Logo Studenta

Tecnicas de Investigacion

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

••
 
"
 
Tecnicas de investigacion en sociedad, 
cultura y comunicacion 
Luis Jesus Galindo Caceres 
Coordinador 
Addison 
Wesley 
Longman 
Mexico • Argentina • Chile • Costa Rica 
Colombia • Ecuador • Espana • Estados Unidos 
Peru • Puerto Rico • Uruguay • Venezuela 
Editor responsable 
Miguel Angel Calderon Reyes 
PRIMERA EDICION, 1998 
Primera reimpresi6n, noviembre 1998 
Calle 4 N• 25-2" piso Frace. Ind. Alee Blanco, 
Naucalpan de Juarez, Edo. de Mexico, 
C.P. 53370 
CNIEM 1031 
Reservados todos los derechos. Ni Ia totalidad ni parte de esta publicaci6n pueden 
reproducirse, registrarse o transmitirse, por un sistema de recuperaci6n de infor-
maci6n, en ninguna forma, ni por nungun media, sea electr6nico, mecanico, foto-
quimico, magnetico o electro6ptico, par fotocopia, grabaci6n o cualquier otro, sin 
permiso previo por escrito del editor. 
El prestamo, alquiler o cualquier otra forma de cesi6n de uso de este ejemplar 
requerira tambien Ia autorizaci6n del editor o de sus representantes. 
ISBN 968-444-262-9 
lmpreso en Mexico. Printed In Mexico 
• ffl 
~OCA NGPN.lD. SA DE C.V 
cortN:>NO ,E2·1 
fAEXCO,.Q.: 
CP.C931D 
""' 
• 
, .. 
• 
Conte~lo 
Introduccion. La lucha de la luz y la s~Jbra 
Lu·is JesUs Galindo Caceres . . . . . . . . . . . ................ . ......... 9 
Sociedad, cultura y comunicaci6n. Un puntCJ ' partida ........... .. .... . . . 9 
Cultura de investigaci6n. (,Por que y para q u.nvcstigar? .......... . ..... .. 14 
Tecnologia, metodologfa y epistemologia . . . . . . . . . .......... ... .... 20 
Bibliograffa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............. . . . ... 25 
La metodologia de la encuesta 
Heriberto L6pez Romo .. .. .... . .. . ............ ............. 33 
Tipologia de estudios por encuesta ... .. . . ..... . ........ ...... ....... 3E 
ldenti1icaci6n del problema ..... . . . ... . . ........... .......... . ... . . 4:: 
Oiseflo y selecci6n de la muestra ... . . . . 
Diseflo y construcci6n de instrumentos . . 
Bibliograffa basica ............ . ..... . 
Grupos de discusi6n. De Ia investigaci6n social 
a Ia investigaci6n reflexiva 
. . .. . •. . ....... . .... 4E 
. . . ...... . . . . ....... 6~ 
. .... . ...... . ....... 7~ 
Bernardo Russi Alzaga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... ... . .. ... ... . . 7! 
Presentaci6n ........ ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... ......... . . . ... 7! 
Marco le6rico/metodol6gico . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .... . .. ............ 7' 
El paquete tecnico y sus posibilidades . . . . . . . . . . . . . ... . ........... . .... 9: 
Un ejemplo sobre estudios de diagn6stico pan.universidades publicas . ...... 10: 
Bibliografia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. ............ .. 11: 
Analisis del discurso 
Jul·ieta Haidar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . .... . . . .. . . . . 11 
lnt.roducci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... . . .. .. . . .. . . . .. 11 
Analisis del discmso: problematicas epistemologicas, 
te6ricas y metodol6gicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .... . . .... .... . .. 11 
Principales problematicas del analisis del discurso . . . . .. .............. . . 12 
Principales tendencias y modelos del analisis del discurso .. . ...... . ... ... . 14 
Aplicaci6n de un modelo de analisis . . . . . . . . . . . . . . . . . ... ... ........... 14 
A manera de conclusion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . .... .. ... . .. . .. l E 
Bibliograffa comentacta· . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . ... . ... ....... 1~ 
Hemerografia comentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ . . .. ............ . . .. H 
Bibliografia general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ ..... . . . ... . .... . .. . H 
6 Tecnicas de investigaciO'n en sociedad, cultura y comunicact6n 
Hacia una metodologia del discurso historico 
Alfonso Mendiola y Guillermo Zermeno ................... ....... ........ 165 
La historia en Ia modernidad . ...... · · . · .. · . .. .. ... . ................. 165 
El papel de la escritura y el problema del metodo en Ia historia ...... ...... 168 
2,Es la historia una ciencia empirica? ... . ........... ... ... . ..... ..... . 172 
El futuro como condici6n de posiblidad del conocimienlo del pasado ........ 179 
La hist.oriograffa: del siglo XIX al XX .. ... .. ........ . .. . .......... •..... 183 
El historiador como observador de segundo orden ... ...... . .......... . .. 185 
2,C6mo se produce, en la sociedad actual , el conocimiento 
regulado cientificamente del pasado? .... . ............................ 193 
Hacia una metodologia de la investigaci6n hist6rica 
sustentada en los procesos comunicativos . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . ...... 201 
Algunas consecuencias que se derivan de los argumentos anLcriores .. ... .... 203 
Bibliograffa comentada . ..... ... . · · . · .. · . . . . . . . . . . . . . . ... · . · . · .... 205 
La historia oral y de vida: del recurso tecnico 
a Ia experiencia de investigacion 
Jorge E. Aceves Lozano . . ..... · . · · . · · · · . . · .............. · · · · · · .. .. 207 
Introducci6n· ... .......... .. · · · · · · · · · · · · · . .... ........ · · · · · · · · ... 207 
La historia oral y de vida. Antecedentes Y condiciones acluales ....... ..... 209 
El camino hacia la historia oral Y de vida . . . . . . . . . . . . . . . . ...... ...... 218 
De la recopilaci6n al analisis de la fuente oral .................... .. ... . 235 
La elaboraci6n de historias de vida: w1a perspectiva ................... . . 243 
Bibliografia comentada ...... ... . · .. · . . · .... . ...... ..... . .. · · · · ... . 252 
Bibliografia general .. ... .. ... · . · · · · · · · · · · · . .. . ..... .. · . · · · · · · · .... 265 
Funcion y sentido de Ia entrevista cualitativa 
en investigacion social 
Francisco S'ierrri ........... · . · · . · · · · · · · . . ............ · · · · · · · .... 277 
Introducci6n .... ........ · . · · · · · · · · · · · · · · · · · ..... · · · · · · · · · · · · . ... 277 
Teoria y tecnica de la entrevista ..................................... 281 
Oiah~clica del habla. Bases psicol6gicas de Ia conversaci6n . ........... .... 293 
La entrevisla cualitativa ....... . .. .. . ..... ... ............ · . · ...... . 297 
Metodologia y praxis de la investigaci6n con la entrevista ......... . . . .... . 31l 
El analisis e informe final . . .... · · . · · · · · ... ......... . .... · . · · · · . . . . . 328 
Televisi6n y raz6n ilustrada. Estudio de caso de los Teality shows .... . ..... 334 
Bibliografia comentada ..... . . .. ...... · ......... . .. . .... · . · · · . . .. . . 339 
Bibliografia general . . . ... . .. · · · · · · · · · · · · · ....... . .. . .. · · - · · · · ..... 341 
Etnografia. El oficio de la mirada y el sentido 
Luis Jesus Galindo Cacer-es ..... . ... . · .... . . . .......... · . . · · ...... 347 
Presentaci6n .. . .. . ....... · · · · · · · · · · · · · · · · · · .. · . . · · · · · · · · · · · · .. ... 34 7 
Paquete r.ccnico ...... . . . .. · · · · · · · · · · · · · · ........... · . · · · · · · · ..... 352 
Contenido 
Bibiografia comentada ..... .... .... .... .... . ... . ..... .. . .... ... .. .. 3n 
Bibliografia general ........................ .... . . . ........ ... . . . . . 37~ 
An8.lisis semantico basado en imagenes: 
un enfoque etnornetodol6gico 
Reginald A. CLifford ......... . .............. .. ............... . .... 38E 
Consideraciones generales del analisis semantico basado en la imagen (ASBI) .. 38E 
La naturaleza de ASBI como una t.ecnica cualitativa 
en la tradici6n etnometodol6gica ...... ... .. ... . . . ....... . ....... . ... 38E 
La tradici6n de la etnometodologia....... . . ..... . .................... 38t 
Critica a la etnometodologia .... . ......... . .... ... . .. .... . ...... .. . . :39( 
Areas de desarrollo de la agenda etnometodol6gica ...... . ...... . .. . . . ... 39~ 
Una pauta te6rica ........... . .......... ..... .. .. . . .......... .. ... 39E 
Resumen y sugerencias . .... . . . ..... . ...................... .. ... . .. 421 
Bibliografia comentada ........ . ............... . ................... 42£ 
Bibliografia general ... . .... .. ... . ............. . .................. . 43( 
Investigaci6n acci6n participativa 
Marta Alcocer .... ... . ... ... . ... . ............ .. . ... . .. . . .. ....... 432 
Introducci6n .. . ................ . . . .... .. ...... . ........... .. ... . 442 
Diario de campo ..... .................. . ... .......... ... .. .. .. ... 442 
Bibliografia comentada . .................... ... ............. . . .. .. . 461 
Heuristica 
GuilLermo Espinosa Velasco . . . . . . . . . . . . . . . . . ....... . ...... . ...... 465 
Introducci6n . ....... . .... . ....... .. . ..... .. ........ . .. . . .. . . .. .. 465 
Marco general ............................. . ........... . . .. .. .... 466 
Paquete tecnico . ... . .......... . .. . .... ...... ... ...... . ..... . ...... 4'78 
Un caso concreto ................. . ..... . ............ . ...... .. . . .. 506 
Bibliografia basica ... .. .. . ..... .. .... . . . ...... . .. ..... ... . . . ...... 521 
Bibliograffa general . . . .... ... .. ... ... . ...... . . . ... . .. . .... . .. .. . .. 522 
Cota/Jomdores . ............... ... .... . ...... . . ... .. .. .... . ....... 525 
Introduccion 
La lucha de la luz y la sombra 
Luis Jesus Galindo Caceres 
Sociedad, cultura y comunicacion. Un punto de partida 
PoT una perspectiva te6rico-metodol6gica. Heuristica, ciencia y comunicaci6n 
0BSEHVAR AL MUNDO CONTEMPORANEO SUPONE UN esfuerzo de vision total de una am-
bicion soberbia. Tanta informacion sobre una complejidad organizada en variados 
pianos y niveles, multidimensional, polifonica y ante ella, la pretension de saber-
lo todo de alguna manera. Esta es una de las puntas del conocimiento sobre lo 
social, la que pretende estar por encima del mundo para observarlo mas alia del 
tiempo y la his to ria, del espacio y la geograffa, por fuera de Ia vida, desde un no 
Iugar que una supuesta ciencia permite, el ejercicio maximo y defmitivo de la al-
teridad, el programa de distanciarniento supremo que es coronado con el conoci-
miento de la globalidad. Mucho talento y energia se han invertido en este suspi-
ro teologico de conocer la verdad final y determinante. Y por otra parte, el dentro 
de Ia vida, la resoluci6n de lo que la percepcion puede tocar y sentir desde el 
plano inrnediato de Ia vida cotidiana. Aqui se presenta un proceso distinto al dis-
tancia.miento, casi el mimetismo, Ia busqueda de la identidad con el entorno y sus 
aristas que lastiman y pueden ser limadas o evitadas. Otro prograrna, en el que 
los mundos se multiplican, porque el prirnero es pequeii.o y cercano y permite 
distinguir otros muchos, mas alia de sus familiares fronteras. Y entre ambos pro-
gramas, una multitud de paradojas y entusiasmos, de deseos y miedos, de aspira-
ciones y frustraci6n. 
