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FILOSOFÍA MEDIEVAL 
 
 
 
 
TOMÁS DE AQUINO 
 GUÍA DIDÁCTICA FILOSOFÍA 
 IES SAAVEDRA FAJARDO 
 
MATERIALES 
 
PARA 
 
 EL CONTEXTO 
 
 
 
CONTEXTO TOMÁS DE 
AQUINO
Creencias 
mistéricas
Sumerio-
babilónicas
Judías
Filosofía 
helénica
-Estoicismo 
–
- Platón 
-Aristóteles
Romanización
-nacimiento de Jesús
-formación del 
cristianismo
-persecuciones
--institucionalización: 
Constantino y 
Teodosio( Edicto de 
Milán y de 
Constantinopla)
Edad Media
Patrística 
(Agustín de Hipona)
Escolástica
MUSULMANA(Averroes)
CRISTIANA(Tomás 
Aquino)
JUDIA: Maimonides
Imperio sacro-
romano(Carlo 
Magno)
Feudalismo
Renacimiento 
carolingeo
Escuelas 
monasteriales 
(escolastica)
 
1. El pensamiento helenista. 
La época de las polis griegas, de las ciudades-Estado libres e independientes, se 
termina con el reinado de Alejandro Magno. Alejandro, un griego de Macedonia discípulo de 
Aristóteles, termina con una forma de vivir, con una cultura que se inició en Mileto y que tuvo 
en el ágora su símbolo más representativo. A partir de su muerte en el año 323 a.C., debe 
hablarse, más que de civilización griega o helénica, de civilización "helenística". Para Alejandro 
la distinción entre griegos y "bárbaros" era artificiosa y falsa: él pensaba según el concepto de 
imperio y no según el de la ciudad. Uno de los objetivos de su política era fundir la cultura 
griega con la de los bárbaros, lo que, por una parte, desarrollará un estado mundial 
(ecúmene) y, por otra, hará surgir un hombre con visión cosmopolita, que será un ciudadano 
del mundo. 
Las ciudades-Estado no fueron ya entidades libres e independientes en las que el 
diálogo, el contraste de opiniones en el ágora, que caracteriza el pensamiento griego, sea 
posible, sino que esta forma de cultura se diluye en un todo más vasto. Además, no estaba 
lejos el día en que toda Grecia se convirtiese en una simple provincia del Imperio Romano. Por 
todo esto, el interés por los fines colectivos, por los asuntos públicos decrece y, en contraste, 
aumenta el interés por las cuestiones particulares, individuales. Se impone la búsqueda de la 
felicidad individual. La democracia de las polis desaparece sin haber alcanzado la verdadera 
idea de justicia. La libertad, que tan unida estuvo a todo el proceso de la cultura anterior, ya 
no es política y social sino individual. 
Los filósofos que aparecen como consecuencia de esta nueva situación tienen como fin 
encontrar el "arte de vivir": el saber acomodarse a las situaciones adversas y el saber sacar 
provecho de las cosas tal y como se presentan. Son filosofías que encierran una visión personal 
e individualista de las cosas; los escépticos, los epicúreos y los estoicos se ocupan 
fundamentalmente de problemas éticos y existenciales de la vida humana. 
1.1 Escepticismo 
Surge con la obra de Pirrón (360-270 a. C.), antiguo colaborador militar de Alejandro, 
pero tiene precedentes en discípulos de Gorgias y de Sócrates. Para Pirrón, el discurso 
racional de la filosofía era el resultado de una ficción lingüística, alejado de la realidad y ajeno 
a la vida práctica. 
La escuela escéptica sigue la línea que habían inaugurado los sofistas y expone las 
dificultades para conocer la realidad. Nada se puede afirmar o negar con seguridad, ni tan 
siquiera esta convicción; el conocimiento es fuente de turbación, muestra los enigmas de la 
naturaleza humana y no está capacitado para resolverlos. Hay que ignorarlo todo, suspender 
el juicio (afasia) y para conseguir una vida feliz es necesario evitar toda pasión (apatía) y 
turbación (ataraxia), que sólo se puede alcanzar cuando nada se sabe: escepticismo. 
1.2. Epicureísmo 
 
