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Atlas Veterinário De diagnóstico veterinário

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atLas Veterinario 
De Diagnóstico 
por imagen
Fernando Liste Burillo
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o
Las técnicas de diagnóstico por imagen a las que tienen acceso los veterinarios 
ofrecen diferentes ventajas respecto a la región o estructura orgánica que quie-
ra evaluarse. El beneficio que puede obtenerse de ellas parte del conocimiento 
que el veterinario tenga de la técnica, su manejo y de la interpretación de los 
resultados. Por eso, en este atlas se han querido agrupar radiología, ecografía, 
tomografía computerizada y resonancia magnética, y, a través de más de 500 
imágenes, mostrar su utilidad y aplicación según el área anatómica a examen. 
En los 6 capítulos del libro: descripción de las técnicas de diagnóstico por ima-
gen, diagnóstico por imagen del tórax, abdomen, cabeza, columna vertebral y 
extremidades, se describen las aplicaciones de cada una de las técnicas esbo-
zando sus indicaciones y contraindicaciones y se muestran imágenes carac-
terísticas de la anatomía normal y de los distintos patrones de enfermedad en 
cada una de las áreas.
Un libro fundamental destinado a profesionales y estudiantes de la materia que 
invita a aprovechar todo el potencial diagnóstico que poseen las actuales técni-
cas de imagen en medicina veterinaria.
20
técnicas de diagnóstico por imagen
21
tomografía
resonancia 
magnética
ecografíaradiología
■■ En general, hablando en sentido estricto e independientemente de factores económicos y sal-
vo ciertas excepciones, la RM es la técnica de elección a la hora de visualizar patologías que 
afectan al tejido blando del esplacnocráneo, la médula espinal, los nervios, músculos, tendones 
y ligamentos. Por su parte, la TC permite una visualización óptima de las estructuras óseas 
y de aquellas otras que contengan aire, como el pulmón. Por ello, tiene especial interés en la 
evaluación del sistema musculoesquelético (investigación de la extensión anatómica de lesiones 
infiltrativas) y del tórax (observación espacial de lesiones, identificación de metástasis pulmonares 
radiológicamente dudosas, etc). Asimismo, la evaluación tomográfica del abdomen se plantea 
como método complementario de la ecografía en la investigación de anomalías vasculares uti-
lizando medios de contraste (shunt portosistémicos), así como para la evaluación de las masas 
abdominales, permitiendo establecer en muchas ocasiones los límites anatómicos de la masa 
con más precisión que la ecografía y su posible asociación a estructuras vitales que harían fra-
casar el plan quirúrgico previamente establecido. 
Las tablas 7 y 8 ilustran la utilidad diagnóstica comparada de los diferentes métodos de 
imagen en la investigación de patologías en los tejidos biológicos del organismo, así como su 
valoración económica relativa.
■■ La radiología convencional proporciona información básica para el diagnóstico de 
muchas patologías. Es una prueba que se puede realizar en prácticamente cualquier cen-
tro y es económica, permitiendo la obtención rápida de imágenes. El hecho de contar con 
otras técnicas más modernas no debe hacernos olvidar que se trata de una herramienta 
que nos permite llegar a un diagnóstico en una gran cantidad de ocasiones. En general, y 
en una primera aproximación diagnóstica, la radiología convencional será quizá la primera 
técnica disponible por los factores mencionados anteriormente. La inspección radiológica 
del organismo ofrece una perspectiva panorámica inmediata en la mayoría de las regiones 
anatómicas bajo estudio, excluyendo el sistema nervioso central y las partes blandas del 
cráneo. Sin embargo, la radiología presenta limitaciones de investigación interna en los 
tejidos blandos en general, donde únicamente se muestran las variaciones de tamaño, 
forma y densidad radiográfica de los órganos, no siendo útil para la evaluación de cambios 
intraparenquimatosos. 
■■ En este sentido, la ecografía es la técnica de elección para la inspección de los órga-
nos abdominales en una primera aproximación diagnóstica, en tanto en cuanto accede al 
interior de los parénquimas evaluando su textura, homogeneidad y ecogenicidad relativas, 
incluyendo los fluidos. No menos importante es que la ecografía es una herramienta útil 
en la obtención de muestras de tejidos blandos, sirviendo de guía visual para incidir de 
manera precisa y exclusiva en la porción afectada de un órgano y no en el tejido sano. No 
obstante, los ultrasonidos, que se vehiculan sin problemas a través de los fluidos y tejidos 
blandos, son incapaces de transmitirse adecuadamente cuando existe gas o elementos 
sólidos como el tejido óseo. Por tanto, la ecografía presenta limitaciones en la inspección del 
pulmón y el tejido óseo. A su vez, la ecografía, gracias a la detección de los flujos vasculares 
mediante las distintas técnicas Doppler, es capaz de realizar evaluaciones orgánicas fun-
cionales en el corazón, el riñón o el hígado, así como en numerosos territorios vasculares. 
