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Parte XV Psicosemiología CONTENIDO Capítulo 71 Semiología de los principales síndromes psiquiátricos • • M• «t ••• • * • booksmedicos.org • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org CAPÍTULO 71 Semiología de los principales síndromes psiquiátricos Roberto Doria-Medino INTRODUCCiÓN La exploración completa de las manifestaciones de los trastornos mentales y emocionales requiere tiempo y des treza, pues depende fundamentalmente de !a información detallada que se obtiene en ia entrevista médica y, en forma accesoria, de los estúdios complementarios (prue- bas psicológicas, estúdios por imágenes v electrofisioló- gicos, exámenes de laboratorio) v de Ia utilización de es calas con el fin de unificar y cuantificar los hallazgos. La exploración psiquiátrica debe ser una parte habitual dei examen médico y habría que realizaria simultáneamente con la recolección de datos durante la anamnesis y la ex- ploración física, como parte sustancial de la consulta en cualquier especialidad de la medicina y en cualquier cir cunstancia clínica. l/ i iQuién es el paciente? iCómo padece Io que motiva su consulta? E^n qué áreas de su funcionamiento psí- quico se pone de manifiesto el efecto de la patologia que sufre? Las respuestas a estas tres preguntas conducen al diagnóstico de los principales síndromes psiquiátricos. Si bien el diagnóstico diferencial en psiquiatria puede resultar muy complejo, el reconocimíento de las manifes taciones mayores de los trastornos emocionales y menta les está al alcance de todos los médicos y forma parte de su práctica cotidiana, siempre que se la tenga en cuenta. Por ejemplo, es habitual que ia angustia y la depre- sión que acompanan a la enorme mayoría de todos los demás signos y sintomas de la medicina interna no se consideren en su calidad de signos y sintomas clínicos, a tal punto que habitualmente no se consignan en las historias clínicas. Lo mismo vale para las fallas cognitivas, que con fre- cuencia pasan inadvertidas. La psicose miolo gí a es la búsqueda de todas las mani festaciones de sufrimiento psíquico y de perturbación mental en el contexto de la entrevista médica. Incluye, en- tonces, el relevamiento de: - la capacidad cognitiva (estado de alerta, reacción a los estímulos ambientales, focalización v mantenimiento de la atención, uso de la memória, calidad de la per- cepción, alteraciones sensoriales, alucinaciones); - Ia organizadón dei pensamiento (coherencia, sistemati- zación, uso de ia lógica, convicciones y creencias, grados de simbolización y abstracción, originalidad, correspon dência con el pensamiento de otros, uso de la fantasia); - la tonalidad afectiva (exaltación o depresión, acelera- ción o enlentecimiento, temerosidad, comicidad, ex- traneza, abatimiento, amargura, hostilidad); - las principales características de la vida emocional (sensibilidad, indiferencia, distanciamiento, variabilí- dad, exageración, persistência de los vínculos, ajenidad, seductividad); - ias condiciones de ejercício de la voluntad y coordina- ción de las acciones, en el marco de las relaciones inter- personales v de la propia historia (desde ia integración neurobiológica hasta la constitucíón de un proyecto personal, congruência ideoafectiva en el comporta- miento, uso dei lenguaje). Para ser exhaustiva, requiere tiempo y entrevistas rei teradas. Puede y debe estar acotada a las circunstancias de cada consulta, pero no es posible excluiría de la rela- ción entre el médico y su paciente, Semiología sin psico- semiología no es medicina, si se entiende la medicina como la ciência y el arte de curar a las personas. TÉCNICA DE LA EXPLORACIÓN PSÍQUICA Y DEL ESTADO MENTAL Entrevista médica Toda consulta es un encuentro entre el paciente y el médico. Este último debe cumplir con su tarea de objeti • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org 1462 Parte XV • Psicosemiología vai' hallazgos que le permitan organizar modelos diagnós ticos. Debe observar cuidadosamente, escuchar con aten ción y comunicarse comprendiendo las expectativas de los pacientes y las peculiaridades de sus formas de ser. Para la exploración psicosemiológica, entonces, resulta capital que se pueda establecer un marco de caiidez y comprensión v que tenga lugar una entrevista, aunque sea breve, no solo un interrogatório. En el curso de la en trevista y en virtud de la conversación se genera un víncu lo entre el paciente y el médico, una interacción subjetiva, que permite el despliegue de los aspectos personales dei paciente y una comunicación confiada v franca que favo rece el relato de los sintomas y la expresión de los esta dos emocionales y afectivos, que el enfermo deberá dar a conocer si se pretende evaluar su psiquismo. La actitud médica sólida v firme puede brindar seguri- dad y contención si incluye interés y comprensión. Si está cargada de autoritarismo y severidad, infunde temor y desconfianza y despierta fantasias de sometimiento. El paternalismo médico promueve el infantiiismo dei pa ciente, quien de por si llega a la consulta en condiciones de vulnerabilidad y desamparo por sentirse enfermo. Si se entiende que la anamnesis es un momento de la entrevista y que el interrogatório apunta a especificar mejor lo que ei enfermo va sabe de su dolencia, pero que además se debe sacar a la luz lo que ignora o no registra en forma adecuada, se comprenderá que el arte de la en trevista médica se adquiere gradualmente con la expe- riencia y constituye el núcleo de la formación clinica. Aunque se utiiicen técnicas cerradas de entrevista pau tada o interrogatórios estructurados, la entrevista mé dica se realiza con una etapa de comienzo, una etapa central y una etapa de cierre, para lograr que el paciente afiance sus expectativas de ser ayudado, exponga como damente sus preocupaciones y las moléstias que lo aque- jan y se disponga a continuar con los exámenes y el segui- miento terapêutico. Las tres etapas de la entrevista tienen lugar sea cual fuere su duración: - En la etapa inicial se dan las condiciones para ei inter câmbio dialogado, es un momento preparatório; el mé dico muestra su disposición abierta hacia el paciente. - En la etapa central se avanza en la exploración, se in- dagan las cuestiones más personales y se da cabida a las preocupaciones y ai sufrimiento. - La etapa de cierre permite puntuaiizar lo que se consi dera más importante, le da tiempo al paciente para re- armarse emocionalmente luego de haberse expuesto a la exploración y posibilita ei afianzamiento de la con- fianza generada durante la consulta, torta leciendo la relación que se estabiece con el médico, lo que garan- tiza a su vez la disposición a tratarse y la comprensión de las indicaciones que se le brindan. Impresión general dei paciente Ya al comenzar la conversación con que se inicia cual- quier consulta conviene evaluar en qué estado emocional se encuentra el paciente y qué impresión general produce su apartencia acerca de su funcionamiento psíquico bá sico. En la facies ya se puede advertir el grado de alerta y conexión con el ambiente, ia expresión dei estado afec- tivo predominante y la intensidad de los procesos de pen- samiento. El tono de voz y las primeras palabras que es- cucha el médico lo orientan para confirmar o descartar los resultados de su primera inspección. En psicosemio logía, escuchar cómo dice las cosas el paciente es tan im portante como registrar el contenido de lo que dice. La lentitud en el habla, la dificultad para concentrarse y para recordar ponen sobre la pista de un trastorno cognitivo con compromiso cerebral (deliríam, demencia), que de berá investigarse. La actitud alarmada v tensa, ei temor y la inquietud llevan a indagar sobre ia existência de un trastorno de ansiedad. El gesto apesadumbrado y la amargura en la expresión hacen sospechar una depre- sión. La perplejidad, la desconfianza o la conducta ex- traria obligan a investigar ia existência de un estado de psicosis. Exploración clínica A partir de la psicologia general, que estudia y caracte riza el funcionamiento psíquico normal, y de los hallazgos de la psicologia experimental (que expone a indivíduos seieccionados a condiciones particulares de estímulos o propone condiciones de aprendizaje y pruebas de cogni- ción), en ia psiquiatria tradicional se intento estudiar las manifestaciones psicopatoíógicas como variaciones en cantidad y calidad de las funciones psíquicas. Particular mente se consideraron los aspectos conscientes de la atención, la memória, la percepción y el pensamiento en sus distintos niveles de abstracción. La división escolás- tica en tres áreas: pensamiento, afectividad v voluntad, constituyó la base para la dístinción de funciones dei psi quismo. En la exploración clínica puede resultar útil como re- cordatorio seguir un esquema que tenga como referencia una lista de funciones psíquicas; atención, memória, per cepción, niveles de alerta y dei sensorio, orientación tem- poroespacial v personal, conciencia de situación y de en- fermedad, razonamiento y capacidad de juicio, curso y contenido dei pensamiento en cuanto al capitai ideativo v las ideas predominantes, utilización dei lenguaje, emo ciones y sentimientos prevalentes, contrai de los impulsos y capacidad de acción propositiva, congruência de la afec tividad y ia conducta, comportamientos extravagantes o acciones insólitas, hábitos v particularidades de la vida instintiva. Un listado semejante puede orientar en la exploración y en el curso dei diálogo v ser útil para consignar un in forme de la exploración det estado mental o para presen- tar organizadamente sus hallazgos, pero no ayuda para la identificación diagnostica básica