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LA HOMEOPATÍA VETERINARIA EN ESPAÑA DESDE EL 
BOLETÍN DE VETERINARIA DE LA SOCIEDAD DE SOCORROS 
MUTUOS 
 
 
 
 
 
 
 
Begoña Bermell Calás, DVM. 
Acupuntura y homeopatía. 
www.clinicaveterinariaelcastell.com 
clinicavet@gmail.com 
625.25.35.77 
Grupo Suma Veterinario: Medicina Natural. 
Valencia, 2014. 
 
http://www.clinicaveterinariaelcastell.com/
mailto:clinicavet@gmail.com
 
2 Begoña Bermell Calas 
 
 
3 La homeopatía veterinaria en España desde el boletín de veterinaria de la Sociedad de Socorros Mutuos 
 
CONTENIDO 
Introducción ......................................................................................................................................... 5 
La Homeopatía Veterinaria en España desde el Boletín de Veterinaria de la Sociedad de Socorros 
Mutuos ................................................................................................................................................. 6 
Remedios homeopáticos de la época y sus indicaciones .................................................................. 11 
Ejemplos de tratamientos homeopáticos publicados en el boletin de veterinaria de la Sociedad de 
Socorros Mutuos ................................................................................................................................ 13 
Conclusiones ...................................................................................................................................... 15 
Bibliografía ......................................................................................................................................... 16 
 
 
 
4 Begoña Bermell Calas 
 
 
5 La homeopatía veterinaria en España desde el boletín de veterinaria de la Sociedad de Socorros Mutuos 
INTRODUCCIÓN 
 
Presento este trabajo de investigación sobre el Boletín de Veterinaria de la Sociedad de 
Socorros Mutuos como fiel reflejo de la Medicina Veterinaria de aquel momento (s.XIX). Debido a 
la escasa bibliografía a nuestro alcance, para poder acercarnos a los orígenes de la Homeopatía 
veterinaria hemos de aproximarnos a ella a través de este Boletín de Veterinaria que fue 
determinante para la profesión veterinaria. 
 
 
6 Begoña Bermell Calas 
LA HOMEOPATÍA VETERINARIA EN ESPAÑA DESDE EL BOLETÍN DE VETERINARIA DE 
LA SOCIEDAD DE SOCORROS MUTUOS 
 
La Sociedad de Socorros Mutuos (1845) es la primera asociación de previsión social creada 
por los veterinarios para sí y para sus familiares. Como toda sociedad, poseía de un periódico 
oficial informativo al que llamaron Boletín de Veterinaria, primer periódico profesional 
veterinario de España. Fue creado por José María de Estarrona y Sanmartin, Catedrático de 
Materia Médica de la Escuela de Veterinaria de Madrid y secretario de la Comisión Central de 
Gobierno de la Sociedad. Tras su muerte, Nicolás Casas y Guillermo Sampedro, también 
catedráticos de la Escuela de Madrid, se comprometieron a 
continuar con la redacción del Boletín de Veterinaria. 
Nicolás Casas de Mendoza (1801-1872), fue el visir de la 
medicina veterinaria, se le considera como el gran reformador 
de la veterinaria del siglo XIX y aún hoy, perdura la influencia de 
sus ideas reformadoras. Por tanto, fue un personaje muy 
influyente y determinante entre los veterinarios de su época. Sus 
ideas y opiniones eran plasmadas y difundidas en el Boletín. 
El Boletín de Veterinaria tenía como objetivo la difusión 
de las novedades científicas del momento, era el único medio en 
que se actualizaba la medicina veterinaria de la época y se 
mantenía al corriente de los nuevos descubrimientos. Una de las 
novedades del momento fue la aparición de la nueva terapéutica 
alemana por lo que fue objeto de su análisis y reflexión. 
La homeopatía fue acogida por el boletín con interés, cierta perplejidad y dudosa 
credibilidad en un principio. Los sugerentes títulos de los primeros artículos escritos por los 
redactores: Chismografía, Polvareda científica; hacían sospechar de su posicionamiento frente a la 
nueva doctrina. En julio de 1847 se publicó el primer caso de “curación con arsénico del arestín de 
una mula” por el médico homeópata Pedro Domingo García bajo el título de Homeopatía. (Casas, 
1843). 
Este periódico sirvió como escaparate homeopático donde algunos homeópatas con el 
propósito de estimular a los profesionales a acercase a este nuevo método terapéutico, hacían 
públicos los resultados exitosos de sus casos en veterinaria destacando a D. Anselmo Alonso Pardo 
y a D. Francisco Regidor (Casas, 1843). 
A partir del caso publicado de D. Anselmo Pardo, Nicolás Casas se empezó a cuestionar la base 
científica de la homeopatía, la puso en duda pero decidió no revocarla hasta no haberla estudiado 
en profundidad, convirtiéndose el Boletín en un pequeño manual de Homeopatía donde se 
divulgaron las bases y principios de esta doctrina desde enero hasta marzo de 1848. Se publicaron 
 
