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ESTRATEGIAS PRACTICAS

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ESTRATEGIAS PRÁCTICAS PARA
CRIAR A NIÑOS CON
TDAH
Habilidades Fundamentales en la Crianza
de los Niños para Entender y Mejorar
los Problemas de Comportamiento,
Emocionales y Escolares de su Hijo
Gustavo Fonte, Ph.D.
E S T R A T E G I A S P R Á C T I C A S P A R A C R I A R A N I Ñ O S C
O N T D A H
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documento.
2
Contenido
Estrategias Prácticas Para Criar A Niños Con TDAH
.............................................01
Introducción
.............................................................................................................05
CAPÍTULO 1 – Conociendo El TDAH ................................................10
Cómo Afecta el TDAH al Cerebro
...........................................................................12
Factores de Riesgo del TDAH
...................................................................................15
Causas del TDAH
...................................................................................................16
Riesgos Hereditarios y No Hereditarios
.............................................................17
Diagnóstico del TDAH con el DSM-V
....................................................................18
Diferentes Tipos de TDAH
.......................................................................................24
Tipo de TDAH inatento.
.........................................................................................24
Tipo de TDAH Hiperactivo-Impulsivo
................................................................26
TDAH de Tipo Combinado
....................................................................................28
Evolución del TDAH a lo Largo de la Vida
.............................................................30
Opciones de Tratamiento para Niños y Adolescentes
..........................................32
Ejercicio:
..................................................................................................................36
Atención Plena:
......................................................................................................38
Cambios en la dieta:
...............................................................................................39
Disfunción del Sueño
.............................................................................................41
CAPÍTULO 2 – Desafíos en el Entorno del TDAH...............................44
Vivir con un Niño con TDAH
..................................................................................45
Impacto del TDAH en la familia
..............................................................................46
Funcionamiento social de un niño afectado por el TDAH
...................................49
Dificultades de Ser Padre de un Niño con TDAH
..................................................52
Aprender a Autocontrolarse Cuando Se es Niño con TDAH
................................56
Niños con TDAH en la escuela
................................................................................57
Niños con TDAH y Escuela Online
.........................................................................66
La Técnica Pomodoro
.............................................................................................66
Educar en Casa a un Niño con TDAH
....................................................................70
3
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CAPÍTULO 3 – Dificultades Adicionales: Comorbilidades Del TDAH .74
Comorbilidades del TDAH
.......................................................................................75
Trastorno Oposicionista Desafiante (TOD)
.........................................................78
Oposición a la Autoridad
.......................................................................................78
Depresión
...............................................................................................................79
Trastornos de Ansiedad
.........................................................................................80
Trastorno de Bipolaridad
......................................................................................82
Trastorno de la Conducta
......................................................................................84
Trastorno del Aprendizaje
.....................................................................................86
Trastornos del Espectro Autista
...........................................................................87
TDAH y Trastorno por Consumo de Sustancias
..................................................90
CAPÍTULO 4 - El TDAH Y El Método Práctico De Crianza .................94
El Método de Crianza Eficaz para Tratar a Niños con TDAH
..............................97
Autoestima y TDAH
..............................................................................................104
Sugerencias de Crianza para Niños con TDAH
...................................................105
Conclusión
.............................................................................................................112
Acerca Del Autor
.....................................................................................................116
Tros Libros Del Autor
...........................................................................................117
Referencias
..............................................................................................................118
4
INTRODUCCIÓN
A pesar de su prevalencia, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad
(TDAH) representa un importante problema para las personas que lo
padecen, especialmente los padres y los niños. Una de las razones para
escribir este libro es aportar información valiosa y práctica para los padres
sobre cómo entender el TDAH y qué pueden hacer para ayudar a su hijo. La
información presentada en este libro es consistentecon la información que yo
proporcionaría y las respuestas que daría a cualquier padre que consultara
conmigo. Lo que encontrará en este libro es gran parte de lo que necesita
saber sobre el trastorno, el nivel de implicación que se requiere de su parte,
los cambios que deben hacer tanto tú como tu hijo para poder educarlo para
que funcione al máximo de sus capacidades. Eres consciente de que algo va
mal en el comportamiento de tu hijo y quieres respuestas y opciones. Los
padres me dicen que se frustran en exceso como resultado de las dificultades
y luchas diarias a las que se enfrentan en relación con los deberes, las rutinas,
la disciplina, la responsabilidad y las relaciones con la familia y los
compañeros. Lo he dicho muchas veces y me oirás decirlo una y otra vez, ser
padre de un niño afectado por el TDAH es un reto enorme, y probablemente
lo más difícil que tengas que hacer. Dicho esto, ten siempre presente que tu
hijo te necesita de verdad. Eres su mayor defensor. Por lo tanto, es
extremadamente importante tu implicación en el tratamiento de tu hijo y en
todos los aspectos del manejo de su trastorno. Sin la participación de los
padres o de un responsable significativo, las probabilidades están en su
contra. Tu apoyo emocional, junto con todas las demás cosas que añadas a su
vida, es esencial. Tu hijo necesita saber, escuchar y sentir que, a pesar de sus
dificultades, es amado incondicionalmente. Estás presente para él porque lo
amas a pesar de los déficits y los problemas en el camino. Debes saber que
con el tiempo, con 5
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el tratamiento y el esfuerzo adecuados, podrá disfrutar de una vida plena y
rica.
El diagnóstico preciso y el método adecuado de tratamiento (intervenciones
psicosociales o farmacoterapia), así como la seguridad en la administración
de la medicación en los niños, son también preocupaciones importantes para
la comunidad científica. El espectacular aumento de las tasas de prevalencia
del TDAH y de las tasas de prescripción de psicoestimulantes es también un
problema mundial que exige una mejor comprensión de la enfermedad. En
Estados Unidos, por ejemplo, hasta el 9,4% de los niños están medicados por
TDAH; sin embargo, los datos europeos también son alarmantes, con cifras
crecientes en múltiples países. Por último, el uso recreativo de
psicoestimulantes por parte de personas no diagnosticadas para mejorar sus
capacidades cognitivas plantea problemas bioéticos.
Por otra parte, el TDAH existe y es frecuente, y su diagnóstico y tratamiento
erróneos pueden tener graves repercusiones para el niño y para el futuro
adulto que lo sufre, la familia y, en consecuencia, la sociedad en su conjunto.
Una de las causas de preocupación es que las personas con TDAH no tratadas
tienen más probabilidades de sufrir accidentes, abandonar los estudios, tener
un nivel profesional bajo, inadaptación social, consumo de drogas e incluso
problemas legales.
Sin embargo, pueden mejorar no sólo su rendimiento, sino también su calidad
de vida cuando son tratados adecuadamente.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, o TDAH, es un
trastorno que afecta principalmente a niños y adolescentes, como trataremos
en mayor profundidad más adelante en el libro. Durante mucho tiempo,
también se asumió que el TDAH en adultos no existía.
Sin embargo, ya se sabe que en aproximadamente el 50% de los casos no 6
I N T R O D U C C I Ó N
hay regresión, progresando a la edad adulta, especialmente cuando no hay un
tratamiento adecuado en la infancia. Siendo así, cuando un adulto es
diagnosticado, es probablemente una consecuencia de no haber sido evaluado
y diagnosticado adecuadamente cuando era niño.
Entre las características más comunes del TDAH están la falta de atención, la
impulsividad y la hiperactividad. En cuanto a los síntomas en la edad adulta,
son comunes la ansiedad, las dificultades para mantener trabajos o relaciones
y la desorganización general. También hay una cierta discontinuidad de
objetivos. Es bastante común dentro de la población adulta con TDAH
empezar un proyecto y no terminarlo nunca. Gran parte de esto último es lo
que vemos en los niños afectados por el trastorno.
Además, existe una tendencia identificada del uso de sustancias ilegales si el
TDAH no es tratado. Me extenderé sobre este asunto en el capítulo sobre las
comorbilidades del TDAH, ya que es de crucial importancia.
Dado que se trata de una enfermedad neurobiológica, el psiquiatra o el
psicólogo deben hacer un diagnóstico clínico basado en los síntomas, las
pruebas y los cuestionarios del paciente. Los síntomas también deben estar
presentes en dos o más ambientes, causando daño a las conexiones sociales
así como al trabajo o a la escuela. Es importante recordar que el TDAH no se
puede diagnosticar mediante pruebas biológicas como análisis de sangre o
electroencefalogramas. Hay que tener en cuenta que existe un fuerte
componente biológico y que casi siempre es hereditario.
Si el padre o la madre tienen antecedentes de esta enfermedad, es probable
que los hijos también la padezcan. Además, se cree que es más frecuente en
los hombres, pero también puede afectar a las mujeres, y los casos son aún
más escasos.
Debido a la dificultad para diagnosticar el trastorno, a menudo pasa
desapercibida, especialmente cuando hay hiperfocalización, lo que 7
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significa que el individuo puede concentrarse en actividades que le gustan,
como los videojuegos o los cursos especializados en la escuela en algunas
situaciones. En consecuencia, el descubrimiento puede producirse cuando el
niño con TDAH debe realizar actividades que le resultan molestas de un
modo u otro.