Esta escuela tiene precedentes en el pensamiento de un discípulo - de Sócrates, 
Aristipo de Cirene. Defiende el pensamiento hedonista, que consiste en la búsqueda de placer 
como objetivo para alcanzar la felicidad: placer obtenido de inmediato evitando la inquietud 
producida por el deseo, es el placer del presente. 
Epicuro es el más representativo defensor de este pensamiento. El placer, dice, es lo 
que procura la felicidad, pero un placer como plenitud, "júbilo de vivir", equilibrio y armonía 
de los sentidos, de las partes del cuerpo y del intelecto: hay que evitar todo lo que perturbe el 
alma. Para ello, Epicuro ofrece un remedio que dice mucho de las inquietudes del hombre 
griego por la muerte y por los dioses, y del carácter del pensamiento hedonista: "la muerte no 
debe asustarnos", mientras vivimos la muerte no está, y cuando morimos no estamos nosotros 
para sentirla; "no hay que temer a la divinidad", los dioses poseen lo que nosotros deseamos y 
son, por tanto, indiferentes- a los asuntos de los humanos, no debemos temerlos ni esperar 
nada de ellos; "el mal es fácil de soportar", cuando el dolor es muy fuerte, lleva a la muerte y 
cesa, si dura mucho los sentidos se bloquean y ya no se siente. El objetivo de esta filosofía es la 
serenidad y la satisfacción vital en medio de un clima de placentera amistad. 
1.3. Estoicismo 
Los estoicos se reunían en el pórtico (stoa) de columnas de Atenas y, para ellos, el ser 
humano forma parte de la naturaleza y está sometido a ella. El universo está gobernado por un 
Logos interno que gobierna el destino fatal de todas sus criaturas. Nada pueden hacer los 
humanos, sino aceptar con dignidad las cosas tal y como se presentan. La angustia frente a la 
caducidad de la vida y la impotencia para cambiar lo que los rodea (el orden del mundo), lleva 
a los estoicos a centrar los objetivos de su actuación en sí mismos, en exponerse a las 
dificultades para conocer sus propios límites, a actuar por convicción, sin alterarse por los 
resultados, que al fin y al cabo son cosa del destino. Hay que ser auténtico e impasible. Esta 
ética es hoy llamada formal y autónoma, al no buscar un objetivo, sino la descripción de una 
forma de actuar basada en la elevación de la dignidad humana. 
2. Filosofía y religión 
2.1. Judaísmo y filosofía 
El imperio de Alejandro fue conquistado por los romanos en el siglo II a.C., y en la 
nueva situación, Alejandría, ciudad cosmopolita situada en los confines del Oriente con el 
Occidente, llegó a ser el centro de la filosofía judeo-helenística, que culminó con el 
pensamiento de Filón. En Alejandría se daban cita filósofos y científicos; su tradición de 
ciudad abierta y cosmopolita dio cabida al sincretismo (conciliar doctrinas diferentes) de 
ideas, religiosas y filosóficas. El pensamiento helenista, ecléctico y tolerante, mezcló las 
principales tendencias del pensamiento griego — platonismo y aristotelismo — con 
religiones mistéricas procedentes de Oriente. La idea central de estas Tendencias consistía 
en la unión mística con Dios como salvación de los humanos, en una especie de renacer 
después de la muerte. 
Surge, pues, un nuevo concepto, un concepto que no tuvo el griego clásico: el 
concepto religión. Este rasgo religioso que el pensamiento y el mundo helenístico posee 
en sí mismo hace posible la incorporación de cultos y creencias muy diversas: la más 
notable la que defiende la existencia de un Dios único e infinito. La cultura helenística 
frente a la inconsistencia de las cosas, defiende la salvación, la creencia en un "más allá" 
que es consistente, objetivo. Piensa a Dios, como se ha dicho, como infinito y, esto es una 
innovación respecto a lo que significa ese concepto en el mundo griego. En Grecia infinito 
quiere decir algo así como "no ente", mientras que finito significa algo así como "ente", 
porque el ser tiene límite. El concepto religión está unido, básicamente, a salvación e 
igualmente al culto, a la creencia y a una comunidad de adeptos. Concepto que no se 
puede aplicar a Grecia; no se puede decir que los griegos creían en sus dioses, pues no se 
dan allí los presupuestos para que puedahaber una "creencia" o "fe". 
En la ciudad de Alejandría vivían muchos judíos procedentes de la diáspora (los 
judíos viven desde un milenio antes de Cristo bajo el poder de Egipto, la vinculación tan 
estrecha que mantienen entre ellos les hará conquistar Palestina y vivir un corto tiempo 
en libertad, pero esa etapa de libertad dura poco. La historia de este pueblo transcurre, 
generalmente, bajo el dominio extranjero. Su destino es la diáspora). Se preguntaban cuál 
era el motivo de su constante desgracia, de su imposibilidad de vivir libres y dueños de su 
tierra, y los profetas les dieron una doble respuesta: por un lado, Dios les había castigado 
por no cumplir el pacto de obediencia a los mandamientos que se recogí" en la Tabla de 
Moisés (nace el sentimiento de culpa y pecado, sentimiento extraño al pueblo griego) y, 
por otro lado, su desgracia formaba parte de los designios divinos en espera de la llegada 
del "Mesías", que debía restaurar el reino de Israel y extenderlo por toda la tierra. 
Destaca entre los pensadores de origen judío, la figura del rabino Filón de 
Alejandría (15a.C. y 41d.C.), gran admirador de los filósofos griego, especialmente de 
Platón; en los cuales, aseguraba, se pueden encontrar las mismas verdades que en las 
Escrituras y en la tradición del judaísmo. Creía que los filósofos habían utilizado las 
Sagradas Escrituras. El ideal griego de sabiduría, pensó Filón, toma carta de naturaleza en 
el judaísmo. Su obra constituye el primer intento de fusionar filosofía y teología, que será 
la clave del pensamiento cristiano y más tarde del escolástico de la Edad Media. 
2.2. Cristianismo y filosofía 
El cristianismo aparece en la historia de las ideas con San Pablo (10a.C.-67d.C.), 
que tomó la doctrina predicada por Jesucristo e hizo de ella una síntesis para su difusión. 
Pablo de Tarso es un judío helenizado del que se guarda testimonio documental. En él se 
puede simbolizar la unión de helenismo, religión y tradición judía. Jesucristo era, para él, el 
Mesías que esperaban los judíos; Dios hecho hombre, el Logos materializado que toma de 
la Biblia. Intentará realizar la síntesis entre filosofía y teología, reuniendo el platonismo y la 
doctrina cristiana. Al no conseguir con ella las conversiones que esperaba, cambio de 
procedimiento y en la epístola a los Corintios ataca a la filosofía. Postura, que como se 
verá, siguieron alguno de los llamados "apologistas cristianos". 
EL cristianismo es una nueva experiencia de la realidad que contrasta con la del 
mundo griego. El cristiano tiene una relación personal con Dios, mientras que los griegos 
se preocupan de su relación con la phy,sis y con los otros hombres. El cristianismo es una 
religión revelada ofrecida al mundo como doctrina de salvación, y no una filosofía. Es un 
saber de salvación y, al principio, no pretenden justificarlo con razones. La salvación debe 
venir dada por algo "sobrenatural"; el cristianismo es el anuncio de un hecho, "una nueva 
noticia", lo consistente, lo sobrenatural se hace presencia en "el Logos se hace carne"; la 
incorporación física, sensible, a ese acontecimiento aparece como la única vía posible de 
salvación. El elemento sensible- sobrenatural, por definición absurdo, de la religión se 
hace tesis en el cristianismo. Por otra parte, puesto que la verdad se ha hecho noticia, 
revelación, la asunción de la verdad, la identificación con Cristo, es ella misma un don: 
"creen" aquellos a los que Dios, porque quiere, otorga la gracia (la palabra eucaristía 
proviene del griego en el que significa buen carisma). 
Esta nueva visión de la realidad aporta conceptos y propuestas distintas a las que 
se habían desarrollado en las polis griegas. Las más significativas y las que más contrastan 
con las anteriores son: el concepto del tiempo y de la historia; el concepto de creación y la 
concepción del hombre. 
Concepto del tiempo: su concepción del tiempo es lineal e histórico, lo que 
también habían defendido los judíos. Los griegos, por el contrario, defendieron el tiempo 
como algo cíclico, sin un principio ni un final, es decir, eterno. Los cristianos creen que 
Dios interviene en la historia, es Providente, y su concepción lineal de ella les dice que 
tiene un comienzo (génesis) y un final (apocalipsis). Dios, pues, dirige el mundo y la 
historia. La historia comenzó con la caída en el pecado de Adán y Eva y esperó una 
redención - ya cumplida por Jesucristo - y ahora aguarda el final de los tiempos, meta de 
la historia. 
El concepto de creación: Dios crea el mundo de la nada, lo que un pensador 
griego consideraría escandaloso, ya que para ellos de la nada no se produce nada. El 
origen del mundo de la nada es absolutamente impensable para un griego. Tanto los 
presocráticos, como Platón y Aristóteles, defendieron que la materia era eterna, no 
creada en un momento concreto. 
Concepto del hombre: el cristianismo cree que el hombre es un compuesto de 
alma y cuerpo, pero ambas entidades lo constituyen de manera unitaria. La salvación que 
se le ofrece al hombre después de la muerte supone la resurrección de ambas partes. El 
hombre es la criatura preferida de Dios hecha según su imagen, cuyo destino es la 
salvación, si bien ha sido creado libre para que pueda elegir y es, por tanto, responsable 
de sus actos. 
La mayor parte de los autores coinciden en reconocer la fuerte influencia que en 
la configuración del cristianismo tuvieron las distintas corrientes del pensamiento 
helenístico. La razones que obligaron al cristianismo a incorporar los usos de la cultura 
Helenística y de adoptar el saber filosófico para esclarecer racionalmente sus verdades, 
entre otras, fueron: 
 La defensa frente al ataque de los judíos, que no les reconocían su 
independencia y originalidad. 
 La necesidad de los cristianos cultos de aclarar los presupuestos 
racionales de su fe. 
 La búsqueda de una ortodoxia, es decir, de una interpretación más 
exacta y rigurosa, frente a las interpretaciones posibles, de la doctrina 
cristiana. Es poco conocido el hecho de que el cristianismo de los 
primeros tiempos es en realidad un conjunto heterogéneo de sectas y 
facciones con planteamientos diversos y distintas interpretaciones sobre 
la figura de Jesús y su mensaje. La lucha entre las distintas sectas 
arrianos y atanasianos, por ejemplo, era, en ocasiones, más violenta que 
la misma persecución de los emperadores romanos. 
Lo que la filosofía transmite a estos, primeros cristianos es un lenguaje, una, 
manera de argumentar. Palabras como eucaristía, "eklesia, - y tantas otras, son la prueba 
del apoyo que, en los primeros tiempos, el lenguaje, los conceptos filosóficos prestan a 
cristianismo. Los cristianos no disponían de una filosofía propia y se dirigen del modo más 
natural a la filosofía imperante en su tiempo, que deriva del platonismo, aunque estaba 
impregnado de otros elementos, y de ella toman el proceso de argumentación, 
conceptos, definiciones. Los escritores cristianos no hacían entonces ninguna distinción 
entre filosofía y teología: lo que ellos se proponían era más bien presentar la sabiduría o 
"filosofía" cristiana. Los teólogos cristianos y los apologistas se sentían inclinados a tomar 
para sí las armas de la filosofía cuando pensaban que dichas armas podían ser útiles para 
sus propios objetivos. Ante la filosofía tenían posturas divergentes, según optasen por ver 
en ésta una enemiga y rival del cristianismo o verla como un útil arsenal de conceptos y 
argumentaciones, que sirviese para preparar la defensa del cristianismo. 
2.3. Neoplatonismo. Plotino 
Mientras las demás escuelas filosóficas caminan lentamente hacia su fin durante 
el imperio romano, el neoplatonismo ofrece un aspecto fuerte y vigoroso. Por su nombre 
es obvio que se apoya en el pensamiento de Platón, aunque a veces lo hace no 
directamente en su obra, sino en las obras que surgen en las escuelas de tradiciónplatónica. Su fuerza doctrinal se revela en todos los focos culturales del helenismo: en 
Alejandría, en Roma, en Atenas, en Antioquía... los pensadores neoplatónicos se sienten 
auténticos continuadores de la herencia de Platón; conceptos, palabras, ideas e incluso 
expresiones verbales de Platón, aparecen con gran frecuencia en sus escritos. Pero en 
esta teoría hay algo nuevo, el sentimiento religioso y místico que es característico de la 
época. Los neoplatónicos no pretendían innovar la filosofía de Platón, sino, como se ha 
dicho, se sentían unos continuadores y custodios de su obra, aunque el "Matón" de los 
neoplatónicos es básicamente el de la lectura religiosa; el neoplatonismo es un 
"platonismo" religioso que se despliega en un ambiente en el que el cristianismo se está 
constituyendo en una interpretación dominante. El neoplatonismo trata de lo que nunca 
trató Platón: la salvación. 
 
