómica y/o fisiológica del sistema auditivo. Lo que implica un déficit en La multitud de causas de la hipoacusia se engloban en dos categorías: congénita y adquirida. La hipoacusia congénita es aquella que se produce desde el nacimiento, sea por herencia o debido a una anormalidad en el desarrollo fetal. La hipoacusia adquirida, se produce después del nacimiento y entre sus posibles causas destacan: el acceso al lenguaje oral que compromete su desarrollo lingüístico y comunicativo, su proceso cognitivo, autoestima y, en consecuencia, su integración social y escolar. Desde una perspectiva educativa, se distinguen dos grandes grupos: los que presentan hipoacusia y los que tienen sordera profunda. De acuerdo con Carrascosa (2015), la hipoacusia es la pérdida de audición que, con o sin ayuda técnica, permite acceder al lenguaje oral por vía auditiva. traumatismos, medicamentos ototóxicos, la exposición a ruidos fuertes, meningitis y diversos síndromes. Entre las causas más importantes figuran la meningitis, la laberintitis, el sarampión, la varicela, la parotiditis y la exposición a sustancias ototóxicas. 18 En atención al momento de producirse la pérdida auditiva, las hipoacusias se clasifican en prelinguales, la lesión se produjo con anterioridad a la adquisición del lenguaje (0-2 años), perilinguales, cuando sucedió durante la etapa de adquisición del lenguaje (2-5 años) y post linguales cuando la pérdida auditiva es posterior a la estructuración del mismo. (Álvarez, Vega Castillo, Santana, Betancourt & Miranda, 2011). Por lo general, los niños y niñas con DA necesitan la lengua de señas para desarrollar el pensamiento y el lenguaje, a fin de disminuir o evitar los desfases cognitivos y comunicativos que, de no ser así, presentarían, aunado a ello, la regulación del comportamiento, los sentimientos de inseguridad y las dificultades en sus relaciones sociales, son también una consecuencia de las limitaciones en el lenguaje. 19 Es necesario conocer sobre el desarrollo psicomotor en la población infantil con discapacidad y/o con NEE, a objeto de brindarle una atención educativa sistemática a través de una vivencia integral y enriquecedora del cuerpo , el movimiento, el juego y los aprendizajes lúdico motrices en general, recordando las palabras de Disante (1996): la niña y el niño “necesitan moverse para aprender y aprender para moverse”. El desarrollo psicomotor: continuum. Elaboración de los autores con imágenes tomadas de: Kissping. com; Canstockphoto.com; NIDDK Imagen; Pinterest; Shutterstock.com; Depositphotos. DESARROLLO PSICOMOTOR EN LA NIÑA Y EL NIÑO CON DISCAPACIDAD Entonces, reiterando abreviadamente la exposición referida en el texto 3 se comprende el desarrollo psicomotor como la evolución de la capacidad del sujeto tanto para realizar una serie de movimientos corporales y acciones, así como la representación mental y conciencia de los mismos, implicándose de manera global en ellos (Valdés, 2002). Se manifiesta en dos procesos complementarios: (a) orgánico madurativo (maduración del sistema nervioso y genética) y (b) relacional o psicosocial (aspectos subjetivos e interactivos). 4 Con “cuerpo” se hace referencia al organismo humano como un todo, y por tanto se incluye la mente en la definición. Por ello, las funciones mentales (o psicológicas) están incluidas dentro de las funciones corporales.(CIF.P.231) 20 Ahora bien, siguiendo el modelo teórico propuesto por Da Fonseca (1998), desarrollado en el texto 3, recordara el lector que el mencionado autor, Factores que integran el sistema psicomotor organizados en las unidades funcionales Lurianas (Adapta- do de Da Fonseca, 2004). Elaboración de los autores describe el sistema psicomotor humano integrado en las unidades a señalar en el siguiente gráfico: 21 Cuando la maduración o el funcionamiento de algunos de los componentes o factores psicomotores se alteran o están comprometidos por una condición de salud, surgen deficiencias o dificultades en las conductas motrices limitándose la actividad de la niña y el niño. Limitación que puede originarse o combinarse en los tres niveles mencionados, comprometiendo: la atención (tono, equilibrio), la codificación u organización de la información La primera unidad funcional se encarga de regular la función tónica, garante de la capacidad de atención. Respecto al tono, muchos aspectos de la conducta quedan bajo su dependencia y de sus variaciones. Si está inadecuadamente organizado, por exceso (hipertonía) o disminución (hipotonía), aparecerán en el plano corporal y en la función motriz: desajustes e insuficiencias en la capacidad de ajustar adecuadamente la tensión muscular para realizar una acción; en el campo mental: dificultades para prestar atención y por ende en la percepción; en lo emocional afectivo: discontinuidad en el humor y complicaciones para manejar los sentimientos. En lo social: complicaciones para comunicar corporalmente y/o apoyar el habla con gestos. Teniendo en cuenta esta pluralidad el educador ha de familiarizarse con la situación de discapacidad según el caso, documentarse sobre su curso en lo concerniente al tono neuromuscular y sin perder de vista al niño o niña como sujeto con toda su integralidad (física, mental y socioafectiva), disponer los juegos, ejercicios o actividades adecuados para, según el caso a fin de facilitar la movilidad y su disfrute, así como la relajación. Aunado a ello, dado que el tono es base de la comunicación y expresión corporal, en el plano comunicativo el educador debe aprender a observar, sensibilizarse e interpretar las señales sensoriomotora (lateralidad, esquema corporal, tiempo-espacio) y la planificación y ejecución (praxia o coordinación). A continuación, se hará referencia a estas dificultades psicomotoras, las cuales pueden manifestarse en los distintos tipos de discapacidad: motora, intelectual y sensorial. DIFICULTADES A NIVEL DE LA 1ERA UNIDAD PSICOMOTORA: TONO Y EQUILIBRIO corporales del niño o niña (tensiones, distensiones, miradas, gestos, micro gestos, otros), incluso en los casos más severos, donde no hay movilidad aparente, el cuerpo ofrece cambios micro, un diálogo tónico que pueden percibirse con experiencia y entrenamiento. Continuando, entonces con más referencias sobre el tono. Los niños con hipotonía parecen “blandos”. Los niños con hipertonía generalmente parecen rígidos, y puede ocurrir que, en un mismo sujeto oscilen ambos, agudizándose según la emocionalidad implicada y/o dependiendo del tipo de actividad en la que se pretenda participar. 