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Antología Concurso de poesía del IPN, 2004 Directorio Dr. José Enrique Villa Rivera Director General Dr. Efrén Parada Arias Secretario General Dr. José Madrid Flores Secretario Académico Ing. Manuel Quintero Quintero Secretario de Extensión e Integración social Dr. Luis Humberto Fabila Castillo Secretario de Investigación y Posgrado Dr. Víctor Manuel López López Secretario de Servicios Educativos Dr. Mario Alberto Rodríguez Casas Secretario de Administración Lic. Luis Antonio Ríos Cárdenas Secretario Técnico Ing. Luis Eduardo Zedillo Ponce de León Secretario Ejecutivo de la Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas Ing. Jesús Ortiz Gutiérrez Secretario Ejecutivo del Patronato de Obras e Instalaciones Ing. Julio di-Bella Roldan Director de XE-IPN TV Canal 11 Lic. Juan Ángel Chávez Ramírez Abogado General Lic. Arturo Salcido Beltrán Director de Publicaciones Antología Concurso de poesía del IPN, 2004 Instituto Politécnico Nacional -México- Antología. Concurso de poesía del IPN, 2004 Primera edición: 2006 D.R. © 2006 Instituto Politécnico Nacional Dirección de Publicaciones Tresguerras 27, 06040, México, DP ISBN:970-36-0325-4 Impreso en México / Printed in México Índice Presentación................................................ 11 Participantes del nivel medio superior César Augusto Mechuca Mejía Viento suave (primer lugar) .................... 15 Julio César Serralde Ávila Recostado én mí (segundo lugar)...................16 José Carlos Almaraz Sánchez Hundirse (tercer lugar)............................ 23 Juan Armando Becerra Gutiérrez Degeneración (mención) ............................. 25 Luis Jesús Moctezuma Velázquez Ultimas palabras ..................................... 26 Alejandro Román Paz González Lágrimas .................................................. 27 Raúl García Barrera ¿Y Raulito?............................................... 28 Fabiola Estrada Castelán Tormentas................................................. 29 Miguel Ángel Franco García No .............................................................. 30 7 Verónica Concepción Sánchez Becerril El amor al descubierto............................. 32 Perla Marlene Guzmán Ramírez Y aún........................................................ 39 Bárbara Itzel Jiménez Ponce Busca en mi verbo ................................... 41 David Padilla Solón Te amo ..................................................... 43 Armando Saavedra Ramírez Yo estoy loco............................................. 44 Vladimir Rodríguez Martínez Ensueño ................................................... 45 Román Fuentes Guzmán Secreto nieve hiel tigre............................ 47 Juan Antonio Martínez Tapia Con tu nombre ......................................... 48 Participantes del nivel superior Ricardo Vargas Hernández Soledad (primer lugar)............................. 51 Luis Alberto Rodríguez Navarro Colibrí (segundo lugar)............................ 52 María del Carmen Zenil Paredes Puerto perdido (tercer lugar).................. 53 José Gabriel Carrillo Sánchez Ese corazón.............................................. 54 Juan Manuel Gutiérrez Morales Felices tristezas ....................................... 55 Alonso Javier Hernández Cervantes Amor en silencio ...................................... 57 Martín Alejandro José Caneda Blanca desnudez de lágrimas.................. 59 8 Alejandro Arzate Galván Guerra cotidiana...................................... 60 César Palacios Meléndez Bosque ...................................................... 62 Alberto Ríos Pérez El placer de los amantes.......................... 64 Anallely Olivares Toledo De la felicidad que se va con el sol .......... 72 María G. Rosas Barcenas Sueño........................................................ 73 Marcos G. Betanzos Correa Abril en Cuidad Jiménez......................... 75 Víctor Hugo Betanzos Correa Hoy no me digas sí; hoy no me digas no .. 76 Berenice A. Sánchez Fragoso Justicia ..................................................... 77 Alfredo Isaac Triujeque Amador Dime niña................................................. 79 Benjamín García Fuentes Dulce......................................................... 82 Liliana Arce Zamudio Ahora entiendo ........................................ 83 Lourdes Campos Juárez Día perfecto .............................................. 88 Jocelyn Frías Becerra Ojos serenos ............................................. 89 Blanca M. Acevedo Sánchez Adiós, polvo, soledad................................. 90 Mirna Fabiola Martínez Ortiz Decepción ................................................. 92 Martha Elba Pérez Sánchez Has muerto............................................... 94 9 Héctor Bonilla Guzmán Quiero escribir .......................................... 96 Luz Vanessa Carrillo Flores Gracias a ti ...............................................101 Edith Araceli Pérez Barrera Libertad .................................................... 102 Alberto Ramón Mecillas Cortés Una noche contigo ....................................103 Alejandro Roche Instantes pretéritos ..................................104 Rocío Álvarez Espinoza Una mueca desesperada ...........................105 Nora A. Montes de Oca Quintana Preámbulo.. ..............................................107 José Roberto Álvarez Miranda Sotiérrate mujer .......................................109 Alberto Ángel Martínez García Estoy sentado ........................................... 111 Sofía Martínez Correa Oh, trémula............................................... 112 10 Presentación Expresamos lo que sentimos, pensamos y soña- mos a través de las palabras. Los conocimientos, los sueños y fantasías se transmiten y comparten de generación en generación por este medio. Las obras maestras y los textos literarios nacen gra- cias a la habilidad innata del ser humano para crear, habilidad que asimismo puede adquirirse y perfeccionarse. Los talleres de creación literaria permiten de- sarrollar hábitos de lectura para ampliar nues- tro conocimiento de la existencia; en forma similar sucede con la escritura, aunque en sentido inver- so, pues con ella podemos trasmitir nuestra vi- sión del mundo. Los talleres de creación literaria propocionan la producción de expresiones narra- tivas, poéticas... A través de los concursos interpolitécnicos de cuento y poesía, los alumnos de nuestra institu- ción tienen la oportunidad de expresarse y mos- trar su trabajo a otros compañeros. Con la publicación de los poemas ganadores de los pri- meros lugares de los concursos de poesía del Ins- tituto, y de los que fueron considerados con 11 suficiente calidad para ser incluidos en esta an- tología, tenemos la posibilidad de complementar su esfuerzo y acercarlo a diversos lectores, con lo que la práctica de la actividad artística se enaltece y contribuye a la formación integral de los alumnos. El presente volumen presenta los trabajos ga- nadores del concurso de poesía 2004 en sus dos ni- veles: medio superior y superior, como una forma de estimular la creatividad de los jóvenes politéc- nicos y difundir su labor literaria. La Dirección de Difusión Cultural del IPN se complace en darlos a conocer, esperando que su lectura abra caminos, dé magia, luz y disfrute al lector. 12 Participantes del nivel medio superior 13 14 CÉSAR AUGUSTO MECHUCA MEJÍA* Vientosuave Sólo escribo suspiros y las letras correctas se evaporan en la punta de mis dedos. Sólo escribo suspiros y en el limbo de tu rostro no fluyen las horas ni existen los nombres. Sólo escribo suspiros y la tierra está nadando, me interno en ella y sólo escribo suspiros... *Primer lugar. CECyT Carlos Vallejo Márquez. 15 JULIO CÉSAR SERRALDE ÁVILA* Recostado en mí Estoy en el punto cero, me estoy ahogando, bebo el agua de la piel de nadie, mi pulso baila entre las tinieblas. Música erupciona en mi cerebro y me recuesto lejos de la tierra; dialogo con la hierba y un peso ensimismado me absorbe y devora como mi diluvio, como el mismo diablo. Tatúo en mis palmas el nombre de nadie, y fumo mi carácter; sin sombras circulantes, con seres inflamables. Mi fermentación me dice que no debería abusar; el cielo vil se ennoblece e igual que el cólera ataca a la oscuridad, con nubes indefensas y aullidos de coros muy estremecidos; se comen unos a otros, * Segundo lugar. CECyT Ricardo Flores Magón. 