Logo Studenta

La economía circular en América Latina y el Caribe

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

La economía 
circular en 
América Latina 
y el Caribe
Cambios de paradigma 
que introduce la 
economía circular 
en la generación de 
conocimiento en América 
Latina y el Caribe
PAULA TURRIÓN BARBERO
Centro de Formación de la Cooperación Española en La Antigua Guatemala (CFCE Antigua)
No se trata de frenar el desarrollo 
sino de mantener las opciones de 
desarrollo abiertas a futuro
Directora regional de América Latina, The Nature Conservancy
PAULA CABALLERO
AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO (AECID)
Se autoriza la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, 
conocido o por conocer, comprendidas la reprografía y el tratamiento informático, siempre que se cite 
adecuadamente la fuente y los titulares del copyright. 
Las opiniones expresadas y los argumentos utilizados en este trabajo no reflejan necesariamente el 
punto de vista oficial de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). 
Centro de Formación de la Cooperación Española en La Antigua Guatemala (CFCE Antigua) 
Dirección del Centro: Jesús Molina
Coordinación del Área de Formación: María Luisa Aumesquet
© Paula Turrión Barbero 
Para cualquier comunicación relacionada con este trabajo diríjase a: 
paulasturrionbarabero@gmail.com
Disponible en: http://intercoonecta.aecid.es/ 
Diagramación: Felix Rivera y Blanca Alvarez 
Guatemala, abril de 2023 
https://intercoonecta.aecid.es/
Presentación
Este documento busca presentar una 
visión global de la economía circular 
en América Latina y el Caribe y da 
claves para trabajar el tema en el ám-
bito público mediante herramientas 
de innovación. Para ello, se elaboró 
una sistematización de la bibliografía 
especializada que existe en la región 
sobre el concepto de economía circu-
lar y su aplicación práctica en políticas 
públicas. La segunda parte de este 
trabajo incluye un análisis sobre los 
cambios de paradigma que introduce 
la economía circular en la generación 
de conocimiento, valorando el cono-
cimiento ancestral que existe en la 
región y su necesaria vinculación con 
las nuevas tecnologías de la moderni-
dad para transitar hacia la economía 
circular de una manera endógena que 
promueva la resiliencia.
Indíce
9
Primera parte.
Economía Circular
49
Segunda parte.
Cambios de paradigma que 
introducen la economía circular 
en la gestión del conocimiento
9
¿Qué es la economía
circular?
14
Utilización de recursos y 
situación climática en 
América Latina y el Caribe
19
Resumen del informe de 
brecha de circularidad 2023
39
Beneficios socioeconómicos 
y ambientales de la 
economía circular
47
Conclusión: 
¿Es posible transitar hacia
la economía circular en
América Latina y el Caribe?
49
El conocimiento en el 
Antropoceno
50
El concepto de desarrollo
en el acervo hegemónico
23
Estado de la cuestión 
sobre políticas públicas 
de economía circular en 
América Latina y el Caribe
30
¿Por qué políticas públicas 
de economía circular?
52
Límites ambientales del
concepto de desarrollo
57
Bases teóricas de la 
economía circular
58
Cambios que provoca la 
economía circular en la 
generación de conocimiento
61
Paradigmas para hacer frente 
a los cambios que introduce
la economía circular
64
Recomendaciones de la CEPAL 
para avanzar en el cambio de 
paradigma en la región
66
Bibliografía
79
Anexo 1
Indicadores clave de crecimiento 
y medio ambiente a nivel mundial, 
según grado de desarrollo de los 
países (1970-2020)
81
Anexo 2
 Principales barreras al desarrollo 
de emprendimientos circulares 
por país (2019)
Indíce
Indíce
DE TABLAS Y GRÁFICOS
15
Gráfico 1
Consumo energético por
 sectores de actividad
16
Gráfico 4
Porcentaje de consumo
por fuente de energía 
y subregiones
15
Gráfico 2
Consumo energético 
dividido por subregiones
29
Gráfico 5
Resultados de la pregunta “¿En 
qué grado los siguientes temas 
son barreras para la economía 
circular en el país en que reside?” 
16
Gráfico 3
Porcentaje de consumo 
dividido por actividad 
económica y subregiones
23
Tabla 1
Iniciativas públicas de 
economía circular en 
América Latina
27
Tabla 2
Tabla resumen de valoraciones 4-5 
para cada pregunta sobre amenazas 
al avance de la economía circular en 
América Latina
28
Tabla 3
Agregación de resultados de 
puntaje 4-5 para todas las 
preguntas sobre barreras
(en porcentajes)
42
Tabla 4
Tipo de desperdicio y sus 
impactos ambientales
53
Diagrama 1
Límites del espacio de seguridad 
para el desarrollo humano y 
procesos ambientales relevantes
54
Gráfico 6
Límites del espacio de seguridad 
para el desarrollo humano y 
procesos ambientales relevantes
59
Ilustración 1
Curva de aprendizaje
59
Ilustración 2
Conocimiento circular
Siglario
ALC BID CADH CEC
CEPAL CF CIDH CIEC
Consejo DH Corte IDH CTM DESC
DIDH
ODS
ONUDI
SC
UE US EDA 
SICA SIDH TIC
OSC PNUD PNUMA
OG OIT ONU 
IPBES
EBDH
IPCC
EC
NDC OCU
GEI
América Latina 
y el Caribe 
Banco Interamericano 
de Desarrollo 
Convención Americana 
sobre Derechos Humanos
Coalición de
Economía Circular 
Comisión Económica para 
América Latina y el Caribe
Centro de Formación
Comisión Interamericana 
de Derechos Humanos 
Centro de Innovación 
y Economía Circular 
Consejo de Derechos 
Humanos de las 
Naciones Unidas 
Corte Interamericana de 
Derechos Humanos
Ciencia, tecnología, 
ingeniería y matemáticas
Derechos económicos, 
sociales y culturales 
Derecho internacional de
los derechos humanos
Objetivos de Desarrollo 
Sostenible
Organización de las 
Naciones Unidas para el 
Desarrollo Industrial
Sociedad civil 
Unión Europea
Administración de Desarrollo 
Económico de los Estados Unidos 
(por sus siglas en inglés)
Sistema de la Integración 
Centroamericana
Sistema Interamericano 
de Derechos Humanos 
Tecnologías de la 
información y las 
comunicaciones
Organización de la 
sociedad civil 
Programa de las Naciones 
Unidas para el Desarrollo
Programa de las Naciones 
Unidas para el 
Medio Ambiente
Observación general 
de los comités de
derechos humanos 
 Organización 
Internacional del Trabajo 
Organización de las 
Naciones Unidas 
Plataforma Intergubernamental 
Científico-Normativa sobre 
Diversidad Biológica y Servicios de 
los Ecosistemas
Grupo Intergubernamental de Expertos 
sobre el Cambio Climático o Panel 
Intergubernamental del Cambio Climático 
(por sus siglas en inglés) 
Enfoque basado en 
derechos humanos
Economía circular
Contribuciones determinadas 
a nivel nacional (por sus siglas 
en inglés)
Organización de Consumidores
y Usuarios de España
Gases de efecto
invernadero
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
9
Economía 
circular
Primera parte
Esta primera parte del proyecto se 
dedica a investigar el contenido de 
las políticas públicas de economía 
circular y su objetivo es servir como 
base de conocimiento del Labora-
torio de Economía Circular que se 
está llevando a cabo en el Centro 
de Formación de la Cooperación 
Española en Antigua Guatemala. 
Recoge los elementos del concep-
to de economía circular, la situa-
ción de las políticas públicas en 
América Latina y el Caribe (ALC), 
así como las recomendaciones 
que en la materia han elaborado 
organismos regionales que traba-
jan en esta región. 
1. Qué es la economía circular?
La economía circular se presenta como alternativa al modelo económico 
lineal de producción-consumo-desperdicio que rige la economía 
mundial desde la revolución industrial. 
Este modelo, junto con las teorías del desarrollo, se deriva del 
pensamiento que se generó en el período histórico conocido como 
Ilustración, en el cual se sentaron las bases del pensamiento occidental 
contemporáneo (Palenzuela Chamorro, 2009). Estos conceptos 
provienen de un contexto sociohistórico determinado que responde 
a las lógicas occidentales sobre desarrollo del momento, esto es, la 
creencia en el crecimiento infinito con recursos finitos.El modelo económico lineal requiere una gran cantidad de recursos 
y uso de energía y, a la vez, produce una significativa cantidad de 
residuos. En consecuencia, sus externalidades negativas tienen un 
gran impacto en el deterioro del medio ambiente y la biodiversidad, 
poniendo en peligro los límites planetarios. Más del 70% de la superficie 
terrestre ya se encuentra degradada y la cifra podría elevarse por 
encima del 90% para 2050 si continúa la tendencia, ya que cada 
año se degrada una superficie total equivalente a la mitad de la 
Unión Europea (aproximadamente 4.18 millones de km²) (Gligo et al., 
2020). Además, según datos del Foro Económico Mundial, se estima 
que en la actualidad se necesita una capacidad regenerativa de 1.7 
planetas Tierra para reponer los recursos consumidos y absorber la 
contaminación generada por los sistemas productivos; para 2050 
necesitaríamos el equivalente a 3 planetas (Tena, 2022).
El deterioro ambiental tiene grandes repercusiones negativas en la 
producción y el consumo; por ello, este modelo se encuentra obsoleto, 
de manera que es urgente transitar hacia modelos sostenibles y 
compatibles con el mantenimiento de la vida en el planeta.
 1 Las teorías del desarrollo surgen en Occidente tras la Segunda Guerra Mundial, en 
el contexto de la Guerra Fría. Pretenden dar contenido al concepto de desarrollo y 
establecen, por primera vez, la dicotomía entre desarrollo y subdesarrollo, basándose 
en el nivel de vida de los países ricos como medidor del bienestar.
