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MAQ 493 tecnica_SENSORES_SUELO_2020

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En este artículo vamos a ofrecer una panorámica de los equipos
de mapeo de suelo, desde las plataformas que están
disponibles comercialmente desde principios de este milenio
orientadas a empresas de consultoría agronómica, hasta los
más recientes desarrollos comercializados (patentes con
prioridad posterior a 2015) y con doble función de mapeado y
de control de cuerpos de siembra en tiempo real.
TÉCNICA
50 VIDA MAQ 1 febrero 2021
P. Barreiro y B. Diezma. 
LPF_TAGRALIA. UPM_CEI Moncloa.
C
uando se realiza un mapeado
de la productividad superficial
de una parcela (kg/ha) (figura
1), se encuentra en muchas
ocasiones una variabilidad muy elevada
(entre el 30 y 80% según los casos) aso -
ciada a diversidad edáfica (materia orgá -
nica, textura y nutrientes), de manejo del
suelo (laboreo y compactación por tráfico
de vehículos), topográfica (pendiente y
orientación que redundan en variaciones
en la acumulación de humedad y evolu -
ción de la temperatura) y de actividad
biológica (plagas y enfermedades).
Mapear el suelo mediante los tradiciona-
les sensores (que se describirán poste-
riormente) montados en plataformas te -
rres tres específicas está especialmente
indicado para acotar la distribución espa-
cial de propiedades del suelo espacial-
mente estáticas como la textura, el nivel
freático y la salinidad, aportándonos ca -
pas de información con una elevada reso-
lución espacial (foto 1). El coste de utiliza-
ción de estos equipos no justifica su
empleo para conocer propiedades mucho
más dinámicas (variables a lo largo de la
campaña) como el contenido de agua en
el suelo. La filosofía es mapear los suelos
al menos una vez en aquellas parcelas
con elevada variabilidad en la productivi-
dad espacial (al menos un 25%) contra-
tando el servicio, e intentar asociar poste-
riormente la productividad en relación al
conjunto de datos disponible, y así tomar
decisiones relativas a la fertilización y
densidad de siembra. Las empresas que
ofrecen estos servicios de mapeado del
suelo se dedican específicamente a labo-
res de asesoría y no realizan labores agrí -
colas tradicionales. El coste en la contra-
tación de un mapeado puede oscilar entre
25 euros/ha para superficies inferiores a
20 ha hasta 10 euros/ha para su perficies
superiores a 200 ha, aunque sue le existir
un coste mínimo de varios cientos de
euros. Es conveniente al contratar el servi-
cio, solicitar además un nú mero mínimo
de muestras de suelo analizadas en labo-
ratorio cuya localización venga determina-
da por los mapas dinámicos.
Denominaremos tradicionales a los distin-
tos sensores eléctricos, electromagnéti-
Sensores para conocer
los suelos y su fertilidad
y actuar en consecuencia
Foto 1. Ejemplo de dispositivo de mapeado de suelo. En este modelo Veris Quad 2800 se determina la
conductividad eléctrica del suelo a dos profundidades.
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y la variabilidad de CEa para textura arci-
llosa (100 mS/m), limosa (10 mS/m) o
arenosa (1 mS/m). Podemos comprobar
que el valor de CEa es 10 veces menor
en suelos arenosos que limosos, y 100
veces menor en los arenosos que en los
arcillosos. Los suelos arcillosos además
pueden ofrecer grandes variaciones en la
CEa, desde valores parcialmente super-
puestos a los suelos limosos hasta valo-
res extremadamente altos como 1.000
mS/m. De ello se deduce, que los mapas
de CEa capturan muy bien las diferencias
texturales de los suelos.
Existen tres grandes casas comerciales
que comercializan equipos para la deter-
minación de las propiedades eléctricas
del suelo: Veris (3100), Geocarta (ARP) y
Geonics (EM38). Las dos primeras em -
plean métodos resistivos (ER) sobre la
base de una medida directa (DC) de la
conductividad eléctrica y precisan la intro-
ducción en el suelo de electrodos; cada
equipo dispone de varios pares de elec-
trodos, similares a discos de grada, que
caracterizan el suelo a distinta profundi-
dad (2 niveles en Veris y 3 en Geocarta).
