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ASMA. TRATAMIENTO BASAL Antes de instaurar tratamiento en un pacien- te con asma, primero hay que llegar a un diag- nóstico lo más cierto posible, demostrando que un cuadro clínico caracterizado por tos, sibilancias, opre- sión y disnea, en forma de síntoma aislado o en cualquier combinación posible de ellos, en el que domina la variabilidad, presenta desde el punto de vista funcional una obstrucción reversible, una varia- bilidad de flujo, o una hiperreactividad bronquial. Sin embargo, la mera sospecha clínica, autoriza a instaurar tratamiento1, 2. El segundo paso consiste en utilizar datos clí- nicos y de función pulmonar para clasificar al pacien- te con arreglo a su nivel de gravedad, ya que el tra- tamiento debe ser ajustado al mismo (Fig. 1). Por último, instaurar el tratamiento, que actualmente refleja el cambio de concepción de la patogenia ya que la terapia antiinflamatoria es la que domina el panorama. En la primera parte del presente capítulo revi- saremos los grupos terapéuticos y su distinto papel dentro del tratamiento del asma estable, para al final abordar el tratamiento del asma de control difícil. Arsenal terapéutico La medicación suele clasificarse según su papel en controladores, antiinflamatorios o de manteni- miento, es decir, la que tomada a diario reduce la inflamación y medicación de rescate, bronco- dilatadora o de alivio, tomada sólo cuando se nece- site por síntomas derivados del broncoespasmo (Tabla I). Asma. Tratamiento basal. Asma de control difícil L.M. Entrenas Costa 321 28 Medicación antiinflamatoria Glucocorticoides inhalados Beclometasona Budesonida Fluticasona Antagonistas de los receptores de los leucotrienos Zafirlukast Montelukast Agonistas β2 de acción prolongada Salmeterol Formoterol Asociaciones Glucocorticoide inhalado + agonista β2 retardado Fluticasona- Salmeterol Budesonida- Formoterol Glucocorticoides sistémicos Teofilinas Medicación broncodilatadora: Agonista β2 de acción rápida Salbutamol Terbutalina Tabla I. Clasificación de la medicación para el asma en fase estable. 322 L.M. Entrenas Costa De todo el arsenal terapéutico disponible que se referencia en las guías internacionales como la Iniciativa Global para el Asma (GINA)1, sólo revisa- remos los que tienen utilidad en nuestro medio. Medicación controladora Glucocorticoides inhalados Constituyen el antiinflamatorio de elección en el asma persistente en cualquiera de sus niveles de gravedad. Actúan fijándose al receptor glucocorticoideo del citoplasma de las células diana3 inhibiendo la trascripción genética de numerosos mediadores de la inflamación y, por tanto, inhiben la función de numerosas células inflamatorias. La tabla II indica los principios activos comer- cializados en nuestro país, así como en nivel de dosis (leve, moderada o alta) para cada uno de ellos. Efectos secundarios más significativos: escasos los sistémicos3. Candidiasis oro-faríngea y disfonía como más frecuentes, que se reducen significati- vamente si se utiliza cámara espaciadora y lavado de boca, siendo menor la incidencia en el caso de utilizar dispositivos de polvo seco. Agonistas β2 inhalados de acción prolongada Las actuales guías de tratamiento1, 2 los introducen cuando existen síntomas pese al uso regular de glucocorticoides inhalados. Actúan estimulando el receptor beta-2 rela- jando el músculo liso de la vía aérea, mejoran el aclaramiento muco-ciliar, disminuyen la permeabi- lidad vascular y modulan la liberación de media- dores por parte de los basófilos. Su efecto per- manece, al menos, durante 12 horas. Principios activos: salmeterol y formoterol. El salmeterol tiene un inicio de acción lento, detec- tándose efecto broncodilatador significativo a los 10-20 minutos de su administración, mientras que el formoterol lo inicia a los 3 minutos, adquiriendo el máximo entre 30 y 60 minutos después. Esta característica lo haría teóricamente útil como medi- cación de rescate, efecto demostrado por algunos ensayos clínicos4, aunque las guías actuales1, 2 no recojan esta indicación. Efectos secundarios: aumento de la frecuencia