y Ja detección de los grandes síndromes con finalidad practica, si se intenta armar un cuadro clinico con los hallazgos dispersos de un listado de alteraciones de las funciones senaladas, Cabe agregar que ha sido en buena medida el estúdio de la psi- copatología, las manifestaciones dei enfermar mental- mente y la comprensión dei sufrimiento psíquico lo que permitió explicar mejor el funcionamiento normal. El examen dei estado mental contempla de modo es- quemático los aspectos que se describen a continuación (cuadro 71-1). La lucidez de la conciencia comprende: a) la evaíua- ción de la capacidad de atender y concentrarse, b) la ex ploración de ia memória (recientey remota, explícita [se- mántica-abstracta o episódica-autobiográfica] e implícita procedural], retrospectiva y prospectiva) y c) la claridad • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org Semiología de los principales sindromes psiquiátricos 1463 CUADRO 71-1. Examen el estado mental /Ispecfo y conducta apariencia general - expresión facial - postura - movimientos maneras sociales y com porta miento explicito Procesos cognitivos básicos - atención y concentraciõn - memória percepción - claridad de conciencia orientación (en ti empo, espado, personal) nivel de inteligência ícapacidad deabstracción) Afectividad estado de ânimo predominante - variaciones dei humor adecuación y congruência de los sentimientos Pensamiento y lenguaje - velocidad - cantidad de producción verbal continuídad - preocupaciones - sintomas obsesivos - delírio Capacidad de introspección y juicio de realidad Existência de despersonalización (transformación personal, extraheza consigo mismo) de la percepción y !a existência de percepciones anorma- les (alucinaciones). Si estos tres aspectos se hallan intac tos, se habla de lucidez de conciencia. La expresión verbal permite apreciar si hay coheren- cia o incoherencia dei pensamiento (en la confusión men tal, la incoherencia se presenta con aíguna perdida de la lucidez de conciencia), si se fragmenta (disgregación es quizofrênica) o se acelera y se desorganiza (taquipsiquia y fuga de ideas en la mania). La consideracíón de los temas que preocupan al paciente permite indagar sobre la existência de delírio (creencias irreductibles, que no ad- miten alternativas v condicionan la conducta) u obsesio- nes (ideas que se imponen a Ia conciencia provocando angustia, que establece una lucha interior para desalojar ias). La evaluacion de la afectividad registra la aparición de angustia (aguda, crônica, generalizada o focalizada), depresión o exaltación dei ânimo, sentimientos de ex- traneza v temor incomprensible (perplejidad). El comportamiento explícito permite ver alteraciones en ia motricídad y en la ejecución de la acción, gesticula- ciones y manierismos (movimientos innecesarios o inex- presivos), impulsividad, agresividad v violência, estereo- tipias (reiteración de acciones o posturas) o bloqueo motor, peculiaridades o dificultades en la emisión y arti- culación dei lenguaje o uso inadecuado de Ias palabras. La evaluacion psicosemiológica se completa con el es túdio de la historia vital ypersonal dei paciente, a quien se imita a narrar v se interroga acerca de las etapas cru- ciales de su vida, sus relaciones familiares, sus vínculos interpersonales, ocupaciones, hábitos e intereses, eníer- medades v câmbios significativos. Además de los antece dentes patológicos en ia família, se exploran cuidadosa mente la estructura y el contexto familiar. La experiencia y la formación clínica sólida llevan a que la exploración dei estado psíquico de una persona sea mucho más que consignar respuestas a un repertório ru- tinario de preguntas o a algún esquema mnemotécnico de ocasión. Enfoque diagnóstico En la práctica corriente, estableciendo las condiciones para que el paciente se exprese con espontaneídad y re- fiera sus creencias acerca de lo que le pasa, escuchando con atención las quejas que io llevaron a consultar v ob servando de qué maneia están afectados su comporta miento y su vida habitual, se podrán caracterizar los prin - cipales sindromes psiquiátricos que se describen más adelante. El diálogo y las preguntas oportunas permiten preci sar las modalidades de sufrimiento, las restricciones y las limitaciones en ei diário vivir, los sintomas inhabituales y los patrones repetidos de conducta e interrelación con los demás. Según las circunstancias de ia intervención clinica puede resultar necesario entrevistar también a familiares, allegados o acompahantes va sea para ampliar la informa - ción recabada o para corroborar los datos semiológicos, su intensidad y el grado de malestar e incapacidad que provocan. Si está afectada la cognición se pensará básicamente en una patologia orgânica cerebral o demencial (véase el capítulo 63-1 Deterioro cognitivo). Debe recordarse siempre que todo proceso de dementización se acom- pana de sufrimiento emocional v requiere una fina se miología para evaluar el impacto personal y familiar de ia patologia cerebral. Sin una comprensión de la perso- nalidad previa dei paciente no es posible realizar un ade- cuado diagnóstico de los déficits cognitivos. Si la clari dad de la conciencia está enturbiada, la búsqueda diagnostica se dirigirá en ei sentido de las causas que ocasionan confusión mental y obnubilación dei senso- rio. Un estado de desorientación aparente, sobre todo en relación con la propia persona, sin alteración dei sen- sorio, hace sospechar un estado psicótico funcional sin afectación grosera de la actividad cerebral. Cuando ias alteraciones experimentadas por el paciente lo llevan a vivir en una realidad propia no compartida con los demás o sin poder reconocer el consenso establecido por los otros, la sospecha de hallarse ante un estado psi cótico es alta. En los estados neuróticos, los sintomas y el compromiso personal pueden ser muy intensos pero Ias alteraciones sufridas siempre se consideren indivi- duales y subjetivas y se relacionan con la ansiedad. Todo sintoma físico (p. ej., dolor) debe evaluarse en re- iación con el estado emocional, la personalídad v las teo rias que cada persona elabora acerca dei propio cuerpo. Para diferenciar entre los concomitantes físicos de la an gustia, las manifestaciones orgânicas de depresión, las ex- presiones corporales de conflicto afectivo, las preocupa ciones sobre el funcionamiento de los órganos, ia patologia psicosomática con lesiones y fisiopatología es- • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org 1464 Parte XV • Psicosemiología pecífica, los delírios que involucran al cuerpo con activi- dad aiudnatoria o sin ella, se necesita de la psicose mioio- gía, es decir, dei análisis de los aspectos humanos en Ia se- miología médica. DEPRESIÓN Definición La depresión es un estado patológico diferente de la tristeza y ia preocupación normal que acompaha a cual- quier enfermedad o a situaciones \itales de perdida. Suele ser confundida con la pena o con el sufrimiento que se consideran naturales en un enfermo. Provoca pesar en los demás, también en los médicos, y esto lleva a rechazar a quien la sufre o a que se ignore dentro de las considera- ciones clinicas. Como estado patológico, es un trastorno dei ânimo que se manifiesta en todas las áreas de ia personaii- dad, psíquicas y físicas, con diferente intensidad. A nível dei pensamiento, se expresa con pesimismo, a nivel de los afectos, con abatimiento emocional e incapacidad de dis frutar, y en la esfera volitiva, con falta de voluntad. Como sen ti miento, la depresión se caracteriza por la amarguray el dis- gusto que tinen toda la experiencia personal afectada por la desesperanza. Epidemiología El trastorno depresivo es muy frecuente en la práctica general y en particular en la práctica hospitalaria, pero habitualmente no se diagnostica. Cuando está acompa- nado por malestar físico o es concomitante con una alte- ración somática pasa aún más inadvertido en las consi- deraciones diagnosticas. La prevalência de depresión en ei curso de la vida es de 15%. En un estúdio realizado en el Hospital de Clínicas "José de San Martin" de la Universidad de Buenos Aires, se pudo determinar que entre los pacientes mayores de 60 anos internados en salas de medicina interna, el 40% pre senta una patologia depresiva que requerida tratamiento específico. Se estima que un médico de atención primaria, que asiste a 2.000 pacientes de todas las edades, recibe unos 20 a 30 pacientes al aiío que padecen un trastorno depre sivo mayor. La prevalência de este trastorno en los países occidentales es de 20-30 por 1.000 en los varones v de 40- 90 por 1.000 en las mujeres. El riesgo vital para la depre sión mayor llega a 70-120 por 1.000 en los hombres y a 200-250 por 1.000 en las mujeres. Estas cifras aumentan considerablemente si se inclu- yen todos los trastornos dei espectro depresivo y no solo ei llamado depresión mayor. Algunas estimaciones indi- can que en atención primaria por io menos el 10% de los pacientes sufren de algún estado de depresión. La Orga- nización Mundial de la Salud estima que para el ano 2020 la depresión será la primera causa mundial de discapaci- dad. La venta global de antidepresivos rondaria actual- mente los 20.000 millones de dólares anuales. Las enormes dificultades para definir y clasificar los estados de depresión generan tanto problemas de sobre- diagnóstico como de subregistro, dependiendo dei medio asistencial, la capacitación de los profesionales y la ina- decuación de los instrumentos que se implementan para codificar los diagnósticos. Etiopatogenia En psiquiatria, la etiología es siempre multifactorial y ia patogenia surge de la interacción de los diversos nive les y aspectos de la