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El Placer. Un Temprano Testigo De La Mirada Crítica De La Artista Débora Arango Karen Juliana Chapoñan Valencia Monografía De Grado Para Optar Al Título De Maestra En Artes Visuales Asesor Julián Zapata Rincón Maestra en Artes Plásticas ITM. INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA FACULTAD DE ARTES Y HUMANIDADES MEDELLÍN 2021 2 El Placer. Un Temprano Testigo De La Mirada Crítica De La Artista Débora Arango Karen Juliana Chapoñan Valencia Monografía De Grado Para Optar Al Título De Maestra En Artes Visuales ITM. INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA FACULTAD DE ARTES Y HUMANIDADES MEDELLÍN 2021 3 A Dios, por poner en mí, el querer como el hacer 4 Agradecimientos Agradezco infinitamente el apoyo moral y acompañamiento incondicional de mi esposo Jonathan Tamayo. A mi asesora de monografía la docente Juli Zapata, por su seguimiento y motivación durante este proceso de aprendizaje, al Museo de Arte Moderno de Medellín por brindarme de su archivo las dos imágenes que conforman el objeto de estudio de esta investigación. Y, especialmente, quiero agradecer al investigador, curador, artista, crítico de arte y gran conocedor de la vida y obra de Débora Arango, Santiago Londoño Vélez, quien con mucha cordialidad e interés me brindó información valiosa de la artista y, además, me ayudó a direccionar apropiadamente este trabajo. 5 Tabla De Contenido RESUMEN 7 INTRODUCCIÓN 8 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 12 JUSTIFICACIÓN 14 OBJETIVOS 16 3.1 OBJETIVO GENERAL 16 3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 16 1. MARCO TEÓRICO 17 1.1 INICIOS DEL SIGLO XX: CONTEXTO SOCIAL, POLÍTICO Y ARTÍSTICO 17 1.1.1 LA NUEVA SUCESIÓN DE LA VIOLENCIA EN COLOMBIA 17 1.1.2 LA EMERGENCIA DEL ARTE MODERNO 19 1.1.3 LA VIDA DE DÉBORA ARANGO EN EL CONTEXTO DEL SIGLO XX EN COLOMBIA 21 1.2 LA CRÍTICA SOCIAL EN LA OBRA DE DÉBORA ARANGO 22 1.2.1 TRADICIÓN Y MODERNIDAD, EL PESO DEL CUERPO FEMENINO 23 1.2.2 LA PROSTITUCIÓN COMO SÍNTOMA DE LO PAGANO EN LA OBRA DE DÉBORA 25 1.2.3 LA SÁTIRA: UN RECURSO DE LA ARTISTA PARA REFERIRSE A LA POLÍTICA Y A LA IGLESIA 27 2. METODOLOGÍA 30 2.1 USO DE LA TEORÍA FUNDAMENTADA 30 2.1.1 LA ENTREVISTA 31 2.1.2 LA DISCUSIÓN 32 2.1.3 USO DE INFORMACIÓN DOCUMENTAL 32 2.2 MODELO DE ANÁLISIS ICONOGRÁFICO E ICONOLÓGICO DE ERWIN PANOFSKY 32 2.2.1 DESCRIPCIÓN PRE ICONOGRÁFICA 33 2.2.2 ANÁLISIS ICONOGRÁFICO MÉTODO DESCRIPTIVO 33 2.2.3 ANÁLISIS ICONOLÓGICO MÉTODO INTERPRETATIVO 33 6 3. CONTEXTO COLOMBIANO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. EL NACIMIENTO DE LA MODERNIDAD 35 3.1 LA EXPORTACIÓN CAFETERA COMO SÍMBOLO DE MODERNIDAD Y LA INFLUENCIA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN EL PAÍS 36 3.2 FUNDAMENTOS DE LA AUTONOMÍA ARTÍSTICA EN DÉBORA ARANGO, UNA MUJER ADELANTADA A SU TIEMPO 42 4. LECTURA ICONOGRÁFICA E ICONOLÓGICA DE EL PLACER 50 4.1 PRE-ICONOGRAFÍA E ICONOGRAFÍA: IDENTIFICACIÓN DE LOS MOTIVOS 50 4.2 ICONOLOGÍA: ANÁLISIS AL CONTEXTO Y AL SIGNIFICADO PROFUNDO DE LA OBRA 59 5. RELIGIOSIDAD, PAGANISMO Y MORAL: COMPONENTES PRINCIPALES DE LA MIRADA CRÍTICA DE DÉBORA ARANGO 66 5.1 EL DESNUDO COMO MANIFESTACIÓN DE PAGANISMO 67 5.2 EL PLACER COMO ARCHIVO TESTIMONIAL DE LA TEMPRANA CRÍTICA SUBYACENTE EN LA OBRA DE LA MAESTRA 73 6. CONCLUSIONES 78 BIBLIOGRAFÍA 83 7 Resumen Con el fin de comprender la mirada de una de las artistas más representativas de la historia del arte en Colombia se toma como objeto de estudio la acuarela El Placer y su previo boceto, ya que se trata de una obra que no se había estudiado anteriormente, por medio de la cual se hizo un análisis inicialmente del contexto del país durante la elaboración de la obra y el cual se encontraba en un periodo de transición a la modernidad, dónde también se estudió brevemente la vida de la artista, además de la importancia de su participación en el desarrollo del arte moderno en el país específicamente con la exposición del Club Unión en 1939. A través del modelo de análisis diseñado por Erwin Panofsky, se procedió a analizar el objeto de estudio, por medio del cual se interpretó e identificó los elementos intrínsecos que conforman ambas imágenes, el uso del color, la simbología y el figurativismo presente en el dibujo de Débora denotan un interés hacia expresionismo. Después de analizar la década de 1930 en Puerto Berrio, el cual fue el lugar donde se originó el boceto, se logra interpretar intenciones satíricas hacia la iglesia católica, misma que a su vez se inserta en la primera faceta de su producción: la expresión pagana, donde la acuarela y el boceto de El Placer sirven de ventana para comprender el desarrollo y la prefiguración tanto de su expresión artística en la pintura como de su temprana mirada crítica y analítica del mundo que le rodeaba. Palabras claves: Débora Arango, pintura El Placer, arte moderno, expresionismo, iglesia católica, paganismo, crítica, denuncia social, Puerto Berrío. 8 Introducción La historia del arte colombiano se ha avanzado conjuntamente con las diferentes situaciones que han marcado la historia del país, sin embargo, en cuanto a la pintura las técnicas tradicionales y académicas fueron de preferencia hasta la llegada un poco tardía al país de la modernidad. Ahora bien, interesarse en las nuevas escuelas o técnicas plásticas que apenas se daban a conocer en Suramérica representaba todo un reto social y político que cada artista debía asumir. La acuarelista Débora Arango fue una artista colombiana que en su búsqueda por la autenticidad y expresividad en la pintura decidió retar el tradicionalismo local y tomar las vías de la modernidad. No obstante, el camino al que se enfrentó Arango estuvo marcado por grandes obstáculos, que con carácter, resistencia y talento logró vencer y ser posicionada actualmente como una de las artistas colombianas más importantes. El reconocimiento que tuvo y que continúa teniendo, han hecho que su vida y producción artística sea de interés para muchos autores locales e intencionales, pero aún se identifica la escasez de estudio en parte de su obra especialmente aquellas que corresponden al primer periodo de producción de la artista. Identificando esta necesidad, esta investigación se enfoca en una de sus obras menos conocidas y escasamente nombrada, la acuarela El Placer, así mismo como el dibujo que corresponde a su previo boceto. Dos imágenes que conforman una sola obra pero que por las particularidades simbólicas de cada una se hace un análisis por separado para comprender la interpretación intrínseca que configura la acuarela final. Para lo cual se tomó como herramienta de análisis el modelo iconográfico e iconológico propuesto por Erwin Panofsky. Para desarrollar el análisis anteriormente planteado se vio la necesidad de empezar esta investigación con un capítulo en el cual se estudió el contexto de la primera mitad del siglo XX en 9 Colombia, en el cual se desarrolló la primera faceta de producción de Débora. Este fue un periodo altamente marcado por cambios representativos que conformaron la transición hacia la modernidad. En cuanto a la economía el país logró posicionarse en el mercado internacional con la exportación cafetera, un factor que a su vez impulso o conllevo al origen de otros; en la política los enfrentamientos entre liberales y conservadores se pausaron en lo que tuvo por nombre: “Unión Republicana” con el fin de no impedir el creciente aumento de la economía del país; el desarrollo urbano y tecnológico estuvo representado por el ferrocarril de Antioquia que tras cinco décadas de gestión y construcción logró inaugurarse en 1929; en cuanto a la vida social, la moral católica se vio troncada gracias a las nuevas actividades inmorales como las borracheras y la prostitución que trajo consigo no solo la modernidad,sino también las nuevas dinámicas económicas que impulsaban la creación de bares y tabernas. Así mismo el poder de la iglesia también se empezó a disminuir debido a los periodos presidenciales del partido liberal, en 1936 con la reforma constitucional se modificaron privilegios de la iglesia católica y se implementó la libertad de culto, además se le otorgaron derechos a la mujer, se brindó respaldo al sindicalismo y se reforzó la educación pública, entre otros. En cuanto a las transformaciones estéticas que comenzaba a sufrir el arte en el país se comienza a analizar la vida de la artista ya que fue una representante de la emergencia del arte moderno en ese momento en Colombia. Se habla acerca de su formación académica en dónde tuvo el primer contacto con la pintura, la hermana Rabaccia fue la primera que identificó su talento y fue quién la motivo a seguir el camino del arte, posteriormente tomó clases con el maestro Eladio Vélez, pero más tarde inconforme con las viejas leyes de la pintura académica y atraída por los frescos de Pedro Nel Gómez se convirtió en una de sus discípulas donde perfeccionó la técnica de la acuarela, en esta temporada se organizó una exposición de acuarelas de las alumnas de Pedro 10 Nel dónde la artista tuvo la oportunidad de exponer por primera vez, sin embargo, debido a la inconformidad por parte de los sectores tradicionales, para 1939 en la exposición del club unión se dieron a conocer los dos extremos del arte en la ciudad de Medellín, los pintores académicos liderados por Eladio Vélez y los modernos por Pedro Nel representaron un gran pleito en la prensa local, de hecho en el certamen salió ganadora Débora con la obra Hermanas de la Caridad y fue su primera oportunidad para mostrar sus desnudos. Que una artista inexperta que demostraba inclinaciones en el expresionismo ganara un evento que reunía a los grandes maestros de la ciudad además que se le permitiese exponer desnudos, fue lo que