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Massey-Um sentido global de lugar

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fNDICE 
Introducci6n 7 
I. Doreen Massey: trayectos de ida y vuelta 13 
II. Conversando con Doreen Massey: una intelectual 
comprometida con su «espacio/tiempo» 43 
III. Antologia de textos: 65 
�En que sentido hablamos de problema regional?* 65 
lntroducci6n: la geografia importa 95 
Un sentido global del lugar 112 
lmaginar la globalizaci6n: las geometrfas del poder 
del tiempo-espacio 130 
La filosofia y la polftica de la espacialidad: algunas 
consideraciones 156 
Algunos tiempos de espacio 182 
Espacio, tiempo y responsabilidad polftica en una era 
de desigualdad global 197 
Londres inside-out 215 
Ideologfa y economfa en el momento actual 229 
IV. Texto inedito 247 
Londres, diciembre de 2011 247 
V. Conceptos te6ricos y practica politica: aportaciones 
de Doreen Massey para entender y estar 
en el mundo 265 
La Geografia importa 268 
Aportaciones conceptuales 274 
Mas alia de Ia academia 287 
El feminismo como antiesencialismo 288 
Londres: militancia y responsabilidad 289 
Referencias 300 
Selecci6n de Ia bibliografia de Doreen Massey 305 
INTRODUCCI6N 
Poseedora de una larga carrera como intelectual y universita­
ria y caracterizada por una potente voz siempre presente en 
los debates politicos, Doreen Massey es una figura central del 
pensamiento espacial crftico. A su trabajo debemos aportacio­
nes clave sobre los conceptos de espacio y de lugar, sobre las 
relaciones entre espacio y poder, sobre las conexiones entre 
lo local y lo global, sobre la responsabilidad de determinados 
centros de poder sobre otros espacios. Cuestiones de gran 
calado te6rico y aparentemente necesitadas de una notable 
capacidad de abstracci6n que Massey sabe tratar con ejemplos 
cotidianos y palabras inteligibles para dotarlas si cabe aun de 
mayor relevancia y utilidad. 
Sus trabajos destacan asf tanto por su profundidad y enfo­
que novedoso como por la claridad y cercanfa que sus palabras 
transmiten. En Massey se funde de manera natural su trabajo 
intelectual mas erudito con sus ganas de compartir sus ideas, 
no solo con sus colegas del mundo academico sino con todo 
aquel que busca nuevas formas de entender y transformar el 
mundo. Por ello, aunque sus trabajos mas «academicos» cuen­
ten con un nivel de profundidad y de abstracci6n considerable, 
es capaz de cambiar con facilidad de registro para traducir sus 
ideas para un audiencia mucho mas amplia. 
Con Doreen Massey se hace evidente que el papel del in­
telectual (el intelectual publico) debe trascender el trabajo en 
7 
la academia, que el compromiso social no es solo un afiadido 
o un complemento a la labor profesional, y que una universi­
dad publica, por desesperante y frustrante que a veces pueda 
parecer, es siempre un lugar privilegiado desde el que analizar, 
entender y lanzar propuestas . 
Este volumen lleva por titulo Un s entido global del lugar, 
recogiendo el enunciado de uno de sus artfculos mas celebra­
dos (traducido al castellano en el presente volumen) y que 
fue precisamente escrito para ser publicado en una revista no 
academica. Sin embargo, su planteamiento, riguroso y nove­
doso a la vez, dedicado a las conexiones entre lo local y lo 
global, lo han convertido en uno de los artfculos geograficos 
mas citados y utilizados por los estudiosos de las ciencias 
sociales . 
Como es habitual en la colecci6n «Espacios Crfticos» , este 
volumen cuenta con una estructura disefiada para acercarnos a 
la personalidad del autor y a su obra. 
En el primer capitulo, «Trayectos de ida y vuelta», hemos 
querido seguir sus recorridos vitales e intelectuales a traves 
del tiempo y del espacio. Desde su nifiez en un barrio obrero 
de Manchester y su posterior paso por la elitista Oxford, a 
su larga y profunda implicaci6n tecnico-polftica en los afios 
mas decisivos del laborismo britanico en el Greater London 
Council y su matizada entrada en el mundo universitario a 
traves del singular proyecto de la Open University. Son ob­
jeto de reflexi6n asimismo sus experiencias en otros contextos 
geograficos, particularmente en America Latina, a partir de 
las cuales afirma Massey haber aprendido a reflexionar sobre 
su propia vision del mundo y sobre la utilidad de sus propios 
conceptos. 
En segundo lugar, largas, interesantes y fecundas horas de 
conversaci6n se concretan y sintetizan en el capitulo-entrevis­
ta. Pretendemos acercar al lector esa personalidad ciertamente 
8 
arrolladora, capaz de sacar jugo a cualquier anecdota o viven­
cia por cotidiana o personal que sea. 
La antologia de textos de Doreen Massey no solo pre­
tende ser exponente de las diferentes etapas y tematicas de su 
producci6n escrita sino que combina los textos academicos 
con los destinados a una audiencia mas amplia y politizada. 
Con contadas excepciones los textos de Massey habian sido 
traducidos al Castellano, de modo que ofrecer una selecci6n 
contextualizada que abarca diferentes momentos de su carrera 
y diferentes temas que han focalizado su atenci6n, nos ha pa­
recido una magnifica oportunidad para difundir sus trabajos 
entre los lectores hispanohablantes. 
Le sigue un texto inedito, originalmente redactado por 
Doreen Massey para esta ocasi6n, en el que, siguiendo el estilo 
massey habitual que combina las vivencias personales, la alta 
elucubraci6n te6rica y la experiencia social y politica con la 
reflexi6n critica y esperanzada, nos introduce en los entresi­
jos del debate entre Hardt-Negri y Mouffe-Laclau sobre las 
conexiones entre la democracia participativa y la construcci6n 
social del espacio, partiendo de dos experiencias creativas de 
lugar que Massey conoce de primera mano: el movimiento 
Occupy London y la refundaci6n politica que se da en diver­
sos paises latinoamericanos. 
U n ensayo acerca de las aportaciones de Doreen Massey 
al pensamiento critico culmina este volumen. Hemos querido 
poner el enfasis en su vision del espacio como elemento expli­
cativo de la complejidad social, en sus mayores aportaciones 
conceptuales (las divisiones espaciales del trabajo, la relaci6n lo­
cal-global, las geometrias del poder) y en su manera de abordar 
su trabajo como intelectual comprometida en el feminismo, en 
la politica urbana, en las luchas politicas de otros contextos. 
Este volumen se cierra, como es habitual, con una selec­
ci6n de las referencias bibliograficas esenciales de la autora (la 
9 
bibliografia completa se puede consultar en el sitio web de Ia 
editorial). 
La elaboracion de este libro ha requerido conocer a Ia au­
tora en toda su complej idad. Hay que decir en honor a Ia ver­
dad que ella allano el camino todo cuanto pudo. Nos facilito 
material adicional no publicado o de dificil acceso. Converso 
con nosotros ampliamente y sin limites, abriendonos las puer­
tas de su casa en no pocas ocasiones. Nos mostro su barrio 
( el Kilburn que aparece en sus textos ), nos presento a los que 
viven en su entorno inmediato y nos permitio percibir el am­
biente en el que han tenido Iugar los encuentros y debates de 
Ia intelectualidad londinense mas comprometida y critica con 
Ia situacion politica britanica. 
Su domino del castellano, adquirido en sus frecuentes via­
jes a America Latina, le permitio, ademas, leer y opinar sobre 
nuestros textos. Ello no solo facilito Ia correccion de algunas 
inexactitudes sino que dio pie a interesantes debates sobre 
cuestiones teoricas y de Ia actualidad politica que sin duda 
encontraran su eco en este libro. 
Tambien fueron de enorme ayuda las conversaciones man­
tenidas con personas que pertenecen a su entorno acade­
mico y personal. El personal administrativo de Ia secretarfa 
del Departamento de Geografia de Ia Open University nos 
presto su colaboracion de manera amable y desinteresada: Jan 
Smith facilito Ia obtencion de material grafico y bibliografico 
y Sheree Barboteau fue diligente transmisora de nuestros fre­
cuentes contactos con Massey. 
Abel Albet dedico su cuatrimestre sabatico en Ia prima vera 
de 201 0 a un mayor conocimiento de Ia estructura y organiza­cion del Departamento de Geografia de Ia Open University. 
Ello le permitio, ademas de profundizar en Ia relacion con 
Massey, compartir impresiones con sus colegas de departa­
mento que se mostraron enormemente receptivos a colaborar 
1 0 
en este proyecto: John Allen, Steve Pile, Gillian Rose y Phil 
Sarre. 
Ademas de a estas personas, nuestro agradecimiento debe 
hacerse extensivo a otras muchas que, en distintos niveles, 
han enriquecido nuestro conocimiento y percepci6n acerca 
de Ia vida y Ia obra de Doreen Massey: David Featherstone 
(Universidad de Glasgow), Rogerio Haesbert (Universidad 
Federal Fluminense de Rio de Janeiro), Joe Painter (Universidad 
de Durham), Jamie Peck (Universidad de British Columbia), 
Jane Wills (Queen Mary, Universidad de Londres) respondie­
ron amablemente a nuestras demandas de informacion sobre 
Doreen Massey, proporcionandonos sus comentarios y abun­
dante material adicional. 
De gran interes fueron asimismo los comentarios que nos 
hicieron llegar Richard Meegan (Universidad John Moores, 
Liverpool), Dina Vaiou (Universidad Tecnica Nacional de 
Atenas), Sybille Bauriedl (Universidad de Kassel), Olafur 
Eliasson (Studio Olafur Eliasson, Berlfn) y Ricardo Menendez 
(ministro del Poder Popular para Ciencia, Tecnologia e 
Industrias Intermedias, Republica Bolivariana de Venezuela). 
Queremos agradecer de modo muy especial Ia generosidad 
de Chantal Mouffe (Universidad de Westminster), Michael 
Rustin (Universidad de East London) y Hilary Wainwright 
( editora de R ed Pepp er), que nos recibieron en Londres y nos 
dedicaron parte de su tiempo atendiendo a nuestras preguntas 
y proporcionando numerosas claves para Ia comprensi6n de 
diferentes momentos de Ia carrera de Massey. 