¿
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
10
En el contexto de repensar el modelo económico y de 
desarrollo vigente debido a las externalidades que presenta 
surgen nuevos conceptos que reformulan la idea de la 
economía. Entre ellos, la economía circular, que representa 
una nueva alternativa de desarrollo económico. Al contrario 
que la economía lineal, que subordina la naturaleza a los 
intereses económicos, la economía circular subordina el 
sistema económico y social a la naturaleza y el entorno. 
Emula la naturaleza, donde no hay residuos, por lo cual se 
propone reducir los materiales y recursos necesarios para 
vivir y satisfacer nuestras necesidades. 
ODS 3 (Salud y bienestar), ODS 4 (Educación 
de calidad), ODS 5 (Igualdad de género), ODS 
6 (Agua limpia y saneamiento), ODS 7 (Energía 
asequible y no contaminante), ODS 8 (Trabajo 
decente y crecimiento económico), ODS 9 
(Industria, innovación e infraestructura), ODS 
a. Concepto y características
La Fundación Ellen MacArthur, en su informe 
Towards a Circular Economy: Business Rationale 
for an Accelerated Transition, ofrece una definición 
bastante completa de la economía circular. Según 
el reporte, la economía circular “es restaurativa 
y regenerativa por diseño, y busca mantener 
los productos, componentes y materiales en 
su utilidad y valor máximos todo el tiempo, 
distinguiendo entre los ciclos técnicos y los 
biológicos” (Ellen MacArthur Foundation, 2015).
Si se toma en cuenta que el 70% de las 
emisiones mundiales de GEI se encuentra 
relacionado con la extracción, manejo y 
consumo de materias, aplicar la economía 
circular se vuelve indispensable para frenar la 
degradación ambiental y el cambio climático.
- Apoyo directo: 
- Apoyo indirecto: 
Para que la economía se base en los sistemas 
naturales son necesarias la diversidad, la 
participación y la cooperación. Además, la 
economía circular otorga la misma importancia 
a las tres dimensiones del desarrollo sostenible 
(social, económica y ambiental), por lo que 
ninguna prevalece sobre las demás (Martínez 
y Porcelli, 2018). 
La economía circular se basa en la desmaterialización 
y ecoeficiencia de la economía, reconceptualizando 
todas las fases de esta (Martínez y Porcelli, 2018). 
En este sentido, se convierte en una nueva filosofía 
económica que emula los ciclos de la naturaleza, 
donde no existen residuos, sino todo se regenera 
y restaura. 
ODS 1 (Fin de la pobreza), ODS 2 (Hambre cero), ODS 14 (Vida submarina) y ODS 16 (Paz, justicia 
e instituciones sólidas). 
La economía circular no solo reduce drásticamente las 
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionadas 
con materiales y comercio, sino que promueve la reducción 
de otras fallas de la economía, como la pérdida de la 
biodiversidad, la contaminación, la degradación ambiental 
y las desigualdades sociales. Por ello, la economía circular 
fomenta la sostenibilidad y el desarrollo sostenible, y apoya 
directa o indirectamente los 17 Objetivos de Desarrollo 
Sostenible (ODS). 
10 (Reducción de las desigualdades), ODS 11 
(Ciudades y comunidades sostenibles), ODS 
12 (Producción y consumo responsable), 
ODS 13 (Acción por el clima), ODS 15 (Vida de 
ecosistemas terrestres), ODS 17 (Alianzas para 
lograr los objetivos). 
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
11
Incluir la economía y el medio ambiente en el mismo 
concepto de economía circular es positivo porque 
configura un marco de soluciones sistémicas de 
desarrollo económico en las que se abordan 
las causas de los problemas medioambientales 
mundiales, fomentando soluciones y ofreciendo 
grandes oportunidades de desarrollo económico 
(Tena, 2022). La economía circular, en consecuencia, 
promueve nuevos modos de diseño, producción 
y consumo. 
Se trata de desvincular el desarrollo económico 
del consumo masivo de recursos finitos (Martínez 
y Porcelli, 2018); en este sentido, el consumo debe 
transitar hacia compartir, arrendar, reutilizar, reparar, 
renovar y reciclar, manteniendo los materiales en 
uso durante el mayor tiempo posible.
Para que la economía se base en los sistemas 
naturales son necesarias la diversidad, la 
participación y la cooperación. Además, la 
economía circular otorga la misma importancia 
a las tres dimensiones del desarrollo sostenible 
(social, económica y ambiental), por lo que 
ninguna prevalece sobre las demás (Martínez 
y Porcelli, 2018). 
- Eliminar residuos y contaminación
Para preservar y mejorar el capital natural 
mediante el control de las reservas finitas y la 
búsqueda de equilibrio en los flujos de recursos 
renovables (Martínez y Porcelli, 2018). Esto 
cuenta con tres pilares principales:
- Ecodiseño3: Se refiere a aplicar criterios para 
minimizar el consumo de materias primas en la 
producción, alargar la vida útil de los productos, 
2 Modelo de desarrollo que pretende potenciar las capacidades internas de las regiones o comunidades locales 
fortaleciéndolas de adentro hacia afuera; en otras palabras, un modelo de desarrollo que se base en la existencia de 
la diversidad de cosmovisiones de las diferentes culturas del mundo, potenciándolas y reivindicándolas como base 
para el desarrollo. 
3 Norma internacional sobre ecodiseño ISO 14006:2011, “Directrices para la incorporación de ecodiseño”.
Además, la economía circular promueve nuevos 
patrones de consumo sostenible que implican un 
cambio de paradigma en la idea de consumo y 
en el propio concepto de desarrollo, avanzando 
hacia la promoción del desarrollo endógeno.2 
Como objetivo, la economía circular pretende 
preservar el valor de los materiales y productos 
durante el mayor tiempo posible, reduciendo al 
mínimo la producción de residuos y cerrando su 
ciclo de vida (Comisión Económica para América 
Latina, CEPAL, 2020). Esto se realiza mediante 
la restauración y mantenimiento de la utilidad 
de los productos, componentes y materiales; el 
cambio de modelo de producción; el ecodiseño 
de productos y procesos; la creación de nuevos 
modelos de negocio; la promoción de flujos de 
recursos y la creación de valor. 
La economía circular, en consecuencia, tiene tres 
principios clave: eliminar residuos y contaminación; 
mantener materiales y productos en uso; y regenerar 
sistemas naturales. Estos principios conllevan una 
serie de retos a los que las economías industriales 
deben hacer frente: 
incrementar elreciclado de los componentes 
de la producción y fomentar la eficiencia e 
innovación en los procesos (Martínez y Porcelli, 
2018). Se considera el impacto ambiental durante 
el diseño del producto. Por ello, se busca diseñar 
productos que sean fácilmente desensamblados 
y reutilizados y elegir procesos que utilicen 
recursos renovables.
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
12
- Economía funcional: Busca que los recursos 
y procesos sean optimizados, dando el mayor 
rendimiento y evitando que los residuos se 
pierdan, reconceptualizándolos como materias 
primas, de manera que duren el mayor tiempo 
posible. En este modelo, los residuos se 
convierten en subproductos que pueden ser 
• Ciclo biológico: Los componentes del 
ciclo biológico son biodegradables. Por 
consiguiente, se trata de productos que, por 
su diseño, se regeneran mediante digestión 
anaeróbica y mediante la intervención de 
microorganismos, por lo que se reincorporan, 
retroalimentando así el sistema (“Ciclos y 
alcance de la economía circular”, 2022). 
- Mantener materiales y productos en uso
- Regenerar los sistemas naturales 
Para optimizar los rendimientos de los recursos, 
distribuyendo productos, componentes y materias 
con su utilidad máxima en todo momento, tanto 
en los ciclos técnicos como biológicos (Martínez 
y Porcelli, 2018). Esto empieza durante el 
ecodiseño, el cual debe centrarse en fabricar 
para refabricar, reacondicionar, reciclar e incluso 
Mediante la promoción de la eficacia de los sistemas, detectando y eliminando del diseño de 
productos los factores externos negativos (Martínez y Porcelli, 2018). 
La economía circular tiene las siguientes características fundamentales:
- La eliminación y tratamiento de residuos no se enfoca desde el momento en el que se ha generado 
el residuo: la economía circular lo trabaja desde el diseño. Además, los elementos que anteriormente 
se consideraban basura para las industrias ahora sirven de “alimento” para otro proceso productivo, 
promoviendo la simbiosis industrial. 
- Para que el impulso de la economía circular sea resiliente, es indispensable que se desarrolle con 
diversidad de visiones y sea renovable, esto es, que se vaya transformando junto a las circunstancias 
de los diferentes contextos y los actores involucrados. 
- Pasar del individualismo al pensamiento en forma de sistemas. En la naturaleza, tanto como en 
el entorno modificado por el ser humano, todo se encuentra interconectado, de manera que se 
conforman sistemas vinculados entre sí.
- Los conceptos de regenerar (ciclo biológico) y restaurar (ciclo técnico) son intrínsecos al 
concepto de economía circular. Los ciclos de la economía circular son: 
utilizados en otras fases de producción o pueden 
ser una materia prima en otro proceso industrial. 
- Energías renovables y materias primas 
alternativas: En la fabricación de productos 
de origen residual. 
actualizar, manteniendo los componentes técnicos 
y materiales en circulación. El proceso provoca 
que los residuos se conviertan en subproductos 
que pueden ser usados como materias primas, y 
que se pueda desarrollar productos nuevos con 
un valor añadido más elevado. Al final de la vida 
útil de los productos es necesario el reciclaje.