incrementó los humos de los Eladistas para lanzar ofensivas críticas hacia los Pedronelistas y a Débora sucesivamente. En el segundo capítulo en función de interpretar el boceto y la obra El Placer se toma como metodología el modelo de análisis iconográfico e iconológico de Panosfky. La pre-iconografía y la iconografía se realizan conjuntamente, en esta sección de identifican las formas que configuran cada una de las imágenes, así como a los personajes que protagonizan la escena; también se resaltan los atributos que conforman cada una de las representaciones y se comparan las diferencias y similitudes que se encuentran en el boceto y en la acuarela, además se aborda el manejo del dibujo, de las formas y del color que emplea la artista y que le proporcionan fuerza, intensidad y expresividad a su obra. Finalmente en el análisis iconológico, se hace un estudio del espacio y tiempo que le dieron origen a estas piezas, específicamente el boceto, el cual se realizó en Puerto Berrio, una zona costera del departamento de Antioquia dónde la artista tuvo la oportunidad de tener un contacto cercano con algunas de las situaciones mencionadas en el primer capítulo, ya que este lugar por tratarse de la primera estación del ferrocarril y por su puerto de embarque, circunstancias como la explotación laboral, la prostitución y el consumo de alcohol tenían mayor actividad, las obras que 11 salieron de ese viaje son el testimonio del estado del lugar. En el boceto de El Placer se encuentra una escena inmoral que bien pudo presenciar o no la artista, protagonizada por un clérigo y una prostituta, solo dejan entrever dos cosas, la primera es la doble moral e hipocresía de la sociedad y la iglesia que predominaba en ese momento y la segunda es el carácter de la artista desde una temprana etapa de su producción para representar temas tan sensibles, en lo que al parecer es una sátira a la iglesia católica, donde converge lo puro y lo impuro en una misma imagen, además se toma la obra La Procesión (1941), para ejemplificar dicho interés de la artista en diferentes situaciones. Para finalizar en el tercer capítulo se estudia la primera faceta de la producción de la artista, denominada como: expresión pagana, en esta se profundiza en la mirada crítica que la artista comenzó a forjar desde la producción de dicho boceto y que continuó explorando por medio del uso del desnudo en manifestaciones artísticas en las que sitúa a una mujer en medio de hombres que las asedian, para demostrar la difícil situación que tenían que sobrellevar las mujeres (en este caso prostitutas) en ese momento. También empleó el desnudo para referirse a la iglesia, a través de monjas despojadas de sus hábitos que huyen o planean huir del convento, para aludir a la opresión que sufren éstas en el monasterio. Para concluir el capítulo, se enfoca lo anteriormente expuesto en el objeto de estudio de esta investigación, la cual termina por clasificarse como un elemento testimonial de la temprana actitud crítica que Débora desarrollaría en su producción artística y de las situaciones que obstruyeron la libertad de expresión en su pintura que posiblemente fueron la causa de las diferencias que se presentan entre el boceto y la acuarela El Placer. 12 Planteamiento Del Problema La artista Débora Arango (Medellín 1907- Envigado 2005) fue una de las primeras mujeres que durante el siglo XX en Colombia; cuestionó y confrontó la realidad social, política y religiosa a través del arte, sumergida en una sociedad tradicionalista, tuvo que sortear numerosas críticas y rechazos debido al impacto de su obra; esto por parte de su familia, la iglesia, la sociedad y el circuito del arte, no obstante, gracias a su asiduidad y a la realidad expresiva enmarcada en sus obras, la artista se ha convertido en un símbolo de identidad local en el país. Débora Arango a pesar de ser una artista reconocida nacional e internacionalmente y de estar arduamente trabajada por muchos autores, todavía hay obras suyas que continúan en el anonimato y que requieren ser analizadas para entender con mayor profundidad los factores sociales y personales que influyeron en el proceso de vida de la artista, los cuales permearon en su producción, todo ello desde una mirada de la etapa temprana de su obra. La acuarela El Placer (s. f.) hace parte de la lista de piezas producidas por la artista, que aun continua sin ser investigadas a pesar de que alrededor de esta con-fluyan elementos valiosos que merecen ser analizados, empezando por el principal para este trabajo de investigación, el boceto previo a la acuarela ya mencionada, realizado en la década de 1930, fecha que corresponde a una etapa temprana dentro de la producción de la artista en su adultez. Sin embargo, es conveniente mencionar que la acuarela no posee una fecha precisa de creación, ni tampoco hay conocimiento del lugar o colección a la cual pertenece, debido a esto, hallar la ubicación e información entorno a la pieza representa un reto para esta investigación. El boceto es una imagen clave para contrastar con la acuarela, ya que en este se logra apreciar algunos elementos que Arango cambió en la realización de El Placer, como lo son: el aumento de información visual en el espacio, el posicionamiento de manos y pies de los personajes 13 que integran la obra, algunos cambios fisiológicos en los personajes y el cambio de vestimenta del personaje masculino, siendo el cambio más notorio entre las dos imágenes. Quizás algunos factores de la vida de Débora en ese entonces, con-llevaron a que la acuarela El Placer no correspondiera a la imagen exacta de lo que fue su origen a través del boceto. Como resultado de esto, esta investigación propone analizar mediante el boceto y la acuarela El Placer de la maestra Débora Arango, el contexto histórico que influenció la etapa temprana de la artista, a través de un estudio iconográfico,con el fin de identificar la mirada de la artista hacia el mundo desde los inicios de su producción. Es conveniente entonces, hacer un rastreo hacia las primeras miradas de la artista con relación a la realidad de su contexto a través del arte, por medio del boceto y obra El Placer, tomado como un temprano testigo de la mirada crítica de la artista Débora Arango, como punto de partida se ha planteado la pregunta ¿Cuáles fueron las circunstancias que influenciaron los cambios que se dan entre el boceto y la posterior acuarela llamada El Placer de la artista Débora Arango? Esta pregunta impulsará la investigación hacia respuestas aportantes para la construcción de conocimientos en torno a las relaciones que establecen los artistas con el entorno que viven, lo cual, genera en estos imaginarios y realidades que conllevan a la producción artística. 14 Justificación Si bien la maestra Débora Arango ha influenciado gran parte del arte colombiano y se ha posicionado como una de las mujeres artistas más relevantes e importantes de la historia del arte en Colombia, aún existen obras suyas que no se han investigado o abordado con la profundidad y rigurosidad que se requiere, para concebir de una manera sustancial, la forma en la que la artista veía y comprendía el mundo que le rodeaba, lo cual; requiere ser analizado con una mirada hacia su producción pictórica desde su edad temprana. La acuarela El Placer, tomada como objeto de estudio para la presente investigación, hace parte de aquellas obras de Arango que continúan sin ser estudiadas. Sin embargo, el boceto previo a la creación de la obra realizado en la década de 1930 y que también se ha considerado dentro del objeto de estudio, sirve como contrapunto para analizar aspectos valiosos de la obra, debido a que ambos cuentan con particulares diferencias. El boceto, al ser perteneciente a la producción de la artista cuando apenas entraba en su etapa de adultez, proporciona elementos importantes tanto para apreciar la mirada crítica de la artista, como para indagar acerca de las situaciones que se involucraron para distar las diferencias entre el boceto y la acuarela. Débora es una artista que ha sido trabajada de manera extensa por diferentes autores y autoras, debido a lo que ha representado tanto su obra como su vida para la historia del arte en Colombia, gracias a ello, hay existencia de aportante bibliografía que se centra en su biografía y producción, y otras en el estudio de piezas famosas de la artista, pero pocas que aborden la vida de la artista desde su producción plástica, por esta razón y en suma a la falta de investigación del boceto y obra El Placer, se refleja la necesidad de abrir paso a un análisis tanto de los factores del contexto que influenciaron la producción de la obra, como también de propiciar una interpretación rigurosa y sustancial de la misma, para ello, se hace mano del método iconográfico e iconológico, 15 que más allá de continuar biografiando a la artista, pretende comprender su mirada a través del arte como expresión simbólica. Este estudio pretende aportar nuevo conocimiento para la comprensión, análisis y reinterpretación, de la producción artística de la maestra Débora Arango, no solo desde la etapa madura de sus piezas, sino, desde aquella etapa temprana, por medio el boceto y obra El Placer, donde más allá de estudiar su capacidad técnica en la pintura, se explore y se de paso, a nuevas conjeturas que generen una extensión de la comprensión de la mirada de la artista hacia el mundo, la cual materializó y codificó a través del arte. 16 Objetivos 3.1 Objetivo General Analizar el contexto histórico que influenció la etapa temprana de la artista Débora Arango mediante un estudio iconográfico e iconológico del boceto y la acuarela El Placer que permita la identificación de la mirada de la artista hacia el mundo desde los inicios de su producción. 