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Revista de Estudios Cotidianos - NESOP ISSN: 0719-1928 
 
 
 
Número 3, Año 1 – Octubre 2013 Página 354 
 
 
LOS SUEÑOS Y LAS ALMAS PARA EL HOMBRE ANDINO1 
 
DREAMS AND SOULS FOR THE ANDEAN MAN. 
Amalia Noemi Vargas

 
Resumen 
En este artículo se presentan las visiones referidas a los sueños, la muerte y el alma entre 
los pueblos de los Andes argentinos, particularmente en la zona de Jujuy, enfatizando la 
forma en que estos conceptos se relacionan al interior de la cosmovisión andina. Se 
discute con las visiones del mundo cristiano y de la psicología clásica, presentando el 
reporte referido a determinadas prácticas de los pueblos del norte de Argentina, vinculadas 
a los ritos mortuorios. 
Palabras claves: Mundo onírico, muerte, pueblos andinos, espíritu, cosmovisión andina. 
 
Abstract 
This article presents visions referred to dreams, death and the soul between the peoples of 
the Argentine Andes, particularly in the area of Jujuy, emphasizing the way in which these 
concepts relate to the interior of the Andean cosmovision. Discussed with the visions of the 
Christian world and classical psychology, presenting the report referred to certain practices 
of the peoples of the North of Argentina, related to mortuary rituals. 
 
Key words: world of dreams, death, Andean Peoples, spirit, Andean cosmovision. 
 
 
 
 
 
1
 Las reflexiones presentadas en este artículo fueron expuestas en el Simposio “Muerte, sociedad y 
cultura”, organizado por el Instituto Municipal de Investigaciones Antropológicas de Chivilcoy (IMIACH), 
Chivilcoy, 2011 
 Licenciada en artes visuales, licenciada en Culturas Tradicionales, Maestría en Cultura y Sociedad. 
Instituto Universitario Nacional del Arte. C.A.E.A. Email: amaliavargas2003@yahoo.com.ar 
 
mailto:amaliavargas2003@yahoo.com.ar
Revista de Estudios Cotidianos - NESOP ISSN: 0719-1928 
 
 
 
Número 3, Año 1 – Octubre 2013 Página 355 
 
 
Introducción 
 
Acercarse al estudio de los sueños en las culturas concebidas como tradicionales, 
requiere una labor interdisciplinaria que compete a la psicología, la antropología, la 
sociología y al psicoanálisis. Tedlock (1992) explica que no sólo el soñar es un universal 
humano, sino que la interpretación de los sueños es un universal cultural. En palabras de 
Perrin (1990), el soñar revela la unidad del espíritu humano y la diversidad de los 
universos culturales. 
 
Para entender las maneras de pensar la experiencia del sueño y sus usos en las 
sociedades indígenas, se debe considerar la teoría nativa del sueño y sus relaciones con 
la concepción del mundo y la persona humana, ya que las prácticas oníricas en estas 
sociedades forman parte de su visión del mundo. De igual manera, se deben tomar en 
cuenta las claves de interpretación y sus relaciones con el pensamiento mítico, puesto que 
este produce a menudo el marco de referencia axiológica y social de aquellas, es decir, las 
normas, valores e ideales de la sociedad que sustentan los códigos oníricos. 
 
En este estudio se analiza la interpretación de los sueños que el hombre andino 
hace sobre sus sueños, el alma y la relacion con las prácticas rituales mortuorias, 
registradas en la Provincia de San Salvador de Jujuy. 
 
En distintas culturas el "alma" es entendida de maneras diferentes, pero en general 
se pueden encontrar dos tendencias: la postura cristiana concibe al alma como única y 
sólo abandona al cuerpo físico después de la muerte; mientras que las creencias del 
noroeste argentino , concibe al ser humano constituido por una multiplicidad de nunas
2
 / 
ajayus
3.
 
 
Es por eso que en el mundo intencional del indígena latinoamericano existe un 
acuerdo general de que la experiencia onírica es ocasionada porque el espíritu, alma o 
 
2
 Nuna: alma en quechua. 
3
 Ajayus: alma en aymara. 
 
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sombra sale del cuerpo del durmiente; y puede entrar en contacto con divinidades, 
muertos y con espíritus de otros seres humanos vivos. 
 
La muerte para la cosmovisión andina es solo un pasaje que se hace a otro estado, 
en el cual también vamos a pasar una serie de experiencias al igual que en la vida. Y los 
sueños, son el medio por el cual se comunican los ancestros y seres queridos que dejaron 
el plano terrestre. 
 
Ubicación Histórica Geográfica 
 
Perico del Carmen que está situada en un amplio valle llamado de los Pericos, 27 
Km. al sur de S.S.de Jujuy por Ruta Nacional Nº 9, y a 1.268 m.s.n.m. Forma parte 
indudablemente, de una de las zonas más fértiles de la provincia. El Carmen fue habitado 
por los jujuies, denominación genérica dada por los hispanos a los pueblos indígenas del 
sur del actual territorio provincial: churumatas, ocloyas, osas y paypayas. Entre estos los 
más importantes fueron los primeros, ubicados en la margen izquierda del río Perico para 
proveerse de agua y alimentos. 
 