cardiaca, palpitaciones, temblor, nerviosismo, pro- longación del intervalo QT, arritmias, broncocons- tricción paradójica. Asociaciones de β2 prolongados + glucocorticoide inhalado La combinación a dosis fija en un único dis- positivo inhalatorio de un glucocorticoide y un agonista β2 de acción prolongada es, al menos, tan efectiva como dar cada uno de los fármacos por separado. Además, podría incrementar el cum- plimiento. En el momento actual, se dispone de Síntomas diurnos Síntomas nocturnos Función pulmonar Persistente grave Continuos Frecuentes FEV1 ó PEF < 60% Variabilidad >30% Crisis frecuentes Actividad habitual muy alterada Persistente Diarios > 1 / semana FEV1 ó PEF 60-80%Variabilidad >30% moderada Afectan actividad y sueño Persistente grave > 2 días / semana pero > 2 veces / mes FEV1 ó PEF 80% Variabilidad 20-30% no diario Intermitente 2 días / semana 2 veces / mes FEV1 ó PEF 80% Variabilidad <20% Clasificación basada en la gravedad Figura 1. Clasificación del asma en función de la gravedad. Basada en las referencias 1 y 2. fluticasona-salmeterol y budesonida-formoterol en diferentes dosis y dispositivos de inhalación tanto en polvo seco como cartuchos presuriza- dos (estos sólo para la fluticasona-salmeterol). Glucocorticoides sistémicos Su mecanismo de acción es similar al de los inhalados, aunque por vía sistémica pueden alcan- zar un número mayor de dianas terapéuticas. Su papel como medicación de control queda res- tringido al asma persistente grave, pero con uso limitado debido a los importantes efectos secun- darios y una vez agotadas otras posibilidades de medicación de tercera línea como antagonistas de los receptores de los leucotrienos y teofilina retardada. Antagonistas de los receptores de los leucotrienos Constituyen la única novedad de los últimos años para el tratamiento del asma. Su mecanis- mo de acción se basa en el bloqueo del receptor de los cisteinil-leucotrienos, entre otras células, de la fibra muscular lisa de la vía aérea, por lo que al inhibir las acciones de los leucotrienos provocan un efecto broncodilatador y antiinflamatorio. Principios activos: zafirlukast y montelukast, ambos disponibles exclusivamente por vía oral. Se encuentran posicionados en el asma per- sistente leve como sustituto de los glucocorticoides inhalados y en la moderada y grave añadidos a ellos para lograr el control2. El montelukast podría ser una alternativa válida a los agonistas beta-2 de acción prologada en el tratamiento del asma per- sistente moderada5. Teofilinas Actualmente, y a la espera de la comercializa- ción de los inhibidores de la fosfodiesterasa-4, sólo están recomendados los preparados de liberación sostenida, con efecto broncodilatador menor que los agonistas beta-2 de acción prolongada, como una de las opciones de tercera línea en el asma persistente grave2. Medicación de rescate Agonistas beta-2 de acción rápida Ejercen su acción broncodilatadora relajando el músculo liso de la vía aérea al estimular el recep- tor beta-2, aumentando así el tono simpático. Principios activos: salbutamol y terbutalina. La vía de administración de elección es la inhalada ya que por ella tienen efecto comparable a la oral y provocan significativamente menos efectos secun- darios. Están indicados para revertir la broncocons- tricción episódica, para yugular las exacerbaciones y para la prevención de síntomas desencadenados por el esfuerzo. Deben prescribirse a demanda y no a dosis pautada. Un aumento de sus necesi- dades puede indicar inicio de pérdida del control de la enfermedad. Su uso continuo puede provo- car tolerancia al efecto broncodilatador, incluso en presencia deun tratamiento con glucocorticoides inhalados. El receptor beta-2 presenta un polimor- fismo genético del receptor beta-2 cuyo papel en el desarrollo de tolerancia o respuesta al fármaco está aún por determinar. Los efectos secundarios que presentan son similares a los descritos para los de acción prolongada. 