• Ciclo técnico: Ciclo que no se regenera de 
manera natural. Requiere la intervención 
del ser humano para restaurar y recuperar 
los materiales, productos o componentes 
(Martínez y Porcelli, 2018). Para ello, se 
procede a la reutilización, el reciclaje, la 
refabricación y la reparación.
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
13
- Pasar de consumidor a usuario y de una 
economía de productos a una economía de 
servicios. 
En la economía circular se promueve que los 
consumidores accedan a productos, no como 
propietarios sino como usuarios. Por ello, las 
empresas ofrecen el servicio de sus productos 
(a modo de alquiler o arrendamiento) para ser 
retornados a ellas una vez cumplida su función, 
y luego ser remanufacturados o reparados y 
comenzar otro ciclo de producción (Martínez 
y Porcelli, 2018). En este punto, las tecnologías 
de la información y comunicación (TIC) han 
promovido nuevos modelos de uso cooperativo, 
compartido o colaborativo (como aplicaciones de 
venta de ropa de segunda mano, aplicaciones 
para compartir coche, grupos de consumo 
en redes sociales, espacios de cotrabajo o 
coworking, entre otros). Así, estas tecnologías 
son gran aliadas de la economía circular. 
La economía circular supone un cambio hacia un 
sistema de producción y consumo que emule a 
la naturaleza, es decir, que subordine el sistema 
socioeconómico a la naturaleza. Esto implica 
cambiar la filosofía del diseño y el sistema 
industrial para convertirlo en regenerativo (ciclo 
biológico) y restaurador (técnico). Igualmente, 
es preciso cambiar la filosofía de consumo, de 
manera que se consuma solo lo necesario y se 
mantengan los productos en circulación durante 
el mayor tiempo posible. 
La Coalición de Economía Circular (CEC) ofrece 
una serie de pautas a considerar al respecto de 
qué es la economía circular y cómo trabajarla. 
En este sentido, es preciso tomar en cuenta lo 
siguiente:
4 En la naturaleza, un ciclo inverso es la ruta metabólica que siguen algunas bacterias para producir compuestos 
orgánicos a partir de dióxido de carbono y agua (Peretó et al., 1999). Consiste en un proceso de fijación de carbono 
(conversión de carbono inorgánico en forma de dióxido de carbono) en compuestos orgánicos realizado por seres 
vivos. Aplicado al sistema económico, se trata de una variedad de prácticas que fijan carbono en las cadenas de valor 
mediante sistemas de separación de residuos; sistema de recolección, clasificación y reciclaje; simbiosis industrial y 
redes logísticas de la cadena de distribución. 
- Diseño circular. La economía circular requiere 
materiales, energía y opciones de diseño que 
apoyen a la naturaleza, lo cual debe tomarse en 
cuenta desde el principio para eliminar residuos 
y contaminación, de manera que los productos 
sean circulares desde el inicio. 
- Modelos de negocio circulares como norma. 
Las oportunidades de negocio circular van 
desde las habilidades tradicionales hasta las 
nuevas tecnologías industriales. Estos negocios 
han de funcionar con una alta interdependencia 
entre actores y se encaminan a crear simbiosis 
industrial que haga que las cadenas de valor 
generen residuos cero y cero emisiones netas. 
Además, la economía circular abre la puerta a la 
creación de nuevos modelos de negocio que 
hoy en día aún no existen. 
- Consumir responsablemente y con 0 km 
(localmente). De esta manera se fomenta 
la producción sostenible y el desarrollo de 
mipymes, promoviendo la economía y el 
desarrollo a nivel local. 
- Diseño de sistemas y ciclos inversos4 para 
mantener los materiales y nutrientes dentro del 
sistema económico o devolverlos a la tierra, 
según el ciclo.
- Condiciones económicas para aplicar la 
economía circular a gran escala. Debe haber 
incentivos económicos, legales y políticos 
alineados con los beneficios de la economía 
circular. Por ejemplo, incorporar los principios 
de la economía circular en las estrategias y 
políticas de inversión puede crear condiciones 
necesarias para que la economía circular se 
convierta en la norma (Coalición de Economía 
Circular de América Latina y el Caribe, 2022).
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.14
- Colaboración de una amplia gama de actores 
para desarrollar una visión compartida de la 
economía circular.
Para que se implemente el enfoque de la 
economía circular en la producción y consumo 
hace falta la interacción de una gran cantidad 
de actores que trabajen temas relacionados con 
inversión, políticas públicas, finanzas, tecnologías 
digitales, educación y sensibilización, entre otros. 
La innovación debe venir de la puesta en común 
de todosestos sectores en conjunto y, por ello, 
debe ir acompañada de colaboraciones entre 
las múltiples partes interesadas o stakeholders. 
Además, la colaboración entre los sectores 
público, privado, academia, el tercer sector y la 
sociedad civil es fundamental para elaborar una 
América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayor diversidad geográfica del mundo; en 
ella se produce una gran cantidad de las materias primas que se consumen a nivel mundial, con 
una riqueza de valor incalculable cuya utilización sostenible resulta fundamental. Sin embargo, 
la región enfrenta tres grandes crisis: lento crecimiento económico, creciente desigualdad y 
emergencia ambiental.
a. Un sistema económico extracción-producción-
consumo-desperdicio
El sistema económico que predomina en ALC se 
basa en el modelo lineal de extracción-producción-
consumo-desperdicio. La especificidad de 
este sistema en la región es que es altamente 
dependiente de la extracción de recursos naturales 
y las exportaciones de productos básicos. 
Conforme a los datos aportados por The Circularity 
Gap Report (2022), este modelo consume, a nivel 
mundial, 100 millones de toneladas de recursos 
al año de las cuales se desperdicia más del 
90%, pues la tasa de reciclaje es del 8.6%. Por 
su parte, en ALC se generan 541,000 toneladas 
de residuos municipales al día, con una tasa de 
reciclaje de apenas el 4.5%; asimismo, se pierden 
220 millones de toneladas de alimentos, que 
es aproximadamente el 12% de la producción 
2. Utilización de recursos y situación climática en América Latina y el Caribe
visión compartida de la economía circular y que 
las prácticas puedan aplicarse a gran escala. 
La economía circular en ALC ofrece una 
posibilidad de desarrollo endógeno que 
resuelva las externalidades negativas de la 
economía lineal y genere beneficios sociales 
y ambientales; además, se vuelve indispensable 
para alinear los límites ecológicos al crecimiento, 
desmaterializando la economía. Para que 
esto sea posible, se requiere una serie de 
cambios relacionados con políticas públicas, 
regulaciones, finanzas e inversiones públicas, 
entre otros, que vayan desde la etapa productiva 
hasta el consumo, pasando por la gestión de 
residuos, que es el sector que más se está 
trabajando en la región (CEPAL, 2021).
total (Espinola, 2022). Estas cifras, en el escenario 
económico actual, tienden al aumento. Por ejemplo, 
para el año 2050 se espera un incremento del 
25% en la cantidad de residuos municipales 
producidos al día.5 
Además de generar un alto nivel de contaminación, 
este modelo expone a la región a las fluctuaciones 
de los precios de las materias primas, teniendo 
que enfrentar períodos de mayores picos de 
crecimiento y recesión, dependiendo de los 
precios, lo cual provoca una situación de gran 
inestabilidad económica (CEPAL, 2021).
Asimismo, este modelo no ha generado un 
crecimiento inclusivo, sino que la desigualdad 
en la región sigue siendo excesivamente alta y la 
pobreza ha ido en aumento. El incremento de la 
población en la región y la migración interna del 
campo a la ciudad exigen que se transite hacia un
5 De este análisis se concluye que trabajar el reciclaje y la reutilización de recursos puede ser un área prioritaria de 
intervención.
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.15
modelo que pueda compatibilizar la situación con 
la sostenibilidad de los ecosistemas (Coalición 
de Economía Circular de América Latina y el 
Caribe, 2022).
En relación con el uso de carburantes, cabe 
indicar que la región emplea un 4.6% de la 
producción mundial que, traducido a cifras de 
2019, significa que se consumieron 618 millones 
de toneladas de petróleo que, en comparación 
Por su parte, el consumo energético distribuido por subregiones muestra la división que se 
presenta en el gráfico 2. 
Gráfico 2. Consumo energético dividido por subregiones
Fuente: Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de 
Energía (s. f.). Estadística energética e información legal.
Fuente: Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de 
Energía (s. f.). Estadística energética e información legal.
con las cifras de 1973, indican que el total se ha 
cuadruplicado (Sistema de Información Energética 
de Latinoamérica y el Caribe de la Organización 
Latinoamericana de Energía, s. f.). El uso de esta 
fuente de energía supone más del 50% de la 
energía empleada, aunque hay una tendencia al 
alza en el uso de electricidad (18%), gas natural 
(12%) y fuentes renovables. El consumo energético 
por sectores de actividad se muestra en el gráfico 1.
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.16
Por áreas de la actividad económica y subregiones, en ALC el porcentaje de consumo por área 
presenta la distribución que se muestra en el gráfico 3. 
Por último, el porcentaje de consumo por fuente de energía dividido por subregiones se muestra 
en el gráfico 4.
Fuente: Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de 
Energía (s. f.). Estadística energética e información legal.
Fuente: Sistema de Información Energética de Latinoamérica y el Caribe de la Organización Latinoamericana de 
Energía (s. f.). Estadística energética e información legal.
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.17
En ALC, los núcleos poblacionales que más 
crecen son las ciudades, en específico, las 
ciudades intermedias. Como resultado, el 
Programa de las Naciones Unidas para el 
Medio Ambiente (PNUMA) ha previsto que, 
de no cambiar las tendencias, las ciudades 
de la región consumirán para 2050 entre 
dos y cuatro veces más recursos de lo que 
se considera sostenible, tomando en cuenta 
que en la actualidad ya son responsables de la 
emisión de tres cuartas partes de las emisiones 
de GEI que se producen en la región (PNUMA, 
2021). Además de la injusticia ambiental, el 
crecimiento sin control de las ciudades tiene 
como consecuencia la incapacidad de absorber 
el crecimiento y supone inequidad social.
