Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Seminario sobre ciencias básicas como prerequisito para la enseñanza de la oceanografía (1-2 octubre de 1962)- Seminario sobre biogeografía de los organismos marinos (3-6 octubre de 1962) Item Type article Download date 25/05/2024 01:32:15 Link to Item http://hdl.handle.net/1834/35483 http://hdl.handle.net/1834/35483 Universidades Nacionales de Buenos Aires, La Plata y del Sur P. E. de la Provincia de Buenos Aires INSTITUTO DE BIOLOGIA MARINA CENTRO DE COOPERACIÓN CIENTÍFICA PARA AMÉRICA LATINA. UNESCO (Montevideo, Uruguay) INSTITUTO DE BIOLOGÍA MARINA (Mar del Plata, Argentina) SEMINARIO SOBRE CIENCIAS BASICAS COMO PRERREQUISITO PARA LA ENSEÑANZA DE LA OCEANOGRAFIA 1 - 2 de octubre de 1962 SEMINARIO SOBRE BIOGEOGRAFIA DE LOS ORGANISMOS MARINOS 3 - 6 de octubre de 1962 BOLETIN N° 7 OCTUBRE 1964 MAR DEL PLATA I:'<TROD e CCIÓK Por acuerdo del Seminario Latinoamericano sobre Estudios Oceanográficos, realizado en la Universidad de Concepción, Chile, el 20 al 25 de noviembre de 1961, se recomendó la realización en 1962, en la República Argentina, de un ~eminario sobre Biogeografía de los Organismos Marinos, indicándose al Museo "\rgentino de Ciencias Naturales" Bernardino Rivadavia" como sede del mismo. Luego de varias conversaciones en Buenos Aires, entre autoridades del Centro de Cooperación Científica para América Latina, del Consejo Nacional de Inves- tigaeiOllPS Científicas y Técnicas, del Servicio de Hidrografía Naval, del Museo ~\rgentino de Ciencias Naturales y del Instituto de Biología Marina, se acordó que era más conveniente realizar los seminarios en el Instituto de Biología ~farina de Mar del Plata, durante los días 1 al 6 de octubre y que en el Museo de Cieneias Naturales se llevara a cabo un acto con motivo de la eelebraeión del 1509 aniversario de la fundación de dicho Museo, agasajándose al mismo tiempo <l los partieipantes de los seminarios. Graeias a la aetiva participaeión del Director del Centro de Cooperación Científica de la UNESCO para América Latina, Dr. Angel Establier y del Dr. HUgf) Ferrando del Uruguay, Secretario del mismo y la ayuda económica del CONSEJO NACIONAL DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS y TEC- ~ICAS de la Hepública Argentina y de la UNIVERSIDAD DB BUBNOS AIHBS, se realizaron satisfactoriamente las reuniones eientífieas. El Instituto Interuniversitario de Biología Marina fue la sede de los Se- minarios. A ellos se adhirieron las Instituciones representativas marplatenses, entidades oficiales y las dedieadas a las actividades pesqueras, periodismo y público en general. Asimismo concurrieron delegados de diversos organismos del país relaeionados con el mar. Los integrantes de los Seminarios recomendaron al Instituto de Biolog'ía .Marina la publicación de los trabajos presentados y discutidos en las reuniones. En el Boletín del Instituto de' Biología Marina se publican las contribuciones del segundo Seminario que se refiere a la Biogeografía de los Organismos :.\farinos. LUIS ALBERTO ROSSI De manera inesperada dejó de existir el 25 de noviembre de 1962 en Oslo, Noruega, el Licenciado Luis Alberto Rossi, del Instituto de Biología Marina, quien se estaba especializando en bioproducción del mar en aquel país. Rossi había nacido en Buenos Aires el 19 de diciembre de 1927, se graduó de bachiller (~n el Colegio Nacional de Buenos Aires en 1945 e ingresó al Doc- torado en Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la rniversidad de Buenos Aires, graduándose de Licenciado en 1952. Su sólida preparación universitaria en ciencias básicas le permitió abordar con soltura temas biológicos en los cuales era menester conocimientos de física, química y matemáticas y fue por ello que con verdadera pericia proyectó y eonstruyó sus propios instrumentos científicos. Inmediatamente de egresado se desempeñó en la Dirección de Laboratorios de Obras Sanitarias de la Nación y como Ayudante de plantas Celulares el Departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, llegando a Jefe de Trabajos Práe- ticos con dedicación exclusiva en esta última Institución. En 1962 se trasladó a Oslo con una beca de Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Téc- nicas. Participó en aquel país en una campaña oceanográfica a Islandia y rea- lizó estudios sobre plancton en Bergen y en el Instituto de Biología Marina de Oslo con la dirección de los profesores Grim Berge y Trygye Braarud, este último, Jefe de la actual escuela planctológica noruega, dijo que Rossi dejó una impresión muy favorable en ese Laboratorio y se reveló como muy inteli- gente y poseedor de un excelente "background" que le permitía proseguir su tarea sin dificultad. "Todos nosotros lo apreciábamos tanto y tuvimos tan bue- na impresión de su capacidad para el trabajo que pensamos que su muerte significa una gran pérdida para la ciencia en su país". Hossi publicó algunos trabajos sobre temas de su especialidad, entre los que se, pueden mencionar" Estudio Limnológico del Embalse Los Sauces (La Rioja) " y "Aporte a la distribución geográfica de las algas de agua dulce en la Argentina ", etc, Trabajaba para finalizar su tesis Doctoral, sobre biopro- ducción del Atlántico Sur. AUTORIDADES DE LOS SEMINARIOS Ciencias Básicas como Prerrequisito para la Enseñanza de la Oceanografía: Presidente: DR. SANTIAGO R. OLIVIER (Argentina) Vicepresidente: DR. OTT:lIARVVILHEL:lI (Chile) Secretario: DR. HUGO J. FERRANDO CCruguay) Relator: DR. RAFAEL DÁvn.A CUEVAS (PerÚ) Biogeografía de los Organismos Marinos: Presidente: DR. SANTIAGO R OLIVIER (Argentina) Vicepresidente: DR. ENRIQUE RIO.JA (México) Secretario: DR. HUGO .J. PERI;AND::J (rruguay) Relator: DRA. jJilarta Vannncci (Brasil) Secretario Coordinador de ambos seminarios: DR. ENRIQUE B. BO"CII: (Argentina) LIST A DE PARTICIPANTES BRASIL Dr. Paul0 Sawaya Dra. Marta Vannucci Dr. Aylthon B. Joly COLOMBIA Dr. Luis Ortiz Borda COSTA RICA Dr. Rafael Lueas Rodríguez CRII~E Dr. OttmarWilhelm Prof. José Stuardo Prof. Réetor Eeheverry Dra. Elda Fagetti MEXICO Dr. Enrique Rioja PERU Dr. Hafael Dávila Cuevas URUGUAY Dr. Rugo J. Ferrando Prof. Isaías Ximénez VENEZUELA Dr. Luis Manuel Peñalver SEMINAHIO SOBHE BIOGEOGHAFÍA DE OHGANISl\IOS Mc\lUNOS CEN'l'RO DE COOPERACIÓN CIENTÍFICA DE LA ('NESCa P~\RA J\J\IJilRlCA J-,ATINe\. Dr. Angel Establier O'FICINA DE OCEANOGRAFÍA, DEl'ART. DE CIENC. NATt:RALES UNEsüa Dr. JJlÜS Howell Rivero ARGENTINA Dr. VÍctor Angelescu Prof. Enrique Balech Prof. Irene Bernasconi Dr. l~steban Boltovskoy Dr. Enrique E. Boschi Dr. Oscar Kühnemann Dr. Rogelio López Prof. Alberto Nani Dr. Santiago R. Olivier Dr. Frangois Ottmann Tte. Luis Villanueva Dr. Lothar Szidat OBSERVADORES Jng . Juana de Ciechomski (Inst. Biol. Marina). Dra. María L. Fuster de Plaza (Inst. Biol. Marina). Dr. Daría Guitar (Cuba). Dr. Jarge Morello (Univ. Hs. Aires). Dr. Willis E. Pequegnat (National Science Foundation, liSA). Contr. Rodolfo N. lVI.Panzarini (Inst. Antártico Argent.). Dr. Héctor Orlandó (Inst. Antártico Argentino). Prof. Elvira Siccardi (Univ. de Buenos Aires). Prof. Josefina Urquiola de De Carli (rnl\'. del Sur). 7 SEMINARIO' SOBRE CIENCIAS BASICAS COMO PRERREQUISITO PARA LA ENSEÑANZA DE LA OCEANOGRAFIA DOCUMENTOS (*) 1. La enseñanza de la Oceanogmfía lNsica, por el Cap. de Kav. Luis R. A. Capurro, Senieio de Hidrografía Naval, Rep. Argentina. Presentado por el Tte. Luis VillanueYa. :2. I"a enseJ1anza de la oceanogmfía Geológica, por el Dr. Fran<;ois Ottmann, :-'el'yicio de Hidrografía Naval, Rep. Argentina. 3. La organización nniuersitaria de los estndios de biología marina, por Dr. Enrique Rioja, Instituto de Biología, Uniyersidad Autónoma de México. -1-. ~1 iJ//'csfigai,ji7o ]/1arinha como extensiio do ensino nn¡:versitário, por el Prol'. Dr. Pmtlo Sawaya, Depart. Fisiologia Geral e Animal, l~niyersida(le de Silo Pau]o. Brasil. ,). Los [nsiitntos centrales de ciencias básicas nniversitarias al serviciode III occanogmfía, por el Dr. Ottmar \Vilhelm, Universidad de Coneepción, C11ile. 6. Pormación de personal a nivel 1lIÚvC1'sitario en ciencias del Dr. H ugo ~T. Ferrando, Departamento de Biología Marina Universidad de Montevideo, Uruguay. 7. Jnslihlto Oceanográfico de la Universidad de Oriente (Cnmaná, Venezue- la). Organización y Planes de estudio, por el Dr. Pedro Roa ::\IoraÜ,s, Inst. Oeeanográfico, ('niy. de Oriente, Venezuela. Comentado por el Dr. San- tiago R. 01ivier. 8. Esbo~:o do programa para cnrsos de pos-graduai,jao em oceanografía, por "\. S. Kuhwr. H. C. Chagas, L. Teixeil'a~ :;VI.S. de Ameida Prado y 'r. K. 8. Bj()mberg, l~niyersidade de Silo Pa1110, Brasil. Comentado por la Dra. :;Vlal'ta Vannueei. <). Profesiones y formación en Ciencics del Mar, Institute of }Iarine Seienee, r'niyersidad de ::\liami, Florida, eS.A. Comentado por el Dr. L. HowelJ Hivero. 10. Cursos de estudio en Oceanografía, Departamento de wrsidad de California, La J olla, California, 1".S.A. Prof. E. Balech. mar, por el y Pesqnera, Oceanografía, Uni- Comentado por el e) Estos documentos no se publican en este Boletín. SEMINARIO' SOBRE BIOGEOGRAFIA DE LOS ORGANISMOS MAIUNOS DOCUME~TOS (*) 1. EJ,tensilo da flora marinha no S1Ü do Brasil - nota preliminar, por el Dr. ,Aylthon B. Joly, Departamento de Botánica, Facultade de Filosofia, Cién- cias e Letras, rniversidade de Silo Paulo. :2. Distribución geográfica de las algas del Pacífico, por el 1'1'01'. IH'ctor Et. cheverry Daza, Estación de Bio]ogía Marina, 1\1ontemar, Chile. 