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Universidad de Guadalajara Universidad Autónoma de Tlaxcala Neurociencia y educación especial Conceptos, procesos y principios básicos Coordinadores Josué Antonio Camacho Candia Mayra Linné Almanza Sepúlveda Ricardo Alonso Romero Orozco Este libro nació en las aulas del Doctorado en Ciencia del Comportamiento, que tiene como sede al Instituto de Neurociencias del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guada- lajara. Al conocer la necesidad de los profesionistas del área de Educación Especial de profundizar sus conoci- mientos en las neurociencias, tres estudiantes del Insti- tuto, Josué Antonio Camacho Candia, Mayra Linné Almanza Sepúlveda y Ricardo Alonso Romero Orozco, el primero de ellos, además, profesor de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, tuvieron la iniciativa de organi- zar este texto con la colaboración de especialistas de diferentes campos de las neurociencias. El objetivo que se persigue al vincular las neurocien- cias con la educación especial no es apoyar una postura de determinismo biológico sino, por el contrario, se pretende poner al alcance de los profesionistas la plata- forma necesaria para comprender mejor la interacción existente entre las características físicas del individuo y la estimulación ambiental. Esta comprensión permite la consecución de evaluaciones precisas y multidisciplina- rias que faciliten el diseño de programas de intervención que realmente estén encaminados a estimular el desa- rrollo neuropsicológico. A estos profesionistas va dirigi- do el libro, diseñado para integrar las neurociencias con la educación especial. Neurociencia y educación especial Conceptos, procesos y principios básicos Neurociencia y educación especial Conceptos, procesos y principios básicos Universidad de Guadalajara Universidad Autónoma de Tlaxcala 2015 Josué Antonio Camacho Candia Mayra Linné Almanza Sepúlveda Ricardo Alonso Romero Orozco Coordinadores Primera edición, 2015 D.R. © Universidad de Guadalajara Instituto de Neurociencias-cucba Francisco de Quevedo 180 Arcos Vallarta, C. P. 44130 Guadalajara, Jalisco, México ISBN 978-607-742-150-4 D.R. © Universidad Autónoma de Tlaxcala Calle del Bosque s/n Col. Tlaxcala Centro, C. P. 90000 Tlaxcala, Tlaxcala, México 15 de mayo de 2015 ISBN 978-607-8432-29-5 Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico Dra. Andrea Cristina Medina Fragoso Instituto de Neurobiología unam-Campus Juriquilla, Qro. Mtra. Andrea Saldivar Reyes Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano Universidad Autónoma de Tlaxcala Dr. Andrés Antonio González Garrido Instituto de Neurociencias Universidad de Guadalajara Dr. Antonio Sánchez Palomino Director del Departamento de Educación Universidad de Almería Dra. Araceli Sanz Martin Instituto de Neurociencias Universidad de Guadalajara Dra. Carmen Yolanda Guevara Benítez Facultad de Estudios Superiores, Iztacala Universidad Nacional Autónoma de México Comité de revisión técnica y científica Mtra. Claudia Berenice Mendoza Ramírez Coordinadora de la Licenciatura en Atención Integral al Adulto Mayor Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano Universidad Autónoma de Tlaxcala Dra. Claudia Teresa Domínguez Chavira Universidad Autónoma de Ciudad Juárez Dr. Daniel Zarabozo Enríquez de Rivera Instituto de Neurociencias Universidad de Guadalajara Mtro. Enrique Filio Castro Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano Universidad Autónoma de Tlaxcala Dr. Gonzalo Vázquez Palacios Universidad Autónoma de la Ciudad de México Dr. Héctor Martínez Sánchez Instituto de Neurociencias Universidad de Guadalajara Dra. Herlinda Bonilla Jaime Depto. de Biología de la Reproducción Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa Dr. Jacinto Bañuelos Pineda Departamento de Medicina Veterinaria-cucba Universidad de Guadalajara Mtro. Josué Guzmán Zamora Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano Universidad Autónoma de Tlaxcala Dr. Juan José Irigoyen Seminario Interactum de Análisis de Comportamiento Universidad de Sonora Dra. María del Carmen Santos Fabelo Coordinadora de la Maestría en Educación Especial Universidad Autónoma de Ciudad Juárez Dra. María Esther Gómez Pérez Unidad de Cognición y Conducta Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez Dra. María Esther Olvera Centro de Investigación Biomédica de Michoacán Instituto Mexicano del Seguro Social Dra. Marisela Hernández González Instituto de Neurociencias Universidad de Guadalajara Dra. Marisol Calonge de la Piedra Universidad San Martin de Porres Filial Chiclayo Universidad Señor de Sipán de Chiclayo Universidad César Vallejo-Piura Dra. Moraima Torres Rangel Departamento de Educación Especial Universidad Pedagógica Experimental Libertador-Instituto Pedagógico de Caracas Mtra. Myrna Xicotencatl Preza Facultad de Ciencias para el Desarrollo Humano Universidad Autónoma de Tlaxcala Dra. Olga Inozemtseva Instituto de Neurociencias Universidad de Guadalajara Mtra. Patricia Anabel Plancarte Cansino Facultad de Estudios Superiores Iztacala Universidad Nacional Autónoma de México Dr. Pedro Sánchez Escobedo Universidad Autónoma de Yucatán Dra. Rosa Angélica Lucio Lucio Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta Universidad Autónoma de Tlaxcala Prólogo 13 Presentación Josué Antonio Camacho Candia Mayra Linné Almanza Sepúlveda Ricardo Alonso Romero Orozco 17 i. Fundamentos de la memoria: una perspectiva neurofisiológica y neuroquímica Blanca Erika Gutiérrez Guzmán J. Jesús Hernández Pérez María Esther Olvera Cortés 23 ii. Procesos celulares involucrados en la formación, evocación y extinción de la memoria Sofía González Salinas Cristina Siller Pérez María Evelina Torres García Andrea Cristina Medina Fragoso Gina Lorena Quirarte Roberto Agustín Prado Alcalá 53 Índice iii. Efectos del estrés sobre la memoria de trabajo Mayra Linné Almanza Sepúlveda Enrique Hernández Arteaga Miguel Ángel Guevara Pérez Marisela Hernández González Ricardo Alonso Romero Orozco 87 iv Daño y muerte neuronal y su relación con las alteraciones cognitivas Erika Orta Salazar Susana Angélica Castro Chavira Sofía Díaz Cintra 115 v. Sistema de motivación, impulsividad y conducta Mario Humberto Buenrostro Jáuregui 141 vi. El cerebro y la regulación emocional Eduardo Salvador Martínez-Velázquez Gregorio García Aguilar 167 vii. El control inhibitorio y su implicación en algunos trastornos conductuales Yaira Chamorro Díaz Esmeralda Matute Villaseñor 193 viii. Control del estímulo y modificación de patrones de comportamiento en la educación especial Josué Antonio Camacho Candia Maryed Rojas Leguizamón Felipe Cabrera González 219 ix. Factores que intervienen en el establecimiento del control instruccional David Herrera Aragón Héctor Martínez Sánchez 247 x. Atención: desarrollo, evaluación y déficits Sergio Manuel Sánchez Moguel Azalea Reyes Aguilar Javier Sánchez López 265 xi. Alteraciones del sueño en el autismo, la parálisis cerebral infantil y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad Manuel Alejandro Cruz Aguilar Ignacio Ramírez Salado 297 xii. Estudio de los trastornos en el aprendizaje mediante resonancia magnética funcional Roberto Riveroll Romero Erick Pasaye Alcaraz Maria do Carmo Carvalho Trindade 321 xiii. Interacciones tempranas entre hermanos y sus efectos sobre el desarrollo de diferencias individuales en conducta Yahvé González Quintanilla Verónica Reyes Meza Robyn Hudson Margarita Martínez Gómez Amando Bautista Ortega 347 los autores 369 13 Prólogo Este libro nació en las aulas del Doctorado en Ciencia del Compor- tamiento, opción Neurociencia que tiene como sede al Instituto de Neurociencias que pertenece al Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara,Mé- xico. Tres estudiantes de este programa académico, uno de ellos además profesor de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, quien ha estado en contacto con programas de Educación Especial observó la necesidad que tienen los profesionistas vinculados a esta área, de profundizar sus conocimientos en las neurociencias. Por lo tanto, a esos profesionistas va dirigido el libro, diseñado para integrar las neurociencias con la educación especial. Si bien, la mayoría de los autores no son neuropsicólogos ni neurocientíficos dedicados a la atención de niños con requerimientos especiales, son estudiosos de las neurociencias y los más tienen la sensibilidad necesaria para acercar sus conocimientos a aquellos profesionistas que buscan un contacto con las neurociencias. La obra fue de interés del Consejo Editorial del Instituto de Neu- rociencias de ahí que apoyó su coedición con la Universidad Autó- noma