22 La hipertonía consiste en un aumento excesivo en la tensión del músculo lo que dificulta su movilidad, manifestándose en extremidades flexionadas y rígidas, en otras palabras a la persona le cuesta estirar los brazos y las piernas. En este estado tiene que realizar un esfuerzo y tomar tiempo para comenzar o terminar un movimiento, así como graduar la fuerza a implicar en ello. Los movimientos tienden a ser escasos o según la circunstancia exagerados, por ejemplo ante un imprevisto o evento demandante o estresante. La locomoción se ve seriamente comprometida más no es imposible. La complejidad de esta anomalía varía desde acortamiento muscular hasta la rigidez y la espasticidad conocidos en la discapacidad motora (Fejerman & Arroyo, 2013 Stokoes; 2006; Álvarez, 2002). Las variaciones sean hipo o híper, o combinaciones, suelen caracterizar las condiciones de discapacidad motora, acentuándose en las asociadas a parálisis cerebral. Su atención educativa demanda de mucha documentación y apoyo interdisciplinario, entendiendo que el docente como tal, educa dentro de los límites de sus competencias,viabilizando las indicaciones de los médicos u otros especialistas. La hipotonía consiste en una anormal disminución del tono muscular. El músculo tiene una consistencia flácida, laxitud muscular que dificulta los movimientos, la fuerza para mantener una postura esta disminuida incluso mantener los brazos elevados. Por lo que tiene a realizar actividades por corto tiempo. La niña y el niño con deficiencia en la función tónica, para mantenerse de pie o sentado debe hacer un esfuerzo y generalmente experimenta muchas caídas (Cobos, 2006; Bruce, 2000; Molina De Costallat, 1984). 23 Otro punto a considerar, es la tendencia en los adultos cercanos a la niñas y niños con estas condiciones tónicas, a restringirles las oportunidades de movimiento, por desconocimiento sobre sus posibilidades y/o las estrategias que podrían implementarse, o por sobreprotegerlos, en consecuencia los mantienen en casa, con actividades Si las niñas y niños con discapacidad no reciben motivación y apoyo para jugar, moverse, activarse, participar en juegos, deportes y actividades físicas sistemáticas, sufrirán doblemente los efectos del sedentarismo, además de acentuarse los problemas psicomotores implícitos en su situación de discapacidad. El sedentarismo es perjudicial para la salud y sus efectos nocivos resultan más rápidos y devastadores en los niños y niñas con discapacidad. Sobre el o juegos de mesa o pc, televisión y actividades en general pasivas. Cabe preguntarse: ¿qué ocurre en el caso de las niñas y niños con discapacidad sin una forma de vida activa dentro de sus posibilidades, sin una adecuada Educación Física que adapte juegos y experiencias motrices a sus necesidades?. funcionamiento tónico en cuestión, las consecuencias serían: La falta de actividad física ocasiona perdida de elasticidad complicando la hipertonía. La hipotonía aumenta el doble si la niña o el niño llevan una vida con baja frecuencia de juego y movimiento, es decir con reducidas oportunidades de activar o estimular la fun- ción tónica. 24 Sin juegos corporales ni actividad física regular, costará doblemente a la niña y al niño sentir su cuerpo y por ende su postura, lo que en consecuencia: - Disminuirá o anulará su capacidad la calidad de la función psicomotora y de la movilidad del cuerpo. - Limitará su percepción de lo que es una posición adecuada y la que no lo es. Esto último puede ocasionar o acentuar deformidades. La posición incorrecta de un segmento del cuerpo desalinea el resto encadenando deficiencias (óseas, musculares o articulares) que agravan la limitación del movimiento ocasionando problemas secundarios incluyendo malestar y hasta dolor. Sin suficiente actividad física, en el caso de hipotonía aumenta la vulnerabilidad a las lesiones ya que la flacidez muscular provoca posiciones articulares anómalas, como por ejemplo, rodillas híper extendidas (Vojta, 2005). La hipotonía conlleva a una disminución de la capacidad respiratoria causada por la flacidez de los músculos que acompañan la respiración –diafragma intercostales, abdominales, otros accesorios- (Masdeu y Ferrer 2003; Plata y Leal, 2002).Sin vida activa empeora tanto la tonicidad como el funcionamiento respiratorio y por ende el consumo de oxígeno y la aptitud física. En caso de niños en edad maternal se retarda aún más la adquisición o el dominio de las habilidades motrices básicas. Sin un tono adecuadamente estimulado por los beneficios de un estilo de vida activo (juegos y actividades físicas diarios o regulares) este se degenera aún más, no solo en el plano físico, como se ha señalado hasta ahora sino también en la capacidad cognitiva del niño y la niña, mermando su capacidad de atención en consecuencia la percepción e integración de sensaciones, con el añadido de perjudicar seriamente la comunicación afectiva intra e interpersonal. (Ayres, 2008) 25 26 27 28 Entrenamiento de la flexibilidad: Realizar estiramientos asistidos. Conviene el apoyo musical para aumentar la incorporación integral del niño o niña, esto es su disposición anímica, su capacidad de asociar lo que ocurre con sus músculos y contenidos abstractos como los sentimientos inducidos por la música. Educar la fuerza en los casos de hipotonía. Para niñas y niños muy pequeños o con déficit seria- mente comprometido, la gravedad es suficiente resistencia. En otro caso, si la potencia muscular es suficiente para superar cómodamente la re- sistencia de la gravedad, se incorporan pro- gresivamente actividades que impliquen ven- cer el peso del propio cuerpo o la resistencia ofrecida por implementos como ligas u otros, respetando la edad biológica para el trabajo de la fuerza. Facilitar la amplitud en los rangos de movimientos, mediantes ejercicios que favorezcan la acción articular y la exploración de todas las posibilidades de movimiento. Facilitar la vivencia de posturas diversas de manera individual, con distintos apoyos, en pa- rejas, tríos y más. Las actividades y juegos asistidos en el medio acuático son ideales ya que el niño y la niña no tienen que lidiar con la resistencia gravitatoria, además de que el medio acuático ofrece una envoltura lúdica y placentera a nivel de la piel que favorece la integración sensorial tónica y propioceptiva (obviamente, una vez superada la etapa de inclusión o familiarización con el medio acuático). Aprendizaje de la relajación: Implementar actividades y