Recientemente, se está asistiendo a un gran desarrollo de las aplicaciones de los ultrasoni-
dos en el examen de los tendones, músculos y articulaciones en la clínica de los pequeños 
animales. La ecografia es una prueba económica, rápida, no invasiva y relativamente acce-
sible, la cual generalmente no requiere sedación o anestesia del paciente.
Tabla 8. Valoración económica semicuantitativa de las distintas técnicas de diagnóstico por 
imagen en medicina veterinaria.
Variables económicas Radiología Ecografía Tomografía computerizada
Resonancia 
magnética
Coste de compra 1 2 3 4
Mantenimiento de equipos 2 1 3 4
Rapidez en la obtención 
de imágenes 4 3 2 1
Necesidad de anestesia 1 1 3 4
Tabla 7. Comparación semicuantitativa de la utilidad diagnóstica en las distintas técnicas de 
imagen en medicina veterinaria. 
Área objeto de estudio Radiología Ecografía Tomografía computerizada
Resonancia 
magnética
Encéfalo 0 0 1 3
Médula espinal 2 0 2 3
Tejido óseo y muscular 2 1 3 1
Vías respiratorias 2 1 3 1
Corazón 2 3 2 1
Ligamentos y tendones 1 2 1 3
Abdomen 2 3 2 2
Ojo 0 3 0 1
Indicadores: 0 (sin utilidad o utilidad anecdótica), 1 (escasa utilidad), 2 (gran utilidad), 3 (técnica de elección).
Indicadores: de 1 a 4 según necesidad creciente para cada variable.
1. ¿Qué región o sistema queremos visualizar?
2. ¿Cuál es la causa que nos hace pedir una prueba de diagnóstico por imagen?
3. ¿Qué urgencia tengo en obtener los resultados?
4. ¿Es posible la realización de una sedación o anestesia en nuestro paciente?
5. ¿Cuáles son las posibilidades económicas de nuestros clientes?
¿Qué método de diagnóstico por imagen emplear?
De la elección de la técnica adecuada dependerá en gran medida el éxito a la hora de realizar 
un diagnóstico. Por tanto, y para una elección adecuada de la misma, deberemos plantearnos 
varias cuestiones: 
20
técnicas de diagnóstico por imagen
21
tomografía
resonancia 
magnética
ecografíaradiología
■■ En general, hablando en sentido estricto e independientemente de factores económicos y sal-
vo ciertas excepciones, la RM es la técnica de elección a la hora de visualizar patologías que 
afectan al tejido blando del esplacnocráneo, la médula espinal, los nervios, músculos, tendones 
y ligamentos. Por su parte, la TC permite una visualización óptima de las estructuras óseas 
y de aquellas otras que contengan aire, como el pulmón. Por ello, tiene especial interés en la 
evaluación del sistema musculoesquelético (investigación de la extensión anatómica de lesiones 
infiltrativas) y del tórax (observación espacial de lesiones, identificación de metástasis pulmonaresradiológicamente dudosas, etc). Asimismo, la evaluación tomográfica del abdomen se plantea 
como método complementario de la ecografía en la investigación de anomalías vasculares uti-
lizando medios de contraste (shunt portosistémicos), así como para la evaluación de las masas 
abdominales, permitiendo establecer en muchas ocasiones los límites anatómicos de la masa 
con más precisión que la ecografía y su posible asociación a estructuras vitales que harían fra-
casar el plan quirúrgico previamente establecido. 
Las tablas 7 y 8 ilustran la utilidad diagnóstica comparada de los diferentes métodos de 
imagen en la investigación de patologías en los tejidos biológicos del organismo, así como su 
valoración económica relativa.
■■ La radiología convencional proporciona información básica para el diagnóstico de 
muchas patologías. Es una prueba que se puede realizar en prácticamente cualquier cen-
tro y es económica, permitiendo la obtención rápida de imágenes. El hecho de contar con 
otras técnicas más modernas no debe hacernos olvidar que se trata de una herramienta 
que nos permite llegar a un diagnóstico en una gran cantidad de ocasiones. En general, y 
en una primera aproximación diagnóstica, la radiología convencional será quizá la primera 
técnica disponible por los factores mencionados anteriormente. La inspección radiológica 
del organismo ofrece una perspectiva panorámica inmediata en la mayoría de las regiones 
anatómicas bajo estudio, excluyendo el sistema nervioso central y las partes blandas del 
cráneo. Sin embargo, la radiología presenta limitaciones de investigación interna en los 
tejidos blandos en general, donde únicamente se muestran las variaciones de tamaño, 
forma y densidad radiográfica de los órganos, no siendo útil para la evaluación de cambios 
intraparenquimatosos. 