De todos estos datos, se puede identificar como 
rasgos de la región que: 
 - El transporte y la industria consumen el 67% 
de la energía disponible; 
 - Los mayores consumidores de energía son 
el Cono Sur (50%) y Mesoamérica (26%); 
 - Existe una alta tasa de dependencia de los 
hidrocarburos (entre el 40% y el 60%); 
 - Las ciudades emiten tres cuartas partes de 
las emisiones de GEI;
 - La tasa de reciclaje es mínima (4.5%); 
 - El 12% de los alimentos que se producen 
se desperdicia.
Las consecuencias del modelo económico lineal 
basado en la extracción de recursos naturales 
y la exportación de materias primas son, en 
específico, las siguientes: 
- Escasa diversificación económica
La región es muy sensible a la volatilidad de los 
precios de los productos básicos. En 2018, el 
52% de los países dependía de los productos 
básicos, incluidas todas las economías del Cono 
Sur. Por su parte, la región del Caribe es una de 
las 20 economías más dependientes del turismo 
del mundo (Coalición de Economía Circular de 
América Latina y el Caribe, 2022). 
En conclusión, la región depende en gran 
medida de un solo sector económico. Además, 
se trata de sectores lineales, por lo que no 
generan resiliencia y debilitan la prosperidad 
futura. 
- Deforestación 
Se ha observado un 94% de declive de la 
biodiversidad de la región, así como un 14% 
de degradación global del suelo6 (Coalición de 
Economía Circular de América Latina y el Caribe, 
2022). Hacia 2010, el 40% de los bosques de 
ALC ya había sido completamente deforestado 
o se encontraba muy degradado (Gligo et al., 
2020); además, nueve de los veinticuatro 
frentes de deforestación global se encuentran 
en la región, lo cual obedece en particular a la 
agricultura, ganadería, minería, infraestructura 
de transporte e incendios. 
Otro problema en la región es elacceso 
y propiedad de la tierra y la necesidad de 
reconocer la contribución de los pueblos 
indígenas y las comunidades locales a la 
preservación de los ecosistemas. Por ejemplo, 
en el Amazonas hay más de 6,000 territorios 
indígenas y áreas protegidas que abarcan 
aproximadamente el 50% del territorio, 
siendo los pueblos indígenas la pieza clave 
de su conservación (Reyes Haczek, 2022); 
no obstante, estas zonas se ven amenazadas 
por la expansión de la actividad agrícola, la 
desregulación y las concesiones a actividades 
extractivas. 
 - Residuos urbanos
Como se ha indicado, se espera que las ciudades 
de la región crezcan a un ritmo insostenible 
y, con ello, el consumo doméstico en áreas 
urbanas. Se prevé que para 2050 el consumo 
aumente a 25 toneladas per cápita, cuando 
lo que se considera sostenible es entre 6 y 8 
toneladas per cápita.
6 Véase el cuadro 1.1, “América Latina (8 países): degradación de las tierras y factores relevantes, población y pobreza”, 
disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46101/1/S2000555_es.pdf (p. 21).
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46101/1/S2000555_es.pdf
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.18
En cuanto al tratamiento de residuos urbanos, 
cabe mencionar que en la actualidad entre el 
70 y el 80% de las aguas residuales no se trata 
y, si se hace, el tratamiento suele realizarse 
mediante rellenos sanitarios (52%), y únicamente 
se recicla el 4.5% de los residuos (Coalición 
de Economía Circular de América Latina y el 
Caribe, 2022).7 
- Aumento de las emisiones de GEI
La región emite el 10% de las emisiones 
mundiales de GEI, cifra que se ha duplicado en 
veinte años, es decir, se observa una tendencia 
al alza (Gligo et al., 2020). De estas emisiones, 
más de la mitad corresponde a la agricultura; 
cambios en el uso de la tierra y actividades 
forestales; procesos industriales y la generación 
de residuos (Coalición de Economía Circular de 
América Latina y el Caribe, 2022).
b. Situación climática de América Latina y 
el Caribe
La región no tiene una incidencia significativa 
en la emisión de GEI a nivel mundial, pues 
representa el 10%, en comparación con 
Occidente, que es responsable de más del 
70% de estas emisiones. Sin embargo, ALC está 
sufriendo los efectos cada vez más graves del 
cambio climático. Los huracanes, inundaciones 
y sequías son cada vez más frecuentes y 
ocasionan grandes pérdidas económicas y 
sociales. Según datos del Banco Mundial, se 
estima que más de 17 millones de personas 
podrían correr el riesgo de perder sus hogares, 
y casi 6 millones, de caer en la pobreza extrema 
de aquí a 2030 (Banco Mundial, 2023).
Los fenómenos meteorológicos extremos están 
azotando América Latina y el Caribe, lo que, 
ligado a la falta de resiliencia en la actividad 
agrícola, provoca el aumento de las migraciones 
climáticas en y desde la región.
7 Según datos del Panel Internacional de Recursos del PNUMA.
El Panel Intergubernamental del Cambio 
Climático de las NN. UU. (IPCC, por sus 
siglas en inglés) ha previsto que fenómenos 
meteorológicos como ciclones tropicales, 
tormentas fuertes y tormentas de polvo sean 
más extremos en la costa este y la costa 
del golfo de los Estados Unidos, el Caribe y 
Centroamérica (Reyes Haczek, 2022). Junto a 
ello, las sequías se verán agravadas por olas 
de calor y falta de lluvias. El IPCC también 
ha alertado acerca de que el cambio de las 
temperaturas en todo el continente americano 
seguirá aumentando por encima del promedio 
mundial. 
Debido a estos fenómenos exacerbados 
por el cambio climático, los agricultores, en 
particular los pequeños productores —que 
son responsables de cerca de la mitad de 
la producción de alimentos—, están viendo 
mermada su capacidad de producción. 
Esta situación pone en riesgo la seguridad 
alimentaria y supone un aumento de los 
precios de los alimentos, no solo a nivel local 
o regional, sino también en el ámbito mundial, 
dado que la región genera cerca del 25% de 
la producción agrícola y pesquera del mundo 
(Reyes Haczek, 2022).
Esta falta de resiliencia provocada por los 
fenómenos climáticos extremos ha impulsado 
las migraciones climáticas y, a la vez, ha 
empeorado la situación en la frontera entre 
México y los Estados Unidos. 
En conclusión, se puede observar que la región 
ya ha superado muchos límites planetarios y hay 
otros que está cerca de superar, por lo que es 
necesario comenzar a transitar hacia caminos 
más sostenibles y resilientes. 
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
19
3. Resumen del Informe de brecha de circularidad 2023 8 
Este informe es una iniciativa de Circle Economy, 
organización de impacto centrada en acelerar 
la transición hacia la economía circular. En 
sus informes anuales recoge los principales 
problemas relacionados con la economía 
circular y propone soluciones circulares 
globales. 
El informe se elabora mediante una técnica 
para medir la circularidad a nivel internacional, 
lo que permite establecer una estandarización 
internacional en materia de economía circular, 
con lo cual se pueden medir todos los países 
y regiones por igual. El método que se emplea 
para medir la circularidad es la medición de los 
materiales que se reincorporan a la economía 
global tras el fin de su vida útil. 
En este último informe, elaborado en 2023, se 
ha concluido que la economía circular permite 
satisfacer nuestras necesidades con solo el 
70% de los materiales que extraemos y usamos, 
por lo que se podría frenar el avance de la 
humanidad en la superación de los límites 
planetarios.
En 2018, la economía global era un 9.1% circular; 
en 2020, esta cifra se redujo a 8.6%, mientras 
que en 2023 ha llegado solo al 7.2% debido al 
aumento de la extracción y uso de recursos. 
Por consiguiente, vamos en una dirección 
errónea. Además, el 90% de los materiales 
desperdiciados no se reutiliza.
Con las cifras cada vez más reducidas de 
circularidad en la economía global, el informe 
concluye que hay que reducir, a nivel global, la 
extracción de materiales y su uso en un tercio. 
En caso contrario, se estima que para 2050 se 
habrán superado todos los límites planetarios. 
Por ello, es preciso integrar soluciones circulares 
como utilizar menos, por más tiempo, reutilizar 
y limpiar. Además, hay que conseguir aumentar 
el consumo sostenible y consciente, tomando 
8 CGR (2023). The Circularity Gap Report 2023. Disponible en: https://www.circularity-gap.world/2023 
en cuenta que el consumo material no siempre 
supone mejores condiciones de vida para las 
personas, ya que genera una gran degradación 
e impacto ambiental. 
El informe propone soluciones circulares 
en cuatro sistemas priorizados debido a su 
carácter esencial para satisfacer necesidades 
básicas, aunque provoquen el traspaso 
de diversos límites planetarios (sistema 
agroalimentario, movilidad y transporte, 
productos manufacturados y consumibles, 
y entorno construido). Estas soluciones se 
pueden favorecer y promover mediante políticas 
públicas que supongan una discriminación 
positiva hacia las propuestas circulares, y 
negativa si se promueve la linealidad.
Agroalimentario:
La agricultura ocupa más del 50% de la 
superficie del planeta, es responsable de un 
tercio de las emisiones globales de GEI y del 
70% de la extracción de agua dulce disponible 
en el mundo. La industria cárnica es el mayor 
responsable de esta degradación ambiental. 