Los autores quieren agradecer ademas el apoyo y Ia amis­
tad de Maria Dolors Garcia Ramon (Universitat Autonoma 
de Barcelona) quien espole6 el proyecto y Ia realizaci6n de 
este libro al organizar y fomentar numerosas ocasiones de en­
cuentro con Doreen Massey, tanto de tipo institucional como 
personal. La generosidad y Ia erudici6n de Enric Mendizabal 
1 1 
(Universitat Autonoma de Barcelona) permttteron mejorar 
significativamente una version provisional de este libro. Y, 
como siempre, Ia editora, Anna Monjo, acogi6 con su habi­
tual entusiasmo nuestras propuestas y dio forma final a este 
volumen. 
I. DOREEN MA SSEY: TRAYECTOS DE IDA 
Y VUELTA 
A l'atzar agraeixo tres dons: 
haver nascut dona, de classe baixa i naci6 oprimida. 
I el terbol atzur de ser tres voltes rebel. 
Maria Merce Mar�al, Divisa (1977) 
Sostiene Doreen Massey que las ideas, los conceptos y las in­
fluencias siempre son «de ida y vuelta» . Con ello, remarca que 
no se siente propietaria de su obra sino que lo que le importa 
realmente es Ia utilidad y permeabilidad de sus conceptos, a 
Ia vez que demuestra su propia receptividad y profundo res­
peto ante las nuevas ideas. Los trayectos vitales de Massey no 
han sido simples desplazamientos geognificos sino que se han 
convertido, tambien, en viajes intelectuales: despues de cada 
uno de ellos sus ideas parecen haberse enriquecido. Las trayec­
torias biogrcifica, geografica e intelectual de Doreen Massey 
estan estrechamente unidas . Ella misma seiiala aun hoy, Ia im­
portancia de haber nacido en el norte de Inglaterra y como los 
sentimientos sobre Ia situacion marginal y desprivilegiada de 
dicha region Ia llevaron a reflexionar sobre las desigualdades 
geograficas. 0 como Ia elistista Oxford desencadeno en ella 
una furia ideologica radical y feminista. 0 como coincidir con 
una serie de compaiieros en su estancia en Estados Unidos 
influyo en su trayectoria ideologica y activista. 0 como los 
viajes mas o menos accidentales (y a menudo accidentados) a 
diversos paises de America Latina constituyeron un revulsivo 
intelectual y vital que afectaron profundamente su modo de 
ver y de teorizar el mundo. 
1 3 
La formaci6n de una intelectual de izquierdas 
Doreen Barbara Massey (Manchester, 1 944) se resiste a situar 
en un momento concreto de su existencia el nacimiento de su 
interes y vocacion por Ia geograffa pero rememora las sugerentes 
lecciones de una maestra en su escuela, Ia suerte de vivir en un 
hogar lleno de libros, atlas y globos temiqueos y de tener unos 
padres amantes del excursionismo. Y, por que no decirlo, Ia fuer­
za seductora de una imaginacion geografica que le hacfa reseguir 
sobre mapas de cualquier rincon del mundo, las sugerentes tra­
zas de una linea de ferrocarril o los riscos de una cordillera. 
Con todo, Massey reconoce que nacer, crecer y vivir con 
el reto diario que suponen cuatro «desventajas» (Ia clase social 
de origen, el caracter periferico de su region, el hecho de ser 
mujer, un cuerpo fragil y aparentemente constreiiidor) contri­
buirian decisivamente a canalizar aquellas seducciones e ima­
ginarios geograficos hacia una dedicacion intelectual llamada 
Geografia y hacia un compromiso militante aderezado con 
una ideologfa crftica y emancipadora. 
Massey se considera Ia «tfpica chica becada» por Ia socie­
dad del bienestar de Ia Gran Bretaiia de Ia postguerra: a pesar 
de haber nacido en Wythenshawe (uno de los barrios obreros 
mas complejos de Manchester y, en su momento, Ia mayor 
concentracion de viviendas de proteccion oficial del mundo ), 
las ayudas estatales le permiten obtener una educacion de 
calidad desde Ia enseiianza primaria (en una de las llamadas 
«escuelas independientes») hasta Ia Universidad de Oxford 
donde cursa Geografia (a pesar de que estuvo a punto de deci­
dirse por Ia combinacion Ciencias Polfticas-Filosofia-Ciencias 
Economicas ) . Es, precisamente, a los tres meses de llegar a 
Oxford donde su ideologfa se radicaliza y se fundamenta . . . a 
Ia vista de las circunstancias familiares y economicas de Ia gran 
mayorfa de sus elitistas compaiieros de estudios. Ello le per-
14 
mite tomar asi consciencia de las dificultades y marginalidades 
de sus propios origenes sociales, trasladando el sentimiento y 
el descontento a la esfera de la ideologia, del feminismo y de la 
filosofia politica socialista. Al acabar sus estudios en Oxford 
(1 966) empieza una etapa de implicacion en movimientos po­
liticos y, especialmente, feministas . 
Massey empieza a trabajar en el Centre for Environmental 
Studies (CES) de Londres en 1 968, el mismo aiio de su funda­
cion. El CES es una consultoria publica producto de la politica 
socialdemocrata de la epoca y del proceso de modernizacion 
institucional de los gobiernos laboristas, convencidos de que 
la planificacion, la tecnologia y el uso adecuado de la ciencia 
podian construir un mundo mejor. Massey trabaja en el CES 
hasta que Margaret Thatcher lo cierra en 1 980 tras haberse 
convertido en una gran maquina de produccion cientifica 
critica, incluso mucho mas a la izquierda de lo que el mismo 
Partido Laborista habria deseado. 
En el CES se dedica a idear e implementar modelos de locali­
zacion industrial de corte tradicional: descontenta con la orienta­
cion de sus investigaciones a la vez que insegura por desconocer 
muchos de los recovecos de la economia neoclasica, decide rea­
lizar, de nuevo con una beca, un master intensivo en economia y 
ciencia regional (para, seglin ella misma, «conocer al enemigo 
y poder criticarlo con conocimiento de causa y con razones y ar­
gumentos» ). Ello es lo que la lleva en 1971-72 a la Universidad de 
Pennsylvania (en Filadelfia, Estados Unidos), al corazon mismo 
de la economia neoclasica. Parte de los estudiantes del master son 
europeos y, junto a algunos de ellos, Massey sigue una asignatura 
optativa sobre Louis Althusser que tambien le implica leer todo 
Marx asi como iniciarse en Gramsci y Mao. 
Massey reconoce que hasta aquel momento le habia sido 
muy dificil aceptar y asumir los textos de Marx por su rigi­
dez a la hora de incorporar otras estructuras de dominacion 
1 5 
y subordinaci6n mas alla de la clase social. Son los textos de 
Althusser y su antiesencialismo los quela ayudan a elaborar 
estas ideas filos6ficamente, de manera que todavia hoy reco­
noce lo mucho que le debe por todo ello al pensador frances. 
De hecho, muchos de los intelectuales que posteriormente ro­
dearan a Massey (como Stuart Hall, Chantal Mouffe, Ernesto 
Laclau) tambien se vieron positivamente influenciados por los 
textos de Althusser, precisamente en el momento en que esta­
ban siendo traducidos al ingles. 
La decada que va de 1 972 a 1 982 supone un periodo de gran 
efervescencia politica e intelectual que se traduce en una activa 
contribuci6n a diversos grupos de lectura y debate politico. 
Asi, junto a Hall, Mouffe y Laclau, participa en el Hegemony 
Group que, entre 1 980 y 1 983, se estuvo reuniendo una vez al 
mes para leer, compartir y debatir textos de Antonio Gramsci 
y, especialmente, La revoluci6n te6rica de Marx y Para leer El 
Capital de Althusser: dichas lecturas suponen la base del pen­
samiento intelectual de Massey en las decadas de los aiios 1 970 
y 1 980 y aun hoy confiesa retornar a menudo a dichos textos 
como fuente de inspiraci6n. 
Paralelamente al Hegemony Group y tambien al margen 
del mundo universitario, Massey participa asimismo en el 
colectivo Women and Socialism dedicado a organizar un con­
greso anual y a generar grupos de lectura sobre temas feminis­
tas, sobre textos originales de Marx asi como sobre la obra de 
Althusser, Nicos Poulantzas, Etienne Balibar y otros autores 
coetaneos. A parte de debatir textos feministas, estos grupos 
de lectura se dedican a lidiar con temas como el modo de pro­
ducci6n, la formaci6n social, las estructuras de dominaci6n, 
etc. que, para Massey, son los conceptos clave para desarrollar 
su manera de entender el mundo. 
Tras el breve paso por Filadelfia, el retorno a Londres en 
1972 supone su reincorporaci6n al CES. En base a un estudio 
1 6 
allf realizado y de lo asumido en su estancia en los Estados 
Unidos, Massey elabora una crftica a la teorfa de la localizaci6n 
industrial clasica a partir de su innovadora propuesta centrada 
en las divisiones espaciales del trabajo. Seglin este concepto, 
las desigualdades sociales son generadas por los desequilibrios 
de la economfa capitalista la cual provoca rfgidas divisiones 
entre regiones ricas y regiones pobres y entre clases sociales : 
asf, en lo que se refiere a la pobreza, el bienestar y la riqueza, el 
«espacio importa» (space matters) . . . y mucho. Gran parte del 
desarrollo de esta teorfa da pie a una serie de textos, muchos 
de los cuales en estrecha colaboraci6n con Richard Meegan, 
que resultaran esenciales para la interpretacion de la crisis 
industrial britanica y mundial de la decada de los aiios 1 970 
y 1 980: Industrial Restructuring versus the Cities ( 1 978}, The 
Geography of Industrial Reorganisation ( 1 979}, The Anatomy 
of job Loss ( 1 982} y, sobre todo, Spatial Divisions of Labour 
( 1 984). 
Una beca del Social Science Research Council (SSRC) per­
mite al CES llevar a cabo un proyecto sobre la propiedad de 
la tierra que, en manos de Massey, se convierte en un analisis 
mas amplio sobre la propiedad capitalista del suelo en el Reino 
Unido y cuyo producto final es el libro Capital and Land, 
firmado junto con Alejandrina Catalano. A pesar de que este 
libro estaba centrado en la realidad britanica, de hecho fue un 
trabajo muy influyente en muchas partes de America Latina 
desde donde las autoras tambien recibieron las crfticas mas 
constructivas e interesantes y que les permitieron profundizar 
en los debates sobre las diferentes trayectorias y las diferentes 
condiciones sociales y polfticas en torno a la propiedad de la 
tierra y la teorfa de la renta, entre otros aspectos. En dichos 
debates Massey ya plantea la necesidad de introducir Ia rela­
cionalidad en el estudio de Ia propiedad, distinguiendo entre, 
por ejemplo, propiedad productiva de la tierra, propiedad feu-
1 7 
dal de la tierra, propiedad financiera de la tierra y remarcando 
la importancia de las relaciones existentes entre elias . Gracias 
a esta dedicacion, en 1 973 Massey colabora en la celebracion 
del congreso del Partido Laborista (aun sin estar afiliada) 
participando en una ponencia dedicada a la (hoy impensable) 
nacionalizacion de la tierra. 