A fines del siglo XV quedaron bajo el predominio del imperio incaico, en su etapa 
de mayor expansión, y el lugar se transformó en una posta más del camino del inca. En 
este contexto se produce una concepción del sueño como comunicador según, la 
cosmovisión andina, del cual surgirán como tradición, las ceremonias realizadas a los 
fieles difuntos en sus distintas etapas. 
Ubicación geográfica investigada 
 
 
 
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Los sueños según la psicología 
 
En el curso de su historia, todas estas sociedades han desarrollado prácticas del 
sueño para el control de los eventos futuros, particularmente aquellos que quiebran la 
cotidianidad. No solamente los que tienen que ver con la salud de los individuos, sino 
también con las relaciones sociales, con el ambiente, de cierta manera, con todas aquellas 
situaciones que perturben el equilibrio y la seguridad del ser, por lo tanto, se impone la 
necesidad de un conocimiento previo que permita el control cultural de la contingencia, del 
azar de lo inesperado. 
 
La experiencia onírica se constituye en un mecanismo cognitivo al que se recurre 
para conseguir la salud, el equilibrio y la paz deseada. Estos sistemas proporcionan 
conocimientos e informaciones específicas que transmitidas de generación en generación, 
pasan a ser patrimonio de todos los individuos miembros de una cultura particular, en este 
caso la cultura andina. 
 
Las teorías de Freud nos habla de la importancia del sueño él decía “todo material 
que compone el contenido del sueño procede de algún modo de lo vivenciado, por lo tanto 
es reproducido, recordado en el sueño, eso al menos puede considerarse un conocimiento 
incuestionado”, el sueño acredita conocimientos y recuerdos que en la vigilia no se cree 
poseer
4
 (Freud, 1981). Por otro lado Jung, uno de los padres de la psicología moderna, lo 
llamaba “arquetipo colectivo”, donde simbólicamente cada ser humano llevaría 
profundamente los legados de generaciones anteriores, llegando hasta el hombre 
primitivo. En los sueños hay un alto contenido emotivo, por lo general una emoción fuerte, 
simple, primaria, como el miedo, la ira o el gozo, más que las emociones moduladas, 
contenidas, que nos ocurren en la vida consciente. La mayoría de los sueños aparecen en 
forma de imágenes, historias interrumpidas, construidas por el inconsciente, con 
frecuentes cambios de escenario. Esta caracterización aproximada de la actividad onírica 
incluye granvariedad de experiencias distintas, y muchas de ellas, registradas para la 
 
4 Freud "La interpretación de los sueños", Obras Completas; Tomo I; Capítulo VII: "Psicología de los 
procesos oníricos"; Madrid; Editorial Biblioteca Nueva; Cuarta edición 1981. 
 
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investigación, son bastante comunes, pero otras resultan bastante extrañas; la mayoría de 
la gente tiene al menos algunas veces sueños de este último tipo. 
 
A comienzos del siglo XX, Sigmund Freud propuso que un proceso mental 
diferente a los que predominaban durante la vida diurna era el que dominaba la 
elaboración de los sueños, describiendo un “proceso primario” caracterizado por 
mecanismos primitivos, rápidos cambios de la energía psíquica y las emociones, y un alto 
contenido sexual y agresivo conectado con las experiencias infantiles (Freud, 1998). Los 
mecanismos de elaboración del sueño principales descritos por Freud son: la 
condensación (consiste en una imagen o en un personaje, de elementos de muchos otros, 
que quedan representados metafóricamente, o por su conexión metonímica con el 
elemento del sueño), por otro lado el desplazamiento (las cargas afectivas de los 
elementos principales a otros secundarios), finalmente presenta la visualización; y la 
elaboración secundaria (un proceso tanto más importante cuanto más se encuentra la 
persona en situación de vigilia, que se caracteriza por los intentos de conferir coherencia a 
las imágenes soñadas, por medio de su rememoración consciente o su relato. Estos 
mecanismos tienen por objeto transformar el contenido latente del sueño, que no es sino la 
satisfacción de un deseo primario, en un contenido manifiesto que sea aceptable para la 
conciencia moral, que aunque adormecida, aún funciona, y que nos despertaría, como en 
las pesadillas, si descubriese en el sueño directamente los contenidos latentes (la 
expresión directa de los deseos inaceptables, inconfesables para esa parte moral del 
soñante) (Freud, 1998). Por otro lado Jung ha sumado a las investigaciones sobre los 
sueños nuevas concepciones para interpretar y entender los sueños, aportando nuevas 
categorías como el inconsciente personal y el inconsciente colectivo, el primero (I.P.) está 
constituido por todos aquellos contenidos que han llegado a ser inconscientes, porque 
perdieron su intensidad han desaparecido en el “olvido”, o porque hayan sido reprimidos. El 
retorno al consciente de estos elementos (por ejemplo, después de un tratamiento 
psicoterapéutico) se experimenta como un aumento de energía. La curación de muchas 
neurosis se efectúa de ese modo. El segundo (I.C.) se compone de todos aquellos 
contenidos psíquicos que no son algo propio de un solo individuo, sino de muchos al 
mismo tiempo, es decir de una sociedad de un pueblo, de la humanidad. Estas 
disposiciones psíquicas para actuar humanamente son producto de la herencia humana y 
van más allá de las personas, culturas y grupos étnicos (Jung, 1984). Jung afirma que en 
cada hombre existe el ánima como elemento femenino. En los sueños suele percibirse con 
la figura o imagen de la mujer (aunque no necesariamente). Por su parte, en cada mujer 
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existe también en su psiquis en ánimus como elemento de tipo masculino, cuya 
personificación onírica suele ser uno o varios varones. 
 