Como solución, se propone la producción y 
nutrición circular mediante:
 - Alimentación con alimentos saludables y 
saciantes sustituyendo carnes, pescados 
y lácteos por cereales, frutas, verduras y 
frutos secos; 
 - Eliminación del desperdicio evitable 
mediante la mejora y planificación del 
transporte y el almacenamiento, o su 
eliminación del proceso productivo; 
 - Consumi r loca l , es tac iona l y más 
orgánicamente; 
 - Trabajar la agricultura regenerativa,la 
agroecología y la permacultura. 
https://www.circularity-gap.world/2023
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
20
Movilidad y transporte: 
El transporte consume una gran cantidad de 
materiales y combustibles fósiles. El informe 
propone: 
 - Estilos de vida y carreteras sin automóviles o 
con menos turismos, buscando transportes 
más eficientes y promoviendo el teletrabajo 
para evitar movilizaciones;
 - Invertir e incentivar el transporte público 
de calidad; 
 - Repensar los combustibles y los viajes 
aéreos; 
 - Electrificar los vehículos, buscando el 100% 
de electrificación en el transporte público 
y al menos un 50% en el privado. 
Productos manufacturados y consumibles: 
Los impactos del sistema industrial provienen de 
la escala producción-consumo y los procesos 
de producción. Esto supone usar productos 
que modifican el sistema terrestre y emiten 
aproximadamente un tercio de las emisiones 
globales de GEI. En este sentido, se plantea: 
 - Cambiar la moda rápida por textiles 
sostenibles y locales; 
 - Comprar solo lo que se necesite o se vaya 
a consumir; 
 - Prolongar la vida útil de la maquinaria, 
equipos y bienes mediante modelos 
circulares; 
 - Simbiosis industrial y eficiencia pueden 
ahorrar cantidades importantes de material 
y emisiones. 
Entorno construido: 
Es responsable del 40% de las emisiones 
globales de GEI. Para frenar esta tendencia, 
es necesario transitar hacia: 
 - Eficiencia energética desde el ecodiseño; 
 - Aprovechar lo que ya existe, esto es, 
reutilizar y renovar; 
 - Priorizar enfoques y productos circulares; 
 - Reutilizar los residuos y maximizar el 
reciclaje para evitar el uso de materiales 
vírgenes.
Estas propuestas son comunes para todos los 
países del mundo y suponen la base hacia la 
cual es preciso transitar. Sin embargo, cada 
región requiere diferentes soluciones circulares 
en relación con los desafíos y oportunidades 
que enfrenta; en este sentido, cabe subrayar 
que no hay soluciones únicas y efectivas para 
todo el mundo, sino que estas deben adaptarse 
a las diversas realidades existentes. 
El informe también establece una serie de 
recomendaciones divididas por tipo de país, 
determinando así las soluciones más optimas. 
En este sentido, se diferencian tres tipos de 
países:
• Construidos: Países poco industrializados, 
los cuales albergan a la mayor parte de 
la población mundial, pero utilizan menos 
de una décima parte de los materiales 
disponibles en el mundo. Su desarrollo debe 
promoverse con el apoyo de los países en 
cambio.
• Crecimiento: Países que se están 
industrializando y creciendo rápidamente. 
Se debe promover el desarrollo eficiente 
y el aumento de los estándares de vida. 
• Cambio: Países más contaminantes que 
deben reducir la extracción y uso de 
materiales. 
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
21
América Latina y el Caribe es una región que se 
puede catalogar como de países en crecimiento. 
En este sentido, las recomendaciones son: 
• Sistema agroalimentario: 
 Ђ Buscar alternativas proteicas de bajo 
impacto 
 Ђ Reducir el consumo de carne con guías 
dietéticas 
 Ђ Consumir localmente
 Ђ Buscar la soberanía y la seguridad 
alimentaria 
• Construir un entorno circular:
 Ђ Eficiencia energética 
 Ђ Priorizar enfoques y materiales circulares 
 Ђ Reusar el desperdicio 
 Ђ Buscar estrategias constructivas que 
absorban carbono y consigan una huella 
de carbono negativa 
• Productos circulares: 
 Ђ Aumentar la vida útil de las máquinas, 
equipos y productos 
 Ђ Comprar solo lo que se necesite
 Ђ Fomentar textiles sostenibles 
• Movilidad y transporte: Se proponen las 
mismas soluciones que a nivel mundial (ver 
página 17). 
El informe concluye con recomendaciones 
globales de próximos pasos de cara a promover 
las “R” de la economía circular:
Reducir: 
Pasar de la ef iciencia a la suf iciencia, 
resiliencia y adaptabilidad. Se trata de buscar 
la transformación eficiente de materiales en 
beneficios sociales; alejarse del sobreconsumo 
hacia sistemas que apoyen la prosperidad 
humana, reduzcan desechos y contaminación, 
y utilizar materiales de forma eficiente. 
 - Recomendaciones para formuladores 
de políticas públicas o policy makers: 
Priorizar el bienestar humano como el 
indicador principal de progreso económico 
e incorporar indicadores en el proceso de 
políticas públicas; asimismo, establecer 
objetivos de reducción de la huella de 
carbono basados en el consumo, de manera 
que se logre producir y consumir dentro de 
los límites planetarios. 
 - Recomendaciones para líderes y lideresas 
de negocios o business leaders: Explorar 
estrategias económicas basadas en la 
suficiencia que amplíen el valor añadido; 
transformar las operaciones para optimizar 
la eficiencia de los recursos, y expandir la 
capacidad para reparar y remanufacturar 
los bienes en uso. 
R
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
22
Regenerar: 
Pasar de la extracción a la regeneración. Ello 
supone respetar y apoyar la regeneración de 
sistemas reduciendo la polución, protegiendo 
ecosistemas, construyendo la salud de los 
suelos y fortaleciendo la biodiversidad. 
- Recomendaciones para formuladores de 
políticas públicas o policy makers: Promover 
iniciativas financieras basadas en la inclusión 
de impactos ambientales en el coste de bienes 
y servicios; por ejemplo, el modelo Ex’Tax,9 que 
promueve el traspaso de la carga fiscal hacia 
la contaminación y el uso de recursos. 
- Recomendaciones para líderes y lideresas 
de negocios o business leaders: Avanzar hacia 
energías renovables, alejarse de prácticas que 
agoten los ecosistemas y restaurar modelos 
de negocio para fortalecer la capacidad 
regenerativa de las personas y del planeta.
9 Véase https://ex-tax.com/
Redistribuir: 
Se refiere a acumular, distribuir o redistribuir 
recursos más equitativamente. Existe suficiente 
riqueza y materiales en el mundo como para que 
cada ser humano en el planeta cuente con una 
buena calidad de vida. Sin embargo, el desafío 
es asegurar que podamos distribuir el acceso 
de materiales a todos. Esto requiere redistribuir 
la riqueza, fomentar nuevos estilos de vida (del 
vivir bien al buen vivir), incentivar el uso de 
mejores tecnologías y promover el traspaso 
tecnológico e intercambio de conocimientos, 
y avanzar hacia la innovación social. 
 - Recomendaciones para formuladores 
de políticas públicas o policy makers: 
Invertir en servicios públicos de transporte, 
parques, reservas naturales, hogares, salud 
y servicios sociales. 
 - Recomendaciones para líderes y lideresas 
de negocios o business leaders: Transitar 
hacia modelos de negocios basados en 
servicios, gestionar el flujo de bienes 
y materiales con la producción circular, 
y uti l izar tecnologías digitales para 
promocionar y garantizar la circularidad. 
R
R
https://ex-tax.com/
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.23
4. Estado de la cuestión sobre políticas públicas de economía 
circular en América Latina y el Caribe
a. Iniciativas públicas en economía circular 
en América Latina y el Caribe
América Latina y el Caribe presenta un 
panorama desigual en cuanto a iniciativas 
públicas de economía circular. La región 
aglutinada en torno al Sistema de la Integración 
Centroamericana (SICA)10 está empezando 
prácticamente de cero en economía circular, 
sobre todo con ayuda de cooperación europea 
o por políticas empresariales de responsabilidad 
social corporativa. No obstante, dentro del SICA 
existen países con una transición más avanzada 
—como Costa Rica o Panamá— que ya poseen 
instrumentos básicos de políticas públicas de 
economía circular. 
Por otra parte, en el sur del continente 
prácticamente todos los países cuentan con 
hojas de ruta, estrategias nacionales u otros 
instrumentos básicos de economíacircular. 
Destacan Chile, Uruguay, Colombia, Ecuador 
y Perú como los países más avanzados en 
la transición hacia la economía circular, pues 
están desarrollando o planificando hojas de ruta 
hacia este derrotero. Además, Chile y Uruguay 
han incorporado la economía circular en sus 
contribuciones determinadas a nivel nacional, 
como eje transversal para cumplir el Acuerdo 
de París (Reyes, 2022).
A manera de ejemplo sobre la desigual situación 
de las iniciativas públicas, la tabla 1 presenta 
la cantidad de políticas públicas de economía 
circular que había en cada país en 2019.
10 Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
Tabla 1 . Iniciativas públicas de economía circular en América Latina
Fuente: Centro de Innovación y Economía Circular (CIEC, 2019)
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.24
En cualquier caso, las propuestas, políticas y 
medidas implementadas hasta el momento 
—aunque sin restarles importancia— han 
sido insuficientes, pues se manifiestan como 
medidas paliativas, pero sin proponer un cambio 
estructural que aborde el problema de fondo y 
promueva soluciones encaminadas a transitar 
hacia un modelo económico ambiental (Gligo et 
al., 2020). Por ello, resulta de especial relevancia 
seguir impulsando políticas públicas en materia 
de economía circular en toda ALC.
Por su parte, a nivel regional no existe un 
consenso sobre el concepto de economía 
circular, ni se cuenta instrumentos para su 
implementación. La única regulación internacional 
existente en materia de economía circular es la 
legislación de la Unión Europea (UE).11
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) 
ha elaborado una hoja de ruta para la acción 
climática en ALC (2021-2025) en la que incluye 
el tema de la economía circular como elemento 
a trabajar. Más allá de este documento, no 
existen instrumentos regionales específicos 
en la materia.