Con el cierre del CES en 1 980 llega un breve perfodo de in­
certidumbre para Massey: si polfticamente supone el inicio de 
una etapa oscura, laboralmente se caracteriza por la movilidad 
y la precariedad. Unos pocos meses (1 980-1982) los dedica a 
Una de las principales contribuciones de Doreen Massey consiste en su plena 
conviccion de que lo social y lo espacial tienen que ser conceptualizados conjun­
tamente, superando asf una de las miradas clasicas de Ia geograffa y, en general, 
de las ciencias sociales, que ven en el espacio un simple escenario pasivo donde se 
desarrollan los hechos sociales. Para Massey, como para otros geografos y geogra­
fas radicales, el espacio y el tiempo no son categorfas neutrales y apriorfsticas sino 
componentes implfcitos del mundo de lo natural y de lo social. [Foto: A. Albet] 
1 8 
finalizar, en el marco de la London School of Economics, un 
proyecto heredado del CES y financiado por el SSRC (antes 
que Thatcher lo convierta en Economic and Social Research 
Council, tras afirmar que «las ciencias sociales no existen» ) . 
Tambien durante un muy corto periodo ( 1 98 1 ) imparte do­
cencia en la Universidad de California (en Berkeley) junto con 
Michael Storper, Richard Walker y Michael Watts. 
El encaje perfecto: Ia incorporaci6n a Ia Open 
University 
Sin lugar a dudas, la incorporaci6n de Doreen Massey al 
Departamento de Geografia de la Open University ( ou) en 
1 982 supone el factor clave para entender el desarrollo y el 
exito no solo del mismo departamento sino de una forma de 
hacer y de entender la geografia. Tambien es cierto que tanto 
el quehacer como la manera de ser de Massey encajan a la per­
fecci6n con el proyecto docente e institucional de la OU, hasta 
el punto de mostrar una simbiosis casi perfecta que se retroa­
limenta. Desde el primer dia, Massey se siente muy c6moda 
con los objetivos de la OU (incluidos en su carta fundacional) 
relacionados con la justicia social y con la 6ptica claramente 
progresista y socialdem6crata que le insuflaron los gobiernos 
laboristas britanicos. 
El ingreso de Massey en la OU se produce, como acostum­
bra a suceder en las universidades britanicas, a traves de un 
proceso de selecci6n en el que, si bien no se lo pusieron facil, el 
tribunal supo apreciar en Massey sus capacidades y potencia­
lidades asi como su empatia con la filosofia de la universidad y 
del departamento, precisamente en un momento en que todo 
ello se estaba empezando a fraguar y concretar. Massey accede 
directamente al puesto de catedratica sin disponer de tesis doc-
1 9 
toral (tramite academico que, en una firme decision adoptada 
cuando todavia estaba en Oxford, nunca completara) y con el 
vertigo de una gran carga de implicaci6n personal y colectiva, 
asi como de compromiso social y politico. Massey admite 
que quiza la OU fue la tinica universidad (o una dentro de un 
reducidisimo grupo) en la que ella misma podia verse traba­
jando: mas como una intelectual que como una academica 
propiamente dicha con todos los rasgos propios de la carrera 
universitaria (rasgos que, por cierto, siempre ha desestimado). 
El ingreso en la ou resuelve su dilema entre el mundo acade­
mico y el intelectual. 
Desde muy pronto Massey cataliza gran parte de la acci6n 
generada en el marco del Departamento de Geografia y de la 
Facultad de Ciencias Sociales, lo que le permite construir un 
equipo amplio y cohesionado de profesores e investigadores 
con los que comparte formas de ver y acercarse al mundo. 
Massey lidera, de manera indiscutible, el departamento y la 
geografia que se produce en el, aunque se trate de un liderazgo 
sutil, nada totalitario, que acaba imponiendose y triunfando, 
aunque no todo el mundo quiera o pueda reconocerlo. Enel 
contexto de la Facultad de Ciencias Sociales encuentra tam­
bien una gran complicidad intelectual y academica en Stuart 
Hall, catedratico de Sociologia e impulsor de los «estudios cul­
turales», con quien le unira, ademas, una estrechisima amistad, 
lo que favorecera el impulso conjunto de diversas iniciativas y 
actividades hasta el momento presente. 
Ademas de sentirse bien con el proyecto fundacional de la 
OU, la filosofia de Massey encaja plenamente con la geografia 
que se hace alli: junto con la London School of Economics 
es el tinico departamento de las universidades britanicas en 
el que la geografia es exclusivamente humana (no fisica) e 
inconfundiblemente encajada en un ambito y una facultad de 
ciencias sociales que se dedica, esencialmente, a la politica y 
20 
a las politicas, a la cultura y a la economfa. Ello no significa 
una renuncia a los temas y aspectos propios de la geograffa 
fisica: todo el profesorado tiene amplisimos conocimientos de 
geomorfologfa, climatologfa o hidrologfa (la misma Massey es 
una gran conocedora de los drumlins, esas peculiares formas 
de relieve de origen glaciar) pero esta muy claro que incluso 
esta geograffa ffsica debe entenderse en el marco de la sociedad 
y lo social, en un contexto politico y econ6mico. Un ejem­
plo de esta orientaci6n es que se trata de una de las primeras 
instituciones academicas en las que se empiezan a exponer las 
problematicas del cambio climatico y del medio ambiente (en 
un ya lejano 1 989) y que la geograffa humana es introducida y 
explicada abiertamente a traves de cursos inter e intrafaculta­
tivos (en sociologfa, en ciencia politica, en ciencias naturales, 
etc.) sin traumas ni complejos, ni como un aiiadido ni como 
un pie colonizador. Todo ello es asf en tanto que filosoffa pro­
pia de la OU pero que coincide plenamente con la mirada de 
Massey que lo desarrolla y lo eleva hasta convertirlo en marca 
de la casa. 
Las especiales caracteristicas de la OU tambien suponen un 
reto y un compromiso para la geograffa de Massey. Encerrada 
en un campus aislado en el contexto de un peculiar new town 
(Milton Keynes), el campus no tiene estudiantes presenciales: 
tan solo se reunen allf los doctorandos. Los alumnos de grado, 
ademas, poseen unas caracterfsticas muy excepcionales: al ser 
una enseiianza a distancia, a menudo se trata de estudiantes 
que no poseen una dinamica de estudio concreta y que mas 
bien responden a casufsticas tan diversas y dispersas como la 
de ser amas de casa, reclusos en sus carceles, o incluso soldados 
en sus submarinos: personas que diffcilmente podrfan haber 
accedido a cualquiera de las universidades presenciales britani­
cas, mas o menos elitistas . Se trata casi siempre de estudiantes 
adultos con un variadfsimo abanico de intereses que no buscan 
2 1 
acumular informacion ni memorizarla para aprobar un exa­
men; bien al contrario, sus interrogantes y debates formulan 
serios retos intelectuales al profesorado. Asf, el planteamiento 
didactico desarrollado por Massey se basa en seducir a los 
estudiantes para que estudien y para que se interesen por la 
geograffa: es por ello que la elaboracion de los manuales y de 
los programas de radio y television tienen una importancia 
esencial para alcanzar aquellas audiencias tan diversas y tan 
exigentes. 
Los manuales de geograffa elaborados por la OU llevan, 
de manera evidente, la impronta de Massey, tanto en la forma 
como en el contenido, aunque de hecho cada capitulo este 
firmado individualmente por uno o varios autores distintos. 
Massey contribuye decisivamente a imponer un funciona­
miento colectivo e iterativo en la elaboracion de dichos mate­
riales. Antes de dar por bueno y definitivo un texto, se llevan 
a cabo diversos pasos imprescindibles: encargar, por decision 
colectiva, a una persona la elaboracion de un primer borra­
dor sobre un tema previamente decidido tambien de manera 
colectiva; dicho borrador recibe las crfticas constructivas del 
conjunto del equipo para que sea reelaborado y sometido a 
nueva revision antes de alcanzar la version final. El objetivo 
no es ni teorizar directamente ni tampoco presentar estudios 
de casos: se trata de pensar a traves de los temas y conceptos 
y de exponer como estos se desarrollan espacialmente. Dadas 
las caracterfsticas cambiantes de nuestro mundo, el equipo 
redactor es consciente que los manuales de geograffa tienen 
fecha de caducidad y que hay que renovarlos totalmente cada 
seis o siete aiios pero que, a su vez, durante todo su perfodo 
de vigencia deben demostrar plena validez. El resultado es 
una coleccion de obras rigurosas pero atractivas y accesibles, 
excepcionalmente bien elaboradas. Ademas de Massey, detras 
de esta orientacion pedagogica y geografica destaca la labor de 
22 
John Allen con quien ella, ademas de colaborar codo a codo 
con los aspectos docentes de Ia OU, ha producido algunas de 
sus obras clave: Geography Matters! ( 1 984), The Economy 
in Question ( 1 988) o Uneven Re-Development: Cities and 
Regions in Transition ( 1 988). 
Para Massey y el colectivo de profesores, enseiiar es ense­
iiar a las personas a pensar espacialmente, hacerlo de manera 
critica, aut6noma y responsable. Pensar a traves de Ia espacia­
lidad es quiza una buena definicion de los objetivos docentes 
de Ia geografia de Ia OU. En este sentido Massey aboga por una 
forma discursiva y acumulativa de aprendizaje y de transmitir 
los mensajes; no se trata de cuantificar los conocimientos que 
debera haber aprendido el estudiante al final del capitulo ni, 
mucho menos, plantear una enseiianza memorfstica. Se busca 
que el estudiante sea capaz de reconocer que, por ejemplo, ha 
aprendido algo acerca de las relaciones de poder a traves del 
capitulo dedicado a los talleres clandestinos de ropa. 
Otro ejemplo clave pueden ser los conceptos esenciales que 
hay que transmitir: estos conceptos son uno de los elementos 
mas trabajados en el proceso de elaboraci6n de los materiales: 
los manuales no plantean definiciones apriorfsticas (ni, de 
hecho, de ning\ln tipo) sino que van apareciendo de manera 
acumulativa las ideas que acabaran construyendo Ia mirada del 
propio alumno en relaci6n con aquel concepto esencial. 
