¿Qué hay de cierto en la sospecha de que el coronavirus es un virus creado en laboratorios estadounidenses y diseminado en China por orden de...

Las armas biológicas se encuentran prohibidas por La Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (Biológicas) y Toxínicas y sobre su destrucción (generalmente conocida como la Convención sobre Armas Biológicas, abreviatura: BWC, o convención de armas biológicas y toxínicas, abreviatura: CABT)

Este fue el primer tratado de desarme multilateral que prohibía la producción de una categoría completa de armas. Fue el resultado de prolongados esfuerzos de la comunidad internacional para establecer un nuevo instrumento que complementara al Protocolo de Ginebra de 1925.

Esta convención entró en vigor el 26 de marzo de 1975 cuando 22 gobiernos depositaron su documentación de ratificación. Actualmente comprende 180 estados y prohíbe el desarrollo, producción, y almacenamiento de armas biológicas y toxinas. Tanto USA, como Rusia y China han firmado esta Convención

Por lo tanto, producir un arma biológica constituiría una violación a la citada convención y haría al país responsable acreedor a sanciones internacionales.

Esto en cuanto al aspecto del derecho internacional público, en lo que hace al aspecto militar y practico, las armas biológicas tienen el inconveniente de que su comportamiento es impredecible y pueden incluso atacar a quien la utilice, un ejemplo (aunque no se trate de un arma biológica) fue el uso de gases asfixiantes durante la I Guerra Mundial, en que cuando el viento cambiaba de dirección regresaba el gas a las trincheras de donde había sido liberado.

Además, si se va a fabricar un arma biológica, al mismo tiempo se fabrica la vacuna, antídoto o medicamento. Desarrollar un patógeno sin la cura es bueno para argumento de película de espias pero absurdo en la vida real.

Asimismo, los virus tienden a mutar, por lo cual no son idóneos para ser usados como armas bilógicas, en todo caso es preferible usar baterías como la del ántrax, del botulismo o de la peste, en que se conoce el comportamiento y se desarrolla el medicamento para atender la infección.