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Este documento está disponible para su consulta y descarga en Memoria Académica, el repositorio institucional de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, que procura la reunión, el registro, la difusión y la preservación de la producción científico-académica édita e inédita de los miembros de su comunidad académica. Para más información, visite el sitio www.memoria.fahce.unlp.edu.ar Esta iniciativa está a cargo de BIBHUMA, la Biblioteca de la Facultad, que lleva adelante las tareas de gestión y coordinación para la concre- ción de los objetivos planteados. Para más información, visite el sitio www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar Licenciamiento Esta obra está bajo una licencia Atribución-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina de Creative Commons. Para ver una copia breve de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/. Para ver la licencia completa en código legal, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/legalcode. O envíe una carta a Creative Commons, 559 Nathan Abbott Way, Stanford, California 94305, USA. Rusiñol, Gabriela Director: Eguía, Amalia Cristina Tesis presentada para la obtención del grado de Licenciada en Sociología Cita sugerida Rusiñol, G. (1999) La realidad socioeconómica de los sectores mediodependientes: Repercusiones y modificaciones que se dieron en sus condiciones de vida a partir del ajuste estructural [en línea]. Trabajo final de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.524/te.524.pdf La realidad socioeconómica de los sectores mediodependientes: Repercusiones y modificaciones que se dieron en sus condiciones de vida a partir del ajuste estructural www.memoria.fahce.unlp.edu.ar www.memoria.fahce.unlp.edu.ar www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/ http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/legalcode FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACION LIC.EN SOCIOLOGIA TRABAJO FINAL LA REALIDAD SOCIOECONOMICA DE LOS SECTORES MEDIOS DEPENDIENTES. Repercusiones y modificaciones que se dieron en sus condiciones de vida a partir del Ajuste Estructural. ALUMNA: Gabriela Rusiñol PROFESORA TUTORA: Amalia Eguía La Plata, 1999. Indice • La realidad socioeconómica de los sectores medios dependientes 3 • Presentación 3 • Antecedentes del problema y delimitación del campo conceptual 4 • Objetivos generales y específicos 15 • Hipótesis 16 • Zona o sector social 17 • Metodología 18 • Descripción de la muestra 18 • Análisis 20 • Condiciones de vida y situación familiar 28 • Inserción laboral y desocupación 30 • Consideraciones finales 32 • Bibliografía 34 • Anexo 37 2 La realidad socioeconómica de los sectores medios dependientes PRESENTACION En las últimas décadas, en nuestro país, el modelo de desarrollo estuvo signado por una reestructuración que operó en tres niveles: 1. una reestructuración a nivel económico del capitalismo argentino 2. una reestructuración a nivel político a través de la relación Estado-sociedad 3. una reestructuración a nivel social en la relación capital-trabajo. Este triple proceso nos permite hablar de la conformación de una nueva totalidad social (nueva forma de dominación estatal), en la cual tuvieron lugar una serie de medidas tendientes a implementar un ajuste económico para hacer frente a la crisis del modelo anterior. Es así que se puso en práctica un proceso de reconversión económica, acompañado por políticas de ajuste estructural, que afectaron la situación socioeconómica de los diferentes sectores sociales. En este marco, el objetivo del trabajo es analizar los efectos que dicho proceso produjo en las unidades domésticas de los sectores medios dependientes, haciendo hincapié en los cambios que se produjeron en las actitudes y hábitos desplegados por dichos sectores, como así también en la organización familiar de las unidades domésticas, para hacer frente al retroceso económico que las mismas sufrieron. 3 ANTECEDENTES DEL PROBLEMA Y DELIMITACION DEL CAMPO CONCEPTUAL Como forma de abordar nuestro objetivo arriba planteado, comenzaremos haciendo una revisión de la evolución que fue viviendo nuestro país dentro del contexto global latinoamericano a partir de la década del 80, década que por sus características sociales, políticas y económicas ha sido denominada por los estudiosos como "la década perdida". La situación socioeconómica durante la década de 1980 en América Latina puso en evidencia las limitaciones del "Estado de Bienestar" en la región. Respecto del Estado y del Estado de Bienestar, tanto sus características, como los modelos institucionalizados, la constitución o desintegración de sus instituciones, etc. sólo son explicables en el marco de la lucha social y de la unidad orgánica del sistema de relaciones sociales, siendo esta unidad esencialmente contradictoria. Es, precisamente, la tensión entre legitimación y acumulación, entre el reconocimiento formal de la igualdad y la necesidad estructural de la explotación, la que atraviesa la historia de la sociedad capitalista moderna y, consecuentemente, al Estado moderno como garante del "contrato" que relaciona individuos aislados (libres) entre sí y los unifica (iguala) en el mercado, debiendo, al mismo tiempo, garantizar la continuidad del proceso de acumulación. En este sentido, entendemos, en primer lugar, al Estado como "un escenario de la lucha por el poder social, un terreno en el cual se dirimen los conflictos entre distintos proyectos sociales que definen un patrón de organización económica y social..."un pacto de dominación" mediante el cual una determinada alianza de clases construye un sistema hegemónico susceptible de generar un bloque histórico; una institución dotada de sus correspondientes aparatos burocráticos y capaz de transformarse, bajo determinadas circunstancias, en un "actor corporativo",...y el representante de los intereses universales de la sociedad y, en cuanto tal, la expresión orgánica de la comunidad nacional" (Borón, 1990-91). En segundo lugar, entendemos al Estado de Bienestar como "la expresión institucional de un pacto de dominación, como un actor corporativo y como un espacio de la lucha social, que formó parte de un modelo de acumulación relativamente exitoso, en términos de la contradicción acumulación-legitimación" (Grassi, Hintze y Neufeld, 1994). Las disposiciones legales del Estado de Bienestar constituyeron una "carta constitucional", en la que se reconoció a los ciudadanos el derecho a percibir prestaciones de la seguridad social y contar con servicios estatales organizados en una amplia variedad de situaciones definidas como de necesidad y contingencia. Este Estado expresaba el consenso respecto a las prioridades fundamentales, a lo que es deseable y a los valores de la economía política: crecimiento económico y seguridad social. Esta alianza tiene base teórica en el modelo de acumulación keynesiano. Los principios del Estado de Bienestar se desarrollaron en la Argentina en el marco del llamado modelo de sustitución de importaciones: el modelo populista encarnado por el peronismo de los años 1945-1955 y el modelo desarrollista de la década de 1960. 4 En dicho modelo, el Estado tuvo un papel central, tanto por el volumen de las inversiones productivas y en infraestructura, que aseguraron la rentabilidad de las inversiones del capital privado, como por la expansión de bienes y servicios de uso colectivo,para la satisfacción de necesidades de la reproducción de la fuerza de trabajo y de los trabajadores en general. En la década del 80´, el endeudamiento externo se convirtió en el factor más limitante para el crecimiento de América Latina. A su vez, este endeudamiento externo significó, para la región, el medio por el cual sus Estados y economías quedaron más firmemente atadas a la crisis internacional: en 1974 se produce el alza de los precios del petróleo. Si bien esto desencadenó la crisis del modelo 1 de acumulación keynesiano y su Estado de Bienestar , hay que rastrear las raíces de la misma en los años 60 donde comienza a verificarse una caída del ritmo del aumento de la productividad y una explosión significativa de los conflictos laborales, a lo que se suma la introducción de nuevas tecnologías que modifican la organización del trabajo. En América Latina la crisis se expresó en la dificultad para mantener la expansión industrial y los niveles de incorporación social, dando lugar a conflictos sociopolíticos crecientes que en muchos casos fueron "resueltos" a través de regímenes autoritarios. Sin embargo, el estallido se produjo en 1982 a causa del aumento espectacular de las tasas de interés internacionales (hasta ese momento había sido posible su relativa contención mediante los recursos provenientes de una gran liquidez internacional). Cuando ésta cesó, se desencadenó la recesión económica registrándose una caída abrupta de las remuneraciones reales y un aumento del coeficiente de la subutilización de la fuerza de trabajo 2 (desempleo abierto más subempleo) . Esto, a su vez, se asoció con cambios en el mercado de trabajo hacia empleos de baja productividad conjuntamente con un proceso de precarización del 1 Con la elevación del precio del petróleo en un 300%, determinada por sus principales países productores, aparece un nuevo componente en la formación de los recursos disponibles en los países centrales: la elevada liquidez en el área financiera. De este modo, el sistema bancario de los países centrales capta los excedentes monetarios que perciben los vendedores internacionales de petróleo incapaces, en forma inmediata, de invertirlos productivamente en sus propios países. Dicha liquidez del sistema financiero, conjuntamente con otros indicadores, como son: caída en la tasa de ganancia de las principales empresas de los países centrales, debilitamiento generalizado de la productividad, incremento de la inflación y de los déficit de los sectores públicos, obligan a replantear la estrategia de crecimiento. El nuevo modelo, respaldado por una escuela de pensamiento económico conocida como el enfoque monetarista, se ocupa de socavar las bases de la economía keynesiana. Aboga por un mayor control de la fuerza de trabajo, una severa disciplina fiscal y la libre movilidad de bienes y capitales. Se supone que el mercado, funcionando sin restricciones, es el mejor asignador de los recursos disponibles y disciplinador de los comportamientos sociales. Se asume, así, que el Estado de Bienestar debe ceder paso a un Estado que debía paulatinamente retirarse de su función intervencionista y reguladora, a fin de liberalizar las relaciones económicas en un mercado abierto a las corrientes internacionales de bienes y dinero (Rofman y Romero, 1973). 