juegos que impliquen la vivencia de contrastes (tensar-soltar, actividad- inactividad). Dialogar y representar (dibujo, modelado, fotos, otros) junto a la niña y el niño la vivencia tónica de un segmento o de todo el cuerpo. Incluso como lo ve en otras personas o incluso mascotas. Apoyar la comprensión de esta toma de conciencia o darse cuenta con el uso comparativo y manipulación lúdica de materiales opuestos como: telas y bastones, gelatina y hojuelas de cereal, bolsas de agua y bolsa con agua congelada. El masaje y los juegos táctiles son ideales para relajar el tono o aumentarlo variando el ritmo, velocidad e intención. Además de favorecer la comunicación corporal y afectiva (Camacaro, 2013). Especialmente en la edad maternal, constituyen una estrategia privilegiada e imprescindible para la atención educativa de niñas y niños con discapacidad. Se sugieren maniobras derivadas de corrientes de masaje que acentúan su finalidad en el vínculo: (Schneider, 2002; Klein 2001 y similares), juegos y cuentos táctiles (ver texto 3). Para la planificación de estrategias (juegos, actividades motrices o ejercicios) se recomienda al lector complementar la información de las presentes líneas con los contenidos y estrategias sugeridas en los otros tomos de esta colección, en el entendido de que la clave es la ADAPTACIÓN, aunado a la CREATIVIDAD y el VÍNCULO AFECTIVO con los niños y niñas. A continuación, algunas recomendaciones básicas para la implementación de las estrategias referidas a la función tónica: 29 Con respecto al equilibrio, las niñas y niños con discapacidad y/o con NEE exhiben dificultades en el equilibrio estático y dinámico (Da Fonseca, 2004; Vayer, 1980). La deficiencia en el control del equilibrio implica, una interrupción en la integración entre los estímulos sensoriales y las respuestas motoras, ocasionando la pérdida de estabilidad o la sensación de inestabilidad, en ambos casos se genera una de inseguridad, el temor a caer o inseguridad gravitacional (Ayres, 2008). 30 Ahora, bien, dependiendo de la condición implícita en la discapacidad o NEE, los centros superiores del sistema nervioso (SN), necesariamente se ocupan de la estabilidad del cuerpo, quedando a la deriva las funciones psicomotoras más elaboradas lo que “interfiere en todo tipo de actividad mental, es decir, no exclusivamente en la motora, sino en lo emocional, perceptivo, cognitivo, social” (Da Fonseca, 2004.P.69). De modo que las dificultadespara la equilibración, conllevan a una menor independencia, menor disposición a la exploración de las posibilidades de movimiento en el espacio y por consiguiente una reducción de la práctica de actividad física en general o bajo la forma de juegos, deportes, bailes u otros. Aunado a ello, el equilibrio al igual que la función tónica -dos caras de la misma moneda- conforman la puerta de acceso para la integración sensorial, la organización psicomotora y los aprendizajes. De acuerdo con Ayres (2008), el sistema vestibular (encargado del equilibrio) informa a los músculos sobre el cuándo y cómo contraerse, este control es subconsciente y a él se superponen las acciones musculares voluntarias. De modo que el flujo de información nerviosa procedente de los núcleos vestibulares determina la respuesta tónica de la musculatura especialmente, la erectora. Cuando esta interacción falla o está alterada, los músculos ofrecen un tono bajo, en consecuencia puede ocurrir que la niña o el niño se fatiguen más rápidamente, tengan problemas, por ejemplo, para mantener erguida la cabeza sentados en el pupitre largo tiempo, para la lectoescritura, dificultad para adaptar movimiento a cambios de altura (como subir o bajar una escalera), tropezar o caerse con frecuencia; lo que en consecuencia mermará su motivación para jugar y moverse, por ende su adherencia a juegos pasivos y un estilo de vida sedentario y “sí el cuerpo no participa en muchas actividades lúdicas, el niño no obtiene el tipo de señales sensoriales que necesita para desarrollar globalmente su cerebro” (p.72), lo que se agrava en una condición generadora de discapacidad. De modo que, el equilibrio forma un equipo junto al tono, ambas funciones requieren activarse, ejercitarse diaria o regularmente. Para el desarrollo, salud y bienestar de la niña y el niño con discapacidad, y la repercusión positiva de ello en el resto de los componentes psicomotores y en todo el sujeto, resultando el equilibrio clave en el aspecto de seguridad y confianza, en sí mismo y en los demás. En atención a estos planteamientos se entiende la importancia de ofrecer actividades y juegos que favorezcan el desarrollo del equilibrio estático y dinámico así como estrategias orientadas a experimentar y disfrutar de las sensaciones vestibulares (junto a las táctiles y propioceptivas) esenciales para el desarrollo infantil integral y para superar la inseguridad gravitacional, serio obstáculo socioafectivo que restringe la participación de la niña y el niño en juegos y actividades motrices. 31 Lázaro (2008) en su brillante abordaje sobre estimulación vestibular reúne los siguientes contenidos a tener en cuenta: - Educación de las sensaciones plantares - Adaptación a la altura. - Educación de la caída. - Balanceos y giros. - Aceleraciones rectilíneas, angulares y verticales. Apoyar al niño o niña a generar sentimiento de seguridad gravitacional progresivo basados en un vínculo tónico afectivo positivo. Tendidos sobre el suelo trabajar conciencia corporal del tronco. Progresar desde posiciones estáticas a arrastres y rodamientos asistidos y luego permitir que el participante lo haga solo o con el mínimo de apoyo. Trabajar el arraigo plantar o conciencia del apoyo y sostén sobre los pies de manera lúdica pisando materiales agradables para la niña y el niño. Facilitar la vivencia de posturas diversas de manera individual, avanzar luego a situaciones de mayor complejidad variando los apoyos de manera individual, luego en parejas, tríos. Experimentadas las estrategias previas pasar a juegos y actividad propioceptivas sobre pelota gigante balón Bobath o Fitball, cilindro, dispositivo tipo columpio (hamaca o equipo sofisticado como un vestibulador), plataforma con ruedas (patineta). Las actividades y juegos asistidos en el medio acuático son ideales para la integración de información vestibular. Dialogar y representar (dibujo, modelado, fotos, otros) junto a la niña y el niño la vivencias equilibratorias. Incluso como lo ve en otras personas o incluso mascotas. En cuanto a la