■■ En este sentido, la ecografía es la técnica de elección para la inspección de los órga-
nos abdominales en una primera aproximación diagnóstica, en tanto en cuanto accede al 
interior de los parénquimas evaluando su textura, homogeneidad y ecogenicidad relativas, 
incluyendo los fluidos. No menos importante es que la ecografía es una herramienta útil 
en la obtención de muestras de tejidos blandos, sirviendo de guía visual para incidir de 
manera precisa y exclusiva en la porción afectada de un órgano y no en el tejido sano. No 
obstante, los ultrasonidos, que se vehiculan sin problemas a través de los fluidos y tejidos 
blandos, son incapaces de transmitirse adecuadamente cuando existe gas o elementos 
sólidos como el tejido óseo. Por tanto, la ecografía presenta limitaciones en la inspección del 
pulmón y el tejido óseo. A su vez, la ecografía, gracias a la detección de los flujos vasculares 
mediante las distintas técnicas Doppler, es capaz de realizar evaluaciones orgánicas fun-
cionales en el corazón, el riñón o el hígado, así como en numerosos territorios vasculares. 
Recientemente, se está asistiendo a un gran desarrollo de las aplicaciones de los ultrasoni-
dos en el examen de los tendones, músculos y articulaciones en la clínica de los pequeños 
animales. La ecografia es una prueba económica, rápida, no invasiva y relativamente acce-
sible, la cual generalmente no requiere sedación o anestesia del paciente.
Tabla 8. Valoración económica semicuantitativa de las distintas técnicas de diagnóstico por 
imagen en medicina veterinaria.
Variables económicas Radiología Ecografía Tomografía computerizada
Resonancia 
magnética
Coste de compra 1 2 3 4
Mantenimiento de equipos 2 1 3 4
Rapidez en la obtención 
de imágenes 4 3 2 1
Necesidad de anestesia 1 1 3 4
Tabla 7. Comparación semicuantitativa de la utilidad diagnóstica en las distintas técnicas de 
imagen en medicina veterinaria. 
Área objeto de estudio Radiología Ecografía Tomografía computerizada
Resonancia 
magnética
Encéfalo 0 0 1 3
Médula espinal 2 0 2 3
Tejido óseo y muscular 2 1 3 1
Vías respiratorias 2 1 3 1
Corazón 2 3 2 1
Ligamentos y tendones 1 2 1 3
Abdomen 2 3 2 2
Ojo 0 3 0 1
Indicadores: 0 (sin utilidad o utilidad anecdótica), 1 (escasa utilidad), 2 (gran utilidad), 3 (técnica de elección).
Indicadores: de 1 a 4 según necesidad creciente para cada variable.
1. ¿Qué región o sistema queremos visualizar?
2. ¿Cuál es la causa que nos hace pedir una prueba de diagnóstico por imagen?
3. ¿Qué urgencia tengo en obtener los resultados?
4. ¿Es posible la realización de una sedación o anestesia en nuestro paciente?
5. ¿Cuáles son las posibilidades económicas de nuestros clientes?
¿Qué método de diagnóstico por imagen emplear?
De la elección de la técnica adecuada dependerá en gran medida el éxito a la hora de realizar 
un diagnóstico. Por tanto, y para una elección adecuada de la misma, deberemos plantearnos 
varias cuestiones: 
diagnóstico por imagen del tórax
48 49
tomografía
45
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53 57
54
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5756
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	 1.	 Cuerpo	de	la	7ª	vértebra	cervical.
	 2.	Músculo	supraespinoso	derecho.
	 3.	 Esternón.
	 4.	 Primera	costilla	izquierda.
	 5.	 Tráquea	torácica.
	 6.	 Espina	de	la	escápula	derecha.
	 7.	 Tronco	braquiocefálico.
	 8.	 Vena	cava	craneal.
	 9.	Músculo	largo	del	cuello.
10.	 Extremo	apical	del	lóbulo	craneal	derecho.
11.	 Lóbulo	craneal	derecho.
12.	 Lóbulo	craneal	izquierdo.
13.	Bronquio	craneal	derecho.
14.	Bronquio	craneal	izquierdo.
15.	Bifurcación	traqueal	o	carina.
16.	Bronquio	del	lóbulo	medio	
del	pulmón	derecho.
17.	 Lóbulo	medio	del	pulmón	derecho.
18.	Músculo	subescapular	derecho.
19.	Grasa	subcutánea.
20.	Apófisis	espinosa	
de	la	1ª	vértebra	torácica.
21.	Apófisis	espinosa	
de	la	3ª	vértebra	torácica.
22.	 Fosa	infraespinosa	izquierda.
23.	Aurícula	derecha.
24.	Arteria	del	lóbulo	pulmonar	
craneal	derecho.
25.	 Tronco	arterial	pulmonar.
26.	Vena	pulmonar	del	lóbulo	caudal	derecho.
27.	Vena	pulmonar	del	lóbulo	
caudal	izquierdo.
28.	 Esófago.
29.	Arteria	aorta	torácica.
30.	Arteria	del	lóbulo	pulmonar	craneal	
izquierdo.
