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ARTÍCULO DE REVISIÓN 376 salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de 2007 Vidal JE y col. Patogénesis molecular, epidemiología y diagnóstico de Escherichia coli enteropatógena Jorge E. Vidal, PhD,(1,2) Adrián Canizález-Román, PhD,(3,4) Javier Gutiérrez-Jiménez, PhD,(5) Fernando Navarro-García, PhD.(1) (1) Departamento de Biología Celular, Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav). México, DF. (2) Department of Molecular Genetics and Biochemistry, University of Pittsburgh, School of Medicine. Pittsburgh, PA, EUA. (3) Laboratorio Estatal de Salud Pública de Sinaloa, Secretaría de Salud. Culiacán, Sinaloa, México. (4) Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Sinaloa. Culiacán, Sinaloa, México. (5) Laboratorio de Genética, Escuela de Biología, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. Fecha de recibido: 5 de septiembre de 2006 • Fecha de aceptado: 9 de julio de 2007 Solicitud de sobretiros: Dr. Jorge E. Vidal, 200 Lothrop st. Biomedical Science Tower W1109, Department of Molecular Genetics and Biochemistry, University of Pittsburgh, School of Medicine, Pittsburgh, PA, 15261, EUA. Correo electrónico: jev20@pitt.edu Resumen Escherichia coli enteropatógena (EPEC) es una de las prin- cipales causas de diarrea en niños menores de dos años en países en vías de desarrollo. La principal característica histopatológica de la infección es una lesión que induce la EPEC en el intestino conocida como la lesión A/E (adherencia y eliminación). Las bacterias se adhieren a los enterocitos y permiten la acumulación de la actina del citoesqueleto en la región apical de la célula, hasta formar una estructura de tipo “pedestal” y causar la eliminación de las microvellosidades intestinales. A pesar de que se conoce de modo detallado el proceso de formación de los pedestales de actina, aún no se ha esclarecido el mecanismo global de la diarrea que induce EPEC. La diarrea se ha vinculado con: a) la destrucción de las microvellosidades del enterocito, b) la salida masiva de iones hacia la luz intestinal y c) la secreción de alguna enterotoxina. En estudios realizados en países en vías de desarrollo se ha demostrado que EPEC es uno de los principales agentes parti- cipantes en la diarrea infantil, con elevadas tasas de morbilidad y mortalidad. El diagnóstico microbiológico de la infección se realiza con metodologías adicionales a las utilizadas con regularidad en el laboratorio de microbiología clínica, entre ellas las siguientes: a) serotipifi cación, b) ensayo de adherencia, c) prueba de FAS (tinción fl uorescente para actina) y d) de- tección específi ca de genes que codifi can a proteínas incluidas en la patogénesis, como el bfpA y eae. Un objetivo de esta revisión es actualizar los avances observados en la patogénesis Vidal JE, Canizález-Román A, Gutiérrez-Jiménez J, Navarro-García F. Molecular pathogenesis, epidemiology and diagnosis of enteropathogenic Escherichia coli. Salud Publica Mex 2007;49:376-386. Abstract Enteropathogenic Escherichia coli (EPEC) is a leading cause of diarrhea in infants less than two years of age in developing countries. To induce diarrhea EPEC uses several virulence factors acting on a still unknown and mysterious mechanism. The hallmark of EPEC infection is a histological intestinal al- teration known as the attaching and effacing (A/E) lesion. The bacterium attaches intimately to the enterocyte and induces assembly of cytoskeleton intracellular actin on the cellular surface. Rearrangements of the actin cytoskeleton form a pedestal-like structure where bacterium tightly cups the cells, leading to degeneration of brush border microvilli. Although the mechanism of EPEC-induced pedestal formation has been dissected in detail, the overall mechanism of diarrhea is still obscure. It is believed that EPEC-mediated secretory diarrhea is related to a) intestinal microvilli effacement, b) massive loss of intracellular ions into the intestinal milieu and c) secretion of an EPEC enterotoxin. Epidemiological studies conducted in developing countries have shown that EPEC is one of the main bacteria frequently isolated from children with diarrhea, causing high morbidity and mortality rates. The microbio- logical diagnosis of EPEC-induced disease is performed with analytic methodologies different from those used by the standard microbiology laboratory, the most relevant being: a) serotypifi cation, b) the adherence assay, c) FAS test, and d) the specifi c detection of virulence-involved genes (bfpA and eae genes) using molecular biology techniques. The purpose of Vidal JE, Canizález-Román A, Gutiérrez-Jiménez J, Navarro-García F. Patogénesis molecular, epidemiología y diagnóstico de Escherichia coli enteropatógena. Salud Publica Mex 2007;49:376-386. 377salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de 2007 Diarrea infantil por EPEC ARTÍCULO DE REVISIÓN molecular de la infección por EPEC, las metodologías para el diagnóstico microbiológico y la epidemiología en México y otros países en vías de desarrollo. Palabras clave: Escherichia coli enteropatógena; diarrea infantil; virulencia; diagnóstico molecular; México this review is to update the most recent fi ndings regarding the molecular pathogenesis of EPEC, its epidemiology in Mexico as well as other developing countries, and also the developed methodology for the diagnosis of EPEC infection. Key words: Enteropathogenic E. coli; infantile diarrhea; virulence; molecular diagnosis; Mexico E scherichia coli es el principal anaerobio facultativo de la fl ora microbiana que reside en el colon hu- mano. El huésped se coloniza desde el nacimiento con una o dos cepas que residen de manera permanente en el intestino y establecen una relación simbiótica con el individuo durante toda la vida.1,2 Sin embargo, se ha precisado que seis grupos patógenos o patotipos de E. coli ocasionan diarrea en sujetos sanos: E. coli enterotoxi- génica (ETEC), enteroinvasiva (EIEC), enterohemorrági- ca (EHEC), enteroagregativa (EAEC), adherente difusa (DAEC) y enteropatógena (EPEC).2 E. coli enteropatógena (EPEC, por sus siglas en inglés) fue la primera en describirse y es tal vez uno de los microorganismos más estudiados. La infección con EPEC es una de las causas más comunes de diarrea infantil en países en vías de desarrollo, como México.3-7 Esto último se debe en gran medida a que en el ámbito local se desconocen muchos aspectos relevantes acerca de la virulencia y el diagnóstico efi caz de EPEC, lo que repercute en el control adecuado de la enfermedad dia- rreica en los niños. En la presente revisión se refi eren los avances en la patogénesis molecular de EPEC, la epidemiología y el diagnóstico de laboratorio. Asimis- mo, se delimita el riesgo potencial que representa EPEC para la población infantil y el mejor camino para su control. Escherichia coli enteropatógeno A mediados de la década de los cuarenta se identifi caron en Inglaterra brotes de diarrea en niños de guarderías asociados a E. coli. Las bacterias se llamaron E. coli enteropatógenas (EPEC) para diferenciar a este tipo virulento de las bacterias de fl ora normal.8 Una de las principales características de la infec- ción es la diarrea de tipo acuoso, que puede ocurrir en diversos grados de intensidad. Además, es común que los niños infectados presenten vómito y fi ebre. El periodo de incubación varía de 3 a 24 horas después de que el individuo ingiere en condiciones experimentales un inóculo grande de bacterias (109 a 1010 UFC); se cree que el inóculo que infecta de manera natural a los niños es mucho menor.3,5 Una vez que la bacteria alcanza la mucosa intes- tinal, comienza a desencadenarse un mecanismo de patogenicidad complejo, que tiene como resultado la producción de diarrea. Los niños menores de dos años son la población infantil con mayor susceptibilidad a la infección, y de ellos, la mayor prevalenciase ha observado en lactantes hasta de seis meses.2,5,9 De manera alarmante, las cifras de letalidad en países subdesarrollados son elevadas (20 a 50%), lo que convierte a la infección por EPEC en una anomalía clínica de inmediata respuesta. Además, se ha notifi cado en algunos países latinoamericanos que la infección por EPEC supera a la provocada por Campylobacter spp. y rotavirus en la población infantil.3,5 Patogénesis molecular EPEC induce una alteración histopatológica en el intesti- no conocida como lesión A/E (adherencia y eliminación). La lesión se lleva a cabo mediante un mecanismo de virulencia complejo, que induce la degeneración de las microvellosidades y altera la morfología normal de la región apical del enterocito.10-12 Para fi nes prácticos, el modelo de patogénesis de EPEC se divide en tres fases: a) adherencia inicial, b) inyección de factores y transducción de señales, y c) contacto íntimo. Adherencia inicial La adherencia es un proceso fundamental en la pa- togénesis y de ella pueden distinguirse dos fases; la primera implica la adherencia inicial entre las mismas bacterias, mientras que la segunda supone la adherencia de las bacterias a la célula del huésped. Estos fenotipos están directamente relacionados con dos factores de virulencia importantes de EPEC: los pelos formadores de penachos (BFP, por sus siglas en inglés) y el fl agelo (fi gura 1A).13-15 Los BFP son pelos o fi mbrias de 7 nm de diámetro y 14 a 20 μm de largo, cuya biogénesis requiere 14 genes codifi cados en el plásmido de virulencia denominado factor de adherencia de EPEC o EAF (fi gura 2A). En este ARTÍCULO DE REVISIÓN 378 salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de 2007 Vidal JE y col. plásmido también están codifi cados los genes del operón per (regulador codifi cado en el plásmido) que regula la síntesis del BFP y las proteínas que secreta EPEC.13,16,17 La expresión del BFP se induce in vitro en la fase de crecimiento logarítmico y lo regulan factores fi sicoquí- micos como la temperatura, el calcio y los iones amonio. Resulta interesante que todos éstos son factores que EPEC encuentra en el intestino delgado del huésped.16,18 Los BFP permiten que las bacterias se agrupen entre ellas y formen microcolonias (un fenotipo conocido como autoa- gregación) (fi guras 1A y 3B); estos sucesos promueven la adherencia localizada típica de EPEC en cultivo de células in vitro (fi gura 3D) y el intestino delgado.13,17,19 El contacto entre las bacterias y la célula del hués- ped se relaciona directamente con el fl agelo de EPEC (fi gura 1A). Sin embargo, también se han referido otros factores