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Los niveles de oxígeno son especialmente importantes para los insectos porque no tienen pulmones. En cambio, dependen del aire que fluye a través de una serie de aberturas en su cuerpo llamadas espiráculos, que se conectan directamente a los tejidos que necesitan oxígeno. Pero hay otra razón por la que los insectos gigantes desaparecieron. Cuando los antiguos dinosaurios desarrollaron la capacidad de volar y acabaron convirtiéndose en las aves modernas, limitaron el tamaño de los insectos mediante la depredación y la competencia. En resumen: Hace cientos de millones de años, los insectos gigantes eran comunes en la Tierra. La disminución del oxígeno atmosférico y el aumento de las aves contribuyeron a su desaparición.
En el pasado hubo insectos muy grandes. El mayor insecto que se conoce en la Tierra prehistórica fue una libélula. Vivió a finales del Pérmico, hace unos 275 millones de años. Estas libélulas tenían una envergadura cercana a los 60 centímetros y un peso estimado de más de medio kilo, similar al tamaño y peso de un cuervo. Representación:
Hoy en día, todavía hay algunos bastante enormes:
el escarabajo Titán,
el insecto palo,
la mariposa atlas,
el escarabajo Hércules
la mariposa alas de pájaro de la reina Alexandra,
la chinche acuática,
el escarabajo elefante.
Los niveles de oxígeno son especialmente importantes para los insectos porque no tienen pulmones. En cambio, dependen del aire que fluye a través de una serie de aberturas en su cuerpo llamadas espiráculos, que se conectan directamente a los tejidos que necesitan oxígeno. Pero hay otra razón por la que los insectos gigantes desaparecieron. Cuando los antiguos dinosaurios desarrollaron la capacidad de volar y acabaron convirtiéndose en las aves modernas, limitaron el tamaño de los insectos mediante la depredación y la competencia. En resumen: Hace cientos de millones de años, los insectos gigantes eran comunes en la Tierra. La disminución del oxígeno atmosférico y el aumento de las aves contribuyeron a su desaparición.
En el pasado hubo insectos muy grandes. El mayor insecto que se conoce en la Tierra prehistórica fue una libélula. Vivió a finales del Pérmico, hace unos 275 millones de años. Estas libélulas tenían una envergadura cercana a los 60 centímetros y un peso estimado de más de medio kilo, similar al tamaño y peso de un cuervo. Representación:
Hoy en día, todavía hay algunos bastante enormes:
el escarabajo Titán,
el insecto palo,
la mariposa atlas,
el escarabajo Hércules
la mariposa alas de pájaro de la reina Alexandra,
la chinche acuática,
el escarabajo elefante.