323Asma. Tratamiento basal. Asma de control difícil Nivel de dosis estimado para los glucorticoides inhalados Dosis bajas Dosis medias Dosis altas Beclometasona 200- 500 500- 1000 >1000 Budesonida 200- 400 400- 800 >800 Fluticasona 100- 250 250- 500 >500 * Las dosis se indican en mcg/día. Tabla II. Glucocorticoides inhalados y su nivel de dosis. Anticolinérgicos Bloquean el efecto de la acetil-colina que libe- ran las terminaciones colinérgicas de la vía aérea induciendo broncodilatación al disminuir el tono vagal. Preparados: bromuro de ipratropio y bromuro de tiotropio, ambos exclusivamente por vía inhala- toria. No está establecido su papel como medica- ción de control en el manejo a largo plazo del asma estable, aunque sí mejoran levemente, pero con significación estadística, la función pulmonar cuan- do se dan nebulizados junto con agonistas beta-2 en las crisis, disminuyendo las hospitalizaciones6. Efectos secundarios: en general, leves. Seque- dad bucal y mal sabor como más significativos. Tratamiento escalonado Al emplear una clasificación basada en la gra- vedad (Fig. 1)., cada paciente es colocado en un escalón determinado al que corresponde un tra- tamiento. Además, permite valorar con facilidad la respuesta al mismo y, al ser dinámica, variarlo con arreglo a la respuesta obtenida. Cada paciente debe ser colocado en el escalón más grave del que cum- pla al menos un criterio. La figura 2 indica qué medicamento o combi- nación de los mismos es adecuada para cada nivel de gravedad. En cualquiera de los niveles siem- pre está indicado el uso de agonistas β2 de acción rápida como medicación de rescate. En el asma intermitente no hay indicación de tratamiento antiinflamatorio de fondo, sólo agonis- tas β2 de acción rápida usados siempre a deman- da y en ningún momento pautados, puesto que tomarlos a intervalo regular se asocia con un aumen- to del número de agudizaciones7. Al ser clasificado como persistente, en cual- quiera de sus niveles de gravedad, está indicado comenzar de manera precoz con tratamiento antiin- flamatorio. Los glucocorticoides inhalados a dosis bajas (Tabla II) siguen siendo el medicamento antiin- flamatorio de elección para iniciar el tratamiento en el escalón de persistente leve. Una alternativa lo constituyen los bloqueadores de los receptores de los leucotrienos. Si bien su efecto es menor y que pueden ser inefectivos en una proporción de enfer- mos que a priori no puede identificarse8, pueden ser útiles cuando aquéllos no puedan adminis- trarse por razones de incumplimiento, técnica de inhalación defectuosa o efectos secundarios en la vía aérea superior2. En el escalón de asma persistente moderada nos encontramos ante un paciente sintomático pese al tratamiento antiinflamatorio, habitualmente con glucocorticoides inhalados. La primera opción sería cambiar el glucocorticoide o incrementar la dosis. Sin embargo, más allá de los 800-1000 mcg/día de budesonida (o equivalente) la curva dosis-efec- tos secundarios empieza a ser exponencial a la vez que la curva dosis-respuesta comienza a aplanar- se3, por lo que las recomendaciones actuales acon- sejan asociar un segundo fármaco. La segunda opción se basa en el trabajo de Greening y cols.9 al demostrar que añadir un agonista beta-2 de acción prolongada a una dosis baja de glucocorti- coide inhalado era más efectivo que duplicar la dosis de éste. Esta es la opción terapéutica acon- sejada por las guías. Además, la introducción en un dispositivo único de un glucocorticoide inhalado y un agonista β2 de acción prolongada (fluticasona- salmeterol o budesonida-formoterol) puede que mejore el cumplimiento, asegura que se toma siem- pre el β2 acompañado de glucocorticoide y no hay evidencia de que enmascare las agudizaciones. Por último, en este escalón cabría la posibilidad de aña- dir al glucocorticoide inhalado un antagonista de los receptores de los leucotrienos. Esta opción se aparta del tradicional planteamiento de primar la vía inhalatoria sobre la oral, pero incide directamente sobre la patogenia del problema, es decir, poten- cia el control de la inflamación sobre el broncoes- pasmo. Aunque inicialmente se sugirió menos efi- cacia de esta asociación respecto a la opción del β2 de acción prolongada, ensayos recientes que han evaluado el