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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/259971358 Popeye el marino era mambeador Article · October 2010 CITATIONS 0 READS 2,601 1 author: Marco Tobón University of Campinas 31 PUBLICATIONS 45 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Marco Tobón on 31 January 2014. The user has requested enhancement of the downloaded file. https://www.researchgate.net/publication/259971358_Popeye_el_marino_era_mambeador?enrichId=rgreq-697b1936dffdee978c0385e27362bdd7-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI1OTk3MTM1ODtBUzoxMDEzODAyNzQ1MjgyNjJAMTQwMTE4MjM0OTkwMA%3D%3D&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/publication/259971358_Popeye_el_marino_era_mambeador?enrichId=rgreq-697b1936dffdee978c0385e27362bdd7-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI1OTk3MTM1ODtBUzoxMDEzODAyNzQ1MjgyNjJAMTQwMTE4MjM0OTkwMA%3D%3D&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-697b1936dffdee978c0385e27362bdd7-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI1OTk3MTM1ODtBUzoxMDEzODAyNzQ1MjgyNjJAMTQwMTE4MjM0OTkwMA%3D%3D&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Marco-Tobon?enrichId=rgreq-697b1936dffdee978c0385e27362bdd7-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI1OTk3MTM1ODtBUzoxMDEzODAyNzQ1MjgyNjJAMTQwMTE4MjM0OTkwMA%3D%3D&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Marco-Tobon?enrichId=rgreq-697b1936dffdee978c0385e27362bdd7-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI1OTk3MTM1ODtBUzoxMDEzODAyNzQ1MjgyNjJAMTQwMTE4MjM0OTkwMA%3D%3D&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/institution/University_of_Campinas?enrichId=rgreq-697b1936dffdee978c0385e27362bdd7-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI1OTk3MTM1ODtBUzoxMDEzODAyNzQ1MjgyNjJAMTQwMTE4MjM0OTkwMA%3D%3D&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Marco-Tobon?enrichId=rgreq-697b1936dffdee978c0385e27362bdd7-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI1OTk3MTM1ODtBUzoxMDEzODAyNzQ1MjgyNjJAMTQwMTE4MjM0OTkwMA%3D%3D&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Marco-Tobon?enrichId=rgreq-697b1936dffdee978c0385e27362bdd7-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI1OTk3MTM1ODtBUzoxMDEzODAyNzQ1MjgyNjJAMTQwMTE4MjM0OTkwMA%3D%3D&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf Pothead” reitera que una de las pruebas para pensar que al marino le gustaba “pegarlo” era su espléndido y saludable jardín de espinaca, semejante a un ópti- mo cultivo de cannabis. Pero en nuestra amazónica manera de ver las cosas, el argumento de Larsen adolece de oscuros malentendidos. Quizás en las décadas de 1920 y 1930 la marihuana era vista como una deslum- brante fuente de coraje y fuerza, como la que lograba Popeye para salirse con la suya, pero los efectos clínicos de la hierba se caracterizan por la ensoña- ción placentera, la introspección pro- funda, la contemplación apacible, sínto- mas lejanos a los arranques de vitalidad que sufría el Popeye comiendo “espina- ca”. Los síntomas de energía, fortaleza y potencia los otorga, con mayor éxito, la hoja de coca. El mismo Larsen, abierta- mente un desconocedor del consumo de estimulantes vegetales, nos da la res- puesta en su artículo sobre el consumo de coca por Popeye cuando afirma: “La referencia más explícita a la marihuana fue publicada en los ochenta por el ilus- trador Bobby London. El cómic mostraba a Popeye y a Wimpy (Pilón) recogiendo una carga de ‘pura espinaca boliviana’ (es mundialmente conocido que la inmensa mayoría de la marihuana provie- ne de Sudamérica, principalmente de Colombia, Perú y Bolivia)”. La ingenuidad del autor es atroz, el esplendor del auge marimbero en Colombia, Perú y Bolivia transcurrió durante la década de 1960, extendiéndose hasta 1975, después vino el turno para la aparición extensiva de los cultivos de coca con fines comerciales. Por consiguiente, para los años de 1980, época en que Popeye junto a Wimpy recogen la carga de espinaca de Bolivia, no están más que recibiendo un nutritivo y gustoso cargamento de hojas de coca. Además, la manera en que Popeye con- sume las espinacas guarda algunos ras- gos similares al consumo habitual de hojas de coca o mambe por las poblacio- nes indígenas de la Amazonia colombia- na, hojas secas y piladas cargadas en un tarro que, al abrirlo, bien puede ingerirse su contenido con una cuchara, o bien como lo hacen los más expertos, sacu- diendo el tarro en la cavidad bucal. Es curiosa también la similitud del mote que lleva Wimpy, el amigo de Popeye, “Pilón”, un viejo compulsivo por las ham- burguesas, con el tronco de chonta o pilón en el que los mambeadores de la Amazonia pilan o pulverizan sus hojas de coca. Recuerdo ahora un hecho pinto- resco narrado por un amigo uitoto de ILUSTRACIÓN: XAVI MUNTADAMARCO TOBÓN La revista canadiense Cannabis Culture Magazine, conocida por la intelectualidad marihuanera de todo el mundo, publicó el 2 de febrero de 2005 un artículo de Dana Larsen titulado “Popeye Pothead”, que traducido al castellano colombiano sería como “Popeye Chirrete” (el artículo en inglés puede consultarse en www.canna- bisculture.com/v2/articles/3568.html). A partir de la interpretación de algunas cari- caturas de la serie creada en 1929 