Logo Studenta
¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

LA HIDRÓSFERA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Introducción 
 
La hidrósfera es la capa de agua que cubre la 
mayor parte de la superficie terrestre. 
 
 Se compone de océanos, mares, ríos, lagos, 
glaciares, agua subterránea y vapor de agua en 
la atmósfera. 
 
Es uno de los componentes esenciales del 
planeta, ya que es la fuente de vida para todos 
los organismos vivos, y juega un papel 
importante en la regulación del clima y del ciclo 
hidrológico. 
 
 
 
 
Características de la hidrósfera : 
 
Las características de la hidrósfera son diversas. 
Por ejemplo, el agua salada de los océanos 
cubre el 97% de la superficie acuática de la 
Tierra, mientras que el agua dulce se encuentra 
principalmente en ríos, lagos y acuíferos. 
Además, la hidrósfera es un sistema dinámico 
que está en constante movimiento, impulsado por 
la energía del sol y la gravedad. 
 
Origen: 
 
La formación de la hidrósfera se remonta a unos 
4.000 millones de años, cuando la Tierra era una 
bola de magma caliente. Con el tiempo, la 
superficie se enfrió y se formó la corteza 
terrestre. El agua llegó a la Tierra a través de 
cometas y asteroides, y también se liberó durante 
la actividad volcánica. A medida que la cantidad 
de agua aumentaba, se formaron los océanos y 
la hidrósfera se expandió. 
 
Composición de la hidrósfera: 
 
La composición de la hidrósfera es 
principalmente agua, pero también contiene 
sales, gases disueltos, materia orgánica y 
partículas suspendidas. Los océanos son la 
mayor reserva de agua salada, y contienen una 
gran variedad de elementos químicos como 
sodio, cloro, magnesio y calcio. El agua dulce, en 
cambio, es más limitada y se encuentra 
principalmente en los ríos, lagos y acuíferos. 
 
 
Distribución del agua en la Tierra : 
 
La distribución del agua en la Tierra es desigual. 
El 97% del agua del planeta es salada y se 
encuentra en los océanos, mientras que solo el 
3% es agua dulce. De esta cantidad, el 69% está 
en forma de hielo, el 30% es agua subterránea y 
solo el 1% está disponible en ríos, lagos y 
acuíferos para uso humano. 
 
El ciclo del agua: 
 
El ciclo del agua es un proceso continuo que 
implica la evaporación del agua de los océanos, 
la formación de nubes, la precipitación en forma 
de lluvia o nieve, y finalmente, el retorno del agua 
a los océanos. Este ciclo es importante ya que 
regula la cantidad de agua disponible en la Tierra 
y mantiene el clima global. 
 
El ciclo del agua, también conocido como ciclo 
hidrológico, es el proceso continuo de 
movimiento y transformación del agua en la 
Tierra. Este ciclo es fundamental para la 
distribución y disponibilidad del agua en el 
planeta. A continuación, las etapas principales 
del ciclo del agua: 
 
1. Evaporación: La primera etapa del ciclo del 
agua es la evaporación. El sol calienta la 
superficie de los océanos, ríos, lagos y otros 
cuerpos de agua, lo que provoca que el agua 
se convierta en vapor de agua y se eleve a la 
atmósfera. También se produce evaporación 
directamente desde la superficie de las 
plantas y el suelo, en un proceso llamado 
transpiración. 
 
2. Condensación: Una vez que el vapor de agua 
se encuentra en la atmósfera, se enfría y se 
condensa para formar nubes. La 
condensación ocurre cuando el vapor de 
agua se convierte en gotas de agua líquida o 
en cristales de hielo. Este proceso se da 
alrededor de pequeñas partículas en 
suspensión en el aire, como polvo o sal. Las 
nubes son visibles agregados de gotas de 
agua o cristales de hielo. 
 
 
3. Precipitación: La siguiente etapa es la 
precipitación, donde las gotas de agua o los 
cristales de hielo en las nubes se vuelven 
demasiado pesados y caen hacia la 
superficie de la Tierra. La precipitación puede 
ocurrir en forma de lluvia, nieve, granizo o 
llovizna, dependiendo de la temperatura y las 
condiciones atmosféricas. 
 