31.	Vena	del	lóbulo	pulmonar	craneal	derecho.
32.	Ventrículo	derecho.
33.	Ventrículo	izquierdo.
34.	Bronquio	craneal	izquierdo.
35.	Aurícula	derecha.
36.	Aurícula	izquierda.
37.	Vena	cava	caudal.
38.	Bronquio	del	lóbulo	accesorio	
del	pulmón	derecho.
39.	 Tríada	(arteria/bronquio/vena)	
del	lóbulo	pulmonar	caudal	izquierdo.
40.	 Tríada	(arteria/bronquio/vena)	
del	lóbulo	pulmonar	caudal	derecho.
41.	 Lóbulo	accesorio	del	pulmón	derecho.
42.	Centro	tendinoso	del	diafragma.
43.	 Fundus	gástrico.
44.	 Pared	gástrica.
45.	 Ingesta	con	material	mineral	en	estómago.
46.	 Lóbulo	pulmonar	caudal	derecho.
47.	 Lóbulo	pulmonar	caudal	izquierdo.
48.	Grasa	pericárdica.
49.	Médula	espinal.
50.	Cardias.
51.	Hígado.
52.	Grasa	falciforme.
53.	Apófisis	espinosa	de	la	undécima	
vértebra	torácica.
54.	 Extremo	caudodorsal	del	lóbulo	
caudal	derecho.
55.	 Extremo	caudodorsal	del	lóbulo	
caudal	izquierdo.
56.	Arteria	aorta	abdominal.
57.	Vena	ázigos	derecha.
58.	 Píloro.
59.	Duodeno.
60.	Músculo	longísimo	del	tórax.
61.	Músculo	multífido	torácico.
62.	Músculo	dorsal	ancho.
63.	 Fascia	toracolumbar.
64.	Bronquio	caudal	derecho.
65.	 Porción	muscular	del	diafragma.
66.	Vesícula	biliar.
29
24
23
5
12
29
19
14
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diagnósticopor imagen del tórax
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tomografía
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	 1.	 Cuerpo	de	la	7ª	vértebra	cervical.
	 2.	Músculo	supraespinoso	derecho.
	 3.	 Esternón.
	 4.	 Primera	costilla	izquierda.
	 5.	 Tráquea	torácica.
	 6.	 Espina	de	la	escápula	derecha.
	 7.	 Tronco	braquiocefálico.
	 8.	 Vena	cava	craneal.
	 9.	Músculo	largo	del	cuello.
10.	 Extremo	apical	del	lóbulo	craneal	derecho.
11.	 Lóbulo	craneal	derecho.
12.	 Lóbulo	craneal	izquierdo.
13.	Bronquio	craneal	derecho.
14.	Bronquio	craneal	izquierdo.
15.	Bifurcación	traqueal	o	carina.
16.	Bronquio	del	lóbulo	medio	
del	pulmón	derecho.
17.	 Lóbulo	medio	del	pulmón	derecho.
18.	Músculo	subescapular	derecho.
19.	Grasa	subcutánea.
20.	Apófisis	espinosa	
de	la	1ª	vértebra	torácica.
21.	Apófisis	espinosa	
de	la	3ª	vértebra	torácica.
22.	 Fosa	infraespinosa	izquierda.
23.	Aurícula	derecha.
24.	Arteria	del	lóbulo	pulmonar	
craneal	derecho.
25.	 Tronco	arterial	pulmonar.
26.	Vena	pulmonar	del	lóbulo	caudal	derecho.
27.	Vena	pulmonar	del	lóbulo	
caudal	izquierdo.
28.	 Esófago.
29.	Arteria	aorta	torácica.
30.	Arteria	del	lóbulo	pulmonar	craneal	
izquierdo.
31.	Vena	del	lóbulo	pulmonar	craneal	derecho.
32.	Ventrículo	derecho.
33.	Ventrículo	izquierdo.
34.	Bronquio	craneal	izquierdo.
35.	Aurícula	derecha.
36.	Aurícula	izquierda.
37.	Vena	cava	caudal.
38.	Bronquio	del	lóbulo	accesorio	
del	pulmón	derecho.
39.	 Tríada	(arteria/bronquio/vena)	
del	lóbulo	pulmonar	caudal	izquierdo.
40.	 Tríada	(arteria/bronquio/vena)	
del	lóbulo	pulmonar	caudal	derecho.
41.	 Lóbulo	accesorio	del	pulmón	derecho.
42.	Centro	tendinoso	del	diafragma.
43.	 Fundus	gástrico.
44.	 Pared	gástrica.
45.	 Ingesta	con	material	mineral	en	estómago.
46.	 Lóbulo	pulmonar	caudal	derecho.
47.	 Lóbulo	pulmonar	caudal	izquierdo.
48.	Grasa	pericárdica.
49.	Médula	espinal.
50.	Cardias.
51.	Hígado.
52.	Grasa	falciforme.
53.	Apófisis	espinosa	de	la	undécima	
vértebra	torácica.
