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Las Rayas – Cuento de Horacio Quiroga El cuento se desarrolla en un Pueblo de Córdoba, llamado Laboulaye. No hace referencia al año en que suceden los hechos, pero ocurren en los meses de Diciembre, Enero y Febrero. El señor que relata su experiência vivida, trabajaba con un sócio que por lo general no estaba presente en el lugar de trabajo debido a que se encargaba de las colônias. El primero trabajaba la barraca, pero pasaba mayor parte del año em su escritório, juntos a dos empleados. Uno de los ayudantes se dedicaba a las ventas y el outro ayudaba em los libros. Tomás Aquino(el vendedor) y Figueroa(que trabajaba con los libros) habían estabelecido una amistad, debido a que ninguno tenia família en Laboulaye y habían decidido compartir la vivienda. Durante los primeros dos años que habían trabajado en este lugar, no había ocorrido ningún hecho extraño. Todo comenzó un día que Tomás Aquino llegó a su puesto riendo a carcajadas, hablando de forma contínua sin parar, algo que era poco común en él ya que era un hombre bastante serio. A los pocos días el vendedor llegó con un ataque de gripe, bastante agravado. Pero para sorpresa de todos, luego de la hora del almuerzo volvío totalmente curado sin sintomas de haber estado enfermo. Ese mismo día, Figueroa se tuvo que retirar de su labor dando parte de interminables estornudos. Esto se repitió durante un mês entero, en que los empleados se enfermaban, se curaban y volvían a recaer. Un mês despues, el 14 de enero, el dueño de esta empresa, revisando los libros descubrió que uno de ellos, el Mayor, había sido todo rayado. Rayas em todos los sentidos, horizontales, verticales, rayas que se cortaban entre si. Le preguntó a Figueroa que era lo que significaban, porque su libro estaba de esa forma, a lo cual este solo le respondió con una disculpa, sin mas explicaciones. No solo que las rayas em los libros volvieron a aparecer, sino que también ambos empleados estaban cambiando fisicamente, estaban muy flacos, y pese a que andaban todo el día juntos prácticamente no se hablaban. El dueño no soportaba que siguieran rayando sus libros, y después de hallar a Figueroa escribiendo el libro de Caja decidió despedirlos a ambos. Pero notó que no solo los libros habían rayado, también las tablas, el piso, etc. Com preocupacíon, días después, fue a visitarlo a la empresa el dueño de um lugar donde los empleados comían, preguntándole por el paradeiro de estos dos, que ya no concurrían a su restauran. Le contó que golpeó la puerta de la casa donde vivían pero estaba cerrada y nadie respondía , y que la noche anterior había escuchado gritos que provenían de adentro de la casa. Pese a que los había despedido, y que em verdade se encontraba enojado porque estos habían arruinado sus libros, se sentío preocupado y decidió junto com el dueño de La Fonda Italiana ir hasta la casa de ellos averiguar qué era lo que estaba ocurriendo y em que estado se encontraban sus ex empleados. Tocaran a la puerta, pero nadie respondió, así que la tiraron bajo y lograron entrar. Absolutamente todo estaba rayado, el piso, las puertas, las paredes, el techo, hasta el pátio. Las rayas terminaban en el albañal, ninguno de los presentes podia creer lo que estaba viendo, observaban como el agua, que prácticmente era lodo debido a la tormenta del día anterior, dos rayas negras se mezclaban entre si. En Las Rayas, el titulo del cuento funciona para hacer referencia a qué va a tratar el relato. Los empleados caen em una espécie de obsesión de dibujar rayas de todo tipo y em todo sentido. Comenzando por libros, y sin detenerse hasta rayar paredes, mesas etc...,y la sorpresa de los vecinos que cuando van en busca de los empleados, em vez de encontrarse com ellos, ven dos rayas que se deshacen em el barro, como si los empleados se hubieran convertido em las mismas rayas que dibujaban. Las Rayas – Cuento de Horacio Quiroga El cuento se desarrolla en un Pueblo de Córdoba, llamado Laboulaye. No hace referencia al año en que suceden los hechos, pero ocurren en los meses de Diciembre, Enero y Febrero. El señor que rel a ta su experiência viv i d a , trabajaba con un sócio que por lo general no estaba presente en el lugar de trabajo debido a que se