El pensador más destacado de la corriente neoplatónica es Plotino (208-270), 
antiguo cristiano "convertido" a la filosofía que llevó a cabo el último intento de 
reanimar la autonomía y profundidad del pensamiento filosófico aun en el marco de 
una concepción religiosa. Su aportación es una lectura de Platón y de Aristóteles, que se 
convertirá en la vía de acceso a la filosofía griega en los siglos venideros. Su voz es la 
última voz del pensamiento helenista, ya que no habrá más ciencia ni más filosofía en 
sentido estricto hasta que vuelven a renacer al final de la Edad Media. El pensamiento 
entra en el ámbito de la teología que toma a su servicio a la filosofía, con el fin de poder 
dar razones a la fe. 
Plotino introduce un nuevo principio para explicar lo que es el ser: el concepto 
de emanación. Este concepto hay que entenderlo como el proceso mediante el cual lo 
superior produce lo inferior por su propia superabundancia. La emanación no es la 
creación, ya que en ésta se produce algo de la nada, mientras que en aquella es el ser 
superior el que se despliega sin perder su perfección. En la emanación hay un proceso 
de degradación, pues, de lo superior a lo inferior existe la relación de lo perfecto a lo 
imperfecto, de lo existente a lo menos existente 
3. Edad Media 
 