54.	 Extremo	caudodorsal	del	lóbulo	
caudal	derecho.
55.	 Extremo	caudodorsal	del	lóbulo	
caudal	izquierdo.
56.	Arteria	aorta	abdominal.
57.	Vena	ázigos	derecha.
58.	 Píloro.
59.	Duodeno.
60.	Músculo	longísimo	del	tórax.
61.	Músculo	multífido	torácico.
62.	Músculo	dorsal	ancho.
63.	 Fascia	toracolumbar.
64.	Bronquio	caudal	derecho.
65.	 Porción	muscular	del	diafragma.
66.	Vesícula	biliar.
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diagnóstico por imagen de la cabeza
172 173
resonancia 
magnética
Figura 38. Imagen de resonancia 
magnética obtenida en sección sagital 
ponderada en T2 mostrando un quiste 
retrotectal causante de hidrocefalia 
en un perro. Obsérvese la dilatación 
quística de la cisterna cuadrigémina 
(flechas). Es evidente además la 
dilatación de los ventrículos.
Figura 39. Imágenes de resonancia magnética obtenidas en secciones dorsales ponderadas en T1 (a), T2 (b) y FLAIR (c) en un caso de quiste comple-
jo en el cerebro de un perro. Nótese la presencia de una masa intra-axial que no sigue exactamente la señal de LCR, específicamente en la secuencia 
FLAIR (c). Esto indica la presencia de un quiste complicado o una neoplasia pseudoquística. 
b ca
Figura 40. Imágenes de resonancia magnética obtenidas en secciones dorsales ponderadas en T1 antes (a) y después (b) de la administración de con-
traste paramagnético y en T2 (c) en un caso de una neoplasia intra-axial en el cerebro de un perro. Nótese la localización de la masa en el lóbulo frontal 
derecho, así como la prolongación de los tiempos de relajación en las secuencias principales (a) y (c) y el realce en anillo irregular (flechas) con mame-
lón de captación en el polo anterior.
b ca
Anomalías congénitas
Son aquellos defectos morfológicos o funcionales que afectan a todo el parénquima cerebral 
o a alguna de sus partes, y que están presentes en el momento del nacimiento. Las más fre-
cuentes son las alteraciones en el patrón circunvolutivo (polimicrogiria, lisencefalia), las ventricu-
lares (hidrocefalias por estenosis del acueducto, síndrome de Dandy-Walker), las alteraciones 
en el desarrollo de estructuras hemisféricas (holoprosencefalia, agenesia del cuerpo calloso) y 
la formación de quistes del desarrollo, especialmente los aracnoideos (fig. 38).
Encefalopatías metabólicas/nutricionales
Se caracterizan por ser lesiones intraparenquimatosas múltiples y simétricas que afectan, fun-
damentalmente, a la sustancia gris. Presentan, normalmente, hiperintensidad en secuencias 
potenciadas en T2 e hipointensidad en secuencias potenciadas en T1. No se suelen realzar en 
las secuencias poscontraste.
Neoplasias 
Gliomas
Estas neoplasias intra-axiales originadas de las células de la glía (oligodendrocitos y astroci-
tos) son, generalmente, únicas y presentan características radiológicas muy variables. Como 
normal general, al producir zonas de necrosis y edema, son hipointensas en las secuencias 
ponderadas en T1 e hiperintensas en las secuencias ponderadas en T2. En la mayoría de 
los casos, la captación de contraste es débil, aunque a veces se presenta en forma de anillo 
irregular (figs. 39 y 40). 
Neoplasias de la hipófisis
Debido a su localización pueden comprimir el diencéfalo produciendo, además de las altera-
ciones endocrinas, disfunciones neurológicas. Las más frecuentes son los micro/macro ade-
nomas, aunque también se pueden encontrar craneofaringiomas, hamartomas, etc. (fig. 41).
Figura 41. Imágenes de resonancia mag-
nética de un cráneo en un perro con neo-
plasia hipofisaria. Se muestra una sección 
transversal (a) y sagital (b), ambas ponde-
radas en T1 con secuencia de saturación 
de grasa. Obsérvese la presencia de una 
masa en la línea media (dorsum sellae) 
con captación de contraste (flechas), 
compatible con un macroadenoma hipo-
fisario.
ba
diagnóstico por imagen de la cabeza
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resonancia 
magnética
Figura 38. Imagen de resonancia 
magnética obtenida en sección sagital 
ponderada en T2 mostrando un quiste 
retrotectal causante de hidrocefalia 
en un perro. Obsérvese la dilatación 
quística de la cisterna cuadrigémina 
(flechas). Es evidente además la 
dilatación de los ventrículos.