3.2 Objetivos Específicos • Identificar las circunstancias políticas, sociales y familiares que influyeron en la vida de la artista Débora Arango, por medio de diversas fuentes orales y documentales, para acercarse a las influencias en la producción artística temprana de la maestra. • Interpretar el boceto y la obra El Placer para el reconocimiento de elementos claves del significado de ambas expresiones, partiendo del modelo de análisis pre iconográfico, iconográfico e iconológico de Erwin Panofsky. • Reconocer las diferencias entre el boceto y la acuarela El Placer mediante el estudio de los elementos técnicos y conceptuales que influyeron en las interpretaciones visuales del entorno vivido por la artista Débora Arango. 17 1. Marco Teórico 1.1 Inicios Del Siglo XX: Contexto Social, Político Y Artístico Teniendo en cuenta que el contexto histórico en el cual se movió la vida y la producción artística de Débora Arango hace parte esencial de este estudio y en favor de comprender ese momento se hace necesario abrir este apartado con el fin de desarrollar un análisis alrededor del contexto social, político y artístico donde se desenvolvió la vida de la artista. Estas circunstancias fueron representadas y visibilizadas a través de una obra expresionista caracterizada por componentes como la denuncia y la crítica social. 1.1.1 La Nueva Sucesión De La Violencia En Colombia Ante el panorama más violento que sumergía al mundo con el origen de las dos guerras mundiales en el siglo XX, en Colombia también se dieron hechos históricos importantes que marcaron la historia del país. Por supuesto, la violencia mediada por intereses políticos ha sido el principal actor de una serie de conflictos bélicos que acarrearon grandes consecuencias y sus complejidades se han extendido hasta nuestros días. la llamada “Hegemonía” conservadora que procedió a la guerra de los mil días (etapa de conflicto armado entre liberales y conservadores entre 1899 y 1902), se trató del periodo en que la presidencia estuvo a cargo del partido Conservador de manera continua hasta 1930; este hecho implicó nuevas confrontaciones armadas entre Liberales y Conservadores que se detonaron debido al asesinato del candidato presidencial Jorge Eliecer Gaitán, un acto que a su vez, produjo el Bogotazo en 1948 y extendió el periodo de violencia hasta 1958, concluyó con la formulación del Frente Nacional (pacto entre liberales y conservadores), no obstante, iniciaría la primera etapa del conflicto armado interno, una guerra que continua vigente con algunos matices hoy en día. Estos 18 actos devinieron la configuración de una República Colombiana caracterizada por hechos violentos, fluctuantes y de supremacía que enmarcaron la necesidad de renovación y progreso, en la urgencia por la paz de los colombianos. Lo anterior se sintetiza en Historia de Colombia Contemporánea (2017) donde Ricardo Arias Trujillo se centra a partir de los años veinte para hacer una aproximación histórica reflexiva y crítica hacia este período a través de los procesos, políticos sociales, demográficos, económicos y culturales en los que se produjeron grandes cambios y transformaciones en el país. Además, señala que “En ocasiones, los cambios se tradujeron en mejoras notables para el conjunto de la población; en otras, crearon nuevas complicaciones o agudizaron viejos problemas” (p. 19). Cabe resaltar la importancia que tuvo la iglesia en estos procesos históricos, como lo expone Marco Palacios en Colombia País Fragmentado Sociedad Dividida (2002) que “Hasta 1930 la iglesia fue complemento del estado” (p. 525). Lo que explica su influencia en las decisiones gubernamentales que se tomaban en el país, “Para los curas párrocos era imperioso tomar partido de los procesos electorales y en el trámite de peticiones de los feligreses que requerían una conexión con el poder” (p. 528). Lo que a su vez representó un notable y valioso apoyo al partidoconservador y demostró el papel fundamental de la iglesia católica en la política y la sociedad. Entre 1930 y 1946 la república liberal tomó el poder social y político del país, se presentó como un estado que respondía a las nuevas circunstancias sociales que acontecían en el siglo XX. En cuanto a la estructura jurídico-política Álvaro Tirado en La economía y lo social en la reforma constitucional de 1936 (1986), sitúa la importancia que tuvo la reforma constitucional de “1936, en la que expresamente se adoptó la filosofía intervencionista, se tuvo en cuenta un nuevo concepto de propiedad, se dio un paso en la modernización laica del Estado y se consagraron derechos sociales, es la más importante” (p. 90). Con la reforma constitucional de 1936 se marcan los 19 cimientos de una independencia nacional de la hegemonía religiosa y conservadora que para entonces tenía el control del país. Es indispensable la presencia de estos fenómenos que han estructurado la historia de Colombia, se evidencia un agitado contexto con situaciones políticas, sociales y económicas que se hicieron muy notorias. Este contexto se hizo visible en gran parte de la obra de Débora, pues tuvo que ser testigo de un momento histórico que la conmovió y así mismo impulsó a visibilizar por medio del arte, además de sufrir en carne propia, la desigualdad de la sociedad conservadora de ese momento. 1.1.2 La Emergencia Del Arte Moderno El contexto artístico y cultural también tuvo grandes transformaciones con la llegada del nuevo siglo, nuevos artistas con nuevas propuestas se empezaban a formar ante el arraigado academicismo en la pintura local, se comienza a gestar un nuevo movimiento artístico que rompe con la tradición y revela intenciones nacionalistas “El nacionalismo florece por todo el mundo. Su forma expresiva por excelencia es el realismo monumental, al servicio del os intereses del Estado. La restitución jerárquica de valores, el historicismo y el monumentalismo están a la orden del día” (Sierra y Gómez, 1996, p. 13). Álvaro Medina en La Bachué de Rómulo Rozo, un ícono del arte moderno colombiano (2013) plantea que el inicio del arte moderno en Colombia se da entre las décadas de1920 y 1930. La figura de Rómulo Rozo marcó un antes y un después en el arte colombiano con su obra Bachué diosa generatriz de los indios chibchas (1925), al crear una imagen nueva que permitiera reflexionar a partir de lo propio, inspiró la configuración del movimiento literario Bachué y en esa misma medida impulsó el arte ante la emergencia de la primera generación de artistas modernos 20 en Colombia, los cuales insistían en el pasado y la formación de un nacionalismo trascendente, amplio, ancho y abierto a todas las propuestas de restauración y transformación del arte local, esta obra nutrió las intenciones del nuevo grupo, el cual pretendía influenciar la primera generación de artistas modernos que se revelaban decididamente en contra del arte académico. Además, el mismo autor en El arte colombiano de los años veinte y Treinta (1995) relata los procesos que llevaron a que se desarrollara la escena artística moderna en Colombia entre los períodos y artistas que la comprendieron. En cuanto a los artistas más representativos de la coyuntura artística del arte moderno en Colombia, Santiago Lodoño en Historia de la pintura y el grabado en Antioquia 1995 en uno de sus capítulos aborda los dos extremos de las discusiones modernas del arte en Colombia, por un lado se situaban Eladistas y en el otro Pedronelistas, es preciso mencionar que en este último se insertaba la figura de Débora Arango ya que simpatizaba con las posturas sociales y de ruptura de Pedro Nel Gómez y rechazaba el apego academicista en Eladio Vélez. A pesar de haber sido alumna de ambos maestros terminó teniendo mayor afinidad con Pedro Nel. Su experiencia como alumna de Eladio Vélez le brindó elementos técnicos importantes en el manejo de la acuarela, sin embargo, esa dependencia a los aspectos técnicos y formales, y la recurrencia en temas académicos impulsó su renuncia a la academia. Tiempo después, como lo argumenta Sofia Stella Arango en Presencia Femenina en las Artes Plásticas de Antioquia en la primera mitad del siglo XX: Impresionada, particularmente por los frescos del Maestro Pedro Nel Gómez en el Palacio Municipal, pidió ser admitida en su taller en 1933, pues le gustó su técnica por ser más expresiva. Le enseñó Pedro Nel a mirar con ojos de pintor el mundo que le rodeaba y despertó en ella interés por la figura humana (2007, p. 263). 21 Su interés por los murales de Pedro Nel y la temporada en que estuvo trabajando con él, hicieron que la artista formara parte de un contexto artístico importante para el desarrollo del arte en el país. Por ser mujer representó en esta época junto a Hena Rodríguez, la posición de una mujer con un pensamiento moderno que veló por la libertad de la manifestación artística de la vida real; libertad que también se le otorgó a la sociedad misma al ver su realidad representada a través la pintura. 1.1.3 La Vida De Débora Arango En El Contexto Del Siglo XX En Colombia Santiago Londoño (Medellín 1955) es un historiador de arte colombiano, curador y crítico de arte. Es uno de los autores más conocedores e interesados en la vida y obra de la artista Débora Arango, entre sus obras más conocidas y relacionadas directamente con la artista, se encuentran: Débora Arango. Vida de pintora (1997) y Débora Arango. Cuaderno de Notas (2007). El texto de Londoño, Débora Arango. Vida de pintora (1997), el cual hace parte de una serie de investigaciones que conmemora algunos de los artistas más relevantes de Colombia a cargo del Ministerio de Cultura, ha servido de referencia principal para la presente investigación; Londoño se permite hacer una retroalimentación histórica a través de una línea de tiempo cronológica de la vida de Débora Arango, en la que el autor cuenta aspectos importantes que influyeron en la producción plástica de la artista desde su nacimiento hasta una década antes de su fallecimiento en 2005. El autor no se enfoca en aspectos formales o técnicos de la obra de la artista, sino que propone contar con gran precisión y rigurosidad los diferentes procesos y situaciones que hicieron parte de la vida de la artista. Se llegaría a pensar que se trata de una obra biográfica, sin embargo, Londoño afirma “Muchas fechas son imprecisas o desconocidas… Al final, se insertaron de la manera más coherente y verosímil, sin caer en la tentación de novelar” (1997, p. 11). 