encargaba de las colônias. El primero trabajaba la barraca, pero pasaba mayor parte del año em su escritório, juntos a dos empleados. U no de los ayudantes se dedicaba a las ventas y el outro ayudaba em los libros. Tomás Aquino(el vendedor) y Figueroa(que trabajaba con lo s libros) habían estabelecido un a amistad, debido a que ninguno tenia família en Laboulaye y habían decidido compartir la viv i enda. Durante los primeros dos años que habían trabajado en este lugar, no había ocorrido ningún hecho extraño. Todo comenzó un día que Tomás Aquino llegó a su puesto riendo a carcajadas, hablando de forma contínua sin parar, algo que era poco común en él ya que era un hombre bastante serio. A los pocos días el vendedor llegó con un ataque de gripe, bastante agravado. Pero para sorpresa de todos, luego de la hora del almuerzo volvío totalmente curado sin sintomas de haber estado enfermo. E s e mismo dí a, Figueroa se tuvo que retirar de su labor dando parte de interminables estornudos. Esto se repitió durante un mês entero, en que los empleados se enfermaban, se curaban y volvían a recaer. U n mês despues, el 14 de enero, el dueño de esta empresa, revisan do los libros descubrió que uno de ellos, el Mayor, había sido todo rayado. Rayas em todos los sentidos, horizontales, verticales, rayas que se cortaban entre si. Le preguntó a Figueroa que era lo que significaban, porque su libro estaba de esa forma, a lo cual este solo le respondió con un a di sculpa, sin mas explicaciones. No solo que las rayas em los libros volvieron a aparecer, sino que también ambos empleados estaban cambiando fisicamente, estaban muy flacos, y pese a que andaban todo el día juntos prác ticamente no se hablaban. El dueño no soportaba que siguieran rayando sus libros, y después de hallar a Figueroa escribiendo el libro de Caja decidió despedirlos a ambos. Pero notó que no solo los libros habían rayado, también las tablas, el piso, etc. Las Rayas – Cuento de Horacio Quiroga El cuento se desarrolla en un Pueblo de Córdoba, llamado Laboulaye. No hace referencia al año en que suceden los hechos, pero ocurren en los meses de Diciembre, Enero y Febrero. El señor que relata su experiência vivida, trabajaba con un sócio que por lo general no estaba presente en el lugar de trabajo debido a que se encargaba de las colônias. El primero trabajaba la barraca, pero pasaba mayor parte del año em su escritório, juntos a dos empleados. Uno de los ayudantes se dedicaba a las ventas y el outro ayudaba em los libros. Tomás Aquino(el vendedor) y Figueroa(que trabajaba con los libros) habían estabelecido una amistad, debido a que ninguno tenia família en Laboulaye y habían decidido compartir la vivienda. Durante los primeros dos años que habían trabajado en este lugar, no había ocorrido ningún hecho extraño. Todo comenzó un día que Tomás Aquino llegó a su puesto riendo a carcajadas, hablando de forma contínua sin parar, algo que era poco común en él ya que era un hombre bastante serio. A los pocos días el vendedor llegó con un ataque de gripe, bastante agravado. Pero para sorpresa de todos, luego de la hora del almuerzo volvío totalmente curado sin sintomas de haber estado enfermo. Ese mismo día, Figueroa se tuvo que retirar de su labor dando parte de interminables estornudos. Esto se repitió durante un mês entero, en que los empleados se enfermaban, se curaban y volvían a recaer. Un mês despues, el 14 de enero, el dueño de esta empresa, revisando los libros descubrió que uno de ellos, el Mayor, había sido todo rayado. Rayas em todos los sentidos, horizontales,verticales, rayas que se cortaban entre si. Le preguntó a Figueroa que era lo que significaban, porque su libro estaba de esa forma, a lo cual este solo le respondió con una disculpa, sin mas explicaciones. No solo que las rayas em los libros volvieron a aparecer, sino que también ambos empleados estaban cambiando fisicamente, estaban muy flacos, y pese a que andaban todo el día juntos prácticamente no se hablaban. El dueño no soportaba que siguieran rayando sus libros, y después de hallar a Figueroa escribiendo el libro de Caja decidió despedirlos a ambos. Pero notó que no solo los libros habían rayado, también las tablas, el piso, etc.
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