Ejemplo de mapa de rendimiento en una parcela con una
variabilidad del 58%, en la que se han definido cinco
zonas de gestión tal y como figura en la escala de color. 
cos, ópticos y electro-químicos que han
proliferado en la última década del siglo
XX y que se distribuyen en las menciona-
das plataformas de tamaño medio, con un
uso específico en mapeado en una activi-
dad independiente de las labores agríco-
las (fotos 2 y 3). La mayoría de ellos
tiene como característica común su sensi-
bilidad a más de un factor agronómico del
suelo. Los sensores eléctricos y electro-
magnéticos, junto con los ópticos son los
más inespecíficos (textura, materia orgáni-
ca, contenido en agua, nitratos, capacidad
de intercambio catiónico), mien tras que
los sensores electro-químicos permiten
detectar independientemente parámetros
como la salinidad, el pH, y la composición
en una variedad de iones (potasio, nitra-
tos, magnesio). Los sensores son tanto
más complementarios cuanto más distin-
tos son los parámetros que determinan, y
tanto más redundantes cuanto más coinci-
den en las características registradas.
Mientras que los sensores eléctricos y
electromagnéticos aportan una única
señal de salida, la conductividad eléctrica
aparente (CEa), los sensores ópticos esti-
man varias propiedades del suelo inde-
pendientemente, aunque no las miden
directamente como los electro-
químicos (aún de uso limitado
y con es casos resultados prácticos a
excepción del pH). El reto por tanto es
seleccionar el conjunto de tecnologías con
una mayor potencialidad que en el mo -
mento actual se centra en la combinación
de sensores ópticos y de conductividad
eléctrica (eléctricos o electromagnéticos).
Sensores eléctricos y
electromagnéticos
Como se ha indicado, el parámetro eléctri-
co que establecen los sensores eléctricos
y electromagnéticos es la conductividad
eléctrica aparente (CEao ECa en in glés,
mSm-1) que es un promedio de la circula-
ción eléctrica por tres vías distintas: la
fase líquida del suelo que tiene nutrientes
disueltos, la fase sólido-líquida debida al
intercambio de cationes asociado con ar -
cillas y minerales y la fase sólida de ri va da
del contacto físico entre partículas sólidas.
No debe confundirse la CE aparente con
la CE determinada en laboratorio sobre
muestras de suelo pulverizado donde no
existen agregados ni poros de aire.
La figura 2 muestra los valores promedio
Foto 2. Geocarta ARP
empleado para determinar
la conductividad eléctrica
del suelo a tres
profundidades.
Figura 1
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Geonics en cambio ofrece equipos co mer ciales basados en
inducción electromagnética (EMI) que emplean corriente alterna
que al circular por una bobina emi sora genera un campo mag-
nético en el suelo, que a su vez genera una co rrien te eléctrica
en una bobina receptora. Estos sensores no precisan penetrar
en el suelo. La señal EMI es amplificada y acondicionada en
voltaje, siendo proporcional al volumen de suelo evaluado y a la
CEa del mismo. El modelo EM-38 dual-dipole dispone de una
bobina horizontal y otra vertical que van alternando sus medi-
das cada varios segundos. La configuración horizontal o vertical
aporta información en distintos niveles de profundidad (mayor
cuando la bobina está en posición horizontal que en vertical,
EMh y EMv respectivamente). Además, la relación de conducti-
vidades aparentes obtenidas con EMh y EMv refleja las propie-
dades de conductividad hidráulica del suelo, y permite evaluar
la lixiviación de nutrientes.
La figura 3 nos indica la sensibilidad y capacidad de penetra-
ción en profundidad en el suelo para los canales de cada equi -
po: Veris, Geocarta y Geonics EM38-dual. Cada canal tiene
asociada una cur va de sensibilidad, de manera que el va lor de
CEa aportado por cada canal es una media ponderada en la
profundidad de suelo afectada. Existe siempre una profundidad
en la que la sensibilidad es máxima, aunque es importante
insistir que el resultado final en CEa es la media ponderada de
todas las profundidades abarcadas por cada curva. Estos datos
son poco conocidosy hay que recurrir a una comunicación de
la Conferencia Eu ropea de Agricultura de precisión en 2005
para localizarlos.
Foto 3. Geonics EM38 empleado para determinar la conductividad eléctrica del
suelo. Abarca una o dos profundidades dependiendo de si es dual o no.
Figura 2 Valores típicos de conductividad eléctrica
aparente (CEa) de los elementos texturales del
suelo: arena, limo y arcilla.
Figura 3 Sensibilidad en profundidad de los equipos
comerciales que determinan la conductividad
eléctrica aparente (CEa): Veris, Geocarta y
Geonics.
En cada figura
se indica el
número de
canales y su
sensibilidad
relativa. El valor
aportado por
cada canal es la
media
ponderada de la
conductividad
del suelo en
función de la
sensibilidad. 
Fuente:
Elaboración
propia a partir
de datos
publicados en la
Conferencia
Europea de
Agricultura de
Precisión 2005. 