2 Se entiende por subempleo lo siguiente: • los ocupados que trabajan menos horas de las que desean. • actividades desarrolladas en unidades productivas pequeñas y de estructuración no formal. • el servicio doméstico que tiene el carácter de una prestación a las familias. • el sobrempleo en el sector público: esto es una expansión de la ocupación del gobierno por encima del crecimiento en el número y la calidad de los servicios prestados. • el sector rural tradicional (Monza, 1993). 5 trabajo. Todos estos indicadores dieron cuenta de un aumento de la pobreza: la pobreza y la indigencia aumentaron en números absolutos y relativos tanto, en las zonas urbanas como rurales. Pero, lo más notorio de la crisis de la década del 80 es que como consecuencia de la caída de las remuneraciones reales, la pérdida de la calidad de los puestos de trabajo y el crecimiento de la subutilización de la mano de obra han surgido los "nuevos pobres": éstos son "trabajadores de los sectores medios que habían conseguido salir de la pobreza estructural y habían tenido acceso a un mercado de bienes y servicios más amplio, comprendiendo vestuario, electrodomésticos, vivienda y servicios en educación y salud" (Bustelo, 1993). Los "nuevos pobres" han experimentado una pérdida salarial equivalente a 4 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) durante el período 1980-1989. El conjunto de los trabajadores perdió un volumen salarial equivalente a 6 puntos del PBI, al mismo tiempo que los sectores en pobreza estructural perdieron el equivalente a sólo 2 puntos del PBI. Esto significa que gran parte de la crisis recayó sobre los sectores urbanos medios (CEPAL-PNUD, 1990). Al desencadenarse la crisis del modelo de acumulación keynesiano, se asume que el Estado de Bienestar debe ceder paso a un Estado que paulatinamente se va a ir retirando de su función intervencionista y reguladora, con el objetivo de liberalizar las relaciones económicas en un mercado abierto a las corrientes internacionales de bienes y dinero. Los países periféricos o dependientes aparecen como receptores no solamente de este nuevo bagaje teórico sino que se convierten en obligados tomadores de los fondos excedentes o petrodólares (excedente monetario percibido por la venta de petróleo a un precio incrementado en un 300%), para lo cual también tienen que abandonar el modelo mercado-internista del proceso de sustitución de importaciones, dando lugar a una nueva estrategia de crecimiento basada en un mercado abierto a las corrientes internacionales de bienes y capitales. En nuestro país la década del 80 nos permite hablar, debido a los indicadores socioeconómicos presentes, de un momento histórico en el que se atravesó por un severo retroceso económico. Pero, para caracterizar dicha década, es necesario retrotraernos a 1976, año clave para la historia argentina. La mutación o cambio de modelo de acumulación, en nuestro país, en otro abierto a las corrientes internacionales de bienes y capitales y controlado por el capital financiero multinacional con sus socios internos, implicó que los emergentes actores dominantes necesitaran, en el plano interno, apoyos muy significativos para vencer la resistencia de amplios sectores sociales, tanto empresariales como laborales, que veían peligrar su subsistencia. Esta situación se tornó altamente conflictiva y fue "resuelta" a través del golpe militar de 1976. Debido al amplio margen de maniobra de las nuevas autoridades por la despiadada represión y silenciamiento de quienes se podrían oponer al nuevo proyecto, el naciente modelo de política económica y social se puso en marcha (modelo aperturista). Su objetivo principal estuvo orientado a sustituir el mercado financiero existente por otro caracterizado por una elevada liquidez y amplias y estrechas conexiones con el exterior. Los instrumentos de la política económica que se aplicaron fueron los siguientes: liberalización del sistema de precios; disminución de los aranceles de 6 importación; regulación estricta de los mecanismos de fijación de las remuneraciones al trabajo; eliminación de las convenciones colectivas, pasando a ser el Estado el que determinaba por decreto el monto de los sueldos y salarios; congelamiento de salarios, que implicó una fuerte caída de las remuneraciones. La definición de un Estado contrapuesto al anterior (de corte intervencionista y regulador) se concretó con otras muchas disposiciones de muy diferente contenido y efecto, como fueron la paulatina apertura del mercado de cambios hasta su completa liberación en 1980, las modificaciones alas leyes de promoción de inversiones internas y externas, etc.. Esta política económica prosiguió hasta 1981, generando cada vez mayores reacciones de los sectores dañados, en especial debido a los serios retrocesos en la actividad industrial destinada al mercado interno y a la exportación. Como consecuencia de la aplicación de todos estos instrumentos, la política económica del país atravesó un proceso de desindustrialización con efectos altamente regresivos, en el que no solamente influyeron las elevadas tasas de interés, sino también la apertura externa. El tramo 1981-1983 estuvo signado por políticas cortoplacistas, continuadoras del proceso económico previo, pero con importantes ajustes debido a circunstancias internas y externas. Se sucedieron acontecimientos políticos-militares importantes como fue la Guerra de las Malvinas, cuya derrota significó el detonante de la transición a la democracia. Para 1982 los resultados económicos se traducían en una aguda contracción económica por disminución de la producción y la demanda interna; disminución de las inversiones productivas en provecho de la especulación financiera; un importante incremento de la deuda externa (estatizada) y un abrupto empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría de la población. La institucionalización del endeudamiento externo alteró el cuadro económico externo e interno. La moratoria en el pago de la deuda externa por México, que desató una crisis financiera internacional, puso sobre el tapete esta nueva problemática para gran parte de los países latinoamericanos, entre ellos la Argentina. Los perjudicados por la aplicación del modelo aperturista fueron, esencialmente, los sectores asalariados, en especial los ligados al sector interno y los diversos niveles del empresariado pequeño y mediano. Esta fue la herencia que recibió el nuevo gobierno democrático (gobierno de Alfonsín: 1983-1989), quien durante los cinco años y medio de su mandato se desgastó y debilitó al no poder precisar correctamente el origen de los conflictos irresueltos. Tras la traumática moratoria de la deuda externa mexicana y la impresionante suba de la tasa de interés, se impuso a los países dependientes y deudores el modelo de ajuste estructural. La estrategia del ajuste estructural cumplía dos objetivos concurrentes: por una parte, el compromiso del puntual pago de la deuda externa. Por la otra, impulsar e insertar exitosamente a las economías dependientes en el escenario económico internacional. El recetario concreto de este enfoque se lo puede sintetizar así: privatización, apertura comercial y financiera, desregulación y estabilidad. Tales acciones llevaban a privilegiar el equilibrio fiscal, como una condición necesaria del nuevo rol del 7 Estado. Pero la persistencia de la inflación a tasas desmedidamente altas en términos históricos constituyó el factor que desalentó este programa. En el caso de las economías fuertemente endeudadas, al requisito del equilibrio fiscal se le agregaba la exigencia de un excedente presupuestario anual equivalente al pago del capital y los intereses de la deuda. Este esquema de política económica y social encontró al gobierno radical instalado en el poder muy poco preparado para admitirlo y aplicarlo (podría decirse que el gobierno democrático radical no llegó a implementar una estrategia de desarrollo específica). Conjuntamente con esto, la hiperinflación y la profundización de precariedad en la calidad de vida determinaron el traspaso anticipado al nuevo gobierno democrático en julio de 1989 (gobierno de Menem). Este nuevo gobierno instalado en el poder descartó desde su inicio todo tipo de disputa con el poder económico nacional e internacional. Por el contrario, adoptó un criterio pragmático y plenamente aceptador de las reglas de juego que los compromisos del endeudamiento externo imponían. Retomando en el plano económico,-exacerbándolo- el modelo aperturista del gobierno militar (Torrado, 1996). En este contexto comenzaron a fluir críticas contundentes sobre el modelo de acumulación mercado-internista y su Estado de Bienestar