Figura 39. Imágenes de resonancia magnética obtenidas en secciones dorsales ponderadas en T1 (a), T2 (b) y FLAIR (c) en un caso de quiste comple-
jo en el cerebro de un perro. Nótese la presencia de una masa intra-axial que no sigue exactamente la señal de LCR, específicamente en la secuencia 
FLAIR (c). Esto indica la presencia de un quiste complicado o una neoplasia pseudoquística. 
b ca
Figura 40. Imágenes de resonancia magnética obtenidas en secciones dorsales ponderadas en T1 antes (a) y después (b) de la administración de con-
traste paramagnético y en T2 (c) en un caso de una neoplasia intra-axial en el cerebro de un perro. Nótese la localización de la masa en el lóbulo frontal 
derecho, así como la prolongación de los tiempos de relajación en las secuencias principales (a) y (c) y el realce en anillo irregular (flechas) con mame-
lón de captación en el polo anterior.
b ca
Anomalías congénitas
Son aquellos defectos morfológicos o funcionales que afectan a todo el parénquima cerebral 
o a alguna de sus partes, y que están presentes en el momento del nacimiento. Las más fre-
cuentes son las alteracionesen el patrón circunvolutivo (polimicrogiria, lisencefalia), las ventricu-
lares (hidrocefalias por estenosis del acueducto, síndrome de Dandy-Walker), las alteraciones 
en el desarrollo de estructuras hemisféricas (holoprosencefalia, agenesia del cuerpo calloso) y 
la formación de quistes del desarrollo, especialmente los aracnoideos (fig. 38).
Encefalopatías metabólicas/nutricionales
Se caracterizan por ser lesiones intraparenquimatosas múltiples y simétricas que afectan, fun-
damentalmente, a la sustancia gris. Presentan, normalmente, hiperintensidad en secuencias 
potenciadas en T2 e hipointensidad en secuencias potenciadas en T1. No se suelen realzar en 
las secuencias poscontraste.
Neoplasias 
Gliomas
Estas neoplasias intra-axiales originadas de las células de la glía (oligodendrocitos y astroci-
tos) son, generalmente, únicas y presentan características radiológicas muy variables. Como 
normal general, al producir zonas de necrosis y edema, son hipointensas en las secuencias 
ponderadas en T1 e hiperintensas en las secuencias ponderadas en T2. En la mayoría de 
los casos, la captación de contraste es débil, aunque a veces se presenta en forma de anillo 
irregular (figs. 39 y 40). 
Neoplasias de la hipófisis
Debido a su localización pueden comprimir el diencéfalo produciendo, además de las altera-
ciones endocrinas, disfunciones neurológicas. Las más frecuentes son los micro/macro ade-
nomas, aunque también se pueden encontrar craneofaringiomas, hamartomas, etc. (fig. 41).
Figura 41. Imágenes de resonancia mag-
nética de un cráneo en un perro con neo-
plasia hipofisaria. Se muestra una sección 
transversal (a) y sagital (b), ambas ponde-
radas en T1 con secuencia de saturación 
de grasa. Obsérvese la presencia de una 
masa en la línea media (dorsum sellae) 
con captación de contraste (flechas), 
compatible con un macroadenoma hipo-
fisario.
ba
108
diagnóstico por imagen del aBdomen
109
tomografíaecografíaradiología
Figura 37. Diversas técnicas de apoyo en el 
diagnóstico del shunt portosistémico. En (a) 
se muestra una imagen lateral del abdomen 
tras una portografía mesentérica en un 
perro con múltiples shunts portosistémicos. 
Obsérvense los numerosos vasos anómalos 
de pequeño diámetro que conectan la vena 
porta (P) con la cava caudal (C) y el escaso 
flujo portal intrahepático. En (b) se muestra 
el perfil gráfico de flujo vascular dentro 
de la vena porta en un perro con un shunt 
portosistémico extrahepático. Obsérvese 
la alternancia en la velocidad del flujo en el 
tiempo, en contraste con el flujo típico estable 
de cualquier vaso venoso, lo que sugiere una 
alteración hemodinámica producida por una 
unión anómala vascular. En (c) observamos 
directamente un shunt portosistémico 
extrahepático mediante la señal Doppler 
color, que muestra una turbulencia (en código 
cromático: amarillo con centro azulado) 
dentro de un vaso que conecta la vena porta 
y la cava caudal transversalmente. En (d) se 
muestra una sección tomográfica transversal 
del abdomen de un perro a través de la L2, en 
el que se ha añadido contraste yodado por vía 
intravenosa para maximizar la visualización de 
los elementos vasculares. Nótese la relación 
anatómica entre la vena porta (flecha azul) y 
la vena cava caudal (flecha roja) a efectos de 
identificación de una unión vascular anómala. 
En (e) se observa una sección tomográfica del 
abdomen craneal de un perro a través de T13, 
en la que se muestra un shunt intrahepático 
de grandes dimensiones (puntas de flecha). 
Finalmente, en (f) puede verse una imagen 
ecográfica de un vaso ancho y sigmoideo en 
el centro del abdomen que no corresponde 
con ninguna estructura anatómica normal en 
ese punto.
f
Figura 38. Cambios en la densidad radiográfica del hígado. Nótense las densidades minerales lineales en el 
parénquima, compatibles con una calcificación de los conductos biliares en este gato.