personaiidad según los cuales se expe- rimentan los eventos que acontecen en las distintas eta pas de la vida. Los factores precipitantes de depresión, pérdidas o câmbios que implican pérdidas, actúan sobre ia predisposición a la depresión. Ya en el nivel genético, resulta imprescindible concebir modelos polifactoriales para explicar los determinantes hereditários en la predisposición a la depresión, igual que en todos los trastornos emocionales. Hasta la fecha no hav ningún hallazgo de falia genética aislada que pueda considerarse causa de un trastorno depresivo, los factores hereditários son poligénicos y se hallan en estúdio las mo- dulaciones entre genes v de los genes con ei entorno nu clear y citopiasmático. íuntoa Ia constitución biológica, las experiencias más tempranas de la rida son las más importantes para la vul- nerabilidad a la depresión. Las etapas de amamanta- miento y destete, la calidad de las frustraciones preco ces, la intensidad de las vivências de desamparo en el parto, la lactancia y los primeros anos, las modalidades empleadas en el entrenamiento corporal y en Ia adminis- tración de la agresión y la autodeterminación, inciden de manera decisiva en las bases de la organización de la per sonaiidad. La contiguración de redes neuronales y las re- acciones neuroendocrinas de adecuación al estrés que- dan en buena parte establecidas por las experiencias tempranas de la infancia que incluven las identificaciones básicas que modelan el psiquismo en función de la fan tasia y la interacción con ias personas significativas. Esas experiencias constituyen el núcleo dei mundo interno de la personaiidad en el cual transcurre la vida emocional inconsciente. En virtud de cada adecuación particular de la constitu ción somaticocerebrai con el mundo interno, la frustra- ción se vivirá conto perdida y las pérdidas se vivírán de manera irreparahle en la vida adulta, con io cual están dadas las condiciones para desarrollar una depresión. Toda enfermedad corporal repercute en el equilibrio neu- roendocrino, y todo cambio significativo en la vida obliga a reacomodar los lazos afectivos en el mundo interno; por otra parte, las modificaciones de este mundo interno siempre tienen un correlato neuroendocrino y los dese quilíbrios neuroendocrinos afectan a su vez el estado dei mundo interno, con lo cual se entiende mejor la multifac- torialidad de la etiopatogenia. En cada caso de depresión, los diversos factores etiopatogénicos se combinan en di ferente proporción. Algunos consideran que múltiples procesos diferentes de enfermar, incluso en el nivel biológico, confluyen en la expresión final con las características dei síndrome que llamamos depresión. Motivos de consulta Los pacientes consultan por múltiples manifestacio- nes, según el sintoma más llamativo para cada caso. Es • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org Semiología de los principales sindromes psiquiátricos 1465 frecuente que la falta de apetito y la pérdida de peso con comitante lleven a la primera consulta. También una sen - sación de cansando y fatigabilidad fácil o continua apare- cen como moléstias que se plantean al médico. A veces un malestar dituso con desaliento generalizado es lo que motiva 1a consulta. La pérdida dei deseo sexual y las disfundones sexuales muchas veces son la fachada de cuadros depresivos. Las fallas en 1a capacidad de concentración y concomitante mente, en la memória, la pérdida de energia y de interés por la vida, los câmbios de humor v dei caracter que tien- den ai pesimismo v la irritabilidad, una disminución en el rendimiento laborai y la eficacia personal, también sue- len traer ai paciente a la consulta. El insomnio, de manera frecuente y característica el despertar precoz, es decir, el insomnio de la segunda mitad de la noche con aumento dei malestar general en Ias horas de la madrugada, es un sintoma frecuente. Las moléstias gastrointestinales de tipo dispéptico, la ílatuiencia, el dolor abdominal, la pre- ocupación por el funcionamiento intestinal v por otras enfermedades, en especial cardíacas, son habituales entre los pacientes depresivos. Los cuadros dolorosos prolonga dos y el dolorimiento crônico en la espaida, los músculos y las articulaciones, así como las cefaleas, suelen deter minar la búsqueda de ayuda médica. Manifestaciones clínicas y exploración dei estado mental La persona deprimida tiene un aspecto apesadum- brado e inhibido. Evidencia retardo psico motor en los gestos, los movimientos y el habla, Su expresión es de desdicha. El pensamiento, por lo general enlentecido, es pesimista, cargado de ideas negras, v los pacientes suelen quejarse de dificultades en cuanto a su actividad mental. Pueden hallarse fallas en la concentración y en la memó ria. El enfermo deprimido está ensimismado, retraído en su sufrimiento, de allí que tiene dificultades para prestar atención y para fijjar datos v recordar. Le falta interés, nada le agrada, puede encontrarse irritable v malhumo- rado. Le parece que ha perdido la energia y las fuerzas, de manera que todo le cuesta más (cuadro 71-2) (caso clí nico 71-1). El pesimismo lo abarca todo v la vida diaria ha perdido brillo. En relación con el pasado, se recobran ias experiên cias penosas, de pérdida o desafortunadas, y se siente culpa; en Io que respecta al presente, se experimenta un sentimiento de fracaso, de pérdida de la confianza en si mismo. de falta de valoración personal; por lo que hace al futuro, no hay expectativas favorables ni ganas de se guir viviendo, con lo cual suelen aparecer ideas suicidas o de mueite que obligan a evaluar el riesgo de actos sui cidas (cuadro 71-3). Las ideas de suicidío deben investigarse en todo pa ciente deprimido, directamente y con franqueza, y su existência obliga a la evaluación dei riesgo de suicí dio. Todo anuncio de autoeiiminación debe considerarse con extremo cuidado. Para ello se conversa con el paciente acerca de sus pen- samientos sobre la muerte, los motivos que encuentra para matarse, los preparativos que considera v los planes CUADRO 71-2. Síntesis de los hallazgos más relevantes en la depresión Depresión leve Câmbios duraderos dei humor y la conducta, con desânimo, escasa capacidad de placery pesimismo Empeorarniento matutino Empeoramiento por la tarde Depresión moderada Expresión de disgusto, actitud inhibída, aislamiento Falta de interés y de energia, de concentración y memória Dificultades para dormir Desesperanza, ideas de fracaso, hipocondríacas y de muerte, remordímientos Insomnio con despertar precoz Disminución dei apetito, pérdida de peso, menor deseo sexual Depresión grave Acentuación de las características anteriores con marcada hipobulia, ideas de desvalorización, ruina, autorreproche, que pueden alcanzar convicción delirante Alteraciones de !a percepción dei propio cuerpoy sensoriaies Pian suicida Anorexia, pérdida de peso que excede la reducción de la ingesta Seudodemencia, estupor que ya pudiera haber realizado al respecto, sus fantasias acerca de lo que ocurrirá consigo y los demás después de Ia muerte, sus creencias religiosas v los intentos prévios que hubiera realizado. La infòrmación de familiares y alle- gados es muy útil, Sintomas físicos Todas las características emocionales que afectan el pensamiento también afectan las manifestaciones corpo rales o biológicas. La depresión transe urre con falta de apetito. Ia anorexia lleva a la pérdida de peso, lo que obliga muchas veces a realizar exhaustivos estúdios para descartar otra patologia. El deseo sexual se apaga y pue den aparecer variadas disfundones sexuales en hombres y mujeres. Las alteraciones dei dormir son muy frecuen- tes y típicas. En particular et despertar precoz, con un ca racterístico empeoramiento dei estado emocional en las primeras horas de la manana. Suelen verse amenorrea, estrensmiento, moléstias físicas vagas, cansancio, fatiga bilidad, dolores y preocupaciones hipocondríacas. Con frecuencia, el dolor físico aparece como la manifestación más destacada de un estado de depresión y puede ser el equivalente somático de la depresión sin que esta se ex- prese en ia esfera mental. En las depresiones atípicas se encuentra hiperorexia, aumento de peso y somnolencia aumentada. Formas clínicas Se describen depresiones leves, moderadas y graves, hay formas típicas v atípicas, episodios depresivos úni - • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org 1466 Parte XV • Psicosemiología Caso cünico71-1 Filomena, de 6õ arios, consulto por olvidos, distracciones, somnolencia diurna, por momentos llegaba a "cabecear'1 y dormia unos segundos. Al despertar de mariana ya estaba cansada y solía abrir los ojos antes de hora, muy temprano. Levantarse de Ia cama le costaba gran esfuerzo, el día se le hacía interminabfe. Disminuyó su actividad, abandono Ia gim- nasia y Ias caminatas que solfa hacer. Aumento de peso, aun cuando comia con menos apetito. habia empezado a comprar chocolates y dulces. Se quejaba de dificultades digestivas y dolori miento corporaI que atribuía a ía fa Ita de descanso noc- turno. Mantuvosu vida social de manera rutinaria, ya no le di vertia estar con amistades, se irrita ba con facilidad. Un estúdio polisomnográfico evidencio despertares frecuentes durante el dormir con un patrón compatible con apnea obstructiva. Se le indico una máscara de oxigenación durante Ia noche con Ia advertência de que no utilizaria podna traer graves conse- cuencias cerebrales. El cuadro general empeoró con mayor cansancio, desgano y pesimismo. Los estúdios complementa dos endocrinológicos y neurocognitivos (imágenes cerebra les, tests neuropsicológicos) dieron resultados normales, La Escala Autoadministrada de Beck para Depresión dio un