¿Ha llegado el fin del coronavirus?

Los virus son las entidades más tenaces que puedas imaginar. Para no hacerte un tema largo, tedioso y complicado, pero fascinante, solo te diré una experiencia mundial de combate a un virus patógeno.

Un virus patógeno provoca nuestra muerte, y no todos nos resultan patógenos, como lo son, el SARS-CoV-2, o Corona Virus, causante de la enfermedad COVID-19, y el Variola mayor, causante de la viruela, del cual dicen los especialistas que "a lo largo de los siglos mató a más personas que todas las otras enfermedades infecciosas juntas". A la llegada de los españoles a América, lo introdujeron a este continente y los indoamericanos, sin defensas autoinmunes desarrolladas por selección natural para no ser infectados, se diezmaron y fallecieron. La población, estimada en 45 millones de habitantes se redujo a solo 6 millones en solo tan solo 35 años. Hoy es considerado el primer genocidio biológico en la historia militar.

Con el advenimiento de las vacunas, se ha logrado controlar la propagación de los virus entre nosotros los humanos de los miles de especies que existen en la Tierra. Una vez que la Organización Mundial de la Salud, OMS, ante la terrible mortandad de la viruela, consensó con la gran mayoría de los países del mundo para erradicar y controlar la propagación del Variola mayor con la vacuna.

El Variola mayor provoca de manera muy rápida, en no más de un par de días a lo más, ronchas en la piel; su detección es rápida. Por esto el plan de la OMS fue sencillo, en cuanto un médico, enfermera, o persona detectara un enfermo de viruela, de inmediato se le interrogaba para conocer con qué personas había tenido contacto los últimos 3 días, y aplicaban la vacuna a todas estas personas para evitar mayor propagación del Variola mayor. Se le llama inoculación satelital. Es muy efectiva para frenar la propagación de un virus si los síntomas son rápidamente visibles. De esta manera precisa el Variola mayor quedó erradicado en nosotros los humanos en tan solo 8 años, gracias a su rápida manifestación como ronchas.

El Covid-19 no se manifiesta sino cuando ya han transcurrido muchos días. De hecho, hay personas que dan positivos a la prueba y son asintomáticos, no presentan síntoma alguno y portan el virus y por tanto, lo propagan. Si bien a ellos no los mata, a otras personas sí los puede matar. Ese es el problema del SARS-CoV-2. Es un virus sumamente bien adaptado y evolucionado para atraparnos como sus huéspedes para propagarse por cientos de millones. Y es particularmente hábil para hacerlo entre nosotros y, al menos, entre los murciélagos, quienes desarrollaron inmunidad y por eso no se mueren, señalan los estudios de la OMS.

Bien, si con una vacuna efectiva contra un virus patógeno, en un esfuerzo concertado por casi todos los países del mundo, el Variola mayor, de visibles síntomas, se erradicó de los humanos en 8 años, ¿Qué te hace creer, suponer, pensar o soñar que el virus SARS-CoV-2, tan super evolucionado para provocarnos Covid-19, a llegado a su fin?

Nada más lejano a ser cierto que haya llegado a su fin el coronavirus. Dista mucho ese día, años, quizás nunca.