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1ºAR 1- Ingrid Silva

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Ingrid Izidoro da Silva 201512020
Actividad Remota 1º
Actividades para revisión de los tiempos del pasado del indicativo
A) Completa las frases con los verbos indicados en la forma correcta del pretérito perfecto compuesto.
Terremoto en Japón
(TVE - Canal 24 horas: 14/06/2008)
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Un terremoto de la magnitud de 7 grados en la escala de Richter ha sacudido (sacudir) este sábado el norte de Japón. El seísmo ha sido (ser) a la 01.40, hora peninsular española y ha afectado (afectar) sobre todo a la isla de Honshu, que es la más importante del archipiélago nipón. 
Al menos dos personas han muerto (morir) y hay 81 heridos. El epicentro ha sido (ser) localizado en la provincia de Akita a 82 kilómetros al norte de Sendai. El temblor he sentido (sentirse) incluso en Tokio situado a 390 kilómetros del origen del terremoto. Algunas de las principales autopistas están cerradas y los trenes de alta velocidad han cancelado (cancelar) sus trayectos. El seísmo no ha afectado (afectar) al funcionamiento de las plantas nucleares de la provincia de Fukushima ni tampoco al cercano aeropuerto de Sendai. 
Escribe una frase con el verbo solicitado (mínimo 7 palabras por frase)
Poner: La semana pasada puse atención a la explicación de la profesora.
Tener: En el futuro, la universidad estará en línea, ya que todos tendrán acceso a Internet, donde los estudiantes aplicarán el material diariamente y ya no serán evaluados en base a la evidencia.
Ver: Últimamente he visto demasiadas series em Netflix. 
Volver: Cada vez que emites un juicio o una crítica, estás enviando algo que terminará por volver a ti.
Hacer: En la cuarentena hago siempre las mismas cosas los fines de semana
Romper: Aparece el movimiento feminista romper con el orden patriarcal, denunciando la desigualdad entre hombres y mujeres .
B) Completa el texto con la forma correcta del pretérito imperfecto .
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había (haber) de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era (ser) entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que precipitaban (precipitarse) por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era (ser) tan reciente, que muchas cosas carecían (carecer) de nombre, y para mencionarlas había (haber) que señalarlas con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba (plantar) su carpa cerca de la aldea, y con un gran (sic) alboroto de pitos y timbales daban (dar) a conocer los nuevos inventos. Primero llevaron el imán. Un gitano corpulento, de barba montaraz y manos de gorrión, que se presentó con el nombre de Melquíades, hizo una truculenta demostración pública de lo que él mismo llamaba (llamar) la octava maravilla de los sabios alquimistas de Macedonia. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos, y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas, las tenazas y los anafes se caían (caer) de su sitio, y las maderas crujían (crujir) por la desesperación de los clavos y los tornillos tratando de desenclavarse, y aun los objetos perdidos desde hacía mucho tiempo aparecían (aparecer) por donde más se les había buscado, y se arrastraban (arrastrar) en desbandada turbulenta detrás de los fierros mágicos de Melquíades. Las cosas, tienen vida propia – pregonaba. (pregonar) el gitano con áspero acento - todo es cuestión de despertarles el ánima.
José Arcadio Buendía, cuya desaforada imaginación iba (ir) siempre más lejos que el ingenio de la naturaleza, y aún más allá del milagro y la magia, pensó que era (ser) posible servirse de aquella invención inútil para desentrañar el oro de la tierra. Melquíades, que era (ser) un hombre honrado, le previno: - Para eso no sirve. 
Pero José Arcadio Buendía no creía (creer) en aquel tiempo en la honradez de los gitanos, así que cambió su mulo y una partida de chivos por los dos lingotes imantados.
 Primera parte del capítulo 1 del libro Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
C) Completa las frases con los verbos indicados en la forma correcta del pretérito indefinido.
La historia del viaje de un inmigrante clandestino a España.
Salí (Salir - yo) de Yaundé hace unos meses. De Camerún nos fuimos (ir, nosotros) tres personas a Nigeria. Cada visado en la frontera costaba 200.000 FCFA. Unos días después llegamos. (llegar, nosotros) a la frontera con Níger. Mi calvario empezó (empezar) allí. 
En Níger era obligatorio presentarse en la comisaría. Los agentes tomaron (tomar, ellos) nuestros pasaportes. Estuvimos (Estar, nosotros) mucho tiempo sin saber qué hacer, hasta que uno de ellos nos dio (dar, él) a entender que por quince mil francos podían dejarnos ir. Una vez libres, un hombre nos transportó (transportar, él) en un viejo Peugeot 504 a Tamanrasset (Argelia) por 150.000 francos por persona. Nos llevó (llevar, él) a su casa y nos pidió (pedir, él) 5.000 francos más para comprar comida seca, leche y bidones de agua. 