pun- taje alto. Se le diagnostico una sinusitis crônica a partir de los estúdios de imágenes que mostraron los senos maxilares ocu pados. Padecia estados catarrales, secreción que descendia por Ia pared posterior de Ia faringe, dolores de cabeza y con- gestión nasal desde nina que le parecían normales, por Io ha bitual de su aparición, decía que "ya se habia acostumbrado" y no consultaba por ello. Habia enviudado hacía un ano, luego de acompahar al ma rido en un largo proceso de deterioro a causa de una enfer- medad pulmonar obstructiva crônica, que coincidió además con Ia rui na econômica. En ese largo período mantuvo una re- lacíón amorosa que, a pesar de ser clandestina, Ia ilusionó y que finalizo bruscamente al ser abandonada por otra mujer, poco antes de morir el marido. Cuando este estaba ya agoni zando fue intervenida de urgência por una colecistitis aguda. Se reclama ba no haber hecho Io suficiente por el esposo. En Ia infancia sus padres se divorciaron; el padre, un hombre vio lento que acusaba a Ia esposa de no servir para nada, fue a vivir a otro pais y pasaron penúrias econômicas por Ias que ella quedaba sola al cuidado de vecinos cuando Ia madre salía a trabajar. iCómo interpreta el cuadro? iCómo se encuentra el ânimo de esta paciente? iQuè permitiría ei inicio de su recuperación? Comentário La paciente presenta un estado de depresión dei animo de moderada intensidad que se evidencia por Ia astenia, Ia falta de entusiasmo y de iniciativa, y Ia desesperanza progresiva, que le quitan sentido a Ia vida. Experimenta fuertes remordi- mientos y en cierto modo se siente condenada, En ningún momento dice estar triste ni aparenta pena. La disminución de actividad general y ei consumo de dulces explican ei au mento de peso que podria parecer paradójico para un caso de depresión, enfermedad en Ia que el apetito suele hallarse disminuido. Al recuperar el animo con el tratarnrento psico- farmacológicoy psicoterapéutico, al recobrar su peso normal y resolverse Ia sinusitis crônica con el seguimiento otorrinola- ringológico se solucionaron Ias dificultades para dormir. Las aparentes fallas de memória y el cansancio orientaron equi vocadamente Ia exploración médica bacia una enfermedad cerebral. Cuando Ia paciente durante una entrevista cuidadosa sintió confianza por un médico, "que Ia tomaba en serio y no Ia mandaba sin más a hacerse estúdios", pudo ser franca y por primera vez habió de Ia relación amorosa que Ia atormentaba y que habia mantenido en secreto. CUADRO 71 -3. Factores que agravan el riesgo de suicídio - Propósito de morir - Métodos de autoeiiminactón violentos o elaborados Intentos anteriores Edad avanzada Presencia de dolor persistente o de enfermedad crônica (o en Ia convalecencia) Estado psicótico o delirante concomitante - Uso de drogas o alcohol Existência de trastorno de Ia personalidad y conflictos interpersonales graves Soledad y aislamiento Dificultades econômicas y laborales graves Antecedentes de suicídio en Ia familia cos o recurrentes* trastornos exclusivamente depresivos v otros asociados con diversos grados de euforia o mania, que configuran los trastornos bipolares y la ciciotimia. De todos, la depresión es un estado con sintomas persisten tes que muestran un cambio en la forma habitual de ser, El término distimia se usa, por influencia de la psiquia tria norteamericana, para designar estados depresivos leves y moderados de larga duración (también depresión neurótica), en oposición a lo que se denomina depresión mayor. de evolución episódica con manifestaciones so máticas. En la tradición psiquiátrica, el término distimia es sinônimo de enfermedad dei estado de ânimo. Por de presión psicótica se entiende aquella que presenta má xima gravedad con marcado retraímiento, ideas deliran tes de culpa y ruína, alteraciones de la percepción y alto rtesgo de suicidio. Se corresponde con la grave fase me lancólica de la psicosis maniacodepresiva. Se consideran trastornos adaptativos con animo deprimido aquellas depresiones de intensidad leve y moderada de menor du ración que se supone fueron desencadenados por un acontecimiento \ital. Se pueden caracterizar también, entre otras formas, depresiones primarias, depresiones concomitantes con otras enfermedades, depresiones an siosas, depresiones inhibidas, depresiones estacionales y depresiones determinadas por medicamentos u otras sus- tancias químicas. Enfoque clínico y diagnóstico diferencial La depresión debe considerarse como un estado pato lógico diferente de la pena o de la tristeza. Estos son sen- timientos normales y necesarios ante las situaciones de pérdida y de insatisfacción habituales en la vida. La reac- ción normal ante una pérdida o un fracaso constituye el trabajo de duelo. El duelo es la elaboración interior que • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org Semiología de los principales sindromes psiquiátricos 1467 permite superar ei desaliento v el vacio adecuando las emociones para continuar la vida a pesar de las adversida - des y las separaciones. La duración dei trabajo de duelo varia v puede ser prolongada ante perdidas especialmente significativas, como un divorcio, la viudez o ia muerte de un hijo. La depresión es la imposibilidad de realizar el tra bajo de duelo. Puede resultar difícil eí diagnóstico dife rencial entre duelo y depresión. La persona afectada por un duelo considera que su reacción es apropiada o previ - sible. La duración y la intensidad de las manifestaciones de desesperanza y dísgusto, junto con la perdida de la ca- pacidad de disfrutar, de la voluntad de vivir, y tos senti- mientos de culpa sumados a ia aparición de sintomas so máticos marcados (insomnio, hiporexia, perdida de peso) senalan la presencia de depresión. La ansiedad o angustia constituye el otro estado emocional patológico que suele asociarse con ia depre sión y debe diferenciarse de ella. Se caracteriza por ia in- seguridad y la incertidumbre, con una expectativa tensa ante eí futuro amenazante. Puede traducirse en inquietud o en sensación de opresión, y está acompanado por las variadas manifestaciones corporales dei miedo. La de presión adopta formas en las que se manifiesta agitación o inhibición, en su combinación con la ansiedad o la an gustia. La depresión puede producirse como un episodio ais- lado o de manera recidivante. Cuando aparece junto a episodios de euforia y exaltación (hipomanía, mania), se constituyen los trastornos bipo tares, que en su forma atenuada reciben el nombre de trastorno ciclotímico, y configuran todo un espectro de variedades clínicas. Las depresiones atípicas cursan con hipersomnia, hiperore- xia y aumento de peso; es frecuente el abatimiento in tenso. La depresión en personas anosas puede aparentar un cuadro de demencia denominado seudodemencia, que debe distinguirse para adecuar el tratamiento. Si den tro dei cuadro depresivo surgen ideas delirantes v alucina- clones, debe realizarse la diferenciación con estados psi cóticos de otra índole v con las esquizojrenias. Existe una forma de depresión particular que sigue a un episodio es quizofrênico, la depresión posesquizofrénica. Ante un cuadro de depresión, el médico no especia lista deberá confirmar el diagnóstico descartando otras patologias que cursan con astenia, anorexia, pérdida de peso, alteraciones dei dormir, y que pueden además estar asociadas con la depresión. La depresión sintomá tica, secundaria a otra patologia orgânica se distingue por la fatiga y la falta de tuerzas (cuadro 71 -4). La codi- ficación de depresión mayor debe utilizarse luego de descartar los trastornos bipolares y no excluye la codifi- cación simultânea de distimia cuando se utiliza ei DSM (caso clínico 71-5 ^ ycaso clinico 71-6 ANSIEDAD Definición La ansiedad es un estado emocional universal dei ser humano que se caracteriza por la inseguridad, la incerti dumbre y ia indecisión. Es una vivência de amenaza y de expectativa a lo que pudiera acontecer sin que sea posi bie determinar la naturaleza dei peligro o adecuar la re acción a Ia situación amenazante que irrumpe desde la interioridad. CUADRO 71-4. Síntesis de factores somáticos, fármacos, tóxicos y drogas que pueden precipitar sindromes depresivos o cursar con eilos Enfermedades neurológicas: degenerativas, traumatismo cerebral, procesos expansivos intracraneales, vasculopatías y accidentes cerebrovasculares, migraria, miastenia, epilepsia, narcolepsia Trastornos endocrinos: tiroideos, suprarrenales, hipofrsarios, insuficiência y disfunción ováricas, diabetes Câncer Enfermedades cardíacas: infarto de miocardio Insuficiência renal y alteraciones hidroelectrolíticas: diálisis Enfermedades infecciosas: tuberculosis, brucelosis, fiebre tifoidea, encefalitis, neurosifilis, rnononucleosis Enfermedades autoinmunes: SIDA, lupus, artritis reumatoldea Cirugía mayor, enfermedades progresivas o con recaídas, dolor crônico Fármacos: a nti psicóticos, ansioliticos y sedantes, antiparkinsonianos, anticolinérgicos, antihistaminicos, antiarrítmicos, antihipertensivos, drg itálicos, betabloqueantes, diuréticos tiacídicos, cimetidina, ranitidina, metoclopramida, antibióticos, a nti infla mato ri os, anticonvufsivos Hormonas: anticonceptivos oraies, ACTH y gíucocorticoides, anabólicos Quimioterapia y radioterapia Abstinência de drogas: cocaína, anfetamínas Tóxicos: píomo, monóxido de carbono, solventes orgânicos, mercúrio Constituye el equivalente psíquico dei miedo ante un peligro real y efectivo sin que, a diferencia dei miedo, el peligro pueda identificarse o cuando el temor es in justificado. Vale decir que se trata de un estado de temor inte rior ajeno a los peligros exteriores o desproporcionado en re- iación con las situaciones