desarrollados con anterioridad en nuestro país, concentrándose las mismas en dos aspectos: • el problema del déficit fiscal a partir de la continua expansión del gasto social. • la monopolización estatal de los servicios. Del cuestionamiento de dicho modelo de desarrollo y del papel que el Estado desarrollaba en el mismo, se pasó a una política de desarticulación del andamiaje institucional del Estado, aplicando políticas de ajuste tendientes a: • una reducción del presupuesto disponible para los sectores sociales, comenzando por el gasto en inversión, que tuvo como consecuencia la no expansión de los servicios. • descentralización de servicios: el Estado Nacional transfirió servicios a los Estados locales completamente deteriorados o parcialmente desfinanciados. Estos Estados, con mayores restricciones fiscales que el Estado Nacional, recibieron los servicios para cerrarlos o para mantenerlos en funcionamiento en un nivel mínimo. La descentralización tuvo un objetivo básicamente social. El Estado Nacional se "liberó" de los servicios para transferir un problema más que para descentralizar un problema. • privatización total o parcial de servicios. • flexibilización de las relaciones laborales: se llevaron a cabo reformas laborales tendientes a garantizar mayores facilidades para realizar despidos y contrataciones de obreros sin relación de estabilidad, movilidad entre puestos y labores y una drástica reducción de prestaciones económicas y costos laborales. • utilización de organismos no gubernamentales y la familia: se produjo un retorno a la familia y a distintos organismos de la sociedad civil sin fines de lucro como efectores de 8 bienestar. Esto que en un principio fue muy positivo, se hizo desde el desmantelamiento y la renuncia explícita del Estado a asumir sus responsabilidades en términos de una provisión de servicios sociales básicos mínimos. • focalización restringida: el gasto social debía concentrarse solamente sobre los pobres estructurales. Los "pobres cíclicos" no son una preocupación de la política social y serán absorbidos cuando se restaure el crecimiento económico. Así, las políticas de ajuste estructural apuntaron a objetivos de diversos órdenes: Ö FINANCIERO: debido a que el país tenía déficit en su balanza de pagos y un gran endeudamiento externo se lo orienta a la provisión de recursos, como paso previo para la realización de reformas económicas más estructurales. Ö MACROECONOMICO: consistente en restablecer el equilibrio externo, a través de la reducción del gasto (en especial disminución del gasto social y en infraestructura y de subsidios). Ö MICROECONOMICO: destinado a fomentar el crecimiento a través de la modificación de la estructura de precios relativos (salarios reales, tasas de interés, tipo de cambio), para aumentar el grado de respuestas de la oferta. Esto se expresó en medidas como devaluaciones, liberalización comercial, privatización de empresas públicas, etc. Pero, fundamentalmente, el ajuste estructural impuso como necesidad la desregulación de los mercados, la reducción del déficit fiscal y/o del gasto público, una clara política de privatizaciones, la capitalización de la deuda y un mayor espacio al capital internacional, como condición para los préstamos. Entonces, a partir de esto, podemos decir que la Argentina, en el contexto de un proceso global que se fue gestando en América Latina, vivió en las últimas décadas la configuración de una nueva totalidad social (nueva forma de dominación estatal), que permite hablar de un triple proceso: 1. una reestructuración económica del capitalismo argentino. 2. una reestructuración política a través de la relación Estado-sociedad. 3. una reestructuración social enla relación capital-trabajo. Se fue conformando en el discurso económico y político del gobierno justicialista un diagnóstico que estipulaba la necesidad de llevar a cabo políticas de ajuste que implicaran menos intervención estatal, mayor apertura comercial y privatizaciones, como condiciones necesarias para lograr el crecimiento del país, a partir del fomento de la inversión. Se sostenía la necesidad de disminuir la intervención estatal, planteando que la misma impedía a la iniciativa privada desplegar su vocación de creatividad y de inversión. Ante esto, desde el poder, surgió el diagnóstico de la necesidad de eliminar las restricciones al mercado para posibilitar el desarrollo, sosteniendo que el mismo se lograría con desregulación, privatización, menos políticas industriales y más apertura comercial. Entonces, como señalamos, del cuestionamiento del Estado de Bienestar y, principalmente, de la presencia estatal como instancia correctiva en la distribución del ingreso a través del sistema de transferencias netas que opera con el financiamiento y el gasto social, se pasa a una política de desarticulación explícita del andamiaje institucional del mismo, acompañado de una prédica contra la 9 ineficiencia del Estado y sus servicios, prédica cuyo destino es generar las bases de legitimidad social que posibiliten la anulación o el recorte de la presencia del Estado en la economía. Dentro de este contexto vamos a analizar la relación capital-trabajo, haciendo hincapié en la reestructuración que, a lo largo de estos diez años del gobierno justicialista, se dio en la misma. Es decir, que dentro del proceso de cambio que se produjo y que nosotros definimos como de retroceso económico y social a partir de la reconversión económica y del plan de ajuste estructural, tomamos como eje la relación capital-trabajo y sus modificaciones (incluyendo la reforma en la legislación laboral), para poder analizar los cambios que se produjeron en las condiciones de vida de los sectores medios dependientes en el Gran La Plata. Podemos adelantar como premisa que las políticas de ajuste repercutieron en el mercado de trabajo, favoreciendo la caída de la productividad, el crecimiento de la informalidad y la fragilidad del empleo. ¿Cuáles han sido las consecuencias de este proceso para el Gran La Plata? Entre 1991 y 1993 en este aglomerado se produjo un descenso de la desocupación y un aumento relativo del nivel de empleo. Pero a partir de 1993, se registró una reversión del proceso, marcado por la pérdida de empleos plenos y crecimiento de la desocupación. Esto último se relaciona con las privatizaciones de las empresas del polo industrial y con las reducciones de personal en el sector público provincial y municipal. Se registró, al mismo tiempo, una baja en los salarios de los trabajadores dependientes. De acuerdo con los datos proporcionados por las ondas de mayo de 1990 a 1997 de la Encuesta Permanente de Hogares, relevada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, la tasa de actividad osciló entre el 37 y 42%. La tasa de empleo se ha mantenido entre el 35 y 37%. La tasa de desocupación, en cambio, ha crecido pronunciadamente en el período, alcanzando el 19% en 1996 (Eguía y otros, 1998). La Reforma del Estado, implementada por el actual gobierno justicialista (1991), implicó una reducción considerable en la cantidad de empleados públicos y de empresas estatales. Este hecho arrojó una cantidad importante de oferentes de trabajo al mercado, planteando la necesidad de tener en cuenta el comportamiento del mercado de trabajo urbano (bajo sus formas de pleno empleo, subempleo y desempleo), y las repercusiones que sobre el mismo produjeron las medidas tomadas sobre la legislación laboral, en el marco de la relación capital-trabajo. El Congreso Nacional aprobó a fines de 1991 la Ley Nacional de Empleo. La misma introdujo transformaciones dentro del ámbito socio-laboral que se pueden sintetizar en tres dimensiones: (a) política salarial: dicha ley promovió una mayor descentralización de la negociación y acentuó la diferenciación de salarios, al vincular la fijación de los incrementos salariales con las condiciones específicas de la empresa. (b) mecanismos de la negociación colectiva: el nuevo marco regulatorio posibilitó que muchos acuerdos de empresas no se extendiesen más allá del ámbito de las empresas y de su persona. Esto implicó que las correcciones salariales se determinasen sin requerir de la intervención de la autoridad administrativa que otorga el "efecto legal" en todo el ámbito del convenio. 