Las miradas que observan a los mw1dos contemporaneos son muy diversas, las 
formas que las agrupan son parte del ejercicio de Ia mirada que mira a las mira-
das. En este escenario las apuestas tambiE'm son variadas y urgentes. Un ramille-
te de opciones aparece ante el observador en busca de alternativas de atencion. 
Este tipo de observacion, de segm1do orden, es el campo estricto de la reflexion 
metodol6gica. Y desde ahi opera el vuelo hacia un tercero o curu:to orden, la mira-
da que mira ala mirada que mira ala mirada que mira, y un aterrizaje en el primer 
orden, la pregunta por la mirada directa y sus condiciones de operacion. Hoy en 
10 Tecnicas de investigaci6n en sociedad, cultura y comunicaci6n 
ella el campo esta abierto, las alternativas reflexivas sabre la observaci6n se confi_ 
guran y reconfl.guran, la labor constructiva sabre la mente que elabora mundos es 
el coraz6n de la acci6n te6rico-metodol6gica. Y entonces, hoy como nunca antes, 
la intenci6n que indaga se acecha a si rnisma en forma permanente, creando, ima-
ginando, ajustando, aprendiendo, volviendo a empezar. Pensar la metodologfa es 
hoy mas complejo y profunda que antes, mas diverse, intense, estetico, ludico. 
Los carninos para indagar depend en de Ia intenci6n particular del sujeto de la 
acci6n, y del contexte de referenda en que ese sujeto se inscribe consciente o in-
conscientemente, voluntaria o involuntariamente. Asi, algunos caminos se configu-
ran en un acuerdo denorninado ciencia, otros en uno llarnado arte, religi6n, magia, 
o alglin otro. Gada acuerdo tiene sus reglas del juego, su forma basica de acci6n y 
variantes cercanas y lejanas, estilos, ortodoxias y heterodoxias, comportamientos 
subordinados a las normas, y comportamientos de ruptura o herejfa. Como sea el 
caso, todos ellos suponen un principia de autoridad, una cierta ley, y un ambito 
de intersubjetividad y de puesta en escena de las normas y valores. 
Es diffcil asurnir de pronto una postura ante el campo metodol6gico de Ia in-
vestigaci6n de lo social sin el riesgo de un cierre excesivo de reflexividad. De he-
cho, eso es lo que sucede en cualquier acci6n concreta de indagaci6n. Es una regia 
que la acci6n signiflca el cierre momentaneo de informaci6n y reflcxividad que, 
de inmediato, puede abrir o cerrar posibilidades seglin el tipo de operaci6n efec-
tuada. La relaci6n entre ciencia y heuristica es una gran ayuda para configurar es-
ta situaci6n. 
La ciencia aparece en este dueto con el papel del cierre, la imagen que el Posi-
tivismo le ha ayudado a construir. Su puesta en escena es muy formal y requiere 
ser observable en todo momenta, para ser refutada y replicada. Este ejercicio es 
muy importante, permite que la reflexividad componga operaciones de alteridad 
observable, el que indaga necesita darse cuenta de lo que esta hacienda toct0 
el tiempo, lo logre o no. Esta configuraci6n conforma un edificio de nociones · 
y operaciones visibles a los ojos del investigador y de cualquier otro. De ahi Que 
todo curso de acci6n reflexive sea ajustable, mejorable, explicitable. El metoct0 
es el camino general de este movimiento, y las tecnicas son las operaciones con-
cretas en cada paso. La teorfa serfa la proveedora de las metafora.; que pern.iten 
conducir al camino y poner en forma la informacion obtenida tecnicamente. 
La heuristica es abierta, busca indagar de un modo mas libre. En cierto senti-
do es la base de Ia ciencia y su continuaci6n. Es menos evidente en todas sus ope-
raciones, respeta Ia intuici6n. Supone un ejercicio de creatividad semejante al a.rte. 
Es la que ensaya los nuevas carninos. Es una exploradora constante. Ciencia Y heu-
ristica se necesitan, una mas juridica, otra mas artistic a, y arnbas enlazadas en Ia 
interacci6n entre indagadores y procesos, entre intenciones y resultados, entre 
descubrirnientos y catalogos, inrniscuidas en Ia trama y Ia urdimbre de Ia conuru_ 
caci6n. 
IntrodtuXiOn. La lucha de la luz y Ia sombra 11 
Exploraci6n del espacio conceptual y el arbol de bUsqueda . 
. La investigacitm como proceso creativo 
El reto basico en la investigaci6n es la creatividad, la capacidad de configurar po-
sibilidades a partir de posibilidades. El pensarniento metodologico y tecnologico 
tradicional tiene mas funciones de adrninistracion y control que de movirniento y 
desarrollo de trayectorias. Bajo la forma conservadora de la investigacion, el mun-
do aparece como linico y percibible en aproxirnaciones sucesivas que acercan a su 
conocimiento total y definitivo. El arden preexiste al acto perceptivo y Ia ciencia 
lo Unico que hace es descubrirlo, explicitarlo. Todo esta configuradoen forma fija 
y estable con ciertas variantes que pueden ser previsibles bajo estrictas condicio-
nes de manipulacion e intervencion en las causas descubiertas. El punto es que 
no importa en sentido estricto que el asunto sea asf o no, lo importante son las 
consecuencias de esta vision. Si lo que aparece es percibido como estatico, sera es-
tatico en las operaciones y sentidos que se le atribuyan y con los cuales sea conce-
bido. La perspectiva perceptual configura una estructura cognitiva que construye 
lo observado seg(m sus pararnetros de observacion. De la rnisma forma, una pers-
pectiva distinta tarnbien opera sabre la percepcion y la accion en forma consisten-
te. Dime como esta configurada tu percepcion y te dire como actuas y observas. 
El peligro de la forma conservadora de investigaci6n es que inhibe ala percep-
cion de su potencial configurador creativo. Y de este modo, lo altemo no solo no 
aparece sino que es impertinente a la imaginacion. Todo el referente perceptual se 
estabiliza en patrones de memoria que fijan y reproducen fonnas de relacion men-
te-mundo. En el caso de las ciencias sociales el efecto es tremendo, la tendencia 
es a mantener ciertos patrones de configuracion y a empobrecer el cambia. 
La investigacion es un proceso de creatividad reflexivo. Es decir, al investigar 
acontece lo rnismo que en el arte o en cualqu.ier otra actividad creadora, pero con 
una ctiferencia sustantiva, el autor creador se observa con atencion durante el mo-
vimiento de su intencion a traves del espacio conceptual e irnaginario durante Ia 
accion indagadora. El investigador es un creador altarnente reflexivo, un observa-
dor que nunca pierde detalle de lo que le sucede a su interior y de lo que acon-
tece en su exterior. 
La creatividad consiste, en pocas palabras, y seglin una imagen configurada en 
la indagacion sabre el tema de la ciencia de la inteligencia artificial, en la explora-
cion de un espacio conceptual a traves de cierto arbol de busqueda. El espacio 
conceptual es el ambito de las imagenes y conceptos de la cultura que configuran 
la ecologfa de informacion y comunicacion del sujeto explorador. El investigador 
social explora en diversos ambitos del espacio conceptual posible, lo hace desde 
el mundo sernicerrado del campo academico-cientffico, y se mueve hacia Ia percep-
ci6n Y construcci6n congnitiva de mundos sociales construidos por diversos ac-
tores Y arnbitos colectivos. En este sentido, aunque su punto de partida es el 
1ta 
:,n 
es 
>ciC 
es ' 
ler 
1ver 
ue E 
je )( 
lO qt 
n lo~ 
ido • 
aprer 
nue\ 
c s 
persc 
; im 
sine 
,,0.7 l 
12 Tecnicas de investigaciOn en sociedad, cultura y comunicaci6n 
reconocimiento de los mundos percibidos como vividos, no s6lo cohstruye hip6-
tesis o metaforas lingillsticas y discursivas de la estructuraci6n de la diversidad y 
la complejidad, sino que tambien interviene en Ia configuraci6n misma de los mun-
dos asi construidos, a partir de las interacciones posibles que pueden concurrir 
en su relaci6n con la reflexividad y los procesos creativos de configuraci6n de lo 
social de los actores que observa y con los cuales se comunica. Investigar no es 
solamente corwcer desde cierta perspectiva, tam bien es lwcer en el sentido de las 
posibilidades que abre el proceso de observaci6n reflexiva que tanto el investiga-
dor como los otros actores sociales promueven en su acci6n creadora. 
La investigaci6n social es creativa en varios sentidos. Basicamente en dos. El 
investigador explora el mundo social en los mUltiples fondos de significado y con-
figuraci6n que lo conforman, y con ello sintetiza imagenes y conceptos sobre lo 
social que permiten nuevos efectos perceptuales. Ademas, y sobre todo, tiene la 
opci6n de relacionarse con los actores sociales y sus procesos de exploraci6n, 
interacci6n que permite promover actos de creaci6n colectivos en la puesta en 
escena de la comunicaci6n. Sera la situaci6n social indagadora la que impulse los 
procesos creativos grupales y, mas alla, sera la cultura el espacio conceptual ex-
plorado mediante cierto arbol de blisqueda que puede constituirse por Ia metodo-
logia y Ia tecnologia de la investigaci6n social; y sera la ecologia de las relaciones 
y percepciones percibidas mutuamente en la comunicaci6n posible, Ia que permi-
ta el movimiento creador. 
La metodologia y la tecnologia de la investigaci6n social aparecen en el curso 
apuntado como partes irnportantes del arbol de busqueda. La versatilidad dedi-
cho arboles clave en todo el asunto. Con paquetes tecnicos pobres y pobremente 
manejados, Ia exploraci6n es minima y Ia creaci6n inexistente. Con Ia metodolo-
gia pasa igual. Pro mover am bas se convierte en una priori dad urgente para Ia vida 
social. Acercarlas a los arboles de bUsqueda del sentido com(m es un reto. Confi.-
gurarlas de manera tal que incrementen posibilidades en acci6n y comunicaci6n 
al tiempo que en imaginaci6n y reflexi6n, es el sentido mismo de Ia ciencia so-
cial reflexiva. 