16 se muerden, destrozan, y no existen caníbales, sino hermandades. El cielo en lo infinito se desangra y se diluye; comienzo a sortearme para no tener que atarme; mis inhalaciones ya son lentas como el aire que nos atraviesa, y somos entonces castigos y testigos; quien hoy nos vigile estará contento de preocuparse, y el que nos tema estará —hasta ahora— dispuesto a enfrentarnos; porque somos nadie, porque todos somos. Perforo el sonido de una hueca imploración para saber que entre justos y dementes sólo existe un posible mandante, el mismo de quien somos esclavos, a quien rendimos homenaje. Si nos paramos entre selvas y bajamos hasta las piedras no me sugestiones más, permite que te ofrezca la despedida dura que nunca nos hallará, una manera de cinta, para el telón de nuestra vida atar —la nave de nuestra fantasía—, para que con dinamismo 17 18 ya ultrajemos lo que no hemos sido, lo que también ellos han querido. Vamos, ven, gira y da vueltas, y no me dejes en esto solo que no urge terminarlo ahora todo. Date cuenta, nos une esto para eliminar un monstruo, para saborear el rostro, para jugar a ser otro. ¿En quién nos verteremos, seré sueño o divulgador, portaré arma o estandarte? Vamos que esto no se acaba, vamos que esto nos atrapa; entre la lluvia y el smog nos hemos acostumbrado pero sin besarnos, y nos vendemos balazos, pero esto nos está encariñando. Venga. Tómalo más fuerte, que las debilidades no se ofendan, que las ingenuidades se sorprendan, y con todo tu ser, y con todo mi ser, ya no nos tumbemos, que no nos sometan, no, no. No nos encuentra el alba —va— ; es un canto de muertos y todos están despiertos, es la punta de la risa lo que los detiene, es una carta encima lo que nos sostiene. El viento sopla, me hace burbujas, figuras; nuestra gente no se atora, permanece en el tumulto, en lo que los hace el embrujo. Respira, no te vayas, acércate, siéntate, descansa; no te apresures para todos alcanza, ya no te asustes de la muerte no pasa, de tu última sonrisa no pasa. La peste no nos brinca, nos persigue atenta, pero le hemos tendido una trampa con un recuerdo más grande que el desierto más seco; es el polvo lo que nos hace falta, a quien le hacemos falta. No vamos a la mitad, pero cuál es el final; a mi enemigo ya no lo encuentro, y esto ya es aburrido si él no está conmigo, y parezco dormido si él está contigo. Tú no me pides que te rescate, yo no soy príncipe ni todo poderoso, pero soy guerrero en esta furia de ciudad. 19 20 Salvémonos y liberémonos, el futuro próximo no sé si sea más duro, mas te aseguro que las larvas se tardarán en tragarnos. Tardaremos en transformarnos en los que están del otro lado —del otro lado— en los que ya cruzaron las puertas, en los que algún baño de vida o de aire los perdió, los aventó y luego los hundió. Los he visto por aquí, entre pedimentos, entre lamentos; el leal silencio y la fiel soledad se vuelven crueles, y lo creen saber todo, haber ya pasado todo, y yo me río de lo absurdo que escucho en cada todo de aquellos que completamente juran haber tenido todo, los que se desangran por un juramento y en la velocidad van, lo destazan todo. Qué bueno que estamos juntos sin saber exactamente quiénes somos, sin revolearnos en lo que creemos sueños, sin involucrarnos, andando en los caminos de lo insólito, sin darnos aún razón, y sin realarmarnos; bien nos esforzamos porque de nuevo empiece la cuenta. Las teclas se presionan y se aprisionan fuerte, no hacen ruido, se aguardan. Se forja mestiza la lentitud con ese vil concreto de las paredes que se van alejando hacia personajes que van surgiendo, y los inmensos castigos que irán desapareciendo. Escucha. ¿Con cuántas caídas pagas tu pecado? ¿Con cuántas tiradas vuelves a ser pecado? No deberías dormir, tú deberías seguir, ¿qué, acaso no has aguantado? No hay ruido que te moleste, no hay sigilo que te interrumpa. Te has quemado, tú sólo descansa, pero no te pares, sigue. Contémplanos ahora tibios; ¿qué has aprendido de tu embarcación? ¿A qué no le has puesto atención? ¡Dime si falta liberar tensión! ¿Hasta cuándo olvidarás? ¿Cuándo impedirás que rechine la puerta y la cierres tú misma? ¿Y contemples tus errores, destruyas los colores que no te agrada que más te buscan. 21 22 Si tú quieres levántate y salta, y toma un bocado de esto, que es tu suerte, de esto que casi siempre has amado, has nombrado, has tensado; lo sujetas implacable, todo un arte, y no te transmite nada más que fiel satisfacción... y luego paz. Tras el oleaje se difunde paz, y las aves vuelan a protegerse, a intentar hospedarse debajo de tus alas. Mientras, el uno al otro nos velamos hasta poder llegar a observarnos en el lugar donde queremos entrar, en donde no deseamos olvidar. El riesgo descobija los nervios, nos redescubre, y todo yo te sé, y sé claramente dónde encontrarte; por eso yo retoño, por eso aún no me seco, y te uso de complemento junto a la noche mía. Hasta mañana. JOSÉ CARLOS ALMARAZ SÁNCHEZ* Hundirse Y el ruido de espadas inútiles que se oye en mi alma Pablo Neruda Es tarde y mi corazón se arropa de crepúsculos inevitables y largos como la sombra del olvido. Tarde y solitario voy en mi barco de papel hacia un lugar cuyo nombre sé de memoria. Veo el cielo de mirar empañado que precipita en duros golpes y gota a gota los recuerdos que hieren mi alma de pan. Recuerdos que arden como la fogata hecha de mil fuegos, que carbonizaron el hubiera de todos los tiempos y todas las bocas. En vano los perdones cabizbajos. En vano el futuro horizonte frutal y verde porque lo visto sólo es un árbol en llamas, pronto ceniza, roto reloj de arena y sueño de polvo, mientras la lluvia muerde el barcofrágil con su boca sin mandíbulas. Yo te ruego, alba, que me tomes en tu brazo áureo —a mí y mi naufragio— y me lleves a tu puerto, * Tercer lugar. CECyT Gonzalo Vázquez Vela. 23 y regales uno de tus rayos para estos ojos [de pólvora marcados por las olas del mar. Dime cómo llegar allá, si el llanto me [ha abandonado y no puedo levantarme. ¡Oh, lágrimas de sangre! ¡Oh, sordo tiempo [sin espera!, donde lágrimas confundidas caen en tu mar y se vuelven peces con un suave olor a muerte. Dame el llanto, Dios. Dame la gota más amorosa. Y es que he dejado de ser nube hace tiempo, tristemente, nunca lo fui. Y ahora, mírame, que estoy mojado y [tengo sueño. 24 JUAN ARMANDO BECERRA GUTIÉRREZ* Degeneración Yo Yo soy Yo soy él Yo soy el amor Yo no seré la muerte Yo seré el culpable del amor Yo no seré el culpable de tu muerte, amor Yo no seré el culpable del amor, muerte Yo amor no seré el culpable de tu muerte Yo muerte no seré culpable de tu amor Yo no seré el culpable Yo no seré el amor Yo seré tu muerte Yo no seré él Yo no soy Yo no No * CECyT Juan de Dios Bátiz Paredes. 25 Luis JESÚS MOCTEZUMA VELÁZQUEZ* Últimas palabras ... he ahí mi testamento espiritual ¡No me quiero morir! Extraído de un Koan Muero sin analogías. Sin imágenes que adornen mis ideas y mis últimos minutos. Algo vulgar este momento: una familia emputada, un cuerpo carcomido y un grupo de extraños trajes blancos limpian mi cuerpo. Si mis labios recordaran un poco del habla (¿cómo se habla?) parecería normal decir algo y acabar ya. * CECyT Juan De Dios Bátiz. 26 ALEJANDRO ROMÁN PAZ GONZÁLEZ* Lágrimas Luces malas Tengo Que de malas Las llevo Las veo Y las cargo Mi brazo con conciencia De las penas que por otro se han dejado Saladas Negras Lentas Secas Amargas Y olvidadas Lluvia de lamentos Que escurren en lo alto de mi brazo Se derraman Del ser triste Sólo una para El triste ser Deja de reír No por ser feliz Llórame en el hombro Miel de maíz * CECyT Juan de Dios Bátiz Paredes. 27 RAÚL GARCÍA BARRERA* ;.Y Raulito? ¿Y Raulito? ¿Qué fue de aquel pobre chiquillo, que a veces paseaba en la calle, corría con sus amigos, andaba en su bicicleta y no perdía ni un detalle? ¿Dónde quedó Raulito?, después de esos años duros, después de la edad de los vicios, seguro pintó unos muros, y rompió cientos de vidrios. Qué fue del buen Raulito, encerrado siempre en su cuarto, lejos de la vista del mundo, seguro ya debe estar harto frente a su máquina moribundo. Pobre, pobre, Raulito, enfrascado en sus escritos, siempre describiendo al mundo desde sus ojos marchitos. ¡Que pena me da Raulito!, siempre fuera de la realidad, quizá ahora ya esté muerto y nadie lo extrañará. * CECyT Ricardo Flores Magón. 28 FABIOLA ESTRADA CASTELÁN* Tormentas Qué dirá la tierra cuando a la mañana siguiente [no te vea, Qué dirá el sol cuando, apresurado, al amanecer [llegue y no estés ahí Si fuimos como el sol de la luna y la luna del sol, como el agua que ama a la tierra, como yo te entregué mi eterno amor. Dime tú, alma desaparecida, qué te he hecho yo para que apagues mi corazón, para que después de deslumbrar mi vida cierres mi espacio con tu despedida. Han llegado las tormentas, se ha despertado la desesperación, la esencia de un amor que hace años nació. Corren y chocan los vientos y entre vueltas me pierdo y caigo cansada de dolor. Se quedan en silencio las vanas cosas del mundo, cierro los ojos, se oye un estruendo en mi corazón y gira el mundo y soplan los vientos otra vez. Triste, cansada de dolor, abro los ojos, y ya oscureció, el tiempo no se ha detenido, nunca me esperó. * CECyT Ricardo Flores Magón. 29 MIGUEL ÁNGEL FRANCO GARCÍA* No... No dormir para no tener que soñarte, porque me hago daño cada noche pensando en ti. Me hago daño al saberte mió sólo en mi mente. Tenerte únicamente dormido, entonces [¿de qué sirve vivir? No respirar porque impregnaste el aire con [tu aliento perfumaste desde la nieve hasta la brisa [tropical, te confundiste al irte con una ráfaga de viento, y cargaste entre tus alas parte de mi felicidad. No pensar para no tener que recordarte, pero como un fantasma apareces en cada latido [de mi corazón, te vas y vienes de mi ser, en un solo instante te olvido y te recuerdo en la oscuridad de mi [habitación. No llorar porque ya no eres digno de mi llanto, y los ojos ya me duelen de martirizarlos así. Total, si tú no me quieres, ¿para qué seguirte [recordando? ¿Para que seguir pensando en alguien que no me [quiere a mí? No hablar porque de vez en cuando se me escapa [tu nombre, * Centro Cultural Juan de Dios Bátiz. 