como la adhesina intimina o los fi lamentos cortos de EspA.14,20 Inyección de factores y transducción de señales Una vez que la bacteria está adherida, inyecta a la célula una serie de proteínas mediante el sistema de secreción tipo III (SSTT) (fi gura 1B). La mayor parte de estas proteí- nas está codifi cada en el cromosoma de EPEC, dentro de una isla de patogenicidad de 35 kb conocida como el locus de la eliminación del enterocito o LEE (fi gura 2B).21-23 La isla de patogenicidad LEE está organizada en cinco operones policistrónicos (LEE1 a LEE5); estos ope- rones forman tres dominios de virulencia que codifi can a los siguientes genes: a) los operones LEE1, LEE2 y LEE3 codifi can los genes de las proteínas del SSTT, las cuales forman un complejo de aguja (CA); b) en el LEE4 los genes de las proteínas que se secretan a través del SSTT las cuales se conocen de forma colectiva con el nombre de Esp (proteínas secretadas por EPEC); y c) en LEE5 están codifi cadas la adhesina bacteriana intimina y su receptor, llamado Tir porque se transloca por la misma bacteria a través del SSTT hacia el interior de la célula.10,24,25 Las proteínas del SSTT forman el CA; este complejo atraviesa la membrana interna, el espacio periplásmico y la membrana externa de la bacteria y permite la se- creción de proteínas (fi gura 4). El CA es una compleja maquinaria macromolecular cuya estructura y función están conservadas dentro de un gran número de pató- genos gramnegativos, como Yersinia, Shigella, Salmonella y EPEC.26 El SSTT de EPEC se ensambla de manera coordinada por al menos 19 proteínas;27 la plataforma del CA inicia con la localización de la proteína EscV en la membrana interna y EscC en la membrana externa (fi gura 4). A continuación se agregan otros componentes de membrana interna (EscR, EscS, EscT y EscU) que completan la plataforma del CA. La proteína EscN se agrega como el componente citosólico del SSTT; ésta funciona como una ATP-asa citoplásmica para proveer la energía necesaria al sistema. La lipoproteína EscJ A) El plásmido EAF contiene todos los genes necesarios para la biogénesis de los pelos (BFP) y los genes del regulador perA, B y C. Una secuencia conservada dentro del plásmido EAF se ha utilizado como sonda para detectar cepas virulentas de EPEC tipo I (véase apartado Diagnóstico de EPEC). B) El LEE se divide en cinco operones policistrónicos que codifi can en particular a tres dominios de virulencia. El primer dominio lo constituyen los operones LEE1, LEE2 y LEE3, los cuales codifi can los genes de las proteínas del sistema de secreción tipo tres (SSTT). En el segundo dominio (LEE4) están codifi cados los genes de las proteínas translocadoras y efectoras. El LEE5 (tercer dominio) contiene los genes que codifi can a la adhesina intimina (eae) y el receptor de intimina Tir (tir) FIGURA 2. GENES DE VIRULENCIA EN EL PLÁSMIDO EAF Y EL LOCUS DE LA ELIMINACIÓN DEL ENTEROCITO (LEE) A) Plásmido EAF Operón bfp perABC Sonda EAF B) LEE LEE1 LEE2 LEE3 LEE5 LEE4 escC, R, S, T, U, V tir, eae espA, D, B, F A) Los PFP permiten que las bacterias interactúen entre ellas para formar una microcolonia y el flagelo establece el contacto inicial de la microcolonia con la célula epitelial. B) Una vez adherida a la célula, EPEC inyecta factores de virulencia (Esp) mediante el SSTT-translocón, entre ellos Tir, que se inserta en la membrana de la célula y expone una región en el espacio extracelular. C) La intimina (una proteína de membrana externa) se une con firmeza a Tir y se induce el reacomodo del citoesqueleto, lo cual favorece la formación de los pedestales de actina y la desaparición de las microvellosidades absortivas; ello da lugar a la lesión A/E FIGURA 1. MODELO ESQUEMÁTICO DE LAS ETAPAS DE LA INFECCIÓN POR EPEC A B C EPEC EPEC EPEC Flagelo BFP Flagelo Célula BFP Pedestales EPEC Actina Tir Intimina Intimina EPEC SSTT EscF EspA EspB/D Esp´s Tir 379salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de 2007 Diarrea infantil por EPEC ARTÍCULO DE REVISIÓN conecta la plataforma en la membrana interna (EscR, EscS, EscT, EscU y EscV) con la proteína EscC en la membrana externa y forma un conducto cilíndrico que atraviesa el espacio periplásmico, a través del cual pasa la proteína EscF para establecerse fi nalmente como la punta del CA. Este complejo de aguja le permite a EPEC secretar proteínas hacia el medio extracelular.21,28-31 A través del CA pasan tres proteínas codifi cadas en el LEE conocidas como proteínas translocadoras. La primera de ellas, EspA, se ensambla directamente con EscF y se polimeriza en la punta o región distal del CA. La polimerización permite que la aguja molecular se ex- tienda y forme un puente físico que posibilita el contacto entre la bacteria y la membrana de la célula (fi gura 4).32 Evidencias ultraestructurales han demostrado que EspA forma un conducto cilíndrico en cuyo interior pasan las proteínas EspB y EspD. Estas proteínas se hallan en la membrana de la célula eucariótica y completan el con- ducto llamado SSTT-translocón, que conecta y permite la comunicación molecular entre la bacteria y la célula y por el cual EPEC inyecta directamente a las proteínas efectoras de la virulencia.32-36 Las proteínas efectoras se han clasificado en pro- teínas codifi cadas en el LEE (EspF, EspG, EspH, EspZ, Map y Tir) y no codifi cadas en el LEE (Cif, EspG2, NleC, y NleD).37-44 EspF redistribuye proteínas importantes de las uniones estrechas intercelulares, con lo que se atenúa la resistencia transepitelial.40,45 EspG y EspG2 degradan la red de microtúbulos por debajo de donde se encuentra la bacteria adherida a la célula.37,42,46 Por su parte, EspH modula la estructura del citoesqueleto de actina, así como la formación de fi lopodios durante la lesión A/E.38 La proteína EspZ se acumula en zonas Células HEp-2 en cultivo in vitro observadas con microscopia de contraste de fases. A) Morfología característica del cultivo de células epiteliales HEp-2 no infectadas. B) Células HEp-2 infectadas durante dos horas con la cepa tipo EPEC (E2348/69); se observan las bacterias agrupadas entre ellas y la formación de la microcolonia (fl echas negras), la cual se halla adherida a las células HEp-2. Ensayo de adherencia, células HEP-2 fi jadas con metanol al 70% y teñidas con el colorante de Giemsa, microscopia de luz convencional). C) Morfología característica de cultivos de células HEp-2 no infectados. D) Adherencia localizada de EPEC a células HEp-2 después de tres horas de infección (fl echas negras). Prueba de FAS [tinción fl uorescente para actina], células fi jadas con paraformaldehido al 2% y teñidas con faloidina rodaminada; microscopia de fl uorescencia). E) Citoesqueleto de actina de células HEp-2 sin infectar (control) que muestra las fi bras de estrés. F) Pedestales formados por la acumulación de la actina del citoesqueleto (fl echas blancas) inducido por la infección con la cepa tipo EPEC durante tres horas FIGURA 3. DETECCIÓN DE EPEC MEDIANTE EL ENSAYO DE ADHERENCIA Y LA PRUEBA DE FAS Las proteínas EscR, EscS, EscT, EscU y EscV del SSTT se insertan en la membrana interna de la bacteria para formar la plataforma del complejo de aguja (CA) y, de manera simultánea, la proteína EscC se coloca en la membrana externa. Mediante un mecanismo dependiente de Sec, la lipoproteína EscJ se sitúa en el espacio periplásmico y conecta a la plataforma en la membrana interna, así como a la EscC en la membrana externa. La proteína EscN está ligada de modo estrecho a la cara citosólica de la membrana interna; esta proteína es una ATP-asa que provee la energía necesaria para el transporte de proteínas; de esta manera pasa por el sistema la EscF, que se localiza en la punta del CA. Mediante este conducto pasa EspA hasta la punta, en donde interactúa con EscF y comienza a polimerizarse. La polimerización permite que el CA se alargue. La EspA forma un tubo cilíndrico que sirve para enviar a las proteínas EspB y EspD a la membrana de la célula en donde se colocan y terminan de formar el translocón-SSTT (complejo de aguja) por donde EPEC inyecta directamente proteínas de virulencia al citosol de la célula FIGURA 4. ESTRUCTURA HIPOTÉTICA DEL COMPLEJO DE AGUJA DE EPEC Célula huésped Membrana plasmática Bacteria Membrana externa Espacio periplásmico Membrana interna ATP ADP ARTÍCULO DE REVISIÓN 380 salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de 2007 Vidal JE y col. donde crecen los pedestales de actina; empero, no se ha demostrado un papel específi co dentro de la pato- génesis de EPEC.39 Map se ubica con proteínas de la mitocondria, en donde altera el potencial de membrana y propicia la liberación del citocromo C e inducción de apoptosis.47 Entre estos factores, la inyección de Tir en el citosol es un paso crucial durante la lesión A/E y la formación de los pedestales. El transporte de Tir a través del SSTT-translocón se lleva a cabo mediante una chape- rona específi ca llamada CesT.48,49 Una vez en el citosol, un fragmento central de Tir (dominio hidrofóbico) se inserta dentro de la membrana plasmática de la célula, con lo que expone hacia el espacio extracelular un frag- mento de 107 aminoácidos conocido como TIBA (área de unión a intimina), con el que se une a la proteína de membrana externa de EPEC llamada intimina (véase más adelante).48,50 Contacto íntimo y formación de pedestales La última etapa de la infección por EPEC se caracteriza por la unión estrecha entre la bacteria y la célula del huésped, así como la formación de los pedestales de actina (fi gura 1C). Tras la unión de Tir con intimina, aquél se fosforila en el residuo 474 por una proteína de la familia Src-cinasa conocida como c-Fyn.51 La forma fosforilada de Tir recluta a la proteína adapta- dora Nck, la cual atrae, interacciona y activa al fi nal a otras proteínas reguladoras del citoesqueleto, como WASP (proteína del síndrome de Wiskott -Aldrich) y el complejo Arp2/3. Todas estas proteínas activadas atraen la polimerización de actina hacia la zona donde está Tir fosforilada, lo que inicia la reorganización del citoesqueleto.52 Los pedestales se forman por debajo de donde la bacteria está adherida y se componen sobre todo de actina polimerizada y otras proteínas relacionadas con actina, como actinina α, fi mbrina, miosina, talina y ezrina. La reorganización del citoesqueleto altera la morfología y fi siología normal de la región apical de las células, lo que lleva al fi nal a la pérdida de las microve- llosidades intestinales y su función.11,53 Diarrea inducida por EPEC A pesar de que se han estudiado con detalle