concretas. Es universal porque surge como manifestación de la inadecuación interior, el conflicto psíquico y la desarmo nia emocional, como senal dei desacuerdo íntimo v la ín- feriorídad dei ser humano ante las circunstancias que le hacen vivenciar ei desamparo. Las distintas personas tie- nen diferente capacidad de registrar sus estados de ansie dad con grados diversos de inquietud (ansiedad) u opre sión (angustia). La experiencia está tenida de vaguedad e indefinición de la vivência de amenaza. Es la ansiedad lo que motiva a las personas a acercarse a Ia consulta má- • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org 1466 Parte XV • Psicosemiología CUADRO 71-5. Prevalefida aproximada anual por 1.000 habitantes (datos de Gran Bretana y los Estados Unidos) de trastornos de ansiedad Trastorno de ansiedad generalizada: 50 Agorafobia: 30 Fobia sociai: 25 Fobia específica: 100 Trastorno de angustia o pânico: 10 Trastorno obsesivo-compulsivo: 15 Trastorno mixto ansioso-depresivo: 50 dica. Solo cuando un sintoma o una moléstia alcanza a producir angustia el enfermo se dirige a la consulta. Epidemiología Existe una gran variación de estimaciones publicadas, pues el relevamiento estadístico varia según Ias caracteri- zaciones de estos trastornos que, como se verá no son sencillas; se pueden definir distintos critérios diagnósti - cos y, además, varia la frecuencia con que aparecen aí pre- sentar sintomatologia combinada. Independientemente de estas consideraciones, los tras tornos de ansiedad son muy frecuentes en la práctica mé dica habitual (cuadro 71-5). Caracterización Se puede distinguir la ansiedad normal de la ansiedad patológica. Cualquier situación de cambio, de novedad, de exigencia, de sobreestimulación, de compromiso per- sonal y de riesgo de sufrimiento normalmente provoca ansiedad. Si esta es excesiva, inexplicable, entorpece los recursos adaptativos en vez de agilizarlos o impulsa a la acción ir reflexiva, es patológica. Todos aquellos que consultan al médico experimentan algún grado de ansiedad. La consulta misma genera ex pectativas, coloca ai paciente ante la autoridad protésio- nal dei médico, implica un riesgo de enfermedad latente o de dificultad en el tratamiento, expone ai desafio de in terrogatórios y exámenes, despierta sentimientos de im potência y fragilídad, asusta debido al desconocimiento que tiene el paciente acerca de lo que padece, e inquieta por el anhelo de reducir o eliminar el sufrimiento. Todas estas condiciones favorecen la aparición de ansiedad, También los médicos la experimentan, pues cada consulta es un hecho nuevo, que pone a prueba su saber, moviliza sus emociones ante el sufrimiento y el contacto humano y evoca situaciones de pérdida, desamparo y muerte. La ansiedad normal es inevitable, pero además es ne- cesaria como un factor que contribuye a enfrentar Ias dl - ficultades, superar Ias novedades y los câmbios que la vida siempre trae. La ansiedad patológica desorganiza, obs- taculiza el pensamiento, lleva a sentir desprotección y de- sesperación. Como sintoma, esta en el fondo de todo ma- lestar v acompana a todas las alteraciones psíquicas, aun- que a veces de manera encubierta. Así como la reacción de miedo prepara al organismo para la lucha o ia huida y es concomitante con numerosas modificaciones fisiológicas para cumplir tales fines que requieren una cuidadosa coordinación neurovegetativa y neuromuscular con el estado de alerta, la ansiedad co existe con numerosos câmbios físicos, semejantes a los dei miedo, pero sin coordinación y sin flnalídad útil, pues se trata de un temor a un peiigro desconocido que no se sabe cómo enfrentar. Las manifestaciones físicas de ansiedad pueden abar car múltiples sistemas y aparatos, varian erráticamente o se acentúan con alguna particularidad, difieren de un in divíduo a otro y, por todo elio, obligan a descartar pato logias de base orgânica. Por otra parte. Ia ansiedad, con sus concomitantes corporales, puede agravar o acentuar la patologia preexistente. Motivos de consulta Vale reiterar, por la trascendencia clínica que implica, que es la ansiedad lo que lleva siempre a la consulta mé dica espontânea. Cualquier sintoma que aqueje a un pa ciente se produce en un contexto de ansiedad variable. Siempre se debe reparar en cuál es el nivei de ansiedad que acompana al paciente en la presentación de un males- tar o un sintoma. El motivo de consulta puede ser la ansiedad misma, que se expresa como nerviosismo, tensión, estrés, menor capacidad para enfrentar las dificultades diarias, deficiên cias en la concentración y la memória, temores, preocu- pación excesiva e inseguridad, sobresaltos anímicos, irri- tabilidad, hiperreactividad, desasosiego, imposibiiidad para dedicarse a ias tareas y las obligaciones, incomodi- dad, postergaciones, menor eficiência y mayor emocio- nalidad. La multitud de sintomas y signos corporales que se consideran en detalle más adelante hace que cualquiera de eílos, vivido con mayor intensidad o seleccionado como la mayor moléstia, determine la consulta en cual quier especialidad médica. I Dentro de la proteiforme aparición de los concomi- < , tantes fisiológicos de la ansiedad, muchos pacientes focalizan un tipo de sintomatologia física como centro de sus preocupaciones y esto los lleva a peregrinar haciendo consultas reiteradas. Algunas personas prefieren tener una en fermedad física que un trastorno emocionai; por eso, muchos pacientes no se conforman con el diagnóstico de ansiedad y buscan una caracterización somática de su malestar, recu- rriendo a múltiples estúdios complementarios y análisís de la- boratorio. En ocasiones se instala una preocupación hipocondrí aca que exige que se estudien y se despejen los temores repetidamente. En ese sentido, son comunes los temores acerca dei funcionamiento cardíaco, pues las fallas en el corazón suelen asociarse con la vecmdad de la muerte v, en particular, con la muerte súbita. No es infrecuente que los sintomas físicos de ansiedad varien a lo largo dei tiempo en una misma persona o que se preste diferente atención a uno u otro aspecto de la sintomatologia en • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org Semiología de los principales sindromes psiquiátricos 1469 distintas ocasiones (primero se consulta por una dispep- sia, luego por sobresaltos cardíacos, después por cefalea, posterior mente por prurito, etc.). Manifestaciones clínicas y exploración dei estado mental Puesto que la ansiedad siempre se halla presente en toda consulta, para evaluar el estado emocional el médico deberá brindar las mejores condiciones a fin de no agra varia. La consulta, de heclio, se realiza cuando la ansie dad ha llevado al paciente a considerar con preocupación su dolencia. Siempre se debe reparar en la ansiedad, pues lleva a consulta, por el temor, pero también puede deter minar la evitación fóbica dei tratamiento y el seguimiento necesario para cualquier patologia. El indivíduo ansioso o angustiado está temeroso, alerta, anticipándose a lo que pueda ocurrir. Su expre- sión denota aprensión y muestra un gesto preocupado. Visiblemente tenso, quieto y suspiroso si predomina la angustia, movedizo y activo si se destaca la ansiedad. Muchas veces, la ansiedad se traduce en pequenos mo- vimientos reiterados (p. ej., tamborileo de los dedos, sa cudidas dei miembro inferior), una sonrisa forzada o ta- quilalia. Hay que preguntar al paciente como se siente y, opor tunamente, pedirle que compare su estado emocional ac- tual con situaciones anteriores semejantes y con su forma habituai de ser. Conviene indagar acerca de sus respues- tas ante exigências com unes (laborai es, de estúdio) y ante ocasiones significativas de su vida (mudanzas, câmbios de ocupación, vida amorosa, acontecimientos especiales). Además dei motivo de consulta, se debe averiguar cuáles son el contexto vital actuai, las circunstancias familiares, los proyectos que lleva adelante y las creencias sobre los sintomas, así como las expectativas de tratamiento y cu- ración. En el interrogatório propio de la entrevista puede resultar fácil v lógico derivar bacia las fantasias y las su- posiciones que el paciente o sus familiares tienen acerca cie los sintomas, sin que se sienta tratado como un en fermo mental o piense que no se les da trascendencia a sus moléstias físicas. Una conversación llevada por el mé dico con tacto v calidez alcanza muchas veces para aliviar la ansiedad. La vivência de ansiedad o de angustia puede ser in tensa pero imprecisa, de modo que el paciente muchas veces no puede describirla. Experimenta constricción, desamparo, desprotección e irritabilidad en la esfera afectiva; preocupación, dudas, bradipsiquia o taquipsi- quia en los procesos de pensamiento; dificultades para concentrarse y para el uso de la memória; falta de deci- sión y de propositividad a nivel de la voluntad, a veces impulsividad, movido por la inquietud. En los cuadros graves y agudos aparecen desesperación, desasosiego, agitación o terror. En esos casos, los temores a morir y a enloquecer suelen ser frecuentes, pues se siente una pérdida completa dei domínio de si mismo y una sensa- ción de desfallecimiento inminente. El impulso a huir puede ser muy intenso v la precipitación al suicídio puede llegar a darse como un acto impulsivo extremo, La ansiedad psicótica se caracteriza por la vivência de derrumbe interior y la experiencia de fragmentación psí quica (caso clínico 71-2). Sintomas físicos Son muy variados y pueden afectar diferentes sistemas fisiológicos, lo que obliga a descartar otras patologias con sintomatologia semejante. Con frecuencia son las mani festaciones físicas las que llevan a la consulta, con el con- siguiente