Logo Studenta

Miguel Riofrío e sua obra La Emancipada

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

MIGUEL RIOFRIO
Miguel Riofrío Sánchez (Loja, Ecuador, 7 de septiembre de 1822 – Lima, 11 de octubre de 1879) fue un abogado, educador y poeta. Es autor de una de las novelas ecuatorianas, La Emancipada, que fue escrita en 1846 y publicada por fascículos a través del diario La Unión en 1863. Su profesión principal fue la de abogado, que ejerció como empleado del Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue nombrado diputado por Loja en 1852.[6] Fue contrincante político del conservador Gabriel García Moreno. Por su posición política fue encarcelado y desterrado. Su padre fue Joaquín Riofrío y su madre Custodia Sánchez. Al ser hijo ilegítimo fue criado por su familia paterna. Realizó sus estudios en el Colegio San Bernardo de Loja con los padres lancasterianos. En 1838 viajo a Quito y se inscribió en el convictorio de San Fernando, donde fue alumno de Francisco Montalvo. En 1840 inició sus estudios de Derecho en la Universidad Central, donde fue compañero de García Moreno y alumno de Pedro Cevallos, quien le transmitió su amor por el liberalismo. Se graduó como abogado en 1874. Fundó la sociedad Ilustración en Quito. En 1851 se incorporó a la Corte suprema de Justicia. Su obra más conocida es La emancipada, escrita en 1846 pero que se desarrolla en la década de 1840, siendo ésta cronológicamente la primera novela ecuatoriana.[4] Como periodista y literato, fundó algunos periódicos progresistas, siendo redactor también del prestigioso Seis de Marzo. Publicó opúsculos de otro género, entre el más notable el intitulado Creaciones del lenguaje. La crítica literaria no sólo ha exaltado en Riofrío al poeta, sino que le han asignado el puesto que le correspondía como el primer realista ecuatoriano de tendencia social, ya que sus novelas La emancipada y María, contienen cuadros de un profundo sentido realístico en el que se reproduce el drama colonial, la vida galante de hermosas dueñas y gentiles hombres y la tragedia de la raza vecina. En 1860, acosado por persecuciones políticas se trasladó a Piura (Perú) donde se consagró a tareas del magisterio y prensa. Posteriormente se radicó en Lima, sitio en el que formó su hogar con Josefa Correa y Santiago, una respetable dama peruana. Murió en Lima, Perú en octubre de 1879.
LA EMANCIPADA
Era 1 de enero de 1841 en la Parroquia de Malacatos se celebraba la festividad de la circuncisión Rosaura no asistió pues su padre la había dejado en casa, donde estaba con un joven recién llegado de la capital, ese joven era Eduardo quien tenia por costumbre pasar sus vacaciones en casa de Rosaura.
Ambos jóvenes estaban enamorados, Rosaura sentía temor de la reacción de su padre cuando se enterara de los planes que Eduardo tenia para su futuro, Pero Pedro tenia otros planes para Rosaura, planes de los que se entero un amigo intimo de Eduardo quien intento persuadir al cura y a don Pedro de la idea que tenían de casar a Rosaura con don Anselmo de Aguirre quien era propietario de unos terrenos en Quilanga un hombre mucho mayor que y totalmente desconocido para ella.
Al día siguiente este amigo le escribió una carta contándole con detalles de todo lo sucedido y que la boda había quedado pactada para el 6 de enero inmediatamente Eduardo le envía una carta con su criado comunicándole las novedades, ofreciéndole su ayuda y diciéndole que a partir de ese día estaría en constante vigilancia.
El padre de Rosaura llega a casa y luego de una fuerte discusión, de maltratar a un criado y de amenazar con castigar a una niña, Rosaura termina cediendo a los caprichos de su padre, quien la dejo en libertad de escoger a sus padrinos.
La joven a cambio de eso le pidió a su padre escribir una ultima carta a Eduardo aunque su padre fue quien escribió la carta para luego llevársela para que la firmase, en el momento en que don Pedro salió a buscar al mozo que llevaría la carta Rosaura aprovecha para agregar una nota donde le decía que daría una campanada, le prometió que nunca seria de don Anselmo y que se fuera de la ciudad antes del 6.