3.1. Aproximación histórica 
Durante más de diez siglos se extiende lo que se ha llamado, no sin cierto 
desprecio desde la mentalidad de la ilustración, Edad Media. No es fácil fijar una fecha 
única ni para su comienzo ni para su final. En cada nación, cada especialista en historia, 
suele poner unos límites diferentes. En general, se puede decir que es la época que se 
extiende, o bien, desde el final de la Antigüedad al principio de la Modernidad, o bien, 
desde la caída del Imperio romano de Occidente hasta el Renacimiento. 
Desde el punto de vista del pensamiento filosófico existe en toda la Edad Media 
un hecho común, que es una herencia del periodo inmediatamente anterior: razón y fe se 
fusionan con el fin de darse mutuo apoyo. La filosofía ofrece explicaciones racionales, 
pero sólo la teología posee verdades absolutas, aunque incomprensibles a los ojos de la 
razón. Esta cuestión se desarrollará más adelante. 
La caída del Imperio romano supone la disolución de la vida cultural ciudadana. La vida 
individual cobra sentido bajo la mirada de Dios, cuya palabra lo explica todo desde la 
creación hasta el juicio final. Los primeros siglos de la Edad Media se caracterizan por una 
gran decadencia cultural debido, principalmente, a la inestabilidad política. Desaparece la 
antigua cultura comunitaria en el seno de la ciudad, y se va desarrollando una cultura 
popular de transmisión oral, que busca cobijo en la religión y que irá tejiendo con el tiempo 
lo que se llama tradición. 
 