temor a una dolencia grave. Este temor puede adoptar características de preocupación hipocondríaca. La desregulación neurovegetativa con predomínio de la actividad simpática y sus consecuencias neuromuscula- res, que ocurren concomitante mente con ei estado emo cional de ansiedad, expiican las variadas expresiones físi cas. Los pacientes pueden quejarse solo de las moléstias físicas y considerarias el motivo de su ansiedad. A nivel cardiocirculatorio aparecen taquicardia y pal- pitaciones, moléstias precordiales, alteraciones en el ritmo cardíaco, variaciones en la presión arterial, palidez o rubor facial. Las dificultades respiratórias incluven constricción y opresión torácica, disnea con sensación de obstrucción al paso dei aire en la inspiración, taquipnea o hiperventilación, respiración entrecortada. La hiperven- tilación determina otras consecuencias sintomatológicas como mareos, sensación de vahídos, debilidad, desvane- cimiento, tinnitus, cefaleas, entumecimiento v hormí- gueos en los pies y las manos, calambres y espasmos. En el sistema digestivo aparecen sequedad bucal, disfagia, aerotágia, con el consiguiente meteorismo, moléstias epi gástricas, dispepsia, variaciones en el peristaltismo intes tinal con aumento de las deposiciones y deposiciones blandas, que pueden llegar a la diarrea o constipación, do- lores abdominales dei tipo cólico, flatulencia. Los sinto mas urinários incluven poliuria, polaquiuria, urgência miccional, disuria. Las disfunciones menstruales con amenorrea y variadas moléstias perimenorreicas son fre cuentes. A nivel sexual se presentan disfunción eréctil, eyaculación precoz, anorgasmia en ambos sexos o dispa- reunia. A veces se observa aumento de la actividad sexual con el fin de calmar la ansiedad. Las manifestaciones sensoriomotrices incluven visón borrosa, hipersensibilidad a los ruidos, tinnitus, sensa ción de vértigo y mareos, cefaleas, parestesias, temblor, contracturas y dolores musculares debidos ai aumento de tono muscular y la tensión, dolor lumbar y en los hom- bros, sensación de agobio y fatigabilídad aumentada. El insomnio es frecuente, sobre todo con dificultad para conciliar el sueno, interrupciones dei dormir, sueno liviano, pesadiilas y terrores nocturnos, sensación de falta de des canso. En la conducta alimentaria puede verse híperorexia, ocasional inapetencia en relación con las moléstias deglu- torias y digestivas, aumento dei consumo de líquidos, mayor indinación a consumir bebidas alcohólícas. Los fu madores aumentan el consumo de tabaco y la ansiedad lleva a utilizar otras drogas, en particular cuando se pro- duce por manifestaciones de tolerância o de abstinência. Los câmbios vasomotores pueden traer manifestacio nes cutâneas con variaciones en la coloración, empalide- cimientoyenrojecimiento localizados, eritemas, pruritos, sudoración aumentada, en particular intensa transpira- ción en las manos y câmbios en la temperatura de la piei. Formas clínicas Los trastornos por ansiedad son aquellos en los que la ansiedad, con sus características psíquicas v físicas, con- • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org 1470 Parte XV • Psicosemiología Caso clínico 71-2 Genaro, de 50 anos, maneja ba su automóvil en un viaje de trabajo cuando experimento una sensación de mareo e inestabili- dad, el corazón latia fuertemente y comenzó a sentir que le faltaba el aire. Acostumbrado a conducir muchos kilometros en sus habituales recorridos laborales visitando clientes, nunca habia pasado por algo semejante, asi que decidió detenerse al costado dela ruta. Ya habia anochecidoy, en Ia soledad dei campo, Ia inseguiidadse hizomayor;con desesperación llamó porteléfono a un familiar para pedir ayuda y alcanzó a explicarle donde estaba. A! ttempo llegó una ambulancia que Io encontro sudoroso, agitado y con Ia sensación de que ei corazón latia violentamente. Creyó que iba a morir, veia todo nublado, sentia un peso sobre el pecho y llegó a pensar que, si no moria, podia enloquecer. La boca seca le impedia hablar con claridad cuando Io au- xiliaron. Salvo taquicardíay ligero aumento de Ia presión arterial, el resto de Ia exploración clínica de urgência no evidencio par ticularidades. Con Ia presencia dei médico de emergencias se sereno y fue recobrando su estabilidad habitual, Pudo manejar hasta ia ctudad más cercana donde se le hicieron análisis de laboratorio y exámenes complementados sin hallazgos significa tivos, Al regresai a su hogar consulto a un médico clínico de confianza y se realizo un exhaustivo examen con evaluación car- diológica y neurológica, que incluyó un estúdio electroencefalográfico, el cual no arrojo resultados patológicos. Dias antes dei episodio de malestar agudo, se encontraba preocupado y tenía díficultades para quedar dormido, inhabituales en él pues solía Ilegar cansado al final dei dia y decian que dormia 'tomo un bebé". No obstante, uítimamentese demoraba en Ia cama despierto largo rato hasta que Io vencia el sueno.También habia tenido cefaleas, cuyaintensidad se calmaba con aspi rina, En los viajes siempre aprovechaba para pensar en cuestiones de trabajo. No le gusta sentir que pierdeel tiempo. Es metó dico y programa todas sus actividades. Esta vez debia decidir qué hacia con una propuesta que recibió de asociarse en una nueva empresa para trabajar a Ia par de su actividad en el negocio familiar en el que cumple tareas técnicas y comerciales, obli- gándose a viajar y a pasar vários dias a Ia semana alejado, rnientras que sus dos hermanos mayores y su padre llevan Ia adrni- nistración central. Por primera vez pensó que a su edad, recién habia cumplido anos, no tenia un futuro asegurado y no era re compensado proporcionalmente a su dedicación.Tendría que hablar con su padre, presidente de Ia empresa, pero no queria ocasionarle problemas pues Io veia muy mayor. Suponía que el padre moriria a corto plazoycomenzaría entonces una nueva etapa para decidir el porvenír de Ia familia y de Ia empresa. Un hermano que Io precedia, agresivo y pendenciero, muriò tragi camente cuando tenia 17 anos e iba a empezar sus estúdios universitários. Su madre nunca se repuso dei todo dei fallecimiento de aquel hermano ya que siempre habia sido una persona temerosa y frágil y Ia tragédia empeoró sus miedos. Por haber sido el menor de los cuatro hijos no recibió especial cuidado en Ia infancia, de nino nunca trajo problemas. Formó una familia como Ia de sus padres con cuatro hijos con quienes intentaba hablar más que loqueél podia con su familia de origen. Un amigo que rido murió sübitamente dos meses antes dei episodio que motivo Ia evaluación médica. Siempre habia evitado a los médicos por temor a que le encontraran alguna enfermedad. iCómo interpreta el cuadro? iDe qué son típicos los sintomas que presentó en ei episodio? iCuáles pudieron ser los acontecimientos precipitantes? Comentário El paciente sufrió una crisis de angustia intensa. Su sintomatologia es típica de Ias manifestaciones extremas dei pânico, surgi das a partir de un estado neurótico de características fóbicas. Este cuadro Io llevó a tolerar Ia ansiedad en función de anticiparse a los imprevistos, de estrictas rutinas que Io mantienen ocupado, y de una actitud de huida ante Ias situaciones conflictivas que teme, adherido a los patrones afectivos de la familia de su infancia, Las circunstancias recientes actuaron como precipitan tes dei cuadro agudo. figura el centro de la patologia y las manifestaciones cli ■ nicas. En ia CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfer- medades de la Organización Mundial de la Salud) se en- cuentran en el capítulo de los trastornos neuróticos (F40-49). El término neurosis conserva su valor para la conceptualización psicopatológica, si bien ha sido supri mido de la codificación más difundida, el DSM de la Aso- ciación Psiquiátrica Norteamericana. Básicamente, pueden distinguirse: trastornos por an siedad continua y por ansiedad episódica. Estos ulti mos pueden aparecer frente a situaciones determinadas y localizadas, reciben el nombre de fobias, o ante situacio nes inespecíficas v de manera aguda, en cuvo caso se de- signan como crisis de angustia o trastornos de pânico. En la CIE 10 se considera que la crisis de pânico es un in dicador de gravedad de la fobia bajo la forma de ansiedad paroxística. Desde la ansiedad normal, tolerable v proporcionada a una situación determinada, hasta la crisis de angustia, que constituye una crisis paroxística de ansiedad aguda, hay un gradiente de intensidad en las manifestaciones psí quicas y físicas, El pânico es la forma extrema de la angus tia. Un trastorno de pânico puede caracterizarse cuando lo típico de la sintomatologia son las crisis que sobrevie- nen en forma imprevista, pero debe recordarse que en muchas condiciones, v en las fobias específicas, cuando hay exposición a la situación fobígena aparecen crisis de angustia de variada intensidad. Como ya se senaló, la ansiedad acompana a cualquier trastorno mental v de la personalidad, y es frecuente que configure cuadros mixtos de ansiedad y depresión. La ansiedad difusa y persistente es la característica dei trastorno de ansiedad generalizada. En las fobias, la an siedad se refiere a un determinado objeto o a una situa- ción particular. La ansiedad es un sintoma cardinal en la mavoría de los trastornos obsesivo-compulsivos dentro dei cortejo sintomático típico de tales cuadros, determi nados por la lucha interior para descartar ideas que se im- ponen a la conciencia (obsesiones) o para dejar sin efecto actos que fuerzan su ejecución (compulsiones). No es raro que se combinen manifestaciones fóbicas con manifesta ciones obsesivas como recurso para limitar la ansiedad, La