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Como médico o enfermero, ¿cuál es una enfermedad o situación que nunca quieres volver a ver?

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Aprendiendo a Aprender

Hace más de un mes

*Nota del traductor: puede contener materia sensible al lector.*

Savannah, Georgia (EE.UU.), es una hermosa ciudad histórica. No fue tocada por la Guerra Civil, así que tiene muchos edificios memorables, plazas de parques (el banco del parque en Forrest Gump) y lugares llenos de belleza natural. Los robles vivos, con sus ramas majestuosas, gotean con musgo español, las azaleas florecen prolificamente en primavera, y las cigarras cantan su perezosa canción de verano.

Esta es una calle familiar en el distrito histórico, y hay muchas calles que se ven así.

Bianca estaba de camino a casa de su trabajo en un restaurante, conduciendo su pequeño camión de remolque, y se dirigía a recoger a sus dos niños. Había sido una semana de lluvia pesada y de fuertes vientos, pero, GD (gracias Dios), no huracanes. La vida era buena.

Bianca tomó una rápida decisión de parar a buscar leche en una de las tiendas de la esquina. Luego condujo felizmente sobre un boulevard sombreado por árboles, como la foto de arriba, para recoger a sus hijos. Su canción favorita estaba en la radio, y subió el volumen...

………. Bianca no estaba muy segura de lo que pasó después. Yo era la enfermera de trauma quirúrgica cuando la conocí. Ella tenía tanto miedo. Mis hijos, suplicó. ¿Quién va a estar con mis hijos? Le aseguré que su abuela los cuidaba, los había alimentando, y que sí, la abuela los llevaría a la cama a tiempo.

"¿Por qué no puedo mover las piernas?" Me preguntó. "¿Qué pasó? ¡Por favor, no me dejes morir!" Sollozó, y me agarró la mano. Yo le acaricié la mejilla. “Estoy aquí”, le dije. “No voy a dejate ir”. Con beneplácito, Bianca sucumbió al crepúsculo de la anestesia. Recé silenciosamente por el mejor resultado de Bianca. Tal vez, ella no querría sobrevivir.

Bianca conducía su camión por una de esas hermosas calles forradas de árboles. En el momento preciso que pasó bajo un extremo enorme, la suciedad, la decadencia del tiempo y el peso, habían arrancado una rama enorme que fue a aterrizar directamente sobre el techo de Bianca y aterrizó sobre su regazo. Treinta segundos de cada lado, las extremidades se habían perdido en su camión.

Cuando Bianca entró a la sala de trauma del quirófano, su torso era una masa de carne pulverizada, rama de árboles y hojas. Su pierna derecha estaba horriblemente torcida y destrozada. Su pelvis era un nido cóncavo de escombros de árboles. Mientras con la anestesia se luchaba por mantener los equilibrios de oxígeno y el balance de líquidos, luchamos por despejar el sitio operativo. Fue abrumador. Muchos cirujanos especializados fueron convocados... vasculares, ortopédicos, GYN, Urología, Plásticos. Los cirujanos de Trauma y cirujanos vasculares se quedaron, los otros esperaron para la supervivencia.

Mientras despejaba y limpiaba el sitio operativo con mis esponjas de betadina (muchas de ellas) realmente pensé en ella y en que pudiera sobrevivir. Bianca me rogó que no la dejara morir. Pero ella no tenía ni idea de la magnitud de sus heridas. Tenía sólo 28 años, con dos niños pequeños. Nuestro equipo de trauma haría todo lo posible para ayudarla a sobrevivir. Pero cuando se despertó, sería Bianca quien necesitaría la fuerza de voluntad para hacerlo realidad.

Ella sobrevivió. Al final, perdió la vejiga, la mayor parte de su intestino, todos sus órganos reproductivos, sus genitales externos, y su pierna derecha incluyendo la cadera. Su pelvis estaba destrozada. Sufrió 32 cirugías cuando estuvo internada antes de ser mandada a casa, luego terapia física masiva para recuperar cierta fuerza muscular y autocuidado. Todavía necesitaba cirugía reconstructiva para poder proveer nalgas, para que pudiera sentarse en una silla de ruedas.

Bianca demandó con éxito a la ciudad de Savannah por negligencia en el mantenimiento de los árboles antiguos. Sin eso, habría sido acabada por las cuentas médicas, y no podría tener su cirugía reconstructiva o TF(terapia física) - o alguna ayuda a domicilio para ella y sus hijos. Fue una gran controversia en ese momento, mucha gente estaba asustada pensando en eso- en que los árboles viejos se caen a veces.

Pero ellos no la vieron en esa sala de trauma - su cuerpo pulverizado lleno de astillas de madera y pedazos de árbol y hojas. 30 segundos más rápido o más lento la habrían salvado. No parar por la leche la habría salvado. Es una visión incrustada en mi mente -

- La que NUNCA quiero volver a ver.