3.2. La Patrística cristiana 
Los pensadores cristianos de los primeros siglos se conocen con el nombre de 
Patrística o Padres de la Iglesia y se dividen en: Apologistas griegos y latinos, Escuela de 
Alejandría y Padres griegos y latinos. Su pensamiento no es propiamente una filosofía 
elaborada y sistemática. 
Apologistas: A mediados del siglo II a los cristianos se les plantea la necesidad de 
hablar en defensa propia por las muchas acusaciones que reciben del poder político 
romano que intentaba justificar la persecución que sobre ellos ejercían. La palabra 
apología significa defensa o alegato jurídico con el que se pretendía obtener del 
emperador correspondiente la libertad de culto y los mismos derechos que otras 
religiones. 
Son estos pensadores los que inician la creación del dogma y de una doctrina que 
institucionaliza el mensaje de Jesús. El más destacado fue Tertuliano, creador del latín 
eclesiástico que representa la actitud más hostil frente a la filosofía griega, pues para él 
sólo es una fuente de herejías y errores. 
Escuela de Alejandría: Alejandría es durante la segunda mitad del siglo II y el siglo 
III el centro principal del cristianismo. Se puede considerar a Clemente y Orígenes como 
los verdaderos fundadores del pensamiento cristiano, pues usaron ampliamente la 
especulación filosófica como método para justificar racionalmente las verdades reveladas 
del cristianismo. Tienen la clara pretensión de conformar una sabiduría propiamente 
cristiana. 
Padres griegos y latinos: Con ellos se produce la consolidación definitiva del 
cristianismo que, más allá de permanecer como una simple secta religiosa más, acepta el 
reto de ofrecer una respuesta positiva que sea una nueva visión de la realidad, del hombre 
y de la historia. Viven en los siglos IV y V. El cristianismo en estas fechas había dejado de 
estar perseguido y prohibido, desde que el emperador Constantino establece el edicto de 
Milán. 
San Agustín de Hipona es el pensador cristiano más importante de este periodo y 
de toda la Patrística, en general. Recibe el influjo de Platón y su pensamiento, que se 
denomina platonismo agustiniano, domina toda la Edad Media. 
En el siglo IX, durante el periodo llamado carolingio, se produce el renacimiento de 
la cultura con la creación de las escuelas monacales y episcopales, que constituyen el 
centro de la cultura medieval. Este renacimiento no tiene continuidad y el siglo X fue, 
nuevamente, un siglo de decadencia cultural. A partir del siglo XI se produce un avance en 
la extensión de la cultura y su enseñanza unida a la Reforma de la Iglesia. En la segunda 
mitad del siglo XII y en los años iniciales del siglo siguiente se fundan las primeras 
universidades, París en 1150, Oxford en 1167; Bolonia en 1200 y Salamanca en 1230. Las 
universidades suponen independencia intelectual respecto a las escuelas monacales. 
Pronto adquieren importancia como centros de conocimiento y empiezan a valorar la 
observación y la experiencia como fuente de conocimiento. Otro hecho importante, desde 
el punto de vista cultural, fue el conocimiento de la filosofía de Aristóteles que llega a 
Europa a, través de la cultura árabe. 
El siglo XIII supone la plenitud cultural de la Edad Media debido a los siguientes 
hechos: el estudio de la filosofía aristotélica; la importancia que iban adquiriendo las 
universidades y el importante trabajo intelectual que representa la obra de Tomás de 
Aquino. La obra de Aquino es el objetivo hacia al cual se dirigen todas estas páginas y, 
como en el caso del estudio de la filosofía platónica, la selección que se va a realizar de 
todas las propuestas que realizan los autores del Medioevo, lo tienen a él y a su obra 
como referencia. Dentro de la filosofía escolástica, se le presta especial atención a dos 
cuestiones: el problema de las relaciones entre la razón y la fe y el llamado argumento 
ontológico. Ambas cuestiones están influidas por lo que se conocía y lo que se desconocía 
de la filosofía de los dos grandes pensadores griegos: Platón y Aristóteles. Ambas se van a 
tratar antes de conocer el contenido de la propuesta aristotélica, el sentido pleno de estas 
cuestiones se logrará cuandoésta se conozca. 
Los restantes siglos de la Edad Media se consideran como la preparación de la 
época siguiente: el Renacimiento. Su contenido va precedido por los rasgos empiristas 
que pueden hallarse en el pensamiento del de Aquino y que desembocará en un 
empirismo por el cual se intenta colocar a las verdades de fe más allá de toda prueba 
racional, es decir, se separarán el trabajo de los teólogos del de los filósofos. Este periodo 
prepara el paso de la escolástica a la ciencia y a la filosofía moderna. 
3.2. La filosofía Escolástica 
 