3. Biogeograf[a de las algas marinas tropicales de la costa Atlántica de A ¡¡¡(- rica, por el Dr. 1\1anuel Díaz-Piferrer, rniversidad de Puerto Hico, De. partamento de Biolog(a. -1. lmpodancia de la vegetación en biogeografía Marina, por el DI'. Oscar K Ühneman, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, ¡'nivE'rsitla(l de Buenos Aires e Instituto Nacional de Tecnología Imlnstrial, (>ntro de Investigación de Biología Marina, Buenos Aires, Argentina. '. Los peneidos de Brasil, Uruguay y A1'gentina, por el Dr. Enrique E. Bos- ('hi, Instituto de Biología :Marina, Mar del Plata, Argentina. G. Distribución geográfica de los equinoideos y asteroideos de la e,rlrunid(f(l austral de 8udamé1'1'ca, por la Prof. Irene Bernasconi, 2\luseo Argentino de Cieneias :\' aturales "Bernardino Rivadavia", BUE'nos Aires, Arg'ellt ina. !. La porasitología como ciencÚL auxiliar para la biogeografía de organismos marinos, por E'l Prof. DI', Lothar Szidat, l\Iuseo Argentino (le CiPJJeias Na- turales "BE'rnardino Rivadavia", Buenos Aires, Argentina. R Zoogeografía de los Quetognatos, principalmente en la región de Califor- nia, por la Dra, Angeles Alvariño de Leira, Seripps Institutiou of Oecano- graphy, Cniversity of California, La .lona, Californicl, eS.A, Comentn(10 por la Dra. Elda Fagetti. 9. Problemas de la distribución geográfica de los peces marmos sudamerica. nos, por el Dr. Rogelio B. López, Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia", Buenos Aires, Argentina. (",) Algunos de estos (locumentos a pesar de haber sido presentados y comentrlílos en el Seminario, no figuran en este' volumen porque los autmes no entregaron el resumen soli- eitado oportunamcnte. IU INSTITUTO DE BIOLOGÍA MARINA 10. Estttdio preliminar de la distribución geográfica actual de los pinípedos en América Latina, por Prof. Isaías Ximénez, Estación de Biología Ma- rina de la Isla de Lobos, Servicio Oceanográfico y de Pesca, Uruguay. 11. La división Zonal en biología marina y Stt nomenclatura, por el Prof. En- rique Balech, Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén, Argentina. 12. Problemas geográficos de los peces antárticos, por el Prof. Alberto Nani. Instituto de Biología Marina, Mar del Plata, Argentina. 13. Distribución de los moluscos marinos litorales en Latinoamérica, por el Prof. José Stuardo, Instituto Central de Biología, Universidad de COllC'C'p- ción, Chile. 14. Provincias zoogeográficas de Amér'ica del Sur y su Sector Antártico segÚn los foraminíferos bentónicos, por el Dr. Esteban Boltovskoy, Museo Argen- tino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia", Buenos Aires. Ar- gentina. 15. Caracter'es de la biogeografía marina de MéÚco y de Centro Arnér"ica, por el Dr. Enrique Rioja, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autó- noma de México, México. 16. Caracteres biogeográficos de la r'egiún de Chile, por el Prof. José Stuardo. Instituto Central de Biología, Universidad de Concepción, Chile. 1í. Caracteres biogeográficos de la región de Argentina y Urngcúay, por el Prof.f<~nrique Balech, Estación Hidrobiológica de Puerto Quequén, Ar- gentina. 18. Zoogeogmfía Marinha do Brasil, por la Dl'a. :Marta Vannucei, Instituto Oceanográfico de Sao Paulo, Brasil. EXTENSAO DA FLORA MARINHA TROPICAL NO SUL DO BRASIL (NOTA PREL~MINAR) POR AYLTHON B. JOLY Departamento de Botanica, Faculdade de Filosofia, Ciencias e Letras, Dlliversidade de Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil. A primeira tentativa de que ternos notícia de procurar urna limitagao geo- gráfica da flora tropical marinha nas costas sulamericanas foi a feita por Set- chell em 1915. Neste trabalho Setchell usou as isotermas da temperatura de superfíeie da água do mar do mes mais quente do verao (fevereiro ou, possivel- mente margo) no hemisfério sul. O limite assim conseguido estenderia a flora tropical até os limites de Ilha de Sao Francisco no Estado de Santa Catarina. nas costas brasileiras, ::!:: 270 L.S. Segundo Setchell, esse seria o limite su! da flora essencialmente tropical que corresponde, no nosso hemisférico deste lado do Atlántico, a urna extensao da flora dominante na regiao do :Mar das Caraibas. Naturalmente, no tempo en que foi feita esta delimitagao por Set- chell (1915), muito pouco se conhecia de natureza de flora marinha das cos- tas brasileiras. A maioria dos trabalhos até entao existentes com informagoes sobre as algas que crescem nas costas do Brasil, eram essencialmente pequenas listas de espécies coletadas, eventualmente, sem nenhum método. :Muitas refe- rencias antigas de ocorrencia de algas no Brasil apenas mencionam como 10- calidade, costa brasileira! Por outro lado, os pontos de coleta estavam coloca- dos ao norte de cidade do Rio de J aneiro, portanto, há cerca de 5 o de lati- tude meis ao norte do que o limite proposto por Setchell, de tal sorte que foi naquele tempo impossível comprovar, com dados efetivos de ocorrencia de espécies típicas, a veracidade do esquema proposto. O's trabalhos sobre algas na costa brasileira que aparecierem mais tarde (Howe e Taylor 1931, Taylor 1930 a e 1930 b), estudaram, entretanto, colegoes muito reduzidas de algas coletadas em alguns pantas esparsos da costa brasileira. :Mais recentemente, o presente autor teve oportunidade de estudar em detalhas a flora da baia de Santos, que é um tipo característico do Brasil meridional (J oly 1957). Estudos detalhados da flora algológica de urna regia o mais ao norte de ]2 AYLTHON B. JOLY baía de Santos (Joly, nao publicados), aproximadamente numa zona interme- diária entre a referida baía e a do Rio de J aneiro, estao senda realizados. Des- tps estudos tem resultados publicagoes como es de Joly 1956 e os de Joly e eol. 1962 a e 1962 b, que tem procurado dar cohecimento de extensao de oco- rrencia de generos e espécies ao longo da costa brasileira. Do recente estudo de Taylor (1960), sobre as algas marinhas tropicais e subtropicais na costa atlántica americana, extraímos os seguintes dados re- ferentes a porcentagem de distribugao das algas marinhas conhecidas nesta regiao. O número total de espécies conhecidas atinge 760, incluindo-se ness.> c-ómputo cerca de 140 variedades e formas. Dessp número, se excluem esp0- eies muito pouco encontradas e talvez por isso duvidosas, ficamos com as S('- guintes porcentagens: 1n - 28 % dessa flora é encontrada exclusivamente dentro da regir\:¡ caraíbica, 'JO - 11 % sao encontradas exclusivamente ao norte da regIaO caraíbica,:3" - 33 sao encontradas ao sul da regia o caraíbica, ao longo da costa brasileira, 4" - os restantes 28 % sao formas maJs cosmopolitas, isto é, encontrad,,:.; também em ontros mares. Dos trabalhos mais recentes do presente autor, acima indicados, depreende- se ({1Ie um número cada vez malor de espécies conhecidas anteriormente exclu- sinmwnte da regia o caraíbica, está senda encontrado na regiao de Ubatuba, ]la eosta do Estado de Sao Paulo e, portanto, ampliando de muito a extens'ío geográfica das mesmas. E claro que tais achados virao, progrcssivamente, re- dnzir a porcentagem das espécies "endemicas" da regiao caraíbica e com iss:) desloear para muito mais ao sul o centro de dispersao de flora tropical na costa atlántiea ocidental das Américas. Por ontro lado, a comparagao da flora atual- mente em estndo, com a da regiao de Santos anteriormente estudada, evidencia mua diferel1(;e enorme quanto ao número de espécies, pmbora as duas regioes nao se encontrem multo afastadas geográficamente. A regiao de Santos ell- contra-se na latitude de 24° e a regiao de Ubatnba a 23°38'. Entretanto, 1e- ,-andose em conta o número de espécies que ocorrem em Santos (100) e o nú- Ilwro até agora encontrado na regiao em estudo, de mais de 150, evidencia-sp a riqueza da flora mais ao norte da baía de Santos, riqueza essa dada por f'spécies características da florá caraíbica, isto é, da flora tropical. Devemos nos lembrar que des 100 espéeies que ocorrem na regiao de Santos, 19 % sao de representantes de mna flora subtropical nao representada na regiao do Mar EXTENSA O DA FLORA MARINHA TR<JPICAL NO SUL DO BRASIL D des Caraibas. Da comparagao desta flora coma da regiao de Ubatuba ressaltw mais o caráter tropical da flora desta última regiao pela adigao de elementos típicamente tropicales em mais de 50 ,% da flora que ocorre na regiao de Santos. Acredito que com éstes dados podemos já prever que os limites da flora tropical e subtropical devem sa encontrar próximos da regiao da baía de Santos situada a 24 o de latitude. Isso se despreende pelo aumento enorme do número de espéci('s tropicais que ocorrem um pouco mais ao norte da regiao de Santos. E evidente que tal afirmagao deverá ainda ser comprovada com um estudo detalhado de urna regiao localizada ao sul de baía de Santos, estudo ésse programado para breve. E de se esperar que tal afirmagao de que há aumento progressivo nessa flora, do número das espécies consideradas como elementos de vegetagao sub- tropical nao representados na chamada" flora caraíbica". Quero salientar ainda urna vez, de como na flora subtropical brasileira aparecem elementos representados na flora algológica subtropical sulafricana (Joly 1957). Acreditamos, por outro lado, que nao possam ser rigorosanwnte precisados (\s límites entre estas duas floras, pois as condigoes locais da costa sul brasi- le ira nao sao as do tipo encontradas, por exemplo na costa americana do Atlán- tico norte, onde a separagao entre a flora algológica ártica da flora algológica temperada se faz perfeitamente, sem urna zona de transigao onde ocorresse pelo menos urna mistura parcial das duas floras. Com isto pensamos ter dado urna idéia dos verdadeiros limites da flora tropical da costa sul do Brasil, em tragos gerais. Acompanha éste estudo urna lista dos géneros e espécies tropicais que (I('OITem nas duas regioes. 14 AYLTHON B. JOLY GÉNEROS E ESPÉCIES TROPICAIS TÍPICAS DA FLORA DA BAÍA DE SANTOS'!' A ~II: 1::.