Logo Studenta

Analisis artículos Macro & Micro

Vista previa del material en texto

La subida de los precios al consumidor apuntala la inflación
Los precios al consumidor en Estados Unidos subieron más rápido de lo esperado en enero, una señal de una inflación reafirmante que reforzó las expectativas de mayores tasas de interés.
El índice de precios al consumidor creció un 0.5% contra las proyecciones de un aumento de 0.3%.
El informe siguió a datos anteriores que muestran un crecimiento acelerado de los salarios en Estados Unidos. Eso generó preocupaciones de que la Reserva Federal de los Estados Unidos eleve las tasas de interés más rápido de lo que se pensaba.
El informe sobre los salarios provocó días de volatilidad en los mercados financieros.
Los rendimientos de los bonos subieron el miércoles, pero la reacción del mercado bursátil al informe de inflación fue relativamente moderada.
Después de abrir más bajo, el Dow, el S & P 500 y el Nasdaq subieron a media tarde.
"El hecho de que... las pérdidas se reduzcan, sugiere que el mercado podría comenzar lentamente a enfrentarse a la nueva realidad del entorno de mayor inflación", dijo Fiona Cincotta, analista de mercado de City Index.
El índice de precios al consumidor es una medida diferente de la inflación de la que la Reserva Federal típicamente enfatiza.
El Departamento de Comercio también informó que las ventas minoristas en Estados Unidos cayeron un 0,3% en enero, una caída inesperada que según los analistas hizo que sea más difícil obtener una imagen clara de la economía estadounidense.
¿Sorpresa de inflación?
Los economistas han dicho durante mucho tiempo que esperan una mayor inflación en los Estados Unidos debido al crecimiento económico más fuerte y al bajo desempleo.
Pero esas expectativas se confundieron el año pasado, ya que la inflación relativamente baja rezagó el objetivo de aproximadamente 2% establecido por la Reserva Federal.
Los nuevos datos que apuntan a los aumentos de precios y salarios sugieren que la dinámica podría estar cambiando.
El miércoles, la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU, dijo que hubo aumentos de precios en varias áreas, como gasolina, ropa, atención médica y alimentos.
Durante los 12 meses hasta enero, la inflación se mantuvo en 2.1%.
El llamado índice básico, que elimina los volátiles costos de alimentos y energía, también aumentó un 0,3% en enero, el aumento más significativo en un año.
Jacob Deppe, jefe de operaciones de la plataforma de operaciones en línea Infinox dijo que el informe del miércoles mostró "un aumento importante, aunque leve" que intensificará las cuestiones de política.
La Reserva Federal utiliza tasas más altas para frenar la inflación y ha dicho que espera aumentar las tasas este año.
Los inversores se preocupan de que el banco pueda moverse de manera demasiado agresiva, lo que provoca mayores costos de endeudamiento para las empresas y los consumidores que obstaculizan el crecimiento económico.
Las nuevas políticas, incluidos los recortes de impuestos aprobados el año pasado y el aumento de los gastos del gobierno, complican aún más la situación, lo que se suma a las presiones inflacionarias.
"El temor es que la Fed suba demasiado, demasiado rápido", dijo el Sr. Deppe. "La política monetaria de EE. UU. Tendrá que caminar sobre la cuerda floja para no acabar con el crecimiento, mientras se dirige hacia las condiciones económicas normales".
Análisis Macroeconómico 
A más de un año de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la economía del país ha mostrado un mejoramiento en materia de crecimiento, empleo y confianza, tanto de los consumidores como de los empresarios. 
	Fuente: www.motherjones.com
	Algunos índices bursátiles como el Dow Jones y el S&P 500, avalan el buen momento de la economía estadounidense con los puntajes históricos alcanzados durante el gobierno de Trump —algunos no vistos desde la segunda guerra mundial—. En la gráfica adjunta se observa como el índice S&P 5000 ha superado la barrera de los 24000 puntos