30 se transversa entre mis palabras de felicidad, destella entre lo que mi alma a mí mismo [esconde, esconde y descubre mi propia mentira y verdad. No sentir porque acariciar ya no es lo mismo, no es igual recorrer un cuerpo que es ajeno a mí. Y es que hiciste vibrar de mi ser cada milímetro, me hiciste sentir por lo menos un poco feliz. No volver a recordarte porque me hago daño, No volver a llorarte porque tú no lo haces por mí. No volver a gritar tu nombre delante del ocaso. No volver a escribirte, porque si de mis letras no [eres digno, mucho menos eres digno de mí. 31 VERÓNICA CONCEPCIÓN SÁNCHEZ BECERRIL* El amor al descubierto En la vida existe el amor, el sentimiento más extraño, envuelto en la pasión y en la ilusión por encontrarlo. Pero hay circunstancias que te hacen dudar [de él y estás seguro que pronto terminará, sin que tú sepas cómo, todo se acabará, y no sabes si quedará algo por recordar. Aunque... estás seguro de algo: que ese momento jamás se olvidará, Como jamás olvidarás a los que te enseñaron a amar. La grandeza de éste se basa en la espera y en la paciencia de un gran amor, de un sentimiento sin fin, que te haga sentir lleno y feliz. Aunque en el transcurso de esta espera hay tantas pruebas, como piedras hay en el mar, como los suspiros que hay en el viento, llenos de dolor y de esperanza, de alegría y de tristeza, sentimientos inexplicables en palabras, pero tan claros para el alma: un vacío en tu interior, * CECyT Narciso Bassols. 32 un grito inesperado, son las reacciones provocadas en el interior de tu ser cuando crees haberlo encontrado, y podrías asegurar que la espera ha terminado, ya que deseas estar por siempre a su lado. Entregas tu alma entera sin querer ser lastimado, atormentándote sobre aquellas cosas del pasado que grandes huellas te han dejado. Y sin embargo es otra prueba para el verdadero [amor, pues cuando descubres el interior de alguien que jamás ha vivido, que ha estado muerto, y que no sabe del amor, ¿cuál es tu verdadera [reacción? Tus instintos actúan, y se siente como el frío en tu cara, como el agua fría que cae en tu cuerpo en una tarde lluviosa que te abre los ojos de la manera más amarga y dulce, tranquila y repentina, como una sensación de calor y frío que poco a poco se internan en tu ser, y te llevan a la parte más oscura que jamás pensaste ver, y no creíste que existiría tal lugar para un alma desconsolada. Afortunadamente es una prueba, y es bueno saber que no se quedará, que muy pronto se irá y podrás continuar en la búsqueda esperada. Pero... hay sólo un camino 33para encontrar el verdadero amor, y no es fácil encontrarlo, como tampoco lo es soportarlo. Pues un verdadero amor no lastima, no olvida, sólo se basa en la felicidad de ambas personas y en una verdadera confianza. Cuando logras entender el verdadero [significado, entiendes por qué el amor no ha llegado, comprendes que la grandeza del amor no está en una visión, sino en el interior. Cada persona que interviene en tu vida te deja una huella, ya sea buena o mala, pero deja una enseñanza que te hace crecer interior y exteriormente. Esas personas son tus amigos, pues ellos siempre estarán contigo. Cuando todo se encuentre en la penumbra, siempre habrá un rayo de luz que ilumine [tu camino. ¿Puedes entender la grandeza del amor? Realmente no tienes idea, al igual que yo, del significado de tal palabra, pero... en tu interior sí lo sabes y eso es lo importante. De una cosa estamos seguros: cuando llegue lo reconocerás inmediatamente por las sensaciones que cada persona siente. Las más grandes olas de sentimientos [encontrados, una variedad de colores que jamás serán determinados. Aun si sabes que será inolvidable, 34 como aquel atardecer en la orilla del mar, como el calante frío de una próxima nevada, todas ellas juntas y encontradas en el alma. Será lo más intenso que puedas vivir, la sensación más inexplicable, el recuerdo más deseable, y en su momento será lo inalcanzable. Un amor que recordarás toda la vida, que agradecerás tenerlo mientras dure, y desearás que nunca termine, y, si es posible, que por siempre perdure. La tranquilidad que se siente al saber que un gran amor jamás termina, es la misma tranquilidad que la luna da en aquellas noches de soledad. Aquella soledad que te recuerda lo que realmente viviste, y sin darte cuenta lo perdiste sabiendo que en realidad tú lo decidiste. La confusión de sentimientos es tan inmensa como la sal en el mar, como las nubes en el cielo, infinitos y traicioneros. Te obligan a tomar decisiones apresuradas e inaceptadas, teniendo que solucionar aquellas dudas encontradas que vacían el alma, secándola y arrastrándola hacia la perdición, encontrando un vacío infinito, que al paso del tiempo tu gran ser logra llenar, dejando asomar la grandeza que lo esconde y así ver de lo que realmente dispone 35 para dejar atrás sus vivencias y rencores. Empezar con la vida que le espera sin voltear hacia atrás, dejando todo en el pasado, abriendo puertas a lo inesperado, continuando por la vida, recorriéndola con cuidado, respetando y aceptando de cuanto se nos ha rodeado. Sólo así podremos descubrir lo que nos espera, para que realmente nos demos cuenta de lo que sí vale la pena. Pues... si aun con lo que sabes decides ir en busca del amor, te recomiendo que nunca te rindas hasta encontrarlo. Pues mucho vale la pena buscarlo, mereciendo lo necesario, para jamás soltarlo y sólo así poder valorarlo. Recuerda la grandeza de las estrellas, la inmensidad del mar, y encuentra así la fortaleza y el apoyo de los que te rodean. La necesidad de un gran amor es de todos la [prioridad, pues la soledad no es una buena amiga y lo que necesitas es una compañía. Con una sola sonrisa, y una simple caricia podría renacer lo que nuestra alma necesita. Pero siempre en mi ser 36 existirá la pasión y la grandeza de aquel amor que jamás olvidaré. De las grandes historias contadas en esas noches de luna llena, bajo la oscuridad del inmenso manto que nos cubre y protege de las trampas [del amor. Ese amor que nunca se olvidará de nosotros, porque está presente en todo momento en el interior y en la expresión de cada palabra que aloja en nuestro ser. Cada aliento nos ayuda a salir de la incógnita que nos envuelve y nos deja ver la luz que resplandece, las bellas flores, los manantiales, que los ciegos no pueden ver, y que sin embargo conocen mejor cada detalle que les forma. No necesitamos de las extravagancias de un amor de lujo, sólo queremos ver la delicadeza de lo que realmente es puro. Para poder volar en el viento y entregarnos por completo en todo aquello que se presenta en cualquier momento. Aunque mis sentimientos no pueda controlar, me doy cuenta que por si solos me dicen la verdad. Y que sólo ellos dictan 37 38 la necesidad del corazón ante los del pensamiento, como aquellas aves que van en contra [del viento, luchando ante los obstáculos que la razón y el corazón les ponen para que por sí solas reaccionen, abran los ojos y se valoren. El primer amor a rescatar está en el interior de cada persona, es el más importante de todos, pues nos dicta la verdad de quienes somos. Y solamente así valoraremos cada momento que vivimos, así como a las personas que realmente quisimos. Pues sólo me queda decir que lo más importante de vivir es todo aquello que podemos sentir, ver y percibir. Vayamos pues en busca de lo inexplicable, de aquel gran sentimiento que muchos han expuesto y que no todos han descubierto. Encontremos el camino esperado para encontrar el sueño anhelado: el amor en todos sus sentidos, para lograr así ¡sentirnos vivos! PERLA MARLENE GUZMÁN RAMÍREZ* Y aún Viejo se hace el tiempo, eternas las nubes se [vuelven, mientras cae la lluvia inmensa, debajo de un árbol se esconde la alegría. Mucho hace que empezó a caminar solo el tiempo. Aún yo no puedo dejarte ir, aun después de tanto [tiempo, con el sufrimiento detrás, del ayer muy cerca, y del futuro tan distante mi amanecer. Abismo eres: tentador e inconcreto. Fuiste cielo: habituado y permanente. Soy niebla que anhela un amanecer. Llegué a ser verano en invierno y abrazo en [retiro. No me importa si mi brillo no pudiese ocuparte [despierto Sé ahora que mi agua no te mantiene limpio [y puro. De anacoreta haces caso, sigues la ruta con [ilusión y tristeza y sin darte cuenta te pierdes con el tiempo, aun después de haber andado, aun antes de empezar a vagar. No hay lógica alguna cuando se trata de [nosotros dos, *CECyT Miguel Othón de Mendizábal. 39 de dos extraños que un día fueron uno solo, quegrabaron su permanencia en la vida del [tiempo, en la ausencia del miedo y en la existencia [de un ingrato destino agobiados por el meloso dolor de haber perdido, como ya es costumbre. 