de Tlaxcala. Se conoce qué, el mayor número de niños que son atendidos dentro de los programas de Educación Especial presentan una afec- tación de tipo neurológico como la base de sus alteraciones cog- nitivo-emocionales y conductuales; de hecho desde hace años se reconoce que la evaluación y diagnóstico neuropsicológico es esen- 14 neurociencia y educación especial cial para una intervención certera, por lo que nos permite otorgar un valor sin par a la vinculación de la Educación Especial con las Neurociencias Además, ahora se sabe que en el neurodesarrollo intervienen fac- tores genéticos y epigenéticos donde la interacción entre las bases biológicas y las ambientales es decisiva. Así, la estimulación ambien- tal es crucial para la mayor o menor expresión de las limitaciones de ahí qué, si se conoce con precisión el origen de las limitaciones, se facilitará la elaboración de programas específicos y acordes a las ne- cesidades de cada niño y redundará en una atención más fructífera. Por una parte, los programas de Educación Especial buscan pro- mover el bienestar de los niños que acuden a ellos, estimulando sus capacidades y competencias emergentes, minimizando lo más posible los rezagos en el desarrollo, interviniendo sobre las dificul- tades existentes o emergentes, así como previniendo el deterioro funcional a través de la promoción de la adaptación familiar, esco- lar y social. Para ello se busca la participación de los diferentes acto- res sociales en los que se incluye de manera preferente a los padres. Por otra parte, el desarrollo de las capacidades básicas sean de tipo cognitivo, motor, lingüístico, emocional o conductual está mediado por la interacción entre la estimulación brindada por el ambiente sociocultural en el que vive el niño y sus características biológicas incluyendo neurológicas, endocrinológicas y de salud en general. Ejemplos para ilustrar la anterior afirmación son múltiples y de orí- genes diversos. Es por todos sabido por ejemplo, que por más que se estimule a un lactante a que diga su primera palabra al mes de nacido, no podrá hacerlo por la limitante que impone el neurodesa- rrollo; de igual forma, patologías hormonales, como la Hiperplasia Adrenal Congénita afectan el neurodesarrollo. Otro origen de las di- ficultades en el desarrollo neuropsicológico es la presencia de neuro- tóxicos en la vida intrauterina; tal es el caso de la ingesta de alcohol por la madre durante el embarazo. Los factores genéticos como lo es el Síndrome Di George, ligado al cromosoma 22, también afectan el desarrollo de los niños. 15 prólogo Además de todas las posibilidades que brindan factores externos para incidir en el neurodesarrollo, existe otra, la falta de estimula- ción en el momento preciso para que surja una capacidad básica, lo cual afecta el desarrollo neuropsicológico. Muchos de nuestros ni- ños se encuentran en esta condición. Ahora bien, la conjunción de ambos factores, biológicos, más pobre estimulación o estimulación inapropiada, resulta devastadora. Así, al vincular las Neurociencias con la Educación Especial no se busca apoyar una postura de determinismo biológico sino por el contrario, se pretende poner al alcance de los profesionistas la pla- taforma necesaria para comprender mejor la interacción existente entre las características físicas del individuo y la estimulación am- biental. Esta comprensión permite la consecución de evaluaciones precisas y multidisciplinarias que facilite el diseño de programas de intervención que realmente estén dirigidos a estimular el desarro- llo neuropsicológico de cada niño. Con relación a los programas de intervención, estos deben incluir tanto estrategias preventivas como remediales. El número y variedad de las primeras van disminuyen- do y de las segundas aumentando a medida de que la edad del niño aumenta, de ahí que sean de gran importancia iniciar la atención lo más temprano posible. Preguntas tales como ¿Qué es lo que esta- mos previniendo? o ¿Qué es lo que estamos desarrollando? serán las guías en estos programas. En 1988, coordiné un libro publicado por la Editorial del Gobier- no del Estado de Jalisco titulado Neuropsicología y educación espe- cial, el cual se encuentra desde hace años agotado. Este libro fue un intento temprano de vincular estas dos áreas de atención y de co- nocimiento. La brecha temporal que existe entre aquel texto y este nuevo Neurociencias y educación especial es de muchos años y poco transitada ya que son escasos los textos que desde entonces han bus- cado establecer esta vinculación. Felicito a los autores de este libro, Mayra Linné Almanza Sepúlveda, Josué Antonio Camacho Candia y Ricardo Alonso Romero Orozco por esta iniciativa de publicación. Tengo plena confianza que a este le seguirán muchos otros con el fin 16 neurociencia y educación especial de apoyar los programas de Educación Especial de nuestro país y de muchos otros hablantes del español. ¡Enhorabuena! Esmeralda Matute Dra. en neuropsicología y neurolingüística Directora del Instituto deNeurociencias Universidad de Guadalajara 17 Presentación Josué Antonio Camacho Candia Mayra Linné Almanza Sepúlveda Ricardo Alonso Romero Orozco La educación especial ha tenido desde sus orígenes una orientación práctica, enfocada en desarrollar formas para que el individuo con discapacidad pueda relacionarse mejor con su entorno académico y social. De acuerdo con la revisión de Plancarte (2010), en México durante la primera mitad del siglo xix se crearon las primeras escue- las para ciegos y sordos, en 1915 se funda la primera escuela para atender a niños con deficiencia mental, para 1935 se crea el Institu- to Médico Pedagógico y en 1943 se inaugura la Escuela Normal de Especialización con la finalidad de formar profesionales específicos para atender a la población con discapacidad con la carrera de Maes- treo Especialista en Educación de Niños Anormales Mentales y Me- nores Infractores. Fue hasta finales de 1970 que se crea la Dirección General de Educación Especial para administrar el Sistema Fede- ral de Educación Especial y la formación de docentes especialistas. Como consecuencia de ello se incluye en la atención a personas con deficiencia mental, trastornos de audición y lenguaje, impedimentos motores y trastornos visuales. Las condiciones mismas de las personas con discapacidad, permitieron ubicarlas en tres grandes grupos: personas con dis- capacidad motriz, sensorial e intelectual; sin embargo el Instituto Mexicano del Seguro Social (imss, 2013) identifica en otro grupo a las personas con discapacidad mental, y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi, 2010) retomando la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud 18 neurociencia y educación especial (cif, 2001),1 propone su clasificación basada en los tipos de activi- dad: caminar o moverse, ver, mental, escuchar, hablar o comunicar- se, atención y aprendizaje y autocuidado. La Organización Mundial de la Salud (oms) calcula que más de milmillones de personas viven con alguna discapacidad y en México de acuerdo con el inegi (2010), se calcula que 5 739 270 de perso- nas presenta alguna discapacidad que les impide realizar actividades de la vida cotidiana y dificulta su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás personas. La Secretaría de Educación Pública en su Programa de Fortalecimien- to de la Educación Especial y de la Integración Educativa reporta que de los 141 293 alumnos con discapacidad atendidos en México por educación especial en el ciclo 2011-2012, 91 703 alumnos fueron atendidos por alguna discapacidad intelectual. Siendo los trastor- nos del desarrollo que dificultan el aprendizaje, como en la atención, conducta, lenguaje, memoria, entre otros, los más comunes que se reportan en las escuelas regulares. Así, aunque la educación especial anteriormente se había carac- terizado por atender a las personas con alguna discapacidad, hoy en día también hace esfuerzos para incluir a las personas con proble- mas de aprendizaje sin discapacidad y a las sobresalientes. La gran diversidad y complejidad de los fenómenos que atiende la educación especial ha ido en aumento, lo que ha favorecido su ca- rácter multidisciplinario, interdisciplinario y multiparadigmático, lo cual implica que no solo los educadores especiales son quienes se concentran en ese espacio denominado “educación especial”. Para lograr cierta organización y dar dirección a la partici- pación de las distintas disciplinas que se van relacionando con la educación especial, han surgido tres principales enfoques; el enfoque de la rehabilitación el cual proviene de diferentes áreas, 1 Clasificación propuesta por la oms como revisión de la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías realizada desde 1980. 