Radiológicamente, los incrementos de la densidad en el parénquima hepático se deben a 
fenómenos de mineralización distrófica o a colelitiasis (fig. 38). Por el contrario, el descenso 
de la densidad radiológica en el hígado está asociado a acumulaciones de gas debido a la 
presencia de necrosis o abscesos (fig. 39).
Figura 39. Cambios en la 
densidad radiográfica del 
hígado. Nótese la presencia 
de densidades lineales tipo gas 
dentro del parénquima que se 
demostraron intravasculares 
por ecografía. Esta alteración 
desapareció 24 horas después, 
con lo que se estableció un 
diagnóstico presuntivo de 
introducción iatrogénica de gas 
vía sanguínea.
a b
C
P
c d e
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diagnóstico por imagen del aBdomen
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tomografíaecografíaradiología
Figura 37. Diversas técnicas de apoyo en el 
diagnóstico del shunt portosistémico. En (a) 
se muestra una imagen lateral del abdomen 
tras una portografía mesentérica en un 
perro con múltiples shunts portosistémicos. 
Obsérvense los numerosos vasos anómalos 
de pequeño diámetro que conectan la vena 
porta (P) con la cava caudal (C) y el escaso 
flujo portal intrahepático. En (b) se muestra 
el perfil gráfico de flujo vascular dentro 
de la vena porta en un perro con un shunt 
portosistémico extrahepático. Obsérvese 
la alternancia en la velocidad del flujo en el 
tiempo, en contraste con el flujo típico estable 
de cualquier vaso venoso, lo que sugiere una 
alteración hemodinámica producida por una 
unión anómala vascular. En (c) observamos 
directamente un shunt portosistémico 
extrahepático mediante la señal Doppler 
color, que muestra una turbulencia (en código 
cromático: amarillo con centro azulado) 
dentro de un vaso que conecta la vena porta 
y la cava caudal transversalmente. En (d) se 
muestra una sección tomográfica transversal 
del abdomen de un perro a través de la L2, en 
el que se ha añadido contraste yodado por vía 
intravenosa para maximizar la visualización de 
los elementos vasculares. Nótese la relación 
anatómica entre la vena porta (flecha azul) y 
la vena cava caudal (flecha roja) a efectos de 
identificación de una unión vascular anómala. 
En (e) se observa una sección tomográfica del 
abdomen craneal de un perro a través de T13, 
en la que se muestra un shunt intrahepático 
de grandes dimensiones (puntas de flecha). 
Finalmente, en (f) puede verse una imagen 
ecográfica de un vaso ancho y sigmoideo en 
el centro del abdomen que no corresponde 
con ninguna estructura anatómica normal en 
ese punto.
f
Figura 38. Cambios en la densidad radiográfica del hígado. Nótense las densidades minerales lineales en el 
parénquima, compatibles con una calcificación de los conductos biliares en este gato.
Radiológicamente, los incrementos de la densidad en el parénquima hepático se deben a 
fenómenos de mineralización distrófica o a colelitiasis (fig. 38). Por el contrario, el descenso 
de la densidad radiológica en el hígado está asociado a acumulaciones de gas debido a la 
presencia de necrosis o abscesos (fig. 39).
Figura 39. Cambios en la 
densidad radiográfica del 
hígado. Nótese la presencia 
de densidades lineales tipo gas 
dentro del parénquima que se 
demostraron intravasculares 
por ecografía. Esta alteración 
desapareció 24 horas después, 
con lo que se estableció un 
diagnóstico presuntivo de 
introducción iatrogénica de gas 
vía sanguínea.
a b
C
P
c d e
202
diagnóstico por imagen de la columna vertebral
203
radiología
Anatomía radiográfica, tomografía 
computerizada y resonancia 
magnética de la columna vertebral
En las figuras 1 a 10 se muestran los principales detalles anatómicos de la columna 
vertebral, y se ilustran las técnicas de exploración más utilizadas: radiología conven-
cional, tomografía computerizada y resonancia magnética.
Figura 1. Proyección radiográfica lateral de la porción cervical de lacolumna verte-
bral de un perro en la que se ha realizado una mielografía introduciendo contraste 
yodado (iohexol) en el espacio subaracnoideo mediante punción de la cisterna 
magna, evidenciando así el contorno de la médula espinal.
Figura 2. Proyección radiográfica ventrodorsal de la porción cervical de la colum-
na vertebral de un perro en la que se ha realizado una mielografía introduciendo 
contraste yodado (iohexol) en el espacio subaracnoideo mediante punción de la 
cisterna magna, evidenciando así el contorno de la médula espinal.