TÉCNICA
De la figura 3 se deduce que el equipo
Veris es el que realiza un mapeo más
superficial con dos canales bien separa-
dos en profundidad, siendo apto para cul-
tivos herbáceos (horizonte de hasta 40
cm). El equipo Geocarta dispone de un
canal apto para cultivos herbáceos (40
cm) y otros dos más adaptados a cultivos
vivaces como la vid o frutales de peque-
ño porte (hasta 1,6 m de profundidad de
raíz), mientras que el Geonics EM38 dis-
pone de dos canales y permite determi-
nar texturas a una profundidad de 40 cm
y 1,4 m, comparables al primer y tercer
canal de Geocarta.
En 2011 se publicó en la revista Irrigation
Scien ce un estudio científico que compa-
raba el uso del equipo Veris y Geonics
EM38 para el caso de una plantación de
almendro. Como era esperable, los resul-
tados que mejor se correlacionaron con la
productividad superficial (kg/ha) de los
almendros correspondió al equipo de ma -
yor penetración (EM38) por tratarse de un
cultivo leñoso con elevado desarrollo radi-
cular en profundidad. En el estudio fue
fac tible establecer con el EM38 cuatro zo -
nas con productividades crecientes entre
2.600 y 4.000 kg/ha, no así con el equipo
Veris. Es extremadamente importante, por
tanto, conocer la sensibilidad de los equi-
Foto 4. Veris Opticmapper que dispone sólo de dos longitudes de onda para determinar a materia orgánica. La
patente de 2012 propone un espectrómetro VIS-NIR que actualmente no se comercializa.
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pos en profundidad y no caer
en conclusiones precipitadas.
En caso de haberse tratado
de trigo, los resultados hubie-
ran sido distintos.
Sensores ópticos
Históricamente en la caracte-
rización del suelo agrícola
mediante sensores ópticos se
ha empleado el espectro visi-
ble (Vis, 400-700 nm), al fin y
al cabo, el color ha sido siem-
pre un claro indicador de la
presencia de arcillas y mate-
ria orgánica. Más reciente-
mente se ha incorporado el
infrarrojo cercano (NIR, 700-
2.400 nm), bandas donde los
grupos funcionales C-H, N-H
y O-H absorben energía,
siendo por tanto muy útil para
cuantificar distintas formas de
carbono, nitrógeno y agua,
respectivamente.
La determinación espectral
del suelo con sensores mon-
tados en plataformas móviles
(condiciones dinámicas)
requiere el empleo de una
ventana transparente de zafi-
ro (resistente al deterioro),
instalada en la base de una reja, junto
con un sistema de iluminación (foto 4).
Estos sistemas requieren un proceso de
calibración frecuente porque conviene
recordar que realizamos estimaciones
indirectas de las propiedades del suelo.
La marca comercial más extendida es
Veris. Los datos dis ponibles, indican que
sus equipos han mejorado la capacidad
predictiva de un 40% al 80-90% entre
2010 y 2015. 
Veris, ofrece una combinación de equipos
de conductividad eléctrica, óptico y elec-
tro-químico en plataformas de tamaño
me dio (modelo MSP3), encaminados a la
estimación de tres propiedades del suelo:
el porcentaje de materia orgánica, la ca -
pa cidad de intercambio catiónico
(meq/100g) y el pH, con la capacidad pre-
dictiva indicada. La pregunta que surge
inmediatamente es por qué estos pará-
metros y no otros. 
Bien, la conductividad eléctrica aparente
(CEa) nos da una indicación de la textura
(como ya hemos mostrado) pero también
de la capacidad de intercambio catiónica
(CIC) relacionada con los iones retenidos
en el complejo arcillo-húmico (evita su la -
va do o lixiviación) y por tanto quedan dis-
ponibles para ser absorbidos a través de
las raíces de las plantas. Sin embargo, la
CEa se ve afectada por la cantidad de
ma teria orgánica (MO) y de
humedad en el suelo siendo
necesario establecer co -
rrecciones para definir mejor
la textura. 
Una medida independiente de
la cuantía de la MO nos per-
mite eliminar el sesgo en la
extracción de conclusiones
respecto a la CEa, y nos indi-
ca a su vez otro as pec to de la
fertilidad imprescindible para
la salud de la biota del suelo
(conjunto de organismos
vivos que habitan en él). 
La materia orgánica aporta
estabilidad a la estructura del
suelo, puesto que forma parte
del mencionado complejo
arcillo-húmico que aglutina
las partículas dando lugar a
agregados estables que favo-
recen además una correcta
porosidad en el suelo con la
consecuente aireación e infil-
tración del agua en el mismo.