Finalmente aporta la categoría de sincronicidad que supone la ocurrencia de dos 
eventos que no están asociados ni causalmente ni teleológicamente, más sin embargo 
tienen una relación significativa. Jung cuenta “Una vez, un paciente me describía un sueño 
con un escarabajo y justo en ese momento, por la ventana del despacho pasó volando un 
escarabajo muy similar al que describía en su sueño”
5
(Jung, 2002). La mayoría de los 
psicólogos llamarían a estas situaciones “coincidencias” o intentarían demostrarnos lo 
frecuentes que son. Jung creía que estas situaciones eran indicativas de cómo nos 
interconectamos los seres humanos con la naturaleza en general a través del inconsciente 
colectivo. Esta idea inusual de sincronicidad la hallamos fácilmente explicada en la 
perspectiva hindú de la realidad. 
 
Los sueños según el pensamiento latinoamericano 
 
A continuación haré una breve referencia sobre el pensamiento latinoamericano 
sobre los sueños desde la época pre-colonial, hasta nuestros días. 
 
La cultura totonaca, situada en México, para esta cultura la vigilia y el sueño se 
producen en un mismo plano natural formando una continuidad. "Ambas percepciones se 
alcanzan en momentos distintos del ser. Las percepciones logradas en el sueño añaden a 
la experiencia objetiva los datos de esa parte del mundo, la invisible e intangible, que sólo 
pueden ser conseguidos por la experiencia mística"
6
 (Freud, 1998). 
 
Una de las personas que se valía de los sueños, en esta cultura era el 
“curandero” colonial, se basaba en estos para, encontrar la cura, de diferentes 
enfermedades, también provocaban algunos sueños utilizando para tal fin, el ololiuhqui 
(una sustancia alucinógena de origen vegetal), teonanacatl (Psilocybe aztecorum, 
mexicana) y el peyote (Lophophora williamsii). (Ayala, 2009). López Austin (1967) cuenta 
 
5
 Carl Jung “Interpretación de la psique y la naturaleza” 
6
 Sigmund Freud “interpretación de los sueños” Obras completas 1998 
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que el especialista en sueños era el temiquiximati, temicnamictiani "el conocedor de los 
sueños", "el intérprete de los sueños", para lo cual tenían libros llamados temicámatl. 
 
Su importancia persistió durante la época colonial, a pesar de los intentos de los 
evangelizadores por suprimir esta práctica. Aguirre Beltrán (1963) menciona que dentro de 
los procedimientos diagnósticos y pronósticos del curandero colonial, la interpretación de 
los sueños fue uno de los más importantes, lo que en su opinión, revela la influencia de las 
ideas de la medicina indígena. 
 
Dentro del pueblo indígena del noroeste argentino, actualmente subsiste el arte de 
la interpretación de los sueños, y los expertos son los médicos tradicionales, curanderos 
(chamanes), quienes pueden saber por sueños quien llegará a visitarlos, qué enfermedad 
tendrán o qué plantas encontrarán en el monte para curar los padecimientos que aquejan 
a sus pacientes. Por otro lado en el sur de Argentina antiguamente existían las Machis
7 
eran las chamanas entre los mapuches, estas curaban a partir de los peumas o sueños 
que tenían de sus pacientes. Practicaban las curaciones con hierbas, frotaciones, bebidas 
y algunas con artes de hechicería, (habían machis buenas y malas...) y se creían 
intermediarias entre la gente y el mundo de los espíritus. Cuando un mapuche se 
enfermaba de gravedad era llamada la Machi, a fin de curar lo que ellos creían un 
maleficio o daño, para lo cual hacían una extravagante ceremonia llamada machitún. A 
través de sueños y visiones premonitorias, las Machis saben que han sido elegidos para 
ser intermediarios entre el pueblo mapuche y los dioses. Mediador entre este mundo y lo 
sobrenatural, juega un papel fundamental en este sistema cosmológico. A través de su 
mediación, se otorga salud, bienestar, tranquilidad y abundancia. El Machi también está 
 
7
 A partir del rol de la machi que se atribuye porel peuma (sueño), subyace su conocimiento 
especializado de la sanación, a través de enfermedades que son causadas por Wekufu, (energía 
negativa), se extirpa el mal que se presenta físicamente en forma de objetos o animales, para esto la 
Machi realiza una ceremonia conocida como Machitun, simultáneamente las machi poseen la visión y 
orientar a la comunidad en el sentido moral y se restablece el equilibrio entre el individuo y la 
comunidad, así mismo la machi es una figura dominante y trascendente dentro de la cultura mapuche, 
pues es quien conecta los mundos, Mapu, el mundo físico, Wenu mapu y Anka wenu, a través del rewe, 
altar de la ascensión y el trance, catalizado en el ritmo del Kultrun, y que implicaría un estado ampliado 
de conciencia, el cual es logrado a través del uso de hierbas alucinógenas como lo serían la miyaya, latué 
y canelo por lo tanto la machi establece un vínculo con los espíritus ancestrales, así en sus prácticas 
coexisten las formas de magia y religión, cabe mencionar la conexión de chaman, “éste es especialista de 
un trance durante el cual su alma abandona el cuerpo para emprender ascensiones al cielo o 
desprendimientos al infierno”... 
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dotado de facultades adivinatorias, terapéuticas y rituales, funciones que en la actualidad 
son ejercidas principalmente por mujeres (Bagacigalupo, 2001). Usando su poder de 
comunicación con los seres sobrenaturales, a través del sueño expulsa a los espíritus 
malvados que causan daño. Además, durante el machitún administra medicinas a los 
enfermos, hoy no existen en la argentinas las machis, pero si en Chile, donde se siguen 
practicando las técnica e interpretación de los sueños. 
 