Otra razón por la que el TDAH es difícil de diagnosticar a pesar de tener
síntomas bien definidos es que las personas con TDAH son más propensas a
tener comorbilidades, u otras condiciones que podrían ocultar el diagnóstico,
como la depresión, la ansiedad, etc. Sin embargo, se puede lograr una vida
saludable mediante el seguimiento eficaz de diversos tratamientos
complementarios, como la meditación, una excelente alimentación, la
actividad física y el seguimiento terapéutico.
Además de las cuestiones genéticas, las variables biológicas también
influyen. Esta enfermedad provoca una reducción de los neurotransmisores,
como la dopamina y la norepinefrina, en las regiones frontal y prefrontal del
cerebro, interfiriendo en la memoria de trabajo y los procesos ejecutivos.
También descubrirá que hay tres variedades de TDAH: inatento, hiperactivo-
impulsivo y combinado, que incluye todas las características anteriores.
Por último, es muy importante tener acceso a información adecuada sobre el
trastorno. Siempre animo a los padres a aprender y a convertirse en
defensores de sus hijos. Debido a la falta de conocimiento sobre la
enfermedad, a menudo se asocia o se etiqueta como indisciplina. He visto
casos en los que el niño es etiquetado como “malo” y “revoltoso” y nadie
sabía lo suficiente como para llevarlo a un especialista. En el tratamiento hay
opciones y es importante que los padres las conozcan. Muchos padres
rechazan la medicación para sus hijos, pero a menudo es recomendable y
absolutamente necesaria. Hablaré más de este asunto en un próximo 8
I N T R O D U C C I Ó N
capítulo. Otra modalidad de tratamiento muy eficaz es la TCC (Terapia
Cognitiva Conductual). Es uno de los tratamientos más utilizados para ayudar
al niño a ganar autoconciencia y autocontrol a través de un adecuado auto
diálogo o diálogo interior.
Como resultado de lo anterior, la importancia de este libro. Para aclarar, a
veces me referiré al niño como él o ella indistintamente. Repasaré varios
aspectos de la vida con un niño con TDAH, como los problemas en la
escuela, en casa, los síntomas y las causas. También repasaré una serie de
técnicas que los padres con niños con TDAH pueden utilizar para hacer que
el viaje de su hijo conel trastorno sea un poco más fácil. Así pues, este libro
ha sido meticulosamente elaborado en base a mi experiencia y formación
para guiar a todos los padres que quieran entender cómo cuidar
adecuadamente a su hijo y sacar lo mejor de él. Seguir estas instrucciones sin
duda te ayudará a ti y a tu hijo a afrontar y tratar el TDAH de forma más
eficaz, y tengo la esperanza de que lo que lea le ayude a navegar por este
viaje vital con más esperanza, habilidades y recursos. ¡Bienvenido!
Gustavo Fonte, Ph.D.
9
01
CONOCIENDO EL TDAH
C O N O C I E N D O E L T D A H
¿Qué es exactamente el TDAH? Esta es una de las preguntas más difíciles de
responder. La mayoría de la gente sabe que la hiperactividad, la impulsividad
y la distracción son algunos de los síntomas del lenguaje médico para el
trastorno, siendo la hiperactividad la que se utiliza para definir a un niño en
constante movimiento, mientras que la impulsividad es un problema para
obedecer instrucciones, no respetar reglas o actuar sin pensar. Por último, la
disrupción se utiliza para definir a un niño que se mueve con frecuencia y no
puede quedarse quieto o concentrarse en una sola tarea durante mucho
tiempo.
Por tanto, la respuesta no es sencilla. Sin embargo, según el Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª edición) o DSM-5 de
la Asociación Americana de Psiquiatría, “el TDAH es un trastorno del
neurodesarrollo”. “Los trastornos del neurodesarrollo son un grupo de
condiciones con inicio en el período de desarrollo.
Los trastornos se manifiestan típicamente en una fase temprana del
desarrollo, a menudo antes de que el niño entre en la escuela primaria, y se
caracterizan por déficits del desarrollo que producen alteraciones del
funcionamiento personal, social, académico u ocupacional. Los trastornos del
neurodesarrollo suelen ser concurrentes; por ejemplo, muchos niños con
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen también un
trastorno específico del aprendizaje. El TDAH es un trastorno del
neurodesarrollo que se define por el deterioro de los niveles de inatención,
desorganización y/o hiperactividad- impulsividad. La falta de atención y la
desorganización implican la incapacidad de mantenerse en la tarea, parecer
que no escuchan y perder los materiales, en niveles que no son coherentes
con la edad o el nivel de desarrollo. La hiperactividad-impulsividad conlleva
un exceso de actividad, inquietud, incapacidad para permanecer sentado,
intromisión en las actividades de los demás e incapacidad para esperar,
síntomas que son excesivos para la edad y el nivel de desarrollo. En la
infancia, el TDAH suele coincidir con trastornos 1 1
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que suelen considerarse “externalizantes”, como el trastorno oposicionista
desafiante y el trastorno de conducta. El TDAH suele persistir en la edad
adulta, con las consiguientes deficiencias en el funcionamiento social,
académico y laboral. Los niños con TDAH suelen tener problemas de
concentración y se comportan continuamente, tienen rabietas o corren de un
lado a otro. Suelen prosperar en materias académicas como las ciencias y la
educación física, pero se aburren con facilidad y no pueden permanecer en un
mismo lugar durante mucho tiempo. Los niños con TDAH suelen tener éxito
en el atletismo, pero su comportamiento impulsivo les suele meter en
problemas.
Cómo el TDAH Afecta al cerebro
El TDAH se define como un tipo de disfunción ejecutiva caracterizada por la
falta de inhibición. Las funciones ejecutivas son capacidades muy complejas
del cerebro relacionadas con la planificación, la secuenciación, la
autovigilancia, el autocontrol, la revisión y modificación de la estrategia, y el
control de la atención y la concentración. Dicho de otro modo, son sistemas
superiores de control y toma de decisiones que funcionan con independencia
del contenido y el contexto. Se establecen objetivos, se ordenan las fases, se
ignoran los factores irrelevantes y se pueden actualizar los pasos y reelaborar
los objetivos, o los medios, a lo largo de la ejecución de un proyecto.
Cuando se hace una comida, por ejemplo, hay que enumerar los ingredientes,
comprarlos y prepararlos con antelación, y los pasos de preparación deben
secuenciarse y planificarse en función del momento en que todo debe estar
listo. Los objetivos a medio/largo plazo, como ganar una competición o
tomarse unas vacaciones caras, implican elaboración, organización e
inhibición de componentes de distracción, como circunstancias que desvían
la atención de la mente del objetivo.
1 2
C O N O C I E N D O E L T D A H
La inhibición, una de las habilidades más importantes de las funciones
ejecutivas, implica el bloqueo de los estímulos externos irrelevantes y de los
pensamientos no deseados (inhibición cognitiva), manteniendo la conciencia
centrada en lo que se quiere (mayor capacidad de atención), pero también
implica el bloqueo de los actos motores y de las respuestas impulsivas
(inhibición conductual), controlando el propio comportamiento y las
reacciones a partir de la reflexión y la consideración de lo que se quiere
conseguir.
La memoria de trabajo, un componente de las funciones ejecutivas, es la
capacidad de mantener la información “viva” en la conciencia mientras se
manipula; es decir, no se trata simplemente de recordar un tema, sino de ser
capaz de retenerlo dinámicamente mientras se desarrolla y se altera.
En un cálculo matemático, por ejemplo, hay que mantener la pista de los
números a medida que aparecen resultados parciales y cambian los
procedimientos. La inhibición es importante para la memoria de trabajo
porque impide que la información irrelevante entre en la conciencia e
interfiera con la información que hay que recordar. Por lo tanto, en un niño
con TDAH, el déficit de inhibición es la disfunción básica que explica tanto
la falta de atención, como la desorganización (asociada al deterioro de la
inhibición cognitiva y, en consecuencia, de la memoria de trabajo), así como
la hiperactividad y la impulsividad (debidas al déficit de inhibición
conductual).
La impulsividad se manifiesta en forma de una mala toma de decisiones a lo
largo de la vida. Nuestras decisiones están influenciadas por el valor
emocional muy subjetivo que asignamos a diversas posibilidades.
Por ejemplo, si ahorramos todo el año para comprar un auto mejor o si
gastamos el dinero necesario en una fiesta de cumpleaños, estará determinado
por el grado de activación de nuestro sistema de recompensa cerebral ante
cada una de estas alternativas. Se cree que los niños con 1 3
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TDAH tienen problemas para mantener el circuito de recompensa activado
durante el tiempo suficiente para mantener la motivación en tareas difíciles o
repetitivas que están vinculadas a recompensas tardías (déficit de saliencia de
recompensa retardada).
Este hecho podría explicar por qué los niños abandonan los proyectos a mitad
de camino y son incapaces de mantener un objetivo. Se reconoce que se ha
deteriorado la capacidad de oponerse a un estímulo que proporciona una
satisfacción inmediata en favor de otro que proporciona una satisfacción
posterior (salir por la noche con los amigos, en lugar de quedarse en casa
estudiando para un examen; consumir alguna droga ilegal, en lugar de no
consumir drogas y tener mejor salud).