Llego el día de la boda: Rosaura iba de camino a la iglesia y un joven amigo de Eduardo se acerca a comunicarle que estaban ahí de parte de el , que estaban a sus ordenes, pero ella estaba totalmente decidida y con una valentía que desconcertaba a quienes la conocían de antes.
Cuando el cura le pregunto si aceptaba a don Anselmo como su esposo, y ella dijo que si, muchas voces empezaron a murmurar y abandonaron el recinto, y como era obvio don Anselmo también acepto a Rosaura, inmediatamente ella abandono la iglesia, su padre intento detenerla pero ella le respondió que el ya no tenia ningún derecho sobre ella pues ella ya estaba casada y por lo tanto emancipada.
Después de terminar la ceremonia sin la presencia de la novia, el cura y el teniente la mandaron traer presa todos estaban atentos pero Rosaura supo defenderse, y enfrento a todos sus contrarios y con pistola en mano se alejo del lugar.
Paso el tiempo y en junio de 1841 al norte de la ciudad de Loja en otro pueblo aparece una mujer, en sus fiestas, que defiende a un indio y mediante sus destrezas vence a los hombres en agarrar al gallo que colgaba de una soga, esa mujer era Rosaura, ahora vivía una vida desordenada, pensando solamente en vengar a los débiles y ayudar a los necesitados. Ella vivía en una casa muy modesta y tan solo tenia dos criados, pero después de la fiesta la casa estaba sólida sin vida lo que indicaba que algo sucedía.
En los primeros días del mes de octubre se rebela que Rosaura había muerto y entonces un estudiante de medicina se preparaba para realizar la autopsia de ley pero sin poder contener sus nauseas y sus emociones salió del lugar para sentarse fuera en donde escuchó a unos hombres leer las memorias que Rosaura había tenido guardadas en su casa entre las que se encontraban las cartas que se habían escrito con Eduardo tanto antes de su boda como después de ella.
En las cartas ella le relataba que había huido a un pueblo lejano; Eduardo trataba de hacerla reflexionar sobre sus actos, en las cartas Rosaura continuamente hablaba de la memoria de su madre y de cómo había influido sobre su vida.
Eduardo había decidido irla a visitar para hacerle entrar en razón pero fue tarde pues Rosaura había decido quitarse la vida y las últimas palabras de su borrador eran: He causado muchos daños que no habría conocido sin tus cartas, es preciso que el escándalo termine juntamente con la vida antes que tú vengas a anonadarme. Adiós Eduardo
El cura que había causado la perdición de Rosaura cuando supo su muerte subió al pulpito y platico patéticamente de las desgracias que traen la desobediencia a los padre, al sacerdote y el irrespeto a los jueces. Don Pedro volvió a culpar de la muerte de su hija a las instituciones modernas y don Anselmo se vistió de gala el día que se le dio la noticia de su viudez.
JUAN LEON MERA
Nació en Ambato el 28 de junio de 1832 y falleció en esta ciudad el 13 de diciembre de 1894. Su padre, Pedro Antonio Mera Gómez era comerciante, y su madre Josefa Martínez Vásconez, crió sola a su hijo, debido a que su esposo la abandonó durante su embarazo. Su infancia fue humilde, y en sus primeros años de vida residió en la finca Los Molinos, ubicada en Ambato, cerca del sector de Atocha. Para poder sostener a la familia, su abuela materna alquilaba esta finca a su hermano Pablo Vásconez, que era un activista político que luchaba contra las políticas de Juan José Flores.
Recibió su educación en el hogar, la cual estuvo en gran medida a cargo de su tío abuelo, al igual que de su tío el doctor Nicolás Martínez. A los 20 años de edad, viajó a Quito para recibir clases de pintura con el afamado artista pictórico Antonio Salas, donde aprendió el manejo del óleo y las acuarelas. A los 33 años de edad él junto con Antonio Neumane crearon el himno nacional de la república del Ecuador.