Los curanderos pueden ser hombres o mujeres que saben lo que afecta a las 
personas; ya sea sólo viéndolas o empleando distintas formas de diagnóstico, como la 
“lectura del huevo,” (que se realiza en Perú) o la “lectura de las hojas de coca” y otros; el 
tratamiento que realiza para sus pacientes es un tratamiento de naturaleza psi correligiosa, 
ya que combina la oración, medicina herbolaria y otros rituales curativos. Para entender el 
papel que desempeñan los sueños en la vida del médico indígena, debemos hablar de su 
concepción del soñar; pues el sueño es la entrada del alma o espíritu a "otro mundo", a 
un mundo donde no hay tiempos ni espacios definidos y gracias a esta condición etérea se 
entra en contacto con otros espíritus (Perrin, 1990). Es a partir de la concepción del soñar 
como se van gestando diferentes posibilidades del soñante; concernientes tanto a los 
contenidos oníricos, como a las interpretaciones posteriores. De esta manera se van 
complejizando las relaciones entre la salud, la enfermedad y la muerte. Conforme las van 
representando las diferentes sociedades tradicionales. 
 
La cultura totonaca
8
 concebía, el soñar como la salida del tonalli (alma) del 
durmiente, por lo que podía comunicarse con dioses y difuntos. Mercedes De la Garza
9
 
comenta que los sueños para los nahuas y mayas podían ser acontecimientos actuales o 
premoniciones, que generalmente se mostraban de manera simbólica. “En la actualidad 
los pueblos indígenas de México, creen que el sueño es ocasionado por el 
desprendimiento del alma que vaga por la tierra, a través del tiempo y a los lugares 
habitados por las deidades; por lo que los sueños presagian acontecimientos venideros y 
son una vía de comunicación con la divinidad” (De la Garza, 1990). Al comparar estas 
 
8
 De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Náhuatl o mexicana, el término totonaca es el plural de 
totonacatl y se refiere a los habitantes de la provincia de Totonacapan. "totonaco" significa "hombre de 
tierra caliente". 
9
 De la Garza, Mercedes. “Sueño y Alucinación en el Mundo Náhuatl y Maya”. Centro de Estudios Mayas 
– UNAM, México, 1990. 
 
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propuestas con los relatos de los curanderos/médicos; “podemos decir que en el mundo 
intencional del indígena latinoamericano existe un acuerdo general de que la experiencia 
onírica es ocasionada porque el espíritu, alma o sombra sale del cuerpo del durmiente; y 
puede entrar en contacto con divinidades, muertos y con espíritus de otros seres humanos 
vivos” (De la Garza, 1990). 
 
En una de nuestras entrevistas, noviembre del 2011, don Froilan A.decia, 
 
“En los sueños, el espíritu se encuentra fuera del espacio-tiempo de este mundo, 
por lo que puede ir al cielo, a la región de los muertos o vagar por la tierra, y estar en 
lugares lejanos en breves lapsos”… a veces soñamos cuando alguien está por morir, los 
sueños siempre nos están avisando lo que va a pasar” 
 
Los sueños desempeñan un rol muy importante en la vida psíquica del hombre 
andino y otros pueblos, podemos decir que hasta cierto punto gobiernan sus acciones. La 
idea predominante es que durante el sueño, el espíritu se desliga del cuerpo, saliendo por 
la boca, el pecho u otras partes del cuerpo, y que realmente ejecutan las acciones que el 
dormido ha soñado. (Latchman: 1915). De acuerdo a las entrevistas y a lo que recogió 
Latchman, los espíritus desprendidos del cuerpo generalmente frecuentan los lugares que 
solían habitar en vida, y a veces aparecían a sus deudos o amigos en sus sueños. 
 
Una persona puede llegar a presentir su muerte y reconocer los presagios de su 
próximo fallecimiento en sus sueños. Por ende, no es de extrañar que algunos anuncien y 
comunican su muerte a sus familiares. Inclusive pueden reunirlos para darles por 
anticipado la herencia sobre la base de un testamento. Es importante saber que los 
sueños son lugar de comunicación de los muertos: en esta comunidad se cree que cuando 
un muerto se aparece en los sueños, éste “está pidiendo que se le mande a hacer una misa 
por su descanso, que se lo visite, o puede ser que tengan hambre de oraciones” estos 
comentarios fueron expresados por todos los entrevistados. 
 
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Concepción del espíritu / alma del hombre andino 
 
En distintas culturas el "alma" es entendida de maneras diferentes, pero que en 
general se pueden encontrar dos tendencias: La postura cristiana concibe al alma como 
única y sólo abandona al cuerpo físico después de la muerte. Las creencias del noroeste 
argentino, concibe al ser humano constituido por una multiplicidad de nunas/ ajayu. La 
persona está compuesta por un cuerpo físico y del psíquico, este último se divide en tres. 
 
■ “El Jacha Ajayu (el gran espíritu) es la parte más vital y más importante del 
ser humano; es equivalente a la concepción del alma en los católicos; este elemento 
solamente puede tenerlo el hombre, y su separación significa la muerte física” ( P. Candia, 
1991) 
 
■ El Jiska Ajayu (pequeño espiritu) que comúnmente se conoce con el nombre 
de Ajayu o espíritu, es inferior, este lo tienen los animales y también las personas y del 
cual puede separarse, perdiendo temporal o definitivamente, en el hombre". 
 
■ El Kamasa, a la que también denominan Chihui, que quiere decir sombra. 
 