40 BÁRBARA ITZEL JIMÉNEZ PONCE* Busca en mi verbo Busca en mi verbo estruendo colorido que revele tus oídos y los torne dulcemente míos —tú, midien- do otras espadas— , Busco carrera en círculos de halo; deslizo mis dedos dulcemente, resbalando mis yemas en baile de papel y tinta —tú bajando una cintura nueva. Persigo técnica que me dé habla para mojar tus ojos; para mojar tus labios— tú, fumando otros sublimes olores— . Busco las for- mas, los ojos, las manos, los sueños táctiles que me habían perdido —tú, mirando— , las letras, los libros, las notas de tu pecho estremecido y mío. Busco los ritos, los mitos... y las ondas que tus la- bios encuentran (mares). Por eso pinto mi poesía de negro, para exaltar su belleza, como dicen que las telas hacen con los cueros. Por eso saco a mis letras de la noche para que les tires pedradas, que a poca luz, parezcan besos —tú, esperando nadar en su desierto—. Y escribo besos baratos en una noche, para que no los alcances con tus dedos, para que no los compares con tus fibras de ma- cho; y desencuentro y escondo en los más profun- dos recovecos los trocitos en que se deshace mi historia —tú, buscando escribirla con besos nue- vos—. Pero persigo al ombligo de mi ausencia, en tu dieta diaria. Tomo muestras de mi sangre yu- * CECyT Miguel Othón de Mendizábal. 41 guiar, la de la garganta que es sincera, que se va a la pluma porque no te abraza, porque es ella misma la que me anuda —tú, a ojos cerrados, cho- rreando tu pluma y su aire en tus labios— . 42 DAVID PADILLA SOLÓN*Te amo Tener un balcón con vista al más bello de los [principios y al más hermoso de los finales. Explotar los sinfines de tu ser, y encontrar mares de sensaciones, montañas de palabras, en nuestro mundo tan confuso. Alcanzar una explosión de sensaciones en la fusión de dos almas. Morir en la tumba del olvido, tallado mi nombre en la lápida de tu corazón. Olvidar que respiro, oigo, veo, siento, percibo algún sabor si tú lo haces por mí. * CECyT Cuauhtémoc. 43 ARMANDO SAAVEDRA RAMÍREZ* Yo estoy loco Yo estoy loco porque me pierdo en donde siempre he caminado, hablo con extraños y de pronto sonrío hasta no poder reír más. Sí, estoy loco; camino cantando melodías no aprendidas, luego me voy bailando entre las calles pensando que lo hago con una hermosa princesa. Sí, estoy loco; a todos les cuento de las mariposas, de las flores, de las hadas... les digo que existen y que hacen felices a quienes las ven reír. Yo estoy loco, dibujo corazones en la arena y lloro cuando el viento los borra. Sí, debo estar loco porque puedo querer, y sí es así ¡que bueno! Por saber que estoy loco, pero por ti. * CECyT Cuauhtémoc. 44 VLADIMIR RODRÍGUEZ MARTÍNEZ* Ensueño Despacito, casi sin darnos cuenta, la oscuridad [aparece, es una espesa neblina que cubre los ciclos. Silenciosa aleja el sueño... Con el cebo de las estrellas, atrae los floridos [rayos de la luna. Atraviesan cristales, se reflejan en espejos, juegan con el colgadizo en la entrada de los [sueños, mientras susurran una tierna melodía que me dice que no puedes dormir. Algunos rayos curiosos que se adentran en la [oscuridad resaltan la silueta de una mujer tierna y apasionada que se oculta en la sombras, y así, de una manera silenciosa, deciden tomarla de la mano, deciden, de la misma manera que yo, ser la luz que acompañe a su desvelo. Caminar por los entramados caminos de la [oscuridad, pisando y deshaciendo sombras, convirtiéndonos en cazadores de sueños, caminantes de dunas enormes formadas por [sábanas que se aferran a nuestro cuerpo, * CECyT Benito Juárez. 45 enredándonos más en esa fantasía, que hace que valga la pena dormir para siempre. Sin querer, comienzo a despertarme, más tranquilo y consiente de la realidad. La encuentro tendida en un jardín, cortando ensueños de vivos colores. Mientras que el viento tranquilo, formado por suspiros tibios de su pecho, la arrullan en una cálida y tierna melodía que hace que sólo quiera mirarla, que me deja acercarme de la manera más [distante. Mientras sé que en el instante en que la toque se [desvanecerá, al igual que todos mis ensueños. 46 ROMÁN FUENTES GUZMÁN* Secreto nieve hiel tigre Pero mi nieve no es el nardo invernal, la blanca mariposa descendente, la sábana polar. No, mi nieve no es doncella, sino la nieve hiel dura, la del alfiler de la flor corazón, la de raíz vena y arterias y hojas y pétalos humo. La nieve hiel mar reprimida por las rocas [labiales, desde mi espalda y mis músculos, algodones sin forma, desde la multiplicación de mis vetas. La hiel mar bengala de antes, mucho antes del tiempo, la hiel que necesitó un dios para ser Dios, marea amarilla de luz cana, la del martillo mar, lunar blanco: nieve hiel de los seres... Y al emerger esta hiel tigre, algo como el ancla sale y se encaja. Hiel oscura tigre mar, eco murmullo, eco tonada y eco trueno, náufraga herida, la del alfiler de la flor corazón, la de raíz vena y arterias, y hojas y pétalos humo. * CECyT Gonzalo Vázquez Vela. 47 JUAN ANTONIO MARTÍNEZ TAPIA* Con tu nombre No tendré más galaxias que contar, y ahora sé que tus fuegos son un lastre [al invierno. Silencio. Suave, siento que vienes a besarme. La esquina se acerca, fraguándose en pétreas llamas infinitas, de esas, de una tras otra, y esa otra detrás de ninguna. Ya sé que no, con el vocablo manido de mis labios y el ripio furioso de mi mente, mucha escoria [en mi razón. Mi furiosa razón. * CECyT Gonzalo Vázquez Vela. 48 Participantes del nivel superior RICARDO VARGAS HERNÁNDEZ* Soledad Vi mi tez en tus ojos reflejada, con despedida de pasión galante y del recuerdo, víctima distante entre los ecos, una voz callada... Mi alma sumamente desolada, pues la vida sin ti no es excitante, el vehemente perfume rozagante, asfixiado pudor entre mi almohada. Hundido en tu cruda displicencia, quise entender que alguna vez me vieras sollozar junto a logros de impaciencia, para que al ver el dolor, tú me quisieras de tu mundo real ser la conciencia, sobre las ilusiones vastas que rompieras. * Primer lugar. Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Unidad Zacatenco. 51 Luis ALBERTO RODRÍGUEZ NAVARRO* Colibrí Tu vuelo magnífico y suave se muestra en pausa suspendido en el aire explorando la flor como a una hembra virginal esperando tu beso fugaz. * Segundo lugar Escuela Superior de Comercio y Adminis tración, Unidad Santo Tomás. 52 MARÍA DEL CARMEN ZENIL PAREDES* Puerto perdido Yo soy el enamorado exótico que, soñando mi sueño de amor, estoy de rodillas... Rubén Darío He permanecido en pie como el árbol viejo que nunca muere. Llegas a través del viento, tu fuerza empuja y mis rodillas se doblan. Mis ojos no sienten las luces; recuerdo un puerto iluminado de sonrisas. Ahora sólo tengo el agua turbia que refleja un cielo sin luna y las huellas que dejaste al partir sobre la [arena fría. * Tercer lugar. Escuela Superior de Comercio y Administración, Unidad Santo Tomás. 53 JOSÉ GABRIEL CARRILLO SÁNCHEZ* Ese corazón I De la noche que abandona vidas se habla un poco, menos mal, todavía menos; de un llanto donde ella murió a la distancia, en una noche bien parecida, con ese corazón que tiene nudos en su [garganta. II Observas el mar con sol y sentimientos en tu camino, ese corazón más allá de tu mirada, lo que tú esperas: momentos de locos relojes sin detenerse, que se alejan de esa sensación invocada, simplemente con ansias de vivir. * Escuela Superior de Cómputo. 54 JUAN MANUEL GUTIÉRREZ MORALES* Felices tristezas Se ha marchado de la tierra y no puedo más que reír tristezas, llorar anhelos y enterrar deseos en esa tumba del recuerdo donde cada verso se vuelve penumbra. Un grito ahogado sale de mi pecho porque destrozado yo me siento al ver simplemente este techo que ahora no comparto más que con mis sombras y recuerdos. Tal vez deba llorar de tristeza, pues mi amada ya no me espera como todas las tardes a cenar con esos tiernos y tristes abrazos que me hacían sentir menos mal. Quizás tendría que evocar las risas lastimeras junto con canciones bellas, ausentes ahora en mi cabecera, antes de irme a acostar. Tal vez debiera llorar tristezas para no olvidar lo que veo, con los ojos del recuerdo, en esos sueños de invierno: tu rostro tan infantil y bello. Pero también debiese herir, porque una carga de olvido, * Unidad Profesional Interdisciplinaria de Investigación en Tecnología Avanzada. 55 56 que siempre era presente, en ese rostro tan impotente se ha marchado de mi mente; ahora camina en el sendero de la muerte. Pudo ser la mujer perfecta con una risa feliz y tierna y una voz que asemeja la belleza, mientras su cuerpo asentía a la pregunta más expresa: ¿es una diosa o una princesa? Pero se ha marchado y me ha dejado, como el viento deja las colinas. Ahora ella ya no sigue viva, y sólo veo grandes estrellas en las nubes oscuras de primavera. La quise y la odié con toda mi alma, porque era la persona más perfecta con las peores cualidades y las mejores vilezas, que siempre dejan tristezas, aun cuando el corazón de amor trata de evadirlos con sutileza... Es extraño, pues no me duele saber que no está presente y que solo ahora me encuentro. Pero es eso lo perverso,pues siento que ya no puedo seguir viviendo sin su cuerpo: morir con vida en un desierto. No hablo, no como, no duermo, el tiempo come mi vida, mientras veo que el paraíso se termina cuando cierro los ojos al desprecio que siempre me dejó mi adorada querida con cada palabra que dejaba su aliento... ALONSO JAVIER HERNÁNDEZ CERVANTES* Amor en silencio He buscado mil y un formas de expresarte a ti mi amor y te sientas enamorada de este corazón trovador. Expresártelo he querido, me intimida la razón, pues te he amado y te he querido: te convertiste en mi obsesión. Amarte en silencio grita mi corazón, seguido por un lamento, enardecido por tu amor. La sombra de la envidia evita nuestro amar, me provoca tanta ira el no poderte amar. Una oportunidad te pido para un corazón dolido que, llorando sin sentido, piensa que has huido. Otro obstáculo he tenido, ya que tú no has entendido que amarte es mi sentido. ¿Por qué no has entendido? Amarte necesito, * Unidad Profesional Interdisciplinaria de Investigación en Tecnología Avanzada. 