Además, es probable que la deficiencia de inhibición conduzca a la
desregulación afectiva, que es la dificultad para controlar las reacciones
emocionales ante situaciones estresantes, que es una característica común del
TDAH. La autorregulación afectiva es una gran técnica de autodefensa para
superar situaciones difíciles, pero necesita la capacidad de controlar/
inhibir las emociones desagradables, adoptar un punto de vista más amplio y
objetivo, reflexionar sobre los hechos y reinterpretarlos.
Estas funciones ejecutivas dependen de circuitos neuronales específicos,
sobretodo en el córtex prefrontal y con la participación de los
neurotransmisores norepinefrina y dopamina. Tanto los tests
neuropsicológicos como los estudios de neuroimagen funcional (tomografía
por emisión de positrones y resonancia magnética nuclear funcional) indican
que los niños con TDAH presentan un peor rendimiento en las pruebas de
funciones ejecutivas y alteraciones en el funcionamiento de los circuitos
prefrontales.
1 4
C O N O C I E N D O E L T D A H
Pese a las pruebas que respaldan los modelos de TDAH como disfunción
ejecutiva y déficit de percepción de recompensa retardada, aún quedan
muchas preguntas por responder. Por ejemplo, nadie sabe qué variables del
entorno aumentan el riesgo de padecer la enfermedad, cómo interactúan éstas
con el material genético de cada niño, qué genes están implicados o cómo
afectan a la función cerebral. Además, dado que en los niños con TDAH se
encuentran varias alteraciones de neuroimagen, como la reducción del
volumen cortical, la reducción del área cortical con menor formación de
giros, la reducción del volumen del cerebelo, del cuerpo calloso, de la corteza
frontal y del núcleo caudado, entre otras, a menudo no se entiende el papel de
las diferentes áreas del cerebro que faltan o están poco desarrolladas. Por lo
tanto, dado que estos hallazgos son inconsistentes, el TDAH sigue siendo un
trastorno que requiere un gran esfuerzo científico y que sólo está en las fases
iniciales de comprensión.
Factores de Riesgo del TDAH
Existen muchos factores de riesgo relacionados con el TDAH que hay que
tener en cuenta. La buena noticia es que se investiga constantemente sobre
los orígenes y los síntomas del TDAH. Cada día se descubre más
información, por lo que puede ayudar a identificar cómo cuidar eficazmente a
tu hijo prestando atención a estos factores de riesgo asociados al TDAH. Si
tienes en cuenta todos los factores de riesgo del TDAH, garantizarás que tu
hijo reciba el tratamiento que necesita para superar los problemas del
trastorno, y una vez que hayas determinado qué factores crees que tienen un
papel en el desarrollo del TDAH, podrás empezar a buscar formas de
remediarlos. También es crucial entender qué aspectos no son importantes.
Aquellos elementos que parecen ser esenciales pero que no lo son suelen
acabar siendo un factor de riesgo secundario.
1 5
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O N T D A H
Causas del TDAH
Durante décadas, la gente se ha preguntado acerca de las causas del TDAH, y
aunque no hay una respuesta decisiva, los científicos creen que varios
elementos comunes tienen un papel en su desarrollo. También existe
controversia sobre si los síntomas del TDAH son auténticos trastornos o
simplemente forman parte del proceso de crecimiento.
Siendo así, para establecer qué causa los síntomas del TDAH, puede ser
necesario examinar cada síntoma para ver si está relacionado con otro
trastorno o si es específico del TDAH.
Diversos factores hereditarios y del entorno, como la genética, los
acontecimientos de la infancia y las variables neurológicas, intervienen en
el desarrollo del TDAH. Se ha descubierto que los familiares cercanos de los
pacientes con TDAH tienen una mutación que provoca la enfermedad,
mientras que las variables ambientales crean síntomas de TDAH en algunas
personas que no padecen el trastorno.
Las estimaciones de consenso de más de 30 estudios de gemelos indican que
la heredabilidad del TDAH es del 70-80% a lo largo de la vida y que los
riesgos en el entorno son los que no comparten los hermanos. El riesgo
genético global de heredabilidad del TDAH es del 70-80%. Ahora está claro
que el TDAH es uno de los trastornos psiquiátricos con mayor influencia
genética, rivalizando quizás con el trastorno bipolar y los trastornos del
espectro autista, pero superando la contribución genética a la ansiedad y la
depresión, entre la mayoría de los demás trastornos.
Los distintos grados de inatención e hiperactividad que presentan los niños
son también causas del TDAH, de modo que cuando se trata de leer, por
ejemplo, un niño puede ser enérgico y muy activo, con poca comprensión y
retención. Por ello, antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento, hay que
examinar a fondo al niño, ya que lo que funciona en un niño puede no
aplicarse o tener los mismos efectos en otro.
1 6
C O N O C I E N D O E L T D A H
Riesgos Hereditarios y No Hereditarios
En principio, el TDAH puede estar causado por varios factores de riesgo,
como los genes, las infecciones y el daño cerebral. Se sabe que estos factores
de riesgo se transmiten de generación en generación, por lo que uno de los
factores de riesgo para desarrollar el TDAH es la herencia.
Este factor de riesgo se ha estudiado a lo largo de la historia. Las infecciones
y los traumas cerebrales, que pueden producir desequilibrios químicos en el
cerebro, también son factores de riesgo del trastorno.
Los niños con TDAH son más propensos a sufrir infecciones y daños
cerebrales. Otros síntomas, como problemas de atención, hiperactividad,
distracción e impulsividad, pueden aparecer cuando el niño sufre una
enfermedad o una lesión cerebral. Los daños cerebrales provocados por un
accidente cerebrovascular o un aneurisma son también un factor de riesgo
intrínseco del TDAH y, si no se tratan, pueden provocar daños irreversibles.
Si crees que tu hijo tiene TDAH, es fundamental que conozcas estos
indicadores para que puedas buscar la ayuda médica adecuada.
Las situaciones traumáticas son el último factor de riesgo del TDAH. Los
niños que presencian muertes inesperadas o accidentes de tráfico son más
propensos a desarrollar síntomas de TDAH que los niños que no se
encuentran con esos terribles acontecimientos. Según los estudios, los niños
que experimentan la muerte son más propensos a desarrollar TDAH que los
niños que no presencian ningún accidente o muerte.
Los niños que ven crímenes violentos también tienen un mayor riesgo de
desarrollar TDAH que los niños que no han estado expuestos a un trauma.
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O N T D A H
Causas No Genéticas del TDAH
Las interacciones entre la genética y el entorno desempeñan un papel
importante en el desarrollo del TDAH, ya que entre el 20 y el 30% de los
casos de TDAH no se deben directamente a una causa genética. Se han
implicado el tabaquismo y el consumo de alcohol durante el embarazo, el
parto prematuro, las toxinas prenatales, las infecciones por estreptococos y
las lesiones cerebrales traumáticas (TBI). NO HAY EVIDENCIAS de que los
factores sociales, como las interacciones familiares, ver la televisión, la
crianza de los hijos, las interrupciones, etc. durante la infancia, causen el
TDAH, pero pueden influir en el curso o contribuir al desarrollo secundario
del trastorno de conducta.
Diagnóstico del TDAH con el DSM-V
Como se ha mencionado anteriormente, el TDAH es el trastorno
neuropsiquiátrico más prevalente en los niños, y se define como un trastorno
del neurodesarrollo de base biológica que es principalmente hereditario y
tiene una larga duración, ya que alrededor del 70% de los casos dura hasta la
edad adulta. Con altas tasas de incidencia en todo el mundo, no discrimina
por raza, nivel socioeconómico o nación. Sus características distintivas son
conductuales, presentando un patrón de inatención, impulsividad e
hiperactividad impropio de la edad, y puede manifestarse de tres formas
TDAH con predominio de inatención; TDAH con predominio de
hiperactividad/impulsividad; TDAH
combinado. También hay pruebas de que las niñas son más propensas a la
falta de atención, mientras que los niños son más propensos a ser
hiperactivos/impulsivos. El hecho de que los chicos tiendan a ser hiperactivos
hace que se les preste atención, mientras que las chicas suelen pasar
desapercibidas, ya que sus déficits quedan ocultos o se compensan con otras
habilidades.
1 8
C O N O C I E N D O E L T D A H
Al principio, la imagen del TDAH parece ser clara y obvia, ya que secompone de comportamientos observables. Sin embargo, el niño debe
presentar al menos 6 de los síntomas enumerados a continuación de
inatención y/o 6 de hiperactividad/impulsividad, según el DSM-V:
Inatención:
• Frecuentemente evita o duda en realizar actividades que exigen un esfuerzo
mental continuo (como las tareas escolares o un trabajo específico).
• Desobedece con frecuencia las órdenes y no completa sus tareas escolares o
domésticas, (no por falta de voluntad o incapacidad para entender las
instrucciones).
• Tiene problemas para concentrarse en actividades o juegos de forma
habitual.
• Se distrae fácilmente con estímulos no relacionados con la tarea que realiza.
• Con frecuencia no presta atención a los detalles o comete errores
irreflexivos.
• Los objetos se extravían con frecuencia (por ejemplo, los juguetes, los
deberes, los lápices, los libros u otros materiales).
• A menudo se olvida de las actividades diarias (por ejemplo, se olvida de los
recados).
• Organizar las tareas y actividades es un desafío.
• A menudo no presta atención cuando alguien le habla directamente.
Hiperactividad:
• A menudo le resulta difícil participar en actividades más organizadas que
requieren períodos de calma o tranquilidad.