problema tras un año de tratamiento han demostrado su igualdad5,10. El tratamiento de elección como medicación de rescate siguen siendo los agonistas beta-2 de acción corta. Sin embargo, una publicación recien- te11 indica que una combinación de budesonida formoterol podría utilizarse como rescate. Si aña- dimos a esto que esa misma combinación se utili- za como medicación de control, estaríamos ante el 324 L.M. Entrenas Costa uso de un único dispositivo inhalador para el tra- tamiento completo del asma. Esta posibilidad abre nuevas perspectivas para el tratamiento. El uso de un solo dispositivo para mantenimiento y res- cate simplificaría tremendamente algo tan complejo como es el tratamiento del asma y, al menos en teoría, podría mejorar el cumplimiento, auténtico talón de Aquiles del asma. Sin embargo, ahora queda por trasladar estos hallazgos a la vida real para comprobar en qué nivel de gravedad y a qué pacientes concretos sería aplicable esta opción de tratamiento. Por último, si bien los pacientes con asma per- sistente grave son los que en términos porcen- tuales representan el menor número, son los que concentran el mayor uso de recursos sanitarios. El tratamiento de mantenimiento en este escalón se basa en el uso de glucocorticoides inhalados a dosis altas junto con agonistas β2 de acción prolonga- da. Hay evidencias de que podrían ser más efecti- vos los glucocorticoides inhalados si la dosis total diaria se fracciona en cuatro tomas diarias2. A este tratamiento se le suman uno o varios de las siguien- tes alternativas en un intento de cumplir los obje- tivos de lograr el control, o al menos, los mejores resultados posibles: antagonistas de los receptores de los leucotrienos, teofilina retardada o corticoi- des orales, estos siempre como último recurso, a 325Asma. Tratamiento basal. Asma de control difícil Figura 2. Clasificación del asma en función de la gravedad. Basada en las referencias 1 y 2. Medicación diaría • Corticoides inhalados - Antileucotrieno Dosis alta en 4 tomas - Teofilina retardada + β2 de acción retardada - Corticoide oral + 1 ó más (si es necesario) Rescate: β2 agonistas de acción rápida Persistente grave { • Corticoides inhalados • + Antileucotrieno Dosis medias + (descender dosis agonistas β2 de acción corticoide inhalado) retardada Rescate: β2 agonistas de acción rápida Persistente moderada • Corticoides inhalados • Antileucotrienos Dosis bajas cada 12 ó 24 horas Rescate: β2 agonistas de acción rápida Persistente leve Medicación diaria • Ninguna Rescate: β2 agonistas de acción rápida Intermitente la dosis mínima eficaz y habiéndose previamente comprobado el cumplimiento de la medicación y la técnica de inhalación. ASMA DE CONTROL DIFÍCIL Puede definirse como el asma que persiste con un nivel de control insuficiente a pesar de mante- ner tratamiento adecuado para su nivel de grave- dad12. Se desconoce con exactitud su prevalencia, citándose la cifra del 5%13, correspondiente al asma persistente grave. La Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA)2 distingue entre el asma de control difícil verdadera y falsa, que aglutina otras causas distin- tas de la enfermedad y que son las responsablesde originar la mala respuesta terapéutica. La tabla III resume los criterios diagnósticos para el asma de control difícil basados en las recomen- daciones de la Sociedad Europea14. Éste se lleva a cabo cuando se cumplen los dos criterios mayo- res, o uno mayor y dos menores. Falso asma de control difícil Constituyen el grupo más numeroso de pacien- tes y suele responder a una o varias de las siguien- tes circunstancias: 1. El diagnóstico del asma es erróneo: el cuadro clínico del asma bronquial es lo suficientemente inespecífico como para que pueda ser confun- dido con otra patología, incluso no neumoló- gica (como la disfunción ventricular izquierda). En este apartado cabe incluir a las denomina- das pseudoasmas, es decir, alteraciones de la vía aérea superior como la disfunción de cuer- das vocales, tumores, cuerpos extraños, mala- cias traqueales, etc. que cursan con obstrucción. Ante un asma de control difícil siempre debe cuestionarse el diagnóstico clínico de asma y corroborarlo mediante la demostración de la existencia de una obstrucción reversible, varia- bilidad de flujos o hiperreactividad bronquial. 