Dentro del curso de su vida, el (pequeño espíritu); Jiska Ajayu va gastándose 
espiritualmente y dejando partículas de su astral, es decir que va quedando una parte de 
éste en todos y cada uno de los objetos que en vida ha usado él difunto, muy 
particularmente en los lugares por donde ha caminado y en mayor proporción si estos han 
sido “desconocidos”.(Paredes Candia, 1983). También se cree que su astral se queda 
impregnado en la casa donde vive, en los objetos de su uso personal y en los animales 
que cría. Por ende el hombre andino del noroeste argentino, cree que debe limpiar bien la 
casa y todos los objetos que usó el difunto, porque en cada uno de los objetos ha 
quedado parte del espíritu pequeño, el jiska ajayu. 
 
Muy parecida es la creencia de los europeos no cristianos, ellos creían que tenían 
dos almas, una vestida por el cuerpo, que servía como una especie de espíritu de vida 
eterna, mientras que la otra era un alma libre o errante, comúnmente unida al cuerpo físico 
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por la parte posterior. Los celtas lo llamaban fetch o el doble, que sigue los pasos detrás 
de nosotros. Ocultistas y metafísicos de la actualidad la denominan alma astral. 
 
Con respecto al noroeste argentino, no podemos desligar la influencia que tiene el sur de 
Bolivia, ya que la mayoría de los Jujeños son hijos de Bolivianos, hablante del quechua y 
alguno del aymara. Los sueños tienen decisiva incidencia en algunas determinaciones 
populares, donde creen, que según lo soñado, les sucederá algo en la vida real y con este 
motivo se dan distintas interpretaciones. Cada mañana al despertar el hombre andino 
charla con los demás sobre sus sueños, e interpreta según su cosmovisión y costumbres. 
 
Los sueños y “el más allá” 
 
Para la cosmovisión
10
 andina, hay tres mundos paralelos: el mundo terrenal 
(kaypacha), el mundo celestial (hanan-pacha), y el inframundo (ukupacha). El “mas allá” 
seria un mundo no terrenal, que es conocido por los hombres y mujeres desde pequeños, 
ya que la comunidad padres y abuelos enseñan a interpretar los sueños en la vida 
cotidiana. Y también enseñaban a comunicarse con los seres queridos, que han dejado la 
tierra, a veces a través del canto, otras a través de rituales y ofrendas. 
 
La comunicación con el más allá es uno de los enigmas que el ser humano de 
todos los tiempos y todas las culturas han tratado de definir con explicaciones acordes a 
su realidad social, cultural. En algunas comunidades hay formas de conocer la cercanía con 
el más allá por medio de las señales que nos ofrece “la Pacha Mama”
11
, así como también 
 
10 Por cosmovisión entendemos la visión estructurada en la cual las nociones cosmológicas eran 
integradas en un sistema coherente que explicaba el cosmos y la situación de la vida del hombre (Broda, 
1991) la cosmovisión de un pueblo sintetizan de manera estructurada sus principales conceptos acerca 
de la forma y calidad del universo , de sus habitantes y de la posición del hombre dentro de ese sistema . 
Sobre todo en las culturas tradicionales la cosmovisión sirve de modelo para varios aspectos de la 
cultura , como el patrón de asientos de los poblados, la organización de la sociedad y ritos de mucha 
índole. Por esto la cosmovisión afluye de varias formas la vida rutinaria del pueblo respectivo (Koler, 
1980:583) 
11
 Pachamama: Es el principio explicativo fundamental en la cosmovisión de los pueblos originarios 
andinos, en América del Sur. Pachamama o pacha (del aimara y quechua pacha: tierra y también 
"mundo", "cosmos"
1
 ; mama: madre -es decir "Madre Tierra" ) es el núcleo del sistema de creencias y de 
actuación ecológico-social entre los pueblos indígenas de los Andes Centrales de América del Sur. La 
divinidad Pachamama (madre tierra) para los kollas representa a la Tierra, pero no sólo el suelo o la 
http://es.wikipedia.org/wiki/Aimara
http://es.wikipedia.org/wiki/Quechua
http://es.wikipedia.org/wiki/Pachamama%23cite_note-ref_duplicada_1-0
http://es.wikipedia.org/wiki/Madre_Tierra
http://es.wikipedia.org/wiki/Ind%C3%ADgena
http://es.wikipedia.org/wiki/Cordillera_de_los_Andes
http://es.wikipedia.org/wiki/Am%C3%A9rica_del_Sur
http://es.wikipedia.org/wiki/Tierra
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por medio de los sueños donde nuestros ancestros nos "avisan" de su presencia. (Paredes, 
1995). Entonces podría decir que las personas que han fallecido (es decir, que han dejado 
su cuerpo físico, el vehículo que sirve para movernos en este mundo de tres dimensiones 
pero no en el mundo onírico) aparecen lleno de vida en el Mundo de los Sueños. Las 
personas para la cosmovisión andina permanecen vivas en la memoria casi como en la 
vida cotidiana a partir de los sueños reciben avisos y además se cree que también le 
aportan conocimientos. 
 