Figura 1 
Ejemplar del Boletín de Veterinaria 
 
7 La homeopatía veterinaria en España desde el boletín de veterinaria de la Sociedad de Socorros Mutuos 
artículos en los que se hablaba del origen de la homeopatía, sus bases, la elección del remedio, la 
repetición de las dosis, la preparación de remedios homeopáticos, su administración en procesos 
agudos y crónicos y también hacía referencia a las “cosas que influyen en la eficacia de las débiles 
dosis homeopáticas” (Casas, 1843). 
El Boletín hizo público el debate científico entre Nicolás 
Casas y los redactores de la Gaceta Homeopática, 
revista homeopática de la época, iniciado por los 
redactores de ésta última en respuesta a las 
comunicaciones que sobre homeopatía hacia Casas en 
el Boletín. Se inician así un ir y venir de críticas en 
ambas direcciones, sincerándose Casas, admitiendo que 
ignoraba la homeopatía pero que su objetivo era buscar 
la verdad y que para ello necesitaba pruebas y datos, 
que si se le demostraba con hechos fisiológicos él la 
aceptaría, pero siempre caminando bajo conocimiento 
de causa. Las discusiones científicas entre ambos 
periódicos fueron hechas públicas en varios boletines 
hasta que Casas decide interrumpir dicha batalla y 
dedicarse a realizar un análisis exhaustivo para rebatir 
esta doctrina a la que consideró un dogma y a sus 
seguidores los llamó sectarios y obcecados (Casas, 
1843). 
 
Una vez ya explicadas las bases y principios de la homeopatía se inició en abril de 1848 hasta 
febrero de 1852 un amplio análisis crítico de ella, bajo el título de “Refutación a la doctrina 
homeopática” dejando muy clara la oposición de los redactores del Boletín a la Homeopatía 
(Casas, 1843). 
Por tanto, el Boletín sirvió para darla a conocer pero luego la sometió a un bombardeo de críticas 
que no favorecieron en ningún momento su difusión. Más bien, propiciaba el rechazo hacía ella 
(Casas, 1843). 
Nicolás Casas emitió duras críticas contra la homeopatía con un estilo perspicaz e irónico 
considerando su fundamento como imaginario, poco fisiológico, contrario a las leyes inmutables 
de la vida, asegurando que desecha todo lo que la ciencia ha descubierto en la historia, que no 
conoce la enfermedad, ponía del revés a la ciencia y que consideraba que la curaciones 
 
1 Figura 2. Ejemplar de la Gaceta Homeopática. Imagen tomada del ejemplar original perteneciente a la biblioteca de 
la AMHB. 
 
 
Figura 2. Ejemplar de la Gaceta 
Homeopática.1 
 
8 Begoña Bermell Calas 
homeopáticas sucedían por acción de la propia 
naturaleza y evolución de la enfermedad. La 
consideró como repugnante e incoherente. La 
sentenció diciendo que caería en el olvido y nunca se 
utilizaría como un método único y general de 
medicina. Incluso hablaba irónicamente de 
Hahnemann como el nuevo Mesías (Casas, 1843). 
Un ejemplo de su actitud frente a ella es el artículo 
titulado “Indigestión homeopática acompañada de 
vómitos y desorden cerebral originada porun elixir 
alopático”, en él describía a la homeopatía como una 
enfermedad que tuvo su foco en Alemania y se 
extendió por el mundo como un virus, 
compadeciéndose además, por los afectados por ella 
(Casas, 1843). 
Paralelamente a todo este ataque, Nicolás Casas 
publica dos importantes obras sobre medicina veterinaria homeopática, junto con el veterinario 
Miguel Marzo, llamadas “Tratado completo de medicina veterinaria homeopática” que era una 
traducción comentada del libro de Gunther (Briones, 1984). 
 El veterinario homeópata Miguel Marzo destacó en la época por la realización de un ensayo que 
fue patrocinado en 1843 por Don Francisco Javier Arias Dávila Matheu, conde de Puñonrostro. El 
conde de Puñonrostro fue un defensor destacado de la homeopatía en este ámbito palaciego y 
contribuyó a experimentar la homeopatía en el campo de la veterinaria. Patrocinó un ensayo para 
comprobar la efectividad de los medicamentos homeopáticos. Se dividió el ganado en tres 
secciones, dos de ellas fueron atendidas por alópatas y una por Marzo. Los resultados fueron 
favorables al grupo tratado con homeopatía, se redujo la mortalidad y el gasto farmacéutico. Pero 
esta situación no fue bien acogida por los alópatas y cuando el conde cesó en su puesto se redujo 
el uso de la homeopatía (González-Carbajal, 2004). 
 