angustia también se halla presente en los cuadros so- matomorfos (con manifestaciones corporales variadas que no se explican fisiopatológicamente) v disociativos (alteraciones dei nivel de conciencia, amnésias, despei • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org Semiología de los principales sindromes psiquiátricos 1471 sonalización), es decir, Ias histerias, con mayor o menor predominância según ei caso, Es un sintoma capital en los trastomos por estrés postraumático (efectos psíquicos residuales de duración variable de un hecho impactante que afectó la integridad dei individuo), La crisis de angustia o ataque de pânico puede surgir en cuaiquiera de los cuadros mencionados sin que ello configure un trastorno por pânico. Existe una condición mixta frecuente de todos estos trastomos que se intenta diferenciar con fines de precisión nosográfica y que cabe bajo el rótulo tradicional de neurosis. La ansiedad conti nua, flotante, es concomitante con los trastomos graves de la personalidad. Enfoque clínico y diagnóstico diferencial En todo acto clínico, el médico deberá plantearse q ué nivel de ansiedad experimenta el paciente, cómo in cide la angustia en el resto de la sintomatologia y cuáles son los recursos habituales de la persona para sobre- ponerse a la ansiedad. La profusión de manifestaciones físicas y psíquicas que pueden aparecer en los estados de ansiedad, la variedad de cuadros de la patologia médica que son induc- tores de angustia o concomitantes con la ansiedad, junto al hecho de que cualquier estado de enfermedad y sufrimiento genera ansiedad, permiten apreciar la complejidad dei diag nóstico diferencial ante cualquier caso con sintomatologia ansiosa. El examen clínico v de iaboratorio debe ser exhaus- ti vo, siempre que el cuadro no tenga características netas orientadoras, cuando presente manifestaciones llamativas por la intensidad y ia periodicidad o cuando exista sintomatologia física marcada, Vale decir que el enfoque clínico de los trastomos de ansiedad requiere completar la evaluación médica general, por un lado, y distinguir cuidadosamente la patologia psiquiátrica, por otro. El primer paso en la diferenciación psiquiátrica es plantearse si las manifestaciones presentes pueden reu- nirse en el contexto de un trastorno por ansiedad o si forman parte de un cuadro más amplio o de un cortejo sintomático mayor. Es decir: ^es ia ansiedad el síndrome que habrá que investigar o es un sintoma, junto a otros sintomas de depresión, psicosis, enfermedad cerebral o trastorno de la personalidad? La ansiedad generalizada constituve un estado de continua ansiedad con manifestaciones persistentes de hiperactividad autonómica. Los estados fóbicos se ca- racterizan porque la ansiedad se ha limitado a determi nado objeto o situación; esto lieva a establecer un pa- trón evitativo de ese objeto o situación y a experimentar crisis de angustia cuando eventualmente se produce el encuentro temido o se presenta forzosamente ia situa ción evitada, En los trastom os obsesivo-compulsivos, la ansiedad se da a la par de las manifestaciones típicas de obsesión o compulsión. A lo largo de los anos pue den verse evoluciones de casos que se inician con crisis de angustia (ataques de pânico), síguen con un estado de ansiedad generalizada, luego centralizai! la angustia en alguna condición fóbica v más adelante su preocupa- ción adquiere características de intelectualización obse- siva. No es infrecuente encontrar pacientes que sufren obsesiones y fobias de modo concomitante. La obsesión es un fenômeno mental según el cual una idea, un impulso o un temor se impone forzosamente a ia conciencia, a la vez que se intenta de manera infructuosa desalojado, con lo que se establece una lucha interior rei terada. La aparición de la idea, ei impulso o el temor pro voca angustia, y el intento fallido de descartado aumenta esa angustia. La condición forzosa dei pensamiento en cuestión puede llevar a estados de rumiación mental que es ia consideración repetitiva e inevitable de determina das preocupaciones, con niveles variables de angustia. La compulsión es un fenômeno psíquico semejante a la obsesión y de hecho suelen ocurrir juntos, pero Ia dife rencia radica en que la compulsión se produce en el plano de la accíón. Se trata de actos cuva ejecución se impone, et resultado de la acción deja dudas por lo que debe repe- tirse, a veces incesantemente, y a lo largo de un proceso angustioso de lucha interior reiterada. En los trastomos por estrés, una situación determinada con características de sobreexigencia adaptativa intensa lieva a estados de tensión interior con ansiedad de intensi dad creciente. El trastorno agudo por estrés es una reac- ción transitória grave que aparece en un individuo que no presentaba manifestaciones previas de trastorno emocio nal y, ante un acontecimiento traumático o de efécto de vastador que representa una amenaza a su seguridad e in tegridad física o a las de sus allegados (accidentes, asaltos, violación, guerra, catástrofes naturales, perdidas mas ivas), experimenta desesperación, inquietud, angustia, embota- miento o alerta excesiva, câmbios emocionales bruscos, es tados de disociación de la conciencia, que van mermando con el correr de los dias y hasta un mes luego dei hecho ho rroroso. El trastorno por estrés postraumático se produce como complicación diferida debida a una situación de ín dole catastrófica que provoca estados angustiosos repeti dos a lo largo dei tieinpo; se revive la situación sufrida, con marcada aparición de suenos y pesadillas relacionadas con el acontecimiento patógeno, junto con estados de embota- miento e intentos de evitar lo que pudiera relacionarse con el acontecimiento traumático; la evolución es fluctuante y en algunos casos puede llevar a modificaciones permanen tes de la personalidad (caso clínico 71-7 % ). PSICOSIS Definición La psicosis, con su enorme variedad de presentacio- nes clínicas, puede definirse como un comportamiento groseramente anômalo e inadecuado, determinado por una evaluación desviada de la realidad compartida con los demás y una falia en la capacidad de distinguir la rea lidad interior de la realidad externa. Etiopatogenia Los estados psicóticos pueden deberse a la accíón de tóxicos que distorsionan ia percepción v la conciencia, a aiteraciones afectivas graves, a trastomos cognitivos de etiologia múltiple y a intensas desviaciones funcionales en los procesos de pensamiento y eiaboración simbólica. Vale decir que las psicosis surgen de trastomos graves que provocan disrupciones en la capacidad de integración dei psiquismo y en la modulación de la experiencia. La com- binación de factores genéticos (predisposición poligé- • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org 1472 Parte XV • Psicosemiología nica), constitucionales, factores de la temprana experien- cia infantil, factores dei desarrollo de la personalidad y el establecimiento de la identídad, factores ambientales e in- terpersonales, factores psicofísicos que actrian como de- sencadenantes actuales, varia de un caso a otro para un mismo tipo de psicosis, y esos factores se conjugar» en di - ferente proporción para determinar la intensidad de los sintomas y la formulación característica de cada estado psicótico. Caracterización En la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (CIE 10) se utiliza el término “psicótico" con critério descriptivo para indicar simplemente la presencia de alueinaciones, de ideas deli rantes o de un número limitado de comportamientos cla ramente anormaies, tales como gran excitación o hiperac- tividad, aislamiento social grave y prolongado no debido a depresión o ansiedad, marcada inhibicion psicomotriz y manifestaciones catatónicas. Esta caracterización resulta conveniente para 1a aproximación sindrómica. [/■■■» I Desde el punto de vista psicopatológico se entiende Èx J por psicosis un estado en eí cual existe una perdida o grave oompromiso dei juicio de realidad (la función que permite distinguir la realidad interior de la realidad ex terna), una grave limitación de la capacidad de introspeeción o la utilización de mecanismos intrapsíquícos arcaicos o primi tivos que esdnden y fragmentan el mundo interno. Esta conceptualización es responsabilidad de los espe cialistas y admite diversas posturas teóricas v diferentes modelos psicopatológicos. Buena parte de la semiología psiquiátrica tradicional ha consistido en catalogar los sín - tomas psicóticos y describirlos finamente con el propó sito de encontrar manifestaciones patognomónicasy di ferenciar los trastornos psicóticos orgânicos de los funcionales o psicológicos, Sobre todo, se puso el acento en la descripción e individualización de los sintomas y signos de las esquizofrenias, para distinguirlas de los tras tornos afectívos más graves y de la patologia de índole neurológica v degenerativa. Motivos de consulta Dadas las características proteiformes de aparición de los cuadros psicóticos, cualquier manifestación clínica, física o mental puede ser sintoma de psicosis, cualquier cambio de personalidad, cualquier comportamiento inu- sual, de manera que la tarea semiológica v diagnostica en psiquiatria obliga en primer lugar a descartar la posibili- dad de psicosis, lo que no siempre es una tarea sencilla. En los casos de conducta extravagante, excitación, violên cia, exteriorizaciones dramáticas de impulsividad, autole- siones, confusión mental, dêficits funcionales o retrai- miento extremo, la sospecha de psicosis es obvia. Manifestaciones clínicas y exploración dei estado mental En los estados psicóticos de cualquier origen, los pa cientes se encuentran desconcertados, con sensación de extraneza, experimentando