La propuesta de la Coalición de Economía 
Circular (CEC) al respecto de elaborar un 
Circularity Gap Report12 para América Latina 
y el Caribe es el primer paso para trabajar la 
economía circular a nivel regional, ya que el 
informe presenta un marco habilitante que 
permite a los actores trabajar de manera 
conjunta con las misma métricas y herramientas. 
Este informe pretende recolectar datos y 
presentar una primera línea de base regional de 
economía circular, con el fin de medir avances.
1. Contenido de las iniciativas 
En materia de contenido de políticas públicas en 
economía circular, se trabaja en la región desde 
que se ha producido un residuo, como fase 
última de la producción industrial y agrícola. Esto 
es, se está trabajando principalmente el sector 
del reciclaje y el tratamiento de residuos. Sin 
embargo, son pocos los esfuerzos que se están 
llevando a cabo en relación con la producción 
sin desperdicios y el consumo de cercanía para 
reducir los residuos y las emisiones de GEI. Es 
decir, se observa una ausencia de iniciativas 
públicas en materia de economía circular en 
los procesos de producción y consumo. 
Además, suelen elaborarse o presentarse 
políticas reactivas, esto es, aquellas que trabajan 
en la reducción de los efectos negativos que 
generan los procesos de producción y consumo, 
por lo que responden a posteriori, cuando ya se 
ha originado un daño o un problema ambiental 
(Gligo et al., 2020).
Los países pioneros en trabajar políticas públicas 
desde un punto de vista que se aleje del mero 
reciclaje y la gestión de residuos son Chile, 
Ecuador y Colombia. En estos países también 
se realizan esfuerzos desde la perspectiva de 
la producción, pero falta la parte del consumo 
responsable y circular, tomando en cuenta que 
en las iniciativas públicas de economía circular 
es necesario incluir a la ciudadanía ya que, 
como consumidoras, las personas constituyen 
actores clave implicados en el cambio.
11 Véanse el Pacto Verde Europeo y el Plan de acción para una economía circular en Europa, disponibles en: 
https://www.consilium.europa.eu/es/policies/green-deal/ y https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/
temas/economia-circular/comision-europea/ 
12 Informe de brecha de circularidad que mide los estados actuales de circularidad mediante los aportes de los sectores 
público y privado, academia y oenegés; véase en: https://www.circularity-gap.world/ 
https://www.consilium.europa.eu/es/policies/green-deal/
https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/economia-circular/comision-europea/ 
https://www.miteco.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/economia-circular/comision-europea/ 
https://www.circularity-gap.world/ 
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.25
Existen casos de buenas prácticas relacionadas 
con medidas económicas en materia de gestión 
ambiental en la región, tales como sistemas de 
transacciones de carbono, impuestos verdes 
que han supuesto una modificación de las 
formas de uso, gravámenes para crear fondos 
para la conservación y medidas que reorientan 
el uso de la tierra o el destino de las aguas 
(Giglo et al., 2020). Además, la incorporación 
de las nuevas tecnologías y avances científicos 
ha supuesto la disminución de los efectos 
ambientales en varios procesos productivos 
—en especial en la agricultura y la minería— y 
ha promovido una mayor eficiencia en el uso 
de recursos.
Por otra parte, las organizaciones de la 
sociedad civil (OSC) de distintos países de la 
región están denunciando que hay países13 
que se deshacen de residuos —sobre todo de 
residuos no reciclables—, enviándolos a países 
cercanos que no poseen regulación y control 
relacionados con la gestión de residuos, como 
es el caso de la región SICA. Esta situación se 
ha agravado desde que China ha impuesto 
restricciones a la importación de residuos 
sólidos, pues se ha documentado que esta 
decisión está afectando la cantidad de residuos 
que llegan a ALC, especialmente a México, El 
Salvador y Ecuador, países en los cuales ha 
aumentado la recepción de residuos (Rueda, 
2022). Por esta situación, resulta prioritario 
regular la importación de residuos. En este 
sentido, además de la legislación aduanera, 
los acuerdos comerciales son una oportunidad 
para incluir principios y criterios que puedan, 
posteriormente, integrarse en las políticas 
nacionales, regionales y locales (CEPAL, 2022).
2. Recomendaciones de la Comisión 
Económica para América Latina y el 
Caribe (CEPAL)
Las tres grandes áreas industriales que 
constituyen una prioridad para la economía 
circular en ALC son el sector minero y 
extractivo; la gestión de residuos y el reciclaje; 
y la bioeconomía (Schröder et al., 2020). La 
aplicación de prácticas de economía circular 
en estos sectores resulta fundamental para 
reducir el impacto ambiental y los riesgos 
sociales. Además, mejora la competitividad a 
la vez que disminuye la demanda de materias 
primas debido a la producción sin residuos, 
la reutilización de productos y recuperación 
de materias, y las tecnologías del reciclaje. 
Igualmente, se reduce la cantidad de residuos 
que llegan a los vertederos o que se incineran. 
Por su parte, la bioeconomía es esencial para 
poner freno a los riesgos sociales, ya que 
fomenta la resiliencia y la sostenibilidad de los 
sistemas alimentarios y agrícolas de la región.
La CEPAL ha detectado que la información 
sobre los flujos de recursos en las cadenas 
de valor constituye un área muy incipiente en 
la región. Debido a que la información sobre 
las cadenas es sumamente escasa y se carece 
de bases de datos consolidadas (pues pocas 
empresas publican datos sobre sus flujos de 
recursos consumidos), el desarrollo de sistemas 
de información con el uso de metodologías 
estandarizadas puede ofrecer oportunidades 
para los actores implicados en las cadenas 
(CEPAL, 2022). Estos sistemas de información 
dan seguridad y certidumbre al sector privado 
y fomentan el desarrollo económico.
13 En el caso de la región,se refiere principalmente a los Estados Unidos, pero también a países europeos y asiáticos. 
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.26
Es igualmente relevante la evaluación de 
impacto ambiental, ámbito en el cual varios 
países de la región han avanzado; no 
obstante, estas evaluaciones no se centran 
en la planificación estratégica, ni en planes de 
ordenamiento territorial. Además, se observa 
una falta de recursos, de marcos legales, y de 
capacidad científica y técnica para evaluar (Gligo 
et al., 2020). 
En este sentido, la CEPAL recomienda trabajar 
en sistemas de medición de la economía circular 
relacionados con la reducción de emisiones, 
incorporación de recursos renovables, 
reducción de pérdidas materiales, aumento 
de la durabilidad, flujo de materiales, análisis del 
ciclo de vida y medición de la huella ecológica. 
Para avanzar en las políticas de economía 
circular en la región, la CEPAL aconseja que 
se produzca articulación y cooperación entre los 
actores implicados, con el fin de que se alineen 
las políticas públicas en los diversos niveles 
(regionales, nacionales e internacionales) 
(CEPAL, 2022). En otras palabras, se requiere 
estandarizar las políticas para conseguir un 
proceso de transformación productiva resiliente 
a largo plazo. En este sentido, resulta esencial 
aplicar el enfoque de clústeres;14 además, en la 
elaboración de estas políticas estandarizadas 
es necesario pensar en el largo plazo pues, 
en general, se privilegia el corto plazo (Gligo 
et al., 2020).
Relacionado con lo anterior, cabe mencionar que 
la economía circular abarca una gran variedad 
de sectores e instituciones; no obstante, en la 
región el tema se está interpretando como un 
modelo de sostenibilidad medioambiental, por 
lo cual se ha dejado la actuación únicamente en 
manos de los ministerios de medio ambiente. 
Esto supone dejar fuera del estudio y de las 
políticas públicas las causas que producen 
el cambio climático y las consecuencias 
sociales de ello. Incluso, en los casos en los 
que se trabaja desde diferentes ministerios 
gubernamentales, sus actuaciones se llevan 
a cabo de manera independiente y con 
programas propios, con lo cual se corre el 
riesgo de que la agenda de la economía 
circular enfrente retos y obstáculos importantes 
porque no existe articulación (Schröder et al., 
2020). El enfoque multisectorial de la economía 
circular es un desafío importante en la región, 
y aplicar la cooperación interministerial o crear 
organismos supraministeriales (instituciones 
horizontales) puede facilitar la coherencia entre 
las políticas públicas de economía circular y 
crear estrategias coherentes en el largo plazo. 
Además, podría incidir en que las estrategias no 
se circunscriban a ministerios, sino que incluyan 
a todas las instituciones públicas.
En este sentido, es necesario afrontar la 
economía circular como un elemento transversal 
en todas las instituciones y ministerios públicos, 
pues el sistema económico y la forma de 
producir son las verdaderas causas del 
cambio climático. Por ello, es especialmente 
importante brindar capacitación a los ministerios 
e instituciones de economía e industria, en aras 
de trabajar la economía circular en colaboración 
con entidades homólogas de medio ambiente 
(Bocanegra, 2022). 
En conclusión, las políticas públicas de 
economía circular en la región deben abarcar 
las áreas de minería y extracción; la gestión de 
residuos y el reciclaje; la bioeconomía circular; 
la producción con menos residuos y el consumo 
de cercanía; la regulación y control de la compra 
de residuos no reciclables; la información sobre 
flujos de recursos de las cadenas de valor; la 
cooperación intersectorial y la estandarización 
de las políticas públicas. 
14 El enfoque de clústeres concibe que al trabajar de manera colectiva se genera más eficiencia de la que se podría 
conseguir de manera individual gracias a la cooperación, ya que esta cooperación posibilita el desarrollo de soluciones 
innovadoras (Camacho Vera et al., 2017).