2. Hay realmente un asma, pero además se dan otras circunstancias: 2.1 Otra enfermedad coexistente la agrava y ha pasado desapercibida al tener sínto- mas que total o parcialmente coinciden con los del asma, por lo que permanece sin tratamiento. A la cabeza de este apar- tado, los problemas rino-sinusales y el reflujo gastro-esofágico. Con frecuencia, el asma y la rinitis coexisten en el mismo paciente2. Datos epidemiológicos indican que entre el 30 y el 99% de los pacien- tes con asma tienen síntomas nasales y entre el 15 y 40% de los pacientes con rinitis tienen asma. Recientemente, se ha propuesto el término de enfermedad de la vía respiratoria única o síndrome de asma y rinitis alérgica combinadas, pero sin que cuente con consenso definitivo. La poliposis nasosinusal se asocia con frecuencia al asma, su incidencia oscila entre el 10-15% de los asmáticos, pero puede llagar hasta el 36-96% de los que simultáneamente presentan intolerancia a salicilatos u otros antiinflamatorios no esteroideos15.La existencia de una sinu- 326 L.M. Entrenas Costa Criterios mayores Uso de esteroides orales continuos o más de 6 meses el último año Uso de glucocorticoides inhalados a dosis altas junto con otro fármaco Criterios menores Necesidad diaria de agonista beta- 2 de acción rápida de rescate FEV1 < 80%, o variabilidad de pico de flujo > 20% Una o más visitas a urgencias el último año Tres o más ciclos de glucocorticoides orales el último año Episodio de asma de riesgo vital previo Deterioro rápido y progresivo de la función pulmonar Se diagnostica asma de control difícil cuando están presentes los dos criterios mayores o uno mayor y dos menores. Basado en las referencias 12 y 13. Tabla III. Criterios diagnósticos de asma de control difícil. sitis se asocia con aumento de los sín- tomas de asma. De hecho, hay trabajos que han detectado que en más del 80% de las agudizaciones que precisan con- sultar a urgencias existen anomalías radio- lógicas de los senos paranasales. Entre los pacientes con asma bronquial, la pre- valencia de reflujo gastro-esofágico osci- la, dependiendo de las series y del méto- do de diagnóstico entre 15 y el 72%16, condiciona un aumento de los síntomas y de la variabilidad de los flujos espira- torios así como un deterioro del control del asma. Algunos pacientes muestran una clara correlación entre la presencia de síntomas de reflujo y el empeora- miento de la enfermedad, pero no exis- te evidencia que el uso de inhibidores de la bomba de protones mejore el asma o su sintomatología17, pero algunos sub- grupos de pacientes, no identificables a priori, sí pueden mostrar beneficio al ser tratados del reflujo. En este apartado ade- más debe descartarse la existencia de bronquiectasias, ansiedad, hipertiroidis- mo, etc. 2.2 Existen factores que impiden el control: bien hay exposición continua a un alerge- no doméstico u ocupacional, bien mantie- ne tratamiento con fármacos desencade- nantes como beta-bloqueantes (incluso oculares) o ácido acetil-salicílico u otro antiinflamatorio no esteroideo. La preva- lencia del asma inducida por aspirina es variable según la serie consultada. Los valo- res más altos se dan cuando se utilizan pruebas de provocación oral para detec- tarla y puede estimarse entre el 14 y el 29% en adultos y entre el 0 y el 14% en niños. Son frecuentes los pólipos en la exploración de las fosas nasales. La intole- rancia se manifiesta por la aparición de una exacerbación del asma junto con frecuen- te rinorrea, enrojecimiento conjuntival y cutáneo en cara y cuello a los pocos minu- tos de ingerir aspirina18. El broncoespasmo así inducido suele ser grave, pudiendo acompañarse de shock, pérdida de con- ciencia e incluso parada respiratoria. La reac- ción depende no sólo de factores indivi- duales sino también del propio medica- mento (potencia anticiclo-oxigenasa) y de la dosis administrada. No existe prueba de laboratorio diagnóstica, excepto el