57 58 puedo yo esperar; sentimientos reprimidos, eclipsan la oscuridad. Imposible es que tú entiendas cuan grande es mi amor, pero te aferras y te anecias ocultando tu dolor. Con lo que hubo sucedido he llegado a la conclusión: que has marcado tú el destino, mi destino, la perdición. Amarte en silencio es mi única opción, es la última manera en que amarte puedo yo. Amarte como yo nadie podrá, mostrártelo alguien intentará, y al final entenderás que mi amor en silencio siempre fue amor de verdad. MARTÍN ALEJANDRO JOSÉ CANEDA* Blanca desnudez de lágrimas Entre la herida de una sábana mi propia tristeza cabecea. Despiertas luego, ungida de dobleces y mis muñecas perpetúas al umbral tamaño de tus pechos. Con una blanca desnudes de lágrimas, con los agrietados años en la espada, te alejas. Mientras esta mano hipócrita me ciñe temblorosa, impávida, a mi diestra; sin su pulso resonante, ¡falso!, que escuché ahogarse de dolor, de llanto, ¿o fue de silencio? Ya no recuerdo. * Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas. 59 ALEJANDRO ARZATE GALVÁN* Guerra cotidiana Tú me dices, yo te digo... y así empieza nuestra guerra cotidiana, como cotidiano es el besar tus labios y conocer día a día el nuevo secreto que encierra su sabor. Cuántas veces hemos repetido el mismo ritual, desde que amanece hasta que se pierde el sol. Cuántas veces las estrellas han salido como hoy y han mirado tu mano tomada de la mía. Cuántas veces ha corrido la tinta de mi pluma, enunciando versos que invento desde el fondo del corazón. * Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas. 60 Guerra cotidiana, enfrentamiento de palabras que a diario nacen, se cruzan y torpes me derrumban ante ti. Tú me dices, yo te digo, y ahora ya no somos los de ayer, hoy somos los de este instante, nada es igual. Tú, la de mi presente, te has quedado congelada en mi pasado, en cada acto, en cada caricia, en cada rincón de las calles que nos han visto caminar. Ahora sé que en un pálido sueño te desvaneces, y en la noche tu rostro se pierde, para que al amanecer nazcan tus manos y yo en ellas de nuevo me pierda. Tú me dices... Yo te digo... Y volvemos a caminar. 61 CÉSAR PALACIOS MELÉNDEZ* Bosque I Camino junto a ti sin mucha prisa rozando con mi brazo tu cadera, áridas hojas rompen desde el viento nuestro secreto. Agilidad de mi felina mano al recorrer el muslo que venero, y acariciar tu espalda en este rito con cien maneras. Refleja el lago tiempos ya livianos, bosque latente de sonidos roncos que en multitud avanzan por el caos de [mediodía. Intercaladas formas se liberan, destilan los olores de la muerte, acoso lento de la tarde fría en tu sonrisa. II Recibe el pasto tu desnudo cuerpo, ávido de caricias y placeres, húmeda tierra aspiro en el pelambre de tu [cabeza. Sensualidad eléctrica en tu vientre, * Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Unidad Zacatenco. 62 exploradores labios que te buscan cruzando por los ríos de tu selva, zona de hiedras. Salobre musgo que sentidos abre, serpiente en brama te retuerces puta, emperatriz te elevas en mi dermis, lengua encendida. El suelo tiembla al ritmo de tu pelvis, santificada boca que blasfema, con dioses y demonios te poseo: mi prisionera. III El velo de la noche nos envuelve y oculta bajo el árbol nuestras sombras, ancestral pino que cobija mudo pieles desnudas. Revoluciones de dolor callado, contorsión de congoja y de placeres, entre gemidos se disuelven labios, silente bosque. Guerra florida de simiente llenas este caldero hirviente y dilatado, fertilidad que escurre por tu muslo en [agonía. Soy tuyo hasta el nadir de mis entrañas, grita feroz el mástil que te rasga, partiendo la corteza de tu sexo inmaculado. 63 ALBERTO RÍOS PÉREZ* El placer de los amantes (poema en xv cantos) I Quédate en la habitación, puedes mordisquear mis huesos, hacer el amor, beber y vivir; dentro de muy poco la cama helada y nuestros labios arderán. Eres joven y retas al destino, acomódame entre tus muslos como una serpiente a su presa; hurta mi boca que te hace cosquillas en la piel de flor azul, deja que tus pechos se eleven al orgasmo de la traición, que mis palmas caben la tumba donde vas a venir, luego, te echaré lágrimas en vez de tierra. II Tu risa es maliciosa voz que mis oídos revientan como burbujas, * Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas. 64 un largo camino que lleva el viento. Mi piel ceniza cae en tu perfume, te empapas de mí en cada poro del cuerpo; esta sombra que te hace el amor mientras me ofreces un poco de vino de tus pecados. Entre los ojos del carroñero y en la boca del incrédulo no te he puesto monedas, hemos llegado a la antesala del infierno por nuestro olor. III Quédate en la habitación, para meter al diminuto ángel que le reza a las pecadoras. ¡Somos dos lamentos en las mejillas de Dios! Donde se cruzan las almas desprenden un aroma a jazmín, bajo su vientre arrullan al diablo y la muerte canta sobre sus manos. Enjuagaremos nuestros pies desde la puerta del matrimonio, nos hará caricias con la lengua encima de la pasión. Ahora necesito de la penumbra, guardarla en los ojos de un ebrio, que tu sangre me lleve como río de azufre: el gusano de piedra putrefacta, el miedo que nos ronda entre la brisa, el aserrín de los hombros, los gemidos con alfileres 65 66 sobre la obra arañada, divina, poética de William Blake cuando nos muerde el silencio. IV Cada domingo llegamos a misa para que Dios esté en nuestras lenguas [al decir: "Perdón, señor, he pecado". ¿Piensas que los mendigos no eligen? Algunos creen que sus palabras se queman con cigarrillos y sus sollozos se riegan para lavar las calles oscuras, ahí donde la luna ilumina las perladas piedras. El cielo nos observa por la cerradura, y sin pudor le dejas caer tu pelo enmarañado; con la lengua nos dirigimos hasta una estrella entre rompecabezas del coito. V Me dices que te educaron para amar todas las cosas de este mundo; te acompañaré al cielo para que mires donde crece nuestra mierda. Cada amante tiene el corazón de ocre, lo pule y lo saca a ofrecer desde su lecho de mariposas de un solo color, el débil lo toma para seguirle acariciando la espina dorsal de papel donde escribe sus poemas de amor y desolación. VI Nuestra locura ronda entre las patas de la araña, como si fueran niños de algodón que se los lleva un arlequín. Hay que guardar las almas hacia el mundo donde no existan fieles, besar palmas desnudas de nuestra risa. Eres amadora de ángeles, Dios, Satanás y mía; me das un beso en miorgasmo; algunos te ven como perra pero sólo eres una viuda de Cristo. Disfrutas los genitales que fluyen del edén y llegas a tocar el pecho del sol, una caricia por las calles. VII El mundo dice: qué sincero es el mar, la espuma, el placer, todo se convierte en hostia, la misma que hambrean los llamados ["religiosos". Mis pulmones se queman y la garganta arroja cenizas, 67 68 debo aletear el aliento que cae como cristales y me corta la piel cuando estás ausente. Si llegaras a nacer como abeja, dormirás en cada pistilo avivado, ahí, mientras las flores derraman su miel para lamerte las patas llenas de polen, y patronos de los pantanos te vienen a contratar en las tumbas de muchas mujeres. VIII Es un placer ser amante, ¿quién es fiel con los ojos, el pensamiento [y la boca? El amor lleva segundos de arena, no está harto de cicatrices, un nuevo firmamento para la vida del ave. La única sabiduría para los amantes es despojar la seda que cubre el alma, sanar las costras del sentimiento, coger el aura que visita y traer enjambres de pasión, aventarse de la orilla de su boca, coser los océanos con hilos de vena, no pertenecer a nadie, sólo a la flama de sus arterias. IX Esta noche dejan dormir a los muertos y aún el jazz suena al amanecer. Las astillas del cuerpo se han guardado en un diminuto cielo de bolsillo, la saliva se coloca dormida en la oreja y el aroma en un frasco de remembranzas. El noveno mandamiento desea no existir, se refugia detrás de los cabellos de Dios, ahora el gran teatro de Venus debe continuar, un mundo de curiosos para esta función de promiscuos terrestres. Los versos del mar le hacen el amor a los ríos, al lago y a las flores que traicionan el amor. X El desprecio de las calles, días sin sol, la muerte, agua de espinas, ingratitud, el cielo o el infierno. Obtener nubes con las yemas de los dedos, que mi olfato se desvanezca. Hoy despierto con preguntas, el consorte de la muerte toca el piano, los cisnes dan sus alas para el suicidio, los océanos van a secarse cuando no halla infidelidades. Brindemos por el dolor que aún nos falta el Juicio Final. XI La vida tiene que redimir al carcelero del engaño, el joven no busca una caricia, los niños no se divierten en un solo juego 69 70 para darse fuerza. Se quedarán mis pestañas en un block de madera, el rifle cargado de voces calladas en la nieve de un sentimiento. Con una monda de tres caras, vestimos un cuerpo que no pertenece a nadie. Encima de la pared, deseo que el rincón del oscuro cuarto no grave tu silueta, sólo una mirada ardiente del que no es el hombre de tu vida. XII Esta noche absorbo tu flujo almendrado, derretido con voces de burlesques; no dejamos nada al señor, todo se consume como pan de baile nocturno, la leche de la sábila en los placeres. Quiero a la amante, mi luz compañera, a los que despiden suspiros, alpiste para mis venas. No dejaré que blasfemen en contra de nosotros para mostrarme la herida que oculta soledad. XIII Contemplo muslos calientes, arrojo gemidos mientras muero entre tus piernas delirantes, te echaré de menos cuando los gatos maúllen sobre la tapia. El recuerdo marchito al fin se teje con nuestra telaraña que va a la tierra del orgasmo envuelto en trozos de proeza. XIV Hoy se planta el veneno de las rosas. De la aguja al alcohol, cimbro ruinas que admirarán después, costras que muerden las carnes de la tierra. XV Esta noche exterior, mientras el camino del exceso sigue igual y no entra a roer el temor sobre nosotros, sólo diré unas líneas donde crece el agua de la roca. Faltan segundos y mi terca lengua les da soledad a las preguntas; dejo el esperma para procrear en la duda que da vida al placer de los amantes... 