10 (c) modalidades contractuales promovidas: las mismas permitieron reducciones en las cargas 3 sociales y en las indemnizaciones por despido . Así, esta ley permitió la puesta en vigencia de diversas medidas que tendieron a poner a disposición de las empresas más instrumentos para flexibilizar la entrada y salida al empleo. En razón del bajo grado de difusión que alcanzaron las modalidades contractuales promovidas, se reglamentó una nueva ley en junio de 1995 que creó nuevos tipos de contratos menos restrictivos que los existentes. Además, se estableció que todo contrato por tiempo indeterminado podía disponer de un período de prueba con duración de tres meses ampliables a seis meses por convenio colectivo de trabajo, durante el cual el empleador podía extinguir la relación laboral sin justa causa, no regía indemnización y los aportes patronales eran reducidos. Simultáneamente el llamado Estatuto PYMES (Estatuto Especial para las Pequeñas y Medianas Empresas), introdujo reformas a la ley de Contratos de Trabajo. El mismo está destinado a establecimientos de menos de 40 trabajadores y que no facturen más de cierto monto a definir por cada convención colectiva. Dentro del capítulo destinado a Relaciones de Trabajo, también se introdujeron reformas sobre algunos temas. Entre otros, se implementó la no vigencia de la indemnización prevista en la Ley Nacional de Empleo, los trabajadores dejan de elegir el período de vacaciones, se permite el fraccionamiento del sueldo anual complementario, etc. Finalmente, el gobierno aprobó una nueva Ley de flexibilización laboral en septiembre de 1998. Esta Ley, consagrada como "la ley de modernización de las relaciones de trabajo", contempla una rebaja en los montos de las indemnizaciones por despidos para quienes accedan a un empleo creado bajo la nueva ley y la derogación paulatina de casi todos los contratos de duración limitada. El proyecto contempla la derogación de los contratos de promoción, quedando sólo en vigencia los contratos de aprendizaje y los de pasantías. El período de prueba se fijó en treinta días con el pago parcial de las cargas sociales y sin derecho del trabajador a la indemnización. Dicho período puede ser ampliado a seis meses, a través de los convenios colectivos de trabajo, con el pago de las cargas sociales y con el derecho a percibir la mitad de la indemnización en caso de que se produzca el despido. En cuanto a la negociación, se mantiene la preponderancia de los sindicatos a nivel nacional, manteniéndose el poder negociador de los gremios nacionales. Así, podemos ver que la reestructuración política, económica y social que vivió nuestro país en las últimas décadas dio lugar a una determinada evolución del modelo de desarrollo de la 3 Las modalidades contractuales promovidas son: fomento del empleo, lanzamiento de nueva actividad, práctica laboral para jóvenes, y trabajo formación. -fomento del empleo: destinada a desocupados, con un plazo de duración de 6 a 18 meses y un 50% de reducción de las cargas. -nueva actividad: para el lanzamiento de una nueva actividad (establecimiento), o una nueva línea de producción de un establecimiento ya existente, con un plazo de duración de 6 a 24 meses y un 50% de reducciónde las cargas. -práctica laboral: destinada a menores de 24 años con formación previa, plazo de 1 año y 100% de reducción de las cargas. -trabajo formación: destinada a menores de 24 años sin formación previa, plazo de 4 a 2 años y 100% de reducción de las cargas. 11 sociedad que produjo repercusiones y trajo implicancias para los diferentes sectores sociales. La situación generada con los sectores medios (y dentro de ellos con los "nuevos pobres") en nuestro país y en América Latina en general, tiene una importancia particular. En efecto, durante las décadas del 60 y parte del 70 se consiguieron avances significativos en salud (descenso de la mortalidad materno-infantil), y educación (aumento de la escolaridad primaria y secundaria y caída del analfabetismo) gracias a la expansión de los sectores medios. La importancia relativa del peso social de la clase media ha sido señalada como una de las notas características de la sociedad argentina. En esto han coincidido análisis realizados desde perspectivas teóricas diversas y orientados por preocupaciones e intereses disímiles. Son en definitiva los sectores medios los que han posibilitado y aún posibilitan la sustentación del largo, difícil y aún incompleto proceso de democratización en la región. La crisis socioeconómica presente, al configurar una sociedad más dual y congelar los mecanismos de movilidad social, plantea un desafío muy grande para la consolidación de los procesos democráticos en términos de procesar más y más complejas demandas con menor disponibilidad de recursos. Creemos que dicho desafío legitima nuestro interés por analizar cuáles han sido las implicancias del proceso de reestructuración política, económica y social para los sectores medios dependientes. Este objetivo lo llevaremos a cabo centrando nuestro análisis en los sectores medios dependientes del Gran La Plata. Para esto partimos del concepto de estrategias de reproducción social, en tanto reproducción integral de sus unidades domésticas en las mejores condiciones posibles. Se utiliza el concepto de estrategias de reproducción social como categoría analítica, que da cuenta de los recursos que las unidades domésticas organizan, de acuerdo a su situación socioeconómica, para lograr determinados objetivos. Es decir, que el término de estrategias de reproducción social es una construcción analítica que intenta dar cuenta de la trama de actividades y relaciones desarrolladas por las unidades domésticas estudiadas, para lograr su reproducción frente a las restricciones que su situación social les impone (Eguía, 1994). Dentro de los recursos que las unidades domésticas organizan para asegurar su reproducción, enfatizamos aquellos orientados al consumo, al gasto y a la organización familiar (esto último en estrecha relación con la inserción laboral). Se toma como unidad de análisis a la unidad doméstica, entendiendo por tal a la organización de un conjunto de personas que conviven en la misma vivienda, sobre la base de relaciones de parentesco o afinidad, para realizar y compartir las actividades cotidianas de producción y las de reproducción de sus miembros de acuerdo con una determinada división del trabajo, de responsabilidades y de un esquema de autoridad. La distribución de las responsabilidades dentro de un esquema de autoridad establecido, así como la realización de las consiguientes actividades para la generación de ingresos y para el mantenimiento cotidiano, la reproducción biológica y la socialización en la unidad doméstica es lo que constituye la organización doméstica. 12 La categoría sectores medios dependientes la tomamos del perfil de clases sociales planteado por Susana Torrado, con base en el censo de 1980: CLASE ALTA: conformada por: a) un estrato autónomo: grandes propietarios agropecuarios, grandes industriales y propietarios de grandes empresas comerciales y de servicios. b) un estrato asalariado o dependiente: altos dirigentes de la industria, altos dirigentes de comercio y servicios y altos dirigentes de administración pública. CLASE MEDIA: conformada por: a) un estrato autónomo: profesionales, propietarios de pequeñas empresas de comercio y servicios y pequeños productores autónomos y rentistas medios. b) un estrato asalariado o dependiente: profesionales, cuadros técnicos, empleados administrativos del sector público y empleados administrativos del subsector empresarial en la industria y en los servicios, vendedores de comercio. CLASE OBRERA: conformada por: a) un estrato autónomo: trabajadores especializados. b) un estrato asalariado o dependiente: obreros calificados y obreros no calificados c) trabajadores marginales: peones autónomos y empleados domésticos. Si bien en nuestro trabajo tomamos y nos hacemos eco de esta categorización y definición de clases, lo hacemos desde la conciencia de la dificultad que presenta la definición en términos estructurales de los sectores medios. Esto nunca fue fácil y buena parte de la sociología de la modernización destacó sus rasgos actitudinales y sus comportamientos más que la caracterización de su inserción laboral. En nuestro país, la existencia de este sector de capas medias urbanas operó como un marco ideal de referencia, como un "modelo" identificatorio que permitía la operación de autoinclusión en un estrato determinado, tomando como modelo implícito el peso y la importancia social que dichos segmentos tenían en la estructura social y de clases. Su existencia real y el imaginario sobre la misma definían los contenidos "del sueño argentino", de una sociedad abierta, fluida, de movilidad social ascendente, en la que el progreso personal coronaba el esfuerzo. En tanto este sueño argentino era viable y observable empíricamente y su continuidad era relativamente poco problemática, no se constituyó en un objeto relevante de investigación en la sociología argentina. Pero debido a los cambios que fueron operando en la economía argentina y por consiguiente en su sistema sociopolítico, como consecuencia de la crisis de los 80 que implicó una aguda contracción económica, una disminución de los ingresos de la actividad productiva con mayor desigualdad en su reparto e inequidad en la distribución del ingreso y de los bienes y servicios, aquel "sueño argentino" comenzó a dejar de ser viable y se convirtió en una problemática digna de ser investigada. Así, fueron apareciendo debates acerca de los costos sociales generados por la crisis y derivados del ajuste. Esta crisis y su persistencia trajeron aparejado un fuerte deterioro en las condiciones de vida de importantes sectores de la población, la estructura social del país fue seriamente afectada, 13 produciéndose un empobrecimiento general y la incorporación de nuevos grupos al universo de la pobreza. Muchas familias de la clase media vieron reducir sus ingresos hasta caer por debajo de la línea de pobreza (limite que indica quiénes pueden acceder a una canasta básica de bienes y servicios y quiénes no. Entre estos últimos están los llamados "nuevos pobres"). Este panorama se combinó y potenció con la crisis del sector público, la disminución de los servicios sociales y la caída en la calidad de los mismos. En este contexto, comenzaron a aparecer diversas publicaciones que versan sobre la problemática de la pobreza, su heterogeneidad y definición; sobre las políticas sociales y su orientación; sobre las condiciones de vida de los diferentes sectores sociales; sobre el problema del empleo, etc. A nuestro juicio sobre el fenómeno del empobrecimiento de los sectores medios queda mucho por desarrollar; por lo tanto y con el objetivo de contribuir al conocimiento del tema decidimos indagar sobre las condiciones de vida de dichos sectores, enfatizando el estudio de las estrategias de reproducción social de sus unidades domésticas. En este sentido retomamos como línea de análisislos trabajos realizados por autores como Jorge Halperín, María del Carmen Feijoó y Jorge Karol, quienes centran sus análisis en las conductas que adoptan distintos sectores, fundamentalmente sectores medios, frente al progresivo deterioro del nivel de vida que los mismo experimentan y la trayectoria seguida en lo concerniente a sus ingresos y a sus posibilidades de consumo. 