19 presentación principalmente la psicología, neuropsicología, medicina, la terapia física, la biología genética y la neurología; el enfoque educativo que surge en especial de la pedagogía y de distintas escuelas o posturas teóricas propias de la psicología, y el enfoque de inclusividad social el cual deriva de áreas como la filosofía, la psicología, el derecho y la antropología, entre otras. Decir que alguno de estos enfoques es preferible o más impor- tante sería ignorar la gran diversidad de casos y situaciones que son atendidos en la educación especial; lo que puede llevar al error de la simulación, fenómeno que se observa cuando una persona con algu- na necesidad educativa, social o de rehabilitación se encuentra reci- biendo atención en el lugar equivocado. Así el caso de niños en aulas de educación regular que han dejado la atención especial que les favorecería el desarrollo de ciertas habili- dades psicológicas, motrices o sociales por dar prioridad a la asistencia escolar. Su asistencia a la escuela tendrá poco impacto en su desarrollo cuando por ejemplo, su lenguaje sea limitado y poco favorable. Esta simulación puede deberse en parte a la interpretación super- ficial o coloquial de los problemas que presenta un niño, al hecho de considerar que un solo enfoque o una sola disciplina pueda dar respuesta a un fenómeno tan complejo como es la discapacidad y las imposiciones político-administrativas que surgen sin una clara orientación ni prospectiva (i.e. la integración educativa). Así, en el sexenio 2000-2006 se crea la Oficina de Representa- ción para la Promoción e Integración Social para las Personas con Discapacidad (orpispcd) y el Consejo Nacional Consultivo para la Integración de las Personas con Discapacidad (codis) que suspen- de actividades en 2005 con la publicación de la Ley General para las Personas con Discapacidad, creándose en su lugar el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (conadis) organis- mo que en 2009 es nombrado por la Organización de las Naciones Unidas (onu) como el responsable de coordinar las acciones para la aplicación en México los aspectos contenidos en la Convención so- bre los derechos de las personas con discapacidad (2000), en los que 20 neurociencia y educación especial se establece que las personas sin importar limitación física, senso- rial, intelectual o mental tienen los mismos derechos humanos que cualquier ciudadano. En el 2011, a propuesta del conadis se creó el Comité Técnico Especializado en Información sobre Discapacidad que forma parte del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (snieg) del inegi, que se encarga de identificar a la po- blación con discapacidad para conocer sus necesidades. En mayo de 2011, con la publicación de la nueva Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad el conadis (2013) se transforma en el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Per- sonas con Discapacidad convirtiéndolo en un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio, con autonomía técnica y de gestión para formular políticas, acciones, es- trategias y programas derivados de esa ley. Los enfoques de rehabilitación, educación e inclusividad, dan cuenta del gran impacto de la atención de las necesidades educativas especiales, en múltiples disciplinas. La neurociencia cognoscitiva, que es en sí misma un conjunto de conocimientos multidisciplinarios, es una de las disciplinas que aborda de manera particular el desarrollo de las funciones cog- noscitivas, así como el funcionamiento cerebral en el que se funda- mentan, es decir, que distintas especialidades como la psicología, biología, neurología, genética, fisiología, entre otras, han aunado esfuerzos para estudiar el desarrollo cognoscitivo. Gracias a la diver- sidad de disciplinas encargadas de un mismo fenómeno, es que ha sido posible que la neurociencia abarque diferentes niveles de estu- dio, desde lo molecular hasta el aspecto conductual observable. Este esfuerzo conjunto ha permitido generar avances en cuanto a las bases cerebrales que subyacen a la adquisición de las capacidades cognoscitivas básicas del ser humano, así como aquellas que se ad- quieren en los contextos académicos. Bajo esta perspectiva, en el contexto de la educación especial al momento de realizar un programa para atender alguna de las problemáticas antes señaladas, es deseable un conocimiento pro- 21 presentación fundo de los aspectos psicobiológicos y ambientales que afectan el desarrollo. Por ejemplo, conocer la neurofisiología de la memoria le permiti- rá al educador especial interactuar de forma dinámica con el neuró- logo; conocer las variables anatómicas, químicas y hormonales que generan alteraciones cognoscitivas, permitirá entender de manera más amplia las causas que dificultan el establecimiento o desarrollo de la cognición; así mismo las alteraciones del sueño, el efecto del estrés, la presencia de hermanos, el aspecto emocional y discrimi- nativo como factores que inciden directamente sobre las variables conductuales, no solo permitirá al profesional de la educación espe- cial profundizar sobre los temas que atiende sino que a su vez, puede servir como guía para el futuro de dichas investigaciones. Si bien es cierto que desde sus inicios hasta la fecha ha habido un incremento notable en el número de servicios de educación especial, aún falta mucho por hacer, a fin de lograr el objetivo final común, que es la integración, inclusividad y bienestar de las personas con algún tipo de discapacidad, ya sea a partir de la generación de conocimien- to desde las ciencias básicas como la neurociencia o bien con el desa- rrollo de nuevos y mejores enfoques desde las ciencias aplicadas. Por lo tanto, este libro pretende propiciar un acercamiento de la neurociencia hacia algunas de las problemáticas más comunes que se atienden por profesionales del área de la educación especial. Abarcando los fundamentos fisiológicos y variables conductuales de fenómenos como el control inhibitorio, el aprendizaje, la memoria, la motivación,alteraciones cognitivas, control instruccional, control del estímulo y el sueño. Buscando aumentar la comunicación inter- disciplinaria y la participación multidisciplinaria en la atención de las problemáticas que derivan de los fenómenos mencionados. La idea de escribir este libro surge al observar la necesidad de la comunicación interdisciplinaria, que nos permita conocer y com- prender desde una perspectiva holística los trastornos del desarrollo. Consideramos que una forma de propiciar esta comunicación, es invitar a quienes realizan investigación básica en neurociencia, a 22 neurociencia y educación especial acercar sus estudios, conceptos y teorías a quienes, debido a la natu- raleza de los problemas atendidos, pueden beneficiarse de ellos. Por lo que a partir de ese momento nos dimos a la tarea de invitar a estudiantes de posgrado en neurociencias, logrando involucrar en el proyecto a alumnos de la Universidad de Guadalajara, la Univer- sidad Nacional Autónoma de México, el Centro de Investigaciones Biomédicas de Michoacán, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Instituto Nacio- nal de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz y el Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta. Esta es quizá la característica más innovadora de nuestro libro, ya que al ser un proyecto desarrollado sobre todo por estudiantes de doctorado (quienes por supuesto son además de estudiantes profe- sionistas en diferentes áreas como la biología, psicología y genética), se pretende cultivar y fomentar la comunicación interdisciplinaria que mejore la aplicación del conocimiento y a su vez oriente las in- vestigación básica. Para hacer más claro nuestro propósito de comunicación entre las neurociencias y la educación especial, invitamos a formar parte del Comité de Revisión Técnica y Científica a profesionales de las universidades de México, Perú, Venezuela y España en alguna de las dos áreas, ya sea en neurociencias o en educación especial. Este libro es el resultado de ese gran esfuerzo. 