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Aprendiendo a Aprender
La respuesta es : depende mucho del “servicio “ donde estés. Voy a dar mi opinión de lo que he vivido por dónde he pasado (para que, si hay alguna enfermera en la sala, lo complete):
La enfermería es tremendamente variada: desde lo más técnico, urgente, vida-muerte de unas urgencias, una UCI o un servicio de urgencias domiciliarias tipo SAMUR… Hasta lo más pausado y a largo plazo de modificar conductas de salud de riesgo… en muchos ámbitos, desde plantas de hospitales, centros de salud, en domicilios, colegios, prisiones, en el ejército, ambulancia, quirófano, en residencias, maternidades, psiquiátricos… Con usuarios muy variados: de neonatos a ancianos; de sanos a muy muy enfermos… de crónicos, a agudos, y con multitud de situaciones vitales, algunas alegres otras penosas. Compensa si te gusta el trato con la gente y echar una mano.
Lo malo: Hay poco reconocimiento por parte de la gente (cantidad de veces salvas muchos problemas y a veces ni se enteran y solo reconocen que “eres simpático”). El sistema español reconoce menos aún a la enfermera y por lo tanto hay poco sueldo y mucho mucho trabajo (guardias, jornadas largas y estresantes, problemas de sobrecarga, situaciones insatisfactorias de no poder trabajar bien, precariedad laboral, falta de incentivos a la carrera profesional…). Por ahora aún hay demasiada supeditación al médico, especialmente en España y en el hospital, lo cual a veces cabrea.
A veces vives los problemas de la gente muy cerca y si eres empática, te duelen. Ves el lado chungo de la vida muchas veces.
Una constante: la proximidad al usuario al que cuidas y la relación terapéutica estrecha con él o su familia.
La respuesta es : depende mucho del “servicio “ donde estés. Voy a dar mi opinión de lo que he vivido por dónde he pasado (para que, si hay alguna enfermera en la sala, lo complete):
La enfermería es tremendamente variada: desde lo más técnico, urgente, vida-muerte de unas urgencias, una UCI o un servicio de urgencias domiciliarias tipo SAMUR… Hasta lo más pausado y a largo plazo de modificar conductas de salud de riesgo… en muchos ámbitos, desde plantas de hospitales, centros de salud, en domicilios, colegios, prisiones, en el ejército, ambulancia, quirófano, en residencias, maternidades, psiquiátricos… Con usuarios muy variados: de neonatos a ancianos; de sanos a muy muy enfermos… de crónicos, a agudos, y con multitud de situaciones vitales, algunas alegres otras penosas. Compensa si te gusta el trato con la gente y echar una mano.
Lo malo: Hay poco reconocimiento por parte de la gente (cantidad de veces salvas muchos problemas y a veces ni se enteran y solo reconocen que “eres simpático”). El sistema español reconoce menos aún a la enfermera y por lo tanto hay poco sueldo y mucho mucho trabajo (guardias, jornadas largas y estresantes, problemas de sobrecarga, situaciones insatisfactorias de no poder trabajar bien, precariedad laboral, falta de incentivos a la carrera profesional…). Por ahora aún hay demasiada supeditación al médico, especialmente en España y en el hospital, lo cual a veces cabrea.
A veces vives los problemas de la gente muy cerca y si eres empática, te duelen. Ves el lado chungo de la vida muchas veces.
Una constante: la proximidad al usuario al que cuidas y la relación terapéutica estrecha con él o su familia.