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La tierra, nuestro planeta
La Tierra es el planeta donde vivimos. Como todos los planetas del sistema solar, la Tierra da vueltas alrededor del Sol, recorriendo una trayectoria parecida a un óvalo. Cada giro de la Tierra alrededor del Sol se completa en un año. Además, la Tierra gira sobre sí misma y tarda un día en dar un giro completo. Mientras la Tierra realiza este giro, nosotros vemos que el Sol sale por el horizonte, llega al punto más alto al mediodía y se oculta al anochecer.
La luz del Sol ilumina la cara de la Tierra que está frente a él y deja en sombras la otra cara.
A medida que la Tierra rota sobre sí misma, el Sol ilumina distintas partes de su superficie. Esto produce la sucesión de días y noches.
A medida que la Tierra rota, la región iluminada va avanzando sobre la zona en sombras. En el borde entre ambas zonas está amaneciendo o está atardeciendo.
Una estrella llamada Sol
La Tierra recibe la luz del Sol. El Sol es una estrella semejante a las que se ven en el cielo nocturno despejado. Sin embargo, parece mucho más brillante que el resto de las estrellas. Esto se debe a que es la estrella más cercana a nosotros.
Al igual que todas las estrellas, el Sol es una esfera de gases muy calientes, capaz de emitir su propia luz. Su tamaño, en comparación con la Tierra, es enorme. ¡En el interior del Sol cabrían más de un millón de planetas del tamaño de la Tierra!
Nuestro planeta solamente capta una pequeña cantidad de la luz solar. Sin embargo, esa pequeña cantidad es suficiente para que la Tierra no se congele y para permitir que en ella haya vida.
¿Por qué brilla el Sol?
Mucha gente supone que el Sol brilla porque es una bola de fuego, pero eso no es correcto. Si el Sol brillara porque se queman los gases que lo componen, se habría apagado hace mucho tiempo. Sin embargo, se sabe que el Sol ha estado brillando durante varios miles de millones de años. Por lo tanto, el brillo del Sol no se produce por fuego.
La luz que emite el Sol se origina en su región más interna. Allí, los gases están muy comprimidos y calientes. Esto hace que se produzca luz.
El sistema solar
La Tierra es uno de los planetas que giran alrededor del Sol. Los plane- tas que giran alrededor del Sol son ocho: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Hasta hace muy poco se incluía en la lista un noveno planeta, Plutón; pero en el año 2006 los astrónomos decidieron que es demasiado pequeño como para que se lo considere un planeta. Por este motivo, se lo incluyó en una nueva clase de objeto: la de los planetas enanos.
Los planetas no brillan con luz propia, sino que su brillo se debe a que reflejan la luz proveniente del Sol.
Alrededor de la mayoría de los planetas giran satélites naturales o lunas. Algunos planetas, como Júpiter, tienen muchas lunas, mientras que la Tierra tiene solamente una.
El Sol y los planetas forman el sistema solar, en el que también hay asteroides, cometas y meteoros. Los asteroides son rocas que giran alrededor del Sol. Los cometas son objetos formados por hielo y ro ca que despliegan una cola muy extensa cuando pasan cerca del Sol. Los meteoros son rocas pequeñas que vagan en el espacio. Al igual que los planetas y los planetas enanos, los asteroides, los cometas y los meteoros brillan porque reflejan la luz del Sol.
Los movimientos de la Tierra
Nuestro planeta, la Tierra, posee un radio de 6.378 kilómetros. De los planetas que giran alrededor del Sol es el quinto en tamaño, después de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. A diferencia de estos, que son grandes esferas de gas, la Tierra es un planeta formado por roca, al igual que Mercurio, Venus y Marte.
La Tierra realiza dos movimientos principales en el espacio: la traslación y la rotación.
El movimiento de traslación
La traslación es el desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol. La Tierra tarda aproximadamente 365 días en completar una vuelta alrededor del Sol. La trayectoria que sigue en su desplazamiento por el espacio en torno al Sol, se llama órbita.
El movimiento de rotacion
La rotación es el giro que da la Tierra en torno a una línea recta imaginaria que se llama eje de rotación. La Tierra tarda 24 horas en completar un giro sobre sí misma.
Líneas y círculos imaginarios
El eje de rotación atraviesa a la Tierra de un extremo al otro. A los puntos en los que este eje imaginario toca a la superficie terrestre, se los Ilama polos. Los polos son dos: el polo norte y el polo sur. El polo norte se encuentra en la región ártica y el polo sur en el continente antártico.