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.27
b. Barreras para la economía circular en 
América Latina y el Caribe
• Barreras estructurales y culturales 
En el documento La tragedia ambiental de 
América Latina y el Caribe (Gligo et al., 2020), 
publicado por la CEPAL, se identifican tres 
barreras principales para la elaboración de 
políticas ambientales en la región, incluyendo 
igualmente a los tres sectores clave para 
promover la transición (público, privado y 
sociedad civil):
 - Ineficiencia del aparato burocrático público
 - Falta de compromiso de los sectores 
empresariales 
 - Insuficiente conciencia ambiental de la 
población 
En el mismo sentido, la Fundación Konrad 
Adenauer ha detectado las principales 
amenazas a la economía circular en ALC 
desde el punto de vista de la percepción de 
la población regional: 
 - Situación político económica de los países
 - Corrupción
 - Falta de estandarización internacional
 - Ecoimpostura o lavado de imagen verde 
(greenwashing)
 - Consumo inconsciente
 - Disminución de la cooperación internacional15
En la tabla 2 se representa el nivel de amenazas 
percibidas al avance de la economía circular 
en ALC:
15 Los organismos regionales que trabajan economía circular en ALC entienden que la transición a la economía circular 
debe ser resiliente y alejarse de la dependencia de la cooperación internacional, sin embargo, se plantea la reducción 
de la incidencia de esta cooperación como una barrera en la transición de la región hacía la economía circular. 
Tabla 2. Tabla resumen: Valoraciones 4-5 para cada pregunta de amenazas 
al avance de la economía circular en América Latina y el Caribe 
(en porcentajes)
Fuente: Fundación Konrad Adenauer
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.28
Además, el estudio Principales barreras al 
desarrollo de emprendimientos circulares 
por países 2019 concluye con la estadística 
en la que aparecen las principales barreras 
vinculadas con el nivel de importancia que le 
da la región, tal como se observa en la tabla 3.
En particular, cabe destacar lo siguiente:
 - Falta de participación del sector privado 
por desconocer el valor que la economía 
circular puede producir a nivel empresarial 
(esto es, utilización eficaz de recursos y 
generación de valor a partir de residuos) 
(Henríquez-Aravena et al., 2021). En este 
sentido, hay que cocrear políticas públicas 
en estrecha colaboración con el sector 
privado; asimismo, la administración pública 
tiene el papel de apoyar a las empresas de 
la región en su transición hacia la economía 
circular. 
 - Ausencia de definición y visión general 
y consensuada a nivel regional sobre 
un concepto de economía circular que 
pueda servir como marco de referencia de 
cara a la formulación de políticas públicas. 
Igualmente, hay escaso conocimiento 
sobre el concepto de economía circular. 
En la consulta realizada por el Centro de 
Innovación y Economía Circular (CIEC) de 
la KAS, que se incluye a continuación, se 
concluye que el 78% de los encuestados 
entiende que el desconocimiento del 
concepto y las prácticas de economía 
circular en su país constituyen una barrera 
para los avances en el tema (Henríquez-
Aravena et al., 2021). 
Tabla 3. Agregación de resultados de puntaje 4-5 para todas las preguntas 
sobre barreras (en porcentajes)
Fuente: Fundación Konrad Adenauer
La econom
ía circu
lar en
 A
m
érica Latin
a y el Caribe
Pag.29
Gráfico 5. Resultados de la pregunta “¿En qué grado los siguientes temas 
son barreras para la economía circular en el país en que reside?” (bajo 
conocimiento del concepto y práctica de la economía circular en el país, en 
porcentajes)
Fuente: Fundación Konrad Adenauer
• Barreras políticas y legales para el desarrollo 
de emprendimientos: 
Un estudio realizado por el CIEC en 2019 analiza 
las barreras legales por país. De este análisis 
puede concluirse que las principalesbarreras (por 
número de países que las padecen a la vez) son: 
 - Falta de financiación pública y privada. 
En la actualidad, el financiamiento de la 
economía circular en la región está limitado 
principalmente a la provisión de financiamiento 
internacional para el desarrollo dirigido a las 
actividades de gestión de los residuos y 
reciclaje, elementos que figuran en el nivel 
más bajo de la jerarquía de valorización 
asociada con la economía circular (Schröder 
et al., 2020). Además, para que la transición 
hacia la economía circular sea posible, resulta 
importante atraer inversiones nacionales y 
extranjeras que vayan más allá del sector de 
gestión de residuos. 
 - Falta de apoyo y fomento estatal, por 
ausencia de impulsos proactivos e incentivos 
económicos y normativos, así como ausencia 
de normativa y escasa capacidad de 
implementación. 
 - Déficit de capital humano capacitado 
 - Dificultad de acceso a nuevas tecnologías 
y nuevos conocimientos 
La consulta que se realizó como parte del 
informe “Transitando hacia la economía circular: 
Oportunidades y pasos para América Latina (2021)“ 
permitió descubrir otras barreras para la economía 
circular. Se destaca la excesiva dependencia de la 
cooperación para el fomento de la transición. Es 
positivo que la institución que mayor relevancia 
ha tenido para impulsar la economía circular en la 
región es la cooperación internacional, al contrario 
de las empresas y gobiernos, que se ven como 
agentes de poco cambio. Sin embargo, para que 
haya un proceso de transición a la economía 
circular resiliente, son los actores de la región 
quienes deben liderar la transición. Por ello, las 
políticas públicas deben revertir la situación de 
dependencia de los actores internacionales de 
cooperación.
Por último, existe una barrera que indirectamente 
perjudica la economía circular: la situación de los 
defensores ambientales y de la tierra. Según datos 
de la BBC, más de mil setecientos defensores 
y defensoras ambientales han sido asesinados 
en la última década, y aproximadamente el 70% 
de estas muertes ha ocurrido en ALC (Martins, 
2022). Estos defensores desempeñan un papel 
esencial en la economía circular, pues denuncian 
y hacen pública la situación de partida a la que 
este modelo económico pretende hacer frente.
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
30
5. Por qué políticas públicas de economía circular?
La economía circular en la región ofrece una 
posibilidad de desarrollo endógeno que 
resuelva las externalidades negativas de la 
economía lineal y genere beneficios sociales y 
ambientales. Además, se vuelve indispensable 
para alinear los límites ecológicos con el 
crecimiento de la región, desmaterializando 
la economía. 
Para que esto sea posible, es necesario una 
serie de cambios que tienen que ver con 
políticas públicas, regulaciones, finanzas e 
inversiones públicas, entre otros, que aborden 
desde la etapa productiva hasta el consumo, 
pasando por la gestión de residuos, que es el 
área que más se está trabajando en la región 
(CEPAL, 2021). 
La administración pública es el actor que debe 
encargarse de alinear los incentivos de los 
sectores privado y académico con el objetivo 
de generar conocimiento aplicado en materia 
de economía circular y elaborar instrumentos 
que fomenten la transición (Fundación Konrad 
Adenauer et al., s. f.). Las iniciativas públicas 
promueven e incentivan la investigación, 
generan condiciones de negocio con impacto 
positivo en el medio ambiente, pueden suscitar 
la inclusión de nuevas tecnologías en las 
cadenas de valor o promover acciones que 
transiten hacia caminos de desarrollo más 
sostenibles. 
La Unión Europea y China son los líderes 
mundiales en la transición hacia la circularidad 
y sus estrategias circulares influyen en el resto 
del mundo (Albaladejo et al., 2021). 
Europa es la región que más ha avanzado en 
la materialización de la economía circular y la 
producción sostenible en marcos normativos, 
en especial, el Pacto Verde Europeo, que 
incluye un plan de acción de economía circular 
que se centra en las TIC y las tecnologías 
digitales, baterías y vehículos, envases y 
plásticos, construcción y edificios, y la cadena 
agroalimentaria (Fundación Konrad Adenauer 
et al., s. f.). Igualmente, China adoptó la Ley 
de Promoción de la Economía Circular en 
2008 (Larrea, 2020). Además, la UE y China 
han estrechado lazos de cooperación para 
avanzar con mayor firmeza en la transición hacia 
la circularidad (Fundación Konrad Adenauer 
et al., s. f.).
En ALC se cuenta con ejemplos de empresas 
que están avanzando en diseñar sus procesos 
bajo la ecoeficiencia y la economía circular, 
pero la región tiene un nivel mucho menor de 
desarrollo normativo en economía circular en 
comparación con la UE y China (Fundación 
Konrad Adenauer et al., s. f.).
A nivel global, el desafío climático no tiene 
precedentes, de manera que es necesario 
acelerar la transición hacia modelos más 
circulares de producción y consumo. Esta 
aceleración debe estar regulada mediante la 
implicación del sector público en la elaboración 
de un marco sobre el cual transitar (Tena, 2022). 
¿
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
31
a. Las obligaciones de los Estados en materia de 
economía circular como elemento de protección 
del derecho a un medio ambiente sano 
En el derecho internacional de los derechos 
humanos (DIDH) se incluye la transición a la 
economía circular como un elemento clave 
para defender el derecho a un medio ambiente 
limpio, saludable y sostenible. 
El relator especial sobre la cuestión de 
las obligaciones de derechos humanos 
relacionados con el disfrute a un medio ambiente 
sin riesgos, limpio, saludable y sostenible,16 en 
colaboración con el relator especial sobre las 
implicaciones para los derechos humanos de la 
gestión y eliminación ambientalmente racionales 
de sustancias y desechos peligrosos,17 presentó 
un informe el 12 de enero de 2022 sobre el 
medio ambiente no tóxico como elemento 
sustantivo del derecho a un medio ambiente 
sano, destacando las obligaciones de los 
Estados, las responsabilidades de las empresas 
y las buenas prácticas encaminadas a asegurar 
un medio ambiente no tóxico mediante la 
prevención de la contaminación, la eliminación 
de sustancias tóxicas y el saneamiento de las 
zonas contaminadas.