\1 ENCONTRADAS NA FLORA DE UBATUBA: Enteromorpha chaetomorphoides lllva fasciata Chaetonwrpha antennina ChaetoYnorpha brachygona Cladophora fascicularis Cladophoropsis membranacea Caulel"pa fastigiata Caule1'pa racemowr 1)ar, 1lV1:jera UoodleopsÚ pusilla Cod¡'um taylorii Ectocarpus brevial"ticulat1ls Dictyopteri~ dclicatula lhctyota ciliolata Padina gymnospora Padina V/:ckersiae Spatoglossum schroederi HargassuYn cymosum e Val", stenophy- llum Falkenberg'ia hillebrandii pteroclad¡:a pinnata J ania adhaerens Cryptonemia crenulata Grateloupia cuneifolia Grateloupia filicina H alymenl:a. rosea Gelidiopsis tenuis Hypnaea spinella Gigal"tina teedii Champia parV1lla Spyn:dia filamentosa Chondria polyrhiza Acctnthophora spicifera Bryothamnion seaforthii Bryoclacl1:a thyrsigera H erposiphonia tenella Bost.rychia radicans Bostrychia ten ella Bostrychia binderi BostTychia scorpioides GENEROS OU ESPÉCIES 'l'ROPIGAIS DE REGlÓ DE UBATUBA NAÓ ENCONTRADOS N ,\ REGIAÓ DE SANTOS: Acicularia schenckii Acetabularia calyculus Acetabularia crenulata A vroinvilea nigricans (prox.) Caulerpa ¡'acenwsa var, occidentalis Caulerpa scrtularioides Ectocarpus irregularis Dictyota cervicornis Dictyota volubilis Rosenv.ingea sanctaecnwis Sphacelaria brachygonia Sphacelaria furcigera Sphacelaria tribuloides Dictyopteris plagiogramma K ylinia crassipes Agardhiella tenera Amphiroa fragilissima Liagora farinosa Asparagopsis taxiformis Bryocladia cuspidata Champia salicoirnioides Dipterosiphonia dendritica Dorhniella antillarum Galaxaura cylindrica Galaxaura frutescens Gymnothamnion €legans Griffithsia tenuis Gracilariops¡:s sjoestedii H eterosiphon¡'a wurdemani.¿ Jt urrayella periclados Spyridia aculeata Spyridia clavata Scinaia complanata Wrangelia argus Liagora ceranoides EXTENSAO DA FLORA MARINHA TROPICAL NO SUL DO BRASIL L.; REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS DO TEXTO HOWE, "CI1.A. amI \Vm. R. TAYLOR, 1931. Note on new 01' little known mar'ine algal' [ron! Bmzil. Brittonia, 1: 8-33. JOLY, A. B., 1956. Additions to the 1narine flom of Brazil. 1. Bol. Fac. Filo Ciellc. Letr: Univ. S. Paulo 209 (Bot. 13): 1-21. JOLY, A. B., 1957. Contrib1Ú<;tl0 ao eonheCiimento cla flora fico'lógica marinha da baía dc Santos () arredorcs. Bol. Fac. Filo Cienc. Letr. Univ. S. Palllo 217 (Botmlicn 14): 1-l9G 19 prnnchas. .JOLY, A. B. e :VI. CORDEIRO.1962 a. Adclitions to the 1iwrine flom of Brazil II. Bol. J;'ac. }'il. Ciellc. Letr., Univ. S. Paulo 257 (Botanica 18): 223-228 4 pl. .TOLY, A. 11. e col., ]962 b. Aclditions to the marine flora of BraÚI III. (em prepnro). SE'fCHELL, Wm. A., 1915. The law of te1i1peratllre ronneetul l1'ith the di','fr'¡¡J/fti,)J/ of Ihe marine algae. Ann. Mo. Bot. Garden 2: 287-305. 'rAYLOR, Wm. R., 1930a. Algae colleeted on the Hasslu, Albatross and SchlllUI E.rz)('ditioJ/l: I Marine algar from Brazil. Amer. Journ. Bot., 17: 627.(;34. 'l'AYLOR, \Vm. R., 1930b. Not(J on marine algae fro1), S. Pmdo, Brazil. Ame!'. .JOUl'll. Bot, 17: 6:35. TAYLOR, Wm. R., 1960. Marine algae of the eastern tropical a.'ul .~ILbtropical coa.sts of ti/e A1nerieas. IX 1-870 (incl. 80 plates). Ann Arbo,., Mich., U. S. A. DISTRIBUCION GEOGRAFICA DE LAS ALGAS DEL PACIFICO POR HÉCTOR ETCHEVERRY DAZA Estaciónde Biología Marina - Montemar - Chile TEM.A.RIO 1. - Introducción. "[1. - Considerac:ones Generales. III. - Lista de las especies dadas para pj ál'Pn, sistemátieamente ordenadas con su distribución. 1. - Con el propósito de dar cumplimiento a un acuerdo del Seminario Latinoamericano sobre Estudios Oceanográficos, me permito presentar este bosquejo sobre biogeografía de las algas del Pacífico Sur. Desarrollaré mi trabajo considerando que la Geografía Botánica o Fito- geografía, estudia la distribución de las especies tomando en cuenta los medios de dispersión de las algas, así como las acciones bióticas y geográficas. Ante la imposibilidad de considerar toda el área del Pacífico, me he limi- tado sólo la Pacífico Sur y en especial a Ecuador, Perú y Chile. Al hablar de Chile, incluyo preferentemente en este país las Islas Oceánicas de Juan Fer- nández, Desventuradas, Pascua, Antártica Chilena (delimitada por los meri- dianos 53°W y 90° Y el Polo Sur) y Chile Continental. Hay que hacer notar la falta de informaciones de carácter biogeográfico para los vegetales marinos de esta área, como para muchas otras. II. - Con un Criterio corológico se incluye la vegetación de los mares en el reino oceánico. También este reino ha sido dividido en dominios, basándose en la distribución de losgrandes talófitos. Se habla del dominio tropical, boreal y austral. El área a considerar cae dentro del dominio austral. Dentro del área comprendida por las costas de Ecuador, Perú y Chile podemos hablar de zonas climáticas, yendo de Norte a Sur tenemos una zona climática: tropical, una zona subtropical (temperada caliente), una de aguas frías y la región Antártica. III. - Siguiendo el criterio biogeográfico establecido por los zoólogos, en base especialmente a estudios malacológicos. En el área a considerar distinguen: 18 HÉCTOR ETCHEVERRY DAZA 1. - Provincia Peruano-Chilena, que abarca la costa 6° Latitud Sur hasta la Isla de Chiloé 42° Latitud Sur. 2. - Provincia Patagónica, desde Chiloé al Cabo de Hornos extendiéndose también al extremo sur oriental de la costa de Sud América. Si eonsideramos la distribueión de las algas, los límites de dichas provin- eias no eoineiden exactamente; por ejemplo la Provincia Peruano Chilena, lle- garía hasta Talcahuano, es posible encontrar especies dadas para el Perú, en 1'aleahuano; es el caso de Macrocystis de algunas especies de los Géneros Gi- r;artina y Gracilaria" Desde Talcahuano a Chiloé habría una región empezaría la Provincia Patagónica o Magallánica Biogeógrafos. Al referimos a la distribueión consideraremos la continuidad o diseonti- nuidad de las especies y el parecido que pueda existir entre la flora algológica de un lugar y la de otros, la procedencia de algunas familias, géneros y las especies cosmopolitas. La flora algológica chilena se extiende a lo largo de la costa occidental de Sud Amériea, desde la latitud 18°22 'S, hasta el Cabo de Hornos. Incluyendo además numerosas islas, siendo las de mayor importancia, por su tamaño y abundancia de algas y endemismo de algunas especies: el Archipiélago de Juan Fernández, las Desventuradas (San Félix y San Ambrosio) y Pascua, el Te- rritorio Antártico, que también considero, comprende un sector de ella. Para Chile Continental desde Arica 18°50' hasta Chiloé 42°, las condi- eiones biológicas y físico-químicas (mareas, luz, temperatura y salinidad) son más o menos las mismas. Desde Chiloé a Cabo de Hornos existen numerosos archipiélagos, costas rocosas, aguas de baja salinidad y grandes diferencias de mareas. La región de Arica a Cabo de Hornos 54° es rica tanto en géneros como espeeies eon las características de una flora de zona subtropical en el norte ~- de una zona templada en su extremo sur. La zona litoral en su mayor extensión es rocosa, batida por las aguas. La sublitoral cubierta por un cinturón de algas con claro dominio de tres grandes gÉneros: DlIrvillaea, Lessonia y Jlacrocystis. vV. A. Setchell para el Hemisferio del Sur establece las zonas climáticas: siguientes, en función de las isotermas de las aguas superficiales del mar. de transición y en Chiloé como la denominan otros 1. - 1'ropieal con 25 o. 2. - Subtropieal, 20". DfSTRIBUCIÓN GEOGR~FICA DE LAS ALGAS DEL PAcíFICO 19 3. - Templada, caliente 15°. 4. - Templada, fría 10°. 5. -- Antártica, 5°. El litoral del PerÚ caería en la zona Subtropical. En el Chileno distingui- ríamos: 1. - Región subtr'opieal: Ija zona subtropical en nuestro país con aguas superficiales de 20° iría desde Arica a Caldera. 2. - RegiÓn templada, caliente: con una isoterma de 15 °, desde Caldera a Talcahuano 37° Lat. 3. - Región templada, fría: con una isoterma de 10°, desde Talcahuano a Cabo de Hornos. 4. - Región Antártica: con temperatura de 5°, eomprendería dicho te- rritorio. Refiriéndose a la distribución de las especies en ellas, Setchell afirma qUE' cuando una especie se presenta E'n dos o más zonas, su habitat normal E'stá solan18nte en una de ellas. V. J. Chapman en un reciente trabajo sobre algas (1962), al rrferirse a ]a ecología de las algas en el Pacífico, destaca el hecho de qUE', las diversas zonas de litoral están dominadas por animales: Littorínidos en la franja supralitoral, Chamaesipho-Balanus, SerpÚlidos y Corallinas en la litoral n18dio y Dnrvillaea, Lessonia en la Sublitoral. Tomando como norma las zonas climáticas de Setchell, la región norte y eentral de Chile se asimilarían a las zonas subtropical y templada caliente. La flora presenta en esta zona, elementos como los géneros Chaetomorpha y Ulva entre las Chlorophyta)' Glossophom, Petalonia, Lessonia entre las Phaeophyta y Gelidium, Ahnfeltia, Gigartina, Chondrus, Rhodymenia y Dendrymenia en- tre las Rhodophytas, las que establecen cierta continuidad con el PerÚ. De Valparaíso a Chiloé empiezan a acentuarse los caracteres de la ngión templada fría, que se estabilizan en la zona de Chiloé a Cabo de Hornos. Entre las especies se nota un marcado aumento del nÚmero de Rhodophyta y de las Phaeophyta aparece el g€nero DurviUaea típico de Chile. Al sur de Cabo de Hornos se dejan sentir claramente las condiciones an- tárticas, con una vegetaeión algológica abundante en Rhodophyta de las fami- lias Gigartináceas, Rhodomeláceas y Delesseriáceas entre otras. 