test de provocación con aspirina oral o inhalada. El oral es peligroso, pero la provocación bronquial es menos sensible, aunque algo más segura. El desarrollo de intolerancia a la aspirina implica su permanencia de por vida, debiendo recomendarse su evitación, la de cualquier otro producto que la con- tenga, así como otros analgésicos que inhi- ban la ciclooxigenasa. Estos pacientes sue- len presentar sensibilidad cruzada con otros antiinflamatorios no esteroideos que tam- bién pueden desencadenar asma en una proporción variable de los intolerantes a la aspirina. El 98% no suele tolerar ibuprofe- no, el 100% naproxeno y el 93% diclofe- naco, mientras para el que el paracetamol sólo muestran intolerancia una baja pro- porción, en torno al 7%. 2.3 Incumple la medicación. Quizá deba ser por su frecuencia el primero en sospe- charse, pero también el más difícil de demostrar fehacientemente. Otro factor no despreciable dentro de este apartado es el mal manejo de dispositivos inhalatorios. Actitud diagnóstica Para llevar a cabo el diagnóstico de asma de control difícil, debe seguirse un protocolo reglado, pero no existe consenso internacional. La GEMA2 propone una aproximación diagnóstica y la Socie- dad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha publicado una normativa de manejo del asma de control difícil12 basada en diferentes consensos y revisiones2, 13, 14. Los autores proponen un proceso diagnóstico estructurado a lo largo de un mínimo de 3 visitas, pero que a veces debe de extenderse en el tiempo hasta confirmar el diag- nóstico (Fig. 3). 327Asma. Tratamiento basal. Asma de control difícil Primera visita • Debe realizarse de nuevo toda la historia clíni- ca, empezando por síntomas, crisis, desenca- denantes, incluyendo historial exposicional (doméstico y laboral) y comorbilidad, espe- cialmente dirigida a patología rino-sinusal y reflu- jo gastro-esofágico. • Exploraciones complementarias: - de tórax en dos proyecciones. - Curva flujo-volumen, con prueba de bron- codilatadores. Si es normal y los bronco- dilatadores son negativos, plantear provo- cación bronquial inespecífica o monitoriza- ción domiciliaria del pico de flujo. En este punto, debe plantearse descartar la exis- tencia de alguna forma de pseudoasma, especialmente si hubiera alteraciones de la rama inspiratoria de la curva flujo-volumen. • Descartar ansiedad-hiperventilación, incluso uti- lizando para ello estudio psicológico con cues- tionarios específicos. • Iniciar el proceso educativo, especialmente adiestramiento en el uso de inhaladores y deter- minación domiciliaria del pico de flujo. • Clasificar la gravedad del asma e instaurar el tra- tamiento (Fig. 2) y estimular elcumplimiento. Segunda visita (7-30 días después) Valoración de la evolución, respuesta al trata- miento, cumplimiento, registro domiciliario de pico de flujo y realización de espirometría con bronco- dilatadores. En caso de persistir con la sospecha de un verdadero asma de control difícil y no se pudie- ra demostrar que fuera uno falso, o de enferme- dades con síntomas similares, realizar: • Exploración funcional con determinación de volúmenes estáticos y difusión. • Analítica que incluya inmunoglobulinas, IgE, p- ANCA y hormonas tiroideas. • Estudio de alergenos mediante prick-test o RAST. • Tomografía axial computarizada realizada con técnica de alta resolución. • Estudio de reflujo, recurriendo incluso a pH- metría de 24 horas. • Test del sudor. • Fibrobroncoscopia. • Estudio de senos paranasales con TAC y con- sulta a otorrinolaringología si fuera preciso. • Estudio psiquiátrico. En este punto, el estudio debe comenzar por las pruebas menos agresivas, reservando las más invasivas para el caso de que, una vez recibidas las primeras, todavía permanezca sin establecerse el diagnóstico definitivo. Debe seguir manteniéndose el tratamiento ajustado al nivel de gravedad, así como la estrategia educativa. Tercera visita (1-3 meses después) Valorar la respuesta, espirometría con bronco- dilatadores y evaluación del registro domiciliario de 328 L.M. Entrenas Costa Figura 3. Algoritmo diagnóstico para el asma de