Al día siguiente llegamos (llegar, nosotros) de noche a Agadez. Allí nos dijo (decir, él) que el resto del viaje lo íbamos a hacer en cuatro por cuatro, en un Toyota Land Cruiser. Pero teníamos (tener, nosotros) que esperar varios días porque querían 90 personas para tres coches y sólo éramos 71. Un día el hombre vino (venir) acompañado por cuatro hombres de uniforme que nos pusieron (poner, ellos) en fila y nos robaron (robar - ellos) todo el dinero que nos quedaba. Decidí (Decidir, yo) volver a casa. Ya no podía más, ni moral ni psicológicamente. 
Pedí (Pedir, yo) dinero a casa: 50.000 francos y me marché (marchar, yo) a Duala en compañía de uno de los compañeros de viaje. Tenía pulmonía. Murrio (Morir, él) antes de llegar a Duala. Nuevamente dejé (dejar, yo) mi país y después de 11 días llegué (llegar, yo) a la ciudad argelina de Magnat. Para entrar en España pagué (pagar, yo) cerca de 1.500 euros y otros 150 euros al gobierno argelino para mi protección. 
Salimos (Salir, nosotros) de noche y en nuestra patera éramos once. Entre los viajeros había seis asiáticos. Sí, señor, también utilizan esta vía, saliendo desde Mali, país al que llegan en vuelos regulares. Tras dos horas de viaje, el de la patera nos obligó (obligar, él) a lanzarnos al agua. La gente gritaba (gritar) porque muchos no sabían nadar. Yo nadé (Nadar) como pude. (poder, yo) y al llegar a la costa ya nos estaba esperando la policía española. 
D) 
Completemos con el pretérito pluscuamperfecto.
El verano pasado mis amigos fueron de vacaciones a Mallorca. Yo decidí no acompañarlos porque ya (visitar) había visitado Mallorca anteriormente. Yo (ir) había ido con mi familia y nosotros (alojarnos) habíamos alojado en un hotel de lujo; (celebrar) habíamos celebrado el 80 cumpleaños de mi abuela; el hotel nos habíamos preparado (preparar) una gran tarta. Mi abuela había pagado (pagar) todos los gastos.
E) Uso de los tiempos del pasado
La cartera
Completa los dos textos con los verbos indicados en la forma correcta del pretérito indefinido, pretérito imperfecto, pretérito pluscuamperfecto o pretérito perfecto.
Y hoy queremos contar también una historia con final feliz. Es sobre una mujer que, hoy por la mañana, recuperó (recuperar) su cartera gracias a la buena acción de otro ciudadano. La había perdido (perder, ella) en el metro de Barcelona con más de 7.500 euros hace unos días. 
Es algo que no te pasará todos los días. Nos quedamos mirando y lo primero que piensas es, ¿esto es de verdad o es del Monopoly? ¿Qué es esto? 
La cartera contenía (contener) una cantidad considerable de euros. Un buen samaritano la encontró (encontrar) y la entregó (entregar) a los trabajadores del metro. 
La señora tuvo la suerte de que cayó (Caer) en manos de Raúl, que desde hace tiempo se encarga del turno de noche.Consciente de su buena suerte, la propietaria del monedero había lanzado (lanzar) una llamada a través del Tuiter de los Mossos d’Esquadra: quería (querer) dar las gracias a quién lo ..................... (hallar). Si ve esta noticia, ya puede ponerle cara. 
El caso del ascensor. Dos operarios detenidos hoy.
El suceso del ascensor, como ya lo llaman algunos aquí, en China, es la historia de un olvido con el peor desenlace posible. 
Todo empezó (empezar) el pasado 30 de enero, cuando en un bloque de pisos en Xian se estropeó (estropear) el ascensor.
llamaron (Llamar, ellos) a dos operarios que cortaron (cortar, ellos) la electricidad, pero no regresaron (regresar) hasta un mes después para reparar la avería.
El pasado martes, cuando volvieron (volver) para su sorpresa se encontraron (encontrar) que dentro del ascensor había (haber) una mujer de 43 años, muerta.
Todo parece indicar que falleció (fallecer - ella) de inanición. 
Los dos operarios han sido (ser, ellos) detenidos por una supuesta negligencia por no abrir las puertas y asegurarse de que estaba (estar) vacío. Ellos han declarado (declarar) que antes de cortar la luz golpearon (golpear, ellos) las puertas y que nadie contestó (contestar). 
Según algunas informaciones, en un mes nadie denunció (denunciar) la desaparición de la mujer, que al parecer vivía (vivir, ella) sola.

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