planificación de estrategias (juegos, actividades motrices o ejercicios) se reitera la clave: ADAPTACIÓN+CREATIVIDAD+VÍNCULO AFECTIVO, aunado a las siguientes sugerencias básicas: 32 33 La organización del esquema corporal, lateralidad y estructuración espacio-temporal (segunda unidad psicomotora) se producen al compás de la maduración nerviosa, a partir de la experiencia motora: mover el cuerpo, accionar sobre los objetos, interaccionar con otras personas, jugar. Lo que equivale en palabras de las CIF, a las posibilidades de participación e integración que haya podido tener la niña y el niño en su entorno. Esta segunda unidad comprende la integración y codificación u organización y almacenamiento de información sensorial. A continuación se retoma la imagen presentada en el texto 3 sobre el esquema corporal y la evolución del pensamiento infantil: DIFICULTADES A NIVEL DE LA SEGUNDA UNIDAD PSICOMOTORA: ESQUEMA COR- PORAL, LATERALIDAD, ESTRUCTURACIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL. 34 Cuando esta segunda unidad psicomotora no se estructura adecuadamente debido a deficiencias causadas por una condición que afecte la salud y/o por insuficiente movimiento juego y afecto (triada que define la infancia), o ambos, se producen dificultades para el reconocimiento y registro del cuerpo, de sus partes o su totalidad, su estado, su ubicación y desplazamiento en el espacio y en tiempo, sus posibilidades posturales, manipulativas y locomotrices. En consecuencia, el paso de la inteligencia sensoriomotora a la, perceptivomotora y finalmente a la idiomotora se altera o retarda, (cuerpo vivido, al cuerpo percibido al cuerpo representado). Dicho estado, acciones y posibilidades ocurren con relación o en un tiempo-espacio, determinado, lo que implica datos sensoriales concretos, que vive el sujeto al accionar en su entorno. Según lo permita su etapa evolutiva, coeficiente intelectual y calidad de experiencia previas, irá sumando o integrando datos más abstractos, como los referentes espaciales (ejemplo: distancias, volúmenes, direcciones) y temporales (como rápido, lento, pausa, antes, durante, después). Para reforzar la comprensión del planteamiento precedente, sirve por ejemplo el caso de la lateralidad. Una cosa es la percepción concreta de cada lado del cuerpo (sentirlo, moverlo –vivencia y registro sensoriomotor-), y otra diferente es el dominio o representación mental del concepto derecha izquierda y su consecuente aplicación consciente en la acción (vivencia, registro perceptivo motor y ajuste intencional). Es por ello que operaciones mentales como el cálculo y el razonamiento lógico matemático, se fundamentan en la inteligencia sensoriomotora, en otras palabras dependen de la adecuada integración y elaboración del esquema corporal, la lateralidad y la estructuración espacio temporal. Al respecto, cuando muchas niñas, niños y adolescentes, con y sin discapacidad, presentan bajo rendimiento en matemática y afines, suelen tener dificultades originadas en esta unidad psicomotora (o la anterior), necesidad o NEE que puede subsanarse o superarse con la debida atención educativa o especializada según el caso. De modo que, las fallas en esta segunda unidad, limitan la motricidad en general y afectan la lectoescritura y el cálculo. Es así que, le resultará más complicado, por ejemplo, ajustar la fuerza necesaria ni más, ni menos, para patear o lanzar una pelota con la mano o pie conveniente, orientándola hacia un sitio determinado y justo en el momento en que contacta el móvil. Es por ello, que la progresión en los desafíos motores y en la complejidad de las actividades motrices y los juegos deben planificarse con mucha sistematicidad, siempre partiendo de la zona actual de desarrollo actual de la niña y el niño (en este caso desarrollo psicomotor), con mirashacia su zona de desarrollo motor potencial, siguiendo el conocido y siempre vigente, planteamiento vigotskiano. 5 En el contexto escolar, los problemas con la segunda unidad funcional, se traducen en necesidades educativas especiales que implican dificultades en la lectura (dislexia por ejemplo), escritura (digrafía) y cálculo. Al respecto, en opinión de los autores hay NEE que pueden suscitarse fuera del cuadro complejo de una condición de discapacidad (o no asociadas a una causa patológica) y necesitan la adaptación de las estrategias para apoyar los aprendizajes. 35 Adicionalmente, es importante considerar que, al esquema corporal se asocia la imagen corporal (significados afectivos y sociales vinculados al cuerpo o sus partes), la cual se va construyendo a lo largo de las experiencias de vida, en la medida en que el niño y la niña elaboran conclusiones acerca de su cuerpo. La imagen corporal es el conjunto de emociones, sentimientos, ideas y creencias que cada persona tiene sobre su cuerpo y sus capacidades, imagen que puede ser positiva o negativa, lo que depende sumamente de los mensajes que se reciban del entorno social familia, la comunidad y la sociedad en general, incidiendo por tanto en el autoconcepto y la autoestima (texto: p.p, 5-6). En este sentido la imagen corporal de las niñas y niños con discapacidad tiende a ser vulnerable dada su exposición constante a las barreras físicas y sociales, aunado a un legado histórico cultural en el cual las personas con discapacidad han sido segregadas o subvaloradas (ver anexo: Discapacidad, cuerpo y corporeidad en la historia). 36 Con referencia, a la DS, en el caso específico de la DV, el vacío de información visual demanda en el sujeto el procesamiento táctil propioceptivo y auditivo, como medio de registro primordial, lo que además de implicar un mayor tiempo de exposición, decodificación y organización sensorial, puede conllevar lagunas o vacíos si el adulto no le comunica o completa suficientemente información sobre su cuerpo, los objetos, el entorno y/o despierta su interés en ello.(Checa, F; Robles, M; Martín, P; Núñez, M & Valles, A, 2000). En el caso de la DM, igualmente se reitera que, la falta de exploración y movilidad reducirá, en Elaboración de los autores con imágenes tomadas de Freepick.es; Pinterest.com consecuencia, la vivencia necesaria para captar y procesar la información sensorial, “alimento” necesario para que el sistema nervioso pueda elaborar el esquema corporal, integrar al mismo la bilateralidad así como los datos temporales espaciales. Por otra parte, cuando la discapacidad es causada por un accidente o trauma, el esquema e imagen corporal se modifica abruptamente y debe reelaborarse, proceso que lleva tiempo e implica serias connotaciones emocionales. 