La creaci6n no es una parte mas del oficio de investigar en sociedad, es su sen-
tido central. La vida en sociedad supone y requiere otros elementos de control, 
pero s6lo sobrevive cuando cambia, y solo cambia cuando se crea a si misma. La 
ciencia social aparece para promover ese acto creador. 
Los niveles y dimensiones de percepci6n de lo social-humano. 
La sociedad, la cultura y la ecologia. La comunicaci6n 
La metodologia supone siempre una teorfa, una guia de imagenes y deseos de sen-
tido que ponen en forma a Ia informacion configurada en la tecnologia de paquetes 
IntroducciOn. La luch.a de La luz y La sambra 13 
tecnicos. La propuesta de relaciones entre estos componentes del proceso de in-
vestigacion social que aquf se presente, tarnbien requiere un apunte teorico que 
vincule los juicios del arden del metoda y la tecnica con imagenes del campo per-
ceptive sabre lo social. 
Ahara, el punta es presentar los rasgos generales de una apuesta teorico-meto-
dologica que permite ordenar los diversos paquetes tecnicos. Ese arden se corres-
ponde con una mirada que se descompone en tres dimensiones de organizacion de 
la informacion sabre lo social, lo que corresponde a la sociedad, a la cultura y a la 
ecologfa. Cada dimension se ordena en niveles de complejidad, los cuales son utiles 
para ubicar objetos particulares de observaci6n y configuracion reflexiva. 
La dimension de la sociedad se refiere a lo mas evidente de la composicion, lo 
que aparece a la mirada del observador que inicia una indagacion. Es el plano de 
la observaci6n de lo que se ordena segun el objeto cognitivo exploracion y/o des-
cripcion. La dimension de la cultura es lo que se encuentra mas alla de lo evi-
dente, la estructura que configura en poco a la diversidad y heterogeneidad de lo 
social. La dimension de la ecologia es lo mas am plio de toda la observacion reflexi-
va, lo que perrnite relacionar lo social-cultural con lo no social ni cultural, lo que 
marca los arnbitos generales de configuracion de la escena humana, lo que marca 
los limites de lo hurnano y lo no humano. Las tres dimensiones se componen de 
niveles de abstraccion y de complejidad en la configuracion y la trayectoria. 
La dimension de la sociedad supone la extension fenomenologica, una super-
fide de informacion que se corresponde en forma isomorfica con el plano de 
referenda en observacion. Par tal motivo, supone una metodologia que permita 
desplazarse a la observacion en el tiempo y el espacio sociales con la mayor ve-
locidad, como en el caso de la encuesta estadfstica, o con la mayor precision y de-
talle, como en el caso de la etnografia. La imagen es la siguiente, un investigador 
inicia su observacion desde un lugar y un tiempo, requiere moverse fisicarnente pa-
ra observar y registrar par sf mismo el espacio-tiempo sociales, o necesita medias 
instrumentales quele perrnitan obtener observaciones semejantes con la misma 
eficiencia. 0 requiere conocer lo que sucede sirnultaneamente, lo cualle es impo-
sible mediante sus propios ojos sin ningun media tecnico extra. Esta dimension 
fenomenologica es la que se cubre con los paquetes tecnicos de superficie. 
El investigador no solo requiere conocer lo que pasa, aunque ese es siempre su 
punto de partida. En cuanto obtiene un registro en superficie inicia la organizacion 
de informacion que le perrnitira hacer conjeturas sabre par que aparece asi y no 
asado lo registrado. Esta es la dimension en la cultura. El supuesto es que hay for-
mas, en un nivel de patron, que cubren una extension de fenomenos que permite 
separar lo estructural de lo estrictamente fenomenico. El investigador busca en ten-
der lo que sustenta, lo que aparece, lo que organiza y compone lo diverso y Unico 
en ciertas formas generales. Esto implica paquetes tecnicos que ordenan la infor-
macion fenomenica de forma tal que se jerarquiza e inducen imagenes de orden. 
~n 
e 
d{ 
s 
n r 
~ I 
q 
na 
5tr< 
es 
Sto 
lica 
test 
~) . I 
en 
10 a 
elo 
· dat, 
lrogl 
1ia q1 
, a ~ 
lVid; 
n de 
H Tecnicas de investigaci6n en sociedad, cultura y camunicaci6n 
La cibernetica de segundo orden pro pone que en el primer nivel de cornpleji-
dad, el que cor responde a la sociedad, tenemos relaciones de contigilidad, basicas, 
de presencia. En el segundo nivel configuramos relacion de relaciones, algo asi 
como un arbol que de las ramas fundamentales y de sosten estructural. Hay un 
tercer nivel, es lo contrario al primero, no es superficial, no es fenomenologico . 
evidente no se configura en extension. El tercer nivelllega al tronco del arbol identific~ el c~ntro organizador de lo diverso, Y ademas lo relaciona con otros ar~ 
boles y el contexto del bosque y la region, hasta llegar al posible cosmos asi con-
figurado. Esta es la dimension de la ecologia, lamas arnbiciosa y hermosa del plan, 
la que pennite configurar redes de relacion de relaciones. La complejidad es enor-
me, incluso mayor en nlirnero que la extension uniforme y finita del primer nivel. 
Esta dimension supone paquetes tecnicos de una gran sofisticaci6n, por las relacio-
nes multiples y simultaneas que proponen para rnirar la diversidad organizada. 
Algo asi como la teorfa del caos. 
En ciencias sociales tenemos el primero Y segundo nivel con cierta claridad el 
tercero es alin un nivel posible. Esto en tanto aparece un observador que se exte-
rioriz.a a lo que acontece y observa ala distancia y concluye en hipotesis. En cuan-
to el observador se rnueve en el interior de la trama socialla situaci6n es otra y 
aparece el tercer nivel en toda su magnitud. Es la trama misma de las observacio-
nes interactuando la que configura la ecologia social. Una ecologia baja en observa-
cion reflexiva o en interacci6n perceptual se configura rnejor desde afuera, el caso 
contrario impide su manipulaci6n desde el exterior y solo el movirniento social 
rnismo produce el proceso de tercer nivel. Como podra observarse aqui parecen 
dos puntos de vista no del todo reconciliables, uno apunta hacia la division social 
entre los que reflexionan y los que no, el otro promueve la reflexi6n particular y 
general de todos los integrantes de la ecologia social. 
Cultura de investigacion. l,Por que y para que investigar? 
De la sociedad de informacion a la sociedad de comunicaci6n. 
La sociedad cerrada que se abre 
La investigacion depende del tipo de sociedad donde se realiza, de la cultura y de 
la ecologia espedficas. Decir algo asi no tiene gran problema, el punto es desplegar 
la argumentacion sobre esas dimensiones en relacion a la actividad reflexiva de 
segundo nivel. No sera lo misrno vivir la experiencia reflexiva en un medio que no 
promueve las preguntas, que incluso las inhibe o rep rime, a vi vir en una ecologia 
donde la vivencia estetica es el corazon de las relaciones hurnanas, donde abrir la 
percepci6n y enriquecer la conciencia son actividades centrales e indispensables. 
Lo esencial puede expresarse en el orden de prioridades, la coartada es que nun-
Introducci6n. La l'Ucha de la luz y !a s0?7'.hra I 5 
ca habra tiempo para lo secundario, y que lo primario siempre sera mas impor-
tante. Tarnbien puede expresarse en relacion a determinismos fatales ante los cua-
les nada se puede ni debe intentar. El asunto es que todo queda en el ambito de 
lo relative cuando se mira Ia diversidad humana en lo social, lo cultural y lo ecolo-
gico, y aparece Ia imagen de lo posible como horizonte de lo realizable. No hay 
forma humana· definitiva, todo puede cambiar, cualquier forma puede ser modi-
ficada a voluntad. 
De acuerdo a Ia tipologia social en cuatro tipos, comunidad de informacion, so-
ciedad de informacion, sociedad de comunicacion y comunidad de comunicacion, 
la sociedad mexicana como parte de un movimiento global transita del segundo al 
tercero en forma compleja y particular. Es irnportante caracterizar en breve este 
proceso para ubicar a Ia investigacion en su devenir. Asf pues, un marco sociohis-
torico viene bien. 
La sociedad de informacion es la forma cerrada de lo social. Se configura en el 
agrupamiento de conglomerados humanos en lugares acotados y ordenados, las 
ciudades, jerarquizados y controlados por lo mas alto de la jerarqufa. Sociedades 
con centro que gobiemala periferia, donde los pocos taman decisiones por los mu-
chos. Forma social donde las mayorias delegan autoridad en una minoria. Forma 
social que cruza casi la totalidad de Ia historia humana en teocracias, monarquias, 
imperios, dictaduras, y casi todas las macroformas de organizacion colectiva, inclu-
yendo las democracias occidentales actuales. La sociedad de informacion tiene una 
caracterfstica clave, unos manejan Ia informacion sobre el todo, son los Unicos que 
pueden actuar sobre el todo, y por tanto necesitan medios que les aseguren el con-
trol, el principal es Ia informacion sobre una rnasa previsible y manipulable. 
Las sociedades contemporaneas son de este tipo, durante el siglo xx se han de-
sarrollado tecnologias y saberes diversos que promueven e! que esa parte que de-
cide tenga la mayor y rnejor informacion para decidir y actuar seglli1 sus intereses. 
En tanto, las rnayorias consumen y obedecen, cumplen el guion dictado por sus eli-
tes conductoras. Las f01mas de este tipo social no estan agotadas, el futuro tiene 
un Iugar a(m para Ia sociedad de informacion. 
Lo irnportante es que Ia investigaci6n social emerge en (>1 momenta en que 
mayor necesidad hay de un control rapido y eficaz de una masa que siendo ho-
mogenea desde cierto punta de vista, en general, tiene diwrsos grados de hete-
rogeneidad. El rnercado es el gran nicho ecol6gico de est.e nue vo escenario. La 
investigaci6n es indispensable para que unos sepan de todo:<, ~; esus loclos puc-
dan ser dirigidos en sus comportarnientos por esos unos. Es0 es el iugc! general 
de la investigaci6n en nuestro media. 
Frente a este escenario aparece el proyecto de Ia modernidad l)CcidP; ·z<:! . la so-
ciedad de comunicaci6n, la sociedad abierta, la compuesta por ciudad,:rlr.·:: !ibres 
y participativos, Ia de individuos criticos y reflexives. La paradoja es r;_ue enton-
ces nace Ia ciencia social, pero no para promover Ia sociedad de comUllic<d6n 
!r 
e 
d 
s 
'1 
na 
'• 
str1 
es 
Sto 
1licc 
1es 
4) , 
en 
no< 
le lo 
~ dal 
prog 
~ia q 
) a : 
- ... :..., 
16 Tccnicas de investigaci6n en sociedad, ctt.ltuTa y cmnunicaci6n 
solamente, sino para ser instrumentada para la sociedad de informacion. La de-
mocracia es la cualidad central de este tipo social, para su movimiento requiere del 
dialogo de los iguales, del acuerdo entre los distintos pero tolerantes para un go-
bierno mas horizontal. El asunto llevapoco mas de dos siglos y alin batalla por 
abrirse paso en la forma dorninante. 