22 Es importante resaltar en este apartado, que es precisamente gracias a esta referencia de Santiago Londoño, que se ha emprendido como objeto de estudio para la presente investigación, el boceto y obra El Placer, ya que hace parte del corpus de obra seleccionado en Débora Arango. Vida de pintora (1997). Sin embargo, el autor en el texto no brinda la suficiente información de esta, lo cual es desfavorable, no obstante, la ubica en el capítulo “La exposición del Club Unión” y también aporta información como lugar y década de la creación del boceto, también a través del libro es aportante notar diferentes aspectos que quizás influyeron en los notorios cambios que se presentan en la creación de la acuarela. 1.2 La Crítica Social En La Obra De Débora Arango Cuando se hace referencia a Débora Arango generalmente se sitúa a la artista como una mujer que logró revolucionar el arte colombiano a través de una obra cargada de crítica social. Sin desvincularnos de ello, el boceto de la acuarela El Placer posee dicha característica, además de aparentar una sátira a la iglesia católica, sin embargo, es particularmente interesante que en la creación de la acuarela aquellas características no queden evidenciadas y sean omitidas por la artista. Debido a esto es preciso hacer un estudio de arte acercade la implementación de la crítica social que Débora denunció a través de su obra. A pesar de haber sido criada por una familia conservadora y de insertarse en un contexto machista, Débora encontró en el arte un vehículo para visibilizar y de ese modo denunciar aquellos actos camuflados y estigmatizados de esa sociedad, en ese sentido quiso normalizar el desnudo femenino, denunciar la violencia social, la pobreza y la prostitución. Habría que decir también que Arango fue la primera pintora colombiana que se empeñó en representar y des estigmatizar los actos que ella observaba y que la sociedad invisibilizaba, además 23 de ser la única mujer que se atrevió a hacerlo, y hoy es reconocida como una temprana feminista, que con su obra intentó por una parte insertar a la mujer como sujeto autónomo en la sociedad y por otro denunciar la realidad social que acontecía en el país. Sin embargo, gracias a este carácter particular en su obra, la artista fue víctima de múltiples rechazos, desprestigios y limitaciones en su obra, pues no era bien visto que una mujer con el tipo de familia que tenía y su educación, tratará temas de esa índole. 1.2.1 Tradición Y Modernidad, El Peso Del Cuerpo Femenino Débora creció en un contexto social bastante conservador y religioso, no obstante, la artista siempre observó su entorno con una mirada crítica, por eso cuando decidió dedicarse al arte vio a través de él un medio de denuncia pública de todas aquellas situaciones que su contexto pretendía esconder, pero que merecían ser expuestas por medio de la pintura como una especie de manifestación de la realidad social de su país, es por ello por lo que la pobreza, la prostitución, la política, etc. hicieron parte de su temática crítica y reveladora. A pesar de que el desnudo no es cuestión de enfoque en esta investigación, si es necesario abordarlo a grandes rasgos para comprender el carácter de la obra de la artista a partir del desnudo femenino, una característica que dio mucho de qué hablar en su trabajo artístico y que produjo por una parte contradicciones en posturas sociales y por otra le otorgó fuerza, revelación y liberación de estigmas sociales alrededor del cuerpo femenino. Beatriz González en un ensayo realizado para la Exposición retrospectiva (1996) del Banco de la República analiza el género del desnudo en la obra de una mujer y expone que: Siempre ha desconcertado que este género sea tratado por una mujer, como si ello constituyera una amenaza a las costumbres, al punto que el obispo de Medellín llamó a 24 Débora para reconvenirla y aclararle que Pedro Nel Gómez sí los podía pintar porque era hombre (p. 62). Es decir, se ratificaba un machismo muy conservador por parte de una sociedad anclada a valores tradicionalistas y excluyentes que terminaron por censurar el trabajo de la artista. Cecilia Fajardo Hill a través de Débora Arango: “El arte nada tiene que ver con la moral” (2012), expuso lo que representó el desnudo femenino en la obra de la artista, aborda el tema desde la postura crítica social de Débora, en la cual argumenta como por medio del arte dinamizó sus posturas alrededor del cuerpo femenino, como una celebración de la sensualidad y de la realidad; en esta última se sitúan características que permean al cuerpo femenino como las situaciones sociales y familiares, además de situar la figura masculina como agresor y opresor, y por consiguiente su interés por representar el cuerpo como una entidad moderna no idealizada. Andrea Paola González en Débora Arango: Política, Mujer, Familia y Maternidad (2017), analiza que a pesar de las limitaciones y hostigamientos que tenían que sobrellevar las mujeres del contexto en el que vivió la artista, ella consiguió liberarse de todo esto a través de su obra “expresó de manera diversa en su pintura convirtiéndose en una mujer libre y liberadora, mostrando en sus obras una realidad que ella sentía como injusta” (p. 25). Este texto permite pues, hacer un contacto con la artista desde su condición de mujer, lo cual puede arrojar aspectos importantes para analizar la capacidad en que ello influenció en el manejo que la artista le dio tanto al boceto como a la obra El Placer. En La Mauvaise Réputation: transiciones sociales alrededor de lo femenino en Colombia durante el siglo XX. El caso de Débora Arango (2014) de Adriana María Serrano López y Andrea Carolina Miranda Morales, se muestra como la artista fue testigo de un sin número de cambios sociales que repercutieron en su obra, básicamente desde sus inicios sujetos a un tradicionalismo 25 arraigado, hasta la aceptación de su obra durante la transición hacia la modernidad, así mismo comparan como estos procesos conllevaron a los extremos calificativos que incito su obra primeramente hacia 1940 y posteriormente en 1980 “Queremos explorar las causas que llevan a los mundos en conflicto, tanto a repudiar como a aplaudir a Débora Arango” (p. 112) En Agencia, mujeres y pintura: la experiencia de Débora Arango Pérez, 1950-1954 (2019), Carolina Marrugo hace una reflexión de la participación de la mujer por medio de la pintura a mediados del Siglo XX, donde se toma como estudio, el caso de Arango, en el cual “se pretende analizar, cómo factores de su entorno social ─tales como educación y relaciones sociales de clase y género─, favorecieron su posicionamiento en el campo artístico colombiano y la mantuvieron dentro de la crítica de arte” (p. 67). La autora por medio de este texto busca no solo resaltar la figura de la mujer pintora en Colombia en el siglo XX, sino también evidenciar la importancia de sus trabajos y de atribuirles la condición de artistas gracias a todos los procesos que por medio de ellas permitieron el desarrollo de la pintura en el país, por lo cual dentro de esta agencia de mujeres Débora funge como la representante más significativa de estas argumentaciones. 1.2.2 La Prostitución Como Síntoma De Lo Pagano En La Obra De Débora Debido a la falta de regulación, marcos jurídicos y otros, la prostitución ha representado un problema social y de salud pública en el marco de Latinoamérica; en Colombia el trabajo sexual tiene una alta presencia y ha sido ejercido en gran medida por mujeres, esto en parte debido a la falta de oportunidades laborales, una economía desigual, el acceso a una educación superior entre otros factores; en el contexto que vivió Débora Arango, se suma de igual manera la falta de educación que se les negaba a las mujeres “Bajo el pretexto de la inferioridad mental, su incapacidad para la racionalidad y la inutilidad de ello, se le negó a la mujer el acceso a la 26 educación media y superior hasta los años treinta del siglo XX” (Reyes, Saavedra, 2005, p. 14), por lo que es coherente comprender que la mayor parte de mujeres que se dedicaron a la prostitución correspondía a mujeres con hijos fuera del matrimonio o abandonadas por sus maridos, las cuales al encontrarse en esta situación y adicionalmente con la falta de educación y de oportunidades laborales optaban por el camino del trabajo sexual. La denuncia social fue una temática recurrente en una temporada de la obra de Arango, Santiago Londoño la sitúa entre 1942 y 1944, no obstante, afirma en Paganismo, denuncia y sátira en Débora Arango (1985), que “Los cuadros de este período partieron de una temática que la artista había explorado durante la etapa anterior, con trabajos como En Puerto Berrío, El placer, Amanecer, Trata de blancas, En el barrio y otros más” (1985, p. 7). Aquí el autor hace referencia al objeto de estudio de esta investigación, la acuarela El Placer, por lo cual, sitúa esta obra como una exploración previa de la artista que tomaría mayor importancia tiempo después, es decir el autor da pautas importantes para comprender en qué medida se inserta está dentro de la construcción temática que