37 38 Ahora bien, con relación a la lateralidad (ver texto 3), generalmente conocida o asociada a la orientación derecha-izquierda o al uso preferente de una u otra mano, más allá de ello, involucra, un proceso progresivo de maduración y especialización consecuente de los dos hemisferios cerebrales. En principio y gracias a la experiencia motriz y el juego, todo niño y niña con y sin discapacidad gracias a su actividad postural y movimiento, integra sensaciones o datos sensoriales de cada lado del cuerpo. Esto se denomina integración bilateral, percepción y procesamiento que además permite acceder a la noción de línea media del cuerpo. Se insiste: gracias al juego y al movimiento, el sujeto infantil adquiere las sensaciones táctiles, tónicas y equlibratorias (primera unidad funcional) de su cuerpo. Esta guía corporal natural, le ayuda a referenciar en sí mismo la derecha y la izquierda y luego en el exterior. En el caso de un sujeto con discapacidad esta guía natural se ve alterada o su adquisición retardada debido a la deficiencia y a su alcance. En consecuencia, la especialización hemisférica se ve afectada. Esta especialización es la que permite la progresiva coordinación de actividades complejas, como por ejemplo, recortar con la mano preferente, mientras la otra (mano de apoyo) sostiene la hoja (disociación motora). Sobre la base de esta organización progresiva del cerebro en el aspecto motor, sobreviene la organización hemisférica para las funciones simbólicas (pensamiento y lenguaje). De manera que, la progresiva especialización hemisférica resulta determinante “en la elaboración de praxias, el habla y la escritura así como el pensamiento cognitivo” (Da Fonseca, 1998, p.187). Es conveniente acotar que en un cerebro maduro, el hemisferio derecho se ocupa de aspectos concernientes a la integración motriz, mientras el hemisferio izquierdo asume otras funciones como por ejemplo el lenguaje. Si la especialización presenta alteraciones, ambos hemisferios se ocupan de procesos básicos como la postura y por consiguiente, no pueden dedicarse a las funciones para las cuales están especializados. Tal es la razón de los problemas de atención o lenguaje con origen en desajustes tónico posturales y en la lateralización consecuente (Da Fonseca, 2004). Las investigaciones al respecto realizadas con población infantil con discapacidad sobre todo intelectual, en general reportan condiciones de ambidextrismo (uso indeferenciado de ambos lados del cuerpo) con repercusiones en el habla y en los aprendizajes (véase por ejemplo, García y Portellano, 2011; Ramírez, 2015; Medina, 2020). Sobre lateralidad, en el caso específico de los niños con DV congénita, puede observarse que es mayor el tono en el lado del cuerpo correspondiente al ojo que tiene algo de visión. En el caso de deficiencia visual adquirida el uso funcional de uno u otro lado del cuerpo dependerá de la adaptación que el sujeto necesite implementar sea por perdida o por disfuncionalidad del miembro. Por tanto el dominio postural del cuerpo en cuanto a lateralidad se reajusta en atención a la condición visual. Transfiriendo este planteamiento a una situación de juego o aprendizaje motriz o deportivo, cuando el niño reciba estímulos de un lado o de otro, tenderá a responder hacia el lado de su ojo visual más funcional, y no tanto por el hemicuerpo total dominante. 39 Esta situación sobre todo en situaciones en que la DV fue adquirida repentinamente conlleva a un reajuste y reaprendizaje en la adecuación de las acciones motrices a las situaciones. Por tanto los juegos, actividades y adaptaciones a proponer deben contemplar estas características para respetar el ritmo de aprendizaje motor y adecuación funcional de cada niña y niño, su propia estrategia perceptivo motora. Esto aplica en todos los renglones de discapacidad con las lógicas pertinentes. 40 41 DIFICULTADES A NIVEL DE LA TERCERA UNIDAD PSICOMOTORA: PRAXIA MOTO- RA GLOBAL Y PRAXIA MOTORA FINA La tercera unidad psicomotora corresponde a la praxia o capacidad de realizar intencionalmente una acción con un fin determinado. Proceso que involucra los mecanismos: intención, motivación, planificación, programación, secuenciación, regulación y ejecución (Da Fonseca, 1998; Nitsch, Neumaier, Horst de Marées & Mester, 2017). La praxia es el resultado de la sinergia entre los factores que integran la primera y segunda unidad psicomotora. Al respecto, desde una aproximación general, se hará referencia a los “problemas de coordinación” o “trastornos de la coordinación”, condición que pueden manifestarse en los niños y niñas con y sin discapacidad y/o con necesidades educativas especiales. Esta dificultad se traduce en deficiencias a nivel de la planificación (falta de integración bilateral, lateralidad no definida, esquema corporal incompleto y difuso, vaga o confusa representación temporoespacial), ejecución y automatización de los movimientos voluntarios. Hay gran dificultad para la praxia motora fina y para reproducir movimientoscomo abotonarse prendas, atar, imitar gestos, y similares que ameriten independencia de los dedos; obviamente la escritura y el dibujo se ven comprometidos; así también movimientos faciales (guiñar un ojo, soplar, silbar). Suelen referirse como dispraxias. El prefijo “dis” indica dificultad. Los trastornos de coordinación motora (Fejerman y Arroyo, 2013; Cobos, 2006) o de las habilidades motoras (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders -DSM-IV- citado en Calmels,2003), tradicionalmente se han conocido como “torpeza motriz”, estos incluyen dificultades sin causa patológica o un diagnostico medico definido , que limitan el funcionamiento y el aprendizaje motor y por consiguiente el desenvolvimiento y la participación en las actividades cotidianas, especialmente las actividades físicas y deportivas. Los autores concuerdan con Ruiz, Mata y Moreno (2007) en referirlos como Problemas evolutivos de coordinación motriz dado que refieren las dificultades en la coordinación, presentes en las edades escolares (evolutivas), superando el tradicional término peyorativo de “torpeza” con el cual han sido designados. Interesa destacar su mención en este escrito debido a que se trata de una condición presente en numerosos niñas, niños y adolescentes, la cual aunque no está asociada a una patología como tal ni se diagnóstica a quien lo presenta como sujeto con discapacidad, los “problemas de coordinación motora” generan discapacidad en el sentido de la limitación y restricción que originan, y en el contexto de la Educación Física y el deporte, justamente el niño y niña con dicha condición resulta excluido o se autoexcluye, representando de acuerdo con LLado (2015) y Ruiz, Gómez de Avila, Jiménez & Moreno (2007), un ignorado o poco comprendido problema de educativo y de salud, insuficientemente atendido o investigado en el ámbito de la Educación Física a pesar de ser la ser una disciplina educativa cuya prioridad es el ser humano en movimiento. 