control difí- cil. Modificado de la referencia 12. ¿Es asma? Si No Considerar otrosdiagnósticos ¿Sólo es asma? Si No Valorarcomorbilidades ¿Hay agravantes? Si No Criterios tabla III Tratamiento ¿Cumple el tratamiento? Si No programa educativo pico de flujo. Resultados de lo solicitado. Seguir algoritmo diagnóstico (Fig. 3) para confirmar que se trate de un verdadero asma de control difícil. PROGRAMAR TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO Tratamiento Para el escalón de asma persistente grave, las normativas sólo aspiran a conseguir los mejores resultados posibles con el mínimo de efectos secun- darios1, 2 pero en ninguna de ellas suelen figurar recomendaciones específicas para el tratamiento del grupo de pacientes con asma de control difícil. El esquema ideal debería seguir las siguien- tes recomendaciones12: 1. Intentar incentivar el cumplimiento lo máxi- mo posible. Investigar y corregir comorbilida- des, como reflujo o alteraciones rino-sinusales, o exposición a desencadenantes (domésticos o laborales). 2. Tratamiento médico según las recomendacio- nes del escalón de asma persistente grave, comenzando incluso con ciclo de esteroides orales (40 mg/día de prednisolona durante 15 días). Si al retirarlos, o durante el mismo no hay control, añadir: teofilina retardada, antagonis- ta de los receptores de los leucotrienos, anti- colinérgicos o esteroides orales. La combina- ción más eficaz es imprevisible y dependerá de cada paciente. Prever tratamiento para la osteoporosis. 3. Si no hubiera respuesta a los corticoides ora- les deben investigarse varias posibilidades: • Farmacocinética alterada: existen trastornos digestivos que condicionan una absorción incompleta, hay problemas enzimáticos que impiden el paso de prednisona a prednisolo- na (forma activa) o algún otro fármaco conco- mitante induce el citocromo P450, con lo cual, hay un metabolismo incrementado de los glu- cocorticoides. • Resistencia: en pacientes con FEV1 menor del 70% del teórico y respuesta broncodilatado- res, si tras un ciclo de 40 mg/día de predni- sona o prednisolona en dos tomas diarias y de dos semanas de duración no hay respuesta, puede duplicarse la dosis otras dos semanas. Si no existe respuesta tampoco, nos encontra- mos ante una auténtica resistencia a los glu- cocorticoides. En caso de que tras esta segun- da dosis haya sólo una respuesta parcial, nos encontramos una respuesta alterada, pero no ausente. Cualquier tipo de respuesta conlleva una bajada de la dosis hasta conseguir la míni- ma eficaz en toma única matutina, preferible- mente de prednisona. 4. No hay estudios suficientes como para reco- mendar tratamientos con intención de dismi- nuir la dosis de glucocorticoides orales (ciclos- porina, metotrexate, sales de oro, colchicina, cloroquina, dapsona,...). Una excepción puede ser el rhuMAb-E25, omalizumab, anticuerpo monoclonal humanizado con alta afinidad por la IgE libre de tal forma que actúa formando inmunocomplejos al ligar moléculas de IgE cir- culante (no actúa contra las ya alojadas en el receptor celular) de tal manera que impide su fijación a las células efectoras pero no está aún comercializado en España. 5. Planear un seguimiento estrecho, personaliza- do, con planes de actuación escritos y mane- jo práctico basado en picos de flujo o síntomas. BIBLIOGRAFÍA 1. Global Initiative for Asthma. Global Strategy for Asthma Management and Prevention NHLBI/WHO Workshop Report. 2002. http: //www.ginasthma.com. 2. Plaza Moral V, Álvarez Gutiérrez FJ, Casan Clarà P, Cobos Barroso N, López Viña A, Llauguer Rosselló MA, Quin- tano Jiménez JA. Guía Española para el manejo del Asma. Arch Bronconeumol 2003; 39 (Supl 5): 3-42. 3. Barnes PJ, Pedersen S, Busse WW. Efficacy and Safety of Inhaled Corticosteroids. New Developments. Am J Respir Crit Care Med 1998; 157: S1-S53. 4. Pawels RA, Sear MR, Campbell M, Villasante C, Huang S, Lindh A, Petermann W, Aubier W, Schwabe G, Bengts- son T. Formoterol as relief medication in asthma: a world- wide safety and effectiveness trial. Eur Respir J 2003; 22: 787-794. 5. 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