20 HÉCTOR ETCHEVERRY DAZA La surgencia es responsable del aparecimiento en la región del sur de Chile, de géneros y especies propios de aguas frías antárticas, tales como: Cladophora, Desmarestia, Adenocystia, RaZZia y de otros de aguas calientes en el norte del país, tales como: Chaetomorpha~ Codium, Glossophora y Grate- loupia. Para las regiones subantárticas y antárticas tenemos algunos géneros con especies circumpolares como: Scythothamnus (S. austraZis), DurviZZaea (D. antarctica), lJ,Iacrocystis (JI. pyrifera), lridaea (lo obovata), RaZZia, Lit'hothamnion. Géneros propia- mente antárticos son: Ascoseira, Cystophaera, Phaeglossum, PhyZZogicas y Curdieao De los 73 géneros dados para este sector de la Antártida, 43 son de Rho- dophyta y de todos ellos alrededor del 50 % de las especies están dadas para la región de lVIagallanes, comprendida entre el Estrecho y el Cabo de Hornos, lo que denota una clara influencia de esa región en la parte subantártica. A lo largo de la corriente de Humboldt, desde la latitud de Arica encon- tramos yendo de Norte a Sur: Especies de los géneros: Lessonia y JIacrocystl:S, que se hallan en aguas de Africa del Sur y Nueva Zelandiao JIacrocystis destaca por su bipolaridad, desaparece sólo de zona de aguas calientes del Ecuador y reaparece en las cos- tas de California; se cree que su migración se efectuó cuando la temperatura de los Océanos fue más uniforme y la especie se hizo menos tolerantes a estos cambios. Géneros Cosmopolitas: Ulva, Cladophora, Caule¡'pa, CollJmnenia, Ectoca1" ¡;us, 8phacelar'ia, Erithrotrichia y Erithrocladiao Chile Continental reúne un total aproximado de 136 géneros de Chloro- phyta (19), Phaeophyta (39) y Rhodophyta (78) con 358 especies. La mayor parte de los géneros y especies corresponden a la región patagónica, con un 70 %; 20 % para la región Chileno Peruana que va desde Arica a Caldera y el resto para Chile Central. Si consideramos ahora las Islas Oceánicas, vale decir, Archipiélago de Juan :B'ernández, Islas Desventuradas (So Félix y San Ambrosio) y Pascua, situadas las primeras frente a Valpara'so a la Longitud de 78°\V y las segundas frente a Caldera a una Longitud de 80oW, destaco los hechos siguientes: La flora de Juan F'ernández y Desventuradas se caracteriza por el ende- mismo insular de muchos de los géneros y especies y por poseer también nume- rosas especies dadas para las regiones tropicales ysubtropicales, en especial (le los géneros: Dictyota, Cladophora, Chaetornorpha, Ectocarpus y Padinao Por DISTRIBUCIÓ" GEOGRÁFICA DE LAS AI.GAS DEL PACÍFICO 21 otro lado hay elementos comunes con los de Tierra del Fuego e Islas Falkland, es el caso de los géneros: Gerninocarp1ls, Gyrnnogongrus, y Rhodyrnenia y aún algunos géneros dados para Australia y Nueva Zelandia; SplachnidÜun, Sci- thotharnnus. Hecho curioso, faltan los grandes Laminariales de la costa chilena: Lcssonia-}[ acrocystis, igualmente DurviUaea. Tenemos un total de 55 géneros y 68 especies para Juan Fernández yDesventuradas y de 54 géneros y 68 especies para Pascua con marcado domi- 1110de Rhodophyta en ambas Islas. En los últimos años he observado la presencia, en aguas continentales chi- lenas, que quedan frente a estas islas (Quintero), de algunos géneros y especies dados para ellas y cuya presencia no se había señalado para Ohile continental, tal es el caso de Phycodrys, AnWharnnion, Plenosporiurn, Heterosiphonia, po- (Iría explicarse este hecho por una migración a causa de las corrientes. Algunos géneros presentes en las Islas son ricos en especies como: Ectocarpus, Chantransia. Lithothamnion y Lythophylnm entre hn Coralli- lláeeas. La flora de la Isla de Pascua situada entre los 27°08' Latitud Sur, 109°22' Longitud OE encierra además de las especies endémicas que son muchas, otras eomunes con el Mar Caribe, como son algunas de los géneros Galaxanra, Poco- ckieUa, Dl:ctyota, Dictyopteris y H alimeda. En Pascua hay que destaca!' q1H' (1e las grandes feofíceas sólo las del género SargasS111n están reprrs?ntadas (8. skottsbergii) especie que es uno de los elementos dominantes en la vegl'tación de la Isla. Por la latitud en que se encuentra, su flora corresponde a la zona templada caliente. La familia Corallinaceae está abundantemente representada con los géneros Tjthothamnion, Lithophyllwn, M elobesia, Porolithon, Arnphiroa y J ania. De modo general se puede decir que la vegetación algológica de estas Islas es pobre. La flora de las Islas Galápagos y de Ecuador continental es completa- mente tropical, con claro dominio entre las Chlorophyta, de Codinm, Ulva, Enteromorpha, Caulerpa, de Dyctyotales (Diotyota, Glossophora, SpatoglosSllJn, Dictyopteris, Zonaria, Picockiella, Padina) y especies de SargassuJn entre las Phaeophytas y de las Gelidiales y Cerarniales entre las Rhodophytas. IjoS Géneros: Ecklonia, Des1narestia, Dendrymenia, Gigartina, conectan las Galá- pagos con la región central del Perú y Norte de Chile. Según lo expresa el Dr. vV. R. Taylor en Paco Mar. Algae of the Allan n. Exp. Galápagos Is1. la composición de la flora es de 17 % de Chlorophyta, 12 HÉCTOR ETCHEVERRY DAZA 16 % de Phaephyta y 67 ';lo Rhodophyta, no faltan tampoco las cspecIes en- démicas. El Perú presenta sólo una extensión de costa de 32 Km. con condiciones que permite una flora tropical, el resto, la mayor parte del país, con aguas templadas, posee una vegetación propia de una región templada caliente. Ha- een un total de 132 especies para todo el país. Las g-randes feofíceas (Laminariales) de los géneros j}facrocystis, Lessonia y Eisenia, constituyen los elementos dominantes de la zona sublitoral. Numerosos son los géneros comunes con el Norte de Chile, es el caso de Glosso]Jhora, Colpomenia, Petalonia, Gelidium, Ahnfelha, Gigartina, Chondrlts, Rhodymenia, Corallina, manteniéndose así una cierta continuidad en la distri- bución de ellos. En el Número III se da la distribución de las especies dr algas dadas para Chilr Continental, sistrmáticamrnte ordenadas, con su sinonimia y localidades. Finalmente, Estas dr disÚibución fitogeográfica de las algas en el Archi- piélago de ,fuan Fernández, Isla de PascEa, Antártica Chilena, Perú r Islas Galápagos, y un mapa del Pacífico Sur. BIBLIOGR\Fli\ AG.\RDTH, .T. G.: -1848-63- Spécics Genera et Ordines Algarllm. l, II III. Lund. BORGESEN, F.: -1913-:20- Thc Mm'inc Algae o[ the Danislt West lndies. Vo1. I-II Kohenhavn. --19:24- Tlte Marinc Algae [rom Ea8ter lsland. Thc Natural History o[ .Juan Fer- 1/(¡ndez ed. C. Skottsherg. Vol. II N9 9, Uppsa]a. RORY DE SAIN'l'-VICENT, J. B.: -1828- Voyage autour du Monde sur la Corutte "La ('ol/lIille" (Cryptognmie). Paris. Co~"roN, A. D.: -1915- Cryptogams [rom the Falkland Islands colleetcd by Mr.'.Vallcntin. Jourll. Linn. Soco Bot. Vol. 43. London. DAWSOX, E. Y.: -1941- A rc.¡;-icw 01 the Gcn1lS Rhodymenia with clcscription o/ ncu- species (13 pl.) Allan Hallcock ]'acific Expcilitions. 3. (8) 123-181. EKXAN, 8.: -}fJS3- Zoogcography o[ tlte Sea. London. D'FRVILLE, ]).: -1826- Flore des Malo1lines (Mém. Soco Linn.) IV Pnris. F':LIHL\XN, G.: -1937- Recherches S1lr la Vegétation Marine de la Mecliterranér. La Cote des Alberes. Rev. Alg. Tome X, 1937. HEDGPETH, .l. W.: -1957- Treatise on Marine Ecology and Paleoecology. Vol I N9 6í, pp. 17-:27. H,\RVEY, W. H.: -1847- Nereis Australis, Algae of the Southern Ocean. Londoll. HOWE, M. A.:-1914- The Marine Algae o[ Pene Mem. Torrey Bot. Club Vol. 15 New YOrk. KliTZING, ]<'. T.: -1845-69- Tabulae Phycologicae 1-19 Norhausen. LEGENDER, R.:-1940- Le milieu '/narin océaniq1le néritique et litioral. Mém. Soco Biol. V01. VII. LEVRING, T.:-1941- Die '/necresalgen del' Juan Pernánclez lnseln en N ato Hist. J. ]<'cI'llÚndeznnd Easter Isl. Vo1. TI N9 22 Uppsala. --194:2- Einige 1'rf.eeresa!gen '/:On den lnleln San Ambrosio 1rnd San Féli:r. Botaniska Notiser Lund. '. DTSTRIBUCIÓN GEOGR-~FICA DE LAS ALGAS DEL PAcíFICO 2:~ --1960- Contributions to thc Marine Algae Flora 01 Chile Rep Thc LUllll. Uuiv. Ohile Exp. NI? 39. Lund. MONTAGNE,P. C.: -1852- Historia Física y Política de Chile... C. Gay BoUl1lica, Tomo YIII. Algas} París. MURRAY, J. y J. HJ~~~t 1]!~ (l~~tl¡~ ~t t1¡~ ~~f~1!, L~ll(l~IL OLTMANNS,P.: -1904- Morphologie und Biologie del' Algen. Vol. 1. PICCONE, A.:-1886- Alghe del viaggio di circumnavigazione deUa p. 5. pl. 2. Génova. - -1889- N1wve alghe del viaggio di circumnavigazione cleUa Vettor l'isani (R. Accad. dei Lincei, Vol. VI, págs. 9-63. Roma, 1889). BETCHELL, W. A.: -1915- The low 01 temperature connected with the distribution 01 the Marine Algac. Ann. M. Bot. Garden 2: 287-305. --1936- lridophycus, gen. nov. and its j'epj'esentationin SOl/th AmeJ'ica. Proc, Kat. Acac1. Sei. Vol. 22, 1936. - -1937- lridophycl/s, with special relerence to the South AntCriean speeies. Luiv of Calif. Publ. in Botany. Vol. 19 (6): 195.244, pls. 23-29. Bcrkcley, Calif. I:;KOT'fSBERG,C.:-12;)5- Some remarks upon the geographieal distribl/tion oll'C[)l'la- tion in the colder SouthcTn HernisphcTe. Imer. Stockholm. --1906- Nagra anteckningaj' cm Sydhalvets jatteal Kelpen (Macrocystis) Fauna oe/¡ FloTa l. Stockholm, 1906. --1907- Zur Kenntnis deT S!¡bantarltischen 1/1uJ Antarktischen Meeresalgen. l. Phaeophyceac. Wissen. E-rgeb. lJer Schwed. Südpolm' Etrpidition. 1901-1903. B,}. 4. Stockholm, 1907. ,-1919- 7,ur Kcnntnis der, Subantarktischen 1lr1d antarktischen MecJ'esalgen. ll. Rhodophyccen (H. Kylin 1mcl C. Skottsbcrg). Bd. 4. Stoekh'olm. --1921- Marinc Algae, 1 Plweophyceae (Bd. 61 N<? 11-1921) Stockholm. - -1923- MaTinc Algac, 2 Rhodophyceae (Bd. 63, NI? 8, 1923) in Botanischc Ergcbni8sc des Schev. E:rp. Nach Patagonia 1mcl dem FeucTlanélc 1907-1909. Stockholm. --1941- .Marino Algal Communities 01 the Juan li'ernánclez lslands, witl/ rema;'h-& 011 the composition 01 the Flora, The Natural History 01. J. Fernánclez and Eastcr lsland, Vol. II N'! 23. - -1941- Communitics 01 llLarino Algaein Subantartic and A ntartic Waters. KUl1g'l. Sv. Veto Hnnd. Band. 19 NI? 4. --1948- Aclditional Remarks to "J¡{aTine Algal Cornrnllnities 01 the .luan FC1'I1ández lslancls", N<?27. - -1953- On two collediolls of Antartic :Marino Algae. Arkiv. fo!' Botal1ik. KUllgJ. Bv. Vet. Serie 2 Band. 2 NI? 7. Stockholm. TAYLOn,W. R.:-1989- Mal'inc AlglCc Irom Uruguay, Argentina, the Fal/dand Islancls an(J ti/e Strait 01 JJLagellan. Papel's of the J\Iichigan Arad. of. Sri. Arts. [lIl(l Lett. Vo1. XXIV. --1945- Paeilic Marine Algae 01 the Allan Hancock Krpedition to tlle Galapagos Islan(ls (Plates 1-100) Vol. 12. Los Angeles. --1947- Marine Algae Ir01n Peru and Chile. Papcrs of thJ ~Iichigan AraclcllJJ", Arts and Ijett. Vol. XXXI, págs. 57-90. XIV, pl. 1947. --1960- MaTinc Algae 01 the Eastern Tropical ancl 81lbtropieal coast 01 tlle Americas TTniv. 01 Miehigan P-re8S. Anu. Arbor. STEPHENSON, T. A. Y A. STEPHEl;SOÑ.: -1949- l'he Universal Featllres 01 Zonation between tide-marks on Tocky coasts Journ. Sc. Vol. 37. WOMERSLEY,H. B. S. -1954-The Species 01 Maerocystis with special relerence to those onSouthern Au,strali-an Coasts. [Jniv. oí Calif. Publ. in Bot. Vol 27. NI? ~. pp. 109-132: p1. 