6 El término praxia propio del área psicomotora, es el equivalente al término coordinación, de mayor uso en el ámbito de Educación Física. 7 Aunque estos niños no evidencian deficiencias de acuerdo con los exámenes neurológicos habituales, se ha determinado que exhiben una variedad de diferencias neurológicas cualitativamente distinguibles que fueron denominadas "signos neurológicos suaves". 42 En esta línea estudios longitudinales han demostrado que esta condición no es un problema transitorio que simplemente pueda solucionar la madurez o el paso del tiempo. Al contrario, los problemas de coordinación permanecen en el tiempo alcanzado la adolescencia y la adultez (Contreras, 2011; LLado,2015). Reconocer y atender sistemáticamente estas NEE en la dimensión motriz de nuestros escolares representa un paso fundamental para apoyarles en el proceso de adherirse a la práctica habitual de actividades físicas y deportes y favorecer una Educación Física Inclusiva. Los problemas de la coordinación motora son heterogéneos y varían de un sujeto a otro. Desde una panorámica general se advierten las siguientes características que pueden servir de utilidad para el lector interesado en la motricidad de las niñas y Algunos casos presentan retardos en la adquisición del control cefálico, la posición sentado, la marcha, entre otros hitos motores. El sujeto alcanza las habilidades motrices básicas de una manera elemental presentando dismetrías, que implican la inadaptación a las distancia así como movimientos exagerados o no controlados (sin freno inhibitorio); inadecuada velocidad en los movimientos, dificultad para seguir secuencias rítmicas, por ende se le complican actividades como deportes y bailes de los cuales termina apartándose. Dificultad para reproducir movimientos. Por tanto necesitan mayor tiempo para procesar la acción a realizar, ver repetidamente la demostración o el modelo de movimiento a seguir, así como escuchar las indicaciones más de una vez y reformuladas, según vallan procesando el mensaje. Esta situación y el temor al ser evaluado, al “qué dirán” o la intolerancia a su tiempo y ritmo, lo afectan socioemocionalmente. Su accionar es lento. A nivel perceptivo y de acción requieren de mayor tiempo para aprender actividades motoras complejas globales. Las praxias motoras finas conllevan mayor tiempo y dificultad por lo que suelen evadirlas o realizarlas de manera atropellada (para salir de ella) y/o inconclusa. Les cuesta e inquieta emocionalmente sumar movimientos nuevos, en consecuencia tienden a repetir o insistir en los movimientos que ya conocen y dominan (los que han automatizado). Necesitan motivación, paciencia y apoyo para adquirir aprendizajes motores nuevos. Algunos casos pueden presentar problemas de equilibrio dinámico, inestabilidad y temor (inseguridad gravitacional), facilidad para caerse. Dificultad para realizar actividades manuales que requieran de precisión. Por ende presentan caligrafía deficiente. Presentan dificultad para graduar la fuerza a imprimir en las acciones. La secuencia en sus acciones tiende a ser desorganizada. Dado sus movimientos desorganizados gastan energía innecesariamente. 43 44 LANZAMIENTOS PRAXIA MOTORA FINA Sesión de Educación Física con la participación de un niño con discapacidad motora, intelectual y sensorial. Instituto Pedagógico de Caracas (2019). 45 LUCES, CÁMARAS Y ACCIÓN PEDAGÓGICA Se recomienda la lectura de las propuestas correspondientes a este apartado que se han presentado a lo largo de la colección e incorporarle las adaptaciones correspondientes según las necesidades y características de cada niña y niño, y/o grupo además del tipo de discapacidad o NEE, tarea que puede nutrirse con las sugerencias básicas expuestas al final de este apartado. En este texto, a diferencia de los anteriores, está sección se dedicará al cómo desarrollar una sesión de juego psicomotor. El juego es la manera esencial de ser-hacer- convivir-conocer casi permanente de todo niña y niño. Y su manera de transitar del cuerpo vivido, al cuerpo percibido y de este al cuerpo representado, en otras palabras de la etapa de inteligencia sensoriomotriz, a la simbólica, luego operatoria y finalmente abstracta. En palabras de Arnaiz de la comunicación, hacia la creatividad para llegar a la descentración. UNA SESIÓN DE JUEGO PSICOMOTOR A continuación se describirá cómo realizar una sesión educativa de juego psicomotor, derivada de la práctica Psicomotriz propuesta por Bernard Aucouturrier. En estas líneas se presenta de manera muy básica, con adaptaciones realizadas por los autores para que la puede realizar el profesor de Educación Física u otro educador en el espacio escolar (o ambos en equipo); y también la generalidad de lectores no docentes en su hogar. Previamente, recordará el lector que el juego es una necesidad vital en la infancia, según se apreció en la sección “Jugar y jugar” expuesta en el texto 3, y que el juego evoluciona desde el juego sensoriomotor hacia el juego presimbólico, simbólico y finalmente reglado, lo que va de la mano con la maduración del niño y niña, y el desarrollo de su pensamiento a la par de su esquema corporal. De acuerdo con Hernández (2010) en el juego como exploración jubilosa del entorno la presencia del adulto es fundamental, así “todo lo que tienen que ver con el juego tiene que ver con la calidad de relación entre el niño o niña y el adulto…crea la imagen para crecer con la presencia del adulto, ya que este es el referente en el juego: mira lo que haces; estás jugando a…te he visto...” (p.41), por su parte el niño y la niña verbal o corporalmente comunicará: “mira cómo juego…juguemos a como sí…”, ¡juguemos! En el caso de la población infantil con discapacidad el juego igualmente representa una actividad vital e indispensable para el sano desarrollo integral. PROPUESTA 1.