abordaba la artista. Esta referenciarepresenta elementos claves dentro del propósito y desarrollo de esta investigación. La afirmación anterior de Londoño también la abordó Sven Schuster cuando menciona que: Hasta los años 40 su motivo preferido sería el cuerpo femenino desnudo, una obsesión que culminó en una serie de cuadros sobre las prostitutas de Medellín (…) y acusa a la vez la hipocresía del Estado y la Iglesia al tratar el ‘problema’ de la prostitución con el único fin de someter a la mujer por medio de un discurso moralizante (2011, p. 36). La artista por medio de su desmitificación del cuerpo femenino encontró en la prostitución un elemento simbólico para abordar estas problemáticas con la mayor honestidad, donde el cuerpo ya no responde a los ideales clásicos y canónicos del cuerpo femenino, por el contrario, la artista 27 lo naturalizaba y trasladaba de ser un mero objeto de deseo para convertirlo en un sujeto vivo, real y erótico. Andrea González analiza el uso del cuerpo femenino, el desnudo y el erotismo en la obra de la artista y señala que “A Débora la inspiraba la cotidianidad porque hurgaba en el prostíbulo, en la soledad del desnudo, el sexo expuesto y huérfano” Además, agrega “La prostituta es lo que queda cuando se borran las máscaras” (2017, p. 72). Es decir, utiliza a la prostituta como la representación más viva, real y transparente del cuerpo femenino. González al igual que Londoño referencian: Friné o trata de blancas 1940, para aludir a la crítica social por parte de la artista hacia una sociedad machista y controladora. 1.2.3 La Sátira: Un Recurso De La Artista Para Referirse A La Política Y A La Iglesia Santiago Londoño en Débora Arango, la más importante y polémica Pintora Colombiana (1997) sitúa las siguientes obras: Los que entran y los que salen (1944); Amanecer (1940); La Mística (1974) y Junta militar (1957), como una faceta de sátira política en la obra de la artista, en respuesta al clímax de agitación de la época, Londoño precisa que en estas obras de carácter satírico de la artista, “La estridencia del color, la fuerza de la pincelada, la interpretación de episodios históricos nacionales y el feísmo chocante que predomina en la ejecución, guardan estrecha relación con la realidad que se representa” (p. 14). En cuanto a la intención de la artista para referirse a la iglesia, Juan David Mahecha en Débora Arango: génesis social de una mirada (2020), expone el contenido de algunos cuadros que tienen este enfoque, pero enfatiza en las representaciones de mujeres (que en este caso se trata de monjas), cuando hace referencia a La huida del convento donde “Por ejemplo, los hábitos de los que se despoja y desnuda, junto al rosario que deja a un lado; las figuras de otras religiosas en 28 la lejanía, y un crucifijo sobre la pared” (p. 72), representan el deseo y el afán de una mujer por abandonar la labor religiosa que sin importarle estar desprovista de cualquier pertenencia opta por huir del recinto. En correspondencia a dos de las mismas obras que analiza Mahecha: La mística (1940) y La Huida del convento (1944), María Camila Bedoya en De narrativas y estéticas en pugna: la degeneración artística en la obra de Débora Arango como antídoto contra la herencia de la regeneración política en Colombia (1940-1950), analiza que: En ellas la pintora muestra de manera diestra lo que ella misma denomina como “la expresión pagana”; una forma atrevida de conjugar elementos como el desnudo, asociados comúnmente con lo pagano, lo grotesco, lo que no se debe mostrar en público; con objetos como cruces, monjas e iglesias (2014, p. 70). En el catálogo de la exposición Los proscritos, la obra escandalosa y prohibida de Débora Arango (2016) realizada en el Museo Juan del Corral en Santafé de Antioquia en base a los temas religiosas del trabajo de la artista al referenciar algunas acuarelas se menciona que están “plenas de simbolismo, sensualidad, erotismo y paganismo. Monjes lúbricos y la alta jerarquía de la iglesia católica” y añade que “En estas pinturas salta la crítica más agria y exacerbada de la artista hacia la iglesia, sin precedente hasta la actualidad” (p. 9). María Acosta y Natalia Echeverry a través de su investigación Análisis de dos obras de Débora Arango en las que expresa su lectura de la violencia en Colombia de 1948 a 1956, traen a colación la condición religiosa en sus pinturas: Débora realizó obras de temas religiosos, que, en la gran mayoría de veces, fueron acusadas de antirreligiosas e irrespetuosas frente a la iglesia, tal es el caso de “Levitación”, “Las monjas y el cardenal”, en la década de los 30 “El Placer” (2003, p. 37). 29 Es pues curioso que las autoras incluyan El Placer dentro de la temática religiosa de la artista sin ser esta una característica evidente en la obra, ya que en realidad es en el boceto donde se logra percibir el asunto religioso y no directamente en la acuarela. Otro elemento importante se debe a la fecha de creación de El Placer (la década de 1930 para el boceto) pues corresponde a la primera obra concebida por la artista de las tres que se mencionan en la cita. 30 2. Metodología Para el presente trabajo de investigación y en dirección con los objetivos propuestos se plantea el uso de la teoría fundamentada para el correcto desarrollo de estos, sin embargo, en el caso del tercer objetivo se hará uso del modelo de análisis iconográfico e iconológico de Erwin Panofsky para finalmente, darle respuesta al tercer objetivo, en base a los resultados arrojados a través del adecuado manejo de ambas metodologías. 2.1 Uso De La Teoría Fundamentada La teoría fundamentada es un tipo de investigación cualitativa y fue desarrollada por los sociologos Glaser y Strauss en The Discovery of grounded Theory: Strategies for qualitive research (1967). Según los autores: This is an inductive method of theory development. To make theoretical sense of so much diversity in his data, the analyst is forced to develop ideas on a level of generality higher in conceptual abstraction than the qualitative material being analyzed (1967, p. 74). En base a las características del método se propone esta metodología para el desarrollo de la investigación, debido a que guarda relación con el carácter de los objetivos propuestos, en el sentido de que por una parte se plantea como un método inductivo para la construcción de teorías a partir de la recolección de datos, y por otra, permite el contacto tanto con un relato oral, como con la información que está documentada. A este respecto, el uso de esta metodología facilitará el proceso de la investigación debido a la amplitud de ventajas que su estudio posee, Sandoval la define como (como se citó en De la Torre, Gemma et ál.) Es una Metodología General para desarrollar teoría a partir de datos que son sistemáticamente capturados y analizados; es una forma de pensar acerca de los datos y 31 poderlos conceptuar. Aun cuando son muchos los puntos de afinidad en los que la teoría fundamentada se identifica con otras aproximaciones de investigación cualitativa, se diferencia de aquellas por su énfasis en la construcción de teoría (2011, p. 4). La presente investigación está sujeta a la obtención de información para la construcción de nueva teoría en torno a las relaciones que establecía la artista Débora Arango con su entorno, para lo cual se toma como punto de análisis la acuarela El Placer y su previo boceto. Debido a esto el proceso flexible que se propone a través de la teoría fundamentada es adecuado para que el proceso de investigación no se vea limitado y por ende permita arrojar datos relevantes para la construcción y consolidación del proyecto. Teniendo en cuenta que en el objetivo general se expone la intención de identificar la mirada de la artista Débora Arango hacia su contexto, la teoría fundamentada permite abrir brechas haciaese reconocimiento, en el sentido de que la preocupación se centra en el interés por entender los lenguajes o códigos sociales que se desarrollaron alrededor de la artista y cómo estos intervinieron en su producción artística; por lo que es elemental el uso de las siguientes herramientas que proporciona la teoría fundamentada: 2.1.1 La Entrevista La interacción conversacional es la principal preocupación de la teoría fundamentada y para hacer uso de la entrevista es esencial construir guiones conversacionales y centrar la preocupación en el desarrollo de las narrativas que se producen alrededor de esta, con el objetivo de lograr obtener información relevante acerca de las relaciones cotidianas que se movían alrededor de la vida de Débora a partir de la recolección de datos que se obtienen a través de la narración. 32 2.1.2 La Discusión Es una herramienta muy similar a la entrevista, pero difiere en el sentido de que el receptor, es decir el entrevistador, ya no es pasivo si no que se encuentra en una posición activa para producir una conversación en la que se encuentren opiniones o intereses, que permitan la obtención de datos descriptivos muy detallados y en ese sentido arrojen respuestas para el beneficio de la presente investigación. 2.1.3 Uso De Información Documental El uso de la información documental en el proceso de esta investigación es de vital importancia, pues sirve como un medio para contrastar y relacionar con los datos arrojados por la interacción conversacional, lo cual permitirá comprender los detalles que influyeron en la producción artística de la maestra. También las diferentes fuentes citadas en el marco teórico permiten tanto la ampliación del contexto en el que vivió Débora, así como la postura de la artista ante él, lo cual es esencial para poner en discusión el análisis de los evidentes cambios que realizó la artista en las dos fuentes que componen el objeto de estudio de esta investigación. 