4. Escorrentía: Cuando la precipitación llega a 
la superficie de la Tierra, puede seguir 
diferentes caminos. Parte del agua se infiltra 
en el suelo y se convierte en agua 
subterránea. Otra parte fluye sobre la 
superficie terrestre formando ríos, arroyos y 
canales, en un proceso llamado escorrentía. 
La escorrentía puede llevar el agua hacia los 
océanos, lagos o estuarios. 
 
 
5. Almacenamiento: El agua que no se infiltra 
en el suelo o es transportada por la 
escorrentía se almacena en diferentes 
formas. Los cuerpos de agua, como lagos y 
embalses, retienen gran cantidad de agua. 
También hay almacenamiento de agua en los 
glaciares y casquetes polares, donde el agua 
se encuentra en forma de hielo. 
 
6. Infiltración y percolación: El agua que se 
infiltra en el suelo puede moverse hacia 
capas más profundas, en un proceso 
conocido como percolación. Esta agua puede 
formar acuíferos subterráneos, que son 
reservas de agua subterránea almacenadas 
en rocas porosas, como arena y grava. 
 
 
7. Transpiración y evaporación: Una vez que el 
agua se encuentra en el suelo o en las 
plantas, puede volver a la atmósfera a través 
de la transpiración de las plantas y la 
evaporación directa desde la superficie del 
suelo. Este proceso completa el ciclo del 
agua, iniciando nuevamente con la 
evaporación. 
 
El ciclo del agua es un proceso continuo y 
dinámico que redistribuye el agua por todo el 
planeta. Es esencial para mantener el suministro 
de agua dulce, regular el clima y sostener los 
ecosistemas terrestres y acuáticos. Cualquier 
alteración en el ciclo del agua, como el cambio 
climático o la contaminación, puede tener 
impactos significativos en el suministro de agua y 
en la salud de los ecosistemas. 
 
Contaminación de la hidrosfera : 
 
La contaminación de la hidrosfera es un 
problema grave en todo el mundo. Las fuentes de 
contaminación incluyen la descarga de aguas 
residuales, la agricultura intensiva, la industria y 
los derrames de petróleo. Estas sustancias 
pueden tener efectos perjudiciales en la calidad 
del agua y en la vida acuática. 
 
La contaminación de la hidrósfera se refiere a la 
introducción de sustancias nocivas en los 
cuerpos de agua, como océanos, ríos, lagos y 
aguas subterráneas. Estas sustancias pueden 
ser de origen natural, como minerales pesados, o 
de origen antropogénico, como productos 
químicos industriales, desechos agrícolas y 
residuos plásticos. 
 
La contaminación de la hidrósfera puede tener 
graves consecuencias para el ecosistema 
acuático y para la salud humana. Por ejemplo, la 
presencia de productos químicos tóxicos en el 
agua puede contaminar fuentes de agua potable, 
afectar la vida marina y provocar la proliferación 
de algas nocivas. Asimismo, la acumulación de 
desechos plásticos en los océanos afecta a la 
fauna marina y puede persistir durante largos 
periodos de tiempo en el medio ambiente. 
 
Es importante tomar medidas para prevenir la 
contaminación de la hidrósfera, como el 
tratamiento adecuado de aguas residuales, la 
regulación de actividades industriales y agrícolas 
para evitar vertidos contaminantes, y la 
promoción del reciclaje y la reducción del uso de 
plásticos. 
 
 La protección de la hidrósfera es fundamental 
para garantizar la sostenibilidad de los 
ecosistemas acuáticos y el acceso a agua limpia 
para las generaciones futuras. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Conclusiones: 
 
En conclusión, la hidrósfera es un componente 
esencial de la Tierra, que es vital para la vida y el 
clima del planeta. 
 
Aunque la hidrósfera es una de las capas más 
vitales del planeta, la contaminación y la 
sobreexplotación pueden amenazar su calidad y 
disponibilidad. 
 
Es importante tomar medidas para proteger y 
preservar este recurso vital para las 
generaciones futuras. 
 
 
 
 
 
 
 
Bibliografía: 
 
 
Alva Miguel, Walter. Geografía General. 
 
 
Morales, Luis. Tiempo atmosféricoy la hidrología. 
 
Sociedad Geográfica Nacional. Hidrósfera 
(2021). 
 
UNESCO. (2021). Hidrósfera.

Más contenidos de este tema