Asf, seg\ln esta dinamica, para Massey y su equipo se hace 
dificil discernir Ia investigaci6n de Ia docencia: � cuando aca­
ba una y empieza Ia otra? En este sentido, los manuales de 
Ia OU han sido el canal privilegiado a traves del cual se han 
introducido, de manera afortunada, una serie de conceptos 
clave que han trascendido mucho mas alla de Ia docencia de 
Ia OU basta alcanzar Ia totalidad de los cfrculos academicos 
en ciencias sociales y, paralelamente, el debate ciudadano (lo 
que supone un exito doble e inedito). Asf, por ejemplo, fra-
23 
ses como «Changing Britain, changing world» o, sobre todo, 
«Geography matters ! » son dos ideas-concepto surgidas en el 
marco de la investigaci6n-docencia de la ou que mas alla de su 
influyente papel como tftulos de libro, se convierten en verda­
deras declaraciones de principios, en definiciones sinteticas de 
nuestra realidad presente (de lo que es la globalizaci6n, de la 
importancia de la espacialidad en el mundo actual). Se trata de 
conceptos complejos a la vez que extremadamente comprensi­
bles, asimilables por un estudiante o un ciudadano cualquiera 
a la vez que utilizados por muy diversos cientfficos sociales 
(economistas, arquitectos, soci6logos, polit6logos, antrop6-
logos, etc.) y que les han sido muy utiles para introducir el 
discurso espacial en sus reflexiones e investigaciones . 
Tambien son de Massey (y tambien surgidos de este nido 
de ideas que son los manuales de la ou) propuestas como 
unicidad (uniqueness) o interdependencia, entendidos como 
formas de interpretacion de la realidad del lugar. Algunos de 
estos conceptos evolucionan hasta uno de los mas logrados a la 
vez que exitosos por su sencillez y su potente carga explicativa 
y evocativa: «el sentido global del lugar»,el lugar entendido 
como una combinaci6n unica e interactiva de complejidades a 
diversas escalas . Asf tambien, «as british as a cup of tea» (tan 
britanico como una taza de te) es una frase simple y compren­
siva pero que permite a Massey introducir el tema de la cultura 
britanica como un producto de relaciones mas amplias, funda­
das en el colonialismo y el postcolonialismo. 
Seguramente «Geography matters ! » (la geograffa importa) 
es la idea mas afortunada y diseminada dados sus diversos sig­
nificados y sus multiples acepciones y usos. Se trata, ademas, 
de toda una declaraci6n de principios que no solo ayuda a de­
finir el papel de la geograffa ( dandole un rol relevante entre las 
ciencias sociales y suponiendo, quiza, el mejor marketing en 
un mundo competitivo, tambien entre ciencias) sino a ofrecer 
24 
una interpretacion valida, posible y plausible de lo que sucede, 
tan complejamente, hoy en el mundo: lo que pasa en el ultimo 
rincon del planeta importa e interesa estudiarlo, conocerlo y 
tenerlo en cuenta porque es relevante aqui y ahora mismo. Las 
cosas suceden localmente y de ahi la importancia del estudio 
de los lugares, entendidos como una combinacion unica y 
singular de estratos, de capas que configuran una articulacion 
irrepetible y que permite, ademas, superar el localismo reac­
cionario «de campanario» . No interesa ya el simple retrato 
estatico y descriptivo de los lugares sino que importan los 
procesos y la comprension de las estrategias de poder que hay 
detras de dichos procesos: es por ello que «geography mat­
ters» se convierte, tambien, en una invitacion y una razon para 
la lucha politica. 
Ver las cosas asi, plantearlas asi, redactar textos asi, tra­
bajarlo colectivamente asi. . . moldeo radicalmente el equipo 
compacto liderado por Massey que, aunque no se haya perpe­
tuado, ha generado productos, miradas y cohesiones que han 
calado profundamente, transformando para siempre a los pro­
tagonistas . La falta absoluta de protagonismo de Massey hace 
que casi siempre estos conceptos, ideas y textos aparezcan 
como autorias diversas y compartidas o incluso ajenas, como 
el resultado de un trabajo grupal cuando, a pesar de ser asi, la 
mano de Massey es extensa y esta decisivamente presente. El 
liderazgo de Massey se traduce en una suave presion al resto 
del grupo que obliga a todos a agudizar sus argumentos para 
contrastarlos con los suyos y que reclama un alto nivel de im­
plicacion y de compromiso, de rigor y de seriedad. El resulta­
do es siempre un producto de muy alta calidad, que combina el 
compromiso con lo teoricamente informado; que convierte al 
equipo, al lector, a los estudiantes . . . en pensadores espaciales 
criticos, y, en consecuencia, dandole a la geografia una nueva y 
decisiva funcion central. 
25 
Interludio en Nicaragua: «siempre es Ia misma 
luc�a» 
Desde su fundacion en 1 982 Massey colabora activamente en el 
Greater London Enterprise Board (GLEB), un organismo crea­
do en el marco del Greater London Council liderado por Ken 
Livingstone ( 198 1 - 1986). El GLEB fue una innovadora propuesta 
institucional que tenfa por objetivos primordiales Ia lucha contra 
el desempleo y Ia elaboracion de estrategias de dinarnizacion y 
desarrollo econornico. Esta etapa de Massey en el GLEB propicia 
multiples colaboraciones con Livingstone y genera asirnismo una 
relacion de estrecha amistad con ei que perdura a pesar de los 
avatares posteriores de Ia politica municipal londinense. 
Doreen Massey departiendo con Ken Livingstone, ex alcalde de Londres y 
destacado miembro del laborismo britanico mas izquierdista, durante el acto de 
homenaje Spatial delights. An engagement with the work of Doreen Massey ce­
lebrado en Londres el II de marzo de 2009. Tras ellos, Michael Rustin, fundador, 
junto con Massey y Stuart Hall, de Ia revista Soundings. [Foto: Spatial Delights] 
26 
La huelga de los mineros britanicos ( 1 984-1 985) es uno de 
los multiples sucesos que movilizan el pensamiento, el activis­
mo y Ia solidaridad de Massey. En Ia huelga convergen algunos 
de los recientes temas de investigacion de Massey (los procesos 
de desindustrializacion, la crisis en las regiones perifericas) con 
su interes en las relaciones politicas y sociales de Ia realidad 
britanica (Ia fuerza de los sindicatos y de Ia ciudadanfa) asf 
como con sus preocupaciones ideologicas en el sentido mas 
extenso (Ia derrota de los mineros supondrfa una gran victoria 
politica e ideologica para Thatcher asf como Ia consolidacion 
de su programa de neoliberal y de libre mercado ). Asf, junto 
con Ia feminista y activista Hilary Wainwright, Massey em­
prende un largo viaje por el norte de Inglaterra implicandose 
activamente en las iniciativas de los huelguistas y, especial­
mente, en las redes de solidaridad tej idas por Ia sociedad civil. 
Producto de dicha visita y de dicha vision son textos como 
Beyond the Coalfields ( 1985}. 
En 1 984, durante Ia celebracion de una Cumbre Economica 
Mundial Alternativa en Londres, un grupo de nicaragiienses 
invita a Massey a participar en labores de investigacion, dada 
Ia necesidad que en aquellos momentos tiene Ia Nicaragua 
sandinista acosada por Ronald Reagan. Como docente de Ia 
ou, a finales de 1 985 habfa acumulado seis meses de sabatico 
que paso en Managua, una vez aprendido el buen espafi.ol que 
todavfa hoy conserva. 
Massey marcha del Reino U nido en 1 985, en un momento 
complicado, en medio de las batallas contra Ia abolicion del 
Greater London Council por parte de Thatcher y el inicio 
del papel de Londres como centro financiero mundial, asf 
como de las huelgas de mineros del norte de Inglaterra. Cuenta 
Massey que los dfas previos a su marcha fueron terribles: con 
un brazo roto y grandes dudas acerca de Ia conveniencia de 
dejar en Londres tantos proyectos y luchas, Dave Wield, buen 
27 
amigo con el que estaba escribiendo High Tech Fantasies la 
acab6 de convencer para ir a Nicaragua con el argumento 
«Doreen, it's the same struggle» : en el fondo, tanto la de aqui 
y como la de alla es el mismo tipo de lucha. Las inclemencias 
del tiempo y la peculiaridad del viaje hizo que el trayecto 
Londres-Managua durase casi una semana, via Kiev, Moscu, 
Limerick, La Habana, Mexico (justo tras el terremoto) y 
San Salvador. De la etapa «nica» recuerda muchas vivencias, 
muchas batallas por lidiar, muchas cosas por hacer y escribir. 
Tambien una mezcla de sensaciones con momentos en los que 
triunfaba el convencimiento pleno de que otro mundo era po­
sible junto a otros momentos de completa desesperaci6n: ella 
misma reconoce que, no obstante, quiza en aquel entonces las 
Hneas de batalla eran bastante mas claras que las de ahora. 
En Nicaragua, Massey trabaja en el Instituto Nicaragiiense 
de Investigaciones Econ6micas y Sociales (INIES, una institu­
ci6n no oficialista pero marcadamente prosandinista) llevando 
a cabo tareas de base en relaci6n con diversos proyectos de 
investigaci6n (mas que implementando sus ideas y propuestas 
conceptuales), en medio del desierto que Somoza habia de­
jado en el marco de la investigaci6n social y econ6mica. Los 
proyectos realizados giran esencialmente en torno a los asen­
tamientos informales en la periferia de Managua, intentando 
dilucidar hasta que punto la guerra habia sido una causa o un 
detonante de dichos asentamientos espontaneos . La conclusion 
fue que los asentamientos eran producto de las circunstancias 
sociales y econ6micas y que se hubiesen dado igualmente, in­
dependientemente de la guerra. A pesar de las limitaciones en 
la acci6n politica, Massey reconoce que estas investigaciones 
contribuyeron a generar debate publico sobre el tema. 
Vuelve de Nicaragua convencida de haber aprendido mu­
chas cosas de aquel contexto, no solo acerca de la realidad po­
Htica, social y econ6mica de un pais revolucionario sino tam-
28 
bien del papel que deberfan jugar los investigadores forcineos 
y como deberfan negociarse los terminos de la investigaci6ny de lo investigado. Desde entonces Massey mantiene fuertes 
reticencias a realizar estudios sobre «otras» partes del mundo 
fuera de la propia realidad de origen, como ha sido tradicio­
nalmente la funci6n de la Hamada «geograffa del desarrollo»; 
con todo, ella reconoce que la presente globalizaci6n permite 
adoptar un posicionamiento muy distinto, dado que tambien 
es posible analizar la responsabilidad del papel jugado por los 
pafses desarrollados en la producci6n de los desequilibrios y 
de las desigualdades a escala mundial. 