2 Figura 3. Samuel Hahnemann, imagen tomada de la página 2 del libro Exposición de la Doctrina Médica 
Homeopática, Órganon del Arte de Curar, tercera edición, traducido por el Dr. Juan Sanllehy de la Biblioteca de la 
AMHB. 
 
Figura 3. Samuel Hahnemann.2 
 
9 La homeopatía veterinaria en España desde el boletín de veterinaria de la Sociedad de Socorros Mutuos 
En el boletín se hacía publicidad de la Librería extranjera científica y literaria de Carlos Bailly-
Bailliere, en ella anunciaban las novedades del momento entre ellas habían textos de homeopatía 
como “El tratado práctico de la terapéutica homeopática de las enfermedades agudas y crónicas” 
por el Dr. Hartmann, la “Agenda de Bolsillo” para uso de médicos (alópatas y homeópatas), 
cirujanos, farmacéuticos y veterinarios, “Los lados del cuerpo, como también las afinidades de los 
medicamentos, estudios homeopáticos” por el Dr. Boenninghausen, “la Botica o Repertorio 
general de Farmacia práctica”, que incluye farmacopea homeopática (Casas, 1843). 
Pero sin embargo es curioso que a pesar de los ataques de Casas en seis artículos del apartado 
Terapéutica y Materia Médica del tomo 7 del Boletín (1851) se hablaba de medicamentos 
irritantes, alterantes, antiflogísticos y sustitutivos teniendo en cuenta la visión homeopática de 
estos fármacos (Casas, 1851). 
En febrero de 1852 Casas afirmaba: “…únicamente quedan como diciendo ser homeópatas los 
obcecados, los que con segunda intención casi verdaderamente especuladora la ejercen o los que 
no son capaces de practicar la verdadera medicina…”. Así se despidieron los redactores de este 
 
3 Figura 4. Ejemplar del Tratado Completo de Medicina Homeopática Veterinaria de Gunther. perteneciente a la 
biblioteca de la Fundación Homeopática de San José. 
4 Figura 5. Ejemplar de Médicine Vétérinaire Homoeopathique de Gunther.perteneciente a la biblioteca de la UCO. 
figur 
 
Figura 4. Ejemplar del Tratado Completo de 
Medicina Homeopática Veterinaria de Gunther.3 
Figura 5. Ejemplar de Médicine Vétérinaire 
Homoeopathique de Gunther.4 
 
10 Begoña Bermell Calas 
periódico de la homeopatía, no iban a hablar más de ella, pues querían dejar a un lado la magia, 
los sortilegios, los cuentos de viejas y la ridícula farsa llamada Homeopatía (Casas, 1852). 
Después de tres años de silencio homeopático en el Boletín, D. José Quiroga reinició los ataques a 
la homeopatía partir de la publicación de la obra “Examen crítico comparativo de las doctrinas 
médicas homeopática y alopática” de Miguel Marzo. Se estableció de nuevo un debate científico 
entre D. José Quiroga y Martin Grande en oposición a Miguel Marzo se hacían públicas las 
respuestas en forma de cartas a la redacción del periódico (Casas, 1855). 
Finalmente en septiembre del 1857 Casas, después de cinco años sin escribir sobre homeopatía, 
publicó un artículo que tituló ”Uso de materias virulentas del muermo y lamparon contra 
afecciones del pecho y otras enfermedades” en el que comenta el uso que hacía de estas 
sustancias el homeópata inglés Wilkinson, continuaba en su línea crítica a la terapéutica alemana 
dedicándole sus últimas palabras en el Boletín: “El ensueño que antecede es otra de las cosas 
inventadas por los homeópatas, otro de los singulares, extraordinarios y sorprendentes productos 
de su imaginación. Cuando ya no se le escucha ni lee, cuando nadie hace caso de ellos, recurren a 
la fábula, a los cuentos. ¡Pobre medicina!” (Casas, 1857). 
 