*Nota del traductor: puede contener materia sensible al lector.*

Savannah, Georgia (EE.UU.), es una hermosa ciudad histórica. No fue tocada por la Guerra Civil, así que tiene muchos edificios memorables, plazas de parques (el banco del parque en Forrest Gump) y lugares llenos de belleza natural. Los robles vivos, con sus ramas majestuosas, gotean con musgo español, las azaleas florecen prolificamente en primavera, y las cigarras cantan su perezosa canción de verano.

Esta es una calle familiar en el distrito histórico, y hay muchas calles que se ven así.

Bianca estaba de camino a casa de su trabajo en un restaurante, conduciendo su pequeño camión de remolque, y se dirigía a recoger a sus dos niños. Había sido una semana de lluvia pesada y de fuertes vientos, pero, GD (gracias Dios), no huracanes. La vida era buena.

Bianca tomó una rápida decisión de parar a buscar leche en una de las tiendas de la esquina. Luego condujo felizmente sobre un boulevard sombreado por árboles, como la foto de arriba, para recoger a sus hijos. Su canción favorita estaba en la radio, y subió el volumen...

………. Bianca no estaba muy segura de lo que pasó después. Yo era la enfermera de trauma quirúrgica cuando la conocí. Ella tenía tanto miedo. Mis hijos, suplicó. ¿Quién va a estar con mis hijos? Le aseguré que su abuela los cuidaba, los había alimentando, y que sí, la abuela los llevaría a la cama a tiempo.

"¿Por qué no puedo mover las piernas?" Me preguntó. "¿Qué pasó? ¡Por favor, no me dejes morir!" Sollozó, y me agarró la mano. Yo le acaricié la mejilla. “Estoy aquí”, le dije. “No voy a dejate ir”. Con beneplácito, Bianca sucumbió al crepúsculo de la anestesia. Recé silenciosamente por el mejor resultado de Bianca. Tal vez, ella no querría sobrevivir.

Bianca conducía su camión por una de esas hermosas calles forradas de árboles. En el momento preciso que pasó bajo un extremo enorme, la suciedad, la decadencia del tiempo y el peso, habían arrancado una rama enorme que fue a aterrizar directamente sobre el techo de Bianca y aterrizó sobre su regazo. Treinta segundos de cada lado, las extremidades se habían perdido en su camión.

Cuando Bianca entró a la sala de trauma del quirófano, su torso era una masa de carne pulverizada, rama de árboles y hojas. Su pierna derecha estaba horriblemente torcida y destrozada. Su pelvis era un nido cóncavo de escombros de árboles. Mientras con la anestesia se luchaba por mantener los equilibrios de oxígeno y el balance de líquidos, luchamos por despejar el sitio operativo. Fue abrumador. Muchos cirujanos especializados fueron convocados... vasculares, ortopédicos, GYN, Urología, Plásticos. Los cirujanos de Trauma y cirujanos vasculares se quedaron, los otros esperaron para la supervivencia.

Mientras despejaba y limpiaba el sitio operativo con mis esponjas de betadina (muchas de ellas) realmente pensé en ella y en que pudiera sobrevivir. Bianca me rogó que no la dejara morir. Pero ella no tenía ni idea de la magnitud de sus heridas. Tenía sólo 28 años, con dos niños pequeños. Nuestro equipo de trauma haría todo lo posible para ayudarla a sobrevivir. Pero cuando se despertó, sería Bianca quien necesitaría la fuerza de voluntad para hacerlo realidad.

Ella sobrevivió. Al final, perdió la vejiga, la mayor parte de su intestino, todos sus órganos reproductivos, sus genitales externos, y su pierna derecha incluyendo la cadera. Su pelvis estaba destrozada. Sufrió 32 cirugías cuando estuvo internada antes de ser mandada a casa, luego terapia física masiva para recuperar cierta fuerza muscular y autocuidado. Todavía necesitaba cirugía reconstructiva para poder proveer nalgas, para que pudiera sentarse en una silla de ruedas.

Bianca demandó con éxito a la ciudad de Savannah por negligencia en el mantenimiento de los árboles antiguos. Sin eso, habría sido acabada por las cuentas médicas, y no podría tener su cirugía reconstructiva o TF(terapia física) - o alguna ayuda a domicilio para ella y sus hijos. Fue una gran controversia en ese momento, mucha gente estaba asustada pensando en eso- en que los árboles viejos se caen a veces.

Pero ellos no la vieron en esa sala de trauma - su cuerpo pulverizado lleno de astillas de madera y pedazos de árbol y hojas. 30 segundos más rápido o más lento la habrían salvado. No parar por la leche la habría salvado. Es una visión incrustada en mi mente -

- La que NUNCA quiero volver a ver.

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