La sociedad de comunicacion supone un manejo de informacion distinto, pone 
enfasis en la relacion mas que en el contenido. No importa tanto lo que sabemos 
de los otros y lo que podemos hacer sabre los demas con ese saber, lo importante 
es el acuerdo de dialogo y concertaci6n con los demas sabre lo que a todos compe-
te, poniendo enjuego todo el saber posible para un mejor dialogo y una mayor de-
cision concertada y ejecutada. La investigacion en este tipo social se separa del 
anterior sustantivamente, ya noes el control y la dorninacion lo importante, lo ba-
sico es el autocontrol y la comunicacion. Una investigacion social donde las formas 
del dialogo, del escuchar, sean el centro del trabajo reflexive aun es escasa, casi 
inexistente, pero existen iniciativas emergentes en ese sentido. 
La situacion actual en Mexico es consistente con los dos escenarios presenta-
dos, la sociedad de informacion es la dominante, lade comunicacion es emergente. 
La investigacion toma alglin lugar en esta bifurcacion, por una parte mantener la 
situacion ecologica general, por otra parte prom over la democracia y la reflexividad 
como formas elementales de convivencia. 
De la cultura de informacion a la cultura de comunicaci6n. 
Dominaci6n jrente a comunicaci6n y democracia 
Los grandes tipos sociales configuran los marcos ecologicos generales de la vida 
social y cotidiana. Para llegar ala observacion de las situaciones particulares que 
la conforman se requiere de otra mediacion perceptual que permita identificar las 
estructuras que ponen en forma las energias que llevan a constituir una u otra for-
ma general eco16gica. Esa mediacion se configura en las irnagenes de cultura de 
informacion y cultura de comunicacion. 
La cultura de informacion representa las tendencias en el comportamiento a la 
busqueda, manejo y distincion de la informacion pertinente para la accion. To do 
actor social requiere de cierta cultura de informacion para relacionarse con los 
demas, para vivir en sociedad. Esta cultura sera la adecuada cuando el ajuste si-
tuacional entre la accion y el objeto de la accion se verifiquen con consistencia. 
Para comer se requiere cierta informacion, si la gente cumple con el objetivo es que 
tuvo la informacion pertinente a tiempo. En general nuestra cultura de informacion 
es la suficiente para sobrevivir y sobrellevar el curso de vida en el cual nos move-
mos. El punta es que dicho curso puede ser reconocido si aparece cierta informa-
Jntroducci6n. La luch.a de La lU2 y la sombra 1 7 
cion, o si el sujeto la busca. Las situaciones cambian si la informacion sobre ellas 
se configura en forma distinta. 
Por otra parte, la cultura de informacion adquiere su verdadera profundidad 
cuando se la observa en sectores sociales distintos y en forma comparativa. Ahi 
se perciben cliferencias que estan lejos de ser casuales o circunsta.nciales, mas bien 
son consistentes con la ecologia social general. Asf, unos sectores manejan solo 
cierto tipo de informacion sabre ciertos ambitos de la organizacion social, y otros 
tienen un espectro mas am plio. Esto permite que unos puedan percibir y decidir 
mas alla de lo evidente, y otros no. Su cultura de informacion es distinta, su con-
figuracion y complejidad es diferente, el efecto de sus saberes sobre la vida social 
es desproporcionado. 
La investigacion social forma parte de las formas de la cultura de informacion. 
El saber sabre lo social se distribuye entre la poblacion de manera disirnetrica, a 
algunos les llega mas informacion y a otros menos, por otra parte, unos buscan y 
necesitan mas informacion que otros. La situacion no es objeto de accion de Ia 
investigacion tradicional, pero la investigacion reflexiva de segundo arden intenta 
promover en los actores sociales una mayor cultura de informacion, una mas in-
tensa, superior y, sobre todo, una mejor distribuci6n de los saberes estrategicos. 
El derecho a la informacion es parte de la investigacion reflex.iva, no es asunto 
pertinente en la investigacion tradicional. 
El asunto se pone mas interesante con la cultura de comunicaci6n. La sociedad 
de informacion tiene una muy baja cultura de comunicacion, le in teresa mas el flu-
jo de datos en ciertas direcciones, que constituir formas sociales de encuentro y 
dia.Iogo. La razon es simple, una organizaci6n con trazos verticales no incluye a los 
horizontales mas que en un orden secw1dario y subordinado, como en el caso de 
las democracias actuales. 
En la sociedad de comunicacion se invierte el orden de subordinacion priori-
taria y prirnaria, la informacion depende de Ia comunicacion. La informacion si-
gue teniendo una importancia clave, pero es estructuralmente mas relevante lo que 
hacen con ella en interaccion dialogica los actores. Es decir, el flujo de informacion 
no se mueve en una direcci6n predominante, se reconstituye en cada nodo interac-
tive. Esto supone una organizacion mas compleja, asi como un gasto de energia 
mas alto en la interacci6n. De Ia misma manera, conlleva ciertos elementos de 
transformaci6n en toda la vida social, en sus valores y objetos prioritarios. 
La investigaci6n social se modifica sustancialmente con -el aumento en la cul-
tura de comunicaci6n, yen transite a una sociedad de comunicaci6n. Indagar sigue 
siendo un oficio relevante, pero su ubicacion en la organizaci6n no esta solo cerca 
del centro de control, se distribuye en el todo social que ahara tiende a multipli-
car los centros de autocontrol, y a necesitar mas los nodos interactivos para He-
gar a acuerdos o solo para participar colectivamente de la reflexividad de cada 
cier 
~ue 
) d· 
1ras 
un 
de 
)S ( 
·ion a 
es, 
Jestr 
;ajes 
........ 
l Stc 
aplic: 
naes 
0 4) , 
~T er 
1ano 
l de lc 
de da 
11 pro~ 
ogia ( 
ivo a 
~ Ia vi< 
18 TrJcnicas de investigaci6n en sociedad, cultum y cmnunicaci6n 
Iugar que se auto-organiza. La configuracion de la observacion reflexiva se torna 
horizontal y con ello las reglas del juego cambian drasticamente. 
En Mexico la cultura de informacion es baja, s6lo se tiene Ia necesaria para irla 
llevando, el patron de busqueda ode exploracion es casi inexistente como norma 
general. En contraste, ciertos sectores minoritarios aprenden con cierto desorden 
a maneja.r mas y mejor informacion. Sin embargo, incluso estos sectores desper-
dician energia e informacion y taman decisiones sin informacion suficiente y ade-
cuada. El panorama en la investigacion es patetico, solo unos pocos lugares Ia 
emplean para potenciarse como tomadores de decisiones. La imagen general es Ia 
de una sociedad dependiente e inmovilizada. 
En el caso de Ia cultura de informacion el asunto es peor. Hay un dictador en 
potencia en cada individuo, un pequeno tirana en cada Iugar de autoridad. El dia-
logo es una ausencia constante . Y aun asi , hay un movimiento que busca r~des 
horizontales de relacion y organizacion. Este movimiento inicia la cultura de in-
vestigaci6n como una actividad colectiva, reflexiva y dial6gica. 
De la. cultura de ·investigaci6n 
Este es un nuevo punta de partida, la pregunta por la situacion de Ia cultura de 
investigaci6n contemponinea, en particular en el medio mexicano. La escena es 
casi de risa. Por una parte, las vidas particulares de millones de personas navegan 
sin ningun vinculo con la formalidad academica y con una creciente dependencia 
de los resultados de la investigacion fuera de nuestras fronteras ; lo que se obser-
va sobre todo en la tecnologia de uso domestico. Este es el grado cero de Ia si-
tuacion, pero hay mas. 
Una segunda escena la componen los investigadores academicos del pais, aisla-
dos casi por completo del movimiento social en cualquiera de sus manifestaciones, 
produciendo para una institucionalidad que les cambiasus esfuerzos por premios, 
algunos reconocimientos y una minima garantia de carrera profesional dentro de 
unas reglas del j uego que tienden a formalizarse para hacer mas seria la cosa en un 
sentido oficial. 
Una tercera escena puede ser la compuesta por los ejecutivos de investigaci6n 
de las compaiiias especializadas, en el sector privado, y sus pares dentro de la ca-
rrera burocratico-politica, en elllamado sector publico. Ahi se hace lo que man-
dan los jefes, para obtener algw1a ganancia economica o politica, el investigador 
cumple con solo acatar las 6rdenes que se le dan. ---
Existen otras escenas y mas cuadros que cruzan actores, guionistas y directo-
res dramaticos. Un comentario posible del resultado seria lo contenido en califi-
cativos como dependencia, control, indiferencia. La cultura de investigacion es 
una forma social subordinada a otros ordenes de con.figuracion social, una forma 
Introducci6n. La lucha de la luz y Ia sombra 19 
secundaria que no parece util, que no se entiende, que no tiene valor pragmati-
co evidente y que se manipula a cada paso, se ignora o sirnplemente permanece 
aislada. 
El aspecto mas interior de la cultura de investigacion tambien es preocupante. 
Si, por una parte, la investigacion conforma una pequefia aldea en el universe so-
cial, con relaciones de alta subordinacion, discrirninacion y falta de comprension, 
por otra, lo que sucede dentro de la aldea esta sobredeterminado por las condi-
ciones exteriores. Siempre con excepciones y con una apariencia de trabajo orde-
nado y sistematico, lo que sucede en la investigacion academica, y en la otra, se 
parece mucho mas a un proceso solo administrative y de movilidad burocratica 
que a un ejercicio creativo de exploracion y sensibilidad estetica. 
El pun to culminante de esta pequefia resefia toma tierra con la parte medular 
del proceso investigative, la metodologfa y la tecnologfa. Para empezar, todo lo que 
sucede en el pais se mueve bajo los parametres y normas de control de calidad 
de una legislacion exterior. Las miradas siempre se dirigen hacia afuera cuando de 
metoda y tecnica se tiene que hablar. Por otra parte, el ensayo de estos medias 
es siempre solo una m1nima parte de lo que podria ser. La exploracion metodo-
logica y tecnologica es minima, se tiende a operar con lo mismo, de la misma 
man era, y cuando mas abierto aparenta ser el ejercicio forma parte de una moda, 
de algo que no se profundizara y sera abandonado al poco tiempo. 
En esta dimension, la cultura de investigaci6n muestra su rostra mas descarna-
do, si en lo propio, su mundo interior, su espacio cultural especffico, no hay aper-
tura ni exploraci6n, que se puede esperar de la investigaci6n en su convocatoria 
hacia el res to de la sociedad en el sentido de la creatividad y la promocion de una 
cultura de informacion y de comunicaci6n mas intensas. La investigaci6n se sepa-
ra de la politica, la investigacion social con mayor raz6n, pero la politica interna, 
la elemental, lade lo cotidiano del investigador, esa es la menos retlexionada, la me-
nos observada, la mas ciega, la mas inmovilizadora y corrupta. 