• Frecuentemente habla en exceso.
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O N T D A H
• Casi siempre está “en movimiento” o actúa como si estuviera “a toda
velocidad”.
• Con frecuencia, cuando no es apropiado, corre o trepa demasiado (los
adolescentes y los adultos pueden sentirse inquietos aunque permanezcan en
silencio).
• En el aula o en otras circunstancias en las que se supone que debe
permanecer sentado, abandona con frecuencia su asiento.
• Juguetea con las manos o los pies o se mueve en la silla con frecuencia.
Impulsividad:
• A menudo le resulta difícil esperar su turno.
• Suele dar respuestas antes de que las preguntas se completen.
• Con frecuencia interrumpe cuando otras personas están hablando.
En los adultos, el DSM-V requiere para el diagnóstico del TDAH al menos 5
de los síntomas siguientes:
• Con frecuencia comete errores por falta de atención cuando trabaja en un
proyecto aburrido o difícil.
• A menudo tiene dificultades para prestar atención cuando realiza un trabajo
aburrido o repetitivo.
• Muchas veces tiene dificultades para concentrarse en lo que dice la gente,
incluso cuando le hablan directamente.
• Suele dejar un proyecto a medias, incluso después de haber hecho las partes
más difíciles.
• Le cuesta hacer un trabajo que requiere organización.
• Deja a menudo de lado un trabajo que requiere mucha concentración.
• Pierde las cosas con frecuencia o tiene dificultades para encontrarlas en casa
o en el trabajo.
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C O N O C I E N D O E L T D A H
• Se distrae fácilmente con actividades o ruidos en el entorno.
• Tiene dificultades para recordar citas y obligaciones.
• Se mueve con frecuencia en su silla, o mueve las manos y los pies cuando
debería estar sentado.
• Se levanta con frecuencia durante reuniones en las que debería estar
sentado.
• Suele sentirse inquieto.
• Le resulta difícil calmarse y relajarse en su tiempo libre.
• Sentir con frecuencia el impulso de estar activo, de hacer cosas.
• Habla con demasiada frecuencia en situaciones sociales.
• En una conversación, suele terminar las frases de los demás antes que ellos.
• A menudo tiene dificultades para esperar su turno.
• Es frecuente que interrumpa a otras personas cuando están ocupadas.
Los comportamientos mencionados deben haber estado presentes durante al
menos seis meses y haberse demostrado que tienen un impacto considerable
en la vida académica/profesional, social y familiar de la persona afectada para
verificar el diagnóstico. También es fundamental que aparezcan en una
variedad de entornos, y no sólo en la escuela o en el trabajo. En el caso de
niños mayores, adolescentes y adultos, los informes de los familiares y
profesores, o del propio paciente, de los compañeros de colegio o de trabajo,
deben ser consistentes; porque, al tener el TDAH un origen neurobiológico,
es, por definición, inherente a la persona afectada y, por tanto, debe
manifestarse en las más diversas situaciones y contextos de su vida. En otras
palabras, nunca es la situación la que provoca los síntomas del TDAH, sino
que éstos provienen del interior, independientemente del lugar o la situación.
Aunque los criterios del DSM-V cambiaron el límite de edad para el inicio de
los síntomas de 6 a 12 años, el TDAH debe entenderse como 2 1
E S T R A T E G I A S P R Á C T I C A S P A R A C R I A R A N I Ñ O S C
O N T D A H
un trastorno del neurodesarrollo que se inicia tempranamente. Así, los padres
suelen informar de que el niño, de bebé, ya estaba inquieto. Un caso de
agitación, rebeldía o bajo rendimiento que aparece en la infancia tardía debe
inducir necesariamente a la duda sobre el diagnóstico de TDAH y a la
investigación detallada de otros posibles problemas.
Evidentemente, aquí cabe mencionar que el niño podría tener ya síntomas de
TDAH desde el primer año de vida, sin que éstos se hayan manifestado hasta
un periodo posterior. Hay casos en los que el traslado a un colegio más
exigente, o el propio aumento natural de las exigencias curriculares a lo largo
de los años, revelan dificultades preexistentes.
Dado que no existen pruebas de sangre, de imagen o electrofisiológicas que
puedan identificar el TDAH, los electroencefalogramas, el mapeo cerebral, la
tomografía computarizada y la resonancia magnética central no revelarán
ninguna alteración que sugiera este diagnóstico.
Es frecuente que los médicos prescriban alguna de estas pruebas para
descartar la existencia de otros trastornos, como el mapeo cerebral en el caso
de sospecha de epilepsia, así que no te sorprendas si tu médico quiere hacerle
una a tu hijo. Desgraciadamente, como el diagnóstico se basa exclusivamente
en las opiniones de los padres, los profesores y los expertos en salud, puede
haber muchas incoherencias, desacuerdos y, lo que es más importante, la falta
de reconocimiento de otros problemas.
Como veremos en los siguientes capítulos, los niños con TDAH también
presentan con frecuencia trastornos concomitantes, como el trastorno
oposicionista desafiante (TOD), el trastorno de la conducta (TC) y la
depresión, así como trastornos de ansiedad, el trastorno afectivo bipolar, el
síndrome de Asperger, el síndrome de Tourette, los trastornos del lenguaje, la
dislexia, la discalculia, el trastorno del espectro autista, el trastorno obsesivo-
compulsivo, la enuresis, la encopresis y los trastornos del sueño.
2 2
C O N O C I E N D O E L T D A H
Los trastornos concomitantes, más que el TDAH en sí mismo, son con
frecuencia la fuente de angustia y dificultades, y deberían ser el centro de la
terapia. Además, el TDAH no es una condición que se tenga o no se tenga.
Por el contrario, es un espectro con diversos grados de intensidad, siendo los
más comunes los leves, moderados y graves.
Algunos niños pueden tener inatención, hiperactividad e impulsividad que
pueden compensar bien en su vida diaria, donde el niño puede desarrollar
métodos para lidiar con su impulsividad, hiperactividad y/o inatención con el
fin de mejorar su desempeño, lograr altas calificaciones y conexiones sociales
y familiares. Sin embargo, si a este perfil se le añade un episodio de
depresión, entonces se produce el desequilibrio y las disfunciones se hacen
evidentes.
Otra cuestión es que con frecuencia se confunden distintas afecciones con el
TDAH. La ansiedad, por ejemplo, se asocia a la agitación y al bajo
rendimiento, mientras que la bipolaridad se caracteriza por los cambios de
humor y la impulsividad. La discapacidad visual y/o auditiva de un niño
puede causar alienación, que puede confundirse con falta de atención. La
somnolencia diurna, la irritabilidad, la desinhibición, la desregulación
emocional y el bajo rendimiento de las funciones ejecutivas pueden darse en
niños con problemas de sueño como el insomnio,la dificultad para dormir
solo, el aumento de la latencia del inicio del sueño y los despertares
frecuentes por pesadillas.
También es posible que el problema no se limite al niño. La familia puede ser
disfuncional, con antecedentes de violencia, maltrato físico, maltrato
psicológico, negligencia, pérdidas recientes, separaciones o traumas, o puede
tratarse de un entorno caótico sin horarios predecibles y con poco descanso,
comida, protección o sueño. El exceso de niños en el aula, los cambios
frecuentes de profesor, las técnicas de enseñanza rígidas, la falta de espacio
para actividades diversas o un clima agresivo y poco amistoso 2 3
E S T R A T E G I A S P R Á C T I C A S P A R A C R I A R A N I Ñ O S C
O N T D A H
también pueden contribuir al problema. Cuando a los niños con altas
capacidades no se les estimula lo suficiente, por ejemplo, dándoles tareas que
pueden completar sin hacer ningún esfuerzo mental, se aburren y se frustran,
y pueden desarrollar un comportamiento de desinterés o indisciplina, que
puede resolverse fácilmente con la adecuación curricular, que a menudo se
confunde con el TDAH. Con tanta ambigüedad y variabilidad, entender los
muchos tipos de TDAH se convierte en un paso crucial para identificar el
trastorno.
Diferentes Tipos de TDAH
Tipo de TDAH Inatento
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno
común en la infancia que puede durar hasta la edad adulta y un trastorno a
largo plazo que afecta el comportamiento y el bienestar mental del niño; el
TDAH inatento es uno de sus subtipos; sin embargo, es posible y bastante
común que se diagnostiquen niños con ambos subtipos, inatento e
hiperactivo.
En términos generales, el TDAH inatento se observa en niños que no prestan
atención a lo que están haciendo o no prestan atención cuando otros les
hablan. Los síntomas son dificultad para concentrarse o prestar atención,
inquietud, movimiento constante, olvidarse de las cosas e incapacidad para
concentrarse o enfocarse. Es importante señalar que el subtipo inatento se
diagnostica más comúnmente como TDAH simple, y la combinación de
inatención e hiperactividad se ve en los niños como Hiperactividad
combinada con inatención.
¿Qué es la atención? La atención es un conjunto de procesos que tienen lugar
en determinadas áreas del cerebro y que se han diferenciado de la siguiente
manera
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C O N O C I E N D O E L T D A H
a) Capacidad y habilidad para “centrar” la atención en un determinado
elemento del entorno. Lo que comúnmente se conoce como la capacidad de
darse cuenta de los detalles importantes de las cosas, y de lo que realmente
está ocurriendo.
b) Capacidad de “mantener la atención” centrada en una tarea concreta.