1. Atlas.
2. Apófisis espinosa del axis.
3. Diente del axis.
4. Apófisis espinosa.
5. Bulla timpánica.
6. Apófisis angular de la mandíbula.
7. Apófisis transversas.
8. Apófisis transversas de C6. 
9. Proceso articular de la vértebra craneal.
10. Proceso articular de la vértebra caudal.
11. Columna de contraste dorsal.
Figura 3. Proyección radiográfica lateral de la 
porción torácica de la columna vertebral de un 
perro en la que se ha realizado una mielografía 
introduciendo contraste yodado (iohexol) en el 
espacio subaracnoideo mediante punción de 
la cisterna magna, evidenciando así el contor-
no de la médula espinal.
Figura 4. Proyección radiográfica ventrodorsal de la porción torácica de la columna vertebral de un 
perro en la que se ha realizado una mielografía introduciendo contraste yodado (iohexol) en el espa-
cio subaracnoideo mediante punción de la cisterna magna, evidenciando así el contorno de la médu-
la espinal.
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3
Figura 5. Proyección radiográfica lateral de la porción lumbar de la columna vertebral de un perro en 
la que se ha realizado una mielografía introduciendo contraste yodado (iohexol) en el espacio suba-
racnoideo mediante punción a nivel del espacio intervertebral L5-L6, evidenciando así el contorno 
de la médula espinal.
12. Columna de contraste ventral.
13. Dilatación de espacio subaracnoideo.
14. Cisterna magna.
15. Arteria basilar.
16. Intumescencia cervical.
17. Primera costilla.
18. Arco del atlas.
19. Foramen transverso.
20. Cresta ventral del axis.
21. Proceso accesorio.
22. Unión costovertebral.
23. Apófisis espinosa de T1.
24. Foramen intervertebral.
25. Disco intervertebral.
26. Cuerpo vertebral.
27. Vértebra anticlinal.
28. Intumescencia lumbar.
29. Cauda equina.
30. Sacro.
31. Promontorio.
32. Ala del sacro.
33. Forámenes sacrocaudales.
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diagnóstico por imagen de la columna vertebral
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radiología
Anatomía radiográfica, tomografía 
computerizada y resonancia 
magnética de la columna vertebral
En las figuras 1 a 10 se muestran los principales detalles anatómicos de la columna 
vertebral, y se ilustran las técnicas de exploración más utilizadas: radiología conven-
cional, tomografía computerizada y resonancia magnética.
Figura 1. Proyección radiográfica lateral de la porción cervical de la columna verte-
bral de un perro en la que se ha realizado una mielografía introduciendo contraste 
yodado (iohexol) en el espacio subaracnoideo mediante punción de la cisterna 
magna, evidenciando así el contorno de la médula espinal.
Figura 2. Proyección radiográfica ventrodorsal de la porción cervical de la colum-
na vertebral de un perro en la que se ha realizado una mielografía introduciendo 
contraste yodado (iohexol) en el espacio subaracnoideo mediante punción de la 
cisterna magna, evidenciando así el contorno de la médula espinal.
1. Atlas.
2. Apófisis espinosa del axis.
3. Diente del axis.
4. Apófisis espinosa.
5. Bulla timpánica.
6. Apófisis angular de la mandíbula.
7. Apófisis transversas.
8. Apófisis transversas de C6. 
9. Proceso articular de la vértebra craneal.
10. Proceso articular de la vértebra caudal.
11. Columna de contraste dorsal.
Figura 3. Proyección radiográfica lateral de la 
porción torácica de la columna vertebral de un 
perro en la que se ha realizado una mielografía 
introduciendo contraste yodado (iohexol) en el 
espacio subaracnoideo mediante punción de 
la cisterna magna, evidenciando así el contor-
no de la médula espinal.
Figura 4. Proyección radiográfica ventrodorsal de la porción torácica de la columna vertebral de un 
perro en la que se ha realizado una mielografía introduciendo contraste yodado (iohexol) en el espa-
cio subaracnoideo mediante punción de la cisterna magna, evidenciando así el contorno de la médu-
la espinal.
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Figura 5. Proyección radiográfica lateral de la porción lumbar de la columna vertebral de un perro en 
la que se ha realizado una mielografía introduciendo contraste yodado (iohexol) en el espacio suba-
racnoideo mediante punción a nivel del espacio intervertebral L5-L6, evidenciando así el contorno 
de la médula espinal.
12. Columna de contraste ventral.
13. Dilatación de espacio subaracnoideo.
14. Cisterna magna.
15. Arteria basilar.
16. Intumescencia cervical.
17. Primera costilla.
18. Arco del atlas.
19. Foramen transverso.
20. Cresta ventral del axis.
21. Proceso accesorio.
22. Unión costovertebral.
23. Apófisis espinosa de T1.
24. Foramen intervertebral.
25. Disco intervertebral.
26. Cuerpo vertebral.
27. Vértebra anticlinal.
28. Intumescencia lumbar.
29. Cauda equina.
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32. Ala del sacro.
33. Forámenes sacrocaudales.
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