Cuando el Congreso Nacional Africano llega al poder en 
Sudafrica en 1 994, Massey es invitada a participar en la consti­
tuci6n de grupos de investigaci6n para contribuir a la planifi­
caci6n macroecon6mica. La acompaiian Maureen Mackintosh 
{profesora de economfa de la ou) y Diane Elson {profesora de 
Sociologfa de la Universidad de Essex). Las tres trabajan junto 
a Frene Ginwala (portavoz en el Parlamento sudafricano) y 
redactan diversos informes que vienen a ser propuestas de in­
tervenci6n feminista en los planes econ6micos que los grupos 
de izquierda estan elaborando en ese momento (hasta entonces 
mayormente pensados desde una 6ptica masculina) . Pretenden 
remarcar el papel decisivo de las mujeres en la organizaci6n del 
campo y de la agricultura, en el acceso al agua, en las ciudades 
y en otros ambitos basicos similares. En esta ocasi6n, y a di­
ferencia de Nicaragua, la actuaci6n de Massey y sus colegas 
es relativamente facil y precisa ya que su misi6n esta perfecta­
mente definida y forma parte del debate general. 
La segunda actividad de Massey en Sudafrica es dialogar 
con gente muy diversa acerca de un aspecto mas tfpicamente 
geogrcifico: la constituci6n y el nuevo papel de las regiones y 
de la descentralizaci6n en el pais . El tema es complejo porque 
hasta entonces la regionalizaci6n (en forma de bantustanes) es 
29 
vista en sf misma como parte del Apartheid. Laurine Platsky 
(del Development Action Group y que posteriormente forma­
ra parte del Gobierno provincial de Western Cape y muy im­
plicada en el debate) invita a Massey a pesar de que ella insiste 
tanto en su falta de experiencia en el tema como en su carcicter 
foraneo: «yo no era una experta ni iba a ir portando 'Ia verdad', 
a decirles lo que debfan hacer. Lo unico que podfa hacer era 
reflejar, con mi bagaje teorico, mis conocimientos en el caso 
del Reino Unido. Y me parece que funciono.» 
El retorno de Nicaragua (1 986) es un momento especial­
mente duro para Massey ya que el gobierno Thatcher esta en 
su apogeo y, a pesar de que con John Major ( 1 990-1 997) se 
empieza a ver el final de Ia etapa Tory, Ia losa de sus polfticas 
es ya muy pesada de remover. De hecho, Ia llegada del nuevo 
gobierno laborista de Anthony Blair ( 1 997) indica que no 
habra un cambio drastico y que Ia teorfa y Ia praxis de dicho 
gobierno seguira, con leves modificaciones, con Ia Hnea traza­
da por Thatcher. Son momentos diffciles para dilucidar cual 
puede ser Ia mejor forma de intervencion estrategica: las pu­
blicaciones de Massey de aquella epoca gris reflejan este vado 
circunstancial que no empieza a difuminarse hasta Ia aparicion 
de Ia revista Soundings que, tras unos meses de gestacion, ve Ia 
luz publica en 1 995. 
En medio de dichas dificultades se consolida un grupo de 
lectura y de debate polftico que se reline periodicamente en 
casa de Massey, tomando el nombre de su calle: el Ariel Road 
Group. Dicho grupo supone, en cierto modo, una continua­
cion del foro de debate progresista y nido de creacion de nue­
vas ideas y propuestas que se habfa constituido anteriormente 
en torno al GLEB y con Massey tambien al frente. 
Cuando Stuart Hall, Michael Rustin y Doreen Massey 
fundan la revista Soundings: A journal of Politics and Culture, 
los tres acaban de abandonar el consejo editorial de New 
30 
Doreen Massey en su casa de Ariel Road, Londres, Iugar de encuentro del 
Ariel Road Group que durante aiios fue un activo foro de debate del pensamiento 
politico de izquierdas de Londres. [Foto: A. Albet) 
Left Review. Soundings (cuyo nombre evoca Ia necesidad de, 
constantemente, dejar algo en el aire para que pueda ser ofdo 
y utilizado) aparece tres veces al aiio, y pretende situarse entre 
el desaparecido Marxism Today: Theoretical and Discussion 
journal of the Communist Party (cuyo final se relaciona con 
los cambios observados en el Partido Comunista britanico) y 
New Left Review. Los fundadores de Soundings ven el mo­
mento como una oportunidad hist6rica para denunciar una se­
rie de situaciones (las formas que adopta el crecimiento econ6-
mico, el aumento de las desigualdades sociales, el incremento 
de la corrupci6n politica, etc.) y plantear alternativas radicales 
31 
tanto a nivel britanico (ante la deriva del Partido Laborista y 
del mismo Blair de renunciar a liderar ningun tipo de cambio) 
como a escala internacional. 
Se pretende que Soundings juegue un papel de influyente y 
esperanzada narrativa y de conciencia critica ante las directri­
ces cada vez mas conservadoras del Partido Laborista. Aunque 
para los laboristas Soundings es un panfleto demasiado iz­
quierdoso para ser tenido en cuenta, es cierto que fue, y sigue 
siendo, una pieza clave y decisiva en los debates y en la intro­
ducci6n de algunos cambios. Soundings sigue apareciendo tres 
veces al afio como revista de referencia te6rica e ideol6gica a 
la vez que portadora de nuevas politicas y valores; ademas ac­
tualmente desde la revista se organizan encuentros, seminarios 
y redes y publica libros de manera que se ha convertido en algo 
mas que una revista. 
«Cuando Ia teorfa se encuentra con Ia polftica» 1 
En 2005 aparece For Space. El libro pretende organizar y sis­
tematizar gran parte de las propuestas te6ricas e intelectuales 
de Massey, dado que de su trabajo en los afios precedentes 
pendian muy diversas indicaciones acerca del espacio y la 
espacialidad a la vez que debates como los sostenidos con 
Ernesto Laclau o sobre Henri Bergson asi como la relaci6n 
con los nuevos movimientos sociales . A pesar de reconocer 
la imperiosa necesidad de realizar una reflexi6n te6rica como 
esta, Massey admite que fue una experiencia dificil, ante la 
1. «When Theory Meets Politics» es el titulo del articulo que Massey publica 
en Antipode en 2008 para seiialar que, en su caso, teoria y praxis politica no son dos 
facetas que deban ni puedan separarse. 
32 
complejidad de ordenar todo este trabajo precedente y dotarlo 
de una estructura y un marco coherente. 
Tras la publicaci6n de For Space, a las dificultades politicas 
del momento se aiiadieron las dudas acerca de la necesidad y 
de la oportunidad de continuar teniendo un papel destacado 
en la academia u optar por una placida y anticipada jubilaci6n. 
Los debates internos en la geograffa britanica del momento no 
ayudaban mucho ya que, seg6n Massey, solo eran pura irrele­
vancia decorativa, cargados de una enorme cantidad de inutil 
material intertextual ( comentarios de comentarios) y sin una 
consciencia acerca de las problematicas de la sociedad contem­
poranea. Massey no se sentfa muy c6moda en este contexto y 
sin ninguna motivaci6n para, segun sus palabras, «actuar per­
formativamente en un carrusel de material refinado elaborado 
por hombres j6venes a la busqueda de reconocimiento. » 
Cuando en 2007 esta a punto de tirar l a toalla, aparece 
World City. A mitad de camino entre libro academico y libro 
politico, la obra atrae muchfsima atenci6n mediatica y por 
todo el espectro ideol6gico, dada la implicaci6n de Massey 
durante el mandato de Ken Livingstone al frente del Greater 
London Council ( 1 98 1 - 1 986) pero, a la vez, su voz crftica 
hacia el entonces (2000-2008) alcalde Livingstone dada su con­
descendencia frente el empuje arrollador del sector financiero 
londinense. 
Y, por si fuese poco, en febrero, pocos dfas antes de la 
aparici6n de World City, llega una invitaci6n desde Venezuela 
que, para Massey, supone unenorme revulsivo personal e 
intelectual y que le hace encontrar una raz6n poderosa para 
continuar con la reflexi6n te6rica y evidenciar que la teorfa 
es capaz, tambien, de marcar la diferencia, de transformar la 
realidad. Para Massey el fax enviado desde Caracas es un buen 
ejemplo de los cambios que llegan por serendipia: en un mo­
mento de desaz6n academica alguien desde la otra punta del 
33 
mundo pregunta «{ Quiere venir a Venezuela para participar 
en un proyecto sobre metropolis y revoluci6n?». 
Hugo Chavez en persona adopta y adapta el concepto de 
las «geometrias del poder» ideado por Massey, como el cuarto 
de los «cinco motores» de Ia revoluci6n y Ia renovaci6n politi­
ca2 y como uno de los medios para llevar adelante el programa 
de descentralizaci6n y ecualizaci6n del poder politico. El cuar­
to motor queda definido como «La nueva geometria del po­
der: Ia reorganizaci6n socialista de Ia geopolitica de Ia naci6n». 
Concretamente, ello implica proporcionar Ia posibilidad de 
conceder una significativa voz politica tanto a las regiones 
mas pobres como a los excluidos que habitan las ciudades y de 
desarrollar formas de democracia participativa y de poder po­
pular. Massey es invitada a Venezuela a exponer y desarrollar 
estas ideas ante ambitos muy diversos: desde foros ciudadanos 
en Ia calle hasta debates televisivos asi como Ia publicaci6n de 
un cuaderno explicativo (redactado directamente en castellano 
por Massey) acerca de dicho concepto y su potencialidad en 
cuanto a motor. Este cuaderno forma parte de una colecci6n 
de libros de lectura popular integrada por textos de, entre 
otros, Voltaire, Lenin, Jose Marti, Che Guevara, Hugo Chavez 
y . . . Doreen Massey. 
Para Massey supone un enorme reto: ademas de confir­
marse lo util que puede ser reflexionar sobre Ia teoria, tambien 
resulta un buen ejemplo de que los conceptos viajan, se de­
sarrollan y pueden llegar a tener vida propia. Es tambien una 
etapa de reconocimiento publico e internacional de su obra 
y de su aportaci6n, precisamente en un momento de crisis 
personal e intelectual en el que lleg6 a pensar que nada habia 
valido Ia pena. Para Massey Ia experiencia venezolana tiene 
2. Los otros cuatro motores son Ia Ley habilitante al socialismo, Ia reforma 
constitucional, Ia educaci6n popular y el poder comunal. 