CUMANDA
Todo empieza cuando un hacendado pierde a su familia en un incendio en el año 1790 salvando únicamente a su hijo Carlos, llevándolo a buscar un refugio en Jesús, llega a un internadopara curas. Pasado algún tiempo en este virginal retaso del Oriente catequizaba a los indios el señor Domingo Orozco en tanto su hijo ya joven pasaba por la selva conociendo toda su belleza.
Cierto día por esos sitios vio una joven muchacha de hermoso físico, ágil, ojos claros, rubia y de largo cabello quien será ella se preguntó, su nombre era Cumandá que quiere decir patillo blanco ́. Cumandá era hija del jefe indígena octogenario de Cabeza de Nieve y Pona la Hechicera, tenía a demás dos hermanos que nada se parecían en lo físico ni en lo espiritual a ella, eran todo lo contrario, odiaban a los blancos pero a ella la amaban.
Cumandá era experta en remos y competía con sus hermanos y amigos, les ganaba en destreza, velocidad; Carlos y Cumandá se enamoraron, era un amor puro, los dos se sentían atraídos y habían escogido un lugar en donde dos palmeras crecían entrelazadas era el símbolo de su amor.
Todos los años las tribus del Oriente solían festejar a la orilla del Lago Chimano, se elegía a la más bella de cada tribu, Cumandá era una de las vírgenes y representaba a los záparos. Ella debía concursar para esposa del jefe de tribu y decide que Carlos la acompañe aún arriesgándose de los peligros de la tribu.
Los hermanos de Cumandá se dieron cuenta que Carlos estaba ahí en varias veces quisieron matarlo, pero Cumandá siempre lo salvaba, el gran jefe Yahuarmaqui era un viejo enfermo el cual decidió que Cumandá sea su esposa.
Ya en la luna de miel Yahuarmaqui muere, Cumandá decide huir en busca de Carlos toma una canoa la cual era de él, al llegar al otro lado del río se dio cuenta que Carlos no estaba, pues lo habían tomado prisionero decidieron dar a cambio a Carlos por Cumandá, después de lo ocurrido Cumandá y Carlos se encontraron en un lugar en el cual intercambiaron llantos, promesas, amor entre otras cosas.
Antes de morir Cumandá entrega a Carlos una bolsista de piel de ardilla que sorpresa al verla, en ella se encontraba el retrato de la madre de Cumandá que era la esposa de Domingo Orozco y madre de Carlos. Al saber la noticia trataron de hacer algo positivo, pero ya era tarde Cumandá había muerto.
Pona confirma la verdad Cumandá era la hermano de Carlos, todo era resultado de la venganza de Tubón mayordomo de la hacienda. Cuando Carlos murió fue enterrado con Cumandá y el padre de él viajo a Quito donde siguió su sacerdotaje y siempre recordó a Carlos y a Cumandá.
JUAN MONTALVO
El escritor ecuatoriano Juan Montalvo nos avisa en el título del prólogo de esta obra su intención de escribir un "Ensayo de imitación de un libro inimitable". Emular, que no copiar o imitar, es lo que "humildemente" se propone Montalvo al resucitar a Don Quijote y a su escudero, y lanzarlos a vagar nuevamente por la Península en busca de aventuras con gigantes, caballeros y seres encantados. Adelantándose a Pierre Menard siguió, sin embargo, los mismos métodos que el personaje de Borges para sustituir a Cervantes, redactar lo que le faltaba a su magna obra y seguir, no obstante, siendo Juan Montalvo y llegar al «Quijote». En los «Capítulos que se le olvidaron a Cervantes» encontramos una mezcla de las innumerables tendencias personales de su autor: amor a los clásicos, veneración y culto por la lengua española, sentido ético y moral de la vida humana, espíritu combativo, estilo ensayístico con incursiones en la poesía y la narrativa, quijotismo personal, deseo de un mundo mejor, crítica de ciertas posturas políticas y religiosas, humor castellano popular, derroche de erudición y capacidad para la digresión
CAPITULOS QUE SE LE OLVIDARON A CERVANTES
Capítulos que se le olvidaron a Cervantes es una novela del ensayista y pensador ecuatoriano Juan Montalvo, publicada por primera vez en 1895. Es una continuación de la novela de Cervantes Don Quijote de la Mancha.