71 ANALLELY OLIVARES TOLEDO* De la felicidad que se va con el sol Ya llega la hora que ensombrece los cielos dentro de mi alma, la ira consume sin prisa mis latidos que se defienden con poca fuerza: sólo cierran sus puños ensangrentados. Bella es la luna que nos ha acompañado en el camino, pero el peligro se esconde entre arbustos cuando el sol no brilla. Cierro mis ojos para verte partir y no llorar, siento dolor al ver pasar el tiempo, que no se detiene. ¿Será verdad que en el mundo no existe alguna cosa eterna, más que la muerte? Lo he odiado, ¡pero cómo se burla!, y lo comprendo: ¿quién es capaz de vencer al tirano y no morir? * Escuela Superior de Cómputo. 72 MARÍA G. ROSAS BARCENAS* Sueño Déjame observar, déjame entrar a tu mente. Quiero fusionarme, estar uno a uno los dos, que la distancia la marquen tus ojos, las longitudes tus besos, tratando de seguir contigo y no sé si puedo hacerlo. Han dicho muchos que para mí eres bastante, aun así quiero escucharte reír, pienso que estoy a prueba, y por cada noche trato de guardarte en mí. Soy la sombra que deslumbras, pero se ha dicho bastante. Considera esta frase: Para la ocasión que me trae a ti, aunque sea mi fantasía, un escalón que no alcanzaré. Para tener un pedazo de sueño tuyo, pierdo y gano, lo que me pone a prueba, esperando ganarte antes de despertar. Después de verte comprendí que soñaría tus ojos, * Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas. 73 74 porque en ellos sucumbieron mis fuerzas, que aclamaban la victoria de una guerra. No son esos días soleados, ni el suave aire que aún viaja, es tan sólo aquel recuerdo donde tus labios dibujaron una sonrisa; la inquietud se desbordó de mis manos, la ansiedad terminó con mi calma, la razón fuiste tú, la razón sigues siendo tú. Tu nombre hace eco en mi mente, con ello tu imagen inolvidable, con todo un firme recuerdo de aquel día que preguntabas mi nombre. No entiendo qué pasa conmigo, creo que me desconozco. Hoy llegó una ilusión, centro de inspiración... MARCOS G. BETANZOS CORREA* Abril en Ciudad Jiménez Nuevamente las calles se visten de avispas. Ahora es necesario recurrir a la noche para poder ser amado por un instante junto a los cuerpos de hombre, mujeres y fantasmas que han de vestir siempre sus mejores y más fastuosos atuendos; doblegados por el instinto y observando el alma humillada, la sangre convulsa nos hace actuar ensimismados, y nos captura entre deseos que exigen mayor contacto entre los cuerpos. Nuevamente la luna y las estrellas nos vigilan. Después el silencio llega acompañado de un momento de debilidad y duda, se observa a la luna copular entre las nubes. Todos somos secuestrados por el deseo de [la noche, todos somos cómplices a la luz del día. Las avispas se disipan de los rincones más [sombríos, las calles quedan vacías, al igual que nuestras almas confundidas... Cuerpos al fin, ¡ han de encontrase siempre! * Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Tecamachalco. 75 VÍCTOR HUGO BETANZOS CORREA* Hoy no me digas sí, hoy no me digas no Si me dijeses no, mi dolor sería tal, que mi cielo quedaría sin sol y sin las blancas nubes; las aves trinadoras enmudecerían respetando mi pesar. Si me dijeses sí, tal sería la felicidad que en locura se tornaría y en la noche incapaz sería de reconocer las titilantes estrellas y a la confidente luna. Por ello: hoy no me digas sí; hoy no me digas no, hoy dime simplemente... tal vez. * Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Tecamachalco. 76 BERENICE A. SÁNCHEZ FRAGOSO* Justicia Pequeña niña, sonríe a los vientos, que pensando en ti, rezan por la vida. Pequeña niña de mirada cansada, no dudes ver al sol con esperanzas, pues aunque el hombre se aferre en vendarte los ojos, has aprendido a ver más allá de la mentira. Niña, no llores más por las heridas a tu [nombre, deja sanar tu corazón con la fe,que en ti la inocencia alberga. Niña, la furia de algunos apaga tu voz, la transforma en venganza. ¿Dónde te ocultas traviesa, cuando eso pasa? ¿Bajo qué manto secas tu llanto? Quizá en aquel mismo con el que ciegan tu [esencia erosionada. Pequeña niña, no te alejes del alma pura y deja que te conozca el despiadado. Pequeña traviesa que juega con el hombre permitiéndole citar palabras tuyas en su odio. Que se escuche tu nombre en respuesta [al dolor del inocente. Mientras que esa ambición, que en su escudo * Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Tecamachalco. 77 78 lleva tu rostro, deja a su paso el rugir del ¡fuego! ¡Paz¡, grita el mundo. ¡Paz¡, suplica la tierra destruida, mientras con ella sueñan los desdichados, maldiciendo a la ira encarnada, que a tu salud bebe con la muerta sangre derramada. ALFREDO ISAAC TRIUJEQUE AMADOR* Dime niña... Dime niña, ¿por qué quieres ir a la luna? Me miras tristemente, y un brillo en tus ojos me habla de un lugar muy lejos en el espacio, pero tan cercano como tus labios. Dime niña, ¿qué es lo que ves en los astros que me roban de tus ojos la ternura y la pasión, y me alejan insensatos de aquel calor de tus palabras profundas y endulzadas que abrigan mi corazón y que ahora, a una sola luz, declamas, una luz tan fria y pálida cual acero cruel de blanca daga, que hunde en mi corazón aquel cuerpo celeste que te seduce, mas no te dice que te amo? Dime niña, ¿por qué quieres ir a la luna? ¿Qué frío y lejano paraje encontrarás?, en el cual sola y sin abrigo sufrirás, impulsada por aquel profundo deseo, * Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Tecamachalco. 79 80 ¡cruel y maldito deseo!, que de mis brazos te piensa arrancar, dejando a mi alma sin esencia y tan vacía, en mi pecho un amargo suspirar. Dime niña, ¿por qué tan alto quieres volar?, ¿por qué no le temes a la soledad?, ¿qué es lo que esperas encontrar? De este mundo tan lejos estarás que olvidarás todo tu pasado, excepto mis suaves besos, mis tiernos cantos, dejando a mi corazón encadenado, por siempre guardado en tu pecho, le llevarás en tu alma preso. Dime niña, ¿por qué quieres ir a la luna? Sólo para en tus sueños quedarte y tus fantasías ver crecer, proyectando tu hermosa silueta tan sólo al anochecer, acariciando con tu imagen la serena superficie del hermoso manantial, de mis sueños el artífice, de tus sueños el hogar. Dime niña, ¿dónde nació la locura? ¿Cuándo, para ti, murió la realidad? ¿Cómo lograste de este mundo escapar? ¿Cómo es posible que jures que a este mundo ya nunca regresarás? ¿Por qué tanta melancolía me proyecta tu mirar? ¿Es acaso que sabes que a mi lado no estarás? ¿Olvidas que te seguiría a las estrellas y te encontraría en el más allá? Dime niña, ¿a la luna te puedo acompañar? Sin ti se me hacen fríos la tierra, el cielo y el mar. Sin ti no queda nada que a mi vida sentido pueda dar, sin tu triste mirada, tus tiernos labios y de tu cuerpo el manantial. ¡Vamos niña!, a la luna no hay que hacer esperar, nuestros sueños esperan y nuestra esencia renacerá en el suave reflejo de aquel hermoso manantial... 81 BENJAMÍN GARCÍA FUENTES* Dulce Estoy durmiendo, soñando, que tú estás bien, que nada nos duele, ni el diente, ni el primier día que se nos fue en los dos... La maldición escogió el momento de los máximos placeres, de la felicidad. El hedonismo quedó en la soledad de no encontrar el camino correcto. Estoy en medio de otro lugar. No conozco ningún rayo, ni la lluvia que se nos encima, ni aquella emoción que me das, ni aquel silencio. Mientras tú ríes, yo muero poco a poco, te diviertes, me cambias por sueños. Haces que no tienes corazón y flores, tengo que salir con cara de muerto para que sepas la mentira que obligas a decir. * Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud, Unidad Milpa Alta. 82 LILIANA ARCE ZAMUDIO* Ahora entiendo Quién lo hubiera pensado, por poco y me pasa desapercibido, no es que no fuera obvio, es que no me había detenido. ¡Ah!, qué listo muchacho, es el absoluto cuantas [leyes ha convergido, pero he de decirles que una sola es la que [me ha erigido. Ahora entiendo para qué la célula disponía de un Microcosmos perfectamente [organizado. ¡Exacto! Para ser integrado en el todo. Ahora entiendo el porqué de una madre tan [fría, tan poco expresiva, de no haber sido así no hubiese concluido, que el amor no se gesta en la materia, aunque ésta parezca individuo, sino que es la comprensión de que no todos [estamos vivos, y que la vida no es una cualidad con la que [todos hayamos nacido. Ahora entiendo por qué los niños no son todos de las mismas actitudes, parece que es muy corto su lapso aquí, pero no es la primera vez que vienen, * Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. 