cada uno de los episodios participantes en la formación de los pedestales, el mecanismo global de la diarrea en los niños infectados con EPEC no está claro. Se cree que el cambio de la confi guración del enterocito reduce la absorción enzimática de nutrientes en el intestino. Sin embargo, la lesión A/E no se ha detectado en todas las biopsias de niños infectados, por lo que otros factores deben contribuir a la diarrea.5 Estudios realizados in vitro han demostrado que la infección reduce la resistencia eléctrica transepitelial de células MDCK (células de riñón canino Madin-Darbin) y Caco-2 (células de carcinoma de colon). Mutantes de EPEC con defectos en la adherencia íntima (∆eae) o la formación de los pedestales no afectan la resistencia eléctrica normal de las células. La disminución de la resistencia eléctrica se ha vinculado con incrementos del Ca++ intracelular y la redistribución de las uniones estrechas intercelulares.40,54,55 El potencial de membrana en reposo (PMR) también se altera cuando EPEC infecta a cultivos de células HeLa. Las células infectadas con la cepa de EPEC WT o la mutante en intimina (∆eae) mostraron una reducción notable del PMR, mientras que en las células incubadas con la cepa mutante en el SSTT (∆escN) el PMR permaneció inalterado.56 La infección por EPEC a células Caco-2 o HeLa induce también incrementos electrofi siológicos de la co- rriente de cortocircuito (Isc) y la diferencia de potencial en cámaras de Ussing. El aumento de la Isc depende del SSTT y el translocón, ya que cepas mutantes en EspA, EspB, EspD o EscN no aumentan la Isc.57,58 Todos estos cambios en el gradiente electroquímico, que se exacerban por la disminución de la absorción intestinal y el incremento de la permeabilidad de la célula, son sin duda factores importantes dentro de la patogénesis de la diarrea secretora.9,24 En un esfuerzo por conocer de modo más porme- norizado el mecanismo molecular de la diarrea, en fecha reciente los autores demostraron que EspC (una proteína autotransportadora secretada por EPEC mediante el sis- tema de secreción tipo V, SSTV) induce la salida masiva de iones al espacio extracelular. La actividad enterotóxi- ca se puso de manifi esto al incubar EspC purifi cada con tejido intestinal de rata montada en cámara de Ussing.59 Además de la actividad enterotóxica, la proteína EspC purifi cada es también una citotoxina. En experimentos realizados por Navarro-García y colaboradores se de- mostró que EspC induce daño al citoesqueleto de células HEp-2.60 El efecto citotoxico de EspC es muy parecido al queinduce la toxina Pet (toxina codifi cada en un plásmido) de EAEC y otras toxinas autotransportadoras de enterobacterias.61-64 De manera interesante, el gen espC sólo ha podido reconocerse en cepas de EPEC de tipo I, como se señala más adelante; estas cepas son las más virulentas.59 En fecha reciente también se ha encontrado que durante la infección de EPEC a cultivos de células epiteliales, la toxina EspC se envía directamente al citosol de la célula. A pesar de que el SSTV secreta EspC, el meca- nismo de internalización parece tener la mediación del 381salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de 2007 Diarrea infantil por EPEC ARTÍCULO DE REVISIÓN sistema de secreción tipo tres (SSTT). Los autores han localizado EspC en el interior de las células, aun antes de la formación completa de los pedestales de actina. La toxina inyectada por la bacteria (al igual que la toxina purifi cada) induce la contracción del citoesqueleto y la muerte de la célula epitelial, por lo que los autores han propuesto que EspC exacerba de manera notoria los síntomas de la diarrea en los niños.65 Tipos virulentos de EPEC De manera distintiva, todas las cepas de EPEC contienen una isla de patogenicidad denominada LEE en el cromo- soma bacteriano, mientras que sólo los aislamientos más virulentos codifi can al plásmido EAF.66 Debido a estas características genotípicas hoy día se clasifi ca a EPEC en dos tipos virulentos: I y II. Las cepas que pertenecen al tipo I, además del LEE, codifi can al plásmido de virulencia EAF, en tanto que las de menor virulencia denominadas de tipo II no codifi can Al plásmido EAF.5 Por otro lado, Trabulsi y colaboradores propusieron clasifi car a las cepas de tipos I y II en cepas típicas y atípicas, respectivamente, con base en la presencia o ausencia del plásmido EAF y el fenotipo de adheren- cia.67 Las cepas típicas (de tipo I) presentan el patrón de adherencia localizada (LA, del inglés localized adherence) sobre cultivos de células epiteliales (fi gura 5A), mientras que las cepas atípicas (o de tipo II) poseen adherencia semejante a la localizada (LAL, por sus siglas en inglés) (fi gura 5B), adherencia difusa o, en algunos casos, ad- herencia agregativa.67 Diagnóstico de EPEC Como cualquier E. coli, la bacteria se aísla de muestras de heces en medios selectivos y diferenciales para enterobacterias, como el agar de MacConkey o el agar de eosina y azul de metileno. Sin embargo, cuando se sospecha de un brote epidémico es necesario dife- renciar los aislamientos de EPEC de las E. coli de fl ora normal, ya que son indistinguibles desde el punto de vista bioquímico y para ello se requieren pruebas adicionales distintas de las habituales realizadas en el