2.2 Modelo De Análisis Iconográfico E Iconológico De Erwin Panofsky El segundo objetivo se desarrollará con base al modelo iconográfico e iconológico propuesto por Panofsky y servirá para el estudio del boceto y la acuarela El Placer. A través de Estudios sobre iconología (1998) Panofsky propuso tres niveles de análisis que se deben seguir para la correcta comprensión de obras de arte, los cuales son: descripción pre iconográfica, análisis iconográfico y análisis iconológico. 33 2.2.1 Descripción Pre Iconográfica Como se mencionó anteriormente Panofsky clasificó su método, comenzando por la descripción pre iconográfica la cual nombró “Significación primaria o natural, a su vez subdivida en significación fáctica o significación expresiva” (Panofsky, 1983, p 47). Es decir, hace parte de las formas que se logran identificar de acuerdo a la experiencia práctica. Este nivel es completamente utilizable para todos los individuos, sin embargo, se debe tener cuidado en identificar los motivos correctos, puesto que las formas que son conocidas para algunos, son desconocidas para otros. Esta sección posibilita la ejecución de una descripción que analice tanto las formas como las cualidades expresivas que se perciben en el boceto y su obra El Placer. 2.2.2 Análisis Iconográfico Método Descriptivo El análisis iconográfico o también llamado Significación secundaria o convencional. “Difiere esta de la primera o natural en que es inteligible en lugar de sensible y en que ha sido deliberadamente comunicada a la acción práctica que la vehicula” (Panofsky, 1983, p 46). Es decir, consiste en descifrar la incrustación que va directamente en la acción a través de la imagen y que cumple como medio de comunicación; se trata pues, de una interpretación del tema o concepto que se pretende transmitir. Lo anterior es de vital importancia para esta investigación, ya que las dos imágenes que se están estudiando poseen motivos reconocibles con una carga simbólica que merece ser interpretada. 2.2.3 Análisis Iconológico Método Interpretativo “Esta se aprehende investigando aquellos principios subyacentes que ponen en relieve la mentalidad básica de una nación, de una época, de una clase social, de una creencia religiosa o 34 filosófica, matizada por una personalidad y condensada en una obra” (Panofsky, 1983, p 49). De acuerdo a lo anterior, para dar paso al análisis iconológico, se debe investigar todos aquellos elementos intrínsecos que hicieron parte del contexto de la obra, por ello, para implementar este proceso en el estudio de las imágenes será de extremada importancia las conclusiones y aproximaciones históricas arrojadas por el primer capítulo, esto otorgará la formulación de una correcta interpretación del concepto expuesto en ambas imágenes por separadas, pero también como una sola unidad. Finalmente, al último objetivo se le dará continuidad en concordancia a la correlación de los datos obtenidos a partir del uso de los medios de la teoría fundamentada y del método iconográfico e iconológico de Panofsky, para desarrollar un análisis que tiene como principal preocupación el reconocimiento de todos aquellos elementos que influyeron en la vida de la artista, que se vieron reflejados en las dos imágenes puestas en común y en ese orden de ideas conducir este capítulo hacia la comprensión de la mirada de la artista hacia el entorno que le rodeaba. 35 3. Contexto Colombiano En La Primera Mitad Del Siglo XX. El Nacimiento De La Modernidad El siglo XX fue un periodo histórico que marcó la historia para siempre a partir de las dos guerras mundiales. El agitado contexto de la segunda guerra mundial, trajo consigo grandes cambios en diferentes aspectos que terminaron por descentralizar a Europa y situar a Estados Unidos como la naciente capital del mundo después de haber superado la llamada “Gran Depresión”. De París a Nueva York, fue el transito que se tradujo en cambios, económicos, demográficos y artísticos que reveló la sucesión del control hacia norte América. En el contexto local, Colombia también sufría extremas situaciones de violencia, finalizaba la guerra de los mil días y comenzaba una nueva con la hegemonía conservadora. En su primer siglo de “Independencia” Colombia aún continuaba siendo una nación joven e inmadura; intereses políticos implicaron una serie de consecuencias que terminaron tiznando la historia del país. En el aspecto artístico, en Colombia como en el resto de Latinoamérica entró en un periodo de búsqueda de nuevos cambios estéticos. La renovación del arte colombiano se comenzó a manifestar con el grupo Bachué en donde se comienza a preguntar por lo propio desde nociones indigenistas, posteriormente los enfrentamientos entre los llamados Eladistas y Pedronelistas asociados al arte académico y el arte moderno respectivamente y a continuación la formación del grupo Los Independientes. Una de las representantes más activas de ese contexto fue la pintora y acuarelista Débora Arango, quién demostró su inclinación hacia las posturas de renovación que planteaba el arte moderno al insertarse en el grupo de los Pedronelistas y posteriormente en Los Independientes. El trabajo de Débora entre 1930 y 1940 comenzó a posicionarse en el circuito del arte colombiano. En este periodo la artista realiza un trabajo cargado de un carácter social en su 36 intención por representar las situaciones de la cotidianidad, en esta temporada se sitúa El Placer, una pequeña acuarela que cuenta con un previo boceto, el cual presenta contrastantes cambios respecto a la obra finalizada a la acuarela; estas particularidades hacen que sea necesario entrar a analizar los aspectos principales que hicieron parte de la primera mitad del siglo, para indicar posibles circunstancias exteriores que permearon en la vida de la artista y así mismo en la producción de las piezas antes mencionadas. 3.1La Exportación Cafetera Como Símbolo De Modernidad Y La Influencia De La Iglesia Católica En El País A partir de la década de 1920 algunos problemas se comienzan a minimizar con la llegada de la modernización que implicó transformaciones económicas, demográficas, sociales, culturales y artísticas, dejando a un lado la democracia, pues no fue hasta una década más adelante que se puso fin al reinado de la hegemonía conservadora. Este periodo de modernización estuvo representado por un vínculo que demostró la capacidad de vicisitud de un único interés: el económico, pues la exportación cafetera protagonizó un nuevo horizonte para la situación económica del país, puesto que “Pese al trasfondo de la aleve secesión de Panamá, Colombia pudo integrarse plenamente al mercado mundial en cuanto se consolidó la economía cafetera” (Palacios, Safford, 2002, p. 493). Cabe resaltar que, a pesar de las ventajas económicas del cultivo y la exportación cafetera, también se manifestaron desventajas ante el protagonismo de la industrialización en la modernidad. El nuevo panorama laboral diseñado ante la idea de progreso y desarrollo, extrajo nuevos problemas sociales que produjeron movilizaciones sindicales en el marco de una economía en ascenso, lucrativa y de marcada explotación laboral. 37 La exportación cafetera además de solucionar problemas económicos, le obsequio a el país un periodo de calma de las conocidas confrontaciones violentas entre Liberales y Conservadores a través de una coalición que tuvo por nombre “Unión Republicana”, Ricardo Arias lo expone así: Las rivalidades bipartidistas, que habían propiciado numerosas guerras civiles entre liberales y conservadores durante el siglo xix, se apaciguaron, al menos durante unas dos décadas. Conscientes de los innumerables beneficios que podía generar el café, los dirigentes de ambos partidos dejaron de lado sus hostilidades para centrar sus esfuerzos en la formulación de una política que permitiera sacar el máximo provecho del modelo agroexportador, pilar del crecimiento económico y, al menos por el momento, del nuevo clima de concordia política (2017, p. 28). Se le apostó al café como representante de la modernización económica del país, lo cual demostró un arduo empeño por posicionarlo en el mercado internacional y para “los años veinte Colombia ya era el segundo productor mundial y el primer productor de cafés suaves” (Palacios, Safford, 2002, p. 504). Con la nueva alza de la economía en el país a raíz de las exportaciones y de los recursos obtenido por Panamá, por fin se finalizaron las primeras estaciones del ferrocarril que habían comenzado desde 1852, aunque, la inadecuada gestión tanto en el proyecto como en su formulación hicieron que por una parte el sistema tuviera múltiples fallas para su adecuado funcionamiento y por otra a comparación de otros países sus complicaciones y el corto tramo que recorría resultaba obsoleto, por lo que la construcción y el uso de carreteras se convirtió en la mejor opción para el transporte de carga y el ferrocarril pasó a funcionar como una vía alterna. Todas las insuficiencias que quedaron en evidencia con el sistema ferroviaria demuestran una innegable 38 corrupción, ya que pese a las enormes sumas de dinero que fueron destinadas para el proyecto este fue de muy poca utilidad. Sin embargo, la utopía no duraría por mucho tiempo, pues como toda economía está sujeta a diversos comportamientos que incrementan o disminuyen los precios, así lo manifestó la Gran Depresión y la segunda Guerra Mundial, pues la deflación marcaba un nuevo auge de desempleo y crisis económica en el territorio colombiano y en toda América latina al depender del proceso de exportación, Palacios y Safford señalan que “La gran depresión empezó a sentirse en Colombia durante el segundo semestre de 1928. El primer síntoma grave fue el cambio de dirección de los flujos de capital exterior (…) El