 
11 La homeopatía veterinaria en España desde el boletín de veterinaria de la Sociedad de Socorros Mutuos 
REMEDIOS HOMEOPÁTICOS DE LA ÉPOCA Y SUS INDICACIONES 
De los más de dos mil quinientos remedios homeopáticos que se conocen actualmente en el 1850 
en veterinaria sólo se utilizaban aproximadamente ciento ochenta y nueve remedios. Se conocían 
más pero sólo se utilizaban de los que se conocía claramente su patogenesia (Gunther, 1850). 
Las plantas debían recogerse durante la eflorescencia, se lavaban, se cortaban a pedazos 
pequeños y se reducían en un mortero a una especie de pasta. Se recogía el jugo y se mezclaba 
con la misma cantidad de alcohol, a las 24 horas el jugo decantado se utilizaba como medicina. Las 
sustancias secas de las plantas se trituraban, se vertía encima la cantidad necesaria de alcohol y a 
los 4-6 días se decantaba el líquido. Las sustancias animales se trataban de la misma manera. En 
cuanto a los metales se disolvían en ácidos o se trituraban (Gunther, 1850). 
De aquí se obtenían las materias primas que en el caso de las plantas eran las Tinturas Madre a 
partir de aquí se procedía a realizar las diluciones o atenuaciones, como en la época las llamaban 
(Gunther, 1850). 
 
5 Figura 6. Botiquín homeopático del s.XIX. Imagen tomada del museo de la Fundación del Hospital Homeopático de 
San José. 
 
Figura 6. Botiquín homeopático del s.XIX.5 
 
12 Begoña Bermell Calas 
La preparación de los remedios 
homeopáticos era muy parecida a la 
actual, sorprendentemente no ha 
variado mucho, la esencia de su 
preparación sigue siendo la misma 
pero ahora las diluciones se hacen 
mecánicamente. Se utilizaban como 
vehículos de las sustancias primas 
alcohol, azúcar de leche, agua pura, 
glóbulos de azúcar, almidón y éter. 
La preparación y conservación de 
estos remedios se realizaba de la 
forma más pura posible, de forma 
que no hubiera olores ni sabores que pudieran alterarlos, en un lugar oscuro y fresco. Para 
manipularlos únicamente se podían utilizar recipientes de cristal de roca, vidrio, mármol o asta. 
Una vez finalizada su elaboración tenían que ser conservados en frascos de cristal con tapón de 
corcho (Gunther, 1850). 
Las preparaciones homeopáticas se administraban muchas veces en forma de polvo pero como las 
dosis, muchas veces eran infinitamente pequeñas, se preparaban en glóbulos de azúcar y almidón 
que se impregnaban del remedio en forma líquida (Gunther, 1850). 
La forma de administración fundamentalmente era vía oral, se usaba el remedio en forma líquida 
o en seco, la dosis correspondiente se ponía en una oblea blanca y se colocaba en la lengua del 
animal, a falta de oblea se depositaba en un pedacito de pan o se diluía en agua. También había 
remedios que se administraban de forma tópica (Gunther, 1850). 
Del primer remedio del que se habló en el Boletín de Veterinaria fue del Azufre seguido del 
Arsénico ambos se utilizaron para tratar a una mula que padecía arestín por el veterinario D. 
Pedro Domingo García, este fue el primer caso tratado con homeopatía que aparece en el Boletín 
(Casas, 1843). 
 
 
6 ¡Error! No se encuentrael origen de la referencia.7. Remedios homeopáticos en gránulos de 1887. Imagen t
omada de la página 9 del libro Farmacia Central Homeopática del Dr. Willmar Schwabe de la biblioteca de la AMHB. 
 
 
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.7. R
emedios homeopáticos en gránulos de 1887.6 
 