Lo que padres y profesores llaman: ser capaz de mantener la atención en lo
que es relevante en ese momento. Esta capacidad de mantener la atención se
conoce como Atención Sostenida y se puede comprobar, si al proponer una
tarea como buscar diferencias entre dibujos, el niño es capaz de dedicarse a
ella durante un tiempo prolongado. También se observa en niños que son
capaces de mantenerse jugando con actividades manuales como con LEGO’s,
rompecabezas, juegos ensamblados o dibujos. Debemos hacer excepciones
para dos situaciones especiales: a) muchos niños con problemas de atención
son capaces de pasar mucho tiempo con juegos de computadora (PC,
consolas, smartphones, etc.) y b) ver programas de televisión o películas con
dibujos animados. Por su naturaleza, estas actividades deben excluirse
cuando se quiera comprobar si un niño tiene problemas para “poner
atención”.
c) Capacidad de “alternar el foco de atención”. También se conoce como
“atención dividida”. Esto significa que el niño es capaz de atender a varias
cosas al mismo tiempo. Por ejemplo, mientras está viendo la televisión, es
capaz de escuchar lo que hablan sus padres o, también, mientras hace los
deberes, está atento a lo que hacen sus hermanos en el aula o en el patio, etc.
En relación con estas capacidades o habilidades atencionales, los niños
pueden tener un buen o mal nivel en una u otra, o en todas ellas.
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E S T R A T E G I A S P R Á C T I C A S P A R A C R I A R A N I Ñ O S C
O N T D A H
Por si fuera poco, la Hiperactividad y la falta de atención del niño pueden
dificultar la realización de tareas sencillas como leer libros o estudiar. Si no
se trata, los síntomas de hiperactividad y falta de atención pueden
intensificarse y el niño puede distraerse continuamente, lo que le hace estar
irritable, enfadado o deprimido. La terapia conductual, la estimulación
auditiva, los suplementos nutricionales, el ejercicio físico y la terapia
cognitiva son tratamientos naturales para la hiperactividad y la falta de
atención.
Algunos medicamentos ayudan a aliviar los síntomas de estos dos subtipos de
TDAH, que también pueden incluir la impulsividad, la falta de capacidad de
organización, la ensoñación y los arrebatos emocionales, pero no pueden
eliminar los problemas. Como la medicación por sí sola no es la respuesta, un
profesional puede recomendar que el niño participe en lo que se conoce como
enfoque multimodal del tratamiento.
Este último se refiere a una variedad de estrategias para ayudar al niño a
alcanzar su máximo potencial.
TDAH de tipo Hiperactivo-Impulsivo
Desde los primeros años de vida (3-4 años) y de forma generalizada, en
cualquier lugar o situación (casa familiar, casa ajena, en la calle, en el
colegio, etc.) e independientemente de la época del año, momento del día o
día de la semana, se observa el comportamiento del niño con TDAH
como habitual y frecuente:
• Se mueve de un lado a otro: no se queda quieto
• Cuando está sentado, se mueve mucho en su silla
• Habla mucho, casi constantemente
• Cualquier cosa lo distrae de lo que está haciendo
• Le resulta difícil concentrarse en lo que está haciendo
• Cuando se le habla, parece que no escucha
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C O N O C I E N D O E L T D A H
• Abandona lo que hace sin terminarlo
• Se sacude, tropieza, se golpea
• Cuando se le pregunta responde muy rápido, sin pensar
• Interrumpe a los demás cuando están haciendo algo
• Le cuesta esperar su turno y no tiene paciencia
• Hace cosas sin pensar en las posibles consecuencias
• Si quiere algo intenta conseguirlo inmediatamente Los niños son más
propensos a ser diagnosticados con el cuadro de hiperactividad-impulsividad,
que es más fácil de identificar que el niño más tranquilo y desatento, por lo
que se puede diagnosticar en exceso a los niños más activos físicamente y en
defecto a las niñas.
Un aspecto importante a la hora de evaluar a un niño con TDAH es descartar
otros trastornos mentales. Así, cuando se trata de determinar si el niño tiene
un TDAH hiperactivo- impulsivo, es útil saber si se comporta de forma
constante incluso cuando no hay ninguna razón para hacerlo.
Para ello, los profesores y los padres son los más indicados para ofrecer una
opinión inestimable sobre el patrón de comportamiento del niño a partir de la
observación diaria.
Un niño con TDAH hiperactivo-impulsivo puede parecer que siempre se
mete en líos y que no tiene un comportamiento organizado. Son incapaces de
controlar sus impulsos y están constantemente discutiendo y peleando
contigo, con sus compañeros y con los profesores.
Una vez diagnosticado, hay muchas opciones para tratar el comportamiento
hiperactivo-impulsivo propio del TDAH. Pero hay que recordar que hay que
tratar al niño en su totalidad y no sólo los síntomas; los tratamientos también
variarán en función de la edad, el nivel de inteligencia y la capacidad de
aprendizaje del niño. Debes colaborar 2 7
E S T R A T E G I A S P R Á C T I C A S P A R A C R I A R A N I Ñ O S C
O N T D A H
estrechamente con el niño, su médico, su terapeuta y su profesor para ayudar
a diseñar el plan de tratamiento más eficaz para él. El aprendizaje de
habilidades positivas como el autocontrol a través de la terapia cognitivo-
conductual puede ayudar al niño a controlar la impulsividad y mejorar su
rendimiento general. Laimplicación positiva es crucial y el aprendizaje de
habilidades parentales específicas para ayudar a su hijo desempeña un papel
muy importante en su mejora o ausencia.
TDAH de Tipo Combinado
El TDAH combinado es el último de los tres tipos de trastorno por déficit de
atención e hiperactividad (TDAH) que afecta a los niños pequeños desde el
inicio de la infancia hasta la adolescencia y más allá. Se calcula que alrededor
de uno de cada diez niños en edad escolar en Estados Unidos tiene síntomas
de TDAH, que también es una condición que se diagnostica erróneamente
como Trastorno por Déficit de Atención o TDA. Por ello, muchos niños no
reciben tratamiento cuando lo necesitan, lo que aumenta el riesgo de que se
produzcan problemas de salud mental a largo plazo si estas afecciones no se
tratan.
Esto ocurre porque los niños con TDA/TDAH tienen varios síntomas que se
superponen, lo que provoca que el diagnóstico sea erróneo. La falta de
atención, la hiperactividad, la distracción y la impulsividad son los síntomas
más frecuentes de ambos tipos de TDAH.
El principal tratamiento para los niños con TDA/TDAH es la medicación
basada en estimulantes. Estos medicamentos pueden ser muy eficaces para
tratar los síntomas del trastorno, pero no están exentos de efectos
secundarios. Además, algunos niños son alérgicos a algunos de los
medicamentos más utilizados para el TDAH, por lo que si tu hijo es alérgico,
debes avisar al médico para que le dé la medicación y así evitar 2 8
C O N O C I E N D O E L T D A H
posibles efectos secundarios. Si decide recetarlos, lo mejor es seguir
estrictamente la dosis recomendada.
El TDAH combinado también suele tratarse con estrategias de modificación
de la conducta como complemento a la medicación.
Este tipo de tratamiento tiene como objetivo enseñar al niño nuevas
conductas y estrategias para ayudarlo a regular su impulsividad; por lo tanto,
los padres y profesores suelen combinar este tipo de entrenamiento con
sistemas de recompensa. Para enseñar a los niños con TDAH
combinado a comportarse se suele utilizar el refuerzo positivo, en lugar del
castigo. Cuando se cumple un objetivo específico, se pueden conceder
recompensas, como puntos extra por el aprendizaje. Por ejemplo, si el niño
termina sus tareas escolares a tiempo, debe ser recompensado positivamente.
Es bastante habitual que los padres estén estresados y frustrados por el
comportamiento de sus hijos, que a menudo no reconocen cuando realmente
hacen su trabajo y se esfuerzan por mejorar. Nada puede ser más
decepcionante para un niño con TDAH que esforzarse sólo para notar que sus
esfuerzos no han sido reconocidos.
A menudo, me han dicho “para qué esforzarme, si cuando lo hago bien, nadie
se da cuenta”.
Siempre que sospeches que tu hijo tiene una combinación de tipos de TDAH,
debes consultar con su pediatra para ver si tiene otro malestar comparable.
Muchos niños tienen alergias, y es fundamental descartar estos otros
problemas antes de empezar la terapia, por lo que es posible que su hijo deba
ser examinado también para detectar otras afecciones.
Por ello, es fundamental colaborar estrechamente con el médico de tu hijo
para elegir la combinación terapéutica óptima para él.
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O N T D A H
Evolución del TDAH a lo Largo de la Vida
Los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad suelen ser
muy enérgicos, entusiasmados y activos. Suelen querer hacerlo todo.
Como resultado, su comportamiento suele causar problemas en casa y en la
escuela. Si no se trata adecuadamente, su comportamiento puede llegar a ser
muy disfuncional y es probable que les cause problemas en casa, en la
escuela o con sus compañeros.
