¿Por qué algunos prefieren ser empleados, aún teniendo los conocimientos como para ser autónomos?

¿Por qué no ser tu propio jefe? La verdad, no está nada mal, pero no es algo a lo que aspire todo el mundo. Existen muchos factores pues hay personas que no le atrae la idea de ser su propio jefe y prefiere trabajar para una gran empresa o para una institución pública.

Ser un empleado tiene sus ventajas y desventajas, así como también las tiene ser tu propio jefe y trabajar para ti mismo. Aunque esté a favor de una de las dos opciones, entiendo que las dos son muy buenas, siempre y cuando estés satisfecho y puedas vivir la vida tal y como la quieres vivir.

Hay muchas maneras de ganarse la vida y no todas consisten en emprender un negocio. Sin embargo, el fin de cada una debe ser la satisfacción plena de hacer lo que quieres.

Eso se puede lograr tanto emprendiendo un proyecto y siendo tu propio jefe, como en un buen trabajo en el que se esté a gusto y que permita cumplir cada uno de los objetivos de vida.

Una de las ventajas de ser un empleado es la seguridad y estabilidad económica, por ejemplo. Sin embargo, también tiene sus desventajas cómo límites de ingresos, adaptarse a un horario o pedir permiso para hacer alguna actividad extra laboral.

Cada quien le dará un valor o enfoque y lo tomará como una ventaja o desventaja según sus prioridades. Por ejemplo, el hecho de tener un sueldo fijo a final de mes puede implicar seguridad y tranquilidad a la hora de afrontar los pagos básicos. Pero por otro lado, hay un límite en tus ingresos. En tal caso, deberás buscar formas alternativas de generar dinero extra.

Muchos prefieran ser empleados en lugar de autónomos por cuestión de estabilidad. Si se cuenta con un contrato indefinido no hay que preocuparte por tener que buscar trabajo en mucho tiempo.

Igualmente que el factor “comodidad”, si tienes un jefe que te dice qué es lo que debes hacer, no hay por qué preocuparse en objetivos más importantes para el negocio. Lo único que debes hacer es llegar al trabajo, hacer lo que te piden e irte a casa sin pensar en el trabajo hasta el día siguiente.

Además, el hecho de que tengas vacaciones pagadas, implica que tendrás días por disfrutar sin ir a trabajar y los cobrarás igualmente.

Otro motivo es la salud, por ejemplo, si la persona empleada se enferma y no puedas ir a trabajar, podrá recurrir a la baja laboral y seguir cobrando un porcentaje de su sueldo, por lo que no se quedará sin ingresos mientras esté en reposo.

En tanto, ser autónomo requiere mayor compromiso pues eres el responsable de tu negocio, debes tomar decisiones importantes y enfrentar tú solo los problemas que puedan venir.

Ser autónomo te permite tener ingresos variables cada mes, según hayas trabajado más o menos y según los clientes hayas tenido. Todo depende de lo que factures. Si trabajas más y facturas más, cobrarás más.

Aunque también implica no tener hora ni tiempo en el calendario, da cierta libertad horaria. Tú decides cuándo trabajar y cuándo no hacerlo. Si quieres trabajar de noche y disfrutar del día. Tienes la libertad de organizar tu tiempo como desees.

Puedes decidir trabajar desde dónde quieras: en tu casa, en una oficina o en la playa. Incluso puedes elegir en qué trabajar y con quién trabajar.

No obstante, también requiere mayor conocimiento, hay que saber un poco de todo e ir aprendiendo. Ser tu propio jefe supone tener conocimiento de todas las partes de tu negocio.

Si eres autónomo o freelance, simplemente debes entender que si no trabajas, no vas a generar ingreso.

Son dos opciones de trabajo distintas y hay que tener las prioridades claras y estar seguro de qué se quiere para decidir.