- Organiceen su espacio 5 áreas: Un área para el inicio y bienvenida a la sesión de juego psicomotor. Un área delimitada únicamente para realizar juegos sensoriomotores y contener mobiliario y objetos destinados para ello (bancos, espalde ras, escaleras, colchonetas, cuerdas, aros, pelo tas, hamacas, rampas similares (en su defecto mobiliario adaptado) con las medidas de segu ridad pertinentes. Un área delimitada únicamente para realizar juegos simbólicos: espejos, cojines y cajas gran des (o módulos de psicomotricidad), telas de di versas texturas, tamaños y colores, disfraces, sombreros, aros, colchonetas. Un área delimitada únicamente para realizar juegos de construcción: legos, cubos, rompeca bezas, jenga, magnetic, juegos de encaje, ar mar y desarmar; y juegos cognitivos como el ajedrez, damas chinas, damas, domino, otros. 46 Un área para la conclusión y despedida. En el texto 3 se describen lo que son juegos sensoriomotores y simbólicos y reglados. De acuerdo con la edad y necesidad de cada niño y niña, se prefiere o predomina uno u otro tipo de juego, también se combinan. La idea en la sesión es que cada niño tenga la oportunidad de experimentar un tipo de juego u otro dentro de lo que marque su madurez y necesidad; luego, así como se pasa del acto al pensamiento, el niño o niña también ha de pasar del juego sensoriomotor al juego simbólico, y una vez su pensamiento y capacidad de comunicación lo permita dejar el juego solitario o acompañado, para pasar al juego en equipo y reglado. Por este tipo de consideraciones, se denomina sesión de juego psicomotor. 2.- Inicio y bienvenida: Reciba a los participantes. Dedique este espa cio a crear un clima de familiaridad y recibi miento. Es la preparación o antesala a “lo más divertido del día” (palabras de una partici pante en las sesiones realizadas con niños y niñas en el IPC). Además de la motivación este momento se dedica a las normas y a repasar o tratar breve y concretamente información de interés. La primera sesión se dedicará a explicar en ¿qué se hace la hora del juego psicomotor?, observando las siguientes pautas (cuya explicación, indicaciones y reforzamiento el lector adaptará a sus niños y niñas): - Luego de la bienvenida, la motivación y las normas. Se invita a los niños a explorar el espacio, destacando para ellos los límites de cada área y el tipo de juego a realizar en cada una. Debe insistirse que solo debe realizarse el tipo de juego indicado para cada zona y únicamente con los materiales dispuestos en la misma. - Educador y participantes establecerán una señal para indicar el inicio de la sesión, el de cambio de zona cuando llegue el momento, y el final de la sesión. - Para iniciar la sesión el educador invitará a los niños a incorporarse en la zona que deseen, pero al indicar el cambio deben dirigirse a otra de su preferencia. De modo que cada participante debe pasar por cada una de las áreas. - Una vez completada la sesión, todos deben ubicarse en la zona de conclusión y despedida para compartir o verbalizar lo vivido además de representarlo mediante dibujo, plastilina, fotos u otro. El educador puede emplear preguntas generadoras para promover valores y contenidos integrales. Mientras los niños realizan sus juegos el educador observa y en momentos pertinentes narra o describe lo que hace cada niño, con quién o qué objeto juega, cómo lo hace (intenso, alegre, pensativo, etc); también puede incorporar preguntas para la libre exploración del movimiento (ver texto 3) e intervenir cuando sea necesario para propiciar algún movimiento o novedad necesaria en las experiencias motrices que exploran los participantes. Se sugiere emplear fondo musical para la sesiones. La intervención o “andamiaje” del educador ha de facilitar la experiencia del juego, su vivencia según corresponda, sensoriomotor, simbólico, reglado o su integración. Además favorecer las interacciones cuando surja la oportunidad y siempre respetando el ritmo de cada niña y niño y su etapa de juego correspondiente o predominante según su edad, madurez o necesidad. Puede presentarse el caso de algunos niños o niñas cuya edad aunque corresponda a la integración de juegos simbólicos, persisten en juegos sensoriomotores, en este caso el educador puede incorporar más objetos y estrategias (cuento motor, 47 disfraces, juegos con magia, otros) en el área de juegos simbólicos y disminuir algunos objetos en el área de juegos sensoriomotores (previamente). Aunado a ello se recomienda la observación cualitativa y registro descriptivo de los siguientes indicadores (solo juegos sensoriomotores y simbólicos). Se trata de una propuesta elaborada por los autores a partir de la experiencia en el área aunada a la revisión teórica desplegada en el presente material. Se aclara que no se trata de un instrumento acabado ni validado. Se presentan como indicadores a considerar para guiar la observación y los avances de los participantes en contextos y con fines educativos. Su lenguaje y contenido se adapta de manera sencilla para los lectores (docentes y familia). Al respecto, se acota que se requiere de investigación para sistematizar y validar instrumentos que permitan guiar la actividad física así como los procesos de juego y aprendizaje motor. Se insiste en la necesidad de desarrollar la investigación en Venezuela para fortalecer la Educación Física y sus medios, el deporte, la actividad física y la recreación. 48 SUGERENCIAS BÁSICAS PARA LA ATENCIÓN DE NIÑAS Y NIÑOS CON DISCAPACIDAD Y/O CON NEE El adulto o educador debe ir conociendo al niño o niña, su manera de comunicarse y su situación de discapacidad en cuanto a las barreras y facilitadores presentes en su caso particular, así como las que puedan suscitarse en el contexto o espacio educativo actual, observando las oportunidades de integración con sus pares con o sin discapacidad. Es importante crear ambientes y tiempos estructurados y predecibles. Crear rutinas que favorezcan la anticipación y la sensación de seguridad. Si la condición que causa la discapacidad influye en la comunicación o en la comprensión de información: hablarles más despacio o más alto con instrucciones cortas que indiquen la acción motora concreta a realizar. Facilitando los conceptos teóricos del juego al plano concreto del juego. 