Durante un tiempo se ha descrito la filosofía escolástica como una sirvienta de la 
teología. Hoy en día se tiende a rechazar esta concepción o, al menos, a no insistir 
demasiado en ella. Es común presentar la escolástica como una continuación de la 
Patrística, pero como escribe Gilson: "La misma elaboración filosófica a la cual va a verse 
sometida la verdad religiosa, no es, a su vez, más que la prolongación de un esfuerzo que 
se une con la filosofía griega y llena los siglos venideros". 
Se llama escolástica al pensamiento medieval que se desarrollaba en las escuelas 
monacales, y que se extiende desde la patrística hasta el siglo XVI. Además de la 
escolástica cristiana, en este tiempo, se dan también la escolástica musulmana y la judía. 
Muchos de las cuestiones que tratan son comunes, los problemas a los que se enfrentan 
estás tres religiones monoteístas son muy parecidos: las relaciones fe y razón como vías 
para encontrar la verdad, la interpretación del pensamiento aristotélico... En la escolástica 
cristiana se distinguen los siguientes etapas: La inicial o de preparación, que se extiende 
desde el siglo VI al XII; la del siglo XIII, que es la etapa de Tomás de Aquino y la etapa más 
brillante del pensamiento escolástico y, por último, la de los siglos restantes, conocida 
como la etapa de la decadencia. 
 
1. Los primeros siglos de la escolástica se caracterizan por el tradicionalismo, la 
sumisión a la autoridad, recopilaciones y fijaciones de libros. Todo lo que hay 
de filosofía es un desarrollo interno de la teología, que produce las primeras 
Sumas teológico-metafísicas del tipo de Juan de Escoto y Anselmo de 
Cantorbery. 
2. El siglo XIII o la etapa del apogeo que se caracteriza por la maduración de los 
temas anteriores, la absorción definitiva del pensamiento aristotélico y el 
desarrollo de las grandes Sumas teológicas y filosóficas. Destacan, además de 
Tomás de Aquino, Buenaventura y Alberto Magno. 
3. Los restantes siglos que se caracterizan por las cuestiones lógicas y 
semánticas y, como ya se ha dicho por el empirismo. La figura más 
destacada es Occam, con el que se produce la separación del trabajo de la 
teología del de la filosofía. 
 
3.3. El pensamiento de Aristóteles en la escolástica medieval 
 
La entrada de Aristóteles en el pensamiento occidental supone un cambio de 
perspectiva, que se concreta en tres grandes corrientes: la que parte de Avicena y que 
influye en los franciscano, entre los que destaca por su importancia la obra de san 
Buenaventura; la que parte de Aberrees y que influye en el averroísmo latino y la que 
representa Tomás de Aquino. Todas surgen de los contenidos de su filosofía, pero las 
interpretaciones son diversas Lo más característico de la primera es defender un tipo de 
conocimiento en el que el entendimiento agente aparece como separado y es acto por 
excelencia, inmortal y eterno. El averroísmo da esa misma autonomía al entendimiento 
agente, pero no lo considera inmortal. La capacidad de entender sí lo es, en cierto aspecto, 
pero no el entendimiento agente del individuo particular, ese no es inmortal. Por tanto, 
tampoco es inmortal el alma del hombre. Sus tesis son incompatibles tanto con el 
cristianismo como con el Islam. 
 