23 i Fundamentos de la memoria: una perspectiva neurofisiológica y neuroquímica Blanca Erika Gutiérrez Guzmán J. Jesús Hernández Pérez María Esther Olvera Cortés Una de las interrogantes más controversiales en la era actual de las neurociencias es conocer ¿cómo se guardan y recuperan los recuer- dos en nuestro cerebro?, y ¿cómo estos procesos son alterados en di- ferentes trastornos y enfermedades? Para tratar de responder dichas cuestiones es necesario conocer la estructura y el modo de funcionar del sistema nervioso. Desde el momento en que los individuos nacen, estos aprenden a relacionarse e interactuar con su medio ambiente como un meca- nismo de adaptación utilizado para la sobrevivencia, lo cual implica la capacidad de procesar y manejar diferentes tipos de información. Para que esto sea posible, en nuestro cerebro se establecen conexio- nes sinápticas que se van especializando en una función particular. Mediante la especialización neuronal se puede dar origen a diferen- tes procesos cognitivos altamente complejos como la atención, las funciones ejecutivas, el aprendizaje, la memoria, entre otros. El aprendizaje y la memoria pueden dar como resultado en los individuos la capacidad de modificar sus patrones de comporta- miento. Estos procesos están íntimamente relacionados, se ha defi- nido al aprendizaje como el proceso mediante el cual se adquieren nuevos conocimientos acerca del mundo que nos rodea o como la adquisición de un comportamiento nuevo a través de la experiencia; la memoria se refiere a la retención o el almacenamiento de lo apren- dido, su mantenimiento y la posibilidad de recuperarlo en determi- nado plazo de tiempo (Morgado, 2005; Sweatt, 2003). 24 neurociencia y educación especial A pesar de que existen memorias diferentes en cuanto al tipo de contenido que almacena y a los sistemas cerebrales implicados, es- tas se construyen y emplean mediante los mismos procesos genera- les: codificación, almacenamiento y recuperación de la información (Santín, Rubio, Begega y Arias, 2000). La codificación se refiere a la transformación de los estímulos en una representación mental; el al- macenamiento es la retención de los datos en la memoria para su utilización posterior y la recuperación se refiere al acceso de la infor- mación almacenada (Torgesen y Wagner, 1998). La memoria puede ser clasificada en función del tiempo y el con- tenido de la información que se maneja. Así, tenemos que de acuer- do con la duración temporal, la memoria puede ser de corto plazo y de largo plazo (figura 1. La clasificación general de la memoria). La memoria de corto plazo es inmediata, almacena una cantidad li- mitada de información que fue adquirida recientemente durante un corto periodo que va de segundos a horas. Dentro de la memoria de corto plazo, podemos encontrar la memoria de trabajo y sensorial (Morgado, 2005; Etchepareborda y Abad-Mas, 2005). La memoria de trabajo se refleja en la capacidad de un estudiante para mantener una pequeña cantidad de información en la memoria a corto plazo, y hacer uso de ella en un tiempo inmediato. La memoria de largo plazo consiste en la capacidad de almace- nar gran cantidad de información durante un tiempo indefinido que puede ser desde semanas a años. Se caracteriza porque es una memoria estable, duradera y poco vulnerable a las interferencias (idem.). Basándose en el tipo de información, la forma de adqui- sición, en cómo se almacena y recuerda dicha información la me- moria de largo plazo puede clasificarse en: memoria declarativa o explícita y en memoria no declarativa, implícita o de procedimiento (Squire y Zola-Morgan, 1988; Squire y Zola-Morgan, 1996). La memoria declarativa (explícita), es fácil de declarar verbal- mente o por escrito, son los recuerdos deliberados y conscientes que se tienen sobre el conocimiento del mundo (hechos) y sobre ex- periencias personales (eventos). Es la memoria correspondiente al 25 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... llamado aprendizaje relacional, una forma evolucionada de apren- dizaje que nos permite comparar y adquirir información sobre gen- te, lugares, cosas y circunstancias complejas, utilizando más de una modalidad sensorial. El conocimiento declarativo es flexible y puede ser fácilmente aplicado a contextos nuevos. Dentro de la memoria declarativa, se encuentra la memoria epi- sódica y la memoria semántica. La memoria episódica se refiere a la memoria autobiográfica para eventos que ocupan un contexto espa- cial y temporal particular, es decir, el “qué”, “dónde” y “cuándo” de un evento (Ergorul y Eichenbaum, 2004), por ejemplo, el recordar conscientemente que el fin de semana pasado fui con mis amigos al cine que se encuentra al norte de la ciudad, o simplemente lo que hice el día de ayer en el trabajo; y la memoria semántica se refiere al conocimiento general del mundo, como saber que París es la capital de Francia. La memoria no declarativa (implícita), se caracteriza por que su expresión es automática y difícil de verbalizar, se adquiere gradual- mente y se perfecciona con la práctica. Básicamente son habilidades que se adquieren de forma inconsciente y que dependen de nuestros hábitos motores, así como del aprendizaje de ciertos procedimientos y reglas, como el aprender a manejar, o tocar un instrumento. La memoria implícita puede ser asociativa y no asociativa, dentro de las cuales hay formas de aprendizaje básico y filoge- néticamente antiguo. En el aprendizaje no asociativo el sujeto aprende sobre las propiedades de un único estímulo. Los ejemplos de este tipo de memoria no asociativa son la habituación y la sen- sibilización, estas son las formas de aprendizaje más simples, y se caracterizan por el requerimiento de los circuitos que controlan las respuestas reflejas para su establecimiento. Un ejemplo de ha- bituación, es el dejar de sobrecogernos cuando escuchamos ruidosintensos con los que ya estamos familiarizados; y la sensibilización, se refiere al aumento de la respuesta a un estímulo debido a su repe- tición, el estímulo puede ser dañino (Simons-Weidenmaier, Weber, Plappert, Pilz y Schmid, 2006). 26 neurociencia y educación especial En las formas de aprendizaje asociativo, se encuentra el condi- cionamiento clásico y el condicionamiento operante. El condicio- namiento clásico fue descrito por el fisiólogo Ivan Pavlov, quien observó que la asociación o el emparejamiento frecuente entre un estímulo que genera una respuesta refleja (incondicional) y un estí- mulo neutro, provoca que el sujeto reaccione al estímulo neutro con la respuesta refleja que inicialmente emitía ante la presencia del es- tímulo incondicional, transformando el estímulo neutro a estímulo condicional. Por ejemplo, si siempre que se le da comida (estímulo incondicional) a un perro, y esto va acompañado de prender la luz del cuarto donde se encuentra el perro o del sonido de las llaves (es- tímulo condicional o neutro) al abrir la puerta, después de varias re- peticiones, el perro salivará (respuesta refleja) al escuchar el ruido de las llaves o al prender la luz, sin necesidad de la presencia del estímu- lo incondicional (el alimento). El condicionamiento clásico también puede ser predecible, debido a que los seres humanos y los animales responden ante un evento anticipándose al siguiente. Para el esta- blecimiento de este aprendizaje, se requiere de vías reflejas, sistemas sensoriales y motores (Kandel, Schwartz y Jessell, 2000). El condicionamiento operante fue sistemáticamente estudiado por B. F. Skinner, el cual se refiere al entrenamiento que se le da a un animal para que ejecute alguna acción con base en un reforza- dor positivo (obtenga una recompensa) o negativo (evitar un castigo o eliminar un estímulo aversivo). El término “operante” se refiere a cómo un ser humano o un animal opera ante el estímulo dentro de su ambiente. Un ejemplo es cuando se coloca a una rata hambrienta en una caja de exploración que contiene una palanca que el animal debe presionar para recibir una recompensa que puede ser alimen- to. En principio, ocasionalmente presionará la palanca como una respuesta innata, sin embargo, aprenderá que cada vez que presio- ne la palanca recibirá un reforzador positivo, y de este modo incre- mentará la probabilidad de aparición de la respuesta de presionar la palanca. Cuando por cierta razón una persona experimenta una si- tuación desagradable como resultado de una acción determinada en 27 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... su trabajo, es probable que no vuelva a repetir esa acción debido al condicionamiento operante. El aprendizaje está basado en las con- secuencias que son resultado de una acción. Se puede tener la habi- lidad de aumentar o disminuir los comportamientos dependiendo de las consecuencias que se presenten. En este tipo de aprendizaje se requiere principalmente la participación del estriado, el cerebelo, el núcleo acumbens, el área tegmental ventral y la corteza prefrontal medial. Se puede decir que en el condicionamiento clásico se apren- de una relación entre dos estímulos asociados a una respuesta refle- ja, y en el condicionamiento operante se aprende la relación entre la conducta