Hay una dimension mas, de singular configuraci6n, la que se refiere ala pers-
pectiva general sobre el investigar y sus fundamentos y proyecciones. El siglo XIX 
fue muy rico en propuestas y polemicas en este sentido, siempre europeo, parti-
cipando de la hegemonia mundial del sistema de vida social europeo: El don mas 
reconocido de ese siglo, hacia finales del presente, es la acufiaci6n positiva de la 
noci6n de ciencia. Esa forma del conocimiento que sustituirfa al dogma religiose, 
seglin declara la leyenda, y que permitiria dar su lugar al proyecto de humanidad 
que promovi6 el espfritu romantico hasta el desastre de las dos guerras mundia-
les del siglo x..x, seglin continua diciendo la leyenda. Pero este sentido de ciencia, 
basado en la verdad, en la objetividad, en la pureza de la intencion indagadora, 
se evapor6 en el transite del antiguo regimen al mundo de la postguerra. Desde 
la filosoffa, el pensamiento reflexive de la ffsica y las matematicas, todo cambio, el 
observador constituye la calidad de lo observado, le confiere existencia, solo la 
entE 
1e c 
de 
15 ( 
n rE 
e h 
; q 
ma 
s, 
!str 
tjes 
Stt 
plic 
1ae 
4) 
r e 
inc 
de 
le < 
, pr 
•gi 
0 
·~ 
20 Tecnicas de investigaci6n en sociedad, cultura y comunicaci6n 
critica y Ia imaginacion pueden hacer consistente el oficio de la ciencia. La verdad 
no existe, solo existe Ia percepci6n y sus juegos cognitivos; la objetividad es solo 
un momenta de Ia reflexividad que es un movimiento constante de Ia observacion, 
en el mundo social los objetos de observaci6n no son rnudos, tambien reflexionan 
y hablan, el dominic de la ciencia positiva se transforma en Ia interacci6n demo-
cratica de la comunicaci6n. El tiempo paso, el mundo carnbi6, la ciencia es otra. 
El panorama actual es de una riqueza impresionante, la libertad vuelve ate-
ner un Iugar, pero no es una obligaci6n social, es una condici6n del juego, de Ia 
critica, de Ia creaci6n, de Ia irnaginacion, del dialogo, del crecimiento de Ia men-
te ecologica en cada uno de sus componentes holonornicos. La cultura de inves-
tigaci6n es de todos o es una fachada sospechosa. 
Tecnologia, metodologia y epistemologia 
Los niveles de relaci6n entre sujeto de conocimiento e interacci6n 
Aquila pregunta es casi pedag6gica, (,quien conoce y que sucede entonces? Tarn-
bien es un punto de partida cartesiano, el que se da cuenta que conoce se interro-
ga sabre los sucedido. Pero no es solo eso, el proceso de conocimiento va mas alia, 
desborda pronto el continente del individuo e interconecta redes, formas plasma-
ticas de percepci6n y entendirniento. No hay interior sin exterior, no hay exterior 
sin interior, las pregw1tas necesitan ser mas audaces, el conocimiento no es solo 
la relacion de interiorizaci6n de un objeto por un sujeto, las categorfas ahora son 
otras, Ia resonancia m6rfica, Ia comunidad hoTografica, el nuevo pensamiento pre-
tende ver mas alia. de lo evidente con imaginaci6n y valentfa. 
La his to ria de Ia ciencia y Ia filosofia de la ciencia estan en una revolucion des-
de la ernergencia de Ia perspectiva cognitiva y las formas criticas de Ia ciberneti-
ca de segundo orden. Nada volveni a ser lo rnismo, todo el pensamiento esta en 
revision, lo que se veia como Iugar comdn hace una o dos decadas tiene nuevas 
facetas y percepciones posibles. El futuro vuelve a existir como una forma de Ia 
creaci6n, el pasado t.ambien tienen el mismo status. EI sentido puede ser configu-
rado de diversas formas sin el ahogo de Ia incertidumbre o Ia confusion. No mas 
verdad, solo posibilidades, desde Ia teorfa y el mundo practice. 
Un movirniento tal afecta Ia reflexi6n metodol6gica y tecnol6gica de Ia inves-
tigacion en forma intensa y devastadora, aunque no al mismo tiempo yen impac-
tos sernejantes a todas las areas. En el caso de Ia investigaci6n social el fen6meno 
podria decirse que recien inicia, aunque esta configurado desde el inicio del pen-
samiento sociol6gico, en aquellos tiempos decimon6nicos del enfrentamiento de 
Ia sociologia y el socialismo. Hay formas que tardan mucho tiernpo en adquirir su 
Introducc·i6n. La lucha de la luz y la sombra 21 
evidenLe profundidad, quizas un siglo sea alin poco tiempo para lo que viene, y 
lo parad6jico es que el programa estaba bosquejado casi desde el principia. 
En el principia fue el positivismo, con su certidumbre de que el mundo puede 
ser conocido, que es Unico como unico es el conocimiento sabre el. Las ciencias 
naturales avanzaron con velocidad en la mostraci6n pragmatica de que la confi-
guraci6n de Ia naturaleza posefa regularidades que era pertinente explicitar. Ese 
fu e el modelo, las ciencias sociales tambien se dedicaron a ensayar proposicionesde leyl'S generales sabre el comportamiento social. El esquema suponia una sepa-
raci•)tt l.<ljante entre el observador y lo observado, requeria de esa distancia para 
afirrnar que un sujeto estaba conociendo a un objeto, y que el Unico que tenia cua-
lida< les de reconfiguraci6n reflexivas era el sujeto. En el caso de las ciencias fisi-
cas y llat.urales Ia imagen tuvo cierta utilidad, la superioridad de lo humano estaba 
fuera de toda duda, pero en el caso de lo socialla propuesta estuvo envuelta en la 
polcmica desde el principia. 
Si bien a cietta men tali dad le venia jus to el observar a lo social como un mun-
cto-objeto que se diseccionaba con pulcritud y sistema, a otras mentalidades les 
parccio inconveniente, los actores sociales tarnbien signi.fican, hablan, son reflexi-
vos Y no cabett en la misma categorfa del afan clasificador sobre rocas y pajaros. 
En este conflicto de visiones se configura lo que hoy conocemos como el pensa-
miento hermeneutico, el que interpreta, el que se mueve en significados no en 
datos, el abierto E~n forma permanente frente al cerrado positivo. Pero habfa mas. 
Este aparentemente irreconciliable enfrentamiento tenia en com(m un ele-
mcnr.o, al sujeto de conocirniento. Se partfa de la experiencia directa y obvia de la 
vivencia individual del conocimiento. Tanto los positivistas como los hurnanistas 
hermeneuticos ubicaban la sede del conoci..miento en la mente individual, la dife-
rencia era que unos concedfan mayor subjetividad a los actores sociales que los 
otros. De cualquier manera, el camino al reconocimiento de la reflexividad como 
cualidad humana y social generalizada y promovible estaba abierto. 
Seria hasta la emergencia del pensarniento cibernetico cuando parte de la 
discusi6n se aclara en un tercer escenario, o segundo, segful se vea. Los actores 
sociales pueden ser observados como objetos-cosas, y de esa observaci6n obtener 
cierto resultado que permita actuar sobre ellos considenindolos objetos-cosas 
manipulables , y tener exito en la empresa. Tarnbien pueden ser observados co-
mo subjetividades que taman decisiones y tienen capacidad de reflexionar sabre 
su situaci6n, lo que los configura como seres mas lib res y aut6nomos de la volun-
tad de dominaci6n. Esto convierte al pensarniento social en un juego de ajedrez 
donde se trata de prever el movimiento reflexivo del otro. Pero sucede que tanto 
el aparente observador solitario como los observados reflexivos, pueden observar-
se observando, y comunicarse en dicha situaci6n reflexiva de segundo orden. Es-
to mueve a las ciencias sociales hacia otra parte, integrando las fases anteriores 
icientE 
que c 
•s de 
:>ras c 
r un n 
de lc 
OS q 
tiona I 
·es, 
Jestr; 
;ajes 
········ ~ St< 
tplic 
1ae: 
, 4). 
.T e 
anc 
de 
ec 
pr 
gi; 
0 
Ia 
>n 
22 Tecnicas de investigaci6n en sociedad, cultura y comunicaci6n 
como de menor complejidad, y proyectandose hacia una configuraci6n de redes 
de interaccion que se hacen y rehacen segun los efectos en la acci6n de los con-
tactos comunicativos reflexivos: 
En este plano no hay dominacion absoluta posible, lo que se abre es el horizon-
te de la autopoiesis social, una sociedad reflexiva que se auto-organiza sin centro 
ni control absoluto. 
La teoria, la metodologia y la acci6n tecnica concreta en investigaci6n. 
La busqueda del sentido rejlexivo organizado 
La configuracion sobre la investigacion social que abre la cibernetica de segundo 
orden compromete a un ejercicio mas atento del proceso y de las operaciones con-
cretas, al tiempo que exige un esfuerzo extra de vision mas alia del proceso y de 
las acciones particulares. En este nuevo nicho, las relaciones entre teorfa, rneto-
dologfa y operaci6n tecnica se recon.figuran con mayor claridad. Esto sucede 
porque el ejercicio reflexivo es mas intenso, y se requiere de la auto-observacion 
constante. Lo que pasa con todo esto es que cada proceso concreto es Unico, ali-
rnentado por las experiencias previas, y alirnentador de las futuras. Es decir, esta-
mos ante una forma de trabajo que se auto-organiza en la interaccion entre la 
pnictica y Ia prevision teorico-metodologica, ademas de Ia relacion con los otros. 
La investigacion toma asf la forma de un proceso en movimiento constante, en cier-
to sentido hay un principio, pero despues s6lo aparece el movirniento y sus resulta-
dos parciales. El investigador es un viajero de la creaci6n y la exploraci6n, cambia 
a cada paso, aprende, se modifica a sf mismo por la auto-observaci6n reflexiva, no 
repite una operaci6n de la rnisma manera, es parte de la propia trayectoria auto-
organizadora de lo social. La interacci6n de el con el mismo y de el con los demas, 
lo agrega al movirniento social, la investigaci6n social pasa a formar parte del mo-
vimiento social mismo en su proceso de auto-organizacion. 
At1n asi, todo tiene un principio, un punto de partida. Para este caso es nece-
saria una imagen de un esquema de propaganda de los elementos basicos de la 
configuracion dinam.ica mostrada. Estos elementos son las imagenes parciales 
de la tecnologfa, la metodologfa y la epistemologfa de la investigacion social. 