4.1. Aristóteles en la filosofía árabe y judía 
Las escuelas sirias de Edesa y Resania, durante la decadencia del mundo latino, 
habían traducido las obras de Aristóteles al sirio y luego al árabe. La obra de Aristóteles 
fue conocida, pues, por toda la cultura árabe que estuvo durante siglos por encima del 
mundo latino. A lo largo del siglo XII, comenzó a entrar en Europa este aristotelismo de 
trayectoria árabe, a través de los comentaristas Avicena y Averroes, por medio de ellos, y 
de las traducciones de la escuela de Toledo, Aristóteles empezó a ser conocido en Europa. 
El proceso por el cual se introduce el pensamiento de Aristóteles en occidente se 
inicia en el año 640, en el que los árabes conquistan Siria y se concreta en el año 750, en 
el que los califas de la dinastía Abbasí toman a su servicio a eruditos sirios e impulsaron la 
traducción al árabe de la sabiduría griega. El primer hombre ilustre de la filosofía 
musulmana es el de AL-Kindi (S.IX), cuyo propósito, que será constante en la filosofía 
árabe, es explicar la distinción establecida por Aristóteles entre "entendimiento agente" y 
"entendimiento pasivo". Al-kindi considera que el entendimiento siempre en acto (el 
agente), uno para todos los hombres, es una inteligencia, es decir: una sustancia espiritual 
distinta del alma y superior a ella. 
Otro pensador árabe, Alfarabí (S.X) es el primero en formular filosóficamente una 
noción que tendrá una importancia vital en el cristianismo: la contingencia del mundo, o, 
lo que es lo mismo, la noción de que la existencia de una cosa es algo distinto a su esencia 
y no incluido en ella. El concepto de physis, defendido por la filosofía griega y que veía a 
ésta como una realidad que se explicaba desde sí misma, se olvida. Del concepto de 
contingencia se infiere la necesidad de defender la existencia de un ser superior que, no 
siendo contingente, se defina como el Ser Necesario y sea el creador de todo lo que 
existe. Avicena (S.X1) asume esta noción y en el momento en que ésta pasa a ser 
patrimonio de los pensadores que discurren en latín, quiere decir que hay dos sentido del 
verbo ser. Esta distinción es totalmente ajena al pensamiento aristotélico. Tomás no ve la 
necesidad de utilizar dos verbos, como ser y existir, uno sólo basta: esse significa existir y 
por eso significa ser. Averroes (S.XII), nacido en Córdoba es el gran comentador de la obra 
de Aristóteles, que, lógicamente, interpreta según su religión y que influye en las 
relaciones entre la fe y la razón, de la misma manera que influye en la escolástica 
cristiana. 
La filosofía medieval judía surge del conflicto de los judío con la filosofía árabe. 
Maimonides (S.XII), es un judío español, que nace en Córdoba como Averroes y su 
posición en la cuestión de las relaciones entre razón y fe es muy próxima a la que después 
defenderá Tomás de Aquino. Como los pensadores árabes, Maimonides reconoce que el 
entendimiento agente es una inteligencia separada y aquí Tomás de Aquino no coincidirá 
con él ni, obviamente, con los pensadores árabes. 
4.2. Los franciscanos:Buenaventura El 
pensamiento de los teólogos de la orden franciscana es de carácter conservador y, en 
general, de actitud reservada ante el aristotelismo, actitud que varió desde una marcada 
hostilidad a una parcial aceptación. Tradicionalmente esta orden religiosa ha seguido la 
línea de pensamiento inspirada en la obra de Agustín de Hipona. 
Buenaventura se integró en la tradición agustiniana, pero adoptó no pocas ideas de 
Aristóteles, al que respetó como filósofo, por lo que su pensamiento fue un agustinismo 
moderno repensado en relación con el aristotelismo. Fue fundamentalmente un teólogo y 
no consideró por sí mismos los problemas y cuestiones filosóficas, en esto se diferencia de 
Tomás de Aquino que siendo también un teólogo consideró minuciosamente los 
problemas filosóficos. Ambos pensadores coinciden como profesores en la Universidadde 
París. 
El concepto de emanación, que se ha visto en Plotino, se replantea en la obra de este 
pensador medieval. Buenaventura cree que el mundo emana de Dios, pero no es una 
emanación automática, necesaria, sino que Dios crea el ser. La acción de Dios es una 
muestra de su omnipotencia y de su generosidad; la emanación no la considera como un 
desbordamiento incontrolado, sino como una intervención directa de Dios. 
Defendió en sus pruebas de la existencia de Dios que éstas eran etapas del ascenso del 
alma a Dios. Confía más en las que se apoyan en la interioridad, en la aceptación de la 
revelación divina, que en las que toma del mundo material. Prueba, no obstante, la 
existencia de Dios a partir del mundo sensible, y muestra cómo desde el conocimiento de 
los seres finitos, imperfectos y contingentes, el hombre puede elevarse hasta la 
aprehensión de Dios. Son pruebas no elaboradas sistemáticamente y la razón hay que 
buscarla en su convicción de que la existencia de Dios es tan evidente al alma que 
reflexiona, que las pruebas sensibles o materiales sirven sólo para recordar algo que ya se 
sabe de antemano. 
 