Bastide coincide con Freud en cuanto a la función del sueño como productor de 
símbolos y opina que “en las sociedades indígenas, el creador no es el soñante, son los 
antepasados o los demiurgos, donde la creación es continua” (Freud, 1976: 18). En el 
sueño de los indígenas son los espíritus y los dioses quienes hablan; a través de la 
palabra explicitada o mediante las imágenes simbólicas dan los diagnósticos y las terapias 
de las enfermedades, las técnicas de fabricar armas, incluso mensajes del “más allá” sobre 
diversas actividades, tanto para la vida cotidiana como para las propias de las instituciones 
iniciáticas
12.
 El sueño en estas sociedades cumple también funciones de mediación y 
comunicación entre los dioses o espíritus y los hombres. Una cosa es casi siempre cierta: 
las experiencias oníricas con personas queridas que han fallecido pueden darse en un 
ambiente emocional, agradables y en esencia, bellas. Únicamente parecen enturbiarse 
 
tierra geológica, así como tampoco sólo la naturaleza; es todo ello en su conjunto. No está localizada en 
un lugar específico, pero se concentra en ciertos lugares como manantiales, vertientes, o apachetas. 
Pero es una deidad inmediata y cotidiana, que actúa directamente, por presencia y con la cual se dialoga 
permanentemente, ya sea pidiéndosele sustento o disculpándose por alguna falta cometida en contra 
de la tierra y todo lo que nos provee. 
12
 Estas funciones del sueño parecen encontrarse entre varios grupos indígenas americanos. Los Lakota-
Sioux, de Estados Unidos, “saben de antemano cuándo un miembro de su familia va a estar enfermo” 
(Vazeilles, 2000:53), y los Otomíes, de México, consideran que los sueños “donnent accès à la 
connaissance du monde d’en bas, un monde de la nuit, de la mort et de la genèse” (Galinier, 2000:67). 
Entre los Emberá, de Colombia, el sueño puede contener signos que pueden anunciar enfermedades o 
también la elección de un nuevo chamán (Losonczy, 2000:96), y entre los Tarëno, de Brasil, la zarigüeya 
es el personaje mítico que les enseña a soñar, actividad que tiene una marcada relación entre sueño y 
caza. Entre los Parintintin, de Brasil, la relación sueño - anuncio de enfermedad se invierte, pues a 
menudo es en el sueño donde se anuncia que personas enfermas se curarán (Kracke, 2000:152), una 
práctica que también se observa entre los Makiritare, de Venezuela. Entre los Mapuche, de Chile, el 
sueño “actúa como un medio de comunicación en el cual los parientes pueden tener una participación 
directa en la dolencia del soñador, cuando predicen la enfermedad, establecen el origen y control de la 
misma” (Nakashima Degarrod, 2000:193). 
 
http://es.wikipedia.org/wiki/Naturaleza
http://es.wikipedia.org/wiki/Manantial
http://es.wikipedia.org/wiki/Manantial
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Apacheta&action=edit&redlink=1
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algo cuando concurre el ancestral temor hacia la muerte que nos ha sido inculcado 
generación tras generación. Siendo que para vivir intensamente el presente, una persona 
equilibrada debe (paradójicamente) recordar que es mortal. 
 
En el Mundo Onírico se puede buscar (o llamar) a cualquier persona y 
generalmente ésta concurre. Y es indiferente que la persona en cuestión tenga cuerpo 
físico o no lo tenga o tal vez venga con otro cuerpo. Pero esto nada tiene que ver con el 
espiritismo. Simplemente nos movemos en el Mundo Onírico y nos relacionamos con todos 
sus “habitantes”. Por lo tanto podría decirse que uno puede tener algunas impresiones de 
lo que es estar en el más allá o comunicarse con él mediante los ancestros, todo va a 
tener que ver en dónde estemos parados, en que cultura hemos sido criados y con qué 
creencias nos educaron. 
 
El “espíritu” y los sueños 
 
La manifestación psíquica del espíritu tiene una naturaleza arquetípica y se funda 
en la existencia de una imagen original, autónoma, que en forma pre consciente, existe en 
la disposición de la psique humana, de manera universal. Generalmente es la figura de un 
anciano es la que desempeña el papel del espíritu en los sueños, a veces es un "espíritu 
verdadero" o sea de un muerto. En la comunidad andina soñar con espíritus es signo de 
que algún ser querido, difunto pide que lo visiten o le hagan una misa en su honor, 
generalmente se presenta con la apariencia física con la que el familiar lo recuerda. 
 
Otra de las formas de ver al espíritu en los sueños es por medio de un ritual 
realizado por los curanderos. Cuando una persona pierde su espíritu, el cual se encuentra 
mal, recurre al curandero. El enfermo puede haber perdido su espíritu por algún susto o 
por la aparición repentina de un animal salvaje. Según don Alfredo Carrazana en una 
charla en Jujuy 2011, nos comentaba como recuperan el espíritu el curandero. 
 
“el curandero primero le pregunta al enfermo si se asustó y luego hace tira la coca 
para asegurarse que es susto y no otra cosa, entonces le pide al enfermo una prenda y 
debe ir al lugar donde perdió el espíritu, generalmente es por el susto que este sufrió en 
ése lugar y ahí lo va a llamar gritando su nombre, casi siempre es al medio día porque es 
el momento de mayor silencio.” 
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El curandero dormirá con esa prenda y en la noche, será visitado por el espíritu y le 
pedirá que regrese. El arquetipo del espíritu aparece en forma de hombre o animal y en 
situaciones en las que se necesitaría una opinión, una comprensión, un buen consejo o 
una decisión que los propios medios no podrían proporcionar. 
 
El mismo Jung tuvo un encuentro con arquetipos, siendo fundamento de gran parte 
de sus obras como “los arquetipos colectivos”. Para él los arquetipos eran 
“representaciones heredadas” y supersticiones. De hecho, dijo, “la gente a menudo es 
desconcertada por los arquetipos, especialmente cuando aparecen en los sueños como 
símbolos desconocidos” (Jung, 1995). Al igual que el ser humano ha evolucionado 
físicamente conservando sin embargo vestigios del hombre primitivo, también en la 
evolución psíquica siguen coexistiendo restos primitivos, pese a la innegable evolución de 
la humanidad. 
 