La obra tiene un extenso prólogo, que lleva por título El buscapié, y refiere nuevas aventuras de Don Quijote de la Mancha. Se diferencia notablemente de otras continuaciones del Quijote en que la acción se inicia a partir de un momento indeterminado de la obra cervantina, en el contexto de la tercera salida, y se interrumpe dejando a Don Quijote con vida, aunque después de haber redactado un testamento en verso octosilábico.
El texto contiene numerosas referencias a los libros de caballerías, evidentemente tomadas de las notas de Diego Clemencín a su edición del Quijote, y hace también alusión a una serie de personajes de la política ecuatoriana de su tiempo, en particular el presidente Ignacio de Veintemilla, de quien Montalvo era furibundo adversario, y al que presenta en la figura de un ladrón ajusticiado, cuyo cadáver hallan Don Quijote y Sancho. Otra característica de la obra es su notorio anticlericalismo, expresado en reiteradas burlas y censuras a la Iglesia Católica y la conducta y actitudes del clero.
Según la enciclopedia española Monitor (editorial Salvat, 1970, tomo 6, pag.2099), en su artículo dedicado a Don Quijote, esta obra de Montalvo es la mejor aproximación al personaje cervantino, en términos novelísticos, pues logra reproducir en gran medida su esencia. Textualmente el artículo declara:"En el siglo XIX hemos de destacar la valiosa interpretación del ecuatoriano J. Montalvo, quien en los Capítulos que se le olvidaron a Cervantes trazó una semblanza del héroe que no desdeñaría su mismo autor: el sentido de raza, tragedia y sublimación fueron magníficamente destacados por el eximio polígrafo ecuatoriano".
ANDRADE ROBERTO
Político y escritor nacido en la hacienda Gualchán -en las cercanías de la antigua población de Puntal, hoy cantón Bolívar de la provincia de Carchi- el 26 de octubre de 1850, hijo del Sr. Rafael Andrade y de la Sra. Alegría Rodríguez.
Sus primeros estudios los realizó en el Colegio San Diego de la ciudad de Ibarra, y luego viajó a la ciudad de Quito donde ingresó al colegio de los jesuitas y finalmente a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central.
Combatió fervientemente a la dominación garciana, y próximo a terminar sus estudios se convirtió en uno de los principales conjurados de la conspiración que culminó el 6 de agosto de 1875 con el Asesinato de García Moreno, en el que tuvo personal participación disparando su revólver contra la frente del ilustre mandatario. Perpetrado el crimen logró escapar y permaneció prófugo durante muchos años.
En 1882 combatió desde la clandestinidad a la dictadura del Gral. Ignacio de Veintemilla, confabulándose en su contra hasta que éste fue derrotado en Guayaquil el 9 de julio de 1883; a pesar de todo debió permanecer oculto durante los gobiernos “Progresistas” de Caamaño, Flores y Cordero, hasta que en 1894 fue descubierto a bordo de una nave que partía con destino a Panamá. Fue entonces tomado prisionero y enviado a Quito para ser encerrado en el Panóptico, donde permaneció durante once meses hasta el triunfo de la Revolución Liberal de 1895.
En 1912, luego del Asesinato de los Héroes Liberales tuvo que volver al exilio en el Perú, donde permaneció durante cinco años.
Escritor y polemista de ideas vanguardistas, publicó importantes obras como: “Lecciones de Historia del Ecuador”, “La Juventud”, “Lecciones de Geografía del Ecuador”, “Estudios Históricos”, “Olmedo, un Crítico Criticado”, “Vida y Muerte de Eloy Alfaro”; “Montalvo y García Moreno”, “6 de Agosto, o sea, Muerte de García Moreno”, “Luis Vargas Torres”, “Sangre: Quién la Derramó?”, etc. Además, es notable su novela “Pancho Villamar”, publicada por primera vez en Guayaquil en el año 1900, la misma que puede ser considerada como autobiográfica y con la que se convirtió en el primer novelista político del Ecuador.