laboratorio clínico.5,68,69 Para el diagnóstico de EPEC se utilizan las si- guientes metodologías: a) serotipifi cación, b) ensayo de adherencia con células HEp-2, c) prueba de FAS (tinción fl uorescente para actina) y d) técnicas de biología mo- lecular que amplifi can genes que codifi can a proteínas de virulencia.3,5,69 La serotipifi cación fue el método que logró reco- nocer a tipos específi cos de E. coli causantes de diarrea infantil en la década de 1940; de esa manera surgió el esquema de Kauff man, que todavía es una herramienta útil.5,70 En México, uno de los pioneros en el diagnóstico e investigación de enteropatógenos como E. coli fue Jorge Olarte, cuya prolífi ca investigación en el área data del decenio de 1950.71 Olarte y colaboradores desarrollaron técnicas para la recuperación óptima de enteropatógenos a partir de heces72 o sangre, como en Salmonella,73 y fue el primero en vincular serotipos específi cos de E. coli con cuadros diarreicos en niños del Hospital Infantil de México Federico Gómez. Ellos aislaron una E. coli del serotipo O111:B4 (un serotipo típico de EPEC) de un caso mortal de diarrea; la lla- maron Escherichia coli-gomez.70,74 En la actualidad, la serotipifi cación es todavía un instrumento valioso en el diagnóstico. En un trabajo que realizaron investigadores en Italia se detectaron mediante serotipifi cación cepas de EPEC aisladas de las heces de niños con diarrea. En dicho estudio, 75% de los serotipos típicos vinculados con EPEC mostró uno o más factores de virulencia;75 cabe destacar que resultados similares a estos se han publicado en otras partes del mundo.76 Los autores recomiendan efectuar el análisis sero- lógico de las cepas aisladas en México junto con otra Ensayo de adherencia desarrollado por Cravioto y colaboradores.78 Células HEp-2 en cultivo in vitro infectadas durante tres horas con cepas diarreogénicas de E. coli, fi jadas con metanol al 70%, teñidas con el colorante de Giemsa y observadas bajo microscopia de luz convencional. A) Adherencia localizada (LA) de cepas de EPEC de tipo I, también llamadas cepas de EPEC típicas (fl echa). B) Adherencia parecida a la localizada (LAL) de cepas de EPEC tipo II o atípicas; nótese que el tamaño de la microcolonia y el número de bacterias adheridas son menores respecto de las cepas con LA (fl echa). C) Cepa de E. coli con adherencia difusa (EAEC); las bacterias se adhieren a toda la superfi cie de la célula en forma aleatoria. D) Cepa de E. coli con adherencia agregativa (EAEC); las bacterias se adhieren a la célula y el cristal en forma de ladrillos apilados o en palizada FIGURA 5. ADHERENCIA TÍPICA DE CEPAS DE E. COLI DIARREOGÉ- NICAS A CÉLULAS HEP-2 ARTÍCULO DE REVISIÓN 382 salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de 2007 Vidal JE y col. metodología. Cravioto y colaboradores demostraron limitaciones del análisis serológico en cepas de EPEC aisladas en México de niños con diarrea. Las cepas de EPEC que ellos aislaron no pertenecían a serotipos comunes; pese a ello, se identificaron como EPEC mediante el ensayo de adhesión a células HEp-2, que a continuación se detalla.77 La prueba fenotípica de diagnóstico, considerada hoy el estándar de oro para la identifi cación de EPEC, es el ensayo de adherencia sobre células epiteliales HEp-2 que describieron de forma inicial Cravioto y colabora- dores. Este método permite identifi car EPEC dado que las bacterias se agrupan en cúmulos o microcolonias sobre las células epiteliales en cultivo (fi gura 3D, 5A); dicha disposición se conoce como adherencia localizada o fenotipo LA.78 Asimismo, con la citada técnica pueden también re- conocerse E. coli enteroagregativa (EAEC); las bacterias de este tipo diarreogénico se agrupan y forman empa- lizadas que se adhieren a las células y al cristal (fi gura 5D); también puede identifi carse E. coli adherente difusa (DAEC), reconocible porque las bacterias se adhieren a las células de forma aleatoria (fi gura 5C).79,80 Una varian- te de la técnica de Cravioto la propusieron en México Zepeda-López y González-Lugo, quienes prefi jaron las células HEp-2 con metanol frío y añadieron las células bacterianas para estudiar los fenotipos de adhesión; los resultados obtenidos fueron idénticos a los descritos con la técnica tradicional.81 La prueba de FAS (tinción fl uorescente para actina) es una técnica alternativa que se ha empleado con am- plitud en estudios epidemiológicos y la investigación básica.82 Mediante este ensayo se observa la acumulación de la actina del citoesqueleto en la forma de puntos fl uorescentes en la célula, en los que se encuentran los pedestales y las bacterias adheridas (fi gura 3F). La prue- ba de FAS se puede realizar de dos maneras: a) de modo directo en biopsias intestinales de niños con enfermedad diarreica con sospecha de infección por EPEC y b) en cultivos de células HEp-2, HeLa o Caco-2 infectadas con la cepa aislada de las heces del paciente.5,82,83 En la técnica se utiliza la faloidina, que es un compuesto que se une de manera constitutiva a la actina intracelular. Este compuesto se acopla a algún fl uorocromo, casi siempre rodamina, de tal forma que mediante microscopiade fl uorescencia es posible obser- var el citoesqueleto de actina de células epiteliales no infectadas con sus