“La sombra del muerto” en el sueño 
 
La sombra del muerto para los puneños es un padecimiento, se puede entender 
como una intrusión de una energía, que proviene de seres desencarnados que ya dejaron 
esta vida. 
 
Por ejemplo la “sombra” es la experiencia arquetípica de "ese otro" que está 
dentro de nosotros mismo, el cual, en su rareza y desconocimiento, es siempre 
sospechoso. Su proyección a los demás es la urgencia arquetípica de la necesidad de un 
chivo expiatorio, con la simple necesidad de justificarnos a nosotros mismos. Esta sombra 
es relevante en el trabajo interpretativo de los sueños, ya que en ellos, la sombra también 
alcanza su expresión. En la cosmovisión andina, la sombra o chiwui, forma parte de unas 
de las entidades que componen el cuerpo, muchas veces aparece como personajes 
vestido de negro sin rostro, según los entrevistados. De acuerdo a lo que nos contaba 
doña Geronima, 2011 “cuando alguien está enfermo de tristeza (causada por la muerte de 
un ser querido). Esta persona sufre la falta de fuerza, de energía, en los niños se les 
hincha la parte abdominal y lloran por las noches sin motivo alguno. A esta enfermedad se 
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la llama aikadura
13
 esto sucede porque el espíritu del muerto ha tomado parte de su 
espíritu; entonces el difunto por medio del sueño le hace saber de él y "hace soñar al 
enfermo". 
 
Por otro lado Doña Tomasita
14
 nos comenta (de 80 años de edad y curandera 
desde hace más de 60 años), durante una charla en su casa, luego de realizar varias 
curaciones de susto y aikadura, hablamos de los espíritus, como ella los llama “a veces la 
sombra del muerto o su espíritu se presentan solos en los sueños, si sueñas al muerto, 
pues es que quiere que le hagas una misa en su nombre, por eso lo sueñas, o quiere que 
le lleves flores a su sepultura. Cuando lo sueñes al difunto debes comprar una vela, 
ponerla con tu santo, para que ilumine con su luz y le dé más fe (al espíritu). Si no lo 
cuidas y le rindes culto, te estorbara mucho, tienes que cuidarlo, siempre debes ir al 
cementerio donde está el difunto, y ver si su cruz está bien. Si ya no sirve su cruz, 
cámbiala o tal vez quiera flores nuevas, debes llevarle velas y hacerle una misa". 
 
De acuerdo a las narraciones realizadas, generalmente, el alma del difunto con el 
que se ha soñado no está en paz, porque se quedó con algo pendiente -como lo ha 
narrado Doña Tomasita- porque la familia no lo ha honrado después de su muerte, pues es 
una tradición que hay que respetar. El sueño en estas sociedades cumple también 
funciones de mediación y comunicación entre los espíritus y los hombres. Para 
contrarrestar los malos sueños, en la comunidad andina realiza una serie de ritos, que 
relatare brevemente a continuación, para que los difuntos descansen y encuentren la paz 
eterna en el hanan pacha y no aparezcan en los sueños buscando tranquilidad a 
continuación nombraremos brevemente los ritos que se realizan, cuando muere una 
persona. 
 
Velorio: Generalmente al difunto se lo vela por dos días, en la casa donde él vivía, 
se reza y coquea toda la noche, mientras se cuentan historias de otros difuntos y algunos 
cuentos de almas en pena. 
 
13
 Aikadura: Enfermedad producto por la falta del espíritu, se produce cuando el niño concurre a algún 
entierro o velorio. 
14
 Doña Tomasita: curandera de 80 años , trata niños menores de 13 años ,con problemas de aikadura , 
susto y empacho , actualmente residente de la provincia de Jujuy 
 
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Despedida del difunto: La despedida se va concretando desde el primer día de la 
muerte del familiar hasta el último día de la novena y dentro de estos días se realizan 
además diferentes ritos, oraciones y plegarias, siempre acompañado por varios amigos y 
familiares. 
 
Lavatorio: Este rito se realiza luego del deceso del familiar, generalmente el tercer 
día, una vez enterrado el cuerpo, se lava todas las pertenecías del difunto, tanto objetos, 
como prendas, estas son purificadas en elrio. 
 
La construcción del altar con “escalera”: Este espacio es consagrado por la familia, 
en este lugar se construye con maderas una especie de escalera por donde subirá el alma 
o ánima del difunto. El altar tendrá la imagen del difunto, agua bendita, flores y velas, 
frente a este altar se rezará por nueve días consecutivos por las noches. 
 
La construcción del cuerpo simbólico y la quema: Se realiza luego del lavatorio, 
con las prendas purificadas se arma una estructura de madera, se construye una réplica 
idéntica del difunto y un caballo, para que lo lleve al hanan pacha, ambos de 1 metro de 
altura, luego se lo quema en el monte a las 00hs. del último día de la novena. Como cierre 
definitivo del velorio, desde el primer día de su muerte hasta este último día, la duración de 
este rito es de 12 a 13 días consecutivos. 
 
El Levantamiento de luto: esta ceremonia se realiza al año de la muerte del 
familiar, se realiza una misa, una cena y un baile, en donde se cambiara la ropa negra 
utilizada durante el año de luto, por prendas de colores vivos. 
 
El Día de los muertos: este rito se realiza el 1, 2 de noviembre de cada año, se 
espera a las almas, con chicha y ofrendas de todo tipo, y alimentos que le gustaba a su ser 
querido. 
 