49 Si la actividad involucra varias acciones en secuencia: especificarlas, demostrarlas y practicarla una a una. Repitiendo las veces necesarias (tanto explicación como acción y demostración), asegurándose de que han sido captadas. Para asegurarse de que ha captado el mensaje se puede solicitar diga con sus propias palabras lo que tienen que hacer. Las niñas y niños con RM y SD requieren de tiempo para procesar y memorizar la información convienen se orienten con información concreta y específica (palabras o imágenes), empleando términos sencillos, claros y descriptivos, precisos evitando ambigüedades u omisiones: “suelta y corre” (¿soltar qué? ¿correr a dónde?). Además es conveniente reforzar el mensaje con comunicación no verbal (gestos y expresiones faciales) así como, apoyarlo en recursos audiovisuales, imágenes llamativas, objetos con texturas, sonidos y/o formas interesantes, demostraciones, videos y similares. Es necesaria la motivación para sostener la atención y despertar el deseo de participar. Motivación que puede favorecerse con el lenguaje expresivo corporal del educador animado y afectuoso (disponibilidad lúdica corporal, ver en texto 3). Además del apoyo en recursos atractivos, estrategias, lúdicas y novedosas (acordes a la zona de desarrollo actual del niño o niña con miras a su zona potencial). Recordar que el tiempo de atención es breve además de la facilidad para distraerse por lo que hay que controlardistractores en el entorno. El contacto visual favorece la interacción, igualmente el contacto corporal (como palmadas, choque de manos). Lenguaje cariñoso y respetuoso Es importante observar que en algunos casos, dependiendo del sujeto y de la discapacidad asociada, el educador debe estar atento a la tolerancia del niño o niña a la cercanía o acceso en su especio personal (dentro de 1 metro); y/o contacto corporal. Ambas situaciones deben considerarse tanto en relación al adulto como hacia sus pares. Emitir refuerzos positivos reales y sinceros. Reconocer y validar la expresión de sentimientos de los participantes. Todo niño y niña con y sin discapacidad es sensible o intuitivo a los mensajes corporales y a la voz del adulto. - En el caso de niños y niñas con DV: - El conocimiento y familiarización con el espacio es un paso inicial que incluye explorar el área, enseñándole las distancias que hay entre las entradas y los lugares que va a utilizar; por medio del tacto sepa exactamente la localización del mobiliario e identificar puntos de orientación. - Los objetos deben ordenarse y ubicarse siempre de la misma manera. Esto permite al participante con discapacidad visual orientarse dentro del espacio y poder hacer uso de los materiales de manera autónoma, además de minimizar el riesgo de tropiezos. Las zonas igualmente deben estar demarcadas visual y/o táctilmente. - La señalización con relieves sobre el piso resulta útil (e.g. cuerdas o similares cubiertos con cinta adhesiva). - La guía táctil es imprescindible. El participante con DV, necesita que guíen su cuerpo o sus segmentos mediante el contacto anticipado (incluso solicitar el permiso y el acuerdo previo) el cual puede ser directo o por medio de 50 implementos (balón, cojín, tela, cuerda u otro). O facilitar la movilización con un acompañante (lazarillo). - Evitar en lo posible el ruido ambiental, ya que tiende a desorientar. - Para la potenciación auditiva además de modular el tono, volumen y ritmo de la voz, el educador ha de contar con el apoyo estratégico en recursos como sonidos o música en pistas, campanas, instrumentos de percusión, instrumentos e implementos sonoros variados. Con relación a los niños con DA, es conveniente que el educador maneje el lenguaje de señas, además de un rico repertorio de gestos corporales facilitador de la comunicación (gestos, posturas) además, de motivador para los juegos y actividades motrices. Aunado a ello, conviene el empleo de señales, indicaciones y refuerzos visuales y táctiles llamativos, coloridos, amenos para la población infantil (uso de señalizadores –conos, líneas, marcas-, implementos vistosos y coloridos, toques y apoyos corporales). Apoyo cuando hay dificultad de la marcha (discapacidad motora): - Anticipar el apoyo a prestar y la finalidad, ejemplo: Voy a tomar tu mano para que cami- nemos juntos hacia la pared. - Colocarse al lado del niño o niña, tomar su mano y a la vez sostenerlo sujetando hombro o cintura. El contacto debe ser solo el adecuado para estabilizar y crear confianza y por el tiempo necesario ya que la idea es generar independencia. - Colocarse de frente, ubicar nuestras manos bajo las suyas, para servir de guía y control de paso, buscando que el peso se distribuya entre un pie y el otro. Además de generar confianza. -Si el niño tiende a caerse hacia atrás: colocarnos detrás adoptando una postura de seguridad. Controlar en toso el momento de la marcha para evitar caídas. En juegos predeportivos o en la incursión a deportes (sobre todo de equipo donde es necesario el pensamiento táctico aunado a las capacidades coordinativas), secuenciar las tareas en pequeños pasos dando la posibilidad de trabajar la resolución de problemas en cada uno, y no sólo al final de la tarea total o con relación al resultado final esperado. Por ejemplo, para enseñar una jugada: trabajar los movimientos iniciales al recibir el balón (tarea 1: chute, pase, recepción, lanzamiento, otro); luego hacer énfasis en la dirección a seguir o siguiente movimiento (tarea 2: desplazarse o enviar móvil hacia portería, zona, jugador); ir enseñando las maniobras evasivas o cooperativas necesarias en situaciones prácticas de 1V1, 2 Vs2 en espacio reducido. Repase junto al niño o niña cada tarea con apoyo grafico (imágenes). Hasta que no se domina un paso o tarea no se pasa al siguiente. En el caso de DV, las actividades predeportivas requieren de que el participante este totalmente apropiado del espacio de juego (lo conozca y lo halla recorrido reiteradamente) la explicación verbal debe ser muy específica, suficiente puedan llenar las lagunas o vacíos en la interpretación de la información, imprescindible el uso efectivo de señales auditivas así como la comprensión progresiva y aplicación de las normas adaptadas. Sobre este punto, y en el caso de iniciación deportiva o su práctica recreativa, en principio la idea es ir adaptando la comprensión a una estructura básica y mínima y luego ir aumentando la complejidad, recordando el paso del pensamiento sensorio motor al preoperatorio, operatorio y finalmente 51 A continuación estudiantes del Instituto Pedagógico de Caracas, Curso Educación Física para personas con discapacidad, realizando actividades con los niños y niñas del Instituto de Educación Especial Paraiso 52 53 54 Agulló, I & González, B. (2006a). 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