1-8. 1 map. Berkeley. ' Jena. Vettor Tisani 97 BIOGEOGRAFIA DE LAS ALGAS MARINAS TROPICALES DE LA COSTA ATLANTICA DE AMERICA RESUMEN POR M. DIAZ-PIFERRER Universidad de Puerto Rico, Departamento de Biología La flora marina tropical del Atlántico ofrece varios problemas a resolver con el fin de clasificarla convenientemente; uno de ellos se relaciona con su clasificación biogeográfica. A manera de contribución preliminar se presentó cste trabajo a la consideración del Seminario Sobre BiogeografÍa de Organis- mos Marinos. Se presentan los antecedentes históricos de los trabajos algoló- gicos pioneros que dieron fundamento y orientación a estos estudios botánicos ('ll el Caribe y que al mismo tiempo constituyen la fuente principal de donde d autor obtiene sus datos para la elaboración y discusión de su tesis. Se dis- cute el origen de la flora marina tropical del Atlántico y se presentan a la (.onsideración datos pertinentes para clasificar la moderna flora marina tropi- eal del Atlántico bajo la denominación biogeográfica de "La Provincia Botá- nica Marina del Caribe". Se describen y discuten cinco tipos de habitats cara e- terÍsticos de subdivisiones de la Provincia y se ilustran con seis tablas que in- duyen las especies de algas más comúnmente asociadas a cada tipo de habitat y cuyas asociaciones les dan características particulares. La distribución y com- posicién de la flora marina de la Provincia se discuten y se ilustran con 28 tablas y un índice taxonómico de los géneros de algas marinas representados en la Provincia. Se incluye un Índice bibliográfico de 200 referencias consul- tadas y citadas para la documentación de sus discusiones y conclusiones. IMPORTANCIA DE LA VEGETACION EN BIOGEOGRAFIA MARINA PO:l OSCAR KüHKEMANK Universidad de Bucnos Air('s e Instituto Kaciomtl de Tecnología Iwlustrial. Centro de Inyestigación de Biología Marina - Buelws Aires - Rej!. Argentina INTRODrCCIóN La yegetaeión marina en su mayor parte formada por algas, eonstituye UJl yalioso elemento para identifiear zonas biogeográficas y así su eonoeimiento {OSde importancia en el sistema litoral y en el sistema pelagial considerando tal concepto de acuerdo al criterio de Pruyot (1896). En esa banda estrecna que rodea 10s continentes que conocemos como SiS- tema litoral, la Yegetación bentónica se adhiere a las rocas en una amplitud Yertical condicionada por la penetración de la luz. Esta misma Yegetación resulta de gran importancia por el aporte que rea- liza a su muerte como detritus ycgetal, forma en que ingresa al cido biológico del mar. En el sistema pelagial la YE'getación marina está constituida por el Fito- plancton y su yolumen está regido por diversos factores, estando por su¡nlPsto restringido al estrato fético o trofogénico. Como excepción dentro de su grupo hallamos las praderas del" mar de los Sargassos". A continuación damos una reseña histórica sobre los diversos intentos de clasificaciones biogeogníficas y por fin la adoptada por nosotros; además describirem'os las interrelaciones (1(' la vegetación en el sistema litoral. RESEÑA HISTÓRICA ,Vahlemberg (1812) en Noruega, Ch. IV!. d 'Orbigny (1820) y Lamoureux (1815-26), en Francia, dieron los primeros documentos sobre distribueión de las algas y también los primeros ensayos de divisiones bionómicas de las re- giones marinas oeupadas por la vegetación. Existen pocas obras de eonjunto i'>obre el tema, pero de ellas se destaca el trabajo de Torsten, Gislen (1930) para todos los mares del mundo donde trata ambos reinos. Al zoológo Forbes (1843) 28 OSCAR KÜHNEMANN debemos los trabajos iniciales de división en "zonas" superpu~stas, cada una con una flora y fauna características. Estableció para el mar Egeo "regiones" caracterizadas por animales o algas, desde el nivel del agua hasta más o menos 550 m. de profundidad que para él significaba el límite de la vida animal. Se- ñalaba 8 regiones, las cinco primeras con algas, la sexta y séptima entre 100 y 190 m. sólo con" Nulliporos" (que eran algas Lithotharnn iaceae), la octava región se caracterizaba por la ausencia de vegetales. Basándose en observacio- nes del Mediterráneo substituye esta clasificación por una que admite 4 "zonas" : 19) Zona litoral: oscilación de mareas. 29) Zona circunlitoral o de Larninariales desde el límite inferior de las mareas hasta más o menos 27 m. de 'profundidad. 39) Zona mediana o de Comllinaceae desde el límite inferior de la zona circunlitoral hasta 91 m. (50 brazas). 49) Zona inframediana o de "Corales del mar profundo" a partir de 50 brazas hasta el fin de la vida animal. Como vemos también usa la presencia o ausencia de las algas para carac- terizar las" zonas". Lorenz (1863) considera 6 pisos superpuestos que llama" regiones" y para dasificarlos hace hincapié en la variación de los factores físicos y químicos. 19 región supra-litoral, situada debajo del más alto nivel del mar. 29 y 39 región litoral que la divide en litoral emergente e inmergente. Las demás las caracteriza por medidas más o menos convencionales. Lo interesante es que cada región es subdividida según la transparencia del fondo, composición química del agua en categorías secundarias que llama" facies" cada una con su vegetación característica. En 1877 Ardissone y Staforello, estudiando las algas de Liguria dividen la región en 3 zonas en base a medidas de profundidad: 19 zona desde el más alto nivel hasta 3 brazas. 29 zona desde 3 a 20 brazas. :~<.>zona desde 20 hasta el límite de la vegetación. Hace notar que también se puede llamar a la primera, zona de las algas confervoideas o algas verdes y a la tercera zona de Halyrnenia. Como se ve estos autores dan importancia capital a la profundidad. IMPORTANCIA DE LA VEGETACIÓN EN BIOGEOGRAFÍA MARINA. 29 La misma tendencia se nota en los bioceanógrafos del Atlántico Norte. Kjellman (1877) para Escandinavia distingue una región litoral desde el más alto al más bajo nivel de las aguas, una región sublitoral hasta 20 brazas y otra elitoral por debajo. El zoólogo Vaillant (1873-91) restringe los límites de Kjellman y sustitu,yp la noción de niveles batimétricos invariables por los niveles cotidales, lo cual permite realizar comparaciones en distintos mares. Berthold en 1883 trabajando sobre la repartición de las algas en el Golfo de Nápoles, no da importancia a la profundidad en dicha repartición, sino a la agitación del agua y de la luz. Pruvot (1896-97) considera que el Dominio marino puede dividirse desd(' el punto de vista bionómico en tres sistemas: sistema litoral, sistema abisal y sistema pelagial. De estos tres sistemas, el litoral está caracterizado en muchos casos por su vegetación. En el pelagial la vegetación es planctónica. De acuerdo al mismo autor el sistema litoral es una banda estrecha sumer- gida hasta la profundidad de 200 ó 250 m., que bordea los continentes y tiene como características una fauna especial, presencia de un suelo submarino, luz del día que permite la vida vegetal cuyas condiciones físicas presentan amplias variaciones estacionales o de otra naturaleza. Caracteriza los horizontes del piso litoral por especies de algas, así el ho- rizonte superior sería el cubierto por F'ucus, el horizonte medio por Cystoseira e Himanthalia según los substratos y el inferior por Laminaria.. El gran mérito de Pruvot fue substituir en bioceanografía la noción de nivel bionómico por la de nivel batimétrico o cotidal, mostrando que la pro- fundidad no tiene la importancia preponderante que se le había atribuído; sí tiene importancia la agitación del agua, el substrato y otros factores. Dentro de los sistemas de Pruvot pueden establecerse divisiones cuyos nom- bres y límites han variado de acuerdo al criterio de los distintos autores. Los primeros fitogeográficos como Agardh J. C. adoptaron el nombre de región, conservando luego por Kjellman (1878) y Cotton (1912). Flahault(1901) siguiendo a Pruvot adoptó el término de "zona" dando la siguiente definición: nombre aplicado a los pisos de vegetación superpuesta en altitud (zona alpina, sublitoral, abisal). Apareció luego el término de "piso" aunque zona fue usado en ese y otros sentidos por diversos autores (Gausen, 1933; Ollivier, 1929). Feldmann (1937) prefiere el nombre de piso, para de~ signar las divisiones principales dentro del sistema litoral, que por otra parte 30 OSCAR KÜHNEMAN"'i ya fuera empleado por Decrock (1914) y Seurat (1924); Du Rietz (1930) llamó" Stufe", aplicándolo a las comunidades vegetales terrestres. Ollivier (1929) da un estudio sobre los diferentes factores que influyen en la repartición de las algas. A) Profundidad .Y presión; emersión, composi- ción, luz, temperatura y agitación del agua, substratos, factores biológicos ex- ternos, etc. Los términos zona y región deben ser reservados para la designación de divisiones corológicas del globo terrestre y de acuerdo a las definiciones de Setchell (1917): una zona por ejemplo, constituye la reunión de regiones ma- rinas de un mismo hemisferio donde la temperatura del mes más cálido está <:omprendida dentro de un intervalo de 5°C. Son por lo tanto, términos de índole geográfico y así podremos decir: zona templada sur de la región del atlántico sur. l\Ierecen destacarse las contribuciones de Doty (1957) y sus trabajos expe- rimentales en colaboración con Archer (1950). Doty (loc. cit.) llama" inter- cotidal" al lugar donde hay un cambio en la presencia de las especies domi- nantes que denomina" niveles críticos", a veces relacionados con la naturaleza (le las mareas y con la distribución de los organismos indicadores. Hace constar que estos son casi siempre de valor local, pero indica la existencia de equiva- lentes ecológicos es decir de especies vicarias. SISTEMA LITORAL Nos parece oportuno dar aquí las definiciones aprobadas por el coloquio de Dinard (1959) en lo referente a la terminolog:a en uso para el sistema lito- ral, únieo que interesa a los que estudian la vegetación brntónica. PISO: Es el espaeio vertical del dominio bentieo donde las eondiciones eeo- lógieas, independientes del substrato, pero en funeión dr la situaeión eon res- pecto a los niveles del mar, son sensiblemente constantes o varía regularmente entre dos niveles eríticos indieando los límites del piso. H()RIZO~TES: Son las sub divisiones verticales rlemrntales que pueden local- mente aparecer en el seno de un piso. Definieión que reposa en earaeteres eeo- lógieos no de poblaeiones. Estos deben diferenciarse bien de las" Cinturas" que son earacterizadas por una espeele o un grupo de especies vegetales o animales que ocupan un nivel determinado en un horizonte y se extienden en mayor o menor grado horizontalmente. IMPORTANCIA DE LA VEGETACIÓN El'< BIOGEOGRAFt\ MAHIN,\ 31 Tendríamos de esta manera los siguientes pisos: 1) Piso supralitoral, caracterizado por emersión constante cuyo límite su- perior es difícil de establecer. 