13 La homeopatía veterinaria en España desde el boletín de veterinaria de la Sociedad de Socorros Mutuos 
EJEMPLOS DE TRATAMIENTOS HOMEOPÁTICOS PUBLICADOS EN EL BOLETIN DE 
VETERINARIA DE LA SOCIEDAD DE SOCORROS MUTUOS 
Caso 1 
Este fue el primer caso que se envía al 
Boletín en el que se utilizaban remedios 
homeopáticos, fue enviado por el 
veterinario D. Pedro Domingo García. Se 
trataba del caso de una mula que 
presenta arestín. El arestín era 
considerado una afección con difícil 
tratamiento, en aquella época se trataba 
con vitriolo azul o Sulfato de cobre en 
solución en el agua en lociones, en 
inyecciones o en baños. Además se 
adoptaban medidas higiénicas en la 
cuadra y en la cama del animal, evitando 
así la humedad y en ocasiones, también 
se les untaba la extremidad lesionada con 
manteca (Briones y Nieto, 1851). 
Esta mula fue tratada en dos ocasiones con tratamiento alopático sin éxito. El animal presentaba 
una erupción cutánea en las cañas y cuartillas de las cuatro extremidades con tumefacción y 
dificultad de movimiento. Se inicia el tratamiento administrándole dos glóbulos de Azufre a la 
dilución 30ch y aseo diario de la cuadra. Después de un mes no se observa ninguna mejoría. Se 
procede a la administración de dos glóbulos de Arsénico a la 30ch, a los dos días el animal no se 
podía mantener de pie, estaba muy dolorido, con gran tumefacción y con escaras costrosas en la 
piel de las patas. A partir del tercer día el animal empezó a mejorar paulatinamente hasta el día 20 
cuando el animal estaba perfecto y no quedaban signos de las lesiones de piel (Casas, 1847). 
Caso 2 
Enviado por el veterinario D. Anselmo Alonso Pardo. Se trata de un caballo que presentaba cojera 
por la presencia de vejigas (hinchazones) en la extremidad anterior, además de fiebre y falta de 
apetito. Estas inflamaciones crónicas los veterinarios de la época las solían tratar con una pomada 
compuesta por yoduro de mercurio rebajado con manteca para aplicaciones locales. En este caso 
se le administró tres gotas de la tintura madre de árnica en 3 libras de agua, en la que se 
humedeció una pequeña miga de pan que le metió en la boca y deglutió. Al día siguiente, se 
levantó, no tenía fiebre y tenía apetito. Apoyaba la mano sobre la herradura y manifestaba menos 
dolor, calor e inflamación. Con el paso de los días apareció una supuración abundante por la cara 
interna de la cuartilla. Como continuaba el derrame sinovial se le volvió a administrar el árnica 
como el primer día y al mes la extremidad estaba totalmente recuperada (Casas, 1847). 
 
¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.8. C
aballo de pura raza española de la Real Yeguada 
 
14 Begoña Bermell Calas 
Caso 3 
Nicolás Casas comenta bajo el título “Uso de materias virulentas del muermo y el lamparon contra 
las afecciones del pecho y otras enfermedades” los casos tratados por el homeópata inglés 
Wilkinson. Explica como Wilkinson obtiene el remedio homeopático a partir de las secreciones 
virulentas de los animales afectados. A partir de estas secreciones constituye los remedios 
glandulina y lamparonina, ambos muy eficaces en estas patologías, con mejores resultados que los 
obtenidos con el tratamiento alopático que consistía en la administración de mercurio, azufre y 
antimoniales (Casas, 1857). 
 
 
15 La homeopatía veterinaria en España desde el boletín de veterinaria de la Sociedad de Socorros Mutuos 
CONCLUSIONES 
El Boletín de Veterinaria, periódico oficial de la Sociedad de Socorros Mutuos, fue una revista 
profesional de amplia difusión entre los veterinarios de la mitad del siglo XIX, época de pleno 
apogeo de la homeopatía médica en España y que se hizo rápidamente eco de la difusión de la 
homeopatía en Veterinaria a través de la cabeza y la pluma de su director: Nicolás Casas de 
Mendoza. Se evidencia la importancia que tuvo la homeopatía en este Boletín por el número 
elevado de artículos dedicado a la misma (31), siendo la mayor parte (22) escritos por el propio 
Casas. Las manifestaciones de este afamado profesional de la época son indicativas de la falta de 
aceptación de la homeopatía por parte del sector profesional, pudiendo resumirse sus alegatos en 
una la siguiente “Desgraciada enfermedad, dignos de compasión son los individuos atacados”. Su 
influencia, para con el empleo de la homeopatía en veterinaria, fue claramente negativa, llegando 
a predecir el fin de la medicina homeopática. 
La homeopatía veterinaria fue, por tanto, muy popular a lo largo del siglo pasado y principios del 
actual pese a ser objeto de grandes controversias, ya que sus efectos terapéuticos eran de lo más 
variado. Esta doctrina que suscitó gran interés desde sus inicios, cobra hoy gran importancia en la 
clínica veterinaria convirtiéndose en un sistema terapéutico alternativo o complementario en la 
actualidad. 
 
 
16 Begoña Bermell Calas 
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