Dentro de los ritos mencionados encontramos dos dimensiones una andina y otra 
cristiana. La dimensión andina se manifiesta expresamente en la preocupación por la vida 
aquí en esta tierra, en especial en el campo y el trabajo de la vida cotidiana, los vivos 
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quieren garantizar su subsistencia y acuden a los muertos para que colaboren en la 
obtención de lluvias para sus cosechas o protección familiar, según las necesidades de 
cada familia y su contexto. Del otro lado la dimensión cristiana se manifiesta más en la 
preocupación por la suerte de los difuntos; los vivos, en especial quieren ayudar mediante 
sus oraciones, performance, plegarias y cantos, para que el muerto encuentre el camino al 
cielo y entrar en una felicidad duradera, de no poder alcanzar este ideal, se aparecerá en 
los sueños pidiendo que se cumplan con los ritos necesarios. Podemos decir que en 
ambos casos se trata finalmente de afirmar la importancia de la vida, una vida más feliz 
para los que luchan en esta tierra, y una vida definitivamente feliz para los que ya han 
dejado el kay pacha o este plano. Está claro que el mundo andino se prepara y ofrece 
comida y bebida a sus muertos porque considera que hay una vida después de la muerte 
cuyas características parecen ser una prolongación de ésta, de tal manera que los muertos 
requieren de los vivos y por lo cual el ser querido estará atento a cada sueño que tenga e 
intentara brindar lo requerido por el difunto. 
 
Todos estos ritos nombrados anteriormente persiguen una sola finalidad, el 
refuerzo de la existencia del ser querido, la promoción de la continuidad de la vida, de la 
abundancia, y la garantía de un destino mejor después de la muerte. Para las culturas 
indígenas, el sueño es una existencia objetiva, incorporada a la realidad, con un lugar 
institucionalizado dentro de esas sociedades, lo que les permite mantener una estrecha 
vinculación con el mundo mítico, el cual permanece totalmente abierto porque se nutre 
continuamente con los sueños individuales y, a su vez, se articulan con los mitos 
tradicionales. En otras palabras, hay una retroalimentación constante entre la esfera mítica 
y la esfera onírica que para el indígena que jamás se cierra
15
. 
 
 
 
 
15
 No obstante, Perrin sostiene que entre los Guajiros un restringido simbolismo onírico tiene muy pocos 
lazos con la mitología: “Si el mito y la oniromancia se refieren a un fondo común, el pensamiento mítico 
hace sobre el mito un trabajo muy elaborado, multiplicando las analogías, buscando la coherencia y 
construyendo estructuras complejas. En cambio las claves de los sueños, que privilegian las fórmulas 
aisladas, utilizan generalmente los más elementales mecanismos del pensamiento mítico. Pues si el mito 
debe satisfacer al espíritu, la oniromancia debe responder esencialmente a las pasiones y a las angustias 
diarias. La primera está orientada hacia la reflexión y la estética, la segunda hacia la acción” (Perrin, 
2000: 90). 
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Este altar se realiza apenas muere el ser querido y al año 
 
 
 
 
 
29 y 30 de Octubre Preparación de la chicha para las almas 
 
 
 
 
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OFRENDAS: palomas, llamas, burritos, hombres y mujeres, que representan a 
los difuntos. 
Mesas de las Almas Nuevas 2009, 2011 
 
 
 
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Conclusión 
 
El interés del hombre por los sueños existe desde que éste adquirió conciencia de 
sí mismo, y terminará cuando dejemos de soñar. 
 
Desde el comienzo de los tiempos, el sueño ha sido objeto de muchas 
controversias e interpretaciones. Aun habiendo muchos escritos sobre ellos, debo decir 
que se ha indagado más en su concepción psicológica e interpretativa que en el área 
puramente fisiológica. Entre los kollas los sueños son una fuente de sabiduría, pues es en 
este espacio donde se entra en contacto con los ancestros y las divinidades. Los 
contenidos oníricos son un reflejo de la cultura en donde surgen, incluyendo todo un 
conjunto de creencias, tradiciones y valores propios de la cultura andina. 
 
Las experiencias del sueño son prácticas que “forman parte de una estructura 
englobante única”, en la opinión de Bastide (1976:45). En la vida del hombre indígena, el 
mundo de vigilia y el onírico no están separados, hay una continuidad entre los dos: El 
sueño se entrevera con los filamentos de la organización social y se produce una auténtica 
unidad entre las dos partes del hombre, así como entre el mundo de los mitos o de lo 
sagrado, con el que el sueño se vincula, y el mundo social, en el que el individuo vive 
durante la vigilia (Bastide, 1976: 45). En resumen, podríamos concluir que, en la mayoría 
de los pueblos primitivos y antiguos, la vida es un círculo que la muerte no irrumpe siempre 
y cuando se cumplan los ritos requeridos. La verdadera finalidad del rito, ya lo vimos, 
consiste unas veces en ahuyentar la impureza, otras en manejar la fuerza mágica, y otras, 
aún en colocar al hombre en relación con un principio sagrado que lo trascienda 
(Cazeneuve; 1957). Como afirma Bauman, (1975) estos pueblos y las generaciones 
pasan, pero la identidad del grupo permanece y sigue viviendo, gracias a la memoria 
colectiva de cada grupo social que supo conservar sus tradiciones por medio de las 
sueños y narraciones orales. El culto de los difuntos no se funda a priori sobre concepto de 
la inmortalidad del alma, sino más bien en la idea nebulosa de la transformación y 
perpetuidad del ser y también en el deseo que tienen el hombre de durar algo más allá de 
la tumba. 
 
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