83 por eso ya saben la búsqueda que tienen. Ahora entiendo la razón del sufrimiento en la vida del ser humano, de no haber sido así, nunca se hubiera [internado, para ver que el vacío que siente sólo con él mismo puede ser llenado. Ahora entiendo por qué me tropecé en aquella [obra de teatro, sino es por eso, no observa que ridículo es el [ridículo. Ahora entiendo por qué estoy con este hombre en vez de con otros, porque es mi hermano en la más difícil de las tareas, más aun la he elegido no para que me levante cuando me he caído, sino para que me deje tirada, sabe que estoy preparada. Ahora entiendo por qué lo he vestido con mi [cuerpo, porque es el único recurso material para decirle lo que está pasando dentro. Ahora entiendo por qué no nací con un físico [tan atractivo, de no haber sido así, no hubiera concluido que lo más importante es lo que lleva contenido. Ahora entiendo para qué existe una zanahoria, eran tan evidente, que sólo espera su más alto punto de evolución al ser utilizada en un razonamiento humano. Ahora entiendo para qué uno se roza a cada momento con gente ordinaria, así ejercita uno el perdón. 84 Ahora entiendo la finalidad de una ira o de un [corajito, pues ahora observo lo estúpido que es perder la [paz cada tres segundos cuando no se hace lo que yo [quiero. Ahora entiendo aquellos días de infierno [cuando me preguntaba: ¿por qué borro con una mano lo que hago con la [otra? Claro, es porque no soy una en mí misma, sino la suma de las programaciones en que todos colaboraron, ahora es cuando puedo ver las múltiples [cabezas del ego. Ahora entiendo por qué se presentó de súbito una de las más grandes despedidas de toda mi vida, su muerte me dio la [oportunidad de amar un poco lo que sé y terminar de créeme lo que decía: la muerte no existe. Ahora entiendo que el cuerpo no está hecho sólo [para enfermarse, sino que es el mejor vehículo para transportar [al espíritu. Ahora entiendo por qué la poesía me sigue dejando un poco vacía, de no ser así no me daría la oportunidad de seguirme cuestionando en otro momento más [consciente. Ahora entiendo por qué deben ejercitarse a la [par las líneas del saber y el ser, de no ser así la diferencia entre sabio e instruido 85 seria y seríamos los mismos desgraciados con más [datos muertos. Ahora entiendo que el título de maestro sólo es para aquel que posee un superior conocimiento pero de sí mismo. Ahora entiendo que esto no es por ningún motivo [obra de la casualidad, sino que simplemente empiezo a detestar el sufrimiento y no pienso dedicarle ni un [momento más, que había estado buscando la felicidad a través [del éxito, los reconocimientos, las personas, los viajes y la [crema de maní. Afuera uno no existe, es sólo adentro, porque ahí se libran o padecen las batallas, con un enemigo que juraría que era yo misma por eso cuando le destrozo a veces creo que duele. Ahora entiendo que a todo esto que le llamo[la vida es una obra con actores y escenografía, todos puestos ante mis ojos, para un solo fin, que fuera puliendo cada una de las caras de este diamante, pues lo de afuera sólo sirve para que tenga frutos internos. Éxitos: para humildad. Comida: para pensar. Fracasos: para trabajar. Sufrimiento: para despertar. Muerte: para trascender. Ideas: para vivir. Escuelas: para condensar. Pensamientos: para practicar. 86 Cuerpo: para ejercitar. Hermanos: para descansar. Dios: para el orden reafirmar. Maestro: para guiar. Ustedes: ¿para vegetar? 87 LOURDES CAMPOS JUÁREZ* Día perfecto Amanece un día de Luna, hoy es día de extrañas luces y de claras sombras. Hoy es día de plata. Sobre la gente, hoy, no hay cruces. Crecen fértiles las siembras. Hoy la muerte no mata, hoy muerte ninguna. La Luna es cómplice; no ilumina pecados, en su sabiduría, de ellos no sabe. A nadie apunta un índice. La Luna no lleva recados. Nadie vive para nadie, sino todos por todos. En el mundo la gente cabe. La bondad, hoy, nace, el espíritu es libre hoy. La Luna frena el llanto de un sauce. Hoy la imperfección no es más que la etapa primera de la naciente perfección. La tenue plata baña ciudades, hoy, aire se respira donde estoy. * Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. 88 JOCELYN FRÍAS BECERRA* Ojos serenos Ojos que parecen ignorar a aquellos que les ansían escondidos en la inmensidad de la soledad. Ojos de gran inspiración que son capaces de despertar el aroma de las rosas y de iluminar la oscuridad surgiendo como el gran amanecer de un callado amor. Ojos tímidos que hablan en silencio, revelando su identidad cuando cruzan a los anhelados. Ojos que desvanecen con sólo mirarlos emocionando un suspiro eclipsado por el viento. Tan cálidos como el atardecer, pero tan fríos al desconocer. * Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. 89 BLANCA M. ACEVEDO SÁNCHEZ* Adiós, polvo, soledad Fastuosa torre, aislada, interminable entre el terciopelo de la niebla [matutina. Aprisionas las pasiones malsanas del moribundo que maldice la desdicha de su vida, olvidado entre las sábanas vanas, bañadas de la [sal de noches perdidas sin amor. Fría la aurora que tiñe de azul el fondo de esa [pared triste, muerta; sucumbe al traspasar la espesura de la cortina [negra en la puerta al mundo que olvidó que detrás de [ella hay alguien más, y no sólo las rocas de la torre. Rostro sucio, marchito, helado; falto de sensatez, cordura, candor. Ya no te reflejas en la pupila clara, inocente, que [alguna vez se contrajo al sentir los reflejos de tu plenitud. No eres recuerdo, reencarnas a la soledad, ella tiene en ti vida, tiene plenitud, explota tu cuerpo, tu rostro. No piensas nada, ya no tienes nada en qué [ocupar tu mente. * Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas. 90 Vives únicamente para ti, piensas sólo en ti. Muerte tras el telón, vida ignorada, cuyo holocausto es deseado y, sin embargo, no [importa cómo se presente. Así eres recordado más allá de la ventana entre [las rocas. Sólo así. Sufres, porque no percibes tu mundo, no puedes sentirlo, cada celda de tu cuerpo está vacía, no hay calor, [no hay movimiento. El éter te arrastra, te desvanece. Por fin no existirás, serás nada. Permanecerás entre aquellos que no te [recuerdan. Lentamente te marcharás, abandonas la torre entre el terciopelo, te ocultas en la niebla, te marchas. Pero cada paso que das, te deforma, te [transfigura. Putrefacción se llama tu partida. Así, vergonzosamente te marchas, desapareces del mismo modo en que malgastaste [tu vida. Por fin estarás bien con el mundo, al fin llegará la infinita serenidad a tu vida, pero ahora no son recuerdos, ni acciones los que te matan, mortifican, acaban. Es sólo un acto natural. Estás en paz. 91 92 MIRNA FABIOLA MARTÍNEZ ORTIZ* Decepción Noche triste y oscura, llena de vacío incomprensible y falso, tu recuerdo golpea mi alma, ¿cómo te borro de mi memoria? Noche absoluta y con farsa integrada, llena de estrellas y libaciones a ti, la sutil magia que hay en ellas me comunican la forma plástica impregnada en la realidad de tus palabras, pronunciadas indudablemente por casualidad y cargadas de paradojas rebuscadas. Tus palabras, qué simples son, límpidas, brillantes, crueles, y su dolor atraviesa mi corazón como una daga que remueve cada centímetro de mi cuerpo, dedicado a ti. Y el llanto no cesa, sigue lavando mi sufrimiento, se burla de mí. Mis manos más que mías son para ti, cortadas a pedazos circulan por la soledad * Escuela Superior de Comercio y Administración, Unidad Tepepan. derramando lágrimas rojas. Lágrimas que ya no quiero cargar. Pero algún día cerrará la herida, será como una obra maestra, será la media noche, y la misma noche que me rodeó de tristeza me abrazará con plata y saldré de aquí. Y la misma magia sutil de estrella me regalará su lejanía y realidad, y tus palabras serán como recuerdos perdidos, me volverán simple, brillante y cruel, y mi llanto será amor de dar, mis manos no serán tuyas. Y aunque esta noche llorando esté, es mi obra maestra, porque esta noche será, la cumpla conmigo, para demostrarte que aún sin ti, sigo vivo. 93 MARTHA ELBA PÉREZ SÁNCHEZ* Has muerto Frente a unos Que se eclipsan En la sombra De mis sueños. I El viento huye de los árboles y mi pulso palpita buscando el ritmo de tu sabor; media noche en la alameda. Las hojas conspiran con su voz débil, mi pluma grita lo que el silencio calla, los sonidos de las sombras turban mis ideas y la mañana avanza lentamente... mientras intento levantarme, la ilusión fallece. II Luces que se eclipsan al contacto con el alba... Mi sombra se pierde en la niebla, los arbustos son regados con rocío de dolor, penetro en tu imagen y en la oscuridad de tu ser * Escuela Superior de Comercio y Administración, Unidad Tepepan. 