La tecnologfa configura los paquetes tecnicos con los cuales el investigador 
opera en Ia relacion de su mente con el mundo explorado y construido. Estas ope-
raciones pueden ser de diversos tipos, su oferta es variada y at1n espera un ejer-
cicio de orden y catalogacion analitico-reflexiva. Este catalogo serfa solo un pun to 
de inicio, pues de inrnediato aparece la labor concreta de investigaci6n que combi-
na y a justa Ia oferta a las necesidades de indagaci6n. Sea el caso que sea, por tec-
nologfa estamos entendiendo lo mas concreto de la operaci6n de investigaci6n, el 
c6mo de la acci6n indagadora. 
Jntrod:ucci6n. La lucha de la luz y Ia sambra 23 
En la tecnologfa se incluye todo tipo de operacion, desde lamas elemental 
hasta la mas sofisticada. Para darnos una idea de lo que se trata irnaginemos la 
descripcion detallada de todo acontecirniento relacionado con la tarea de investi-
gar. En algo asf como una etnografia de la investigacion aparecerfa una enorme 
cantidad de acciones concretas de distintos investigadores. El segundo paso seria 
ordenar en paquetes lo que en cada caso se opero. El procedirniento seguirfa en 
esa linea hasta obtener formas estables construidas a posteriori sobre como tra-
bajan la investigacion un grupo o comunidad de investigadores. En el a priori 
posterior, un aprendiz de investigacion tendrfa ante sf un menu de esas formas 
para escoger y configurar Ia propia y adecuada al proyecto que quisiera iniciar. 
La tecnologfa de investigaci6n esta asociada entonces a la accion y, por Io 
tanto, es la investigacion en si, nada de especulaciones o deseos, nada de supues-
tos y propuestas, solo la accion concreta. Como podnl.n irnaginarse los lectores, 
en ocasiones hay una gran distancia entre lo que se supone pretende el investi-
gador y lo que concretamente hace. De ahf que las decisiones sobre la acci6n 
sean las basicas, ahi se cocina todo, ahi se verifica, no hay coartada ni disculpa, 
solo accion. 
El asnnto de la metodologfa es de un arden logico diferente, responde ala pre-
gunta de por que se hacen las casas asi y no de otra manera. Se entiende que aqui 
se configura la gufa de operaciones, muchas de las cuales pueden intercambiarse 
sin modificar sustantivamente el resultado, tal vez solo un poco. El punto es que 
aqui es donde opera el estratega, el visionario de la investigacion a corto plazo, por 
el tiempo que dura un proyecto particular. 
La metodologfa decide el camino general donde las operaciones concretas re-
presentan los pasos particulares. Cuando los pasos se van agrupando en sendas 
parciales hay un punto donde se integran con la estrategia general; Ia decision so-
bre los paquetes tecnicos es la base de Iaaccion estrategica, existen decisiones 
por encirna de ella, y hacia el interior de los paquetes. Todo este juego de decisio-
nes puede denominarse como metodologico pues esta en referenda ala to tali dad 
del camino por recorrer, aunque solo se refiera a una parte de ei. 
La epistemologfa se ordena en una dimension superior ala metodologfa, pero 
intirnamente relacionada con ella y con la tecnologfa. Ahf se define el para que y 
para quien se hace lo que se hace. En este punto la investigacion se mueve de su 
foco logico interior y desplaza su atencion hacia el mundo social donde actua. 
Para muchos este punto es irrelevante, asunto de la politica, fuera del oficio ele-
mental de investigacion. Como sea que fuere esta ahf y afecta, asumiendolo 0 no. 
Es irnportante percibir en forma integrada las tres dimensiones, la operacion 
concreta no esta separada de la logica estrategica general, ni de Ia interaccion 
que promueve con el mundo social. Es mas, la nueva investigacion social supone 
la relacion de los tres configuradores cuando defme ala interaccion social retle-
xiva como el escenario y el objeto de la accion de investigacion. 
24 Tecnicas de ·investigaci6u ('·n soc·iedad, cultum .1J I:Oifl1tnicaci6n 
Los paquetes tecnicos. Operaci6n concreta y mundo asociado 
y sutumdo perceptualmente poT ella 
Todo parte de la accion y se ve afectado por ella. La decision sobre Ia seleccion 
de los paquetes tecnicos pertinentes para una investigaci6n determina la configu-
raci6n de todo el proceso. Y siendo esta una operacion del orden metodol6gico, 
supone un conocimiento de los caminos posibles a seguir ante un asunto por ex-
plorar. Este conocimiento implica una minima experiencia con el transitar por dis-
tintos cam..inos, una vivencia de lo que sucede cuando se camina por una senda o 
ror otra. Esta es una condici611 que muy pocas veces se cumple, Ia tendencia es 
rmis bien Ia de avanzar w1a y otra vez por el m..ismo camino ignorancto opciones, e 
i.llcluso renegando de elias a pes<.~r de la ignorancia. La tesis aqui es que lo basico 
es conocer n1tas ya exploradas, ensayar su vivencia y actmr en todo momenta en 
forma reflexiva y autoreflexjva. Un Lnvestigador tambien es un explorador de su 
oficio, ademas de un exploraclor de los mundos sociales. 
En este marco el conocimicnt o de los paquetes tecnicos es elemental. Iniciar 
una exploracion vivencial en un vecindario sin conocer el paquete tecnico etnogr<i-
fico es un error mayor, argument.ar eficiencia en tales situaciones Lma estupidez ro-
t uncia. La cult.ura de invest.igar.ion esped.fica del investigador se configura por el 
ronocimiento, imagenes y conceptos del espacio-tiempo social que conforma su 
referente de trabajo, su mundo de trabajo, pero tambien, y sobre todo, por el arbol 
cle bUsqueda con el que explora ese espacio-tiempo. Ese arbo1 de busqueda es su 
conocimiento y experiencia en lo::; paquet.es tecnicos con los cuales puecle mover-
S(' dr ntro de su Pspacio-tiempo social. Entre mas pobre sea su arbol cle bt.'1squeda 
ll tils pobre sera su exploraci6n o, r uanda menos, sera mas pobre su espacio de po-
sibilidades de exploraci6n. 
El orcl t!n de configi..traci6n de los paq uetes tecnicos clcpende del criteria con 
el cual se les asocie a los nive1es de relaci6n entre el sujet.o de conocimiento y Ia 
interacci6n social. Este primer bosquejo se complementa con la combinaci6n de 
niveles y paquetes que se establezca para una investigaci6n concreta. Las rutas 
concretas de t rabajo asf configuraclas son mulriples, las combinaciones y las modi-
ficaciones cstfin e n proporci6n de Ia experiencia, el conocimiento y la capacidad 
creativa. El proceso de investigaci6n es unbalance entre competencias adminis-
t.rativas , logicas y creativas. 
En principia, Ia clec::isi6n sobre el paquete tecnico pertinente depende del ob-
jeto cognitive correspondient.e y el curso metodol6gico-epistemol6gico de todo el 
movimiento. Si in teresa moverse solo a nivel descriptive y de superficie de compor-
tamiento, el paquete estadfstico y su combinatoria en el mas sofisticado paquete 
encuesta puede ser aclecuado, sabre todo si Ia reducci6n requerida de la superfi-
cie soc:ial se propone en numeros, cuantitativa. Si lo que se busca es superficie 
exhaustiva, una representaci6n de situaciones en imagenes mas ic6nicas, mas pa· 
Introduccion La tuclw. de la luz y la sombra 25 
recidas a lo que un observador en el Iugar puede registrar, sera conveniente el 
paquete etnografico. Ambos, el estadistico-encuesta y el etnografico parten del ob-
servador que da cuenta del acontecer social como dato. 
La l6gica previa se configura en la distribuci6n, es decir, en la presencia-au-
sencia de cualidades que pueden o no ser contabilizadas. El asunto se complica 
cuando el nivel pasa de superficie a estructura, entonces se requieren paquetes 
que puedan manejar significados, construir nuevas categorias, organizar grupos 
de categorias en esquemas y constructos. Todas las tecnicas de analisis de discur-
so son pertinentes aqui, aquellas que trabajan con ellenguaje, las que se aproxi-
man al eje de Ia interpretacion hermeneutica, de la significaci on de lo observado. 
Los objetos congnitivos de la comprensi6n y la explicaci6n se van organizando 
en paquetes de l6gica positiva o hermeneutica seglin el caso, y Ia sofisticaci6n de 
los paquetes aumenta. Cuando la reflexividad del actor social se toma en cuenta 
' estamos en una dimension que se adentra en Ia interacci6n entre participantes 
del proceso de investigaci6n. Asi, los paquetes de historia de vida, historia oral, et-
nometodologia y grupos de discusi6n, estan de lleno en la operaci6n reflexiva que 
afecta tanto al investigador que la induce como al actor social que la realiza. La 
relaci6n con la vida social en vivo y espontanea es intensamente mayor. 
Los urnbrales de Ia interacci6n se traspasan por completo cuando el status del 
investigador pasa a segundo termino y es la interacci6n misma entre los actores 
sociales y su reflexividad lo que importa. El grupo de discusi6n esta cerca, la histo-
ria de vida tam bien, pero el socioanalisis y la investigaci6n-acci6n estan dentro por 
completo. Ahi el objeto cognitivo es la interacci6n misma, la cornunicaci6n. Lo que 
sucede en ciertas psicoterapias se configura socialrnente, los actores toman su 
proceso reflexivo y se rnueven con autonomia en su propia exploraci6n creativa 
y activa. 
Como puede observarse, los paquetes tecnicos se configuran con cierta afini-
dad a ciertos objetos cognitivos, los que definen el programa de investigaci6n, 
pero tambien pueden ser combinadas seglin la iniciativa y c::.udacia del investiga-
dor. Lo prirnero es conocerlos. Asf, las formas de analisis psicol6gico, historigrafi-
co, heuristico y matematico, se agregan al grupo de posibilidades que aumentan 
posibilidades que aumentan posibilidades. 
BIBLIOGRAFiA 
ACEVEDO Ibanez, Alejandro y Alba Florencia A., LOpez M., El proceso de ta entrevista. Conceptos 
y modelos, Acevedo y asociadas, Mexico, 1981 . 
ACEVES, Jorge, Escribir la oralidad, Conafe, Mexico, 1992. 
ACC$rA Valverde, Miguel y Luz Paula Parra Rosales, Guia para el ancilisis de contenido electoral 
de medios de com1micaci6n, Academia Mexicana de Derechos Hurnanos, Mexico, 1994. 
ADORNO, Theodor W., Teoria estetica, Editorial Taurus, Madrid, 1992. 
26 Tecnicas de investigaci6n en sociedad, cultura y camunicac-i6n 
ALEx.o\\'IDER, Jeffrey C., Las teorias sociol6gi.cas desde /.a Segwuia Guerra Mundial, Editorial Ge-
disa, Barcelona, 1989. 
ALVIRA Martin, Francisco, Metodologia de Ia obseruaci6n en las ciencias humanas, Editorial Ca-
tedra, Barcelona, 1991. 
ANDER-EGG, Ezequiel, Repensando investigac-i6n-acci6n-participatzva. Cornentarios, criticas y 
sugerencias, Editorial Ateneo, Mexico, 1990 . 