14 OBJETIVOS GENERALES Y ESPECIFICOS Objetivo general: ver cómo y de qué manera el proceso de reconversión económica, acompañado por políticas de ajuste estructural, afectó la situación socioeconómica de los sectores medios dependientes en el Gran La Plata. Objetivos específicos: 1)Indagar qué cambios operaron en las estrategias de reproducción social de los sectores medios dependiente en el Gran La Plata, a partir del retroceso económico que sufrieron los mismos en las últimas décadas, analizando específicamente: a) cuáles son los cambios producidos en la estructura del gasto de las unidades domésticas de dichos sectores. b) cuáles son los cambios producidos en la forma de consumo de las unidades domésticas de dichos sectores. c) qué cambios se produjeron en la organización familiar de las unidades domésticas de dichos sectores como consecuencia de la inserción laboral de nuevos miembros del hogar, en especial de la mujer. 2) indagar qué cambios operaron en la relación capital-trabajo a partir del proceso de reconversión económica y del plan de ajuste estructural implementados por el actual gobierno justicialista, analizando específicamente: a) cómo son las condiciones laborales de los miembros que están insertos en el mercado laboral: tipo de contratación, estabilidad/inestabilidad laboral, condiciones salariales. b) qué requisitos se piden para la entrada a un puesto laboral. 15 HIPOTESIS Hipótesis central: Las reformas laborales y la descentralización del Estado, implementadas por el gobierno justicialista que rige nuestro país desde 1989, tuvieron fuertes repercusiones sobre la situación socioeconómica de los sectores medios dependientes. Esto produjo un empobrecimiento de sus condiciones de vida y la precarización de su situación laboral. Subhipótesis: Los ajustes económicos implementados durante los últimos años (desde 1991), en nuestro país, hicieron visibles nuevas estrategias de reproducción social, adaptativas a la crisis, en el seno de los hogares de los sectores medios dependientes. Así, en los últimos años, han venido operando cambios en los planos del consumo, en las unidades domésticas de dichos sectores, en el financiamiento del gasto y en la organización familiar, esto último, en estrecha relación con la inserción laboral. 16 ZONA O SECTOR SOCIAL El sector social que se tomará en el presente trabajo será unidades domésticas de los sectores medios dependientes en el Gran La Plata. 17 METODOLOGIA En el presente trabajo se utilizaron: fuentes secundarias: material bibliográfico relevante sobre el tema, publicaciones socioeconómicas y análisis de datos estadísticos. fuentes primarias: se realizaron entrevistas a informantes de unidades domésticas de los sectores medios dependientes del Gran La Plata. Debido al período que tomamos para el análisis ( desde 1989 a la actualidad), las familias que entrevistamos tienen como característica común una trayectoria que ronda los diez años de constitución como tales. DESCRIPCION DE LA MUESTRA La muestra está constituida por 15 unidades domésticas pertenecientes a sectores medios dependientes del Gran La Plata. Son unidades domésticas conformadas por un conjunto de personas que conviven en la misma vivienda, sobre la base de parentesco o afinidad, para realizar y compartir las actividades cotidianas de producción y las de reproducción de sus miembros de acuerdo con una determinada división de trabajo, de responsabilidades y de un esquema de autoridad, con una trayectoria que ronda los diez años de constitución. La misma se compone de la siguiente manera: − una unidad doméstica de jefatura femenina compuesta por la jefa de hogar, el padre de la jefa de hogar y la hija de la misma − una unidad doméstica de jefatura compartida compuesta por los cónyuges y una hija − doce unidades domésticas de jefatura masculina compuesta por ambos cónyuges más hijos − una unidad doméstica de jefatura femenina compuesta por ambos cónyuges más hijos. Dentro de las unidades domésticas compuestas por ambos cónyuges más hijos tenemos un solo caso en el que está inserto en el mercado laboral solamente el jefe de hogar, siendo la esposa ama de casa; en el resto de las unidades domésticas ambos esposos están insertos en el mercado laboral, siendo muy fuerte la tendencia a reconocer como jefe de hogar al miembro masculino. Tenemos un solo caso de familia tipo con ambos cónyuges insertos en el mercado laboral de jefatura 4 femenina . Dentro de este conjunto de familias tenemos entonces: 4 En nuestro trabajo tomamos como “jefe” del hogar a la persona reconocida como tal por los demás miembros del hogar: el jefe sirve como persona de “referencia” en relación con la cual se establecen las posiciones relativas o “relaciones de parentesco” de los otros miembros (“cónyuge”, “hijo”, “madre”) posibilitando así la clasificación del tipo de hogar o familia. Aunque no existen instituciones explícitas al respecto, las costumbres y valores prevalecientes determinan que, en la mayoría de los casos, cuando existe un varón adulto en el hogar, éste es el registrado como “jefe”. Según el censo argentino de 1991, 83% de las familias tienen un jefe varón y solo 17% están encabezadas por una mujer (Wainerman y Geldstein, 1994). 18 Jefatura Ocupación Total Femenina - Profesional. Docente - Empleada administrativa en el Ministerio de Economía 2 Compartida - Empleados administrativos en la Municipalidad y en el Ministerio de Economía. 1 Masculina - Profesional. Empleado en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos. - Empleado administrativo en una empresa de servicios y transporte. - Profesional. Empleado en Tribunales. - Empleado administrativo en el Ministerio de Economía. - Empleado administrativo en el Sindicato Argentino de Docentes Privados. - Técnico. Empleado en una empresa privada. - Vendedor. Empleado en comercio. - Profesional. Docente - Profesional. Empleado en Vialidad - Empleado administrativo en el Sindicato Argentino de Docentes Privados. - Profesional. Empleado en una empresa privada. - Técnico. Empleado en comercio. 12 Entonces, si agrupamos las unidades domésticas de acuerdo a la actividad en la que se desempeña el/la jefe/a de hogar tenemos: � seis unidades domésticas cuyos jefes de hogar son profesionales � tres unidades domésticas cuyos jefes de hogar son empleados administrativos públicos � una unidades domésticas cuyo jefe de hogar es empleado de comercio � dos unidades domésticas cuyos jefes de hogar son empleados administrativos del subsector empresarial privado � una unidad doméstica cuyo jefe de hogar es empleado administrativo del subsector empresarial de servicios � dos unidades domésticas cuyos jefes de hogar son técnicos Este agrupamiento que hemos hecho deja de lado las actividades en las que se desempeñan los cónyuges no considerados jefes de hogar y los hijos insertos en el mercado laboral que tendremos también en cuenta en nuestro análisis, ya que nuestra unidad de análisis es la unidad doméstica en sí. 19 ANALISIS Nos planteamos como objetivo el análisis de las consecuencias que el proceso de reconversión económica que se llevó a cabo en nuestro país, acompañado por políticas de ajuste estructural, trajo a los sectores medios dependientes del Gran La Plata. Como una primera forma de abordar esta problemática planteadacomenzaremos, entonces, por ver qué pasó (en estos diez últimos años), con las estrategias de reproducción social de las unidades domésticas que conforman nuestra muestra. En segundo lugar veremos qué modificaciones se dieron (en estos últimos diez años) en la relación capital-trabajo y qué consecuencias trajeron estas modificaciones en las condiciones de vida de dichos sectores. Podemos plantear entonces como interrogante disparador el siguiente: ¿qué pasó, desde el 89 a la actualidad, con la estructura del gasto, del consumo y de la organización familiar de dichas unidades domésticas? Con la intención de responder nuestra pregunta comenzaremos, entonces, revisando la trama de actividades y relaciones desarrolladas por las unidades domésticas estudiadas para lograr su reproducción social frente a las restricciones que su situación socioeconómica les impuso. Si nos centramos primeramente en la estructura del gasto, podemos ver que del total de las unidades domésticas que estudiamos, la mitad prioriza el gasto en alimento: 7 de las 15 familias que entrevistamos pusieron en primer lugar de prioridad el gasto en alimento y comestibles, 3 de las 15 familias pusieron como prioridad el gasto en alquiler o pago de crédito de la casa, 3 de las 15 familias priorizó la educación, 1 sola familia planteó el gasto repartido de acuerdo a un presupuesto familiar pre-estipulado dentro del cual hay un porcentaje importante que lo destinan al ahorro y 1 sola familia planteó el gasto repartido a todas las cuentas habituales de la casa. Se puede ver, entonces, que estas familias organizan el gasto de acuerdo con un orden de prioridades, dentro del cual ocupan un lugar central los alimentos y comestibles; la educación y el alquiler de la casa también son rubros atendidos por estas familias, mientras que el rubro ropa es atendido sólo por algunas familias y está muy descuidado por el resto (de las 15 familias entrevistadas, sólo 4 pusieron el gasto en ropa en segundo lugar de prioridad). Con respecto al mantenimiento de la casa vemos que este rubro está muy relegado por estas familias, que sólo pueden hacer cosas en la casa muy pocas familias y muy de vez en cuando, pareciese que más que una necesidad este rubro se convirtió en los últimos años en un lujo. Son familias que fueron creciendo en número de miembros con el correr de los últimos diez años y que deben priorizar los gastos según las necesidades. Ninguna de estas familias, considera el gasto en esparcimiento formando parte de los gastos prioritarios, en la mayoría de los casos este rubro está muy relegado, constituyéndose también en un lujo y no en una necesidad. 