Todos los puntos de la superficie de la Tierra que están a igual distancia de los polos forman círculos imaginarios llamados paralelos. El ecuador es el círculo paralelo más grande y divide a la Tierra en dos mitades exactas. A cada una de estas mitades se las llama hemisferio. La mitad que se encuentra entre el polo norte y el ecuador es el hemisferio norte y la mitad que se encuentra entre el ecuador y el polo sur es el hemisferio sur.
Los círculos imaginarios que pasan por los polos y son perpendiculares al ecuador, se denominan meridianos. Existe un meridiano especial, llamado meridiano de Greenwich, cuyo nombre se debe a que pasa por un famoso observatorio astronómico inglés. Este meridiano divide a la Tierra en dos hemisferios: el hemisferio occidental y el hemisferio oriental.
Al igual que la línea que forma el eje de rotación, los paralelos y los meridianos son imaginarios. Sirven para poder ubicar con más facilidad algún lugar sobre la Tierra. Se puede decir, por ejemplo, que la Argentina pertenece al hemisferio sur, ya que todo su territorio se encuentra encuentre en el ecuador y el polo sur. También se puede decir que la Argentina está ubicada en el hemisferio occidental, ya que se encuentra al oeste del meridiano de Greenwich.
La rotación de la Tierra
A medida que la Tierra realiza su movimiento de rotación, el Sol ilumina distintas partes de su superficie. Al cabo de 24 horas, el Sol vuelve a iluminar nuevamente la misma región del planeta. A este período de tiempo se lo denomina día.
Si bien la palabra "día" se usa para designar el tiempo completo de un giro de la Tierra sobre su eje, también se la emplea para denominar a la porción de este tiempo en que el Sol está por encima del horizonte. Por contraposición, se llama noche al tiempo durante el cual el Sol está por debajo del horizonte.
Mientras el Sol está sobre el horizonte, su luz se dispersa en los gases que forman el aire. Por eso, durante las horas del día, vemos el cielo de color azul. Esta luz de color azul impide que veamos las estrellas del cielo. En cambio, durante la noche, como no llega la luz del Sol, el cielo es oscuro y pueden verse las estrellas.
La rotación vista desde el espacio
El sentido de giro de la Tierra es de Oeste a Este. Para visualizarlo, pueden usar la "regla de la mano derecha", que aparece ilustrada en la página de enfrente. El movimiento de rotación de la Tierra es similar al que se realiza cuando se cierra el puño de la mano derecha. Si la dirección del dedo pulgar es la dirección del polo norte de la Tierra, el sentido de giro con que se cierran los demás dedos es el sentido del movimiento de Oeste a Este de rotación de la Tierra.
La rotación vista desde la Tierra
- Como la Tierra gira de Oeste a Este, un observador - que está sobre su superficie eve que el Sol se desplaza en el cielo de Este a Oeste.
En el transcurso de un día, un habitante del hemisferio sur verá que el Sol se asoma por encima del horizonte en algún lugar próximo al punto cardinal - Este. Esto sucederá en horas de la mañana.
Luego, el Sol se elevará hasta alcanzar una cierta altura máxima, reclinándose sobre el punto cardinal Norte, al mediodía. A partir de allí, comenzará a descender en el cielo, para ocultarse finalmente en el horizonte, en cercanías del punto cardinal Oeste. Durante ese tiempo, el Sol estará visible en el cielo, por lo que será de día.
En el tiempo en que el Sol se encuentre por debajo del horizonte, será la noche.
El día comienza a contarsea medianoche, es decir, a las 00.00 hora, cuando el Sol se encuentra bien por debajo del horizonte. Cuando la Tierra da media vuelta, el Sol se encuentra en el punto más alto del cielo, en el mediodía.
La forma y el tamaño de la Tierra
La Tierra es muy semejante a una esfera. Sin embargo, no es una esfera perfecta, ya que se encuentra ligeramente achatada en los polos y un poco ensanchada en el ecuador. La distancia entre el centro y la superficie de la Tierra en el ecuador es de 6.378 kilómetros. La distancia entre el centro de la Tierra y cualquiera de los polos es un poco menor: 6.356 kilómetros. La diferencia entre estas distancias muestra el achatamiento del planeta. El achatamiento de la Tierra se debe al movimiento de rotación que realiza alrededor de su eje.