Niveles adecuados de mate-
ria orgánica se sitúan entre el
1% y 3% aunque en la mayor
parte del terreno extensivo
español los valores actuales
son prácticamente inexisten-
tes debido a la casi exclusiva
fertilización mineral. 
Finalmente, el pH nos indica si estamos
en suelos básicos o ácidos y en combina-
ción con la CIC nos permite establecer el
tipo y cuantía de las enmiendas a aplicar,
en caso necesario, y a decidir los cultivos
que más se adaptan a este tipo de suelo.
Por tanto, la determinación independiente
de esta terna de parámetros CEa, MO y
pH es de extrema utilidad.
Nueva generación de sensores
de suelo embarcados
En 2017, Veris patentó el sistema iScan
(US 9,585,301 B1) que es una plataforma
Figura 4 Esquema del funcionamiento de iScan de Veris
que indica la penetración en la determinación de
la CEa. Los sensores ópticos y de humedad se
detallan en la fotografía inferior.
TÉCNICA
1 febrero 2021 VIDA MAQ 55
Existe una amplia bibliografía que se puede consultar en las
siguientes referencias de las autoras:
Barreiro Elorza, P. (2007). Sensores para la caracterización del
suelo agrícola usados en agricultura de precisión. Vida rural,
(260), 38-42.
Vega, N. S., González, A. M., y Barreiro Elorza, P. (2015). La
importancia del suelo en la producción agrícola. Tierras de
Castilla y León: Agricultura, (231), 16-25.
Nuevas Tecnologías e Innovación en La Gestión De Riesgos
Agrarios (2019) curso online en abierto
https://miriadax.net/web/como-gestionar-los-riesgos-agrarios-y-
ambientales-2-edicion-
SPARKLE (2020) curso online en abierto http://sparkle-pro-
ject.eu/moodle/
BIBLIOGRAFÍA
Figura 5 Smart Firmer de Precision Planting, el módulo óptico emplea tres longitudes de onda para estimar la materia
orgánica en rangos de 0,5% a 6%.
nera individualizada la profundidad de los
cuerpos de siembra empleando para ello
un motor eléctrico (foto 5).
Tanto iScan de Veris como SmartFirmer
de Precision Planting muestran un sesgo
en el desarrollo de las plataformas de
sensores de suelo embarcados, hacia
equipos de pequeño tamaño (y menor
coste) que pueden ser adquiridos por
agricultores profesionales y empresas de
servicios, y empleados sistemáticamente
y no solo alquilados para una caracteriza-
ción esporádica de las parcelas; en todo
caso es recomendable recurrir a una con-
sultoría agronómica para la interpretación
de los datos si no se dispone de personal
técnico suficientemente preparado. En
cambio, los dispositivos de Geonics
EM38 o Geocarta ARP parecen ser inelu-
dibles en cultivos vivaces y leñosos, con
un desarrollo radicular profundo. n
MSP3, mencionado anteriormente, hay
que indicar que no establece medidas a
varias profundidades y no de ter mina el
pH.
También Precision Plantig se ha incorpo-
rado a este concepto con el dispositivo
Smart Firmer (figura 5) (patente con prio-
ridad en2017 y publicación final en 2020,
US 10,806,072 B2). En este caso se trata
de un módulo que determina temperatu-
ra, humedad, materia orgánica, nivel de
residuo y contacto semilla suelo. Este
equipo está preparado para dar señal de
control para fertilización y siembra varia-
ble. En combinación con el dispositivo
SmartDepth de la misma marca (en prue-
bas desde 2019), se puede variar de ma -
pequeña equiparable a un cuerpo de
siem bra monograno, que puede incorpo-
rarse a gradas y arados, o emplear en
equipos de siembra directa que trabajen
incluso a velocidades superiores a 7
km/h. Si se incorpora en un equipo de
siembra puede emplearse para un control
activo de la profundidad de siembra con
una regulación variable a lo largo de la
parcela, tal y como se refleja en la paten-
te. El equipo iScan (figura 4) determina la
humedad y temperatura del suelo, mate-
ria orgánica (mediante reflectancia ópti-
ca), y conductividad eléctrica aparente
(me diante electrodos de conductividad di -
recta). Mientras que la humedad y tempe-
ratura se emplean en tiempo real para
proponer la
profundidad de
siembra más
eficaz, las
determinacio-
nes de conduc-
tividad y mate-
ria orgánica
(corregidas en
hu medad y
temperatura) se
almacenan en
mapas para un
uso posterior.
Respecto al
equipo Veris
Foto 5. SmartDepth de Precision Planting, un motor eléctrico para el control de la
profundidad de acuerdo a la información de SmartFirmer.