.ANGUERA, Maria Teresa, Metodologi.a de Ia obseruaci.On en las ciencias hurnanas,Editorial Cate-
dra, Barcelona, 1978 . 
.ANscoMBE, G. E. M., fntenci6n, Editorial Paid6s-nr/UNAM, Barcelona, 1991. 
At:STIN, J . L., Palabras y acciones, Editorial Paid6s, Buenos Aires, 1971. 
A VILA Espada, Alejando y Joaquin Pochi Bulich ( comp. ), Manual de tecnicas de psicoterap1.a. Un 
enjoque psicoa.natuico, Siglo XXI de Espana, Madrid, 1994. 
Aziz, Alberto, El andlisis del discurso: oji.cio de artesanos, Ciesas, Mexico, 1982. 
BACHELARD, Gaston, Lajilosojw del no, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1973. 
BALANDTER, Georges, El desorden. La teoria del caos y las ciencias sociales, Editorial Gedisa, Bar-
celona, 1990. 
BATESON, G. y J. Ruesch, Comurticaci6n. La matriz social de la psiquiatria, Editorial Paid6s, 
Barcelona, 1984 
BEI..JON, J. J., Gramd.tica del arte, Celeste Ediciones, Madrid, 1993. 
BERGER, Peter y Thomas Luckmann, La canstrucci6n social de la realidad, Amorrortu Editores, 
Buenos Aires, 1979. 
BER.'IARDEZ, Enrique, Introducci6n ala lingii,istica del texto, Espasa-Calpe, Madrid, 1982. 
BL>\LOCK, Hubert, Estadistica social, Fondo de Cultura Econ6mica, Mexico, 1978. 
BODEN, Margaret A., La rnente c1·ccuiva, Editorial Gedisa, Barcelona, 1994. 
BoH~I. Ewald, El psicodiagn6stico de Rorschach, Herder, Barcelona, 1978. 
__ , David y David Peat, Ciencia, arden y creativid.ad. Las mices creativas de La ciencia y la 
vida, Editorial Kair6s, Barcelona, 1988. 
BOLLNOW, Otto, Jntroducci6n a lafilosojia del conocirnient.o, :\morrortu Editores, Buenos Aires, 
1976. 
BoTIOMORE, Tom y Rober Nisbet (comps.), Historia delanalisis sociol6gico, Arnorrortu Editores, 
Buenos Aires, 1988. 
BRETON, Philippe y Serge Proulx, La explosiOn de la comunicaci6n, Ediciones Civilizaci6n, Bar-
celona, 1990. 
BREZINSKJ, Claude, El ojicio de investigador, Siglo XXI de Espaiia, Madrid, 1993. 
BRONCANO, Fernando (ed.), La mente hurnana, Editorial Trotta, Madrid, 1995. 
BROWN, Robert, La explicaci6n en las ciencias sociales, Ediciones Periferia, Buenos Aires, 1972. 
BRUNER, Jerome, Realiclad rnental y mundos posibles, Editorial Gedisa, Barcelona, 1988. 
BuCKLEY, Walter, La sociologia y La teorU:l mode rna de los sistemas, Arnorrortu Editores, Buenos 
Aires, 1977. 
CABALLO, Vicente E. (comp.), Manual de tecnicas de terapia y modijicaci6n de canducta, Siglo 
XXI de Espana, Madrid, 1991. 
CAMPBELL, Eileen y J .H. Brennan, Nueva em. La guia de La era de Acuaria, Ediciones Robin book, 
Barcelona, 1991. 
CAMPS, Victoria, Pragnuitica del lenguaje y jilosojia analitica, Ediciones Peninsula, Barcelona, 
1976. 
CHARTIER, Roger, El mundo como representac-Wn, Editorial Gedisa, Barcelona, 1992. 
Jntroducci6n. La lucha de la luz y la sombra 27 
CERVANTES, Cecilia y Enrique E. Sanchez Ruiz (coords.), Investigar la comunicac1.6n, Universidad 
de Guadalajara/ALAJC, Zapopan, Mexico, 1994. 
CICOUREL, Aaron v.' El metoda y la medida en sociologia, Editorial Nacional, Madrid, 1982. 
COHE:-1, Morris y Ernst Nagel, Introducci6n ala 1.6gica y al metodo cientifico, Amorrortu Editores, 
Buenos Aires, 1976. 
CoNFUCIO, El centro invariable, Editorial Yug, Mexico, 1982. 
CoPPOLA, Paula,Aruilisis y diseiio de los espacios que habitamos, Editorial Concepto, Mexico, 
1980. 
CoRTINA, Adela, Raz6n comunicativa y responsabilidad solidaria, Editorial Sfgueme, Salaman-
ca, 1988. 
CouLON, Alain, La etnometodologia, Editorial Catedra, Barcelona, 1988. 
CROWLEY, Vivianne, La antigua religiOn en la nueva era, Arias Montano Editores, Madrid, 1991. 
DABAS, Elina y Denise Najmanovich (comps.), Redes. Ellenguaje de los vincuios, Editorial Pai-
d6s, Buenos Aires, 1995. 
Dwro, Arthur C. , Historia y narraci6n, Editorial Paid6s, Ba_rcelona, 1989. 
DE BoNO, Eward, El pensamiento creativo, Editorial Paid6s, Mexico, 1994. 
DE CERTEAU, Michel, La escntum de la historia, Universidad lberoamericana, Mexico, 1985. 
DELEUZE, G., L6g~ca del sentido, Editorial Paid6s, Barcelona, 1989. 
DELGADO, Juan Manuel y Juan Gutierrez (coords.), Metodos y tecnicas cualitativas de investiga-
ci6n en ciencias sociales, Editorial Sfntesis, Madrid, 1994. 
DEtM:T, Daniel C., La libertad de acci6n, Editorial Gedisa, Barcelona, 1992. 
DEVEREUX, Georges, De la ansiedad al rnetodo en las ciencias del com]X)rlamiento, Siglo XXJ Edi-
tores, Mexico, 1977. 
DILTEHY, Wilhelm, Teoria de las concepciones del mundo, CNCA, Mexico, 1990. 
DUBANT, Bernard, CastanEda. El retorno al espiritu, Ediciones Indigo, Barcelona, 1990. 
DuvERGER, Maurice, Metodos de las cienctas sociales, Editorial Ariel, Mexico, 1988. 
Ecu, Umberto, Tratado de semi6tica general, Nueva Imagen-Lumen, Mexico, 1978. 
ELIAS, Norbert, Sociologiajundarnental, Editorial Geclisa, Barcelona, 1982. 
ELSTI:R, .Jon, Tuercas y tornillos. Una introducci6n a los conceptos bcisicos de las ciencias so-
ciales, Editorial Gedisa, Barcelona, 1990. 
FERGUSON, Marilyn, La CO'nspiraci6n de acuario, Editorial Kair6s, Barcelona, 1989. 
FERNA.'\DEZ Arenas, Jose, Teoria y rnetodologia de La historia del arte, Editorial Anthropos, 
Barcelona, 1990. 
FERR.'\TER, Jose, Dicciorwrio dejtlosofia, Alianza Editorial, Madrid, 1984. 
FESTINGER, L. y D. Katz, Los melodos cle investigaci6n en las ciencias sociales, Editorial Paid6s, 
Mexico, 1993. 
FEYERABEND, Paul, TI·atado contra el metoda, Editorial Tecnos, Madrid, 1992. 
FRIED Shnitman, Dora (ed.), Nuevas paradigmas, cuUura y subjetividad, Editorial Paid6s, Mexi-
co, 1994. 
FuEr-.TES Navarro, RaUl, Un campo cargado dejutum El estudio de la comunicaci6n en Ame-
rica Latina, Felafacs-Coneicc, Mexico, 1992. 
GADAMER, Hans-Ge.:>rg, Verdad y metoda, Editorial Sigueme, Salamanca, 1991. 
GALINDO, Luis Jesus, La mirada en el. centro. Vida urbana en movimiento, ITESO, Guadalajara, 
1990. 
28 Tecnicas de investigaci6n en sociedad, cultum y comunicaci6n 
__ , Entre la exterioridad y la interioridad. Apuntes para una metodologia cu.alitativa, 
ITESO, Guadalajara, 1994. 
__ et. al. , La antropologia urbana y la computadora, IIMAS-UNAM, Mexico, 1986. 
GALLINO, Luciano, Dicciona.rio de sociologi.a, Siglo XXI Editores, Mexico, J 9%. 
GARCiA Cueto, Eduardo, lntmducci6n ala psicornetria, Siglo XXI de Espana, Madrid, 1993. 
__ Ferrando, Manuel et. al., El andlisis de la realidad social. Metodos 11 tecnicas de investiga-
ci6n, Alianza Universidad, ivbdrid, 1986. 
GARDNER, Howard,Arte, menfl1 y cembro u'TUJ, aproximaci-6n r.ognitiva ala r.reativid.ad, Editorial 
Paid6s, Barcelona, 1993. 
GARZA Mercado, Ario, Manual d<; kc:·rl'icas de im•estigr-.ci6n, EJ Colegio de lvl exico, ME' xi co, I 972. 
GEERTl, Clifford, La interpTct.aci6n de las culluras, Bditorial Gedisa, Mexico, 1987. 
GIBSON, Quentin, La l6gica de l.a .;n .-rstignc·1/rn socwl, Editorial Tecnos, Madrid, 1974. 
GIDDENS, Anthony, Las nuevas reg las clvl met,_;do sociol6gico, Amorrortu Editorcs, Buenos Aires, 
1987. 
__ ,La constituci6n de lasociedcuL Rcr.'w~ T''trrt In tr.o1ic~de Ia estn.u;tumci6n, Amorrortu Edi-
tores, Buenos Aires, 1995. 
GOODMAN, Nelson, Maneras de haceT muados, Editorial Visor, Madrid, 1990. 
GoLEMAN, Daniel, La meditaci6n y los estadus .'i11pr>rwrcs de conciencin, J•;ditOJial Sirio, Malaga, 
1987. 
GoNZALEz, Jorge y Jeslis Galindo (coords.), Metodologia y r:uftura, CNCA-SEP, Mexico, 1994. 
__ , Luis , El ojicio de historiar, El Colegio de Michoadin, Zamora, 1988. 
GREI~t>\S, A. J. , La serai6tica del texto, Editorial Paid6s, Buenos Aires, 1983. 
HABERMAS, Jlirgen, La l6gica de las ciencias sociales, Editorial Tecnos, Madrid, 1988. 
HALLIDAY, M. A. K., Ellenguaje como sem.i6tica social, Fondo de Cultma Econ6mica, Mexico, 1982. 
HAMMERSLEY, Martyn y Paul Atkinson, Etnogmjia. Metodos de investigaci6n, Editorial Paid6s, Bar-
celona, 1994. 
HANNERZ, lnf, Exploraci6n de la ciudad, Fondo de Cultura Econ6mica, Mexico, 1986. 