94 me pierdo en tu presencia, delirante refugio de desprecio, vivido romance de placer. III Te paras erguido frente a mis sueños intangibles de esperanza, impones tus manos frías que intentan tocarme mientras tu presencia es oscura y helada; cada cosa que haces me enferma, cada palabra tuya me corroe, cada paso que das me mata. La habitación se torna roja, el rosa pálido del mármol se riega inevitablemente con la sangre que cubre el piso, y sobre un espejo queda tendida la imagen pálida de todo... 95 HÉCTOR BONILLA GUZMÁN* Quiero escribir Quiero escribir, hacer de la tinta letras, palabras implacables, irreductibles, profundas. Mi corazón no dicta, mis recuerdos se estancan y mis lutos son de cenizas. Quiero describir. La vida cotidiana sigue y sigue. Quisiera descifrar las miradas, los movimientos, el sonido de campanas antiguas atrayendo mitos, la voz pionera, la cabellera alucinante, o la consecuencia del sudor. Ay, quiero escribir a todo, a las dolientes almas, a las piedras apiladas, al horrible oro, al jade místico, o la pluma alargada y milenaria. Y el amor... ¿lo podré escribir? Su forma tácita, su ámbito lejano, su corazón galopante * Escuela Superior de Turismo. 96 su sórdido silbido, o su sombra en silueta de mujeres. Quisiera escribir a mis hermanos de los continentes: hermanos que no conozco, a los que duermen cuando yo camino, a los que trabajan cuando estoy dormido, a los que corren a mi lado, a las espaldas desafiantes o los que siempre se apartan. Escribir. No puedo. Mis ojos no miran esencias, mi alma no percibe los diáfanos aromas, la famélica pasión o el delirante sueño. Sueño. No escribo. Desearía cantarle a la gran chinampa sepultada, a la cruz de su calzada, y más, más allá que brotaran mis estrofas en el vino de Querétaro, en la dulce fresa del bajio, fulgor de [Guanajuato,en el atardecer de Culiacán, en el espeso verdor de Chiapas, en la cantera colonial de Puebla, en la lengua viva de Oaxaca, en las nieves tersas de Toluca, en las alas de Michoacán, en el lindero abrupto de Tamaulipas, en la bruma pura de Nayarit, en el blanco brío de Veracruz, en la dorada piel de Tlaxcala, 97 98 en el sol de Morelos, en la humedad de Tabasco, en los arrecifes de Quintana Roo, en la arena vieja y el corazón plateado de [Guerrero, en el cactus de Durango, en el creciente Monterrey, en el agave azul y altivo de Jalisco, en el suelo amarillo de Sonora, en la sierra fértil de Hidalgo, en la brisa fresca de Yucatán, en la mina rica de Zacatecas, en la plenitud de Chihuahua, en la vida seria de Colima, en los pueblos de San Luis, en el clima de Coahuila, en el gran sabor de Campeche, en la claridad de Aguascalientes, o en el brazo fuerte que despide a los navegantes en las Californias. ¡Si! Las palabras amistad, hermano, sencillez harían, volarían, andarían kilómetros hasta llegar a oídos, frentes, ojos y vibraciones de hombres y mujeres que conozcan la poesía callada de la paz. Deseo escribir, redactar vivencias, mis cálidas compañías o mi efímera utopía de hacer un pueblo de esperada alegría. Quiero poder escribir acerca del lamento, de las lágrimas que no salen. Esa lluvia interna que moja los órganos vitales con sus acidas aguas y sus gotas de linterna. Quisiera declarar batalla a la tristeza, desecharla del mundo, mandarle Ígneos versos para calcinar su cuerpo —sin embargo sus cenizas quedarán— por siempre. Deseo escribir de este nuevo día, de su mañana fresca y somnolienta, que tiende su blanca mano al que anoche cayó y se quiere levantar. ¿Y al mar ? ¿Qué le podría decir? En su vaivén eterno bailarín azul, inmenso, danzando con la tierra en órbitas por el espacio de virtud. Quiero poder versar el sol ardiente de mayo, el baile de los árboles o la sinfonía del viento. Quiero decir, escribir, gritar en letras, en tinta, en impresos, que escuchen o lean esta voz! Que quiere viajar esta voz ávida de luchar, 99 Luz VANESSA CARRILLO FLORES* Gracias a ti Gracias a ti aprendí a darle sentido a mi camino, a darle valor a mi vida. Gracias a ti conocí el sabor de mi tierra, comprendí el valor humano. Gracias a ti experimenté la aventura. Gracias a ti respiré aire puro, confianza y seguridad. Gracias a ti sentí el placer anhelado en el escenario, logré llegar al clímax total durante estos años. Gracias a ti reviví dentro de mi ser cómo soy, Gracias a ti regresó la chispa candente a mis ojos, la sonrisa a mi boca, la flor a mi jardín, los minutos al tiempo, la sangre a mi corazón. ... y todo esto gracias a ti. * Escuela Superior de Turismo. 100 EDITH ARACELI PÉREZ BARRERA* Libertad Miro al cielo sin encontrar una luz que guiará, una estrella que el camino me enseñará. Una voz en mi interior, una voz que sale del corazón, entona un bello canto que va más allá de la razón. Una sombra del pasado, que ahora está mirando, indaga un sueño encadenado, inquiere el canto olvidado: Busca tu libertad, busca tu realidad. Encuentra en este lugar un mundo de verdad. Comienza a imaginar un nuevo sendero al caminar. ¡Sé libre y rompe las cadenas!, que jamás te han de atar. El fin se está acercando, la tormenta está comenzando. Una lágrima está brotando Una paz me está inundando. Emprende el sueño que tanto haz anhelado, no desistas en tu afán de llegar a conquistarlo. * Escuela Superior de Turismo. 101 ALBERTO RAMÓN MECILLAS CORTÉS* Una noche contigo Oscuro sol, tranquilo, despacio, tranquilo recorro tu cuerpo, te acaricio lentamente. Te beso muy despacio, el tiempo se detiene, tu piel y mi piel se funden entre las sábanas. El deseo se respira en el aire, me transformo, ya no pienso, soy una víbora que roza tu cuerpo, beso tu piel y mi piel se convierte en tu piel. Te veo reír y llorar, soy una víbora que roza tu cuerpo en busca de amor. * Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Unidad Zacatenco. 102 ALEJANDRO ROCHE * Instantes pretéritos Vuelve la mirada hacia la calle, en la bruma del tiempo, imágenes enterradas a nuestras pupilas como ratas hambrientas, instantes pretéritos, una caricia en desesperación, una fantasía real, retraimiento en vistazos como zombis de lo que siempre hemos sido en soledad, donde evocamos nuestros deseos, nuestros labios... Y tan pronto escapemos de estas cuatro paredes volvamos a ser viento. * Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Unidad Zacatenco. 103 Rocío ÁLVAREZ ESPINOSA* Una mueca desesperada Me he quedado muda, seca. ¡Quisiera gritar!, correr con la desesperación que se siente cuando se está cercado. Si tan sólo pudiera llorar, si supiera cómo hacerlo. He confirmado que una de sus formas amargas es sin lágrimas. Me asfixia esta sociedad hipócrita que me envuelve en el compromiso de llorar cuando no quiero, que me obliga a incrustarme una careta y [sonreír, como si la vida fuera un gran circo. ¿Por qué entonces esta desesperación? ¿Por qué esta agonía? Las lágrimas son para los muertos. Los gritos para los vivos. La soledad me acompaña desde hace tanto, que no le temo; hemos aprendido a ser buenas amigas, y en los ratos de silencio —shsss... creo escuchar lo que me cuenta. Es mi cómplice en las noches de insomnio, cuando el frío se cuela por las grietas del [cuarto, * Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas. 104 donde ni el poco calor de mi cuerpo es [suficiente para olvidar la insatisfacción de mi vida. Aun así me encuentro corriendo, ¿de qué? ¿O de quién? No lo sé... Pero este nudo en la garganta no sé si [pasará, sólo necesito gritar, aunque nadie me escuche, aunque nadie esté ahí cuando pase. "Un grito" no es una dulce melodía para que todos la escuchen, es sólo un ruido, una mueca desesperada que morirá en un instante... 105 NORA A. MONTES DE OCA QUINTANA* Preámbulo Una noche infinita en la humedad de tus labios, un sueño que sin duda la carne refleja, tal como la impaciencia de este momento; cierro los ojos, un ruido desgarra la piel seguido de un líquido cálido, creo ver tus manos y tu cuerpo buscando mi sexo, pierdo tu aroma que va desvaneciéndose como una lluvia [de estrellas. Buscándote voy entre leyendas, entre fantasmas, por el viento y tu espacio vacío entre nubes y dioses sin nombre; con desesperación pido respuesta en ellos, que tus labios habían despertado en esta fuerte debilidad. Una caricia vaga, una mirada vacía, me llevan por ese deseo frío. Camino detrás de ellas * Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Uni- dad Azcapotzalco. 106 sin poder pensar. Mis manos palpan las tuyas, una sonrisa escapa dentro de mí porque viviremos juntos, aunque nuestros días ya no tendrán luz. 107 JOSÉ ROBERTO ÁLVAREZ MIRANDA* Sotiérrate mujer... Corre entre la maleza, esconde tu cuerpo. Que nadie te encuentre, corre y que jamás se vea tu rostro, que por él perecerán los hombres. Oculta tu belleza, sabes bien que por ella las guerras iniciarán. Calla tus labios, ni una sola voz salga de ella, tan divinal palabra opacaría los melodiosos pájaros, y como las sirenas, será el en- canto de los mortales; que tu mirada nunca vea luz, y si así fuese, que el mundo perdone el insul- to que tan excelsos ojos propinen a la naturaleza. Toma tu cabello y cúbrelo de fango, así no po- drá exhibir su maravillosa gama, ni el majestuo- so resplandor que lo conforma y soslaya las estrellas. Únete
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