y las consecuencias de dicha conducta (Kandel, Schwartz y Jessell, 2000). Dentro de la memoria no declarativa también se encuentra el aprendizaje de procedimiento que se refiere a las habilidades y há- bitos como aprender a conducir una bicicleta, el tocar una guitarra que no se había usado en años y aún recordar cómo se toca o la rea- lización de manualidades que se van perfeccionando con la práctica (Morgado, 2005; Sweat, 2003). El priming se refiere a la facilitación en la ejecución de una tarea debida a la previa exposición a determi- nados estímulos. Como se muestra en la figura 1, la memoria declarativa es de- pendiente de la integridad del hipocampo y estructuras anatómi- camente relacionadas con el lóbulo temporal medial y el diencéfalo (Zola-Morgan y Squire, 1993), mientras que la memoria no declara- tiva requiere estructuras como el estriado, la neocorteza, la amígda- la, el cerebelo y las vías reflejas (Morgado, 2005). Para la formación de la memoria existen múltiples sistemas con- formados por diferentes estructuras cerebrales que interactúan entre sí de manera simultánea o en serie, para hacer la representación e integración de la información. Los principales componentes anató- micos de estos sistemas son el hipocampo, el cuerpo estriado dorsal, la amígdala y la corteza. En realidad estos sistemas son funcional- mente disociables, pueden adquirir diferentes tipos de información simultáneamente y de forma independiente para el procesamiento 28 neurociencia y educación especial Fi gu ra 1 . R ep re se nt ac ió n es qu em át ic a de la c la si fic ac ió n de la m em or ia y la s á re as c er eb ra le s r el ac io na da s A m íg da la ce re be lo M em or ia La rg o pl az o C or to p la zo N o de cla ra tiv a ( im pl íc ita ) Se ns or ia l M em or ia d e t ra ba jo D ec la ra tiv a ( ex pl íc ita ) Se m án tic a H ab ili da de s y há bi to s Es tr ia do ce re be lo Pr oc ed im ie nt o Pr im in g y ap re nd iz aj e pe rc ep tu al Ep isó di ca C on oc im ie nt o de l m un do H ec ho s y ev en to s H ip oc am po , l ób ul o te m po ra l m ed ia l, di en cé fa lo C on di ci on am ie nt o clá sic o y op er an te Ap re nd iz aj es no as oc ia tiv os Ví as re �e ja s A m íg da la ce re be lo N eo co rt ez a 29 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... de diferentes elementos de la información, dependiendo del tipo de aprendizaje que se esté estableciendo ante las contingencias y la de- manda ambiental (White y McDonald, 2002). Existen casos clínicos de pacientes con daño cerebral y alteracio- nes en la memoria que han sido muy importantes para estudiar los diferentes tipos de memoria y los substratos anatómicos y funciona- les de los cuales dependen. Un caso muy conocido es el del paciente H. M. (Henry Molaison murió en el año 2008), quien fue sometido a una intervención quirúrgica cerebral como tratamiento para las crisis de epilepsia que padecía desde la infancia. Tras la operación, entró en un estado de amnesia profunda que duró hasta su muer- te. A pesar de que las convulsiones disminuyeron, perdió la capaci- dad para recordar eventos o hechos ocurridos poco antes (amnesia retrógrada) y después de la cirugía (amnesia anterógrada), por lo cual perdió la capacidad de recordar eventos recientes y, por consi- guiente, la capacidad de almacenar nuevas memorias. Sin embargo, el paciente era capaz de resolver tareas que implicaban aprendizaje de procedimiento que se iba mejorando con la práctica constante. Algo interesante es que el tejido cerebral que se extirpó, incluía al hipocampo y áreas alrededor del lóbulo temporal medial (Squire y Kandel, 2009). Otro caso es el de Clive Wearing, quien debido a un herpes sim- ple sufrió una encefalitis con graves lesiones en el hipocampo; este individuo también perdió la capacidad de recordar eventos anterio- res y posteriores a la enfermedad, generando amnesia retrógrada y anterógrada, respectivamente. El estudio de casos en pacientes amnésicos ha aportado impor- tante evidencia para distinguir varios tipos de memoria. Por ejem- plo, hay pacientes que presentan fallas en tareas de memoria que involucran el recuerdo o el reconocimiento, sin embargo en otro tipo de tareas el desempeño es normal. Los casos clínicos mencio- nados, tienen en común el daño del hipocampo y áreas cercanas al hipocampo, así como la pérdida de la memoria de tipo episódica, conservándose intacta la memoria de procedimiento (idem.). 30 neurociencia y educación especial Existen algunos trastornos en los quese ven afectados diferen- tes tipos de aprendizaje y de memoria. Por ejemplo, personas con síndrome de Down muestran deficiencias en el aprendizaje asociado con la memoria a corto y largo plazo (Brown et al., 2003; Carlesimo, Marotta y Vicari, 1997; Vicari, Bellucci y Carlesimo, 2000). La me- moria explícita se ve afectada de forma considerable, sin embargo se muestra una capacidad normal de aprendizaje en tareas que re- quieren un procesamiento de memoria implícita o de procedimien- to (Carlesimo, Marotta y Vicari, 1997). Se ha establecido que en el síndrome de Down existe pobre codificación de la información, al- teraciones en la capacidad de recuperación o evocación de memo- ria (idem.), y déficit de atención (Brown et al., 2003; Clark y Wilson, 2003), lo cual explica el trastorno selectivo de la memoria explícita en bebés y en niños que se relaciona con alteraciones en el funciona- miento del hipocampo y la corteza prefrontal (Pennington, Moon, Edgin, Stedron y Nadel, 2003). Los estudios que evalúan los problemas de aprendizaje que ocu- rren en la etapa escolar han encontrado que estos se encuentran asociados con deficiencias de lectura, de lenguaje, de la ortografía, y también pueden estar afectadas de manera importante la memoria de corto plazo, la memoria de trabajo y la memoria declarativa. Es- tos problemas de aprendizaje son multifactoriales (trauma cerebral temprano, daño neurológico, condiciones biológicas, condiciones ambientales) pero convergen en el mal funcionamiento cerebral. Se ha relacionado las deficiencias en el aprendizaje y en la memoria en niños con el daño cerebral del hemisferio derecho, corteza prefron- tal, amígdala e hipocampo (Liddell y Rasmussen, 2005). Los trastornos del aprendizaje pueden deberse a que los circui- tos de las áreas cerebrales implicadas aún no están bien establecidos o a su mal funcionamiento. Sin embargo, debido a la capacidad plástica de nuestro cerebro, es posible restaurar la función de los circuitos de la memoria. Esto se debe a que la estimulación cerebral por medio de la práctica de pruebas de aprendizaje y de memoria brinda al sistema la oportunidad de refinar y reforzar las conexio- 31 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... nes sinápticas en los circuitos que se encuentran mal establecidos o con algún daño. Es crítica la atención en la edad temprana, ya que durante la infancia, muchos de los circuitos que se formaron en el periodo prenatal se están refinando, lo cual implica que tienen la capacidad de restablecer algunas de las funciones afectadas. Varias regiones cerebrales relacionadas con la memoria, como el hipocam- po y la corteza terminan de madurar después del nacimiento. Los estudios en humanos y modelos animales, han permitido conocer los circuitos cerebrales implicados en los diferentes tipos de memo- ria y se han propuesto diferentes modelos neuronales al respecto. En la siguiente sección se hará principal énfasis en los mecanismos básicos celulares para la formación de la memoria. Actividad eléctrica y plasticidad sináptica en los circuitos de la memoria Desde el punto de vista estructural, el cerebro está compuesto por grupos de neuronas que forman circuitos por medio de conexiones especializadas que se llaman sinapsis (figura 2). Se ha sugerido que la modificación en la fuerza de las conexiones sinápticas puede ser el sustrato anatómico de la memoria (Ramón y Cajal, 1894; Hebb, 1949), sin embargo, para que el cambio en las conexiones sinápticas se traduzca en memoria, es necesario que las neuronas codifiquen y transmitan la información que están procesando de forma adecuada. Las neuronas se componen de tres regiones principales: el soma es el cuerpo celular central que alberga al núcleo de la célula y a la maquinaria requerida para la expresión de genes necesarios para desencadenar los mecanismos de plasticidad; el árbol dendrítico (estructura receptora, o región postsináptica), son extensiones de la membrana del soma que se encargan de recibir la información de otras neuronas, ya sea directamente sobre la membrana dendrí- tica o por medio de unas protuberancias especializadas llamadas espinas dendríticas; y