Por sus escritos e ideología política sufrió una constante persecución que duró durante casi toda su vida, hasta el día de su muerte, ocurrida en Guayaquil el 27 de octubre de 1938.
PANCHO VILLAMAR 
Las características fundamentales del libro Pacho Villamar, es el paso del romanticismo al realismo, realizado de manera paulatina, enmarca dosobras primigenias de la literatura política y de denuncia social en el país.
Basadas entres sus ideas secundarias las aquí escritas:
∴Todos saben que no es fácil desprenderse de la ultima esperanza, cuando el dolor nos tiene anonadados.
∴Magdalena Gutiérrez mujer soberana de belleza fatal y frívola, de rostro angelical, dotada de formas ricas en hechizos y sensualidad, provocadora, mujer serpiente, embriagada en lisonjas.
∴Educad a la mujer, porque ella es la mejor maestra del hombre, ya que le enseña como madre.
∴Hombres que inspiran confianza a su hermanas e hijas, por ventura a sus mismas esposas, son raros en nuestros hogares,como la paz en la política.
∴El fruto ilegitimo es abandonado de manera vil por la madre y arrojado en la casa de Hidalgo, amigo de Pacho.
∴Más fácil es defenderse de víboras que de los asaltos de la calumnia y la envidia.
∴La felicidad es transitoria, la intriga y el orgullo salen a relucir.
∴La ignorancia de la mujer es una de las causas del atraso de los pueblos.
∴La indiscreción no es sino defecto de la infancia y también de la adolescencia engreída , y la prudencia la sustituye cuando menudean las desdichas.
∴Aquí no se viene a rendir examen de mojigatería, sino de la ciencia que uno ha estudiado en las aulas.
∴Oh!!,si los hombres alcanzasen a comprender que la mujer es dócil al cariño y rebelde solamente a las amonestaciones rigurosas.
∴El educado con jesuitas es soberbio, cuando trata con los de posición inferior, humilde, vil y lisonjero cuando trata con personas superiores.
∴ Una rubia muy bella, pero que se evaporaba como aroma, se contaría a la mirada de u hombre, como ciertos vegetales al tacto.
∴Lo que con esmero enseñan a las niñas es el odio y el desprecio a los hombres siempre que éstos no traigan el hábito talar.
∴¿Pues, cómo sucede que a esta divinidad, a esta diosa, el hombre viene a acostumbrarse a tratarla como a sierva?
Luis Alfredo Martínez Holguín
Nació en Ambato el 23 de junio de 1869. Estudió la primaria en Quito, y un año en el Colegio “San Gabriel”, regreso a su lugar natal. Gustaba del andinismo, la pintura y la escritura. Se casó con una hija de Juan León Mera, doña Rosario Mera Iturralde. En 1895 luchó por la causa liberal, y en 1898 y 1899 asistió al congreso como diputado de su provincia. Desempeñó el cargo de administrador del ingenio azucarero Valdez, aquí conoció el temperamento del trabajador costeño. Enferma de polineuritis malaria que lo tuvo al borde de la muerte.
Con él empieza el realismo narrativo ecuatoriano. Triunfante en 1895 la Revolución Liberal, Martínez, como buen artista, percibió el subyacente personaje-tipo de la historia y la literatura de nuestro país, en una novela (A la Costa) que, si no es de las mejores del género, ni por el estilo ni por la destreza lingüística, descubre la fisonomía social mestiza del ecuatoriano.
Muere en Ambato el 26 de noviembre de 1909, mientras se desempeñaba nuevamente como diputado de su provincia.
A LA COSTA
Don Jacinto Ramírez y Doña Camila eran padres de Salvador, de carácter manso y pasivo, su hermana Mariana era el reverso de su hermano ambos criado con la moral católica.
La amiga más íntima de doña Camila era doña Rosaura Valle, vieja solterona, una figura repulsiva en la que sin dificultad se adivinaba la enemiga acérrima de la belleza, de la alegría y de la juventud, acabada por los malos tratos de la vida.