2) Piso litoral con alternancia regular e irregular de submersión y emer. sión, aceptado por la mayor parte de los autores, con sus tres horizontes, supe. rior, medio e inferior. 3) Piso infralitoral; están de acuerdo la mayoría de los autores en que sólo se puede distinguir un piso después del nivel más bajo de mareas, con dos horizontes, superior e inferior, a los que Feldmann (1951) da categoría de pisos. Existe muy poco conocimiento de lo que pasa en ese piso. Necesidad de trabajos ecológicos y florísticos, especialmente su relación con la penetración de la energía radiante. El buceo autónomo utilizado ya en las costas de eSA, parece ser el método más apropiado para su estudio. Por encima del piso supralitoral Johnson y Skutch (1928) sitúan un piso adlitoral, caracterizado por emersión constante, con presencia de halofitas vas- culares, mojadas sólo por mareas ecepcionales 0 por salpicaduras. Este piso sería sinónimo del piso supralitoral pero además la presencia de halofitas vaSCll- lares en el caso de las costas argentinas tampoco entran dentro de ese esquema. Du Rietz (1940) propuso una serie completa de nuevos términos para de- signar los diferentes pisos, aplicables a toda la vegetación marina y a la mar- ginal de aguas continentales, pero su uso no se ha generalizado. La etimología de los términos propuestos dan su carácter. Piso Eugeobióntico Geobiéntico Piso Geoanfibióntico Piso Anfibióntico Piso Hidroanfibióntico Hidrobióntico Piso Euhidrobióntico Correspondiendo al primero (Eugeobióntico) al piso Adlitoral, el Geoanfi- bióntico al supralitoral, el Hidroanfibióntico al litoral y el Euhidrobióntico al infralitoral. En el sistema litoral debemos ubicar los arrecifes de coral que consisten en corales y algas calcáreas, a veces con gran predominio de éstas últimas. Según Wells (1957) no hay significativos arrecifes cuando la temperatura está por debajo de 18°C. 32 OSCAR KÜHNEMANN Conviene hacer notar que además de su importancia fisiográfica proveen los nichos ecológicos esenciales para la existencia de todos los otros seres rela- cionados con ellos, epifauna y epiflora, comensales, siombiontes, parásitos, ade- más de la "fauna móvil" de especies nectónicas. Existe a veces un anillo algal en determinadas situaciones con dominancia de algas calcáreas cuya fisonomía es variable según que las especies tengm1 procesos globulares, esponjosos o crustáceos. Los géneros de algas más notables son Lithophyllum, Ldhothamnion, Go- niolithon y Porolithon. FACIES y MODOS Pruvot (loc. cit.) definió las" facies" como" las diferenciaciones locales del fondo o del medio en el sentido horizontal". De Beauchamp (1914) restringe la significación del término: "Las facies comprenden exclusivamente las variaciones del substrato, sobre todo en el estado de división". Roca compacta Blocks desprendidos Grutas Facies rocosas Guijarros y arena guijarrosa Arenas menos guijarrosas Grava arenosa Cubetas de arena y grava Dentro de los pisos supralitoral y litoral consideramos como facies las Cll- betas o Piletas de marea. Uislrn (loc. cit.) distingue 3 tipos: 1Q En la parte más baja del piso litoral, comunicada normalmente con el mar libre por un canal. Los earaeteres físicos y químicos no son muy diferentes de los del mar. La vegetación tiene analogía con la del piso infralitoral s1~perior. Feld- mann y De Virville (1933) las llamaron cubetas de Phaephyta y Rho- clophyta o también cubetas infralitorales. 29 Cabetas completamente aisladas del agua en bajamar sólo renovadas eon ngua de tormentas. IMPORTANCIA DE LA VEGETACIÓN EN BIOGEOGRAFÍA MARINA 33 Con modificaciones físicas y químicas muy Vegetación de algas verdes e1tryhalinas y pha, CZadophora, Chaetomorpha, etc.). Por su metabolismo elevan notablemente el p.R. del agua. Feldmann llamó cubetas de Chlorophyta y también cubetas litorales. 39 En el nivel superior en el piso supralitoral las cubetas son las supra- litorales generalmente pequeñas. importantes. eurythérmicas (Enteromor- Se distinguen dos tipos: a) Cubetas temporarias con agua de mar en las tempestades. SegÚn la estación del año evolucionan hacia una cubeta con agua dulce por las lluvias o a un tipo de agua cada vez más concentrada y con cris- talización de sales por evaporación continuada. En ellas influye no- tablemente el clima de la región. Flora constituí da por organismos de evolución rápida y muy adap- tados. Algas unicelulares en el Mediterráneo. Volvocales y Proto- coccales, (Enteromorpha) en Deseado (R. Argentina). Muchas si- tuaciones intermedias. b) Las otras cubetas supralitorales son más o menos permanentes POlo el aporte de agua dulce con Flora de aguas salobres y Cyanophyta en particular. Son cubetas situadas más alto que las precedentes a las que no llega casi nunca el agua de mar. En climas hÚmedos la vegetación pertenece muy poco al mar (Mi- ramar, Mar del Plata), en climas secos como Deseado las especies de Cyanophyta deesas cubetas son propios del mar, con poca in- fluencia del agua continental. EL ESTUDIO DE LA VEGETACIÓN MARINA La fitoceanografía está en retardo sobre la fitogeografía y los métodos de estudio y descripción de las asociaciones vegetales marinas son mucho menos precisos que los usados por los fitogeógrafos. Tratar de aplicar estrictamente métodos y terminología fitosociológica no da bnenos resultados. Los métodos cuantitativos no son aplicables y será tarea del futuro, per- feccionarlos. Si excluímos las observaciones que Skottsberg realizara muy de paso sobre 3t OSCAR KüHNEMANN algas de Tierra del Fuego y Malvinas, no hallamos otra publicación que trate la vegetación algal. Conscientes de esa necesidad hemos comenzado desde la inau- guración de la Estación, de Biología Marina de Puerto Deseado, un trabajo de tipo ecológico, que esperamos poner al alcance de nuestros colegas en un futuro cercano. BIBLIOGRAFIA ARDlSSONE,FR. et STRAFORELLO,J. 1877. Enrlmerazione delle Alghe di Liguria p. 1-238. Mi1ano. BAKER, S. }frs. 1909-1910, The callses of the zoning of brown sea-weeds. Kew Phytologist, t. 8, p. 196-202 t. 9, p. 54-67. BAARDSETH, EQIL. 1941. The Marine algae of Tristan da Cunha. Results of the ~orwegian Scientific Exp. to T. d. C. 1937-38, n9 9, p. 1-174. BEAlTCHAMP,P. DE et LAMI, R., 1921. Etllde de dionornie inte¡'cotidiale. Lel iles de Ré et d'Yell. Archives de Zool., exper. et Ge., t. 61, D. 455-520. BERNER, L., 1931. Contribution a l'ét'ude sociologiqlle dcs Algues dans le golfe de Marseille. Ann. du ::Yfusée d'hist. nato de Marseille, t. XXIV, }fem. 1, p. 1084, pl. 1-5. BEVERIDGE,A. E. and CHAPlIIAN, V. J., 1950. The zunation of marine algae at Piha, New Zealand, in relation to the tidal factor. (Stlldies in inter-tidal zonation 3). Pacif. Sc. Vol. 4 n9 3, p. 188-201. BIEBL, RICHARD., 1957. La résistance des algues marines a la lumiere. Ecologie des Ag. Marines, Coloquio Dinard, p. 191-203. CARNAHAN, J. A., 1952. Intertidal zonation at Rangitoto 18land, New Zealand (Stlldies in intertidal zonation 4). Paco Sci. t. 6, p. 35-46. CHAP1IAN, V. J., 1943. Zonation of rnarine algar on ¡he lea-shore, Proc. Lin. Soco Lond. t. 154, p. 2:i9-523. CHAP:lIAN, V. J., 1946. Marine algal ecology. Bot. Rey. t. 12, n9 10, p. 628-672. CHAP:\IAN, V. J., 1957. Marine algal Ecology. Bot. Rev. T. T. 23. p: 320-350: CHAPMAN, V. J., 1953. The distribution of algae ir., New Zealan(l, in relation to the tidal factor. Proc. Seyenth Pac.Sc. CÓllgress (New Zealand 1949) T. 5. CHAP1fAN, V. J. et TREVAR'l'HEN, C. B., 1957. L'ecologie d'Horrnosira Banksii-Colloqwio Dinard, 231-248. CHEJl.IIN,E., 1930. Inflllence c1e la lumiere Sllr la végétation aes algue.~. BulJ. du Lab. marit. de Saillt Seryan, fasc. V, p. 20-21. CHEMIN, E., 1931. Inflllence de 1'intensité lllminellse sur le dévéloppement des spores de N emalion r¡mltifidi1Irn. .L Ag. Vol. jubil. L. Mangin, p. 63-69. DAVY DE VIRVILLE, A., 1931. Les zones de lichens sur le littoral atlantiqlle. Bull. de 1fayanne Scienccl, 1931-32. 34 p., pl. 8, Laval. DAVY DE VIRVILLE, A., 1940. Les zones de végétatior, sur le littoral atlantiqlle. Soco Biog. t. 7, pg. 205-251, 1. 1-7. DECROCK, E., 1914. Esquisse phytogeographiqlw d'un eoin d, P¡'OVence. EllCYCl. du depart. des Bouches du Rhone, t. 12. Do'l'Y ::YL~XWELL,S., 1946. Critieal tÚle faetors that are correlated with the vertical distribution of marirw algae and other organisme along the Pa~ific Coast. Ecology t. 27, p. 315-328. Do'l'Y ::YL~XWELT"S. [md ARcHER JUS'fINE, G., 1950. An experimental test of the tic1e factor hypothesis. Amcl'. J OUl'. Bot., t. 37 p. 458"464. 1<'ELDMANN,JEAN., 1937. Reeherches sur la végétation marine de la Mediterranée. Rev. Alg. t.. 10, p. 1-339, 1. 1-20. 