34 
muchfsimo valor no solo por ver validada y aplicada (al nivel 
de Ia alta polftica y del debate ciudadano de calle) una de sus 
aportaciones te6ricas sino por Ia oportunidad de aprender y 
reflexionar sobre dicha validaci6n, en un viaje de ida y vuelta 
de los conceptos. 
En los ultimos tiempos, y especialmente como reacci6n 
a su obra For Space, Massey ha realizado diversos trabajos 
(ella habla de «intersecciones») junto con artistas de recono­
cido prestigio internacional como por ejemplo el danes (de 
ascendencia islandesa) Olafur Eliasson, muy interesado en Ia 
tematica espacial y con quien comparti6 su Weather Project 
(proyecto del que hay un texto traducido en este mismo libro) 
Massey se ha distinguido siempre por su apertura y su capacidad de di:ilogo 
con otras disciplinas sociales y con otras expresiones del pensamiento. En Ia foto­
grafia aparece Doreen Massey entre el artista pl:istico Olafur Eliassen y Ia polito­
loga Chantal Mouffe durante el acto de homenaje Spatial delights. An engagement 
with the work of Doreen Massey celebrado en Londres el 1 1 de marzo de 2009. 
[Foto: Spatial Delights) 
35 
expuesto en Ia Tate Modern de Londres. Massey reconoce que 
se trata de un texto «algo loco» pero que pretende mostrar Ia 
importancia del espacio para una audiencia experta en arte: es 
como un For Space pero para las artes. 
Con Patrick Keiller, cineasta socialmente comprometido, 
mantiene una relaci6n de amistad y de luchas «en este mismo 
lado de las barricadas» si bien, como reconoce Massey, Ia 
manera que tiene Keiller de expresar sus criticas estan muy 
lejos de lo que se consideraria propaganda: mas bien se trata 
de invitaciones a que Ia gente piense por si misma. La rela­
ci6n empez6 cuando, sin conocerse personalmente, Keiller 
cit6 a Massey en su Robinson in Space, pelicula muy celebra­
da en el Reino U nido por ser una excelente y contundente 
critica al thatcherismo. En su siguiente filme-documental, 
The Dilapidated Dwelling, Massey aparece entrevistada en 
relaci6n con el tema de Ia vivienda y Ia especulaci6n inmo­
biliaria. 
Massey tambien participa en otro documental de Keiller, 
Robinson in Ruins, como parte de un proyecto mas amplio 
(The Future of Landscape and the Moving Image) en el que a 
traves de Ia contemplaci6n, a uti ritmo exasperantemente Ien­
to, de Ia evoluci6n del paisaje ingles expresa su apreciaci6n cri­
tica de Ia sociedad y Ia politica. La pelicula no pretende el exito 
comercial sino que busca Ia reflexi6n y el debate ciudadano. 
Massey afirma haber aprendido mucho de Keiller y de 
su proceder: seglin ella, los academicos pueden llegar a ser 
extremadamente verbales y cerebrales, de manera que es una 
gran experiencia descubrir y aprender otros lenguajes y otras 
formas de expresi6n para entender, narrar y transmitir cosas 
similares. A pesar de utilizar metodos y caminos muy diver­
sos, ella cree que se llega a conclusiones similares con una 
narrativa altamente politizada y socialmente comprometida. 
Aunque con algunas precauciones y reticencias, Massey se 
36 
reconoce interviniendo como ge6grafa en un debate que no es 
estrictamente propio de Ia geografia academica. 
Ademas Massey ha colaborado en divers as ocasiones con Ia 
Tate Modern y reconoce que su texto Bankside: International 
Local, publicado en uno de los primeros catalogos del Museo, 
sea quiza uno de sus articulos mas reproducidos y vendidos, 
junto con los cuadernos venezolanos sobre las geometrias del 
poder. Es asf como textos cientfficos escritos por una ge6grafa 
crftica han entrado en las casas de muchos ciudadanos, difun­
diendo el mensaje que «Ia geograffa importa» y que Ia sociedad 
es intrfnsecamente espacial. 
Massey ha recibido Ia Victoria Medal de Ia Royal Geogra­
phical Society ( 1 994) y el Premio «Nobel» Internacional 
Vautrin Lud ( 1 998) asf como diversos doctorados honoris cau­
sa. El 1 1 de marzo de 2009 en Ia sede de Ia Royal Geographical 
Society en Londres se celebr6 Ia First Annual Doreen Massey 
Lecture y Ia inauguraci6n del ambito OpenSpace de confe­
rencias, seminarios e investigaciones en el marco de Ia OU. La 
sesi6n, con el titulo de «Spatial Delights : an engagement with 
the work of Doreen Massey» fue un acto de homenaje a Ia 
trayectoria de Massey con motivo de su jubilaci6n. Asistieron 
cerca de 450 personas y los conferenciantes (Ash Amin, Olafur 
Eliasson, Stuart Hall, Ken Livingstone, Chantal Mouffe, Jamie 
Peck, Michael Rustin y Jane Wills, junto con otros amigos y 
colaboradores de Massey) glosaron Ia figura de Massey. 
Paralelamente, un libro editado por dos de sus discfpulos mas 
directos reline las aportaciones y las reflexiones de amigos y 
colegas en torno a Ia vida y Ia obra de Massey.3 Desde su jubi­
laci6n oficial, Massey mantiene todavfa una apretada agenda, 
sobre todo, militante y activista, selectivamente concentrada 
3. Se trata de David Featherstone y Joe Painter (eds.) (2012), Spatial Politics: 
Essays for Doreen Massey. Londres: Wiley-Blackwell I RGS-IBG series. 
37 
en aspectos politicos y conceptuales y menos dedicada a escri­
bir en revistas academicas. 
;:. * * 
Ciertamente, las propuestas de Massey sobre las divisiones es­
paciales del trabajo pueden considerarse una enorme contribu­
ci6n a los estudios regionales y la geografia econ6mica de finales 
del siglo XX. Su obra sobre la interrelaci6n entre la dinamica 
espacial y las relaciones de genero ha dado un gran empuje a las 
geografias criticas y feministas. Sus reflexiones sobre el pensa­
miento espacial y local han contribuido decisivamente a la de­
finitiva consolidaci6n del giro espacial en las ciencias sociales y 
en las humanidades y suponenuna s6lida base para la geografia 
critica contemporcinea pero tambien son un referente esencial 
en sociologia y en las ciencias politicas. Sus aportaciones sobre 
las geometrias del poder y el espacio relacional son ampliamen­
te incorporadas en muchos debates e investigaciones, especial­
mente en America Latina. Sus reflexiones acerca de lo que ha 
sido, es, puede ser y debe ser la geografia, son extremadamente 
influyentes tanto para una gran mayoria de ge6grafos como 
para muchos otros cientificos sociales. 
La conceptualizaci6n que Massey hace del espacio y del 
lugar la convierten en una de las cientificas sociales mas in­
fluyentes, pero hablar de una posible «Escuela Massey» de 
pensamiento espacial significa no comprender suficientemente 
bien la forma en que ella trabaja. Nunca ha pretendido crear 
un circulo autorreferencial de discipulos o de colegas, sino 
que a traves de sus argumentos politicos y filos6ficos sobre el 
espacio, busca inspirar a personas tanto del ambito academico 
como del no-academico. Algunos de sus colegas afirman que 
ella es de una «clase» en si misma: quiza por ello no necesita 
de una «escuela» . 
38 
A Massey le gusta definirse como una activista intelectual: 
vive a diario sus postulados intelectuales y, a Ia vez, las expe­
riencias cotidianas son Ia base ineludible de sus investigaciones 
teoricas y de su trabajo empirico. El quehacer academico de 
Massey siempre ha mantenido un posicionamiento profunda­
mente politico, con un especial interes para que su perspec­
tiva critica fuese siempre transparente ante todo el mundo. 
Paralelamente, en todo momento ha buscado estar activamente 
implicada en acciones politicas y sociales fuera de Ia academia, 
siguiendo unos argumentos y planteamientos igualmente radi­
cales . Su interaccion social conlleva inspiracion para Ia accion, 
tal como lo hacen sus textos sobre justicia social, igualdad de 
genero o desigualdad global. 
No es atrevido afirmar que es una de las pocas personas 
del mundo academico anglosajon que es consciente de que los 
debates con los no angl6fonos necesitan de un estilo diferente 
de narrativa; su decision de aprender castellano y frances cabe 
entenderla, precisamente, en esta linea, a Ia vez que hacen mu­
cho mas veraces y convincentes sus criticas postcoloniales y 
sobre Ia dominacion cultural. 
Las personas que trabajan a su alrededor reconocen que 
Massey es un ser muy espacial no solo por su amplia reflexion 
en torno a Ia vertiente teorica sino por su especial sensibilidad 
ante las cuestiones y las personas que se hallan marginadas y 
dominadas por causa de Ia percepcion y el uso del espacio. 
Capta con precision los mecanismos con los que funcionan los 
espacios socialmente producidos y plantea Ia importancia de las 
identidades y de los espacios diversos, lo que Ia hace siempre 
consciente de Ia diversidad. Ella misma argumenta a menudo 
que todo clio es producto y reflejo de sus origenes de clase 
obrera y del norte de Inglaterra, que se resiste a que desaparez­
can: ambos origenes estan muy presentes, de manera afectiva y 
afectada, en su rol y su actitud dentro de Ia sociedad. 
39 
201 0 
2000 
1 990 
1 980 
1 970 
1 960 
1 950 
1 944 
HECHOS 
HISTORICOS DEBATES LUGARES 
CAMPOS 
DE ESTUDIO 
Gobierno Cameron l.-------�- 1 :) i-�� �-
Crisis financiera global / � � I � 
Marea rosa latinoamerica a: � ----- ____... r � I � Ascenso paises BRIC 5 t::! _ __- > '--..___ � _ I ---� --� V1 .___ v-- � 0 � � � 0 � .... i5 � ' Chavez en Venezuela
ffi 
� z S �0 �w 1_1 Gobierno Blair 0 ::: � Fin apartheid Sudafrica 
0 � Vl � � � I ;t Gobierno Major � � j!! l3 0� u z 0 ::i ....J < -J 9 a: ;:: <�- ---- -:::>- --- ..: I :::J Abolici6n GLC ::':: i1JA-� I � (5- --�--�-------_ � Q -J 'l'� a: - g "New urban left" "" / -' � � 1 1.!) Huelga mineros t;; � z · 
Guerra Malvinas �2 � � � 3 I 
Contra en Nicaragua - � 1 
Disturbios urbanos !' � � :·.. § Revoluci6n sandinista _.--- � o :::: 
Gobierno Thatcher � ld tfl 
� I � � ta g Revoluci6n Portugal Gobierno labor isla Golpe en Chile 
Conferencia feminista 
Woodstock/Isla Wright 
Vietnam 
Mayo frances 
Creaci6n GLC 
Democracia social Wilson 
Crisis misiles Cuba 
Revoluci6n cubana 
Guerra Suez 
Guerra Corea 
Gobierno tory 
Estado bienestar 
Fin II Guerra Mundial 
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Vl >< ii: 0 u 
Cuadro que sintetiza Ia evoluci6n intelectual de Doreen Massey en el tiempo y 
en el espacio (elaboraci6n de los autores). 