segundo fue la caída de los precios internacionales del café” y añade que “los peores efectos de la Depresión se habían superado en 1933” (2002, p. 506). Como se ha expuesto la Colombia cafetera de los años 20 y 30 representó un crecimiento económico importante para el país, demostró una capacidad intrínseca de dominio y manipulación que aprovechó deliberadamente el recurso de la exportación del café, así mismo para impulsar la de diversos recursos locales como son: el banano, la caña, la ganadería y el petróleo. No obstante, este es solo un factor de los muchos que conformaron el contexto colombiano en estos periodos, es interesante entrar a analizar cómo la educación, el arte, la política y la vida social estuvieron mediadas por una delgada línea: la iglesia católica. Ahora bien, “Aunque el café anudó la económica colombiana a la norteamericana, la influencia cultural de Europa se mantuvo. En este terreno, la Iglesia, pese a ser una organización internacional, puede contarse en el campo europeo” (Palacios, Safford, 2002, p. 493). La iglesia católica ha sido un organismo que se ha mantenido vivo desde la colonización hasta nuestros días, con algunos matices por supuesto, pero ni la globalización ni la modernidad han impedido su 39 vehemencia y el siglo XX no sería la excepción, pues para sus inicios el país aún se encontraba supremamente influido por su dominio. En la cúspide de un gobierno conservador desde 1885 hasta 1930 la iglesia cumplió su papel de complemento elocuente e influenciador del manejo que se le daba al país; debido a que sus gestiones demostraban un enorme favoritismo con el gobierno de turno, “Además de su influencia en la sociedad y en el individuo, la Iglesia también era un actor político determinante: en estrecha alianza con el Partido Conservador” (Arias, 2017, p. 69). Diversos eventos católicos servían de excusa para hacer propaganda política como lo fue “El de Bogotá de 1913 sirvió de plataforma política a los dos contendientes conservadores por la presidencia, el histórico José V. Concha y el nacionalista Marco F. Suárez” (Palacios, Safford, 2002, p. 528). Este tipo de actos evidencian un proceso estrechamente reciproco, entre la iglesia católica y el partido conservador, para mantener sus intereses dispuestos en la constitución de 1886 y la formulación del posterior concordato que brindaba múltiples beneficios a la iglesia en la educación. La educación para la época era un privilegio, la mayoría de escuelas estaban dirigidas por lideres y representantes de la iglesia lo que garantizaba una educación conforme a la moral católica. Las personas de escasos recursos en su mayoría eran analfabetas, las pocas que lograban acceder a una educación básica cursaban algunos años de primaria y otros no lograban terminar la escuela secundaria, las causas de las deserciones tienen un elemento muy claro, la pobreza, era natural que desde la niñez las personas tuvieran que dedicarse al trabajo o a las labores del hogar, sin embargo, en el otro extremo se situaban las altas clases sociales que debido a sus posibilidades en su gran mayoría cursaban y finalizaban la educación básica para finalmente acceder a la educación superior para continuar el legado de sus familias, ya fuese en el ámbito, de la política, de la medicina o del derecho, no obstante, nuevos caminos se empezaban a trazar, debido a que clases 40 medias también tenían la oportunidad de ingresar a una educación superior, es decir “los estudios universitarios ya no estaban reservados únicamente para los miembros de las élites tradicionales. El caso de Jorge Eliécer Gaitán ilustra bien este tipo de cambios” (Arias, 2017, p.49). Por otra parte, cabe resaltar que en su mayoría eran los hombres los que lograban finiquitar sus estudios, debido a que las mujeres eran relegadas a las labores del hogar “Esa era la tradición, así lo imponía la Iglesia católica y así lo determinaban las leyes” (Arias,2017, p. 75). y las pocas que no lo hacían se les consideraba de mentalidad modernistas por intentar participar de cuestiones masculinas y por ende representaban un peligro para la sociedad. Además “En lo político, no podía votar ni ser elegida. La educación que recibía era diferente de la de los hombres, pues de lo que se trataba era de inculcarle buenos modales y desarrollar sus habilidades «naturales»” (Arias, 2017, p. 75). La vida social para los años 20 y 30 también era más movida, la naciente economía facilitó el desarrollo urbano y la contemporización sacudió la moral católica, el flujo de dinero, el empleo y las grandes sumas de habitantes que año tras año sumaban a las principales ciudades del país hicieron que el movimiento de masas tuviese una mayor presencia, en gran medida gracias factores modernos como el cine, la cultura y la música, este fenómeno lo explica Arias (2017): Las diversiones eran más variadas y, sobre todo, tendían a alejarse de las normas impuestas por el clero: cafés, tabernas, prostíbulos o clubes, según los gustos y el bolsillo de cada quien, ofrecían nuevas formas de socialización, así como pasatiempos «paganos», muy distantes de las entretenciones tradicionales, relacionadas casi todas con celebraciones religiosas (pp. 42-43). Estas nuevas situaciones escenifican por un lado una sociedad cambiante, con nuevas distracciones en asociación de masas y por otra simboliza el paganismo con el que la iglesia debía 41 luchar o más fácil ocultar, “Para la Iglesia y para algunos gobiernos municipales, la prostitución y el alcoholismo eran temas de bienestar moral y de salud pública” (Palacios, Safford, 2002, p. 531). un reto que no se pudo superar debido al enorme flujo de habitantes que participaban de ellas. La influencia de la Iglesia Católica se vino a mitigar un poco hasta 1930 cuando la oposición, es decir el partido Liberal, tomó el poder y se declaró como un estado laico, se comenzaron a gestar nuevas transformaciones políticas para reconfigurar un modelo modernista que se ajustara a los nuevos movimientos que acontecían al país; el gobierno a cargo de Alfonso López Pumarejo para 1936 lanzó una Reforma Constitucional que “se proyectó en el esquema doctrinario e institucional del país y que aún espera un desarrollo progresista, como estuvo en las mentes de sus autores” (Tirado, 1986, p. 90). Numerosas disputas se formaban alrededor de la nueva reforma, especialmente por parte de la iglesia, debido al manejo que tenía alrededor de la educación y que afectaron fuertemente su organización, ya que “Se suprimieron los artículos que consagraban privilegios para la Iglesia católica y, en consecuencia, se estableció la libertad de cultos en vez de la simple tolerancia que consagraba el estatuto modificado” (Tirado, 1986, p. 90). por lo que la iglesia tuvo que relegarse al mandato liberal hasta 1946 cuando la presidencia estaría a cargo nuevamente de un dirigente conservador. Todo lo expuesto anteriormente no es más que un breve esbozo que contextualiza las marcadas situaciones que rondaron la primera mitad del siglo en lo económico, con la economía cafetera en la cual se incrementaron los ingresos del estado, al posicionar a Colombia en el mercado internacional; aumentó el flujo del transporte y de las vías de comunicación (con algunas deficiencias); incrementó el empleo, lo que a su vez produjo el sindicalismo; y en lo demás la influencia tradicional de la Iglesia Católica intervino en la política y la educación, además de velar en la vida pública y privada de los ciudadanos. 42 3.2 Fundamentos De La Autonomía Artística En Débora Arango, Una Mujer Adelantada A Su Tiempo Para los primeros años del siglo nació en Medellín Colombia Débora Arango Pérez, exactamente en 1907, fue la octava hija de Cástor Arango y Elvira Pérez, una familia de clase media, (un factor que en cierta medida le facilito su vocación como artista). Nació en un contexto de múltiples situaciones, como las enunciadas anteriormente que de alguna manera fundaron su autonomía artística y desarrollaron en ella un pensamiento crítico y una mirada sensible. La primera fase de consolidación como artista se puede remontar hacia finales de 1920 e inicios de 1930, no obstante, en ello influenciaron momentos tanto en su infancia como en su juventud que dieron paso a quién más adelante seria la artista más polémica y representativa del arte moderno colombiano, además su pintura se configuró y lo continúa haciendo como un símbolo de identidad y expresión social del país. Gracias a las capacidades económicas de su familia pudo acceder a la educación básica, es necesario resaltar que “En aquellos años de la segunda década del siglo XX, a las mujeres no se les concedía el mismo título de bachiller que recibían los hombres, sino un certificado de estudios” (Londoño, 1997, p. 4) lo cual ejemplifica una evidente desigualdad de género que también se manifestaba en el tipo de educación que se impartía en los colegios femeninos, dado que “las asignaturas estaban orientadas a las labores domésticas, a la modistería, al dibujo y a la mecanografía (…) impartían clases de música, dibujo, corte y costura, como conocimiento básico de una buena formación femenina” (Ríos, 2007, p. 26). El primer colegio al que asistió fue el Colegio Infantil de las Isazas, pero tiempo después fue enviada a vivir con algunos familiares que residían en las afueras de la ciudad debido a complicaciones en su salud a causa del paludismo. En este periodo es válido resaltar un hecho 43 ocurrido cuando vivía en La Estrella que dio signos del temprano espíritu artístico-expresivo de la joven; estudiaba en el Colegio de La Presentación de ese municipio, en el cual presencio el escándalo que suscito la huida de una de las religiosas del establecimiento con el mensajero que les transportaba provisiones “Este