1<'ELDMANN,J., 1940. La végétation benthique de la Mediterranée. Soc. Biogéogra. t. 7. p. 181-195. FELDMANN, .TEAN., 1951. Ecology of rnarine algae in Smith G. M. Manltal of Phycology, p. 313-334. FLAHAUW', CH., 1901. La Flore et la végétation de la F~ance in Flore descriptive et illustrée de la France par l'Abbé H. Colte, t. 1., p. 1-52, Paris. IMPORTANCfA DE LA VEGETACIÓN EX BIOGEOGRAFÍA MARINA 3') FOREE, E. anc1 GODWDf AUSTEN, R., 1859. The nat'ICml hi8tory of the European Seas. LOJHlon. G,UN, L., 1912. La Flore ,algologiq1w des regions antarctiques ct s1¿bantarctiqufS. Deux. Exp. Ant. Tranc. c1u Charcot (1908-10) p. 1-218, p. 8, Paris. GISLÉN, TORSTEN., 1930. Epibiose of the G'lCllmar Fjord. A stuc1y in Marine Sociology I et II Kristcnibcrgs Zoologiska Station 1877-1927 -Skript serie utgivcn av K. Svcnskn -Vctenskap- sakac1 n9 3, p. 1-123, n9 4, pI. 1-380, pI. 1-6, i cartn-Uppsala. HARVEY, H. W., 1955. Tlw chemi8try and fertility of lea waters-Lonrlon, Cambl'ic1ge, Univ. Preso .~OHNSON,D. S. anc1 YORK H. A., 1915. The relaNon 01 l'lants to tirle levels. Cal'llcgie Iuts. of Washington, Publ. n9 206. JOHNSON, D. S. and SKUTCH, A. F., 1928. Ldtoml vegetation on a hcacUanrl of Mt. Desert Islanrl Marine 1 Subumersible Oj" strictly littoral vegetation. Il Tirle pools. III Adlittoml 01' now s¡¿bmersible vegetation. Ecology t. 9, p. 188-215; 307-338; 429-448. KJELLJlIAN, F. R., 1877. Uber die Algen vegetation des Murm.anschen Meeres an dcl' lVstkiistc von Nowaja-Semlja 1md Wajgastch-Now, Acta Rg. Soco Upl. ser. III. Up,nla. KLLGH, A. B., 1924. Factors controlling the biota of tidepools. Eeology, vol. 5, p, 192-196. hUfI, R., 1934. Sur 1'alcalinisation spécifique et la répartition des A 19ues dane les cuvcttcs littomles. O. R. Acad. Se. t. 199, n9 13, p. 615-617. L.UIOURELX, J'. V. E., 1826. Mémoire sllr la géogmphie des plantes marines. Anu. Se. Xat. t.. 7, p. 60-82. LE'fTS, E. A. aml RICHARDA,E. :VI., 1911. On green sea-weeds (,\pecially Ulva latissima) in relation to the pollution of the waterl in which they occar. Seventh Repol't Row. Cm. Sewagc Disp. p. 72-100. LORENz, .T. R., 1863. l'hysicalische Verhaltnisse 1tnd Vertheilrnug der Organismen in Garnerische Golfe-Vien. p. 1-379, 5 lfim. 1 col. ::\IICHAEL,E. L. anc1 ALLEN, W. E., 1921. Problcms on maríne Ecology. Ecology yol. II, p. 84-88. ÜLIVER, vV. R., 1923. Jfarine litoral plants and animal communitiesin Nf"Il' ,Zealand. l'rans. New Zeal. Inst. t 54, p. 496-645. ÜLLIVIER, G., 1929. Etude de la Flore, Marine de la cote ({'Azur. Ann. Iust. Ocenuogr. t. 7, p. 53-173. ÜunrANNs, FR., 1922-23. Morphologieunel Bio,logie eJer Algen. 2 Auff. 1-IlL Jena. ORBIGNY,C. M. c1'., 1820. ES.8ai sur les plantes marine8 del cotes du golfe de Gasco,!Jnc. ~Iem flu Musée c1' Hist. Nat. t. G, p. 163-203" POOLE, H. H. aml ATKIXS, W. R. G., 1926. Gn the pcnctration of lightinto sra water. .Ioum. ~Ial'. Biol. Assoc. t. 41, p. 177-198. PRFVO'f, G., 1897. Essai 8111'les fonds et la faune de la Manche occidentale comparés a ceux du golfe elu. Lion. Al'ch. Zool. Exp. et gen. t. 5, p. 511-617, lám. 1-22, pI. 21-26: SETCHEL, '\"1. A., 1915. l'he law of temperature connectedwilh distribution of the marine algae. Ann. of ~[islouri Bot. Ganlen, t. II, p. 287-3U5. SE1'CHEL, '\"1. A., 1917. Geographical distribut-ion of themarine Algae Science' N. S. t. 45, p. 197-204. SEURAT,h G., 1924-29. Gbservat-ion sur les Umites, les facies et les associations animalcs do l'étage 'intercotidal de la petite Syrte. Station Üccanoggr. (le Snlambó. Bu]]. n9 3.. Tuncs. Ibid. n9 12. SKOTTSBERQ,O., 1941. Communities of marirlC algae h¡ ,subantaretic and antarticlcaters. K. SVcnska Veten s ak. Handl. t. 19, p. 1-92. STEPHENSON, T. A., 1944. l'he contribution of the intertidal fauna and Flora of South Africa. Ann. of Katal MuleulIl II, t. lU, p. 261-35S, lo 12-14. Ibid. 1947, III, t. 11, p. 207-324. lám. 15-16. STEPHENSON,T. A. nmlSTEPHENSON, ANÑE.,1949. l'he uni.ver"salfeatl/res o/ zonalion bchceen tide-marks on rocky coa8ts. Journ. Eeol. t. 37, p. 289-,\05. VAILLANT, L., 1892. Nouvelles études sur les zonc,,'5 littorales. Allll. Sc. Nat. /':001. 7, E. Ser. t. 12. WAHLENBERQ, G., 1812. Plora Lapponica. VVELLS, JOHN, W., 1957. Coaral Reefs in Hedgp6th, Ecology-Geol. SOl'. of Amel'ica,p. 609-631, 1. 5-8, 1 carta. ,\VO:lIERSLEY,Hi B. S. aud EDMONDS, S. J., 1952. Marine coastal zonation in southern Aus- traUain relation to a general scheme of cla8ificatio:1. J om. Ecol. t. 40, p. 84-90. LOS PENEIDOS DE BRASIL, URUGUAY Y ARGENTINA POR ENRIQUE E. BOSCHI * Instituto de Biologia.Marina - Mar del Plata, Argentina La amplia distribución de los crustáceos decápodos Penaeidae en casi todos los mares del mundo facilita la realización de interesantes investigaciones com- parativas biogeográficas y de adaptaciones morfológicas. Motivo por el cual el estudio geonémico y ecológico de los peneidos del Océano Atlántico Sur es de verdadero interés, dado que pueden servir como indicadores biológicos de cier- tas masas de agua, contribuyendo a delimitar conjuntamente con otros orga- nismos, regiones biogeográficas del mar. Es interesante consignar por otra parte que algunas especies de esta familia constituyen un importante recurso pes- quero. CARAC'fERÍSTICAS GEKERALES DE LAS MASAS DE AGUAS DEL LITORAL DE BRASIL, URUGUAY Y ARGENTINA El litoral atlántico sudamericano se caracteriza por la influencia que re- cibe de las aguas tropicales del norte, qne bañan las eostas de Brasil, con tem- peraturas variables, para las capas de superficie, entre 25° y 27°C durante la época estival y de unos 16° a 17°C en la estación fría y salinidad snperior a 36 %0' Las particularidades hidrológicas mencionadas permiten snponer que la región litoral Este de América del Sur, hasta aproximadamente los 30° de latitud, incluyendo un sector norte netamente tropical y otro haeia el sur subtropical, hasta los 28 ° LS. aproximadamente. El límite de estos dos sectores estaría ubicado a la latitud de Cabo Frío (23.oS). En cambio, desde el sur de la Patagonia hacia las costas de la Provincia de Buenos Aires, las aguas se presentan con una temperatura superficial que oscila entre 10° y 23°C en los meses cálidos y de 5° a 100C en la época fría y una salinidad inferior a 34 %0 condiciones típicas de aguas templadas. Esta característica se observa en el * Este trabajoha sidorea,izadoen parte mediante el subsidioL NI? 1015 otorgado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la República Argentina. :¡;;¡ autor es miembro de la Carrera del Investigador Científico de dicho Consejo. 38 ENRIQUE E. BOSCHI litoral argentino con diferencias graduales según la latitud, correspondiendo a las aguas litorales bonaerenses temperaturas mayores que las del sector pata- gónico. Entre estos dos sectores -las aguas subtropicales y las templadas- se encuentran las aguas litorales del Uruguay y del litoral más sur de Brasil que constituyen una zona de transición o ecotono y hacen las yeces de una cuña de ayance y retroceso de las especies de norte a sur. Condicionado a este régi- men térmico y salino y demás factores ambientales, se distribuyen los organis- mos de acuerdo con su propia euritermia o estenotermia. DISTRIBLTCIÓX GEOGRÁFICA DE LOS PEXEIDOS Los peneidos, como la mayoría de los organismos marinos, se hallan regi- dos en su distribución geográfica por los factores del ambiente, de éstos la tem- peratura es uno de los principales. Dentro de las áreas de distribución propia dl' ('aela esppcie, pueden existir desplazamientos o migraciones diurnas y regio- nales quP, por lo general, se deben a factores locales, como yientos, precipita- ciones y en muchos casos la naturaleza del fondo y cantidad de alimento dis- IJonible. También se comprueban migraciones estacionales en relación con el ('iclo yital de la especie, durante el cual los juyeniles buscan los fondos de nu- trición en la región costera de aguas salobres y de menor profundidad. Ijas dos especies de peneidos del litoral argentino Hymenopenaeus rnuellcl'i y Artemesia longinaris, se caracterizan precisamente por habilitar ambientes cuyas temperaturas oscilan entre 10 y 20°C. En el litoral uruguayo y sur de Brasil (hasta Río de Janeiro, 23° LS), donde suelen hallarse estas especies, en los meses de la estación cálida la temperatura es algo mayor que la señalada. De todas maneras, las regiones de mayor abundancia de las mismas, que carae- terizan el ambiente óptimo, corresponden al litoral argentino entre 38-44° LS, a una profundidad de 2-10 brazadas, comprendiendo las aguas costeras denomi- nadas" residuales" (Angelescu y Boschi, 1959). Es interesante observar que en el litoral sudamericano existe sólo la men- cionada especie del género Hymenopenaeus, aún cuando este género está inte- grado por cerca de yeinte especies de amplia distribución en otras regiones geográficas del mundo. H ymenopenaeus muellel'¡ posee, además, características particulares, dado que es el único representante de este género con hábitos cos- teros en aguas de poca profundidad. Las especies de este género de distribución más próximas a H. rnuelleri son H. robustus, H. debilis, H. tropicalis del Golfo de México y Mar del Caribe y las de la costa Oeste de Sudáfrica como H. triar- thrus j todas estas yiven en capas profundas de 150 a 400 brazas o más. Por otra parte, es muy importante destacar que Artemesia longinaris cons- tituye un género monotípico, con un endemismo absoluto para las aguas lito- LOS PENEIDOS DE BRASIL, URUGUAY Y ARGENTINA 39 rales del Océano Atlántico sudoeste. Ello proporciona un buen elemento de caracterización de esta región biogeográfica y hace suponer una antigua per- manencia en ese ambiente con condiciones ecológicas estables. Desde el norte de América del Sur llegan en su dispersión las especies tropicales y subtropicales. Entre las primeras se pueden mencionar Penaens dtwrarurn y Sicyonia typica halladas aproximadamente hasta la latitud de Cabo Frío, 23°S; Penaeus brasiliensis y Xiphopenaeus kroyeri se distribuyen en las aguas costeras de Brasil hasta la latitud de 25Q S y Penaeus schrnitti y Penaeus aztecus que también son camarones de amplia distribución en las aguas del norte sudamericano, avanzan en su penetración en las aguas templadas, más al sur que las especies anteriormente citadas, llegando hasta el litoral uruguayo la Última, que se introduce en lagunas li~orales y muy probablemente ocurra lo mismo con P. schirnitti.. ljamentablemente, la poca información existente sobre hallazgos de estos (~rnstáceos entre las latitudes de 4üoN y 23°S hacen imposible trazar linea- mientos definitivos sobre su distribución en el litoral brasileño. De acuerdo con Holthuis (1959), en las aguas litorales de Surinam (Guayana Holandesa) exis- ten los siguientes peneidos: Solenocera atlantidis, S. geijskesi, Sicyonia dorsalis. S. stimpsoni, 1'rachypenaeus constrictus. 