20 Respecto al consumo podemos ver que en muchas de las unidades domésticas entrevistadas operaron cambios en la calidad del consumo en general o en la calidad de algún rubro en particular desde el 89 a la actualidad: de 8 unidades domésticas que reconocen haber bajado la calidad del consumo, 4 unidades domésticas plantean haber bajado la calidad del consumo en general, 2 unidades domésticas bajaron la calidad de los alimentos, mientras que las 2 unidades domésticas restantes bajaron la calidad en el rubro ropa y tratan de mantener la calidad de los alimentos. En cuanto a la cantidad de consumo, aquí podemos ver que el consumo general ha ido en aumento en algunas de las unidades domésticas debido al crecimiento de estas familias a lo largo de los últimos diez años. La cantidad de consumo por rubro, como por ejemplo ropa, en algunas unidades domésticas ha disminuido, o se encuentra muy ajustado. Tenemos 1 unidad doméstica donde la cantidad de consumo general bajó. También podemos ver que en algunas unidades domésticas operaron cambios en la organización del consumo como forma de abaratar costos. Solamente en 2 unidades domésticas no se produjeron cambios en el consumo, ni en la cantidad, ni en la calidad. Pasemos ahora a ver que ocurrió con la organización de estas familias en los últimos diez años. Si bien casi la totalidad de las unidades domésticas reconocen tener una jefatura masculina, en este punto nos parece importante remarcar la influencia que tiene la inserción en el mercado laboral del miembro femenino en la organización familiar. En la mayoría de las unidades domésticas que entrevistamos la esposa está inserta en el mercado laboral desde que la familia se conformó como tal o quizá desde antes. Tenemos un solo caso donde la esposa no está inserta en el mercado laboral, siendo la misma ama de casa y tenemos también un solo caso donde la esposa se insertó en el mercado laboral hace dos años atrás. Esto hace que a la hora de hablar de la organización familiar estas familias acusen falta de tiempo para estar con los hijos y falta de tiempo durante la semana para organizar el funcionamiento de la casa, pero esto no lo plantean como novedoso sino como una situación con la que están acostumbrados a vivir. Los hijos, el nacimiento y el crecimiento de los mismos, constituyen otra variable recurrente en estas familias cuando se habla de la organización familiar de la unidad doméstica, ya que los hijos, junto con el trabajo, son los que marcan los ritmos y los tiempos dentro de estas familias. ¿Cómo organizan, entonces, las tareas domésticas si ambos miembros están prácticamente todo el día fuera del hogar y quién cuida a los hijos? De las 15 unidades domésticas que entrevistamos, solamente 5 cuentan con ayuda extra, es decir que tiene una persona con sueldo que organiza las tareas domésticas de la casa. Las 10 restantes no cuentan con ayuda extra y organizan las tareas domésticas cuando pueden, los fines de semana y tratando de colaborar todos los miembros que conforman dicha familia; dentro de estas 10 unidades domésticas sólo en una la esposa no está inserta en el mercado laboral. Las 5 unidades domésticas que cuentan con ayuda extra coincidentemente son familias con hijos chicos que se quedan al cuidado de la empleada, es decir que estas familias reemplazan la 21 ausencia de ambos cónyuges contratando una empleada que cuida a los chicos y organiza las tareas domésticas, o para el cuidado de los chicos recurren a algún familiar para que les de una mano. Para responder la segunda parte de nuestra problemática nos centraremos en el análisis de la relación capital-trabajo, para dar cuenta de la reestructuración que se dio en la misma a lo largo de estos diez últimos años. Comenzaremos viendo las características de las ocupaciones de los/las jefes de hogar y de los otros miembros que conforman las unidades domésticas y que también están insertos en el mercado laboral. De las 15 unidades domésticas que entrevistamos, 13 (unidades domésticas) tienen ambos cónyuges insertos en el mercado laboral. Dentro de estas 13 unidades domésticas hay una fuerte tendencia a reconocer como jefe de hogar al miembro masculino, tenemos un solo caso de jefatura femenina y otro caso de jefatura compartida. De las 2 unidades domésticas restantes, tenemos un solo caso con jefatura femenina y ausencia de cónyuge y otro caso de familia tipo donde solamente está inserto en el mercado laboral el jefe de familia, siendo la esposa ama de casa. De los/las 15 jefes de hogar, 12 en la actualidad tienen trabajos estables o relativamente estables y 3 tienen trabajos inestables; de los/las jefes que tienen trabajos estables 2 han pasado por trabajos inestables en los últimos diez años y de los jefes/jefas que tienen trabajos inestables 1 pasó por trabajos estables en los últimos diez años. Respecto a las características de la contratación, tenemos un solo caso de jefe de hogar que está en negro. En cuanto a la antigüedad, la mayoría de los/las jefes de hogar están insertos en el mercado laboral desde antes del 89 y tienen continuidad laboral; solamente 1 jefe de hogar se insertó en el mercado después del 89 y 2 jefes que estaban insertos desde antesdel 89 fueron despedidos de sus trabajos, sufriendo de esta manera discontinuidad laboral. Del resto de los miembros que constituyen las unidades domésticas y que también están insertos en el mercado laboral, 11 miembros tienen trabajos estables o relativamente estables, mientras que 3 tienen trabajos inestables. Respecto a las características de la contratación, tenemos 1 solo caso que está en negro (se incorporó al mercado laboral hace sólo unos meses). En cuanto a la antigüedad, encontramos 2 casos que se han insertado en el mercado laboral después del 89. 22 A la hora de analizar las condiciones laborales de los sectores medios del Gran La Plata, podemos plantear la existencia de una fuerte tendencia a evaluar las mismas, por parte de los informantes de las unidades domésticas entrevistadas, desfavorablemente; esto se da en función de las modificaciones que a lo largo de estos últimos diez años se dieron en los salarios, en las características de las contrataciones, en la reglamentación del trabajo y en las exigencias que se piden. En 13 del total de unidades domésticas entrevistadas alguno de los miembros insertos en el mercado laboral (jefe o no ) percibe que sus condiciones laborales han empeorado en los últimos años. Encontramos testimonios que versan sobre la precariedad y el deterioro de las condiciones laborales, planteando que las mismas son peores ahora que antes, que se perdieron conquistas y beneficios, que el trabajo ahora es más estricto en cuanto a reglamentación, que se pide y exige mayor capacitación, que los salarios son magros en comparación con la responsabilidad que se tiene, que se trabaja más horas y se cobra menos plata. Veamos algunos relatos: "...las condiciones laborales en todo el país están precarizadas, todas aquellas ventajas, derechos y seguridades que otrora los trabajadores habían logrado se fueron poco a poco perdiendo y hoy está plasmado en la ley de flexibilización laboral el deterioro de las condiciones de trabajo..."(Ent.Nº11). "...las condiciones laborales ahora son peores que antes, se han perdido beneficios, hay mayores exigencias y presiones, yo hablo del ámbito docente que es el que más conozco, se han perdido conquistas que había, hay menor capacitación y formación diferente e inferior a la que había antes..."(Ent.Nº1). "...que cada vez la plata rinde menos, que todos los meses te están sacando algo, si no es porque te reducen las horas extras, te reducen los viáticos, cada vez la plata rinde menos, a mí hace dos meses me bajaron los viáticos a la mitad, imagínate como eso repercute en el sueldo. Mi esposo desde que está como Inspector en esas malditas máquinas de sacaboletos no puede trabajar ni una hora extra, no puede trabajar ni un franco porque todo está reglamentado, no es como antes que cuando él quería trabajaba un franco o hacía un par de horas extras..."(Ent.Nº3). "...a mí personalmente nunca me faltó trabajo, siempre tuve trabajos mal pagos pero nunca me faltó trabajo, en la música supuestamente nunca hay trabajo pero a mí nunca me faltó, yo siempre toco alguna puerta y tengo trabajo, también hay que tener en cuenta que yo estudié mucho y me preparé mucho. En el caso de mi marido su trabajo está relacionado con la situación del país porque ese es un rubro que cuando hay recesión económica no funciona, este año por ejemplo fue terrible, su ingreso este año bajó mucho porque como le pagan a comisión su sueldo depende de las ventas del negocio que cada vez son más bajas..."(Ent.Nº13). De las 15 unidades domésticas entrevistadas, sólo en 6 unidades domésticas alguno de los miembros insertos en el mercado laboral (jefe o no) percibe que sus condiciones laborales han 23 mejorado, como consecuencia de un ascenso de categoría con su consiguiente aumento salarial, o como consecuencia de un cambio de trabajo favorable en cuanto a estabilidad y/o salario. De estas 6 unidades domésticas que tuvieron mejoras en las condiciones laborales de alguno de sus miembros (7 miembros en total), 4 miembros son jefes de hogar y 3 miembros son esposas. Veamos algunos testimonios: "...bueno, en cuanto al trabajo de mi esposo como que él va afianzándose en experiencia y ha logrado ascender de categoría con la que entró a la que tiene ahora que le trae un beneficio salarial, mejoró el sueldo bastante, en ese sentido él ve con optimismo su trabajo y con posibilidades de seguir trabajando unos cuantos años más por el área en que está él, generalmente en obras públicas siempre hay trabajos..."