Los niños están más diagnosticados de TDAH infantil y adolescente en una
proporción media de 3:1 en comparación con las niñas. Las comorbilidades
en las niñas con TDAH tienen un riesgo algo mayor de desarrollar ansiedad,
depresión y trastornos alimentarios en comparación con los niños. Las
comorbilidades en los niños con TDAH tienen un riesgo algo mayor de
desarrollar el Trastorno Oposicional Desafiante (TOD), el trastorno de
conducta, el consumo de sustancias y los comportamientos arriesgados en
comparación con las niñas. Los estudios actuales indican que el TDAH
infantil sigue presente en el 50-80% de los adolescentes y en el 35-65% de
los adultos. Algunos tendrán una marcada reducción de los síntomas después
de la infancia, pero muchos seguirán mostrando síntomas. Lo que sí sabemos
es que los síntomas de hiperactividad y, posiblemente, de impulsividad
disminuyen de forma más pronunciada con la edad que los síntomas de
inatención. No existen métodos válidos y fiables para predecir quién superará
el TDAH y quién seguirá teniendo síntomas en la adolescencia y la edad
adulta. Los síntomas del TDAH pueden cambiar a lo largo de la vida A
diferencia de la creencia popular, hay estudios que muestran que los hombres
y las mujeres con TDAH no parecen diferir significativamente (1) en los
patrones de síntomas, déficits y alteraciones neuropsicológicas o (2) en la
respuesta al tratamiento (NOTA: algunos estudios muestran 3 0
C O N O C I E N D O E L T D A H
más inatención en las niñas en comparación con los niños). Los síntomas del
TDAH pueden cambiar a lo largo de su desarrollo. Se puede observar una
actividad motora excesiva en un niño pequeño, pero los síntomas son difíciles
de distinguir de los comportamientos normales muy variables antes de los 4
años. El TDAH se identifica y diagnostica con mayor frecuencia durante los
años de escuela primaria, a una edad media de 7
años, cuando la falta de atención se hace más prominente y perjudicial.
Este trastorno suele evolucionar de forma relativamente estable hasta los
primeros años de la adolescencia, ya que algunos niños pueden mejorar, pero
otros pueden empeorar, a menudo cuando hay comportamientos antisociales
asociados (Trastorno de Conducta o Trastorno Oposicionista Desafiante), lo
que es más típico entre los niños.
Desde la infancia hasta la adolescencia y la edad adulta, la hiperactividad se
convierte en un problema menor, pero persisten la inquietud, la falta de
atención, la mala planificación, los déficits de organización y la impulsividad.
La adolescencia es un período de desarrollo difícil para las familias cuyos
hijos están experimentando cambios fisiológicos, cognitivos, conductuales y
emocionales exponenciales. Los problemas típicos de la adolescencia se
magnifican exponencialmente para el individuo con TDAH y la familia
porque los síntomas centrales, los déficits de la función ejecutiva, las
características asociadas y los déficits neurobiológicos del TDAH interfieren
con el dominio exitoso de las tareas de desarrollo de la adolescencia. Los
adolescentes con TDAH se ven envueltos en muchos conflictos
desagradables con sus padres, profesores y compañeros, y pueden presentar
fracaso académico, aislamiento social y baja autoestima. En general, los
adolescentes manifiestan una calidad de vida inferior a la de sus compañeros
que no tienen TDAH. Alrededor del 80-85% de los niños de primaria con
TDAH seguirán teniendo síntomas durante la adolescencia.
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O N T D A H
El diagnóstico de TDAH puede producirse durante la adolescencia debido a
la mayor exigencia de responsabilidades más complejas, a la planificación
actual y futura y a la capacidad de organización. La madurez sexual y los
cambios hormonales, la formación de la identidad, la madurez de las
emociones, la inmadurez del control emocional prefrontal, así como las
exigencias de influencias y decisiones sociales complejas de la adolescencia
normal pueden complicar el diagnóstico.
Los síntomas del TDAH pueden ser difíciles de distinguir del
comportamiento típico de los adolescentes “inmaduros”, por ejemplo, la
impulsividad y la desregulación emocional, pero al final de la adolescencia,
la hiperactividad/impulsividad masculina disminuyehasta alcanzar los
niveles femeninos.
Los adolescentes suelen subestimar u ocultar los síntomas del TDAH.
El riesgo de adicción es alto en los adolescentes, especialmente con TDAH
no tratado. Por último, es posible que los adolescentes no quieran
comprometerse con los tratamientos del TDAH y, en particular, con la toma
de medicamentos.
Opciones de Tratamiento para Niños y Adolescentes Según el tipo de
TDAH que padezca el niño, puede haber una serie de métodos de
tratamiento. Es habitual que los niños tengan más de un problema de
aprendizaje y/o emocional. El TDAH puede ser sólo uno de ellos. Antes de
decidir el tratamiento, es importante realizar una evaluación exhaustiva.
Como se establece en las publicaciones, no hay cura para el TDAH, pero hay
tratamientos que pueden ayudar a mejorar los síntomas. Es posible que haya
oído hablar de algunos tratamientos, como los cambios en 3 2
C O N O C I E N D O E L T D A H
la dieta, el uso de suplementos o vitaminas, y otros. No hay muchas
investigaciones que digan lo bien que funcionan estos tratamientos.
No voy a hablar de ellos, sino de los dos tratamientos que más se han
investigado. El primero que quiero abordar es el tipo de tratamiento que no
implica el uso de medicamentos. Dicho tratamiento incluye el entrenamiento
conductual de los padres, la terapia psicosocial y los programas escolares. El
otro enfoque de tratamiento más aceptado es con el uso de medicación.
Ritalin, Concerta y Adderall son los medicamentos más recetados. Sin
embargo, aunque estos fármacos pueden ayudar a aliviar los síntomas del
TDAH, no están destinados a curar o tratar la enfermedad. Estos
medicamentos pueden ayudar a los pacientes a llevar una vida más normal,
pero no aportan un tratamiento completo que, en mi opinión, se necesita
desesperadamente. Hay que tener en cuenta el historial médico del niño, sus
hábitos de comportamiento, su madurez emocional y su estructura familiar.
Cada niño es único y es esencial tratarlo como tal.
Los programas de entrenamiento conductual para padres enseñan habilidades
para ayudar a su hijo o adolescente afectado por el TDAH.
Mi recomendación, basada en mi experiencia y respaldada por la
investigación, es que los padres acompañen a su hijo en las sesiones de
entrenamiento conductual. A veces los padres recibirán entrenamiento
individual y otras veces recibirán entrenamiento con su hijo presente.
Por lo general, una de las primeras cosas en las que se centran los programas
es en crear un vínculo saludable entre los padres y el niño. Los programas
enseñan a los padres a entender el comportamiento de su hijo y a aprender las
habilidades necesarias para ayudar a su hijo a evitar los problemas de
comportamiento antes de que empiecen.
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O N T D A H
Los padres pueden aprender a organizar las tareas de manera que sea más
fácil para su hijo o adolescente completarlas. Los padres también aprenderán
a crear un sistema de recompensas y consecuencias. Las sesiones con los
padres suelen tener lugar en la consulta del terapeuta, y la estructura típica es
tener sesiones semanales durante varias semanas o meses. Los padres que
asisten a más sesiones de entrenamiento conductual para padres ven más
mejoras en el comportamiento de su hijo.
Además, un terapeuta capacitado puede entrenar a su hijo en cómo aumentar
el autocontrol (comportamientos y emociones) y mejorar las habilidades
sociales. Esto último da al niño una sensación de poder en lugar de sentirse
completamente fuera de control sobre su trastorno.
Además, hace maravillas con su autoestima.
Se pueden administrar medicamentos a su hijo para ayudarle a concentrarse y
controlar su impulsividad. Hay dos tipos de medicamentos para tratar los
síntomas del TDAH: los estimulantes y los no estimulantes.
Hay muchos tipos y marcas diferentes de estos medicamentos. Todos los
medicamentos para el TDAH tienen posibles efectos secundarios. Se cree que
estos medicamentos actúan cambiando la cantidad de ciertas sustancias
químicas en el cerebro.
Los estimulantes pueden ser de corta duración (actúan de 4 a 6 horas) o de
larga duración (actúan de 8 a 12 horas). Los niños y adolescentes suelen
tolerarlos bien. Existen varios tipos de estimulantes. Es posible que su
médico tenga que probar varios para encontrar el que mejor funcione para su
hijo.
También se utilizan medicamentos no estimulantes en el tratamiento del
TDAH, como Strattera. Puede funcionar aumentando una sustancia química
llamada norepinefrina en el cerebro y está aprobado por la 3 4
C O N O C I E N D O E L T D A H
Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para niños de seis años
en adelante. El otro no estimulante aprobado por la FDA y utilizado en el
tratamiento del TDAH es Intuniv. Se trata de un medicamento de liberación
prolongada que interactúa con la parte del cerebro que controla la atención y
los impulsos. Intuniv también está aprobado por la FDA para niños de seis
años o más.
Por lo que sabemos en la literatura actual, todos los estimulantes parecen
mejorar los síntomas del TDAH en niños de 6 años o más durante meses o
años con pocos efectos secundarios.
La medicación mezclada con la modificación de la conducta es una de las
estrategias más aprobadas para tratar el TDAH. La terapia conductual ayuda a
su hijo a enseñarle a tomar decisiones saludables, a reforzar las habilidades
sociales y a potenciar el autocontrol para ayudarle a afrontar los síntomas.