40 
INFLUENCIAS OBRAS ETAPAS DIFUS16N 
!o.!ll..uncture series" Robinson in Ruins 
--� 
r-- Open Space 
World City --··- Vl �:I Europeo ---------- \!l 
For Space ----
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M. Gatens · G. Lloyd 0 Weather Project 
.G�ographies of z 
-� ::::> responsability 0 The Dilapidated Human Geography Today � Vl ..Power geometries Vi Dwelling 
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C. Mouffe ----- > _, z z E. Laclau ::::> � 
Politics and space-time z 
A global s�se of place UJ Programas BBC 0.. 
Flexible se sm 'iil 0 
S. Hall _ .. _ --------- UJ _, 
1.( if!,ial Divisions of Labour ::l Manuales Geograffa 
A. Gramsci ------ graphy matters � 1-- de la OU 
Anatomy of job os,-----
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0 problem ::::> 
I ti; .__ 
,Capital and Land > 
Towards a critique of z K. Marx u.J 
location theory u 
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41 
Por llaneza y por ideologia, Massey rechaza de plano a 
la gente privilegiada que utiliza su estatus unicamente para 
su propio beneficio: resulta siempre interesante escuchar su 
afilada lengua cuando opina acerca de las clases altas o in­
cluso acerca de la realeza, pero tambien cuando reprocha la 
petulancia de muchos academicos. Por el contrario, ella se ha 
servido de su renombre internacional para dar apoyo a temas y 
a grupos marginales y marginados, tanto en la academia como 
fuera de ella. 
Afortunadamente su cr6nica dolencia 6sea no se ha de­
sarrollado en toda su posible gravedad . . . o quiza si, pero la 
forma positiva con la que, desde pequeiia, la ha gestionado es 
reflejo del espiritu ind6mito y tenaz que tambien subyace en 
su trabajo. 
Intelectualmente rigurosa e integra, su mente es rapida y 
clarividente pero nunca se toma a si misma demasiado en serio: 
no es un t6pico afirmar que su rostro siempre esta iluminado 
por su sonrisa afable y amable y que su agudo sentido del hu­
mor estalla a menudo en risas sinceras y contagiosas. 
42 
1 1 . CONVERSANDO CON DOREEN MASSEY: 
UNA INTELECTUAL COMPROMETIDA 
CON SU «ESPACIO/TIEMPO» 
There are places I 'll remember 
all my life, though some have changed, 
some forever, not for better, 
some have gone and some remain. 
All these places had their moments, 
with lovers and friends I still can recall, 
some are dead and some are living, 
in my life I 've loved them all. 
The Beatles, In my life (1965) 
Doreen Massey es una persona plet6rica de optimismo, vitali­
dad, simpatfa y sencillez cuyo compromise y activismo mili­
tante abarcan todas las esferas de la vida ( «Saludar al conduc­
tor cada vez que subo al autobus forma parte de mi lucha por 
una sociedad mejor, mas justa y libre» ) . Sus ideas flu yen con 
claridad y las defiende siempre con enfasis y contundencia. La 
conversaci6n que sigue es el resultado de diversas charlas y 
entrevistas mantenidas entre una camiseta de Bill Shankly, el 
mftico entrenador del Liverpool, y un ramo de narcisos en la 
mesa del comedor de su casa londinense de Ariel Road ademas 
de en otros entraiiables rincones de su Kilburn «localmente 
global» . 
-El Departamento de Geografia de Ia Open University 
ha sido uno de los mas dinamicos e innovadores de Ia geografia 
mundial. � Como fue su integraci6n en el? 
-Al volver de mi breve estancia en Berkeley y cuando 
mi beca estaba a punto de agotarse surgi6 la oportunidad de 
43 
trabajar en la Open University. Para mi, este puesto resolvia 
una gran dilema porque yo me reconocia como una intelectual 
comprometida (al menoseso queria ser y es lo que habia asu­
mido con mi paso por el Centre for Environmental Studies) 
pero no queria convertirme en una academica tipica tras mi 
horrible experiencia cuando estudie en la elitista Oxford. La 
Open University ofrecia dos cosas esenciales para mi: no era 
elitista y estaba dedicada (por su misma orientaci6n fundacio­
nal) a ofrecer un proyecto colectivo de educaci6n democratica. 
Estuve muy contenta de tener esta oportunidad ya que segu­
ramente era el unico puesto academico que yo podia haber 
asumido y, de paso, resolvia mi dilema. Sin embargo, estaba 
aterrorizada porque directamente me nombraron catedr:itica 
y creia que no podria estar a la altura de lo que se me exigia: 
durante muchos meses me despertaba por las noches con una 
gran ansiedad por esta responsabilidad. 
-� Como accedi6 al puesto ? 
-Fue en un proceso de largas y tortuosas entrevistas no 
exento de condicionantes extraacademicos. Por aquel enton­
ces solo habia un catedratico por departamento que, ademas, 
se convertia automaticamente en su director. En la denostada 
area de ciencias sociales de la Open University, tres de los 
cinco catedraticos existentes ya eran abiertamente marxistas 
(Stuart Hall, Lawrence Harris . . . ) de manera que nombrar a 
otro, en pleno mandato de Thatcher, suponia una afrenta di­
recta. Yo estoy muy agradecida a un buen numero de personas 
(no necesariamente marxistas y ni tan solo de izquierdas) que 
redactaron informes muy favorables sobre mi y sobre mi rigor 
academico e intelectual. Visto en perspectiva hay que recono­
cer que fue una batalla muy dura pero vali6 la pena ya que 
se trataba del mejor puesto de trabajo del mundo que podia 
haber conseguido. 
44 
-Se diria que usted y el Departamento de Geografia de la 
Open University estan hechos el uno para el otro. Usted contri­
buy6 decisivamente a construir su estructura actual. . . 
-Si, pero no ha sido obra exclusivamente mia sino de un 
conjunto bastante amplio de personas. Cuando entre en el 
departamento este estaba justo en sus comienzos, de manera 
que fue una autentico reto ponerlo en marcha y hacer que lle­
gase a ser una pieza destacada en la sociedad y que, a pesar de 
enseiiar a distancia, estuviese vinculado al mundo real y no se 
circunscribiese exclusivamente a teorizar. Hay personas, como 
por ej emplo John Allen, que tienen esta valiosisima habilidad 
de pensar conceptualmente las cosas a la vez que explicarlas a 
traves del mundo real : eso es una de las formulas que siempre 
han estado muy presentes en nuestro modo de proceder. 
Doreen Massey departe incansablemente sobre su trayectoria, sobre sus 
ideas sobre el espacio y sus implicaciones para explicar Ia situaci6n sociopolitica 
del mundo. En la fotografia, con Nuria Benach en Londres durante el proceso de 
elaboraci6n de este libro. [Foto: A. Albet] 
45 
A la vez, hay que decir que en el Departamento de 
Geograffa durante muchos aiios conseguimos mantener un 
altisimo nivel en el terreno de la investigaci6n (durante cierto 
tiempo fuimos calificados entre los seis mejores departamen­
tos de geograffa del Reino Unido) lo que puede considerarse 
un excelente logro: era la primera vez que un departamento de 
la Open University alcanzaba esos niveles. 
-Pero para alcanzar estas calificaciones se requieren unos 
niveles de productividad y de competitividad que seguramente 
estaban alejados de las intenciones y de las maneras de enten­
der Ia universidad que ustedes tenian . . . 
-Si, pero precisamente lo que buscabamos era obtener 
estas calificaciones de excelencia. . . Habia dos razones pode­
rosas. Una es que existia la tendencia a pensar que la Open 
University era una universidad de segunda categoria y que la 
formaci6n que impartia tampoco era de primera clase: para 
nosotros era muy muy importante conseguir establecernos 
como uno de los departamentos punteros en investigaci6n en 
el pais y asi poder trasladar confianza e implicaci6n a nuestros 
estudiantes (amas de casa, obreros de los astilleros, prisioneros, 
gente de clase media . . . ). Es decir, buscabamos la calificaci6n 
de excelencia por razones muy distintas por las que lo hacian 
el resto de universidades. La otra raz6n era para denunciar la 
estrechez de la normativa de las calificaciones universitarias: 
dos o tres veces rehusamos obedecer las normativas y a pesar 
de ello conseguimos las cinco estrellas, la maxima calificaci6n. 
El problema era que las normas exigen un alto numero de es­
tudiantes de doctorado y de ingresos por becas doctorales y 
siempre recibimos bajas calificaciones por este concepto: dado 
el tipo de estudiantes que posee, para la Open University este 
es un problema estructural de manera que siempre rechazamos 
este tipo de indicadores. Ademas no tenemos geograffa ffsica, 
46 
gran parte de nuestra docencia es de tipo te6rico y hacemos 
poca investigaci6n aplicada; todo ello no estaba muy bien visto 
por los evaluadores. 
En la actualidad ya no podemos proceder como lo ha­
biamos hecho anteriormente porque las cosas han cambiado 
muchisimo . . . jpero nosotros no hemos cambiado ! En buena 
parte, aun se mantiene el respeto que un dia nos ganamos por 
hacer las cosas a nuestro aire y de una manera diferente. 
Las razones que entonces teniamos para actuar de ese 
modo tambien se relacionaban con el tipo de geografia que 
impartiamos: una sociedad espacializada, la espacializaci6n de 
las ciencias sociales, la idea de que la «Geografia importa» . . . 
-Supongo que no podria haber hecho todo esto sin un po­
tente equipo de personas . . . 
-Ciertamente: se necesitaba un buen equipo de gente y 
una realmente buena cultura de investigaci6n. Con el tiempo 
ambas cosas son dificiles de mantener pero fue genial mientras 
duro aquel periodo y haber podido participar en el. Pienso que 
contribuir a formar aquel departamento es una de las cosas mas 
importantes que he hecho en mi vida. Pero las cosas cambian y 
los equipos de personas tambien: al Centre for Contemporary 
Cultural Studies de Stuart Hall en Birmingham le sucedi6 lo 
mismo. Incluso a los equipos de futbol les sucede igual ( jquiza 
con la excepci6n del FC Barcelona ! ) . [risas] 
-Su forma de entender y de explicar el mundo tiene mu­
chisimos adeptos: ? cree que a lo largo de los aiios ha creado una 
«escuela Massey» ? 