por Elzie Segar, Larsen infiere que el querido Popeye era un marihuano empedernido. Resulta enternecedor que el cómico marino con su pipa, que de niños nos alentaba a comer espinaca para derrotar el mal encarnado en Brutus y salvar a la destartalada Olivia, después resultara un hincha fiel de la benévola maracachafa. El argumento de Larsen se sostiene en que el gusto de Popeye por la “dama de los cabellos ardientes”, como llamó el poeta Porfirio Barba Jacob al cannabis, se puede deducir del uso permanente del marino por “la espinaca”, un voca- blo corriente para nombrar a la marihua- na durante los años 1920 y 1930 en Estados Unidos. Incuso una canción de la popular banda de jazz Julia Lee and Her Boyfriends se llamó “The Spinach Song”, y fue coreada en bares y clubes colmados de humo de “bareta”, en donde la espinaca era la apetitosa metá- fora del porro. La propaganda antimarihuana de la época insistía en que la hierba inducía fuerzas sobrenaturales, vigor y poder, semejante al que adquiría Popeye para enfrentar las siniestras fuerzas de la sociedad. Además, según Larsen, Popeye tenía vocación de marino, y eran los marinos quienes estaban familiariza- dos con plantas exóticas y mágicas de lugares remotos. En criterio de muchos historiadores, son los marinos quienes introducen la “mary-jane” en la sociedad norteamericana. Segar, el caricaturista que dio origen a Popeye, murió en 1938, pero el artículo de Larsen asegura que las adaptaciones del cómic a dibujo ani- mado en la televisión y el cine durante los años 1960, continuaron ventilando un contexto marihuanero. En algunas imágenes se ilustra a Popeye absorbien- do la “espinaca” a través de su pipa, en clara alusión a la combustión de la delei- tosa “macoña”. El autor de “Popeye Popeye el marino era mambeador La manera en que Popeye consume las espinacas guarda algunos rasgos similares al consumo habitual de hojas de coca o mambe por las pobla- ciones indígenas de la Amazonia 050-52-POPEYE 20/10/10 16:06 Página 50 Araracuara, un agradable poblado sobre el río Caquetá habitado históricamente por andokes, uitotos, muinanes, nonuyas y recientemente por algunos yucunas. Aquel carismático hombre me dijo que, hacia finales de 1980, los pobladores de Araracuara se reunían en la tienda para ver en el único televisor del lugar algunos dibujos animados y otros aburridos pro- gramas de la programación nacional. En una de aquellas tardes amazónicas, des- pués de las tareas de labranza en la cha- gra, pasaban por la tienda a beberse un refresco y ver un poco la tele. De repente, se sorprendieron al ver en aquella des- vencijada televisión a un muñeco con el ojo tuerto que hacía sonar su pipa y que destapaba un tarro del que sacaba unas hojas verdes, se las echaba en la boca y se hacía fuerte. Muchos uitotosexcla- maron asombrados: “Mira, ese también mambea”, “Jaja, al Popeye también le gusta el jíbie (‘coca’ en uitoto)”. Después de muchos años de estar viendo en aquella caja con antenas hechos y perso- najes extraños y lejanos para la vida local, por primera vez presenciaron un dibujo animado que hacía uso de una de las plantas más importantes ligadas al pen- samiento y a la comunicación uitoto. Como todos ellos, Popeye consumía las hojas de coca para invocar energía e ins- piración. Aquellas hojas masticadas o mambeadas que guardan estrechos vín- culos con la sacralidad y las virtudes morales amazónicas, parecían dotar a Popeye de las mismas fuerzas y habilida- des humanas con las que los uitoto enfrentan las pulsiones malignas que asaltan el alma humana, en el caso de Popeye, representadas por Bluto o Brutus, su enemigo sempiterno. Después de esta historia, aquel hom- bre uitoto me decía: “Todos nos maravi- llamos con Popeye, pero nos quedó la inquietud de saber por qué ese muñeco mambeaba, quién le enseñó, o si copia- ron nuestro cultural hábito de mambear sin preguntarnos. Ya estamos pensando en pedir los derechos sobre esa carica- tura; el mundo se inspira en nosotros y no reconoce nuestra autoría”. Aquí aparecen algunos interrogantes inquietantes para la antropología ameri- cana: ¿si cobra validez la tesis de que Popeye no era un marihuanero abnegado sino un mambeador rutinario, cómo logró Elzie Segar, su creador gráfico, conocer e introducir en el personaje del marino el consumo de hojas de coca como estimu- lante contra el mal?, ¿acaso Segar explo- ró en algún momento de su vida los terri- torios de las poblaciones indígenas ama- zónicas, conoció el sagrado acto de mambear y después lo introdujo en su personaje?, ¿quizás tuvo conocimiento del consumo de hojas de coca por algún etnógrafo o explorador que recorrió América del Sur, convirtiendo a Popeye en un paladín mundial del uso alimenticio y ritual de las hojas de coca? Estas lagu- nas históricas son ahora retos para la investigación futura; de lo único que tene- mos certeza, en consecuencia, es que el gran Popeye el marino era un amante de los estimulantes de origen vegetal, un agraciado personaje mambeador que habita en la memoria de todos y todas. Todos nos maravillamos con Popeye, pero nos quedó la inquietud de saber por qué ese muñe- co mambeaba 050-52-POPEYE 20/10/10 16:06 Página 52 V ie w p ub lic at io n st at s https://www.researchgate.net/publication/259971358