Salvador ya en la universidad conoce a Luciano Pérez con quien hizo la primera y única amistad de su vida. Luciano pronto en su corazón joven sintió el nacimiento de una verdadera pasión por Mariana el instinto le advirtió que Mariana también lo amaba, ambos estaban persuadidos de su mutuo cariño y con todo, nunca pudieron tener una conversación a solas en la que pudieran decirse lo que ambos sentían, eran amantes vergonzosos. Así estaban las cosas cuando la beata hizo la denuncia de las pretensiones de Luciano hacia Mariana
Mariana reconoció estar enamorada del joven Luciano, y enfrentó a su madre; Doña Camila muy rabiosa prohibió a su hija volver a hablar con Luciano e igual hizo con su hijo Salvador obligándole al joven romper la amistad. Pero sin embargo Mariana y Luciano en un encuentro clandestino, venciendo todos los obstáculos que les ponía esa sociedad cruel, se entregaron ese amor infinito, fugaz, inmortal.
Un día el doctor Ramírez regresó de la hacienda de Guayllabamba, y sintiéndose repentinamente enfermo muere. Dejándola a doña Camila y a sus dos hijos en orfandad
Mariana lloraba desconsolada en su cuarto, por la muerte de su padre y también porque se sentía impura, manchada, era una de tantas sacerdotisas del amor prohibido, sin hogar, sin virginidad.
Rosaura iba de tarde en tarde a tratar de convencer a Doña Camila para que obligue a su hija Mariana a dedicarse completamente a los asuntos de la iglesia. Poco a poco la muchacha se creó una gran ilusión con el padre Justiniano.
La beata y en complicidad con el cura Justiniano, llevó a Mariana a una solitaria casa, adecuada para albergar borrachos, rateros y prostitutas. Mariana sudando de angustia y vergüenza inexplicable, atravesó los sucios patios y entró al cuarto. Allí estaba esperándola, sentado en un sillón el padre Justiniano. La beata encontró algún pretexto los dejó solos y cerró la puerta por fuera con llave; dejando al cura realizar sus más bajos instintos de lujuria.
Años después Salvador y Luciano se reencuentran, teniendo este una gran curiosidad por su amada Mariana; Salvador le cuenta que Mariana se había convertido en una pérdida y lo peor; corrompida por un fraile que tenía de santo y que andaba por las calles sucia llevando en sus brazos a un niño, hijo del fraile infame.
Pero el reencuentro dura muy poco porque Luciano debía viajar a Europa y Salvador debía refundirse en una hacienda donde consigue trabajo. Ahí se gana la confianza de don Roberto, el amor de su hija Consuelo y el odio de Fajardo que pretendía desde hace mucho tiempo a la joven. Pasado el invierno llegó el dueño de la hacienda, el señor Velásquez, se enteró de todas la maldades que hacia Fajardo a Salvador, y enterándose del romance ayuda a los jóvenes para unirse en matrimonio. Siete mese habían pasado todo era dicha y felicidad, Salvador no se había sentido más feliz en su vida y a hora tendría otra dicha, pronto iba a ser padre, pues Consuelo le había confesado que llevaba en su vientre el fruto de su amor.
Pero una mañana de febrero, Salvador le cuenta a Consuelo que estaba enfermo, acostado en una cama poco a poco fue agravando. Consuelo, amor mío, decía Salvador, perdóname si te hago sufrir, pero debo decirte que muero. De la ventana se divisaba el ancho Guayas, y el majestuoso Chimborazo, eran las cuatro de la tarde cuando abrió la puerta un hombre alto, musculoso y bien vestido, era su amigo Luciano.
He averiguado por ti. Y ahora vengo a verte, pero en que estado, ¡Dios santo¡
Esta es mi mujer, dijo Salvador a Luciano, abrázala, te recomiendo a mi madre…Si ves a, a...a Mariana, dile que...le perdono ...no la maldigo… pobrecita, Me aho …Me ahogo… Consuelo... estoy

Otros materiales