Estas terapias se combinan para ofrecer una estrategia eficaz de tratamiento
del TDAH. El estudio del NIMH sobre el tratamiento multimodal del TDAH
(MTA) se publicó en 1999 en Archives of General Psychiatry y mostró los
resultados de (1) la medicación sola, (2) la terapia conductual sola y (3) los
enfoques combinados en el tratamiento del TDAH durante 14 meses. Los
tratamientos combinados y la medicación sola fueron significativamente más
eficaces que la terapia conductual sola, ya que mejoraron el comportamiento,
el trabajo académico y las relaciones. Una cosa es segura, el tratamiento
funciona mejor con respecto a no tener ningún tratamiento.
Estar sano es importante para todos los niños y puede ser especialmente
importante para los niños con TDAH. Además de la terapia conductual y la
medicación, tener un estilo de vida saludable puede facilitarle a su hijo el
manejo de los síntomas del TDAH. El Centro de Control de 3 5
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O N T D A H
Enfermedades (CDC) recomienda seguir un estilo de vida saludable para
ayudar a controlar los síntomas del TDAH, entre ellos: 1. Desarrollar hábitos
alimentarios saludables, como comer muchas frutas, verduras y cereales
integrales y elegir fuentes de proteínas magras
2. Realizar al menos 60 minutos de actividad física al día 3. Dormir la
cantidad diaria recomendada
4. Limitar el tiempo diario frente a pantallas de teléfonos, computadoras,
televisión y otros aparatos electrónicos. A continuación se enumeran otros
métodos y estrategias que pueden ser muy beneficiosos:
Ejercicios:
Cada vez hay más pruebas de que una sola sesión de ejercicio puede producir
mejoras inmediatas en los síntomas del TDAH y en las funciones cognitivas.
Los estudios se han centrado principalmente en los efectos del ejercicio
aeróbico (por ejemplo, montar en bicicleta o correr) con intensidades
moderadas y duraciones mínimas de 20 minutos sobre las funciones
ejecutivas y atencionales. En los niños con TDAH, la mayoría de los estudios
han revelado efectos positivos del ejercicio agudo en el desempeño de las
tareas ejecutivas que tienen tamaños de efecto pequeños a grandes. La
mayoría de los estudios compararon el rendimiento de la tarea después del
ejercicio con el rendimiento de la tarea después de una condición de control
poco exigente desde el punto de vista cognitivo y físico (por ejemplo, ver un
video). Los estudios han identificado mejoras inducidas por el ejercicio en la
inhibición de la respuesta, la impulsividady la atención. Cuando se hace
ejercicio, el cerebro libera unas sustancias químicas denominadas
neurotransmisores, entre ellas la dopamina, que contribuyen a la atención y al
pensamiento 3 6
C O N O C I E N D O E L T D A H
claro. Las personas con TDAH suelen tener menos dopamina de lo habitual
en su cerebro.
Los medicamentos estimulantes que suelen utilizarse para tratar el TDAH
actúan aumentando la disponibilidad de dopamina en el cerebro. Así que
tiene sentido que una sesión de ejercicios pueda añadir o ayudar a
proporcionar algunos de los beneficios que aportan los medicamentos.
Muchos padres me han preguntado qué tipo de ejercicio debería hacer su hijo.
Mi respuesta es que el ejercicio puede ser cualquier cosa que le guste a su
hijo, puede ser correr, participar en un deporte como el fútbol, el baloncesto,
la natación, el karate, lo que sea. Siempre que haga subir el ritmo cardíaco de
su hijo. Dejar que tu hijo tome la iniciativa es importante, así como encontrar
algo que le guste hacer cada día.
Cuanto más control tenga sobre la actividad, más probable será que siga
haciéndola. Sin saberlo, se están ayudando a sí mismos. Como anécdota,
algunos atletas famosos que fueron diagnosticados como afectados por el
TDAH son, Michael Jordan, Michael Phelps; Terry Bradshaw; Simone Biles;
Shaquille O’Neal, y otros.
Veinte minutos de ejercicio pueden ayudar a los niños con trastorno por
déficit de atención e hiperactividad (TDAH) a acomodarse para leer o
resolver un problema de matemáticas. Incluso los niños con TDAH
de tipo hiperactivo no suelen hacer un buen ejercicio aeróbico regular.
Los estudios de Yale demuestran que los niños pasan unas 7 horas al día en
actividades sedentarias relacionadas con la televisión, los vídeos, las
computadoras, escuchando música y enviando mensajes de texto. Se
recomienda encarecidamente poner algunos límites saludables a estas
actividades y sustituir el tiempo de inactividad por el ejercicio físico.
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O N T D A H
Muchos estudios muestran los beneficios del ejercicio en el TDAH. Un
estudio publicado en 2013 en el Journal of Pediatrics demostró que sesiones
únicas de 20 minutos de ejercicio aeróbico moderadamente intenso tenían
efectos positivos sobre la función neurocognitiva y el control inhibitorio en
niños con TDAH, incluyendo un mejor rendimiento en lectura y aritmética en
la escuela.
Atención Plena:
El mindfulness como alternativa de tratamiento del TDAH sigue siendo visto
por muchos profesionales de la salud y por los niños con TDAH
como algo que puede mejorar significativamente su comportamiento.
Incluso cuando la ciencia detrás de este tipo de terapia se está comprendiendo
y aceptando cada vez más, sigue siendo una práctica controvertida, con
muchas personas que afirman que no funciona en absoluto. Pero lo que
empieza a ser comprendido por la mayoría de la gente es que se ha
demostrado que la atención plena reduce significativamente los
comportamientos impulsivos y erráticos en los niños con TDAH como
técnica de modificación de la conducta. Algunos estudios muestran que se
puede obtener una reducción de hasta el 60%
en el comportamiento disruptivo utilizando técnicas de mindfulness o
atención plena como una forma adicional de tratamiento del TDAH.
La atención plena también puede utilizarse con otros tratamientos, como los
cambios en la dieta, la medicación y el control de la conducta. Aunque mucha
gente sigue creyendo que emplear la terapia de mindfulness como alternativa
al TDAH es ineficaz para los niños, otros están empezando a utilizarla como
parte de un plan de tratamiento holístico para el TDAH.
El Dr. Mark Suedenich, director del Programa de Educación para Padres del
Hospital Infantil de Nueva York, ofrece esta explicación a las personas que
cuestionan el éxito de esta estrategia alternativa: 3 8
C O N O C I E N D O E L T D A H
“No hay duda de que la ansiedad y otras cosas tienen un profundo efecto en
los niños. Cuando se añade el hecho de que hay un vínculo entre el
comportamiento de los niños y la ansiedad, no es de extrañar que el uso de la
terapia de atención plena como una alternativa al TDAH está empezando a
adquirir cierta importancia.”
Así, aunque la atención plena como alternativa de tratamiento del TDAH
puede ser útil, debe combinarse con otras técnicas para ser eficaz.
Cambios en la dieta:
Muchos estudios han demostrado que los cambios en la dieta no han
producido cambios significativos en los síntomas del TDAH en grupos de
niños, adolescentes o adultos. Por lo general, se recomiendan para los niños
patrones de alimentación saludables como la Dieta Mediterránea, la Dieta
DASH, la Dieta MIND y los planes de alimentación saludable del USDA y
de Harvard. La dieta de eliminación Feingold no ha demostrado tener efectos
significativos en la mayoría de los estudios sobre el TDAH. Otras dietas de
eliminación, que consisten en evitar alimentos o sustancias a las que el niño
puede ser sensible durante 1 a 3 semanas y luego reintroducir los alimentos,
han mostrado algunos efectos leves, pero son difíciles de manejar y cumplir a
largo plazo.
Los estudios sugieren que una dieta de eliminación debe considerarse un
posible tratamiento para el TDAH, pero que funcionará parcial o totalmente,
y sólo en un subconjunto potencialmente pequeño de niños. Los estudios
clínicos controlados con placebo a doble ciego no demuestran que las dietas
de eliminación mejoren drásticamente el comportamiento en la mayoría de
los casos, eliminando los colorantes artificiales de los alimentos, los
conservantes, los lácteos, el gluten, los cítricos, el maíz, los alimentos
procesados y la cafeína. Los ensayos suelen durar un periodo de tiempo
limitado (14 días) y no se han estudiado 3 9
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los efectos a largo plazo, y las dietas de eliminación son muy difíciles de
cumplir durante largos periodos de tiempo. En general, hay que evitar un
enfoque radical como la dieta Feingold y seguir un plan de alimentación
sensato como la Dieta Mediterránea. La dieta Feingold suele eliminar los
alimentos que se cree que causan/exacerban los síntomas del TDAH y los
reintroduce lentamente en la dieta del niño. La dieta es muy difícil de seguir y
mantener porque restringe muchos alimentos. Muchos estudios de la década
de 1980 demostraron que la dieta Feingold no era eficaz para reducir los
síntomas del TDAH. Los aditivos alimentarios y los salicilatos pueden
desempeñar un papel menor en el desarrollo o la exacerbación de los
síntomas del TDAH sólo en un pequeño número de individuos.