(Ent.Nº2). "...mi caso es particular, porque yo pasé por distintos trabajos, se puede decir que tuve mejora en lo laboral en cuanto a estabilidad, pero después otra mejora no tuve, al contrario en lo salarial bajé, en este trabajo cobro menos que en los anteriores, pero esto es estable y los otros no lo eran..."(Ent.Nº7). "...mi situación laboral se puede decir que mejoró, creció porque yo desde 1986 al 96 trabajaba en una escuela, como docente, en un gabinete escolar como Asistente Social con un ingreso docente, pero con menos horas de trabajo, es decir que yo antes ganaba menos y trabajaba menos, trabajaba 4 hs. diarias, ahora gano más y trabajo exactamente el doble de horas, además ahora no estoy ejerciendo mi profesión, es decir que desde lo profesional perdí..."(Ent.Nº12). En realidad, siguiendo la lógica de estos testimonios, podemos ver que dentro de estas 6 unidades domésticas en las cuales algún miembro tuvo mejoras en las condiciones laborales, solamente en algunos casos se puede hablar realmente de una mejora laboral, mientras que en otros la mejora fue relativa. De los 7 miembros que conforman este grupo, sólo 3 miembros aumentaron de categoría o cambiaron de trabajo trayéndoles esto una mejora salarial y laboral; mientras que los 4 miembros restantes mejoraron sólo en algunos aspectos, mejorando el salario pero trabajando más cantidad de horas (en algunos casos el doble de horas), o mejorando la calidad de trabajo, pero con una disminución del salario. De las 15 unidades domésticas entrevistadas, sólo en 1 unidad doméstica sus miembros plantean un sentimiento de bienestar con sus trabajos. Si hacemos un balance general, y tomamos como referencia los testimonios que hemos recogido, podemos afirmar que lejos de haber mejorado las condiciones laborales para los sectores medios dependientes del Gran La Plata, sus condiciones laborales están cada vez más deterioradas, ya que la realidad laboral les impone condiciones de trabajo más exigentes y mayor tiempo de trabajo, para no obtener a cambio mejoras; o en el caso de haberlas, estas mejoras o bien son relativas o bien aumentan las exigencias, convirtiéndose así, la realidad laboral en una realidad preocupante para dichos sectores. 24 Respecto a los requisitos exigidos para la contratación laboral, la mayoría de los miembros que conforman las unidades domésticas que entrevistamos coinciden en plantear que los mismos han aumentado considerablemente en los últimos años y que las exigencias para acceder a un puesto laboral son cada vez mayores. Entre los requisitos que se piden, los que más pesan hoy en el mercado de trabajo son la experiencia laboral, la capacitación y formación y la edad, convirtiéndose esta última en un fuerte obstáculo, ya que afecta tanto a los jóvenes como a los adultos puesto que la juventud es asociada a la falta de experiencia y la experiencia es asociada a la vejez. Veamos algunos testimonios: “...cada vez cuesta más conseguir trabajo y cuesta más mantenerlo porque en todos lados, o sea empresas que están por cerrar y la gente queda afuera y cuando tenés más de 30 años en el trabajo ya sos viejo, ya no servís para trabajar..."(Ent.Nº3). “...cada vez es más difícil, cada vez te piden más aunque sea peor lo que ofrecen, para todo,cuando sos profesional te piden que tengas posgrados y cuando tenés master te piden que seas doctor, ya ahora en la universidad hay cláusulas concretas para ser de determinada categoría tenés que ser o un doctor o un monstruo de las publicaciones y en las empresas es peor..."(Ent.Nº4). Otro elemento que aparece con mucha frecuencia en los relatos de los miembros que entrevistamos es la falta de concordancia entre el nivel de exigencia requerido y la calidad de los trabajos ofrecidos. En este sentido, podemos ver que la mayoría de los miembros coinciden en plantear que en la actualidad cada vez se piden más cosas en el mercado de trabajo y cada vez se ofrecen menos a cambio: se pide determinada edad, experiencia, capacitación, disponibilidad horaria y a cambio se ofrece inestabilidad laboral, magros salarios y puestos laborales precarios. Todas estas precisiones sobre las exigencias laborales surgen o bien de la experiencia particular de algunos miembros o bien de las condiciones que ellos perciben dentro de sus ámbitos laborales. Tenemos 8 miembros que pasaron en los últimos 5 años por la experiencia de insertarse en un nuevo puesto laboral, algunos de ellos contando con experiencia acumulada, otros intentándolo por primera vez. De estos 8 miembros, 4 miembros cambiaron de trabajo en los últimos años por su propia voluntad, 2 miembros fueron despedidos de sus trabajos, sufriendo ser desocupados por un tiempo y 2 miembros se insertaron por primera vez al mercado de trabajo. Veamos algunos testimonios: “...y te encontrás con muchos límites, la experiencia que tenés nunca alcanza, nunca es suficiente, es necesario profesionalizarte y por ahí te profesionalizás y tampoco conseguís trabajo, la edad es terrible, nunca tenés la edad justa, yo tengo 43 años y para muchísimos trabajos ya soy viejo, sentís que no servís para nada, pero tenés que seguir adelante porque tenés una familia que está esperando que vos resuelvas esa situación y se hace muy difícil, se hace muy cuesta arriba desde todo punto de vista..."(Ent.Nº14). 25 “...Daniel tiene un trabajo sumamente inestable como son las guardias (médicas), en cualquier momento si la clínica se funde lo echan y esto ya le ha pasado en otras clínicas. Los requisitos para entrar a las guardias son cada vez más y más y en general se entra a través de conocidos, por contactos, es una historia bastante terrible, él también ha tenido bastante suerte en general y ha tenido que hacer muchos cursos, tiene que prepararse constantemente..."(Ent.Nº8). “...mirá, para mí fue bastante duro conseguir trabajo, pero bueno la realidad familiar estaba muy dura y había que salir a buscar trabajo, uno se siente muy inseguro cuando se decide a salir, pero lo que hice fue contarle a todos los conocidos que necesitaba trabajar y fue a través de un conocido que entré a S.A.D.O.P., pero antes tuve unas cuantas entrevistas para otros trabajos y es duro, es muy duro porque además cada vez que vas a una entrevista te ilusionás y después no pasa nada, además en mi caso si no era por este conocido estaría todavía sin trabajo, porque yo tenía como cosa negativa que no tenía experiencia laboral, requisito indispensable para conseguir cualquier empleo..."(Ent.Nº10). Entonces, podemos afirmar que en la actualidad los requisitos y exigencias laborales han aumentado. Cada vez más estos sectores medios del Gran La Plata, para formar parte del mercado laboral (ya sea para insertarse por primera vez en él, o para mantenerse dentro de él), deben reunir más requisitos y aptitudes para conformarse luego con condiciones laborales precarias, con jornadas de trabajo más largas; con puestos laborales precarios, inestables o mal pagos. También podemos ver que en algunos casos tampoco es suficiente la capacitación, la formación y la experiencia, ya que para acceder a un puesto laboral hay que recurrir a otras alternativas que van más allá de las capacidades personales como son los contactos, los conocidos y las oportunidades de acumular conocidos dentro de este nuevo y exigente mundo laboral. Si volvemos a uno de los puntos anteriores, podemos ver que en la distribución del gasto de estas familias la educación ocupa un lugar importante puesto que, algunas de las unidades domésticas que entrevistamos, pusieron la educación y la formación en primer lugar de prioridad, incluso tenemos algunos testimonios que plantean la educación como la herramienta fundamental para tener mayores posibilidades de inserción en el mercado laboral. Veamos un ejemplo: “...el sueldo se nos va en alimentación y educación, nosotros dejamos de lado muchas cosas pero no la educación, hay meses que a fin de mes estamos a fideos pero los chicos van a inglés y a computación porque yo creo que en este mundo tan competitivo en el que vivimos la única herramienta para defenderse es la educación, la creatividad, la inteligencia y esto lo lográs estudiando..."(Ent.Nº13). Muchas de estas familias de sectores medios dependientes del Gran La Plata priorizan la educación como forma de garantizar mayores posibilidades de inserción laboral para sus hijos, 26 reconocido que la formación y la capacitación son los requisitos básicos que se piden en el mercado laboral en la actualidad. También podemos ver que estas familias tienen una base de formación importante, la mayoría de los adultos que conforman las unidades domésticas entrevistadas tienen estudios secundarios, terciarios y universitarios completos. Del total de miembros adultos (30), 7 tienen estudios secundarios completos, 2 tienen estudios terciarios completos y 11 tienen estudios universitarios completos. Solamente 7 miembros tienen estudios secundarios, terciarios o universitarios incompletos, y 3 están estudiando en la actualidad estudios universitarios. Es decir que en su gran mayoría estas familias están conformadas por adultos que han alcanzado niveles importantes de educación. Con respecto a la educación de los hijos, podemos ver que la mayoría de éstos concurren a establecimientos públicos, del total de hijos estudiando en la actualidad (35), 27 asisten a establecimientos públicos y 8 asisten a establecimientos privados. Podemos ver, entonces, que en su mayoría estas familias apuestan a la educación que brinda el Estado para formar a sus hijos, complementándola con formación extraescolar privada como son cursos de capacitación, inglés, etc. Respecto a esto último, vemos que en casi la mayoría de las unidades domésticas, algún miembro hace actividades de formación y/o capacitación. Solamente en 3 de las 15 unidades domésticas entrevistadas ningún miembro realiza actividades de formación, en las 12 restantes los hijos o los adultos o ambos hacen algún curso de formación (en algunos casos reconocen que antes hacían más actividades de formación). Mayoritariamente son cursos realizados de forma particular, extraescolar y extralaboralmente, pero en algunos casos son cursos brindados por el mismo trabajo. 