-Es una pregunta interesante, pero la unica respuesta 
que tengo es «no lo se» . Es cierto que recibo un gran numero 
de invitaciones para dar conferencias y participar en eventos . 
Hace poco alguien del departamento me decia a prop6sito de 
47 
cierto curso impartido en una universidad londinense: «Ah, 
j todos en mi clase no paran de hablar de Doreen Massey! 
j Estan obsesionados contigo ! » Cada dos por tres escuchas 
cosas parecidas lo que, por otro lado, no deja de ser agra­
dable. Y tambien esta la sesion celebrada en mi honor en la 
Royal Geographical Society el 2009: acudieron mas de 450 
personas, no solo para escucharme a mi, ya que habia otros 
oradores importantes. Creo que pertenezco a aquel tipo de 
escuela marxista (o, mejor dicho, gramsciana) segun la cual tu 
formas parte de algo mas. No lo se. Es un tema interesante, 
no intento esquivar la pregunta, pero nunca me he parado a 
pensar en los efectos de mis propuestas. Nunca he intentado 
fundar una escuela . . . aunque creo que algunos academicos si 
que lo han pretendido. 
-Pero los conceptos que usted ha ideado son utilizados a 
diario por muchos cientificos, intelectuales e incluso ciudadanos 
de a pie. 
-Las influencias siempre van en doble sentido: de ida y 
de vuelta. Creo que una de las cosas que pasa es que ciertas 
formas de pensar se naturalizan, de manera que hay gente (no 
mucha) que utiliza el concepto de «division espacial del traba­
jo» probablemente sin ni tan siquiera saber de donde procede 
y, para ser sinceros, a menudo, sin el mismo significado con­
ceptual que yo deseo que contenga: en ocasiones se convierte 
en algo un poco mas descriptivo y menos conceptual.-De manera que el exito nunca es completo . . . 
-Pero en esto me pasa igual que a todo el mundo, es asi, 
asi es la vida: ya sabemos que las teorias viajan, los conceptos 
cambian, se convierten en palabras, se degradan. Gran parte de 
la batalla reside en el significado de las palabras y de los con­
ceptos, tanto politicamente como academicamente. 
48 
Tambien hay que tener en cuenta que gran parte de mi 
producci6n no es exclusivamente te6rica, de manera que mis 
teorfas surgen de historias personales: cosas como que mi 
concepcion del espacio me viene de hacer excursiones por el 
monte o a partir de determinadas situaciones sociales o polfti­
cas. 0 que el libro World City nace a partir de mi experiencia 
sobre Londres pero intrfnsecamente la obra conlleva un plan­
teamiento mucho mas amplio sobre las responsabilidades del 
lugar, la naturaleza de la globalizaci6n, etc. Todo ello hace que 
estos textos no sean grandes exitos de ventas pero mucha gente 
les hace referencia y a menudo los citan sin ni tan siquiera ha­
berlos lefdo (a muchos libros les sucede esto). 
Creo que fundamentar nuestras teorfas, hacer que toquen 
de pies en el suelo, a veces evita que te conviertas en el gran 
dios de la teorfa: pienso que. tenemos que arraigar nuestras 
teorfas, no deberfamos asumir que las teorfas son esenciales 
de igual forma en cualquier parte del mundo. Pero esto no es 
facil: yo mantengo grandes discusiones sobre este tema porque 
me gusta escribir sobre situaciones concretas, va conmigo y, 
de hecho, tambien es lo que hacemos en la Open University. 
Incluso en For Space, que supuestamente tenfa que ser mi libro 
de «alta teorfa», acabo escribiendo sobre la Vfa Campesina y 
muchas mas cosas, simplemente porque encarnan perfecta­
mente lo que intento decir a nivel te6rico. 
-Pero, a escala mundial, Doreen Massey es una de las vo­
ces mas significativas y respetadas de las ciencias sociales . . . 
-Una de las cosas curiosas que han sucedido con el post­
modernismo (que se supone tenfa que traer la muerte del su­
jeto), el postestructuralismo y todo lo vinculado a ello, es que, 
de manera bastante ir6nica, ha conllevado la aparici6n a nivel 
mundial de una serie de «grandes estrellas» academicas, un 
grupo de voces globales . . . entre las cuales yo no me encuentro 
49 
o, al menos, sinceramente yo no me siento perteneciente a di­
cho grupo. Todavia hay otro nivel (en lo que, por cierto, creo 
que es una especie de ironia del postestructuralismo) en el que 
todo queda personificado en 1 0 o 20 individuos, la mayoria 
de ellos residentes en los Estados U nidos, lo que contribuye 
a mantener la diferenciacion entre este «centro» y el resto en­
marcado en el «sur global» ( quiero decir que incluso la gente 
del «sur global» se va a vivir a los Estados Unidos, lo que me 
parece de una enorme ambigiiedad). 
Insisto en que yo no soy . . . yo no me siento uno de ellos y, 
de hecho, no quiero convertirme en uno de ellos y esto no es de­
bido a que yo sea asf de especial sino porque yo quiero tener mi 
propia vida . . . e sabeis ? Quiero caminar por el campo y cuidar 
mi jardin, ir a ver partidos de futbol y observar pajaros en plena 
naturaleza, etc. La politica tambien ocupa mucho de mi tiempo 
y me gusta mi trabajo pero no estoy preparada para dedicar 
24 horas al dia a la geografia . . . especialmente ahora que estoy 
jubilada. A veces me digo «epodrias haber tenido una voz mas 
importante ?» Miro atras y pienso: «David Harvey esta en todas 
partes: epor que no habre hecho yo lo mismo?» Pero, bueno, yo 
no soy un hombre: quiza esto hace las cosas distintas. 
Ha habido epocas en que he sido obsesivamente adicta al 
trabajo (al trabajo y a la politica) y al verlo en perspectiva a 
veces te recriminas acerca de lo que dejaste de hacer . . . Cuando 
me jubile lo primero que hice fue comprarme un teclado: es 
fantastico, lo puedes enchufar en cualquier parte y tocar: es 
algo que nunca antes habia podido hacer . . . porque nunca ha­
bia tenido la oportunidad de dedicarle tiempo. 
-En cualquier caso, no puede negar que su influencia es 
notable . . . 
-Esto es algo muy interesante sobre lo que pensar ya 
que la geografia de las influencias intelectuales es muy impor-
50 
tante (Edward Said nos explicarfa muy bien este tema). Ello 
tambien forma parte de Ia humildad con la que yo viajo por 
wdo el mundo. Por ejemplo, yo voy a menudo a Mexico y 
se que allf tienes que ser muy insistente acerca de los temas 
a los que quieres dedicar tus conferencias. AI principio me 
decfan «< Vendras a explicarnos que esta pasando en el centro 
del mundo ? < Que es lo ultimo en Ia geograffa anglosajona?» 
(porque se supone que es mucho mejor). Y yo tenia que decir: 
«No, no voy a hablar de eso pero voy a contarles acerca de lo 
que he estado pensando ultimamente, y cuales son los grandes 
debates ahora mismo en el Reino Unido . . . aunque tambien 
quiero que me cuenten cuales son los grandes debates del pre­
sente en Mexico. » 
Doreen Massey e n su casa d e Ariel Road. Sobre I a mesa, u n ejemplar de 
Soundings, revista de analisis social y politico, de Ia que es fundadora y miembro 
del Consejo Editorial. [Foto: A. Albet] 
5 1 
� Sabeis ? Ahora mismo hay un nuevo tipo de imperialismo 
intelectual; con este inten!s tan grande por Ia diferencia y con­
tra Ia j erarquia de las palabras, es curioso que hayamos termi­
nado con, ya sabeis, Spivak y una veintena de nombres domi­
nando las ciencias sociales . . . yo creo que esto no es bueno. 
-A pesar de haber vivido y estudiado a fondo realidades 
como las de Nicaragua, Suddfrica o Venezuela, apenas ha pu­
blicado textos acerca de estos paises. � Quiza la explicaci6n este 
en que no quiere tratar estos paises como extranjera, como una 
experta forastera? 
-Si, es asi. Cuando volvi de Nicaragua, mi departamento 
me presion6 mucho para publicar algo, en parte porque me 
habia tornado un sabatico de seis meses con el compromiso 
de producir algtin texto, de manera que acabe publicando un 
libro sobre Nicaragua y sobre los proyectos alli desarrollados. 
Con todo, siempre me senti algo culpable porque me pareci6 
que estaba utilizando Nicaragua para promover mi carrera. 
Afortunadamente, de aquel libro apenas se vendieron unos 
pocos ejemplares; por aquel entonces ya existian otros mate­
riales mucho mejores sobre Nicaragua. 
En relaci6n con Sudafrica tan solo escribimos lo que ellos 
nos pidieron, lo que era estrictamente necesario. Y lo mismo 
es aplicable para el caso de Venezuela, si bien es cierto que, 
gente como por ejemplo mis compafieros venezolanos de Ia 
embajada en Londres, me estan solicitando que diga mas y 
mas cosas sobre el pais especialmente al ser «criticamente 
simpatizante» con Venezuela. Pero cuando escribo lo hago 
de manera casi inmediata en un contexto casi totalmente po­
litico mas que academico. Con todo, creo que voy a escribir 
algo acerca de Venezuela en relaci6n con aquel argumento de 
que tus conceptos cambian como resultado del compromiso 
y el estar involucrado. Y ademas porque creo que, a pesar 
52 
de las feroces cnucas que la gente hace sobre Venezuela, 
aquel pais tiene mucho que ensefi.arnos sobre experimentos 
en democracia. De hecho, hoy por hoy, Venezuela es mas 
democratica que el Reino Unido: esta misma manana oia por 
la radio acerca de las ultimas turbias historias de corrupci6n 
parlamentaria britanica . . . 
-Cuentenos un poco acerca de su experiencia como femi­
nista. 
-Siempre he mantenido, y sigo manteniendo, un posi­
cionamiento feminista a la vez que cuestionando todo tipo de 
esencialismos tambien en relaci6n con la sexualidad y con las 
mujeres: para mi la heteronormatividad es tan mala como el 
feminismo radical intransigente. 
Yo asisti al congreso original de 1 970 en Oxford cuando 
se clio el punto de salida de la verdadera segunda ola del movi­
miento feminista organizado en el Reino Unido. Desde enton­
ces siempre he estado involucrada en movimientos feministas 
pero en

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