el axón (estructura de salida o región presi- náptica), es una única extensión de la membrana del soma que se ra- mifica para hacer múltiples contactos sinápticos con las neuronas de 32 neurociencia y educación especial relevo; estos contactos se realizan principalmente sobre la región de las dendritas o espinas dendríticas por medio de las terminales presinápticas, y su principal función es trasmitir la información procesada (en forma de potenciales de acción) hacia otras neuronas (Kandel, Schwartz y Jessell, 2000) (figura 2, parte inferior). Estudios clínicos en humanos han mostrado que la atrofia del te- jido nervioso hipocampal produce alteraciones en su función, como es el caso de las deficiencias de memoria que se presentan en pa- cientes con epilepsia del lóbulo temporal (Butler y Zeman, 2008), y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer (Grady et al., 1988; Price et al., 1993). A nivel celular la epilepsia de lóbulo tempo- ral se ha asociado con la generación de patrones de actividad neuro- nal hiper sincrónicos que imposibilitan el funcionamiento adecuado de los circuitos. Por ello, es importante conocer las propiedades eléc- tricas de las neuronas, así como los principios de organización que dan lugar a la formación de circuitos neuronales funcionales. El sistema nervioso procesa la información por medio de la ac- tividad coordinada entre diferentes circuitos que se encuentran distribuidos en el cerebro. Los circuitos codifican la información mediante la regla del código escaso, esto quiere decir que un circuito que se encarga de la representación de una unidad perceptual o del recuerdo de alguna memoria, codifica la información por medio de la activación de una pequeña subpoblación de las neuronas que lo integran, a la cual Donald Hebb, (1949) le llamó ensamble neuronal. Este se caracteriza por ser un grupo de neuronas fuertemente inter- conectadas que se activan de forma coordinada para representar una unidad de información o una entidad cognoscitiva (representadas en la parte superior de la figura 2 por las neuronas de color gris en los circuitos A y B). Los primeros estudios sobre las propiedades eléctricas de los circuitos de memoria se realizaron en el hipocampo, región clave para la formación y recuperación de la memoria episódica. Una ca- racterística especial de este circuito hipocampal es su alta predispo- sición a expresar fenómenos de plasticidad sináptica, lo cual es de 33 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... suma importancia para estudiar los mecanismos fisiológicos que subyacen la formación de la memoria. Terge Lømo (1966; 2003), descubrió un cambio plástico que se caracteriza por incrementar de forma sostenida la amplitud de la respuesta ante pulsos de esti- mulación eléctrica. Este cambio plástico le llamó potenciación de largo plazo (plp) y fue encontrado en la vía sináptica que conecta a la corteza entorrinal con el hipocampo. Él encontró que después de estimular eléctricamente esta vía con patrones de alta frecuencia, se incrementa la amplitud de la respuesta sináptica evocada. A este incremento en la respuesta, se le consideró como el cambio plástico que puede sustentar la formación de la memoria (Bliss y Collin- gridge, 1993), ya que este cambio depende del fortalecimiento de la sinapsis que es crítico para la memoria y se caracteriza por la gene- ración de una despolarización sostenida de la región postsináptica como consecuencia de la activación sincrónica de las terminales presinápticas. Solo las neuronas altamente activas que se encuentran interco- nectadas pueden generar cambios en sus conexiones sinápticas. Esto fue sustentado por trabajos que demostraron que la potenciación de larga duración se produce específicamente en la vía sináptica activa-da, en otras palabras, el reforzamiento de las conexiones sinápticas se presenta exclusivamente en las conexiones activas (Bliss y Collin- gridge, 1993; Martin et al., 1997; Frey y Morris, 1997). Para que los cambios plásticos se puedan llevar a cabo, se nece- sita de mensajeros químicos como los neurotransmisores prove- nientes de la neurona presináptica (porción sináptica de la neurona activadora) para que se acoplen a los receptores que se encuentran en la región postsináptica (porción sináptica de la neurona acti- vada). La entrada de Ca2+ a través de los receptores postsinápticos desencadena una serie de eventos moleculares que aumentan la efi- ciencia de la sinapsis en el largo plazo (Squire y Kandel, 2009). Esto fue demostrado en una serie de experimentos realizados de forma independiente por Morris, Anderson, Lynch y Baudry (1986), así como Perkel, Petrozzino, Nicoll y Connor (1993), quienes conclu- 34 neurociencia y educación especial yeron que la entrada de calcio a través de los receptores sinápticos es el evento inicial crítico para la inducción de la potenciación de larga duración. El calcio que se acumula en la célula postsináptica activa una serie de proteínas (cinasas) que tienen la función de inducir cam- bios estructurales que incrementan la excitabilidad de la neurona postsináptica, lo cual provoca una respuesta de mayor magnitud (Malenka y Bear, 2004; Malinow, 2003; Squire y Kandel, 2009). Sin embargo, para que el aumento de la respuesta sináptica pueda man- tenerse en el largo plazo, se requiere una serie de eventos molecula- res iniciados por las cinasas, ya que estas pueden activar otro grupo de proteínas que inducen la expresión de genes que posteriormente serán traducidos en proteínas asociadas con el incremento en el tamaño de las sinapsis o con el aumento en el número de las co- nexiones sinápticas (Sweatt, 1999). En 1949, Hebb propuso que los cambios anatómicos en las conexiones sinápticas pueden ser el sustrato físico del almacenamiento de la memoria, por lo cual, este podría ser el mecanismo que permite guardar nuestros recuerdos en el largo plazo, incluso de la permeancia a lo largo de toda la vida. Por lo tanto, cualquier tipo de aprendizaje en todos los individuos se ve reflejado a nivel cerebral como un cambio en la conectividad de las neuronas. Aunque un aprendizaje exitoso depende de los métodos de ense- ñanza y del contexto ambiental, para que estos factores tengan éxito deben integrarse con los factores biológicos como lo son las caracte- rísticas del cerebro de cada individuo. Debido a que los procesos de comunicación neuronal y de refor- zamiento de las conexiones sinápticas son muy elaborados, existe la posibilidad de falla en estos pasos, que en algunas ocasiones son producidas por mutaciones del código genético y en algunas otras por factores ambientales que pueden afectar los mecanismos del de- sarrollo y la maduración neuronal. Por lo cual, el entendimiento de los mecanismos de comunicación neuronal que sustentan los cam- bios plásticos en las conexiones sinápticas es de gran importancia 35 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... para entender cómo el sistema nervioso puede estar afectado a nivel neuronal en sujetos con problemas de aprendizaje, como en el sín- drome de Down, síndrome alcohólico fetal, síndrome del cromoso- ma x frágil, entre otros. Se ha estudiado ampliamente la relación que existe entre estos síndromes y el mal funcionamiento del sistema de comunicación neuronal, y se ha demostrado que estos síndromes se asocian con una reducción del tamaño del árbol dendrítico, de las espinas den- dríticas y serios cambios en la forma de las espinas dendríticas (Ma- rín-Padilla, 1976; Newpher y Ehlers, 2009; Sorra y Harris, 2000), lo cual claramente afecta la comunicación de las neuronas y se traduce en un funcionamiento cerebral deficiente. Como se mencionó previamente, los factores ambientales influ- yen en el desarrollo cerebral, tal como en el caso de los sujetos con síndrome alcohólico fetal, en el cual los daños al cerebro se generan durante el periodo de gestación, periodo crítico en el que ocurre el proceso de migración neuronal. Este proceso es gravemente afectado por la exposición al alcohol ocasionando problemas de conectividad sináptica, ya que las neuronas no se establecen en los sitios adecua- dos. Esto se traduce entre otras consecuencias, en el subdesarrollo del lóbulo parietal que a nivel cognitivo produce serias deficiencias para el procesamiento numérico, razonamiento matemático (Kope- ra-Frye, Dehaene y Streissguth, 1996), así como en la generación de mapas mentales del ambiente (Hamilton, Kodituwakku, Sutherland y Savage, 2003). En estudios post mortem de cerebros de personas con autismo, se ha encontrado una serie de alteraciones en el cerebelo consisten- tes con la disminución del número de células de Purkinje, la pérdida de células granulares y de neuronas de los núcleos profundos ce- rebelosos (Ritvo et al., 1986; O’Hallorana, Kinsellaa y Storey, 2012). También se han observado alteraciones del sistema límbico, con un aumento de la densidad de las neuronas en el hipocampo, la amíg- dala, los cuerpos mamilares, la corteza del cíngulo y el septum (Bau- man y Kemper, 1985). 