27 CONDICIONES DE VIDA Y SITUACION FAMILIAR La percepción de la situación familiar la tenemos desde la mirada de la/el informante de cada unidad doméstica, teniendo en cuenta que en algunos casos corresponde al jefe de hogar y en otros no y que en en algunos casos es la visión del miembro masculino y en otros es la visión del miembro femenino. Para analizar la tendencia que se da en dicha relación (percepción de la situación familiar), comenzaremos viendo cuál fue la evolución que sufrió el ingreso total de las unidades domésticas entrevistadas, desde el 89 a la actualidad. De acuerdo con los testimonios recogidos (de las 15 familias consultadas), en 7 el ingreso total aumentó, en 7 disminuyó y en 1 sola se mantuvo. Creemos que la mejor forma de analizar estos comportamientos es revisando cuáles fueron las causas de los mismos. Si comenzamos por las unidades domésticas que tuvieronun aumento del ingreso total, vemos que de estas 7 unidades domésticas, en 2 el ingreso total aumentó debido a la incorporación de nuevos miembros al mercado laboral y en las 5 restantes el aumento se debió a cambios de categoría o cambios de trabajo de uno de los miembros o de ambos miembros adultos. ¿Cuáles son las causas por las que se explica la disminución del ingreso total en las 7 unidades domésticas restantes?: reducción de viáticos en 3 casos, cambio de trabajos en 2 casos (mejorando la calidad de trabajo pero con menor sueldo), 1 caso al que le redujeron la cantidad de horas extras, y otro caso donde el ingreso total tuvo altibajos debido a que el jefe de hogar (único sostén de la casa), pasó por distintos trabajos y estuvo buen tiempo desocupado. Entonces, a partir de estos datos podemos ver que la mitad de estas familias de sectores medios dependientes del Gran La Plata debieron afrontar, desde el 89 a la actualidad, una disminución de sus ingresos totales, modificando en muchos casos, como ya vimos, la estructura del consumo y del gasto, como forma de afrontar la crisis de sus economías domésticas. La otra mitad de estas familias tuvieron mejoras en el ingreso total, ya que el mismo desde el 89 a la actualidad aumentó, pero no debido a un aumento salarial, ya que en la mayoría de los casos el aumento del ingreso total se debió a un aumento de horas trabajadas de los miembros, o a la inserción laboral de nuevos miembros al mercado de trabajo (siendo el objetivo de la inserción laboral complementar el ingreso total porque la plata no alcanzaba). De los 5 casos que cambiaron de trabajo o ascendieron de categoría sólo 2 aumentaron sus salarios y tuvieron mejora laboral sin aumentar las horas trabajadas, mientras que los otros 3 al aumentar sus salarios, aumentaron también las horas trabajadas, duplicándolas en algunos casos. Son familias que tienen muy poca capacidad de ahorro; de las 15 familias entrevistadas, en la actualidad sólo tienen capacidad de ahorro 3, mientras que 7 no tienen en la actualidad y 5 nunca 28 tuvieron. De las 7 que no tienen capacidad de ahorro en la actualidad, 5 de ellas reconocieron haber tenido alguna vez, demostrando esto el recorte económico que sufrieron dichas economías domésticas. En la mayoría de los casos tienen una imagen bastante negativa de la propia situación familiar, sienten que están estancados, que tienen muchos gastos que enfrentar, que se endeudan, que están ajustados en el consumo, que tienen que privarse cada vez de más cosas y trabajar cada vez más, que tienen poco tiempo para compartir en familia, que renuncian a cosas afectivas debido a la realidad laboral. De las 15 familias que entrevistamos, sólo 3 de ellas se sienten en una situación privilegiada y esto en comparación con amigos o conocidos que tienen problemas laborales. En definitiva, son familias que tienen, aún y a pesar de tener en la mayoría de los casos una trayectoria que ronda los diez años de constitución, muchas expectativas sin cumplir, muchas aspiraciones sin concretar. La mayoría de estas familias plantean como cosas pendientes más o menos las mismas: poder irse de vacaciones, viajar, poder salir más, tener más tiempo libre, arreglar la casa o poder brindarles más cantidad de actividades extraescolares y de formación a sus hijos. La totalidad de estas familias tienen una percepción negativa de la situación económica actual del país, ya que las 15 familias entrevistadas coinciden en remarcar que el país está en una crisis total, que la situación por la que pasa el país es preocupante, alarmante, denigrante y que desde el gobierno se priorizó lo económico dejando de lado lo social. Ellos sienten que esta situación los afecta directamente ya que todo lo que pasa en el país, todo lo que pasa en la sociedad afecta a las familias puesto que y como lo define un informante "la economía global...es la suma de las economías particulares, la economía global es un fenómeno general que afecta cada caso particular que son las economía familiares...", y los efectos más claros de esta relación los podemos ver en las experiencias por las que pasaron en los últimos años los distintos miembros de estas unidades domésticas pertenecientes a sectores medios del Gran La Plata: desocupación temporaria, dificultades en los jóvenes para insertarse en el mercado laboral, sumado al sentimiento de angustia e inseguridad con el que conviven estas familias. 29 INSERCION LABORAL Y DESOCUPACION Una y otra son dos problemáticas que afectan a algunos de los miembros que conforman las unidades domésticas entrevistadas. Veamos algunos testimonios: “...la desocupación es un índice altísimo, yo al menos nunca ví tanta desocupación, jamás y creo que cada vez es peor, o sea da la impresión como que no hay posibilidad de cambio, porque te exigen cosas que a los chicos por ejemplo los explotan porque si trabajan en comercio y están para las ventas y no hay gente comprando los mandan a limpiar vidrios o a hacer cualquier cosa. Mi hija, por suerte, lo de ella fue medio atípico porque fue por medio de un conocido, pero tengo el caso de la otra que está estudiando abogacía, que está hace cuánto buscando trabajo y no hay caso, nada aparece, se ha anotado en miles de lugares, ha hablado con todos sus conocidos, ha recorrido avisos y no hay caso. Lo de la otra fue bastante atípico porque no es fácil conseguir, si no es por ese conocido todavía estaría buscando..."(Ent.Nº6). “...Mi hijo, por ejemplo, hace meses que quiere conseguir un trabajo y está perfeccionándose y relacionándose con gente y no pasa nada, accede a cuanta oferta de trabajo hay, que las hay, pero son trabajos muy precarios y muy poco redituables, él busca cierta estabilidad, en la práctica notamos que es muy difícil insertarse en el mercado laboral y teniendo incluso preparación. Los requisitos son los comunes el tema es después lo que te ofrecen como trabajo, sueldos bajos, precariedad, inseguridad..."(Ent.Nº11). “...yo sufrí ser un desocupado y como persona decís por qué me pasa esto, por qué estoy así, te planteas un montón de cosas y sentís mucha impotencia, te baja la estima, ves todo negro, sentís que la familia se derrumba. La desocupación es una realidad que estamos viviendo en este país, yo no la acepto, pero bueno es así, son las reglas del juego, qué se puede hacer, ese es el problema qué se puede hacer, habría que cambiar todo, habría que cambiar un montón de cosas. Es muy duro, más todavía porque yo tenía una familia que alimentar y es como que a la gente viste, uno cuando está en una situación fea a la gente le molesta, es muy difícil encontrar solidaridad, tenés que arreglártelas como podes, con lo que tenés..."(Ent.Nº14). Estos testimonios dan cuenta de la problemática que representa la inserción laboral y la consecuente desocupación en la actualidad, tanto para los jóvenes que deben insertarse por primera vez en el mercado laboral, como para los adultos. Como ya vimos anteriormente la incorporación al mercado de trabajo no depende solamente de la preparación y las aptitudes personales, además hay que reunir todos los requisitos requeridos, tener experiencia laboral, tener determinada edad y muchas veces tener buenos contactos o conocidos. Ambas problemáticas preocupan y producen mucha angustia a la mayoría de las familias entrevistadas. En la mayoría de los casos y de acuerdo con lo recogido por intermedio de los/las informantes de cada familia, sienten y piensan que insertarse en el mercado de trabajo es muy difícil, 30 ya que hay muchos obstáculos y requisitos. Esto hace que la gente demandante de trabajo acepte cualquier condición de trabajo con tal de obtener un ingreso a cambio. Ellos, en la mayoría de los casos, creen que el índice de desocupación actual no tiene precedentes en nuestro país y que esta gran demanda de trabajo