Los cambios en la dieta como alternativa de tratamiento del TDAH
pueden realizarse eligiendo alimentos y bebidas más saludables para el niño,
asegurándose de que recibe suficientes vitaminas y minerales, y eligiendo los
alimentos más adecuados para su condición particular, su edad y sus
necesidades dietéticas. Alimentos como la avena, el pescado, las nueces, los
cereales integrales, los productos lácteos bajos en grasa, las carnes magras,
las frutas y las verduras son beneficiosas para el niño.
Las proteínas, en concreto, también son necesarias para el desarrollo de
músculos, dientes, uñas, piel y cabello fuertes, por lo que también es
fundamental consumirlas a diario lo suficiente. Si tu hijo presenta algún
síntoma adverso, consulta a tu médico para que le proporcione suficientes
proteínas en su dieta. Las proteínas se presentan en varias formas, como la
leche, el queso, la soja y el suero de leche, que ha ganado popularidad debido
a sus beneficios para la función cerebral y la salud en general.
• Los niveles bajos de ácido fólico en el cerebro pueden hacer que los niños
tengan problemas de estreñimiento. También puede faltar Zinc, lo que puede
provocar que el niño tenga la boca seca. Por 4 0
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último, puede faltar magnesio, lo que puede afectar al apetito y a las
capacidades mentales del niño. Estosnutrientes son necesarios para mantener
la salud y el buen funcionamiento del cerebro.
• El uso de proteínas como forma de suplemento dietético puede beneficiar a
un niño con TDAH porque son ricas en aminoácidos y ayudan a mejorar la
función cerebral y la salud en general. El desarrollo adecuado del cerebro es
importante para los niños, por lo que las proteínas pueden mejorar la
concentración, el enfoque y el control de los impulsos.
Disfunción del Sueño
Los niños con falta de sueño, ronquidos y apnea obstructiva del sueño tienen
comportamientos que se asemejan al TDAH y, cuando se restablece el buen
sueño, estos síntomas se resuelven. Es un hecho bien conocido que la
privación crónica del sueño puede ser muy perjudicial para la salud, causando
somnolencia diurna, alteración de la concentración y el juicio, depresión,
ansiedad e irritabilidad, que se asemejan al TDAH, deterioro del rendimiento
laboral, accidentes y choques automovilísticos, aumento del riesgo de muchas
enfermedades crónicas, incluyendo inflamación crónica, diabetes, obesidad,
hipertensión, enfermedades del corazón, derrame cerebral, cáncer, ansiedad y
depresión.
Los estudios demuestran que los niños con TDAH a menudo no duermen
bien y son más propensos a padecer trastornos del sueño.
Se sabe clínicamente que los problemas de sueño pueden empeorar los
comportamientos diurnos del TDAH y contribuir a los niveles de estrés de los
padres.
El TDAH, los medicamentos para el TDAH y los trastornos psiquiátricos
comórbidos comunes se asocian con muchos trastornos del sueño que 4 1
E S T R A T E G I A S P R Á C T I C A S P A R A C R I A R A N I Ñ O S C
O N T D A H
pueden exacerbar los síntomas, incluidos varios tipos de insomnio, el
síndrome de las piernas inquietas, el trastorno del movimiento periódico de
las extremidades, el retraso en la aparición del sueño, el aumento de la
actividad motora nocturna, la apnea del sueño y otros trastornos respiratorios
del sueño, y la somnolencia diurna. En definitiva, tratar y gestionar la
disfunción del sueño puede mejorar el comportamiento de los niños con
TDAH. Asegúrese también de estar al tanto de los hábitos de sueño de su
hijo.
Es muy recomendable que tengan una hora fija para irse a la cama.
También se recomienda desconectar todos los aparatos electrónicos al menos
una hora antes de acostarse para ayudar a su hijo a relajarse y desconectar de
la actividad mental innecesaria.
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02
DESAFÍOS EN EL
ENTORNO DEL TDAH
D E S A F Í O S E N E L E N T O R N O D E L T D A H
Vivir con un Niño con TDAH
Al igual que en cualquier otro escenario de la vida cotidiana, vivir con TDAH
y controlar el TDAH puede ser tanto un reto como una oportunidad. Es
posible que descubras que necesitas hacer las cosas de forma diferente a
como las hacías en el pasado. También notará que la personalidad de su hijo
con TDAH cambiará a medida que madure. Por ello, debe adaptarse y
cambiar según sea necesario como padre.
Por ejemplo, es posible que tenga que dejar de lado viejos comportamientos.
Puede que tu hijo preste poca atención y sea muy enérgico a veces, y tendrás
que ofrecerle más libertad en otras ocasiones.
También debes estar dispuesto a intentar cosas nuevas. Esto no es tan sencillo
como parece. Primero debes reconocer que tu hijo tiene algunas dificultades.
Puede que le cueste quedarse quieto en clase o prestar atención. Puede ser
incapaz de controlar sus impulsos, por lo que debes aprender a manejar y
gestionar estas situaciones.
Vivir con un hijo con TDAH significa también aprender a gestionar tu tiempo
y a cuidarte mejor. Es posible que tengas que reorganizar tu rutina y
asegurarte de que duermes lo suficiente cada noche. También debes
asegurarte de que te alimentas adecuadamente y haces ejercicio. Sería
beneficioso que dejaras que tu hijo con TDAH tuviera mucho tiempo para
descansar. Cuando está fatigado, no puedes exigirle demasiado, ya que puede
irritarse y es menos probable que logre lo que quieres si está cansado. Ten en
cuenta cuántas horas de sueño necesita para rendir al máximo, lo que sin
duda es una tarea difícil.
Recuerda que mantener a tu hijo atento a sus tareas y ayudarle con todos los
deberes puede ser un reto, pero es fundamental reservar un momento al día
para que tu hijo haga los deberes y lea sus libros 4 5
E S T R A T E G I A S P R Á C T I C A S P A R A C R I A R A N I Ñ O S C
O N T D A H
favoritos. Una estrategia para lidiar con el TDAH es aprender a manejar el
comportamiento de tu hijo, por lo que es crucial que le enseñes la diferencia
entre el comportamiento aceptable y el inaceptable. Si practica esto por su
cuenta, le resultará más fácil de manejar. Recuerde que a los niños con
TDAH les cuesta regular sus acciones, pero tú puedes controlar y manejar
con éxito el TDAH de tu hijo siendo constante y utilizando refuerzos
positivos.
También hay algunos programas que pueden ayudar a tu hijo a controlar el
TDAH, como el programa One Move, que te permite establecer un horario de
medicamentos para tu hijo que es único para él. Esto significa que tú serás la
única persona a la que vea, y tendrás que cumplir con su plan de tratamiento.
Por lo tanto, aunque tratar con un niño con TDAH
y controlarlo puede ser un reto, tomar las medidas adecuadas y seguirlas
puede facilitar mucho las cosas.
Impacto del TDAH en la Familia
El impacto del TDAH en la familia suele ser enorme, y es difícil tanto para
los padres como para todos los niños implicados. Es una dura realidad para
todos los involucrados. Tu hijo se ha transformado en un niño que no
completa todas sus tareas escolares y que siempre está al teléfono.
Ahora es él quien interrumpe constantemente a los demás y se dedica a los
juegos. Es posible que preste poca atención y que parezca ignorar cualquier
instrucción que se le dé. Todo esto aumenta el estrés de la familia y provoca
la preocupación de los que le rodean.
Los estudios demuestran que cuando una persona de la familia tiene TDAH,
puede influir en el grado de satisfacción de los padres, los hermanos y otros
miembros de la familia en su vida cotidiana. Por ejemplo, los niños con
TDAH exigen mucho más tiempo y atención a 4 6
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los padres. Esto puede provocar problemas de relación, menos unión familiar
y más conflictos. Las investigaciones muestran incluso mayores tasas de
divorcio y depresión entre los padres de un niño con TDAH, en comparación
con otras familias. Pero puedes tomar medidas para que las cosas vayan lo
mejor posible para todos. Es algo que requiere un esfuerzo de adaptación,
pero hay recursos que pueden ayudar.
Ser padre es un gran trabajo, y el TDAH se suma a los desafíos. Así que
puedes inscribirte en un curso de formación sobre cómo gestionar la
enfermedad de tu hijo y el estrés que puede provocar. También puedes unirte
a un grupo de apoyo para familias con TDAH. Tu pediatra puede ayudarte a
encontrar formación, asesoramiento y grupos de apoyo en tu zona.
Como padre, también puedes probar las técnicas de gestión del
comportamiento. Utiliza sistemas de puntos y reconocimiento positivo para
fomentar el buen comportamiento. Estas técnicas pueden ayudar a mejorar
comportamientos específicos (limpiar una habitación, terminar los deberes),
pero generalmente no mejoran la falta de atención y la hiperactividad. Si
añade técnicas de gestión del comportamiento, mejorará el comportamiento y
la disciplina de su hijo.
Como padre, recomiendo encarecidamente recibir entrenamiento a través de
la terapia conductual. Después de varias sesiones con un psicólogo, tú como
padre puedes aprender a ayudar a tu hijo que tiene TDAH. Recibirás
información y deberes, que serán revisados en la siguiente sesión. Es muy útil
contar con un “entrenador” que te guíe en esta formación. Además, sentirá
que no está solo y no se sentirá abrumado.
En la terapia, te centrarás en gestionar la vida diaria más que en tratar los
síntomas del TDAH. Los profesionales de la salud mental pueden 4 7
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