36 neurociencia y educación especial Figura 2. La activación de los circuitos neuronales desencadena cambios plásticos en co- nexiones sinápticas específicas. De circuitos neuronales a sinapsis: en la parte superior se aprecian dos circuitos neuronales (A y B). Ante una experiencia conductual solo se activa una subpoblación del circuito A (neuronas de color gris), la cual envía información al cir- cuito B (se activa solo una subpoblación). Esto significa que cuando realizamos cualquier tipo de actividad mental solo una porción de nuestras neuronas son activadas. En la parte inferior de la figura 2, se muestran dos neuronas amplificadas de los circuitos A y B, para ejemplificar como el axón de la neurona A, hace contacto sináptico con las dendritas de la neurona B. En la parte inferior derecha se amplificaron los componentes de la sinapsis activa, en la cual la terminal presináptica libera neurotransmisor que es capturado por los receptores de la espina dendrítica postsináptica. Otra forma de estudiar la función cerebral es mediante el registro de la actividad eléctrica que se genera de manera espontánea duran- te la ejecución de tareas cognitivas que implican el procesamiento de información de regiones cerebrales de interés. En estructuras con organización laminar como el hipocampo, es posible conocer el origen de la actividad sináptica, que puede ser medida por medio de un electrodo de registro extracelular colocado en los circuitos neuronales de interés (Buzsáki, 2006). En animales de experimentación se ha demostrado que la actividad eléctrica del hipocampo genera ondas cerebrales a frecuencia theta (4-12 ondas por segundo o Hertz, Hz) y que estas son un requisito básico para el establecimiento del aprendizaje. En los seres humanos se han Circuito B Sinapsis Hendidura sináptica Terminal presináptica Espina dendrítica Na+ Na+ Circuito A Axón Árbol dendrítico Soma Neurona postsináptica Receptor postsináptico Vesícula con neurotransmisor Neurona presináptica 37 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... observado episodios de actividad theta en el electroencefalograma (eeg) durante la ejecución de pruebas de aprendizaje de navega- ción en ambientes virtuales (Nishiyama, Mizuhara, Miwakeichi y Yamaguchi, 2002), así como un incremento en la actividad theta cuando ocurre el aprendizaje, memoria espacial y no espacial (Ka- hana, Seelig y Madsen, 2001). Esta evidencia sugiere que las oscila- ciones theta pueden dirigir el proceso de aprendizaje de navegación espacial. El funcionamiento eficiente del sistema nervioso requiere cone- xiones sinápticas organizadas, que tengan la capacidad de modifi- carse con la experiencia,así como una comunicación activa entre las diferentes regiones cerebrales mediada por las ondas cerebrales. Modulación neuroquímica de la memoria Todos los procesos que acontecen en el sistema nervioso están directa o indirectamente asociados a los mecanismos de acción de los neuro- transmisores. Podemos definir un neurotransmisor, como una sustan- cia que se libera por una neurona en la sinapsis y que afecta de manera específica a otra célula, ya sea una neurona o un órgano efector (Coo- per, Bloom y Roth, 2003). Estos pueden modificar los patrones de ac- tividad neuronal que controlan el comportamiento de los individuos, favoreciendo la eficacia de los circuitos neuronales. Los aspectos de la red que pueden ser modulados por los neurotransmisores, son la mo- dificación de la excitabilidad neuronal, propiedades integrativas de las neuronas, transmisión sináptica y la plasticidad sináptica. Generalmente en estudios con modelos experimentales, se uti- lizan fármacos para tratar de dilucidar la participación de ciertos neurotransmisores y receptores en los mecanismos neuronales que sustentan la memoria. Se valora directamente el efecto del fármaco sobre el aprendizaje del animal, analizando si el fármaco mejora, de- teriora o incluso bloquea la ejecución de la tarea de memoria. En el aprendizaje y la memoria hay variaciones en el metabo- lismo y concentración de neurotransmisores, sin embargo, cono- cer cuál es su papel exacto en cada uno de los elementos para la 38 neurociencia y educación especial formación y consolidación de la memoria no es tan predecible ni tan fácil. Los neurotransmisores como el glutamato, la acetilcoli- na, la serotonina y el gaba son básicos para el establecimiento del aprendizaje y la memoria. A continuación se describe de manera general, la participación de algunos neurotransmisores y su papel en el aprendizaje y la memoria que depende principalmente de la función hipocampal. El glutamato forma parte de los aminoácidos endógenos del sis- tema nervioso central, actúa como principal neurotransmisor ex- citador del cerebro de mamíferos y es el principal neurotransmisor empleado por neuronas piramidales localizadas en la corteza cere- bral y en el hipocampo (Collingridge y Lester, 1989; Cooper, Bloom y Roth, 2003). Este neurotransmisor juega un papel fundamental en la potenciación de largo plazo, un proceso plástico descrito en párrafos anteriores como el mecanismo que subyace la formación de la memoria. La función del glutamato en tareas de memoria, también ha sido confirmada en estudios experimentales con modelos animales. Tsien, Huerta y Tonegawa (1996), en un modelo de ratón knock- out (ratones modificados genéticamente) que carecían del receptor nmda en las células piramidales de CA1 del hipocampo, observaron que ocurre deterioro en el desempeño de una tarea de memoria es- pacial y la ausencia de plp en el hipocampo (idem). En este estudio se muestra que a pesar de que los ratones tenían glutamato como neurotransmisor utilizable, la falta del receptor nmda impidió el aprendizaje y la formación de la memoria en estos ratones. Por otro lado, la aplicación intracerebral e intraventricular de antagonistas (sustancia que bloquea o inactiva al receptor) del receptor nmda en ratas, genera alteración en la plp del hipocampo y en la adquisición de una tarea de memoria espacial (Riedel, Platt y Micheau, 2003), lo cual ha reforzado la idea de que los receptores glutamatérgicos de tipo nmda están implicados en el aprendizaje y la memoria. Adicio- nalmente, la reducción del glutamato en el hipocampo deteriora la memoria espacial (Yang, Atasoy, Su y Sternson, 2011), mientras que 39 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... la facilitación de la transmisión glutamatérgica hacia el hipocampo causa una mejora general en la codificación de información para la memoria (Staubli, Rogerst y Lynch, 1994). También se ha reportado que el incremento en la concentración de glutamato puede producir toxicidad en las neuronas y como con- secuencia la muerte neuronal que va a repercutir en la funcionali- dad del área cerebral afectada. Existe una relación de los altos niveles de glutamato con diferentes estados patológicos como la epilepsia, traumatismos cerebrales, tumores cerebrales, alzheimer, parkinson y la esclerosis múltiple. Sin embargo, también se ha reportado que una dieta deficiente en glutamato o la baja concentración de gluta- mato pueden generar alteraciones en la memoria (Siegel, Agranoff, Albers, Fisher y Uhler, 1999; Temple, O’Leary y Faden, 2001). Re- cientemente se han relacionado genes que forman parte de la familia de receptores del glutamato y por lo tanto intervienen en la neuro- transmisión glutamatérgica, con el trastorno de hiperactividad con déficit de atención o tdah (Elia et al., 2012). La acetilcolina, neurotransmisor excitador que se sintetiza en los núcleos de Meynert y en el complejo del septo medial/ banda diago- nal de Broca, es liberada hacia áreas cerebrales importantes para la formación de la memoria, como la corteza cerebral y el hipocampo (Brashear, Zaborsky y Heimer, 1986). En estudios experimentales se ha observado que el bloqueo de la actividad colinérgica mediante la aplicación de antagonistas especí- ficos a receptores colinérgicos o la lesión de los núcleos colinérgicos, genera deficiencias en diferentes tareas de memoria (Winkler, Suhr, Gage, Thal y Fisher, 1995). La aplicación de escopolamina, un antago- nista de los receptores muscarínicos, también ocasiona deterioro en la memoria de trabajo espacial y discriminativa, así como deficiencias en la memoria espacial (memoria de referencia) que