TOMÁS DE AQUINO: VIDA Y OBRA 
 
 La adecuación del pensamiento de Aristóteles a la teología cristiana llevó a Tomás de 
Aquino (1225-1274) a plantear un sistema que sintetiza de nuevo filosofía y teología. Si en el 
caso de Agustín de Hipona la unidad entre razón y fe vinculaba el platonismo a la religión, 
Tomas de Aquino utiliza ahora el aristotelismo. Tomás fue un monje dominico (como 
Anselmo de Cantorbery) discípulo de Alberto Magno. Enserió en la universidad de París. Su 
obra es muy voluminosa, sobre todo si se tiene en cuenta la corta duración de su vida. 
Las obras de Tomás de Aquino pertenecen a los géneros de literatura filosófica y 
teológica usuales en su época y ambiente, géneros que son: 
-"Comentarios" a la obra de Aristóteles, Boecio, Dionisio. Esta labor de 
comentario se hacía sobre textos escritos en latín. Procede de la "lectio" académica, clase 
ordinaria en la que el maestro comentaba ante los alumnos un texto. 
-"Cuaestiones disputatae", en las que se aborda un tema determinado (por 
ejemplo, en Tomás, 'De veritate", 'De potentia", "De anima") con presentación 
sistemática de argumentos contrarios y su solución. Proceden también del ámbito 
académico. 
- "Quaestiones quodlibetales", que no responden a un tema rigurosamente fijo, y 
que Proceden de actos académicos solemnes, en los cuales se discutía sobre tema libre. 
Por tal razón estas cuestiones no llevan título temático. 
- "Opuscula", elaboraciones breves, con el orden y la estructura que el autor 
considerase oportuno, acerca de algún problema determinado ("De aeternitate mundi", 
'De unitate intellectus"). 
- "Summae", elaboraciones amplias, que pretenden abarcar el conjunto de una 
disciplina.Destacan: ( "Summa Theologica", "Summa contra gentiles"). 
"La Suma Teológica", obra a la que pertenece el texto que se ha de comentar, es una 
exposición sistemática de la teología destinada al uso de los estudiantes, pero por su 
amplitud permite considerarla como algo más que como un texto de estudio. Se trata de 
una exposición completa según un plan sistemático. Está dividida en tres partes: la 
primera trata de la emanación, Dios principio; la segunda del retorno, Dios fin, la tercera 
de las condiciones cristianas de tal retorno, es decir, de la encarnación. Las tres partes 
forman un gran conjunto y cada parte abarca diversa cuestiones, por ejemplo, el Libro 
primero posee 119 cuestiones. El texto que se ha de comentar pertenece a la cuestión 
segunda y comprende los artículos 2 y 3, que tienen como título: "Si se puede demostrar 
la existencia de Dios" y "Si Dios existe". 
Toda Suma está dividida en cuestiones, cada una de ellas con un título temático, 
cada cuestión se divide en cierto número de artículos y cada artículo lleva por título "Si..."; 
"Si Dios es...; "Si el conjunto de criaturas fue siempre...", pero en todos los artículos la 
estructura es la misma (y la extensión no varía mucho), empiezan con el giro "Parece que. 
" introduciendo la opinión contraria a la que se va a defender, seguida de los argumentos 
en favor de dicha opinión contraria; luego el giro "Pero contra ello está el que..." introduce 
generalmente una cita de las Escrituras o de autoridad reconocida que muestra la 
necesidad de aceptar la tesis que se va a defender, sigue la exposición de la doctrina que 
se considera correcta, y, a continuación, la respuesta por orden, a cada uno de los 
argumentos contrarios formulados antes. En concreto los pasos que contiene cada artículo 
son: 
1. Dificultades. Argumentos ajenos y contrarios a sus tesis. 
2. "Por otra parte". Argumentos ajenos y a favor de sus tesis. 
3. Respuestas. Exposición de sus propias tesis. 
4. Soluciones. Refutaciones de las dificultades y objeciones. 
El método que utiliza Tomás de Aquino es una exposición dialéctica en el sentido 
de que trata de ejercitar el arte de la discusión, propio de las Universidades de esta 
época. Su estilo literario es sencillo, práctico, positivo, sin construir frases complicadas 
con la. finalidad de expresar las ideas con claridad Un estilo que caracteriza a su filosofía, 
cuyo intención es presentar argumentaciones que sean coherentes por sí mismas, 
independientemente de sus creencias personales. Aunque no hay que olvidar que fue un 
creyente y que su pensamiento debe verse a la luz de la relación que él establece entre la 
teología y la filosofía. 
 La influencia de Aristóteles 
Tomás de Aquino incorpora a su pensamiento muchas de las características de la filosofía de 
Aristóteles al considerar que los principio que propone eran verdaderos, y, como verdaderos 
útiles; vio claramente el uso que podía hacerse con los principios de la filosofía aristotélica 
para lograr una síntesis coherente entre filosofía y teología. La influencia del pensamiento 
aristotélico se ve en toda su obra desde la demostración de la existencia de Dios hasta su 
teoría del ser, pero su filosofía no fue un simple aristotelismo, sino que repensó y 
transformó muchos conceptos para adaptarlos a su creencia religiosa. Aunque muchos 
elementos del pensamiento de Tomás de Aquino proceden de Aristóteles, es preciso 
distinguir entre ambos pensadores. Algunas de las coincidencias y de las diferencias se citan 
a continuación de forma breve.. 
Acepta los conceptos de materia y forma, que son esenciales en la metafísica y en 
la concepción de la realidad de Aristóteles. Sin embargo, no une la materia a la potencia y 
la forma al acto, como había hecho Aristóteles, sino que separa los dos pares de 
conceptos, lo que le permite dar una adecuada explicación de Dios y afirmar la diferencia 
existente entre Dios y el mundo. Emplea alguno de los rasgos con los que Aristóteles 
califica el Motor Inmóvil y los utiliza para definir a Dios. Para el de Aquino Dios es el Motor 
Inmóvil que mueve todo y es la causa primera y el primer principio de lo existente. 
Coincide con Aristóteles en definir el ser humano como una unidad que se 
compone de cuerpo y alma. Alma y cuerpo no son dos sustancias separadas, sino una 
unidad esencial, no obstante, difiere de él en que considera el alma inmortal y creada por 
Dios.Su teoría del conocimiento se encuentra también muy influida por Aristóteles. Valora 
especialmente el poder de la razón y del conocimiento racional, aun cuando lo considera 
inferior al de la fe. El proceso del conocimiento, al igual que ocurre en Aristóteles, parte de 
los datos de los sentidos. Para terminar hacer referencia a que acepta igualmente muchas 
de los conceptos de la teoría moral y política.

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