características fi bras de estrés (fi gura 3E) y, además, puntos de acumulación de actina sobre las células infectadas por EPEC, algo que se denomina prueba de FAS positiva (FAS+) (fi gura 3F). El ensayo de adherencia y la prueba de FAS son sufi cientes para relacionar una E. coli con el patotipo de EPEC. Sin embargo, para tener la información completa acerca de la capacidad patogénica de la cepa aislada es preciso detectar genéticamente los factores de virulencia mediante técnicas de biología molecular.69,84 Los estudios moleculares se realizan sobre todo mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y con sondas genéticas. Los blancos genéticos para iden- tifi car EPEC son una secuencia genética del plásmido EAF que se emplea como sonda o la amplifi cación por PCR de la subunidad estructural de los BFP (bfpA) y el gen que codifi ca a la intimina (eae).69,84 En 1995, Gunzburg y colaboradores obtuvieron 100% de especifi cidad en la detección de cepas de EPEC con adherencia localizada (LA+), tras amplifi car el gen bfpA mediante PCR. De manera notable, la PCR para identifi car EPEC se realiza en un tiempo menor de cinco horas y ello la hace una manera rápida y específi ca de diagnóstico.85 En México, la mayoría de los casos de dia- rrea que provoca EPEC no se identifi ca con regularidad; empero, el laboratorio de bacteriología molecular del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) mantiene una vigilancia epidemiológica con herramientas diagnósticas moleculares como el colony blot y la PCR.69 Asimismo, López-Saucedo y colaboradores han desarrollado en México una reacción múltiple de PCR que permite detectar en una sola reacción cualquier tipo diarreogénico de E. coli con una alta sensibilidad, inclui- da EPEC.84,86 A diferencia de la reacción convencional (que sólo reconoce a una categoría diarreogénica), en la mezcla se incluyen varios pares de iniciadores para amplifi car genes específi cos de cada una de las catego- rías diarreogénicas de E. coli y que en el caso de EPEC se amplifi ca a los genes bfpA y eae. La PCR múltiple es sensible y específi ca y se ha probado en cepas prove- nientes de muestras clínicas y alimentos con resultados satisfactorios.84,86 En fecha reciente se ha desarrollado un ensayo que utiliza la tecnología de microarreglos de DNA, en la que se usan sondas con genes específi cos de serotipos de E. coli como el O55, O111, O114, O128 y el O157.87 La misma tecnología de microrreglos se ha usado para extender el perfi l de detección de antígenos somáticos de E. coli, así como a los antígenos fl agelares.88 Epidemiología Estudios epidemiológicos realizados en países en vías de desarrollo, incluidos Latinoamérica y México, han demostrado que ETEC y EPEC son dos de los principales patógenos aislados en los casos de diarrea infantil.4,89-92 Dentro de la vigilancia epidemiológica que llevan a cabo las autoridades de salud en México, se ha co- 383salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de 2007 Diarrea infantil por EPEC ARTÍCULO DE REVISIÓN municado que EPEC se presenta en forma endémica hasta en 6% de la población,93 una cifra muy parecida a la informada para países industrializados como Ale- mania y Australia, en los que se ha encontrado que 5.9 y 7.6%, respectivamente, de niños sanos son portadores normales de cepas de EPEC (cuadro I).43 En lo que respecta a niños con diarrea, en México se ha detectado un alto porcentaje de pacientes infectados con EPEC. En un estudio que se condujo en Guadalajara, Jalisco, en 1987, se logró aislar cepas de EPEC en 17.5% de los casos de niños menores de dos años con diarrea (cuadro I). En este estudio se identifi có EPEC con mayor frecuencia que otros patógenos típicos, como Shigella, Giardia, Salmonella o rotavirus.94 Por otro lado, en 1991 Cravioto y colaboradores llevaron a cabo un estudio en niños con diarrea de una población rural del estado de Morelos. Ellos aislaron cepas de EPEC en 19% de los casos de diarrea en niños de esa región.77 El grupo de investigación de los autores, en cola- boración con el laboratorio de bacteriología médica del Hospital Infantil de México (SSA), ha logrado aislar E. coli con adherencia localizada (LA) en 7% de 208 casos de niños con un cuadro diarreico grave (cepas del tipo I). Asimismo, 12% de los casos se identifi caron en cepas con adherencia parecida a la localizada (LAL) en este mismo grupo de pacientes (cepas del tipo II). Estos resultados sugieren que las cepas EPEC (tipos I y II) inducen 17% de los casos graves de diarrea en niños que acuden al servicio de urgencias del Hospital Infantil de México (cuadro I).95 Datos similares comunicó el grupo de Estrada- García, que reconoció cepas de EPEC atípicas (cepas del tipo II) en 21% (sólo por debajo de ETEC, 27%) de 62 casos de niños menores de cinco años internados por diarrea aguda en hospitales de la Ciudad de México y Villahermosa, Tabasco.91 Con estos datos epidemiológicos es posible advertir que EPEC es una bacteria causante de 17 a 19% de los casos de diarrea infantil en diversas regiones del país, lo que indica que en México uno de cada cinco niños que enferman de diarrea puede estar infectado con este virotipo de E. coli. En otras naciones en vías de desarrollo como Bra- sil y Chile, la epidemiología de EPEC