depende del hi- pocampo (Winson, 1978; Craig, Hong, Kopp y McDonald, 2009). Por otro lado, el incremento de la actividad colinérgica genera una mayor eficiencia en la memoria espacial, así como el implante de células genéticamente modificadas que producen acetilcolina 40 neurociencia y educación especial en la corteza, restablecen el deterioro en la memoria causado por daño del núcleo basal magnocelular (Winkler et al., 1995). Ade- más la administración sistémica de nicotina, y la aplicación de agonistas nicotínicos mejora la memoria espacial, la memoria de reconocimiento (Melichercik, Elliott, Bianchi, Ernst y Winters, 2012) y permite la consolidación rápida de información (Croxson, Kyriazis y Baxter, 2011; Chudasama, Dalley, Nathwani, Bouger y Robbins, 2004; Craig, Hong, y McDonald, 2011). Se ha demostra- do que la nicotina estimula también la liberación del glutamato y se ha sugerido que podría ser el mecanismo por el cual se desencade- na la rápida activación glutamatérgica para favorecer la memoria (McGehee, Heath, Gelber, Devay y Role, 1995), ya que se ha com- probado que la acetilcolina permite la recuperación de la memoria episódica después de daño cerebral (Croxson, Browning, Gaffan y Baxter, 2012). Lo anterior muestra qué daño en la trasmisión colinérgica puede alterar el funcionamiento del hipocampo y corteza prefrontal, reper- cutiendo directamente en el aprendizaje y la memoria, sin embargo, aún no se conocen completamente los mecanismos. En enfermeda- des como el Alzheimer, ocurre la pérdida de neuronas colinérgicas que conduce a niveles reducidos de acetilcolina en el hipocampo. Hay correlatos entre el grado de demencia de los pacientes con el deterioro de las neuronas colinérgicas del núcleo basal de Meyner (Whitehouse et al., 1982; Candy et al., 1983). También se ha obser- vado que en el síndrome de Autismo ocurre alteración en la función colinérgica, debida a la pérdida de las células colinérgicas que iner- van a los lóbulos frontales (Budden, Myer y Butter, 1990; Myer, Tri- pathi, Brase y Dewey, 1992). La serotonina es una amina aromática que pertenece a la familia de las indolaminas y se sintetiza a partir del aminoácido triptófano en los núcleos del rafe. Se han encontrado al menos siete tipos de receptores a serotonina, clasificadossegún las propiedades estruc- turales y funcionales, además de la afinidad y susceptibilidad a sus agonistas o sus antagonistas (Barnes y Sharp, 1999). 41 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... Su participación en los procesos cognoscitivos ha sido motivo de controversia ya que las evidencias experimentales de alteraciones en la transmisión serotoninérgica provocan tanto deficiencias como mejoría en la ejecución de las pruebas de aprendizaje según el tipo de prueba y el sustrato neural que lo sustenta (ej. hipocampo, estria- do, corteza prefrontal). En estudios experimentales se ha observado que después de la disminución de serotonina cerebral, no se generan alteraciones en el desempeño del aprendizaje y memoria de las ratas al ser evaluadas el laberinto acuático de Morris y en del laberinto radial de Olton (Asin, Wirtshafter y Fibiger, 1985; Altman, Ogren, Berman y Normile, 1989; Richter-Levin, Greenberger y Segal, 1994). La eliminación parcial de serotonina selectivamente del hipocampo tampoco genera alte- raciones en el aprendizaje y memoria (Altman, Normile, Galoway, Ramírez y Azmitia, 1990). Sin embargo, después de la eliminación mayor de serotonina del hipocampo se ocasiona una facilitación en el aprendizaje de discriminación espacial con reforzamiento positi- vo (Alman et al., 1990) y en el aprendizaje espacial dependiente del hipocampo (Gutiérrez-Guzmán et al., 2011). La reducción conjunta de la serotonina y la acetilcolina cerebral en forma global o de manera selectiva al hipocampo, produce mayor deterioro en el desempeño espacial, comparado con el efecto de la reducción o eliminación de cada neurotransmisor, especialmente de la acetilcolina (Richter- Levin y Segal, 1989). Esto significa que la serotonina puede tener o no repercusión sobre la memoria, en función de la concentración de se- rotonina disponible, y la falta de este neurotransmisor puede por un lado favorecer la memoria espacial, pero podría afectar otras funcio- nes que dependen de otras áreas cerebrales. En general, la serotonina actúa como un modulador sobre otros sistemas de neurotransmisión favoreciendo o inhibiendo la liberación de estos, que son básicos para el establecimiento del aprendizaje y la memoria. La alteración del sistema serotoninérgico también se ha relacio- nado directamente con la regulación del sueño y mantenimiento de la vigilia, la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y el autis- 42 neurociencia y educación especial mo. Particularmente en pacientes autistas, se ha detectado un in- cremento de la concentración periférica de la serotonina (Schaim y Freedman, 1961; Yuwiler, Geller y Ritvo, 1985). La sintomatolo- gía del autismo se manifiesta muy pronto, durante los tres prime- ros años de vida, coincidiendo con la inervación serotoninérgica de la corteza cerebral y del sistema límbico. Las concentraciones plasmáticas de serotonina están elevadas en la tercera parte de los niños con autismo, sobre todo, en aquellos que tienen un retraso mental más grave (Yuwiler, Geller y Ritvo, 1985), y el tratamiento con fenfluramina mejora la sintomatología (Ritvo, Freeman, Ge- ller y Yuwiler, 1983). También se han utilizado inhibidores de la recaptura de serotonina y se han obtenido resultados favorables en este síndrome (McDougle, 1997). Lo anterior apoya la existencia de una desregulación en el sistema serotoninérgico de algunos pa- cientes autistas, aunque no se conozcan claramente el origen y los mecanismos. A continuación se mencionan algunos trastornos, los principales sistemas de neurotransmisión y las áreas cerebrales afectadas. Trastorno Área cerebral Sistema neuroquímico Síndrome alcohólico fetal Severa atrofia del lóbulo parietal, hipocampo y daño cortical extendido La memoria espacial y el procesamiento numérico se ven afectados gaba, Glutamato Síndrome del cromosoma x frágil Hipotálamo, lóbulos frontales y parietales Se afectan los procesos de aprendizaje y memoria Sistema neuroendocrino, Acetilcolina, Glutamato Problemas de aprendizaje (discalculia, dislexia, otros) Corteza cerebral, hipocampo, lóbulo parietal Ocurren alteraciones en la memoria de corto plazo, memoria de trabajo y memoria semántica Glutamato, Acetilcolina, Serotonina, Dopamina 43 i fundamentos de la memoria, una perspectiva... Trastorno Área cerebral Sistema neuroquímico Autismo Hipocampo, amígdala, corteza cerebral cerebelo. Se afectan los procesos de aprendizaje y regulación del humor Serotonina, Dopamina tdah Amígdala, sistema límbico Dopamina, Glutamato, Norepinefrina Síndrome de Down Hipocampo, corteza prefrontal, locus coeruleus Se afecta principalmente la memoria explícita Norepinefrina, Glutamato Conclusión Existen diferentes sistemas de memoria conformados por distintos circuitos neuronales, sin embargo, el mecanismo celular que per- mite el almacenamiento de la memoria es el mismo en todos los sistemas, y requiere cambios en la eficiencia sináptica y la modifica- ción de las conexiones sinápticas. La codificación y la recuperación de la memoria dependen de la actividad sincronizada que genera oscilaciones en los circuitos neuronales distribuidos en todo el ce- rebro, así, el estudio de esta actividad oscilatoria permite identificar la forma en que los circuitos están interactuando en condiciones normales, durante trastornos y enfermedades neurológicas. Los neurotransmisores también pueden modificar estos patrones de actividad oscilatoria y con ello la forma en que los circuitos proce- san la información. Un desequilibrio de la actividad neuroquímica normal en nuestro cerebro, además de repercutir sobre los procesos de la memoria, también está fuertemente relacionada con alteracio- nes como la depresión, enfermedad de Parkinson, de Alzheimer, de Huntington, epilepsia, déficit de atención con hiperactividad, sín- drome de Down, autismo, entre otros. El estudio de la dinámica de los sistemas de neurotransmisión puede ayudar a crear estrategias terapéuticas eficientes que permitan contrarrestar los efectos de las enfermedades neurológicas. 44 neurociencia y educación especial Referencias Altman, H. J., Ogren, S. O., Berman, R. F. y Normile, H. J. (1989). The effects of p-chloroanphetamina, a depletory of brain serotonin, on the performance of rats in two types of positively reinforced complex spatial discrimination tasks. 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