Dicha resolución parte del hecho de que existe 
una toxificación de las personas y del plantea 
que provoca injusticias ambientales y zonas 
de sacrificio18 y, con base en ello, se resumen 
los casos de buenas prácticas como ejemplo a 
seguir y se elabora una serie de conclusiones 
y recomendaciones para los titulares de 
obligaciones en materia de derechos humanos, 
esto es, los Estados.
Se reconoce el Pacto Verde Europeo para 
lograr una economía circular como una política 
regional ambiciosa y ejemplo a seguir para 
reducir a cero la contaminación y conseguir un 
medio ambiente no tóxico para las generaciones 
futuras (párr. 81, Informe 49/53 Consejo DH). 
En el caso de ALC, se admiten como buenas 
prácticas los compromisos adquiridos mediante 
el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la 
Información, la Participación Pública y el Acceso 
a la Justicia en Asuntos Ambientales en América 
Latina y el Caribe (o Acuerdo de Escazú), cuyos 
Estados parte se recomienda ampliar, así como 
avanzar en su cumplimiento (párr. 25, Informe 
49/53 Consejo DH).
Por su parte, las zonas de sacrificio analizadas 
en ALC son:19 Quintero-Puchuncaví (Chile), La 
Oroya (Perú), las islas de Guadalupe y Martinica 
(Francia), y varios vertederos del Caribe, 
destacando Parkietenbos, en Aruba (Países 
Bajos), Riverton (Jamaica) y Truitier (Haití) (párr. 
39-42, Informe 49/53 Consejo DH).
Lo más relevante de este informe es que 
incluye a la economía circular como elemento 
promotor de la transición hacia un futuro 
sostenible, con bajas emisionesde carbono y 
sin contaminación, reconociendo la existencia 
de los conocimientos y el ingenio necesarios 
en la sociedad para hacer posible la transición 
(párr. 88, Informe 49/53 Consejo DH). De esta 
manera, se reconoce de manera implícita, en 
un documento de las NN.UU., la necesidad de 
avanzar en la economía circular. Y, considerando 
que 193 países del mundo forman parte de 
este organismo internacional, resulta viable 
considerar a la economía circular como una 
obligación general en materia de derechos 
humanos para todos los Estados.
16 David R. Boyd, cuyo mandato se prorrogó por 3 años en marzo de 2021. 
17 Marcos A. Orellana.
18 Lugares extremadamente contaminados donde grupos vulnerables y marginados soportan de manera desproporcionada 
las consecuencias de la exposición a la contaminación y las sustancias peligrosas, en lo que respecta a la salud, los 
derechos humanos y el medio ambiente (Informe 49/53 Consejo DH). 
19 En los párrafos 87-88 del informe se argumentan los motivos concretos por los que estas zonas se consideran como 
zonas de sacrifico. El documento se encuentra disponible en el siguiente enlace: 
https://www.ohchr.org/es/documents/thematic-reports/ahrc4953-right-clean-healthy-and-sustainable-environment-non-toxic
https://www.ohchr.org/es/documents/thematic-reports/ahrc4953-right-clean-healthy-and-sustainable-environment-non-toxic
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
32
El informe emite recomendaciones a los Estados 
para avanzar en la transición a la economía 
circular y cumplir con sus obligaciones asociadas 
con el logro de un medio ambiente no tóxico 
(párr. 89.d. apartados i-iv, Informe 49/53 Consejo 
DH), entre ellas las siguientes:
 - Medidas que exijan a las “empresas que 
rediseñen sus productos para que puedan 
ser reparados, reutilizados, reciclados o 
compostados de forma segura”. 
 - Elaborar medidas regulatorias basadas 
en el mercado, entre ellas las leyes de 
responsabilidad extendida del productor 
(leyes REP) en las que se incluyan los 
costos que tienen la contaminación y la 
presencia de sustancias tóxicas en la salud 
y el medio ambiente. En este sentido, se 
debe considerar la prohibición cuando los 
riesgos para la salud o el medio ambiente 
son elevados. 
 - Contemplar el retiro de subvenciones 
públicas a las actividades y productos 
que generan contaminación y emiten o 
vierten sustancias tóxicas, dirigiendo dichas 
subvenciones hacia el apoyo a productos 
no tóxicos y sostenibles. 
 - “Invertir en innovación para encontrar 
alternativas seguras, acelerar la eliminación 
de productos químicos peligrosos, avanzar 
en la química verde y sostenible y estimular 
el saneamiento verde”. 
Del mismo modo, el Sistema Interamericano 
de Derechos Humanos (SIDH) incluye una 
resolución sobre el alcance y obligaciones 
interamericanas de derechos humanos en 
materia de emergencia climática (res. 3/21 de 
la CIDH). 
A pesar de que en este sistema de protección 
de los derechos humanos no se incluye 
explícitamente a la economía circular como 
elemento clave para la protección del derecho 
a un medio ambiente sano, sí se recoge una 
serie de obligaciones para los Estados parte 
que permiten vislumbrar una transición hacia 
la economía circular. Así, como elementos del 
deber de prevenir y de precaución que tienen 
los Estados, se exige lo siguiente:
 - Inclusión de políticas y acciones de 
mitigación del cambio climático. 
 - Proteger y avanzar en el derecho a la 
participación de la sociedad civil, derecho de 
información y acceso a la justicia en materia 
de emergencia climática. Específicamente, 
cumplir y ampliar la adhesión al Acuerdo 
de Escazú, que se centra en la rectificación 
de las injusticias que genera el cambio 
climático y en garantizar a todas las 
personas el derecho a un medio ambiente 
limpio, saludable y sostenible. 
 - Cooperación entre Estados y entre diferentes 
niveles administrativos de buena fe. 
 - Reducción de los GEI y aplicar el EBDH en 
la legislación relacionada con la emergencia 
climática, con el fin de avanzar sin dejar a 
nadie atrás. Esto implica tomar en cuenta 
estrategias de discriminación positiva hacia 
los grupos vulnerables que sufran en mayor 
medida los efectos del cambio climático. 
 - E laborac ión de po l í t i cas púb l icas 
medioambientales desde una perspectiva 
participativa.
Todas estas medidas requieren la incorporación 
de la economía circular en las políticas públicas 
de los Estados parte del SIDH.
La
 e
co
no
m
ía
 c
ir
cu
la
r 
en
 A
m
ér
ic
a 
La
ti
n
a 
y 
el
 C
ar
ib
e
Pa
g.
33
b. Conclusiones de la COP2720
El PNUMA ha señalado que con las políticas 
climáticas globales actuales no es suficiente 
para evitar llegar al punto de no retorno, sino 
que, al contrario, las temperaturas podrían 
subir y llegar a alcanzar, para finales del siglo, 
hasta 2.8 °C más con respeto a los niveles 
preindustriales21 (Tena, 2022). 
Incluso si lograran cumplirse todos los 
compromisos asumidos por los países en sus 
contribuciones nacionales determinadas, en 
la actualidad únicamente podría reducirse las 
emisiones globales entre un 5 y un 10% para 
2030 (Tena, 2022).
El ecosistema que se ha creado alrededor de la 
COP27 ha ratificado lo anterior. En este sentido, 
las OSC han exigido que se aumente la ambición 
de las contribuciones nacionales determinadas 
para que se consiga evitar superar el límite de 
aumento de las temperaturas (1.5 °C), pues con 
los propósitos de las contribuciones actuales 
estamos abocados a superar este límite.
En línea con lo anterior, la región SICA, en 
su declaración ante la COP27, pidió más 
ambición en las contribuciones nacionales 
determinadas, sobre todo por parte de los 
países más industrializados, con miras a cumplir 
el Acuerdo de París, que exige la reducción de 
las emisiones en un 50%; también demandó la 
inclusión de un acuerdo de daños y pérdidas.22 
Además, solicitó más apoyo técnico y flujos 
financieros basados en la equidad, la transición 
justa y la adaptación al cambio climático, así 
como fortalecer los sistemas a nivel regional. 
Por otra parte, la región resaltó la importancia del 
conocimiento ancestral existente en la región 
para promover la resiliencia, y estableció la 
agricultura y ganadería circular y la bioeconomía 
como puntos clave a trabajar. 
c. Aspectos clave de las políticas públicas en 
economía circular
En este apartado se presentan elementos que 
las y los formuladores de políticas públicas 
deben tomar en cuenta al trabajar en economía 
circular. Antes de comenzar, es importante 
destacar los puntos clave de la COP27 que 
pueden influir en ALC en el ámbito de la 
economía circular. 
Entre los compromisos a los que se ha llegado 
en el período de soluciones de la COP27 se 
incluyen tres que pueden dar paso a posibles 
soluciones al respecto de la economía circular. 
En primer lugar, el Acuerdo de Daños y Pérdidas 
(promovido por la región de América Latina 
y el Caribe), que incluye un programa de 
adaptación encaminado a que los países 
altamente industrializados que contribuyen 
en mayor medida al cambio climático trabajen 
en asistencia técnica hacia los países que 
más sufren los impactos de la degradación 
ambiental de forma directa. En segundo lugar, se 
ha discutido el artículo 2.1 del Acuerdo de París 
relativo al cambio de los flujos financieros hacia 
bajas emisiones de GEI y desarrollo resiliente 
del clima. En este sentido, se ha acordado 
que los flujos financieros se centren en la 
equidad y que la financiación fluya hacia una 
transición justa y hacia la adaptación al cambio 
climático. En último lugar, se ha acordado 
realizar un programa quinquenal para establecer 
soluciones tecnológicas en países en desarrollo.
Pese a que estas tres soluciones no incluyan 
explícitamente la economía circular, su 
aplicación abre la puerta a la transición hacia 
ella, ya que la economía lineal es incompatible 
con estos propósitos acordados