câmbios intensos en su fún- cionamiento mental, en la intensidad de sus emociones o en su registro dei mundo. Por eilo el intercâmbio con estos pacientes debe ser prudente, pero sin que el médico evidencie temor, pues esto podría aumentar su inseguri- dad. Un trato franco y directo, respetuoso, mirando a los ojos dei paciente, ya establece un marco adecuado para inspirar su confianza. Xo debe intentarse tranquilizar ver balmente con apresuramiento sino, más bien, mostrar predisposición para dedicar atención a lo que está ocu- rriendo. La información que brindan los familiares o acompahantes tiene enorme valor. Con prolijidad deben indagarse antecedentes de tratamientos psiquiátricos, de uso de drogas y medicamentos, de câmbios en la con ducta y los hábitos. La observación inicial permitirá advertir si existe algún compromiso dei sensorio, evidente en la mirada, la facies y la expresión general dei paciente. A medida que se establezca ei diálogo se irá evaluando cuál es la capacidad de concentración, la posibilidad de sostener la atención via reactividad ante los estímulos ambientales. La organización dei pensamiento se trasuntará en el len- guaje y la afectividad demostrará ser adecuada o inade- cuada, según lo marque la expresividad en la conversa- ción. L’n descenso dei sensorio, junto con imposibilidad de fijar la atención v fallas mnésicas que además determi- nan desorientación temporoespacial, hacen pensar en la posibilidad de un cuadro de origen orgânico cerebral. Hailándose la orientación y ia memória conservadas, sin fallas en el nivel de conciencia, se deberá pensar que el resto de las manifestaciones patológicas obedecen a al- teraclones prima ria mente psíquicas. Los casos de pa cientes negativistas y reticentes plantean dificultades muy grandes para esta diferenciación básica, requieren mucho tacto y cautela, y oblígan a extremar los estúdios complementados de laboratorio, por imágenes y elec- trofisiológicos. Guando existen manifestaciones de atte- ración en la motricidad, la evaluación neurológica es in dispensa ble. El interrogatório se dirige gradualmente de las pregun- tas más convencionales de la anamnesis hacia las vivên cias más personales, favoreciendo que el enfermo pueda expresar sus creencias acerca de lo que ie ocurre además de caracterizar su propio estado con sus palabras. No es tarea sencilla lograrlo con personas desconfiadas y suspi- caces que se considera»! perseguidas de algún modo o perjudicadas (paranoides). Las evasivas, las respuestas vagas e incompletas, la actitud de sospecha, llevan a supo- ner la existência de una actividad delirante. La actitud alerta y perpleja suele ser indício de actividad alucinato- ria. Las preguntas acerca de voces que escucha el paciente sin poder precisar su procedência o acerca de alteiaciones sensoperceptivas a distancia o en ei propio cuerpo no son necesariamente mal recibidas por el enfermo, pues si existe actividad alucinatoria, es parte de la realidad psi cótica que vive efecti vam ente, v si no existe tal actividad se descartará rápidamente. Formas clínicas De manera esquemática y simplificada y con fines orientativos para una aproximación práctica se pueden distinguir las siguientes formas básicas de presentación • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org Semiología de los principales sindromes psiquiátricos 1473 de los trastornos psicóticos. Cada una de estas formas constituye un síndrome que deberá estudíarse etiopatogé - nicamente para especificar el trastorno y adecuarlo a la nomenclatura diagnostica. Psicosis esquizofrênica: no existiendo manifestacio- nes patognomónicas, ias esquizofrenias tienen sintomas típicos que configuran distintos cuadros, con diferente presentación y evolución, Esos sintomas incluyen: ideas delirantes extranas, absurdas, completamente imposibles; aluei naciones auditivas en forma de voces que comentan la conducta, dan ordenes o dialogan entre si; aplana- miento e incongruência afectiva; desorganización dei pensamiento y la conducta, con bloqueo e interceptación dei pensamiento, lenguaje disgregado; neologismos; vi vências de influencia a distancia, fenômenos de robo y eco dei pensamiento; apatia v retraimiento; experiencias de transformación corporal y extraneza, despersonaliza- ción; comportamiento extravagante. Los sintomas son persistentes v existe una fase prodrómica de cambio per- sonal gradual que puede durar semanas o meses. Psicosis paranoide: se caracteriza por ideas deliran tes de perjuicio, persecutorias v de grandeza. Los temas de estas ideas pueden ser muy variados: celos, pleitos la- borales, reivindicación, místicos, de autorreferencia, de invención, etc. El delirio puede sistematizarse con rigu- rosidad y características interpretai ivas o puede ser poco estrueturado y más fantástico. A menudo está acompa- nado por alucinaciones. La actitud fundamental es de sos- pecha, desconfianza v hostilidad (cuadro 71-6). Psicosis catatónica: se trata de una alteración en la motricidad, la voluntad y la conducta expresiva que no es patognomónica de ningún trastorno y que obedece a múltiples etiologías psiquiátricas v de la medicina in terna. El paciente es inaccesible al trato habitual por su comportamiento alterado, sea por pasividad extrema, ex traneza, alteración de los propósitos que llevan a ia ac- ción o dei control de los impulsos. Las manifestaciones incluyen: posturas corporales extranas o extranamente persistentes y exageradas; estupor; rigidez corporal; ne gativismo y oposicionismo; flexibilidad cérea y catalepsia (resistência plástica de los músculos al movimiento pa- sivo y sostenimiento de posturas inusuaies aceptadas en forma pasiva); perplejidad; mutismo; gesticulaciones; movimientos grotescos, repetidos (estereotipias) o inne- cesarios {manierismos); bloqueo motor; enlentecimiento; obediência automática: nudismo; impulsividad v belige rância; excitación psicomotriz súbita; ecolalia y ecopra- xia (repetición en eco de lo que ove, reproducción de los movimientos de otros). Psicosis afectiva (depresiva o maníaca): ei estado psicótico es congruente con el estado de ânimo. Las ideas delirantes, ai igual que las alucinaciones, están en conso nância con la depresión dei humor (delirio de ruina, de culpa, de minusvalía, de desvitaiización; ideas suicidas v de homicídio altruísta matar a otros para ahorrarles su- frimientos alucinaciones con autorreproches y corpora les) o con la exaltación maníaca (delirio de grandeza, onv nipotencia, místico; desinhibición erótica; irritabilidad, receio, alucinaciones, agresividad y violência vinculados con la megalomania; fuga de ideas y logorrea; excitación psicomotriz). Psicosis esquizoafectiva: combinación de manifesta ciones esquizofrênicas y afectivas, claras y destacadas, que se da conjuntamente formando parte dei mismo epi- CUADRO 71 -6. Patologias que pueden presentar sintomas paranoides Neurológicas Epilepsia temporal Esclerosis múltiple Demencias Delirium Corea de Huntington Tumores cerebrales Parkinson Hematoma subdural Traumatismo de cráneo Hemorragia subaracnoidea Hipoacusia Distrofias musculares Narcolepsia Otras Metabólicas y endocrinas Lupus Cushing Addison Disfunción tiroidea Insuficiência hepática Hipopituitarismo Insuficiência renal Porfiria Hipoglucemia Pelagra Déficit de vitamina B., Enfermedad de Wilson Intoxicación por CO Infecciosas HIV Sífills Paludismo Encefalitis Otras Psiquiátricas Esquizofrenia paranoide Paranóia (delirio interpretativo) Trastorno afectivo Psicosis agudas ítrastornos de la personalidad) Parafrenia (delirio fantástico) Inducidas por sustancias y fármacos Abstinência alcohóíica Alcoholismo crônico {alucinosis) Cocaína Marihuana Psicodislépticos Anestésicos Intoxicación atropinica Abstinência de ansioliticos Anfetaminas L-dopa Antidepresivos Fenitoína Simpaticomiméticos • • t#• •• •••• • • booksmedicos.org 1474 Parte XV • Psicosemiología sodio, sea con aparición simultânea de los sintomas o con diferencia de pocos dias. Las ideas delirantes, las alucina- ciones, las vivências de cambio personal se dan junto con exaltación maníaca o depresión. Psicosis transitória y aguda: de comienzo rápido, se pasa de un estado normal de la conducta a un estado no toriamente alterado en dos semanas o menos (puede ocu- rrir en forma súbita en menos de 48 horas). Dura dias o pocas semanas. Tiene manifestaciones polimorfas, varia das, de psicosis, que cambian en su presentación aun en el mismo día. Suele estar desencadenada por un estrés in tenso o deberse a estados tóxicos. Psicosis confusional: estado psicótico de la confusión mental, aparece con diversos grados de obnubilación, fre- cuentemente con vivências oniroides, desorganización o torpeza dei razonamiento. Múltipies causas que afectan el funcionamiento cerebral (metabólicas, endocrinas, tóxi cas, tumorales, infecciosas, circulatórias, degenerativas, abstinência de alcohol y otras drogas, epilepsias, enfer- medades autoinmunes) provocan estos cuadros que asientan en perdida de la lucidez de conciencia, por opa camiento, estrechamiento o desorganización de esta. Enfoque clínico y diagnóstico diferencial Ante Ia presencia de alucinaciones o delirio se busca valuar el grado de integración que tienen esas alteraciones en el contexto global dei pensamiento (la desorganización hace pensar en las esquizofrenias; la sistematización, en los delírios crônicos), su nivel de congruência con el es tado afectivo (psicosis afectivas frente a psicosis deliran tes y esquizofrênicas), el modo en que determinan la vo- luntad v ia conducta (psicosis delirantes persistentes frente a trastornos paranoides de otras etiologías),
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