hecho inusual quedó grabado en la memoria de la pequeña, quién años más tarde pintaría cuadros como La mística y Meditando la fuga, alusivos a monjas que dejan los hábitos o se escapan del convento” (Londoño, 1997, p. 24). Fue un momento que demostró la necesidad de representación visual en la vida de la artista, además porque ilustró un momento que para la iglesia era una vergüenza; podría señalarse este, como las bases para el desarrollo de una mirada crítica entorno a circunstancias religiosas. Aproximadamente hacia 1920, después de haber superado temporalmente los problemas de salud que la aquejaban, Débora regreso a vivir con sus padres a Medellín, “ingresó al Colegio de María Auxiliadora, el cual junto con el de La Enseñanza, La Presentación y el Colegio Central de Señoritas, eran los únicos que impartían educación femenina en la ciudad” (Londoño, 1997, p.4). Allí encontró en la hermana Rabaccia una de sus mayores mentoras para desarrollar su gusto por el arte, la artista señaló en una entrevista para el periódico El Diario en 1939 (como se citó en Museo de Arte Moderno de Medellín, 2008) que “No fui yo quien hizo el descubrimiento (…) Mi maestra, la hermana Rabaccia, una religiosa italiana de exquisita espiritualidad, encontró que yo tenía facilidades para aprender a pintar y me contagió su entusiasmo por el arte” (p. 146). Ese anhelo por conocer más de la pintura hacía que Débora pasara largas jornadas de tiempo con la hermana, incluso por fuera de las clases estipuladas en la institución, en dónde le ayudaba a la religiosa con diferentes funciones escolares y a cambio ella recibía conocimiento extra en la pintura. 44 Ya entrando en su adultez, en 1932, la artista continúa formándose como pintora y el apoyo de sus padres hacia su vocación continuaba intacto, lo que le facilitó recibir clases con uno de los artistas más reconocidos en ese periodo: el maestro Eladio Vélez. De él aprendió el retrato y el manejo de la acuarela (una de las técnicas favoritas dela artista), posteriormente ingreso al Instituto de Bellas Artes donde continúo estudiando bajo la dirección de Eladio Vélez, por aproximadamente cuatro años, “Allí conoció a Carlos Correa, compañero de clases, quien se convirtió en entrañable amigo durante el resto de su vida y con quien compartió ideales políticos y artísticos” (Aguilar, 2012, p.141). De Carlos adoptó una peculiar manera de extender el pequeño formato que se usaba en la acuarela, Londoño lo explica “Este procedimiento de unir pliegos de papel había sido utilizado por su amigo Carlos Correa hacia 1934 para pintar un desnudo titulado: La maternidad blanca” (Londoño, 1997. p.3), este se convertiría en un habitual recurso que emplearía más adelante para comenzar a pintar sus famosos desnudos, ya que le permitía “pintar en formato grande y a tamaño natural en algunos casos, con lo cual rompió sin proponérselo conscientemente la técnica tradicional de la acuarela” (Londoño, 1997, p. 6). A pesar de tomar clases con Eladio, Débora no lograba encajar sus intereses estéticos con los del maestro. En la academia acostumbraba a salir a pintar a la calle, un comportamiento inusual que empleaba para entrar en una especie de contacto con el pincel, la vida cotidiana y el ambiente urbano. No obstante, luego halló sus intereses en Pedro Nel Gómez alguien más cercano a sus intereses, así lo expreso la artista a El Diario (como se citó en Museo de Arte Moderno de Medellín, 2008): Un buen día hallé lo que buscaba. Los frescos de Pedro Nel Gómez me revelaron algo que hasta entonces desconocía, algo que no había tenido ocasión de comprender. El estilo revolucionario de Gómez abría ante mí un nuevo y basta campo de realización (p. 147). 45 Por medio de los frescos de Pedro Nel se conocieron los primeros desnudos por fuera de las intenciones académicas y moralistas en el país, pero la osadía de Débora la llevó a ser la primera mujer colombiana en pintar un desnudo y a pesar de que el maestro motivo significativamente esa temática en el trabajo de la artista, no fue por medio de su formación que Arango desarrolló su estudio en el desnudo. Se ha dicho que yo he realizado mi entrenamiento en la técnica del desnudo bajo la tutela directa del maestro Pedro Nel Gómez. Esto no es bien exacto, pues aunque sigo considerándome una discípula de Pedro Nel, lo cierto es que todos los estudios de desnudos que he realizado los he ejecutado en mi casa, siguiendo mi propia iniciativa (El Diario como se citó en Museo de Arte Moderno de Medellín, 2008, p. 147). La plena autonomía y el amor a su vocación hicieron que la artista estudiara el desnudo por cuenta propia, un interés que más adelante le acarrearía enormes consecuencias de censura y rechazo específicamente cuando presentó su obra en la exposición del Club Unión en 1939. Cabe resaltar, que en dicha exposición llamó la atención las polarizaciones que habitaban en la pintura Antioqueña de ese entonces; por un lado, se demostró una transición estética de carácter modernista en la plástica del país con el grupo denominado Pedronelistas; por otro lado, y en contra de esas posturas de renovación artística se situaban los Eladistas. El clímax de agitación que rondaba el circuito artístico por aquella época a causa de los intereses modernos de algunos artistas, detonó en una de las disputas más sonadas de la historia del arte colombiano a causa de la exposición que realizó la Sociedad de Amigos del Arte en el Club Unión en Medellín, donde se observó las diversas tendencias de los artistas antioqueños que acicalaban el arte en ese momento, algunos con inclinaciones académicas tradicionalistas y otros con una pincelada despreocupada, en lo que llamaban “pintura revolucionaria”. 46 En el certamen participó Débora con nueve obras dentro de las que se encontraban dos de sus primeros desnudos que causaron gran controversia puesto que era la primera ocasión en la que una artista mujer pintaba desnudos y además eran expuestos en un evento de esa índole, el primer premio se le otorgó a la artista, como se observa en la carta de premiación (figura 1), por su acuarela Hermanas de la Caridad, sin embargo, Londoño (1997) señala que “La artista también se enteró que los jurados habían decidido premiar a Hermanas de la Caridad en lugar de alguno de los desnudos, para eludir el escándalo que podría desatarse” (p.78), no eran para menos estos rumores pues, a pesar de no haberle entregado el premio por sus desnudos, los detractores de la decisión del premio no tardaron en llegar, entre ellos estaba Ignacio Gómez Jaramillo y Eladio Vélez, este último sería por quién se diera inicio a las numerosas disputas entre los dos grupos que representaban la estética del arte Antioqueño. “Tanto esta decisión como las obras presentadas, causaron enorme escándalo, generándose un movimiento de censura, Y simultáneamente otro de apoyo, pugna en la que pronto entraron la prensa, los partidos políticos y la iglesia” (Londoño, 1995, p. 196). 47 Figura 1 Carta de premiación de la exposición de Pintura por la Sociedad de “AMIGOS DEL ARTE” Nota. Imagen escaneada del inventario de la colección de la Sala de Patrimonio Documental en el Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas. Débora al observar todas las circunstancias que ocasionó su premiación se encontró consternada, pues mientras unos la aplaudían denominándola como “una mujer valiente” como lo hizo El Diario en 1939, otros rechazaban su trabajo ya que este representaba un peligro para la 48 ética y la moral de los ciudadanos y fue en esa ocasión cuando manifestó su convicción en una célebre frase “El arte, como manifestación de cultura, nada tiene que ver con los códigos de moral. El arte no es amoral, ni inmoral” (El Diario como se citó en Museo de Arte Moderno de Medellín, 2008, p. 147). Estas palabras se convirtieron en su manifiesto, ya que con estas logra describir el fundamento en el que se sostiene su obra. Es apropiado resaltar que para esta época antes de la exposición se sabe que ya había realizado el boceto para la concepción de la acuarela El Placer, sin embargo, no se tiene conocimiento de la fecha de realización de esta última. No obstante, todas las circunstancias de orden social, político, económico y religioso dejan entrever un contexto que fácilmente influyo en los cambios que se presentan entre el dibujo y la acuarela antes mencionada. La iglesia como aliado del partido conservador fue un obstáculo para el libre desarrollo de la autonomía artística de Débora, a pesar de ser una mujer devota del cristianismo y de ser fiel a las tradiciones católicas, nunca logró obtener apoyo por parte de la iglesia, incluso llegó a ser amenazada de excomulgación en caso de continuar realizando desnudos. Todo ello y en suma a los debates artísticos y políticos a causa de la exposición del Club Unión pueden ser índice de los contrastes en ambas imágenes. Débora Arango fue una mujer que desarrolló a muy temprana edad un pensamiento crítico, algunos factores de su formación demuestran su mentalidad, el primer acontecimiento con la religiosa fugada que presencio cuando estudiaba en el Colegio de la Presentación y que posteriormente desarrollo en una de sus temáticas artísticas; sus estudios con la hermana Rabaccia que demostró rápidamente su afición a la pintura; el inconformismo con las clases que tomó con Eladio Vélez; su posterior intención por tomar clases con Pedro Nel y el estudio autónomo en el desnudo; demuestran que Débora fue una mujer que no se conformó con los estándares o lo 49 impuesto en cada situación, por el contrario siempre se empeñó por desarrollar un estilo propio que le permitiera expresar los ojos con que ella observaba al mundo. 50 4. Lectura Iconográfica E Iconológica De El Placer Para entrar a analizar la acuarela