Las expectativas de mayores tasas de interés vienen precedidas por el hecho de que el gran dinamismo económico acompañado de niveles bajos de desempleo, produce presiones inflacionarias. La relación inversa entre nivel de inflación y la tasa de desempleo —como resultado del dinamismo económico— se conoce como la curva de Phillips, comportamiento teorizado por el economista neozelandés  William Phillips y evaluado econométricamente por los economistas Robert Solow y Paul Samuelson para el caso de los Estados Unidos, llegando a la conclusión que en la reducción del desempleo se hace necesaria la inflación. Sin embargo, aunque los resultados de la investigación de Solow y Samuelson eran enfáticos en asegurar que si la tasa de desempleo era inferior a la NAIRU (Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployemnt) habría un desborde de la inflación, la evidencia estadística no soportaba esta teoría. En la siguiente gráfica se muestra la relación entre la tasa de desempleo y la inflación de los Estados Unidos para el periodo 2001-2015:
 Fuente: www.motherjones.com
La curva de Phillips parece cumplirse en los años antes de la crisis financiera de 2008, pero a partir de esta fecha hay una reducción de la tasa de desempleo acompañada de un proceso de reducción de la inflación. Este escenario de incumplimiento de la relación inversa empleo-inflación, hace parecer poco útil la utilización de este criterio para la aplicación de política macroeconómica en EEUU, más aún cuando se espera agresivos aumentos de tasa de interés. 
La preocupación de los inversores ante el aumento de tasas es válida, pues como bien lo menciona el texto, las subidas de tasas merman la actividad económica, cumpliéndose la relación básica de la curva de equilibrio de mercado de dinero o curva LM, que muestra “las combinaciones de tipos de interés y niveles de renta con las que la demanda de saldos reales es igual a la oferta” (Dornbusch, Fischer, & Startz, 1999). En el siguiente gráfico se muestra la relación entre el GDP (Gross Domestic Product), la tasa de interés de los fondos federales, y el empleo más el crecimiento salarial en los Estados Unidos, para el periodo 1990-2015. La relación entre variables es notoria es varios periodos de la serie. 
Desde los años 90 hasta entrada la crisis del 2008, la tasa de interés de los fondos federales era un termostato de la actividad económica, y como se describió anteriormente, regulaba os niveles de inflación hasta la entrada en crisis del país en el año 2008. A partir de entonces y para evitar la destrucción de riqueza como efecto de la crisis, las tasas bajaron a casi un 0% y creciendo por primera vez es una década a finales de 2015, elevada en 0,25%, para ubicarse entre 0,25% y 0,5% anual (BBC, 2015). 
	Aunque el efecto del aumento de tasas sobre la inflación parece ambiguo, el efecto es más directo sobre la producción y el gasto de consumo personal. En el último gráfico adjunto se describe el comportamiento de la tasas de la FED y del gasto en consumo personal y se evidencia que a los aumentos de tasas de interés se atribuyen disminuciones el gasto de consumo personal, lo que en últimas tendrá efectos en el crecimiento del producto. [1: Para observar esto con claridad, hay que tener en cuenta el efecto retardado en el tiempo de cualquier medida económica. ]
	
Frente a la evidencia expuesta se considera que una política agresiva de la FED de aumento de tasas tendría más efectos negativos sobre el crecimiento económico que ventajas sobre la contención de la inflación. La política monetaria contractiva de la FED tendría efectos en los ingresos del gobierno, que, sumado a las políticas de reducción de impuesto empresarial y el aumento en el gasto gubernamental, tendría repercusiones en las cuentas fiscales de la nación. El problema de fondo es que la disyuntiva entre crecimiento e inflación será siempre decantada de la última, y aunque no haya evidencia de presiones inflacionarias en el cortoplazo, será prioritario para la Reserva Federal eliminar cualquier vestigio de aumento de precio.

Otros materiales