La Tierra, el hogar de la vida
La Tierra es el único planeta conocido en el que se ha desarrollado la vida. Esto es posible porque se encuentra a una distancia óptima con respecto al Sol. Por un lado, la Tierra está suficientemente próxima al Sol como para que este mantenga cálida su superficie. Por otro lado, no está tan cerca como para que su potente luz la calcine.
La parte de la Tierra que está formada por gases se conoce con el nombre de atmósfera. La parte constituida por agua en estado líquido se llama hidrosfera. Por su lado, la parte sólida del planeta, que está formada por distintos tipos de roca, se denomina geosfera.
Al conjunto de todos los seres vivos que habitan la Tierra se lo llama biosfera.
La atmósfera
La atmósfera de la Tierra está formada por la mezcla de gases que llamamos aire. Entre los gases que forman la atmósfera se encuentran el nitrógeno, el oxígeno, el dióxido de carbono y el vapor de agua.
La atmósfera actúa como un escudo y frena los rayos solares que pueden resultar dañinos para los seres vivos. De esta manera, favorece el desarrollo de la vida en el planeta.
La hidrosfera
La hidrosfera es el conjunto de los océanos, los mares, los ríos, los arroyos, los lagos, las lagunas y las aguas subterráneas del planeta. También, los hielos que se encuentran en las regiones polares y los que cubren las cumbres de las montañas forman parte de la hidrosfera.
Por acción del calor del Sol, el agua se evapora y asciende en la atmósfera. Cuando llega a determinada altura, el vapor de agua se enfría y se forman las nubes. Luego, el agua vuelve a la superficie terrestre en forma de lluvia. Este recorrido se conoce como ciclo del agua.
La geosfera
La geosfera está constituida por materiales sólidos: las rocas y los minerales. El suelo y las montañas que integran los continentes, al igual que el fondo de los océanos, forman parte de la geosfera.
La Tierra por dentro
La vida en la Tierra se desarrolla solamente sobre una delgada capa de la superficie. En su interior rocoso, las condiciones son muy difíciles para la vida, debido a las altas temperaturas y a la enorme presión que ejerce el material que está por encima. El pozo más hondo que se ha podido hacer llega hasta los 12 km de profundidad, una distancia muy corta comparada con los 6.378 km que nos separan del centro de la Tierra.
El interior de la Tierra no es todo igual. Está formado por tres capas superpuestas. De adentro hacia fuera, esas capas son: el núcleo, el manto y la corteza.
• El núcleo es la parte más interna de la Tierra. Está dividido en dos regiones: una interna, que es sólida, y una externa, que es líquida. El núcleo está compuesto principalmente por hierro y su temperatura alcanza los 4.300 grados centígrados.
• El manto se encuentra por encima del núcleo. Está formado en su mayor parte por material sólido. Sin embargo, puede deformarse lentamente. Además, debido a las altas temperaturas, algunas rocas del manto se funden hasta volverse líquidas. El líquido espeso que forman las rocas fundidas se denomina magma.
• La corteza es la capa más externa de la Tierra. Está formada por rocas sólidas de distinto tipo. El borde exterior de la corteza son los continentes y los fondos de los océanos.
La Tierra inquieta
La corteza terrestre está fragmentada en grandes placas que descansan sobre el manto. Estas placas están unidas entre sí como si fueran las piezas de un rompecabezas. Como la materia del manto se desplaza lentamente, las placas se deslizan. En un año, las placas pueden moverse entre uno y diez centímetros.
Debido a este movimiento, dos placas vecinas pueden rozarse, chocarse o apartarse entre sí. A lo largo de millones de años, estos procesos pueden generar distintos cambios. Así es como se forman las cadenas montañosas, se producen los terremotos y los volcanes entran en erupción.
Los terremotos
Los terremotos, o sismos, son oscilaciones de la corteza que se transmiten en todas las direcciones, desde un punto llamado foco, ubicado por debajo de la superficie de la Tierra. Para detectarlos, se emplea un instrumento llamado sismógrafo.
Las zonas más propensas a sufrir los terremotos son las que están próximas a las regiones de contacto entre placas, como por ejemplo, el archipiélago del Japón o la cordillera de los Andes. Gracias al estudio de los terremotos, los científicos lograron averiguar cómo es el interior de la Tierra y determinar las capas que lo componen.
Los volcanes
En las zonas donde dos placas se unen, el magma que se encuentra en el manto terrestre puede salir bruscamente al exterior. Entonces se produce una erupción volcánica. El magma que sale despedido al exterior se denomina lava. La lava se acumula alrededor del lugar de la erupción y se enfría. De esta manera, se originan los volcanes.

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