HARRIS, Marvin, El desa1-rollo de la teo ria antmpol6gica, Siglo XXI de Espana, Madrid, 197R 
HEISE:->BEilG \\'. et. al., Cuestionescudnticas, Editorial Kair6s, Barcelona, 1986. 
HERNANDEz Sampieri, Roberto et. al., Meto<kJlogi.a de la investigaci6n, McGraw Hill, Mexico, 1 HU4. 
HODDER, Ian, lnterpmtaci6n en arqueologia, Editorial Crftica, Barcelona, 1988. 
HUMPHREY, Nicholas, lnvitaci6n a lajenomenologia, Editorial Paid6s, Barcelona, 1995. 
HussERL, Edmund, lnvitaci6n a lajenomenologia, Editorial Paid6s, Barcelona, 1992. 
IBANEZ, Jesus, Mds alld de la sociologia. El grnpo de discusi6n: tecnica y critica, Siglo XXI de Es-
pana, Madrid, 1979. 
__ ,Del algoritrno al sujelo. Perspectivas de la in·vestigacio n social, Siglo XXI de Espana, Ma-
drid, 1985. 
__ , El regreso del sujeto. La investigaci6n social de segundo orden, Siglo x.x1 de Espana, Ma-
drid, 1994. 
__ , Tomas, Psicologia social construccionista, Universidad de Guadalajara, Guadalajara, 1994. 
JENSEN, K. B. y N. W. Jankowa~i (eds.), Metodologias cualitativas deinvestigaci6n en camum:ca-
ci6n de masas, Bosch Casa Editorial, Barcelona, 1993. 
KEENEY, Bradford P., Estetica dei cambio, Editorial Paid6s, Buenos Aires, 1987. 
KERLINGER, Fred N., lnvestigaci.6n del com:portamiento, Editorial Interamericana, Mexico, 1975. 
Introducci6n. La luclw de la luz y la sombra 29 
KOSELLECK, Reinhart, Futuro pasado. Pam una semantica de los tielnpos hist6ricos, Editorial 
Paid6s, Barcelona, 1993. 
KRIPPENDORFF, Klaus, Metodologia de analisis de contenido, Editorial Paid6s, Barcelona, 1990. 
LAMO de Espinosa, Emilio, La sociedad reflexiva. Sujeto y objeto del conocimiento sociol6gico, 
CIS-Siglo XXI de Espana, Madrid, 1990. 
__ y Jose Enrique Rodriguez Ibanez (eds.), Problemas de teoria social contempordnea, CIS, 
Madrid, 1993. 
L..._'loowsKI, Eric, La sociedadfigurada. Ensayos de sociosemi6tica, FCE y UAP, Mexico, 1993. 
LECLERCQ, Rene, Historia de ta heuristica, U:-IAM, Mexico, 1988. 
LE GoFF, Jacques, Pensar la historia, Editorial Paid6s, Barcelona, 1991. 
LIMOEIRO Cardoso, Miriam, La construcciOn de conocimienlos, Editorial Era, Mexico, 1977. 
LIZCANO, Emmanuel, Imaginario colectivo y cr·eaciOn matemdtica, Editorial Gedisa, Barcelona, 
1933. 
LoPERA E., Egidio et. al., lnvestigaci6n cualitativa. Conjrontaci6n y prospectiva, Universidad de 
Antioquia, Medellin, Colombia, 1993. 
LouRAU, Rene, Et diario de investigaci6n, Universidad de Guadalajara, Guadalajara, 1989. 
LYOTARD, Jean-Francois, La condici6n postmoderna, Editorial Catedra, Madrid, 1987. 
LLOI3ERA, Josep R., Hacia una histon.a de las ciencias soc1ales, Editorial Anagrama, Barcelona, 
1980. 
1'1AESTRE Alfonso, Juan, La znvestigaci6n en antropologia social, Aka! editora, Madrid, 1976. 
lviAINGUENEAU, D., lntroducci6n a los metodos de andlisis de discurso, Hachette, Buenos Aires, 
1980. 
IvlALINOWSKI, Bronislaw, Los a1·gonautas del Pacifico Occidental, Ediciones Peninsula, Barcelona, 
1975. 
MARDONES, J. M., Filosofia de las ciencias humanas y sociales, Editorial Anthropos, Barcelona, 
1994. 
1\IARGALEF, Ramon, Perspectivas de la teoria ecol6gica, Editorial Blume, Barcelona, 1981 . 
lviARINt\S, Jose Miguel y C1istina Santamarina (eds.), La historia oraL· metodos y experiencias, Edi-
t.orial Debate, Madrid, 1993. 
MARTiN Senano, Manuel et. aL, Te01ia de la comunicaci6n. Epistemologia y andlisis de la reje-
rencia, A. Coraz6n, Madrid, 1982. 
1\llo\RTiNEZ, Ubaldo, Antropologia ecol6gica, Editorial Adara, Madrid, 1978. 
MARx, M. H. y W. A. Hillix, Sistemas y teorias psicol6gicas contempordneas, Editorial Paid6s, 
Mexico, 1995. 
MAsLOw, Abraham, La personalidad cr·eadora, Editorial Kair6s, Barcelona, 1990. 
lviAn>RANA, Htunberto y Francisco Varela, El d.rbol del conocimi.ento. Las bases bwl6gicas del co-
nacimiento humano, Editorial Debate, Madrid, 1990. 
MAuss, Marcel, lntmducci6n ala etnografia, Ediciones lstmo, Madrid, 1974. 
lviAYNTZ, Renate et. al., lntroducci6n a los metodos de la sociologia empirica. Alianza Editorial, 
Madrid, 1975. 
McKINNEY, Jolm C., Tipologia constructiva y teoria social, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1968. 
McLuHAN, Marshall, La comprensi6n de los medias como las extensiones del hombre, Editorial 
Diana, Mexico, 1969. 
MEDINA, Esteban, Conocimiento y sociologia de la ciencia, Editorial Siglo X.XI, Madrid, 1989. 
MEDRA'<O, Juan Diez, i\.tetodos de andlisis causal, ClS, Madrid, 1992. 
30 Tecnicas de investigaci6n en sociedad, cultum y comunicaci6n 
MENDIOLA Mejia, Alonso (camp.), Introducci6n al aruilisis dejuentes, UIA, Mexico, 1994. 
MJGUELEZ, Roberto, Epistemologia y ciencias sociales y humanas , UNAM, Mexico, 1977. 
MoRAy Araujo, Manuel, Estadistica y sociologia, Ediciones Nueva Visi6n, Buenos Aires, 1973. 
MORADIELLOS, Eruique, El ojicio de historiador, Siglo XXI Editores, Madrid, 1994. 
MORIN, Edgar, El metodo, Editorial Gatedra, Madrid, 1981 . 
NAVARRO, Pablo, El hol.ograma sociaL Una ontologia de la socialidad humana, Siglo XXI Edito-
res, Madrid, 1994. 
NICOLlS, Gregoire e llya Prigogine, La estructura de lo camplejo, Alianza Universidad, Madrid, 1994. 
NISBET, Robert, La.jormaci.On del pensamiento sociol6gi.co, Amorrortu Edilores, Buenos Aires, 1977. 
ODUM, Eugene P., Ecol.ogia: bases cientifi.cas para un nuevo paradigma, Ediciones Vedra, Bar-
celona, 1992. 
__ , Howard T., Ambiente, energia y sociedad, Editorial Blume, Barcelona, 1980. 
ORTOLI, S. y J . P. Pharabod, El cdntico de la CUJi,ntica, Editorial Gedisa, Barcelona, 1985. 
PAEz, Daria et. aL, Teoria y metoda en psicologia social, Editorial Anthropos, Barcelona, 1992. 
PARSONS, Talcott, La estructrua de la acci6n social, Editorial Guadarrama, Madrid, 1968. 
PECHEUX, M:chel , Hacia el aruilisis automatico del discurso, Editmial Gredos, Madrid, 1978. 
PERELMAN, Ch. y L. Olbrechts-'IYteca, Tratado de la argumentaci6n, Edilorial Gredos, Madrid, 1989. 
PIAGET, Jean y Rolando Garcia, Psicogenesis e historia de la ciencia, Siglo XXI Editores, Mexico, 
1984. 
PICO, Josep (compilador), Modernid.IJ.d y postmodernidad, Alianza Editorial , Madrid , 1988. 
POPPER, Karl R., La l6gica de La investigaci6n cientifica, Editorial Tecnos, Madrid, 1985. 
PRIGOGit-.'E, Ilya, tTan solo una ilusi6n? Una exploraci6n del caos al orden, Tusquels Editores , 
Barcelona, 1993. 
PRIETO, Luis J ., Pertinencia y prdctu:a., Editorial Gustavo Gili , Barcelona, 1976. 
PUJADAS Mui\oz, Juan Jose, El metodo biogrdfi.co: el uso de las historias de vida en cienctas so-
ciales, CIS, Madrid, 1992. 
RtillcUFFE-Brown, A.R., El metoda de la antropologia social, Editorial Anagrama, Barcelona, 1975. 
RICOEUR, Paul , Teoria de la interp1·etaci6n. Discurso y excedente de sentido, Siglo XXI Editores-
UIA, Mexico, 1995. 
RICH, E., Inteligencia artificial, Editorial Gustavo Gili, Mexico, 1988. 
RODRIGUEZ Villasante, Tomas (coord.), Las ciudades hablan, Editorial Nueva Sociedad , Bogota, 
1994. 
RosENBLUETH, Arturo, El metoda cientifico, lPN, Mexico, 1978. 
Rossi, Jean-Pierre et al, El metoda experimental en psicologia, FCE, Mexico, 1994. 
RuSSELL, Bertrand, L6gi.ca y conociraiento, Editorial Taurus, Madrid, 1966. 
SAMETBAND, Moises Jose, Entre et OTden y el caos: la camplejidad, F'CE, Mexico, 1994. 
SANCHEZ, Victor, Las enseiia:nzas de don Carlos, Circulo Cuadrado, Mexico, 1993. 
ScHWARTZ, Howard y Jerry Jacobs, Sociol.ogia cuatitativa, Editorial'Ihllas, Mexico, 1984. 
SESEOI\:, Thomas A. y Jean Umiker-Sebeok, Sherlock Holmes y Charles S. hirce, Editorial Paid6s, 
Barcelona, 1987. 
SELIGMAN, Brenda Z. (ed.), Manual de campo del antrop6togo, UIA, Mexico, l97l . 
SELLTIZ, C., et al, Metod.os de investigaci6n en las relaciones sociales, RIALP, Madrid, 196.5. 
SFEZ, Lucien, Critica de la camunicaci6n, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1995. 
lntroducci6n. La lucha de la luz y la sambm 31 
SHELDRAKE, Rupert, La presencia del pasado. Resanancia. m61jica y fuibitos de la naturaleza, 
Editorial Kair6s, Barcelona, 1990. 
SCHOKEL, Luis Alonso, Apuntes de hermeneutica, Editorial Trotta, Madrid,

Otros materiales