1'. sirnilis, Xiphopenaeus kroyeri, Sie- JJonia typiea, Penaens schmitti, P. a,ztecus, P. brasiliensis y P. cZnoranlln, las seis Últimas especies se mencionan para las aguas de Brasil, pero las otras aÚn no han sido citadas para esa región, no obstante es factible pensar en la pre- sencia de algunas de ellas en las aguas litorales del Brasil tropical. Asimismo, se puede observar que ninguno de estos peneidos presenta en- demismo genérico, ya que las especies de Penaeus y Sicyonia tienen amplia dis- tribuci{;n en distintos mares del mundo, por lo general dentro de las regiones tropicales y subtropicales. Penaetis cZuoranlln extiende su distribución hasta la costa oeste de Africa; Xiphopenaeus es un género con dos especies, una en el Atlántico (X. kroyeri) y otra (X. riverti) en el Pacífico, costas de Ecuador, ambas poblando regiones de aguas calientes. Ninguno de estos tres géneros están representados, de acuerdo con los conocimientos actuales, en el Atlántico Sur, pasando el paralelo 35°. En el Mar Epicontinental Argentino se han hallado hasta el presente sólo dos peneidos litorales (H ymenopenaens rnuelleri y Arternesia longinaris) a pe- sar de las continuas exploraciones realizadas en los Últimos años. Se infiere por lo tanto una gran pobreza de especies, aÚn cuando éstas suelen formar gran- des concentraciones en ciertas épocas del año y regionesdel litoral patagónico (Ra,yson, Chubut, 43°20' LS) donde constituyen un recurso pesquero cle explota- ción temporaria. Este reducido nÚmero de especies se debe fundamentalmente a que los peneidos son en su mayoría crustáceos de aguas cálidas. 10 El'¡lUQUE E. BOSCHI En síntesis, se puede llegar a las siguientes conclusiones sobre la distribu- ción geográfica de los peneidos litorales de Brasil, Uruguay y Argentina: 1) Especies tropicales, cuya distribución, de acuerdo con los conocimientos actuales, no se extiende más al sur de Cabo Frío (23° S), estas son Pe- nae1lS d1lorarurn y Sicyonia typica, que tienen a su vez la mayor con- centración al norte de Sud américa y la región del Caribe y Florida. 2) Especies que se distribuyen en aguas tropicales y subtropicales como Penae1ls bmsiliensis, P. sclÚmitti y Xiphopenaeus kroyeri hasta la lati- tud de 25-26° S. La mayor concentración de estas especies se halla entre 20-249 S, siendo menos frecuente en aguas circundantes a la península l1e :B'lorida. 3) Especie como Penaeus aztecus que llega más al sur, sobrepasando la la- titud de 26° y penetra decididamente en aguas templadas siendo muy abundante en el sur de Brasil yaguas costeras uruguayas. 4) I,as especies Hymenopenaens mlle1leri y Artemesia longi1La¡'is se hallan en aguas templadas del Atlántico Sur. Los hallazgos de H. m llelleri en el sector subtropical de Brasil son poco frecuentes. La especie meneio- nada es común asimismo en la región de transición que bañan las costas del sur de Brasil (Estados de Santa Catarina y Rio Grande) y Crn- guay. La mayor Concentración de ambas especies se obseI'Ya en el litoral de la Patagonia Argentina para aguas entre 41-44° Sur. 5) El número más elevado de especies de peneidos se observa en los mares eálidos (Golfo de México, zona del Caribe y Norte de Sudamérica), l1is- minuyendo el número a medida qne aumenta la latitud en el Hemisferio Sur (menor temperatura). La mayor riqueza de especies en regiones tropicales se debe interpretar como resultado de la extrema madnrez que han alcanzado las comunidades, por la estabilidad del medio, con un clima relativamente uniforme y constante, mediante lo cual las especies han podido diwrsifiearse y especializarse en un grado muy elevado. Por Último es necesario destacar que debido a la escasa información de que se dispone en la actualidad sobre las especies de peneidos del Océano Atlántico suroeste, es imposible delinear en forma definitiva la distribución geográfica de estos crustáceos. De todas maneras, con los trabajos que se cuentan en la actualidad se llega a conclusiones que concuerdan con la geonemia de otros grn- pos de organismos estudiados y permiten considerar a algunas especies de estos crustáceos como indicadores biológicos de masas de agua de distintas caracte- rísticas hidrológicas. ¡,OS PENEIDOS DE BRASIL, URUGUAY Y ARGENTINA 1l Distribución de las e,species de crustáoeos Penaeidae en las aguas litorales de 8I1rina!n, Brasil, Uruguay y Argentina iY su frecuencia relativa País y frecuencia relativa Especie "urinam Brasil Uruguay Argentina Solenocera at.lantidis :xxx Solenocera geijskesi Penae us schmitti xxx x xxx x l Penaeus azteeus xxx xxx x:'~x Penaeus brasiliensis xx xxx l'enaens duorarum x x 'Praehypenacus conslriellls Traehypenaclls similis xx x X iphopenaeu8 kroyeri xxx xxx ,('ieyonia d01'salis xxx Pieyonia ,~timp8oni x 8!Cyonia typica Jlymenopenaeus muelleri x x A rtemesia longinaris xl) x 1) xx xxx xx xxx xxx - Area ue Illayor ahUlHlaucia xx - Area frecuente 1) - Area ocasional - c1e ~2-28'?LS nao; de ~8-3:3'?LS IllÚ~ frecuente x ,1:> ENRIQUE J. BOSCHI BIBLIOGRAFIA CONSULTADA ANDERSON, W. w. y LIKDER, },L J. 1943. A provisional key to the shrimps of the family Penaeidae '!cith especial reference to American forms. Trans. Am. Soco Fish. 70: 284-319. AKGELESCU, V. y BÓSCHI, E. E. 1959. Estudio biológico pesquero del langostino de Mar del Plata. Secreto de MariiUL. ,Scrv. Hiclwg. Naval. H. 1017: 1-135. BALECH, E. 1954. Disisión Zoogeográfica del litoral Sudamericano. Rev. Biol. Marina. 4 (1,2 Y 3): 184-195. BARATTINI, Lo P. y URETA, E. H. 1960. La fauna de las costas uruguaya.~ del Este (Inver- tebrados). 195 pp. :Vlusc0 DÚmaso Antonio Larraííaga. :Montevideo. BrRKENROAD, :VI. D. 1934a. Litoral Penaeidae ehiefly from the Bingham Oeeanographic Collection. Bul!. Bingham Üceanogr. Col!. Yf\le Univ. New Haven, 4 (Art. 7): 1-109. - 1934b. The Penaeidae ol Lllisiana with a disellssion of their u'orlcl 1'elationships Bull. Amcrjc. J\rus. Nat. Hist. New York, 68 (Al.t. 2): 61-143. - ]9:36 The Aristaeinae, Solenoeennae and pelagic Penaeidae of the Binghan oeeano- ,r¡raphiei colleetion. Bul!. Bingham Üccanogr. Coll Yale Univ. New York Haven, 5 (Art. 2): 1-].~J. - 1939. Fllrther observations on Penaeidae of the Northern GlIlf of Mexico. Bull. Bingham Oeeanllgr. Coll Yale New Hawen, 6 (Art. G): 1-62. E~IILSOK, J. 1956. Re/atorio e Resultados Fisico-qnimicos de tres cnrzeiros oceanograficos em J.956. Contribu~oes Avulsas, Inst. Üceanogr. NI? 1. Sao Paulo. - 19;'9. Alg1lns aspectos lisieos e quimieos das a,r¡uas marinhas brasileiras. Ciencia e Cnltnra, 11 (2): 44-54. EKMAN, S. 1953. Zoo,r¡eography of the sea. Sidgwick am1 Jackson Ltd. London. KLAEIlN, J. 1911. Uber die Meersstl'omingcn zwischen kap hon¡ '!tnd del La Plata-Mündar,r¡ A IIn. de!' Hydrograph. 1l. Maril. Meteorol. 39 G47-665. LINDXF.R, :VL J. 1957. Survey 01 shrimp Fishcries of Central anrl South America. U. S. Depal't. Int. Fish llnc1 Wildlife Se;'v. Spec. Sciellt. Report. NI? 235. J\L\GALHc\ES, E. 1944. Sobre o reconhecimiento (las especies brasileiras da tribu Penacidae Crllsl. Decapoda. A voz do Mar, 23 (188): 99-101. ::\L\RGALEF, R. ]9GO. Ecologia, Biogeo,r¡rafía y E1'oíación. RC1'. Univ. Madrid, 8 (29-31): 221-271. HOL'I'HUIS, L. B. 1959. The Cncstacca Decapoda of Surinarne (lJllte'h Glliana). Zool. Verhalld. 44: 54-5'7. VANNCCCI, J:\I., 1951. Distriblli('ao dos Hydrozoa ate a,r¡ora couhecidos nas costas clo Brasil Inst. Paulist. Üccanogr. 2 (1): ]07 ]24. - 1957. On the brazilian hydromulusae anrl thcir distribution in relalion to diffcrcnt 1uotcr maSSC8. Iust. Occano[ll'. 8 (1-2): 23-109. DISTRIBUCION GEOGRAFICA DE LOS EQUINOIDEOS y ASTEROIDEOS DE LA EXTREMIDAD AUSTRAL DE SUDAMERICA POR IRENE BERN ASCONI * Museo ATgellti1l0 <le Ciencias J'\ aturales "Bernanlino Riyadayja", Buenos Aires Para la distribución geográfica de los Equinoideos y Astcroidcos argentinos. tengo en cuenta las observaciones de Koehler (1912), Fisher (UJ40), :!\lortel1sen (1928-1951) y las mías, en base al material existente en nuestro Museo Argen- tino de Ciencias Naturales, Buenos Aires, coleccionado en nuestras costas e islas próximas, en Georgias del sur, Orcadas del sur, Shetlanc1 del sur, archipi61ago Antártico, etc. Considero: 1. REGIÓX SCBA~TÁRTICA Comprende el litoral austral de Sudamérica, desde los 31 ° S por el oeéano Atlántico hasta 41 °30' S por el océano Pacífico; como límite sur la isoterma cle 0° para el aire, aproximadamente a los 60° S. Pero Koehler y Pelseneer conside- ran como límite norte la isoterma de 4°4 para el aire en el mes de julio; esta línea corta América del Sur a los 48° S, cabo Blanco, por la costa atlántica y un poco más arriba, Puerto .!VIontt (41 °30' S) por la costa pacífica; como límite ¡;nr la latitucl 60° S ya indicada. Incluye las islas próximas, además las isla¡; :M:alYinas, Georgias del sur, Shag Rocks, etc. 1) Provincia Argentina Considero la división zoogeográfica del litoral sudamericano establecida por Balech (1954 :164) quien indica la Provincia Argentina como subdivisión de la Región Subantártiea, teniendo en cuenta la influencia de la corriente de .!VIal- vinas; su límite norte sería aproximadamente 31° S y límite sur 42° S, Golfo Nuevo. Esta provincia se presenta como transición entre la Región Subtropieal (Prov. Sudbrasileña) por su franja interna cálida estival cuya influem~ia se percibe hasta el golfo San Jorge
Compartir