es similar.86,96-98 Gomes y colaboradores (1989) encontraron que 23% de cepas de E. coli con adherencia localizada (LA+) interve- nía en grado signifi cativo en casos de niños con diarrea, aun por encima de otros patógenos importantes como rotavirus o ETEC (cuadro I).96 Por su parte, Tornieporth y colaboradores notifi caron que EPEC intervino sólo en 8% de los casos de diarrea aguda en niños del mismo país (cuadro I).98 Como hecho de interés, las EPEC atí- picas son hoy las bacterias aisladas con más frecuencia de niños con diarrea en ese país, con una prevalencia elevada de 10.192 a 16.4%.99 En la República de China se demostró que cepas de EPEC se aíslan en 5% de los casos de diarrea de niños menores de tres años (cuadro I).97 En Nigeria, Okeke y colaloradores realizaron un estudio en el que incluyeron a niños de áreas rurales; EPEC se aisló sólo en 2.1% de los casos de diarrea. Sin embargo, no existió diferencia signifi cativa respecto del aislamiento de EPEC en casos de niños con un cuadro diarreico y aquellos sujetos que no presentaban diarrea (cuadro I).100 Discusión E. coli enteropatógena es una bacteria cuya epidemio- logía se ha estudiado poco en México, pese al riesgo que representa para niños menores de dos años. Este patógeno induce daño histológico en la mucosa del intestino delgado y lleva a los niños infectados en ocasiones a la muerte; en consecuencia, es importante contar con datos epidemiológicos fi dedignos, así como una infraestructura institucional adecuada de diag- nóstico para el control de esta infección intestinal. El mecanismo lesivo de EPEC es un proceso sumamente complejo, pero sin duda alguna muy efi ciente para la bacteria. Una vez que alcanzan el intestino delgado, las Cuadro I FRECUENCIA DE AISLAMIENTO DE EPEC EN NIÑOS CON DIARREA Y SANOS EN DIVERSOS PAÍSES País (año) Casos de Controles Método Referencia ECEP (%) (%) diagnóstico México (1987) 17.5 7.4 Adherencia 94 Brasil (1989) 23 2 Hibridación, 96 adherencia México (1991) 18 2 Adherencia, 77 hibridación y FAS China (1991) 5 NR Hibridación 97 Nigeria (2000) 2.1 1.4 Hibridación, 100 adherencia Australia (2003) NR 7.6 PCR, hibridación, 43 adherencia y FAS Alemania (2003) NR 5.9 PCR, hibridación, 43 adherencia y FAS Chile (2003) 5.3 NR PCR 86 México (2004) 19 NR Adherencia y FAS 95 México (2005) 25 NR PCR múltiple 91 NR: no realizado ARTÍCULO DE REVISIÓN 384 salud pública de méxico / vol.49, no.5, septiembre-octubre de2007 Vidal JE y col. bacterias se reproducen y comienzan a adherirse entre ellas hasta formar una microcolonia. Esta última entra en contacto con la célula del huésped mediante el fl agelo y, de manera simultánea, sintetiza una aguja molecular por la cual le inyecta a la célula proteínas que alteran sus funciones normales. Por consiguiente, EPEC se adhiere con fi rmeza, remodela la superfi cie apical del enterocito y crea los pedestales de actina y compromete al fi nal la fi siología normal del intestino, con diarrea resultante. Los pedestales y la pérdida de las microvellosida- des no son la única causa de la diarrea, pero sí factores importantes. Otro mecanismo de patogénesis que hoy se halla en estudio por el grupo de investigación de los autores es la secreción de EspC, una enterotoxina de la familia de las proteínas autotransportadoras. En la mayor parte de los estudios epidemiológicos realizados en países en vías de desarrollo, así como en México, se ha observado que la infección por EPEC tiene una elevada tasa de morbilidad y mortalidad, lo que resalta la importancia de realizar un diagnóstico microbiológico certero y efi caz. Para identifi car a las cepas provenientes de niños con diarrea, se efectúan metodologías diferentes de las habituales del laboratorio de microbiología. Dichas técnicas podrían estar al alcan- ce de cualquier laboratorio clínico institucional por su sencillez, como la PCR múltiple. Casi todas las técnicas se llevan a cabo en laboratorios de investigación o labo- ratorios especializados de diagnóstico microbiológico, como en el caso del InDRE. El papel que tiene el InDRE en la actualidad en México es de vital importancia, con el fi n de detectar y responder ante brotes epidémicos por EPEC y notifi carlos a la Secretaría de Salud para su control. Por último, el diagnóstico oportuno y efi caz de la infección por EPEC es sin duda alguna un paso esencial para el buen pronóstico de los pacientes, sobre todo si se trata de niños menores de seis meses en los cuales se han visto elevadas tasas de mortalidad. Referencias 1. Winfi eld MD, Groisman EA. Role of nonhost environments in the lifestyles of Salmonella and Escherichia coli. Appl Environ Microbiol 2003;69(7):3687-3694. 2. Kaper JB, Nataro JP, Mobley HL. Pathogenic Escherichia coli. Nat Rev Microbiol 2004;2(2):123-140. 3. Cravioto A, Vasquez V. Escherichia coli: pathogenic mechanisms and enterohemorrhagic strains. Bol Med Hosp Infant Mex 1988;45(3):196-197. 4. Clarke SC, Haigh RD, Freestone PP, Williams PH. Virulence of enteropathogenic Escherichia coli, a global pathogen. Clin Microbiol Rev 2003;16(3):365-378. 5. Nataro JP, Kaper JB. Diarrheagenic Escherichia coli. Clin Microbiol Rev 1998;11(1):142-201. 6. Senerwa D, Olsvik O, Mutanda LN, Gathuma JM, Wachsmuth K. 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